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Estanislao Zuleta
Sobre la lectura
1982

Paradojas y Claridades sobre la Lectura.


Andy Astolfo Palacios Palacios 98700290
Universidad de Antioquia

Introducción

El texto “sobre la lectura” de Estanislao Zuleta hace un análisis profundo del proceso lectura desde la
relación entre autor, lector, texto, y las costumbres o condicionamientos sociales al rededor del proceso
mismo. En este análisis Zuleta recurre como herramienta pedagógica explicativa a obras de Nietzche,
Cervantes, Marx, Kafka entre otros, evaluando su estilo de escritura y problematizando el asunto
particular del sentido que adquiere un escrito según la manera en que se aborde la tarea de leerlo,
diferenciando entre la lectura y escritura común y una lectura verdadera o seria y una escritura también
verdadera o seria.

El texto de 18 paginas está dirigido principalmente a estudiantes y se desarrolla a manera de


conversación con claros ánimos de desafiar o invitar a los estudiantes a transformar sus hábitos lectores
para que pasen de una posición pasiva a una más activa, la que involucra un esfuerzo por abandonar la
posición típica donde el estudiante espera de un mediador entre él mismo y el contenido que se lee.
Con esta inclinación revisa en algunos lugares con mucha lucidez y en otros de manera mas sombría
algunos procesos conscientes e inconscientes que se presentan durante la lectura.

Reseña

En principio sugiere la lectura de algunas obras de Nietzsche entre las que destaca la genealogía de la
moral y el Zaratustra. Hace una explicación del estilo de este autor para usarlo como ejemplo y toma
algunos pasajes de sus libros para adherirse a la interpretación que el mismo Nietzsche hace sobre lo
que es una correcta lectura, en cuya interpretación se encuentra definido el proceso de pensamiento en
tres fases: admiración, oposición y creación. Para luego expresar con las mismas herramientas (las
apreciaciones de Nietzsche) la necesidad de la “Voluntad de dominio” que consiste en retar u oponerse
a las ideologías dominantes que imponen de forma automática significados y jerarquías a los
elementos de un texto. Para Zuleta. (1982) y desde su interpretación del filosofo alemán, no existe un
código previo que haga posible una comunión entre el lector y el autor dentro de la cual un mensaje
claro es posible y además adquirible, sino que ese código se va revelando a medida que se avanza en la
lectura en tanto que esta es interpretación, por tanto el código se produce dentro del texto mismo y está
lejos del dominio del autor. El primer asunto paradójico que surge aquí es: ¿como es posible confiar
entonces en que un autor nos explique alguna cosa? si nos adherimos a lo dicho nosotros estamos
creando un código sobre el código que creó Zuleta con los textos de Nietzsche, entonces ¿como confiar
en que lo dicho por Nietzsche no está viciado por el código de Estanislao?
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Estanislao Zuleta
Sobre la lectura
1982

Él código inédito que se sugiere surge entre el lector y el texto, nace de la interpretación pero esta
interpretación no se supone cualquiera o común a todos; si así lo fuere sería una especie de
neutralización o aplanamiento de las posibilidades de significación al estar subyugada por las
ideologías dominantes en una época, nación o contexto particular. Este proceso de interpretación
necesita de un lector laborioso dispuesto a pensar y a criticar desde si mismo sin la necesaria mediación
de tutores o maestros; implica entonces aprender a leer en una manera en que se es consciente de la
interpretación misma que se hace a medida que se lee, y de las características del código que se va
creando con el texto, porque este es el que ofrece la posibilidad de un sentido particular o comprensión
a la que se le conoce como mensaje.

¿De donde surge entonces este nuevo código?, es aquí donde aparecen los apartes más difusos dentro
de las opiniones de Zuleta (1982). Según él la creación de este código exige la existencia de un punto
de vista o perspectiva desde la que se aborda la lectura, que está siempre presente a manera de
problema y se relaciona con las preguntas no resueltas en nuestra propia psique. Así solemos abordar
cada texto con la sed de responder cuestionamientos previos en los que ya veníamos trabajando y es
por ello que cada lectura parece aludir a lo que uno busca o necesita; Siempre que se lea de forma seria
según sus términos.

