En el tradicionalismo Yorubá también hay una versión que dice que "Áboru Aboyè
Abosísé" se refiere a 3 hijos, o discípulos, de Òrúnmìlà.
Estas historias son el corazón interpretativo de los Oddun o signos de Ifa, con el
conocimiento profundo de ellas el babalawo logra comprender la raíz de las
cuestiones que consulta o adivina.
Así también surge que debe hacerse (Ebo) para que cuestiones negativas sean
detenidas o vencidas, o por el contrario, las condiciones favorables de la consulta
se fortalezcan y concreten.
El babalawo representa en la tierra a Orúnmila, Orisha de la adivinación.
Un Oddú de Ifa cuenta la historia de un poderoso rey que tenía presos a todos los
babalawos excepto a Ogunda Meyi y este fue citado a presentarse a casa del rey
y antes de partir hizo su consulta de Ifa de la que surgió que debía cocinar tres
gallinas y llevarlas en su jaba.
Cumplido esto por el camino se sentó a la orilla del río debajo de una mata y vio a
una mujer lavando.
Entablando conversación con ella la mujer le dijo: Cuidado veo trampas, la cepa
de plátanos no pare. El babalawo antes de partir le dio una gallina en
agradecimiento y le preguntó como se llamaba y que la vería a su regreso, ella le
respondió Iború.
Continuando su camino encuentra a otra mujer recogiendo leña en el bosque y
esta le dice: cuidado, a todas las gentes las tienen presas
Al llegar Ogunda Meyi a casa del rey este le dice: te estaba esperando porque en
la otra habitación tengo a una pariente en estado en una cama y quería ver que
ebo hay que hacer para que pudiera parir bien.
A lo que el babalawo le respondió que no había que hacer ningún ebo por cuanto
lo que había en la cama era una cepa de plátanos y esta no puede parir.
También le dijo que soltara a todos los babalawos que tenía presos para que sus
cosas mejoraran y que él lo que deseaba era casar a su hija.
El rey desconcertado viendo que todo lo que Orúnmila le había dicho era verdad,
soltó a todos los babalawos presos.
Estos al verse libres le dijeron modupué (gracias) a lo que Ogunda Meyi les
respondió que esto les había sucedido por no hacer las obras (eboses) que eran
marcadas en sus respectivas consultas a
Ifa y que desde ese día había que decir Iború, Iboyá, Ibosheshé.
Luego Orúnmila regresa y contrae matrimonio con las tres mujeres.