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UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES

FACULTAD DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS


Escuela Profesional De Derecho

MONOGRAFÍA
LA ECOLOGÍA POLÍTICA DE LA CRISIS GLOBAL Y LOS LÍMITES DEL
CAPITALISMO

ASIGNATURA: ECOLOGÍA Y ECOSISTEMAS

DOCENTE: SÁNCHEZ CORDERO, ELVA RUTH

AUTORES:
● CHOQUE CASTRO, ESTEFANY ADRIANA
● CONDOR FUENTES, FABIANA PATRICIA
● DEL PINO MERCADO, ANGHELA CELESTINA
● DE LA CRUZ AQUINO JUAN
● EGOAVIL FERNANDEZ, YADHIRA DAMARIS

HUANCAYO - PERÚ
2021
2

DEDICATORIA

El presente trabajo está dedicado en


primer lugar a Dios, a nuestros padres
y docente, que nos apoyaron en todo
momento y nos han animado día a día
para poder estudiar y lograr nuestra
meta en el futuro.
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ÍNDICE
CAPÍTULO I: MARCO TEÓRICO ... …………………………………………………5

1.1 CONCEPTOS CLAVES…………………………………………………………..5

1.1.1 ECOLOGÍA POLÍTICA………………………………………………………….5

1.1.2 CRISIS ECONÓMICA…………………………………………………………..5

1.1.3 CRISIS AMBIENTAL…………………………………………………………....6

1.1.4 CAPITALISMO…………………………………………………………………...7

1.2 ANTECEDENTES………………………………………………………………...7

CAPÍTULO II: LA ECOLOGÍA POLÍTICA DE LA CRISIS GLOBAL……………...9

2.1 ECOLOGÍA POLÍTICA FRENTE A LA CRISIS……………………………….10

2.2. POLÍTICAS ECOLÓGICAS……………………………………………………..10

2.3 LAS POLÍTICAS AMBIENTALES PÚBLICAS……………………………….11

2.4 POLÍTICA AMBIENTAL CUMBRES EN EL CAMBIO CLIMÁTICO………...12

CAPÍTULO III: LA DIMENSIÓN ECOLÓGICA DE LA CRISIS…………………….14

3.1 LA ECOLOGÍA POLÍTICA DE LAS RESPUESTAS FRENTE A LA CRISIS...15

3.2 REPARACIÓN Y REFORMA DEL CAPITALISMO …………………………….16

3.3 El INEVITABLE AJUSTE ECOLÓGICO DEL CAPITALISMO…………………18

CAPÍTULO IV: EL CAPITALISMO Y SUS LÍMITES EN LA CRISIS AMBIENTAL…..22

4.1 EL CAPITALISMO Y SUS IMPLICANCIAS EN EL MEDIO AMBIENTE.….....22

4.2 CONTRADICCIONES ENTRE EL CAPITALISMO Y LA ECOLOGÍA……….....24

4.2.1 CONSUMO Y EXPANSIÓN………………………………………………………...25

4.3 REFORMA DEL CAPITALISMO …………………………………………………...27

4.3.1 CAPITALISMO VERDE……………………………………………………………...30

CONCLUSIONES………………………………………………………………………….32

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS……………………………………………….......33
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INTRODUCCIÓN

La actual crisis económica encierra profundas implicaciones sobre las articulaciones

entre las estrategias de desarrollo y su contexto ambiental en América Latina y el mundo entero,

las exportaciones de la región siguen descansando, sobre todo en recursos naturales y por lo

tanto, la inserción comercial es uno de los factores claves para explicar las pensiones que sufren

distintos ecosistemas, la inversión extranjera también está detrás de muchos emprendimientos

de alto impacto. Sea por estas u otras vías, los vaivenes internacionales juegan un papel clave

en los estilos de apropiación de la naturaleza.

En el presente artículo se examinan algunos de estos aspectos en América y el mundo,

resumen los impactos ambientales y se evalúan las respuestas en el entorno de la actual crisis

internacional. Estas últimas se describen como intentos de reparación o reformas del

capitalismo desde el punto de vista de la ecología política, en el entorno de la actual crisis,

persiste el énfasis en estilos de desarrollo convencionales y no sustentables desde el punto de

vista ecológico, incluso bajo gobiernos progresistas o de la nueva izquierda.


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CAPÍTULO I:

MARCO TEÓRICO

1.1. Conceptos claves:

Para la mejor comprensión del tema de este trabajo, vimos la necesidad de incluir

los conceptos de las palabras claves o de mayor importancia dentro del desarrollo.

1.1.1 Ecología política:

La ecología política es un campo interdisciplinario que se encuentra en constante

desarrollo, es considerada como una herramienta teorica-analitica de mucha relevancia, esto

por la intensificación del consumo de energía y materiales, los resultados no deseados de

algunas tecnologías y los desechos de la actual generación, los cuales causan un impacto

negativo de diversa índole y escala en lo socio-ambiental.

Entonces, la ecología política, con ayuda de otras disciplinas como la sociología,

tiene como objetivo principal explicar la relación entre el hombre y el ambiente a pesar de

la dicotomía que existe entre ellos.

1.1.2. Crisis Económica:

Una crisis económica es el momento en el que una economía enfrenta dificultades

durante mucho tiempo. En otras palabras, es la parte de un ciclo económico en donde se

presenta una desaceleración significativa de la economía de un país. Dicho de otra manera,

sería un punto intermedio entre una recesión y una depresión económica.


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A nivel de producción y consumo, se puede observar que una crisis económica afecta

por igual a todos los actores económicos durante esta fase de contracción del ciclo.

Las crisis generalmente se reconocen por cambios en las variables económicas, ya

que la producción de bienes y servicios por parte de las empresas y su consumo por parte de

los individuos se ven reducidos por la situación económica.

Las crisis económicas también tienen dos características diferenciadas:

- La inestabilidad que genera en los mercados

- El impacto que desencadena en los sectores en los que se produce

inicialmente y posteriormente en el resto del sistema.

