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Tema 2.

- Dios Padre, Fuente y Origen de


todo, Creación del hombre, la Misión del
hombre

Sabemos que el Credo es la oración en donde se encuentra


nuestra profesión de fe es decir, TODO en lo que creemos
los católicos.

Tenemos dos formas de CREDO.-


1. El Credo Niceno Constantinopolitano
2. El Signo de los Apóstoles

El Credo de los Apóstoles o Símbolo de los Apóstoles, es


el antiguo símbolo bautismal de la Iglesia de Roma. Su autoridad le viene de este hecho: "Es el
símbolo que guarda la Iglesia romana, la que fue sede de Pedro, el primero de los apóstoles, y a la
cual él llevó la doctrina común"

El Credo está dividido en tres partes QUE HABLAN DE LA TRINIDAD:

La primera parte habla de Dios Padre y de la obra de la Creación.


La segunda parte habla de Dios Hijo y de la Redención de los hombres.
La tercera parte habla de Dios Espíritu Santo y de nuestra santificación( a lo que aspiramos todos
los católicos).

¿Quién es Dios Padre, fuente y origen de todo ?


Dios Padre es el creador del universo y del hombre. Todo lo creado es fruto de su inmenso amor y
nos ha encargado su creación que es nuestra casa para que la cuidemos responsablemente; ya
que hemos sido creados a su imagen y semejanza.

¿Es Dios Todopoderoso?


Dios Padre es todo poderoso ya que todo lo puede. Hizo la creación de la nada, una creación que
es toda misericordia.

¿Para qué creó Dios el mundo?


Dios creó el mundo para manifestar y comunicar su gloria. La gloria para la que Dios creó a sus
criaturas consiste en que tengan parte en su verdad, su bondad y su belleza.
Dios, que ha creado el universo, lo mantiene en la existencia por su Verbo, "el Hijo que sostiene todo
con su palabra poderosa" (Hb 1, 3) y por su Espíritu Creador que da la vida. El Universo entero y
nosotros dependemos de su Providencia. Cristo nos invita al abandono filial en la providencia de
nuestro Padre celestial (Mt 6, 26 – 34)
La existencia del mal físico y del mal moral es un misterio que Dios esclarece por su Hijo, Jesucristo,
muerto y resucitado para vencer el mal. La fe nos da la certeza de que Dios no permitiría el mal si
no hiciera salir el bien del mal mismo.
Dios creó el mundo para manifestar y comunicar su gloria. La gloria para la que Dios creó a sus
criaturas consiste en que tengan parte en su verdad, su bondad y su belleza.
Dios, que ha creado el universo, lo mantiene en la existencia por su Verbo, "el Hijo que sostiene todo
con su palabra poderosa" (Hb 1, 3) y por su Espíritu Creador que da la vida. El Universo entero y
nosotros dependemos de su Providencia. Cristo nos invita al abandono filial en la providencia de
nuestro Padre celestial (Mt 6, 26 – 34)

Catequesis 2019 24/09/19


S.L.M.M.
La existencia del mal físico y del mal moral es un misterio que Dios esclarece por su Hijo, Jesucristo,
muerto y resucitado para vencer el mal. La fe nos da la certeza de que Dios no permitiría el mal si
no hiciera salir el bien del mal mismo.
Dios quiere que participemos con El de la verdad, la bondad y de su amor, por eso, creó el mundo
para que podamos vivir y cuidar de él.
Todo en la Creación nos habla de Dios y debemos estar agradecidos a su divina providencia ya
que Dios cuida de nosotros; por tanto debemos vivir confiando en Dios.

¿Quién es la Santísima Trinidad?


La Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Sólo Dios puede dárnoslo
a conocer revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
La Encarnación del Hijo de Dios revela que Dios es el Padre eterno, y que el Hijo es "de la misma
naturaleza que el Padre", es decir, que es en Él y con Él el mismo y único Dios.
La misión del Espíritu Santo, enviado por el Padre en nombre del Hijo (cf. Jn 14,26) y por el Hijo "de
junto al Padre" (Jn 15,26), revela que él es con ellos el mismo Dios único. "Con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria".
Por la gracia del bautismo "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28, 19) somos
llamados a participar en la vida de la Bienaventurada Trinidad ya en nuestra historia.

El ser humano creado por Dios, ¿para qué?


"A imagen tuya creaste al hombre y le encomendaste el universo entero, para que, sirviéndote sólo
a ti, su Creador, dominara todo lo creado" (Misal Romano, Plegaria eucarística IV, 118).
El hombre ha sido creado para reproducir la imagen del Hijo de Dios hecho hombre —"imagen del
Dios invisible" (Col 1,15) —, para que Cristo sea el primero de una multitud de hermanos y de
hermanas (cf. Ef 1, 3-6; Rom 8, 29).
«Dios no creó al hombre solo: en efecto, desde el principio "los creó hombre y mujer" (Gen 1, 27).
Esta asociación constituye la primera forma de comunión entre personas».
Cada uno de nosotros es una persona. Nace en una familia, dentro de una sociedad, en la gran Casa
de todos que es nuestro Planeta, rodeados de la Naturaleza y el Universo entero.
Cada persona tiene sentidos, inteligencia y voluntad. Vivimos en sociedad ya que nos necesitamos
unos a otros.
El corazón humano aspira a lo Infinito y por eso todas sus experiencias lo hacen ir más lejos, a
buscar algo que está más allá de lo que nos rodea.
“Nos hiciste, Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que repose en Ti”. San Agustín,
Confesiones 1,1

Catequesis 2019 24/09/19


S.L.M.M.

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