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RESEÑA CRÍTICA

RESEÑA CRÍTICA Versión Final.


Universidad Nacional de Colombia, Bogotá

Diego Andrés Henao Pacheco.


Facultad de Ciencias Humanas.
Filología e Idiomas: Alemán.
Bogotá.
2016.
A la hora de hablar de Estanislao Zuleta podemos recordarle por su forma de exponer las cosas,
criticarlas, o simplemente describirlas. Él en varios de sus escritos logra criticar de una forma tan
racional y directa a la guerra, la democracia, los derechos sociales, la educación y hasta la forma de
soñar. Pero particularmente en su escrito ‘’Sobre la lectura’’ tiene una forma de llevar su escrito con una
narración que pretende explicar y analizar un par de aportes de Nietzsche, hablar un poco sobre el
Capital de Marx y acerca de Don Quijote de Cervantes, y así poco a poco ir labrando su concepto de lo
que es realmente leer, y lo difícil y engañosa que puede llegar a ser la lectura puesto que puede
confundir fácilmente al lector, haciéndole creer que le ha descifrado totalmente, o correctamente y la
verdad está muy distante de la concepción que ha extraído el lector. Conforme de desarrolle este escrito
iré evaluando sus argumentos y posteriormente se emitirá un juicio de valor.

Como toda composición escrita, no podemos denominarla únicamente dentro de solo una categoría
gramatical, por lo tanto se ven inmersas diversas categorías en cada texto por ejemplo en el texto ‘’
sobre la lectura’’ de Zuleta podemos destacar que se encuentra fuertemente una narración expositiva,
puesto que desglosa el escrito de Nietzsche, crítica en cuanto da su opinión personal acerca de los
escritores y argumentativo, puesto que no va a criticar sin dar fundamentos que respalden la crítica
expuesta.

Indudablemente, uno de los detalles que toma una gran relevancia a la hora de determinar el
destinatario del texto es la forma en como interactúa Zuleta con el lector, con un vocabulario poco
formal, pero sin caer en lo vulgar, más bien se comunica de una forma natural y espontánea, que le
permite expresarse de aquella forma tan peculiar. Siendo este rasgo distintivo el principal argumento,
me aventuro a determinar que Zuleta crea este texto con la firme intención de llegar a los estudiantes, a
todo aquel que busque interpretar y tener una visión mucho más desglosada del discurso que se maneja
en el Zaratustra. De igual manera no solo se habla de Nietzsche puesto que conlleva un propósito de
describir el verdadero proceso de lectura, de desmitificar la creencia que en cuanto no se posean
conocimientos previos, no se podrá abordar una lectura. Adicionalmente podemos denotar el
descontento con la formación académica brindada por parte de la academia, y no solo como se
encuentra explícito al final del texto, sino a lo largo de su vida criticó el modelo educativo, en especial el
Colombiano, ya que él creía que la educación (por parte de la academia) se enfocaba en uniformar e
inhibir el pensamiento el deseo y el saber, que reprime y moldea a partir de dogmas, que el mismo
modelo educativo es quien reprime las mentes de hombre y no las deja formarse a través de la
experiencia, la duda y la investigación, sino que la obliga a reproducir, a seguir órdenes y a no
cuestionar.

Cabe aclarar que su descontento con la escuela no lo hace un propiciador de la ignorancia, todo lo
contrario, con su análisis sobre la academia podemos destacar que gran parte de sus críticas son
acertadas, el verdadero inconveniente surge a la hora de proponer alternativas de formación intelectual,
ya que la sociedad misma se ha encargado de mermar las instituciones, o las alternativas de instruir a los
más jóvenes. Sin embargo la formación de un infante no solo se cierne a la academia, pero el guiarlos a
través de los niveles de complejidad acertados, puede llegar a ser un verdadero reto. Así no se requieran
conocimientos previos para poder llegar a leer innumerables obras, sí se resalta como necesaria la
capacidad de saber pensar por sí mismos.
Ya que la lectura según Zuleta es un trabajo, una actividad por medio la cual uno se vuelve propietario
del saber, de una cantidad de conocimientos, además es recepción de datos y necesariamente
interpretación, ya que no se puede predeterminar el significado de una palabra a su término designado
popularmente o por la academia, puesto que el significado puede variar por su contexto, o
sencillamente por ser un término ambiguo o polisémico.