Como resultado, el primer efecto provocado es la disminución o deterioro de las

actividades comerciales existentes en ellos.

Además, es importante señalar que las crisis económicas pueden aislarse,

concentrarse en un sector o sistema económico nacional, o extenderse a un nivel más global,

como se demostró en la crisis suprime desde 2008.

Los principales indicadores económicos como el nivel de empleo o el producto

interno bruto (PIB) indican una situación desfavorable o de desaceleración para los actores

económicos de diversa índole durante una crisis.

1.1.3. Crisis Ambiental:

Crisis que afecta al medio ambiente, así como a todas las formas de vida asociadas a

ecosistemas que estarían en crisis, y que además se caracteriza por un carácter global más

que localizado en un área geográfica específica. No cabe duda de que su origen radica en la
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actividad humana que, con sus efectos sobre el medio ambiente, pone en grave peligro la

supervivencia de muchas especies biológicas y ecosistemas en su conjunto. Además, tiene

consecuencias que van más allá de los impactos biológicos y ambientales, porque impactan

directamente a la sociedad humana y sus economías y equilibrios territoriales.

1.1.4. Capitalismo:

El capitalismo es un sistema económico y social basado en el hecho de que los

medios de producción deben ser de propiedad privada, el mercado sirve como mecanismo

para asignar eficientemente los recursos escasos y el capital sirve como fuente de creación

de riqueza. A efectos conceptuales, es una posición socioeconómica en oposición al

socialismo.

El sistema capitalista se basa principalmente en el hecho de que la propiedad de los

recursos productivos es privada. Esto significa que deben pertenecer al pueblo y no a una

organización como el estado. Dado que el objetivo de la economía es estudiar la mejor

manera de satisfacer las necesidades humanas con los recursos limitados a nuestra

disposición, el capitalismo ve el mercado como el mejor mecanismo para satisfacerlas. Por

ello, considera necesario promover la propiedad privada y la competencia.

1.2. Antecedentes:

La crisis mundial comenzó en agosto de 2007 con la quiebra de dos prestamistas

hipotecarios estadounidenses y estalló en ira con el colapso del banco de inversión Lehman

Brothers el 15 de mayo de septiembre de 2008, amenazó con convertirse en un cataclismo

económico global. Es similar a la Gran Depresión de 1929 que casi destruyó la economía
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mundial y fue la principal causa del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Este resultado

desastroso no se ha logrado superar, ya que países han lanzado importantes planes de

estímulo y, en el marco quizás sin precedentes de la cooperación internacional, ilustrado por

los líderes. Sin embargo, el daño causado por la crisis global fue enorme. El PIB mundial

creció en el quinquenio 2003-2007 a una tasa promedio de 3.6% (a tipos de cambio de

mercado o MCT) cayó en 2% en 2009, la primera caída desde 1945. Del PIB mundial en

2008 (US $61,2 billones), cae a aproximadamente US $5,5 billones (US $ en 2008), una

cifra superior al PIB de América Latina en su conjunto. No solo eso, la poscrisis continúa.

Los paquetes de estímulo fiscal aumentaron significativamente los déficits públicos y la

deuda en muchos países avanzados. La crisis en Grecia y los disturbios en España, Portugal

e Irlanda son solo un ejemplo. Uno podría preguntarse entonces cómo, dado el progreso en

la economía y con la economía mundial monitoreada constantemente por miles de

profesionales de los sectores público y privado y organizaciones internacionales, nadie (o

casi) podría haber predicho la peor crisis desde 1929.


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CAPÍTULO II:

LA ECOLOGÍA POLÍTICA DE LA CRISIS GLOBAL

Si bien la actual crisis global cambia el balance e intensidad de la presión ambiental en

los ecosistemas de América del Sur, persisten las estrategias de desarrollo bajo una intensa

apropiación de los recursos naturales, una inserción primarizada en el mercado global y la

externalización de los impactos ambientales. Primero, se han negado o minimizado los efectos

de la crisis (apelando a imágenes como el desacople o blindaje de las economías), y cuando

fueron reconocidos, se ha postulado una “reparación” o “reforma” del capitalismo, pero

manteniendo su esencia.
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2.1 Ecología Política Frente a las Crisis

Los efectos económicos y políticos en casi todos Por ejemplo, recientemente CEPAL

(2009c) afirmó que los actuales impactos son más agudos a los observados durante la crisis de

la deuda y han implicado una retracción económica, el desplome Pero a pesar de esa gravedad,

la respuesta predominante en Sudamérica ha oscilado entre la negación, la minimización y el

optimismo.

Todos los gobiernos y muchos analistas convencionales insistieron en la idea del

“desacople” de las economías nacionales frente a la crisis en los países industrializados.

Emergentes eran más independientes de las

Economías industrializadas, y que la persistencia de la demanda desde otras regiones

(especialmente China) permitiría mantener el flujo.

2.2 Políticas Ecológicas

La política ambiental es la preocupación y desarrollo de objetivos con fines para

mejorar el medio ambiente, conservar los principios naturales de la vida humana y fomentar

un desarrollo sostenible. Tanto en el ámbito público como privado, la conciencia ambiental es

creciente.

Además, se pueden definir las políticas ambientales como las estrategias que se realizan

desde las diferentes instituciones, tanto nacionales como internacionales, que a través de la

elaboración y aplicación de diferentes normativas ambientales, buscan hacer frente a los

problemas ambientales existentes.


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A nivel mundial, nos encontramos con que la ONU cuenta con un organismo

especializado, cuya misión principal es la de fomentar la cooperación internacional en los

asuntos relacionados con el medio ambiente, así como evaluar las condiciones ambientales a

nivel mundial, regional y nacional, elaborando para ello estrategias nacionales e

internacionales, este organismo es el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio

Ambiente), cuya importancia es indiscutible, el cual contribuye a la aplicación del derecho

ambiental elaborando normativas y fortaleciendo las instituciones para la gestión racional del

medio ambiente, actuando a su vez, como organismo coordinador en materia de medio

ambiente dentro de las Naciones Unidas.

