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Sorderas genéticas
S. Marlin, F. Denoyelle
EMC - Otorrinolaringología 1
Volume 45 > n◦ 4 > noviembre 2016
http://dx.doi.org/10.1016/S1632-3475(16)80842-5
E – 20-191-A-10 Sorderas genéticas
Sorderas sindrómicas
Sólo son responsables de un pequeño porcentaje de
las sorderas infantiles (alrededor del 10-15%) y de una
parte mal conocida, probablemente inferior, de sorderas
del adulto. Se han descrito varios centenares de síndromes
con sordera [3] y se han identificado más de 100 genes. Sin
embargo, es importante conocer y buscar los principales
síndromes, porque el tratamiento y la evaluación etioló-
gica son distintos a los de una sordera no sindrómica.
Debido al gran número de síndromes raros con sordera,
cualquier patología malformativa obliga a realizar una
evaluación auditiva sistemática. Además, para las sorderas
sindrómicas que consten de una afectación malformativa
craneofacial, la sordera se agrava con mucha frecuencia
por una otitis crónica y se debe realizar un seguimiento
otológico.
A continuación, se describen siete sorderas sindrómicas
en función de su frecuencia y/o de su gravedad potencial. Figura 1. Sordera por mutación del gen SLC26A4. Dilatación
muy marcada de los dos sacos endolinfáticos con dilatación de
los vestíbulos, en un corte axial de resonancia magnética.
Tres síndromes de transmisión
liares) ni específica (positiva sobre todo en la tiroiditis de
autosómica recesiva Hashimoto y en los pacientes con mutaciones de los genes
de la peroxidasa tiroidea o de la tiroglobulina).
Deben buscarse sistemáticamente, porque se presentan
El gen responsable del síndrome de Pendred se loca-
al principio como una sordera aislada: los síndromes de
lizó en 1997 en la región 7q31 [10, 11] y ha sido clonado
Pendred y de Usher, ambos relativamente frecuentes, y
por Everett et al [4] . El gen SLC26A4 codifica la pendrina,
el raro síndrome de Jervell y Lange-Nielsen. Todos estos
constituida por 780 aminoácidos. Hasta 2016, se han
síndromes tienen la particularidad de presentarse durante
identificado más de 100 mutaciones. Estas mutaciones se
mucho tiempo como una sordera aislada, y sólo una
distribuyen por los 21 exones del gen. Cuatro de ellas son
evaluación sistemática puede permitir detectarlos precoz-
particularmente frecuentes y se observan en el 74% de los
mente.
cromosomas mutados [12] .
Síndrome de Pendred
Este síndrome se describió hace más de 100 años. Se
Síndrome de Usher
diagnostica por la asociación de una sordera de origen Este síndrome afecta a 1/25.000 niños y asocia sordera
coclear fluctuante y a veces evolutiva, prelocutiva o pos- y retinitis pigmentaria. Existen tres formas clínicas de sín-
locutiva precoz, con un trastorno de la organificación del drome de Usher. El tipo I, que representa la mitad de los
yodo que se manifiesta por bocio. Se transmite de forma casos de síndrome de Usher, consta de sordera congénita
autosómica recesiva. El gen responsable, SLC26A4 (antes profunda, arreflexia vestibular bilateral responsable de
denominado PDS), está implicado tanto en el síndrome retraso motor, así como retinitis pigmentaria que se des-
de Pendred [4] como en una forma de sordera aislada arrolla durante la infancia. Los primeros signos visuales
(DFNB4) [5, 6] . El límite entre el síndrome de Pendred y consisten en trastornos visuales en la oscuridad (heme-
la forma de sordera aislada DFNB4 es difícil de definir en ralopía), a menudo hacia los 8-10 años. El fondo de ojo
ocasiones, pues en las familias con Pendred puede que es normal durante muchos años, pero el electrorretino-
uno o varios individuos no desarrollen la afectación tiroi- grama es patológico precozmente. El síndrome de Usher
dea [7] . La forma DFNB4 se detalla en el apartado «Sorderas de tipo I es una indicación de implante coclear bilate-
no sindrómicas» (cf infra). ral precoz para lograr la comprensión del lenguaje sin
La prevalencia del síndrome de Pendred se estima en labiolectura en estos niños que tendrán trastornos visua-
7-10 casos por 100.000 nacimientos. Cuando la sordera les graves en la edad adulta. En la práctica, se debe realizar
no es muy profunda de entrada, tiene la particularidad de una exploración oftalmológica sistemática con fondo de
evolucionar por episodios de agravación intensa seguidos ojo y repetirla en los niños y adultos sordos, y cualquier
de una recuperación generalmente parcial. Estas fluctua- sordera profunda congénita con retraso de la marcha sin
ciones son muy discapacitantes y motivo de angustia para etiología evidente obliga a realizar un eletrorretinograma,
el niño. aunque el fondo de ojo sea normal.
