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Jesús Ramos Martín es profesor del departamento de

economía e historia económica de la Universidad Autónoma


de Barcelona e investigador del grupo de Metabolismo de las
sociedades del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales
del mismo centro.

SOS TENIBILIDAD

Economía biofísica
El flujo metabólico y otros conceptos procedentes
de la ecología y la termodinámica ayudan a valorar
si un sistema económico es o no viable
Jesús Ramos Martín

L
÷ùĈÿĉÿĉûùąĄĶăÿù÷÷ùĊċ÷ĂûĉĊħĆąĄÿûĄúąúûă÷ĄÿüÿûĉĊąĂ÷ĉ
Z_ÐYkbjWZ[igk[j_[d[bWY_[dY_W[YedŒc_YWfWhW[nfb_YWhfhe-
cesos para los que en teoría debería ofrecer respuestas, como
[bZ[i[cfb[eYhŒd_Ye"bW_dÑWY_Œde[bYh[Y_c_[dje[YedŒc_-
co. Tanto los análisis que venimos observando últimamente,
como las medidas de política económica que se recomien-
dan, parecen fallar de forma sistemática, para asombro no
solo del público general, sino también de los propios economistas, que ven
cómo las recetas que aprendieron en las facultades no funcionan.

WIKIMEDIA COMMONS/WALTER SIEGMUND/CC BY-SA 3.0 (refinería); © ISTOCKPHOTO Y DREAMSTIME (gráficas)


El problema fundamental radica en que la ciencia económi- de los seres humanos, de su cultura y de sus instituciones; para
ca predominante ha perdido el contacto con la base material ello se necesita una serie de bienes y servicios, que se producen
del proceso económico; se ha centrado, casi de forma exclusiva, mediante la aplicación de trabajo humano y conocimiento a
en analizar el funcionamiento de los mercados y el intercambio unos recursos naturales. WIKIMEDIA COMMONS/CEZARY PIWOWARSKI/CC BY-SA 3.0 (coches); WORDRIDDEN (mina);

comercial. Esta visión se muestra incapaz de explicar el origen La economía predominante ha dejado de lado el análisis de
de algunos de nuestros problemas más graves y de ofrecer al- elementos tan importantes como el tiempo (duración) y la es-
ternativas en términos de políticas públicas. Pone énfasis en el cala (tamaño) de las economías, así como el funcionamiento de
aumento de la producción económica (crecimiento) sin consi- las mismas mediante la transformación de energía y recursos
Z[hWhbWÐdWb_ZWZd_beiYeij[iZ[bc_ice$Ebl_ZW"fk[i"gk[[b cWj[h_Wb[i$>W_]dehWZe"fk[i"[bWd|b_i_iZ[beiÑk`eic[jWXŒ-
objeto del proceso económico no debe ser el aumento de la pro- licos, o metabolismo, de las sociedades. Algunas cuestiones cla-
ducción per se"i_debWc[`ehW[d[bZ_i\hkj[Z[bWl_ZW$;bÐdZ[ ve no respondidas por esta visión económica centrada en los
una economía corresponde a la reproducción de la sociedad, mercados son la función de los recursos naturales (y, en par-

EN SÍNTESIS

Centrada solo en los mercados y el intercambio Esta pérdida de contacto con la base material del Mediante conceptos procedentes de la ecología
comercial, la economía imperante vive a espal- proceso económico impide explicar el origen de y la termodinámica, la economía biofísica ofrece
das de los límites que imponen los recursos del algunos de nuestros problemas más graves y una visión más completa del proceso económico
planeta. plantear alternativas viables. y arroja luz sobre la crisis actual.

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Los consumos directos (combusti-
bles, electricidad) e indirectos (in-
fraestructuras) de energía y recursos
constituyen piezas clave —pero a me-
nudo ignoradas— del rompecabezas
económico.

