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En ese orden de ideas, tenemos que para el presente caso, se cumplen con todos
y cada uno de requisitos generales, toda vez que como se indicó, primero: el tema
a discutir es la vulneración a los derechos fundamentales a la Honra, a él buen
nombre, al trabajo y a la propiedad privada de los señores ARNUL JARAMILLO
MORA (propietario) y EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA (arrendatario), lo que se
traduce que existe relevancia constitucional. Segundo: todos los medios ordinarios
y extraordinarios existentes dentro del proceso de Extinción de Dominio, fueron
agotados. Tercero: La presente acción fue presentada cumpliendo el requisito de
inmediatez, toda vez, que el Tribunal Superior de Bogotá, Sala Penal, ejecutorio la
Sentencia atacada el día 27 de agosto de 2018, posteriormente el día 6 de
septiembre de 2018 remitió el expediente al Juzgado de origen (Primero Penal de
Extinción de dominio de Cali), quien posteriormente notifico personalmente la
decisión, una vez solicitamos la copia de la sentencia en el despacho. Por lo que no
han transcurrido más de noventa (90) días calendario desde la ejecutoria de la
Sentencia. Cuarto: La solicitud de amparo no se fundamenta únicamente en una
irregularidad procesal, mas sin embargo se exponen con detalle cada actuación
procesal para dejarlas a consideración de la sala. Adicionalmente consideramos que
renunciar a la objetividad en la valoración del acervo probatorio constituye una
irregularidad procesal. Quinto: se identifican a detalle todos y cada uno de los
hechos que generaron la vulneración de los derechos fundamentales incoados.
Sexto: La providencia atacada no fue proferida dentro de proceso de Tutela.
De igual manera la Sentencia C-590 de 2005, señaló que además de los requisitos
generales, para que proceda la acción de tutela contra providencia judicial, es
necesaria la existencia de al menos una causal especial de procedibilidad. Se trata
de defectos sustanciales graves que hacen discordante la decisión judicial con los
preceptos constitucionales. Éstos corresponden a:
“a. Defecto orgánico, que se presenta cuando el funcionario judicial que profirió la
providencia impugnada, carece, absolutamente, de competencia para ello.
b. Defecto procedimental absoluto, que se origina cuando el juez actuó
completamente al margen del procedimiento establecido.
c. Defecto fáctico, que surge cuando el juez carece del apoyo probatorio que permita
la aplicación del supuesto legal en el que se sustenta la decisión.
d. Defecto material o sustantivo, como son los casos en que se decide con base en
normas inexistentes o inconstitucionales o que presentan una evidente y grosera
contradicción entre los fundamentos y la decisión.
f. Error inducido, que se presenta cuando el juez o tribunal fue víctima de un engaño
por parte de terceros y ese engaño lo condujo a la toma de una decisión que afecta
derechos fundamentales.
g. Decisión sin motivación, que implica el incumplimiento de los servidores
judiciales de dar cuenta de los fundamentos fácticos y jurídicos de sus decisiones
en el entendido que precisamente en esa motivación reposa la legitimidad de su
órbita funcional.
h. Desconocimiento del precedente, hipótesis que se presenta, por ejemplo, cuando
la Corte Constitucional establece el alcance de un derecho fundamental y el juez
ordinario aplica una ley limitando sustancialmente dicho alcance. En estos casos la
tutela procede como mecanismo para garantizar la eficacia jurídica del contenido
constitucionalmente vinculante del derecho fundamental vulnerado.
i. Violación directa de la Constitución, que es el defecto que se deduce de infringir
directamente una o varias disposiciones o normas razonablemente vinculables a la
Constitución”.
Consideramos que para el caso objeto de estudio, la parte accionada incurrió en:
- DEFECTO FACTICO: En razón a que el material probatorio aportado por la
Fiscalía delegada fue totalmente insuficiente para determinar con claridad la
comisión o realización de actividades ilícitas por parte del señor EDWIN
MAURICIO PEREZ LOPERA en el inmueble propiedad del señor JARAMILLO
MORA. Material probatorio que motivo fundamentos hipotéticos e ilusorios por
parte del Tribunal Superior de Bogotá – Sala de Decisión Penal de Extinción de
Derecho de Dominio. Así mismo, no obro por parte del apelante ni de la Sala,
prueba contundente o real que demostrara, como se indicó, que existió
negligencia o “que ningún interés tuvo el titular del derecho de dominio por
ponerse al tanto de cuales eran, en realidad, las actividades desarrolladas en su
propiedad”.