2.3 Las Políticas Ambientales Públicas

Han sido reactivas, respondiendo a las urgencias derivadas principalmente de la

contaminación producida por la expansión urbana e industrial, la

Actividad de hidrocarburos y minera. No obstante es visible una tendencia a la

prevención y “proactividad” a partir de la Conferencia de Río en 1992 y

Un mayor impulso a la formulación de políticas y cuerpos normativos orientados al

manejo de la biodiversidad y gestión ambiental. Difieren del estándar internacional y se

reducen a las siguientes:

1) conservación, distribución y control de la contaminación del agua;

2) saneamiento básico de los asentamientos humanos y su hábitat, la regulación

ambiental de la industria y de las ciudades

3) prevención y control de la contaminación residuos peligrosos


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4) prevención y reducción de riesgos ambientales

5) aprovechamiento sustentable de los recursos naturales

6) conservación y restauración de suelos

7) protección de especies

Este conjunto de políticas expresan el propósito de promover el desarrollo hacia la

sostenibilidad, minimizar los impactos negativos ambientales y mantener las oportunidades

sociales y económicas del desarrollo sustentable, que sólo es viable cuando los tratados

equilibradamente. En concreto, reflejan las acciones que tienen como objetivo incidir en la

preservación ambiental, prevención y control de la contaminación y la gestión de recursos

naturales.

2.4 Política Ambiental Cumbres en el Cambio Climático

De estas cumbres han surgido los principales tratados y convenios internacionales sobre

los que descansan las actuales políticas ambientales, un ejemplo de estos son, el Protocolo de

Kioto, acordado en 1997, cuyo objetivo principal es el de reducir las emisiones de gases de

efecto invernadero, el acuerdo de París, adoptado en la cumbre del clima de París en 2015 con

el objetivo de luchar contra el cambio climático, el cual comenzará a aplicarse en 2020, así

como la agenda 2030, incluyendo los 17 Objetivos del Desarrollo sostenible, sucesores de los

Objetivos de Desarrollo del Milenio, aprobados durante la celebración de la Cumbre del

Milenio el año 2000 en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.


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En el año 2019 se ha celebrado la Cumbre del Clima en Madrid, con el objetivo de

impulsar la acción mundial contra la emergencia climática e implantar el Acuerdo de París en

2020, así como lograr que los diferentes países se comprometieron a una mayor reducción de

CO2 a lo largo de 2020.


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CAPÍTULO III:

LA DIMENSIÓN ECOLÓGICA DE LA CRISIS

Estos cambios en los flujos de exportación y capital afectan directamente la presión

sobre los ecosistemas e, incluso la inconstitucionalidad ambiental, este vínculo es tanto

directo como indirectos el primer caso corresponde a la exportaciones de recursos, mientras

que los efectos indirectos se deben a intervenciones ecosistemas que se realicen para permitir

aquellas exportaciones que se realizan para permitir aquellas exportaciones de recursos como

puede ser el cobre, maneras preciosas o granos, mientras que los efectos indirectos se deben

a intervenciones ecosistemas que se realizan para permitir aquellas exportaciones este tipo

de apropiación de dichos recursos naturales siempre implica la externalización de impactos

sociales y ambientales no incorporados en los precios finales sus efectos negativos son

socializados y transferidos a las comunidades locales, gobierno municipales y el Estado en

general.

La gestión ambiental, incluyendo la evaluación, monitoreo y fiscalización, están

siendo afectadas negativamente esto debe ser tanto a mayores restricciones en personal,

equipamiento y gastos corrientes en las agencias ambientales como a los intentos de

flexibilizar los requerimientos ambientales para atraer intervenciones ahora más escasas. Los

gobiernos buscan acelerar el otorgamiento de permisos ambientales, conceden excepcionales

o debilitan la aplicación de las normas, no solo persiste la externalización de los impactos

ambientales si no que los intentos de internalización de los impactos ambientales, si no que

los intentos de internalizar esos efectos son vistos como potenciales trabas a la recuperación

o como pérdidas de competitividad. En algunos casos, se usa el argumento de la crisis para

promover todavía más la exportación de materias primas, tales como la minería a pequeña

escala en Costa Rica y El Salvador; minería a cielo abierto, a gran escala, en Ecuador;minería
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de litio en Bolivia. El argumento de la crisis también se usa como justificativo en el veto

presidencial de la ley de protección de glaciares en Argentina para permitir un

emprendimiento minero conjuntamente con Chile. Se afecta la consolidación institucional,

en especial la de los nuevos ministerios del ambiente creados en Chile y Perú. Las

restricciones presupuestarias también limitan avances en saneamiento, manejo de residuos

sólidos urbanos, eficiencia energética o implementación de áreas protegidas. En la

integración regional, dado que la crisis acentúa la competencia entre los países por

maximizar sus exportaciones y atraer inversiones, aparecen disputas sobre el manejo de

recursos compartidos o en áreas de frontera, y hay limitaciones mayores para acuerdos

ambientales regionales vinculantes (tanto en la Comunidad Andina como en el

MERCOSUR). El Tratado de Cooperación Amazónica, donde el mandato ambiental es

mucho más claro, será seguramente afectado. En algunos países se destinan recursos

estatales para sostener algunos sectores productivos basados en recursos naturales, la

agroindustria en Brasil, con lo cual se mantienen las presiones ambientales generadas por

los monocultivos. Entretanto, otros países apelan a medidas convencionales para atraer

inversores (exoneraciones tributarias, reducciones en el cobro de regalías, apoyo en energía

o caminería, etc.), con lo cual se subvencionan indirectamente actividades de alto impacto

ambiental.

