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Aminoácidos para la Bioestimulación de

Cultivos Hortofrutícolas
Introducción
Los aminoácidos son moléculas componentes de
péptidos y proteínas de gran importancia producidos
por las plantas. Los aminoácidos son sintetizados de
manera normal cumpliendo diversas funciones en la
planta; entre las funciones que desarrollan están la
mejora en la absorción de nitrógeno, el efecto
quelatante de algunos aminoácidos como L-prolina y
la actividad antioxidante de la L-glicina betaína y la
prolina. Actualmente su uso en la bioestimulación de
los cultivos está dirigido principalmente a la
mitigación del estrés biótico y abiótico. Los
Figura 1. Los aminoácidos son bioestimulantes
aminoácidos exógenos son herramientas seguras,
comúnmente usados para la compensación de
libres de genotoxicidad, ecotoxicidad o fitotoxicidad,
estrés en las plantas (biótico o abiótico).
razón por la cual recientemente han sido estudiados
Fuente: Intagri.
por sus beneficios directos e indirectos en las
plantas. Su uso ha crecido en los últimos años, ya que son compuestos aptos para los cultivos
hortofrutícolas que requieran mejoras en el manejo de la nutrición, fisiología y estrés vegetal.

Características de los aminoácidos


Los aminoácidos son las sustancias más difíciles de producir por la planta e intervienen en muchos
procesos, principalmente en la recuperación de vegetales que han estado sometidos bajo algún tipo de
estrés, ya que cuando una planta está bajo estrés evita producir estas sustancias que consumen mucha
energía y las concentra en los puntos que necesita vía floema. A continuación las características más
importantes de estos compuestos.

Estructura. Las cualidades de estos compuestos dependen en gran medida de su arreglo estructural. La
posición del grupo amino y carboxilo provoca que haya dos tipos de aminoácidos llamadas levógiros (L) y
dextrógiros (D), de los cuales solo los L-aminoácidos tienen acción benéfica en las plantas.

Libertad. Se consideran aminoácidos no libres cuando entre éstos hay enlaces peptídicos que los unen,
pero cuando son libres se encuentran de manera individual y son fácilmente aprovechados por las plantas
de manera rápida, pues de lo contrario se requiere por medio de procesos metabólicos, romper enlaces
y disponer de cada aminoácido en el orden que lo requiera la planta.
Polaridad. Los aminoácidos pueden comportarse como ácidos, bases o neutros. Sus configuraciones y
composiciones diversas les atribuyen propiedades variadas, entre ellas el pH.

 No polares: poseen grupos alifáticos o aromáticos, son insolubles en agua. Por ejemplo: glicina,
alanina, valina, leucina, isoleucina, metionina, fenilalanina, prolina y triptófano.
 Polares neutros: tienen grupos hidroxilos, son fácilmente solubles en agua. Por ejemplo: serina,
treonina, tirosina, asparagina, glutamina y cisteína.
 Polares básicos: poseen grupos amino con carga positiva por lo que actúan como bases. Por ejemplo:
lisina, arginina e histidina.
 Polares ácidos: poseen grupos carboxilo con carga negativa. Por ejemplo: ácido aspártico y ácido
glutámico.

Usos de los aminoácidos como bioestimulantes en plantas


En cuanto al contenido de aminoácidos libres
en los productos comercializados en el
mercado hay tres importantes métodos de
obtención, los cuales difieren en el contenido
final de L-aminoácidos libres; estos métodos
son: hidrolisis ácida, alcalina y enzimática.
Cada una provee un nivel bajo (menor a 30 %),
medio (30 – 50 %) o alto (mayor a 90 %) de L-
aminoácidos libres, respectivamente. Los
objetivos del uso de los aminoácidos en la
bioestimulación de los cultivos dependen de la
composición, fuente y modo de extracción de Figura 2. El M. Sc. Mario Pozo Cárdenas será ponente
estos compuestos. Los productos comerciales del Congreso Internacional en Bioestimulación de
a base de aminoácidos se pueden utilizar en: Cultivos a realizarse el 07 y 08 de Junio de 2018.
Fuente: Intagri.
Estrés vegetal. Es el uso actual más difundido
de los aminoácidos, ya sea para mitigar los efectos de las altas o las bajas temperaturas.

