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Anfitriona

Cómo ser un buen anfitrión o


anfitriona de restaurante
Las personas que reciben huéspedes se denominan anfitriones. En un
restaurante, su función es dar la bienvenida y acompañar a los invitados a sus
mesas. Son los encargados de establecer el estado de ánimo en los restaurantes.

Haz un registro de cada mesa. Haz una tabla de cada mesa y cada trabajador
(aprende la disposición de las mesas de memoria). Trata de memorizar cuántas
personas están en una fiesta y lo que hay en las mesas. También hay que tener
en cuenta de que estás ahí para que los camareros no se sientan agobiados.
Para saber cuánta gente está cenando. Su hay lista de espera, asegúrate de
obtener el nombre de todos los comensales para que sean tenidos en cuenta.
Evita darles un marco temporal específico. Explícales que tienen que esperar un
poquito a que su mesa esté preparada. Nunca digas que tienen que esperar 5-10
minutos. Los huéspedes suelen ser algo impacientes y pueden tomar la decisión
de irse a otro lado a cenar.
Después de saludar a los invitados, asigna los asientos teniendo en cuenta
la altura y corpulencia de los comensales. No los pongas en una sala o mesa
pequeña. Además, si uno de los invitados tiene problemas para caminar, dale un
asiento cerca del anfitrión.

Cuando decidas donde los vas a sentar, rota los servicios. Distribuye las
mesas uniformemente entre los camareros. Pero ten presente también el espacio
que dispones. Intenta que haya espacio suficiente entre los comensales.
Cuando el cliente se siente, coloca la carta en su lugar para cada uno de
ellos o entrégales en mano la carta. No te limites a lanzar los menús sobre la
mesa sin decir nada.

¡Mantén los suministros! Si te estás quedando son menus, marcadores, etc.


pide al gerente los suministros necesarios (esto se debe hacer antes de la hora del
almuerzo o la cena).
Asegúrate de que en la mesa cada comensal tiene todo lo necesario y de que
todo está limpio. Si no es así, provee al cliente de lo que falta, siéntalos en otra
mesa y asegúrate de que no se monte un lío.
Prepárate para conseguir algunas cosas para el huésped, o para servirles
agua, cubiertos, servilletas, cajas de comida para llevar, etc. Si el cliente no
pide nada más, informa al cliente que estás ahí para servirle.
¡Camina entre las mesas! La única forma de saber cómo evolucionan las
mesas es ver cuántas se encuentran en el postre, su han pagado, etc. Si
necesitas mesas, intenta que los camareros aceleren la comida de tus clientes un
poco.
Ayuda a limpiar y a ajustar las mesas cuando sea necesario. Si hay clientes
esperando para comer, cuantas más manos ayuden, mejor.
Atiende a todos los clientes que se acercan hasta el restaurante. Si estás
ocupado con un cliente, el cliente va a pensar “Voy a estar bien aquí”. Un contacto
visual o un gesto cálido con la mano suele ser suficiente.

Dales la bienvenida con una sonrisa y con algunas palabras. Recuerda, es la


primera impresión lo que a veces cuenta, por lo tanto hay que esforzarse en ese
primer contacto.

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