Junio 2012, InvestigacionyCiencia.es 69


E C O N O M Í A M AT E M ÁT I C A lisis William Stanley Jevons (1835-1882): en su clásico ensayo
sobre la cuestión del carbón, de 1865, advirtió que las mejoras
La visión marginalista Z[bW[ÐY_[dY_W[d[bkieZ[beih[Ykhieide[hWdikÐY_[dj[ifWhW
evitar el agotamiento de los recursos no renovables. La intro-
A mediados del s. XIX apareció en Europa una corriente que cam- ducción del concepto de estado estacionario por parte de John
biaría el rumbo de la teoría económica. Nos referimos a la visión IjkWhjC_bb'.&,#'.-)i_]d_ÐYŒkdh[YedeY_c_[djeZ[beib‡c_-
marginalista (o también denominada neoclásica). Según esta, el tes que la naturaleza imponía al desarrollo económico. Poste-
valor de los bienes se explica a partir de la psicología de los con- riormente, ello ha sido analizado por economistas ecológicos
sumidores. Su ley fundamental, el «principio de la utilidad mar- como Herman Daly, de la Universidad de Maryland, quien en
ginal decreciente», nos dice que la satisfacción lograda mediante 1990 propuso la distinción entre crecimiento (incremento cuan-
el consumo de un bien aumenta con el incremento del consumo, titativo en una escala física) y desarrollo (mejora cualitativa o
pero lo hace a un ritmo menguante; es decir, que la utilidad que realización de potencialidades).
atribuimos a la última unidad consumida (utilidad marginal) será Ese interés en las raíces biofísicas de la producción se per-
inferior a la de la penúltima. (Por mucho que nos gusten los hela- dió con el giro marginalista que protagonizó la economía en el
dos, el placer que obtendremos al consumir un helado adicional siglo ĎÿĎ[véase el recuadro «La visión marginalista»]. Los es-
será cada vez menor, porque nos iremos saciando.) tudios pasaron a centrarse en el funcionamiento de los merca-
En ese escenario, un individuo consumirá unidades de un pro- dos y en la búsqueda del equilibrio en los mismos.
ducto mientras la utilidad marginal, la satisfacción que le pro- Ese enfoque que trivializaba los recursos naturales se vio re-
porciona la última unidad consumida, sea superior al precio que forzado tras las crisis del petróleo de los años 1973 y 1979. Las
paga por ella. Por otro lado, un empresario producirá unidades economías desarrolladas reaccionaron mediante la mejora de la
mientras el precio que recibe por ellas sea superior al coste mar- [ÐY_[dY_W[d[bkieZ[beih[Ykhiei"begk[Wcehj_]kŒ[bWkc[dje
ginal, el de producir la última unidad. El equilibrio del mercado de precios de la energía. Sin embargo, eso no es aplicable a la si-
se logrará cuando el precio del producto sea igual a la utilidad tuación actual. En las crisis de los años setenta, la caída de la de-
marginal y al coste marginal. manda de energía provocada por el aumento de los precios del
El giro conceptual que conllevó esa corriente hizo que el aná- petróleo redujo los precios a medio plazo. Hoy, en cambio, la caí-
lisis económico se centrara en la optimización matemática, el da de la demanda de los países desarrollados se ha visto com-
intercambio de bienes y las situaciones de equilibrio —extrañas pensada por el aumento en el consumo de energía de los llama-
en el mundo real—. Estas premisas dominan todavía el pensa- dos países emergentes, con China a la cabeza.
miento actual. Pensemos en los análisis de la evolución del pre-
cio del petróleo que aparecen a menudo en la prensa: obvian las LA CUESTIÓN DEL TIEMPO
variables biofísicas (disminución de las reservas, mayor coste Adoptar un enfoque biofísico del proceso económico equivale a
energético de la extracción) y geopolíticas (acuerdos bilaterales aceptar que la economía está sujeta a las leyes de la termodiná-
entre países), y asumen que existe un mercado mundial de petró- mica y que su funcionamiento solo puede garantizarse por una
leo con precios únicos. Nada más lejos de la realidad. entrada continua de energía y materiales.
La primera ley de la termodinámica, o principio de conser-
vación, nos dice que la energía no puede ser creada ni destrui-
ticular, la energía), la imposibilidad de mantener un crecimien- da, sino que se conserva. Nos enseña, por tanto, que todos los
je_dÐd_jeebWfWhWZe`WZ[bWkc[dje[dbW[ÐY_[dY_W[d[bkie elementos (inputs) usados en un proceso productivo se conver-
de los recursos. j_h|d"WbWfeijh["[dkdWc[pYbWZ[fheZkYjeiÐdWb[ioh[i_Zkei$
Presentamos aquí un enfoque teórico alternativo, pertene- Ello reviste importancia porque destierra algunos mitos de la
ciente al ámbito de la economía heterodoxa, que sí arroja luz política ambiental como las virtudes de la incineración de resi-
sobre todas esas cuestiones. Nos referimos a la economía bio- duos —no los hace desaparecer, solo los transforma.
física, que centra la atención en los procesos de producción de La segunda ley, o principio de la entropía, constituye sin
bienes y servicios (qué se produce, cómo se produce, para qué ZkZWbWf_[pWZ[bWj[eh‡Wj[hceZ_d|c_YWgk[c|i^W_dÑk_Ze
se produce y quién lo consume) y en los procesos de distribución en el pensamiento económico. Esta nos dice que la entropía
de la renta (y, por tanto, del consumo de bienes materiales). (una medida de la energía no disponible) de un sistema aisla-
do tiende a un valor máximo. ¿Cuáles son sus implicaciones
RETROSPECTIVA económicas? En primer lugar, este principio excluye la rever-
Según su fundador Nicholas Georgescu-Roegen (1906-1994), la sibilidad de un gran número de procesos. Así lo formulaba Ru-
economía biofísica (o economía ecológica, como también se de- dolf Clausius en el siglo ĎÿĎ: «El calor no puede nunca, por sí
nomina hoy) tiene como objeto analizar la relación entre el pro- solo, ir de un cuerpo con baja temperatura hacia otro con alta
ceso económico y el medio. El proceso económico transforma j[cf[hWjkhW¼$;bbei_]d_ÐYWgk[YkWbgk_[hfheY[iedWjkhWbh[-
recursos naturales en bienes y servicios para nuestro consumo, sultará en un aumento de la entropía. Este resultado hizo que
mediante la aplicación de mano de obra, conocimiento y ma- el astrónomo Arthur Eddington hablase, ya en el siglo ĎĎ, de
quinaria (capital). El análisis conjunto de este proceso y su re- bW»Ñ[Y^WZ[bj_[cfe¼"i[]‘dbWYkWb[bWkc[djeZ[bW[djhe-
percusión sobre el medio permite estudiar la viabilidad de una pía determina la dirección del tiempo en el sentido evolutivo.
tendencia determinada. Los procesos irían en una dirección temporal irreversible: del
Ese enfoque biofísico hunde sus raíces en los trabajos pio- pasado al futuro, pasando por el presente.
neros de ciertos economistas y no economistas. Thomas Malthus A partir de esas ideas, Georgescu-Roegen presentó en 1971
(1766-1834) fue el primero en resaltar la aparente contradicción su clásica distinción entre T y t, donde «T representa el Tiem-
entre una población creciente y unos recursos naturales esca- po, concebido como una corriente de la conciencia, o si se quie-
sos, poniendo como ejemplo la tierra cultivable. Siguió este aná- re, como una sucesión continua de “momentos”, y t representa

