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Historia, Geografía y Economía

Institución Educativa “María de Las Mercedes”


Cuarto Grado - Secundaria

FICHA 5

1840 – 1879
La explotación del guano empezó en 1841 en las islas de Chincha, las de Lobos de
Afuera y Lobos de Adentro y las islas del sur hasta Tarapacá. El interés que
paulatinamente despertó esta lucrativa actividad se plasmó en la inestabilidad de
los tres primeros contratos de explotación, firmados entre 1841 y 1842, en los que
el Estado buscaba obtener cada vez un beneficio mayor. Así, lo que empezó siendo
un sistema de contrato de alquiler concedido a un inversionista, Francisco Quirós,
derivó en un convenio que otorgaba al Estado el 64 por ciento de los beneficios y,
finalmente, se pactó entregarle a este el 75 por ciento del ingreso líquido.

La explotación del guano


Inicialmente se recurrió a esclavos y presidarios
para la extracción del guano en las islas. A partir de
1850, cuando empezó la inmigración asiática, los
culis fueron los más requeridos. Si bien en sus
contratos de introducción al Perú se especificaba
que no podían trabajar en el guano, los culis fueron
sometidos a tantos atropellos que su situación pasó
ser similar a la de los esclavos. También se
utilizaron obreros chilenos, aunque en menor
escala. Los trabajadores no contaban con seguridad
para evitar accidentes o enfermedades y sus
jornadas de trabajo podían llegar a ser de 16 horas.

Las consignaciones o inversiones


El Estado acordó ceder a los empresarios la explotación del guano en lugares
específicos y por un periodo determinado que no superaba los nueve años. Estos
inversionistas o consignatarios debían asumir todos los gastos, desde la extracción
hasta la venta. Al ingreso bruto se le descontaban los gastos y el producto neto se
dividía entre el fisco y los consignatarios. Este acuerdo acabó por convertir al
Estado en deudor de los consignatarios, pues estos adelantaban los beneficios que
correspondían al fisco en calidad de préstamos que debían ser amortizados con
elevados intereses. El acaparamiento de la explotación del guano por los
capitalistas extranjeros, así como su deshonestidad provocaron denuncias contra el
sistema. Las principales sospechas recayeron sobre la casa británica Gibbs y la casa
francesa Montané. Los empresarios vendían el guano en el exterior a un precio
menor al oficial, perjudicando la venta del guano del Estado.

El contrato Dreyfus
La ruptura con los consignatarios ocurrió durante el gobierno
del presidente José Balta. Este le encargó al ministro de
Hacienda, Nicolás de Piérola, que convocara una licitación en
París para vender dos millones de tonelada de guano, sin
informas de esto a los consignatarios. La buena pro fue
otorgada a la firma francesa Augusto Dreyfus y hermanos,
que ofreció excelentes condiciones, entre ellas, cubrir la
deuda externa con cinco millones de soles. Los consignatarios
llevaron el caso ante el Poder Judicial, pero el convenio con
Dreyfus siguió adelante. Las ventajas del contrato se esfumaron pronto, pues no se
invirtieron los ingresos en actividades productivas a corto plazo sino a ferrocarriles.
El contrato se canceló en 1875.

Guano y Progreso
Los ingresos producidos por la explotación del
guano permitieron atenuar las deudas que se
arrastraban desde la independencia. Los
beneficios de este nuevo negocio se vieron
particularmente en los gobiernos del presidente
Ramón Castilla.

ACTIVIDAD

1. El historiador Shane Hunt presenta un cuadro sobre los gastos de inversión del
Estado durante la Era del Guano. A continuación un cuadro de los gastos del gobierno
durante la Edad del Guano (miles de pesos/soles)

RESPONDE:

A partir de los datos anteriores, ¿Dónde gastó el Estado la mayor parte del dinero
obtenido durante la Era del Guano y en qué sectores se invirtió más?
A partir de tu respuesta anterior y según tus observaciones, ¿cómo podrías
explicar que el dinero del guano no haya podido ser bien invertido?
¿Cómo puedes explicar el impacto de los ingresos del guano en la vida de la
población?

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