Está en la página 1de 4

Clasificación

Existen diferentes tipos de autobiografía, pueden clasificarse atendiendo a la forma y al


contenido. De acuerdo con su contenido pueden ser:

Generales: Cuando reflejan toda la vida del sujeto.

Específicas o parciales: Cuando reflejan un aspecto particular o específico de su vida.

De acuerdo con su forma pueden clasificarse en:

Espontáneas: El sujeto elabora su autobiografía sin una guía previa.

Dirigidas: Debe seguir una guía elaborada previamente por el examinador.

Definición y finalidad

La autobiografía es la narración de su propia vida, hecha por la persona misma. A través de ella
se puede obtener información muy valiosa, especialmente aquella de carácter íntimo, que no
puede recogerse por medio de otros procedimientos y que, por ser introspectiva,
posiblemente ayude en la interpretación de sus datos personales. La autobiografía dirigida se
centra en aquellos aspectos específicos que interesa conocer, indicándosele al alumno,
mediante una pauta, los puntos a que habrá de referirse.

Estos, por lo tanto, podrán variar mucho; a pesar de ello, se aconseja centrarlos en tres
aspectos, o momentos, de la vida: pasado - presente - futuro; es posible agregar, además, la
clase de persona que creo ser - la clase de persona que los demás creen que soy - la clase de
persona que me gustaría ser, como puntos a los cuales referirse.

Según MIRA y LÓPEZ (1959), la autobiografía dirigida debería proporcionar información sobre
lo siguiente.

Incidentes o accidentes que más han conmovido, o más importantes.

Principales preocupaciones, anhelos, decepciones, satisfacciones, trabajos, distracciones.

Rendimientos, adquisiciones, servicios, beneficios y actuaciones.

Actos inacabados y motivos de preocupación moral.

Lo anterior, en relato de tipo cronológico, histórico, descriptivo, cubriendo períodos


establecidos o consignas que el evaluador considere adecuados o convenientes ante la historia
personal del evaluado.

Por ejemplo, en este relato -considerado en el contexto escolar- el alumno da información


sobre su familia y sus formas de vida, expone sus puntos de vista ante la existencia, narra sus
experiencias vitales y descubre sus intereses y aptitudes desde la infancia hasta el momento
de escribir; todos ellos antecedentes de importancia en el proceso orientador y que pudieran
detectarse como factores que dan origen o que se relacionan a consecuencia del conflicto
actual.
Es positiva para el alumno mismo porque le permite detenerse un momento y pensar en sí
mismo, dando una mirada retrospectiva a lo que ha sido su existencia hasta ese instante;
visualizar con algo de tranquilidad su presente y -después de este autoanálisis- proyectarse
hacia el futuro. Puede conducir, por lo tanto, a la reducción de tensiones puesto que el
estudiante, al contar sus preocupaciones y anhelos, se desahoga.

Finalmente, para el profesor jefe es fuente importante de hechos relevantes en aquellos


alumnos que no tienen facilidad de expresión oral o que son muy tímidos: al escribir sin que
nadie presione, se les da una oportunidad de encontrarse consigo mismo y de comunicar su
interioridad.

Aplicación

Al aplicar esta técnica se deben tener en cuenta las cuestiones siguientes:

El sujeto debe estar motivado, dispuesto a redactar la historia de su vida.

Debe comprender la tarea y la importancia que tiene para él. Debe destacársele la importancia
de los hechos y experiencias vividas, así como de las valoraciones que pueda hacer.

Debe ser redactada con tranquilidad, en el consultorio y escrita a mano.

Esclarecer la discreción que se tendrá con respecto a la información ofrecida. para que el
sujeto se sienta seguro y confiado.

Es conveniente aplicarla cuando ya exista una relación empática y de confianza entre


examinado y examinador.

Es recomendable ofrecer una guía para la redacción de la autobiografía, que oriente y dirija al
sujeto en la dirección y temática deseada.

Análisis

Para analizar la autobiografía deben considerarse los parámetros siguientes durante la


ejecución y posteriormente al momento de la lectura:

Extensión: Amplitud o brevedad del registro.

Profundidad: Si el sujeto es superficial y ahonda poco en su vida, o si profundiza en sus


motivaciones, hechos y reacciones íntimas.

Omisiónes: Si omite u olvida hechos, personas, cosas importantes.

Énfasis o comentarios: Si destaca esencialmente alguna situación o hace comentarios


especiales sobre ello.

Invención o fabulación: Si refleja hechos no ocurridos con el fin, consciente o no, de engañar.

Vocabulario: Su nivel, amplitud y corrección.

Organización o coherencia lógica: Hasta qué punto es coherente, lógica y organizada la


autobiografía.