Si bien le asiste la razón a la sala en señalar que el proceso de Extinción de Dominio
es autónomo, que no requiere de sentencia condenatoria para su procedencia, de
otra parte si es necesario que la actividad ilícita (si es la causal) efectivamente
exista, tal y como lo establece el artículo 2 de la Ley 1708 de 2014: “Toda aquella
tipificada como delictiva (…)”. Al respecto cabe señalar que luego del primer
allanamiento realizado en el inmueble afectado, se produjo la captura del señor
PEREZ LOPERA por encontrar en su establecimiento de comercio (dedicado a la
reparación y mantenimiento) tres equipos celulares, dos de ellos reportados como
hurtados y uno sin identificación, lo cual desencadeno una investigación penal al
cual se le ordeno la preclusión y archivo. Ese material probatorio que fue
presentado dentro de dicho proceso penal, fue el mismo que motivo y sustento parte
la solicitud de Extinción de Dominio, por lo no se comprende las razones que tuvo
el Tribunal accionado para no tener en cuenta que dicho material no constituyo
anteriormente prueba fehaciente de la actividad ilícita, material en el que baso parte
de su fundamentos jurídicos para extinguir el derecho de dominio. Situación que no
interfería en absoluto con la autonomía e independencia del proceso de Extinción.
De otra parte, el Tribunal accionado valoro como prueba fundamental en sus
consideraciones, la entrevista rendida por el señor ANTONY DE JESUS RENGIFO
GONZALES, uno de los propietarios de los equipos celulares con reporte de hurto
encontrados en el primer allanamiento. Nótese la inconsistencia e incredibilidad que
merece dicha prueba: el señor RENGIFO realizo el día 21 de enero en la compañía
Movistar un relato de hechos confusos y experimentados bajo en consumo de
bebidas alcohólicas, donde posteriormente decidieron realizar un reporte de hurto.
Es decir, no realizo la denuncia formal ante la entidad competente, mas sin embargo
si la realizo en la empresa de telefonía. Lo que llama fuertemente la atención es que
a folio 32, la Sala señala “que las reglas de la experiencia permiten afirmar que en
general la población colombiana no acude a las autoridades judiciales por los delitos
de poca monta (…)”. Pero como se puede avizorar, el señor RENGIFO GONZALES
hace parte de la pequeña población colombiana que si usa su derecho y obligación
de denunciar, más si embargo, no realizo la denuncia formal por hurto porque ni
siquiera él sabe con seguridad que sucedió. En la entrevista que se le practico
señala “empezamos a tomar desde las cuatro y media pero del campeonato nos
fuimos para el cafetalito en la carrera 42 con calle 28, eso es un bailadero, ahí nos
sentamos con los compañeros pero ellos se fueron yendo cada uno para su casa
porque tenían que madrugar, yo no me fui porque no tenía que madrugar, entonces
seguí tomando solo en el bailadero (…)”. Es de resaltar que el consumo de
bebidas alcohólicas se realizaba desde las horas de la tarde y que como el mismo
dice, se quedó solo en el lugar. Seguidamente narra “ahí llegaron unas peladas que
se hicieron al lado, eran dos peladas una indiecita, alta, cabello largo, la otra
morena, de pelo liso, alta, llegaron con unos manes, eran como tres, a ellos no los
recuerdo bien, unos compañeros que todavía estaban en la discoteca vieron
que yo estaba ahí con ellas, salí a bailar con ellas varias veces (…)”, inicialmente
señalo que se había quedado solo en el lugar y posteriormente indica que unos
compañeros que todavía estaban con el lo vieron estar con las supuestas y
presuntas victimarias. “compramos una jirafa y hasta ahí me acuerdo, cuando me
desperté estaba en la casa y no tenía celular, busque por todo lado y ya no tenía el
celular, un huawei negro, entonces me fui para el trabajo y allá me devolvieron
porque parecía estar intoxicado así que me fui para un centro medico y allá me
sacaron un poco de exámenes y me dijeron que no podía volver a tomar, regrese a
la casa incapacitado (…)”. Lo que causa asombro, es que los Magistrados del
Tribunal Superior, utilicen una prueba tan inestable y objetivamente desconfiable -
de una persona que se contradice constantemente en su declaración, se encontraba
altamente alicorado y trata de sugerir que fue intoxicado con alguna sustancia de la
cual no existió reporte médico, a pesar que como el mismo narro asistió a un centro
de salud, - para sustentar con ímpetu que la Juez de Primera instancia se equivocó
en sus apreciaciones y sumar hipotéticos para lo que condujo al pronunciamiento
final. De hecho es sorprendente como la Sala en folio 32 pone a flote su imaginación
en perjuicio de los accionantes y asegura “como en este caso las victimarias fueron
mujeres que haciendo uso de su condición embaucan a hombres incautos para
posteriormente apoderarse de sus pertenencias”. Cabe preguntar entonces, porque
esas hipótesis no se realizaron objetivamente, al señalar por ejemplo, que el señor
ANTONY RENGIFO GONZALES, en su estado de embriaguez obsequio su celular
a alguna mujer de su agrado, lo vendió o que incluso lo dejo como parte de pago
para poder seguir consumiendo licor y al otro día no se acordaba o se arrepintió, o
como debía ser, descartar dicha prueba.
