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ESTA ES NUESTRA FE 1

Emilio Alberto Morales Sánchez

INDICE GENERAL

 PRIMERA PARTE: LA PROFESIÓN DE NUESTRA FE: El


Credo.
o Primera Sección: Creo en Dios Padre todo poderoso.
o Segunda Sección: Creo en Jesucristo.
 Hijo único de Dios.
 Que fue concebido por obra y Gracia del Espíritu
Santo.
 Padeció bajo el poder de Poncio Pilatos.
 Fue crucificado muerto y sepultado.
 Descendió a los infiernos, y al tercer día, resucitó
de entre los muertos.
 Subió al Cielo y esta sentado a la derecha del
Padre.
 Desde allí a de venir a juzgar a vivos y muertos.
o Tercera Sección: Creo en el Espíritu Santo.
 Creo en la Santa Iglesia Católica y en la comunión
de los Santos.
 Creo en el perdón de los pecados.
 Creo en la resurrección de la carne.
 Creo en la vida eterna.
 SEGUNDA PARTE: LA CELEBRACIÓN DE NUESTRA FE:
Los Sacramentos.
o Introducción.
o Los Sacramentos:
 Los Sacramentos de iniciación Cristiana:
 BAUTISMO.
 CONFIRMACIÓN.
 EUCARISTÍA.
 Los Sacramentos de Curación:
 LA RECONCILIACIÓN.
 LA UNICIÓN DE ENFERMOS.
 Los Sacramentos de servicio a la comunidad:
 EL ORDEN SACERDOTAL.
 EL MATRIMONIO.
 TERCERA PARTE: LA VIDA MORAL QUE EXIGE
NUESTRA FE: Los Mandamientos.
o Introducción.
o El comportamiento humano y cristiano en lo moral.
o Los Mandamientos.

 BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
ESTA ES NUESTRA FE 2
Emilio Alberto Morales Sánchez

I.- PRIMERA PARTE: LA PROFESIÓN DE NUESTRA FE: El Credo.

a) Primera Sección: Creo en Dios Padre todo poderoso, creador del cielo y tierra.

¿Qué es lo que queremos profesar en este primer articulo del Credo? Que .
 Creemos en la existencia de quién se reveló como Dios vivo 1, es decir, como
Dios único que comunicó su nombre a Moisés2.
 Que creemos en la existencia de ese Dios, que a su vez, nos reveló el nombre
completo de Dios como trinidad. Es decir, que “creemos en el Padre, en el Hijo,
verbo de Dios, que como dicen los concilios de Nicea y Constantinopla, es de la
misma naturaleza del Padre, y en el Espíritu Santo, que procede del Padre y del
Hijo”3.
 Que este Dios, uno y trino, creó el cielo y la tierra, teniendo al hombre como
centro de toda su Creación e imagen de Dios4.

Así pues, lo que estamos profesando es que no existe más que un único Dios que
vive y existe por si mismo y que es fuente de todo ser y toda vida5.

Pero ¿Qué significa crear por parte de Dios? Ya que en esta sección del Credo,
afirmamos que “Creó el Cielo y la tierra”. Con ello estamos afirmando varias cosas:
1. Que con la Creación por parte de Dios se inicia la historia de la salvación6.
2. Que cuando el Génesis afirma “En el principio”7 esta diciendo que Dios
puso un comienzo a todo cuanto existe fuera de El.
3. Que cuando se afirma8 que CREÓ DIOS, lo que se esta afirmando es que
solo Dios crea, es decir, que solo Dios puede hacer que exista lo que antes
no existía, y que surja de la nada, puesto que nosotros sólo trasformamos a
partir de otra materia anterior.
4. Que aunque atribuimos la obra creadora a Dios Padre, también en ella
participan el Hijo y el Espíritu, ya que la Creación es una obra de la
Santísima Trinidad9, no creando el mundo para otra finalidad que “ no para
aumentar su gloria, sino para manifestarla y comunicarla”10, respetando la
libertad de sus criaturas, aunque estas causen el mal., y cuidando su
providencia del mundo y de toda la Creación11, y no correspondiendo con la
típica imagen del relojero que da cuerda a lo creado, y después se olvida de
ello.
5. Profesamos que Dios creó el cielo y la tierra y todo lo visible y lo invisible,
entendiendo aquí por CIELO y por TIERRA, que Dios, por su omnipotente

1
Ex3,6 y Mt22,32
2
Ex. 3,1-4
3
Pablo VI. EL Credo del pueblo de dios. Art.3
4
Catecismo de la Iglesia Católica, 199
5
Catecismo de la Iglesia Católica, 205-207
6
Sagrada congregación para el clero. Directorio general de catequesis,51
7
Gen. 1,1
8
Ibidem
9
CONCILIO VATICANO I, Constitución Dogmática “Dei Filius” en Heinrich DENZINGER y Peter
HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia, 3002
10
Catecismo de la Iglesia católica, 319
11
CONCILIO VATICANO I, Constitución Dogmática “Dei Filius” en Heinrich DENZINGER y Peter
HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia, 3003
ESTA ES NUESTRA FE 3
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poder, creó de la nada, a toda criatura, dotando al ser humano de espíritu y


cuerpo 12.
Pero el Génesis afirma que Dios creó al hombre y la mujer “ a su imagen y
semejanza”13¿Esto que significa? Con esta expresión, el Génesis nos quiere decir :
1. Que “el hombre es la única criatura de la tierra con capacidad para
conocer y amar a su Creador”14.
2. Que “Hombre y mujer los creó”15, por lo que ambos tienen una perfecta
igualdad.
3. Que el hombre y la mujer están abiertos a una perfecta complementariedad
entre si y por eso fueron queridos por Dios16.

Entonces, según el relato de la Creación, ¿De dónde viene el mal? La existencia


del mal, siendo Dios Creador, infinitamente bueno y providente, es un misterio. Es por
ello que el Catecismo también habla de la realidad del pecado en sus orígenes,
refiriéndose a ello, como el pecado original17.

¿En que consiste el Pecado Original? Teológicamente significa y consiste en:

1. Que todas las personas humanas nacemos privadas de la Gracia y amistad en


que el primer hombre fue constituido. Este pecado, llamado por el Catecismo
como PECADO ORIGINAL, se trasmite juntamente con la naturaleza
humana recibida de los propios padres y esta arraigado en cada hombre
como propio18.
2. El Concilio Vaticano II lo explica de la siguiente forma: “El primer hombre
abusó de la libertad sublevándose contra Dios, pretendiendo alcanzar su
propio fin al margen del mismo Dios y no tributó la gloria debida al
Creador a quien habían conocido”19, por lo cual, se le privó al hombre de la
Gracia y de la amistad de la que estaba adornado, le hirió en sus mismas
fuerzas naturales rompiendo su equilibrio interior y arruinando sus
relaciones de paz y armonía con los demás hombres y con el universo. Pero
además, el Concilio de Trento añade que Dios , fruto de ese pecado, “le
sometió al imperio de la muerte experimentada desde entonces con angustia
y dolor”20.

Pero ¿Por qué esas consecuencias para nosotros, si este pecado no tiene origen en
nuestra propia libertad? Pues por que Adán había recibido la justicia y la santidad
originales, no para si mismo, sino para toda la humanidad 21, por lo cual, ese pecado
heredado, guarda relación entre Adán y el resto de la humanidad 22, aunque ,según
12
CONCILIOS LATERANENSE Y VATICANO I, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El
Magisterio de la Iglesia, 800 y 3002
13
Gen 1,26-27
14
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 12
15
GEN 1,31
16
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 12 y JUAN PABLO II, Mulieris dignitatem, 6
17
Catecismo de la Iglesia Católica, 388-421
18
CONCILIO DE TRENTO, Sesión V, Decreto sobre el Pecado Original, en Heinrich DENZINGER y Peter
HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia, 1530
19
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 13.
20
CONCILIO DE TRENTO, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia,
1511
21
Ibidem, 1530
22
Catecismo de la Iglesia Católica, 404-405
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nuestra fe, hay alguien que no contrajo esta herencia de pecado, la Virgen María, la
cual fue preservada de pecado desde el primer instante de su concepción en atención a
los meritos de Cristo23.

b )Segunda Sección: Creo en Jesucristo.

b.1.) Articulo primero: Hijo único de Dios.

El núcleo esencial de la identidad cristiana y de nuestra fe es Jesucristo.


¿Qué significa Jesucristo?
 Por un lado, Jesús significa en Hebreo “Dios salva”24. Así lo
afirmó el ángel del Señor, cuando se apareció a José, esposo de
María, ordenándole ponerle el nombre de Jesús, “porque él
salvará a su pueblo de sus pecados”25, ya que “solo Dios puede
perdonar los pecados”26.
 Por otro, la palabra Cristo, proviene del griego y significa
Mesías, consagrado o ungido por Dios, pero ungido para una
misión, de la cual Jesús tenía clara conciencia, cuando en la
sinagoga afirma estas palabras: “hoy se cumple esta escritura,
porque el Espíritu del Señor esta sobre mí, porque El me ha
ungido y me ha enviado a anunciar la buena noticia a los más
pobres”27.

Por lo tanto, cuando confesamos en el Credo que creemos en Jesucristo, estamos


confesando que Jesús es el salvador ungido por Dios y enviado al mundo para esta
misión, como le confesó Pedro: “Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”28, es decir,
que Jesucristo es hijo de Dios, unigénito nacido del Padre antes de todos los
tiempos, Dios de Dios, Luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza que el Padre”, como lo afirman los Concilio de
Nicea del año 325 y Constantinopla, en el año 38129 porque :
1. Los Evangelio recogen en dos momentos señalados 30 la voz del Padre
que le define como Hijo amado en quien se complace y a quien los
hombres deben de escuchar.
2. Jesús nos invita a dirigirnos a Dios como Padre en numerosas
ocasiones,31, ya que El nos hizo hijos adoptivos, distinguiendo, no
obstante, muy bien, entre la filiación de Jesús con respecto al Padre, y la
nuestra.

23
Bula “Ineffabilis Deus” de PÍO IX del 8 de Diciembre de 1854 en Heinrich DENZINGER y Peter
HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia, 2803
24
Aquilino DE PEDRO, Diccionario de Términos Religiosos y Afines, Verbo Divino y Paulinas, Estella
1990, Pág. 124-125
25
Mt 1,21
26
Mc 2,7
27
Lc 4,18
28
Mt 16,16
29
Véase en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia, 125 y 150
30
El Bautismo en el Jordán (Mt 3,17 ) y la Transfiguración (Mt 17,5)
31
Lc 11,1-2 y Mt 6,9
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3. El Nuevo Testamento también designa a Jesús como unigénito de Dios


en alguna ocasión32, pues es en esa expresión, dónde se afirma la
preexistencia eterna del hijo33.
4. En conclusión, La Iglesia desde sus orígenes confiesa esta fe 34 creyendo
que Jesús merece el mismo honor y Gloria que el Padre, por ser de la
misma naturaleza divina que El mismo y haber sido el Hijo resucitado y
exaltado por el Padre35, y lo sigue confesando en la actualidad36.

b.2.) Articulo segundo: Que fue concebido por obra y Gracia del Espíritu Santo.

En este articulo estamos profesando, de entrada tres grandes verdades de nuestra


fe:
1. Que el hijo eterno y unigénito de Dios fue enviado entre nosotros y, sin
dejar de ser Dios, se hizo hombre. 37Es decir, que Jesús es el Hijo engendrando
antes de todos los siglos38, que estaba junto a Dios Padre y junto al Espíritu
Santo, creando el universo y fue enviado al mundo para nuestra salvación 39; o
sea, que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Sobre esto la
Iglesia en su día se definió contra dos herejes del siglo V:
a. Eutiques, monje precursor de la herejía conocida como Monofisismo,
que como su derivación del griego que indica su nombre, defendía que
“no habría más que una sola naturaleza en Cristo, a partir de la
Encarnación, la naturaleza divina, absorbiendo esta a la naturaleza
humana”40.
b. Nestorio, patriarca , que por el contrario, yuxtaponía en Cristo las dos
naturalezas, pero dividiendo a Cristo en dos personas41.

El Concilio de Efeso, en el 431, condenó a Nestorio y el IV Concilio Ecuménico


de Calcedonia, en el 451, condenó el monofisismo, afirmando que “Jesucristo es
siempre uno y el mismo, Hijo unigénito de Dios y Señor, teniendo que ser reconocido
en las dos naturalezas divina y humana, íntimamente unidas y para siempre, sin
confusión ni separación entre si , en la única Persona del unigénito Hijo de Dios,
Jesucristo, nuestro Señor”42.

En nuestros días, el Concilio Vaticano II volvía a expresarlo, unido a los concilios


anteriores43. Es por ello, porque su naturaleza humana es idéntica a la nuestra, el
Concilio Ecuménico de Constantinopla, celebrado en el 681, confesaba, contra los
llamados Monoletas que Cristo posee dos voluntades, la divina y la humana, no

32
Jn 20,17
33
Jn 8,58
34
Hchos 2,34-36
35
ROM 10,9
36
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 10
37
Catecismo de la Iglesia Católica, 456
38
COL 1,15
39
Catecismo de la Iglesia Católica, 422-424
40
L. BOUYER. Diccionario de Teología, Herder, Barcelona 1973. Pág.459
41
Ibidem
42
Sacado de Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN. El Magisterio de la Iglesia, Herder. Barcelona.
2000, 301-302
43
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 22
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contrarias entre si, sino que la voluntad humana de Cristo quiso lo que en unión con el
Padre y el Espíritu Santo decidieron para nuestra salvación44.

Asimismo, confesamos en nuestra fe, que Jesús, si parecía algunas veces ignorar
algo, siendo Dios que lo conoce todo 45, es porque no tenía el encargo o la misión del
Padre para revelarlo46.

2. Que María concibió en su seno al Verbo de Dios, al Hijo, sin intervención


de varón, por virtud del Espíritu Santo 47; y es que María era una joven hebrea
y virgen, que estaba desposada con José, de la estirpe de David; y el ángel
Gabriel, enviado por Dios, le anunció el misterio y estableció con ella un dialogo
lleno de grandeza, fe y humildad. Cabe destacarse, dentro de ese dialogo, la
respuesta que dio María al mensaje de Dios, llevado por Gabriel, acogiendo con
libertad la invitación de Dios, pronunciando, ese SI vocacional del que tanto
hacemos referencias en nuestras campañas vocacionales. “He aquí la esclava del
Señor, hágase en mí según tu palabra”48. Según eso, y siendo Jesucristo Dios,
“estamos en lo cierto cuando decimos que María es la Madre de Dios”49 y
“Madre siempre Virgen”50. Estas son dos verdades que nuestra fe católica,
confiesa de María y que a continuación procedo a entrar en más detalle:
a. María es la madre de Dios51: Así lo ha confesado la Iglesia como
verdad de fe, desde el Concilio de Efeso del año 431 52 porque “María
concibió en su seno por obra del Espíritu Santo, a quien era hijo eterno
del padre y segunda persona de la Santísima Trinidad”53.
b. También decimos que maría es la Madre siempre Virgen 54, O como
lo llama el Padre Pozo, VIRGINIDAD PERPETUA, idea que el mismo
desarrolla, afirmando que esa virginidad fue ANTES, DURANTE Y
DESPUÉS, del parto55 y que el catecismo de la Iglesia Católica ratifica 56,
ya que la virginidad corporal de María es un signo eminente y querido
por Dios, de la entrega total de María a su Señor, como la misma Iglesia
ha defendido desde tiempos muy antiguos y proclamó en el Concilio de
Letran en el año 649.

