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J. Locke
Crítica a la metafísica clásica, más precisamente al racionalismo de
Descartes y a su teoría de las “Ideas Innatas”, para el no hay ideas
innatas en el plano teorético ni en el práctico o moral. Para el decir que
"una noción está impresa en la mente y al mismo tiempo afirmar que la
mente no la conoce es reducir esa impresión a la nada". Locke se
pregunta cómo se puede tener una impresión en la mente de algo que
no se conoce.
Para los racionalistas "El alcance de los principios innatos no necesita
de la experiencia, se conforma con el uso de la razón" es otra
postulación que a Locke le resulta absurda y contradictoria, si la razón
es la facultad de deducir verdades desconocidas cómo es posible que
necesite de ella para descubrir principios que se suponen innatos, si
necesito de la razón para descubrir esos principios entonces no son
innatos, no están en la mente desde que nacemos sino que necesito
acudir a un proceso racional.
Decir entonces que el conocimiento parte de ideas innatas supone
pensar que tales impresiones se encuentran clarificadas en toda la
humanidad y sin embargo este tipo de principios no están presentes
en niños y analfabetos estos solo tienen conocimientos de los objetos
con los cuales se relacionan a diario, los cuales causan impresiones
en ellos.
Locke crítica las demostraciones que Descartes realiza de las tres
sustancias: El yo o pensamiento, La materia o el mundo y Dios.
No acepta la concepción de que las ideas deduzcan simplemente del
razonamiento, para el deben estar fundamentadas desde la
experiencia. No inválida del todos estas tres cuestiones sino que
propone una idea de ellas más empírica. Respeta el cogito “pienso
luego existo”, y dice que del yo tenemos una idea o certeza intuitiva.
De dios no tenemos una idea innata pero su existencia se puede
demostrar, porque es el creador del mundo y de nosotros, tenemos
certeza demostrativa, es decir, no lo vemos pero vemos sus
consecuencias.
Del mundo tenemos la certeza de que es la causa de nuestras
impresiones, es decir, tenemos una certeza sensitiva, en estas últimas
puede evidenciarse una influencia de la causalidad.
David Hume