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ElisabethRoudinesco

LA BATALLA DE
CIEN AÑOS
HISTORIA DEL PSTCOANALISIS ' .

EN FRANCIA. (3) (1925-1985)

seriepsicoanálisis
y psicoterapia
degrupo
TíruJo original: LAbatailledeCe11t
ans.Histoiredela psycbanalyse
en Fra11ce.
Volumen 2 {1940-1985)
© E<!itionsdu Seuil1986. 27 RueJaco b, París. Francia
© Editorul Fundtmeotos, 1993.en lengua española pan el mundo entero.
Caracas, 15. 28010 Madrid. España. Teléfono 3199619. Fax 319 5584.

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ELISABETH RUDINESCO

LA BATALLA DE CIEN AÑOS .


Historia del psicoanálisis en Francia

Traducción de Ana Elena Guyer

COLECCION CIENCIA
SERIE PSICOANALISIS Y PSICOTERAPIA DE GRUPO
Dirigida por Nicolás Caparros
TERCERA PARTE

La Francia freudiana en todos sus estados.

''Las teorías y las escuelas.


como los microbios y los glóbulos ,
se devoran n1utuamente y por su lucha
garantizan la continuación de la vida . .,

MARCELPROUST


CAPÍTU LO l.
La Escuela Freudiana de París: la reconquista

l. El nuevo paisaje intelectual francés

Hasta el Co loqu io de Bonneva l de 1960, el movim iento psicoanalítico francés se


transforma e n el interio r de sí mismo sin modificar el paisaje intelect ual del país. Pe ro
esta transformación no demora en cavar un surco en el terreno de una nueva Francia
freudiana, donde el psicoanál isis tiende a convertirse en un componente importante de
la cultura naciona l. Con el desarrollo de las ciencias llamadas "humanas", los ideales
de la francesida d parecen definitivamente desterrados en beneficio de un sueño de
cientific idad que afecta a todas las instituciones relacionadas con la salud. La aspiración
a la salud me ntal se conv ierte en un fenómeno cada vez más dom inante. El crecim iento
de los d ispensa rios, de los hosp itales diurnos y de los diversos cen tros médico-ps ico-
pedagógicos ob liga al movimiento psicoanalítico a organiza rse sobre bases
institucio nales más amplias, más "jurídicas", más anónimas y menos elitistas. El
psicoa nálisis es ahora una práctica de masas y las sociedades que traducen esa
expansión están obl igadas a ada ptarse a las nuevas normas. Más o menos, la obra
tre udiana es tolerada , si no admitida, y las nociones de sexo e inconsciente ya no son
objeto de escándalo . Las colecciones, libros y y revistas de psicoaná lisis se multiplican,
lo que permite al freudismo y neofreudismo implantarse por vlas editoriales diversas .
Ta mbién se emp ieza a hablar de nuevo en voz muy alta de "revolución freud iana", como
lo demuestra, desde 1963 , el hermoso libro de Marthe Robert, pub licado en Payo!, en
el que por prime ra vez un escritor francés evoca tal cua l es la situación j udío-vienesa
del psicoanálisis, después de realizar una serie de emisiones radiofónicas. En la
Universidad, los estud iantes leen los textos freudianos y los profesores los citan en
relación a los temas del momento: liberación de la juventud, anticoncepción, información
sexual , etc.
Paradójicamente, los psicoana listas siguen ence rrados en cierto ghetto
corporativista, y es bajo el manto del ideal médico por un lado y la psicolog ía por el otro
como el movimiento oficial se implan ta masivamente . Obligada a recupe rar su atraso
con respecto a las normas organizat ivas de la IPA, la Francia psicoana lítica d~ la
segunda mitad del siglo procu ra dotarse de terapeutas calificados. Por esa razón. las
dos escisiones que se producen con un interval o de diez años y se refieren a problemas
de formación, seña lan el avanc_e de una_evolución modern ista del psicoanálisis:
expansión y anon imato son !~s pnnc 1pales figuras de esta evoluc ión. En el corazón de
este contexto, Lacan es co~s,derado .ª la vez un monumento insoslayab le y un símbolo
de disidencia. No sólo es el un,co teónco 1n1portanteque la Francia psicoana lítica puede

7
La Francia freudiana en todos sus estados

_ mbre tiende a relevar al de F reud como


invocar, sino que, con el paso de_los anos, su n~dación del psicoanál isis por sí mismo.
doble s interna de una res,sten~,a Y de una:ª ~lve a constituir un escándalo teórico en
Con el lacan ismo, el descub_nm,entovienés uy ste escándalo es tanto más valorado
el momento en que el freudismo ya no 10es. e icoanalíticas y a la élite intelectual del
cuanto que permite a las nuevas generac i_onesps orden establecido. Se diría que la
I
pals tomar las armas contra el oscurantismo Y e . brusca reanudación de una
1
ortodox ia barroca de la doctrina lacaniana autoriza ªrrca Batalla ant iimper ia lista
batalla de implantación por vía filosófica, literaria Y po 11 · ·

antipi~:!~~~~ de ~~!i~:s~:~~~ personales , la suerte de los mae~tritos del psicoaná lisis


se mant iene· · bl e segun
vana · las generaciones y los talentos md1v1duales.. Frente· al
monumento Lacan Nacht y Lagache son los grandes perdedores de esta historia, a 1no
tener lugar definid~ en la cultura francesa. La obra escr ita de ambos se le menos Y la
7
huella de su paso en la saga compite con el recuerdo de una memoria colectiva.
Además, en la nueva coyuntura de los años sesen ta , los dos están apartados de ntro
de sus respectivas sociedades, una de las cuales, la APF, está bás1~amente compuesta
por ex lacanianos en ruptura con el jefe, y la otra, la SPP, se organiza como un partido
socialdemócrata en el que se manifiesta un juego de tendenc ias que van desde el
liberal ismo hasta el conservad urismo. De manera genera l, en el mome nto en que Lacan
goza de una posición resplandeciente en el seno de la cultura francesa, las dos
sociedades reconocidas por la IPA se rep liegan en cierto academicismo y se cierran,
al menos hasta 1968, a las preguntas de la juventud intelectual. Ambas van a sufrir crisis
institucionales de gran envergadura, igual que la EFP. Sólo Henri Ey sigue desempe -
ñando, en su ámbito, un papel comparable al de Lacan. Cada uno a su modo , estos dos
hombres, que atravesaron juntos la epopeya surrea lista, dejarán un rastro indeleble en
la historia del saber psiquiátrico de su época . A la muerte de ambos, una espléndida
concepción de la clínica naufragará por completo bajo el peso de la supuesta revolución
fannacológica tras haber sido ampliamente menoscabada por la protesta antipsiquiátrica.
Por su presencia simbólica y su severidad respecto a las actitudes libertarias, habrán
retrasado en Francia la afluencia de los idea les de la neurobiología, forma moderna del
viejo oscurantismo .
El surrealismo había introducido el psicoanálisis mediante la vía literaria en contra
de la germanofobia reinante . El discurso estructural ista de los años 1962-1967 se
apodera del freudismo en un contexto en el cua l la guerra de Arge lia ha hecho que un
gran sector de la íntelligentsiase vuelque en el combate anticolonialista . Aprovechando
una apertura generalizada hacia el tercer mundo , sus revoluciones y sus oprimidos de
todo tipo, el psicoanálisis se presenta a veces como una ciencia de lo universal capaz
de explicar el funcionamiento inconsciente de las soc iedades y a veces como una teoría
del sujeto ''descentrado" asimilable a los valores militantes de un proletariado privado
o "excentrado" de la cultura. Por consiguiente, puede reemplazar el compromiso
sartriano preconizando, contra un humanismo de la conciencia culpab le, la revelaci ón
de una verdad estructural, con efectos universales.
Como esta nueva forma de aprehender el descubrimiento vienés se produce en el
momento en que el lacanismo se constituye él mismo en un movim iento institucional.
la antigua resistencia al freudismo se transforma en una resistencia al lacanis mo por
donde se polarizan los temas contradictorios de una expansión última del psicoaná lisis.
En otras palabras, en la coyuntura francesa del estructuralismo, se hace progresiva-

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La Escuela Freudiana de Parfs: la reconquista

mente imposible hablar de Freud sin refer irse a Lacan. Y cuando los discursos
filosóficos, literarios y psicoanalít icos reinantes soslayan la obra lacaniana, esa
evitación remite a ta presencia permanente del lacanismo en el corazón de la cultura
francesa. En virtud de este principio, ta Escuela Freudiana de París, desde su creación,
está condenada al gigantismo puesto que prueba, por su existencia misma, el progreso
actuante del relevo ortodoxo elabo rado por Lacan. Ahora bien, este progreso tiende a
representar el conjunto de un proceso expansionista que afecta a las otras Soc iedades,
aunque éstas quieran resistirse para preservar su fachada unita.-ia o corporativ ista. De
modo que, desde 1964, la historia del psicoanál isis en Francia depende de la del
lacanismo, como síntoma de una última implantación del freudismo en suelo nacional .
Esto no quiere decir que tas sociedades no lacan ianas no posean su historia espec ífica
e interna; pero esa historia especifica e interna se descifra a través de la del movimiento
lacaniano que ocupa ahora una posición motriz, a partir de la cual están obligados a
definirse los demás movimientos, a veces al precio del silencio .
En pleno proceso expansionista, que llega hasta fines de los años setenta, surge
la protesta estudiant il de mayo de 1968. Anuncia la decadencia del estructuralismo al
mismo tie mpo que favorece la nueva edad de oro de una forma francesa del freudismo
y del antifreudis mo por la vía del fem inismo, de la antipsiquiatría, del freudo-marxismo
y un maoísmo libertario . Esta ola de protesta no impide que el expans ionismo prosiga:
por el contra rio: abre nuevas puertas al psicoanálisis en la Universidad . Pero al
atravesar tanto al movimiento lacaniano como a las demás instituciones psicoanalíticas,
provoca una situac ión de crisis que culmina en la división genera lizada de los reinos
freudianos con redistribución de los territorios de ocupación: disoluc ión y dispersión de
la EFP, conflictos y explosiones defensivas en las otras sociedades .
Durante los cuatro años que precedieron a las barricadas de la calle G~y-Lussac,
el sol de Austerlitz sigue brillando en una Francia freudiana entregada a su triunfo. Pero
durante los doce años que suceden a este acontecim iento se perfila sobre un horizonte
en expansión la triste llanura de un Waterloo del psicoanálisis que la trágica agonía de
Lacan y su escuela hacen más sombría aún.
Expulsada del movimiento psicoanalítico internacional, la obra lacan iana va a
ocupar un lugar central en la aventura francesa del estructural ismo. Diez años después
del momento fecu ndo de su elaboración, el retorno a Freud sale al encuentro de las
preocupaciones de una especie de "filosofía" estructuralista que nace al interrogar a la
lingüística saussuriana y se convierte ella misma en punta de lanza de una rebelión
antifenomenológ ica. La efervescencia doctrinal de los años sesenta, que se concreta
en torno a los trabajos de Louis Althusser, Roland Barthes, Michel Foucault, Jacques
Derrida, y que toma como objeto de estudio la primacía de la lengua, el antihuman ismo,
la descontrucción o la arqueología, se parece en algunos aspectos a la explosión
surrealista de la entreguerra. Pero en vez de situarse de entrada en el marco
vanguardista de las revistas literarias, toma cuerpo en el interior de la instit ución
universitaria, que prepara el terreno para la rebelión estudiantil de mayo de 1968.
El pensamiento estructural ista no tiene verdadera unidad sino que constituye un
movimiento de ideas. En Francia, Lévi-Strauss, Lacan, Benveniste y Dumézil son los
primeros, por la edad y por la fecha de sus publicaciones , en inspirarse en el método
estructural. Aunque se refiere continuamente a la antropolog ía lévi-strauss iana lacan
utiliza la lingüística de manera más directa que Lévi-Strauss que sólo saca de' ella un
modelo. Después de ellos , Foucault, Dernda y Althusser emplean igualmente las

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La Francia fraudiana en todos sus astados

nociones de signo, lengua , sistema y estru ctura, pero de manera muy diferente. Asi que
se puede resu mir la historia del estructura lismo francés a part ir de dos momentos
teóricos fecundos. En una primera etapa, la lingüist ica sirve de ciencia piloto en el
campo del psicoanális is y la etnol og ía, y en una segunda etapa surgen un conju nto de
trabajos muy diferen tes ent re sí pero que tienen en común e l eva luar filosóf icamente,
la condición de las ciencias llamadas humanas y plantear la prima cía del lenguaje sobre
el pensamiento , del sistema sobre lo viv ido, de la forma sob re el contenido , del signo
o la letra sobre el sujeto y la sincron ía inconscien te sobre la diacron ía actuante . Dentro
de esta segunda conf iguración en la que se concreta el fenó meno estructuralista, la
doctrina lacan iana aparece como una apertura cient ífica al descubr imiento freud iano :
"E l punto de ruptura-escr ibe Foucault-q ued6 situado el día en que Lévi-Strauss por
lo q ue se refiere a las sociedades y Lacan al inconsc iente nos mostraron que el 'se ntido'
probab lemente no era más que un efecto de supertic ie, un espejismo, una espuma , y
que lo que nos reco rría por den tro, lo que estaba antes que nosotros , lo que nos
sostenía en el tiempo y el espac io, era el sistema 1:
Ciertamente no es por cas ua li da d si, en e l centro de este alboroto
antifenomeno lógico, el interés prestado a l lacanis mo proviene primero del pensamiento
marxista, representado por Louis Althusser . Filósofo de cultura católica, comienza a
descubr ir la obra freud iana al fina lizar la guer ra, después de cinco años pasados en
cautiverio. En la misma época, se adh iere al Partido Comun ista y conoce a Héléne
Ritmann, una mujer jud ía de origen ruso. Tiene ocho años más que él y se convierte en
su compañera. Viven juntos en la École Normale Supérieure. Él es catedrático pasante ,
ella soció loga.
Héléne part icipó en la res istencia con el apellido Legotien. Por un oscuro asunto de
medias de seda y caprichos de Eisa , Aragon la exp ulsó del Partido. Durante la ocupación ,
en Niza, conoció a Lacan y le contó su vida baj o las palmeras del Paseo de los Ingleses. Él
quiso convencer la de que se hiciera psicoanalista . Ella rechazó la oferta2 . • .
Mientras que en las filas del movimi ento comun ista la campaña antifreud iana está
en su apogeo , Louis Althusser cruza la aventura del psicoanálisis en el espejo de su
locura. A veces sufre depres iones y a veces es presa de una febril exaltación . Para
curarse, acude a Pierre M~le que lo hace internar en Sainte-A nne con un diagnóstico
de demencia precoz. Burlando todas las vigilanc ias, Héléne va a visitarlo : está
acostumbrada a las prácticas clandest inas . Al cabo de algunos dlas , Ajuriaguerra
contradice el discurso de MA!e y habla por primera vez de psicos is maniaco-depresiva.
Althusser sigue un tratamiento de electrochoq ues y luego inicia un narcoanális is que
durará doce años. Durante veinte años deberá enfrentar la saga del gran encierro , de
Sainte:Anne a M~udon, de Saint-Mandé a Épinay, de la Vallée-aux-Loups a Soisy .
Inyecciones, medicamentos y túnicas blancas: rutina o ritornelo3: " En nuestra memoria
filosófica -scribe a propósito de la Jdanovchtchina - ese tiempo permanece como
e! de los intelectuales armados , persiguiendo el error por todos lados , el de los filósofos
sin obras que ~r~mos, pero que hacían política con todas las obras , y que cortaban el
mundo con el unico f1lo, artes, literaturas, filosofías y cienc ias, del despiadado corte de
clases, el tiempo que, como caricatura , aún resume una palabra , alta bandera
flameando en el vacío: 'ciencia burguesa , ciencia proletaria '•.'
Contemporá~eas del proceso de desestal inización abierto por la era kruchevia na,
las ob_rasde Louis_Althusser y sus discípulos se enmarcan en la controversia sino-
soviética Y la d1V1s1ón del movimiento comun ista en dos campos. Según el filósofo,

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La Escuela Freudiana de Parls : la reconquista

alumno de Ba?he lard , la obra de Marx constituye un descub rimiento sin precedentes .
Abre al conocim iento humano un nuevo co ntinente : el contine nte historia . Para captar
el sent ido de este descubrim iento , hay que elaborar una lectura síntoma! de los textos
de Marx que permita extraer el carácter intraducib le o no pensado. La noción de lectura
sintomal se emparenta a la vez con la distanc iación brechtiana y la clínica freud iana.
Opera u_na selec_':'ón d ialéctica dentro de un conj unto estructu ral siemp re incumplido.
Denunc ia la 1lus1on de la esencia , la profund idad o la completud en beneficio de la
realidad del recorte, la ruptura o la madurac ión. Por esta razón , se opone a la lectura
literal que pretende ser inocente o libre de opinió n formada, y a su coro lario, la lec tura
interpretativa o hermenéutica , que pretende desc ubrir la esenc ia escond ida de un texto,
su "subconsc iente·. De modo que Louis A lthusse r se aparta del fetichismo de la letra
y de la magia de la f irma, forma moder na de l culto a la personal idad .
Hay pues una ana log ía eviden te entre e l retomo a Freud que Lacan teorizó en los
años cincuen ta y la lectura alt husser iana de Marx ela borada diez años más tarde . Cada
uno en su reino, estos dos renova dores mantie nen con las nociones de padre simból ico
y texto fundado r una re lación apas io nada. Los dos ocupa n un lugar particular dentro de
un movimien to internac ionalista : un lugar que va de la integrac ión al apartamie nto y de
la soledad a la disidencia . El encuentro entre el paso althuseriano y la avanzada
lacaniana se produce en el momen to en que ésta a lcanza el umbral extremo de su
madurez. Se produce ent re dos maestros y por intermedio de los discípu los y, desde
un punto de vista anecdótic o, pod ría resumirse así : un psiqu iatra envejecido, excluido
y aislad o encuent ra refugio y algu ien nuevo que lo escucha en un filósofo comunista,
que educa detrás de las rejas de la mayor escuela de Francia a la élite intelectual de
la nación. La cues tió n es muy extraña y la singularidad de este cruce de destinos
merece se r co ntada.
Tratando de salir de l vac ío teór ico en el cual se ha encerrado el comunismo
francés, Louis A lthusse r renueva de manera crítica el gesto po litzeriano .
Siguiendo la huella del húngaro, tom a como blanco la "lamentable historia de la
filosofía francesas: pero contra él sitúa el descub rimiento freudiano en el centro del
continente histór ico abie rto por Marx. De ahí ese juicio en pretérito indefinido que se
emparenta exacta mente co n el que Lacan profirió veinte a ños antes: "Esta es la
realidad que tuvimos que aprender a deletrear, y a deletrear completamente solos .
Solos pues no tuvi mos aqu í, en filosofía marxista, verdaderos y grand_es maestro s para
guiar nuest ros pasos. Politze r que hubiera podido ser_uno, s1no hub iera sacrificado ~a
gran obra filosófica que lleva ba en él a tareas económicas más urgentes, no nos hab1a
dejado sino los e rrores geniales d e su Crítica de los fundamentos de la ps,cologfa .
Había muerto ases inado por los nazis. No teníamos maestros6 . " _ _
Algunos años después de la creación de la SF P, Althusser descub re los pnnc1pales
artículos de Lacan en diferentes números de La Psychanalyse . Paralelamente, lee los
textos de los discípulos de Freud y, dur~nte el año 1962-19~3, hace trabaja r a :'u_s
alumnos sobre Los orígenes del pensamiento 1:structuraltsta. El m,smo_habla de Lev,-
Strauss, Foucault y Montesq uieu; Jacques -Alam M1ller de la arqueolog1a _del s~ber en
Descartes, y Pierre Mache rey de los orígenes del leng_ua¡e. Jacques Ranc1ére. Etaenne
Balibar y Jean-C laude Milner participan en este sernmano en el que ya se preve _que
Michel Tort presen te una ponenc ia sobre_Lacan. Parale lamente, M1lle( sigue con M1lner
el seminar io de Roland Barthes en la Ecole Pratique des Hautes El udes en el que
escuchan una conferenc ia de André Green sobre Lacan 7 .

