Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Por eso, no solamente es importante leer mucho, sino leer guiados hacia su fin,
en búsqueda afanosa de una concepción del mundo, orientados a encontrar un
sentido de afirmación de la vida que podamos compartirla con los demás.
Leer por eso es producir sentido, dar a luz nociones lúcidas acerca del mundo,
esclarecer algo; leer es entrar en el cauce de una acción, concretar un producto,
poner a flote nuestra identidad y realizar un destino superior en la tierra.
HÁBITOS DE LECTURA
100
personal, conocimiento previo y ciertas necesidades como, distraerse,
comprender, elegir, aprender. El razonamiento y la afectividad son componentes
esenciales de la lectura; al leer se van confrontando nuestras ideas y emociones
con el mensaje escrito, al leer transformamos las palabras y frases en imágenes
concretas, relacionamos, inferimos, inventamos, deducimos lo que no se dice,
descubrimos la ambigüedad y los implícitos contenidos en una obra.
Las motivaciones descritas definen los dos tipos básicos de la lectura, la lectura
funcional, que se da cuando usamos, por ejemplo, un diccionario, un manual de
entrenamiento, un texto escolar, y, la lectura asociada al ser: de placer o
entretenimiento, que nos lleva a las obras poéticas, literarias, de ficción y arte en
general.
101
Porque el individuo que se dispone a leer tiene siempre una expectativa,
espera un resultado, se forma una idea acerca del autor y del texto. Una vez
situado en el interior del tejido textual, el lector evoca vivencias y conocimientos
relacionados con los mensajes que va leyendo, convierte las frases y oraciones
en imágenes mentales que va analizando, y establece la jerarquía de las ideas
conforme a su propósito original de lectura.
Leer no es oralizar; ésta es una distinción que hay que hacer. Se confunde a
menudo la oralización, que consiste en transformar los signos escritos en signos
sonoros, con la lectura en voz alta, una actividad sumamente difícil, que supone
decir a una audiencia lo que se ha leído, comprendiendo claro está, una fracción
de segundos antes. Sólo es posible llegar a la lectura en voz alta a partir del
dominio pleno de dicha actividad, pues constituye un esfuerzo mayúsculo el hecho
de sumar, a la elaboración del significado que se hace con la lectura y que pone
en tensión el cerebro, otros procesos como hacer funcionar las cuerdas vocales,
el oído, y más aun, preocuparse porque el mensaje llegue adecuadamente al
auditorio. Una forma sencilla de comprobar si se está haciendo oralización o
lectura en voz alta, es observar al individuo: si sus movimientos oculares van
102
paralelos a la dicción, si está diciendo lo que ve (letras, palabras) en el momento
en que ve, sin levantar la mirada del texto, y se observa una enunciación
fragmentada, sin la entonación adecuada, estamos frente a la oralización. Quien
lee en voz alta, primero lee para sí, su mirada capta el mensaje del texto
segundos antes de decirlo verbalmente, y gracias a la comprensión de lo leído
para sí, su comunicación al público es fluida, al extremo que puede evidenciar su
aceptación o no del mensaje haciendo uso de la entonación que considera
pertinente.
El proceso de la lectura
A partir de los años cincuenta, las investigaciones sobre el funcionamiento de la
mente humana, y en particular sobre el proceso de lectura, han avanzado mucho
gracias a adelantos como la computadora. Ahora sabemos que leer es un
comportamiento adquirido como consecuencia de un proceso complejo que pone
en funcionamiento los dos hemisferios del cerebro; el hemisferio izquierdo del que
parte el pensar lógico-racional, permite ordenar las experiencias, analizarlas y
categorizarlas, y, el hemisferio derecho que nos hace percibir las imágenes,
donde se generan las representaciones e Intuiciones, y a partir del cual se
establecen relaciones entre partes diferentes e interrelaciones entre cosas y
sucesos.
103
cual, como en una registradora de gran capacidad. El destino siguiente es la
memoria de corto plazo, para ejecutar las operaciones de reconocimiento
lingüístico: identificación y discriminación de las letras según sus formas, por
ejemplo, la letra T con una línea horizontal en la parte superior y una línea vertical
central por debajo. Así se verifican los contornos gráficos de todas las letras que
forman el texto. Luego, se asocian los signos, apareciendo la palabra como
unidad lingüística, siendo posible diferenciar entre “sal” y “sol”. Esta operación usa
la memoria de largo plazo donde existen ya el alfabeto y un léxico mental
individual.
