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Cambios Lingüísticos en la historia del español

Anteriormente a la invasión musulmana, el latín vulgar que se hablaba en la península ibérica


constituía un corpus más o menos homogéneo. Pero durante el proceso de reconquista, los
nuevos reinos del norte desarrollaron soluciones lingüísticas diferentes que condujeron al
nacimiento de las lenguas romances. Las principales lenguas romances fueron (de Oeste a Este):
el gallego-portugués, el leonés, el castellano, el aragonés y el catalán (con sus variantes).

Mas tarde, en los siglos XII y XIII cuando los reinos peninsulares avanzaron de manera imparable
en la reconquista del sur, fue el reino de Castilla (ya unificado con León) el que más territorio
reconquistó, consiguiendo un abanico de terreno que abarcaba por el norte desde Galicia hasta
Aragón y en el sur desde la frontera con Portugal hasta Valencia. Por tanto fue su lengua la que
se instaló en esos territorios, que suponían más de la mitad del territorio nacional y ésta fue la
principal razón por la que el castellano se impuso como lengua común por encima del resto
hasta llegar a ser la lengua común que compartimos desde hace muchos siglos.

El castellano presenta una serie de rasgos que lo diferencian del resto de lenguas romances. Los
rasgos más característicos del castellano serían:

Por influencia del vasco-ibero se paso del sistema vocálico latino con vocales abiertas y cerradas
a uno de 5 vocales y dos diptongos: ie, ue.

También por Influencia del vasco-ibero se caracteriza por la no diferencia de la B/V. Hasta el
siglo XVI las dos letras representaban fonemas diferentes: b > oclusivo sonoro; v > fricativo,
sonoro. Ambos se terminaron fundiendo en el valor oclusivo y sonoro actual.

Los grupos consonánticos latinos cl-, pl- y fl- > evolucionan a ll- (‘pluvia’ > lluvia; ‘plano’ > llano–
plano; ‘clamare’ > llamar; ‘flama’ > llama, etc.).

Los grupos – c´l-, -g´l-, -li- + vocal evolucionan a –j-: ‘Mulier’ > mujer; ‘oculum’ > ojo; ‘regula’ >
regla.

Los grupos consonánticos gn, hn, nn y ny convergen en ñ (escrita con esta grafía desde la
norma ortográfica del siglo XVIII).

La –t final de palabra evolucionó a -d: ‘ciubdat’ > ciudad.

Reducción de los diptongos latinos au, oe en o, e: ‘poenam’ > pena, ‘aurum’ > oro.

Se producen varios fenómenos que acabarán por dar al castellano la forma en la que lo usamos
hoy día. El español medieval evolucionó hasta alcanzar soluciones fonéticas como:

 La pérdida de la f– inicial latina por la h-: sino en todos, sí en muchos casos: ‘Fundo’>
hondo (castellano actual) > fondo (variante, también en castellano actual); ‘ferro’ >
hierro; ‘farina’ > harina. El proceso de pérdida se había empezado tiempo antes y se
completa a finales del siglo XVI.

 La S antes de estos siglos podía ser s-, -ss– ‘viniesse’> sorda o -s- ‘cosa’ > sonora. El
proceso de cambio condujo a la desaparición de la sonora.

 Los pares ç sorda (se pronunciaba como ts) > ‘braço, pieça’ y z sonora (pronunciada
como ds) > ‘vezino convergen en una pronunciación intermedia que es nuestra /z/
actual.

 La x sorda y pronunciada como sh inglesa de ‘dixo’ y las g,j sonoras pronunciadas como
la j francesa de, por ejemplo, ‘hijo’, evolucionan y ambas convergen en el fonema /x/
con la pronunciación moderna.
Evolución del español en América

El español de América no responde a una uniformidad idiomática, al igual que el español de


España, sino que entre los diversos usuarios del idioma podemos reconocer sus diversidades, en
primer lugar nacionales y posteriormente diatópicas y diastráticas. Desde la perspectiva
sociolingüística, los usos vocálicos que se apartan de la norma estandarizada actual —no
diacrónicamente— se dan por igual en ambos mundos debido a la escasa o nula escolarización
del individuo o a la escasa preparación de un amplio espectro social que sustenta la lengua como
sistema de comunicación. No son rasgos que se puedan aplicar para caracterizar una lengua,
sino para caracterizar una manifestación de habla desde una perspectiva del registro idiomático.
Los rasgos siguientes responderán, por lo tanto, a diversas variantes del código restringido:

A. Cambio de e en i: dispertar por despertar.


B. Cambio de i en e: mesmo por mismo.
C. cambio de o en u: revulución por revolución.
D. Cambio de u en o: sospiro por suspiro.
E. Reducción de hiatos: pior por peor

MORFOLOGÍA Y SINTAXIS
Los rasgos más característicos son los siguientes:

 Voseo. Uso de vos en lugar de tú.