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la medida de un intervalo (T’, T’’) por un reloj mecánico». Es ca. Una vez hecha la inversión, hay que amortizarla. (La adop-
decir, el Tiempo como sucesión continua de momentos sería ción en su día de la tecnología termonuclear para la generación
equivalente a la evolución, que no se detiene y que tiene una di- eléctrica implica que por un período de al menos cuarenta años
rección concreta. El tiempo, en cambio, correspondería a un in- esas centrales no podrán ser sustituidas, a pesar de que existan
tervalo entre dos momentos de ese continuo evolutivo; es pre- [d[bc[hYWZeefY_ed[ic|i[ÐY_[dj[i"i[]khWieYedc[deh_c-
cisamente el que usamos al medir, por ejemplo, la producción pacto ambiental.)
de un país en un año (PIB). Por tanto, desde la economía biofísica se considera que, en
La economía predominante elabora sus teorías y modelos a la generación de políticas, deben tenerse en cuenta los efectos
partir de un tiempo equivalente al que mide el reloj de Georges- permanentes asociados a ciertas decisiones (debidos a la irre-
cu-Roegen, ese intervalo t donde la reversibilidad de los proce- versibilidad de los procesos) y proceder con cautela a la hora de
sos es posible. Pensemos en los modelos que suelen emplearse aplicar medidas concretas. No podemos ignorar que los siste-
para estimar el crecimiento económico o evaluar medidas polí- mas económicos se hallan en continua evolución.
ticas (una subida de impuestos, por ejemplo). Estos consideran
que siempre puede darse «marcha atrás» (bajar los impuestos) ESCALA O TAMAÑO DE LA ECONOMÍA
para anular el efecto del mismo. Suponen que es posible rever- EjhW_cfb_YWY_ŒdZ[bWb[oZ[bW[djhef‡W]kWhZWh[bWY_ŒdYedbW
tir la situación sin provocar nuevas consecuencias. Ello, sin em- [ÐY_[dY_W$I[]‘dbWfWhWZe`WZ[@[ledijWcX_ƒdZ[dec_dWZW
bargo, es poco realista. Por lo general, la adopción de cualquier [\[Yjeh[Xej["bWic[`ehWiZ[bW[ÐY_[dY_W[d[bkieZ[beih[Ykh-
medida económica conlleva efectos permanentes (una subida sos pueden conllevar un aumento en el consumo, en términos
de impuestos puede provocar una reducción en el consumo, que WXiebkjei"Z[Z_Y^eih[Ykhiei$Feh[`[cfbe"[bWkc[dje[dbW[Ð-
no volverá a aumentar aunque las tasas bajen de nuevo). ciencia energética de los automóviles no se traduce en una dis-
Lo mismo sucede en cuanto a la vida y evolución de las es- minución del consumo de gasolina y, por tanto, de las emisiones
pecies y sociedades humanas, donde abundan los ejemplos de de gases de efecto invernadero, sino en un aumento de la dis-
procesos irreversibles, como las extinciones de especies o el ago- tancia media recorrida. Lo mismo se observa en las infraestruc-
tamiento de recursos naturales. Así lo muestran los trabajos de turas de transporte, donde las circunvalaciones de las ciudades
Jared M. Diamond, de la Universidad de California en Los Án- deh[ZkY[d[bjh|ÐYe"i_degk[beWkc[djWd"fehbegk[h[ikbjWd
geles, y Joseph A. Tainter, de la Universidad estatal de Utah. necesarias sucesivas ampliaciones. En 2010, mientras realizaba
Quizá se vea más claro en el ámbito tecnológico, donde la apues- el doctorado en economía aplicada en la Universidad Autónoma
ta por una determinada técnica impide el cambio de la misma de Barcelona, Jaume Freire demostró, en un artículo publicado
durante un número de años, por una simple cuestión económi- en Energy Policy"gk[bW_djheZkYY_ŒdZ[c[Z_ZWiZ[[ÐY_[dY_W

EFICIENCIA Y CONSUMO

La paradoja de Jevons
La introducción de la novedosa máquina de de la capacidad de algunos electrodomés- acompañada de un aumento en el consu-
þDǸßlx D­xä=Dîîj­Eäx‰`žx³îxÔøxø³ ticos (refrigeradores) a medida que aumenta mo total de energía (ÞDˆ_C).
modelo anterior, redujo el consumo de car- su rendimiento energético. El resultado global es un aumento en el
bón de ese ingenio. En principio, una buena A mayor escala tenemos el caso de consumo total del recurso, a pesar de que
noticia. Sin embargo, al ser esa máquina China, que entre los años 1985 y 2009 bajó äxšDDlx­D³xßD­Eäx‰`žx³îxͧ§¸lxUx-
más rentable, rápidamente se implantó en su intensidad energética (cantidad de ener- ría tenerse en cuenta en el diseño de políti-
sectores industriales que antes no la usa- gía necesaria para producir una unidad de `Dälxx‰`žx³`žDx³xߐyîž`Dālx¸î߸äßx`øß-
ban. A la larga, el invento de Watt condujo 0
ʸj§¸Ôøxx䧸­žä­¸j­x¥¸ß¹äøx‰`žx³- ä¸äjÇøx䧸äUx³x‰`ž¸äǸîx³`žD§xälxîD§xä
a un aumento notable del consumo de car- cia energética. Sin embargo, esta mejora fue medidas nunca se realizan al cien por cien.
bón. Este efecto en apariencia contradicto-
30 1 · 1011
rio lo advirtió William Stanley Jevons (1835-
1882) en su clásico ensayo sobre el carbón 9· 1010
Intensidad energética (megajulios/yuan)

The coal question (1865). De ahí que reciba 25


Consumo total de energía (gigajulios)