3.1 La Ecología Política de las Respuestas frente a la crisis

Esas consecuencias ambientales se suman a los efectos económicos y políticos en

casi todos los países latinoamericanos. Por ejemplo, recientemente CEPAL (2009) afirmó

que los actuales impactos son más agudos a los observados durante la crisis de la deuda y

han implicado una retracción económica, el desplome del comercio internacional y la

escasez del capital. Pero a pesar de esa gravedad, la respuesta predominante en Sudamérica

ha oscilado entre la negación, la minimización y el optimismo. En un primer momento, en


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2008, casi todos los gobiernos y muchos analistas convencionales insistieron en la idea del

“desacople “de las economías nacionales frente a la crisis en los países industrializados.

Asumen que la crisis sería temporal, que los mercados emergentes eran más

independientes de las economías industrializadas, y que la persistencia de la demanda desde

otras regiones (especialmente China) permitiría mantener el flujo del comercio exterior. Por

lo tanto, se suceden reportes que minimizan los efectos de la crisis, presentándola como un

fenómeno externo, y se redobla la de una estrategia de desarrollo basada en exportar recursos

naturales, la que incluso debería ser acentuada para poder salir de los problemas.

Esto explica medidas estatales de apoyo a sectores exportadores, como la

agroindustria en Brasil, la insistencia en flexibilizar y agilizar los permisos mineros en Perú,

o abrir nuevos rubros mineros en Bolivia. Como la ecología política de esa respuesta es

mantener o profundizar la inserción global a partir de la venta de commodities, se insiste en

evitar trabas o restricciones en la apropiación de la naturaleza. La protección del ambiente

pierde frente a esa racionalidad económica, convirtiéndo se en una variable de ajuste y

flexibilizando para mejorar la competitividad en el capitalismo global. Se niega que exista

una contradicción entre el capitalismo contemporáneo y su base ecológica . Esta es una

posición que está a tono con los dos principales tipos de respuestas frente a la crisis: su

“reparación” y su “reforma”. Éstas se analizan seguidamente.

3.2 Reparación y Reforma del Capitalismo

En cambio, la postura de la “reforma” cuenta con un número mayor de adeptos,

aunque es más heterogénea. Se afirma que el capitalismo actual (y en especial, su dimensión

financiera y global) encierra contradicciones y deformaciones que deben ser modificadas.

Se rechazan los dogmas neoliberales y se plantea una mayor presencia estatal –incluyendo

la nacionalización de grandes empresas o sectores, si es necesario–, sostener el empleo o

aplicar regulaciones más profundas sobre las finanzas, etc. Se recomiendan reformas, pero
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dentro del régimen capitalista. Se defiende entonces un capitalismo con “mayor conciencia

social” según Amartya Sen (2009); no se rompe con la globalización, pero se apela a otro

tipo de relaciones internacionales, Estas son posturas mucho más cercanas a varios gobiernos

en América Latina, y cuentan con un mayor número de seguidores. Incluso la CEPAL, en

un informe reciente, no reclama transformaciones profundas, sino que postula una solución,

basada en una mayor presencia estatal, especialmente enfocada en un rescate financiero de

los sectores más afectados para volver a impulsar el crecimiento. Si bien desde hace décadas

se suman esas denuncias y alertas, una y otra vez han sido minimizadas en América Latina,

donde persiste la idea de que se pueden seguir explotando sus recursos naturales. Se cree

que disfrutamos de un “balance” donde los beneficios económicos superan los efectos

ambientales y que, de todas maneras, dado que América del Sur posee recursos naturales

muy abundantes, enormes áreas supuestamente “vacías” y amplias capacidades

ecosistémicas para absorber y amortiguar los impactos ambientales, todavía no debemos

preocuparnos. El estilo de desarrollo actual, basado en recursos naturales, se defiende

entonces como posible y necesario, técnicamente manejable, y como resultado de un acuerdo

supuestamente democrático de control soberano sobre el ambiente. Pero a pesar de la

aplastante acumulación de evidencia sobre los impactos ambientales, se mantiene la defensa

en los estilos de desarrollo actuales. Esa actitud no es nueva y se ha repetido desde el mismo

inicio de los debates sobre las contradicciones entre crecimiento económico y conservación

ambiental, en la década de 1970. A lo largo de los años, esa defensa ha tomado distintos

énfasis, con la participación de las élites político-partidarias, sectores académicos y el apoyo

de buena parte de la opinión pública. Por lo tanto, esas ideas no son reflejo de unos pocos

sectores, sino que expresan posturas y sensibilidades profundamente arraigadas. Es una

ideología en la que la sociedad está separada de la naturaleza y, por lo tanto, ésta debe ser

apropiada y manipulada para asegurar el progreso. Desde esa ideología se generan diferentes
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paradigmas sobre el orden capitalista en América Latina, aunque obviamente uno y otro se

determinan mutuamente.

3.3 El Inevitable Ajuste Ecológico del Capitalismo

A pesar del vigor de la ideología del progreso, la acumulación de evidencia ecológica

e impactos ambientales obliga a realizar ajustes dentro del capitalismo. Dentro de la

perspectiva de la “reparación” del capitalismo o el “capitalismo” se acepta la temática

ambiental y ésta aparece casi siempre bajo dos expresiones: por un lado, la preocupación por

el cambio climático global, y por el otro, la profundización de la inclusión de la naturaleza

dentro del mercado. Es un inevitable “ajuste” que brinda una cara verde al capitalismo, pero

no permite solucionar los desencadenantes de la crisis ambiental. Aunque se han vuelto muy

comunes, es necesario precisar algunas de sus características. Estos y otros elementos nos

dan a entender que bajo la ideología del progreso sólo es posible incorporar algunos temas

ambientales con una “reparación” del capitalismo. Pero la forma bajo la cual se estructuran

los procesos productivos no podría revertirse, ya que eso implicaría discutir cuestiones que

cualquier ideología siempre evita: sus bases conceptuales más profundas. A su vez, la crisis

económica actual (aguda) oculta en parte la crisis ecológica (crónica). Además el capitalismo

al externalizar los impactos ambientales, los oculta invisibilizando la contaminación o

degradación ambiental. El capitalismo benévolo puede llegar a tener una moral ambiental

