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Técnicas de reparación
de las pérdidas de sustancia
del pabellón auricular
D. Vertu-Ciolino, F. Disant
La reconstrucción auricular es un reto quirúrgico, porque la oreja es una estructura con
una arquitectura y geometría complejas. Su visibilidad en la cara participa en la ima-
gen corporal del paciente, lo que explica la gran demanda de reparación después de
un traumatismo o de un déficit congénito. La reparación de las pérdidas de sustancia
del oído externo abarca numerosas situaciones muy diferentes. Los tumores cutáneos
del oído externo son muy frecuentes y provocan déficits que oscilan de los más super-
ficiales a los más completos, mientras que los casos de malformación grave congénita
son raros. Siempre debe darse prioridad a la reparación mediante tejidos cutáneos de
calidad idéntica en la cara, y los colgajos de recubrimiento o injertos de piel deben movi-
lizarse de la región cefálica. En este artículo se describe la reparación de las pérdidas
de sustancia parciales auriculares, penetrantes y no penetrantes, tras lo que se aborda
la problemática de las reparaciones totales postraumáticas o en los casos de hipoplasia
o de aplasia congénita. Las técnicas desarrolladas por Tanzar, Brent y Nagata se han
perfeccionado en la actualidad por sus alumnos, con resultados muy satisfactorios en
manos de cirujanos especializados.
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Palabras clave: Oído externo; Reconstrucción auricular; Otopoyesis; Epítesis;

Pérdida de sustancia del oído externo

Plan  Pérdidas de sustancia

■ Introducción 1 parciales
■ Pérdidas de sustancia parciales 1 No penetrantes
No penetrantes 1
Penetrantes 4 Estas pérdidas de sustancia respetan el borde libre, pero
■ Aplasia auricular y pérdidas de sustancia totales afectan a la cara anterior o posterior del pabellón. La piel
del oído externo 6 está adherida al pericondrio en la cara anterior y no ofrece
Otopoyesis por introducción de una estructura ninguna elasticidad. Por el contrario, la piel de la cara pos-
de cartílago costal en un bolsillo subcutáneo 7 terior es flexible y elástica, con un tejido subcutáneo laxo.
Otopoyesis por la técnica de la fascia temporal Las pérdidas de sustancia cutáneas o cutaneocartilagino-
superficial 10 sas que son únicamente centrales sin interrumpir el borde
Epítesis 11 libre del cartílago del oído externo no modifican la forma
■
del pabellón. En tal caso, se puede realizar una reparación
Pérdidas de sustancia traumáticas con conservación
exclusivamente cutánea.
del fragmento 11
Injerto compuesto 11
■ Conclusión 12 En la concha
Es posible dejar que la pérdida de sustancia cierre por
cicatrización dirigida bajo un apósito graso. Los cuida-
 Introducción dos pueden prolongarse durante 3-4 semanas. Esta actitud
debe reservarse a superficies limitadas.
Las pérdidas de sustancia del oído externo son raras, El uso de un injerto de piel es una solución que
pero provocan una gran demanda de reparación. El carác- permite reducir el plazo de cicatrización. En los pacien-
ter expuesto de las orejas es un factor de riesgo para los tes jóvenes, es posible injertar sobre el pericondrio del
traumatismos y para el desarrollo de tumores relacionados cartílago subyacente, pero la cara cruenta de la piel
con la exposición solar. La microtia o la aplasia congénita retroauricular ofrece una vascularización de mejor cali-
del oído externo son situaciones parecidas a la amputa- dad, por lo que proporciona fiabilidad. Por consiguiente,
ción del pabellón desde el punto de vista de la reparación se debe resecar el cartílago de la concha subyacente a
quirúrgica. la pérdida de sustancia cutánea. Se puede realizar una