8· 1010
el nombre de paradoja de Jevons. Intensidad
Según esta paradoja, también denomi- energética 7· 1010
20
³DlDx…x`î¸ßxU¸îxjø³D­x¥¸ßDx³§Dx‰`žx³- Consumo total 6· 1010
cia de uso de un recurso no conlleva una dis- de energía
FUENTE: INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA DE CHINA

15 5 ·1010
minución del uso total del mismo, sino un
aumento de las actividades que lo consu- 4· 1010
­x³Í §Dø­x³îDߧDx‰`žx³`žDx³x§øä¸äx 10
3· 1010
produce una caída del precio (o del coste)
que induce un aumento en la demanda. 2· 1010
5
Un ejemplo clásico corresponde al 1 · 1010
aumento de la distancia recorrida por los
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coches conforme disminuye su consumo
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de gasolina por kilómetro. Otro, al aumento


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M E TA B O L I S M O S O C I A L

¿En qué gastamos el tiempo y la energía?


El conjunto de reacciones y procesos bioquímicos que permiten jubilados y desempleados), más el ocio de los activos. Las segun-
que un organismo mantenga sus funciones y estructuras corres- das engloban los sectores de energía y minas, industria y cons-
ponde al metabolismo endosomático. Cuando aplicamos este trucción, y servicios y administraciones públicas. Se mide luego
concepto biológico a las transformaciones de energía y materia- el tiempo de actividad humana asociada a cada sector (AH, rojo)
les necesarias para la existencia y mantenimiento de una socie- y el consumo de energía correspondiente (CE, azul). Mediante la
dad, hablamos de metabolismo exosomático (que tiene lugar combinación de las dos variables, se obtiene para cada sector
fuera del cuerpo). Este enfoque biofísico arroja nueva luz sobre la tasa de metabolismo (TM, verde), que indica el consumo de
los procesos económicos, puesto que permite comprender la energía (en megajulios, MJ) durante una hora de actividad. Según
estrecha relación de estos con los sistemas naturales. Para ana- los resultados del estudio, el 90 % del tiempo disponible en la
§žąDßx§­xîDU¸§žä­¸lxø³Dä¸`žxlDläxlx‰³xÇߞ­x߸§Dxäîßø`- sociedad catalana se dedica a actividades no remuneradas. Con
tura de agentes y actividades que la mantienen. En 2005 estu- solo el 0,1 % del tiempo, el sector de energía y minas pone a dis-
diamos en nuestro grupo de investigación el caso de Cataluña. posición del resto de sectores toda la energía que gastarán, para
Distinguimos entre dos grandes tipos de actividades: las no lo cual consume el 11 % de la energía primaria; ello entraña una
remuneradas y las remuneradas. Las primeras, relacionadas con tasa metabólica altísima, de 2000 MJ/h. Cada sector presenta
el hogar, incluyen la actividad de la población no activa (niños, un comportamiento distinto.
Este tipo de análisis biofísicos sirven para
ACTIVIDADES AH = 7970 h (90 %) que, una vez la sociedad haya determinado
NO REMUNERADAS qué actividades considera imprescindibles,
pueda establecerse una jerarquía de usos
CE = 23 GJ (14 %)
energéticos que permita afrontar situacio-
nes de escasez creciente de la energía, ya
sea por la oferta, por su elevado coste, o por
HOGAR
D­U¸äÍ 䞭žä­¸jD§Dš¸ßDlxǧD³ž‰`Dßø³
cambio en el modelo económico (mediante
TM = 10,8 MJ/h AH = 530 h (6 %) un aumento del peso de la industria, por

FUENTE: «CATALONIAS’S ENERGY METABOLISM: USING THE M U SIASEM APPROACH AT DIFFERENT SCALES», POR J. RAMOS MARTÍN, S. CAÑELLAS-BOLTÁ, M. GIAMPIETRO Y G. GAMBOA
ejemplo), el enfoque metabólico muestra
cuál va a ser su impacto en términos de con-
sumo total de energía del país y qué secto-
res pueden verse afectados en el caso de
ACTIVIDADES HA = 340 h (3,9%) que se requiera un reajuste interno del con-
REMUNERADAS
äø­¸x³xߐyîž`¸Í0¸ß‰³jx§`E§`ø§¸lx§Dä
CE = 83 GJ (51 %)
tasas de metabolismo exosomático de los
diferentes sectores permite establecer com-
AH = 9 h (0,1%) INDUSTRIA paraciones con otras economías similares
Y CONSTRUCCIÓN
para analizar la viabilidad de nuestros mode-
CE = 18 GJ (11%)
los de desarrollo.
TM = 244 MJ/h

ENERGÍA Y MINAS
CE = 39 GJ (24 %)
SERVICIOS PÚBLICOS En promedio, a lo largo de un
año cada ciudadano dispone de
TM = 2000 MJ/h
8760 horas y consume 162 GJ,
TM = 75 MJ/h
lo que representa un metabolis-
!
mo exosomático de 18,5 MJ/h.

energética en los hogares de Cataluña tenía un efecto rebote del Si aplicamos esta visión a las economías modernas, veremos
EN ENERGY POLICY, VOL. 37, PÁGS. 4658-4671, 2009