Aspecto gráfico: Correcciones, enmiendas, tachaduras, vacilaciones, borrones, etcétera.


Tratamiento del yo: Si enfatiza o se centra en su propia persona, minimizando los hechos
ocurridos, o viceversa. Puede presentarse un equilibrio entre los aspectos afectivos y
cognitivos.

Nivel de pensamiento: Si predominan las ideas generales, conceptos, abstracciones y


generalizaciones (nivel abstracto), o si utiliza un lenguaje concreto y singular, ligado a la
experiencia específica vivida (nivel concreto). Puede aparecer un equilibrio (abstracto-
concreto)

Tono emocional: Matiz emocional que se advierte en las diferentes partes de la autobiografía.

Contenido: Qué hechos y experiencias se describen, cómo el sujeto las analiza, las expresa, y
valora, qué tipo de relaciones se manifiestan y cómo repercute sobre él. Qué actividades ha
realizado y qué influencia han ejercido sobre él. Cómo enfrenta y resuelve los problemas y
situaciones conflictivas y cómo le afectan emocionalmente.

Interpretación de los resultados de la técnica

A partir de estos parámetros, debe hacerse un análisis e interpretación de los resultados de la


técnica, para lo que se tendrá en cuenta la significación de cada uno de los parámetros. La
extensión y la profundidad informa acerca de la motivación y el compromiso del sujeto al
realizarla, así como de su desarrollo y madurez intelectual y de su capacidad de autoanalizarse
y autoevaluarse. Las omisiones, el énfasis, los comentarios, invenciones o fabulaciones reflejan
áreas de problemas, conflictos que deben ser más investigados.

El vocabulario, la coherencia lógica y la organización aportan datos sobre el desarrollo de su


pensamiento, lenguaje y sobre su capacidad de adaptación al medio. El aspecto gráfico puede
indicar seguridad, decisión, determinación cuando la autobiografía es limpia; cuando, por el
contrario, aparecen borraduras, tachaduras y correcciones, puede sugerir inseguridad,
indecisión y falta de autodeterminación. El tratamiento del yo refleja el grado de introversión o
extroversión, en tanto se centra en sus propias ideas, motivaciones y vivencias, o en los hechos
y las relaciones con el mundo exterior.

El nivel de pensamiento revela las características de lo cognitivo, y el tono emocional indica la


significación afectiva que algún hecho o experiencia puede haber tenido para el sujeto. El
contenido es el aspecto del que se obtiene la mayor cantidad de información. A partir de lo
registrado por el sujeto se puede determinar qué motivos, rasgos, valores, actitudes, intereses,
ideales, etc., posee; también cuales han sido y son sus problemas y conflictos principales.

Se conoce acerca de sus actividades y comunicación con los demás y cómo funcionan sus
contenidos ante las diferentes situaciones o experiencias de su vida. En el análisis de esta
técnica hay que ser cuidadoso. No deben hacerse conclusiones apresuradas a partir de lo
encontrado en un parámetro, deben confrontarse, complementarse e integrarse los datos
aportados por cada parámetro, con el fin de llegar a conclusiones objetivas y acertadas. Solo la
integración de todos los parámetros permite realizar una interpretación que acerca de los
contenidos y las funciones psicológicas de la personalidad y del modo en que esta regula y
autorregula su comportamiento.
Utilidad de la técnica

Le reporta al profesor informaciones acerca de la vida del escolar que no puede obtener por
ninguna otra técnica. Además, ayuda al sujeto a reflexionar sobre sí mismo y sobre su vida, lo
que desarrolla su autoconciencia y autovaloración; permite conocer cómo ha sido su
desarrollo anterior, cómo es el actual y cómo puede ser su futuro, es decir, hace posible
comprender el proceso de desarrollo ontogenético, tal como el sujeto lo percibe y lo valora. Su
utilización resulta ventajosa y necesaria, sobre todo, en adolescentes y jóvenes. Los matices
con que se narran los hechos en la autobiografía pueden ser de utilidad para obtener
información relacionada con el estado emocional actual del sujeto y su proyección al futuro:
pesimismo, angustia, optimismo, decisión, etcétera, porque mediante esta técnica el sujeto
expresa sus deseos, aspiraciones, prejuicios, frustraciones, conflictos, objetivos y temores.

Fuentes

Martínez Angulo, Marta Rosa y otros (2013). Manual de técnicas de exploración psicológica. La
Habana. Editorial Pueblo y Educación.

Maganto Mateo, Carmen y Carmelo Ibáñez Aguirre. Utilidad clínica de la autobiografía.


Disponible en: Revista de Psicoterapia

También podría gustarte