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El Taller de Cocina Intercultural PDF
El Taller de Cocina Intercultural PDF
1. EL TALLER DE COCINA:
☺ Permite el intercambio y el
enriquecimientos cultural, así las
diferencias se aclaran y normalizan.
Aprendemos a entendernos y a aceptar
la diversidad como una riqueza.
☺ Hay multitud de contenidos que pueden
trabajarse de manera dinámica y motivadora.
☺ Estimula la integración y participación de los padres en la comunidad.
Los padres y madres tienen la oportunidad de ofrecer e intercambiar
experiencias, enriqueciéndose unos de otros.
2. ASPECTOS GENERALES:
Recetas:
Alimentos:
Utensilios y materiales:
Hay que cuidar especialmente aquellos que van a manipular los niños.
Deben usarse cuchillos sin punta, pero que sirvan para cortar, si este es el fin, y
recordarles que deben tener mucho cuidado con ellos.
Como parte del taller intercultural se puede hablar de cómo hacen la
comida en otras culturas y qué utensilios utilizan. Si se cuenta con ellos
enseñárselos y si fuera posible incluso fabricarlos o adornarlos. Por ejemplo, los
palillos chinos pueden comprarse y pintarse.
Higiene:
Seguridad:
La cocina puede ser peligrosa, sobre todo con cierto tipo de recetas.
Conviene que haya varios adultos supervisando cada pequeño grupo de
alumnos.
Cuidar los cuchillos y objetos punzantes. Vigilar el fuego y los líquidos
calientes.
Pueden hacerse todo tipo de recetas. La cantidad de adultos que
supervisen dependerá de la peligrosidad que puedan tener. Por ejemplo, si se
preparan roscos fritos tendrá que haber alguien junto al fuego siempre, y varias
madres pendiente de los niños. Sólo pueden acercarse a ver como se fríen de
uno en uno.
Hay que recordar que “más vale prevenir que curar”.
Es vital para llevar a cabo este taller, porque se necesita una mayor
supervisión.
Para que las actividades se realicen de forma coordinada conviene
que antes del taller los padres implicados y los maestros y maestras se reúnan y
preparen juntos el taller, viéndose las necesidades que hay que cubrir y el
papel que tomará cada uno. De este modo ese día no habrá que ir dando
explicaciones.
El taller de cocina intercultural puede ser una estupenda ocasión para
implicar en el centro a madres y padres de alumnos inmigrantes, que nos
guiarán en la realización de las recetas. Su colaboración es básica y esta
necesidad fomentará su participación en el centro haciéndolos sentir útiles y
más integrados en la comunidad.
Cuando los padres se muestran motivados conviene implicarlos incluso
en otras actividades relacionadas porque pueden sernos de mucha utilidad.
Pueden explicar a los niños muchas cosas sobre cómo se hace la comida en
su país, qué alimentos hay, como se sirve, con qué se cocina, etc. , guiarnos en
la elaboración de adornos, e incluso en otros talleres de artesanía.
Por otra parte no debemos olvidar que la participación del los padres
animará a sus hijos y les ayudará a integrarse en el aula.
La estructura básica del taller viene dada por los objetivos que
pretendamos. No obstante podemos señalar algunos aspectos de interés:
La estructura básica de un taller semanal:
1) Asamblea, charla y explicación de la receta que se va a elaborar y
las normas que seguiremos.
2) Elaboración, cocción, etc.
3) Adorno de los alimentos, preparar la mesa.
4) Consumo de los alimentos.
Actividades iniciales:
Por muy motivador que sea un taller de cocina conviene hacer alguna
o varias actividades que le den sentido, que sitúen al niño en lo que va a
ocurrir y le impliquen directamente, motivando su participación. Claro, puede
ser una simple charla en la asamblea, puede que el taller surja del interés de
los niños por saber cómo se hace tal o cuál producto… el caso es que no
podemos dar por sentado que a los niños les va a encantar la idea de sopetón
y mientras más entusiasmados estén mejor se lo pasarán y más provechosa
será la experiencia.
Entre las actividades previas posibles podemos destacar algunas:
Preparamos la mesa:
Todos a comer:
antes de sentarse, a ponerse la servilleta sobre las piernas o usar los cubiertos
dentro de sus posibilidades. Tampoco se trata de agobiarlos, pero al menos
que lo vayan teniendo en cuenta. Por otra parte este es un momento de
distensión en el que conviene dejar que el niño se relaje y disfrute de la
comida y la compañía… Como leí una vez:
“La comida no es lo que se como, sino con quien se come, como se
come, con qué se come, cuándo se come… “
Conviene que se le de mucha importancia porque muchos niños quizás
nunca hayan probado algunos de los alimentos que se van a consumir, por lo
que hay que insistir en al menos que los prueben, aunque luego no se los
quieran terminar.
Podemos poner música de fondo, de diferentes lugares, cantar
canciones, preparar algún teatro para después.
Al final, eso sí, hay que recogerlo todo y dejarlo limpito.
Actividades de simbolización:
Con lo bien que lo pasamos ¿vamos a dejarlo ahí? Pues claro que no…
todavía podemos aprovechar mucho más lo que hemos aprendido por eso
vamos a simbolizarlo a través de diferentes actividades. Aquí van algunas pero
que conste que las posibilidades son infinitas.
- Se puede expresar lo que han hecho a través de pictogramas,
murales, cuentos, recetas, utilizando las texturas y materiales
trabajados, fotos de revistas, dibujos...
- ¿Cómo venderíamos el producto? Trabajar la presentación y el
anuncio publicitario que utilizarían.
Problemas:
Todo esto no debe desanimarnos. A veces las cosas más sencillas son las
mejores. Con iniciativa, entusiasmo, creatividad y verdadero interés,
superaremos cualquier reto.