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TEMA 8. EL ESPACIO Y LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL.

MATERIAS PRIMAS Y
FUENTES DE ENERGIA
1. INTRODUCCIÓN
La Geografía Industrial tiene por objeto el análisis de la ordenación interna de los espacios
industriales, su función y su repercusión sobre otros aspectos económicos. Esta disciplina define
el espacio industrial como una construcción voluntaria, reglamentada y planificada, en continuo
desarrollo (reconversión, ampliación, sustitución), distinguiendo dos tipos: el espacio industrial
vertical (industria base y de transformación –de equipamientos y consumo respectivamente—), y
según peso (pesada, semiligera y ligera).
En lo que afecta a su localización hay teorías diversas. Weber indica que se buscará el máximo
beneficio económico con un coste mínimo, mientras que para autores como Isard y Green-Hut se
habrá de contemplar el coste de transferencia (movimiento, almacenaje, seguros) y las variables
sociales (gustos y preferencias). Lo cierto es que en el emplazamiento industrial inciden factores
físicos, económicos y humanos.
Para el desarrollo industrial son básicos los minerales metálicos y no metálicos. El hierro es el
mineral mas importante, seguido de la bauxita. El consumo y la producción general se encuentran
centrados en el hemisferio Norte, el gran foco industrial del planeta. Por su parte, la energía
presenta formas variadas: renovables y no renovables. Estas últimas, conocidas como fuentes
alternativas, constituyen el recurso energético del futuro.
2. LA INDUSTRIA A ESCALA MUNDIAL. EL PROCESO DE INDUSTRIALIZACIÓN
Definimos industria como el conjunto de proceso técnicos que hacen posible la transformación
de una materia prima en un producto elaborado. De los tres sectores económicos (primario,
secundario y terciario), la industria ha sido el que ha marcado el crecimiento económico y
tecnológico de un país, debido a que su desarrollo provoca la demanda de nuevos bienes, lo que
trae consigo un aumento de las inversiones y del consumo, motivando la circulación de capital
financiero.
El Indice de Produccion Industrial (IPI) mide la evolución mensual de la actividad productiva
de las ramas industriales (industrias extractivas, manufactureras y energéticas).
2.1. Evolución de la actividad industrial
La actividad industrial ha evolucionado atravesando varias fases hasta su actual incorporación al
mundo globalizado.
La tradicional producción artesanal medieval, que implicaba la intervención directa de la mano
del hombre y estaba sometida al control de los gremios, empleando herramientas elementales en
la manufactura de sus productos; se vio superada a finales del siglo XVIII con la incorporación
de las maquinas al proceso de producción. Esta Primera Revolución Industrial transformó la
actividad artesanal gracias a la invención del motor, que logra transformar la energía de la
naturaleza en movimiento que, a su vez, se convierte en la energía necesaria para hacer funcionar
la maquinaria.
La Primera Revolución Industrial tuvo su origen en Inglaterra a mediados del siglo XVIII y se
extendió por el resto de Europa a lo largo del siglo XIX. Este fenómeno se basó en la utilización
del carbón como fuente de energía y del hierro como principal materia prima. Durante este
periodo el ferrocarril se convirtió en el principal medio de transporte, llamado a apoyar la
actividad de las industrias textiles algodoneras y siderúrgicas, las actividades industriales más
emblemáticas de esta época. Esta primera revolución industrial trajo consigo la modificación del
sistema de trabajo, que queda organizado de acuerdo a los principios de división y especialización.
Así mismo, se desarrolla un nuevo sistema económico, el capitalismo concurrencial o
competitivo, regido por los principios de la libre competencia.
La Segunda Revolución Industrial se sitúa entre finales del siglo XIX y mediados XX. Durante
este periodo asistimos al estancamiento industrial de Gran Bretaña frente a Francia y Alemania,
junto al despegue industrial de EE.UU. y Japón. El carbón fue sustituido como principal fuente
de energía por el petróleo y la electricidad. A su vez, la importancia del ferrocarril como medio
de transporte decayó frente a la del automóvil, cuya invención había sido posible gracias al motor
de explosión (Benz). Las industrias emblemáticas de esta época fueron la nueva metalurgia (que
emplea los altos hornos con el convertidor Bessemer), la química pesada, la eléctrica y la
mecánica. Esta fase de industrialización se sustentó en el capitalismo financiero a causa de la
concentración monopolística.
