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l Luminol es la sustancia utilizada por la policía para detectar vestigios de sangre y provoca una
reacción llamada quimioluminiscencia.
Grosso modo, esa palabra describe una reacción química que libera energía bajo la forma de luz.
El Luminol es un polvo formado por átomos de carbono, hidrogeno, oxígeno y nitrógeno, que es
diluido en agua oxigenada.
Esta solución, cuando es esparcida sobre el local sospechoso, reacciona en contacto con el hierro
presente en la hemoglobina de la sangre y libera una luz azulada, suficientemente fuerte para ser
vista en la oscuridad.
Después de revisar completamente el local, el perito derrama la solución de luminol con agua
oxigenada en los puntos donde cree que puede haber vestigios de sangre.
Este procedimiento es el último a realizarse por la pericia, pues el luminol puede destruir las
evidencias.
Cuando las gotas de luminol entran en contacto con el hierro de la hemoglobina de la sangre,
átomos de nitrógeno e hidrogeno se escapan de las moléculas de luminol.
Los electrones de los átomos de oxigeno se agitan por la salida de nitrógeno e hidrogeno. La
energía de ese movimiento de los electrones es disipada en forma de partículas luminosas.
El resultado es una luz azulada que identifica el local donde están los vestigios de sangre.
La prueba de Scott o prueba del tiocianato de cobalto es una prueba química probada
para mostrar la presencia de alcaloides. El reactivo tiocianato de cobalto puede ser
preparado disolviendo 10 g de tiocianato de cobalto(II) en una mezcla de 490 ml de agua
destilada y 500 ml de glicerol.
La difenhidramina y la lidocaína también dan fases orgánicas azules. Estos compuestos son
conocidos por dar falsos positivos para la cocaína.
La sexualidad no sólo tiene que ver con el acto de reproducirse, sino que representa la
generación de deseos, sentimientos, fantasías y emociones, es decir, el desarrollo de una
identidad sexual, que se puede definir como aquella parte de la identidad del individuo que
le permite reconocerse y actuar como un ser sexual.
Etapas del desarrollo de la sexualidad
Al igual que el desarrollo físico y mental, la sexualidad se forma gradualmente y necesita
pasar por una serie de etapas antes de completarse. Los cambios que se producen en la
sexualidad pueden enmarcarse dentro de las etapas de la adolescencia y la pubertad,
ya que las transformaciones físicas y mentales condicionan sobremanera el desarrollo de la
sexualidad y de la identidad sexual:
Adolescencia temprana (11-13 años): Durante esta etapa, que se caracteriza por la
velocidad de los cambios físicos en el adolescente, el joven se encuentra aún lejos
del deseo sexual adulto, por lo que se presenta como una fase de autoexploración
(a menudo a través de la masturbación), debido a los nuevos cambios físicos y
psíquicos que experimenta (como la aparición de los primeros impulsos sexuales y
de la espermarquia o primera eyaculación), y también de exploración del contacto
con el otro sexo.
NUEVA YORK —No existe ningún tipo de regla. Ni siquiera los especialistas se ponen de
acuerdo para decir si existe o no la edad perfecta para tener el primer novio. Eso sí,
concuerdan en que dependerá de cada caso pues a los 14, un muchacho puede ser mucho
más responsable que uno de 16.
El tema salió a la palestra cuando se hizo pública una imagen de Willow, hija de 13 años de
Will Smith y Jada Pinkett Smith, con Moises Arias, su novio de 20 años posando en una
cama. Ella estaba totalmente vestida y él, con el torso desnudo. Ante la imagen, el
Department of Children & Family Service de Los Ángeles tomó cartas en el asunto y llamó
a los Smith para hablar de la situación.
El debate se centró, principalmente, sobre cuánto los padres deben meterse en la vida de sus
hija adolescente. Es más. Se hablaba incluso de que esa relación es ilegal pues él es mayor
de edad y ella una niña.
Para conversar sobre si se recomienda una edad determinada para que nuestras hijas tengan
su primer novio, consultamos con Milagros María Gonzales e Ismenia Ramos-Rodríguez,
ambas terapistas con oficinas en El Bronx.
Efectivamente, todos los niños y adolescentes son muy diferentes en gustos y formas de ser.
Por eso Gonzales no se aventura a decir si existe una edad indicada para comenzar a tener
el primer novio.
“Los padres conocen a sus hijos por lo que deberían saber si cumplen con sus deberes en la
escuela y son jóvenes responsables. Si a los 15 o 16, lo son, no veo problema con que
tengan novio”, dice la especialista.
Para Ismenia, sí existe una edad ideal para que el adolescente de la casa comience a tener
novio.
“La edad ‘mágica’ es los 16 años pues ya están más desarrollados mentalmente, y a esa
edad ya le hemos inculcado la moral y los valores”, comenta.
La especialista agrega que, como regla general, “los novios deben ser de la misma edad o
un año mayor o menor; no más de eso”.