Pero nos encontramos con una dificultad, pues si es así lo que la Iglesia, como
hemos visto, confiesa desde antiguo, ¿Qué podemos decir de los hermanos y

44
Sacado de Heinrich DENZIGER y Peter HÜNERMANN. El Magisterio de la Iglesia, Herder. Barcelona.
2000. Nº 556-559
45
Mc 13,32
46
Catecismo de la Iglesia Católica, 464
47
Bula “Ineffabilis Deus” DE PÍO IX del 8 de Diciembre de 1854 en Heinrich DENZINGER y Peter
HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia, 2801 y Lc 1,35
48
Lc 1,36 ss
49
Cándido POZO, Maria En La Escritura Y En La Fe De La Iglesia, BAC, Pág. 115-116,Madrid1979
50
Cándido POZO, Maria En La Obra De La Salvación, BAC, Pág. 250-296, Madrid 1990
51
Todo lo relacionado sobre esta verdad de fe, esta sacado de Cándido POZO, Maria En La Escritura Y En
La Fe De La Iglesia.,BAC.,Pág. 105-116, .Madrid, 1979
52
En de Heinrich DENZINGUER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia, 251, Herder,
Barcelona 2000
53
Catecismo de la Iglesia Católica, 495
54
Todo lo relacionado sobre esta verdad de fe, esta sacado de Cándido POZO, María en la obra de la
salvación, BAC, Pág. 250-284, Madrid 1990
55
Ibidem
56
Catecismo de la Iglesia Católica, 495, 499-501 y 509-510
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hermanas de Jesús, de los que nos hablan los Evangelios57? Que ninguno de ellos
jamás aparece calificado como hijo de María, salvo dos de ellos, Santiago y José58,
los cuales aparecen como hijos de María de Clopás 59, la cual aparece en el Evangelio
como la “hermana” de la Madre de Jesús, los cuales son denominados por el evangelista
como “Hermanos” de Jesús, por que “ni en arameo, idioma materno de Jesús, ni en
hebreo ,exceptuando el moderno, existe una palabra especifica que denomine al
pariente cercano”60.

Además, como podemos comprobar, son varios los ejemplos que vienen en la Biblia
de personas que son llamadas HERMANOS y que realmente no lo son, como los casos
de Abraham y Lot61, los cuales eran tío y sobrino, y son llamados HERMANOS; o el
caso de Jacob y Labán62, los cuales también son denominados así, aunque son primos
carnales.

3. Que vivió entre los hombres, realizando los misterios que nos narran los
Evangelios63. Sobre su vida publica, cabe destacarse que los hechos y palabras
del ministerio publico de Jesús, que concluyen con su muerte en la cruz, son
relatados ampliamente en los Evangelios, siendo cada uno de estos, a mi juicio,
una epifanía 64. Baste recordar solamente, algunos de los más significativos:
a. Bautismo de Jesús en el Jordán: Aunque Juan se niega en principio a
bautizarle, ante la insistencia de Jesús, lo hace y ve abrirse los Cielos y
descender sobre El al Espíritu Santo en forma de paloma, mientras la voz
del padre proclama: “Tu eres mi Hijo amado; en ti me complazco”65. Es
un momento altamente significativo, porque ungido con la fuerza del
Espíritu y manifestado plenamente como Siervo, es consagrado para
cargar sobre si todos los pecados de los hombres. En eso consiste en gran
parte nuestro bautismo como cristianos, del cual hablaremos más
profundamente, más adelante, ya que este, nos asimila a cristo en su
muerte , la cual es anticipada en las aguas del Jordán, para renacer por el
agua y el Espíritu y ser constituidos hijos adoptivos y amados por el
Padre.
b. La Tentación de Jesús en el desierto: Es un suceso que narran los
Evangelios a continuación del Bautismo de Jesús 66, en el cual se nos
narra que “Empujado” por el Espíritu al desierto, ayuna durante cuarenta
días, al final de los cuales es tentado tres veces. En este acontecimiento,
Jesús se nos pone de ejemplo de la victoria sobre la tentación, que tanto
Adán , como el pueblo de Israel, no pudieron superar 67, por eso será
denominado como “ El Nuevo Adán”68, al igual que María será

57
Mt 13,56; Mc 3,32; Jn 2,12
58
Mc 15,40
59
Jn 19,25
60
Cándido POZO, Maria En La Obra De La Salvación, BAC, Pág. 229-232, Madrid 1990
61
GEN 13,8
62
GEN 29,12-15
63
Catecismo de la Iglesia católica, 479
64
“ Manifestación de Dios”. En Aquilino DE PEDRO, Diccionario de Términos Religiosos y Afines,
Verbo Divino y Paulinas. Estella 1990, Pág. 75
65
Mc 1,11
66
Mt 4,1-11; Mc 1,12-13; Lc 4,1-13
67
GEN 3,1-8
68
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 22
ESTA ES NUESTRA FE 8
Emilio Alberto Morales Sánchez

denominada la “ Nueva Eva”69, pues si por Adán vino el pecado al


mundo y por Cristo, vino la salvación, y si por una mujer, Eva, vino la
perdición al mundo, por otra, María, vino la salvación, “Establezco
hostilidades entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el suyo. Ella te pisará
la cabeza, mientras tu le acechas el carcañal”70. Este acontecimiento lo
conmemora la Iglesia durante los cuarenta días de la Cuaresma. En ellos
nos unimos a Cristo, vencedor de la tentación, por medio del sacramento
de la reconciliación, como preparación a la pascua.
c. El anuncio del REINO DE DIOS: El Catecismo de la Iglesia Católica
entiende por Reino de Dios “el tiempo en que Dios habrá de venir no
exclusivamente a establecer la justicia, la paz y el amor entre los
hombres, sino a dominar todas las fuerzas del mal, enemigas de sus
designios de salvación....”71. Ya San Juan Bautista anuncio en el Jordán
su cercanía72, y el mismo Jesús en su predicación, también la anuncia73.
¿Pero en que consiste el Reino de Dios? Consiste en que Jesús, por
medio de su vida, muerte y resurrección, convoca a todos los
hombres en torno a si, por voluntad del Padre, para elevarlos a
participar , en la “Vida Divina”74, siendo los llamados al Reino de
Dios todos los hombres.
A esta invitación, los hombres hemos de responder tanto con obras75,
como con una actitud de acogida de su Palabra 76, como semilla que
fructifica77, o talento que ha de producir78.
Pero los que fueron invitados especialmente al Reino son:
a) los pobres: Porque:
i. Para ellos fue especialmente enviado”...Para anunciar la
Buena nueva a los más pobres, la Gracia de su salvación”79.
ii. Ellos son los proclamados bienaventurados porque “de ellos
es el Reino de los Cielos”80.
b) Los pecadores81.
Siendo los Signos realizados por Jesús para anunciar su Reino:
1.- Las curaciones de enfermos82.
2.-Las expulsiones de demonios83.
3.- Las resurrecciones de difuntos 84: no siendo en estos casos
teológicamente apropiado el uso del termino resurrección, ya que las
personas que son objetos de estos hechos de Jesús, experimentan con

69
Cándido POZO, María, La Nueva Eva, BAC, Madrid 2005, Pág.347-353
70
GEN 3,15
71
Catecismo de la Iglesia Católica, 543-546
72
Mt 3,1
73
Mc 1,15
74
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 2
75
Mt 21,28-32
76
Ibidem
77
Mt 13,3-9
78
Mt 25,14-30
79
Lc 4,18
80
Mt 5,3
81
Mc 2,16
82
Mt 8,16;12,15;Mc 1,34;Lc 7,21
83
Mc 1,32-34 y 16,9; Mt 28,34
84
Mt 9,23-26;Lc 7,11-19; Jn 11,1-44
ESTA ES NUESTRA FE 9
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posterioridad la muerte, por lo que deberíamos hablar más de una


revivificación que de resurrección, propiamente dicha.
4.- La elección de los Apóstoles85, ya que para multiplicar su presencia y
mensaje, Jesús llamó a doce hombres para ““Estar con El” y ser
enviados, al igual que El había sido enviado por el Padre y hablar en su
Nombre”86, poniendo “al frente de los cuales, a Pedro”87, dándole
Jesucristo resucitado, el encargo de predicar el Reino y hacer discípulos
suyos a todos los pueblos, para que sean signos vivos del Nuevo Reino.
Con todo ello, lo que esta manifestando Jesús, es que el Reino de Dios
con El ya ha comenzado y deberá ir creciendo paulatinamente, hasta su
consumación.

b.3.) Articulo tercero: Padeció bajo el poder de Poncio Pilatos.

En este articulo estamos profesando, que Jesús subió a Jerusalén con la


conciencia clara que le condenarían a muerte, por instigación de las autoridades y
grupos religiosos de Israel, siendo Poncio Pilatos el Procurador romano que
firmaría su condena88: Eso es lo que nos vienen afirmando los Evangelios 89, ya que
según estos, las autoridades y los grupos religiosos judíos se pusieron muy pronto de
acuerdo para querer matar a Jesús, ya que ciertas actuaciones de Jesús en Galilea, como
las expulsiones de demonios90, o la pretensión de perdonar los pecados91, o la violación
del sábado92, como la interpretación que hacía de la ley de Moisés, fueron estimadas por
estos como sospechosas de blasfemia, lo cual, llevaban implícita la condena a muerte 93.

Las Instituciones religiosas judías se centraban, entre todas las posibles


violaciones que realizaba Jesús, en:
 La inviolabilidad de la Ley de Moisés.
 En la relevancia del templo de Jerusalén, en el que, según
ellos, habitaba Dios.
 En la unicidad de Dios, cuya Gloria, nadie puede
compartir94
Y aunque Jesús no se opuso a la Ley de Moisés, como lo indica el Evangelio 95,
sino que vino a darle cumplimiento, le acusaron de quebrantarla, porque Jesús
reinterpretaba los preceptos de la misma con las exigencias que iban más allá de la
materialidad, indicando con ello, que el Padre le enviaba como la palabra última y
definitiva para el mundo96, como se aprecia en su quebrantamiento del Sábado 97,siendo
para El la observancia del Sábado, menos importante que el servicio a Dios o al
prójimo.98
85
Mc 6,6-13
86
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 18
87
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 19
88
Catecismo de la Iglesia católica, 557-558
89
Jn 13,1;Lc 13,33
90
Mt 12,24
91
Mc 2,7
92
Mc 3,1-5
93
Catecismo de la Iglesia católica, 569
94
Dt 4,36
95
Mt 5,17-18
96
Mt 5,21 ss
97
Lc 6,5
98
Mt 12,5-8; Lc 13,10-17; Jn 7,22-24
ESTA ES NUESTRA FE 10
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Pero lo más grave, es que a Jesús se le acusaba de ir contra la fe de Israel en


el tema de la unidad y unicidad de Dios, porque Jesús se atribuyó poderes propios de
Dios y actuó como hijo de Dios, al menos en tres ocasiones:

a) Cuando perdona los pecados99: pues los Sabios, conocedores de


la religión judía, no podían, por lo menos, que plantearse si este
hombre blasfemaba, pues nadie puede perdonar los pecados fuera
de Dios.
b) Cuando Jesús exige a sus discípulos que renuncien a todo por
su causa100, cosa que solo Dios puede pedir al hombre.
c) La familiaridad de su trato con Dios, haciéndose a si mismo
igual a Dios, cuando afirma que “Nadie conoce al Padre sino el
Hijo y a quien este se lo quiera revelar”101, o “Igual que el Padre
me conoce, yo conozco al padre” 102 o “Yo soy el Camino , la
Verdad y la vida, y nadie va al Padre sino es por mí” 103, (De
hecho, el evangelio de Juan esta repleto de alusiones similares,
que no cito aquí, por cuestión de espacio).

b.4.) Articulo cuarto: Fue crucificado muerto y sepultado.

La muerte de Cristo fue un designio amoroso de Dios por nosotros, “porque el


Amor consiste, no en que nosotros hayamos amado, sino en que Dios nos amó primero
y envió a su hijo como salvador por nuestros pecados”104.

Así pues, Jesús acepto voluntariamente padecer y morir por los pecados de toda
la humanidad, por eso Cristo es el nuevo Adán, porque mientras que el primero es la
causa por la que entra el pecado al mundo, y con ello, la muerte 105, Cristo “Habiendo
amado a los suyos, los amó hasta el extremo”106, haciendo realidad aquello de que “
nadie tiene mayor Amor que aquel que da la vida por sus amigos”107, siendo pues, una
muerte voluntaria y en la cruz, entre dos bandidos, pronunciando en su suplicio varias
palabras, las cuales son conocidas como las siete palabras, que han servido siempre por
su profundo significado, de estimulo a la meditación de la iglesia, especialmente, en los
días de Semana Santa: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”108 Lo que
esta diciendo aquí Jesús, son unas palabras, dirigidas al Padre, a favor de quienes lo han
condenado y crucificado, es decir, se subraya que lo hace voluntariamente, por todos los
hombres.
Por último, no quisiera terminar este articulo, sin recordar que María que es la
mujer que esta en el inicio de los signos del Reino de Dios, forzando el primer Milagro
en Caná, y ahora sigue firme, al pie de la cruz, reflejándonos que es ahora, en la muerte

99
Mc 2,7
100
Lc 21,12
101
Mt 11,27
102
Jn 10,15
103
Jn 14,6
104
1ª Jn 4,10
105
Rom 5,12
106
Jn 13,1-2
107
Jn 15,13
108
Lc 23,24
ESTA ES NUESTRA FE 11
Emilio Alberto Morales Sánchez

de Jesús, cuando comienza el tiempo de la Iglesia, al ser entregada a Juan como


Madre109 , queriendo significar en ella, a la Nueva Madre de los creyentes, y desde ahora
, Madre de la Iglesia.110.

Jesús había sentido ya en Getsemaní, la “angustia” ante su Pasión, hasta tal


punto que llegó a pedir al Padre, con acento de niño, que apartara de El ese cáliz; pero
Jesús fue solidario con la raza humana experimentando la muerte como todos los
hombres.

Al atardecer del Viernes Santo, José de Arimatea, se acercó a Pilatos para


pedirle el cuerpo de Jesús con el fin de sepultarlo. Concedido por el procurador
romano, José, lo descolgó de la cruz, lo envolvió en la sabana y lo depositó en el
sepulcro111.

Los sumos sacerdotes también acudieron al procurador romano, pero para


solicitar guardia que vigilara el sepulcro, para evitar profanaciones o intentos de robo
del cuerpo112.

Por eso, los cristianos, como ya he indicado, creemos que nuestro bautismo, que
antiguamente se realizaba por inmersión, es como quedar sepultados al pecado, para
resucitar con Cristo a la vida nueva113.

b.5.) Articulo quinto: Descendió a los infiernos, y al tercer día, resucitó de entre los
muertos.