En esa dirección se nos propone que “sólo se debe escribir para escritores y sólo el que escribe
realmente lee”(Zuleta, 1982, p. 12) , pero aquí escribir no significa producir un texto por propia mano
sino mas bien superponer de forma consciente nuestras preguntas, problemas y necesidades sobre el
contenido que se lee, construyendo un código o puente entre los símbolos que expresa el autor y quien
realiza la lectura. Por tanto: al escribir el código el lector escribe también el sentido que adquiere en
forma de mensaje. Así la lectura se convierte en una forma de sometimiento del texto (Zuleta., 1982)
donde poco o nada tienen que ver las intenciones del autor y donde los saberes no se apropian sino que
se crean, partiendo de la premisa de que nadie puede ver más allá de lo que previamente conoce
(Nietzsche., 1908), por tanto no se aprenden conocimientos tanto como se descubren los propios.

Aquí es donde surge la gran paradoja del texto de Zuleta. ¿Si leer no es descubrir o descifrar el mensaje
del autor sino un proceso donde el lector se descubre y descifra a si mismo, como es posible una
comunicación efectiva donde pueda existir un mensaje con significado común que nos permita
entenderos? Porque tal modalidad de la comunicación es fundamental para la construcción del
entendimiento y de la sociedad misma, ¿que sentido tiene desarrollar una escritura seria si en ultima
instancia lo escrito solo puede ser un mensaje en términos de lo que el lector sea capaz de construir
como significado?. Lo que plantea Zuleta (1982) es que el lector serio es muy escaso y en general el
lector común reduce todo texto al entendimiento impuesto por las ideologías dominantes, por tanto el
autor de cualquier obra no hace más que responderse o solucionar las preguntas o problemas que se
planteó en la escritura para si mismo. De ser así el ejercicio de la lectura sólo tiene sentido para
alcanzar la propia comprensión y no la comprensión del otro; es útil en la medida que confronta al
lector con su propia psique. Pero ¿como podemos hablar entonces del mensaje oculto en el quijote?
¿Con que libertad o hasta donde la voluntad de dominio de un lector es más acertada o válida que la de
otro? Estas son preguntas que surgen dentro de lo expuesto por Zuleta y quedan sin resolver en su
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Estanislao Zuleta
Sobre la lectura
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texto, preguntas que no arrojan más claridad sobre lo que dice y de las que da cuenta la dificultad con
la que se hilvanan o se fuerzan ciertas conclusiones dentro de su razonamiento.

El texto finaliza comentando la relación de la burguesía con la lectura y describiendo como esta la
entiende solo en el sentido de producción y consumo (Zuleta., 1982), siendo ninguno de los dos
sentidos el adecuado para leer seriamente, porque reproducen un discurso de clase que limita el
entendimiento según unos valores preestablecidos e interpretar exige precisamente luchar contra ese
dominio o imposición. Se concluye por fortuna que la lectura es un trabajo difícil en el que se deben
superar las ideologías presentes en el lenguaje y que se expresan en su gramática, por tanto cada libro
debe ser interpretado como una pregunta, una pregunta que guía el pensamiento del lector y
necesariamente le obliga a construir un sentido o significado. Sin responder del todo el problema
comunicativo subyacente a esta mirada del fenómeno, Zuleta logra desvirtuar la posibilidad de una
lectura posesiva y hacer un análisis serio del proceso lector, se logra ver como la construcción de
significado si no es un proceso de total escritura del significado por lo menos si exige un esfuerzo
creativo consciente o no por parte del lector. So pena de las paradojas que aquí exponemos se logra ver
de forma clara que una lectura profunda obliga a abandonar la posición pasiva común al estudiante para
asumir un papel creativo que no tiene mejor forma de afrontarse que como una alegre fiesta.

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