49 por ciento a largo plazo. Es decir, que gran parte del poten- que estas aumentan cada vez más su consumo de energía y ma-
cial ahorrador de las medidas no se materializaba (el 49 por cien- j[h_Wb[i"Wf[iWhZ[gk[Wbfhef_ej_[cfeWkc[djWdbW[ÐY_[dY_W
to de la energía ahorrada volvía a consumirse por otra vía). en el uso de los mismos. Esto es exactamente lo que demostró
Esas ideas son perfectamente compatibles con el análisis en 2005 Óscar Carpintero, de la Universidad de Valladolid, para
que presentó Alfred Lotka en 1922 acerca de la selección natu- [bYWieZ[bYedikceZ[cWj[h_Wb[i[d;ifW‹W"obegk[;KHEI-
ral en el caso de los sistemas naturales. Según Lotka, la selec- TAT y la Agencia Internacional de la Energía nos dicen que
Y_ŒddWjkhWbj_[dZ["fehkdbWZe"W_dYh[c[djWh[bÑk`eZ[[d[h- ocurre en la gran mayoría de los países.
gía que circula a través de los sistemas biológicos y, por otro, a La economía biofísica reclama la importancia de conside-
Wkc[djWhbW[ÐY_[dY_W[d[h]ƒj_YWZ[beifheY[ieiX_ebŒ]_Yei$ rar la escala o el tamaño de las economías. Para ello analiza el

72 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, junio 2012


consumo material de recursos naturales, los niveles de vida 1·108 40.000.000

Consumo total de energía (terajulios)


y la evolución de la población (tamaño y estructura), elemen- 9·107 35.000.000
tos que han sido olvidados durante largo tiempo por los eco-

PIB (millones de yuanes)


nomistas, incluso en los actuales momentos de fuerte crisis 8·107 30.000.000
Consumo de energía
económica. 7·10 7
25.000.000
6·10 7
20.000.000
EL METABOLISMO PIB
Si aceptamos la importancia de compatibilizar el tamaño y 5·10 7
15.000.000
composición de nuestras economías con los recursos natura- 4·107 10.000.000
les del planeta, es preciso entender el modo en que utilizamos
3·10 7
5.000.000
estos recursos (energía y materiales). Para ello resulta de gran
utilidad aplicar a las sociedades el concepto biológico de me- 2·10 7
0
tabolismo.

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El metabolismo de una sociedad humana se corresponde
con las transformaciones de energía y materiales necesarias

Consumo de energía primaria (terajulios)


7·106 1.400.000
para la existencia y el mantenimiento de la misma. La idea fue
1.300.000
introducida por Georgescu-Roegen bajo el nombre de ×nchf^- 6·106

PIB (millones de dólares)


1.200.000
tabólico. En su opinión, el proceso económico (producción y Consumo de energía
5·106 1.100.000
distribución de bienes y servicios) tenía un lado biofísico que 1.000.000
Z[X‡Wi[hWdWb_pWZef[hegk[ieb‡WeXl_Whi[Z[X_ZeWbWÐ`WY_Œd PIB
4·106 900.000
de los economistas por el análisis de los mercados y el inter- 800.000
cambio comercial. A partir del trabajo de Lotka, Georgescu- 3·106
700.000
Roegen introdujo los conceptos de metabolismo endosomáti- 2·106 600.000
co y metabolismo exosomático para diferenciar las transforma- 500.000
ciones de energía y materiales que tenían lugar dentro del 1·106 400.000
cuerpo humano de las que ocurrían fuera del mismo. Así, el

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metabolismo endosomático estaría relacionado con la alimen-
tación y el exosomático con el resto de la energía consumida El crecimiento económico guarda una estrecha relación con el
en nuestras actividades diarias, como la electricidad o el com- aumento del consumo energético. En China (arriba), donde se ha
bustible de los automóviles. trasladado gran parte de la producción mundial, se observa que
Aplicar la metáfora metabólica permite enfatizar que el pro- el producto interior bruto (PIB) ha crecido junto con el consumo
ceso económico depende de la existencia, en el medio, de los re- total de energía. En España (abajo), la relación entre actividad
YkhieidWjkhWb[id[Y[iWh_eifWhWfheZkY_hoYedikc_h$E"[d económica y gasto energético es todavía más clara.
FUENTES: INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA DE CHINA (gasto energético y PIB chinos); AGENCIA INTERNACIONAL PARA LA ENERGÍA (gasto energético español);

otras palabras, que los sistemas sociales dependen de los siste-


mas naturales para su supervivencia.
;bc[jWXeb_iceZ[kdW[Yedec‡Wi[Yecfed[Z[bÑk`ec[- tos, atención sanitaria, educación, seguridad) en términos de
tabólico de los agentes implicados (sectores económicos, hoga- energía y materiales: su i^kÖef^mZ[eb\h. Además, cada una
res, etcétera), cada uno de los cuales realiza una función nece- de estas actividades precisa vectores energéticos diferentes.
saria para el mantenimiento de todo el sistema. Mantener esta El policía del ejemplo anterior usará gasolina en su hora de
estructura de agentes y funciones requiere el consumo de re- trabajo, mientras que el médico o el profesor emplearán gas
cursos naturales. Nuestras sociedades modernas proveen a los natural para la calefacción y electricidad para el resto de las
ciudadanos de educación, sanidad, seguridad y otros servicios. tareas. Por tanto, cada actividad requiere una determinada
La realización de estas funciones no solo conlleva el consumo fuente primaria de energía.
directo de recursos (la calefacción de las aulas), sino que arras- Ese análisis permite establecer prioridades en el uso de los
tra todo un uso de energía y materiales que han sido necesarios recursos naturales. En un contexto de escasez creciente y de
previamente (formación del profesorado, fabricación del mate- aumento de costes de la energía, será más razonable concen-
h_Wb[iYebWh"YedijhkYY_ŒdZ[bei[Z_ÐY_ei$FehjWdje"WYWZWWY- trar el uso de los recursos en aquellas actividades más direc-
ORGANIZACIÓN PARA LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO ECONÓMICO (PIB español)

j_l_ZWZb[Yehh[ifedZ[kdf[hÐbc[jWXŒb_Ye$KdW^ehWZ[[Zk- tamente relacionadas con el mantenimiento de las sociedades