11
La Francia freudiana en todos sus estados

E p·n·ón de Althusser la obra lacaniana ocupa una posición estra tég ica de
primer: ~~~rtanc ia. No sólo permite operar una crít ica_de la visión .~~vlov 1ana a travé~
de la cual el movim iento comunista denunció al freudis mo como c1enc1aburguesa ,
sino que impugna también los ideales adaptativos de la escuela estadounidense._ Ahora
bien, ese dob le combate encaja con el proyecto althusse nano de una reno~ac1ón_del
pensam iento marxista, capaz de tomar en cuenta un_anoción de su Jeto no ps1cológ1co.
Es por ello por lo que, hacia la primave ra de 1963, el filóso fo sigue ~e cerca la evol ución
del movimiento psicoana lítico francés. Está al corriente de las d1f1cultades de Lacan y
piensa seriamente en proponerle traslada r su seminario a una sala de !ª ENS d onde
los jóve nes que preparan los concursos de opos1c1ónpudiera n benef1c1a rse con su
enseñanza. Para prepara r un encuent ro, publica u n artícu lo e n la Revue de
/'enseignement philos ophique, en el que hace un primer elogio de la obra lacan iana:
"Marx basó su teor ía en el rechazo al homooeconomicus, -escr ibe-y Freud basó la
suya en el rechazo al hamo psychologícus. Lacan vióy com prend ió la ruptura liberadora
de Freud. La comprendió en el sentido pleno del término, tomá ndo la al pie de la letra
de su rigor y forzándola a producir, sin tregua ni concesiones, sus propias consecuencias.
Puede equivocarse como cualquiera en cuestiones de detalle, incluso en la elecci ón de
referencias filosóficas: le debemos /o esenciafl."
Esta frase no cae en saco roto. De modo que Su Majestad se apres ura a invitar a
almorzar al "caimán". Lacan lleg a al restaurante con un cigarro entre los labios y
Althusser murmura: "Así que lo arrolló usted9." Los dos hombres se reúnen varias
veces, pero no dicen nada respecto al posible traslad o del semin ario a la ENS. Lacan
no ha sido excluido aún de la S FP y el otro espera el momento oport uno. Sin embargo,
aquel capta las intenciones de éste ; en octubre de 1963, cuando la ruptura con la IPA
se define, le pide que encuentre una solución a su proble ma. Conocemos el resto ...
Desde el principio del año escolar, Althusser pone en el progra ma de su curso la
obra de Lacan y propone a los alu mnos de la ENS ocuparse del tema de los
fundame ntos del psicoaná lisis. Asi, por p rimera vez, los textos lacan ianos son leídos
en una perspecti va filosófica que excede ampliamente el marco de la clínica. Se elige
a Michel Tort para inaugurar est~ serie de conferencias porque ya tiene una formac ión
freud iana. En 1962, siguió con Et ienne Balibar el curso de Laplanche y participó en el
grupo de traducció n animado por André Bourgu ignon. Durante las vacac iones, hizo un
trabajo que le confió Althuse r sobre el primer número de La Psychanalyse.
Tort hab la varias veces ante sus compañeros . Expone los principales conceptos
freud ianos, critica los idea les del psicoaná lisis llamado "estadounidense · y explica las
innovaciones lacanianas 10. Por su parte, Étienne Baliba r hace un estudio del seminario
sobre las psicosis comparando los conceptos freudia nos y lacan ianos. Yves Duroux
estudia las diferentes definiciones de la palabra "estructura " en los textos de Husserl,
Lacan y Merleau-Ponty. Por último, Jean Mosconi dedica su conferenc ia a las
relaciones entre el psicoaná lisis y la antropología. A su vez Louis Althusse r habla en una
prim~r~. oportu nidad de _la concepción lacaniana del deseo y en una segunda de la
cond 1cion de la ps1colog1afrente a la revolución freudiana " .
La ponencia más sinto mática d e esa época teo ricista es la de J acques-Aluin Miller
Más j oven que sus compañe ros, este hijo de un médico judío polaco, tiene entonces
diecinueve años Y no ha leído ni una línea de Lacan : " Lo leí -d irá veinte años más
tarde-por invitac ión de Althusse r. [ ...] No había leído ni una línea de Lacan por aquella
fecha , setiemb re de 1963, y pensaba asistir a ese seminario única mente corno oyente.

12
La EscuBla FrBudíana dB Par(s : la rBconquista

Terminé mi lice~c iatura en filosofía. Louis Althusser me llamó a su despacho para


decirme que sen a buen_o_queleyera a L~can, que seguramente me iba a gustar y que
me preparara p_arapart,c,par en su sem,nano". Miller sigue el consejo. va a la librería
de las PUF Y alli compra todos lo~ _números de La Psychanalyse. Luego se va al campo
para roturar _l~s textos en compan1a de un amigo que prepara el concurso de opos ición
a la cátedra. Me acuerdo muy bien de haber empezado en el primer piso la lectura del
Informe de_Roma Y haber b_?-Jado a la hora de almorzar diciéndole a este amigo, que a
su vez hab1a pasado la ma~ana con Leibniz, que acababa de leer algo asombroso 12. "
De entrada, la expos,c1ón de Jacques-Alain Miller se diferencia de la de los
1
demás ~- Para e~te joven_estudiante que pronto va a ocupar un Jugar determinante en
la hrstona del ps1coanáhs1s,ya no es necesar io leer la obra de Lacan remitiéndo la a la
de Freud. Está construida como una total idad y, por eso, posee su historia propia o su
l~gica interna. El_~~can que Miller lee en 1963 es un Lacan "en presente" , un Lacan
s1mbolo de e1ent1flc1dad , sepa rado de su pasado surreal ista, kojeviano, walloniano , y
hasta francés: el Lacan de Miller es el Lacan estructural ista del Discurso de Roma y La
instancia de la letra, un Lacan cuyo retorno a Freud consiste en una operación formal.
En esa época , como hemos visto , Miller no es el único que lee a Lacan de esa manera .
En el corazón de la explosión estructural ista, toda la intellígentsiadescubre a ese Lacan:
cientifioo, teór ico, antipsicologista , hostil al psicoanális is llamado "estadounidense·.
Pero Miller agrega una nota a esta aprehensión del lacanismo puesto que lee a Lacan
sin Freud para comp render a Freud a partir de un Lacan ya lacaniano.
Esta perspec tiva milleriana cruza la aventura lacan iana en un momento crucia l de
la evolución de ésta y en una situación histórica en la que todo el pensamiento francés
tiende hacia cierto teo ricismo. Cuando los jóvenes alumnos de la ENS descubren a
Lacan por la enseñanza de A lthusser, la nueva configuración estructuralista dota al
psicoanál isis de una condición de cientificidad que nunca antes había podido obtener
En semejant e coyuntura, la teoría freudiana es aprehend ida por sí misma, fuera de las
instituciones psicoanalíticas y como un campo de la ciencia separado de la medicina
y la psicología . El teo ricismo de los años 1960 -1965 renueva pues el carácter
universalista del pensa miento freud iano separándola del oscurantismo, el espiritualismo
y el psicolog ismo. Es por eso por lo que, en un primer momento, este teoricismo es
fructífero aun ten iendo tendenc ia a presen tar a la doctrina freudiana desde un punto de
vista cas i exclusivamente lacaniano .
Para Lacan, el viraj e de los años 1960-1965 concreta un reconoci miento sin
precedentes . Por un lado el maestro puede fundar una escuela con los restos de un
movimiento que acaba de perder a los representantes más_v~hdos y por el otro, p_ara
colmar ese vacío, tiene la posibi lidad de apoyarse en nuevos d1sc1pulos, más doctnn~nos,
que no tuvieron que enfrentar las discord ias inst1tuc1onales del ~r:nb1ente ps1coana hllco.
Además esta reactivación teórica se integra en una batalla pohllca . Con la decadenc ia
del oolo~ialismo francés y el com ienzo de la guerra estad_ounidense en_el Vietna m, los
jóvenes teóricos de esta época encuentran en el lacanismo los medios paro_luchar
filosóf icamente contra un imperialismo detestado -~n todas partes ~or sus 1deoles
adaptativos y su expansionismo. Así, desde la creac,on de la EFP em p'.;za Pª'.ª Lac~n
la historia de su mayor desquite . Obligado a ser disidente Y rod~ado de restos , el v,e¡o
león se convierte en el jefe de una escue la francesa de ps1coanáhs1s,de carácter
universalista, que durante dieciséi_saños va a ocupar el lugar s~premo _gr~c1as a la
movilización de una nueva élíte ,ntelectual. Para el arranque simbólico de esta

13
La Francia freudiana en todos sus estados

movil ización que supera ampliamente e l ma rco de la ENS, Lacan le debe todo a
Althusser. · · d
Mientras que Lacan , a partir de l 15 de ene ro de 1964, torna cona~ncia _eeste
cambio de perspectiva , Louis A lthusser redacta a toda ve loc idad un articulo titu lado
" Freud y Laca n• en el q ue desarrolla sus posic iones . Se muestran las cart as_al empezar
el juego. El autor denuncia a la vez el revisionismo de 1~ escuela estadoun idense, que
sirvió a la exp lotación de que fue objeto el psicoanálls 1s, Y a los sos tened~ res del
jda nov ismo, que resu ltaron víctimas de la ideología que rechazaban al confund ir a ésta
con el descub rimiento fre udiano. Luego evoca la figura de los tres grandes mald itos del
fina l del siglo X IX: Freud, Marx y Nietzsche, con dena?os a la so ledad , la locura o la
miseria por haber inventado de cabo a rabo unas teonas q~e vio laban las normas de
la filiac ión lega l: "Pues cuando quiso [Freud] pensar, es de~1r ~xpresar con la for_ ma de
un sistema riguroso de concep tos abstractos, el descubn m1ento extraord1nano que
encon trab a cada día en la cita con su práctica, por más que buscó precedentes teóri cos,
padres de teoría, prácticamente no encontró. Tuvo que soporta r y acond icionar la
situac ión teó rica siguiente: ser un padre para sí mísmo, constru ir con sus manos de
artesano el espacio teórico en donde situar su descubrim iento, tejer con h ilos que pidió
prestados a diestra y siniestra al tuntún. la gran red e n la que coger , en las profundi-
dades de la exper iencia ciega, el pez redundante del inconscient e, que los hombres
llaman mudo porque habla incluso cuando duer men14." El resto del art ículo está de-
dicado al retorno lacaniano a Freud . A Althusser no le bas ta con mostra r que Lacan es
el único que inauguró una elucidac ión epistemológ ica real de la obra freudiana , sino que
rinde un vibrante homenaj e a su personaje, como si él mismo quisiera identificarse con
la soledad spinoziana de un hombre exclu ido de su co munidad . En vez de estar
'1ascinado " por la seducción de este maestro, er ige un retrato de él en el que la
comprensión de las debilidades y el sufr imi ento del hombre excede a la evaluación de
su "carisma": "De ahí la pasió n contenida -escr ibe- la contención apas ionada del
lenguaje de Lacan, que sólo puede vivir y subs istir en el estado de alerta y prevención:
lenguaje de un hombre sitiado y condenado de antemano por la fue rza aplastante de
las estructuras y las corporaciones a menazadas, a adelantarse a sus golpes , a fingir
al menos devolverlos antes de haberlos recibido , desalentando así al adversario a
aplastar lo bajo los suyos[ ...] Al tener que enseñar la teoría de l inconsciente a méd icos,
analistas o analizados, Lacan les da, en la retórica de su palabra, el equivalente imitado
del lenguaje del inconsc iente que es, como todos sabemos, en su esenc ia última, Wítz,
retruécano, metáfora fallida o lograda ,s:
Sin duda Louis Althusser está más protegido que los demás de los efectos
devastadores de una relación neurót ica con la persona de Lacan. En las diversas
oportunidades en que los dos _hombres se encuentran, el maestro no despliega ante él
su habitual arsenal de adu laciones y demandas. No le propone asist ir a su seminar io,
ni entrar en aná lisis con él, ni cambiar de técn ica terap éutica. Encuentra una especie
de límite a la omnipotencia de su reinado en la alte ridad radical que ofrece a su mirada
un hombre que supo discernir la verdad humana de su persona je.
Para marcar claramente la ruptura con el período jdanov iano, Althusser decide
publicar su artíc ulo en _L~nouvelle critique. Se lo da a Jacques A rnaud que lo acepta.
y el texto aparece en d1c1embrede 1964, un año después de haber sido redactado . En
el momento, no encuentra ningún eco dentro del Partido en la medida en que el
abandono de la Jdanovchtchina se fue haciendo pausadamente desde 1956 y no

14
.
La Escuela Freudiana de París : la reconqu ista

generó ningún mo vimiento crítico , sobre tod o con re lación al ps icoanálisis. El mismo
afio Louis A lthuss er dedica su sem inario de la ENS a realizar una lectura co lectiva de
El Capital eí! la que part icipan sus a lum nos Roger Estab le!, Pier re Macherey, Jacques
Ranc ie re y Etien ne Bali ba r. Con ellos elabor a la noción de lectura síntoma! y separa ,
valiéndose del concepto bach elard iano de corte epistemológico, un Ma rx maduro,
plenamente marx ista , y u n joven Marx aún hegel iano . Este trabajo se publica en 1965
con el títu lo Leer El Capital simul tán eamente, con e l pr imer libro de Althusser , una
selecc ión de a rticu las, t itu lado Pour Marx. Estas dos obras sirven de frontón a la
apertura de la co lección ''Théo rie" en la ed itora de Fran9ois Maspero. Desde entonces
los trabajos althuss e rianos se hacen céleb res y pasan a integrar e l corazón de la
concepc ió n est ructural ista. Así los percibe un amp lio púb lico intelectual que los
relaciona con los de Ro land Ba rthes , Claude Lév i-Strauss, Michel Foucau lt y pronto con
los de Ja cques Lacan .
Ese año , Louis Althusser cambia de método terapéutico. Abandona su tratam iento
por narcoaná lisis y em p ieza una cura con René Diatkine, ex anal izando de Lacan y
representa nte, con Serge Lebovic i, del ps icoaná lisis méd ico . Con esta opc ión, el
filósofo sella una separac ión ent re su cond ición de ana lizado y su compromiso teórico .
Por un lado , critica los ideales adaptat ivos del psicoaná lisis, y por el otro permanece fie l,
igual que en política, a un orden instituc ional reinante .
Desde 1963 , dentro del Part ido las posiciones althusser ianas son objeto de una
viole nta crítica por parte de los filósofos oficiales Guy Besse y Rogar Garaudy. Pero,
con la pub licac ión de los dos libros de la colecc ión ''Théorie ", las cosas se vuelven más
evidentes. El interés que presta Althusser a un lenin ismo clás ico y sobre todo a las tesis
de Mao Zedong refe ridas ala dialéc tica , los comun istas ortodoxos lo sienten j danoviano ,
en un mom ento en que el Partido sufre las consecuencias de la ruptura sino-soviét ica
y se prepara pa ra en la reunión del Comité Centra l de Argenteu il de 1966 parir una carta
que garantice la libertad de exp res ión a los inves tigado res y escri tores . A la vez que se
mantiene ligado a los ideales humanistas de un marxismo soviético , el PCF se orienta
hacia un liberal ismo de tipo prag mático sin intentar realiza r una crít ica "teó rica" al
stalin ismo y el jdanov ismo . Ahora bien, en esta perspect iva, las posic iones althusserianas
parecen tanto más peligrosas cuanto que dan un ava l teór ico al mao ísmo y amenazan
con influir en un sector de la juventud estudiantil.
Hacia 1963- 1964 , va rias cor rientes recorren la Un ión de Estudiantes Comunistas
{UEC), una de las cua les, la tendencia "ital iana •, se inspira en el semanario Rinascita.
Med iante el periódico Clarté, trata de abr irse a los grandes problemas de l momento: la
"liberac ión" sexual , la anticoncepción, los viajes y los nuevos modos de comun icación
entre los jóvenes. Entre los dirigentes de esta tendenc ia figu ran Yves _Buin y Pierre
Kahn, quienes van a estar relacionados con la_aventura freud rana . El pnmero se hará
psiquiatra y escritor y pub licará un hermoso hbr~ sobre ~ . Re1,chy el segundo será
psicoana lista y miembro de la EFP . Fren te a los Italianos , el circulo UEC de la ca lle
de ULM, dirigido por el grupo althusser iano, bajo la ég ida de Robert Lin~art, se opone
a esta apertura "burguesa " y sostiene la pnondad de una formac ión teórica sólida: "La
intervenció n del delegado de Ulm en el V II Co ngreso de la UEC celeb rado en marzo de
1964 -escribe Jacques Ranciere- que señaló la entrada de los althusse rianos en la
batalla política, lo expresó en términos sabiamente _sopesados: la UEC tiene su práctica
propia en el medio estudiantil . No tiene que d rscutrr acerca de la bomba atómica O del
conflicto sino-soviético. Primero tiene que sentar las bases que perm itan discuti r sus

15
La Francia freudiana en todos sus 9Stados

problemas. Ten íamos que apoyar las posiciones del Part_ido, pero n_oteníamos nece-
sidad de basar ese apoyo en análisis apresurados. Primero hab1a que adquirir la
formación teórica.( ...] De ahí el esfuerzo que el círculo hizo dedicar al per iódico Clarté.
La moción que el congreso votó a iniciativa suya exigió que el periódico dedicara
secc iones regulares al comentario de los grandes textos Y a los prob lemas teóricos
actuales . Para eso , Clarté debía recurrir ·a los camaradas competentes en las esferas
especializadas'. Por supuesto , éramos nosotros esos camaradas 16 ." En una primera
etapa pues, el círculo althusser iano de la calle de Ulm apoya a la dirección del Partido
cuando en 1965 se produce inevitab lemente el apartamiento de la tendencia italiana.
Pero un año más tarde, Waldeck Roche! dirige sus ataques cont ra la refundición
althusseriana vinculando el antihuman ismo teó rico con el sectar ismo chino. Impugna
la idea de que el descubrimiento marxista supuestamente tiene un carácter de
cientific idad y se queda con la defin ición tradicional del marxismo filosófico como
ideología humanista , centrada en la noción de persona o suje to pleno 17.
Atacado por el Partido, Althusser empieza a ser c riticado por sus alumnos que le
reprochan su fidelidad política , si no teór ica, a lo que ahora se llama revisionismo. Este
término , que forma parte de la historia del vocabulario marxista , designa la doctrina
elaborada por E. Bernstein después de la muerte de Engels . Ésta toma nota de la
legal izació n del comunismo en las democracias europeas y critica en varios puntos el
marxismo original para desembocar, en mater ia po lítica, en una estrategia reformista.
Refuta do por Lenin, el revisio nismo fue tachado de oportunismo y pragmatismo por su
abandono de los princip ios fundadores y su adaptación a la coyuntura del momento. La
utilización del térm ino que Mao Zedong aplicara a la situación soviética desemboca , en
los años sesenta, en una cr ítica generalizada de los partidos occidentales, acusados
a la vez de comprometerse con la democracia burguesa y quedar subordinados a una
orientación krucheviana, considerada tamb ié n como una revisión del marxismo . Contra
este revisionismo, el maoísmo reivindica no sólo la herencia del marxismo- leninismo
sino también la del stalinismo . En Francia , el maoísmo toma cuerpo a partir de ese
postulado y la palabra "revisionismo" tiende a simbolizar de manera general el
abandono de los principios teóricos en beneficio de una adaptación pragmática a la
realidad del mundo. Ahora bien, para los jóvenes lectores de la obra lacaniana,
fogueados en la enseñanza althusseriana, el freud ismo "estadounidense· y más en
general el psicoanálisis "adaptativo " son comparables a un revis ionismo porque se
apartan del descubrim iento freud iano para asimilarlo a los ideales de la medicina Y la
psicología . Por su parte Lacan empleó la palabra desviación para catalogar las
posiciones doctrinales del neofreudismo. Así que su relevo ortodoxo puede parecer, en
vísperas de la revolución cultural china, un antirrevisionismo rad ical. Y, por consiguiente,
puede empezar a producirse un encuentro ·~eórico", en la coyuntura francesa del
estructuralismo, entre el lacan ismo y los principios del maoísmo , incluso si ese
maoísmo sirve de vehículo, en materia de artes y ciencias humanas, a los ideales
sectarios del antiguo jdanovismo.
Dentro de la vanguard ia teórica se forja pues un consenso antirrev isionista QL•e
entre 1965 y 1966 da como resultado la creación de tres revistas impresas en
multicopiadora en la misma editorial y centradas en torno a la enseñanza de tres
maestros: Charles Bette lhe im en los Études de planification socialiste. Louis Althusser
en Les cahiers marxistes·léninistes y por último Jacques Lacan en los Cahiers pour
ranalyse. Naturalmente , cada una de estas revistas posee su orien tación espec ifica.