(con la que se protegen algunos recursos naturales por su potencial utilidad productiva o

goce estético), pero carece de una ética ecológica, dado que el ambiente. Es valorado desde

el antropocentrismo (por su utilidad para los seres humanos). Tampoco, se pone en discusión

su obsesión con una acumulación perpetua. Esto significa que para trascender esa

problemática no basta con intentar aplicar instrumentos económicos ni regular el mercado

respecto a temas ambientales (así, tasas por contaminación o mercados de permisos de

emisión), sino que se debe abordar la propia dinámica del capitalismo. Las alternativas de
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desarrollo que actualmente se discuten en América Latina en su mayoría son reformas –de

distinta profundidad, pero dentro del capitalismo–. Varias son mínimas (en el caso de las

mencionadas recetas de la CEPAL); otras están inspiradas en reformas moderadas (como las

propuestas por Stiglitz); algunas dan un paso más (siguiendo el ejemplo de Rodrik), pero

ninguna de ellas pone en cuestión aspectos esenciales del capitalismo. Incluso con algunas

novedades, como el “nuevo desarrollo” propuesto en Brasil, ocurre algo similar, ya que a

pesar de apuntar a otro balance entre Estado y mercado y a otra gestión macroeconómica, no

se discute la naturaleza del desarrollo y la dimensión ambiental ni siquiera es abordada

(Sicsu y otros 2007). En el “capitalismo benévolo” también se intenta que las

contradicciones y tensiones desaparezcan o sean “administradas”, ya sea por medios de

gobernanza, ya sea por medios tecnocráticos o mercantiles. Se apunta a generar acciones

ambientales y sociales que aseguren cierta estabilidad social, apacigüe protestas sociales y

reciban legitimidad política. Pero esas acciones, a su vez, están tensionadas con medidas que

se toman en sentido contrario, ya que el propio Estado debe mantener, proteger y alentar la

acumulación capitalista en los sectores que se apropian de los recursos naturales.

Debe hacerlo para asegurarse, por ejemplo, una recaudación fiscal que permita la

manutención del Estado, así como para competir internacionalmente frente a otros mercados

e inversores. O sea que el Estado mantiene, alienta y hasta subvenciona una estrategia de

apropiación de la naturaleza, al mismo tiempo que debe tomar medidas para protegerse y

legitimarse frente a los daños que esto origina. Este es, entonces, un desempeño frágil e

inestable. En ese contexto, una primera conclusión del presente análisis es que la “reforma”

o la “reparación” del capitalismo son posturas insuficientes. En algunos casos podrán ser

necesarias para atender urgencias y problemas puntuales, pero no permiten cambiar, por

ejemplo, las formas de apropiación de la naturaleza, la externalización y socialización de los

impactos ambientales, o la inserción subordinada en la economía global. Las alternativas

que el “capitalismo benévolo” puede ensayar en el plano instrumental, tales como aplicar
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tecnologías ecoeficientes o ingresar nuevos bienes naturales al mercado, tienen utilidad

acotada, pero a costa de su funcionalidad con el estilo de desarrollo contemporáneo. Por lo

tanto, no son suficientes para solucionar el origen de las contradicciones ecológicas, sino

que navegan con ellas. Un segundo punto es que esa necesaria transformación debe abordar

la base ideológica del capitalismo. En otras palabras, la salida a la crisis actual no es

solamente una cuestión de cambios económicos, a pesar de la relevancia de esa temática,

sino que debe ser más profunda, abarcando otras dimensiones, como la cultural y la política.

Como tercer aspecto a destacar en este debate ideológico, se debe prestar especial atención

a las perspectivas de valoración.

La elaboración detallada de estos y otros puntos excede al presente texto, pero es

indispensable ofrecer algunos elementos claves. En ese camino es necesario abrirse a otras

miradas éticas, en las cuales la naturaleza pasa a ser sujeto de derechos, reconociéndose

valores propios. Es necesario abonar el camino para una transición desde el

antropocentrismo al biocentrismo, donde las especies de animales y plantas y los ecosistemas

posean derechos propios independientes de la utilidad o valoración para los seres humanos.

En otras palabras, dado que el biocentrismo valora todas las formas de vida, destruir la

naturaleza es también dañarse a uno mismo. Felizmente, existen algunos avances, como, por

ejemplo, el reconocimiento de los derechos de la naturaleza en la nueva Constitución de

Ecuador.

Se apunta a un desarrollo verdaderamente enfocado en la calidad de vida de las

personas y menos enfocado en la posesión y la acumulación; es decir, más austero y de tipo

postmaterial (reduciendo drásticamente el consumo de materia y energía). Esta posición

genera diversas consecuencias: la reconfiguración de los sujetos políticos hacia posturas

relacionales y no necesariamente dualistas; una política con mayor deliberación y

participación; una inserción internacional volcada a un regionalismo autónomo; y una

desvinculación selectiva de la globalización, entre otras. En este derrotero, la ética


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biocéntrica hace que vuelva a quedar en evidencia la contradicción entre capitalismo y

ambiente, contradicción en la que cualquier medida de reparación será meramente paliativa

o tan sólo servirá para ocultar la gravedad de la crisis ecológica transfiriendo al futuro.

Si bien la actual crisis global cambia el balance e intensidad de la presión ambiental

en los ecosistemas de América del Sur, persisten las estrategias de desarrollo bajo una intensa

apropiación de los recursos naturales, una inserción primarizada en el mercado global y la

externalización de los impactos ambientales. Primero, se han negado o minimizado los

efectos de la crisis (apelando a imágenes como el desacople o blindaje de las economías), y

cuando fueron reconocidos, se ha postulado una “reparación” o “reforma” del capitalismo,

pero manteniendo su esencia. Esto expresa una base ideológica que se caracteriza, entre otros

aspectos, por su antropocentrismo y fe en el progreso material. La dimensión ambiental es

apenas asumida como un ajuste instrumental que termina generando la ilusión de un

capitalismo benévolo, defendido incluso por los gobiernos progresistas sudamericanos.