La edad de aparición del bocio es variable. En la mayoría En el síndrome de Usher tipo II, que supone el 50%
de los casos, se desarrolla durante la segunda década (el de los casos, la sordera es moderada o grave, a menudo
70% de los pacientes no tienen bocio a los 10 años) [8] . progresiva, y predomina en las frecuencias agudas. La reti-
Por tanto, el síndrome de Pendred se presenta como una nitis es un poco más tardía y los signos vestibulares están
sordera aislada durante muchos años. El bocio se asocia a ausentes.
hipotiroidismo en el 50% de los casos [8] . El síndrome de Usher tipo III es una forma muy rara
La tomografía computarizada (TC) de los peñascos salvo en algunas etnias. En él, la sordera es progresiva.
siempre muestra anomalías morfológicas del oído Los signos vestibulares y la edad de inicio de la retinitis
interno [9] : dilatación bilateral del acueducto del vestíbulo, son variables.
a veces asociada a una dilatación cocleovestibular y cóclea Hasta 2016, se han descrito nueve genes responsables
incompleta de tipo «Mondini» (Fig. 1). Las anomalías de de síndrome de Usher: cinco para el tipo I, tres para el
organificación del yodo pueden ponerse de manifiesto tipo II y dos para el tipo III (Cuadro 1). En la amplia
en la gammagrafía tiroidea con prueba de perclorato: la serie francesa de Bonnet et al [13] , los genes MYO7A,
incorporación del yoduro a la molécula de tiroglobulina USH1C, CDH23, PCDH15 y USH1G representarían, respec-
se realiza de forma anormal, y la administración de per- tivamente, el 55%, 7%, 7%, 7% y 4% de los casos de Usher
clorato (anión inorgánico) provoca una liberación del tipo I, mientras que USH2A, VLGR1 y WHRN, respectiva-
yoduro no organificado. Sin embargo, esta prueba no es mente, el 57%, 19% y 9,5% de los tipos II. Por último, en
sensible (normal en algunos pacientes en las formas fami- esta serie, los seis pacientes con síndrome de Usher tipo III
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Cuadro 1.
Sorderas sindrómicas más frecuentes y/o graves. Todos estos síndromes pueden presentarse como una sordera aislada en el caso índice.
Los signos asociados a la sordera pueden estar presentes de forma aislada en otros familiares en las formas autosómicas dominantes con
expresividad variable o pueden aparecer en la infancia (síndromes de Usher, Pendred y Alport) [2] .
Nombre del Modo de transmisión Genes implicados Principales signos que deben buscarse Exploraciones necesarias
síndrome en las personas sordas y/o en la familia
Waardenburg Autosómico dominante PAX3 Anamnesis ++
tipo I Exploración física ++
Waardenburg Autosómico dominante MITF Mechas blancas o encanecimiento precoz Exploración oftalmológica
tipo II Iris de distintos colores o azul porcelana con fondo de ojo
Autosómico dominante SOX10 Despigmentación cutánea
Despigmentación retiniana en el fondo
Waardenburg Autosómico dominante PAX3
de ojo
tipo III
± Distopia cantal (tipo I, III)
Waardenburg Autosómico EDNRB ± Malformación de las extremidades
tipo IV recesivo/dominante (Tipo III)
Autosómico recesivo EDN3 ± Enfermedad de Hirschsprung (tipo IV)
Autosómico dominante SOX10
Branquio-oto- Autosómico dominante EYA1 Anomalías del oído externo y/o medio Anamnesis
renal SIX1 Fístulas o quistes branquiales Exploración física
Malformaciones renales Ecografía renal orientada
exclusivamente por la clínica.