Dos verdades de fe profesamos aquí:


1. Que Jesús al morir descendió a los infiernos: No quiere decir que Jesús bajase
al infierno de los condenados, ni al purgatorio, ni nada por el estilo, sino que
según una larga tradición de la Iglesia, Jesús, con su poder, descendió hasta
quienes, privados de la visión de Dios, pero habiendo caminado en la justicia y
santidad durante su vida, esperaban el santo advenimiento del Redentor, para
poder entrar en la Gloria del Padre 114. También se ha querido significar, que
Jesús, no solamente murió, sino que también experimentó la muerte en un más
profundo significado de soledad y angustia que ello conlleva.
2. Que Jesús al tercer día de estar en el sepulcro, resucitó 115: Es decir, que en la
mañana del día de Pascua, amanecer del tercer día que llevaba en el sepulcro, la
comunidad de sus seguidores, tuvieron conocimiento de que “Dios había
resucitado a Jesús”116, al cual, no solo lo ven, sino que también lo tocan, para
que no se pensasen que era un fantasma 117, mostrándoles su cuerpo glorioso, que

109
Cándido POZO, María, la Nueva Eva, BAC, Madrid 2005, Pág. 416-418
110
Ibidem
111
Mc 15,42-46
112
Mt 27,66
113
Catecismo de la Iglesia Católica, 624-626
114
Catecismo de la Iglesia Católica, 632.
115
CONCILIO I DE NICEA, Año 325 y CONCILIO I DE CONSTANTINOPLA, Año 381, en Heinrich DENZINGER
y Peter HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia, Herder, Barcelona 2000, 125 y 151, respectivamente.
116
Hech.2,32
117
Lc 24,29
ESTA ES NUESTRA FE 12
Emilio Alberto Morales Sánchez

es el mismo que había sido crucificado 118, y comiendo con El119, aunque ya no
posee las cualidades que afectan al Espacio y el tiempo, porque se presenta
cuando quiere y como quiere.

Pero ante esto, tenemos que tener presente, que la Resurrección, sustancialmente
como tal, no es un hecho histórico, ya que no hubo testigo ocular alguno sobre lo
que ocurrió dentro del sepulcro, sabiendo que resucitó, pero no sabemos como,
porque el hecho acaeció en la esfera de Dios que trasciende la historia, por eso, es
esencialmente, un hecho de fe.
Por lo tanto, la Resurrección de Cristo es el suceso más importante de nuestra fe
porque:
1. Por medio de Jesucristo, muerto y resucitado, Dios nos concede la salvación
a todos los hombres.
2. Todo lo enseñado por Jesús durante su vida publica, se vuelve Verdad
definitiva, ya que El mismo apela a esta señal para confirmar que era Dios120
3. Jesucristo, con su resurrección, se convierte en principio y fundamento de
nuestra resurrección futura121.

b.6.) Articulo sexto: Subió al Cielo y esta sentado a la derecha del Padre.

El que Jesús “Subió a los Cielos” significa, que Jesucristo hecho hombre y
resucitado, volvió a Dios, que le había enviado a estar entre nosotros. Esto Ya había
acontecido en la Resurrección; de hecho Lucas y San Marcos dan a entender, que esto
aconteció el mismo día de la Resurrección122 .
Pero en la Escritura, el número 40 simboliza siempre un tiempo especialmente
sagrado, como es por ejemplo los cuarenta días del diluvio universal que narra el libro
del Génesis, o los cuarenta años a los que hace referencia el libro del Éxodo, o los
cuarenta días de Moisés en el Sinai, o los cuarenta días de ayuno del profeta Elías, como
los cuarenta días de ayuno de Jesús en el desierto 123.
Por el contrario, la expresión “esta sentado a la derecha del Padre”, quiere decir
dos cosas:
1. Que Jesús se sentó corporalmente después de haberse encarnado y que su
carne fue Glorificada en el honor de la divinidad, dónde aquel que existía
como hijo de Dios antes de todos los Siglos, como Dios, consustancial al
Padre estaba.
2. Que con su glorificación comienza el tiempo de la Iglesia, al prometer a los
Apóstoles el envío del Espíritu Santo124, y conferirles el mandato del poder
de prolongar su misión en la tierra125.

b.7.) Articulo séptimo: Desde allí a de venir a juzgar a vivos y muertos.

118
Lc 24,40
119
Lc 24,30
120
Jn 8,28
121
1ª Cor 15,20-22
122
Hchos 1,3; Mc 16,15-19
123
Catecismo de la Iglesia católica, 659-660
124
Hchos 2,4-6
125
Mt 28,16
ESTA ES NUESTRA FE 13
Emilio Alberto Morales Sánchez

¿Cuándo sucederá esto? La Iglesia, siguiendo la intención del Nuevo Testamento,


no se detiene a especular acerca del momento, ni del lugar, ni del modo en que se ha de
producir la vuelta del Señor, lo que debemos hacer mientras tanto es intentar
perfeccionar esta tierra.

c )Tercera Sección: Creo en el Espíritu Santo.

c.1) Articulo Primero: Cuando un cristiano dice “Creo en el Espíritu Santo”, quiere
decir, que el Espíritu Santo es una de las tres personas de la Trinidad, y junto con el
Padre y el Hijo recibe una misma adoración y Gloria, como dice el credo niceno-
constantinopolitano126.

Antes de la venida de Jesucristo, el pueblo de Israel no tenía conciencia de la


existencia del Espíritu Santo, ya que la Revelación de esta persona de la Trinidad, como
sucedió con la Revelación de la persona del Hijo, fue progresiva y pedagógica y
salvifica. Es por ello, que la Revelación del Espíritu Santo esta muy en relación con la
Revelación del Hijo, ya que como dice San Ireneo: “Sin espíritu no es posible ver al
Hijo de Dios, y sin el Hijo, nadie puede acercarse al Padre, porque el conocimiento de
Dios, llega por el Espíritu Santo”127.

Finalmente, el momento en que el Espíritu Santo queda abiertamente


manifestado y actúa en plenitud, es cuando Jesús promete, que después de su
Glorificación, el Padre enviará, a petición suya, al Espíritu de la Verdad, al Paráclito128.

Pero Jesucristo resucitado entrega ya, antes de Pentecostés, el Espíritu Santo a


los Apóstoles en el gesto simbólico de “soplar”, ya que Espíritu significa soplo o
aliento de vida, sobre ellos, trasladando su misión a los suyos 129. En este sentido,
Pentecostés significa la efusión plena del Espíritu Santo 130 y por lo tanto, la Iglesia en
sus raíces más profundas y en su misión, significa:
1. Ser sacramento del cuerpo de Cristo y templo del Espíritu Santo, manifestado
desde Pentecostés al mundo mediante la difusión del Evangelio.
2. Ser mediante los sacramentos, la obra de santificación y vida que Dios quiso
para todos los hijos en Jesucristo.
3. Ser, en cuanto su misión, conducida por el Espíritu Santo, templo del mismo.

c.2) Articulo segundo: Creo en la Santa Iglesia Católica y en la comunión de los


Santos.

Aunque solo Dios es el objeto de nuestra fe, como ya dije al principio de esta
síntesis, los cristianos, podemos decir “Creo en la Santa Iglesia” o “Creo a la Santa
Iglesia”, no porque la Iglesia sea también objeto de nuestra fe, ya que solo lo es Dios,
sino porque esta, “esta en Dios”, es decir, que es obra de su bondad, y como tal,
creemos en Dios y en todo lo que El nos ha revelado.131

126
CONCILIO I DE CONSTANTINOPLA, Año 381, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN. El
Magisterio De La Iglesia, 151, Herder, Barcelona 2000
127
SAN IRENEO, Demostración de la Enseñanza Apostólica, 7
128
Jn 14,16-17
129
Jn 20,21-22
130
Hchos. 2
131
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 2
ESTA ES NUESTRA FE 14
Emilio Alberto Morales Sánchez

Pero de forma concreta, ¿Qué es la Iglesia? El Concilio Vaticano II la definió


como “ el sacramento universal de salvación”132, es decir, “ el lugar dónde se
manifiesta y realiza el misterio del amor de Dios al Hombre”133, por eso, es “signo e
instrumento de la unión intima con Dios y de la unidad de todo el genero humano”134

Todo esto esta muy bien, pero ¿Qué significa? Significa, que la Iglesia es el
signo visible de ese amor salvífico de Dios para con nosotros 135, y aunque solo
únicamente es Jesucristo el centro de nuestra fe, La Iglesia es el sacramento de Cristo,
en cuanto que nos manifiesta y comunica a Cristo. En este sentido, la llamamos
sacramento porque es signo e instrumento por el cual el Espíritu Santo, derrama la
Gracia salvadora de Cristo sobre nosotros136, ya que la Iglesia, que procede del griego
EKKLESÍA, y significa “convocatoria”137, “fue fundada por Jesucristo”138.

Ante esto, uno se debe plantear si cabe un Jesucristo sin Iglesia, o dicho de otro
modo, ¿Es posible una fe no eclesial en Jesucristo? Rotundamente NO, porque una
característica sustancial de la fe en Jesucristo, es que es una fe que es comunitaria 139.

No podemos tratar con cierta seriedad y profundidad la Eclesiología en nuestra


síntesis, sin hacer referencia a la expresión EXTRA ECCLESIAM NULLA SALUS,
con la que la tradición de la iglesia, históricamente, ha dicho que fuera de la Iglesia no
hay salvación.

Esta afirmación, formulada por primera vez por San Agustín de manera
categórica140, pretendía explicar la necesidad del bautismo para la salvación según Jn
3,5. La imposibilidad de salvación suponía a aquellas personas que estaban fuera de la
Iglesia porque habían rechazado, de manera consciente y libre la voluntad de Dios sobre
ellos.
Pero con los descubrimientos geográficos realizados a partir del siglo XV, se
hizo patente que había una gran cantidad de personas, quizás la mayoría de la
humanidad hasta entonces conocida, que habían nacido, vivido y muerto, sin haber
tenido nunca, la oportunidad de oír hablar de Cristo, desarrollándose así, la teología del
deseo implícito o voto.

El Vaticano II planteó la cuestión de otro modo, insistiendo que el rechazo


deliberado de una Iglesia, considerada como un medio necesario suponía la exclusión
para la salvación141, pero en lo que respecta a otros seres humanos, estos estarían unidos
a la Iglesia, pero de distintos modos, para los cuales, Dios proveería los medios de
salvación necesarios para los que no hayan llegado al conocimiento de Cristo, pero con
la ayuda de la Gracia trataban de vivir rectamente, afirmando que todo lo bueno que
pudiera haber en otras religiones es sombra o preparación de la plenitud de vida que hay

132
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 48
133
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 45
134
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 1
135
Ibidem
136
Catecismo de la Iglesia Católica, 771
137
C.O’DONNELL y S. PIE-NINOT, Diccionario De Eclesiologia, San Pablo, Madrid 2001, Pág.398
138
Mt 16,18
139
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 48
140
C.O’DONNELL y S. PIE-NINOT, Diccionario De Eclesiologia, San Pablo, Madrid 2001, Pág.430
141
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 14
ESTA ES NUESTRA FE 15
Emilio Alberto Morales Sánchez

en la iglesia. 142 De hay surgieron propuestas como la de los cristianos anónimos de


K.Ranher 143 , entre otras, la cual no entro ahora a explicar, por cuestión de espacio, y
que dejo como cuestión abierta para la exposición en su momento.

En conclusión, cuando decimos que fuera de la iglesia no hay salvación, lo


que estamos afirmando, es que, cuando es por culpa propia, pues conociéndola se la
rechaza, no existe otro medio de salvación. No obstante, Dios no niega su Gracia a
quien lo busca con sinceridad y obra rectamente guiado por el Espíritu 144, por lo tanto, “
No podrán salvarse aquellos hombres que conociendo que la Iglesia Católica fue
instituida por Dios a través de Jesucristo como necesaria, se niegan a entrar y
perseverar en ella”145.

Pero si hablamos de la Iglesia, como medio necesario para la salvación, debemos


de tener presente cuales son las propiedades o notas de la Iglesia de Jesucristo, y que el
Credo denomina como Una , Santa, Católica y Apostólica146. Veámoslas más
detalladamente, como merecen:
1. Una: La Iglesia es UNA, en razón de que procede de una única fuente, la
trinidad, es decir, como decíamos de pequeños al recitar el Catecismo, “
Tres personas distintas, y un solo Dios verdadero”. Pero lo es también
en su realización histórica al ser “gobernada por el sucesor de pedro y
los obispos en comunión con él” 147, profesando una sola fe, celebrando
un único culto y realizando “la fraternidad de la familia de Dios”148. Por
lo tanto, si hay algo que caracteriza a la Iglesia, al igual que a España, es
la unidad en la diversidad.
Contra esta unidad han existido a lo largo de toda la historia, muchas
rupturas, herejías apostasías y cismas149, de las cuales no pueden ser
acusados quienes actualmente se nutren de la fe de Cristo en esas
comunidades150 y a quienes la Iglesia “abraza con fraterno amor y
respeto”151, aún sabiendo que “la unidad querida por Cristo subsiste en
la Iglesia Católica” 152.
Ahora bien, es necesario, distinguir lo que son las confesiones
cristianas de las sectas, aunque estas últimas se presenten como fe
cristiana, pues toda opción cristiana:
a) Trata de no destruir con falsedades verdades básicas de nuestra
fe en verdades relacionadas con María o con el Primado de
Pedro.
b) No es proselitista y respeta tanto a las conciencias, como a la
libertad de la persona.
142
C.O’DONNELL y S. PIE-NINOT, Diccionario De Eclesiologia, San Pablo, Madrid 2001, Pág.431
143
C.O’DONNELL y S. PIE-NINOT, Diccionario De Eclesiologia, San Pablo, Madrid 2001, Pág.256
144
Véase al respecto, lo que se dice en los números 2886 y 3869 del Denzinger, en Heinrich DEZINGER y
Peter HÜNERMANN, El Magisterio De La Iglesia, Herder, Barcelona 2000
145
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 14
146
CONCILIO I DE NICEA, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio de la
Iglesia,151,Herder, Barcelona 2000 y CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 8.
147
CONCILIO VATICANO I. LEÓN XII, Encíclica “Satis Cognitum” de 29 de Julio de 1896, en Heinrich
DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio De La Iglesia,3300-3310, Herder, Barcelona 2000
148
Ibidem
149
CONCILIO VATICANO II, Unitatis Reintegratio, 3
150
Joseph RATZINGER y Vittorio MESSORI, Informe Sobre La Fe, BAC, Madrid 1986, Pág. 172-175
151
CONCILIO VATICANO II, Unitatis Reintegratio, 3
152
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 8 y Unitatis Reintegratio, 3
ESTA ES NUESTRA FE 16
Emilio Alberto Morales Sánchez