16
d

La Escuela Freudíana de París: la reconquísta

pero las tres tienen en común , pese a sus divergencias, un retorno a los principios
fundadores del combate teórico: la econom ía la primera , el marxismo político-filosófíco
la segunda y la ciencia y la lógica la tercera . '
En junio de 1964, la mayor ía de los alumnos de Althusser se adhieren a la Escuela
Freudiana de París para formar allí un cartel sobre "la teoria del discurso" Entre los
miembros más act ivos se encuentran Jacques -Alain Miller , Jean-C laude Milner e Yves
Duroux. Losdemás, ,ausentes de Par ís, partic ipan sin regu laridad y componen un grupo
de ocho personas: Etienne Balibar , Alain Grosrichard, Pierre Macherey , Jean Mathiot,
Jean Mosco ni, Jacques Rancie re, Fran9ois Regnault y Jean-Mar ie Villeg ier. Temiendo
la seducción de Lacan, Michel Tort no ent ra en la EFP e intenta obtene r un diploma bajo
la direcc ión de Lagache. Un día que se reúne con el viejo maest ro para almo rzar le lleva
su tesis, pero olvida dejársela. Anal izado por Granoff, permanecerá sin ser ni verdade -
ramente althusser iano ni verdaderamente lacan iano por rechazo al teoric ismo marxista
y el logicismo lacan iano 18• En diciembre de 1964, en el momen to en que A lthusser
empieza su curso sobre El Capital, Lacan ofrece una conferencia ante el círculo res-
tringido de los alumnos de la calle de Ulm, haciendo notar así la importanc ia que asigna,
fuera de su seminar io público, al trabajo sobre sus textos. Ese día elige comentar la
fórmula cartesiana de l Pienso, luego existo, que reescribe Pienso: luego existo 1s.
En abril de 1966, con el comienzo de la revolución cultural , sobreviene una escis ión
prochina dentro del círculo ulmiano de la UEC, que resulta en la creac ión de la Unión
de las Juven tudes Comunistas Marxistas-leninistas (UJCML) . Esta ruptura dispersa a
los alumnos de Althusser en varias tendencias. Unos eligen la vía maoís ta de un
combate "proletario", otros se quedan en el Partido para proseguir la lucha teórica y por
último hay algunos, que pa rticiparon en la fundación de los Cahiers pour ranalyse, que
no dejan de ser miembros de la UJCML . Muchos de los adherentes de esta agrupación
se encontrarán después de los acontecimientos de 1968 en las filas de la Izquierda
Proletaria.
Los alumnos de Althusser no son los únicos que durante los buenos años
estructuralistas abordaron la obra freud iana desde su refundición lacaniana. Antes que
ellos y por una vía más tercermund ista y menos teoricista, el filósofo Lucien Sebag,
discípulo de Lévi-Strauss, descubre la aventura del inconsciente en los textos publica-
dos en Les Temps Modernesy en La Psychanalyse. Nacido en 1933, pertenece a una
generación anterior a la de los círculos marxistas-len inistas y los Cahíers pourl'analyse.
Antes de la creación de la UEC, parti cipó en el nacimiento de la oposición comunista,
lo expulsaron del Partido y después se vinculó a diferentes movimientos de extrema
izquierda. En 1961, se va a vivir con los guayaki del Paraguay y los ayoreo de Bolivia.
A su regreso, sueña con operar una vasta síntesis teórica ent_re u~a. histor ia _de las
sociedades dirigida por la infraestructura económica y una h,_stona1nd1v1dual regida por
la determinación inconsciente. Soslayando el freudo-marx1smo, en 1964 publica un
libro conmovedor Marxisme et Structuralisme, que empieza con estas palabras: "Sólo
el primer paso es' decisivo: er.tre el discurso o la violencia, entre el caos efectivo n la
razón ¿qué debo elegir? Una vez resuelta esta pregu11tainicia l -y lo está puesto que
es~ribo- lo que se despren~e se deja pen~ar. ciar.amente: para mí no hay ahora
existencia posible sin conformidad con la razon. El libro es!á dedicado a Ju d1th20.
Desde hace algunos años, Sebag se analiza con_Lacan. Este mantiene con el jóven
etnólogo una relación privilegiada. Aprecia sus cualidades intelectuales y cuenta con
él para dar un nuevo hálito a su doctrina. Pero en enero de 1965 se produce el drama:

17
1
La Francia freudíana en todos sus est d
ª os
Sebag se suic ida disparándose una bala de revólver _en la cara. Sobre la mesa , deja una
misiva personal y el número de teléfono de una amiga de larga dat~ que lo albergó en
su casa durante un episod io depres iv?. Conster~ado por la violenc ia de este acto que
no pudo impedir , Jacques Lacan conf1a su aflicción a sus am igos. A u~os les pide que
no cuenten nada y a otros les explica que hizo todo _lo ~os1ble para evitar. ese gesto21_
"Sin él -escribe Lév i-Strauss a propósito de su d1sc1pulo- la etnolog1a no será la
misma22." No sólo la etnología. Si Lucien Sebag hub iera viv ido, el lacanismo sin duda
hubiera tenido un destino diferen te .
Durante este período en el cual la filosofía interroga al psicoaná lisis por un sesgo
estructural , la obra freudiana es igualmente aprehendida fuera de su lectura lacaniana.
En 1965, Jacques Derrida, profesor de la ENS, pero más joven que Louis Althusser,
publica en la revista Critique un artículo que dará lugar a un libro : De /agrammatotogie?J.
El térm ino, que pertenece a Littré, designa el tratado de las letras, el alfabeto, la
silabación, la lectura y la escritura . Derrida lo utiliza para definir el pos ible surgimiento
de una "cienc ia de la letra" cuya verdad habría sido reprimida por el togos occidental,
desde Plató n, a través de la primacía dada a una mística de la palabra plena o la
escritura fonética. En esta perspectiva , existiría un logocentr ismo como "rebajamiento"
de la escritura que, hasta la linguist ica saussur iana, servi ría para oculta r la presencia
de la letra. Ante esta descripción, Derrida propone reemp lazar semiología por
gran1atologfa en el Curso de linguistica general . Esta sustitución permitiría liberar el
proyectosem iológico del reinado de una linguist ica basada en el legos o el fonologismo.
Esta concepción constituye para la histor ia del estructu ral ismo francés, y dentro de
la configuración creada por él, la primera impugnac ión filosóf ica de la utilización de la
linguist ica en las ciencias llamadas humanas: "Cuando me refería a Sa ussure o Lacan
-óestaca Derrida- no criticaba tanto sus textos como el papel que esos textos
desempeñaban en el escenario intelectua l francés24.• Sin embargo, esta crítica se
opera desde la linguistica puesto que Derrida toma el descub rimiento saussuriano
como punto de referenc ia de su rechazo al fono logismo . Por tant o, no hay verdadera
discontinuidad entre lo que enuncia y la totalidad de un dis curso centrado en la alusión
saussuriana. Sin embargo, esta falta de discontin uidad no impide que se produzca un
cambio total de problemática en el corazó n de un consenso segú n el cual el sujeto
queda sometido a la ley de la e structura: significante, letra o sím bolo. El proyecto
derridiano combate la etnología lévi-strauss iana a causa del apego de ésta a una
concepción rousseauls ta del origen del leng uaje . Efect ivamen te, en Rousseau el
lenguaje provie ne del grito o la palabra. Pero Derr ida tamb ién critica implicitamente la
lectura lacaniana de Freud por su adhes ión a una primac ía del significante sentido
como ".t~fos de la palabra plena_".En la segunda parte de su libro, explica largame~te
su pos1c1ónrespecto a los trabajos de Lévi-Strauss, como lo había hecho dos anos
antes a propósito de L'Histoire de la Folie d e Mic hel Foucau lt. A l primero le reprocha
el etnocentr ismo, asimilado a un fonocen trismo, y al segundo le habla criticado una
25
interpretación demasiado restrictiva, incluso demas iado racional, del Cog~o cartesian° ·
Sobre la obra de Lacan, Derrida no dice nada.
Sin embargo, en una nota, objeta la noción de primacía del significante: "La
'primacía' o prio ridad del significante -escr ibe- sería una pos ición insostenible _Y
absu rda de fom,ul~ rs~. ilógicamente en la lógica misma que quiere, legítimamente sui
duda, destru ir. El significante ¡amás precederá lícitamen te al significado, so pena de no
ser más sign ificante y el significante 'significan te' ya no tendrla ningún significado. El

18
La Escuela Freudisna de Psrls : la reconquista

pensamiento que se anuncia en esta fórmu la imposible sin logra r aloj arse en ella debe
pues enunc i~rse ~e -otro m~do : no podrá sin duda hacer lo si no desconf ía de la idea
rnisma de ~igno, signo de que queda rá siemp re ligada a ello aunque aquí se lo
irnpugne26 - En ~sta fecha , Jacq ues Derrida ha leído varias veces La instancia de la
letra, per~ los articu los de ~acan no están reun idos en un libro y el filósofo se abst iene
de polemizar con una teo ri a que ~lteriormente impugna rá. Por lo demás, habrá que
esperar la publicación_ de los Escrttos, y luego los acontec imientos de mayo de 1968,
para qu~ la obra lacan,ana sea a la vez tomada en cuenta y criticada por la total idad del
pensamiento francés._ En este sentido, Althusser habrá sido un pionero.
Consciente de la 1mportanc 1ade l momento est ructuralista, y para abrir la SPP a las
ideas modernas, André Green decide ded icar un sem inario anual a los trabajos de
Michel Serres , René Girard y Jean -Pierre Vernant. Dentro de este plan, invita tambié n
a Jacques Derrida a da r una conferenc ia sobre Freud en la biblioteca del Instituto de
Psicoanálisis. En estas reuniones partic ipan algunos médicos, as í como varias per-
sonalidades externas a l movimiento. Serres hab la de la traducción, Girard del Edipo y
Vernant de las soc iedades antig uas. En cuanto a Derrida, en marzo de 1966 expone
sobre su lectura del descubrimiento freud iano a la luz de la gramatologJa: "Nuestra
ambición es muy limitada -dic e- : reconocer en el texto de Freud algunos puntos de
referencia y a isla r, e n e l umbral de una reflexión organizada , lo que del psicoaná lisis se
dej a contener mal dent ro del cerco logocént rico tal como limita no sólo la histor ia de la
filosofía, sino el movimiento de las 'ciencias humanas ', espeeialmentecierta l[ngulstica.
Si el e nfoque freudiano tiene una origina lidad histórica , no la extrae de la coexistenc ia
pacífica o la complejidad con esta Iingu istica , al menos en su fonologismo congénito2 7 ."
Nunca hasta ese día se había desarrollado en los locales de la SPP un debate teó rico
tan brillante. Phil ippe So llers y Serge Leclaire asisten a la confe rencia y Marguerite
Derrida, esposa del filósofo, está presente . Está haciendo su formación didáctica en el
Instituto y emp ieza a traducir las obras de Mélanie Klein.
En vez de interp reta r el inconscien te con la categor ía de significante , Derrida se
basa en la noción de facilitación para pensar la oposición cons ciente/i nconsc iente en
términos de diferencia y archihue/la borrada. En 1895, en su Esbozo de una psicologla
cientftica26,Freud e mplea e l vocab lo facilitación para designar el lugar de paso de una
neurona a otra cuando la excitación consigue dismin uir la resistencia. Hay "facílitac ión"
en la medida en que la exc itación prefiere seguir la vía trazada y no otra29 • Treinta años
más tarde, en una nota divert ida , Freud se ocupa de una pequeña invención que
anticipa la era de la informática : la pizarra mágica (Wunderblock) . Es un objeto
encartonado compuesto de un table ro de cera recubierto a su vez con una capa de
papel de ce luloide. Sob re esa superfic ie se puede escribir y luego borrar, pero el objeto
mantiene a la vez una permanencia invisib le del trazo Y una virgin idad de la superficie
receptora . Freud compara la pizarra mágica con el aparato ps íquico . En efecto, éste
recibe trazos sin guardarlos y los guarda a la vez q ue los borra. La hoja d_ecelulo ide
representa el sistema preconsc iente y e l tablero de cera el sistema consc ,ente3o.
Partiendo de la facilitación y del Wunderblock, Derrida muestra que la estruct,;ra
del aparato psíquico está representada por una especie de escritura cuyo emp leo
metafórico aclara el sent ido de la huella en genera l. Por cons 1gu1ente, el inconsciente
depende de una escritura jeroglífica , no verbal y no de lenguaje, que devuelve med iante
una diferencia {0 diferancia) una archihuella anterior a 1~ palabra pe~oborrada por lo que
respecta a su origen histórico: "Es con una grafe mát1ca por venir más que con una

19
La Francia freudiana en todos sus estados

rn
1 uística dominada por un viejo fonologismo con lo q~e el psicoaná lisis se ve llamado
g I b ar31 • La posición derridiana se opone aqu1 rad icalmente a la perspectiva
ª co ~ or · t blec·en ·ingunadiferenciaentreunsignificantellamado"fonológico•
1acamana,quenoes a . d
y una letra denominada "arcaica". Para Lacan, la huel la s1em~re es Y~ . e lenguaje en
la medida en que la distinción lengua/palabra se plantea a p_art1r de la d1v1s1ón
del s~jeto
según una concepción heideggeriana de la verdad . En cierto plano, Derrida dirigea
ia versión lacaniana del significante una crítica cercana a la de Lapl.anche, pero que
sobre la precedente tiene la ventaja de abrir la prob lemát ica freud1ana a un nuevo
campo de investigación: el devenir literario de lo literal: "Porque a pesar de algunos
intentos de Freud y algunos de sus sucesores - señ~ la De_rrida-a~n ~~ ha empezado
un psicoaná lisis con la literatura respetuoso de la or1g1nal1dad d~I .s1gn1ftcante
ltterario,
y sin duda no es una casualidad. Hasta ahora se ha hecho.el análisis de los s1gnif1cados
literarios. es decir no literarios. Pero tales asuntos remiten a toda la h1stona de las
formas literarias en sí y de todo lo que en ellas estaba precisamente destinado a
autor izar esta equivocac ión32."
Comparada al relevo ortodoxo inaug urado por Lacan y a la lectura síntoma/que
propone Althusser , la posic ión de Derr ida se def ine como un discurso de la
desconstrucción.Desconstrucción de la filosofía en general y de la teoría freud iana en
particu lar, puesto que procura tanto identificar en ellas las huellas de un supuesto
fono logismo o logocentrismo como limitar las amenazas que éstos represen tan para
ellas. Esta lectura desconst ructiva tiene como objet ivo desplazar el discurso filosófico
hacia el texto literario, a riesgo de borrar sus fronteras recíprocas . Defiende la
duplicidad del sentido , su equívoco o su diseminación en contra del imperialismo del
comentario único.
Para la historia del psicoaná lisis en Francia, el proyecto derridiano viene a renovar
en parte la gesta surreal ista . En efecto, hemos visto que, frente a la institución
psicoanalítica, los surrealistas habían introducido el descubri miento freudiano por una
vía filosófico- literaria en la que se mezclaban, especial mente en Breton, un hegelianismo
secreto y una visión nocturna del inconsc iente. Esta prob lemát ica existe en Derrida
pero de manera distinta , y resurge en una época en la que el surrealismo activo ha
desaparecido del escena rio intelectua l francés . Breton buscaba sus referencias por el
lado de Flournoy apartándose del ideal hereditarista, mie ntras que Derrida parece
encontrar la fuente ginebrina a través de una interpre tac ión del inconsciente freudiano
en términos de "huella.' Sin embargo no ha leído las obras de Flournoy y no bebe de
ninguna fuente surrealis ta. Pero todo ocurre como si su proyecto vin iera a ocupar, en
sus interrogaciones transversales, el lugar que la protesta surreal ista habia dejado
vacante. De ahí esta otra analogía con la posición de Breton, que cons iste en evitar la
vía del junguismo . Efectivamente, en el joven filósofo la concepc ión de un inconsciente
en forma de "cripta· no tiene su origen en un terreno epistemológ ico anterior al
descubrimiento freudiano. Poreí contrario, toma cuerpo en un debate con el pensamiento
de Husserl y Heidegger planteando a la filosofía la pregunta de la literatu ra y, más en
general, de la escritura . Por consiguiente, el inconsciente freudiano enunc iado bajo la
categoría de una mitografía permite sostener la existencia de una filosofía de la huella
sin sujeto o de la escritura sin consc iencia. El discurso de la desconstrucción abre pues
la vía a tres tipos de interrogac iones "posestructuralistas." La primera atraviesa la
institución psicoanalítica para desembocar en una nueva aprehensión del síntoma
hipnótico: de la cripta a la telepatía pasando por las "má rgenes " de la obra freudiana;

20
...
La EscuelaFreudiana de París: la reconquista

la segunda pone de nuevo en el tapete el debate sobre el objeto literario a partir de sus
formas s1gnif1cantes; en cuanto a la terce ra, da como resultado una crítica generalizada
del logocentr ismo con una reivindicación de tipo feminista como apénd ice orientada
contra un "falocentrismo " del pensamiento vienés. '
A propós ito del objeto literario, Jacques Derrida pone el dedo en un problema
crucial de los años estructu ralistas : el del enfoque crítico de los textos. Antes de la
guerra, los escntores Y los poetas se habían apoderado del descubrimiento freudiano
fuerad~I discurso universitar io y por las revistas literarias , mientras que los psicoanalistas
se hab1an acantonado, en tomo a René Laforgue y Marie Bonaparte, en un proyecto
psicobiográfico . Por el lado de la crítica clásica y a excepc ión del artículo de A lbert
Thibaudet, la noción de inconsciente había sido objeto de la misma resistenc ia que en
el ámbito méd ico. Sin embargo, en el período posterior, las tesis freudianas se
implantan progres ivamente y conducen a una nueva aprehensión de los textos. Hacia
los años sesenta, la antigua configuración se encuentra pues modificada. Con el
advenimiento de una inter rogación generalizada sobre el lenguaje , los prácticos del
inconsciente, for mados o no en el lacan ismo, empiezan a impug nar la sacrosanta
psicobiografía heredada de los fu ndadores . Respecto a esto, la obra que más marca
a la tercera generación analítica es el estudio deJean Laplanche sobre HolderlinJJ. Otras
posiciones aparecen por la plun,a de Pontalis, Anzieu , Octave Mannoni, Rosolato y
Green. En cuanto a la crít ica literar ia, se transforma igualmente a medida que el
psicoanálisis va penetrando en la Univers idad. De allí se deriva una situación compleja
en la que coexisten la antigua psicobiografía, la nueva interpretación psicoana lítica de
los textos y otros dos métodos inaugurales: la psicocrítica y el análisis estructural .
Es en 1938 cuando Cha rles Mauron empieza a construir, a partir de una lectura de
Mallam1é, la noción de metáfora obses ionante. Dieciséis años más tarde, a propósito
de Racine , formu la la hipó tesis de un mito personal propio de cada escritor y objetiva-
mente defin ible: la psicocrítica ha nacido . No dejará casi descendencia después de la
muerte de su autor, pero, paradó j icamente, habrá dado a la lectura psicobiográf ica un
impulso nuevo . Este método se dedica al estudio de los textos fuera de toda referenc ia
a la neurosis o a la "psiquis " de l autor. Se separa también de la vía junguiana, ilustrada
por los trabajos de l ginebrino Char les Baudoin, pues no se propone tanto identificar una
mitología co lectiva como aclarar la especificidad de una escritu ra individual 34 . Consiste
en hacer aparecer redes de imágenes cuya combinación resulta en el reconoc imiento
de un mito personal propio de cada autor. Luego se interpreta éste como la expresión
de una persona lidad inconsc iente y se lo confronta, en el fondo, con los datos de la
biografía. vemos pues que , pese a su originalidad, la psicocrítica perpetúa los
principios de la psícobiografía pero "al revés". En un caso se tr_a t a de reconstr uí~,a partir
de la obra, un yo mít ico e inconsciente, y en el otro descubrir en ella un refle¡o de las
representac iones del yo. En este sentido , toda la crítica de inspirac ión psicoanalítica
participa de un proyecto no confesado: constr uir_una estética en la que la figura del
35 .
"doble" hiciera las veces de teor ía de lo 1rnag1nano
Completamente distinta es la perspect iva estructural que desde 1953 inau g•Jra
Roland Barthes con El grado cero de la escritura y que siete años más tarde vuelve a
presentarse en el célebre Sobre Racíne3 6• Aunq ue reconoce su deuda con Mauron.
Barthes utiliza la lengua freudiana en una perspect iva tan ajena a la psicobiogra fía
como a la psicocrí tica. Abandonando una y otra, evita el remitir del homb re a la obra y
de la obra al hombre para situa rse dentro de un "mundo racin iano" mítico, forma l e