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 1

Volume 19 > n◦ 1 > mayo 2018
http://dx.doi.org/10.1016/S1635-2505(18)89204-0
E – 46-101  Técnicas de reparación de las pérdidas de sustancia del pabellón auricular
Figura 1. Pérdida de sustancia de la concha: colgajo retroauricular en isla bipediculado.
A. Pérdida de sustancia de la concha.
B. Vista posterior. Incisión de un colgajo en isla pediculado arriba y abajo.
C. Basculación del colgajo 180◦ sobre la concha.
resección cutaneocartilaginosa de entrada en caso de
tumor maligno de la concha, porque la ablación del
cartílago bajo el tumor mejora los márgenes de seguri-
dad, de modo que reduce el riesgo de recidiva local. El
injerto de piel total proporciona resultados de buena cali-
dad. Puede movilizarse en el hueco supraclavicular, en
la zona pretraguiana, o en el surco retroauricular con-
tralateral. El sitio donante se cierra directamente tras
la aproximación de los bordes. No se debe utilizar el
surco retroauricular homolateral si existe una pérdida
de sustancia de la concha, para no crear una solución
de continuidad entre ambos sitios y dañar el lecho del
injerto.
Se puede utilizar un colgajo cutáneo local. La solu-
ción más elegante es realizar un colgajo movilizado en
isla en el surco retroauricular homolateral y transpuesto
a la concha después de haber atravesado el oído externo
en profundidad respecto al antihélix [1] (Fig. 1). El car-
tílago de la concha debe sacrificarse. También se puede
disecar un colgajo de piel retroauricular con pedículo
superior o inferior, transpuesto en la concha después de
su tunelización bajo el antihélix. En este caso, la parte
del colgajo que pasa por el túnel debe resecarse en un
segundo tiempo quirúrgico 3-5 semanas después. Se des-
aconseja la desepidermización de esta parte del colgajo
2 EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial
Figura 2. Pérdida de sustancia de la
concha: colgajo retroauricular de pedículo
inferior (A, B).
en un solo tiempo, porque conlleva un riesgo vascular y
expone a la formación de quistes sebáceos si es incompleta
(Fig. 2).
Al nivel del antihélix y del hélix
El injerto de piel total sobre el pericondrio o sobre la
cara profunda de la piel posterior después de la resección
cartilaginosa es la solución de elección. Lo ideal es movi-
lizar la piel de la región cefálica o del cuello, para respetar
la calidad y la coloración de la piel de la oreja.
Se puede movilizar un colgajo preauricular con pedí-
culo superior del surco pretraguiano. Se transpone 90◦ en
la pérdida de sustancia, después de su tunelización bajo
la piel prehelicina y a través del cartílago del hélix. Hay
que procurar no comprimir el colgajo en el túnel, lo que
conllevaría un riesgo de causar un sufrimiento distal. Lo
ideal es autonomizar el colgajo en un segundo tiempo,
con resección de la parte situada en el túnel, porque dese-
pidermizar el colgajo en su parte tunelizada en un solo
tiempo conlleva riesgos. El sitio donante se cierra direc-
tamente tras una disección subcutánea en dirección a la
mejilla (Fig. 3).
Si la pérdida de sustancia afecta a las dos ramas del
antihélix y la escafa, se puede utilizar un colgajo de
 Técnicas de reparación de las pérdidas de sustancia del pabellón auricular  E – 46-101
transposición de concha, pediculado sobre la raíz del
hélix. Este colgajo es de tipo compuesto cutaneocartilagi-
noso. La movilización respeta la cara posterior de la oreja.
Se puede dejar que el sitio donante cicatrice de forma diri-
gida o realizar un injerto de piel total o un colgajo en isla
retroauricular (Fig. 4).
Al nivel de la cara posterior y en el surco
La elasticidad de la piel de la cara posterior de la oreja
suele permitir el cierre después de un despegamiento y
avance de la piel adyacente a la pérdida de sustancia.
Los injertos de piel total son una buena solución, siendo
EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial
Figura 3. Pérdida de sustancia de la
fosita triangular: colgajo preauricular
(A, B).
Figura 4. Pérdida de sustancia de la
escafa no penetrante: colgajo compuesto
de concha.
A. Pérdida de sustancia de la escafa tras
resección tumoral.
B. Movilización del colgajo compuesto de
concha pediculado en la parte anterior
sobre la raíz del hélix.
C. Sutura del colgajo.
D. Cobertura de la concha con un colgajo
retroauricular.
E. Resultado postoperatorio a los 10 días.
posible utilizar la piel abdominal, porque la zona está rela-
tivamente oculta, y la diferencia de coloración es poco
llamativa.
En el surco, la aproximación simple de los bordes puede
causar un borramiento del fondo del surco y una fijación
del pabellón a la mastoides, creando en ocasiones una asi-
metría de las orejas en la vista frontal. El cierre directo es
posible para pérdidas de sustancia menores de 3 cm de diá-
metro máximo transversal, después de un despegamiento
amplio de la piel mastoidea y retroauricular en el plano
subcutáneo (en ocasiones hasta el borde libre del pabellón
para la cara retroauricular). Cada colgajo se avanza hacia
el fondo del surco, donde cada borde se fija al periostio
3
E – 46-101  Técnicas de reparación de las pérdidas de sustancia del pabellón auricular
Figura 5. Amputación del lóbulo: procedimiento de Gavello.
A. Amputación del lóbulo.
B. Movilización de un colgajo bilobulado con pedículo anterior.
C. Plicatura del colgajo. El sitio donante se cierre con un colgajo de avance cervical.
mastoideo para mantener el ángulo entrante, obteniendo
un afrontamiento cutáneo perfecto de ambos colgajos.
Cuando no es posible una aproximación adicional, se
debe aportar un injerto de piel total para cubrir cada
cara por separado. Se puede asociar un colgajo en la cara
mastoidea y un injerto de piel en la cara retroauricular,
siempre fijados al fondo del surco. Si cada cara necesita
que se aporte un injerto de piel, es mejor utilizar dos frag-
mentos (uno para cada cara), lo que permite respetar el
ángulo entrante del surco retroauricular. La utilización de
un injerto de piel único centrado en el surco expone al
riesgo de un borramiento de dicho surco al final de la
cicatrización, porque los injertos de piel presentan una
retracción importante.
Las pérdidas de sustancia de la piel mastoidea se cubren
en ocasiones por un gran colgajo de avance cervical, que
puede disecarse ampliamente en sentido inferior o ante-
rior, en el plano subcutáneo, como para un estiramiento.
Estos colgajos amplios toleran muy bien los despega-
mientos extensos, porque su pedículo es muy grande. En
cambio, una tensión excesiva sobre el borde de un colgajo
puede provocar un sufrimiento marginal con dehiscencia.
Cuando más amplio es el colgajo, mejor es la distribución
de las tensiones. Sin embargo, también hay que tener en
cuenta un posible tabaquismo empedernido, que puede
ser muy perjudicial para la microcirculación.
Penetrantes
Pérdidas de sustancia del lóbulo
En las pérdidas de sustancia parcial, la plastia simple del
lóbulo proporciona buenos resultados. Se puede proponer
una cirugía de simetrización del lóbulo contralateral si es
voluminoso.
En caso de pérdida completa, puede utilizarse el pro-
cedimiento de Gavello. Hay que movilizar un colgajo de
pedículo anterior hacia el surco retroauricular, plegándolo
sobre sí mismo para reparar a la vez ambas caras del lóbulo.
El sitio donante se cierra directamente por avance de la
piel cervical tras una disección subcutánea (Fig. 5).
Para reconstruir un lóbulo de grandes dimensiones,
puede ser necesario proponer la colocación de un arma-
zón cartilaginoso, que evita la retracción cicatricial, por
una técnica de creación de un bolsillo subcutáneo en
dos tiempos quirúrgicos [2] . Un fragmento de cartílago de
concha se sutura al cartílago del antitrago y de la fosita
4 EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial
intertraguiana, tras lo que se introduce en una posición
subcutánea por una incisión en la piel mastoidea y se deja
ahí para su uso posterior. Un mes después, el neolóbulo
compuesto se lateraliza después de realizar una incisión
marginal. La cara posterior del neolóbulo recibe un injerto
de piel delgado y el sitio donante se cierra mediante un
colgajo de avance cervical (Fig. 6).
Pérdidas de sustancia limitadas a una parte
del hélix
Técnica de resección cuneiforme
La pérdida de sustancia se asimila a una porción trian-
gular cuyo vértice se sitúa en la concha. A continuación,
se aproximan los bordes de la pérdida de sustancia. Es
necesario realizar resecciones cartilaginosas de descarga,
en la concha o en la rama anterior del antihélix, para evi-
tar la deformación en cucurucho de la oreja. Se puede
despegar la piel anterior y posterior de la oreja en las
zonas correspondientes a los triángulos de descarga, para
realizar la sección cartilaginosa que permite la aproxima-
ción de los bordes de forma aislada. La piel anterior se
reseca a demanda, desplazando en ocasiones la incisión
cutánea respecto a la resección cartilaginosa. La piel pos-
terior se reposiciona más fácilmente. La sutura se realiza
en tres planos con puntos reabsorbibles sobre el cartílago.
La zona de unión debe realizarse minuciosamente en el
borde libre. Esta técnica se puede utilizar para tumores
del borde libre que afectan al antihélix. Provoca una pér-
dida de altura considerable de la oreja, de la que se debe
advertir al paciente (Fig. 7).
Procedimiento de Anthia y Buch [3]
Para las pérdidas de sustancia limitadas exclusivamente
al hélix, se pueden realizar triángulos de descarga en la
escafa para permitir la aproximación de los bordes de
la pérdida de sustancia y reconstituir la continuidad del
hélix. Esta técnica es idónea para las resecciones del ter-
cio medio de la oreja, porque la piel del tercio inferior
de ésta es muy elástica. El avance de un colgajo cutáneo
seccionado a partir del borde libre de la parte inferior de
la oreja puede bastar en ocasiones para cerrar las pérdi-
das de sustancia del tercio medio del hélix. La pérdida de
altura global de la oreja es más limitada que después de
una resección cuneiforme (Fig. 8).
Técnica de injerto compuesto
Se reserva a los defectos muy pequeños y consiste en
la movilización de un fragmento penetrante de la oreja
 Técnicas de reparación de las pérdidas de sustancia del pabellón auricular  E – 46-101