104
ninguna información nueva, hay que asociarlas para reconocer, en principio las
funciones que cada una cumple, esto se hace a partir de su agrupación en
unidades mayores como frases y oraciones según las claves o reglas que el
lector ha asimilado: orden de las palabras, palabras funcionales, significados de
las palabras, signos de puntuación. El nivel sintáctico, gramatical, sólo relaciona
las palabras según sus funciones pero no tiene en cuenta el significado de las
oraciones. Tomamos aquí dos oraciones mencionadas por Cuetos: “El perro
asustó al gato”, y, “El gato asustó al perro” cuya estructura es similar en términos
de sujeto-verbo-objeto, pero con significados diferentes que no se procesan en
esta fase, pues se trata solamente de revelar la arquitectura de la oración, de
comprender las claves gramaticales usadas. Cada idioma tiene las suyas. La
inclusión o no de signos puede cambiar una oración, por ejemplo, no es lo mismo
el enunciado: “Búscame cuando regrese Pedro”, a “Búscame cuando regrese,
Pedro”, donde se incluye la coma (,).
105
En suma, la actividad de la lectura supone la correcta ejecución de varias
operaciones mentales, cuya duración y articulación dependen de la forma de leer
de cada individuo. Hay todavía muchos aspectos referidos a este proceso que
continúan siendo investigados y sobre los que no existe consenso entre los
especialistas. No existen dudas, sin embargo, acerca de la importancia del
conocimiento previo como factor determinante para la comprensión lectora, a
partir del cual el individuo asiste al acto mejor preparado, es decir con hipótesis
de sentido ya elaboradas.
De: Hábitos de Lectura Ed. Instituto del libro y la lectura. Lima, 2001.
106
REFLEXIONES SOBRE EL PROCESO DE COMPRENSIÓN LECTORA
107
Pero, ¿cómo está organizado en nuestra memoria todo este cúmulo de
experiencias previas? Todo individuo, en condiciones normales, almacena
experiencias y conceptos mediante la formación de un sistema de categorías
basado en gran medida en patrones culturales y experienciales. Es bien conocido
el ejemplo de la cultura esquimal, que especifica un amplio sistema de categorías
para la cualidad “nieve”, mientras que en la cultura hawaiana la categorización de
dicho término existente. El objetivo de este sistema de categorías es el de ayudar
al individuo en la organización y comprensión de experiencias, facilitándole una
búsqueda rápida, en el centro de la memoria, de experiencias previas durante las
tareas de resolución de problemas. Un sistema determinado de categorías
funciona como una representación del conocimiento en la memoria, el cual puede
ser recuperado para darle sentido a una cosa, a una situación o a un concepto.
Sin embargo, la accesibilidad a determinados niveles de una categoría depende
en gran medida de las diferencias que presenta cada individuo con respecto a sus
experiencias, cultura e intereses particulares. Por ejemplo, un individuo que resida
en alguna región de la costa, y que muestre interés por la pesca, posee con toda
probabilidad una estructura cognitiva más detallada y, por ende, una mayor
accesibilidad a la categoría de “peces” o “sistemas de pesca”, mientras que otra
persona, residente en el interior del país, tendrá un sistema mucho menos
elaborado para esta categoría.
108
compras, matricularse en un curso en la universidad, ir a un restaurante, etc.; hay
otros incluso más abstractos, como los esquemas que involucran la resolución de
problemas (Rumelthart y Ortony, 1977). Otro ejemplo es el de los esquemas
elaborados que tienen los estudiantes para objetos como una motocicleta o un
computador.
109
Por medio de un trabajo metódico y controlado en clase es posible explotar e
incrementar el conocimiento que los estudiantes poseen acerca de un tema
determinado, antes de iniciar la etapa de lectura propiamente dicha. Para lograrlo
se pueden implementar algunas estrategias, como son, por ejemplo, las “guías
anticipatorios”, y la técnica común de las “las preguntas de sondeo”. Las “guías
anticipatorios” consisten en diagramas o cuadros cuyo objetivo es introducir un
tema específico, un capítulo, una lección, etc., en una forma atractiva, de tal
manera que logre activar las ideas u opiniones de los estudiantes que pueden ser
luego modificadas o confirmadas durante la fase de lectura, o reforzadas durante
la etapa de poslectura. Una de las ventajas de esta estrategia es que el profesor
puede apreciar el conocimiento previo que tienen los estudiantes sobre el tema,
para luego evaluar la manera cómo adquieren la nueva información. Desde este
punto de vista, las guías funcionan como un instrumento de diagnóstico. .
Conclusión
110