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Derivados Del Ácido Enólico
Derivados Del Ácido Enólico
Se introdujeron a finales de los años setenta como AINE de semivida larga, lo que permite
una sola dosis diaria. Destacan piroxicam, tenoxicam y meloxicam (este último, inhibidor
selectivo de la COX-2, se estudiará más adelante). Los dos primeros comparten las
acciones propias de los AINE, siendo potentes antiinflamatorios, analgésicos,
antipiréticos y antiagregantes plaquetarios. Ambos fármacos son muy similares y la única
diferencia es la semivida plasmática. El piroxicam se acumula en el líquido sinovial,
donde alcanza concentraciones similares a las plasmáticas, mientras que el tenoxicam Io
hace en una proporción del 50 %.
Son derivados del ácido N-fenilantranílico introducidos en los años cincuenta, aunque
han tenido poca aceptación. Destacan entre otros el ácido mefenámico, que se usa como
analgésico (250 mg cada 6 horas), y el ácido meclofenámico, que se usa como analgésico
(50-100 mg cada 4-6 horas) y como antiinflamatorio (50 mg cada 6 horas). Los
principales efectos adversos son los gastrointestinales que aparecen hasta en el 25 % de
los pacientes y que se manifiestan por dispepsia, diarrea (a veces muy intensa), esteatorrea
e inflamación intestinal. La anemia hemolítica puede aparecer esporádicamente.
*Meloxicam: Pertenece al grupo de los derivados de ácidos enólicos (oxicams) pero con
mayor selectividad por inhibir la COX-2, Es similar a los siguientes y se usa en dosis de
7,5-15 mg'día.
*Nimesulida: Es una sulloanilida con selectividad para inhibir la COX-2 que, además,
posee acciones antioxidantes. Se usa en dosis de 100 mg cada 12 horas por vía oral o por
via rectal duplicando la dosis. En algunos países se ha retirado por sus efectos adversos
hepáticos.
*Etodolaco: Pertenece al grupo de los derivados del ácido acético —indolacéticos— pero
presenta mayor selectividad para inhibir la COX-2. Es similar a los anteriores en su
actividad tanto analgésica como antiinflamatoria, aunque parece poseer, además, acción
uricosúrica. Fs eficaz en el tratamiento de artritis y artrosis. Se usa en dosis de 200-400
mg/día, en varias tomas o en dosis única en su preparado de liberación sostenida. Produce
menos efectos adversos, en general, que otros AINE.
*Celecoxib: Introducido en 1998, es similar al rofecoxib. La absorción es moderada y los
datos sobre su uso en la insuficiencia renal o hepática indican (a diferencia del rofecoxib,
que es menos claro) que las concentraciones plasmáticas disminuyen y aumentan,
respectivamente, y por lo tanto hay que ajustar las dosis. Se metaboliza en el hígado por
CYP2Cg. Se usa como analgésico y antiinflamatorio en dosis de 100- 200 mg cada 12-
24 horas.
Como se ha mencionado previamente, las plaquetas sólo contienen COX-I, que el ácido
araquidónico en TXA2; por lo tanto, los Inhibidores de la COX-I son capaces de producir
este efecto antiplaquetario. Sin embargo, los inhibidores selectivos de la COX-2 producen
una relativa reducción en la producción endotelial de prostaciclina sin afectar la
producción de tromboxano por la plaqueta, de ahí que produzcan un aumento del riesgo
de fenómenos trombóticos. En el riñón, la disminución de prostaglandinas
vasodilatadoras disminuye el flujo sanguíneo renal y la tasa de filtración glomerular,
especialmente en los pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva, ascitis o
insuficiencia renal crónica, en los que la vasodilatación renal depende más que en los
individuos sanos de la síntesis local de prostaglandinas. En el riñón, estos efectos están
mediados fisiológicamente por las dos isoenzimas, COX-I COX-2. Además, los AINE
estimulan la retención de sodio y agua al inhibir la reabsorción de Cl- inducida por
prostaglandinas y por la ADH, lo que puede originar edema en algunos pacientes y
contrarrestar la eficacia de tratamientos antihipertensivos. El riesgo cardiovascular de los
AINE se manifiesta por un aumento del riesgo de fenómenos trombóticos, infarto de
miocardio e ictus y por una mayor incidencia de insuficiencia cardíaca e hipertensión.
