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LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL
III - Elementos de la función jurisdiccional. Son los poderes que la jurisdicción tiene
a su servicio para el cumplimiento de sus fines.
1) Notio: consiste en la potestad del juez de juzgar con “conocimiento de causa”, vale
decir, de formar su convicción con el material de conocimiento que le suministran las
partes y los que él mismo incorpora al proceso.
Es el poder que tiene el órgano jurisdiccional de conocer los términos del conflicto, los
hechos alegados por las partes y las pruebas y elementos de juicio reunidos en el
proceso, que como contracara se traduce en el poder de sentenciar respetando el
prinicipio de congruencia.
2) Vocatio: es el poder de la jurisdicción de convocar a las partes al proceso. Viene del
latín y significa invitación. En el proceso no es exigible la presencia física de las
personas, sino solo su presencia jurídica y, aun ésta, limitada tan solo a la validez de la
citación hecha al demandado y en su caso del tercero citado. Por lo tanto, en estos casos,
el juez se limitará a verificar la correcta notificación de los actos procesales y brindar la
oportunidad que estos ejerzan su derecho de defensa.
3) Coertio: es la potestad de imponer sanciones a quienes, con su conducta,
obstaculicen o perjudiquen el cumplimiento de las diligencias decretadas durante la
tramitación del proceso.
Es un poder de compulsión sobre los sujetos del proceso, seas las partes o personas
ajenas a él (ej. testigos), que no está dirigido aun al cumplimiento de la sentencia, sino
al logro de objetivos que permiten el adecuado desarrollo del proceso hacia el
pronunciamiento final. A modo de ejemplo, hacer comparecer al testigo por la fuerza
pública o suspender la matrícula a un abogado por inconducta.
4) Iuditium: es el poder de dictar la sentencia definitiva que decida el conflicto, de
emitir el “juicio” hacia el cual se encaminó toda la actividad procesal del juez, de las
partes y de sus respectivos auxiliares. Como se verá más adelante, las sentencias
definitivas, pueden ser declarativas, constitutivas o de condena y estas últimas de dar,
hacer o no hacer.
Declarativas: agotan su contenido ratificando la existencia —o no— de un derecho o de
un estado jurídico. Ej. la de prescripción adquisitiva.
Constitutivas: en ellas, el pronunciamiento jurisdiccional extingue una relación jurídica,
creando un nuevo estado. Por ejemplo, la sentencia de divorcio. Producen sus efectos
hacia adelante, no hacia atrás como las meramente declarativas.
De condena: previa declaración de certeza acerca de la violación del derecho del actor o
del reconviniente, mandan restablecerlo. Asimismo, imponen una prestación (de dar, de
hacer, o de no hacer), y abren el camino a la ejecución forzada (en caso de no
cumplimiento voluntario de su condena por el justiciable condenado).
5) Executio: consiste en el poder que tiene la jurisdicción para hacer que el mandato
que dio en la sentencia definitiva sea cumplido; de poner en actuación los medios
destinados a afirmar, incluso mediante la fuerza, el derecho declarado. Es sumamente
importante, porque de no existir la posibilidad de ejecutar una sentencia, en caso de
incumplimiento la cuestión se tornaría abstracta.
Bibliografía:
●Manual de Derecho Procesal Civil, 2020. Gladis E. de Midón y Marcelo Sebastián Midón.
Contexto.
●Roland Arazi, Derecho Procesal Civil y Comercial. 4ª edición, año 2018. Rubinzal Culzoni.