La Tercera Revolución Industrial tuvo lugar al término de la II Guerra Mundial, localizándose
primeramente en EE.UU. y la antigua URRS, a las que se incorporaron más tarde Japón y la UE.
En un primer momento el petróleo y la electricidad siguieron siendo las fuentes de energía más
importantes, seguidas después por la energía nuclear y las llamadas fuentes de energía
alternativas. La capacidad del automóvil como medio de transporte se vio complementada con el
empleo de los aviones y otros medios de transporte aéreo. Esta nueva revolución industrial ha
dado lugar al rápido desarrollo de la industria farmacéutica, óptica, microelectrónica, las
industrias relacionadas con las Tecnologías de Información y Comunicación e I+D (investigación
y desarrollo). La actividad industrial actual se enmarca dentro de esta fase y se sustenta en la
globalización del mercado, donde predominan las grandes multinacionales.
2.2. La industria a escala mundial
El espacio industrial es aquel en el que todos los elementos están organizados en función de las
necesidades de la industria.
Existen profundas desigualdades en la distribución de la industria a escala mundial. Las regiones
más industrializadas son, por orden: EE.UU., la UE (especialmente Alemania, Francia y Reino
Unido) y Japón. EE.UU. se sitúa como la primera potencia industrial gracias a la abundancia de
materias primas y fuentes de energía en su territorio, así como la aportación de capital, el
importante desarrollo tecnológico, la red de comunicaciones y el amplio mercado interno. Dentro
del caso estadounidense debemos destacar la expansión de las grandes empresas, ya que apenas
cincuenta transnacionales controlan la mitad de la producción industrial del país. Se trata de un
sistema basado en la asociación de empresas hasta configurar trust, holding y procesos de
inversión interindustrial. La UE, por su parte, se ha convertido en la segunda potencia industrial
gracias, en primer lugar, a su temprana industrialización, sumado a las consideraciones generales
citadas ya para el caso estadounidense. La tardía industrialización de Japón, fruto del masivo
éxodo rural hacia la zona costera (Tokyo, Osaka, Kyoto…), no impidió que hoy la capacidad
productiva de este país se encuentre entre las mas altas del mundo. Su desarrollo se basa en la
mano de obra cualificada y en una política comercial agresiva
También es destacable el caso de las áreas ex-socialistas, donde los espacios industriales han
compuesto un elemento clave para la organización territorial. El decidido apoyo soviético a las
industrias pesadas dio lugar a un acercamiento de las actividades industriales a los yacimientos
minerales con el fin de abaratar los costes de transporte, si bien las dedicadas al consumo directo
se fueron localizando en las proximidades de las ciudades. Se llegó así al modelo de los combinats
o complejos industriales sujetos a rígidos controles de jerarquización y especialización. Dentro
de este contexto, Rusia mantiene su importancia como foco industrial, si bien la desintegración
de la URRS supuso una necesaria reconversión de su industria. Los contrastes Este-Oeste se
mantiene aún, puesto que el cuadrante noroccidental sigue concentrando la mayor parte de la
actividad industrial. El caso chino es similar al soviético, puesto que el impulso industrializador
se inicia como consecuencia de la subida al poder del maoísmo. Este desarrollo estará también
centrado en la industria de base, como ocurrió en la URRS. Hoy la industria china pasa por una
fase de dinamización del sector, especialmente en lo referido al sistema de gestión. Por su parte,
el sudeste asiático ha adquirido recientemente un gran impulso industrializador, debido a la
enorme cantidad de mano de obra barata y cualificada.