Así como en el texto de Nietzsche cuenta las tres etapas de transformación del espíritu: el camello, el
león y finalmente el niño. Describiendo al camello como la parte del espíritu que admira, que es
dedicado, trabajador, pero el espíritu no es solo eso, también tiene que saber confrontar la
responsabilidad, ahí es cuando se convierte en león en cuanto el espíritu necesita revelarse, y matar
todas las formas de imposición y jerarquía, pero lo más curioso es que finalmente es el niño, aquel que
supura inocencia y olvido. Cabe hacer una distinción de la perspectiva de Nietzsche, quien a partir de la
más simple y evidente analogía es quien marca una diferencia del concepto ‘niño’ en comparación a
numerables pedagogos quienes veían a los niños como criaturas las cuales debían ser domesticadas,
amaestradas, corregidas. Y precisamente se hace distintiva su concepción en la medida en que reconoce
y determina a los niños como seres capaces de sentir, y que precisamente los niños poseen una mente
inocente, están libre de prejuicios, rencores prolongados, digo prolongados puesto que un niño perdona
y olvida fácilmente, aunque como en toda ley siempre existen excepciones, aunque el medio en el que
se vea inmerso el niño es determinante para la preservación de estos valores.

Esto es por parte del espíritu, ahora por parte del pensamiento que de igual manera funciona con las
tres categorías: ‘’capacidad de admiración: idealización, trabajo o labor; la capacidad de oposición:
critica, rebelión, y otra: la capacidad de creación: sin oponernos a nada, de juego, de inocencia, de rueda
que gira. El espíritu es las tres cosas; sólo si esas tres cosas se combinan funciona el pensamiento
filosófico’’ (Nietzsche, 1883, p. -- )

La analogía de Nietzsche expuesta en el texto ‘Sobre la lectura’ da lugar a una interpretación de lo que
es lectura para Zuleta, desde su punto de vista que ‘’ solo el que escribe realmente lee’’. Ya que al
realmente leer tenemos que admirar el trabajo ajeno, pero eso no quiere decir que no estemos en la
libertad de tomar una postura ya sea a favor o en contra, de igual manera toda composición debe estar
sujeta a críticas, además de eso, el lector también debe estar en la capacidad de crear a partir de una
lectura, a la hora de interconectar las capacidades, con las habilidades lingüísticas se puede realmente
decir que estamos leyendo, pero no solo por el hecho de escribir cualquier cosa sobre algún texto leído
debemos considerarnos unos ‘’verdaderos lectores’’ lo que pasa es que una vez creemos nuestros
propios textos a partir de lo leído, es donde podemos someter a revisión nuestra propia interpretación,
luego publicar o compartir las creaciones para socializar conceptos o recibir críticas.

Incluso el mismo Zuleta respalda su postura con una cita de Nietzsche “Un siglo más de lectores y el
espíritu mismo olerá mal’’ e incluso al comienzo dice: ‘leer no es recibir, consumir, adquirir, leer es
trabajar. Lo que tenemos ante nosotros no es un mensaje en el que un autor nos informa por medio de
palabras –ya que poseemos con él un código común, el idioma– sus experiencias, sentimientos,
pensamientos o conocimientos sobre el mundo; y nosotros provistos de ese código común procuramos
averiguar lo que ese autor nos quiso decir. Al referirse que leer es trabajar, quiere decir ante todo que
no hay un tal código común al que hayan sido “traducidas” las significaciones que luego vamos a
descifrar.’

Una vez comprendido que el idioma no se asimila como un código común puesto que la significancia de
los términos está dada netamente por el autor toca traducir el mensaje, aunque por lo general un buen
texto le da las herramientas de interpretación al lector, algunos prefieren denominar el significado de
determinados conceptos a través de analogías, o de metáforas. Por ejemplo en el libro ‘El Fenómeno
Humano de Teilhard de Chardin’ se expone la idea del mundo que se polimeriza ‘’…la polimerización, en
la cual las partículas se engarzan…’’[Chardin, 1974, p.88]. Allí se encuentra una nota al pie de página
aclarando que adicionalmente al concepto molecular de polimerización, en la lectura se le atribuye
además el proceso entero de ‘’complexificación aditiva’’ a el concepto de polimerización, aclarando que
más adelante se empleará este término para describir ambos fenómenos.