Stickler Autosómico dominante COL2A1 (STL1) Paladar hendido, secuencia de Pierre Exploración física
COL11A1 (STL2) Robin Exploración oftalmológica
COL11A2 (STL3) Miopía precoz y grave
Autosómico recesivo COL9A1 Degeneración del vítreo
COL9A2 Anomalías esqueléticas y cartilaginosas
COL9A3
Usher I Autosómico recesivo MYO VIIA Retinitis pigmentaria Exploración oftalmológica
CDH23 Arreflexia vestibular (tipo I ± III) con fondo de ojo
PCDH15 Electrorretinograma tipo I
SANS
CIB2
USH1C
Usher II Autosómico recesivo USH2A
VLGR1
WRHN
Usher III Autosómico recesivo USH3
Pendred Autosómico recesivo SLC26A4 Bocio hipo o eutiroideo Exploración física
Jerwell y Autosómico recesivo KvLQT1 Síncopes Electrocardiograma
Lange-Nielsen Autosómico recesivo KCNE1(IsK) Muerte súbita
Alport Dominante ligado al X COL4A3 Hematuria Tira reactiva urinaria
Autosómico recesivo COL4A5 Insuficiencia renal
Autosómico recesivo COL4A5
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3 A B
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A B C
Figura 3. Síndrome branquio-oto-renal.
A. Displasia del pabellón.
B. Vestigio branquial cervical.
C. Fístula de la segunda hendidura branquial.
La sordera puede deberse a una afectación coclear, osi- forma rara de sordera autosómica dominante y de las for-
cular o mixta, y a menudo está enmascarada o agravada mas de sordera que se asocian a signos cutáneos (síndrome
por los problemas de otitis crónica que se asocian a la KID) [22–24] .
incompetencia faríngea [20] . Una miopía intensa muy pre- El gen GJB2 está implicado en el 50% de las sorderas
coz con riesgo de degeneración vitreorretiniana se asocia recesivas congénitas y en el 30% de los casos esporádi-
a los otros elementos del síndrome. cos congénitos en Francia [25] . En esta forma de sordera,
También existen anomalías esqueléticas y cartilagino- la deficiencia auditiva es congénita, progresiva en el 20%
sas: platispondilia, anomalía del modelado coxofemoral, de los casos, de cualquier grado de gravedad, pero en dos
artrosis precoz de las grandes articulaciones. tercios de los casos es grave o profunda, con curvas audio-
Hasta 2016, se han descrito cinco genes responsables métricas planas o descendentes. Las pruebas de imagen
de una forma de síndrome de Stickler. Los dos más fre- de los peñascos y las pruebas vestibulares calóricas son
cuentes son COL2A1 y COL11A1, ambos de transmisión normales [26, 27] .
dominante. El gen COL11A2 sería responsable de un sín- En Francia, al igual que en los países de origen caucá-
drome de Stickler sin afectación ocular y de una forma sico, existe una mutación que predomina ampliamente:
aislada de sordera de transmisión dominante. 35delG. Los portadores heterocigotos (que portan la
mutación en un único alelo del gen y son normooyen-
tes) de esta mutación son muy frecuentes en la población
Síndrome ligado al X general, entre el 2,5% y el 4% de la población en Francia,
Se debe buscar sistemáticamente un síndrome de Alport España e Italia, y el 2% en Estados Unidos. La prevalen-
en todos los pacientes con sordera poslocutiva. La sordera cia de las mutaciones de GJB2 es comparable en muchos
es progresiva (primera década), asociada a una glomeru- países a la del gen CFTR de la mucoviscidosis. En algunas
lopatía que se manifiesta inicialmente por una hematuria poblaciones, se encuentran otras mutaciones mayorita-
inicialmente microscópica durante varios años [21] . La evo- rias. 167delT en la población judía askenazí [28] , 235delC
lución hacia la insuficiencia renal es frecuente y precoz en en Japón, en China y en Corea [29, 30] y R143W en África
los varones (90% a los 40 años), pero más rara y menos subsahariana (Figs. 4 y 5).
grave en las mujeres. La sordera de percepción sigue los La demostración de mutaciones patógenas en los dos
mismos esquemas de frecuencia y de evolución. En la alelos de GJB2 en un caso esporádico de sordera congé-
exploración oftalmológica, se observa un lenticono ante- nita permite confirmar el carácter genético de la sordera
rior, sugestivo de este síndrome en los varones. También e informar a las familias de que el riesgo de recurrencia es
existen síndromes de Alport de transmisión autosómica del 25%.
recesiva y dominante. Se han identificado varios genes Algunos pacientes sordos heterocigotos para una muta-
(Cuadro 1), de los que el más frecuente es el gen COL4A5. ción intragénica de GJB2 también son portadores de una
deleción en el otro alelo que incluye un elemento regu-
lador de GJB2 y una parte del primer exón del gen GJB6
Sorderas no sindrómicas localizado de forma adyacente en el cromosoma 13 [31, 32] .