Frente a las áreas ya citadas, existen otras zonas escasamente industrializadas, que se ubican en
los países menos desarrollados. Este atraso se explica por la falta de mercado interno, la escasez
de mano de obra cualificada, la atrasada red de comunicaciones y la falta de capital de inversión.
Estas áreas se concentran fundamentalmente en África, Suramérica y la zona continental de Asia.
El proceso de globalización económica actual está produciendo un fenómeno de terciarización
de las economías de los países desarrollados, que desplazan sus actividades industriales a países
subdesarrollados o en vías de desarrollo. Este fenómeno está modificando el reparto de la industria
a nivel mundial, aunque la propiedad de esas grandes empresas sigue perteneciendo a los países
ricos.
3. MATERIAS PRIMAS Y FUENTES DE ENERGIA. TIPOLOGÍA INDUSTRIAL
3.1. Materias primas
Las materias primas son los recursos que la industria transforma en productos elaborados o
semielaborados. Según su origen se distinguen:
 Materias primas de origen agrario-ganadero-forestal: entre los que destacan el caucho,
el algodón, la lana y la madera.
 Materias primas de origen mineral: referida a las sustancias terrestres de composición
química concreta, solidas cristalinas (las sales), orgánicas (hidrocarburos), y no sólidas
(mercurio). Los minerales se clasifican en metálicos (hierro, aluminio, estaño, mercurio,
oro), no metálicos (nitrogenados, fosfatados) y energéticos (carbón, petróleo, gas).
Dentro de los minerales también se incluye el agua. Con referencia a su extracción se
distinguen dos tipos de minas: subterráneas y canteras. En las primeras el procedimiento
es el excavado de galerías horizontales a través de las que se extrae el mineral con el
fragmentado de la veta mediante taladro. La minería a cielo abierto, por su parte, se
caracteriza por la extracción de capas superpuestas y el empleo de maquinas rozadoras y
excavadoras. Cuando los minerales son duros se procede a la voladura para luego
extraerlos mediante el procedimiento de terrazas (cobre). Otros minerales se logran por
procedimientos químicos, como ocurre con la sal.
3.2. Fuentes de energía
Las fuentes de energía son los recursos que proporcionan la fuerza necesaria que hace posible el
funcionamiento de las industrias. En los últimos cien años el consumo de energía se ha
multiplicado rápidamente. Esta evolución no ha sido regular, si no que se ha visto afectada por
conflictos de carácter político y la trayectoria de la economía mundial, siendo el desarrollo de la
actividad industrial uno de los principales factores que explican el aumento de la demanda
energética.
La energía se presenta en varias formas: mecánica, eléctrica, electromagnética, química, nuclear
y térmica. En relación con su uso podemos distinguir la energía primaria (la almacenada),
intermedia (que transforma los recursos energéticos en energía utilizable) y final. Con todo, las
fuentes de energía también pueden clasificarse en renovables (hidráulica, eólica, solar,
geotérmica, mareomotriz) y no renovables (finitas e irregulares en su distribución, como el
petróleo, gas natural, carbón, uranio, etc.).