 Uso de formas verbales ajustadas al concepto de vos: vos tomas.
 Uso de vos asociado a las formas verbales correspondientes a tú: vos tienes.
 El español americano tiende a hacer más notoria que el peninsular la innovación de
hacer adjetivos o nombres femeninos a voces que no tienen distinción genérica
(huéspeda, parienta) o bien el caso contrario (pianisto).

EL LÉXICO
Sin duda alguna, la gran variedad y diversidad léxica del español en América frente al español
peninsular se encuentra en su propia orografía y en sus hábitos culturales, aunque
reconozcamos, asimismo, su no uniformidad entre los diferentes pueblos de Hispanoamérica. Si
bien es cierto que los españoles que llegaban a América poseían sus referencias espacio-
temporales y las denominaciones de la fauna y flora que les eran próximas, hemos de constatar
que la realidad visualizada en América, sin contar con el enorme caudal léxico suministrado por
las lenguas indígenas: hamaca, barbacoa, piragua, alpaca, cancha, piraña, mandioca, etc., debió
imponérseles para encontrar el léxico apropiado que marcara un poco sus referencias, al ser tan
diferente el paisaje, la fauna, la flora y las relaciones humanas a las dejadas en su rincón de
origen peninsular.

Creación, arcaísmos, incorporación, indigenismos, afronegrismos, tabúes, eufemismos,


disfemismos, reincorporación, etc., diferenciaciones de base (sacoamericana), son algunos de
los elementos que enmarcan la gran diversidad léxica del acerbo común que, bajo la
denominación de español, hoy reconocemos en la lengua española hablada en ambos mundos.
Características dialectológicas del español
Las variedades geográficas del español, llamadas dialectos o geolectos, difieren entre sí por
multitud de razones. Entre las de tipo fonético destacan la distinción o no de los fonemas
correspondientes a las grafías c/z y s (ausencia o presencia de ceceo/seseo), la distinción o no
de los fonemas correspondientes a las grafías ll e y (ausencia o presencia de yeísmo), la
aspiración o no de la s o z ante una consonante, y la adopción o no de nuevas consonantes (tales
como /ʃ/). Estas diferencias no suelen ocasionar problemas de inteligibilidad entre sus hablantes.
Las diversas variantes también difieren en usos gramaticales, como el voseo o el empleo o no
del pronombre informal de segunda persona del plural (vosotros). En aspectos de vocabulario,
se dan notables diferencias especialmente en determinados ámbitos semánticos, como la
nomenclatura de las frutas y verduras, vestimentas, artículos de uso cotidiano, así como en las
expresiones coloquiales o insultantes.

Como en cualquier lengua, especialmente cuando se distribuye por un dominio geográfico


extenso, el español presenta diversas variedades internas que permiten distinguir a sus
hablantes según su pronunciación, sus construcciones gramaticales y su vocabulario. En
términos generales, el español presenta convencionalmente dos tipos de modalidades
presentes tanto en España como en América: las modalidades conservadoras, como el español
del norte de España, el del interior de Colombia y México o el de los Andes, y las modalidades
innovadoras, como el español de Andalucía y Canarias, el del Caribe o el del Río de la Plata. Una
característica típica del español peninsular es la división del grupo consonántico tl que, en
palabras tales como atlas o atletismo se pronuncia ['at.las] y [at.le.'tis.mo], mientras que en
América la pronunciación corriente es ['a.tlas] y [a.tle.'tis.mo].

Independientemente de estos rasgos, es posible distinguir grandes grupos de variedades


dialectales del español. Por ejemplo, para Menéndez y Otero (2007) serían ocho: las variedades
castellana, andaluza y canaria en España, y las variedades caribeña, mexicano-centroamericana,
andina, chilena y rioplatense en América.

Las diferencias entre los dialectos casi siempre se limitan únicamente a la entonación,
pronunciación y palabras o expresiones aisladas. Una de las diferencias de los dialectos de
España y los de Hispanoamérica son los pronombres. En España, el único pronombre informal
de segunda persona empleado es “tú”, pero en algunas zonas de Hispanoamérica como
Argentina, Uruguay o Paraguay se utiliza el “vos”. “Tú” y “vos” son informales y se utilizan con
amigos. “Usted” es una fórmula de respeto que se utiliza con desconocidos o personas mayores.
Sin embargo, en ciertas regiones de Colombia el uso de “usted” se puede dar en ámbitos de
cierta informalidad comparable al uso de “tú” o “vos” en los mencionados países.

“Vos” se utiliza como segunda persona del singular en muchos lugares de Hispanoamérica como:
Argentina, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Ecuador, Paraguay,
Colombia y Uruguay, pero también se utiliza en otros lugares como marcas regionales. Su uso,
dependiendo del país y la región, puede considerarse un estándar aceptado o una marca del
discurso de personas ignorantes o sin educación. Las situaciones interpersonales en las que se
utiliza el vos y se acepta su uso dependen de las regiones.