Milagros María, tiene muy claro que la diferencia de edad que existe entre Willow Smith y
Moises Arias está mal.
“Es un adulto y una niña. Ellos están en etapas totalmente diferentes”, indica la terapista.
Para ella, como madre, una jovencita de 13 años es muy chica para tener novio y ella no le
daría permiso a la suya.
Eso sí, vuelve al punto de partida de que depende del caso. Y agrega: “puede que tu hija de
13 años tenga un noviecito de su misma edad que ha sido toda su vida compañero de
escuela. Ahí sabes que es diferente y estamos hablando de que está con un niño igual que
ella”.
La adolescencia puede ser muy difícil de atravesar si no se habla del sexo, la sexualidad y
la identidad sexual. Aunque a los padres muchas veces sus adolescentes les parecen como
de otro planeta, son seres humanos. Es fundamental abordar con franqueza las muy
humanas preguntas sobre el desarrollo sexual, el deseo sexual y la naturaleza de la
identidad sexual en el desarrollo del adolescente. Es muy importante compartir información
objetiva con su hijo adolescente y brindarle una correcta orientación moral para que tenga
herramientas que le permitan comprender lo que le está sucediendo. Con estos recursos, su
hijo podrá evitar errores de juicio devastadores y que puedan poner en riesgo su vida.
"Sobre todas las cosas, es fundamental que los padres sean sinceros, honestos y estén a
disposición de sus hijos", dice Charles R. Wibbelsman, M.D., FAAP, jefe de medicina del
adolescente en Kaiser Permanente en San Francisco y miembro del Comité de
Adolescencia de la American Academy of Pediatrics.
"Los padres suelen tener sus propios intereses: no hagas esto ni aquello. Pero es necesario
que tomen una pausa para analizar y dejen de lado las opiniones antes de entablar esta
conversación", dice Warren Seigel, M.D., FAAP, director del Departamento de Pediatría y
director de medicina adolescente en Coney Island Hospital, Brooklyn, N.Y. "Lo más
apropiado e importante para un padre y un niño o adolescente al abordar las preguntas
sobre la sexualidad y la salud sexual es tener abierto el canal de la comunicación".
Los mensajes que reciben
En la cultura sobre sexualizada actual de los sitios de internet, los animadores de los medios
masivos de comunicación y la programación durante las 24 horas del día, los 7 días de la
semana, la charla tradicional de la "cigüeña" (o el folleto que se le entrega al niño para que
lea por su cuenta) sobre los aspectos básicos de la reproducción es completamente
inadecuada. La única manera de fomentar el bienestar y la seguridad de los padres y los
hijos por igual es preparar con cuidado a los niños para los cambios normales en sus
cuerpos, el ataque continúo ejercido por la presión de los compañeros, la glorificación
mediática de la sexualidad irresponsable y los atractivos engañosos de la publicidad.
"Hay muchas cosas en los medios de comunicación que no son apropiadas para una edad
determinada", dice el Dr. Wibbelsman, coautor de El libro del cuerpo del adolescente y El
crecimiento y los cambios (en inglés). "Nosotros, como padres, no soltamos a nuestros hijos
en la calle y les deseamos suerte antes de mandarlos al mundo por su cuenta. Los tomamos
de la mano. Les advertimos sobre los riesgos. Y confiamos en ellos dándoles más
responsabilidad solamente cuando tienen la edad suficiente y demuestran que están listos
para manejarla".
El único método infalible para lograr la seguridad sexual, por supuesto, es decir "no" y
posponer la actividad sexual hasta ser mayores. La buena noticia es que la mitad de todos
los adolescentes lo hacen. Pero eso deja a la otra mitad en riesgo; muchos de ellos tienen
relaciones sexuales sin protección, lo que los expone a enfermedades potencialmente graves
y embarazos no deseados.
"Lo más importante que debe enseñarle a su hijo es la responsabilidad", dice el Dr. Seigel.
"Hable sobre cómo tomar decisiones y hágales entender cuáles serán las consecuencias de
tales decisiones. Puede comenzar hablando sobre las decisiones y las consecuencias que no
se relacionan con el sexo y luego llevar la conversación hacia la sexualidad. Después de
todo, tener relaciones sexuales o no tenerlas tiene sus consecuencias y cada niño va a
recibir mucha información falsa en su vida, tanto sea de sus amigos y compañeros, como de
los medios de comunicación".
Las presiones que sufren los niños por parte de sus amigos y compañeros, al igual que de
los medios de comunicación como se mencionó anteriormente, pueden ofrecer, en realidad,
la manera más efectiva para iniciar lo que debe ser un diálogo continuo sobre el sexo y la
sexualidad, no una sola charla o conversación. Entonces ¿qué debemos hacer? Es bueno
convertir estas experiencias con los medios de comunicación en momentos didácticos.