 El petróleo. En la actualidad supone el 46% de la demanda energética mundial. Su elevada
producción deriva, en conjunto, de la facilidad de transporte y almacenamiento, su elevado
poder calorífico y la flexibilidad en su uso, tanto como combustible como materia prima. Su
consumo de disparó gracias al desarrollo automovilístico, atendido por grandes compañías
transnacionales (Estándar Oil, Texaco, Mobil Oil). La producción de petróleo se ha
quintuplicado desde mediados de siglo, debido, en parte, al descubrimiento de nuevos
yacimientos. Hoy los cinco sectores productores del mundo son Norteamérica
(especialmente el suroeste estadounidense y Alaska), al tiempo que EEUU se convierte en
uno de los principales consumidores; la ex URSS, que tras abastecer su consumo interno ha
dedicado sus excedentes a satisfacer la demanda de sus países satélites; Venezuela y México,
con una dedicación masiva a la exportación; y los países del Golfo Pérsico y norteafricanos,
donde se encuentran casi la mitad de las reservas petrolíferas del mundo. El impacto de las
crisis petroleras ha sido notable desde 1973, cuando se comprobó que los países del Próximo
Oriente atendían más de la mitad de las necesidades occidentales. Las masivas extracciones
y el barato precio del petróleo en comparación con otras fuentes de energía, sumado a los
conflictos armados en la región, provocaron que los países miembros de la OPEP
comenzaran a nacionalizar la producción, multiplicando el precio del petróleo. Hasta
mediados de los 80 los precios siguieron aumentando, si bien asistimos a una caída a partir
de finales de los noventa, motivada por el descubrimiento de yacimientos petrolíferos en
otras partes del mundo (China, Sureste asiático, Gran Bretaña, Noruega) y al aumento de la
producción en la ex URSS, México, Venezuela, etc. Todo coincidió con la sustitución de las
grandes compañías transnacionales por otras estatales, vista la incapacidad de las primeras
para asegurar el abastecimiento en época de crisis. Actualmente estas compañías han
diversificado sus actividades, volcándose hacia otros recursos energéticos (nuclear y
química).
 El carbón. Tras haber sido la principal fuente de energía durante la Primera Revolución
Industrial y ser sustituido masivamente por el petróleo a mediados de siglo, el carbón vivió
una breve recuperación a raíz de la crisis petrolífera de 1973, concentrado su consumo en la
producción termoeléctrica. El aumento de su producción se debe a la incorporación de
nuevos países productores, como Colombia, Australia, las dos Coreas e India. El primer
consumidor de petróleo ha pasado a ser Japón, seguido de la UE, donde la baja rentabilidad
del carbón nativo y la existencia de otro carbón importado más barato procedente de
Suráfrica y Polonia han conducido al cierre y reconversión de los sectores carboníferos. La
mayor parte de las reservas de carbón se localizan en China, la región exsoviética y EE.UU.
Sin embargo, la normativa ambiental y, sobre todo, los costes de extracción, convierten al
carbón en uno de los combustibles fósiles más contaminantes y menos rentables.
 El gas natural. El gas natural ha sido secularmente conocido, pero su consumo siempre se
ha situado en una posición marginal respecto al petróleo y el carbón. Los factores que
determinan su producción son la abundancia de esta fuente de energía en la naturaleza,
normalmente asociado a los yacimientos de petróleo, su elevado poder calorífico y su gran
flexibilidad de uso como combustible. Sin embargo, el coste de transporte de esta fuente de
energía es caro, debido a la construcción de los gasoductos y la licuefacción del gas a baja
temperaura. Hoy el principal productor de gas natural es Rusia, aprovechando sus
yacimientos siberianos, seguido de EE.UU, la EU y Japón; si bien las mayores reservas de
esta fuente de energía se encuentran países menos desarrollados (México, Nigeria, Libia y
Argelia).
La primera crisis petrolera de 1973 trajo como consecuencia la búsqueda de energías
alternativas, entre ellas la energía nuclear, que a partir de esta década pasaba de su etapa
experimental a la etapa comercial. Sin embargo, los altos costes de obtención energética, unidos
a los problemas ambientales y sanitarios derivados, así como la consecuente contestación de
ciertos sectores sociales, pusieron en entre dicho esta fuente de energía. De ahí que en los países
desarrollados solo contribuya la decima parte en la satisfacción de las necesidades energéticas
(solo un 5% de la mundial), si bien en algunos países consigue la principal fuente de
aprovisionamiento (Alemania, Francia, Bélgica y Suecia). Todo ello confluye en un futuro
incierto para la energía nuclear, que dependerá principalmente del desarrollo tecnológico, los
costes de tratamiento de los materiales radioactivos, la evolución de sus precios y, sobre todo, de
la opinión pública.