2. Santa: Porque Dios es el único Santo153 y en ella dejó su Espíritu Santo,


dotándola al mismo tiempo, de medios de santificación, como son los
sacramentos, a través de los cuales, los miembros de la Iglesia podemos
alcanzar tal santificación154. De hecho, el Concilio Vaticano II afirma que
“Todas las obras de la Iglesia, tienden como fin a la santificación de los
hombres”155.
No obstante, el propio Jesucristo, comparó a su Iglesia con un
campo en el cual, crecen a la vez el trigo y la cizaña 156, ya que las
personas que formamos parte dentro de la Iglesia, también somos
pecadores, como bien lo afirma el Concilio Vaticano II: “....la Iglesia
encierra dentro de su propio seno a pecadores, y, siendo al mismo
tiempo santa y necesitada de purificación, avanza continuamente por la
senda de la penitencia y de la renovación”157
3. Católica: Esta palabra fue utilizada por primera vez por San Ignacio de
Antioquia en una carta escrita a los fieles de Esmirna a principio del siglo
II. Que la Iglesia es Católica quiere decir que es universal y que predica
la totalidad de la fe, siendo enviada por Jesús para llevar el Evangelio y
los medios de salvación, que ella contiene, a todos los hombres de la
tierra158. Por lo tanto, esta debe de dirigirse a todos los pueblos, razas,
culturas y condiciones sociales, “utilizando los elementos culturales de
cada uno de esos pueblos”159.
4. Apostólica: Porque fue fundada por Jesucristo sobre los Apóstoles 160, a
los que envió al mundo. Los obispos, y a la cabeza el sucesor de Pedro,
el Papa, son aquellos que conservan la tradición apostólica hasta
nuestros días161, por eso, El Papa, como sucesor de Pedro, posee el
primado de jurisdicción sobre la iglesia 162, siendo los obispos, en unión y
comunión con este, los que ejercen el gobierno pastoral de la Iglesia. 163.
Es por ello, que no debemos obviar, la importancia que al respecto tiene
el tema de la infalibilidad del Papa, la cual consiste en que, en
cuestiones de fe, él es el garante de la proclamación de la Palabra de
Dios164. Por lo tanto, el Romano Pontífice, en comunión con el colegio
episcopal y a la cabeza de este 165, ejercen la suprema potestad sobre la
Iglesia. No obstante, “el Colegio episcopal, aunque siempre existe, no
actúa siempre en acto pleno y obra solo a intervalos con el
consentimiento de su cabeza”166, por lo que no se concibe al colegio en
153
Ex 33,20
154
Código de Derecho Canónico, Canon 840
155
CONCILIO VATICANO II, Sacrosantum Concilium, 10
156
Mt 13,24-30
157
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 8
158
Mt 28,19
159
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 13
160
Mt 28,16-20
161
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 20
162
Vease en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN,, El Magisterio de la Iglesia, 3064 Herder.
Barcelona 2000
163
Catecismo de la Iglesia Católica, 881
164
PIO IX, Encíclica “Qui Pluribus” del 9 de Noviembre de 1846, en Heinrich DENZINGER y Peter
HÜNERMANN, El Magisterio De La Iglesia, 2781, Herder, Barcelona 2000
165
Antonio JIMÉNEZ ORTIZ, SDB, Teología Fundamental, La Revelación y la Fe en Heinrich Fries.
Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca 1988, Pág. 374
166
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium. Nota explicativa 4
ESTA ES NUESTRA FE 17
Emilio Alberto Morales Sánchez

ausencia de su cabeza, pues este carisma de la Verdad de la Fe, nunca


deficiente, “fue divinamente conferido solo a Pedro y a sus sucesores en
esta cátedra, para que desempeñaran su excelso cargo para la salvación
de todos”167; por lo tanto, cuando “el Romano Pontífice habla ex cátedra,
es decir, cuando cumpliendo su cargo de pastor y doctor de todos los
cristianos, define, por su suprema autoridad apostólica, que una
doctrina sobre la fe y las costumbres, debe ser sostenida por la Iglesia
Universal, por la asistencia divina que le fue prometida en la persona
del bienaventurado Pedro, goza de aquella infalibilidad de que el
Redentor divino quiso que estuviera provista su Iglesia en la definición
de la doctrina sobre la fe y las costumbres; y por lo tanto, que las
definiciones del Romano Pontífice son irreformables por si mismas y no
por consentimiento de la Iglesia”168.

Por su parte, Los Laicos son aquellos bautizados que no son ni sacerdotes ni
religiosos, los cuales , forman la mayor parte de la Iglesia de Dios, teniendo también un
papel fundamental en la misma, sobre todo en cuestiones de Evangelización, siendo su
misión, especialmente, la de delegados de la Palabra 169.

Pero en este articulo de profesión de nuestra fe, también se hace alusión a la


Comunión de los Santos ¿Esto que es? Esta expresión, quiere decir, que la Iglesia, es
COMUNIÓN, es decir, común unión, de todos los cristianos, llevando consigo esta
comunión, dos cuestiones estrechamente vinculadas entre si170:
a) Que existe una comunidad y comunión entre todos los
miembros de la Iglesia.
b) Que existe una comunión de bienes espirituales, entre
quienes componemos la Iglesia de los peregrinos, es
decir, los que vivimos en este mundo, y la Iglesia de
los salvados, es decir, los difuntos que gozan ya de la
Paz de Dios171 .

Esta Comunión de los Santos, consiste en la participación por los cristianos de


los sacramentos y en el enriquecimiento mutuo de la misma fe, ya que los dones del
espíritu , también llamados carismas, nos son dados para el provecho común de todos
los fieles, lo que nos debe de llevar a compartirlo todo con los más pobres. Ello
implica172:
a) Una fuerte solidaridad entre todos los miembros de la
Iglesia de todas las épocas.

167
CONCILIO VATICANO I. 4ª Sesión, 18 de Julio de 1870, Constitución dogmática sobre la Iglesia
“Pastor Aeternus”, Capitulo 4, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio De La
Iglesia. 3065-3075, Herder, Barcelona 2000
168
CONCILIO VATICANO I, 4ª Sesión. 18 de Julio de 1870, Constitución dogmática sobre la Iglesia
“Pastor Aeternus”, Capitulo 4, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio De La
Iglesia,3074, Herder, Barcelona 2000
169
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 30-31
170
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 49
171
Como lo indica la encíclica Mystici Corporis. Véase también al respecto en Heinrich DENZINGER y
Peter HÜNERMANN, El Magisterio De La Iglesia, 3805-3806, Herder, Barcelona 2000
172
P. EMMANUEL, Je Crois À La Comunión Des Saints Aujourd’hui, Vies, Paris 1980, Pág. 134, sacado
de C.O’DONNELL y S. PIE-NINOT, Diccionario De Eclesiologia, San Pablo, Madrid 2001, Pág. 200
ESTA ES NUESTRA FE 18
Emilio Alberto Morales Sánchez

b) Una rica teología sobre la intercesión y el intercambio


de meritos, la cual se opone a la tendencia de considerar
la salvación como un asunto meramente personal e
individual.

c.3) Articulo tercero: Creo en el perdón de los pecados.

El Credo cristiano profesa el perdón de los pecados inmediatamente después de


proclamar su fe , como hemos visto, en la Iglesia y en la Comunión de los Santos. Esto
no es por mera casualidad, sino que existe una fuerte relación entre ambos artículos de
fe, pues el Espíritu Santo en la Iglesia, es quien con su Gracia, nos comunica la
salvación que nos ha dado el Padre, a través de Jesucristo, ofreciéndosenos, una
relación amorosa con Dios y la comunión de los Santos, que habían sido rotas por el
pecado.

Este poder lo otorgó Jesucristo de un modo especial a los Apóstoles “Recibid el


Espíritu Santo, a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados....”173. Este
poder de perdonar los pecados, otorgado por Jesucristo a los Apóstoles, lo sigue
teniendo la Iglesia hoy, porque el Espíritu Santo es el medio para el perdón, y este
habita en la Iglesia. Por eso, cuando la Iglesia ejerce el poder de perdonar a un
pecador arrepentido, lo reconcilia con Dios y con ella misma, ejerciendo este poder,
especialmente en dos sacramentos: En el Bautismo y en la Reconciliación, ya que
después del bautismo, en el cristiano permanece su inclinación de pecado, por lo que
ante el hecho de que el cristiano peca, Cristo dispuso, en su infinito amor
misericordioso, que la Iglesia poseyese el poder de perdonar los pecados174

c.4) Articulo cuarto: Creo en la resurrección de la carne.

Cuando profesamos en el Credo esta afirmación, lo que estamos afirmando es que


toda la humanidad resucitará y que la resurrección universal será en la Parusía, es
decir, en el último día o al fin del mundo o de los tiempos 175, aunque no sabemos
cuando será exactamente, pero si “que todos resucitarán con los cuerpos que ahora
tienen”, según el IV Concilio de Letran del año 1215176.

Por lo tanto, para un cristiano, la muerte es algo natural, como el agotamiento de


las fuerzas vitales del hombre, y un “Salario de Pecado” 177, pero sin olvidar, que desde
el punto de vista de nuestra fe, es “la participación en la muerte de Cristo, para poder
así participar en su Resurrección”178. Según esto, sabemos por que morimos179, siendo
conscientes, de que ella será el último enemigo en ser destruido.

c.5) Articulo Quinto: Creo en la vida eterna.

173
Jn 20,21-22
174
Catecismo de la Iglesia Católica, 977-981
175
Catecismo de la Iglesia Católica.1001
176
En el Denzinguer, 801
177
Rom 6,23
178
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 18
179
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes ,18
ESTA ES NUESTRA FE 19
Emilio Alberto Morales Sánchez

A lo anteriormente expuesto, quiero indicar, por si no ha quedado suficientemente


claro, que para el cristiano, la vida del ser humano no finaliza con la muerte, puesto que
al ser salvados por Dios, este nos da una vida que no acaba180.

Pero esa vida no será idéntica para todo ser humano, ya que según la tradición de la
Iglesia181al morir el hombre, entra inmediatamente o en la Gloria de Dios, o queda
definitivamente separado de ella182. Este tema, conocido en Escatología como la
retribución inmediata a la muerte o Juicio Particular ha sido defendido mucho, a lo
largo de la tradición de la Iglesia, habiendo sobre el mismo varias afirmaciones a lo
largo del Nuevo Testamento183, como son por ejemplo la parábola del rico Epulón, o la
afirmación de Cristo a buen ladrón de que hoy estaría con El en el Paraíso184.

II.- SEGUNA PARTE: LA CELEBRACIÓN DE NUESTRA FE: Los Sacramentos.

a) Introducción.

Ante todo, debemos de comenzar esta parte de nuestra síntesis preguntándonos


¿Qué es celebrar el misterio de la fe mediante los sacramentos? Ya he indicado
antes que llamamos sacramento de la Iglesia “a los signos e instrumentos por los que
el Espíritu Santo derrama la Gracia salvadora de Cristo sobre los que los reciben.”185 ,
por lo tanto, celebrar el misterio de la fe mediante los sacramentos, es la
actualización que la Iglesia realiza, por medio del Espíritu Santo, comunicando la
salvación , como administradora en los signos sagrados que Cristo mismo instituyó y
que son los Sacramentos.

Pero al mismo tiempo, la Iglesia creó otros signos sagrados, según el modelo de
los Sacramentos, estos son los Sacramentales. Por Sacramentales se entiende: “signos
sagrados, por los que, a imitación en cierto modo de los sacramentos, se significan y se
obtienen por intercesión de la Iglesia unos efectos principalmente espirituales.”186
Así pues, inspirándose en el Vaticano II187 ,el canon define los sacramentales
como signos sagrados. En cuanto signos, deben ser fáciles de comprender para quienes
participan en su celebración. En cuanto sagrados, deben manifestar a los fieles los
valores espirituales que expresan y a los que introducen. A ellos también se aplica la
norma del c. 836.Instituidos para santificar las diversas circunstancias y realidades de la
vida, comportan aún más que otras acciones litúrgicas y presuponen una concepción
cristiana del mundo; es decir, el mundo como criatura de Dios, y el mundo como ámbito
en el que, junto a la naturaleza con sus leyes y junto al hombre con su actividad, existen
y actúan también las potencias espirituales bajo la mirada providente de Dios. De ahí las

180
Ibidem
181
Sacado del número 1000 del Denzinguer, cuya nueva edición actualizada vengo citado a lo largo de
toda esta síntesis: Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN , El Magisterio de la Iglesia, Herder,
Barcelona 2000 ya que esta nueva edición recoge hasta el post-Vaticano II.
182
Catecismo de la Iglesia Católica, 1022 y Fundamentado en los concilio de Lyon, Florencia y Trento,
en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio De La Iglesia, 857-858;1304-1306; 1820
respectivamente, Herder, Barcelona 2000
183
Lc 16,19-22
184
Lc 23,43
185
Catecismo de la Iglesia Católica, 771 , basado en el CONCILIO VATICANO II, Sacrosantum Concilium,
59
186
Código de Derecho Canónico, Canon 1166
187
CONCILIO VATICANO II, Sacrosantum Concilium, 60
ESTA ES NUESTRA FE 20
Emilio Alberto Morales Sánchez

invocaciones contenidas, en las bendiciones. Se dice que están instituidos «a imitación


en cierto modo de los sacramentos»: no porque sean sacramentos «imperfectos», sino
porque tienen analogía con los sacramentos, aun cuado su eficacia les venga en este
caso de la intercesión de la Iglesia, destacándose entre ellos: las bendiciones, ciertas
consagraciones, los exorcismos, las exequias, etc; las cuales llevan consigo una oración
y a veces, una imposición de manos, una señal de la cruz o la aspersión con agua
bendita188.

b) Los Sacramentos.

Los Sacramentos, en cambio, como acabo de indicar, son signos simbólicos que
confieren la Gracia en orden a la santificación y a la salvación, porque en ellos, al
contrario que los sacramentales, no solo la Iglesia, sino también el Espíritu Santo,
comunican el misterio de la Redención , por lo que su relación con la fe y con la
Gracia es muy significativa, ya que:
a) Respecto a la fe: los sacramentos la anuncian, la alimentan y
la fortalecen. Por eso se llaman sacramentos de fe189.
b) Respecto a la Gracia: La confieren eficazmente a quien los
recibe convenientemente dispuesto.

No debemos de olvidar, que al contrario de los sacramentales, que han sido


instituidos por la Iglesia, los sacramentos han sido instituidos por Cristo 190, los cuales
son siete 191y vamos a ver a continuación de forma más detallada.

b.1)Los Sacramentos de iniciación Cristiana:

b.1.A.) BAUTISMO.

El primer sacramento de la iniciación cristiana recibe el nombre de bautismo, a


causa de que el rito central con el cual se celebra, es el agua en la que se sumerge al
bautizando, ya que “BAUTIZAR significa “SUMERGIR” en el agua, por lo que “quien
recibe el Bautismo, es sumergido en la muerte de Cristo” 192.También se llama “baño de
regeneración y renovación en el Espíritu Santo,”193 o de “ iluminación”194 porque el
Bautizado se convierte en HIJO DE LA LUZ ”195.

La tradición de la Iglesia, a lo largo de toda su Historia, siempre ha defendido


que el Bautismo es absolutamente necesario para la salvación 196; de hecho, así se lo

188
Catecismo de la Iglesia Católica,1115-1118
189
CONCILIO VATICANO II, Sacrosantum Concilium, 59
190
Código de Derecho Canónico, Canon 840
191
CONCILIO DE TRENTO, /º Sesión. 3 de Marzo de 1547, Decreto sobre los Sacramentos, Canon 1, en
Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia 1601, Herder, Barcelona 2000
192
2ªCor 5,17
193
Tit 3,5
194
Ef 5,8
195
Joseph RATZINGER y Comisión especial, COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
CATOLICA, Asociación de editores del Catecismo, 252, Madrid 2005
196
CONCILIO DE TRENTO, 7ª Sesión, 3 de Marzo de 1547, Decreto sobre los Sacramentos, Canon 5 sobre
el bautismo, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio De La Iglesia,1618, Herder,
Barcelona 2000
ESTA ES NUESTRA FE 21
Emilio Alberto Morales Sánchez

indicó el Señor a Nicodemo197 y a los Apóstoles198, administrándose, desde el día de


Pentecostés, a todo aquel que cree en Jesucristo199.

Pero si esto es así ¿Qué será de los millones de personas que no se han
bautizado, ni se bautizarán? “Dios quiere que todos los hombres se salven”200, por lo
que debemos de pensar, que aquellos, que siguiendo la voz de su propia conciencia,
buscaron la verdad y la siguieron con honestidad, si hubieran conocido el mensaje de
Cristo y de su Iglesia, se hubiesen bautizado.

