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Acerca de las dimensiones curriculares

Dra. Rita Angulo Villanueva


Facultad de Ciencias
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
México
Noviembre, 2013.

Diseño curricular Curriculum:


La dimensión del diseño curricular en el ámbito singular del latín
currere = carrera
universitario ya sea en el plano de la formulación de una
Curricula: plural de
nueva carrera o sea en el plano de la reformulación de una ya curriculum.
existente, implica la detección de necesidades o demandas
sociales ya sea de la producción o de la situación social y se El curriculum, los
concibe como la planificación formal de una carrera. curricula
Requiere mínimamente de un análisis y caracterización de: a)
las prácticas profesionales de la carrera en cuestión en los
ámbitos de la producción, la investigación y la docencia; b)
los planes de estudio de la carrera en las instituciones donde
ya se imparte tanto en el país como en el extranjero; c) los
estudios de egresados de dicha carrera en otras instituciones;
por último, d) el comportamiento de los sectores empleadores
y la dinámica del empleo en los últimos años. El objeto es
determinar la pertinencia de una carrera.
Una vez asumida la pertinencia de la carrera es
preciso: elegir las prácticas profesionales y laborales en las
que se insertará la nueva carrera, la consideración de la (s)
disciplina (s) que aportará (n) los contenidos del plan de
estudios (documento formal y oficial que recoge los
elementos sustanciales del curriculum de una carrera
universitaria) y la historia de la disciplina para detectar, desde
la teoría, la estructura probable de los contenidos a enseñar;
la estimación de la infraestructura humana, administrativa,
. Diagnóstico
material y de equipamiento que requerirá una carrera para su
. Pertinencia de carrera
funcionamiento; el plan de funcionamiento a mediano y largo . Elección prácticas
plazos de la carrera; las cuestiones legislativas que habrán de profesionales
normar su creación y funcionamiento; la determinación del eje . Disciplina científica
vertebral de la carrera: fundamentos, objetivos, perfil del . Fundamentos
egresado, estructura curricular (modelo de organización, . Objetivos y perfil de
selección y secuenciación de contenidos), programas de egreso
estudio tanto sintéticos como analíticos, metodologías de . Estructura y
organización de
enseñanza y formas de acreditación y evaluación.
contenidos
Finalmente, un plan de acción para implementar la carrera. . Programas
. Evaluación
Con respecto a los fundamentos del curriculum es
deseable discutir colegiadamente y consensuar los
siguientes: Filosóficos (concepciones de hombre,
profesionista, ciencia, conocimiento, enseñanza, educación y
formación), Sociales (concepciones de sociedad y proyecto
social), Pedagógicos (concepciones de alumno y profesor),
Psicológicos (concepción de aprendizaje) y didácticos
(Concepciones de Contenido y método). El establecimiento
de los fundamentos tiene como propósito el que los
profesores se pongan de acuerdo y consensuen las bases de
las que parten para establecer los fines que pretenden
alcanzar. Las concepciones de hombre, mundo y proyecto
formativo deben quedar claras y compartidas por los
profesores.
Acerca de los objetivos y el perfil del egresado Existen
múltiples metodologías para elaborar el perfil del egresado, el
grupo de profesores puede elegir alguna siempre y cuando
elaboren el perfil con una serie de capacidades a desarrollar
pero especificando en que momentos de la estructura
curricular y a través de qué trayectorias formativas esas
capacidades van a ser desarrolladas.
Sobre los programas de estudio y la estructura
curricular existen, también, diversas opciones metodológicas,
cuya elección depende del tipo de organización de contenidos
que se adopte.