Si bien es cierto que el petróleo, el carbón y el gas natural seguirán constituyendo una parte
sustancial de la energía mundial hasta bien avanzado el siglo XXI, existe un consenso creciente
que determina el final de este periodo. Esta idea es la que ha llevado al desarrollo de la llamada
energía limpia o no contaminante, indefinidos e inagotables. Dentro de estas fuentes de energía
encontramos: la hidroelectricidad; la energía solar, la energía eólica, la energía geotérmica, la
energía mareomotriz y la biomasa. Son la opción energética del futuro, si bien hoy solo alcanzan
la quinta parte del consumo mundial de energía. Aunque estos recursos sean infinitos, las obras
para su transformación son todavía muy costosas y las técnicas empleadas necesitan alcanzar
cotas superiores de madurez y rentabilidad.
4. TIPOLOGÍA INDUSTRIAL. LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL Y SU ORGANIZACIÓN
La transformación de las materias primas en el proceso productivo abarca una serie de fases
desde la extracción de la materia prima hasta su que se convierte en el producto final. Según su
posición dentro del proceso de fabricación diferenciamos entre industrias básicas o de base
(cuyos productos son la materia prima de otras industrias –extractivas, siderurgia y química –);
industrias de bienes intermedios (productos semielaborados); industrias de bienes de equipo
(fabrican la maquinaria y las instalaciones) e industrias de bienes de consumo (fabrican
productos destinados directamente al consumo de la población).
Otro tipo de clasificación industrial hace referencia al peso y volumen de la materia prima
empleada en la elaboración del producto final, distinguiendo así entre industrias pesadas,
semipesadas y ligeras.
4.1. Los factores de la actividad industrial
La actividad está condicionada por una serie de factores:
 El factor tierra: referido a los recursos naturales empleados en el proceso productivo,
que pueden clasificarse en renovables y no renovables.
 El factor trabajo: constituido por el mercado laboral, que establece el volumen de
fuerza disponible, su estructura por edades, la participación femenina y la cualificación
profesional de la mano de obra.
 El factor capital: referido a los bienes disponibles destinados a la producción de otros
bienes.
 El factor tecnología: referido a los conocimientos y métodos de trabajo incorporados al
proceso productivo que permiten incrementar la productividad de los trabajadores.
4.2. Los procesos de concentración industrial
La industria se articula de manera jerarquizada. Distinguimos así entre la unidad de producción,
integrada por el taller y la fábrica bajo el principio de la especialización y la producción en serie;
y la empresa industrial, integrada por los centros de decisión financiera y administrativa.
La forma de medir la dimensión de la empresa industrial es variado, bien por los recursos
empleados en la producción, su margen de beneficio o, más comúnmente, su volumen de empleo.
La concentración industrial se remonta al siglo XIX, abarcando una vertiente económico-
financiera y otra técnica.
La concentración técnica ha tenido lugar a nivel de unidad de producción, reduciendo los costes
de fabricación y aumentando el tamaño de las fábricas. Además, supone la independencia de los
suministradores y una mayor facilidad a la hora de establecer interconexiones técnicas.
La concentración económica y financiera, por su parte, consiste en la unión de varias empresas
industriales en una única dirección administrativa, financiera y comercial. Esto no requiere la
unión física o goegrafica de las empresas, si no la concentración de la toma de decisiones. Con
ello se ha logrado la racionalización de la producción, el descenso de las tasas fiscales y la
diversificación de las ventas. Esta concentración económica y financiera puede presentarse de
varias maneras: horizontal (si se trata de varias empresas que fabrican el mismo producto, dando
lugar a una gran empresa que controla un sector de la producción), vertical (que integra a varias
empresas dedicadas a las distintas fases del proceso productivo, culminando en una gran empresa
que controla todo el proceso industrial del producto), lateral (si no existe vinculación técnica entre
las empresas agrupadas) y global (resultado de la combinación entre la concentración horizontal
y vertical). El trust resulta de la unión vertical u horizontal de empresas, lo que conduce al
monopolio de un sector o de un producto. El holding se refiere a las empresas que se integran
financieramente pero continúan conservando su independencia jurídica y productiva, siendo este
el primer paso para la formación de un trust. El cartel es el acuerdo comercial entre empresas
para limitar la competencia.