21
La Francia freudiana en todos sus estados

histórico: "Lo que he tratado de reconstituir -escribe · es una antropología raciniana a


la vez estructural y analítica : estructura l por lo que respecta a l fondo porque la trag edia
es tratada aq uí como un sistema de unidades (las 'figuras ') Y funciones; analítica por
10 que respecta a la forma porque sólo un lenguaje dispuesto a acoger el miedo del
mundo , como lo es, a mi ju icio, el psicoanál isís, me_pa rec1ó adecua rse al encuentro de
un hombr e encerrado 37.• Al criticar una obra que simboliza por exce lencia los valores
de la francesidad, Barthes provoca una impres ionante tempestad entre los partidarios
de la cr ítica universitar ia clásica. Su Sobre Racine se conv ierte repent inamente en la
principal obra de un estructura lismo a la vez glor ioso y cargado de todas las ta ras de
una modernidad maldita. En 1964 , se desencadena la po lémica Y vuelve la argumentación
antifreudiana de anteguerra en la pluma de Raymo nd Picart : "En cuanto al psicoanálisis
-escribe éste en un art ículo publicado en Le Monde - la aplicac ión que de él hace
Barthes a Racine no es rnuy alentadora : las vestimen tas psicoanalít icas que encajó a
sus tragedias forman un triste carnaval del que eme rge un Rac in e disfrazad()38." Un año
después de este inspirado texto, el mismo Raymond Picart pub lica un panfleto de
singular estupidez titulado Nouvelle Critique o Nou ve/le lmposturl:fl 9 que tiene la ventaja
de impon er, por la negativa , el reinado del estruc turalismo en el escenario intelectual
y universitario fra ncés . Barthes responde enseguida con chispa y aprovecha la ocasión
para situar su relación con la psicob iografía . La recusa pero delimita la ignorancia de
la antig ua crítica respec to al psicoanálisis y mues tra que tiene la cons istencia y
te nacidad de un mito: "No es un rechazo -subraya respecto a esta ignorancia - es una
disposició n, llamada a atravesar impe rturbable mente las edades .· Luego , para poner
el discurso de Picart en su justo lugar , Barthes cita una frase de Julie n Benda: • '¿Es
necesa rio que afi rme la asiduidad con que toda una literatura desde hace cincuenta
años , particularmente en Francia, proc larna la primacía del insti nto, el inconsc iente, la
intuición, la voluntad en el sentido alemán, es deci r po r opos ició n a la intel igencia?' Esto
no fue escrito en 1965 por Raymon d Picart, sino en 1927 po r Julie n Benda 4 º."
Barthes no mant iene con la obra freudiana la mis ma relac ión que Louis Althusser
Y Jacques Derrida. En s u enfoque de los textos litera rios, que es contemporá neo del
relevo laca niano, el disc urso psicoana lítico interviene a t ítu lo de referencia . Barthes lo
hace funciona r como un lengua je más. No se encuen tra en é l teoría del inconsc iente
o crítica de l psicologismo, sino una especie de prese ncia permanente de l vocabulario
freudiano. En 1965, el autor de las Mitologías comprende mejor que nad ie hasta qué
punto la crítica literaria tradic ional per manece atada a los idea les de l "inconsciente a la
francesa 41 ". es decir a ese discurso surgido de las tesis de la heredo -degeneración que
no cesa de oponer la "inte ligencia" cartesia na a la "barbarie" ge rmánica. Así, al
comparar a Picart con Jul ien Beoda, Barthes reactualiza con magnífico talento los
ataques surrealistas contra la supues ta "claridad" francesa . De este modo, por una via
estructural, partic ipa en la gran implantac ión un iversalista de l psicoa nálisis , no sólo
dentro de la crítica literaria, sino en todos los territo rios del pensamie nto fran-:és.

11.lntermezzo

En el primer volumen vimos cómo un día Freud se encontró enredado en un asunto


de "robo de ideas ". A comienzos de siglo, Fliess le reprochó el haberte hurtado la noción
de bisexual idad para transmitírsela a uno de sus pacientes, Swoboda, quien enseguida

22
La Escuela Freudiana de Parfs: la reconquista

confió el "secreto · a Wei~inger. la historia se volvió delirio y casi tennina ante los
tribunales. Pero Fr_eud tenia bastante sentido del humor y no estaba tan loco como para
contundir el plagio , como práct ica deliberada de la imitación fraud ulenta , con el
tantas'.11ªde robo de ideas, como fenónemo derivado de la creenc ia en una sup uesta
posesión de los pensamie~tos .. Como buen sabio material ista, no ignoraba que las
ideas no pertenecen ª. nadie . Sin embargo, en su posic ión de innovador , ese tema lo
obses1onab_a Y se sentia culpable de un deseo inconscie nte de aprop iarse de 10que no
le pertenec1a.
. El Lacan de la madu rez no siente ninguna culpabilidad de esta índole; parece que
tenia más b1~n te~denc1a a to m_arse contin _uamente por el propietario de sus ideas .
S1nt1éndose1nvest1dode una m1s1ón, mantie ne con su propio discurso una relación
ambivalente. Cuanto n1ás demuestra que el sujeto no es amo en su morada más cree
que sus ideas le pertenecen. To n1a presta dos conceptos pertenec ientes a distintos
corpus, siempre sin citar las fuentes, pero brinda su enseñanza en la plaza pública,
arriesgándose así a que otros la utilicen como fuente de inspiración y alimento . Cuando
se interesa en alguien, lo inv ita a su seminario como a una mesa abierta, porque tiene
necesidad de ser mirado y escuchado . Mientras distribuye su palabra a diestra y
siniestra , se muest ra feroz si tiene la impresión de que le hurtan alguna "primicia" . Así,
siembra su obra quer iendo a la vez ponerla en conserva . En realidad , Lacan no es
capaz de afrontar, en la soledad, la inev itable hosti lidad de sus semejantes. Es un ser
frágil que capta gen ialmente el inconsciente de los demás , pero se vive equivocando
respecto a las intenc iones manifiestas . No puede prescindir del reconocimiento público
y, para granjeárse lo, está dispuesto a ejercer todas las seducciones, sin perjuicio de dar
pruebas, si se desengaña, de la más viva mala fe.
Hemos mostrado que en el Coloq uio de Bonneval, celebrado en 1960, j uega la
carta de la unidad de su grupo y evita discutir el contenido de las conferenc ias
presentadas . En cambio , se bate en privado con sus adversar ios de la SPP y no vacila
en emplear el insulto . Descontento con las posiciones de Merleau-Ponty respecto a su
relevo estructu ralista, busca desesperadame nte otro apoyo filosófico. Para eso se
dirige a Pau l Ricoeur, creyendo o fing iendo creer que el trabajo de éste y el suyo
convergen.
Alumno de Dalbiez, este filóso fo es todo lo contra rio de Laca n. Es un univers itario
que no bromea con Dios ni con la religión. Su probidad intelectual se sitúa enteramente
en una obediencia infinita a la ética protestante. Esgrime el espíritu de la Reforma como
Lacan el de la Reconquista . Nac idp en 1913, descubr ió la obra treudiana antes de la
guerra y en el pensamiento de este judío ateo encontró un terreno de elecció n al que
se confonnó durante varios años42. En la época en que emp ieza a redactar su libro
sobre Freud, goza de un gran prestigio . Es uno de los ~ocos profesor~s de la Sorbona
que acepta dirigir tes is sobre Marx y Freud y son conocidas sus pos1c1onesen favor de
la independencia argelina . En 1960, Paul R1~eur es un hombre re:petado por s u
tolerancia, su cora je político y su elevada integndad moral. En el Cotoqu10de B~nnev~I ,
expone su tesis central sobre la obra freudiana que se mantendrá igual cinco anos n1as
tarde cuando se publica su libro De J'interprétatior/4:. . .
Defendiendo la opinión contraria de la de Dalb1ez, R1coeur se mega a separar la
doctrina vienesa del método y cons idera a Freud un pensador de la "sospecha ' como
Marx y Nietzsche . Desde la perspectiva de una "ant ropol ~g!a filosófica: inspirada en
gran parte por la fenomenolog ía poshege liana, propone definir el 1nconsc1entecorno un

23
La Francia freudiana en todos sus estados

objeto constituido por el conju nto de_ posiciones hen:nen~uticas que lo descifran.
Ricoeur asocia pues una tradición cristiana del desciframiento de textos con una
moderna filosofía de la existencia, dando por ~entado qu~_la hermenéu~ica no_es una
"lectura" o un "retorno" a los textos, sino un in_tentode ,nterpretar l~s . Segun esta
postura, el inconsciente no es una real idad que piensa en lugar del yo, s,no un lugar que
pertenece a una interpretación totahzante. Ésta es de naturaleza dual. por una parte
mira hacia nuevos símbo los y por otra hacia el resurgim iento ~e si_mbolos arcaicos. La
dia léctica de estas dos hermenéut icas permite aclarar, segun R1coeur, otro proceso
dialéctico: el de la conciencia y el inconsciente. En apariencia, a c_adauna de estas
entidades le corresponde una hermenéutica, una de las cua les exp lica la parte diurna
del hombre y la otra su parte nocturna . Pero, en real idad , ambas son la misma cosa:
una simbólica del hombre o una semántica del deseo .
El proced imiento de Ricoeur consiste en vincular a Freud Y Hegel sin sumarlos, a
fin de superar , porla hermenéutica , el realismo 1netaps icológ1co y la fenomeno logíade
la consc iencia: "La concienc ia -escribe· de la que el incons ciente es el otro, no es la
presenc ia en sí, la percepción de un contenido, sino la apt itud para rehacer el recorrido
de las figuras del espíritu. La hermenéutica de estas figuras, a través de los símbolos
en las que se originan , se nos aparece como la que enfrenta verdaderamente la
hermenéutica progresiva de la fenomenología del espíritu. El inconsciente se descubre
ahora como otro de su otro, es decir como destino , opuesto a la historia progresiva
orientada hacia la totalidad por venir del espír itu. Lo que queda en duda es la identidad
básica de estas dos hermenéuticas, identidad que nos hace decir : una fenomenología
del espíritu y una arqueología del inconsc iente hab lan no de dos mitades del hombre
sino que cada una lo hace de la totalidad del hombre44 "
En el Coloquio de Bonneval , Ricoeur propone pues una interpretación del in-
consciente freudiano que va en sentido contrar io no sólo al relevo lacaniano , sino al
conjunto de la avanzada estructural ista de los años 1960- 1965. Para el filósofo
hermeneuta, el descubr imiento freudiano pertenece a una fenomenolog ía que no es de
la conc iencia. El inconscien te sigue siendo interpre table como un otro de/otro y no corno
un lugar de extraneza radical. De modo que Ricoeur sólo toma en cuenta a medias la
primacía del descentram iento freudiano. Si bien, para hablar de Freud, emplea el
discurso de una fenomeno logía cristiana, convoca al mismo tie mpo al de la lingüística
estructural a título ilustrativo. De ahí las continuas referencias a las nociones de
"cadena significante", "significante ', "significante para el otro ' o "significan tes claves del
inconsciente ". Con estos términos, Ricoeur evoca una realidad conceptua l que no tiene
nada que ver con e l trabajo de Lacan, Barthes o Foucau lt, pero que evidencia
simplemente un clima intelectua l en el cual se desarrolla la aprehens ión del
estructuralismo en categor ías fenomenológ icas.
En 1960, los filósofos y los psicoanalistas lacan ianos leen los mismos textos de
lingüística para inspirarse en ellos de manera diferente. Pero Lacan es el único que ya
efectuó, para el corpus freudiano, una lectura fecunda e innovadora . En este sentido,
Ricoeur no lee el mismo Freud que Lacan , no le debe nada a su enseñanza y prefiere
leer a Benveniste antes que a Saussure y Jakobson . El proyecto hermenéu tico forma
parte de una superación de la fenomenolog ía y no de un relevo del freudismo.
Sin embargo, en Bonneval, y por razones estratég icas, Lacan tiene la impresión,
o aparenta tenerla , de qu~ la posic ión de Ricoeu r y la suya tienden hacia una m,sm~
reevaluac 1ón del descubnm 1ento freudiano. Como busca un reconoci miento, va ª
24
La Escuela Freudíana de París: la reconquista

encuentro~el filósofo Y le anunc ~a que por fin ha encontrado un discurso que se adecua

a su ensenanza. L~ l~~va Pans en su automóv il, lo invita a cenar y le propone que
asista a su seminario · Ricoeur acepta tanto más encantado cuanto que está prepa-
rando su gran libro sobre Freud Y piensa poder sacar benef icio de esa enseñanza . Sin
leer ~ingún te,xto de Lacan , emp ieza cada semana a ir a escuchar su palabra . Durante
el mismo periodo , _con Yves Berthera t, un psiquiatra católico, alumno de Ey y Lacan,
sigue la presentac ión de enfermos e_nSainte-Anne. Paralelamente, pide a los del otro
bando, Serge Lebov 1c 1Y René D1atkine , que le expliquen la técn ica psicoana lítica. En
una palabra, ~e sumerge por completo en la aventura freudia na. Pese al esfue rzo q ue
hace, no entiende ni u na sola palabra de lo que dice Lacan . Encuentra su habla
"inútilmente difíc il Y perversamente suspensiva4S." Sin emba rgo, con toda la buena
voluntad que lo caracteriza, sigue frecuentando el seminario y pide a sus amigos
cristianos, Alphonse de Waelhens y Antoine Vergote, que también son feno menólogos
pero igualmente lacanianos, que le expliquen el discurso lacaniano . En varias opor-
tunidades, Moustapha Safouan se integra a la partida, pero no hay caso: Ricoeur
permanece cerrado a esta enseñanza que considera hermética .
Por su parte, Lacan despliega su seducción con el filóso fo y cree a pie juntil las en
su entusiasmo. Espera ver figurar su enseñanza en buen lugar en la próxima obra que
a su parecer obtendrá un gran éx ito . Ricoeur es reconocido y Lacan no lo es aún.
Durante los dos o tres años en que se mant iene esta curiosa situación de buscarse
mutuamente sin encontrarse, el malentendido entre los dos hombres es total. Ricoeur
no sabe qué decirle a Lacan y Lacan está persuadido de que Ricoeur le entiende lo que
dice. Pronto, el filósofo asiste al seminario acompañado de su hijo. Jean-Pau l Ricoeur
está haciendo sus estudios de med icina . Desdequeoye a Lacan, reacciona a la inversa
de su padre. Ya empezó a leer a Freud, comprende el mensaje y con bastante rapidez
decide orienta rse hacia un diván lacan iano para comp letar su formación. A la sal ida de
cada seminario, discute con su padre. Sin manifesta r aún desacuerdos precisos,
encuentra en la palabra de Lacan la vía de acceso a una reflex ión personal sobre el
psicoanálisis. Como a todos los de su generación, el relevo estructuralista le apasiona.
Jean-Paul escucha, Paul res iste y Jacques espera ...
En los oídos de los dos protagonistas de esta historia desfilan probablemente
algunos trozos de tres seminarios: La Transferencia, la Angustia y la Identificación. Tres
momentos claves para la elaboración del pensamiento lacan iano . A la vez que asiste
al espectáculo, Ricoeu r continúa trabajando en su libro. Sin duda le cuesta aceptar la
evolución de su hijo, que se interesa cada vez más en la e_nseñanzade Lacan y en un
Freud distinto del suyo. En el otoño de 1961, el padre dicta tres conferenc 1~s e n la
Universidad de Yale con el título de las Terry Lecturas, y en 1962 va a Lova1na para
pronunciar una ser ie de ocho conferencias consagradas a Freud. Parale lamente
prosigue su curso en la Sorbona. Finalmente, en 1964, s~ libro está conc luido. Entrega
el manuscrito a Fran 9ois Wahl que dirige con él,_en las Editions du Seuil, la colección
"L'ordre philosophique". Ese año, Jean-Paul se instala en Mar_sella y prepara su CES
de psiquiatría. cuatro años más tarde emp 1eza~u pnmer a_nális1s con Jenny Aubry , que
acaba de estab lecerse en la región. No tardara en ser miembro de la EFP.
A fines de 1963 Paul Ricoeur se apresta a participar en un cong reso que organ iza
e~ Roma el profeso; Enrice castelli. Al volver de una enésima sesió_nde seminar io, se
dice de una vez que no entiende nada de lo que habla Lacan. En el instante en que se
está haciendo esa reflexión, suena el teléfono y Lacan pregunta:" ¿Qué opina querido

25
La Francia freudiana en todos sus estados

de lo que enuncié hoy?" Ricoeur responde sin vaci lar: "Justamen te estaba pensando
que encuentro impenetrable lo que dice ". Furioso , Lacan cuelga. Se da cue nta de que
se ha equivocado respecto al otro , en el momento en que acaba de sufrir, ante la IPA
su más ruda derrota. Reacciona como una mujer engañada por su amante. '
El co loqu io se celebra entre el 7 y el 12 de ~nero de 1964. El tema es "Técnica y
casuística ". Antes de concurrir, Ricoeur lee porpnmera vez el D,scursode Roma . Lacan
tamb ién ha sido invitado . En un tiempo glacial, vuelve a encontrarse con esta ciudad
extranjera en ta que se siente tan a gusto: la ciudad de Bernini Y la Reconquista. Va al
hote l Hassler. Sin duda no ha preparado nada de tan ocupado que está redactando para
el 15 de enero su famosa ponenc ia sobre la "La excomunión". Le anuncia a Castelli que
no dictará su conferencia sobre "El Trieb de Freud" por miedo a que Ricoeur le "robe
las ideas" Más tarde escr ibirá: "Evitamos entregar allí (en el coloquio] demasiado
pronto a una difusión que no hubiera sido contro lable lo,que articu lamos después sobre
la pulsión en nuestras conferencias dictadas en la Ecole Normale Supé rieure que
comenzaron algunos días más tarde47 ."
De manera que en Roma Lacan no presen ta ninguna ponencia pero interviene en
el debate . Ricoeur quiere saber en qué medida el deseo del ps icoanal ista hace entrar
la técnica psicoana lítica en el mundo de la técn ica. Lacan responde que son dos
ámbitos heterogéneos. Ricoeu r vuelve a la carga interrogando a su inter locutor sobre
la metáfora , la metoni mia, la barra y la distinción entre significado y significante. Luego
habla de la violencia de las operaciones de lenguaje . Lacan rep lica que no son violentas
sino características. El debate se empantana . Ricoeur evoca las relaciones de fuerza
en el lenguaje y Lacan las relaciones de persuas ión . Por último, anuncia que no se
puede invocar lo esotérico de una experiencia, puesto que todo enfoque está relacionado
con una división48. ¿Malente ndido o diálogo significa tivo? En todo caso, los dos
hombres intercamb ian algunas hermosas palabras sobre sus situac iones recíprocas.
Como en el Coloquio de Bonneval, Lacan resume poste riormente sus intervenciones.
t
Al conju nto le pone el nombre de Del Tríeb' de Freud y el deseo del psicoanalista En
Roma, un chiste recor re la sa la de conferenc ias:" ¿Se sabrá alguna vez cuál es el deseo
del psicoana lista?"
Una noche, Lacan le dice a Ricoeur y a su muj er: "Vengan, vamos a divertirnos."
Toman un taxi y se van a ce nar al T rastévere. El lugar es más bien siniestro. Al final de
la velada, Lacan excla ma: " Le toca pagar Ricoeur; ¿no se acuerda que después de
Bonneva l lo invité a ir a un restauran te de 'maricas'?" . Ricoeur está espantado pero
obedece, después de haber pagado el tax i. Otro coche, otra parada: Lacan hace bajar
a la parej a a orillas del Tíber anunciando que él debe ir a visitar a una vieja amiga. El
filósofo y su esposa esperan después de haber pagado otra vez el tax i. Lacan regresa
y dec ide ir a pie hasta el hotel . Al día siguiente, reconoce ante Simone Ricoe ur que se
comportó como un grosero. Y es poco dec ir. ..
En mayo de 1965 se publica De J'interprétation . El libro obtiene ensegu ida un éxito
rotundo. Es a la vez bien rec ibido, porque se trata de la primer obra de ese tipo. Y
fuertemente crit icado ya que la fenomeno log ía está pasada de moda. Tiene quinientas
veintiocho páginas y se divide en tres libros sucesivos: problemát ica. analítica Y
dialéctica . El prime ro está dedicado a la situación de Freud, es dec ir a la definición de
la hermenéutica, el segundo a una lectura más neut ra del corpus freudiano y el tercer~
a una interpretación del freudismo. Todos los temas ya desa rrollados en Bonneva
están presentes sin modificaciones de orden teór ico. La epistemología freudiana es