Implementación curricular
La dimensión de la implementación es, quizás, más
importante que la primera dimensión. Refiere a la estrategia
que se va a emplear para dar a conocer el curriculum o para
construirlo. Aquí la gran primera decisión, cómo se va a
formular o reformular el curriculum. Es una decisión política,
por supuesto, implica decidir –a quien sea que tenga que
Implementación:
decidirlo- si un curriculum tendrá un carácter deliberativo o . Deliberación
impositivo (Nieto, 2007). Aquí se engendra el éxito o el colegiada
fracaso del mismo y, también, el tiempo de realización porque o
la vía de la deliberación requiere, siempre, más tiempo. La . Grupos de
deliberación sería, desde nuestra posición teórica, la opción especialistas
más adecuada si es que se quiere que un curriculum sea
asumido como propio y consensual y, por ello, sea llevado a
cabo de acuerdo con sus fundamentos. No obstante, si se
opta por un curriculum diseñado por un grupo de
especialistas será necesario contemplar una estrategia de
formación de los profesores que habrán de aplicar el
curriculum.
La deliberación implica que aquellos profesores que
van a enseñar en el marco de un curriculum dado sean
quienes lo diseñen y, por ello, comprendan –y se
comprometan- con sus alcances, finalidades y estructuración.
Así también, serán ellos quienes tengan como tarea
(asignada desde el plan de implementación del curriculum)
hacer extensivo el proyecto formativo implícito en el
curriculum a los profesores por horas y a los nuevos
profesores, tarea que –por cierto- es harto difícil y requiere de
una programación sistemática quizás en seminarios o talleres
de incorporación a un programa educativo. Una estrategia
deliberativa involucra también la previsión de actividades de
evaluación (tanto del funcionamiento del curriculum como del
aprendizaje) paralelas a la función de enseñanza; estas
actividades habrán de ser rotativas de tal forma que todos los
profesores estén enterados de los problemas que va
presentando el desarrollo del curriculum. Si bien esta
previsión se planifica desde que se diseña el curriculum, es
parte de la siguiente dimensión.

Aplicación del curriculum


La dimensión de la aplicación da cuenta de lo que se
conoce como curriculum vivido. Aquí la complejidad es mayor
porque involucra la interacción entre los sujetos del
curriculum (autoridades, alumnos, profesor), el proceso que
los convoca (enseñanza y aprendizaje) y el curriculum oculto.
Según Michel Lobrot, en su texto Pedagogía
institucional de 1976, la interacción entre los sujetos implica
un cierto tipo de relación (autoritaria, democrática o laissez
faire, que depende tanto de la orientación del proyecto
escolar como del esquema conceptual referencial operativo
(ECRO) del profesor y los alumnos como le llama Enrique
Pichon-Riviere en su texto El proceso grupal de 1999. Desde
aquí se elegirá, consciente o inconscientemente la disciplina Curriculum escrito
escolar.
Curriculum vivido
La enseñanza aglutina dos influencias centrales: la
disciplina y la metodología pedagógica. Dependiendo de la Curriculum oculto
formación del profesor se enfatizará una u otra. El
aprendizaje, por otro lado, será un proceso atendido y
observado intencionalmente o un proceso que pase
desapercibido para el profesor dependiendo, en este caso,
del énfasis disciplinario o pedagógico. Lo ideal sería un
equilibrio entre ambos aspectos. El curriculum en el ámbito de
la enseñanza puede pasar totalmente desapercibido por parte
del profesor, por ejemplo, en el desconocimiento del plan de
estudios mismo o de las materias previas, simultáneas y
subsecuentes; o, aún más, en el desconocimiento del
proyecto formativo que orienta la carrera y del perfil de egreso
que se requiere. En el terreno de la enseñanza puede
presentarse la invisibilidad curricular o el curriculum como
dispositivo orientador de la vida escolar.
El trabajo en las aulas no siempre es lo que se plantea
en el plan de estudios, la distancia entre lo que se formula por
escrito y lo que realmente se enseña puede ir desde
pequeñas modificaciones o agregados hasta programas
totalmente distintos. Lo que realmente se aprende,
generalmente, es algo distinto y de distinto alcance en
relación con lo planeado. Esta parte del curriculum fue
llamada por Phillip Jackson curriculum oculto en su texto Vida
en la Clase (1968). Es decir, todo aquello que se aprende sin
haberlo planeado y orienta e influencia tanto la formación
académica como la vida personal de los estudiantes (Angulo,
1992).

