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Objetivo docente
Las infecciones del tracto urinario constituyen la patología urológica más frecuente. Su
diagnóstico se basa en los síntomas clínicos típicos y los hallazgos de laboratorio. En
general, no son necesarias pruebas de imagen para el diagnóstico y tratamiento de las
infecciones urinarias no complicadas en pacientes adultos.
Los objetivos de esta presentación son identificar y describir los hallazgos radiológicos de
las infecciones renales y de sus posibles complicaciones, la caracterización por imagen
de las diferentes formas de pielonefritis y destacar el papel de la urografía, la ecografía y
la TC en la evaluación del paciente adulto con sospecha de infección del tracto urinario.
La radiografía simple de abdomen suele ser realizada como estudio de screening inicial
ante la sospecha de pielonefritis. Permite detectar gas y calcificaciones en el tracto
urinario.
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realizada entre 3 y 5 minutos tras la administración del CIV, debe ser realizada ante la
sospecha de obstrucción urinaria.
Pielonefritis crónica
Los hallazgos radiológicos característicos son la existencia de una cicatriz renal con
adelgazamiento cortical, hipertrofia del parénquima respetado y dilatación calicial por
retracción con asimetría renal (Fig. 11).
Pionefrosis
La ecografía puede mostrar dilatación del sistema pielocalicial ocupado por material
ecogénico y niveles líquido-líquido (Fig. 12).
Pielonefritis enfisematosa
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(Fig. 14), y la tipo II con colecciones renales o perirrenales asociadas a burbujas aéreas.
La tipo I tiene una evolución clínica mucho más agresiva con mayor morbi-mortalidad
que la tipo II.
Pielonefritis xantogranulomatosa
La ecografía muestra un agrandamiento renal con un gran cálculo amorfo con sombra
acústica en la pelvis renal, asociando pérdida de la ecoestructura renal y dilatación
calicial (Fig. 16).
Tuberculosis renal
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de su capacidad, con una vejiga pequeña, irregular, con cicatrices y fibrosis así como
calcificaciones.
Fig. 1: Imagen de ecografía que muestra dilatación pielocalicial por litiasis en la pelvis
renal
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Fig. 2: Área hiperecogénica de morfología redondeada en polo inferior de riñón derecho
en relación a foco de pielonefritis aguda.
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Fig. 3: Estudio de ecografía con Power Doppler que muestra hipoperfusión en polo
superior de riñón derecho por pielonefritis focal.
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Fig. 4: Ecografía en la que se identifica lesión hipoecogénica heterogénea que simula
una masa, correspondiente a foco de pielonefritis, confirmado mediante TC (Fig. 6)
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Fig. 5: TC con CIV que muestra áreas de escaso realce que se extienden hasta la corteza
renal correspondientes a áreas de pielonefritis aguda baacteriana.
Fig. 6: TC sin CIV que muestra un área de elevada atenuación en el polo superior del
riñón derecho,con ausencia de realce tras la administración de contraste intravenoso,
en relación a pielonefritis aguda bacteriana hemorrágica.
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Fig. 7: Mujer de 29 años con pielonefritis que no responde al tratamiento antibiótico. La
ecografía muestra lesión quística de paredes gruesas y contenido ecogénico, sugestiva
de absceso.
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Fig. 8: TC con contraste intravenoso de la paciente de la figura 7 donde se confirma un
absceso renal derecho.
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Fig. 9: Imagen coronal de TC con CIV de la paciente de las figuras 7 y 8 evidenciando
un absceso renal en el polo inferior del riñon derecho con cambios inflamatorios.
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Fig. 10: TC con CIV que muestra una colección renal izquierda con realce periférico en
relación a un absceso que asocia severos cambios inflamatorios en la grasa perirrenal
y engrosamiento de la fascia de Gerota.
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Fig. 11: Imagen coronal de TC tras la administración de CIV, identificando litiasis renal en
polo inferior de riñón izquierdo con disminución del espesor cortical y retracción calicial
de carácter cicatricial en una pielonefritis crónica.
Fig. 12: Ecografía que muestra dilatación del sistema excretor renal con contenido
ecogéncio y nivel líquido-líquido en su interior.
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Fig. 13: En TC con CIV se observa dilatación del sistema excretor del riñón izquierdo con
contenido de mayor atenuación que la orina normal con realce de las paredes pélvicas,
correspondiente a pionefrosis.
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Fig. 14: TC sin CIV que muestra la presencia de gas en el interior del parénquima renal
izquierdo, hallazgo que corresponde a pielonefritis enfisematosa.
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Fig. 15: Radiografía abdominal que muestra cálculo coraliforme derecho secundario a
pielonefritis xantogranulomatosa.
Fig. 16: Imágenes de ecografía que muestra sombra acústica en riñón derecho
por cálculo coraliforme y colección líquida en esapcio perirrenal en una pielonefritis
xantogranulomatosa.
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Fig. 17: TC con CIV donde se identifica cálculo coraliforme fragmentado en riñón
izquierdo con dilatación pielocalicial por acumulación de exudado inflamatorio.
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Fig. 18: Gran cálculo coraliforme derecho en TC realizado tras la administración de
CIV, asociando colecciones con realce periférico en espacios perirrenal y pararrenal
derechos, en una paciente de 72 años que acudió por masa lumbar.
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Fig. 19: TC con CIV que muestra dilatación del sistema excretor del riñón derecho con
adelgazamiento del espesor cortical y calcificaciones en un caso de TBC renal.
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Conclusiones
El diagnóstico de las infecciones del tracto urinario en adultos se basa en los síntomas
clínicos y los hallazgos de laboratorio. Sin embargo, en un contexto clínico apropiado los
hallazgos radiológicos permiten realizar un diagnóstico correcto así como una valoración
adecuada de la extensión de la infección y sus posibles complicaciones, esencial para
planificar el tratamiento médico o quirúrgico de la enfermedad.
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