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Analisis de El Nombre de La Rosa
Analisis de El Nombre de La Rosa
Introducción
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Audi, R. (editor). Diccionario Akal de Filosofía. Traducción de Huberto Marraud y Enrique Alonso.
Ediciones Akal, S. A. Madrid, 2004.
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Según Canclini “…tampoco lo culto, lo popular y lo masivo están donde nos habituamos a encontrarlos.
Es necesario deconstruir esa división en tres pisos, esa concepción hojaldrada del mundo de la cultura, y
averiguar si su hibridación puede leerse con las herramientas de las disciplinas que lo estudian por
separado. (García Canclini, N. Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad.
Grijalbo, México, 1990, resaltado nuestro).
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La trama es inagotable en referencias históricas y simbólicas, las cuales han dado lugar a
especulaciones y elucubraciones de las más variadas. Para ilustrar tal afirmación puede
mencionarse que Guillermo de Baskerville en sus investigaciones razona de acuerdo al
pensamiento hipotético-deductivo de Sherlock Holmes. Baskerville alude al título de la
obra El sabueso de los Baskerville de Arthur Conan Doyle. Guillermo posee además
características comparables a las del teólogo y filósofo inglés Guillermo de Ockham en
su modo de emplear la razón para cuestionar la fe cristiana. El bibliotecario ciego podría
parangonarse con Borges, y la laberíntica biblioteca del monasterio con la “Biblioteca de
Babel”3 de Ficciones. Incluso hay una referencia vernácula: Eco dice que una librería de
viejo de la calle Corrientes encontró un libro “…con abundantes citas del manuscrito de
Adso”.
Consignas
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Escribe Borges con su habitual maestría: “El universo (que otros llaman la Biblioteca) se compone de
un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el
medio, cercados por barandas bajísimas. Desde cualquier hexágono, se ven los pisos inferiores y
superiores: interminablemente. La distribución de las galerías es invariable” (Borges, J.L. “La biblioteca
de Babel”. Ficciones, Obras Completas, Buenos Aires, Emecé, 1956).
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monje encargado de la “contabilidad” con un libro y una pluma en la mano, también una
balanza. Uno de los monjes dice a los campesinos que entregan su tributo (Film, 15’):
“Lo que das en la tierra lo recibirán cien veces en el paraíso.”
Guillermo tiene la misión de organizar una reunión entre los delegados del Papa y el
emperador para discutir la supuesta herejía de una rama de los franciscanos
denominados “los espirituales”. El primer delegado que llega a la abadía es Ubertino de
Casale líder espiritual de esa orden, quien se refugió allí para no morir quemado en la
hoguera a raíz de un libro polémico que escribió sobre la pobreza de Cristo.
Guillermo había sido miembro de la Inquisición en Inglaterra y en Italia, pero lo oculta
ante el novicio Adso, quien comienza a sospechar por indicios que se filtran en los
diálogos. En el pasado había tenido una disputa con el temible inquisidor Bernardo Gui,
quien en la lucha entre franciscanos y benedictinos se inclinó por estos últimos.
La película señala que Adso es un novicio a quien su padre –el Barón de Melk– le confió
su educación a Guillermo. De acuerdo al libro la historia está relacionada con los
enfrentamientos de la época entre los franciscanos y el Papa. Su progenitor –que
luchaba junto a Ludovico– lo sacó del monasterio de Melk y lo llevó a recorrer Italia. En
el medio surgieron dificultades relacionadas con el sitio de Pisa. Para evitar la vida
“desordenada que mis padres no consideraron propia de un adolescente consagrado a la
vida contemplativa.” (Ibíd., p. 12), le encargaron la tutela de Guillermo por sugerencia
de Masilio de Padua, amigo del Barón.
Adso dice sobre Guillermo (Ibíd., p. 12):
“[era un] sabio franciscano que estaba a punto de iniciar una misión en el desempeño de la
cual tocaría muchas ciudades famosas y abadías antiquísimas. Así fue como me convertí al
mismo tiempo en su amanuense y discípulo”.
