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Sin embargo, cabe preguntarse ¿Cuál es el espíritu de esta norma?, así como las implicancias
que tiene implementarla. De acuerdo a la misma norma en la Introducción, nos menciona
que:
Como se mencionó, esta norma se puede aplicar en cualquier tipo de organización sin
importar su tipo, tamaño y producto suministrado. De las tres normas que vamos a conocer,
es la única que permite identificar requisitos no aplicables en cualquiera de las 10 cláusulas
definidas según el anexo SL (documento que regula que todas las normas emitidas a partir
del 2012 tengan 10 cláusulas). Se debe sustentar la no aplicabilidad del requisito siempre y
cuando no afecten a la capacidad o responsabilidad de la organización para proporcionar
productos y servicios que cumplan con los requisitos del cliente.
El Modelo del SGC, se presenta en la siguiente figura:
En función del modelo, procederemos a explicar brevemente como se organizan estas etapas
que a su vez corresponden a cada capítulo de la norma ISO 9001.
En la parte izquierda y derecha del modelo, encontramos presentes a los clientes y los
resultados del SGC . En donde primero conocemos sus requisitos, es decir, qué es lo que
desean de la organización y luego – como parte de la evaluación del desempeño - cuál fue
su grado de satisfacción. En ambos casos, es información que ingresa al SGC y debe ser
tomada en cuenta para la planificación de las operaciones y la aplicación de la
administración de riesgos (aspecto incluido en la versión 2015 de la norma y que está
asociado también a la norma ISO 31000).
Se debe dar especial atención al hecho que el centro del modelo es el Liderazgo, esto debido
a que la alta dirección debe ser el eje sobre el cual se desarrolla el sistema, ya que a través de
su compromiso establecen los objetivos de la operación y de la mejora, se planifica con base
en un pensamiento preventivo de gestión de riesgos y también se definen los roles y
responsabilidades para asegurar el logro de los resultados del SGC.
En base a lo que el cliente requiere, procederá a Gestionar los Recursos a través de los
procesos de Apoyo, porque es importante que para estar a la altura de lo que nuestros
clientes desean contemos con recursos apropiados, estos pasan por tener: Buena
infraestructura para el trabajo y el producto o servicios, personas calificadas, tecnología, e
información documentada disponible y protegida.
Teniendo los recursos completos, podremos Realizar las Operaciones (para obtener el Bien o
servicio), es aquí donde tendremos en cuenta al detalle, los requisitos de nuestros clientes,
haciendo el diseño del producto o servicio, realizando pruebas o ensayos de tal manera que
se obtenga únicamente lo que nuestro cliente especificó. Si pudiéramos hablar de un
ejemplo práctico podríamos pensar en que somos productores de sillas y nuestro cliente
desea una silla de madera con respaldar y asiento plano y 4 patas. ¿Qué pasaría si podemos
armar sillas pero solo con 3 patas? Seguramente estaríamos en problemas, verdad. Bueno,
realizar el producto no es tan sencillo, dado que se comentó que son varias etapas como por
ejemplo: comunicarse con el cliente, diseñar y desarrollar, comprar los materiales e insumos
para realizar el producto y controlar equipos que nos ayuden a medir las características de
nuestros productos, así como controlar las salidas no conformes.
Luego, ya entregado nuestro producto o servicio al Cliente, procederemos a verificar que tan
bien nos salió todo lo anterior, que tantos recursos proveyó la dirección, etc. Es aquí donde
nos tomamos un tiempo para realizar la Evaluación del desempeño. Es aquí donde aparecen
las auditorías y lo que comúnmente se denomina “Encuesta de Satisfacción del Cliente”, que
permite medir la percepción del cliente respecto al producto / servicio recibido. Como parte
de esta evaluación del desempeño la Alta Dirección debe realizar la Revisión por la Dirección
en donde la Gerencia o Dirección evaluará en función de su enfoque estratégico.
Esto ha conducido a que las organizaciones adopten un enfoque sistemático con relación a
la gestión ambiental mediante la implementación de sistemas de gestión ambiental, cuyo
objetivo es contribuir al “pilar ambiental” de la sostenibilidad” [3].
En este sentido, cada organización que desee dar un paso hacia la prevención de la
contaminación, debe pasar por definir una política y objetivos para desarrollar su Sistema de
Gestión Ambiental, tomando en cuenta su contexto y los intereses de sus stakeholders.
Esta norma, no tiene como finalidad ser usada como barrera comercial, arancelaria, o para
incrementar o cambiar las obligaciones legales de una organización, por el contrario, esta
norma al estar basada también en el ciclo de mejora continua (PHVA) resulta en una
herramienta simple, pero poderosa para lograr mejoras en el desempeño ambiental2 de
cualquier organización.
Una de las primeras etapas del SGA, se basa en identificar el alcance del sistema de gestión
ambiental en base a la identificación de las necesidades y expectativas de los clientes y partes
interesadas, para luego identificar los riesgos relacionados a los aspectos ambientales más
importantes o urgentes de atender por la organización. Paralelamente a ello, se identifica el
marco legal ambiental que aplique a la organización, de tal manera que se tomen en cuenta
para establecer las mejoras del caso a través de objetivos y metas ambientales .
En función de la figura N° 3, se puede explicar que así como en la norma ISO 14001 se inició
el proceso con la identificación de aspectos ambientales, en la norma OHSAS 18001, el
proceso se inicia con la identificación de los peligros y la consecuente evaluación de los
riesgos. Cada organización determina el nivel de aceptabilidad de sus riesgos, en función de
la capacidad de los controles operacionales para proteger a la persona.
Así también, se considera como fundamental la consideración del marco legal en seguridad y
salud ocupacional (En nuestro país, actualmente la Ley N° 29783 es la Ley de Seguridad y
Salud en el Trabajo (SST), es la norma que prevé la implementación de un sistema de gestión
de la SST, lo cual en la práctica es muy parecido a lo que OHSAS 18001establece).
Para gestionar los riesgos, como siguiente paso, se define una jerarquía de controles [4]. El
requisito 4.3.1 de la norma indica el siguiente orden de aplicación de los controles:
Eliminación.
Sustitución.
Controles de Ingeniería.
Señalización o controles administrativos.
Equipos de protección personal
La jerarquía indicada arriba nos permite gestionar los riesgos, de tal manera que se reduzca
la probabilidad o la severidad del mismo.