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¿Cómo funciona el Luminol?

l Luminol es la sustancia utilizada por la policía para detectar vestigios de sangre y provoca una
reacción llamada quimioluminiscencia.

Grosso modo, esa palabra describe una reacción química que libera energía bajo la forma de luz.

El Luminol es un polvo formado por átomos de carbono, hidrogeno, oxígeno y nitrógeno, que es
diluido en agua oxigenada.

Esta solución, cuando es esparcida sobre el local sospechoso, reacciona en contacto con el hierro
presente en la hemoglobina de la sangre y libera una luz azulada, suficientemente fuerte para ser
vista en la oscuridad.

¿Cómo se usa el Luminol?

Un perito de policía llega a la casa de un sospechoso. A simple vista, no ve señales de sangre, el


asesino limpió la alfombra de la casa donde mató a la víctima.

Sin embargo, incluso después de la limpieza, en las fibras de la alfombra, quedan


escondidas moléculas de sangre.

Después de revisar completamente el local, el perito derrama la solución de luminol con agua
oxigenada en los puntos donde cree que puede haber vestigios de sangre.

Este procedimiento es el último a realizarse por la pericia, pues el luminol puede destruir las
evidencias.

Cuando las gotas de luminol entran en contacto con el hierro de la hemoglobina de la sangre,
átomos de nitrógeno e hidrogeno se escapan de las moléculas de luminol.

La solución pasa a capturar átomos de oxigeno de la sangre.

Los electrones de los átomos de oxigeno se agitan por la salida de nitrógeno e hidrogeno. La
energía de ese movimiento de los electrones es disipada en forma de partículas luminosas.

El resultado es una luz azulada que identifica el local donde están los vestigios de sangre.
La prueba de Scott o prueba del tiocianato de cobalto es una prueba química probada
para mostrar la presencia de alcaloides. El reactivo tiocianato de cobalto puede ser
preparado disolviendo 10 g de tiocianato de cobalto(II) en una mezcla de 490 ml de agua
destilada y 500 ml de glicerol.

La prueba del tiocianato de cobalto es llevada a cabo colocando aproximadamente 2 a 4 mg


de una sustancia objetivo en un tubo de ensayo de vidrio, luego se agregan 5 gotas de
reactivo de tiocianato de cobalto. Después de agitar, se agrega 1 o 2 gotas de ácido
clorhídrico concentrado (también pueden usarse otros ácidos1), y se agita nuevamente el
tubo. Finalmente se agregan 10 gotas de cloroformo (o un solvente similar), y se mezclan
los líquidos en un mezclador de vórtice, permitiéndoles luego reposar y separarse en dos
capas. El color final de la fase del cloroformo (orgánica) es registrado.

La adición de reactivo de tiocianato de cobalto a clorhidrato de cocaína resulta en la


superficie de las partículas volviéndose de un azul brillante (azul débil para la pasta básica
de cocaína). La solución regresa al rosado al agregarse una o dos gotas de ácido clorhídrico
y mezclar. La adición de 10 gotas de cloroformo, y el permitir que la solución repose
resulta en una fase orgánica azul tanto para el clorhidrato de cocaína y la pasta básica de
cocaína.

La difenhidramina y la lidocaína también dan fases orgánicas azules. Estos compuestos son
conocidos por dar falsos positivos para la cocaína.

¿Qué es la sexualidad en la adolescencia?


La sexualidad en la adolescencia es aquella en la que el joven se desarrolla física y
mentalmente, adquiriendo los caracteres sexuales secundarios (los que no tienen que ver
con el órgano reproductor, como la nuez en los hombres o el ensanchamiento de las caderas
en las mujeres) y desarrollando el pensamiento maduro; pero también despierta un
comportamiento sexual, se transforma en un ser sexual.

La sexualidad no sólo tiene que ver con el acto de reproducirse, sino que representa la
generación de deseos, sentimientos, fantasías y emociones, es decir, el desarrollo de una
identidad sexual, que se puede definir como aquella parte de la identidad del individuo que
le permite reconocerse y actuar como un ser sexual.
Etapas del desarrollo de la sexualidad
Al igual que el desarrollo físico y mental, la sexualidad se forma gradualmente y necesita
pasar por una serie de etapas antes de completarse. Los cambios que se producen en la
sexualidad pueden enmarcarse dentro de las etapas de la adolescencia y la pubertad,
ya que las transformaciones físicas y mentales condicionan sobremanera el desarrollo de la
sexualidad y de la identidad sexual:

 Adolescencia temprana (11-13 años): Durante esta etapa, que se caracteriza por la
velocidad de los cambios físicos en el adolescente, el joven se encuentra aún lejos
del deseo sexual adulto, por lo que se presenta como una fase de autoexploración
(a menudo a través de la masturbación), debido a los nuevos cambios físicos y
psíquicos que experimenta (como la aparición de los primeros impulsos sexuales y
de la espermarquia o primera eyaculación), y también de exploración del contacto
con el otro sexo.

