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La neuroteología, también conocida como bioteología o neurociencia espiritual (en
inglés, spiritual neuroscience1), es el estudio de las actividades neuronales relacionadas con
experiencias subjetivas de espiritualidad, ofreciendo un conjunto de hipótesis que explican
este fenómeno, en lo que se distingue por ejemplo de una disciplina afín, la Psicología de la
religión. Quienes sostienen estas ideas afirman la correspondencia de
bases neurológicas y evolutivas con una amplia gama de experiencias subjetivas,
tradicionalmente categorizadas como experiencias religiosas.2
Índice
1Terminología
2Metodología
3Trabajo teórico
4Trabajo experimental
o 4.1Estudios de estimulación magnética
o 4.2Neuropsicología
o 4.3Neuroimagen
o 4.4Psicofarmacología
5Críticas
o 5.1Críticas filosóficas
o 5.2Críticas científicas
6Véase también
7Referencias
8Enlaces externos
Terminología[editar]
Aldous Huxley utilizó el término por primera vez en su novela utópica La Isla. Ésta disciplina
estudia la base neurocognitiva de la experiencia religiosa y la espiritualidad. Huxley lo utiliza
principalmente bajo un contexto filosófico.
En un intento por centrar el creciente interés en este campo de estudio, en 1994 el
educador Laurence O. McKinney publicó el primer libro sobre el tema, titulado Neurotheology:
Virtual Religion in the 21st Century, destinado al público en general. De acuerdo a McKinney,
la neuroteología sienta las bases para investigar el surgimiento de las religiones desde el
reciente desarrollo de los estudios neurofisiológicos del ser humano.
Actualmente, el uso del término neuroteología en trabajos científicos publicados es poco
común. Una búsqueda en el servicio de indexación de citas provisto por el Instituto de
Información Científica presenta sólo cinco artículos; tres de ellos se publicaron en la
revista Zygon: Journal of Religion and Science, mientras que dos se publicaron en la American
Behavioral Scientist. En ocasiones, el término es utilizado en un contexto filosófico y, de
acuerdo a los principios de la comunidad científica, califica como pseudociencia.
Sin embargo, durante todo el siglo XX se ha realizado esporádicamente investigación
científica sobre la base neural de la espiritualidad.
Metodología[editar]
El campo de la neuroteología, al igual que la neurociencia en general, se ha servido de las
técnicas de neuroimagen para llevar a cabo sus experimentos. Los equipos de MRI son
preferentemente usados para investigaciones de esta índole, pero requieren de distintos
programas y especificaciones dependiendo del tipo de imagen que se quiere obtener, su
localización en el cerebro y la claridad deseada.3 La neuroimagen se divide claramente en dos
categorías:
Trabajo teórico[editar]
Andrew B. Newberg y otros describen los procesos neurológicos que son impulsados por la
estimulación repetitiva y rítmica típica de los rituales humanos, y que contribuye a la liberación
de sentimientos trascendentales de conexión a una unidad universal.
Sin embargo, también afirman que la estimulación física por sí sola no es suficiente para
generar experiencias trascendentales de unidad. Para que esto ocurra, aducen que debe
haber una combinación de la estimulación rítmica con ideas. Una vez que esto ocurre "... el
ritual se convierte de una idea significativa a una experiencia visceral".
Por otra parte se dice que los seres humanos se ven obligados a actuar mitos debido a las
operaciones biológicas del cerebro a causa de lo que ellos llaman la "tendencia innata del
cerebro para convertir pensamientos en acciones ".
Eugen Drewermann, uno de los teólogos más destacados y polémicos hoy en día en Europa,
ha desarrollado con base en la investigación neurocientífica actual, una crítica radical de las
concepciones tradicionales de Dios y el alma, y una reinterpretación radical de la religión a la
luz de la neurología, en dos tomos monumentales: Modern Neurology and the Question of
God (Neurología moderna y la cuestión de Dios), publicados en 2006 y 2007.
Sin embargo, también se ha argumentado que "la neuroteología debe concebirse y practicarse
dentro de un marco teológico".
Trabajo experimental[editar]
Estudios de estimulación magnética[editar]
Los primeros estudios en los años 50 y 60 intentaron usar EEG. para estudiar los patrones de
ondas cerebrales relacionadas con estados "espirituales".
Michael Persinger realizó durante la década de 1980 estudios mediante la estimulación
del lóbulo temporal del cerebro de individuos de estudio con un débil campo magnético,
utilizando un aparato que se le conoce popularmente como el "Casco de Dios". Los sujetos de
estudio dijeron tener una sensación de "una presencia etérea en la sala". Sin embargo, estos
estudios ha sido recibidos con mucho escepticismo.
Neuropsicología[editar]
El primer investigador en considerar y catálogar las experiencias anormales relacionadas con
la epilepsia del lóbulo temporal (ELT) fue el neurólogo Norman Geschwind, quien señaló una
serie de rasgos de comportamiento religioso asociado con convulsiones propias de la ELT.