La necesidad del bautismo para la salvación, es una doctrina y praxis


documentada en la Iglesia desde época apostólica. Sin embargo, el tema de la necesidad
del bautismo para la salvación, se ha planteado, a lo largo de la historia cristiana desde
diversas perspectivas; ya que desde los primeros tiempos de la Iglesia, ha coexistido la
certeza de que el bautismo era necesario para la salvación con la posibilidad de
alcanzarla por medios extra-sacramentales, como indica el profesor José Hernández,
CMF, como el martirio o también llamado“Bautismo de Sangre”201, que es aquel de
quienes hayan podido ser martirizados, causa de la fe, sin haber recibido el Bautismo
sacramental por causas ajenas a su voluntad, o el “Bautismo de Deseo”202, el cual es
como el de los catecúmenos que mueren antes de ser bautizados, pero que deseaban
recibir el bautismo al finalizar su catecumenado, el cual ha sido interrumpido por la
muerte por sorpresa. “Esto nos revela que en las primeras comunidades cristianas no se
absolutizaba la necesidad del bautismo de agua para la salvación, sino que había una
estrecha relación entre la celebración sacramental y la vida vivida”203.

Pero desde el descubrimiento de América se demostró que numerosos pueblos


habían ignorado el Cristianismo incluso durante muchos siglos posteriores al
nacimiento de Cristo, de lo que se deduce que “si Dios nos pide que lleguemos a la
Gracia mediante los sacramentos no es por que Él mismo se haya cerrado la
posibilidad de justificarnos por caminos extra-sacramentales, sino porque quiere que la
elevación sobrenatural y la misma salvación escatológica, sean significadas en
términos de visibilidad Histórica, de ahí el llamado “Voto de Bautismo”, pues la
Gracia de Cristo que opera en quien todavía no esta bautizado, de forma oculta, solo se
puede hacer visible y realizar en el seno de la Iglesia204,

En lo concerniente a los niños que mueren sin haber sido bautizados, La Iglesia
cree, que Dios, en su infinita misericordia, dispondrá lo necesario para su salvación205.

Los efectos que produce el Bautismo son varios:

197
Jn 3,5
198
Mc 16,16
199
Joseph RATZINGER y Comisión especial, COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
CATOLICA,255, Asociación de editores del Catecismo, Madrid 2005
200
1ª Tim 2,4-6
201
Luis MARTÍNEZ FERNÁNDEZ, ESTA ES LA FE DE LA IGLESIA: Catecismo de la Iglesia Caótica
Abreviado, BAC, Madrid 2003, Pág. 112
202
Ibidem
203
José HERNÁNDEZ, CMF, Apuntes de Sacramentología General, Curso 2003-2004, Pág.41 del tema de
teología del bautismo
204
José HERNÁNDEZ, CMF, Apuntes de Sacramentología General, Curso 2003-2004, Pág.41 del tema de
teología del bautismo
205
Catecismo de la Iglesia Católica, 1734
ESTA ES NUESTRA FE 22
Emilio Alberto Morales Sánchez

1.- Lava el Pecado Original, que el ser humano ha contraído desde el momento
de su concepción, como cualquier otro pecado personal que el bautizado haya podido
cometer, permaneciendo en él, solo lo que los Santos Padres llamaban Concupiscencia,
que es la debilidad o tendencia hacia el Pecado.
2.-El Bautismo nos hace nuevas criaturas por la acción del Espíritu, a través
del cual, El Padre nos constituye en “Hijos Adoptivos”206.
3.-Incorpora al bautizado como miembro de la Iglesia, quedando, en
consecuencia, llamado a dar testimonio de Cristo en el mundo.
Por eso, el bautizado a quedado marcado con el carácter de los hijos de Dios.
Por eso, decimos que imprime carácter, y en consecuencia, no debe repetirse207.

Ahora bien, ¿Por qué la Iglesia bautiza a los niños? La tradición de la Iglesia
desde muy antiguo, ha realizado el Bautismo de Infantes, para que crezcan en el reino
de la libertad de los hijos de Dios208.

En lo referente al ministro del Bautismo, ordinariamente, el ministro es el


Obispo, el Presbítero o el Diacono en la Iglesia Latina 209, puesto que Cristo es quien
realiza realmente la acción, y solo ellos son los llamados a actuar in persona Christi, ya
que como dice el profesor D. José Hernández en sus apuntes de Sacramentología, “Si
Pedro bautiza, es Cristo quien Bautiza, pero si Cristo bautiza, no es Pedro quien
bautiza, porque representar no es sustituir”210, es lo que en Sacramentología se
reconoce con el nombre de Vicariedad incluyente. Por eso, todo hombre o mujer, aún
no bautizado, puede administrar este sacramento en caso de necesidad, siempre que
tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia y que realice la formula del rito, (Yo te
bautizo en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo) 211, aunque los ritos
orientales niegan esta posibilidad212

¿Qué se requiere para ello? Por parte del que lo recibe, que no este
bautizado, y si es niño, como el bautismo de un niño pequeño se realiza en “La fe de la
Iglesia”, que lo pidan en su nombre sus padres o tutores, o al menos uno de los dos 213,
junto con los padrinos y con ellos, toda la comunidad cristiana, los cuales realizan en su
nombre la profesión de fe y se comprometen a educarla en ella; y si es adulto, voluntad
de recibirlo y que esta haya sido manifestada, junto con una profesión de fe, aunque
esta, sea solo de una fe inicial214. Por parte del ministro, que tenga la intención de
hacer lo que hace la Iglesia215

206
Hchos 2,38
207
CONCILIO DE TRENTO, 7ª Sesión. 3 de Marzo de 1547, Decreto sobre los Sacramentos, Canon 11 sobre
el Bautismo, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, ELMAGISTERIO DE LA IGLESIA, 1624,
Herder, Barcelona 2000
208
Joseph RATZINGER y Comisión especial, COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
CATOLICA, 258 Asociación de editores del Catecismo, Madrid 2005.
209
Código de Derecho Canónico, Canon 861.1
210
José HERNÁNDEZ, CMF. Apuntes de Sacramentología Genera, Curso 2003-2004, Pág.30
211
Joseph RATZINGER y Comisión especial, COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
CATOLICA,256, Asociación de editores del Catecismo. Madrid 2005, y Código de Cánones de las
Iglesias Orientales, Canon 675 y Código de Derecho Canónico, Canon 849
212
Código de Cánones de las Iglesias Orientales, Canon 677.2
213
Código de Derecho Canónico, Canon 868
214
Código de Derecho Canónico, Canon 865
215
Código de Derecho Canónico, Canon 861.2
ESTA ES NUESTRA FE 23
Emilio Alberto Morales Sánchez

¿Y están reconocidos por la Iglesia Católica como validos, todos los


Bautismos que se administran entre todas las confesiones que se llaman cristianas?
La Iglesia reconoce como válidos el bautismo administrado por las Iglesias
ortodoxas Orientales, por las Anglicanas, por las Iglesias Luteranas y Calvinistas, pues
los reconoce como hermanos en el Señor, y como tales, “están incorporados a Cristo y
se honran con el nombre de Cristianos”216.
Tiene dudas sobre la validez de los celebrados por otras confesiones, como
Baptistas y Adventistas del Séptimo día.
No reconoce la validez de los Mormones, Testigos de Jehová y otras sectas,
porque sus ritos bautismales no verifican el sentido del Bautismo del Nuevo
Testamento.

b.1.B) CONFIRMACIÓN.

Este sacramento, se llama Confirmación, porque confirma la Gracia Bautismal,


llamándosele también Crismación , puesto que el rito esencial de este sacramento, junto
con la imposición de manos, es la unción con el Santo Crisma 217, el cual simboliza las
buenas obras y la obligación de difundir el buen aroma de la verdad y del amor de
Cristo entre los hombres.

Este sacramento esta muy relacionado con el bautismo, pues el bautizado, que
por la acción del Espíritu, murió con Cristo para resucitar con El mediante el agua del
Bautismo, recibe el mismo Espíritu de Pentecostés en el Sacramento de la
Confirmación218 para que en él se produzcan los efectos de robustecerlo y conferirle la
valentía del testimonio de la fe como fiel testigo de Cristo, recibiéndose una sola vez,
por lo que, al igual que el Bautismo, imprime carácter219.

En lo que respecta al ministro de este sacramento, es el Obispo, por ser quien


preside la Iglesia particular, aunque por necesidad y mandato del obispo, los Presbíteros
también pueden administrar este sacramento, siendo en caso de peligro de muerte, el
párroco o cualquier otro sacerdote, sin mandato expreso del obispo 220; pudiendo
recibirlo todo bautizado no confirmado221, aunque la tradición latina, marca una “Edad
de Discreción”, la cual será fijada por las Conferencias Episcopales, ( En España los 10
años), y que será de aplicación salvo que el fiel este en peligro de muerte y
reconociendo al ministro la posibilidad de tomar otra decisión con causa grave en casos
singulares222.

b.1.C) EUCARISTÍA.

La Eucaristía es “La fuente y cumbre de toda la vida Cristiana”223, cuyos signos


de este sacramento, son el pan y el vino, los cuales fueron tomados por Jesucristo en
216
CONCILIO VATICANO II, Unitatis Reintegratio, 3
217
Joseph RATZINGER y Comisión especial. COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
CATOLICA, 266, Asociación de editores del Catecismo. Madrid 2005 y Código de Derecho Canónico,
Canon 880.1
218
CONCILIO VATICANO II, Sacrosantum Concilium,71
219
Código de Derecho canónico, Canon 879
220
Código de Derecho canónico, Cánones 882-888
221
Código de Derecho canónico, Cánones 889
222
Código de Derecho canónico, Canon 891
223
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 11
ESTA ES NUESTRA FE 24
Emilio Alberto Morales Sánchez

el marco de la Cena Pascual y cuyo significado es el mandato que El mismo realizó de


que se siguieran pronunciando sobre el pan y la copa de vino al recordarle e invocando
al Espíritu se convirtieran en su mismo cuerpo y sangre, significando su ofrenda al
Padre para nuestra Redención224.

Según esto, La Eucaristía, además de ser un sacramento , es un banquete sagrado


en el que debemos participar225, ya que Cristo nos dice “Tomad y comed todos de él”226.
Pues, como también indica el propio Evangelio, “Si no coméis la carne del hijo del
Hombre y no bebéis su Sangre, no tenéis vida en vosotros”227. Pero nos exige que nos
acerquemos a su mesa dignamente preparados228.

Así pues, la Eucaristía es el mismo sacrificio que Cristo hizo por nosotros en la
229
Cruz . Por ello, en todos los relatos de la Cena del Señor, Jesús entrega el pan como su
cuerpo y vino como su sangre, mandando que esto se siga haciendo en memoria suya,
pues con ello, da su vida por nosotros230 y por la salvación del mundo231. Pero lo que
estamos haciendo en la Eucaristía es algo más que un recuerdo, ya que lo que actúa
es un memorial de la pasión, que actualiza y hace presente entre nosotros el sacrificio
de la cruz, escuchando la Palabra de Dios, dando Gracias al Padre por el Don de su hijo
y pidiéndole que envíe su Espíritu Santo para que el pan y el vino sean el cuerpo y la
sangre de Jesucristo resucitado, realizando, por medio de los presbíteros de la Iglesia,
los mismos gestos que hizo Jesús en la última Cena, para que el Pan y el Vino, sean el
Cuerpo y la Sangre de Jesucristo.

Pero después de la celebración, Cristo sigue presente en la Eucaristía 232.


Permítame que insista en este punto ya que ello fue motivo de controversia, en muchos
momentos de la Historia de la Iglesia: primero con Berengario de Tours, en el siglo XI,
para el cual lo que se producía tras la consagración, no era una cambio real, sino un
cambio de significado, postura condenada en el Sínodo Laterano de 1059. Durante la
Reforma Protestante, Lutero admite la presencia real, pero no admite ni la reserva
Eucarística ni su culto fuera de la misa 233. Calvino no admite la presencia de Cristo en la
Eucaristía234¿Cómo esta Jesucristo presente en la Eucaristía? “Jesucristo esta
presente en la Eucaristía de modo único e incomparable. Esta presente de modo
verdadero, real y sustancial: con su Cuerpo y con su Sangre, con toda su Alma y toda

224
CONCILIO VATICANO II, Sacrosantum Concilium, 47
225
CONCILIO VATICANO II, Sacrosantum Concilium, 48
226
Mt 26,26
227
Jn 6,53
228
CONCILIO DE TRENTO,13 Sesión. 11 de Octubre de 1551, Decreto sobre el sacramento de la
Eucaristía, Capitulo 7, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio De La Iglesia, 1646-
1647, Herder. Barcelona 2000
229
CONCILIO DE TRENTO, 22 Sesión. 17 de Septiembre de 1552. Doctrina y canones sobre el sacrificio de
la misa, Capitulo 1.La Institución del sacrificio de la misa, en Heinrich DENZINGER y Peter
HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia,1740, Herder. Barcelona 2000
230
Lc 22,19-20
231
Jn 4,42
232
CONCILIO DE TRENTO,13º Sesión de 11 de Octubre de 1551, Decreto sobre el Sacramento de la
Eucaristía, Canon 4º, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia,1654,
Herder, Barcelona 2000
233
José HERNÁNDEZ, CMF, Apuntes de Sacramentología General, Curso 2003-2004, Pág.16 del tema de
Eucaristía.
234
Ibidem
ESTA ES NUESTRA FE 25
Emilio Alberto Morales Sánchez

su Divinidad”235, es decir, Cristo esta en la Eucaristía todo entero, Dios y hombre, en


el pan y en el vino 236, a través de lo que los teólogos llaman Transubstanciación, la
cual consiste en “ la conversión de toda sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de
Cristo, y en toda sustancia del vino, en la sustancia de su Sangre. Esta conversión se
opera en la plegaria eucarística con la consagración, mediante la eficiencia de la
Palabra de Cristo y la acción del Espíritu Santo. Sin embargo, permanecen inalterables
las características sensibles del pan y del vino, es decir, de las especies
eucarísticas”237.

Hemos dicho que en las Especies eucarísticas esta todo Cristo, entonces, ¿La
fracción del pan divide a Cristo? No, porque Él esta presente íntegramente en cada
parte de cada una de las especies238.

He indicado en la pagina anterior, que la Eucaristía es un banquete y que Cristo


nos exige que nos acerquemos dignamente preparados. La razón de ello, son los efectos
que produce la comunión en nosotros, pues a través de ella, nos unirnos íntimamente
a Cristo. Además, la Eucaristía constituye a la Iglesia y es como un anticipo de la vida
futura239.

b.2) Los Sacramentos de Curación:

b.2.A) LA RECONCILIACIÓN.

