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Implementación curricular
La dimensión de la implementación es, quizás, más
importante que la primera dimensión. Refiere a la estrategia
que se va a emplear para dar a conocer el curriculum o para
construirlo. Aquí la gran primera decisión, cómo se va a
formular o reformular el curriculum. Es una decisión política,
por supuesto, implica decidir –a quien sea que tenga que
Implementación:
decidirlo- si un curriculum tendrá un carácter deliberativo o . Deliberación
impositivo (Nieto, 2007). Aquí se engendra el éxito o el colegiada
fracaso del mismo y, también, el tiempo de realización porque o
la vía de la deliberación requiere, siempre, más tiempo. La . Grupos de
deliberación sería, desde nuestra posición teórica, la opción especialistas
más adecuada si es que se quiere que un curriculum sea
asumido como propio y consensual y, por ello, sea llevado a
cabo de acuerdo con sus fundamentos. No obstante, si se
opta por un curriculum diseñado por un grupo de
especialistas será necesario contemplar una estrategia de
formación de los profesores que habrán de aplicar el
curriculum.
La deliberación implica que aquellos profesores que
van a enseñar en el marco de un curriculum dado sean
quienes lo diseñen y, por ello, comprendan –y se
comprometan- con sus alcances, finalidades y estructuración.
Así también, serán ellos quienes tengan como tarea
(asignada desde el plan de implementación del curriculum)
hacer extensivo el proyecto formativo implícito en el
curriculum a los profesores por horas y a los nuevos
profesores, tarea que –por cierto- es harto difícil y requiere de
una programación sistemática quizás en seminarios o talleres
de incorporación a un programa educativo. Una estrategia
deliberativa involucra también la previsión de actividades de
evaluación (tanto del funcionamiento del curriculum como del
aprendizaje) paralelas a la función de enseñanza; estas
actividades habrán de ser rotativas de tal forma que todos los
profesores estén enterados de los problemas que va
presentando el desarrollo del curriculum. Si bien esta
previsión se planifica desde que se diseña el curriculum, es
parte de la siguiente dimensión.
A manera de cierre
Teóricamente todo integrante de una planta docente,
tanto directivos como docentes, deberían intervenir en todas
las dimensiones curriculares a fin de garantizar el consenso
en un proyecto formativo y el ejercicio consciente y científico
de todas las actividades involucradas. No obstante, en la
mayoría de los casos en el nivel universitario, el curriculum es
elaborado por unos cuantos profesores y aplicado por
prácticamente ninguno.
Es importante que los profesores universitarios seamos
conscientes de la importancia de participar en la práctica
curricular como una manera de asegurar la orientación de
una formación universitaria y el enfoque de la actividad
docente. Es decir, la concreción de un proyecto educativo.
Por último, una participación colegiada constante
permitiría prácticas curriculares consensuadas y, por ello,
conscientes que aprovechen la libertad de la que gozamos
los universitarios para imaginar, escribir y orientar los
proyectos formativos a través del curriculum.
Referencias
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incertidumbre. México: Ensayo, Tusquets editores.
Bourdieu, Pierre (1997). Razones Prácticas. Sobre la teoría de la
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De Alba, A. (1991a). Evaluación curricular. Conformación conceptual
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Madrid: Morata.
Nieto-Caraveo, L. (2007). Discusión sobre cambio curricular desde
una perspectiva procesual y deliberativa. En Angulo, R. y
Orozco, B. (2007). Alternativas metodológicas de intervención
curricular en educación superior, pp. 91-115. México: Plaza
y Valdés, Conacyt, UAGRO, IISUE, CXXI, UASLP, UACH.