Conocer el grado de inhibición de la COX por parte de los AINE es muy importante para
interpretar los diferentes ensW0s clínicos y ayuda a entender las posibles discrepancias
de ensayos como CLASS (celecoxib frente a ibuprofeno), VIGOR (rorecoxib frente a
naproxeno) o EDGE (etoricoxib frente diclofenac)
*Estados febriles: Los AINE son los fármacos más empleados para disminuir la fiebre
tras procesos infecciosos o sistémicos.
*Dolor: Son analgésicos de potencia media, aunque alguno de ellos puede alcanzar
potencias similares a la de los opiáceos, con los que también pueden asomarse (codeína).
Se utilizan en artralgias, mialgias, neuralgias, cefaleas, dolores radiculares, producidos
por infecciones (otitis), dolores postoperatorios, dismenorrea, etc.
*Niños: Sólo deben usarse fármacos muy conocidos: paracetamol e ibuprofeno son los
más empleados.
*Consideraciones económicas. A falta de criterios más sólidos para elegir uno u otro
AINE, debe tenerse en cuenta el coste para el paciente y para los sistemas sanitarios, ya
que las diferencias pueden ser enormes entre las clásicos y los recientemente introducidos.
INTERACCIONES
La mayoría de los AINE se unen en gran proporción a proteínas plasmáticas, por lo que
pueden desplazar de su unión a otros fármacos. También son muy frecuentes las
interacciones de tipo farmacodinámico.
ASPIRINA
Una dosis aguda de 200-300 mg/kg de aspirina es tóxica; la ingestión de 500 mg/kg es
potencialmente mortal. las manifestaciones iniciales de la toxicidad aguda por salicilato
son acúfenos y otras alteraciones auditivas, hiperventilación, vómitos e hipertermia (a
veces deshidratación grave). A menudo, la alcalosis respiratoria es seguida de acidosis
metabólica y puede asociarse con alteraciones del nivel de conciencia, sobre todo en
niños.
Intoxicación aguda
Las ingestiones masivas retrasan el vaciamiento gástrico, lo que provoca que las
concentraciones plasmáticas se mantengan elevadas durante horas después de la
ingestión. Además, en caso de intoxicación aguda, las vías metabólicas se saturan, y la
excreción urinaria de ácido salicilico (que es sensible a las cambios del pH urinario)
determina la semivida del salicilato, que puede aproximarse a 15.30 horas. Sus
manifestaciones se exponen a continuación.
Esta alteración metabólica depende del equilibrio entre los efectos respiratorios
(hiperventilación) y los efectos metabólicos (desacoplamiento de la fosforilación
oxidativa). Los niños menores de 2 años presentan mayor componente metabólico
(acidosis), mientras que los niños mayores y los adultos presentan más efectos
respiratorios.
El salicilismo pediátrico debido a una sobredosificación mantenida puede ser más grave
que la ingestión aguda. A veces, los síntomas de la intoxicación, como sudación, fiebre y
taquicardia, pueden enmascarar el diagnóstico al atribuirse a la enfermedad de base. Se
deben vigilar posibles fuentes de exposición a salicilato (lactancia, geles de dentición y
ungüentos dérmicos).
Tratamiento
Como los salicilatos retrasan el vaciamiento gástrico, se deben adoptar medidas para
disminuir su absorción, como la administración de carbón activado.
OTROS AINE
La mayoría de las sobredosis por AINE, incluso de grandes cantidades, son asintomáticas
o causan sólo alteraciones menores en el SNC o en el aparato gastrointestinal. La
experiencia con sobredosis de los nuevos COX-2 selectivos es aún limitada.
