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Eduardo Alberto Vento

Observación participante, entrevistas participativa y discusiones reflexivas: tres técnicas


frecuentes en el trabajo comunitario

El texto desarrolla el método participativo en tres técnicas, las cuales sirven para el
trabajo comunitario, la relevancia de ellas radica en el grado de participación e interacción con
las personas, dado que preserva la integridad de los fenómenos sociales.
En primer lugar, la observación participante es la actividad metodológica y sistémica
que permite registrar vivencias para extrapolar esos datos hacia una posible teorización. Este
método ofrece una visión más amplia y compleja de un fenómeno, dado que se pueden
descubrir normas y valores de una comunidad, incluyendo posiciones de personas que antes no
eran visibilizadas. Para llevar con éxito este método se necesita una visión horizontal con las
personas, reflexividad y la recolección ordenada de la información. Finalmente, para recolectar
y analizar la información, se suelen llevar diarios de campo, narraciones, cuestionarios,
inventarios y la observación (lugar, gente, actividades, propósitos, tiempo y sentimientos).
En segundo lugar, la entrevista participativa es una técnica que permite indagar en las
experiencias y conocer la opinión de una comunidad. De esta manera, se suelen entrevistar a
informantes clave (5 a 9 personas) que muestran un conocimiento especial sobre un tema. Para
llevar a cabo este proceso se debe dejar en claro los objetivos de la entrevista, marcar los roles
de cada persona, preparar una guía que responda a los objetivos y evitar controversias. Estos
aspectos contribuyen al cumplimiento de los criterios de confianza y validez. En esta línea, el
vínculo de confianza es necesario, puesto que el conocimiento que se produce será usado para
una investigación, lo cual es un proceso bidireccional entre la sociedad y la ciencia. Por otro
lado, el criterio de validez está relacionado con la pertinencia de las preguntas y las respuestas
de los participantes.
En tercer lugar, las reuniones comunitarias de discusión-reflexión se plantean
problemáticas, soluciones, se evalúan estrategias, se analiza lo logrado y se critican los aciertos
o errores. Todo ello enmarcado en un proceso de construcción entre agentes externos e
internos, que dan sentido a lo que se va elaborando por una comunidad. Para este proceso se
tiene que tener en cuenta la ubicación de la reuniones, la puntualidad, democracia y coordinar
cada tema a tratar, evitando discusiones que no contribuyen al objetivo. Asimismo, los
obstáculos para esta técnica son los siguientes: los intereses personales, la falta de compresión
de las normas que rigen una discusión colectiva, falta de compromiso y las formas inadecuadas
de comunicación no verbal. Frente a ello, se menciona que los agentes externos no deben
olvidar el carácter dialógico del trabajo comunitario; es decir, establecer una relación de
Eduardo Alberto Vento

igualdad y respeto por la diferencia, cuidar el mensaje de la comunicación no verbal y observar


las reacciones de las personas.
Finalmente, a través de estas técnicas se establece la necesidad del carácter colectivo de
la participación para la transformación de una comunidad, dado que estas técnicas incorporan
las voces de los otros, donde estas reflejan la complejidad de un fenómeno social.

Montero, M. (2006). Capítulo 7: Observación participante, entrevistas participativas y


discusiones reflexivas: tres técnicas frecuentes en el trabajo comunitario. En: Hacer
para transformar: el método en la psicología comunitaria (pp. 203 – 219). Buenos
Aires: Paidós.

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