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Mateo y su gato rojo

Diseñar una portada con la idea que les sugiere el título


Se proporcionan a los niños datos del autor (con recortes de revistas y de cartulinas
dibuja a la autora y armamos ficha para el aula)
Quienes son los personajes principales. cuál es el personaje que aparece ultimo (los
dibujan en su cuaderno bitácora) y completamos ficha en el aula
Hay momentos en que el gato esta contento y feliz
Los sueños

SECUENCIA DE TRABAJO
UNA SECUENCIA POSIBLE DE TRABAJO Presentación En este caso se propone una
secuencia de lectura y escritura en torno al cuento Mateo y su gato rojo; y aunque no es
un texto de estructura repetitiva, consideramos que por diferentes motivos puede ser
rico a la hora de abordarlo para el trabajo en Boletín Abierto, en especial, porque cada
niño cuenta con un ejemplar del mismo. Para el desarrollo de esta propuesta de
enseñanza cada niño tiene la posibilidad de contar con un ejemplar o uno cada dos niños
y de este modo tener la oportunidad de transitar por diversas situaciones de lectura y
escritura con variados propósitos: • lectura por parte del maestro; • sucesivos
intercambios entre lectores; • lectura en parejas, • lectura por sí mismos; • escritura por
sí mismos (individualmente, en parejas) a partir de las lecturas realizadas. A lo largo del
tránsito por la secuencia es esperable que los niños demuestren que les hemos
enseñado: 1- Que conocen profundamente el cuento en dos sentidos: que conozcan los
detalles del relato porque lo han escuchado leer un número exagerado de veces y que
conozcan el libro, en qué página encontrar cada expresión, porque han seguido la
lectura y revisado el libro por sí mismos y a pedido del maestro, en busca de ciertos
datos solicitados por el maestro en el contexto de la secuencia. 2- Que pueden localizar
en el cuento ciertos fragmentos significativos, divertidos, importantes. 3- Que han
realizado junto con el docente listados de elementos que aparecen en el relato y los
mismos aparecen en el lugar de trabajo como parte del ambiente alfabetizador. 4- Que
han realizado múltiples escrituras a partir de las múltiples lecturas de Mateo y su gato
rojo, y que, como producto de las mismas, aparecen en el espacio repertorios de
palabras a los que los chicos ubican muy bien y pueden tomar como referencia en el
momento de abordar distintas propuestas tanto de lectura como de escritura. 5- Que se
atreven a emprender escrituras por sí mismos: a- de palabras como pueden ser los
personajes y elementos que aparecen en el cuento y b- escrituras intermedias. 6- Que
escriben de manera relativamente completa un listado no menor de ocho o diez
palabras de las que se han trabajado en el cuento y que pueden acudir al ambiente a fin
de completarlas, corregirlas etc. Los momentos son instancias donde prevalece lo que se
enuncia en el título, pero en los mismos siempre se alternan situaciones de lectura y de
escritura. Es factible que esos momentos en algunas ocasiones perduren más de una
clase. El maestro presenta el libro, hace referencia al título y al autor. Comenta con los
niños que éste es uno de los libros que este año cada uno de ellos se llevará para su
propia biblioteca familiar, para compartir con las familias, para leer en las vacaciones.
También el maestro pregunta si alguien lo conoce. Si alguno de los niños lo conoce y
recuerda, el docente les puede comentar que sería bueno volverlo a leer para recuperar
algunos detalles, para que los compañeros que no lo conocen lo hagan, etc. Los
maestros escriben los datos del autor y del nombre del libro en un afiche para que
quede disponible como referencias seguras. Durante la lectura Los maestros leen el
cuento completo sin saltear párrafos ni sustituir palabras variando el tono de voz para
marcar los cambios de personajes, sus estados de ánimo, los diferentes climas de la
historia. Procuran transmitir con la lectura el efecto que el cuento le produce al lector:
miedo, sorpresa, tranquilidad, emoción… Prestan atención al interés y otras reacciones
de los niños durante la lectura Después de leer Inician el intercambio partiendo de una
contribución de un niño, si la hubiese, en la medida que suponga un desafío para todos.
O bien, comenzar desde las emociones, efectos, impactos que ha causado la historia,
algún pasaje, diálogo o personaje en particular. En todos los casos, se trata de una
impresión global sobre lo leído para ir profundizando en desentrañar el sentido del texto.