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12-39 %
47 %
37 %
20-35 %
12-20 % 28 %
25 % 40 %
6-8 %
17 % 8%
5% 2-6 %
25 %
25 %
14 %
40 %
0,5 %
2% 2-4 % 3,4 %
1,5-2 % 7-25 % 2%
R143W
1%
Es importante identificar las sorderas debidas al gen Una mutación de este gen, Q829X, es recurrente y parece
SLC26A4 para el consejo genético, pero también para el ser particularmente frecuente en España [39] . La muta-
pronóstico, porque su progresión previsible puede ayudar ción Q829X se encuentra en estado homocigoto en el
en la orientación educativa, hacer que se tomen precau- 3% de las sorderas profundas aisladas congénitas en Fran-
ciones frente a los microtraumatismos (algunos deportes, cia. Otra mutación del gen OTOF causa una forma clínica
barotraumatismos) y vacunar a estos niños frente al neu- sorprendente, con sordera profunda presente durante los
mococo debido al mayor riesgo de meningitis. episodios febriles, pero con un audiograma tonal normal
cuando no hay fiebre y un audiograma vocal siempre
anormal [40] .
Deleciones del gen STRC (DFNB16)
Las deleciones homocigóticas del gen que codifica la
estereocilina son responsables de una sordera aislada Mutaciones del gen WFS1
congénita bilateral [36] parecidas a las afectaciones del
gen GJB2 (bilateral, simétrica, sin malformación del oído (DFNA6-14-38)
interno ni afectación vestibular). Sin embargo, la afecta- Las mutaciones recesivas del gen WFS1 provocan un
ción es únicamente leve o moderada sin evolución a lo síndrome de Wolfram (muy infrecuente) que causa una
largo del tiempo. Esta afectación genética sería responsa- patología grave desde la infancia, consistente en la aso-
ble del 10% de las sorderas aisladas prelocutivas [37] . ciación de sordera de percepción bilateral, déficit visual
por atrofia óptica, diabetes mellitus y diabetes insípida.
Gen OTOF (DFNB9) Otros signos clínicos pueden aparecer durante la evo-
lución: disautonomía, trastornos psiquiátricos, etcétera.
Esta forma de sordera recesiva se debe a mutaciones El pronóstico vital puede verse comprometido en estos
del gen que codifica la otoferlina, OTOF [38] . La otofer- casos.
lina estaría implicada en el tráfico vesicular presináptico Las mutaciones dominantes del mismo gen pueden ser
de las células ciliadas internas. Las mutaciones de este responsables de un continuum clínico que oscila de la
gen provocan una sordera de percepción profunda de sordera aislada [41] a un síndrome de «seudo-Wolfram»
entrada, prelocutiva con otoemisiones acústicas conser- (sordera y atrofia óptica, sordera y diabetes). Sin embargo,
vadas en ocasiones durante los primeros meses de vida, los signos asociados a la sordera son menos graves y más
o un auténtico cuadro de neuropatía auditiva (cf infra). tardíos que en el síndrome de Wolfram.
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A B
Figura 7. Aspecto típico de dilatación del conducto auditivo interno, con dilatación coclear y desaparición del modiolo óseo en las
sorderas debidas a una mutación del gen POU3F4 (DFN3) (A, B).
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S. Marlin (f.denoyelle@trs.aphp.fr).
Service de génétique, Hôpital Necker, Institut Imagine, Centre de référence des surdités génétiques, 149, rue de Sèvres, 75015 Paris,
France.
F. Denoyelle.
Service d’oto-rhino-laryngologique pédiatrique et de chirurgie cervicofaciale, Hôpital Necker, 149, rue de Sèvres, 75015 Paris, France.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Marlin S, Denoyelle F. Sorderas genéticas. EMC - Otorrinolaringología
2016;45(4):1-9 [Artículo E – 20-191-A-10].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico
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