26 e
La Escuela Freudíana ds París: la reconquista

cara.eterizada como 1~ unidad de una hermenéut ica del sentido y una energética de las
puls1ones. El autor afirma 9~e se trata de un ensayo sobre Freud al que le faltan dos
cosas: la experiencia ana htica Y la consideración de las escuelas posfreud ianas. La
evaluación de la enseñanza de Lacan estará pues ausente de la obra pero Ricoeur no
se priva habl~r de las tes_is lacanianas sobre el lenguaje. '
~ propósito de Func,ó~ Y campo de la palabra y el lenguaje, Ricoeur subraya que
su cnt_1caa las refo~mulac 1ones behav ioristas es muy cercana a las que Lacan ha
enu~c1_ado.Luego afirma que éste "elim ina la ene rgética en beneficio de la lingüíst ica.•
Po: ultimo c ita la Instancia de 1~letra y Acerca de la causalidad psíquica . Más adelante ,
atribuye a Lacan Y los lacarnanos una "concepc ión lingüística del inconscien te ", y
discute en forma bastante extensa el artíc ulo de Benven iste publ icado en el primer
número de La Psychana lyse49 . Es evidente que sabe leer ese artícu lo así como sabe
interpretar as~ manera la ?bra freud iana o las tes is de la Ego Psychology . Pero no capta
bien lo esencia l de la pos1c1ón lacarnana. Si hubiera podido comp rende r la utilización
que hace Lacan de la conceptual idad estructura l, jamás hubiera escrito que éste
"eliminaba la energética en benefic io de la lingüística" o que proponía una "concepción
lingüística del inconsciente·. En cambio , sin compre nderla, puede afirmar perfectamente
que su propia cr ítica del behav ior ismo se acerca a la de Laca n puesto que en efecto una
observac ión así no procede de una lectura seria de los textos, sino del "sentido común"
o la "se nsación ". Por lo que respecta a la utilización de la lingüística, Lacan no hace nada
de lo que anuncia Ricoeu r: em plea ciertos conceptos de la lingüística para operar una
refundic ión del tex to freud iano, pero jamás pone en acto ta menor "concepció n
lingüíst ica del inconsc iente" . En cuan to a la "eliminació n de la energética ·, no fonna
parte del proyec to lacaniano puesto que éste no se ocupa de la energética , ni de la
lingüística como tal, ni de ninguna "eliminación" . Ricoeur no sólo no "roba las ideas· de
Lacan s ino que las "roba" tan poco que las entiende pésimamente. Inventa a un Lacan
que no supo leer y con e l que intenta en vano confronta rse.
Por su parte , Lacan está decepc ionado . Cuando to ma conocimien to del libro entra
en un verdadero estado de furia. Espe raba ser glorificado y es mal comprendido por un
filósofo de renomb re que siguió su sem inario. Ya en Roma le hizo pagar cuentas , ahora
se pondrá od ioso y se quejará con los que lo rodean diciendo ser la victima de un
"plagiario". De resu ltas de esto corre el "rumor": algu nos discípulos crédulos cree n a
pies juntillas que Ricoeur le ha robado las ideas a Lacan: prueba de ello es que lo vieron
en el seminarioso .
La discus ión se enve nena cua ndo Valabrega publ ica de motu propio , en la revis ta
Critique, un articulo en el que sub raya que Ricoeur no da al César 1 ?_que es del c~ ,sar,
cuando como buen cristiano daa Dios lo que es de Dios. Valabrega utiliza ta palabra pla-
gio' para acusar a ciertos ex discípulos de Laca_nde parafrasear el e_stilo de su maestro .
Pero a Ricoeu r le reprocha simp lemente_no dec1rq~e Lacan fue e l prime ro en Franc 1a,;n
introduc ir el estudio de l lenguaje en las 1nvest 1gac1ones treud 1anas.Luego agrega : Al
proceder así el sr. Ricoeurtiaoesuyas muchas ideas que nole pertenece n originalmente .
Hace creer que todas las tesis que desprende de~u lectura son fruto_de su,r: llexión soli-
taria, lo que seria sin luga r a dudas inmenso y admirable. pero no es ciertos .
En vez de hacer notar que existe un parentesco por lo que respecta a la
interrogación entre el discurso de Ricoeury el de_Lacan, Valabregas _upo~e que Ricoeur
se ha nutrido sin decir lo de la ensel"ianza lacarnana 52• No ve que s1el filósofo hubiera
comprendido realmente e l sen tido de la refundició n lacan iana, seguramente no habría

27
La Francia fr9udiana 9n todos sus 6 1
sados

escr ito el mismo libro . Todo este asunto de fantasma de _robo de ideas y de "no plagio'
debe ser interrogado por el revés : es la mala comprens ión de l_ a obra lacaniana en 1
libro de Ricoeur lo que crea el prob lema y no lasupuest~presenc1ade un supuesto rob~
En otros términos, hay que preguntarse por qué la asistenc ia regular al seminario d ·
Lacan no modificó la posición de Ricoeur: ni su_lectura de Freud ya adquirida en 196~
ni su aprehensión del texto lacaniano. Hay r:s,stenc,a Y n~ e1e:11entos prestados.Por
lo tanto se trata de un debate que no atane a la f!losoha sino a lo vivido por los
protagonistas de la histor ia.
Aunque no sea acusado de plagio , Paul Ricoeur se indigna por el artículo de

Valabrega. En una respuesta publicada por Crit!que, petición de Michel Foucault,da
rienda suelta a su cólera . Recalca que es 1ncre1ble que un psicoanalista haga
semejantes declaraciones y luego recuerda que su proyecto de interpretac ión de Freud
estaba terminado antes de leer a Lacan y asistir a su seminario . Sobre esta asistencia
y esta lectura, no dice nada más que lo que ya está consignado en su libro . Termina con
estas palabras : "¡Qué mental idad de prop ietar io! ¿Freud no dice también cosas
import antes sobre tener y devorar, sobre el dinero y los excreme ntos? ¿Acaso las ideas
son cosas definidas que pueden poseerse y ser robadas ? Como si lo importante no
fuera el pensamiento que las aplica y del que nadie puede decir que 'lo tiene'53.'
En el momento en que Ricoeur publica su respuesta en Critique se publica en Les
TempsModernesunlargo artículo de Michel Tort sobre Del'ínterprétatíof154 . Es un ataque
mordaz y pertectame nte documentado, que sitúa la discus ión en el terreno filosófico.
Tort no conoce a Ricoeur . Ignora que éste asist ió al seminario; no sabe nada acerca de
los fantas mas de Lacan y no leyó el artícu lo de Valabregass. Critica el contenido del libro
que juzga oscurantista, reaccionario y clerical. Michel Tort forma parte de aquella
generación "radica l" de los años sesenta que descubrió la obra de Lacan bajo el
estandarte del materialismo . Da el artícu lo a J.-8. Ponta lis, quien no plantea ninguna
dificultad para pub licar lo e incluso se muestra bastante satisfecho . Tort opone lectura
e interpretacióny muestra que la hermenéutica de inspiración cristiana y fenomenológica
no aporta nada a la captación de los textos porque es obso leta. Sin invocar la temática
del "robo de ideas", en la que no piensa, observa la existenc ia de un parentesco entre
el trabajo de Ricoeur y el de Laca n. Luego subraya que Lacan sacó el psicoanálisis de
los pantanos concep tuales en los que lo habían encerrado los psicólogos y los filósofos:
"Así -escri be- cuando Paul Ricoeur declara que se podría extraer del Informede Roma
una crítica muy cercana a la que él desarrolla para situar el lugar y el objeto del
psicoanális is, se queda, hay que decirlo aquí, un poco más acá de la verdad, e incluso
mucho. Pues, él no tendriasin duda ninguna dificultad en admiti rlo, es un acto de justicia
con respecto al psicoaná lisis mismo el observar que todos los conceptos sin excepción,
que le sirven a Ricoeur para def\nir la problemát ica propia del freudismo, de que no hay
nada que repetir , son conceptos elaborados desde ese Informe de J . Lacan. [ ...] Y se
medirá entonces hasta qué punto el carecer de esos puntos de referencia seguros
hubiera comprometido el aná lisis de P. Ricoeur, teniend o en la otra mano un ejemplar
de los capítulos escritos por él en Le Volontaire et f'lnvotontaire (1950) sobre el in-
consciente freudiano . En efecto, no parece que entonces haya estado en condiciones
de sacar de su propio pecu lio con qué dibujar con tanta seguridad como en De
l'interprétation el campo del psicoanális is en relación a la psico logía. puesto que, sin
enredarse en sutilezas, no vaci laba en escribir: 'El inconsc iente significa en mí que no
sólo mi cuerpo sino mi psiquismo se presta a efectuar un tratamiento objetivo: hay una

28
La Escuela Freudiana de París: la reconquista

siquis objeto como hay un cuerpo objeto. La psiquis ment 1 ,.


pbJ·etopor excelencia de la psicología como cienc ia es el ·1ncªes aqut1i,nevxpugnable. El
O . . onsc 1en e . emos en esta
c1ern_as1ado breve retrospectiva toda la ventaja que una reflexión filosó fica encontró
sustituyendo el aval del inocente Dalb1ez por el de Lacans6 :
En este
· pasa¡e
· d Tort
· se muestra más sutil que Valabrega . No Ie reproc ha a R.1coeur
el apropiarse sin ec 1rlo de los conceptos elaborados por Lacan s·
· · d 1 ·1 ·6 h. tó · , 1no que propone un
análisis
. e a s1
. . uac1 n 1
s nea de su posición · Subraya q ue s1· R'1coeur no hub'1era
tenidoconoc_imiento de los p~ntos de referenc ia lacanianos, su interpretación de Freud
se h~b1era,v 1sto comprometida, ya que en 1950 tomaba al inconsciente por objeto de
la ps1colog1~. En otros términos, _Tort trata de demostrar que la difusión y la existencia
del pe~sam1ento laca n1ano mod 1f1c aron -~I paisaje intelectual francés hasta el punto de
perr~ntlra los_pensadores ya sea modificar sus posiciones, ya sea creer que éstas
pod1anaproximarse a la de Laca n.
La argumentación es interesante, pues trata de explicar de manera teórica la
presencia en _ellibro de R_icoeurde una problemática común a todos los que, en aquella
época, estud ian las relaciones entre el inconsciente y el lenguaje . En este sentido, poco
importa quién leyó qué y en qué fecha, o quién posee la "preem inencia," puesto que la
enseñanza lacaniana ya desde 1953 forma parte del aire que se respira . Podría decirse,
pero Tort no lo dice, que a Ricoeur sin que lo supiera lo marcaron, como a otros, las
interrogaciones lacanianas y que trató de reso lverlas por la ignoranc ia. Estamos pues
muy lejos del absurdo debate interpretativo sobre el "robo de ideas".
Sin embargo, la ex istencia misma de una discusión así apropós ito de un "no plagio"
y de un '1also robo de ideas" es muy alecc ionadora. Hace patente que toda doctrina
siempre es aprehend ida "al lado" de lo que dice. Y esto tanto más cuanto que un autor
se cree poseedor de una verdad "única" de los textos. En este asunto, Lacan se
equivoca creyendo que le hurtan su enseñanza, Ricoeur no está totalmente en lo cierto
cuanclodice que Valabrega lo acusa de plag io y Valabrega no ve que para dar al César
lo que es del César primero hay que saber qu ién es César. Los textos , como las
intenciones, son siempre desconocidos y toda interpretac ión sirve de vehículo a la
historia misma de las pos ibilidades de una lectu ra plural, como síntoma actuante del
progresode un saber. Por lo demás, es digno de hacer notar que la exposic ión de Michel
Tort alimenta la polém ica del "ro bo de ideas· cuand o su autor habla de una cosa
totalmente distinta y no está al tanto de la mencionada polém ica.
En 1969, Pau l Ricoeur es elegido decano de la Facultad de Letras de Nante rre.
Durante este periodo convulsionado, acep ta con coraje asumir una responsabil idad
que otros evaden el cuerpo. En el ejerc icio de sus funciones, se enf renta con ¡óvenes
agitados que se filtraron en las filas de los estudiant~s y que le ponen de somb_rerola
tapa de un cubo de basura. Este acto de violencia hace nacer en. la opinión un
sentimiento de horror y repulsión con respec to_a_la protesta. En esaocas,ón, Jean-Paul
Valabrega envía una carta a Paul Ricoeur p1d1éndole que no considere la polémica
Pasada como signo de algún tipo de aprobación de las vías de hecho de las que acaba
de ser víctima. Mant iene su crítica al hbto, pero desaprueba todas las for mas de ma l
trato y totalitarismos?. . .
Ese día, en Nanterre, entre los tiradores de cubos de basu ra, un i oven piensa
seriamente en la lucha armada. Tiempo después se enco_ntrarácorno muchos otros en
el diván de Lacan que le impedirá der ivar hacia el terrorismo .

29
La Francia fraudíana en todos sus estados

111.El relevo de la lógica


olla la aventura estructu ralista ... en enero
En el preciso momen to e_n que se de:a;ahiers pour ranalyse. El títu lo fue elegido
de 1966 aparece el pnme:, numero i~o~e mes cruciaux "pour' la psychnaly~e y "Pour"
por Miller en referenc ia al pour de de Condillac por una parte y el psicoanálisis
Marx . La palabra "~nálisis" se eligeª c~~~~ círculo de epistemolog ía de la ENS. En el
por la otra. La rev_ 1sta _es publicada ~res de Grosrichard , Míller, Milner y Regnault, que
consejo de redacción figuran los nom cita de Georges Canguilhem da el tono:
adhirieron todos a la EFP. En relie~e¿ ~:~siónycomprensiónde l mismo, generalizar1o
"Trabajar un concepto es hacervan~r !x:epción , exportarlo fuera de su región de origen,
por la 1ncorporae1ónde los rasgos e b carie un mode lo en resumidas cuentas
d I o inversamente us '
tomarlo como mo_ e o t d·1ante transformacio nes reguladas la función de una
conferirle progres,vamen e me . · 1 t d · p
·
formass • F1rmada por .- ·J A M·1
11er , la presentación también anuncia
· a hen enc 1a. t·ó
ara
·
los ex alumnos d e Althusser, reunidos baJ·ola banderadellacanismo,
, . · a
ár ora cues I1 n
· estod
de presentar textos relativos a la lógica, la lingü1_st1ca, el ps1coan 1s1s Y as . as
· · d e anál'1s1
ciencias ·s a fi·n de contribuir a la const 1tuc1ón de. una Teorfa
, del ·discursod. La
epistemología, a nuestro juicio, se_define como _historia y teona de 1 discurso e la
ciencia (su nacimiento justifica el singular). Por discurso entendemos un_proc_eso _de
lenguaje que constriñe la verdad. Por lo que respecta a lo que en nuestra opinión implica
este enfoque, o sea una sutura, lo veremos en los textos que componen este primer
número. Por último, llamamos analítico a todo discurso en la medida en ~~e se reduzca
a colocar unidades que se producen y se repiten cualquie ra sea el pnnc1p10que_as1gne
a las transformaciones que intervienen en su sistema. Anál isis propia mente dicho, la
teoría que trata como tales los conceptos de elemento y combinator ia. Que antes ~ue
nada esta investigación atañe al materialismo dialéctico ?qu ién podr ía dudarlo, s1se
tiene en cuenta el alcance que le ha reconocido Louis Althusser y el estado en el que
se encuentra hasta hoy?( ...] Nada en nuestro proyecto se liga a la part icularidad de una
doctrina, sólo pretendemos formarnos, siguiendo a nuestros maestros, en el rigor del
conceptoss.•
Pese al homenaje rendido a Althusser y Canguilhem, este primer número de los
Cahiers pour l'analyse materia liza calmamente una ruptu ra con la enseñanza de esos
dos maestros. En efecto, el anunc io de una episte mología centrada sobre la supremacía
del discurso de la ciencia en singular tiende a dar validez a un proyecto vincu lado a la
lógica en detrimento de una historia de las ciencias basada en el reconocimiento de una
pluralidad de continentes. Frente a la tradició n de la historia de las ciencias a la manera
de Althusser o a la de Canguilhem, los redactores de los Cahiers proponen que el
discurso analítico sirva de modelo a una teo ría de la cienc ia . Pe ro este viraje afecta
también al enunciado lacaniano, como si tuvie ra que sal ir del estructural ismo cl'sico Y
llegar a una posible reintroducción del sujeto en la cienc ia, por la vía no psico logista de
una lógica del significante.
Después de la reflexión del año 1963-1964 centrada en los fundamen tos del
psicoaná lisis, Lacan dedica su seminario del año siguiente a los Problemas cruciales
para el psicoanálisis.60 Paralelamente, establece las estructuras instituc ionales de su
escuela y sigue buscando reanudar la batalla contra los ideales del neofreudismo
representados en Francia por la SPP y la vía lagachiana. Sintiéndose fuerte por el
apoyo que encontró en la ENS, quiere dotar a su teoría de una formalización que pueda
30
La Escuela Freudiana de París: la reconquis ta

evitar le ser objeto de las revisiones del tipo que sufrío la de Freud. En esta perspectiva
de "cientifizac ión", procede a una refundic ión de su propia doctrina refiriéndose
implícitamente a los traba jos del círculo de epistemolog ía. De modo que invita a Yves
Duroux y Jacques-Alain Millar a presentar una pone ncia cada uno en su seminario
sobre los fu ndamentos de la lógica fregea na. En la misma época , y a pedido de los
alumnos de la ENS, Serge Leclaire dedica un seminar io en la calle de Ulm a la relación
de la exper iencia analítica con su teo rización. Gracias a ese intercamb io, se crean
vincules entre la sala Dussane, el círculo de epistemología y la EFP naciente. Siempre
fiel a su puesto de prime r lacaniano de la historia, Leclaire olvida lentamente su terr ible
derrota para lanzarse con ardor en la nueva orientación teórica. Traba am istad con los
f ilósofos de la ENS que ahora forman parte de la familia lacaniana .
Para entender el viraje que se produce en el pensamiento lacania no entre el
invierno de 1964 y el del año siguiente, y que repercute en la organ ización de la EFP,
hay que cotejar dos conferenc ias de Lacan pronunciadas en el seminario y las
ponencias de Duroux y Miller, también pronunciadas en el seminario . La primera
conferencia de Lacan se refiere a Chomsky y abre el seminario sobre los Problemas
cruciales ; la seg unda se titula "La ciencia y la verdad" y sirve de sesión inaugural al
sem inario de 1965-1966 sobre El objeto del psi coanálisis. En cuanto a las dos po-
nencias de los alumnos , se pronuncian en febrero de 1965 y se reproducen, como "La
ciencia y la verdad ," en el primer número de los Cahiers pour J'analyse5 1•
Contemporáneo de Freud, el matemático y filósofo alemán Gottlob Frege trabaja
so lo durante treinta años antes de que Bertrand Russell lo reconozca como el fundador
de la lógica simbólica moderna. Contrariamente a Leibniz, no procura construir una
lengua que represente el pensamiento sino una escritura que pueda ser la base de la
representac ión . Traza las líneas esenciales de una ideografía, es decir de una lengua
lóg ica independ iente del lenguaje hablado. Propone esta noción en su primer obra, Die
Begriffschift, que pasa casi inadvertidaG2por sus contemporáneos. Luego, con Los
fundamentos de la aritmética , publicados en 1884, critica los prejuicios empiristas y
psicolog istas de los pensadores de su época. En su mente, la construcción de una
lengua simból ica debe permitir basar la aritmética en nociones puramente lógicas,
purificándola de los llamamien tos a la intuición, es decir a un sujeto de la conciencia
inmediata. De ahí esta definición: "Es lógico lo que es pensado o construido fuera de
toda intui ción ; es lógico lo que es gene ral hasta el punto de pertenecer a todo lenguaje
y tal que no se puede concebi r un lenguaje que no lo tenga63.'
Mientras que los aritméticos no habían llevado sus investigaciones más allá del
número ordina l y se hab ían inspirado en la idea intuitiva del número, Frege se propone
def inir el número cardinal más allá de la expe riencia, como extensión de concepto : lo
que equiva le a sustraer el concepto de número de su determinación psicológica . Esta
reducción de lo psicológico se opera en dos etapas. Frege empieza por separar dos
tipos de representac iones. De un lado coloca las representaciones subjetivas y del otro
las que pertenecen a la objetividad. La operación tiene como finalidad bor rar cualql ,ier
referencia a un sujeto y tratar las representac iones objetivas como fenómenos lógicos.
En la segunda etapa, Frege compara el número con una operación de representación
objetiva , es decír con el concepto. La diversidad de las numeraciones se convierte así
en el í~dice de una substitución de los con?eptos sobre los que descansa el número .
Los num~ro~ están referidos a una relación de identidad que permite ordenar de
manera b1un1vocaobJetos o conceptos. Por esta relación de ident'idad , sed eterm1nan ·