Estas incluyen hipergrafía, hyperreligiosidad, reducción del interés sexual, desmayos
y pedantería, a menudo en conjunto atribuido a una condición conocida como Síndrome de
Geschwind.
Vilayanur S. Ramachandran, usando la respuesta galvánica de la piel que se correlaciona con
la activación emocional, buscó determinar si el hiperreligiosidad vista en la ELT se debía en
general a un estado emocional severo, o era específico al estímulo religioso. Después de
presentar a sujetos de estudio palabras neutrales, cargadas sexualmente y religiosas mientras
registraba su repuesta galvánica, Ramachandran fue capaz de demostrar que los pacientes
con epilepsia del lóbulo temporal mostraron una respuesta emocional mayor a las palabras
religiosas, menor a las palabras sexualmente cargadas, y normal a las palabras neutrales.
Estos resultados sugieren que el lóbulo temporal medial está específicamente involucrado en
la generación de algunas de las reacciones emocionales asociadas a palabras religiosas,
imágenes y sínculo.
Neuroimagen[editar]
Algunos estudios han utilizado la neuroimagen para localizar regiones del cerebro que se
activan específicamente durante las experiencias que los sujetos asocian con sentimientos
"espirituales", consistentes con la tesis de McKinney, quien aduce que los sentimientos
asociados con la experiencia religiosa son aspectos normales de la función cerebral en
situaciones extremas, más que originados por una comunicación con Dios.
Sin embargo, la neuroimagen se llevó a cabo cuando las monjas recordaban estados místicos
del pasado en lugar de experimentar estados místicos presentes. "A los sujetos se les pidió
recordar y revivir (con los ojos cerrados) la experiencia mística más intensa que hubieran
sentido alguna vez en su vida como miembros de la Orden Carmelita". Esto entraría en lo que
se llama estado-específico de la memoria. En otras palabras, no se puede recrear un estado
místico recordando una experiencia mística, más de lo que uno puede emborracharse al
recordar un momento en el que en realidad se estaba borrachos.
Harris y sus colaboradores han tomado un acercamiento diferente al de los investigadores
previos primero enfocándose en los mecanismos y estructuras asociados en la creencia, no
creencia e incredulidad de un individuo para luego enfocarse en los mecanismos que
diferencian a la creencia religiosa de la no religiosa. En vez de optar por buscar un de los
llamados centros espirituales se enfocó en explicar la diferencia entre los procesos cognitivos
que envuelven la creencia para luego darle más profundidad en su segundo experimento.
Durante su primer experimento4 se usaron imágenes de resonancia magnética funcional de
catorce adultos sacadas mientras hacían juicios sobre la veracidad de un planteamiento
escrito para determinar que partes del cerebro se activaban al creer, no creer o estar inseguro
sobre algo. Se encontró que los tres estados activaban distintas partes de la corteza parietal y
pre frontal también se determinó que al decidir que algo es cierto o no esa información
subsecuentemente se usará para otras decisiones que determinan respecto al
comportamiento y/o emociones humanas. En el segundo experimento5 intentan encontrar las
áreas del cerebro que se activan con la creencia religiosa y contrastarlas con las que se
activan con la creencia en términos generales. El estudio se hizo con neuroimagenes
funcionales de dos grupos de quince individuos cada uno: el primero de cristianos devotos y el
segundo de personas devotamente no-religiosas. La creencia se encontró íntimamente atada
al funcionamiento de la corteza ventromedial prefrontal, que a su vez se asocia con el
comportamiento con fin de recompensas y las asociaciones emocionales, sin importar el
‘tema’ que se creía.
Kapogiannis y compañía investigaron, mediante la comparación de estructuras cerebrales de
creyentes y no creyentes, la variabilidad religiosa basado en variabilidad neuronal. Los
investigadores realizaron imágenes de sMRI (MRI estructural) en los cerebros de 40 adultos
saludables que reportaron distintos grados y patrones de religiosidad. Se identificaron cuatro
componentes de religiosidad en los participantes para compararlos con el volumen de las
regiones corticales del cerebro. En el estudio se encontró que el experimentar una relación
íntima con Dios y participar activamente en comportamiento religioso se asocia a un
incremento en volumen de la corteza temporal mediana derecha. En cambio experimentar
miedo a Dios se asoció con menos volumen de las áreas del precuneo y la corteza
orbitofrontal izquierda. Por último un grupo de rasgos asociados con el pragmatismo y duda a
cerca de la existencia de Dios se asoció con mayor volumen del precuneo derecho mientras
que la variabilidad en la educación religiosa temprana no se asoció a ningún cambio en los
sujetos del experimento.6
Psicofarmacología[editar]
Algunos científicos trabajan en la hipótesis de que la base de la experiencia espiritual surge en
la fisiología neurológica. Se sugiere que un aumento de los niveles de N-Dimetiltriptamina en
la glándula pineal contribuye a la sensación de experiencias espirituales. Estudios científicos
que confirmen esto aún no han sido publicados.