4.3. Los nuevos proceso de reestructuración industrial
En los últimos años la industria vive una reestructuración. Frente a la creciente centralización del
capital se está produciendo una segmentación del proceso productivo, donde las pequeñas y
medianas empresas participan en el conjunto del sistema. Las nuevas formas productivas
pretenden aprovechar los recursos y el capital humano incrementando la demanda de empleo
cualificado aun cuando la segmentación del proceso productivo lleva a la precariedad laboral
(subcontratación). En consecuencia, se asiste a un crecimiento del tejido empresarial industrial de
reducido tamaño a merced de la descentralización productiva. Este fenómeno se complementa
con la industrialización periférica hacia países subdesarrollados y con la expansión de las
multinacionales.
5. FACTORES DE LOCALIZACION INDUSTRIAL
La localización de las industrias en un territorio no es un hecho casual, sino que se debe
principalmente a una decisión empresarial tomada siguiendo criterios de rentabilidad económica.
Por ello, es raro que las industrias aparezcan aisladas y muy frecuente que se encuentren
integradas en complejos industriales.
En los inicios de la revolución industrial los espacios industriales se edificaban según la
proximidad a las fuentes de energía y las materias primas, lo que limitaba los gastos de transporte
y permitía desarrollar en un mismo espacio instalaciones complementarias. A esto se le sumaba
la concentración y disponibilidad de mano de obra, que al mismo tiempo actuaba como mercado
de consumo.
En la actualidad estos factores han perdido importancia debido al gran desarrollo de las
infraestructuras de comunicación y los medios de transporte. La concentración de mano de obra
también ha dejado de ser un factor de atracción debido a la movilidad de los desplazamientos
humanos y, sobre todo, a la automatización de los procesos productivos. Por todo ello, hoy nos
encontramos ante una economía global que ha posibilitado la expansión de las grandes
multinacionales. Las sedes de estas empresas se localizan en los países desarrollados de origen –
cerca de los centros de innovación tecnológica, decisión financiera y administrativa –, aunque
sus centros de producción se trasladan a aquellas regiones que ofrecen más ventajas comparativas.
En muchos casos estas empresas trasladan sus procesos industriales a los países menos
desarrollados, en un fenómeno conocido como deslocalización industrial. Este fenómeno
empezó a adquirir relevancia a partir de la década de los noventa, y afecta a sectores industriales
tradicionales que requieren una gran cantidad de mano de obra (textil, confección, juguete, etc.).
En consecuencia, el país de origen consigue abaratar sus costes de producción y mejorar su
competitividad, si bien su decisión acarrea la destrucción de empleo en el país de origen y la
creación de una mano de obra de baja calidad en el país destino, deteriorando el sistema de
protección social y repercutiendo negativamente en el medio ambiente.
Además de los factores industriales que ya hemos citado, hay que tener en cuenta que cada sector
industrial presenta unos condicionamientos específicos respecto a sus necesidades básicas: suelo,
capital, materias primas y fuentes de energía, mano de obra, proximidad al mercado, transporte y
relación con otras industrias, entre otros. Otro factor importante es el grado de sofisticación
técnica que requiera.
6. CONCLUSIÓN
La actividad industrial es la actividad humana que más ha transformado nuestra forma de vida.
En este tema hemos visto la expansión de la industria a escala mundial, el proceso de
industrialización a lo largo de tres revoluciones industriales y la evolución del proceso. Las
materias primas y fuentes de energía determinan los diferentes tipos de industria y la propia
actividad industrial, la cual se encuentra en un proceso de reestructuración a escala planetaria.
Los factores históricos de localización industrial ya no son validos en un mundo globalizado que
responde a criterios relacionados con la expansión de los mercados y el desarrollo tecnológico,
dando lugar a un nuevo paisaje industrial y unas nuevas regiones industriales. Las
transformaciones actuales de la estructura industrial radican en la necesidad de establecer una
política ambiental que garantice un desarrollo sostenible en nuestra aldea global.

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