Figura 6. Amputación del lóbulo: procedimiento de Brent.

A. Primer tiempo: incisión al nivel de la pérdida de sustancia y despegamiento de un
bolsillo subcutáneo.
B. Primer tiempo: sutura sobre el borde cartilaginoso de la pérdida de sustancia de un
injerto de cartílago movilizado de la concha homolateral.
C. Primer tiempo: cierre cutáneo.
D. Segundo tiempo: corte frontal. Un mes después: lateralización del neolóbulo y coloca-
ción de un injerto de piel delgado en su cara interna. 1. Injerto cartilaginoso de concha;
2. injerto de piel delgado; 3. colgajo de avance cervical.

Figura 7. Pérdida de sustancia del hélix:

resección cuneiforme (A, B).

contralateral, cuya forma puede corresponder a la pér-
dida de sustancia y tener unas dimensiones ligeramente
inferiores. El sitio donante se repara mediante una de las
técnicas antes descritas. El fragmento se injerta minucio-
samente después del reavivamiento de los bordes de la
pérdida de sustancia, para esperar su revascularización por
la piel anterior y posterior. Por desgracia, los fracasos son
frecuentes y dejan una secuela que suele afectar a ambas
orejas.
Pérdidas de sustancia importantes
del tercio medio o superior del oído
externo
Es preciso aportar tejido suplementario, reforzado por
una estructura cartilaginosa que devuelve el contorno de
la oreja y evita la retracción cutánea.
Técnica para la creación del bolsillo cutáneo
La reparación se realiza mediante la introducción de
un fragmento cartilaginoso tallado en un bolsillo situado
bajo la piel mastoidea. Esto requiere dos tiempos quirúr-
gicos.
El margen cicatricial en el borde libre de la oreja se des-
brida mínimamente para crear el colgajo cutáneo anterior
y posterior, y para encontrar el cartílago nativo.
El injerto cartilaginoso se obtiene por movilización de
la concha cartilaginosa contralateral o de un fragmento
de cartílago común de las costillas. El cartílago de concha
puede tener espontáneamente una forma adecuada para la
reparación del tercio superior, pero sus propiedades mecá-
nicas son escasas. Si la concha tiene un tamaño pequeño o
una forma inadecuada para la reparación, el cartílago cos-
tal es la alternativa de elección. Para reparar el contorno
del hélix, se puede movilizar un fragmento arciforme,

