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3.

Señale los cinco objetivos propuestos para todo estudiante de psicología para la
evaluación y tratamiento de la personalidad.

1- Conocer el marco teórico en el que poder encuadrar los diferentes tipos, categorías y
constructos de personalidad.

2- Dominar la aplicación, corrección e interpretación de las técnicas de evaluación


adecuadas, valorando la validez, fiabilidad y objetividad de los resultados de cada
prueba.

3- Saber traducir las puntuaciones y observaciones obtenidas a un lenguaje adecuado y


fidedigno, redactando el informe correspondiente.

4- Y como el proceso de evaluación no tiene sentido si se detiene en el diagnostico, lo


lógico es que el psicólogo practico sepa, una vez reconocido el deterioro o admitida
desviación, intervenir para ayudar a corregir, modificar o mejorar el funcionamiento del
sujeto. En el campo de la psicología industrial, el seleccionador de personal tiene que
saber escoger el mejor sujeto para cada puesto. Y el orientador escolar debe ayudar al
estudiante a elegir el camino más adecuado, arriesgándose a predecir el futuro,
basándose en el diagnostico actual de su personalidad.

5- Ser capaz, una vez iniciado en los aprendizajes anteriores, de investigar nuevos
modelos, nuevas técnicas o diferentes estrategias que sirvan al mejor conocimiento de la
psicología de la personalidad.

4. Señale y explique las limitaciones que se presentan en la evaluación de la


personalidad.

1- Limitaciones por parte del examinador

La relación entre examinador y sujeto evaluado constituye una interacción personal y no


física. El psicólogo y su cliente entran en una dinámica de comunicación personal en la
que mutuamente e influyen y en la que se ven involucrados consciente e
inconscientemente.

El examinador no es un ordenador frio y neutral que pregunta, puntúa las respuestas y


da los resultados.

Influye el sexo, la raza, el aspecto físico, la voz, el vestido.

El estilo personal del examinador, autoritario, simpático, condescendiente, permisivo,


motivante, seco, etcétera, repercute necesariamente en el ánimo del examinado y puede
modificar de alguna manera la dirección de las respuestas.
2- Limitaciones por parte del sujeto examinado

Vistas desde la óptica del examinado, las características del examinador producen
también en aquel un impacto diferente, según el sexo, la raza, la edad, el nivel
económico o cultural, la situación, etcétera. Todo ello puede crear actitudes distintas en
el sujeto evaluado.

Motivación: No es lo mismo contestar un cuestionario cuando se cursa un puesto de


trabajo que cuando se evalúa a un grupo de estudiantes de COU, sin mucho interés por
su parte, para orientar su futuro universitario.

Deseabilidad social: fenómeno estudiado repetidamente y puesto en evidencia por la


escala de Edwards (1957), muestra la tendencia generalizada a contestar en el sentido
valorado positivamente por el entorno social. Es una innegable fuente de errores en la
interpretación en las puntuaciones obtenidas. El deseo de recibir aprobación, de quedar
bien, de dar una buena imagen social, puede detectarse en algunas escalas de validación
de determinados cuestionarios, pero siempre hay que contar con ese margen de error.

Sinceridad: Relacionado con lo anterior, está el ánimo del examinado que quiere
disimular su personalidad y engaña, poniéndose mejor o peor en ciertos aspectos. No
hay que olvidar que las respuestas a los cuestionarios de personalidad son en realidad
autoinformes y que, en cuanto tales, están a merced de los vicios de que los emite. Las
escalas de sinceridad o de mentiras (lie) pretenden detectar estas desviaciones.

Aquiescencia: parece que determinadas personas, no muy maduras ni seguras de sí


mismas. Tienden a contestar en el sentido de la pregunta. Es decir, si se pregunta algo
positivo, suelen responder que sí. Y si la pregunta va formulada en forma negativa,
tienden a contestar que no. No es fácil averiguar cuando se produce esa clase de errores.

Ignorancia: el sujeto no tiene suficiente capacidad de introspección como para


conocerse a sí mismo. Y si no se conoce bien, mal puede dar una imagen real de si
mismo contestando adecuadamente.

