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FICHA ANALÍTICA Nº 1

PROYECTO: Investigación y profundización

AUTOR(A): Julihett M. Trujillo M. Cód. 20192484005

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA:

Zuleta, E. (1974). Elogio de la dificultad y otros ensayos. Colombia: Cooperativa Editorial


Magisterio.

DESCRIPCIÓN DEL DOCUMENTO:

El documento es un libro, que desde el campo de conocimiento de las ciencias sociales


aborda una postura frente a la lectura principalmente, ejemplificando por medio de
fragmentos de textos literarios y filosóficos el verdadero sentido de la interpretación, lo que
centra su análisis en la crítica a una lectura que va más allá de la adquisición de un saber,
para ser vista y vivida, como una interpretación real, que cuestiona y que da sentido al acto
mismo de leer, y de escribir.

PALABRAS CLAVES:

Leer, escribir, código, interpretación, texto, saber, problema, lenguaje.

TESIS O HIPOTESIS:

El hombre moderno es el hombre que está de afán, que quiere rápidamente asimilar; por el
contrario, mi obra requiere de lectores que tengan carácter de vacas, que sean capaces de
rumiar, de estar tranquilos. Nietzsche dice que existe la ilusión de haber leído, cuando todavía
no se ha interpretado el texto. Y esa ilusión existe por el estilo mismo en que se escribe.

El espíritu no es solo eso (admiración, dedicación, fervor, trabajo); el espíritu es también crítica,
oposición y, entonces, dije que el espíritu se convierte en león.

El espíritu se opone al deber: es el espíritu rebelde, el que toma el “tu debes” como una
imposición interna contra la que se rebela; el que mata todas las formas de imposición y de
jerarquía, pero permanece aún en la negación.

Olvido en Nietzsche es una fórmula muy fuerte, una potencia positiva. Nuestra capacidad de
olvidad es nuestra superación del resentimiento.

El pensamiento funciona con las tres categorías: la capacidad de admiración (idealización,


trabajo o labor); la capacidad de oposición (crítica, rebelión), y la capacidad de creación,
sin oponernos a nada (juego, inocencia, rueda que gira). El espíritu es las tres cosas; sólo si esas
tres se combinan funciona el pensamiento filosófico.
Interpretar, si no, no entendemos nada.
Es al primer discurso de Zaratustra al que Nietzsche se refiere cuando dice que la lectura
requiere la interpretación, en el sentido fuerte. Es precisamente por eso que su estilo logró
imponer la necesidad de interpretar.

Cuando se trata de una escritura, en el sentido fuerte del término, entonces no hay ningún
código común previo, pues el texto produce su propio código, le asigna su valor. Ese es un
punto importantísimo en la teoría de la lectura.

Dice Marx: la manera como las cosas se presentan no es la manera como son; y si las cosas
fueran como se presenta, la ciencia entera sobraría. Por lo tanto, el texto produce su código:
no tenemos un código común, tenemos que extraer el código del texto mismo de Marx.
Código quiere decir un término al que el receptor y el emisor asignan un mismo sentido.

El problema de la lectura es que nunca hay un código común cuando se trata de una buena
escritura. Tenemos que descifrar el código de la manera como esa escritura lo revele.

No es que no tengamos nada qué leer porque traduzcan mal, sino que no sabemos leer.

Interpretar es producir el código que el texto impone y no creer que tenemos de antemano
con el texto un código común, ni buscarlo en un maestro.

Lo que falta no son elementos, lo que le falta es interpretación, posición activa, discusión con
el texto.

El método es pensar, es interpretar, criticar.

La educación es un sistema de prohibición del pensamiento, transmisión del conocimiento


como un deber, el conocimiento como algo dado, petrificado.

Toda lectura es ardua y es un trabajo de interpretación: fundamentación de un código a partir


del texto, no de la ideología dominante preasignada a los términos.

El problema es qué dice el texto y el texto siempre dice las cosas que se escapan al autor, a
la intención del autor.

La escritura no tiene receptor controlable, porque su receptor, el lector, es virtual, aunque se


trate de una carta, porque se puede leer una carta de buen genio, de mal genio, dentro de
dos años, en otra situación, en otra relación.

Sólo se debe escribir para escritores y sólo el que escribe realmente lee.

Siempre se lee porque uno tiene una cuestión que resolver y aspira a que el texto diga algo
sobre la cuestión.

Así pues, eso era lo que quería decir la fórmula: hay que leer desde alguna parte, así como
hay que mirar desde alguna parte.
La lectura es riesgo. La exigencia de rigor muchas veces puede ser una racionalización; el
temor al riesgo hace que la lectura sea prácticamente imposible y generar una lectura hostil
a la escritura.

Escribir en el sentido fuerte, es tener siempre un problema, una incógnita abierta que guía el
pensamiento, que guía la lectura. Desde una escritura se puede leer.