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 5

E – 46-101  Técnicas de reparación de las pérdidas de sustancia del pabellón auricular
mientras que para el tercio medio se prefiere un fragmento
más rectilíneo. El cartílago debe adelgazarse y tallarse de
forma tridimensional para que se adapte sin tensiones
a los restos cartilaginosos de la oreja y reproduzca los
relieves deseados en el antihélix y el hélix. El cartílago
costal es mucho más rígido que el fibrocartílago auricu-
lar. Por tanto, cualquier tensión ejercida por un defecto
de ajuste cartilaginoso se traduce en una deformación
de la parte restante de la oreja. El fragmento se sutura
al cartílago restante borde a borde con hilo reabsorbible
fino.
El injerto cartilaginoso se introduce en un bolsillo
creado bajo la piel mastoidea lampiña. Se realiza una inci-
sión cutánea al nivel exacto de la proyección del borde
libre de la pérdida de sustancia sobre la piel mastoidea. Se
diseca un bolsillo subcutáneo hacia atrás para introducir
en él el cartílago injertado. El colgajo cutáneo posterior
de la oreja nativa se sutura al borde anterior de la inci-
sión mastoidea, fijando la oreja a la mastoides y creando
un túnel cutáneo al nivel del surco retroauricular. El car-
tílago se introduce en el bolsillo, tras lo que el colgajo
cutáneo anterior se sutura al margen posterior de la piel
mastoidea.
El segundo tiempo quirúrgico se realiza 4-6 semanas
después y permite la lateralización del pabellón. En este
momento, la piel mastoidea está fijada al cartílago. La piel
se incide alrededor del neohélix, tras lo que la oreja se
diseca desde el plano profundo hasta el túnel retroauri-
cular, que se abre. Hay que mantenerse a distancia del
cartílago injertado para no exponerlo. En la cara posterior
del oído, se aplica un injerto de piel total. La mastoides se
cierra por aproximación directa (Fig. 9).
Técnica que utiliza un colgajo de fascia
temporal superficial
Está indicada sobre todo en las pérdidas de sustancia
del tercio superior.
El injerto cartilaginoso se prepara y se injerta según
la misma técnica. Después de realizar una incisión en el
cuero cabelludo, se diseca un colgajo de fascia tempo-
ral superficial (FTS). Se mantiene pediculado a la raíz del
hélix y a la cara posterior de la oreja, tras lo que envuelve
el injerto cartilaginoso para cubrir sus dos caras. A con-
tinuación, sobre ambas caras de la fascia se coloca un
injerto de piel total. La calidad del resultado se relaciona
en gran medida con la calidad de la cicatrización y con la
capacidad de la fascia de respetar los relieves del cartílago
subyacente.
6 EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial
Figura 8. Pérdida de sustancia del hélix:
procedimiento de Anthia y Buch (A, B).
 Aplasia auricular
y pérdidas de sustancia
totales del oído externo
La aplasia auricular puede aparecer de forma aislada o
producirse en un contexto malformativo más global, con
anomalías faciales, vertebrales, cardíacas o renales aso-
ciadas. En ocasiones, aparece de forma esporádica, pero
algunos síndromes que incluyen una malformación del
oído externo son transmisibles genéticamente, con una
expresión clínica variable, como el síndrome de Frances-
chetti. La malformación auricular es variable y oscila de
la microtia a la anotia. Algunos síndromes incluyen una
afectación bilateral, a menudo asimétrica. La reconstruc-
ción puede complicarse por la posible atrofia hemifacial
asociada, porque la asimetría de la cara modifica la situa-
ción de la oreja, y el tejido residual suele tener una
ubicación anormal y ser inutilizable. El conducto auditivo
externo está estenosado o a menudo ausente. La mal-
formación puede afectar al oído medio e interno, con
una sordera a menudo mixta. La rehabilitación funcio-
nal requiere un manejo especializado que se detalla en el
artículo de la EMC-TC-Tête et cou Chirurgie fonctionnelle
des agénésies auriculaires 2014. La cirugía funcional no es
incompatible con la cirugía reparadora del pabellón, sino
que ambas deben inscribirse en un proyecto global, para
no comprometerse entre sí.
Los casos de amputación, quirúrgica o traumática,
muestran la particularidad de presentar una piel cicatri-
cial en la región de la oreja, en ocasiones con presencia de
piel injertada. En ocasiones, se ha realizado una radiote-
rapia complementaria, lo que debilita y esclerosa la piel.
Este factor local impide ciertas técnicas quirúrgicas que
requieren una plasticidad cutánea.
En el postoperatorio de una afectación tumoral, la vigi-
lancia puede contraindicar una reparación tisular; en este
caso, debe darse prioridad a la colocación de una epítesis.
El oído externo está constituido por una estructura con
relieves complejos, recubierta en ambas caras por piel y
lateralizado respecto a la mastoides. La otopoyesis consis-
tirá en la colocación de un armazón adecuado recubierto
de piel detrás de la mejilla y de la articulación temporo-
mandibular, cuando existe.
El armazón auricular puede obtenerse a partir de cartí-
lago costal tallado [4, 5] o por ensamblaje de fragmentos de
polietileno poroso prefabricados (Medpor) [6] . La movili-
zación costal no debe proponerse en pacientes mayores de
50 años, porque la calcificación relacionada con la edad
 Técnicas de reparación de las pérdidas de sustancia del pabellón auricular  E – 46-101

