Publicado en 16 Noviembre 2010 por José Guerra Omo Obatala Awo ni Orula OjuaniBosa in IFA
En el centro de la teología de Ifá se encuentra la idea de que cada persona elige
un destino para vivir en este mundo. De acuerdo con la tradición, cuando un niño nace, el viaje por el conducto uterino hace que olvide los detalles de su destino escogido. El propósito de la iniciación en Ifá es un esfuerzo para volver a despertar la memoria del convenio original entre el Ser y la Creación. (Falokun; Pág 66). La idea del destino en la Teología de Ifá está basada en el acuerdo entre el Ser y El Creador. Este acuerdo es olvidado en el momento del nacimiento y es mediante un proceso de alineamiento personal con el destino que cada quien recordará el contenido de ese acuerdo. Este acuerdo es guiado por las fuerzas de Olodumare, Elá y Obatalá, otro orisha yoruba, al descender el poder espiritual de la creación desde el Reino Invisible de los Antepasados a la Tierra (Op. Cit; Pág. 65). Según la tradición oral y la escrita de Ifá, el contenido de cada acuerdo es registrado por Orula a quien por esa razón se refieren como Elerii Ikpin, o Testigo del Destino. Al respecto, Natalia Bolívar (1995) expresa refiriéndose a este momento: "[...] que escoge su destino en el cielo en presencia de Orula" (Pág. 131). No obstante, no se trata de una idea de destino fija e inalterable. La posibilidad de rememorar el acuerdo con Dios es una cuestión individual y voluntad personal. Este acuerdo establece líneas de destino dentro de las fronteras del potencial personal de un individuo. Estas líneas de destino pueden ser captadas o ignoradas, usadas o descartadas, basándose en los elementos de libre albedrío y libre elección. Sin embargo una vez que un destino en particular ha sido abrazado, los principios orientadores de los Odu o signos (el presagio de Ifá) tendrán un impacto claro e inalterable en el desenvolvimiento de esa elección (Falokun; pág 65). El destino en la teología yoruba es una categoría multidimensional. De esta manera el destino es pensado como la posibilidad que tiene el Ser de desarrollarse en un contexto determinado, mediante sus elecciones personales, y con ciertos aspectos inmutables en la vida. (Op. Cit; 44) Los elementos del destino personal que cambian como resultado de las opciones que se tienen disponibles en el trascurso de la vida se conocen como Akunlegba. En un sentido, se tratan de opciones que limitan o expanden otras opciones. Se relaciona con lo que en Occidente se denomina libre albedrío, pero en aspectos vinculados con la potencialidad del Ser para alcanzar su destino(Ibidem). La parte del destino individual que es creada por la elección individual de la persona se conoce en términos teológicos como Akunleyan. Una persona puede haber escogido un destino determinado, pero también puede escoger ignorarlo. De la misma manera, algunas elecciones personales pueden derivar en la dificultad o imposibilidad de realizar el destino escogido, debido a infortunios, o cambios profundos en la vida de la persona (Ibidem) Finalmente, los aspectos del destino que no pueden ser alterados se conocen con el nombre de Ayanmo. Un ejemplo de este aspecto sería el momento predeterminado de la muerte. Esta fecha difícilmente podrá ser extendida, aunque por medio de elecciones inadecuadas podría llegar prematuramente. “En términos muy simples, el concepto de àyànmó sugiere que cada persona tiene un rango de potencial en ciertas áreas dadas que no puede ser extendido más allá de un cierto punto” (Op. Cit; 45) del comunicador o portavoz del sistema de adivinación de Ifá por mandato del Ser Supremo(Ibidem). Compartir este post