 Adolescencia media (14-17 años): El adolescente ya está casi completamente


desarrollado, sus órganos sexuales están listos para la reproducción y el deseo
sexual se incrementa. En esta fase se desarrolla una sensación de invulnerabilidad
y fortaleza que inducen al joven a comportarse de una forma narcisista. Se empieza
a buscar el contacto habitual con el otro sexo y pueden llegar las primeras
relaciones sexuales. El adolescente no sólo responde a sus impulsos sexuales, sino
también a su narcisismo, es decir, pone a prueba la propia capacidad de atraer al
otro. También se considera que durante esta etapa se produce el auge de las
fantasías románticas.Las relaciones sociales fuera del entorno familiar,
especialmente con amigos, empiezan a tener preponderancia, por lo que el
adolescente contrapone los valores y la educación sexual recibida de sus padres
con la de sus amigos (en muchas ocasiones llenas de mitos derivados de la poca o
nula experiencia sexual), lo que puede acarrear riesgos, si a esto se suma que el
adolescente aún no ha desarrollado del todo el pensamiento abstracto y en algunas
ocasiones le cuesta pensar en las consecuencias de sus actos. Además, al no haber
desarrollado por completo el pensamiento adulto, el adolescente utiliza los sentidos
para expresar sus emociones.

 Adolescencia tardía (17-21 años): El adolescente se ha desarrollado por completo,


física y psíquicamente. La capacidad de pensar en abstracto y de ser consciente de
las consecuencias futuras de los actos hace que el joven pueda mantener relaciones
sexuales maduras y seguras. El deseo ya no sólo responde a un estímulo o pulsión
sexual, sino que el adolescente, ya adulto, comienza a buscar otros valores en sus
relaciones sociales, como la confianza o la reciprocidad.

La importancia de recibir una buena educación sexual


La pubertad y el desarrollo sexual son etapas de cambios constantes, donde el deseo y los
impulsos sexuales dominan a una parte racional que no está del todo desarrollada. Recibir
una buena educación sexual es muy importante, no sólo a corto plazo, es decir, para que
el adolescente supere sin riesgos sus etapas de maduración física y psíquica, sino también
para establecer el comportamiento sexual que tendrá el joven cuando sea adulto.
Durante la adolescencia, el joven está expuesto a riesgos que se deben evitar mediante
medidas preventivas:

 La sexualidad entra dentro de la intimidad: Las relaciones sexuales pertenecen a


la intimidad de las personas, por lo que no es necesario compartir los detalles sobre
las mismas, a no ser que se quiera hacer. Los padres y el entorno no deben presionar
al adolescente.

 Desarrollo de habilidades sociales y de autocontrol: Los impulsos sexuales


dominan a los racionales durante la adolescencia, sobre todo al comienzo de la fase
de adolescencia media, donde el joven ya ha desarrollado por completo sus órganos
sexuales pero no el pensamiento adulto. La educación debe proveer al adolescente
de conocimientos que le permitan desarrollar conductas y comportamientos
sexuales correctos.

 Informar: Es vital dotar al adolescente de la información necesaria sobre los


riesgos que traen las relaciones sexuales sin protección (embarazo precoz,
Enfermedades de Transmisión Sexual, etcétera), así como de los beneficios que
reporta practicar sexo seguro

NUEVA YORK —No existe ningún tipo de regla. Ni siquiera los especialistas se ponen de
acuerdo para decir si existe o no la edad perfecta para tener el primer novio. Eso sí,
concuerdan en que dependerá de cada caso pues a los 14, un muchacho puede ser mucho
más responsable que uno de 16.

El tema salió a la palestra cuando se hizo pública una imagen de Willow, hija de 13 años de
Will Smith y Jada Pinkett Smith, con Moises Arias, su novio de 20 años posando en una
cama. Ella estaba totalmente vestida y él, con el torso desnudo. Ante la imagen, el
Department of Children & Family Service de Los Ángeles tomó cartas en el asunto y llamó
a los Smith para hablar de la situación.