31
La Francia freudiana en todos sus 951 ,,
avos

tods las relaciones de identidad o equívafe_ncíadel con?ept_od~ núme~o. y se pueden


identificar los diferentes números. Esta ultima opera~ion si~nihca definir el cero y el
sucesor . El cero se define por el concepto de no 1dé_nt1co ~ s1mismo, es decir por una
contradicción lógica garante ella misma de la no ex1stenc1adel ob¡eto. En cuanto a la
noción de sucesor, Frege la funda mediante un doble ¡ue_g _o de cont rad1cc1ónen el paso
de cero a uno: se da un concepto "igual a cero" y de an, infiere que el objeto al que le
corresponda ese concepto es el objeto cero. Por cons 1gu1ente, uno sigue a cero en la
medida en que uno es atribuido al concepto igual a cero.
una parte de la operación tregeana cons iste pues en excluir al sujeto psicológico
de las operaciones de pensamiento, que pasan a integ rar el ámbito de una lógica formal
o simbólica. A partir de allí, es fácil imaginar cuál es el interés que, en 1965, puede tener
para el psicoanálisis esta "revolución" lógica, que en algunos aspectos recuerda la
operación freudiana de descentramiento tal como la elaboró Lacan en un "electo de
posterioridad" de la segunda tópica .
Contrariamente a los países anglosajones donde la herencia fregeana domina la
escena epistemológica, la Francia de aquella época está atrasada por lo que respecta
a la lógica. En 1965, una intelligentsía marcada por otra tradición en materia de historia
de las ciencias sigue sin conocer bien los trabajos de Frege. Sin embargo, con la
explosión estructuralista se produce una interrogac ión nueva sobre la lógica en la
medida en que el estudio de las estructuras lingüísticas tiende a desembocar en la
aprehensión de los fenómenos generales del pensam iento y el lenguaje. Como
resultado de ello, surge un interés por la lógica. Este interés es a su vez contemporáneo
de una interrogación sobre la herencia saussuriana . En efecto, en el momento en que
el estructuralismo se convierte en un fenómeno dominante en el escenario intelectual,
los lingüistas franceses toman conocimiento de las investigaciones de-Noam Chomsky
leyendo Syntactíc Structures, obra inaugural publicada en 195764
Alumno de Jakobson, en esa época este lingüista estadounidense trabaja en el
M IT en colaborac ión con Morris Halle. Para criticar el estructural ismo clásico, partede
la idea de que la ciencia moderna debe abandonar la clasificación de los hechos en
beneficio de modelos hipotéticos que sean capaces de prever y explicar la creatividad
dellenguaje. En vez de definir ta lengua en términos de signos, Chomsky lo hace a partir
de su sintaxis como un conjunto de frases. Por consiguiente, el objetivo de la lingüística
es elaborar la gramática de una lengua, como modelo explíc ito de esa lengua, sepa·
rando las secuencias llamadas "gramatica les" de las llamadas "agramaticales." Para
poder realizar esta operac ión, hay que reintroducir en la lengua una noción de sujeto
intuitivo allí donde Saussure la había apartado para el lado del habla. Chomsky llama
competencia a las aptitudes innatas de un sujeto hablante y reali zación a la maneraen
que la competenciase se aplica en los actos de habla. A fin de dar cuenta del fenómeno
del lenguaje, fuera de cualquier taxonomía, la nueva lingüística debe construir un
modelo, o gramática de ta competencia, asociado a otro modelo, o gramática de la
realización, el que a su vez comprende dos modelos: el de la emisión (locutor) Y el de
la recepción (auditor). Así puede ser puesto en evidencia. según Chomsky, el aspecto
creador del lenguaje6s. Natura1r11.::nte . Chomsky no asimila la noción de gramaticaltdad
a la de sentido y las distingue valiéndose de dos frases inglesas que expresamen;e
carecen de sentido. La primera es llamada "gramatica l ...y la segunda "agramatical ·
• Colorless green ideas sleep furíously (incoloras ideas verdes duermen
furiosamente);

.,2
d
La Escuela Freudiana de París : la reconquista
66
- Furiously sleep ideas green colorless (furiosamente dorm ir ideas ve,~deincol oro ) •
Si bien la empresa chomskyana represen ta en la histor ia de la lingu 1st1ca e l primer
intento de vincu lar lo gra matical y lo agramatica l a partir de la o pos ición del se nt ido Y
del sinsent ido, corre dos riesgos ser ios. El primero co nsiste en "amo rdaza r" la me táfora
67
y el segundo reav ivar la noción del sujet o psicológ ico por la vía d el innatismo - .
Desde 1959, Ja kobson d irige a Chomsky una crítica bastante d ura . Con relación
al eje mplo de las "incolo ras ideas verdes", muestra que "el verde incoloro" es sinónimo
de "verd e cla ro" y que las ideas de alguien pueden perfectamente estar "emb otadas "
en un "frenesí de sueño." En resumid as cu entas , reproc ha a su alumno olvidar e l poder
metafór ico del le ngu aje y califica Synta ctic Struc tures de prueba por el absurdo d e la
imposibi lidad de constr uir una teoría no semántica de la estructura gram atica l. Frente
a esa posición , propo ne limitarl a noción de agramaticalidad a los casos e n los que hay a
desapa recido tod a posibilidad de infor mación semánticaGS.
En dicie mbre de 1964 , cuando hace él el comentario d el eje mplo chomskyano 69 ,
Lacan hace suya la crítica de Jakobson. Como digno heredero del surrealismo , subraya
que toda fras e gramatica l está obligatoriamente dotada de "cualquier" significac ió n, que
escapa a la con ciencia del sujeto . Asi el eje mplo puede dar acceso a la imagen misma
d el inconsc iente : "Unos pensam ientos cuya verdu ra se ha extenuado duerm en un
sueñ o acompañado de furor. ·
Criticar la posic ión chomsk yana para Lacan equivale a evitar la vía de un recha zo
puro y simple al est ructura lismo. Pero la interrogac ión p lanteada a la n ueva lingüística
de la sintaxis está a su vez inspi rada en una necesidad de reaf irmar la p resencia del
sujeto del inconsciente en la cadena de lenguaje . Lacan opone pues una teor ía formal
del sign ificante a un modelo grama tical. Y al hacer eso reprocha a la formalización
cho mskyana el olvidar el "ser" y la "hendidura " en beneficio de un encer ra miento del
sujeto en la gramát ica. En su ma, contra el riesgo de un retorno al intuicionismo , Lacan
j uega la carta de la lógica fregeanacuy a importancia acaba de descubrir . Gra cias a ésta
va a poder definir una cond ición "excentrada " del sujeto en su relació n ya no con la
conciencia, sino con la ciencia . Este paso de una teoría del significante a la lógica de
éste se opera para él a través de la ponencia de J.-A. Miller.
Duroux y Miller se quemaron juntos las pestañas con Los fundamentos de la arit-
mética en alemán. Ambos percibieron el beneficio que podía sacar de esa obra la teor ia
freudiana y ambos vieron tamb ién oómo la doctrina lacaniana pod ía a su vez utilizar la
para reforza r su lucha antips icologista. Pero, mientras que Duroux se conforma con
exponer las tesis de Frege, Miller piensa de nuevo la teoría lacaniana del significante
a la luz de la lógica fregeana . Antes , hace una declarac ión provocadora respecto a los
oyentes del seminario. Como ferviente fregeano , se coloca, ante los psicoanalistas , en
la posición de sujeto excentrado que osa hablar de "la cosa " sin haber pasado por el
div án. De este modo indirecto , interroga a los discípu los de Lacan sob re la situac ión d e
ellos en el mov imiento: " No tiene derecho a entromet erse en psicoanál isis q uie n no
haya adqu irido, con un aná lisis persona l, esas nociones precisas que sólo éste es
capaz de proporcionar . Del rigor de esta prohibic ión, pronunc iada por Freud e n sus
Nuevas confe rencias sobre p_sicoaná lísís, son ustede s'.s_e ñoras y seño res , sin ningu na
duda, muy respetuosos( ...) S1,transgred iendo las proh1b1c1ones , es de psicoanálisi s de
lo que voy a hablar , escuchando a alguien que ustedes saben es incapaz de present ar
el título que autorizaría su crédito , ¿qué hacen aquf? O bien , si mi tema no es de
psicoanálisis, ustedes que encaminan tan fielmente sus pasos hacia esta sala para

33
La Francia freudiana en todos sus estados

escucharse conversar sobre los prob lemas relativos al campo freudiano, ¿qué hacen
pues aquf?10." .
Después de esta introducc ión, Miller articula la concepción fregeana del cero y sus
suceso res con ta teoría lacaniana del signifi cante. Llama sutura a la relación del sujeto
con ta cadena y ag rega que el suje to fig ura allí en el lugar del cero como ocupando91
lugar de una falta. Al pasar, seña la que ese concepto de sutura no está presente como
tal en la doctrina lacani ana. Pero enseguida afirma que Lacan, como Frege , excluye la
conc iencia de toda def inición de l sujeto. Esta interp retación milleriana de la teoría del
significante conduce a una refundición de l lacanismo que tiene dos consecue ncias
inmedia tas: una teórica y otra polít ica.
En et pla·no teó rico, consiste en hacer de l lacan ismo el mode lo por excelencia de
un freudismo capaz de escapar en sf a los idea les de la psicolog ía: como si, gracias a
los beneficios de la lógica, una teoría cualquie ra pud iera log rar no verse sometida a las
co ntingencias de un medio, una histor ia o un modo de implantación po r el hecho de su
cientificidad comp leta . En el plano político , esta refundición perm ite designar a unos
adve rsarios calificados de desviacionistas con relación a una doctrina que representa
la normalización científ ica en su singularidad omn ipotente . Y por lo demás Miller no
tiene ningún problema en poner en acto la teoría lacaniana correg ida de este modo por
la lógica fregeana. Se refiere cortésmente a un artículo de PieraAulagnie r publicado en
el último número de La Psychanalyse11y le atribuye una "desviación lagachiana del
lacanis mo." Lacan, que hab ía aprobado este texto en el momento de su publicación,
propone entonces a Piara que responda a Mille r en la sesión siguiente. Pero aquella se
abstiene por considerar que la acusación no tiene ningún fundamento dínicq. El ataque
será retirado en la versión de la ponencia sobre la sutura publicada en los Cahierspour
l'analyse.
En el artículo "Freud y Lacan· de 1964, Althussercal ificaba de revisionismola escuela
llamada "americana · y mostraba que la posición lacaniana inauguraba una lectura del
freudismo capaz de sacar el psicoaná lisis de los ideales de la psicolog ía. En ningún
momento se definía ese revisionismo , en la concepción althusseriana de la ciencia,
como un desviacionismo. Para los althusserianos, el teoricismo resu lta en una lucha
antirrevis ionista, pero para los lacanianos de los Cahiers pour r 'analise, ysobre todo
para Millar, tiene tendencia a desembocar en una utilización de la lógica y la ciencia en
términos de antidesviacionismo . Las dos palabras no son idénticas, aunque pertenezcan,
en la coyuntura de los años sesenta, al mismo zócalo . La desviación siempre supone
la existencia de una patología en relación a una norma, mientras que la revisión designa
un proceso siempre presente en el seno de una doctrina sujeta a transformaciones
constantes. Desde la época de su relevo barroco, Lacan escogió preferentemente el
!é~ i~~ d~sviación para ~ituar el neofreudismo frente a su teoría que él llama
c1ent1ftca, creyendo as í evitar que sea "revisada" como lo fue la de Freud. En la techa
de la ponencia de Millar, jamás ha calificado de desviación la manera en la que sus
discípulos aplican s~ doctrina: Más bien les reprocha , igua l que a otros, el utilizar su
ensen_anza.Y es Anika Lemaire, como hemos visto , quien desempeñará el papel de
guardiana del dogma en relación a Laplanche.
En 1965, el discurso de Miller radicaliza el de Lacan. En teoría este discurso
pretend~ ~er ~strictamente_lacaniano, pero en la práctica aporta al lac~nismo el hálito
de un mrlita,:itrsm~ c~mbat,ente. En este sentido existe pues, desde esa techa, ~na
representación miller,ana del lacanismo que no es la simple traducción de la doctnna

34
La Escuela Freudiana de Parfs: la reconquis ta

lacani ana . Mientras que Lacan produce conceptos que pu eden ado~ecer de cierta
"equivoc idad', Millert iene tendencia a aclarar o racionalizar la concep tualldad lacaniana,
para hacer la más uniforme y a veces más coherente. El desliza miento es tanto más
difíci l de capta r cua nto que muy a menudo los dos ho mbres no lo perciben como tal .
Miller sigue afirmando ser el fiel com entador del maestro y Lacan no se da cuenta d~
que a veces toma prestada s de esta último algunas refo rmulaciones elabo radas a partir
de su propia doctri na. Entre el estilo de este joven brillante, deseoso de actuar , Y la
palabra del viejo maest ro, sujeta a múltiples interpretaciones , se produce una ósmos is
tan fuerte que se tiene la impresión de que el primero renuncia a su escritura para
someterse a la verba del segundo , y el segundo repite enunc iados del primero creyendo
que son los suyo s. Con Miller, Lacan halla a ese lector, espejo y adversar io de sí mismo,
que buscó du rante toda su vida: una mezcla de Rodrigo y de Saint-Jusi.
En esos años , el joven normalista piensa en La légende des siec/es.Se identif ica
con e l perso naje de Ayme rillot. La historia es he rmosa . Tie ne valo r de pred icción. Es
así: Carlomagno estaba triste volviendo de Roncesvalles. Había perdido a Rolando y
que ri a conquistar Na rbona. Se dirigió a sus barones , viejos compañeros de lucha , pero
ninguno quería aceptar el desafío. Todos estaban conster nados y no levantaban los
ojos del suelo. Repent iname nte, Aymerillot salió de la fila . Estaba pál ido y déb il : "Vengo
a ped irle lo que nad ie quiere, el hono r de ser, ¡oh rey mío!, si Dios no me abandona, el
homb re del cual se d irá : él es quien tomó Narbona (...). Entraré en Narbona y venceré .
Después castigaré a los burlones, si quedan.' Más radiante que el arcángel , Carlomagno
dice a Ayme rillot: "Serás conde palatino.' Al día sig uiente, el joven tomó la ciudad72_
En efecto , Millar "to mará Narbona' y los barones perderán su reino.
Si Laca n e ncuentra en Miller al hombre de acción que necesita su teor ía, Millar
encuent ra en el lacanismo la teoría de su política. Su interpretación lógica de la doctr ina
lacaniana tiene varias func iones . En primer lugar, sirve de punto de apoyo a la posición
de mando que ocupa Lacan en su escuela . A través de ella, éste t rata de evitar los
errores del neotreudis mo propon iendo un modo de enseñanza en el cual la referencia
a la ciencia corregir ía el prag matismo ins titucional. Ademá s, da cuenta del
descen tram iento del seminario tue ra del medio psiquiatro-psicoana lítico y por lo tanto
de la política expansiva de Lacan . Por último, sitúa el lugar de extraterritorialidad de
Miller que se entroniza é l mismo, por la sutura y trente a los prácticos del inconsciente ,
como sujeto "de afuera del diván", es decir como portavoz en jefe de una verdad
"cient íf ica· del lacanismo. El joven conservará ese lugar durante más de diez años
antes de convert irse, por el diván , en heredero legitimo del gran jete . Ante esta
orientación lógica, los psicoana listas reaccionan igual que PieraAulagn ier. Se compor-
tan como "notables ·, se niegan a debat ir y reciben con fria ldad la entrada en escena de
este "ag itado r" que hace intrusión en el cenáculo de ellos para dictarles la ley del
maestro. Para ellos , el desconocido es un aguafiestas . Están tanto más celosos de él
cuanto que no entienden demasiado el nuevo discurso lógico del que temen el lile y
envid ian el rigor. Ellos son terapeu tas y acusados de ignorancia , él es f ilósofo y
desp reciado por su arroganc ia y su inexpe riencia clínica. Así que se insta la una
desconfianza recíproca en el seminario y la EFP, entre el clan de los nonna lista s sin
diván y la banda de terape_utas bruscamente despoj ados de un maestro y una doct rina .
Una desconfian za pernic iosa para todos, puesto que amenaza con conduc ir a una
separación cada vez más gi:ande en_tr~el teoricismo de unos y el pragma tismo de otros.
Por ahora , Serge Lecla1rees el unrco que acepta la confrontación directa y personal