Este sacramento, es conocido, a través de la Historia de la Iglesia, con varios


nombres:
1.-Se le denominó Sacramento de la Penitencia, porque así se expresa el
arrepentimiento y la conversión.
2.- También se le llamó Sacramento de la Reconciliación, porque a través de él, se
realiza el mandato apostólico de reconciliarse con Cristo 240. Esta es la denominación que
más le agrada al profesor de Sacramentos de esta Facultad, D. José Hernández Martínez,
CMF241, pues con esta denominación , se expresa mejor su dimensión dialogal.
3.-Sacramento del Perdón, pues en él se obtiene mediante la absolución sacramental.
4.- La Confesión.242

Solo Dios es quien puede perdonar los pecados, por lo tanto, quien perdona es
Cristo, a través del ministerio apostólico de la reconciliación, para conciliar al pecador
235
CONCILIO DE TRENTO, 13 Sesión del 11 de Octubre de 1551, Decreto sobre el Sacramento de la
Eucaristía, Canon nº1, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN,EL MAGISTERIO DE LA
IGLESIA,1651,Herder, Barcelona 2000
236
Catecismo de la Iglesia Católica, 1374
237
Joseph RATZINGER y Comisión especial, COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
CATOLICA, 282, Asociación de editores del Catecismo, Madrid 2005
238
Ibidem, 283 Sacado de CONCILIO DE TRENTO, 13 Sesión del 11 de Octubre de 1551, Decreto sobre el
Sacramento de la Eucaristía, Canon nº3,en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio de
la Iglesia,1653, Herder, Barcelona 2000
239
CONCILIO DE TRENTO, 13 Sesión. 11 de Octubre de 1551, Decreto sobre el Sacramento de la
Eucaristía, Capitulo 2, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia,1638,
Herder, Barcelona 2000
240
2ª cor 5,20
241
José HERNÁNDEZ, CMF, Apuntes de Sacramentología General, Curso 2003-2004, Pág. 5 del tema del
cuarto sacramento
242
Catecismo de la Iglesia Católica, 1423-1424
ESTA ES NUESTRA FE 26
Emilio Alberto Morales Sánchez

con Dios, de cuya comunión se había apartado, y reintegrarlo en la plena comunión de


la Iglesia, a la que el pecador, también había herido con su ruptura y pecado 243. Por lo
tanto, en virtud del poder de atar y desatar la reconciliación con la Iglesia es el camino
necesariamente previo, por la voluntad de Cristo, para la reconciliación con Dios244.

¿Cuáles son los elementos esenciales de este sacramento? Los elementos


esenciales de este sacramento son dos: La conversión del Hombre, por la acción del
Espíritu Santo, y la absolución del sacerdote, que concede el perdón en nombre de
Cristo; siendo los actos propios del penitente: El arrepentimiento, tras haber hecho
un examen de conciencia, y el propósito de no volver a pecar, la confesión, la cual
consiste en la acusación de los pecados ante el sacerdote y la satisfacción.

Pero es muy duro confesar los pecados ante un extraño, por muy sacerdote
que sea, o ¿Acaso esta obligado a no contárselos a nadie? Dada la delicadeza y
grandeza de este ministerio, y el respeto que se le deben de guardar a las personas, todo
confesor esta obligado, sin ninguna excepción, y bajo penas muy severas, a mantener el
sigilo sacramental, que es “el absoluto secreto de todos los pecados conocidos en la
confesión”245.

¿Pero en realidad, quién puede administrar este sacramento? Son los


obispos, a los cuales Cristo confirió el poder de perdonar los pecados. También Los
Presbíteros, como colabores de los obispos, siempre que para ello, hayan recibido las
facultades de su obispo246, aunque en peligro de muerte, lo puede realizar todo
sacerdote247, incluso secularizado.

¿Qué efectos tiene este sacramento? Como ya apuntaba en la pagina anterior,


los efectos de este sacramento son dos:
1.- Restituirnos a la Gracia y amistad con Dios.
2.- Reconciliarnos con la Iglesia.248

b.2.B) LA UNCIÓN DE ENFERMOS.

Jesús dejó poder y mandato para curar 249, por lo que , consecuentemente, la
Iglesia, siguiendo el mandato de Cristo, ha orado por los enfermos, desde siempre. Por
lo tanto, la unción de los enfermos no es solo el Sacramento de quienes se encuentran en
los últimos momentos de su vida, para eso esta el viático, según el profesor Rodríguez
Izquierdo, S.J., y por consiguiente, no se trata de un sacramento que deban recibirlo los
moribundos o los agonizantes, sino que el tiempo oportuno para recibirlo comienza,
“cuando el cristiano empieza a estar en peligro de muerte, bien por enfermedad o
vejez”250.

243
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium., 11
244
Catecismo de la Iglesia Católica, 1441-14445
245
Joseph RATZINGER y Comisión especial, COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
CATOLICA,309, Asociación de editores del Catecismo, Madrid 2005
246
Código de Derecho Canónico, Canon 969
247
Código de Derecho Canónico, Canon 976
248
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 11
249
Mt 10,8
250
CONCILIO VATICANO II, Sacrosantum Concilium, 73
ESTA ES NUESTRA FE 27
Emilio Alberto Morales Sánchez

Este sacramento, como todos los demás, exige de una celebración litúrgica y
comunitaria251, por lo que puede celebrarse, tanto para un enfermo, como para un grupo
de enfermos, en una casa, en el hospital, o en una iglesia.

Solo los Obispos y presbíteros pueden administrarlo252; siendo sus efectos que
el que lo recibe, por la gracia del Espíritu Santo, queda fortalecido en su fe y
animado en su valor para superar las dificultades de la enfermedad o la vejez253.

b.3) Los Sacramentos de servicio a la comunidad:

b.3.A) EL ORDEN SACERDOTAL.

¿Qué es el Sacramento del Orden Sagrado? Es el sacramento por el cual,


algunos hombres bautizados254, son llamados a integrarse , mediante la ordenación,
conferida por la imposición de manos del obispo y la oración consecratoria , como
ministros de Cristo al servicio de la Iglesia255.

Decimos que quien recibe la ordenación actúa IN PERSONA CHRISTI, porque


nuestra fe subraya la convicción de que en los ministros ordenados que realizan
acciones sagradas, existe una presencia especial de Cristo 256, la cual es más visible, en el
ministerio de los obispos y presbíteros257, aunque estos, puedan seguir siendo pecadores
y llenos de debilidades humanas258.

Este sacramento se compone de tres grados u ordenes que son “Los Obispos, los
Presbíteros y los Diáconos”259, constituyendo los tres, la llamada de la Iglesia260. De los
tres grados, solo el Episcopado y el Presbiterado participan en el sacerdocio ministerial
de Cristo; ya que el Diaconado, aunque también es conferido por la ordenación, esta
destinado a ayudar en el servicio de los otros dos grados, llamado DIACONÍA261.

Así pues, en la consagración episcopal se confiere la plenitud del sacramento


del orden, confiriéndose los oficios de enseñar y regir262, siendo en ello los
Presbíteros, los cooperadores del orden episcopal para el cumplimiento de la misión
que les ha confiado Cristo263.

En lo concerniente a los Diáconos, los cuales están en el grado inferior de la


jerarquía, su ordenación, como acabamos de indicar, “ no en orden al sacerdocio, sino al
251
CONCILIO VATICANO II, Sacrosantum Concilium, 27
252
Código de Derecho Canónico, Canon 1003
253
CONCILIO DE TRENTO, 14º Sesión. 25 de Noviembre de 1551,Decreto sobre los Sacramentos, Capitulo
2 y canon 2, en Heinrich DENZINGER y Peter HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia,1696 y 1717
respectivamente, Herder, Barcelona 2000
254
Código de Derecho Canónico, Canon 1029
255
Catecismo de la Iglesia Católica,1573
256
CONCILIO VATICANO II, Sacrosantum Concilium, 7
257
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 21
258
CONCILIO VATICANO II, Presbiterorum Ordinis, 12
259
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 28
260
Catecismo de la Iglesia Católica,1554
261
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 29
262
CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium., 21
263
Ibidem y Catecismo de la Iglesia Católica, 1562-1568
ESTA ES NUESTRA FE 28
Emilio Alberto Morales Sánchez

servicio del ministerio”. El diaconado fue restituido con carácter permanente por el
Vaticano II para la Iglesia latina, habiéndolo estado siempre en las Iglesias Orientales 264.

Por último, no podemos terminar este sacramento, sin destacar, que el


sacramento del orden imprime carácter en cada uno de los grados que se confiere.
La Iglesia latina exige para ello el “Celibato” (es decir, abstenerse de contraer
matrimonio) ,excepto para el diaconado permanente, cuyos miembros pueden ser
casados. En las Iglesias Católicas Orientales, en cambio, se permite ordenar de
presbíteros a hombres casados265
Por ser un sacramento que implica un ministerio apostólico, solamente los
obispos, validamente ordenados, pueden conferir los tres grados del orden,
pudiendo recibirlo validamente solo los varones bautizados266.

Los efectos que produce este sacramento son :


1.- Configura a quien los recibe con Cristo, Servidor de su Iglesia, con el fin de
santificarla, guiar y servir al pueblo de Dios.
2.-Quien lo recibe se ve enriquecido con la Gracia del Espíritu Santo para ser
ministro de Cristo.

b.3.B) EL MATRIMONIO.

*Concepto: “El Matrimonio Cristiano es la alianza entre un hombre y una


mujer bautizados”267, “que se comprometen en unir para siempre sus vidas en fiel e
indisoluble comunión de amor fecundo”268, “bajo el sagrado signo con el que
Jesucristo elevó a la dignidad de sacramento la antigua institución matrimonial”269.

En esta sacramento, acontece:


1.- La unión y compromiso de los esposos con un vinculo, que por su naturaleza,
ya no se puede romper mientras vivan270.
2.- Con la finalidad de preservar la estabilidad y fidelidad de ese vinculo
sagrado, Dios concede la Gracia del Espíritu Santo a los esposos271.
Según Esto, las llamadas propiedades esenciales del matrimonio son tres:
1.- La Unidad: A la que se opone radicalmente la poligamia272.
2.- La Fecundidad: Que lleva implícito a la pareja, el estar a favor de la vida
siempre, estando dispuestos a acoger responsablemente los hijos y educarlos humana y
cristianamente273.
3.- La fidelidad: Por lo que el adulterio y el divorcio se oponen a esta
propiedad. La Iglesia, sin embargo, aun lamentando el fracaso de algunos matrimonios
entre cristianos, admite la separación de los cónyuges.

264
Ibidem,1596
265
Código de Cánones de Iglesias Orientales, Canon 758.3
266
Código de Derecho Canónico, Canon 1024
267
Catecismo de la Iglesia Católica, 1612
268
Ibidem,1615
269
Ibidem,1622
270
Ibidem,1639-1640
271
CONCILIO DE TRENTO, 24 Sesión. 11 de Noviembre de 1553, Canon 1, en Heinrich DENZINGER y Peter
HÜNERMANN, El Magisterio de la Iglesia, 1801, Herder, Barcelona 2000, y CONCILIO VATICANO II,
Sacrosantum Concilium, 77
272
JUAN PABLO II, Familiaris Consortio, 19
273
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 47-48
ESTA ES NUESTRA FE 29
Emilio Alberto Morales Sánchez

Pero es el intercambio del consentimiento, expresado libre y públicamente


por los esposos, es el elemento más importante de la celebración de este sacramento, y
lo que lo constituye como tal274 , por lo que , para que el consentimiento sea realmente
libre, no debe de ejercerse bajo violencia alguna o miedo grave externo 275. De lo
contrario, sería invalido y puede declararse nulo por los tribunales eclesiásticos 276.
Pero ese consentimiento, libre y publico, como he indicado, debe de hacerse
ante un ministro de la Iglesia y otros testigos, y aunque los ministros de este
sacramento son los propios contrayentes, el ministro de la Iglesia, ya sea presbítero o
diacono, actúa en la celebración del matrimonio IN PERSONA ECCLESIAE, haciendo
visible que el matrimonio no es un asunto privado, sino una realidad de la Iglesia que le
afecta, siendo los demás testigos, los que expresan el carácter publico del
consentimiento de los contrayentes277.

Por último, es importante destacar, que este sacramento, tiene una gran
importancia para la vida de la Iglesia, pues es en el hogar cristiano donde primero se
debe de predicar la Palabra de Dios con la Palabra y el ejemplo de los padres 278. Por eso,
Juan Pablo II llamó al hogar cristiano “Iglesia Domestica” 279; . De ahí la importancia de
la preparación que deben de recibir los jóvenes antes de contraer matrimonio, y que en
mi opinión, no es suficiente, con ese “cursillo pre-matrimonial”

III.-TERCERA PARTE: LA VIDA MORAL QUE EXIGE NUESTRA FE: Los


Mandamientos.

a)Introducción.

Antes de empezar esta parte, que corresponde a la moral, hay que destacar, que
los cristianos creemos, que el hombre es la única criatura en la tierra “con capacidad
para amar y conocer a su Creador”280; por eso , esta llamado a compartir la vida con
Dios, mediante el conocimiento y el amor. Esta era la razón por la que Jesús oraba al
Padre281, y los cristianos, somos conscientes, que esa felicidad es fruto de nuestra
condición de Hijos de Dios.

b)El comportamiento humano y cristiano en lo moral.

La libertad es la característica esencial del hombre. Esta implica la capacidad


de la razón y de la voluntad, para seguir el bien y poder practicarlo como deber moral.
Asimismo, implica el actuar con responsabilidad 282. Por lo tanto, no es un fin en si
mismo, identificar con el propio querer, según me interese, las pasiones, y no según la
obligada regla moral; pero la responsabilidad, muchas veces conlleva, la posibilidad de
verse disminuida o anulada por la violencia exterior, el miedo o la ignorancia.
274
Código de Derecho Canónico, Canon 1057.1
275
Código de Derecho Canónico, Canon 1103
276
Catecismo de la Iglesia Católica, 1628
277
Ibidem,1630
278
JUAN PABLO II, Familiaris Consortio, 21
279
Ibidem
280
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 12
281
Luis MARTÍNEZ FERNÁNDEZ, ESTA ES LA FE DE LA IGLESIA: Catecismo de la Iglesia Caótica
Abreviado, BAC, Madrid 2003, Pág. 149
282
JUAN PABLO II, Redemptor Hominis, 21
ESTA ES NUESTRA FE 30
Emilio Alberto Morales Sánchez

Las fuentes de dónde fluye la moralidad de cada acto, son tres283:


1.-El valor objetivo de la acción humana: Que puede ser bueno, malo o indiferente,
dependiendo de las diversas situaciones en que se realizan; como por ejemplo, socorrer
a un necesitado, de por si es bueno, pero puede ser malo si se sabe que ese auxilio lo va
a utilizar para realizar el mal, como por ejemplo, matar a alguien.
2.-La circunstancia: ya que el valor objetivo debe ser examinado según las diversas
situaciones en que se realice; como por ejemplo, el asesinato, ya que no es lo mismo
matar a alguien para eliminarlo porque nos molesta, que en legitima defensa.
3.- El fin o la intención que se pretende con ello: Como por ejemplo, el ir a visitar a
un ejemplo, se puede hacer por caridad, o con la intención de sacar algún beneficio del
enfermo, aprovechando su enfermedad.

Pero ¿Qué es el Pecado? Porque de él estamos oyendo hablar desde el


principio, pero no he concretado en que consiste. El Pecado es a la vez, varias y graves
realidades284:
1.- Es un decir NO a Dios: Negándolo y constituyendo con ello, un estado de
alejamiento del Creador y de su voluntad sobre el hombre, manifestada en los
mandamientos, de los cuales hablaré a continuación.
2.- Es una ruptura de la Alianza que Dios estableció con la humanidad, por medio
de Jesucristo.
3.-En consecuencia, es una ofensa a Dios y a su imagen en el prójimo.
4.- Teniendo como consecuencias para el que peca, perdida de la amistad de Dios y
de su Gracia, y como tal, de su salvación285.
c)Los Mandamientos.