El debate se centró, principalmente, sobre cuánto los padres deben meterse en la vida de sus
hija adolescente. Es más. Se hablaba incluso de que esa relación es ilegal pues él es mayor
de edad y ella una niña.

Para conversar sobre si se recomienda una edad determinada para que nuestras hijas tengan
su primer novio, consultamos con Milagros María Gonzales e Ismenia Ramos-Rodríguez,
ambas terapistas con oficinas en El Bronx.

Efectivamente, todos los niños y adolescentes son muy diferentes en gustos y formas de ser.
Por eso Gonzales no se aventura a decir si existe una edad indicada para comenzar a tener
el primer novio.

“Los padres conocen a sus hijos por lo que deberían saber si cumplen con sus deberes en la
escuela y son jóvenes responsables. Si a los 15 o 16, lo son, no veo problema con que
tengan novio”, dice la especialista.
Para Ismenia, sí existe una edad ideal para que el adolescente de la casa comience a tener
novio.

“La edad ‘mágica’ es los 16 años pues ya están más desarrollados mentalmente, y a esa
edad ya le hemos inculcado la moral y los valores”, comenta.

La especialista agrega que, como regla general, “los novios deben ser de la misma edad o
un año mayor o menor; no más de eso”.

Milagros María, tiene muy claro que la diferencia de edad que existe entre Willow Smith y
Moises Arias está mal.

“Es un adulto y una niña. Ellos están en etapas totalmente diferentes”, indica la terapista.
Para ella, como madre, una jovencita de 13 años es muy chica para tener novio y ella no le
daría permiso a la suya.

Eso sí, vuelve al punto de partida de que depende del caso. Y agrega: “puede que tu hija de
13 años tenga un noviecito de su misma edad que ha sido toda su vida compañero de
escuela. Ahí sabes que es diferente y estamos hablando de que está con un niño igual que
ella”.

La sexualidad de los adolescentes: hable


antes de que comiencen su propio camino

La adolescencia puede ser muy difícil de atravesar si no se habla del sexo, la sexualidad y
la identidad sexual. Aunque a los padres muchas veces sus adolescentes les parecen como
de otro planeta, son seres humanos. Es fundamental abordar con franqueza las muy
humanas preguntas sobre el desarrollo sexual, el deseo sexual y la naturaleza de la
identidad sexual en el desarrollo del adolescente. Es muy importante compartir información
objetiva con su hijo adolescente y brindarle una correcta orientación moral para que tenga
herramientas que le permitan comprender lo que le está sucediendo. Con estos recursos, su
hijo podrá evitar errores de juicio devastadores y que puedan poner en riesgo su vida.

"Sobre todas las cosas, es fundamental que los padres sean sinceros, honestos y estén a
disposición de sus hijos", dice Charles R. Wibbelsman, M.D., FAAP, jefe de medicina del
adolescente en Kaiser Permanente en San Francisco y miembro del Comité de
Adolescencia de la American Academy of Pediatrics.

"Los padres suelen tener sus propios intereses: no hagas esto ni aquello. Pero es necesario
que tomen una pausa para analizar y dejen de lado las opiniones antes de entablar esta
conversación", dice Warren Seigel, M.D., FAAP, director del Departamento de Pediatría y
director de medicina adolescente en Coney Island Hospital, Brooklyn, N.Y. "Lo más
apropiado e importante para un padre y un niño o adolescente al abordar las preguntas
sobre la sexualidad y la salud sexual es tener abierto el canal de la comunicación".
Los mensajes que reciben
En la cultura sobre sexualizada actual de los sitios de internet, los animadores de los medios
masivos de comunicación y la programación durante las 24 horas del día, los 7 días de la
semana, la charla tradicional de la "cigüeña" (o el folleto que se le entrega al niño para que
lea por su cuenta) sobre los aspectos básicos de la reproducción es completamente
inadecuada. La única manera de fomentar el bienestar y la seguridad de los padres y los
hijos por igual es preparar con cuidado a los niños para los cambios normales en sus
cuerpos, el ataque continúo ejercido por la presión de los compañeros, la glorificación
mediática de la sexualidad irresponsable y los atractivos engañosos de la publicidad.