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CAPÍTULO IV:

EL CAPITALISMO Y SUS LÍMITES EN LA CRISIS AMBIENTAL

4.1 El Capitalismo y sus Implicaciones en el Ambiente

Dentro de la sociedad y las economías globales existe la interrelación y necesaria

combinación entre los medios ambientales y los procesos económicos de los cuales dispone

y es parte el capitalismo. Esto siempre surge como una propuesta que conlleva una fuerte

contradicción entre el bienestar ambiental y la economía capitalista, pero eso lo iremos

viendo más adelante.

El capitalismo es el sistema económico más difundido y arraigado del planeta

actualmente. Muchos países de todo el planeta han sustentado sus economías en base a esta

visión de la economía y sus mecanismos de libre competencia y mercado. Para ello han

usado recursos naturales y distintos tipos de suelo para la producción de bienes de consumo.

Los manejos que se le da al ambiente como principal proveedor de la materia prima son lo

suficientemente beneficiosos para el ser humano como para que estas prácticas se hayan

prolongado en el tiempo.

Por lo tanto, según lo anterior mencionado se podría decir que la relación que

mantiene el capitalismo con el medio ambiente es una de origen por alguna forma de

mencionarlo ya que dentro de los límites que enmarcan esta relación se cimienta las

relaciones económicas fundamentales, la extracción, la producción y hasta el transporte de

las materias fundamentales para la economía se da dentro del ambiente. Esta relación podría

ser de alguna manera beneficiosa, pero posee una naturaleza dual.

La relación encaja en la extracción y uso de los recursos naturales que realiza el

hombre en su hábitat, en tanto son producidas y manejadas por grandes grupos


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económicos, sin realizar un uso sostenible desde el punto de vista natural, solo con

el interés de aumentar el crecimiento económico de las empresas con un alto costo

y sacrificio. (Escobar, 2012, p.4)

Lo expuesto anteriormente encaja dentro de los conflictos que se generan dentro de

la relación entre el capitalismo y el medio ambiente, una relación de constante conflicto y la

palabra de capitalismo sostenible presenta una brecha de ambigüedad.

Las relaciones que se presentan dentro de la naturaleza con el ámbito netamente

económico implicarían una limitante a esta. Nos referimos muchas veces a que el sistema

económico propiciado por el capitalismo es el mejor del mundo y el que más progreso puede

traer para la humanidad, no se niega que ha traído beneficios y mantiene en estabilidad a la

sociedad mundial, pero la concepción del capitalismo sobre el medio ambiente solo es de

uso y desuso. “La naturaleza es una fuente de valores de uso y puede considerarse en sí

misma un valor de uso” (Fernández, 2016, p.8). Se entiende entonces que para el capitalismo

y las necesidades económicas actuales el medio ambiente es una herramienta indispensable

que otorga de los medios necesarios para el surgimiento e incremento de la economía.

La relación entre el ambiente y la naturaleza como se mencionaba anteriormente ha

perdurado en el tiempo y las dinámicas tanto sociales como ambientales ha cambiado con

ese proceso, por parte de la sociedad podríamos decir que se han incrementado las

necesidades y el consumo, este se toma como factor potenciador de la económica ya que

gracias a estas necesidades es que se generan más bienes y servicios, podemos tomar como

ejemplo a la necesidad de internet que la coyuntura actual ha impulsado o la necesidad de

computadoras o Smartphone para las clases virtuales o el trabajo remoto.

El aumento de las necesidades de mercancías dentro de un mercado altamente

competitivo genera una mayor explotación al medio ambiente.


24
A medida que se expande la producción de mercancías, la intensificación en la

utilización de la naturaleza puede alterar los servicios ambientales y modificar el

valor de uso que la propia naturaleza posee lo cual afecta además del mantenimiento

y la reproducción de la vida… (Fernández, 2016, p.9).

En torno a lo que se puede dilucidar de las relaciones que se generan en torno al

capitalismo y el medio ambiente lo cierto es que uno es dependiente del otro. El capitalismo

como sistema económico cimienta sus bases en la producción y acumulación del capital el

cual en menor o mayor medida se genera en la naturaleza.

4.2 Contradicciones entre el Capitalismo y la Ecología

La ecología que tiene como objeto de estudio las relaciones entre los seres vivos y

su medio ambiente nos da una perspectiva general y partida de lo que desde hace mucho

tiempo se ha venido viendo y estancando en lo que respecta al manejo y uso de los recursos

naturales por parte del hombre.

En sus comienzos el hombre era más dependiente de la naturaleza, pero según

aumentaban sus necesidades la fuente de ellas era cada vez más explotada. De hecho, la

civilización tuvo su principio con el uso del fuego y otros instrumentos que permitieron

modificar el ambiente. Debido al avance tecnológico el hombre parece depender menos del

medio ambiente natural para subsistir; esto ha hecho que la humanidad se haya olvidado de

la continua dependencia respecto de la naturaleza, pero esto no es del todo cierto ya que el

hombre sigue siendo dependiente de la naturaleza.

Con el pasar del tiempo el hombre ha ido perfeccionando el uso que le da a los

recursos de la naturaleza, transformándolos o simplemente modificando su eficacia. Pero en


25
tiempos recientes con la influencia del capitalismo esto ha ido en constante ascenso, aunque

no es el único factor que impulsa eso.

La globalización ha fomentado la apreciación de las cosas que constituye el hombre

para satisfacer principalmente al individuo, pero conceden poca importancia a los

bienes y servicios de la naturaleza que benefician a todos como sociedad. Hasta que

se presenta una crisis, todo el mundo trata de hacer conciencia. (Villalobos, 2006,

p.5).

Según lo que se entiende y lo que manifiesta Villalobos, la contradicción entre la

propia relación del hombre con la naturaleza radica en que el uso desmedido de la naturaleza

generará una crisis si es que no ya estamos viviendo en ella. Podemos decir entonces que la

contradicción entre la ecología y el capitalismo es que el capitalismo destruye y corrompe el

medio ambiente esto solo con el fin de generar más capital.