1º Mandamiento: “ Amaras a Dios sobre todas las cosas”

Significa que de no ser así, lo ofenderíamos gravemente. ¿Cuáles son las


principales ofensas a Dios? Son varias, y algunas de ellas, las he citado al principio de
esta síntesis:
a) El materialismo: El cual consiste en hacer descansar las aspiraciones del
hombre en los bienes materiales, negando racionalmente la existencia de Dios286.
b) El Ateismo: Que considera al hombre con el único valor, incompatible con la
existencia de Dios287.
c) El Agnosticismo: Que ignora en su vida a Dios, por considerar que no hay
acceso para llegar a El.288
d) La idolatría: Que consiste en poner a algo o a alguien en lugar de Dios, y que
se da bastante en nuestros días, en ciertas actitudes, como la obsesión por la
salud, el deporte, el sexo, acudiendo a adivinos, echadores de cartas, los
horóscopos, el satanismo o la magia289.

2º Mandamiento: “No tomarás el nombre de Dios en vano”

283
Catecismo de la Iglesia Católica, 1750-1756
284
Ibidem, 1849-1872
285
APC 21,27
286
Max MULLER y Alois HALDER, Breve Diccionario de Filosofía, Herder, Barcelona 1986, Pág. 290
287
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 19
288
L. BOUYER. Diccionario de Teología, Herder, Barcelona 1973, Pág. 36-42
289
Miguel Ángel DIEZ GONZÁLEZ, Moral Cristiana De La Persona, Aldecoa, Burgos 1991, Pág. 113
ESTA ES NUESTRA FE 31
Emilio Alberto Morales Sánchez

Esta exigencia, se fundamenta en la santidad de Dios, a cuyo nombre se nos


consagra en el bautismo a los cristianos.
Por lo tanto, es una exigencia derivada del amor a Dios, prohibiéndose su mal
uso como son :
a) La Blasfemia: Que es una expresión de palabra, o gestos injuriosos para Dios,
para los santos o para las cosas sagradas290.
b) Jurar en falso: Esta prohibido jurar en falso, “porque ello supone invocar a
Dios, que es la Verdad misma, como testigo de una mentira”291, lo cual, en
términos jurídicos, se conoce como PERJURIO, el cual, además de ser delito,
tipificado por el Código penal vigente español, consiste en “hacer bajo
juramento, una promesa con intención de no cumplirla, o bien , violar una
promesa hecho bajo juramento”292, lo cual, “es un pecado grave contra Dios,
porque El es siempre fiel a sus promesas”293; como por ejemplo , es mentir ante
un tribunal, cuando previamente, se ha prometido decir “TODA LA VERDAD,
Y NADA MÁS QUE LA VERDAD, CON LA AYUDA DE DIOS”.
c) Jurar en vano: Pretendiendo implicar a Dios en nuestros odios o
malquereres294. Es pues, una irreflexiva invocación del nombre de Dios,
impropia de un fiel cristiano.
3º Mandamiento: “Santificarás las fiestas”.

Dice el Vaticano II, que nuestro Domingo “debe de ser presentado a la piedad
de los fieles, como el día de la alegría y de la liberación del trabajo”295. Por lo tanto, el
Domingo es un día en que todo cristiano debe de acudir a rendir el culto de adoración y
acción de gracias a Dios en la Eucaristía, participando activamente, y dedicando este día
de descanso, al cultivo de la vida familiar, cultural, social y religiosa. En estas
obligaciones, consiste lo que antiguamente se denominaba como FIESTAS DE
GUARDAR, que en la vida de la Iglesia, tienen un significado especial, porque
conmemoran algún momento importante de la historia de nuestra Revelación en
Jesucristo, o por su especial valor espiritual, para la vida de la Iglesia, destacando las
siguientes fechas: Navidad, Epifanía, San José, Ascensión, Corpus Christi y Todos los
Santos296, sin olvidar el Triduo Pascual.

4º Mandamiento: “Honrarás a tu padre y a tu madre”.

¿Qué es lo que pide el cuarto mandamiento? El cuarto mandamiento, va


mucho más allá del respeto debido a los progenitores, pues en lo que en él se nos
solicita, es que la familia se reúna en una comunión de amor y respeto entre todos sus
miembros, asumiendo cada uno, sus propias responsabilidades, así como las que se
deriven de cada uno de ellos, hacia la sociedad.

Dios quiso expresar muchas veces, su amor a los hombres, a través de imágenes
de familia297; pues la célula primera de la familia, es la pareja, formada por hombre y
290
Miguel Ángel DIEZ GONZÁLEZ, Moral Cristiana De La Persona, Aldecoa. Burgos 1991, Pág. 110
291
Joseph RATZINGER y Comisión especial, COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
CATOLICA,448, Asociación de editores del Catecismo, Madrid 2005
292
Ibidem, 449
293
Ibidem
294
Ibidem, 2148
295
CONCILIO VATICANO II, Sacrosantum Concilium,106
296
Código de Derecho Canónico, Canon 1246,1.
297
Jer 3,19
ESTA ES NUESTRA FE 32
Emilio Alberto Morales Sánchez

mujer, unida ante el Señor. Pero todo esto incluye una serie de obligaciones y
responsabilidades que alcanzan tanto a los padres, como a los hijos. Pues los Padres no
son solamente, unos meros transmisores de la vida por voluntad de Dios, ya que , esta
tarea, incluye, necesariamente, la educación adecuada de los hijos, para que estos sean
capaces, de asumir su propia responsabilidad en sus obligaciones, tanto espirituales,
como académicas y domesticas. Por eso el hogar cristiano, ha de ser un lugar de escucha
permanente para aprender a amar, respetar y servir.

Otra tarea de los padres, es la de responsabilizarse para proporcionar a los hijos


que estén cubiertas todas sus necesidades, respecto a la salud, alojamiento, vestido,
manutención y necesidades de primer orden, en todo lo cual, el Estado, también es
responsable subsidiario de los padres.

Entonces ¿Que incluyen las obligaciones de los padres para con los hijos?
Además de lo ya indicado, incluye ser la ayuda vigilante para la formación de su
personalidad, siendo siempre ello, reflejo del amor y la armonía que hay entre los
cónyuges.
¿Y que incluyen las obligaciones de los hijos para con los padres? En primer
lugar, el respeto, así como la gratitud y el esfuerzo de asistirlos en su vejez 298,
debiéndoles tributar, el merecido honor.299

5º Mandamiento: “No matarás”.

¿Por qué ha de ser respetada la vida humana? El fundamento moral del


respeto a la vida, consiste en que esta es concebida como “un Don de Dios”, por lo
tanto, esta es concebida como “Sagrada” 300. Pero por encima de eso, el respeto a la vida
humana es una exigencia básica del sentido común, porque todo el mundo comprende,
que sin conservar y cumplir con este valor, no hay ninguna posibilidad de convivencia
entre los hombres. En definitiva, es imposible cualquier tipo de relación humana,
resultando inútiles todas las demás exigencias y obligaciones. Pero hoy, hay que
plantearse una nueva reflexión, y en ello estoy totalmente de acuerdo con el profesor D.
Eduardo López Apitarte S.J. , ya que como él dice, hoy intervienen dos elementos que
antaño no estaban tan acentuados:
“1º) Antes la preocupación ética se centraba sobre las condiciones básicas y
elementales para la vida, entendida esta como subsistencia. Hoy ese presupuesto
parece limitado dentro de nuestra sociedad, en la cual no parece digno, todo aquello
que no este acompañado de una serie de cualidades que lo hagan más apreciable.
Desde esta perspectiva es claro que el aumento demográfico, se presenta como un
obstáculo para el bienestar, pues la riqueza tendría que dividirse entre más.
2º)La fundamentación religiosa puede plantear ambigüedades: Ya que siempre, la
Iglesia ha insistido en que Dios es el único dueño y soberano de la vida, el cual, es un
argumento muy claro, pero lleno de algunas dificultades, ya que para proteger la vida
de los abusos posibles, no basta con ese fundamento religioso, dentro de una sociedad
tan secularizada como la nuestra, y más si no se es creyente, por lo que “No existiría el
dueño”. Hace falta una reflexión que muestre este valor como algo primordial, que
brota desde la misma dignidad de la persona.
298
Prov 6,20-22
299
Catecismo de la Iglesia Católica, 2214-2218
300
Joseph RATZINGER y Comisión especial, COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
CATOLICA,466, Asociación de editores del Catecismo, Madrid 2005
ESTA ES NUESTRA FE 33
Emilio Alberto Morales Sánchez

El presentar a Dios como dueño y al hombre como un simple administrador, parece


ir contra un mundo que se sentiría herido en su conciencia de su mayoría de edad, ya
que se muestra a un hombre sin ninguna capacidad de decisión. No aparece ningún
dinamismo de libertad para que cada uno se haga responsable de sus propias
decisiones, mostrando la generosidad del creador de forma limitada, ya que se nos
ofrece algo pero no se nos hace entrega del todo. El sigue siendo el propietario y
nosotros meros usufructuarios, no entendiéndose hoy, el usufructo como un autentico
regalo, si no, más bien, un préstamo a alto interés.”301 Por eso, para un no creyente, al
contrario que para un cristiano, no será razón suficiente, que al tomar Cristo nuestra
condición, estimará como parte de su misión salvifica el hecho de servir también a la
vida, curando enfermos y resucitando muertos; por lo que tenemos que partir en la
defensa del valor dela vida, como un valor en el cual se fundamenta toda la dignidad de
la persona de forma absoluta, “ ya sean estos ancianos, desfavorecidos o pertenecientes
a cualquier grupo de marginación”.

Por lo tanto, los atentados contra la vida que puede cometer el hombre, son muchos
y de diversa índole, los cuales los vamos a ir viendo, muy brevemente, por separado,
comenzando por el atentado contra la propia vida, porque en él, se olvida que el hombre
de toda esperanza, rechazándola implícitamente.
a) El Suicidio: El Catecismo de la iglesia católica, condena rotundamente el
Suicidio directo y voluntario, y la cooperación al mismo, 302el cual, “ si se realiza con
la intención de servir de ejemplo a los demás, sobre todos a los más jóvenes, adquiere
además la gravedad de escándalo”303. Por suicidio directo entendemos aquel para el
cual la muerte es un fin en si mismo. Pero en cambio, el Suicidio indirecto, no nos crea
un problema ético grave, siempre y cuando se cumplan las siguientes condiciones304:
1.- Que el acto en si sea bueno o indiferente.
2.-Intención buena.
3.- Que produzca a la vez dos efectos, y que uno de ellos sea bueno, no
siendo el malo superior al bueno.
4.- Motivo proporcionado.
Pero La valoración ética supone, como requisito fundamental, la lucidez y
autonomía del individuo, que son indispensables para la realización de este gesto.
Así pues, podemos decir que aunque no tenemos argumentos, quizá demasiados
convincentes para negar su status ético, si podemos decir que la vida tiene una primacía
fundamental sobre la muerte, y que el suicidio pone fin a esta primacía.
Las razones pues, que aducimos son las siguientes:
1.- Que con la muerte, al igual que en el tema de la pena de muerte, el ser
humano rompe con toda posibilidad de recuperación y de superación de todo tipo de
adversidad, negando toda posibilidad de maduración.
2.- El valor de la libertad que crece y madura con el tiempo, se pierde, ya
que esta se apaga de inmediato y sin ningún horizonte.
Pero desde una perspectiva religiosa, la fundamentación ética de la ilicitud del
suicidio aparece más clara, ya que el hombre no puede disponer de su vida, ni siquiera
en aquellas circunstancias en las que llega a la conclusión de que no vale la pena vivir.

301
Eduardo LÓPEZ AZPITARTE S.J. , Ética y Vida, San Pablo, 4ª Edición, Madrid 1990, Págs. 14-19
302
Joseph RATZINGER y Comisión especial, Compendio Del Catecismo De La Iglesia Católica,470,
Asociación de editores del Catecismo, Madrid 2005
303
Catecismo de la Iglesia católica, 2282
304
Ibidem,2280-2283
ESTA ES NUESTRA FE 34
Emilio Alberto Morales Sánchez

Para la Congregación para la Doctrina de la fe, el suicidio es tan inaceptable como


el homicidio, porque es un rechazo al amor hacía si mismo, es pues, una negación
natural a la vida, y una renuncia de los deberes de caridad hacia el prójimo. Pero
volvemos, con ello a mi reflexión anterior, ya que, a priori, no hay ninguna razón para
que una persona creyente quiera dejar la vida de forma voluntaria, ya que para ella,
siempre hay una salida, aún en las situaciones más difíciles. Ante esto, el criterio
fundamental para permitir la licitud del suicidio sería solo si este revistiera carácter
altruista. Ante este interrogante, la respuesta, con los presupuestos de la moral clásica
sería negativa, ahora bien, “distinto seria interpretarlo como que la vida se entrega
para salvar la de otros y cuando ya no existe alternativa para conseguirlo, porque
entonces, parecería ser una acción profundamente humanitaria y cristiana, ya que
disponer de estos criterios de la propia vida no constituiría ningún mal moral, sino un
gesto de ofrenda y de cariño hacia los demás tal, que podía considerarse hasta una
Gracia de Dios, hasta con fundamentación evangélica. “No hay mayor amor que aquel
que da la vida por sus amigos””305
b) El Homicidio directo y voluntario y la cooperación al mismo: Nuestra fe
considera inaceptable quitar la vida a otro ser humano, más si este es un inocente, y
cuando esto se hace movido por el odio, la codicia o la venganza. No obstante, es licito
si su muerte es el único medio de defensa para preservar la propia vida o integridad,
siendo ello conocido como Legitima Defensa, ya que “en la legitima defensa se toma
la opción de defenderse y se valora el derecho a la vida , propia o del otro, pero no a la
opción de matar. Pero si encima hablamos de alguien que tiene la responsabilidad
sobre la vida del otro, entonces ya no es una opción, sino un deber”306. Pero la Legitima
Defensa, no se puede realizar en actos que engendren venganza, o en los cuales sea
desproporcionada el uso de los medios para defender la vida, con la real amenaza
existente, como indica, nuestro Código Penal. Este sería el caso del soldado que esta en
la trinchera, en una batalla, en la cual, “O matas o te matan”, como se suele decir a los
reclutas en su formación, cuando empuñan por primera vez un arma.
En relación muy estrecha con este tema, esta la Pena de Muerte, la cual
tradicionalmente ha sido justificada, la moralidad de la pena de muerte, como un acto
legitimo de defensa frente a las amenazas de los criminales. Es pues, el derecho de todo
ciudadano a ser protegido por el estado, para siempre, debiendo este último, garantizar
el orden publico y el bien común de todos los ciudadanos y una legitima defensa de la
Sociedad, a través del Estado, ante los criminales más peligrosos. Así pues, de la misma
manera que es licita la muerte del injusto agresor en la legitima defensa, también, en
determinas circunstancias, lo es en la condena a muerte de un criminal, como
antibiótico que cura el mal, o enfermedad social.
Otra razón para justificar la pena de muerte reside en su sentido intimidatorio, como
posible disuasión a los posibles criminales.
La enseñanza de la Iglesia ha sido bastante unánime en su aprobación, de hecho Pio
XII recoge el testigo de una larga tradición afirmando que el poder público, es decir, la
autoridad civil, “ tiene derecho de privar al condenado del bien de la vida como
expiación de su culpa, ya que después de realizar su crimen, ha sido desposeído de su
derecho a la vida, como bien fundamental” 307.¿Pero se puede admitir como una justa
defensa? SI, desde luego, ya que según los argumentos anteriores, entre las
competencias fundamentales de la autoridad, entra la obligación de defender a los
305
Eduardo LÓPEZ AZPITARTE S.J., Ética y vida, San Pablo, Madrid 1990,Pág. 199-212
306
Joseph Ratzinger y Comisión especial. COMPENDIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
CATOLICA. Asociación de editores del Catecismo. Madrid. 2005. nº 467
307
AAS. 44 Nº 787. 1952
ESTA ES NUESTRA FE 35
Emilio Alberto Morales Sánchez