Evaluación del curriculum


La dimensión de la evaluación alude a dos procesos
centrales, la evaluación del aprendizaje que habrá de ser
planificada ̶ desde el diseño curricular ̶ e implementada,
aplicada, evaluada y retroalimentada de manera permanente
como parte del desarrollo del curriculum. Por otro lado, la
evaluación misma del funcionamiento del curriculum que
debe ser prevista, también, desde el diseño curricular. Acerca
de este tipo de evaluación cabe destacar que uno de los
problemas de la mayoría de los curricula es que una vez
implantados no se sigue su desarrollo sino hasta que se
pretende cambiarlos nuevamente. Nuestra posición al
respecto considera que tal evaluación para que rinda frutos
en la mejora de calidad de la enseñanza debe ser
permanente de tal forma que aporte datos para una
actualización curricular continua y sistemática. Sobre este tipo
de evaluación se diseñó una propuesta llamada Adecuación
continua de contenidos (Angulo, 2004, 2006) y una
herramienta computarizada para llevarla a cabo (Angulo,
2006). En términos generales plantea la idea de que el
profesor de grupo es el único que puede captar y registrar
tanto las bondades como los errores de funcionamiento de un
curriculum, por tanto debería ser él quien registrase dichos
problemas y, en el momento, como de hecho sucede,
implemente alternativas de solución o cambios a los
programas de estudios y al curriculum. Es obvio que una
modificación aleatoria y asistemática no es procedente dado
que provocaría modificaciones anárquicas, por tanto, la
propuesta mencionada propone un instrumento de registro
que permita sistematizar tales modificaciones que, una vez
justificadas por el mismo profesor, sean propuestas al grupo
colegiado correspondiente, en primera instancia, y al grupo,
comisión o autoridad que pueda legitimar legislativamente
tales modificaciones.

A manera de cierre
Teóricamente todo integrante de una planta docente,
tanto directivos como docentes, deberían intervenir en todas
las dimensiones curriculares a fin de garantizar el consenso
en un proyecto formativo y el ejercicio consciente y científico
de todas las actividades involucradas. No obstante, en la
mayoría de los casos en el nivel universitario, el curriculum es
elaborado por unos cuantos profesores y aplicado por
prácticamente ninguno.
Es importante que los profesores universitarios seamos
conscientes de la importancia de participar en la práctica
curricular como una manera de asegurar la orientación de
una formación universitaria y el enfoque de la actividad
docente. Es decir, la concreción de un proyecto educativo.
Por último, una participación colegiada constante
permitiría prácticas curriculares consensuadas y, por ello,
conscientes que aprovechen la libertad de la que gozamos
los universitarios para imaginar, escribir y orientar los
proyectos formativos a través del curriculum.

Referencias
Bauman, Zygmunt (2007). Tiempos líquidos. Vivir en una época de
incertidumbre. México: Ensayo, Tusquets editores.
Bourdieu, Pierre (1997). Razones Prácticas. Sobre la teoría de la
acción. Barcelona: Anagrama.
De Alba, A. (1991a). Evaluación curricular. Conformación conceptual
del campo, México: CESU UNAM.
Lundgren, Ulf P. (1997). Teoría del curriculum y escolarización.
Madrid: Morata.
Nieto-Caraveo, L. (2007). Discusión sobre cambio curricular desde
una perspectiva procesual y deliberativa. En Angulo, R. y
Orozco, B. (2007). Alternativas metodológicas de intervención
curricular en educación superior, pp. 91-115. México: Plaza
y Valdés, Conacyt, UAGRO, IISUE, CXXI, UASLP, UACH.

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