cación tiene un consumo de recursos diferente al de una hora (agricultura, minería, industria y servicios básicos) y reducir-
de atención sanitaria en un hospital o una hora de servicio de lo en las actividades más suntuarias (viajes de ocio, entre
seguridad aportada por un policía. Ello explica que las socieda- otros).
des menos desarrolladas, y con menos funciones, presenten ni- KdWl[pZ[j[hc_dWZWibWi\kdY_ed[iX|i_YWigk[Z[Ðd[d
veles de consumo inferiores. nuestra sociedad —o nuestro objetivo de sociedad— y analiza-
A la hora de evaluar de manera cuantitativa la viabilidad Zeikf[hÐbc[jWXŒb_Ye"feZ[ceiYecfheXWhi_[i[YedikceZ[
y deseabilidad de un modelo de desarrollo concreto, en reali- energía y materiales entra en contradicción o no con la dispo-
ZWZ[ijWcei[ijkZ_WdZe[bf[hÐbc[jWXŒb_YeZ[bi_ij[cW$FWhW nibilidad de recursos que se hallan en el medio y con el mante-
ello, primero debemos caracterizar su estructura, funciones nimiento de los sistemas naturales y sus respectivas funciones,
y compartimentos. Esto lo hacemos mediante el análisis de que también requieren el consumo de energía y materiales. Es
beiÑk`eiZ[cWj[h_Wb[io[d[h]‡Wd[Y[iWh_eifWhWcWdj[d[h decir, el análisis cuantitativo de la sostenibilidad de un mode-
las estructuras ya existentes y crear otras nuevas, y para ga- lo de desarrollo debe estudiar la compatibilidad entre el meta-
rantizar algunas funciones básicas. De esta manera podemos bolismo exosomático de las sociedades y el metabolismo de los
determinar el coste de cierta función (producción de alimen- ecosistemas.