miembros de la sociedad de las agresiones injustas. El problema radicaría en los medios


que se utilizan para la preservación de ese “bien común”, para preservarlo sin tener
que llegar a una postura extrema”308, aunque reconozco, que realmente, pensar esto,
actualmente, sería o desconocer la realidad penitenciaria española, o ser demasiado
“ingenuo”.
Sobre este punto hay una importante corrección y diferencia entre el COMPENDIO
DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA, realizados por Ratzinger, a petición
de Juan Pablo II, en el cual, se cierran definitivamente las puertas a la moral cristiana
sobre la Pena de Muerte, en su número 469 y el texto original del Catecismo, publicado
en 1993, el cual parece contener el “corazón de la doctrina de la Iglesia”, y que en su
numero 2266 nos dice: “La preservación del bien común de la sociedad exige colocar al
agresor en un estado que no pueda causar perjuicio. Por este motivo, la
enseñanza .........de la iglesia ha reconocido el justo derecho y deber de la legitima
autoridad publica a aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito, sin excluir,
en los casos de extrema gravedad, la pena de muerte”309.
Además, el mismo texto, en su numero 2267 , va más halla y nos dice: “ Si los
medios incruentos bastan para proteger la vida humana, contra los propósitos del
agresor, y para defender el orden público y la seguridad de las personas, en tal caso, la
autoridad se limitara a utilizar sólo esos medios, porque ellos corresponden mejor a las
condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de las
persona humana”310.
c)El Aborto: Tanto directo, querido como fin o como medio, así como la
cooperación al mismo, porque el ser humano ha de ser respetado íntegramente, desde el
momento de su concepción311; aunque en las legislaciones de muchos estados existe su
despenalización, cada vez en mayores supuestos, legislándolo como libre en algunos
casos, la Iglesia ha reiterado desde siempre, “que el aborto y el infanticidio son
crímenes abominables”312, pues desde el momento en que el óvulo femenino es
fecundado por el espermatozoide masculino, ya existe un ser humano diferenciado, en
su Código genético y en sus cromosomas, del padre y de la madre 313; ser que esta
ordenado a desarrollarse como persona humana 314. Por lo tanto, el aborto resulta igual
de criminal , contra la vida y dignidad del ser humano, que puede ser la toma y
utilización de rehenes, con los que se puede presionar inhonestamente, la tortura con
violencia física o moral, las mutilaciones o esterilizaciones impuestas.
d) La Eutanasia Directa: Etimológicamente significa “bien morir”, o “buena
muerte”. Sin embargo, esta palabra ha adquirido desde antiguo, otro significado
“Procurar la muerte sin dolor a quienes sufren”315“La cual consiste en poner termino,
con una acción u omisión de lo necesario para la continuación de la vida de las

308
Eduardo LÓPEZ AZPITARTE S.J., Ética Y Vida, San Pablo, Madrid 1990, Pág. 153-168
309
Catecismo De La Iglesia Católica,2266. Pág. 498
310
Catecismo De La Iglesia Católica, 2267, Pág. 498
311
Joseph RATZINGER y Comisión especial, Compendio Del Catecismo De La Iglesia Católica,470,
Asociación de editores del Catecismo, Madrid 2005
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Comité para la defensa de la vida. EL ABORTO, 6, Paulinas.
Madrid 1991, Pág.15
312
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 31,51.
313
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Comité para la defensa de la vida. EL ABORTO, 4-5, 10,
Paulinas, Madrid 1991, Pág.13-14 y 17.
314
Catecismo de la Iglesia Católica, 2270-2272
315
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Comité para la defensa de la vida, LA EUTANASIA,1, Edice,
Madrid 1993, Pág. 7
ESTA ES NUESTRA FE 36
Emilio Alberto Morales Sánchez

personas discapacitadas, gravemente enfermas o próximas a la muerte.”316. Ante esto,


la moral cristiana ha defendido siempre, que el hombre esta obligado por todos los
medios proporcionados y ordinarios a defender la vida humana y conservarla, no
debiendo tampoco, usar los “medios extraordinarios de prolongación de la vida, con la
única finalidad de alargar el momento de la muerte inminente,” lo cual se conoce con el
nombre de Distanasia317. Por otro lado, también tenemos la ortotanasia o adistanasia,
la cual sería “el abandonar todas las técnicas necesarias para mantener las constantes
vitales de un enfermo, que ha perdido definitivamente su condición vitalmente humana,
es decir, el encefalograma plano. A esto es lo que llamaríamos realmente, dejar morir
en paz.”318
La doctrina de la Iglesia condena cualquier tipo de eutanasia activa, pero no obliga
a la Distanasia en todas las situaciones, por lo que aparece una tercera posibilidad al
respecto: la omisión.
Hay que destacar, en opinión del profesor López Azpitarte, “que aunque física y
biológicamente, puedan parecer lo mismo la eutanasia y la omisión, éticamente, no son
lo mismo, ya que si en la primera, se “hace la muerte”, es decir, la muerte es
provocada; mientras que en la segunda lo que se hace es dejar a que la naturaleza que
siga su curso normal, sin prolongar innecesariamente la vida, pero sin acelerar el
ritmo de la naturaleza.”319
Éticamente, esto es muy importante, ya que el que no busca la muerte y deja de
utilizar los medios que ya no son obligatorios o que actúa por defender un bien y
defender un valor importante, aunque se produzca un adelantamiento de la muerte, no se
hace culpable de ella. No así el que realiza u omite una acción cualquiera con el deseo
de provocar una muerte, o dice que no la pretende, pero solo usa medios para que se
produzca.
Esta distinción entre el hacer y el omitir es muy importante, ya que no es lo mismo
no prestar una ayuda porque existen razones graves para esta omisión, aunque de aquí
se pudiera derivar la muerte, que atentar directa y voluntariamente contra la vida.
Además de ello, y por último, debemos de tener presente, que el cristiano tiene la
obligación moral de defender su salud, evitando el abuso de el alcohol o las drogas, que
lo pueden llevar a una muerte pronta.320
No quisiera finaliza, sin tratar un tema que para mi es importante, y que me marcó
mucho cuando estudie la bioética con el profesor López Azpitarte, y luego, siendo
director de una residencia de enfermos terminales, en mi localidad, el cual afecta a la
deontología medica, en la que decir la verdad al enfermo conlleva una obligación moral
grave, ya que de lo contrario, en palabras del citado profesor, “hacemos que el enfermo
fallezca en el mismo estado de inconciencia que nace”321.

Otro de los grandes problemas morales referidos al quinto mandamiento, es el tema


de la guerra. El Catecismo de la Iglesia católica, admite la existencia de una guerra
justa bajo cinco condiciones muy estrictas, que son322:
1.-Causa justa.
316
Joseph RATZINGER y Comisión especial, Compendio Del Catecismo De La Iglesia Católica, 470,
Asociación de editores del Catecismo, Madrid 2005
317
Eduardo LÓPEZ AZPITARTE, S.J., Ética Y Vida, San Pablo, Madrid 1990, Pág. 223
318
Ibidem
319
Ibidem
320
Joseph RATZINGER y Comisión Especial, Compendio Del Catecismo De La Iglesia Católica,474,
Asociación de editores del Catecismo, Madrid 2005
321
Eduardo LÓPEZ AZPITARTE, S.J., Ética y Vida, San Pablo, Madrid 1990,Pág. 223 y 253-268
322
Catecismo de la Iglesia Católica, 2309
ESTA ES NUESTRA FE 37
Emilio Alberto Morales Sánchez

2.- Declarada por una autoridad legitima.


3.-Agotados los pacíficos medios de solución.
4.-Que pretenda unos fines justos y con proporción entre fines y medios.
5.- Proporción entre el bien buscado y el mal causado.
El Compendio del Catecismo también recoge estas condiciones , en el número 483,
ampliando la obligatoriedad de tratar tanto a los no combatientes, como a los soldados
prisioneros con humanidad; condenando con dureza , los crímenes contra la humanidad
como el exterminio de un pueblo o de una minoría étnica 323No obstante, no debemos
olvidar, que el Concilio Vaticano II, “obliga a examinar la guerra con una mente
nueva”324, sin negarle a todo país, su derecho a defenderse, pero no admitiendo como
moralmente licito, el uso, para ello, de toda clase de armas, pues eso constituye “un
crimen contra Dios y contra la humanidad.325

6º y 9º Mandamiento: “No cometerás actos impuros ni consentirás pensamientos ni


deseos impuros”.

En ambos mandamientos lo que se quiere expresar es la negación de:


 COMETER ADULTERIO.326
 CODICIAR A LA MUJER O AL ESPOSO DE TU PROJIMO327.
En lo referente, dentro de la ética matrimonial, a la regulación de los nacimientos, El
Concilio Vaticano II afirma, que “son solo los esposos los que deben de decidir, cuantos
hijos deben tener”328, a lo que Pablo VI matizará afirmando “conociendo que cualquier
acto matrimonial, debe de quedar abierto a la vida” 329. Este juicio “CONSCIENTE Y
RESPONSABLE”, es lo que en moral definimos como PATERNIDAD Y
MATERNIDAD RESPONSABLES330, dentro de las cuales “deben entrar en
consideración la preservación del amor y la salud de los esposos, y la capacidad para
educar, alimentar, trasmitir la fe, enseñar el amor y situar dentro de la propia sociedad
a los hijos”331. La Iglesia condena toda contracepción que “se proponga como fin o
como medio hacer imposible la procreación332”, pero admite la regulación de los
nacimientos mediante otros medios333.

Según lo dicho hasta ahora, para la Iglesia, el adulterio constituye una grave ofensa
contra el matrimonio, pues el matrimonio es un signo de la Alianza de Dios con el
hombre, siendo como un atentado contra esos signos, quebrantando, las promesas
formuladas por la pareja ante Dios y ante los hombres, el día de su boda, pudiendo en
muchos casos, provocar el divorcio de la pareja, el cual introduce un desorden
irreparable en la familia, ya que al romper el vinculo, quien se divorcia, normalmente,

323
Joseph RATZINGER y Comisión especial, Compendio Del Catecismo De La Iglesia Católica,485,
Asociación de editores del Catecismo, Madrid 2005
324
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 79-80
325
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 82
326
Ex 20,14
327
Ex 20,17
328
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 87
329
PABLO VI, Humanae Viatae, 11
330
Eduardo LÓPEZ AZPITARTE S.J., Ética De La Sexualidad y del Matrimonio, Paulinas, 2ª Edición.
Madrid 1994. Pág. 321
331
Ibidem
332
PABLO VI, Humanae Viatae, 14
333
Catecismo de la Iglesia Católica, 2366-2371
ESTA ES NUESTRA FE 38
Emilio Alberto Morales Sánchez

se perjudica así mismo, a la otra parte, y sobre todo, a los hijos, los cuales quedan
divididos, desde ese momento, entre su padre y su madre.

Por último, cabe reseñarse, que entre otras ofensas a estos mandamientos, caben
destacarse:
1.- La Poligamia: La cual es una ofensa contra la unidad del Matrimonio.334
2.- Las uniones Libres de hecho o MATRIMONIO A PRUEBA.335
3.- La Homosexualidad: Considerada por la Iglesia como una degradación
antinatural del orden querido por Dios y por la naturaleza 336, por eso la iglesia en su
moral, ha estimado siempre, rechazar las practicas homosexuales337.
4.- La Masturbación: Pues toda búsqueda solitaria del placer, constituye de por si,
un grave desorden moral338.
5 La Pornografía: Por atentar contra la intimidad, dignidad y la castidad de las
personas, pues cada participante, se convierte en objeto de placer rudimentario339.
6.- La prostitución: Por comercializar vanamente con la comunicación del amor340.
7.- El Incesto: Pues corrompe las relaciones familiares y representa una regresión a
la animalidad341, pudiendo este, ser equiparable en su gravedad moral, a los abusos
sexuales perpetrados por adultos a niños o a adolescentes342
8.- La Violación: Forzar a alguien a mantener relaciones sexuales contra su
voluntad. Va contra la dignidad que como persona tiene la victima.

7º y 10º Mandamiento: “No robarás ni codiciarás los bienes ajenos.”

El fundamento de estos dos mandamientos es La dignidad del ser humano que


nos identifica como hijos de Dios; por lo que ningún hombre tiene el Derecho de
dominar a otro. Como es el caso de la esclavitud; por lo que a estos preceptos se
opone, en primer lugar, que alguien se apropie de los bienes que pertenecen a otro,
contra su voluntad, ya se lame este hecho robo, hurto, desfalco, atraco, estafa, timo o
fraude. Pues todas estas violaciones, no solo constituyen faltas contra la justicia y el
orden social, sino que pueden ser denominadas crímenes contra el hermano, cuya
dignidad queda pisoteada contra la voluntad de Dios. También podríamos hablar aquí,
de otras violaciones de otros derechos, como el derecho a la educación y a la cultura, o
el derecho al ocio y al descanso, pudiendo hacer referencia a todo tipo de explotación
del hombre por el hombre343, como la tiranía de las dictaduras, o algunas injusticias que
ha realizado los propios estados, como por ejemplo el Apartheid u otras formas de
opresión, como por ejemplo, el terrorismo.

8º Mandamiento: “No dirás falso testimonio ni mentirás.”

Este mandamiento hace referencia a las ofensas contra la Verdad que podemos
cometer, que son:
334
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes,47
335
Catecismo de la Iglesia Católica, 2387-2391
336
Miguel Ángel DIEZ GONZÁLEZ, Moral Cristiana de la Persona., Aldecoa, Burgos 1991. Pág. 472-476
337
Catecismo de la Iglesia católica, 2357-2359
338
Ibidem, 2352
339
Ibidem, 2354
340
Ibidem, 2355
341
Ibidem, 2388
342
Ibidem, 2389
343
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 27
ESTA ES NUESTRA FE 39
Emilio Alberto Morales Sánchez

1.- la Mentira: La cual puede ser con Palabras, Gestos o Silencios.


2.- la Calumnia: Por la que se priva al prójimo de la estima debida, lo que obliga a la
restitución de ese honor.
3.- El insulto: Ofender a alguien, con palabras o acciones.344
4.- El juicio temerario: Critica ante alguien o algo, sin la suficiente o mínima
fundamentación.
5.- El Falso testimonio: Que en algunas ocasiones puede llegar a convertirse en
perjurio, “cuando se afirma ante un tribunal solemnemente, una mentira, provocando
daños graves a alguien inocente, o a la justicia debida”345. Pero no solo ante los
tribunales, sino también, cuando alguien da su palabra con carácter de contrato o de
promesa en materia justa y no la cumple.

BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

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 CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes
 CONCILIO VATICANO II, Nostra Aetate
 CONCILIO VATICANO II, Unitatis Reintegratio
 CONCILIO VATICANO II, Dei Verbum
 CONCILIO VATICANO II, Dignitatis Humanae
 CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium
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 CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: COMITÉ PARA LA DEFENSA DE LA VIDA,
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