35
La Francia freudiana en todos sus 8 t
s ados

y establece ayudado por su aura person al un vínculo entre el c írculo de epistemolo ,


y la enseñanza de la clínica . Con el gusto por la avent ura que lo caracte~iza, respoi~:
a M iller sobre ta sut ura. En vez de reprocharle su falta de formac ión chnica, lo ata
· · 1 t 1·
cortésmente en el terreno teór ico. Instala prov1s1ona men e, a J?ven e~ situación de
ca
lógico en el lugar de una función suturante y a esto opone la locahzac 1ónmencontrable
del ana lista cuya pas ión se ría evitar la sutu ra Este ret ruco mues tra que Leclaire ha
compre ndido perfectamente a qué lógica de la desv1_ac1ón y de la verda~ remite el
discurso m illeriano ace rca de las~tura . Frente a ésta , elige como siempr e la linea media
de la negociac ión73.
Si Miller realiza una lectura de la doctr ina lacan iana a la luz de la lógica fregeana
Lacan va a recurrir impl ícitamente a esa lectu ra para re dactar , en nov iembre de 1965:
la ses ión inaugura l de su sem inario sobre El objeto del psicoanálisis. La titula "La ciencia
y la verdad " y ta publica in extenso en Cahiers pour l'analyse. Cie rta mente, leyó Los
fundamentos de la aritmética antes de escuchar a Miller y ya empleó por lo menos una
vez la noción de s utura. Pero el propio Miller hizo notar que la conceptua lización de esta
noción no figura ba en el texto lacan iano. Ahora bien, sin citar la exposición de Miller,
Lacan utiliza de nuevo de mane ra fec unda un verdadero concepto milleriano de sutura
para aprobar una refundic ión lógica de su teoría del significante .
Miller reclamaba que a partir de la lógica míni ma surg ida de Frege se construyera
un concepto de causalidad estructural capaz de dar cuenta de la sutura, es decir de ese
lugar de sujeto que reemplaza una falta : aparece y desa parece en pulsación repetida.
Pero, ¿cómo hacer para que el analista no sea un lógico de la sutura ni un oído imposible
de encontrar? Para evitar el camino de esta contrad icción, que llevaría a escindir la
teoría y la práctica , en la forma de una tende ncia a la separación entre el teoricismo y
el pragmatismo, Lacan opera un relevo lógico del estructura lismo bassándose en el
modelo de su relevo del freud ismo. Sin dejar de lado la referenc ia al estructura lismo,
convoca a su cabecera a Alexandre Koyré y Kurt Godel. Del primero saca la idea de que
la cienc ia moderna -de la que surge el Cog ito- acarreó una dramática desvalorización
del ser y , al segundo le pide prestado nada menos que su segundo teo rema de la
incomp letud sobre el hec ho de que la noción de verdad escapa a la formal ización
integral. Lacan observa que el fracaso de ésta sintomat iza el fracaso en general de la
ciencia siempre en busca de sutura. De esta asombrosa labor en la que Frege y Gódel
quedan confrontados en una especie de banquete metafórico, infiere que ta experiencia
de la duda cartesiana marca al ser del sujeto con una división entre el sabe r y la verdad.
Lacan ya había recurrido a Descartes para construir una noción de sujeto del in -
consciente ajena a la problemática freudiana. Pero el teorema de Godel y los trabajos de
Koyré, arreglados asu manera, le permiten avanzar un poco más. En vez de llamar"sutura·
a la relación del sujeto con la cadena y dar preferencia asu "cierre" sobre su "apertu ra",
rehace el término para anunciar que la ciencia no logra suturar o formalizar íntegralmente
al sujeto. De ello dan prueba, para él, el teorema de Godel y la concepció n chomskyana.
Para Lacan, el sujeto (dividido, hend ido, forc luido, etc.) es el correlato de la c iencia Yese
correlato es llamado sujeto de la ciencia. Si bien el estructural ismo clásico permitió
descentrar ese sujeto , como lo había hecho Freudcon su descubrimiento , corre el riesgo.
sirviendo el ideal de las ciencias humanas, de recons trui r sin saber lo un human ismo del
sujet~ pleno (psicológico, ~te.); y esto tan to más cuanto que descuida ta posición del_in-
consaente. En consecuenaa, sólo la entrada en una lógica puede permitir al psicoanálisis
no quedarse en su condición de ciencia humana. Pero esta lógica , según Lacan , es lógica

36
La Escuela Freudiana de Parls: la reconquista

de incompletud , ciencia del sujeto caído, ciencia del corre lato no suturado; en suma_.es
ciencia del sujeto de la ciencia. Escucha las utura sin suturar , escucha al sujeto paranoico ,
abandonado por la d iv isión cartesiana, y para la oreja ante el sujeto "excentrado" de la
moderna civ ilización científica .
Contra el domin io liso y llano de una lógica lógica, Lacan juega aqu í la paradoja de
una lógica del poder simbólico. Y por esto, en vez de convocar el corte freud iano como
lo había hecho hasta ese momento , reivindica el cientificismo del padre fundador. Este
llamamiento al cientific ismo le perm ite reactualizar un ideal de cientific idad , es decir un
universalismo , que él conv ierte en lógica del significante o en ciencia de la causalidad
estructural. Por consiguien te, el psicoaná lisis tiene por objeto el sujeto de la ciencia ,
efecto él m ismo del sign ificante . Respecto a esto, recusa la magia por una parte Y la
religión por otra. La primera porque incluye al sujeto en el orden natura l excluyéndolo
de la cienc ia, y la seg unda porque obl iga a referir a Dios la causa de su deseo. Ambas
conducen al oscuran tismo .
En nombre de este idea l de cient ificidad , Lacan pretende combatir toda refund ición
psico logista del psicoaná lisis en térm inos de cienc ia humana. Pero reafirma tamb ién su
hostilidad a lo que hemos llamado el sínton1a hipnótico, es decir ese lugar originario
hacia donde puede inclina rse la experiencia del inconsci ente cuando no se articula a
la primac ía de una teo ría74 . En consecuencia, propone la consti tución de un saber
transmis ible, basado en la lógica, y capaz de respetar la d ivisión del sujeto . Ese saber
deberá articularse a un modo de formación que, en vez de calcarse de los modelos
institucionales reinantes , reunirá , en un mismo equilibrio, los modos de enseñanza
surgidos de la cura y los que la ciencia ha construido .
Este texto programático anuncia la gran operac ión "limpieza " a la que va a
dedicarse Lacan. Primero en su escuela, mediante la introducción del pase como
principio "lógico" de una formac ión comple ta. En segundo lugar en su doctr ina,
med iante la entronizac ión de un materna del psicoanál isis capaz de trans mitir un saber
clín ico con lacategor ialeibniziana de una leng ua universal. Vemos aquí de qué manera
Lacan utiliza , al mismo tiempo que los rectifica, los conceptos aportados por los trabajos
del círcu lo de epistemo logía y especialmente por Miller. La noción lacan iana de sujeto
de la ciencia revisa en parte la concepción milleriana de la sutura en el sentido de la
evitación de una lógica integral. Se puede hacerla hipótesis de que esa revisión traduce
una voluntad más o menos consciente de impedir la división de la EF P en una tendencia
teo ricista, representada por epistemólogos sin diván, y una tendencia pragmatista,
transmitida por terapeutas presas de la fascinac ión "oscurantista· de la pura relación
transferencia!. Lacan va a hacer todo lo posible para mantener en torno a él ese
equilibrio dialéctico entre una búsqueda teórica indispensable y una praxis a la que
acecha cont inuamente el peligro de la magia. No lo logrará porque él mismo quedará
atrapado en el quimérico ideal de cientificidad que convocó. Pero la experiencia
aplicada habrá trazado al psicoanál isis la única vía que permite justificar la existencia
de ese combate.

IV. Jacques Lacan, él mismo ...

Unos meses después de la publicación del primer número de Cahiers pour l'analyse,
en el que se han reunido los textos del relevo lógico, Lacan es invitado a ir a Baltimore

37
La Francia freudisna en todos sus estados

para partic ipar en una fiesta estruct uralista . René_Girard, que d~ clases en la prestigiosa
Joh ns Hopkins University, es el iniciador del fest1ncon Eugenio Donato, profesor de la
Universidad de Montrea l y especialis ta en cie ncias humana s. Richard Macksey, que
publicó obras sobre la teo ría de los números y la literatur a fr_ancesay americana , forma
parte junto con otros del Sponso ring Commitee. El simposio _se celebra en octubre de
1966 bajo los auspicios del Centro de Human idades de la_Un1vers 1dad Johns Hopkins.
Para los universitarios estadounidenses , e l acontec1m1ento es importan te. Es la
primera vez que allende el Atlántico se considera el pensa miento estructural ista como
un fenóm eno interdisciplinario. Por eso , los organizado res tratan de comparar los
problemas que incumben a dicho pensam iento y los q ue incumben a otros campos de
estudio . De modo que invitan a representantes de todos las esferas del saber: Jean
Hyppolite para la fenomenologí a, Lucien Goldmann y Georges Poulet para la crítica
literaria sociológica y por último a Roland Barthes, Tzvetan Todorov y Nicolas Ruwet
para el estructuralismo. Jacques Derrida, cuyo traba j o sobre Lév i-Strauss interesa a
Girard , tamb ién es invitado, así como Guy Rosolato por sus artícu los literarios. En este
contexto, Jacques Lacan es invitado a causa de su refund ición estructura l de la obra
freud iana y no como representante de un movim iento psicoanalítico. Por lo demás, en
Estados Unidos , las universidades no se "mezc lan" con las sociedades psicoanalíticas
y la implantación del freudismo , por amplia que sea, no atraviesa los camp us como tal.
Los universitarios del Nuevo Mundo tienen del psicoaná lisis la imagen que éste ha
dado de si en el continente : para ellos , el descubr imiento freudiano pertenece a un
ámb ito médico y terapéutico separado del pensamiento filosófico. Por ello es por lo que
en el simposio de Baltimore, Lacan afronta a un púb lico que no es el suyo en Francia
y al que, encima, la IPA desconoce. Ningún psicoanalista estadoun idense es invitado
al coloq uio y ningún psicoanalista francés participa en calidad de tal. Allá es cuestión
de interroga r el estructuralismo en su relación con la filosofía y la literatura.
Ahora bien, Lacan va por primera vez en su vida a Estados Unidos en un momento
en que, expulsado de la IPA, empieza a ser célebre en Franc ia fuera del ambiente
psicoanalít ico. Este reconocim iento concedido por el exterior repite el que le otorgaron
treinta años antes los surrea listas. El destino del viejo maest ro se parece al de aquel
joven seductor de antaño celebrado por su re lación pas ional con la locura de Aimée.
Pero Baltimore no es Sainte-Anne , ni Roma , y Su Majestad empre nde el viaje
basándose en cierto malentendido. Siempre incómodo en tie rra extranjera, y más aún
en un país tan alejado de la cultura latina , Lacan viaja ese día en una terrib le soledad.
Ni fami lia, ni amante, ni cortesanos: nuestro héroe debe arreglárse las solo en el
corazón de un mundo cuya lengua oral ignora. En Baltimore es impos ible hacer la
jugada del seminario . Sin embargo, piensa en elle. Y en el jet que lo lleva por encima
del océano se acuerda sin duda de la frase conf iaoa por Jung cuya mitología él mismo
difundió. Lamentab lemente, la peste no concurrirá a la cita. En Baltimore, Lacan será
uno de los campeones reconocidos del escenario estructuralista parisino. Es poco Yes
mucho, pero todavía es élemasiado poco. Este maestro adu lado por los suyos
necesitará más para olvidar la humillante de rrota de Estoco lmo o borrar la triste
caminata por un castillo sueco.
En esta fecha, en Francia, la publicación de la obra Les mots y les chosesde Michel
Foucault 75 le acaba de dar un nuevo rostro al estructuralismo. Hasta ese momento, ~I
estructuralismo se definía por su método, pero la evaluación de su sign ificación seguia
siendo cosa de especialistas. Desde abril de 1966, por el contrario, la prensa se adueña

38
d
La Escuela Fraudíana da Par{s: fa reconquista

del fenó meno co mo si se tratara de una moda a la vez temib le y frívola. Para asombro
genera l, Les mots et les choses constituye un best -se/fer. Todos se ponen a diserta r
sobre la muerte de l hombre, el autor y sus pompas, ayudados por la polémica que se
extiende en la Univer sidad de Letras entre los partidarios de Barthes y los adeptos a
Picart . Por un aso mbroso pase mágico ideológico, la revolución cu ltural ch ina tamb ién
se convie rte en objeto de una moda period ística sin gran relación con su cont enido real,
y como res ultado de esto la pre nsa se interesa tanto en el corte bachelardo -althusse riano
como en la interdicc ión de La Religiosa o en el asunto Ben Barka.
En este caso el pelig ro es que el poder de los medios de comunicac ión, más
influyente que antes gracias al desarrollo del sistema audiovisual , interv iene en las
discusionés de l est ructuralismo . Esta entr ada en escena de los medios de co municación
en los dom inios de la t eoría es un fenómeno nuevo para la época , que no sólo firma la
sentencia de muerte del estr ucturalismo "heroico· sino que an uncia una transfor mación
radica l de la condición del pensam iento, que se va a ver progresivamen te ob ligada a
plegarse a las nonn as que impone el gran festiva l de las co municaciones. Pronto , y por
mucho t iempo , los periodistas se creen con derecho a as imilar a los pensadores
estructu ralistas a "estre llas carismáticas" a fin de glorificar o estigmatizar la comp lejid ad
de su lengua ca lificada de todas formas de "esotérica": en una palabra, no apta para la
sacrosanta "comunicac ión". En efecto , vale más compara r a Foucau lt co n un profeta ,
Derrida con un papa , Lacan co n un gu rú, Althusser con un ídolo y Barthes con un brujo
que interrogar el lugar específico que tiene la lengua en la obra hablada o escrita de
ellos. As í se ab re la vía de lo que más tarde se llamará el fenómeno de la nueva fifosoffa,
que consag rará la victoria de la ignorancia de los medios de comunicación sobre el
sabe r unive rsitario . Victor ia obtenida gracias al apoyo que los propios filósofos del
postestructura lismo dará n a la liquidac ión de su pensamiento .
Este paso del estructu ralismo a su triste car icatura explica en parte la importancia
que para Estados Unidos y Francia tiene el simposio de Baltimore. De un lado del
océano, se mira con interés un método ya conocido, pero bruscamen te celebrado como
fenómeno folklórico , y del otro se observa un mundo hasta entonces poco abierto al
pensamiento llamado "continenta l", espe rando establecer contactos y hacer fructificar
los intercamb ios . De esta época data el comienzo de una migración que conducirá a un
número cada vez mayor de filósofos franceses a enseñar en los departamentos de las
univers idades estadounidenses . En ese torneo internacional, Derrida y Aicoeur ten-
drán más éxito que Lacan .
Este último comp rende perfectamen te la mutación interna del estructuralismo que
se produce en Francia. Por lo demás, la conferencia inaugu ral sobre "La ciencia y la
verdad " es tanto el signo precursor como el desfile defensivo. En el momento de partir
rumbo a Baltimore, espera con impacienc ia la publicación de sus Escritos en las Éditions
du Seuil. Furioso por el éxito incuest ionable que obtuvo el libro de Ricoeu r y siempre
presa de su creenc ia en el "robo de ideas ', piensa que la reunión de la mayor parte de
su obra podrá "fijar" su doctrina e impedi r que sufra la revisión de que fue objeto la de
Freud. Esta volun tad de obstaculizar por adelantado las "desviaciones " se hace paten te
en el relevo lógico ya que Lacan convoca un ideal de cientific idad, a la vez por
fascinación con respecto a la historia de las matemáticas , en la que se plant ean
problemas idénticos , y para dar a su movimiento una base unitaria. Pero además, sigue
sufrtendo , y con razón, por no ser lo suficientemen te reconocido como pensador de
gran envergadura: por los maestros que admira y de los que ha tomado elementos

39

La Francia freudiana en todos sus estados

con los que no se entiende . Es imperioso observar que en 81


~;~~~a~~s{ gi~
~!c~~o:~ respetado por los campeones del pensa~ iento modernosin
mente comprendida. Lév1-Strauss le tiene aprecio pero lo
que su obra sea verdaderaraudell o apoya pero no toma pa r1·d ·
I o por su trabaJo,Dumézil
comparaconunc hamán, B ifd ·
se calla igual que Canguilhem, y Jakobson, q~e se ha conve I o en su_amigo, parece
no captar las distorsiones que Lacan hace sufnr a la n:ietáfora y la me)on1m1a. En cuanto
a Foucault, comprendió el sentido de la obra lacaniana pero esquiva la cuestión del
descubrimiento freudiano. Después de mayo de 1968, se declarará a favor de Deleuze
sin hacerlo en contra de Lacan.
Por su parte, Lacan se conduce caprichosamen,)e con los pensadores c?n los que
se cruza. Por cierto que no quiere pertenecer a la canasta estructura llsta tal como
empieza a presentarlo la prensa. No conoce bien los trabaJOSde Barthes, aunque
encuentra excelente la conferencia que éste pronuncia en Balt1more, y trata al íoven
Derrida tan mal como a Ricoeur, sin ver que este nuevo interlocutor le ofrece una
discusión a laq ue el otro se había negado. Si bien desatien~e a los que podrían abrirse
a él, rinde homenaje a los que lo desatienden a él. En resum idas cuent~s, corteJaa todo
el mundo pero no de la misma forma. Admira a los que se mantienen avaros de
ponderaciones para él, y a quienes juzga sus iguales , y no reconoce a los que están
dispuestos a darle, con o sin juramento de fidelidad, una buena parte de ellos mismos.
Él ama a su persona y quiere que su persona sea amada por todos. Curiosa actitudpara
un hombre que no cesa de afirmar que el yo no es el amo del mundo. Pero despuésde
todo, ¿por qué habría de escapar Lacan a ese reinado de lo imaginario del que tan bien
describe las ilusiones engañosas?
1
En el otoño de 1966, Jacques Derrida todavía no ha conocido a Lacan. Sin
embargo, éste ha devorado la Grammatologieno bien apareció en Critique, e hizo saber
al filósofo, por Miller y Frani;ois Wahl, cuánto apreciaba el texto. Sin duda esperaba
verlo llegar al seminario para ocupar allí el lugar que había dejado vacante la disputa
con Ricoeur. Pero Derrida desconfió, temiendo tirarse en los brazos de ese seductor.
Celoso de su independencia, sintió como una amenaza el interés que se le dedicaba.
Así que esperó su momento para abordar a Lacan respecto a las cuestiones filosóficas
esenciales para él: el lugar del sujeto y la condición del inconsciente. Esto no le impidió
publicar en Cahiers pour f'analyse un texto bastante malvado sobre Lévi-Strauss que
le valió ser tratado de "oso" por el etnólogo descontento. En ese texto vuelve a hablar
de fonolog ismo y rebajamiento de la escritura7s. Para el simposio, decidió ser menos
violento y redactó en quince días una conferenci& de su exclusiva invención sobre "La
estructura, el signo Y el juego en el discurso de las ciencias humanas ":."Hay dos
maneras heter~géneas de borrar la diferencia en-,reel significante y el significado: una,
la clásica, consiste en reducir o derivar el significante, es decir finalmente en someter
el signo al pensamiento; la otra, la que dirigimos aquí contra la precedente, consiste en
poner en tela de juicio el sistema en el cual funcionaba la reducción precedenten .. ." Lévi·
Strauss está de nuevo en el banquillo de los acusados, e implícitamente Lacan...
. La_A~érica ad?nde va Derrida no es con la que sueña Lacan. El joven filósofo no
tiene ningu_ndesquite ~ue tomarse con el pasado ni reconquista alguna que efectuar
de un continente hostil. Cuando toma el avión con Barthes, T odorov y Ruwet, está