Junio 2012, InvestigacionyCiencia.es 73


E N E R G Í A N E TA ieY_[ZWZ[iZ[f[dZ[dZ[[i[Ñk`eYedj_dkeZ[[d[h]‡W"gk[^Wi-
ta hace poco era muy barata.
El retorno de la inversión Las sociedades actuales requieren para su funcionamiento
un consumo determinado de energía y materiales. La estruc-
energética tura de las mismas depende, por tanto, de la disponibilidad
[d[h]ƒj_YW$;bbei_]d_ÐYWgk[dei[fk[Z[fh[j[dZ[hh[ZkY_h[b
Aunque el rendimiento de un pozo de petróleo sigue una forma consumo de energía de forma brusca, sin esperar cambios es-
de campana, su coste de extracción aumenta con el tiempo. Este tructurales igualmente drásticos (en sanidad, educación, siste-
UD§D³`xx³îßx`¸äîxāUx³x‰`ž¸äxßx‹x¥Dx³§DîDäDlxßxî¸ß³¸ ma judicial, seguridad, etcétera). También quiere decir que si
energético: la razón entre la cantidad de energía aprovechable el objetivo de la política económica es mantener el sistema y
que se extrae y la energía que se requiere para extraerla. Cuanto ^WY[hbeYh[Y[h[d[bj_[cfe"Z[X[h|]WhWdj_pWhi[kdÑk`eYWZW
mayor es esa razón, de mayor calidad es la fuente energética. vez mayor de energía, con las posibles consecuencias ambien-
Dado que la importación de petróleo tiene una tasa de retorno tales que ello pueda entrañar.
­Dā¸ßÔøx§DxĀîßD``ž¹³j§¸äÇDŸäxäž³løäîߞD§žąDl¸äÇßx‰xßx³ Esa estrategia no ha supuesto problemas graves hasta hoy,
importar la energía de otros lugares. porque la energía fósil era abundante y, por ende, barata. Pero
Las reservas de petróleo suelen darse en sus valores bru- era abundante porque su consumo se centraba en las economías
tos. Pero lo que nos interesa conocer es la cantidad de ener- occidentales. En la actualidad, sin embargo, se ha trasladado
gía neta que llega a la so- gran parte de la producción a los países emergentes (sobre todo
ciedad. En EE.UU., la tasa Rendimiento China), lo que ha conllevado aumentos notables del consumo
de retorno de la extracción energético en aquellos países. La industrialización requiere ma-
ha pasado de 1229,48 en Coste
quinaria y conocimientos, y estos a su vez consumen energía y
1919 a 5,02 en 2007. Cada ejheih[Ykhiei$;bbei_]d_ÐYWgk[bWZ[cWdZWZ[[d[h]‡WWd_l[b
vez se requiere más energía mundial no deja de crecer (en línea con el crecimiento del PIB),
para obtener un barril de justo cuando se está manifestando un fenómeno bien conocido
Çxîß¹§x¸Í§§¸䞐³ž‰`DÔøx en el marco de los recursos no renovables, el cenit del petróleo,
cada vez vamos a necesitar introducido en 1956 por Marion King Hubbert, geólogo y ex di-
más energía primaria para rector de exploraciones de la petrolera Shell [véase «Fin de la
poner a disposición de la era del petróleo barato», por Collin J. Campbell y Jean H. Lahe-
sociedad una determinada rrère; ?ĄČûĉĊÿý÷ùÿĶĄď9ÿûĄùÿ÷" mayo de 1998 y «Los límites del
cantidad de energía neta. Tiempo crecimiento tras el cenit del petróleo», por Charles A. S. Hall y
John W. Day, Jr.; ?ĄČûĉĊÿý÷ùÿĶĄď9ÿûĄùÿ÷" octubre de 2009].
Si la demanda de energía sigue aumentando y la disponibi-
EL CRECIMIENTO ECONÓMICO lidad de recursos disminuye, la consecuencia lógica es que los
Una perspectiva biofísica que considere los tres conceptos pre- precios del petróleo y el resto de los combustibles fósiles conti-
sentados (el tiempo como duración, el tamaño de la economía núen la senda alcista que muestran desde el período 2004-2005.
y el metabolismo exosomático de las sociedades) permite ana- Este fuerte incremento de precios no es la causa —pero no debe
lizar el crecimiento económico y entender no solo sus limitacio- Z[ib_]Whi[ÄZ[bWWYjkWbYh_i_i[YedŒc_YW"Z[eh_][dÐdWdY_[he$
nes en cuanto a los inputs, sino también sus impactos. En España, las importaciones netas de combustibles fósiles su-
BWWYjkWbYh_i_i[YedŒc_YWi[cWd_Ð[ijW[dbWcWoeh‡WZ[bei fed[dZeij[hY_eiZ[bZƒÐY_jZ[bWXWbWdpWfehYk[djWYehh_[dj[
países ricos en forma de caída del producto interior bruto (PIB), kdfWh|c[jhegk[c_Z[bWid[Y[i_ZWZ[iZ[ÐdWdY_WY_ŒdZ[b
una medida de la actividad económica. En España, ello se tra- fW‡i$I_[n_ij[kdZƒÐY_j"Z[X[ceiÐdWdY_Whdei[d[b[nj[h_eh
duce en una fuerte destrucción del empleo. Esta situación ha para poder mantener nuestra actividad económica y nivel de
desembocado en que prácticamente desde todos los ámbitos l_ZW$FehjWdje"[bZƒÐY_ji[Z[X[[dikcWoeh‡WWdk[ijhWZ[-
i[Z[Ð[dZW[bYh[Y_c_[dje[YedŒc_YeYece‘d_YWcWd[hWZ[ pendencia energética del exterior. Si esto es así, y los precios del
paliar la situación. La idea de fondo es que el crecimiento pro- petróleo van a seguir subiendo, la factura energética del país no
leYWkd»]ej[e¼gk[X[d[ÐY_WWjeZeibei[ijhWjeiZ[bWieY_[- Z[`Wh|Z[Yh[Y[h"oYed[bbWdk[ijhWd[Y[i_ZWZZ[ÐdWdY_WY_Œd"
dad, lo que evita tener que pensar en políticas de redistribución como bien muestran los estudios de José Manuel Naredo, de la
de la renta. Este discurso se basa en el supuesto de que el cre- Universidad Complutense de Madrid.
cimiento económico es posible y en la creencia de que puede Así pues, el escenario futuro muy probablemente exigirá la
i[h_dZ[Ðd_Ze$ h[ZkYY_ŒdZ[bYedikce[d[h]ƒj_YeWd_l[b[igk[i[Wfei_Xb[Ð-
Sin embargo, debemos tener en cuenta que la evolución de nanciar, lo que conllevará una caída del PIB. Es decir, la reduc-
los sistemas, incluidos los económicos, va íntimamente ligada ción y el encarecimiento de la disponibilidad energética provo-
al consumo de energía y recursos. Numerosos análisis, como los carán cambios en la estructura de las sociedades. No podrán
de David I. Stern, de la Universidad Nacional de Australia, mues- mantenerse todas las funciones que hoy en día se llevan a cabo,
tran una estrecha correlación entre el crecimiento económico y por lo que deberán aplicarse políticas de priorización en el uso
el consumo de energía primaria. En el pasado, cuando la dispo- de los recursos (sobre todo la energía) que tengan en cuenta to-
nibilidad de energía ha dependido de los recursos renovables y dos los miembros de la sociedad.
se ha usado básicamente biomasa, el crecimiento de las econo-
mías (y de su población) ha sido más bien escaso. Así lo mos- ¿SOLUCIONES?
traba E. A. Wrigley en su libro de 1988 Continuity, chance and Lo planteado hasta aquí no es nuevo en el mundo académico,
change. En las economías modernas, más del 80 por ciento de al menos dentro de la economía biofísica. El problema estriba
la energía primaria corresponde a los combustibles fósiles y las en que el discurso dominante en las universidades y los ámbi-

74 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, junio 2012


tos de decisión es otro, centrado en el análisis de los mercados 330 40

Consumo de energía por hora de trabajo

Productividad del trabajo (dólares/hora)


y con el equilibrio de los mismos en mente. Por eso algunas de
las soluciones que se proponen no lo son. 35
280
Se dice, por ejemplo, que la pérdida de tejido industrial no Consumo de energía

(megajulios/hora)
30
constituye un problema, pues las economías modernas tienden
230
hacia el desarrollo de los servicios. Sin embargo, este argumen-
25
to adolece de un fallo grave: supone que los servicios son inma- Productividad del trabajo
180
teriales o que, al menos, consumen menos recursos. En prime- 20
ra instancia, ello es cierto. Los servicios entrañan un menor con-
sumo directo de recursos que la industria (el ordenador con el 130
15
que he escrito este artículo gasta menos energía que la maqui-
naria que utiliza un empleado en una fundición). Pero también 80 10
es verdad que la existencia de muchos de esos servicios solo es