En este caso se pretende añadir un proceso que no compila la polimerización, pero, a través de las
aclaraciones del autor, se empieza a tomar el concepto de polimerización per se y además el de
complexificación aditiva como si la polimerización comprendiera ambos procesos. Es esa clase de
composición conceptual, que permite al lector conforme avanza su proceso de lectura definir aquellos
conceptos cruciales que determinan el sentido de la lectura, por eso Nietzsche propone una visión de lo
que sería el lector ideal; en donde concibe al lector como un ser curioso, selectivo, audaz y reflexivo,
además, lo describe como un monstruo de valor, ya que en la lectura se puede llegar a tan oscuros
precipicios, y a enigmas tan enormes que podrían acabar por aniquilar a la conciencia de su lector,
conduciéndolo a la demencia o al a locura. Leer no es tarea fácil y Nietzsche lo sabía, y forja todo un
personaje detrás de lo que sería un verdadero lector, en su obra el Ecce Homo.
Posteriormente de la breve descripción de lo que sería el lector perfecto cierra el párrafo con: ‘’-pues no
queréis, con mano cobarde, seguir a tientas un hilo y que allí donde podéis adivinar, odiáis el deducir. ’’
(Nietzsche, 2006, p.22) el aquí pretende describir la posible situación de toparse ante una lectura sosa,
en donde la trama se torna tan predecible que el mismo lector llega a odiar el hecho de predecir la
historia, puesto que no es nada interesante estar ante una trama que no sea atrayente, y más si es
predecible. Aunque por otra parte, existen las ya descritas situaciones en donde el lector obvia el
significado de un concepto sin comprender que muchas veces estos términos son quienes le cambian
totalmente el significado a la oración, o más allá de una palabra no comprenden la redacción del escrito
puesto que se encuentra en un nivel demasiado codificado el mensaje, entonces el lector hace un
ejercicio de lectura que al fin y al cabo está siendo un ejercicio banal, ya que no está comprendiendo el
mensaje, no obtiene o extrae información relevante, puesto que no la sabe poner en contexto o no le va
a dar la suficiente importancia ya que no es capaz de identificar los demás elementos presentes que
pueden afectar de cualquier manera a la información misma.

Es por esto que se puede llegar a marcar una gran diferencia entre el lector que no contiene conceptos
previos con el lector perfecto, el cual evidentemente ya debe tener conocimientos previos; existen
textos que al ser leídos por lectores novatos no serán interpretados en lo más mínimo o no de la forma
correcta, ya sean estos como las obras de Nietzsche, Saussure etc.. Es por esto que es necesario obtener
una guía correcta, una recomendación por parte de alguien que ya conozca el mundo del a lectura pues
existen grandes obras que se puede empezar a leer como ‘’El ser y el tiempo de Heidegger’’ sin
conocimientos previos, o incluso ‘El capital de Marx’ pero, sí hay algo que es necesario y me apoyo en
las palabras de Zuleta y es que tiene que poseer ‘sólo la capacidad de saber pensar por sí mismos.’
(Zuleta, 2016, p.8)
En conclusión, creo que el ejercicio de leer definitivamente exige hacer un trabajo de interpretación, de
crítica y de reflexión, pero eso sí todo conocimiento no es útil hasta el momento en el que se pone en
práctica. El ser un buen lector es posible, y solo depende de sí mismo el decidir si forjarse como tal o
regocijarse en la ignorancia al cerrarse a toda fuente de información nueva, ya que nos cernimos en
realidades infundadas en bases inexistentes, o arraigadas en base a una intensa necesidad de apañarnos
del conocimiento y suponer que es netamente verídico, o perfecto, es por esto que se necesita
desapegarse de toda certeza que se tenga, aprender a comprender que existe más de una postura, y
que existe algo más allá de lo que nos da la academia, que hay un mundo entero lleno de múltiples
opciones, y que solo depende de nosotros en qué creer, lo que le da valor a las posturas o
conocimientos adoptados son los fundamentos en los cuales nos basamos para creer en ellos, y qué
mejor forma de impartir nuestros propias posturas por medio de la vivencia, pero eso sí, siempre
abiertos a comprender, respetar, a evaluar y finalmente reflexionar a partir de las nueva información
que se nos presente conforme vivimos.
Referencias Bibliográficas
Teilhard de Chardin (1974). El fenómeno Humano, (P. 88)
Federico Nietzsche (2006). Ecce Homo (p. 22)
Estanislao Zuleta (junio 8, 1982). Sobre la lectura, (p.8)

Fuente: 
http://estanislaozuleta.com/suobra/35sobrelalectura
http://catedraestanislao.univalle.edu.co
http://www.biblioteca.org.ar/libros/133538.pdf
Teilhard de Chardin El Fenómeno Humano – Taurus 1974

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