También se ha sugerido que mediante la estimulación del lóbulo temporal por ingredientes
psicoactivos de ciertos hongos se pueden imitar experiencias religiosas. Esta hipótesis ha
encontrado su validación de laboratorio con respecto a la psilocibina.
Se ha encontrado una alta correlación entre la liberación de serotonina y dopamina, químicos
del sistema de recompensa del cerébro humano, y la creencia religiosa. El estudio7 de Schjødt
et al. estableció que el cerébro trataba al acto de oración como otra obra para recompensar,
como lo son muchas tareas repetitivas, en cristianos daneses.
Críticas[editar]
Los intentos por armonizar un enfoque materialista como la neurociencia a la espiritualidad
han atraído a muchas críticas. Algunas de las críticas son filosóficas, y tratan de la
incompatibilidad (percibida) entre la ciencia y la espiritualidad, mientras otra son más
metodológicas, y tratan con temas de estudio de una experiencia tan subjetiva como la
espiritualidad.
Críticas filosóficas[editar]
Los críticos de este enfoque, como el filósofo Ken Wilber y erudito religioso Huston Smith, ven
las formulaciones más materialistas de la experiencia espiritual como ejemplos de
reduccionismo y cientificismo que sólo buscan los aspectos empíricos de los fenómenos, sin
incluir la posible validez de la experiencia espiritual con toda su subjetividad.
Críticas científicas[editar]
En 2005, un equipo liderado por Pehr Granqvist, psicólogo de la Universidad
de Upsala en Suecia, puso en duda los hallazgos Michael Persinger, en un artículo publicado
en Neuroscience Letters. Granqvist afirmó que el trabajo de Persinger no era "doble ciego".
Los participantes eran a menudo estudiantes de postgrado que sabían qué tipo de resultados
se esperaban, y existía el riesgo de que las expectativas de los experimentadores se
transmitirían a los sujetos por señales inconscientes.
Los participantes recibieron con frecuencia una idea del propósito del estudio cuando se les
pedía que rellenaran cuestionarios diseñados para probar su sugestionabilidad a experiencias
paranormales antes de que los ensayos se realizaran.
Granqvist y su equipo no pudieron replicar los experimentos "doble ciego" de Persinger, y
concluyeron que la presencia o ausencia del campo magnético no tenía ninguna relación con
cualquier experiencia religiosa o espiritual informada por los participantes, sino que estaban
presagiadas en su totalidad por la sugestión y rasgos de personalidad. Tras la publicación de
este estudio, el equipo de Persinger respondió en Neuroscience Letters y en un intercambio
de correos electrónicos disponible al público entre Persinger y Granqvist.
El experimento de Sam Harris fue financiado por la institución Project Reason, una
organización que promueve al conocimiento científico y los valores laicos, de la cual es
miembro fundador y actual CEO. Esto podría considerarse como un conflicto de intereses ya
que esta fundación tiene muchas conexiones con el movimiento del nuevo ateísmo.
Véase también[editar]
Autotrascendencia
Cerebro
Misticismo
Meditación
Casco de Dios
Budismo y ciencia
Referencias[editar]
1. ↑ Biello, David (3 de octubre de 2007). «Searching for God in the Brain». Scientific American.
Archivado desde el original el 11 de octubre de 2007. Consultado el 7 de octubre de 2007.
2. ↑ Gajilan, A. Chris (5 de abril de 2007). «Are humans hard-wired for faith?». Cable News
Network. Consultado el 9 de abril de 2007.
3. ↑ Keller, S.S. (2009). «Measurement of Brain Volume Using MRI: Software, Techniques,
Choices and Prerequisties.». The Journal of Neuroscience 47 (29): 127-151.
4. ↑ Harris, Sam; Sheth, SA & Cohen, MS (2007). «Functional Neuroimaging of belief, disbelief,
and uncertainty.». Annals of Neurology 63 (2): 141-147.
5. ↑ Harris, Sam; Kaplan, JT, Curial, A, Cohen, MS. The Neural Correlates of Religious and
Nonreligious Belief.
6. ↑ Kapogiannis, Dimitrios; Barbey, A.K, Su, M, Kreuger, F, Grafman, J (septiembre de
2009). Neuroanatomical Variability of Religiosity.
7. ↑ Schjødt, Uffe; Hans Stødkilde-Jørgensenb, Armin W. Geertza, Andreas Roepstorfff (octubre
de 2008). «Rewarding prayers». Neuroscience Letters 443 (3): 165-168.
Enlaces externos[editar]
¿Dios creó al hombre o el hombre creó a Dios?, artículo en El País
El cerebro está profundamente implicado en las experiencias místicas
Categorías:
Neurología
Psicología de la religión
Teología