A B

C D E
Figura 9.
A. Amputación posterosuperior del pabellón.
B. Utilización de una plantilla obtenida de forma simétrica a partir de la oreja contralateral para tallar el injerto de cartílago de concha.
C. El polo superior de la oreja se apoya sobre el cuero cabelludo entre los dos tiempos quirúrgicos.
D, E. Resultados después del segundo tiempo quirúrgico.

dificulta la realización de la estructura cartilaginosa. En presenta sus ventajas e inconvenientes, y la indicación

opinión de los autores de este artículo, la deformación
de la caja torácica en un contexto sindrómico también
contraindica la movilización costal.
Se puede colocar el armazón de cartílago en un bolsillo
creado bajo la piel nativa, si es de buena calidad. A conti-
nuación, se requiere un segundo tiempo quirúrgico para
lateralizar la oreja y crear el surco retroauricular.
Si se utiliza un material sintético o si la piel nativa es
de mala calidad, es necesario utilizar un colgajo de FTS,
que protege el armazón, tras lo que se recubre con un
injerto de piel. La extrusión de la estructura puede causar
una contaminación bacteriana, seguida de supuración, lo
que requerirá la retirada completa de los injertos. El polie-
tileno poroso presenta un riesgo mayor de extrusión y
siempre necesita una cobertura por un colgajo de FTS.
La elección de la técnica depende de la experiencia
del cirujano y se adapta a cada paciente. Cada técnica
quirúrgica debe plantearse de forma individualizada [7] .
Otopoyesis por introducción
de una estructura de cartílago costal
en un bolsillo subcutáneo [8–10]
La realización de la maqueta cartilaginosa de pabellón
auricular requiere una gran cantidad de cartílago. Esta
intervención no se realiza antes de los 8-10 años, para
que el desarrollo de la caja torácica sea suficiente.
Primer tiempo (Fig. 10)
El cartílago de las costillas 7.a a 10.a contralaterales a
la oreja que se va a reconstruir se moviliza por una inci-
sión pretorácica limitada. Hay que comprobar la ausencia

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 7

E – 46-101  Técnicas de reparación de las pérdidas de sustancia del pabellón auricular

Figura 10. Amputación total del pabellón: primer tiempo de la otopoyesis.

A. Movilización de los cartílagos costales 6.◦ a 8.◦ , contralaterales a la otopoyesis.
B, C, D. Tallado de una maqueta tridimensional de pabellón.
E. Colocación de la maqueta en el plano subadipocutáneo por una incisión posterior.
F. Se deja colocado un drenaje suave (Emodrain) una semana, lo que permite la coaptación condrocutánea.

de lesión pleural antes del cierre, buscando la apari-
ción de burbujas durante la ventilación con hiperpresión.
Cualquier perforación debe obliterarse con suturas de rea-
proximación de los músculos intercostales. Los planos
muscular y cutáneo se cierran cuidadosamente sobre un
drenaje aspirativo, y se solicita una radiografía de tórax de
control en el postoperatorio y después de retirar el drenaje
el 2.◦ día, para descartar un neumotórax.
El cartílago costal se talla y se ensambla con hilo metá-
lico 3/0 para constituir una estructura tridimensional. Las
dimensiones de esta maqueta deben corresponder a la
oreja contralateral. El cartílago común de la 7.a y 8.a cos-
tillas es la pieza principal. Se voltea de abajo hacia arriba
para que su parte inferior sea la parte alta de la oreja y que
su cara profunda se convierta en la cara anterior. El frag-
mento de la 9.a costilla (más flexible) se curva y después se
fija para formar el hélix. Un fragmento cartilaginoso tam-
bién se fija en aposición, tras lo que se talla para formar
los relieves del antihélix. Se realiza un vaciado para for-
mar la concha. La parte inferior del fragmento principal
constituye el armazón del lóbulo. Un injerto cartilaginoso
se fija delante para crear el trago.
La maqueta se introduce en su bolsillo subcutáneo por
una incisión del cuero cabelludo retroauricular situada
a unos centímetros detrás de la oreja. La región retro-
auricular debe prepararse cuidadosamente y rasurarse. El
acceso a los restos cartilaginosos se realiza por esta misma
incisión. El despegamiento debe situarse por encima de
la FTS, bajo los folículos pilosos y, después, en el plano
subcutáneo superficial de la piel mastoidea. Un despega-
miento demasiado profundo comprometería la delicadeza
de los relieves. Los restos cartilaginosos auriculares se
retiran cuidadosamente, procurando no atravesar la
piel.
En el primer tiempo, un injerto cartilaginoso de forma
semilunar se deja colocado temporalmente bajo la FTS
detrás de la incisión. Sirve de cuña para lateralizar el pabe-
llón durante la segunda tiempo quirúrgico.
La maqueta se introduce en el bolsillo creado por el
despegamiento y la coaptación condrocutánea se logra
mediante un drenaje aspirativo suave (Emodrain), cuya
aspiración debe mantenerse durante 7 días.
En la técnica de los autores de este artículo, el cartílago
costal se moviliza con el pericondrio anterior y poste-
rior, de la reja costal contralateral al oído que se va a
reconstruir. Firmin [11] utiliza la reja costal homolateral y
realiza una disección subpericóndrica en la cara profunda
del cartílago. Su técnica, inspirada en el procedimiento
de Nagata, consiste en voltear en sentido transversal el
injerto, para que la cara profunda del cartílago quede
superficial al nivel de la oreja. La maqueta se crea por
la superposición de varios fragmentos tallados en las dis-
tintas piezas cartilaginosas movilizadas y no curvadas.
El acceso de los restos cartilaginosos se realiza de forma
directa, por una incisión determinada por la calidad de
la cubierta cutánea existente. La maqueta se coloca por
la misma incisión al nivel del pabellón. La coaptación se
logra mediante un drenaje aspirativo.