"Hay muchas cosas en los medios de comunicación que no son apropiadas para una edad
determinada", dice el Dr. Wibbelsman, coautor de El libro del cuerpo del adolescente y El
crecimiento y los cambios (en inglés). "Nosotros, como padres, no soltamos a nuestros hijos
en la calle y les deseamos suerte antes de mandarlos al mundo por su cuenta. Los tomamos
de la mano. Les advertimos sobre los riesgos. Y confiamos en ellos dándoles más
responsabilidad solamente cuando tienen la edad suficiente y demuestran que están listos
para manejarla".

"Todo a nuestro alrededor, y los medios de comunicación en particular, hablan sobre el


sexo", agrega el Dr. Seigel. "Es difícil evitarlo".

El único método infalible para lograr la seguridad sexual, por supuesto, es decir "no" y
posponer la actividad sexual hasta ser mayores. La buena noticia es que la mitad de todos
los adolescentes lo hacen. Pero eso deja a la otra mitad en riesgo; muchos de ellos tienen
relaciones sexuales sin protección, lo que los expone a enfermedades potencialmente graves
y embarazos no deseados.

"Lo más importante que debe enseñarle a su hijo es la responsabilidad", dice el Dr. Seigel.
"Hable sobre cómo tomar decisiones y hágales entender cuáles serán las consecuencias de
tales decisiones. Puede comenzar hablando sobre las decisiones y las consecuencias que no
se relacionan con el sexo y luego llevar la conversación hacia la sexualidad. Después de
todo, tener relaciones sexuales o no tenerlas tiene sus consecuencias y cada niño va a
recibir mucha información falsa en su vida, tanto sea de sus amigos y compañeros, como de
los medios de comunicación".

Las presiones que sufren los niños por parte de sus amigos y compañeros, al igual que de
los medios de comunicación como se mencionó anteriormente, pueden ofrecer, en realidad,
la manera más efectiva para iniciar lo que debe ser un diálogo continuo sobre el sexo y la
sexualidad, no una sola charla o conversación. Entonces ¿qué debemos hacer? Es bueno
convertir estas experiencias con los medios de comunicación en momentos didácticos.
"Ver algo en los medios de comunicación con una obvia connotación sexual puede desatar
una conversación entre un adolescente y sus padres", dice el Dr. Wibbelsman. "¿El anuncio
es bueno o malo? ¿Qué mensaje intenta transmitir el anuncio? Use este momento como una
oportunidad de enseñar y motivar, no de dar una opinión dura y displicente. Al permitirle al
niño participar y desarrollar su autoestima y su confianza en su capacidad para opinar, le
demuestra que usted respeta lo que está aprendiendo y cómo está creciendo en el proceso
de tomar decisiones".

Después de todo, por más adultos que puedan parecer en su aspecto, su comportamiento y
sus actitudes, los adolescentes están más cerca de la niñez que de la adultez y necesitan una
orientación continua de los padres que los prepare para ser adultos. "Sé que es mucho
trabajo, pero es necesario que los padres controlen lo que ven sus hijos y estén allí, a su
disposición, para ofrecerles algo de contexto", dice el Dr. Wibbelsman. "Averigüe qué hay
en la película, qué hay en el programa y qué hay en ese sitio de internet antes de permitir
que su hijo lo vea o escuche. Y si le permite verlo o escucharlo, háganlo juntos para poder
analizarlo y úselo para fomentar la confianza entre ustedes".

Cómo iniciar la conversación


¿Cuándo es entonces el momento indicado para hablar con su hijo sobre el sexo? Es
conveniente comenzar a preparar el terreno para estas conversaciones mucho antes del
inicio de la pubertad. Cuanto más frecuentes y francas sean las conversaciones sobre temas
sexuales, más probabilidades habrá de que tales conversaciones sean más fáciles e incluso
más sinceras, a medida que ambos se sientan cómodos hablando de ello. "Reconozcamos
que a todos nos da vergüenza hablar sobre el sexo con otras personas", dice el Dr. Seigel.
La manera más fácil de comenzar es ser honesto con su hijo adolescente: "Realmente es
difícil para mí hablar de esto y fue difícil hacerlo con mi papá cuando tenía tu edad". Pero
es importante conversar y a veces debemos hablar sobre cosas incómodas".

No olvide recordarle a su hijo que siempre está de su lado. "Nunca permita que se olvide de
que su amor es incondicional" dice el Dr. Seigel. "Dígale que usted lo apoya, que lo ama y
que estará a su lado sin importar lo que suceda. Sí, es mucho más fácil decirlo que hacerlo,
pero no por eso es menos importante".