De igual manera, tanto la Fiscalía como el Tribunal presumieron inexplicablemente
que el establecimiento de comercio del señor EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA
que funcionaba en el inmueble del señor JARAMILLO MORA, se dedicaba a la
comercialización de celulares hurtados. En ningún de los dos allanamientos se
encontró facturas o control alguno de venta de equipos, no se encontró en la
inspección ningún tipo de programa o aplicación utilizada para manipular terminales
móviles y cambiar los números IMEI, por lo que la afirmación de que se
comercializaban y se manipulaban equipos celulares robados no tiene asidero.
Como se recalcó, el señor PEREZ LOPERA se dedica únicamente a la reparación
y mantenimiento de equipos móviles, y a lo largo del proceso no existió prueba
alguna que lo desvirtuara, para en su lugar sopesar la actividad ilícita enunciada.
Para terminar este primer cargo, dentro de las consideraciones se establece que el
titular del derecho de dominio, ARNUL JARAMILLO MORA fue negligente y no
ejerció vigilancia en las actividades que se realizaban en su inmueble. Para la
anterior afirmación no existió prueba alguna, por el contrario a lo largo del proceso,
se aportó el contrato de arrendamiento celebrado con el señor PEREZ LOPERA y
el acta de preclusión y archivo definitivo del proceso penal que se adelantaba en
contra de este. El contrato de arrendamiento era prueba de que a pesar de ser
propietario del inmueble, no podía bajo ningún punto de vista irrumpir
arbitrariamente en el goce y disfrute del bien arrendado, más si se tiene en cuenta
que no había existido queja o denuncia alguna sobre la actividad desarrollada por
el señor PEREZ LOPERA, hasta el día del allanamiento donde resulto capturado y
posteriormente dejado en libertad y como se indicó, con el proceso prelucido y
archivado. Por lo anterior es innegable que el argumento expresado de
inobservancia, descuido y negligencia por parte del titular, es irrisorio al no existir
prueba del mismo.
3. PRETENSIONES.
3.1. Tutelar el derecho fundamental a la PROPIEDAD PRIVADA, del señor
ARNUL JARAMILLO MORA, respecto del bien inmueble ubicado en la carrera
27 #30-68, Local 213, de Palmira Valle del Cauca.
3.2. Tutelar los derechos fundamentales a la HONRA, BUEN NOMBRE y al
TRABAJO, del señor EDWIN MAURICIO PEREZ LOPERA.
3.3. En consecuencia, se ordene dejar sin efecto la Sentencia de Segunda
Instancia del 13 de agosto de 2018, aprobada en el acta No. 079, proferida por
el Tribunal Superior de Bogotá, Sala de Decisión Penal de Extinción del Derecho
de Dominio, mediante la cual se revocó el fallo proferido por el Juzgado Primero
Penal del Circuito Especializado de Extinción de Dominio de Cali, ordenando
extinguir el derecho de dominio del bien inmueble ubicado en la Carrera 27 #30-
68, local 213 de Palmira Valle del Cauca, propiedad de ARNUL JARAMILLO
MORA.
3.4. Se ordene levantar la medida cautelar de embargo y secuestro que recae
sobre el bien inmueble ubicado en la Carrera 27 #30-68, local 213 de Palmira
Valle del Cauca.
4. JURAMENTO.
Manifestamos bajo la gravedad de juramento, que no hemos presentado acción de
tutela por los mismos hechos y derechos.
5. ANEXOS.
5.1. Fotocopia de la Sentencia de Segunda Instancia del 13 de agosto de 2018,
aprobada en el acta No. 079, proferida por el Tribunal Superior de Bogotá, Sala
de Decisión Penal de Extinción del Derecho de Dominio
5.2. Fotocopia de la Sentencia de Primera instancia, del 23 de noviembre de
2016, proferida por el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de
Extinción de Dominio de Cali.
6. NOTIFICACIONES.
ACCIONANTES: CALLE 59 DIAGONAL 28-41, barrio las Mercedes, Palmira Valle.
CORREO ELECTRONICO: juans_donado@hotmail.com
Atentamente.