CONCLUSIONES (Del autor)

Escribir en el sentido fuerte, es tener siempre un problema, una incógnita abierta que guía el
pensamiento, que guía la lectura. Desde una escritura se puede leer. El lector no puede ser
sólo un lector, que desde afuera interpreta o comprende de alguna manera el texto, si bien,
la interpretación es fundamental en una lectura real, porque es en ella donde leer adquiere
un significado para el lector, también es importante que la escritura, genere un proceso de
pensamiento en el ser humano, que invite a reflexionar y a comprender las realidades que el
texto muestra, que no son un código común, sino que guardan un significado propio y una
relación entre las palabras dispuestas y la interpretación que se puede dar a las mismas.

Sólo se debe escribir para escritores y sólo el que escribe realmente lee. Frente a esta
conclusión, el autor hace una exigencia clara a los lectores: leer debe estar acompañado de
una escritura, la cual debe responder a las incógnitas del pensamiento, ser crítica y estar
dotada de un significado.

La lectura es aventura. Ver la lectura como una obligación o una recomendación, lleva a una
predisposición frente a la misma, el lector debe elegir libremente qué leer, basado en sus
experiencias o gustos, buscando inconscientemente en sí, respuestas a lo que vive y sucede
en su vida.

COMENTARIO ANALÍTICO

El proceso de lectura, abordado desde una perspectiva biológica en un principio, acude a


ciertas etapas de desarrollo en el ser humano, en las que este, aprende a leer, a realizar
combinaciones silábicas, a conformar una estructura mental que le permite entender las
palabras, luego estas palabras adquieren un significado, cuando van acompañadas de una
imagen u objeto concreto en donde el cerebro relaciona y comprende que una palabra
escrita significa algo, que el ser humano puede ver en su realidad y/o vivir. Así inicia el
aprendizaje de la lectura (en la escuela generalmente) como un recurso para decodificar
una serie de símbolos (letras) que conforman una palabra. Pero leer, no es solamente un acto
en donde con los ojos se recorre una serie de conceptos en un párrafo, leer implica además,
interpretar; las lecturas son en realidad una interpretación, una ruptura que hace el lector, en
donde deconstruye lo que lee y puede darle un significado propio. No se lee para saber de
algún tema o campo desconocido, se lee con la libertad de hacerlo, porque el lector
encuentra en cada línea una identidad con las palabras y una relación con las mismas, que
le permite revestir de un nuevo significado lo que lee.
Como lo menciona Nietzsche en el texto, la interpretación es fundamental en la lectura, ya
que invita al lector a exigirse una postura comprensiva frente a la misma, en donde cada
palabra es analizada con fervor, porque supone la necesidad de encontrar un código que
no es común al texto, si no que requiere de darle valor, de desarrollar el pensamiento a través
de una relación íntima con el significado que guarda el texto en su esencia más profunda.

En línea con lo anterior, el autor plantea que no existe un código común en ningún texto,
porque se puede saber el significado de un concepto, incluso etimológicamente hablando,
pero es necesario encontrar un código propio, en el que más allá de la lógica, se devele la
relación que el emisor y el receptor deben establecer con la lectura, una relación que
produzca asombro, que invite a darle sentido a lo que se lee.

La relación con la lectura inicia en la escuela, desde donde la misma carece de significado y
de interpretación e interiorización, no se enseña a asumir una postura crítica y activa, y valdría
la pena pensarse entonces si es responsabilidad de la escuela dar a los estudiantes los
elementos necesarios para que estos puedan realizar interpretaciones reales, o en dónde
descansa dicha responsabilidad. Sin embargo, algo que muestra claramente el texto, es que
el saber carece de libertad, ya que el conocimiento se asume como algo estático, que no se
transforma, que tiene una forma de la que no es posible salirse.

De igual manera, si se sigue a Cervantes y el Quijote de la Mancha, es posible definir que cada
palabra que se encuentra en esta maravillosa obra, hace parte de una serie de elementos
que es importante conocer y comprender, no se puede intentar leer a un autor, porque el
autor no es la clave del texto, el autor no se interpreta, porque el proceso de interpretación
que hace el lector, acude a una libertad en la que las palabras no están presas por quien la
escribió, no son su propiedad, no se reduce a él o ella, por el contrario, permite una búsqueda
que se instala en lo profundo del ser, desde donde el sujeto se transforma.

Para concluir, es clara la postura del autor, en la importancia de leer con sentido, pero
además de escribir, ya que muestra una relación clara y fundamental de estos dos procesos,
además de cuestionar la manera como el lector asume leer, ya que se piensa que para leer
es necesario ir paso a paso, de lo simple a lo complejo, delimitar la lectura y reprimirla por
temor y una racionalización desmedida en la que resulta imposible iniciar un proceso de
escritura y puede que tal vez implique una aversión a la misma. Declararse lector, implica
entonces, interpretar, y así mismo, abrir el pensamiento a las preguntas, a cuestionar el texto
y a buscar en las palabras allí puestas un sentido que permita la transformación, porque la
lectura debe transformar al ser humano, romper sus preconceptos y conceptos y deconstruir
sus más arraigadas creencias.

OBSERVACIONES:

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