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Analizar y comprender los diferentes mecanismos que hacen al funcionamiento del mercado
monetario en una economía.
A fin de poder cumplimentar con lo solicitado por esta actividad, es indispensable repasar los
siguientes conceptos y definiciones claves:
Es oportuno recordar que la cantidad de dinero de que un individuo dispone, incluye tanto
efectivo (los billetes en su billetera y las monedas en su monedero) como los depósitos a la
vista (el saldo en su cuenta de cheques). “Debido a que los depósitos a la vista se almacenan
en los bancos, el comportamiento de los bancos puede influir en la cantidad de depósitos a la
vista en la economía y, por consiguiente, en la oferta de dinero” (Mankiw, 2012, p. 627).
El propósito del banco es proporcionar a los depositantes un lugar seguro para guardar su
dinero. Siempre que una persona deposita algún dinero, el banco lo guarda en su bóveda
hasta que el depositante lo retira, gira un cheque o utiliza una tarjeta de débito contra su
saldo. A los depósitos que los bancos han recibido, pero que no han prestado se les llama
reservas.
El multiplicador monetario
“Cada vez que el dinero se deposita y se hace un préstamo bancario, se crea más dinero”
(Mankiw, 2012, p. 630). “La cantidad de dinero que genera el sistema bancario con cada
[peso] de reservas se llama multiplicador del dinero” (Mankiw, 2012, p. 630).
Ahora bien, resulta oportuno preguntarse: “¿Qué determina el volumen del multiplicador del
dinero?” (Mankiw, 2012, p. 630) La respuesta es simple:
Repasar en forma detenida los contenidos de la Lectura del Módulo 4, “El Dinero” con especial
atención a las representaciones gráficas allí contenidas.
Contemplar las características de oferta y demanda de dinero.
Ampliar los contenidos en base a la bibliografía obligatoria de la materia.