Pero también puede suceder que algunos cuestionarios sean incomprensibles para
sujetos con un nivel cultural bajo.

Los cuestionarios americanos suelen señalar el nivel de lenguaje exigido para su


compresión. Disponen de una escala que marca la dificultad verbal de un texto.

Las adaptaciones españolas se limitan a exigir niveles de estudios, sean primarios, de


BUP, etcétera.
3- Limitaciones por parte del instrumento empleado

Es natural que ni los más largos, incluido el MMPI con sus 550 elementos, puedan
abarcar todos los aspectos de la vida de una persona. Pero resulta que el número de
situaciones exploradas se reduce notablemente en otros cuestionarios más cortos. Por
ejemplo el 16FP solo dedica de 10 a 13 elementos para cada rasgo medido por medio de
las formas A O B, y menos todavía en las formas C y D, en las que solo emplea seis
elementos por factor.

Un cuestionario es un instrumento de medida, pero no es una balanza de precisión. Su


manera de medir es aproximida.

Lo importante es que ofrezca índices altos de validez, fiabilidad y objetividad.

Los cuestionarios de personalidad miden tendencias y no formas absolutas de ser o


comportarse.

4- Limitaciones de la situación misma.

Al hablar del sujeto y de las condiciones que le afectan, ya ha hecho mención de esta
fuente de errores. Real mente no hay examinando sin interrelación con el examinador ni
sujetos en abstracto sino muy metidos en una situación de exploración con fines
diversos.

En general, se puede afirmar que un cuestionario de personalidad mide la conducta


típica, es decir, la que suele ser habitual en el sujeto examinado.

La escala 2 (Depresión) del MMPI es un ejemplo claro de la influencia de las


condiciones actuales.

5. Define los siguientes conceptos:

Temperamento: es el carácter, la manera de ser, de reaccionar o de conducirse de una


persona. También es la vocación o aptitud que alguien manifiesta para un arte u oficio o
la capacidad para superar las dificultades. 

Carácter: conjunto de cualidades psíquicas y afectivas que condicionan la conducta de


cada individuo.
Personalidad: la personalidad engloba una serie de características comunes incluidas en
sus diferentes definiciones. Se trata de un constructo hipotético inferido de la
observación de la conducta. Es decir, pensamos que “X” persona se comporta de “X”
forma porque así es su personalidad, o porque así es ella.

Rasgos: es un concepto científico que resume las conductas que las personas realizan en
distintas situaciones y ocasiones. Los rasgos son constructos que permiten describir las
diferencias individuales. Según Eysenck son disposiciones que permiten describir a las
personas y predecir su comportamiento. No son observables, sino que se infieren de
observar ciertos hechos.

Hipocondría: es un trastorno psiquiátrico que se caracteriza esencialmente por la


creencia de padecer alguna enfermedad seria y potencialmente letal o el miedo a
padecer o contraer alguna enfermedad grave.

Depresión: La depresión se puede describir como el hecho de sentirse triste,


melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de esta
manera de vez en cuando durante períodos cortos.

Trastornos de conversión: Es una afección mental en la cual una persona presenta


ceguera, parálisis u otros síntomas del sistema nervioso (neurológicos) que no se pueden
explicar por medio de una valoración médica.

Psicopatía: La psicopatía o personalidad psicopática es un trastorno antisocial de la


personalidad. Se caracteriza por una alteración del carácter o de la conducta social y no
comporta ninguna anormalidad intelectual. Los enfermos de psicopatía (psicópatas) son
personas que pueden cometer actos delictivos muy graves sin mostrar ningún tipo de
sentimiento de culpa.

Esquizofrenia: es un trastorno mental grave por el cual las personas interpretan la


realidad de manera anormal. La esquizofrenia puede provocar una combinación de
alucinaciones, delirios y trastornos graves en el pensamiento y el comportamiento, que
afecta el funcionamiento diario y puede ser incapacitante.

Trastorno obsesivo compulsivo: El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un


trastorno mental en el cual las personas tienen pensamientos, sentimientos, ideas,
sensaciones (obsesiones) y comportamientos repetitivos e indeseables que los impulsan
a hacer algo una y otra vez (compulsiones).

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