 Altas temperaturas: la L-prolina promueve la retención de mayor cantidad de agua en el citoplasma


de las células vegetales. El ácido glutámico refuerza la permeabilidad de la membrana citoplasmática
ante el estrés hídrico. La L-serina actúa sobre las acuaporinas (proteínas especializadas) que regulan
la entrada de agua en la planta a nivel celular aún cuando existan limitaciones para hacerlo, mientras
que la L-valina mantiene la integridad de la membrana celular.
 Bajas temperaturas: una de las respuestas de la planta es acumular aminoácidos hacia los puntos
débiles, razón por la cual se trasladan los aminoácidos libres por el floema para que se acumulen en
donde la planta los requiere. El principal aminoácido es la L-prolina, cuya función es ayudar a reducir
el daño por congelación.

Fotosíntesis: la L-glicina, L-alanina, L-ácido glutámico y L-arginina mejoran la producción de clorofila, lo


cual promueve el proceso de fotosíntesis y genera mayores foto-asimilados, también aumentan la
cantidad de clorofila en las hojas y por consecuencia la eficiencia en la luz aprovechada.

Salinidad: La L-prolina actúa reteniendo agua ante una alta concentración de sales en la célula, además
ayuda a la absorción de agua incrementando la presión negativa del xilema aún en suelos salinos. Otro
aminoácido que mantiene el potencial osmótico de la célula es la glicina-betaína.

Absorción de nutrientes: se ha comprobado que los aminoácidos mejoran la absorción de agua y


nutrientes debido a que tienen una acción de acomplejamiento con nutrientes; los aminoácidos con este
efecto son acido L-glutámico, L-glicina y acido L-aspártico. Específicamente el ácido glutámico es el primer
aminoácido formado después de la absorción de nitrógeno, y
mejora el metabolismo del nitrógeno por medio de la enzima
glutamina sintetasa.

Crecimiento radical: la L-metionina estimula la microbiota


benéfica del suelo que a su vez estimula el proceso de producción
de raíces, mientras que L-arginina promueve el crecimiento. Estos
aminoácidos en conjunto tienen efecto positivo sobre la
renovación de raíces.

Polinización: los aminoácidos L-lisina, L-metionina y L-ácido


glutámico ayudan al crecimiento del polen. Lo anterior se logra al
aumentar el potencial de germinación y la elongación del tubo
polínico, lo cual aumenta a su vez el cuajado de frutos (Figura 2).
La prolina favorece la polinización bajo condiciones adversas de Figura 3. Asegurar un cuajado de
temperaturas. frutos en especies frutales
garantiza un aumento directo del
rendimiento.
Fuente: Intagri.
Reservorios de nutrientes: los aminoácidos pueden actuar como reservas de nutrientes; en árboles
frutales tal es el caso de L-arginina con nitrógeno. El ácido L-glutámico también es una reserva de
nitrógeno pero además puede transformarse en otros aminoácidos por medio de la enzima transaminasa,
razón por la cual se considera un aminoácido multifuncional que por diferentes rutas cubre las
necesidades de la planta.

Precursores hormonales: son aminoácidos que favorecen la síntesis de hormonas vegetales en la planta.
Por ejemplo, el L-triptófano es precursor de auxinas, la L-arginina de citoquininas y la L-metionina de
etileno, entre otros.

Conclusión
Las aplicaciones de productos con aminoácidos se realizan cuando las plantas están bajo un estrés por
cualquier factor biótico o abiótico (daños mecánicos, enfermedades, temperaturas altas, temperaturas
bajas, etc.) con la finalidad evitar una reducción en el rendimiento. Al momento de seleccionar un
bioestimulante a base de aminoácidos se debe tomar en cuenta cual es el objetivo de la aplicación, la
concentración de aminoácidos L-alfa-libres, el tipo de aminoácidos con que cuenta y las cantidades
específicas de éstos.

Cita correcta de este artículo


INTAGRI. 2018. Aminoácidos para la Bioestimulación de Cultivos Hortofrutícolas. Serie Nutrición Vegetal.
Núm. 112. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 4 p.

Literatura consultada

 Pozo, M. 2017. Aminoácidos. Curso Internacional en Bioestimulación de Cultivos. Intagri. México.


 INTAGRI. 2018. El Ácido Glutámico en la Bioestimulación de los Cultivos. Serie Nutrición Vegetal. Núm.
108. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 5 p.
 Du Jardin, P. 2015. Plant Biostimulants: Definition, Concept, Main Categories and Regulation.
Rev. Scientia Horticulturae, 196: 3-14.

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