8 EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial

 Técnicas de reparación de las pérdidas de sustancia del pabellón auricular  E – 46-101

Figura 11. Amputación total del pabellón: segundo tiempo de la otopoyesis.

A. Principio: interposición de una cuña cartilaginosa bajo la maqueta, lo que permite lateralizar el pabellón.
B. Incisiones cutáneas.
C. Despegamiento de los colgajos en el plano subadipocutáneo.
D. Incisión de un colgajo de fascia temporal superficial de pedículo anterior, que engloba el cartílago semilunar colocado durante el primer
tiempo quirúrgico.
E. Movilización del colgajo.
F. Interposición del colgajo semilunar envuelto en fascia temporal superficial en el neosurco retroauricular.
G. La cara craneal del surco se cubre por el avance de los dos colgajos cutáneos.
H. La cara auricular del surco se cubre con un injerto de piel fino.
I. Resultado un año después de la intervención.

En todos los casos, la oreja creada se deja aplicada bajo
el cuero cabelludo, porque la cantidad de piel nativa es
insuficiente para crear el surco retroauricular en el mismo
tiempo.
Segundo tiempo (Fig. 11)
Se realiza después de 4 meses y permite la lateraliza-
ción del pabellón. La creación del surco retroauricular
ha sido un fracaso durante mucho tiempo, debido a la
retracción cutánea, lo que ha dado lugar a neopabello-
nes totalmente adheridos al plano mastoideo. Nagata ha
desarrollado una técnica en la que utiliza una cuña carti-
laginosa situada en el neosurco, lo que permite oponerse
a la retracción auricular [12, 13] . Según su técnica, el injerto
semilunar costal se deja introducido temporalmente en la
región torácica durante el primer tiempo. Después, en el
segundo tiempo, se incluye en un colgajo estrecho de FTS
pediculado sobre su arteria temporal superficial. Disant
ha desarrollado una técnica que evita tener que realizar
un nuevo acceso torácico. La cuña cartilaginosa se deja
introducida temporalmente bajo la FTS durante el primer
tiempo. Se coloca en el fondo del surco retroauricular con
el colgajo de FTS durante el segundo tiempo, evitando
cualquier riesgo de deslizamiento y de exposición cartila-
ginosa.
Durante este segundo tiempo, se realiza una inci-
sión cutánea siguiendo el contorno del neopabellón y