4.2.1 Consumo y Expansión

El término de capitalismo sostenible encierra dentro de su propia ser una tremenda

ambigüedad y espacio para conjeturas y planes de desarrollo sostenible, pero lo iremos

viendo más adelante al igual que sus implicancias, posibles resultados y soluciones, pero

ahora nos centraremos en el tema del consumo, la expansión y la falta de soluciones

sostenibles tanto para la economía y el ambiente.

En primer lugar, el consumo, que ya fue especificado en párrafos anteriores, crece

de forma proporcional con las necesidades del ser humano en donde uno de los factores más

influyentes es el capitalismo como generador de tecnología y por lo tanto de necesidades.


26
La lógica en la que se mueve el sistema capitalista consiste en aumentar

permanentemente la producción, la productividad, en conquistar mercados y nuevas áreas

de influencia comercial, con el objeto de incrementar el capital y los beneficios

empresariales y de este modo reproducir el propio sistema, un sistema cuyos valores se

miden en términos monetarios, un sistema que poco tiene que ver con la construcción de un

planeta sostenible. (Delgado, 1997, p.2).

El capitalismo y su influencia mantienen la necesidad de aumentar la producción y

para eso se debe generar bienes y servicios que se vayan actualizando constantemente.

La expansión por lo tanto es la secuencia del consumo ya que al ver que las

necesidades de la población van en aumento, se abren nuevos mercados que intentan ganar

un espacio en los bolsillos de la sociedad. Las empresas tradicionales deben de modernizarse

y adaptarse a las nuevas necesidades.

El tema de la adaptación es también un punto fundamental en la contradicción entre

el capitalismo y la protección y preservación del medio ambiente. La ecología proporciona

el conocimiento necesario de la relación entre el ser humano y su medio. Por una parte, el

capitalismo y las empresas pueden adaptarse a las necesidades de la sociedad y esta puede

adaptarse a las posibilidades del mercado, pero el medio ambiente no puede hacerlo o al

menos de la manera favorable. El medio ambiente es explotado y no puede regenerarse al

paso consumista y expansionista de la sociedad capitalista, pero a la vez esa sociedad, como

ya se vio en anterior capítulo, trata de protegerla y preservarla a través de diferentes medios.

La pseudo adaptación del ambiente al constante aumento de consumo y expansión

del hombre, influidos por el factor de pertenecer a una sociedad capitalista, son que el propio

ambiente dejará de tener los efectos favorables en favor del ser humano y demás seres vivos.
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El ambiente se ve contaminado por las fábricas y residuos que hay, el agua se

contamina con petróleo o con sustancias químicas, la biodiversidad muere y habitadas

quedan destruidas, todo esto con el fin de aumentar el capital de una sociedad que en un

futuro no podrá comer, beber ni respirar el dinero.

La revisión documental demostró que a pesar de que el sistema de adaptación

humana a los cambios negativos (en este caso asimilación de sustancias tóxicas) está

preparado, el exceso de estos contaminantes en el medio ambiente, pueden provocar efectos

irreversibles y serios a la salud… (Estrada, 2016, p.5)

Como síntesis podemos decir que las contradicciones entre una sociedad capitalista,

el medio ambiente y la ecología, que proporciona los conocimientos y estudios necesarios

para comprender nuestra relación con el ambiente, son de índole subjetivo en lo que respecta

a la situación actual y futura, el problema ambiental generado por las industrias que solo

buscan más capital en base a las necesidades del ser humano terminan por afectarnos, no

solo a nosotros sino a toda la vida en el planeta.

4.3 Reforma del Capitalismo

Las sociedades capitalistas manifiestan una profunda contradicción en torno a la

protección del ambiente por lo tanto la necesidad de soluciones efectivas para la degradación

del ambiente es imperante. Entonces frente a los problemas se han planteado diferentes

soluciones que en general dentro de las sociedades capitalistas se denomina como

“Capitalismo sostenible”

La reforma dentro del capitalismo y su sociedad debe de ser una reforma moral y

ambiental en la que de forma real se tome en cuenta el bienestar de tanto de la sociedad como
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del ambiente porque como ya hemos mencionado si uno se ve afectado el otro será afectado

de igual manera.

En la actualidad lo que prima es el beneficio de la empresa y todas las políticas públicas se

inclinan ante ello, el beneficio para el ambiente y la sociedad se ve opacado por la enorme

preferencia legislativa que tienen las empresas y las industrias, por lo tanto, para este

problema se necesita una reforma. Gudynas (2009)

La opción reformista…matiza con algunas medidas, como pueden ser una mejor

regulación ambiental o el uso de la responsabilidad social empresarial, y no

rechazaría los códigos de conducta ambiental en ámbitos como la Organización

Mundial de Comercio (OMC). Se mantendría la inserción internacional basada en

recursos naturales, aunque se aceptarían estándares ambientales y sanitarios

consensuados a nivel global. (p.6)

Existen diferentes organizaciones a nivel mundial que protegen al ambiente y los

hábitats en peligro como Greenpeace, WWF, Earth Action, PNUMA, etc. Estas

organizaciones alientan el cuidado del ambiente y evalúan los factores perjudiciales para la

sociedad y el ambiente, los resultados de estas investigaciones apuntan en un 80% que los

principales problemas se deben, primero a las fábricas y la actividad extractiva esto en

mayoría dentro de países que cuentan con un gran número de recursos naturales como los

países latinoamericanos.

Según lo antes mencionado el problema es objetivo, no es un problema abstracto o

subjetivo. O'Connor (2000) afirma:

Estamos en presencia de una lucha a escala mundial por determinar cómo serán

definidos y utilizados el desarrollo sostenible o el capitalismo sostenible en el


29
discurso sobre la riqueza de las naciones. Esto quiere decir que la "sostenibilidad" es,

ante todo, una cuestión ideológica y política, antes que un problema ecológico y

económico. (p.4)

En efecto el principal problema no es de índole económico o ecológico sino político

ya que las regulaciones a través de normas afectan las limitaciones del capitalismo, las

afectan de forma favorable por decirlo de alguna manera ya que la hacen libre de accionar y

deber.