"Ver algo en los medios de comunicación con una obvia connotación sexual puede desatar
una conversación entre un adolescente y sus padres", dice el Dr. Wibbelsman. "¿El anuncio
es bueno o malo? ¿Qué mensaje intenta transmitir el anuncio? Use este momento como una
oportunidad de enseñar y motivar, no de dar una opinión dura y displicente. Al permitirle al
niño participar y desarrollar su autoestima y su confianza en su capacidad para opinar, le
demuestra que usted respeta lo que está aprendiendo y cómo está creciendo en el proceso
de tomar decisiones".
Después de todo, por más adultos que puedan parecer en su aspecto, su comportamiento y
sus actitudes, los adolescentes están más cerca de la niñez que de la adultez y necesitan una
orientación continua de los padres que los prepare para ser adultos. "Sé que es mucho
trabajo, pero es necesario que los padres controlen lo que ven sus hijos y estén allí, a su
disposición, para ofrecerles algo de contexto", dice el Dr. Wibbelsman. "Averigüe qué hay
en la película, qué hay en el programa y qué hay en ese sitio de internet antes de permitir
que su hijo lo vea o escuche. Y si le permite verlo o escucharlo, háganlo juntos para poder
analizarlo y úselo para fomentar la confianza entre ustedes".
No olvide recordarle a su hijo que siempre está de su lado. "Nunca permita que se olvide de
que su amor es incondicional" dice el Dr. Seigel. "Dígale que usted lo apoya, que lo ama y
que estará a su lado sin importar lo que suceda. Sí, es mucho más fácil decirlo que hacerlo,
pero no por eso es menos importante".
Entonces ¿de qué debemos hablar? Quizás puede empezar a hablar de cómo se exhibe la
sexualidad en los medios de comunicación y, lo que es mucho más importante, cómo
repercute esto en la vida real; las consecuencias potencialmente negativas y las catástrofes
que podría provocar la actividad sexual, así como el placer y los resultados positivos de la
sexualidad responsable (recuerde: lo importante aquí es ser honesto). "Hablen sobre un
personaje de un programa de televisión que tomó una decisión con respecto al sexo", dice
el Dr. Seigel. "Comience la conversación allí pero no la convierta en un discurso personal.
Si critica con dureza lo que ambos están viendo, su hijo dará por sentado que no hay nada
que discutir y se interrumpirá de inmediato el canal de comunicación".
Si usted y su hijo conversan sobre el tema con delicadeza, es mucho más probable que
puedan vencer las complejidades juntos.
Un área que debe recibir especial atención son los "mitos urbanos"; información falsa que
"todos" conocen, que pasa de adolescente a adolescente (e incluso de generación en
generación: no se sorprenda si descubre que su hijo ha escuchado algunos de los mismos
mitos e información errónea que circulaban durante su adolescencia). Por ejemplo, aclárele
que el sexo oral tiene sus riesgos y que tener relaciones sexuales sin protección, aunque no
haya eyaculación, no es un método anticonceptivo eficaz, etc. "Es muy importante tener la
información correcta desde el principio y compartir esa información con su hijo", dice el
Dr. Wibbelsman. "Eso estimula la confianza y esa confianza es fundamental para orientar a
su hijo adolescente en estos momentos difíciles".
En particular, sea específico y preciso sobre los riesgos del embarazo, la eficacia (y las
limitaciones) de los diferentes tipos de métodos anticonceptivos y las diversas
enfermedades de transmisión sexual y sus efectos.
Es totalmente natural que los adolescentes tengan preguntas sobre el sexo y la identidad
sexual. Si bien las actitudes hacia la identidad homosexual y lesbiana (entre otros temas)
siguen siendo difíciles y complejas, lo importante es recordar que todos nosotros tenemos
esas preguntas en algún momento. "Es necesario que los padres sean receptivos al respecto,
entiendan el espectro completo de la sexualidad y la orientación sexual, y no intenten
canalizarlo en un sector o un área particulares", dice el Dr. Wibbelsman. "Acepte las
preguntas del adolescente como parte del crecimiento, porque se trata de eso precisamente.
Pero al mismo tiempo, permita que el adolescente sepa cuáles son sus opiniones y valores.
Reconozca que existen diferencias entre los hechos y su opinión, y sea claro con respecto a
ambos".
¿Pero cómo hacerlo de manera tal que los canales se mantengan abiertos? En realidad, se
trata de una palabra de cuatro letras. "La clave es decirles a sus hijos adolescentes que los
aman sin importar en quiénes se conviertan", dice el Dr. Seigel. "Pueden ser altos, bajos,
gordos, delgados, saludables o estar enfermos, pero ustedes los amarán a pesar de todo, y
de las decisiones que tomen. Para muchos padres, es más fácil decirlo que hacerlo, pero esa
es la clave para criar a un adolescente saludable".
Y no dude en hablar sobre valores, moral y ética en relación con el sexo, sin dar sermones,
sino brindando orientación. Al brindarle a su hijo un marco sólido de información y
valores, ha dado un gran paso para asegurarse de que cuando sea alguien sexualmente
activo, será con el conocimiento, la preparación y la madurez que marcará la transición a la
actividad sexual como una elección informada y no un accidente peligroso.