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posible porque la sociedad ha llegado a un grado de compleji-
dad tal que necesita que actividades que antes se asumían en el Un aumento en la productividad del trabajo no nos permitirá za-
entorno familiar se encuentren ahora en el mercado. Es decir, farnos de la dependencia respecto a la energía, pues precisamen-
es el grado de desarrollo —con el consumo de energía que ello te estos aumentos entrañan un mayor uso de energía por hora de
implica— el que hace que surjan «nuevas oportunidades de em- trabajo. Las reducciones del consumo energético deberán venir
pleo» (por ejemplo, en el ámbito de los cuidados personales). de reestructuraciones sociales que incluyan cambios en el mode-
Pero además, la provisión de esos servicios requiere una forma- lo de desarrollo y los patrones de consumo.
ción que solo ha sido posible mediante el consumo de recursos
a lo largo de la vida de quienes nos proveen de los mismos. El
resultado es que, si bien los servicios consumen menos recur- can la idea generalizada, y reforzada todavía más durante la pre-
sos, solo son posibles si la sociedad tiene ya un determinado ta- sente crisis económica, de que solo hay una visión de la
maño que le ha permitido invertir en ellos. Por tanto, en un es- economía y del proceso económico. Asimismo, denuncian el ex-
cenario futuro con menos recursos energéticos, deberán redise- Y[i_leƒd\Wi_igk[YedÐ[h[bW[Yedec‡WWYjkWbWbei_dijhkc[d-
ñarse los tipos de servicios que la sociedad podrá ofrecer a los tos matemáticos a costa de las teorías económicas alternativas
ciudadanos. y de la enseñanza de la historia económica. Es necesario que
EjhWZ[bWiiebkY_ed[igk[i[fbWdj[Wdi[XWiW[dWkc[d- vuelvan a explicarse en nuestras universidades otras visiones
tar la productividad del trabajo (el valor, medido en euros, que del proceso económico, visiones que recuperen el interés por el
producimos en una hora de trabajo); en teoría, ello nos per- proceso de producción y de distribución de bienes y servicios,
FUENTES: AGENCIA INTERNACIONAL PARA LA ENERGÍA (consumo energético). ORGANIZACIÓN PARA LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO ECONÓMICO (productividad laboral).

mitirá trabajar menos o utilizar los recursos de una manera no solo por el funcionamiento de los mercados.
c|i[ÐY_[dj[$:[iZ[kdWf[hif[Yj_lWX_e\‡i_YW"feZ[ceiZWh Ese cambio en el mundo académico dotaría de mayor rea-
dos tipos de respuesta. Por un lado, es cierto que el aumento lismo a la enseñanza impartida en la universidad, lo que re-
de la productividad laboral puede conllevar una reducción del ZkdZWh‡W"Wikl[p"[dkdWcWoehÑ[n_X_b_ZWZZ[dk[ijhei\k-
tiempo de trabajo. Pero con una condición: que aceptemos turos economistas ante posibles eventualidades. Al ver el pro-
mantener nuestro nivel de consumo. La paradoja de Jevons ceso económico desde el lado no solo monetario sino también
dei[di[‹Wgk[beiWkc[djeiZ[[ÐY_[dY_Wdei[cWj[h_Wb_pWd biofísico, se podrían constatar mejor las repercusiones am-
al cien por cien. Cuando se produce un aumento de la produc- bientales (en el uso de recursos y en la emisión de contami-
tividad, lo más frecuente no es que se reduzca el tiempo de nantes) y sociales (uso del tiempo, distribución de la renta)
trabajo sino que crezcan los ingresos, lo que se traduce en un de los diferentes escenarios de desarrollo o de las distintas
mayor consumo. Estudios recientes de nuestro grupo de inves- políticas.
tigación indican que el consumo de energía en nuestro tiem-
po de ocio está aumentando por encima de lo que aumenta el
consumo total.
Asimismo, para evitar cuestionarnos la necesidad de redu- PA R A S A B E R M Á S
cir nuestro consumo en un contexto de escasez creciente de re- La ecología y la economía. J. Martínez Alier y Klaus Schlüpmann. Fondo de Cultura Eco-
cursos, suele defenderse que las mejoras en la productividad del nómica, México, 1991.
trabajo permitirán producir lo mismo con menos tiempo y me- La ley de la entropía y el proceso económico. N. Georgescu-Roegen. Fundación César
nos recursos. El problema es que estas mejoras de productivi- Manrique, Lanzarote, 1996. Disponible en: www.fcmanrique.org/publiDetalle.php?idPu-
blicacion=107
dad requieren la aplicación de tecnologías que entrañan un El metabolismo de la economía española. O. Carpintero. Fundación César Manrique, Lanza-
aumento del consumo de energía por hora trabajada. Por tan- rote, 2005. Disponible en: www.fcmanrique.org/recursos/publicacion/elmetabolismo.pdf
to, si en el futuro la energía escasea y su coste es prohibitivo, ya On China’s exosomatic energy metabolism: an application of multi-scale integrated analy-
no podremos aumentar la productividad tan fácilmente. No ha- sis of societal metabolism (MSIASM). J. Ramos-Martin, M. Giampietro y K. Mayumi, Ecolo-
gical Economics, vol. 63, págs. 174-191, 2007.
brá más remedio que reducir nuestros niveles de consumo.
Catalonia’s energy metabolism: using the MuSIASEM approach at different scales.
J. Ramos-Martín, S. Cañellas-Boltà, M. Giampietro y G. Gamboa en Energy Policy, vol. 37,
CAMBIOS NECESARIOS págs. 4658-4671, 2009.
La economía ecológica se halla en una posición minoritaria en The metabolic pattern of societies: Where economists fall short. M. Giampietro, K. Mayumi,
las facultades de ciencias económicas. Ello explica el nacimien- A. H. Sorman. Routledge, 2011.
Grupo de Investigación de Metabolismo de las Sociedades de la Universidad Autónoma de
to de varias iniciativas académicas, como el movimiento de la Barcelona: www.societalmetabolism.org
economía post-autista surgido en la Sorbona en 2000 o la Aso- Asociación de Economía Ecológica en España: www.ecoecoes.es
ciación de Economía Crítica en España. Estos colectivos criti- Red Iberoamericana de Economía Ecológica: www.redibec.org

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