La reforma del capitalismo debe de ser en favor del ambiente y la sociedad, lograr la

armonía entre el sustento económico y el sustento ambiental. O’Connor (2009) afirma: “Hoy

en día, una economía sostenible presupone un sistema político y económico global con

capacidad para identificar y regular esta primera contradicción —contradicción interna del

capitalismo. Esto significa, en primer lugar, la capacidad para la regulación macroeconómica

a escala global”.

La sociedad capitalista se constituye como una repartición de los factores y

estructuras económicas individuales.

Generar una reforma capitalista en beneficio del ambiente y la sociedad puede

resultar mal para la economía la cual puede verse afectado en los diferentes estados y

gobiernos que pueden estar beneficiándose ahora, pero la posibilidad existe, una economía

sostenible y en armonía con el ambiente y la sociedad puede ser factible si es que la

transición de esta reforma capitalista se da de poco a poco ya que de esa forma se minimizan

los daños que se puede generar a corto plazo.


30
4.3.1 Capitalismo Verde

El capitalismo “verde”, como se presenta en las tres Conferencias de las Naciones

Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, se ha propuesto para enfrentar las crisis

del medio ambiente (ecológicos) y social (pobreza) que se vive actualmente en todo el

mundo. Este “enverdecimiento” es una nueva etapa de acumulación de capital que implica:

el uso de mecanismos financieros, como los intercambios de deuda por naturaleza; la licencia

de las ONG ambientales para negociar los recursos de los países endeudados con las grandes

corporaciones, el establecimiento de los valores monetarios de los “bienes comunes

globales”. Por otro lado, los nuevos trabajadores son mujeres y hombres campesinos e

indígenas que han adquirido nuevos papeles como proveedores de servicios en las nuevas

industrias, como el llamado turismo ecológico.

Las medidas que se han ido implementado para la solución de las crisis ambientales

en todo el mundo comprenden un umbral económico y ambiental, pero como dejamos bien

en claro en el anterior subtítulo el problema del cambio sustancial que requiere el capitalismo

no radica en formas contempladas en el ambiente ni en el espectro económico sino en el

espectro político por lo que el que el “capitalismo verde” o también llamado “eco

capitalismo” consta como una doctrina política.

El capitalismo verde parte desde la raíz de los problemas ambientales y el principal

factor responsable como lo es el de la depredación constante en pos de la acumulación del

capital. Se posee tres factores problemáticos que hacen posible la existencia la

implementación del capitalismo verde:

● El primero es el rechazo por parte de los capitalistas de reconocer los límites

físicos del planeta y esto hace que continúen en constante expansión.


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● El segundo es el precio y comercio desmedido de los recursos naturales de

los países subdesarrollados.

● El tercero es el endeudamiento de los países periféricos como resultado de la

expansión del capital financiero, y la aplicación de los programas de Estabilización del

Fondo Monetario Internacional (FMI)

El planteamiento del capitalismo según varios autores es inviable o al menos un

intento funesto que se mantiene fuerte en apariencia pero que en eficacia resulta poco

prometedor. Isla (2016) afirma:

El capitalismo verde no crea la igualdad social, no reduce la pobreza, no enfrenta la

destrucción ecológica, ni lucha contra el cambio climático. En vez de eso, el greening se

basa en la creencia del economista de que no existen límites físicos al crecimiento

económico; y en que dan a consideración de las políticas individuales su propósito de

aprovechamiento. (p.28)

La economía verde surge como una nueva y sofisticada ofensiva para afrontar la

crisis endémica del patrón civilizatorio hegemónico sin poner en cuestión las relaciones

económicas y políticas dominantes. “La economía verde es, en realidad, un nuevo intento de

demostrar lo indemostrable: resolver la crisis ambiental del planeta sin modificar el sistema

económico actual ni las relaciones globales de poder, económicas y de mercado existentes”

(Lohmann, 2012, p.10). El capitalismo verde parte de los problemas concretos de la

sociedad, la economía y el ambiente, pero limite su actuar frente a estos ya que como se

mencionó anteriormente una reforma del capitalismo en beneficio del ambiente demuestra

los límites del capitalismo, límites de actuar que parecen no existir, y límites frente a lo que

podría generar un colapso no solo económico sino también ecológico.


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CONCLUSIONES

-Podemos referir que las crisis ambientales como tales constituyen un problema para

la sociedad, pero esta misma sociedad es la que genera todo eso. El sistema capitalista es

una de las imperantes en todo el mundo sino la más, pero de igual consideración su ideología

de la acumulación del capital genera que la principal fuente, medio de producción, transporte

y generador de materias primas como lo es el ambiente se vea perjudicado, esto justificado

con el constante aumento de las necesidades de las personas.

- Los problemas ecológicos generados por el capitalismo cuentan con una esencia

dual en la que uno de los dos tiene que adaptarse al otro. La ecología se adapta a lo

económico y capitalista.

-Por un lado se generan diferentes políticas ambientales las cuales constan de tornar

a la actividad económica como sustentable, pero como se vio en el trabajo poco de estas son

fructíferas ya que no se internan en el principal problema, no ambiental, no económico, sino

político.

-El margen de soluciones frente a la crisis ecológica no se centran en los problemas

específicos y generar propuestas basadas en las generalidades de cada contexto a la cual

postulan, según entonces la necesidad las propuestas sirven para amilanar los problemas mas

no para solucionarlos.

-Los limites capitalismo frente a tales hechos son ambiguos y poco objetivos ya que

se determina el factor peligro. Las reformas del capitalismo para que sea sostenible aplicadas

de forma política y de manera eficaz podrían provocar una crisis económica de esa forma

generando una inestabilidad en la sociedad por lo que la propuesta del “Capitalismo Verde”

como ya vimos en el trabajo a pesar de ser una propuesta política enfocada en los problemas

objetivos no desarrollarse de forma plena justamente por este peligro de desequilibrio que

pueda generar.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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