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TEMA 1. DIRECCIÓN ESTRATÉGICA.

El diseño de la estructura organizativa genera incidencias organizativas en el


proceso de dirección estratégica fundamentalmente en la parte de implantación
estratégica.

Una decisión puede considerarse estratégica cuando su naturaleza sea


esencialmente compleja, es adoptada en condiciones de incertidumbre y requiere de
un planteamiento integrado de la organización.

Respecto a los niveles de la estrategia, la búsqueda de sinergias en las distintas


actividades de la cartera de negocios de la empresa corresponde al nivel
corporativo.

Una empresa lograría el ajuste estratégico si la estrategia elegida compensa las


amenazas y aprovecha las oportunidades procedentes del entorno.

El cambio estratégico surge como consecuencia de cambios en los recursos de la


empresa, el entorno de la empresa y los objetivos de la empresa.

Entre los conceptos estrechamente vinculados con la estrategia encontramos las


oportunidades, vinculadas a factores externos que favorecen el éxito de la empresa.

Con relación al análisis de los factores de éxito de las empresas, los investigadores
en Dirección Estratégica se han centrado sobre todo en aspectos tipo macro,
vinculados al conjunto de la empresa y su entorno.

Una concepción de la estrategia generalmente aceptada sostiene que esta es el


instrumento para mejorar el rendimiento de la empresa.

El análisis estratégico incluye, entre otros, los siguientes elementos: el análisis


externo destinado a identificar las amenazas y oportunidades del entorno de la
empresa, el análisis de la misión, la visión y los objetivos destinado a identificar lo
que persigue la empresa y el análisis interno destinado a identificar las debilidades y
fortalezas que tiene la empresa.

Una empresa lograría el ajuste organizativo si el sistema de control de gestión de la


empresa incentiva el despliegue de la estrategia elegida.

La inversión en I+D para desarrollar un producto innovador con el fin de


diferenciarse de los competidores corresponde al nivel competitivo.

En el denominado modelo ABC en la evolución de la dirección estratégica como


campo de estudio, la “A” se refiere a Academics.

En las grandes empresas, la responsabilidad sobre la fase de formulación


estratégica suele asignarse a: la alta dirección, que se centran en proponer
estrategias en los distintos niveles y el consejo de administración, que se ocupa de
aprobar la estrategia de la empresa propuesta por los directivos.

La forma en que la empresa quiere crecer y desarrollarse en el futuro corresponde


al nivel corporativo.

El enfoque organizativo de la dirección estratégica se centra en el proceso de toma


de decisiones estratégicas y la fase de implantación estratégica.

Una estrategia racional no se centra en aislar a la empresa del entorno favorable,


evitar establecer relaciones de privilegio con ciertos agentes o reducir barreras de
entrada para impulsar la existencia de mayor competencia.

En una empresa multinegocio (diversificada), la estrategia competitiva es


responsabilidad directa del gerente de división.

Un supuesto aceptado sobre el proceso racional de dirección estratégica en la


práctica empresarial es que su seguimiento no garantiza el éxito de la estrategia.
El concepto de estrategia deliberada es característico del enfoque racional y el
enfoque integrador de la dirección estratégica.

La racionalidad limitada en la toma de decisiones estratégicas alude a los límites a


los que se enfrentan los decisores derivados de la imposibilidad de procesar toda la
información necesaria para tomar una decisión óptima.

La estrategia corporativa incluye decisiones relacionadas con la fijación de la


orientación básica de la empresa en su conjunto desde una perspectiva global.

La implantación estratégica incluye, entre otros, los siguientes elementos: la puesta


en práctica destinada a proporcionar el soporte organizativo necesario para la
aplicación de la estrategia, la evaluación y selección de estrategias orientada a
elegir las mejores estrategias en función de su adecuación, factibilidad y
aceptabilidad y el control estratégico destinado a revisar la realización de los planes
establecidos y el cumplimiento de los objetivos.

El conflicto de objetivos entre grupos de interés genera incidencias organizativas en


el proceso de dirección estratégica fundamentalmente en la parte de análisis
estratégico.

Algunos de los factores que limitan la racionalidad de la toma de decisiones


estratégicas vienen dados por el azar.

Entre las razones por las que las empresas pueden verse abocadas al fracaso
estratégico encontramos: identificar el proceso estratégico como un proceso
simplemente formal, un mal análisis o diagnóstico del problema y la inercia
organizativa que impide a la empresa adaptarse a los cambios.

Entre las razones por las que las empresas pueden verse abocadas al fracaso
estratégico encontramos identificar el proceso estratégico como un proceso
simplemente de tipo formal, basado en rellenar de forma estructurada una plantilla o
documento.

Como principales requisitos, una buena estrategia tiene que ser diferente de la de
los competidores.

La definición de los negocios en los que la empresa quiere participar corresponde al


nivel corporativo.

El enfoque organizativo de la dirección estratégica persigue como propósito más


importante describir los procesos estratégicos tal y como suceden en la realidad.

La implantación estratégica incluye, entre otros, los siguientes elementos: el control


estratégico destinado a revisar la realización de los planes establecidos y el
cumplimiento de los objetivos.

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