El ibuprofeno es uno de los AINE más utilizados. A pesar de que se han descrito casos
de coma, convulsiones, hipotensión, hipotermia, hemorragia digestiva alta, insuficiencia
renal aguda y acidosis metabólica, la amplia mayoría de sobredosis por ibuprofeno son
benignas y reversibles. La sobredosis sintomática requiere ingestiones de, al menos, 100
mg/kg, y los síntomas se manifiestan durante las primeras 4 horas tras la ingestión. Sólo
alrededor del 50 % de los adultos y el 7 % de los niños presentan síntomas. Otros efectos
clínicos menos frecuentes Son acidosis metabólica leve, fasciculaciones musculares,
midriasis, escalofríos, diaforesis, hiperventilación, elevación leve de. la presión arterial
sistólica, bradicardia, hipotensión, disnea, acúfenos y exantema cutáneo.
Las sobredosis con ácido mefenámico se asocian a una incidencia relativamente elevada
de convulsiones, a las 2-7 horas tras la ingestión. Por lo general, los pacientes se recuperan
rápidamente tras las medidas de soporte y administración de benzodiacepinas por vía
intravenosa.
PARACETAMOL
La mayor parte del metabolismo oxidativo se concentra en la zona hepática III, que es la
principalmente afectada por la toxicidad por paracetamol. En casos de toxicidad grave, la
necrosis puede extenderse a las zonas I y II, destruir por completo el parénquima hepático
y producir insuficiencia hepática fulminante.
Cuadro clínico
La progresión del daño hepático inducido por paracetamol se lleva a cabo en cuatro
etapas, La primera etapa es el período prelesional: en las primeras 8 horas tras la ingestión
los pacientes están asintomáticos o presentan síntomas inespecíficos, como náuseas,
vómitos, anorexia, diaforesis y mal estado general. El cuadro se resuelve, en la mayoría
de los casos, en 24 horas.
La segunda etapa es el inicio del daño hepático, por lo general 24 horas después de la
ingestión. En casos muy raros, la afectación hepática es evidente ya a las 8 horas de la
ingestión. Los signos y síntomas de daño hepático son náuseas, vómitos y dolor o
hipersensibilidad en epigastrio e hipocondrio derecho.
La tercera etapa es el daño hepático máximo, por lo general 3-4 días después de la
ingestión. Puede producirse insuficiencia hepática fulminante, con encefalopatía, coma y
signos clínicos de coagulopatía, hipoglucemia y acidosis metabólica.
La muerte puede ocurrir por hemorragia, distrés respiratorio, sepsis, fallo multiorgánico
o edema cerebral. La insuficiencia renal ocurre en el 25 % de los pacientes con
hepatopatía grave y aumenta con la gravedad del daño hepático.
Diagnóstico
Intoxicación aguda
Exposición crónica
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento de la sobredosis por paracetamol son: a) limitar la absorción
gastrointestinal; b) iniciar el tratamiento con NAC inmediatamente, al menos, durante las
8 primeras horas tras la ingestión; c) controlar los síntomas, y d) instaurar tratamiento de
soporte y seguimiento.
La administración del compuesto oral por vía intravenosa (aunque no está disponible en
la mayoría de los países) puede ser beneficiosa en situaciones graves y su uso supera a
los posibles riesgos, que consisten en reacciones anafilácticas, como exantema,
broncoespasmo e hipotensión, pero que pueden prevenirse administrando lentamente la
NAC diluida. Aun así, el 15 % de los pacientes desarrollan un exantema transitorio
durante la dosis de carga, sin más secuelas importantes. La indicación más importante de
la NAC por vía intravenosa es la insuficiencia hepática fulminante. Si se utiliza la vía
intravenosa porque el paciente no tolera la NAC oral a pesar del tratamiento antiemético
agresivo, la vía oral debe restablecerse cuanto antes una vez que se han controlado las
náuseas y los vómitos.
Duración del tratamiento. Hay varios protocolos aprobados por los organismos de
evaluación de fármacos en distintos países (p. ej., dosis de carga oral, seguida de 17 dosis
cada 4 horas; NAC intravenosa durante 20 horas o durante 48 horas). En general, puede
decirse que más que un tratamiento de duración estándar en todos los pacientes parece
más apropiado utilizar diferentes protocolos según el curso clínico y los marcadores de
lesión hepática.