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 9

E – 46-101  Técnicas de reparación de las pérdidas de sustancia del pabellón auricular
A B
C D
se completa con una incisión horizontal que se extiende
hacia atrás, hacia el injerto semilunar que se había dejado
en un bolsillo subcutáneo.
Un injerto de FTS que incluye en su parte distal el cartí-
lago semilunar se transpone en el neosurco retroauricular.
La cara posterior del pabellón y el injerto semilunar se
recubren con un injerto de piel delgado o total, mientras
que la cara mastoidea del surco se cubre con dos colgajos
de avance del cuero cabelludo.
Si la piel es de mala calidad, con riesgo de extrusión del
cartílago, la técnica se modifica para utilizar el colgajo de
FTS (cf infra).
Otopoyesis por la técnica de la fascia
temporal superficial
La FTS es necesaria cuando la piel nativa no permite
realizar una técnica de bolsillo subcutáneo por motivos
cicatriciales o de falta de elasticidad [14–16] . Este método
ha sido descrito sobre todo por Reinisch y Lewin [6] . Rei-
nisch ha desarrollado el uso del polietileno poroso para el
armazón auricular, que debe recubrirse obligatoriamente
con FTS para evitar la extrusión. La técnica del colgajo
de FTS injertado permite la otopoyesis en un solo tiempo
(Fig. 12).
10
Figura 12.
A. Movilización de la fascia temporal
superficial pediculada sobre los vasos
temporales superficiales por delante de la
raíz del hélix.
B. Colocación de la estructura auricular
de Medpor después de resecar los restos
cartilaginosos.
C. La estructura articular se recubre
cuidadosamente con la fascia temporal
superficial, cuya coaptación perfecta se
logra mediante un drenaje aspirativo.
D. La fascia temporal superficial se recu-
bre con las capas cutáneas nativas y con
un injerto de piel movilizado de la región
cefálica.
La FTS se sitúa en la prolongación del sistema musculoa-
poneurótico superficial por encima del arco cigomático,
superficialmente respecto a la aponeurosis del músculo
temporal y bajo el plano del sistema adipocutáneo super-
ficial. Su vascularización procede del pedículo temporal
superficial, que se sitúa justo delante del trago y de la raíz
del hélix.
La retirada de los restos cartilaginosos se realiza por un
acceso directo, conservando un colgajo cutáneo pedicu-
lado en su parte anterior, que sirve para cubrir la región
de la concha.
La disección de la cara superficial del colgajo de FTS
es complicada, pues no existe plano de separación. Es
obligatorio permanecer a un nivel muy superficial, justo
bajo los folículos pilosos, para respetar la vena tempo-
ral y sus aferencias. La rama anterior frontal de la arteria
temporal superficial es el límite anterior que no debe
sobrepasarse para no lesionar el ramo frontal del nervio
facial. Hay que intentar disecar el colgajo más grande posi-
ble (12 × 12 cm si se puede), pediculado sobre los vasos
principales. A continuación, el colgajo debe cubrir por
completo el armazón cartilaginoso o sintético, formando
una envoltura que se sutura de forma hermética en los
lados. La coaptación perfecta de consigue mediante un
drenaje aspirativo suave, en el interior de la envoltura de
FTS.
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 Técnicas de reparación de las pérdidas de sustancia del pabellón auricular  E – 46-101
A B
Figura 13.
A. Epítesis de silicona con una lengüeta anterior para rellenar una depresión preauricular relacionada con una atrofia hemifacial asociada.
B. Colocación de dos anclajes óseos sobre los que se aplica una barra en la que se fijará la epítesis con un sistema de clips.
C. Epítesis colocada.
Resulta conveniente lograr la lateralización definitiva
de la oreja durante esta etapa, ajustando el grosor del
armazón en su cara profunda o usando una cuña carti-
laginosa.
A continuación, la superficie de la oreja se recubre con
un injerto de piel total. Lo ideal es utilizar una piel idén-
tica a la piel facial en la cara anterior de la oreja. Se puede
movilizar toda la piel retroauricular y mastoidea lampiña
del lado sano y sustituirla por un injerto de piel inguinal.
En la cara posterior de la oreja reconstruida también puede
injertarse piel inguinal. Se coloca un apósito graso minu-
ciosamente para adaptar el injerto a todos los relieves. El
drenaje aspirativo se retira después de 5-7 días.
El cuero cabelludo se cierra sobre un drenaje aspirativo.
La utilización de Medpor presenta la ventaja de no nece-
sitar una movilización de un injerto torácico, por lo que
puede realizarse a una edad más precoz. Sin embargo, los
riesgos de extrusión y de sobreinfección del material sin-
tético, que provocan la pérdida del pabellón reconstruido,
son mayores.
Algunos equipos proponen una variante de la técnica
de la FTS, realizando una expansión cutánea de la piel
lampiña de la región auricular, para paliar el déficit cutá-
neo del pabellón hipoplásico [17] . Se coloca un expansor en
un primer tiempo quirúrgico, tras lo que se hincha progre-
sivamente con suero fisiológico durante varias semanas.
En un segundo tiempo, se retira el expansor y la piel
obtenida permite crear un bolsillo subcutáneo para intro-
ducir la maqueta auricular y su lateralización en el mismo
tiempo. La estructura se recubre de FTS para evitar la
exposición si se produce un sufrimiento de la cobertura
cutánea. Se puede utilizar cartílago costal o polietileno
poroso.
Epítesis [18–21]
Una epítesis es una prótesis médica que sustituye un
órgano ausente. Las epítesis auriculares están fabricadas
en silicona y reproducen perfectamente de forma simé-
trica las dimensiones y la coloración de la oreja sana. El
resultado estético tiene una calidad muy elevada. El mate-
rial se deteriora con el tiempo, por lo que la epítesis debe
renovarse cada 2-3 años.
La epítesis es amovible, y se sujeta con adhesivo o
mediante anclajes óseos de titanio sobre los que encaja
con un sistema de clips.
La colocación sobre anclajes óseos es más fiable. La
colocación de los anclajes óseos se ha simplificado con-
siderablemente. Se pueden colocar en un solo tiempo
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C
mediante anestesia local. Se atornillan de dos a tres ancla-
jes en la mastoides, en la vertical del antihélix (Fig. 13).
Una parte se exterioriza a la piel. La osteointegración se
realiza en unos 2 meses, tras lo que es posible fijar una
barra que une los pilares y en la que se fija la epítesis con
un sistema de clips. Se pueden producir fenómenos de
supuración limitados en la unión entre la piel y el titanio.
Esta técnica está indicada sobre todo en las amputa-
ciones auriculares tras cirugía oncológica. Los pacientes