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Los debates planteados transitan por diversos caminos pero se pueden aglutinar en la
categoría de las luchas por el poder. Por un lado está un sector de los franciscanos que
defienden la pobreza de Cristo, y en consecuencia cuestionan la riqueza del clero. Por
ejemplo, Guillermo, que al observar a los mendigos que se alimentan de las sobras le
comenta a su discípulo: “Otro generoso donativo de la iglesia a los pobres”. En la
postura opuesta se encuentra el papado y la Inquisición quienes pugnan por mantener
su posición y el status quo. El enfrentamiento “local” en la abadía es en realidad el
correlato de la contienda entre el emperador Ludovico y el papa Juan XXII que lo había
declarado herético.
Las pugnas políticas están atravesadas también por el debate fe-razón, eje del período
filosófico conocido como la Escolástica. La discusión tiene su epicentro en la
fundamentación de la verdad y por lo tanto del orden social, político y económico. La
Edad Media es centralmente teocéntrica, luego el humanismo renacentista pondrá al
hombre en el centro nuevamente, tomando como referencia al modelo griego clásico.
Si nos detenemos en los detalles constructivos de la abadía podemos tener una idea, al
menos esquemática, de ese mundo rural y monástico. La arquitectura es un reflejo del
arte románico, construcciones monumentales con ventanas pequeñas, muros gruesos y
sólidos y bóvedas de piedra. Las celdas de los monjes son muy austeras sin ornamentos.
También están presentes los laberintos de la biblioteca, los silencios, la oscuridad…
elementos que nos permiten tener una presentación, tal vez algo estereotipada, del
espíritu de esa época.
5) Describir las distintas visiones del mundo que tienen Guillermo y los
monjes.
Guillermo son explicaciones irracionales (le dice a Adso: “ejercitemos nuestros cerebros
y tratemos de resolver este acertijo”). Su modo de investigar está ligado a lo que
posteriormente será la ciencia moderna. Por ejemplo, explica la profundidad de las
huellas en la nieve de los zapatos del asesino porque presume que cargaba el cuerpo de
su víctima. Vemos claramente como se vale de la razón para dar cuenta de los
fenómenos naturales, lo cual es representativo de la lógica moderna de su pensamiento
que no requiere apelar a entidades sobrenaturales.
La “soberbia” está relacionada con su pasión por conocer el mundo desde una mirada no
religiosa. En el libro se califica esta postura como la “soberbia de la mente”. Recordemos
que en el mundo medieval todo está fundamentado por las escrituras. El modo de
conocer de Guillermo está motorizado por la duda que posteriormente elevará Descartes
en el siglo XVII. Dudar es, inevitablemente, cuestionar el poder consolidado.
La escritora mexicana Laura Esquivel (2001, destacado nuestro) reflexiona sobre la
relación entre la risa y el poder.
“Como el mismo Eco nos hace notar, el poder no se ríe, o sólo lo hace con una mueca falsa,
porque la risa es la expresión más auténtica de libertad.”
comprender una simple flor comprenderíamos todo el universo. Tal vez ese es el sentido
otorgado a la rosa por Eco. De acuerdo al filósofo español Fernando Savater la novela es
muy borgiana “…además del propio título de la obra, que podría ser el de un poema del
autor argentino.”
La segunda cita en latín es la última frase del libro y puede traducirse como “De la rosa
no nos queda sino el nombre”. Según algunos autores hacen mención al incendio de la
biblioteca que destruyó el “conocimiento” (la rosa) del cual sólo queda el recuerdo.
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Bibliografía
Artículos en Internet
http://es.shvoong.com/books/142170-el-nombre-la-rosa/
http://es.wikipedia.org (artículos varios)
http://www.hislibris.com/el-nombre-de-la-rosa-umberto-eco