Se podría comenzar el intercambio con una pregunta abierta que permita al docente
observar por dónde “entran” los niños al texto, como por ejemplo: “¿Por qué el gato y el
ratón del cuento habían perdido su sonrisa?” o bien, ¿Qué cosas dibuja Mateo para que
el gato rojo esté contento y feliz?” Comunicar el propio impacto o apreciación del
maestro: Me gustó mucho cuando Mateo dibujó un ratón para que el gato se sintiera
feliz. Pero preocupado agregó un cartel a su dibujo. ¿Qué decía ese cartel? (“En medio
del sueño otra idea lo sobresaltó: abrió el cuaderno y agregó un cartel: POR FAVOR NO
ME COMAS”.) ¿Se acuerdan dónde está esa parte? busquemos en el texto donde está. O
bien Me gustó mucho cuando el gato y el ratón se hacían compañía, ¿Se acuerdan qué
cosas hacían juntos?, (“Ahora se hacían compañía. // A veces encontraba al ratón en el
lomo del gato o al gato lamiendo al ratón”). Busquemos en el texto donde está esa
parte, se los leo y me paran dónde eso aparece. Es decir, sostener y profundizar el
intercambio volviendo al texto y discutiendo sobre lo leído con todo el grupo (por lo que
dice, por cómo se dice). Es interesante releer en voz alta y para todos con distintos
propósitos: para hacer notar la belleza de una expresión o advertir la intervención de un
personaje o la parte más atrapante de la historia; para precisar una interpretación que
resulte dudosa o para confirmar o rectificar apreciaciones diferentes cuando se genera
una discrepancia entre los niños. ¿Por qué Mateo ya no dormía y espiaba entre las hojas
de su cuaderno? ¿Qué comprendió Mateo después de tanto pensar? ¿Por qué Mateo
finalmente dibujó una ventana, una luna y un cielo de estrellas? Como el cuento tiene
una diagramación y textualidad muy rica (diferentes tipos de letra; juego entre colores
en la tipografía rojo- negro- blanco; estrategias de ilustración propias de la historieta
cuadro a cuadro en algunos fragmentos; resaltamiento de palabras clave ya sea por
color o por subrayado, onomatopeyas con una diagramación vistosa, etc.) será
interesante focalizar en algunos aspectos significativos. Además, el final requiere
necesariamente de inferencias por parte del lector: abre a una imaginación desplegada
por la belleza de la narración (¿qué era lo que ponía tan triste a gato rojo y a ratón?
¿Qué es lo que Mateo finalmente comprende?¿ etc.) y que no se desprende
directamente del texto. Algunas actividades posibles son, por ejemplo, en la parte en
que dice “Pero al cabo de un tiempo, tanto el ratón como el gato habían perdido su
sonrisa”, preguntarles por la forma en que gráficamente las autoras dan cuenta de ese
paso del tiempo (lo que puede llevar a hacer una descripción escrita de esas
ilustraciones secuenciadas). Compararlo con la estrategia gráfica en el momento en que
Mateo está pensando acodado en la baranda. (“Estuvo pensando largo tiempo... hasta
que comprendió.”). Al comienzo y al final, se reiteran algunas palabras y estructuras,
pero con modificaciones: “A Mateo le regalaron un cuaderno de tapa dura y páginas
blanquísimas, sin líneas, que invitaban a dibujar” /// “A la mañana siguiente, las hojas de
su cuaderno volvieron a ser blanquísimas, sin líneas, y lo invitaban de nuevo a dibujar”.