suelen ser ancianos con mal estado general, lo que con-
traindica una cirugía compleja y prolongada. Además, la
epítesis permite una vigilancia local ideal. La radioterapia
suele complicar la colocación de tornillos osteointegra-
dos, pero no es una contraindicación.
 Pérdidas de sustancia
traumáticas con conservación
del fragmento
Injerto compuesto
Se puede intentar una técnica de injerto del fragmento
suturando el cartílago y el plano cutáneo anterior y pos-
terior, si el fragmento amputado es muy pequeño y si el
tratamiento se realiza después de un plazo corto. Existe
un riesgo elevado de necrosis, que obligaría a retirar el
fragmento después de unos días.
Técnicas de bolsillo subcutáneo
de Mladick [22, 23]
Si el fragmento es más grande, se puede proponer
introducir de inmediato el cartílago del fragmento en un
bolsillo situado bajo la piel mastoidea. Se debe eliminar
toda la epidermis del fragmento y conservar sólo el peri-
condrio, tras lo que se sutura en su sitio. Se realiza una
incisión de la piel mastoidea en la vertical del pabellón.
El fragmento desepidermizado se desliza bajo la piel. Los
bordes de la incisión mastoidea se suturan a la piel auri-
cular posterior y anterior. Después de 3-4 semanas, un
segundo tiempo quirúrgico permite la lateralización de la
oreja, incluyendo la piel mastoidea, que ya está adherida
al cartílago. La cara posterior se cubre con un injerto y la
incisión mastoidea se cierra por aproximación. Esta téc-
nica permite aprovechar el cartílago nativo para realizar
la reparación de la oreja. Los relieves obtenidos pue-
den ser bastante toscos, porque el fibrocartílago auricular
no es muy resistente y sus relieves se difuminan por la
11
E – 46-101  Técnicas de reparación de las pérdidas de sustancia del pabellón auricular
cicatrización cutánea. El plazo entre las dos interven-
ciones no debe ser demasiado prolongado, porque el
cartílago pierde progresivamente sus cualidades mecáni-
cas.
[24]
Técnica de Baudet
El principio es el mismo que el de bolsillo subcutáneo
de Mladick, pero la desepidermización sólo se realiza en la
cara posterior del fragmento amputado. El cartílago se per-
fora en varios puntos. De este modo, la revascularización
cutánea anterior puede realizarse por los bordes cutáneos
y a través de las fenestraciones cartilaginosas. La latera-
lización se efectúa después de haber dejado el cartílago
durante 4 meses en su bolsillo subcutáneo y requiere un
injerto de piel delgado en la cara medial del fragmento.
Existe un riesgo no desdeñable de necrosis. En caso
de éxito, la conservación de la piel anterior nativa pro-
porciona unos relieves mejores respecto a la técnica de
bolsillo subcutáneo, pero el fragmento puede deformarse
debido a las fenestraciones cartilaginosas.
Reimplantaciones auriculares
microquirúrgicas [25–28]
Los casos de reimplantación microquirúrgica son raros,
porque esta técnica requiere unas condiciones muy parti-
culares. Se puede plantear en los casos de amputaciones
totales o subtotales traumáticas del pabellón. El fragmento
amputado debe haberse conservado en buenas condicio-
nes, y la duración de la isquemia no debe ser mayor de
8 horas. El paciente debe estar en buen estado general,
sin lesión grave asociada, que desplazaría el traumatismo
auricular a un segundo plano. El fragmento debe presentar
vasos individualizables, que se encuentran con más faci-
lidad si el fragmento avulsionado presenta piel o cuero
cabelludo adyacentes a la oreja. El fragmento se explora
con microscopio. El cirujano debe contar con experiencia
en las técnicas microquirúrgicas, porque los vasos anas-
tomosados tienen un calibre inframilimétrico. Hay que
prever que la duración de la intervención será prolongada.
“ Puntos esenciales
• La reparación de la parte anterior del oído
externo requiere la utilización de piel de la región
cefálica para respetar la coloración de la cara.
• Se puede utilizar un injerto sobre un tejido
receptor sano en posición nativa o sobre un col-
gajo tisular vascularizado.
• En caso de aplasia mayor de la oreja, la edad del
paciente determina las posibilidades de reparación
quirúrgica. La utilización de cartílago costal sólo es
posible a partir de los 8 años y no se recomienda
después de los 50 años. El uso de un material sin-
tético permite la reparación a partir de los 3 años.
• La calidad de la piel de la región auricular orienta
la técnica de reparación quirúrgica en caso de
aplasia o de pérdida de sustancia importante, y
determina la elección de una técnica de bolsillo
subcutáneo, o de FTS injertada o recubierta de piel
expandida.
• Los resultados se relacionan en gran medida con
la calidad del proceso de cicatrización.
• El tratamiento auditivo es fundamental y la
rehabilitación funcional se realiza mediante pro-
cedimientos quirúrgicos o protésicos que en
ocasiones se asocian.
12
Existe un riesgo de isquemia precoz por fracaso de la
anastomosis arterial. La congestión venosa, que se mani-
fiesta por ingurgitación con una coloración azulada, es
otro riesgo que puede conducir al fracaso. En este caso,
la aplicación de sanguijuelas medicinales asociada a una
heparinoterapia puede salvar el injerto. En las amputacio-
nes parciales donde no se pueda individualizar ninguna
vena, se han utilizado con éxito las sanguijuelas como
tratamiento sustitutivo de la anastomosis venosa [29, 30] .
La reimplantación microquirúrgica del pabellón con-
lleva un riesgo de fracaso importante. Sin embargo, en
caso de éxito, el resultado estético es excelente y, si fra-
casa, se puede recurrir a las técnicas de reconstrucción ya
descritas (cf supra).
 Conclusión
La reparación de las pérdidas de sustancia del oído
externo es siempre una situación estimulante para el ciru-
jano. La experiencia quirúrgica y el análisis de cada caso
permiten escoger la mejor opción de reparación entre el
conjunto de las técnicas propuestas. La cirugía de los défi-
cits o aplasias auriculares es una cirugía muy exigente
debido a su tecnicidad y a sus limitaciones relacionadas
con la cicatrización.
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D. Vertu-Ciolino.
F. Disant, Professeur, chef de service (francois.disant@chu-lyon.fr).
Service de chirurgie cervico-maxillo-faciale, Pavillon U, Hôpital Édouard-Herriot, 5, place d’Arsonval, 69437 Lyon cedex 03, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Vertu-Ciolino D, Disant F. Técnicas de reparación de las pérdidas
de sustancia del pabellón auricular. EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 2018;19(1):1-13 [Artículo E – 46-101].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

EMC - Cirugía otorrinolaringológica y cervicofacial 13