Entonces ¿de qué debemos hablar? Quizás puede empezar a hablar de cómo se exhibe la
sexualidad en los medios de comunicación y, lo que es mucho más importante, cómo
repercute esto en la vida real; las consecuencias potencialmente negativas y las catástrofes
que podría provocar la actividad sexual, así como el placer y los resultados positivos de la
sexualidad responsable (recuerde: lo importante aquí es ser honesto). "Hablen sobre un
personaje de un programa de televisión que tomó una decisión con respecto al sexo", dice
el Dr. Seigel. "Comience la conversación allí pero no la convierta en un discurso personal.
Si critica con dureza lo que ambos están viendo, su hijo dará por sentado que no hay nada
que discutir y se interrumpirá de inmediato el canal de comunicación".

Si usted y su hijo conversan sobre el tema con delicadeza, es mucho más probable que
puedan vencer las complejidades juntos.

Cómo mantener los canales de comunicación abiertos


A medida que su hijo madure física, mental y emocionalmente, surgirán oportunidades para
que las conversaciones habituales sobre la sexualidad formen parte de su diálogo
permanente. Obviamente, los cambios en el cuerpo de su hijo al comenzar la pubertad son
indicadores cruciales para tener tales conversaciones.

Un área que debe recibir especial atención son los "mitos urbanos"; información falsa que
"todos" conocen, que pasa de adolescente a adolescente (e incluso de generación en
generación: no se sorprenda si descubre que su hijo ha escuchado algunos de los mismos
mitos e información errónea que circulaban durante su adolescencia). Por ejemplo, aclárele
que el sexo oral tiene sus riesgos y que tener relaciones sexuales sin protección, aunque no
haya eyaculación, no es un método anticonceptivo eficaz, etc. "Es muy importante tener la
información correcta desde el principio y compartir esa información con su hijo", dice el
Dr. Wibbelsman. "Eso estimula la confianza y esa confianza es fundamental para orientar a
su hijo adolescente en estos momentos difíciles".

En particular, sea específico y preciso sobre los riesgos del embarazo, la eficacia (y las
limitaciones) de los diferentes tipos de métodos anticonceptivos y las diversas
enfermedades de transmisión sexual y sus efectos.

Cómo contrarrestar la presión


Uno de los temas clave que debe enfatizar es que nadie tiene el derecho de presionar a su
hijo o hija a tener relaciones sexuales. Para afrontar la presión de amigos y compañeros (y
la presión de los medios de comunicación que suele estimularla), puede empoderar a sus
hijos con la capacidad que tienen para enfrentar esa presión, y con los valores que son más
importantes que la gratificación inmediata y su libertad absoluta para compartir sus
preocupaciones con usted.

Es totalmente natural que los adolescentes tengan preguntas sobre el sexo y la identidad
sexual. Si bien las actitudes hacia la identidad homosexual y lesbiana (entre otros temas)
siguen siendo difíciles y complejas, lo importante es recordar que todos nosotros tenemos
esas preguntas en algún momento. "Es necesario que los padres sean receptivos al respecto,
entiendan el espectro completo de la sexualidad y la orientación sexual, y no intenten
canalizarlo en un sector o un área particulares", dice el Dr. Wibbelsman. "Acepte las
preguntas del adolescente como parte del crecimiento, porque se trata de eso precisamente.
Pero al mismo tiempo, permita que el adolescente sepa cuáles son sus opiniones y valores.
Reconozca que existen diferencias entre los hechos y su opinión, y sea claro con respecto a
ambos".

¿Pero cómo hacerlo de manera tal que los canales se mantengan abiertos? En realidad, se
trata de una palabra de cuatro letras. "La clave es decirles a sus hijos adolescentes que los
aman sin importar en quiénes se conviertan", dice el Dr. Seigel. "Pueden ser altos, bajos,
gordos, delgados, saludables o estar enfermos, pero ustedes los amarán a pesar de todo, y
de las decisiones que tomen. Para muchos padres, es más fácil decirlo que hacerlo, pero esa
es la clave para criar a un adolescente saludable".

Y no dude en hablar sobre valores, moral y ética en relación con el sexo, sin dar sermones,
sino brindando orientación. Al brindarle a su hijo un marco sólido de información y
valores, ha dado un gran paso para asegurarse de que cuando sea alguien sexualmente
activo, será con el conocimiento, la preparación y la madurez que marcará la transición a la
actividad sexual como una elección informada y no un accidente peligroso.

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