Los dialectos del español también varían en lo que respecta a la segunda persona del plural. Los
dialectos de Latinoamérica solo tienen una forma para la segunda persona del plural: ustedes,
que sirve para las situaciones formales y las informales. Sin embargo en el español de España
existen dos: ustedes para situaciones formales y vosotros para situaciones informales.
Expansión léxica del español
El español- hoy con un patrimonio lexical de 83500 palabras-, surgió hace unos diez siglos, con
raíces en el latín, y fue enriqueciéndose con el aporte de 1250 palabras de origen árabe y
centenares provenientes del griego, el godo, el provenzal, el catalán, el eusquera, el francés, el
italiano y el inglés. Su ortografía está consolidada de tal manera que, desde 1815, sus reglas
ortográficas apenas han sido modificadas; los estudiosos del estado actual y futuro del español
se dividen entre aquellos que ven amenazada su integridad y las que lo ven en pujante auge y
desarrollo; los primeros se alarman por la dimensión que están adquiriendo los peligros que
circundan al idioma, fundamentalmente la ofensiva del inglés que, en apenas cincuenta años ha
introducido en nuestro idioma tantas palabras como el árabe con ocho siglos, según palabras de
Alex Grijelmio y los segundos basan su optimismo en la cantidad de premios Nobel de literatura
en lengua española que se han producido en los últimos decenios, el progresivo incremento de
su presencia en Internet y las cifras millonarias que está alcanzando la difusión de escritores de
lengua castellana tanto en España como en Americe Latina.

El español es la lengua extranjera que más se estudia y utiliza en E. Unidos, siendo, el idioma
preferido por el 93% de sus jóvenes; de ahí el español en la gran red al igual que otras lenguas,
aunque es insuficiente la presencia del español en Internet, el numero de medios de lengua
hispana en la red informática mundial ha ido aumentando paulatinamente, hoy existen más
buscadores específicos en la lengua española,, periódicos, revistas especializadas y emisoras de
radio en la red, es una demostración de los esfuerzos por mantener un sostenido incremento,
en la ofensiva para incorporar la ñ, letra emblemática del idioma, en los dominios(domanis) o
en las direcciones de correo electrónico.

El investigador mexicano Raúl Ávila realizo un estudio acerca del español utilizado en programas
informativos internacionales, en cuanto al léxico encontró que, en los medios orales, se evita la
utilización de regionalismos, extranjerismos y otros vocablos de comprensión muy locales,
pensando en el carácter internacional del público y así llegar a la mayor audiencia posible.
Sustrato Lingüístico
El sustrato lingüístico o substrato lingüístico es un término que se refiere, sobre todo en caso de
pueblos conquistados por otros de lengua distinta, a las influencias léxicas, fonéticas y
gramaticales que ejerce la lengua originalmente hablada en el territorio sobre la lengua que la
sustituye. Cuando el fenómeno ocurre al revés, hablamos de superestrato.

Por ejemplo, el dominio romano en la península ibérica produjo la desaparición de las lenguas
aborígenes de la región, con excepción del vasco. Sin embargo, muchas de sus características
aún quedan como substrato en el castellano; así, algunos lingüistas consideran que la
desaparición de la inicial latina f- resultando una h-, inicialmente aspirada y posteriormente
muda, parece deberse a la influencia vascuence, pues esta lengua rechazaba el fonema “f”.

Indigenismo
El indigenismo es una corriente cultural, política y antropológica concentrada en el estudio y
valoración de las culturas indígenas, y el cuestionamiento de los mecanismos de discriminación
y etnocentrismo en perjuicio de los pueblos originarios.

El indigenismo enfrenta la discriminación. Se puede hablar de una historia dentro del


indigenismo a partir del sermón de diciembre de 1511 de Antonio de Montesinos. Desde
entonces el indigenismo tomó cuerpo con el paso del tiempo y es lícito hablar de indigenismo
desde la época de la administración colonial española, con modalidades diversas, aunque
durante el siglo XIX en los nuevos estados independientes latinoamericanos la preocupación
indigenista perdió terreno.

Africano
En África se hablan aproximadamente 2.000 lenguas, aunque es difícil determinar el número al
no haber una distinción clara entre lo que se puede considerar lengua o dialecto (ver Lista de
lenguas de África). Algunas lenguas africanas, como el suahili, el hausa, el yoruba, en el África
subsahariana y el árabe en el norte de continente, cuentan con decenas de millones de
hablantes. Otras lenguas como el laal, el shabo, y el dahalo no llegan al centenar. La diversidad
lingüística de muchos países africanos ha hecho de la política lingüística un asunto
extremadamente importante en la era neo-colonial. Los países africanos han ido tomando
conciencia poco a poco del valor de esta herencia cultural, por lo que la política del lenguaje que
desarrollan hoy en día apunta hacia un multilingüismo (en realidad, ya existe de hecho, porque
es en África donde se encuentra el mayor porcentaje de personas bilingües, trilingües y
políglotas).

Lenguas modernas
Las lenguas modernas estudian el origen y estructura del lenguaje y su aplicación a las lenguas
españolas, extranjeras y clásicas; estudia las lenguas, su significado y el de sus elementos como
integrantes fundamentales de las distintas culturas.

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