En el medio, en el acontecer del relato, algo pasó, algo se modificó. Es posible analizar
con los chicos estos sutiles cambios en la escritura (“volvieron a ser...”, lo invitaban de
nuevo.... etc. ) y pensar los motivos de esta elección textual. Los maestros les cuentan a
los niños que recibirán un ejemplar del mismo libro que estuvieron leyendo en la última
sesión de lectura. En este momento es importante que tengan un tiempo para explorar
el ejemplar en sus manos. Que lo abran, lo miren y lo abran y lo vuelvan a mirar varias
veces para que se encuentren con pasajes conocidos, con ilustraciones que
seguramente permitirán evocar el relato. Cuando los maestros consideren que pueden
retornar a una instancia colectiva, solicita que cada uno en su ejemplar lea dónde dice
Mateo y su gato rojo, dónde el nombre del autor , de dónde hasta dónde está el nombre
y el apellido. Pide justificaciones sobre cómo advierten que allí dice eso que estaban
buscando, alienta a los que no marcan el segmento adecuadamente o se muestran
inseguros busquen en el cartel del aula dónde dice. Antes de comenzar a leer todo el
cuento se sugiere que localicen ciertos pasajes ya muy conocidos por los niños a modo
de tener los “más a la vista” para cuando se haga la lectura sostenida por parte del
maestro y ellos la sigan. Por ejemplo: el inicio, el fin. Algunos fragmentos con letra
especial que rompe con la tipografía general (“prrrrrrrrrrrrrrrr”; “¿TENDRÁ HAMBRE?” , “A
la noche se le ocurrió una buena idea”; “POR FAVOR NO ME COMAS”, etc. Al leer, el
maestro está cerca del grupo de niños para seguir la lectura, va indicando por dónde va
leyendo y reorienta cómo van siguiendo la lectura. En esta instancia los niños ya han
tenido muchas oportunidades de escuchar leer el cuento, de tenerlo en sus manos y de
haber localizado ciertos fragmentos. Los maestros podrían: • Retomar la pregunta
realizada anteriormente: ¿Qué cosas dibuja primero Mateo para que el gato rojo esté
contento y feliz? Vamos a ver dónde dice qué dibuja Mateo. O bien “Cuando finalmente
comprende, ¿qué cosas dibuja Mateo para su gato rojo y su ratón?” y solicitar a los niños
que localicen dónde dice que eso sucede. Buscar pistas en el texto. Para algunos niños
será necesario que el maestro circunscriba el/los pasajes señalando en qué página
hallarlo. • En la página XXX (nota: el libro no está numerado, por cuanto el docente
tendrá necesariamente que mostrar en caso que la actividad lo requiera, la página
exacta pertinente) aparecen algunos elementos que Mateo dibujó a su gato: pelota
saltarina; ovillo de lana, almohadón mullido. ¿Dónde están escritos? Los maestros dan
tiempo para que cada uno con su ejemplar busque dónde dice y puedan dar `pistas de
como advirtieron que ahí dice lo que dice. • Se puede buscar en el texto dónde dice que
(diferentes ejemplos posibles): tanto el ratón como el gato habían perdido su sonrisa;
donde dice que dibujó una ventana, luna y cielo con estrellas (encontrar, analizar,
reflexionar acerca de palabras clave, etc.) • Leer entre todos y con el texto a la vista
determinado fragmento completo que resulte interesante (por ejemplo el momento en
que a doble página Mateo no puede conciliar el sueño, previo a la idea final que resuelve
el relato) Seguramente en el aula ya estarán escritas y a la vista de los niños algunas
frases y palabras significativas del texto que conformarán, a medida que se utilicen al
momento de escribir en otro repertorio disponible del ambiente alfabetizador con el que
ya cuentan los niños. Otras sugerencias posibles: • Listar los animales que participan en
el cuento (gato y ratón) • La lista de los objetos que Mateo va dibujando en el orden que
aparecen para que el gato recupere su sonrisa (plato, almohadón, ovillo, pelota) • Listar
los objetos que Mateo dibujó cuando el gato y el ratón perdieron su sonrisa (ventana,
luna, cielo, estrellas) • Opciones para escrituras en parejas o por sí mismo: ¿Qué parte
de ratón te sirve para ratoncito? (lo mismo con: cuaderno; gato; pelota, queso, ovillo,
cielo, estrellas, etc. etc.) • Escribí qué cosas hacían juntos el gato y el ratón. (algunas de
las escrituras están en el libro por lo que los niños pueden ayudarse recuperando la
página donde se encuentran) (anexo 1) Otras requieren de escrituras que no están
presentes pero sí incluyen palabras que están en el cuento y los niños pueden
recuperarlas, si lo necesitan, como fuente de información. Por ejemplo: “jugaban a la
pelota”, “tomaban la leche y comían queso” (anexo 2) • Reescribir un episodio de la
historia por ejemplo: - “Escribí qué otras cosas hubiera dibujado Mateo para su gato y su
ratón?” -“Escribí qué pasó con gato y ratón luego que Mateo les dibujó la ventana y el
cielo estrellados” -“Escribí qué habrá dibujado Mateo cuando vio finalmente que las
hojas de su cuaderno volvían a ser blanquísimas `y lo invitaban a dibujar´?” -¿Qué
estarán pensando el gato y el ratón? (anexo 3) • Situación de copia: ¿Qué dice el cartel
del ratón? Podés ayudarte con el cuento.(anexo 4) • En una de las páginas Mateo pensó
en lo que gato necesitaría para ser feliz (ovillo, almohadón, etc.): escribí lo que dibujó y
los motivos por lo que dibujó. Recordá que podés ayudarte con el libro. (Si ni logra
evocarlo el maestro lee esa parte). • Recomendá por qué otro niño debería leer este
cuento. • ¿Qué les contarías a otros nenes que no conocen el cuento

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