40
La Escuela Freudiana de Parls: la reconquista

enfermo a causa de las vacunas pero no lo aflige ninguna soledad, nin~ún sentimiento
de rechazo . Entiende inglés y no le tiene miedo a los viajes. Para él, la 1nv1tac16n es un
homenaje tributado a su pensam iento en plena efervescencia . A su llegada , queda muy
asombrado al enterarse por G irard de que Lacan ha pedido que se le reserve una li nda
hab itación en un hote l. Agotado por la diferenc ia de ho rario, deposita las male tas en el
suelo y oye al viejo maestro que le a nuncia: "¡Ah, había que ven ir aquí pa ra po r fi n
encontrarlo !" Al día sigu iente, en lacena ofrecida por los organizadores, Derr ida plan tea
las preguntas que le interesan mucho sobre el sujeto cartesiano, la subs tancia Y el
significa nte . Mientras saborea de pie una ensa lada dulce de repollo, Lacan replica que
el sujeto de él es el mismo que el que su interlocutor opo ne a la teo ría de l suj eto. En sí,
la observac ión no es falsa , pero Lacan se apresura a agrega r: "Usted no soporta que
yo ya haya dicho lo que usted tiene ganas de decir". Ot ra vez la temática de l robo de
ideas , otra vez e l fantasma de la prop iedad de los conceptos, otra vez el na rcisismo de
la primacía . Ya es demasiado . Derrida no entra en el juego y responde sin vacilar: "Ese
no es mi problema ." Laca n quedará pagando. Más tarde en esa velada , se ace rca al
filósofo y le pone amablemente la ma no en el hombro: "¡Ah, Derrida, te nemos que
hab lar, tene mos que hablar!" No hablarán7s...
Un año después de Baltimore se ofrece otra ce na e n París : en casa de Jean Pie l.
Lacan estrecha ca lurosamente entre sus palmas ate rciopeladas la mano de Derrida y
le pregunta en qué está trabajando . Platón , Sócrates , el pharmakon, la letra, el origen,
el logos , el mythos:e l fi lósofo prepara un texto para Te/ Que/. En esta revista en1piezan
a mezc larse, bajo la ta lentosa batuta de Philippe Sollers, los grandes temas del antiguo
estructu ral ismo rev istos y correg idos a la luz de la '1extualidad ' . Derrida acaba de entra r
a la redacción de la revista Critique pub lica ndo su Grammatologie. Lacan es director de
colecc ión en las Éditions du Seu il desde que saliero n sus Escritos. Una -vez más
anunc ia, cosa rara, que él ya ha bló de los mismos temas. Sus alumnos pueden
testificar. Para ev itar la po lém ica, Derrida se dirige al psicoanal ista y le cuenta la
anécdota s igu iente: Una noche, cuando su hijo Pedro empieza ad ormi rse en presencia
de Marga rita, pregun ta a s u pad re por qué lo mira:
"Porque eres bon ito."
Enseguida e l niño reacciona afi rman do que el cu mplido le da ganas de morir .
Algo inqu ieto, Derrida trata de averiguar lo que significa esta historia:
"No me quiero -d ice e l niño- .
- ¿Desde cuá ndo?
- Desde qui~ hablo."
Margarita lo toma en sus brazos :
"No te preocupes , nosotros te quere mos".
Entonces Ped ro larga la ca rcajada :
"No, todo esto no es cierto, soy un gran tra mposo 79. •

Lacan no dij o ni pío. Tiempo más ta rde. Derrida queda estupefacto al encon trar 1a
anécdota en boca de su inter loc utor, en una conferenc ia pronu nciada en diciemb re de
1967 en el Instituto Fra ncés de Nápo les . Lacan la cuenta así: "Soy un gran tramposo
-dice un niño de cuatro af\os acurr ucá ndose en los brazos de su proge nito ra ante su
padre que acaba de responderle: 'Eres bonito' a su preg unta: '¿Po r qué me miras?' y
el padre no reconoce e_nesto (ni siqu iera ~n que el niñ~ en el inte rva lo lo haya engaña do
diciéndole habe r pe rdido el gusto por s, m,smo el d1a en que habló} el impás que él

41
1
La Francia freudiana en todos sus estados

10
mismo juega sobre el Otro mostrando sus cartas . El padre que me dijo sabrá si esto
le incumbe o no8º ."
Un padre que trabaja sobre la metafísica de la palabra plena , un hijo que juega con
la palab ra del padre y la suya , un maestro que se toma por e_l gran Otro Y se vale
anónimamente de una anécdota para acusar a un filósofo recalc itrante de no plegarse
a su just icia imaginar ia: 1qué lio ! En este asunto , Lacan no hace un ~uen pape l Y Derrida
se siente herido. se comprende. Quizá Lacan está_trata ndo aqu1 de aiustar cuentas
inco nscientes con el nombre del padre o más sencillamente con todos los Alfred del
mundo. sea como fuere esta historia pone fin a las relaciones entre los dos hombres.
¡Qué lástima para el historiador!

En Baltimore, la lengua francesa domina el simpos io. Los ame ricanos se alegran
con el sabo r galo de las palabras intercambiadas y los invitados franceses se sienten
orgullosos de estar en primer plano. La fiesta estr uctu ralista sig ue siendo latina: una
disputa continental en forma de pelícu la del oeste , dirá la prensa loca l. Se inventará
incluso, allende el Atlántico, la noción desconocida en Francia de "postestr ucturalismos•·
para des ignar el fenómeno surgido del banq uete . Sin trata r de adap tarse al terreno,
Lacan habla en Balti more como en su seminario, cuando e l públ ico no es al que él está
acostumbrado. Pero a esto agrega una nota descabellada pronunc iando su d is curso en
inglés. Como todos los invita dos hablan francés y él, Lacan no sabe emplear la lengua
inglesa, los organizadores queda n desconcertados. As í que , para af inar su estilo, le
traen a un joven fi lósofo llamado Antony Wilden. El hombre se inte resa en el lacanismo
1 y posteriormente traducirá varios textos&2. Pero por el momen to está literalmente
molido por el ajet reo de este príncipe del Renaci miento a l que debe serv ir de intérprete,
guía , profesor de dicción y cortesano. Desp ués de un incend io inferna l regado con
chistes de sala de guardia y entrecorta do co n varias mesas y cómodas revueltas, la
confe renc ia porfín queda lista. Leyéndo la, es una obr ita de arte , pero escuc hándola es
otro cantar. En primer lugar, lleva un títu lo extravagan te : Of Structure asan /nmixing of
an Otherness Prerequisite to any Subject Whatever, lo que lite ralmente sign ifica: "De
la estr uctur a a lo q ue tiene que ver con el otro como protagónico a cua lquier idea de
sujeto&3...• Se comp rende el gr ito de dolo r de W ilden que se ca lifica a s i mis mo, en pleno
simpos io, de "desdic hado traducto r· . En segundo luga r, el autor dicta esta confe rencia,
que se anuncia más bíen cort a, en una lengua que queda a med io camino entre el
franco -inglés y el ang lo -francés, que hace que al aud ito rio le parezca de una largura
interminable .
Decididamente, cuando Lacan habla gratui tamen te alarga la d uració n de las
sesiones, y cuando se le paga para que escuch e no cesa de acortarlas. i Demonio de
hombre! Conduce sus automóviles en sen tido inve rso a sus discursos y a la misma
velocidad que sus curas: según el pum pum efela interp retación vercfacfera. Aunq ue no
siemp re logre evitar el accicfente, nunca resulta hericfo y salva milag rosamente a 10s
pasajeros. Siempre que puede, se mete a tocia ve loc idad entre el ca mión que aparece
fn:~te a él Y el vehículo al que acaba de pasar, sin preocupa rse por saber si éstos
utilizarán _sus fren_os. Así va para él el tiempo lógico: el prisione ro no bien ha
comprendido el enigma debe decidirse. Toda la vida privada y pública de Laca n esª

42
La Escuela Fraudiana da París : la reconquista

imagen de su doctr ina que no renuncia a nada y arrasa con todo: la rapidez del águi la
unida a la lenta obstinación de la hormiga.
De modo que en Baltimore , Lacan se enunc ia tal como ha llegado a se r. Este
hombre de genio, que dedicó tre inta y cinco años de labor encarn izada en el movim iento
psicoanal ítico , ve llegar el triunfo demasiado tarde . Es cierto que todav ía goza de buena
salud, pero , sobre todo desde Bonneval , siente como una injustic ia el haber esperado
tanto el reconocimiento y segu ir esperándolo. Gastado por los conflictos de laS PP, que
lo afectaron en su madure z, vencido luego en su negociación con la IPA, se recupera
mal de los comba tes y, aunque su escuela le brinde numerosas satisfacciones , tiene
cada vez más tendencia a dejar de lado a los verdaderos fieles y rodearse de
cortesanos . El viejo mona rca es frágil y esa fragilidad se trans luce en sus caprichos a
medida que avanza hacia la gloria , pero también hacia la muerte. En el simposio, los
franceses conocen, al menos por cuentos , las costumbres de l maestro , pero los
americanos , que han leído atentamenta los textos, encuentran muy extraña el habla
lacaniana . La confe rencia dura tanto que Rosolato se ve obligado a pospone r la suya
para el día siguiente. Unico discípulo presente en tierra americana, difíc ilmente puede
afro ntar a su analista en tales circunstanci as.
Dos secuenc ias retienen la atención. A propósito del sujeto, Lacan cuenta que
desde el alba estuvo mirando por la ve ntana las luces de neón y el tránsito que le
hicieron pensar en el Dasein, es decir en ese espectácu lo intermitente y borroso del
"pensamien to que se piensa sin saber". Y de golpe enuncia esta frase surrealista: "La
imagen más sintét ica que puedo darles del inconsciente es Baltimore al amanecer .·
Segundo gran momento: Laca n habla de su próximo seminario sobre La lógica del
fantasma y dice: "Estoy atrasado en todas las cosas que debo desarrollar antes de
desapa recer yo mismo y me cuesta avanzari¾.• ¡Siempre el tiempo!
Con sciente del efecto que produce la palabra de Lacan en esta asamb lea erudita,
Wilden se apresura a socorrer lo. Nota que abordando su doctrina bajo el aspecto de la
noción de desconocimiento, el orador ha sumido a sus oyentes en el desconocimiento .
Pero ens eguida agrega que los amer icanos deberían leer a Freud para comprender que
Lacan no lo desconoce . Después de una interesante discusión en la que intervienen
Goldmann y Poulet , Richard Macksey aborda a Lacan sobre su utilización de la lógica
fregeana . Expresa que le molesta que el teorema de Godel sea interpretado en La cieneia
y la verdad como una simple limitación al poder del simbolismo . Luego agrega que una
posición así corre el riesgo de cond ucir al conferenciante a la vía de un estructuralismo
nomina lista o conceptualista, puesto que, en vez de unir los números entre sí, tiende
a plantear una equiva lencia entre los números y las entidades . Lacan replica de
inmediato que nunca negó el aspecto estructural de los números. En efecto: su relevo
lógico se mant iene estructu ral, aunque se exponga al nominalismo o al logicismo. La
pregunta de Macksey es pertinente , pero lamentab lemente el debate no prosigue.
Lacan nunca habrá tenido un auditorio tan interesado por las interroga ciones "verda-
deras" ...
El viaje estadounidense de 1966 no le perm ite, y con razón, tornarse el desq uite
de la IPA . Pero, paradójicamen te, su discurso es mejor comprend ido en Baltimore que
en París en la med ida en que los universitar ios del coloquio , que no son ni psicoanalistas
ni jóvenes lacanianos , son expertos en debates teóricos y no se dejan fascin ar por el
habla extraña de su invitado. Discuten y critican el contenido de una obra . Sin embargo,
el malentendido persiste, ya que en suelo amer icano el lacanismo es considerado como

43
La Francia freudian a en todos sus 8s
t
lldos

una doctrina estructuralista típ icame nte fran_cesa. S~guir~ siéndolo por mucho tiempo
en ciertas univers idades y para algunas fe minis tas sin rec1b1r real_mente el rótulo de u
mov imiento psicoanalít ico cualqui era. Dic~o de otra forma, el lacanisrno no se implantar;
de l otro lado del Atlá ntico con la categon a de una esc ue la o un relevo del freudism0
No hay Far West para el doctor Lacan : simplemente ca~p~s. Regreso a París... ·
Pese a la presión ejercida por Fran9o is Wahl des_de¡un10_de 1963, Lacan se hace
rogar para aceptar reunír la total idad de su ob ra escrita. Es Cterto que qu iere "fijar' su
doctrina y hacer la existir para un público amplio, pero_le hace ascos a lo que más tarde
llamará la "poubellication". No obstante , la calurosa 1ns1stenc1a de Wahl produce sus
efectos y el éxito recog ido por el libro de Ricoeur provoca la dec isión final. Filósofo de
formac ión, Wahl piensa que la enseñanza de Lacan ocupa e l lugar de lo "real" para la
nueva generación. En su opinión, el maestro debe actuar como el anal ista de la cultura
contemporánea . Cuando le pidió que reuniera sus textos , Lacan propuso a varios de
sus discípu los para que efectua ran el trabajo . Pero no resu ltó nada.
Desde el final del invierno de 1966 , Wahl se pone a trabajar con ahínco y toma un
mes de licenc ia para leer, clasificar y puntuar de nuevo los textos. Cua ndo no entiende
el sentido de algunas frases, almuerza en casa de Calvet con el maestro que responde
a todas sus preguntas y pule su estilo. Gigantesca empresa editorial, notable colaboración.
Wah l no tarda en decidi r la supres ión del texto sobre la fami lia por no encontrarlo
"lacan iano " y Lacan elige poner e n primer lugar el Seminariosobre la cartarobada.Wahl
no está de acuerdo. Lacan insiste y no cede . Fina lmente , el editor pide al autor que
redacte una continuac ión a ese famoso semina rio para exp licar retroactivamente su
función de aperturass. Lacan escribe entonces" Paréntesis de los paréntes is", verdadera
reformu lación lógica de su exposic ión. A cont inuac ión pone un .capitulo titulado ' De
nuest ros antecedentes·, en el que se representa a sí mismo la h istoria de su itinerano.
Habla allí de la acogida que recibió su tesis entre los su rrealistas , reivindica la
en~eñanza de Clérarnba ult olv idando que hab ía vaci lado por Claude, y sitúa ellugar de
L 'Evolution Psychiatriqueporque allí tuvo quie n lo escuchara. No menciona el nombre
de Henri Ey, pero le envía un ejemplar con ded icator ia: "A Renée, a Henri, a esa
juventud que aún nos une." Natural mente no menciona a Wallon ni a Kojeve Y se
presenta como el inventor de la noción de estadio del espejo. Es el momento de la
batalla antips icologista y La can, tan celoso cuando se trata de su derecho a la primacía,
ev ita evoca r a un precu rsor cuyo nombre queda ligado al campo de la psico logía Y a un
filósofo cuya enseñanza hegel iana está fuera de moda en esos años estructuralistas.
Además co menta sus Escritosen futuro perfecto y propone a sus lectores estudiar
su doctr ina corno una totalidad cuya histo ria ser ía interna a si misma. Por lo que
respecta a la representación de su gran obra, sigue pues el sentido de su relevo lógico.
Interpreta la historia pasada de sus textos a la luz de su doct rina actual, y les impone
retroactivamente una concepc ión de la historia que las sobredeterm inan: "Sucede -
escribe- que a nuestros alumnos les sirve de señuelo en nuestros escritos encontrar'Yª
ahí' aque llo a lo que nuest ra enseñanza nos llevó después. Pero, ¿no es suficiente qve
lo que está ahí no haya obstru ido el cam inQ86?"Con esta amb igua f rase, Lacan rei-
vindica el señuelo del ''ya ahí": una obra debe leerse a la luz de su ulterior devenir. En
suma, la presentación de los Escritos incita a l lector de 1966 a leer al Lacan d~
· C/8
anteguerra a la luz del Discursode Roma, y el del Discursode Romaa la luz de Lac,en .
y la verdad. Esta concepción de la historia se adapta a la manera en la que trab1ª
Lacan, pero resultará desastrosa para el mov imiento lacaniano, que basándose en el a,

44
La Escvela Frevdíana de París: la reconquista

tendrá tendencia a olvidar los elementos que Lacan sacó de otros , leer a Freud sin
separarlo jamás de Lacan , y por último imputar a ese mismo Freud una lectura
anticipada de los Escritos por obra y gracia de una linterna mág ica. Además, validará
la entrada en escena en la historia del lacanismo de un impres ionante rebuscam iento
en el lenguaj e: no entre los f ilósofos del circu lo de epistemolog ía cuyos trabajos se
mantendrán orig inales , sino entre los psicoanalistas de las nuevas generaciones,
demasiado ignorantes para segu ir al maestro en /a ciencia y de masiado fanáticos para
evitar segu irlo. Mediante el rebuscam iento en la expresión , se privarán de su esti lo, en
el caso que lo tuvieran, no sólo para imitar la persona de Lacan, sino para fus ionarse
con el estilo de los Escritos por "retroacc ión" hacia el anonimato. En consecuencia ,
tendrán tendencia a comp lacerse en no firmar más sus textos o utilizar seudón imos.
Si bien en esta operac ión editorial Lacan es al principio secundado por Wahl, Miller
toma la posta y se encarga de la redacción de un índice razonado. Se basa en la
conferencia dictada en 1963 en la ENS y confirma la presentación en futuro perfecto que
propone Lacan . Más que situar los conceptos en la historia de su aparición inaugural ,
y luego espec ificar sus transformac iones sucesivas, define el lugar estructural de cada
uno de ellos en su relac ión con el conjunto. Procede así por retroacción a partir del
último estado de la teoría y divide el corpus en cinco órdenes. Por último subraya que
ciertos textos más densos escapan al fraccionam iento, a la vez que expresa que esta
organ izac ión del libro constituye su propia interpretac ión del lacan ismo. Por lo demás ,
Miller lo invoca en nomb re de una mejor comp rensión de los Escritos: "Según el con-
cepto que tenemos de estos Escritos, se gana estudiándo los como si se formaran en
sistema a pesa r de la elipsis del esti lo necesa rio -según Lacan- para la formación de
los anal istas. Por nuestra parte, al no tener que preocuparnos de la eficacia de la teoría
en ese campo, alenta mos al lector adelantando que no tiene fímite externo (es decir que
no produzca el funcionamiento del pensam iento bajo el peso de su estructura) para la
expansión de la fo rmalización en el terreno del discu rso, por el hecho de que no hay
ningún fugar en el que su poder falte de lo que no pueda delimitar los alrededores, y
reduc ir el agujero, camb iando de sintaxis. A riesgo de ver en otra parte fonnarse de
nuevo su negativo. Recurrimos a Boole, Camap y los estudios del Sr. Guérolllt sobre
Berkeleys1. •
Esta interpretación de fa doct rina corresponde a la visión lacaniana de 1966,
aunque la radical iza por la vía de esta formalización integral que Lacan había
rechazado invocando el teorema de Godel. Habla rectificado la noción de sutura en el
sent ido de una menor formalización y Miller a su vez fa reinterpreta en un juego de
báscula en el que separa el campo de la formac ión cli nica del campo del discu rso.

Desde que aparecen los Escritos, en noviemb re, Lacan recibe la consagración
tanto tiempo espe rada. Se convierte ensegu ida en uno de los grandes pensado res de
la era estructural ista justo cuando acaba de inicia r su relevo lógico. El libro arranca bien
y crea un "acontec imiento.• El 30 de noviembre, Le Nouvel Observateuranuncia en un
suelto que el editor está reimprimiendo "a toda veloc idad las novecientas páginas de
los Escritos de Lacan que cuestan cincuen ta francos y de los que se vendieron cinco
mil ejemplares incluso antes de que la prensa hubiera informado acerca de ellos." En
realidad, la obra no constituye un best-seller inmed iato como Les Mots et les Choses
y, durante cierto tiempo, se vende menos que la de Ricoeur . Pero, progresivamente, la
curva se va invirtiendo. Treinta y seis mil seiscientos cuarenta y tres volúmenes serán

45
1
La Francia freudiana en todos sus estados

comprados hasta 1984 Y, d_~s~e :


19
º~,:
0
1
anta de ediciones de bolsillo bat irá todas las
vcuatro mil ejemplares para el pr imer volumen
marcas para una obra ta n difietl. No do88 i.acan ha ganado pues su dura bata lla por un
i'
y sesenta y cinco mil para e_lsegun d nte será el "Freud franc és" y no sólo un autor
reconocimi_ento bien_mereetdo. Ens!r1 ~ás atacado aún . Pero sus Escritos serán ci-
estructurahsta. Al mismo tiempo , . amp liamente comentada fuera del ambiente
tados por todos l_adosY_su _do~tn~areglade o ro de l Instituto de Psicoanál isis puesto
analítico. El silencio seguirá s:n °. f rme de los Escritos y hasta e l no mbre de Lacan
que en la RFPnose harájam s ~~~:;os Sin embargo la nueva generac ión analítica
estará proscrito de los_textdoslP u a~ismo ·no tendr á ningún prob lema en hablar en voz
formada fuera de las lilas e 1ac
alta. Volveremos sotre :r,s:~ vivamente criticado en var ios semanar ios. En Arts , por
. Naturalmente, ª~e escribe estas palabras: "El conj unto es -digá moslo enseguida-
e¡emplo, Jacques Bros·noso e impenetrable. Sin duda el Sr. Lacan quiere seleccionar
abrumador, por 1o esp1 'd d ·
· bl' Es de temer sobre todo que ante una oscun a tan agresiva los
a su pu ICO... . . rt J L é .
· 1 1 et I s snobs que son de natura leza masoqu1stac onv 1e an a . aca n en un x1to
,n e e ua e R bl ··
sin haberlo leído89." En L'Express, Jea n-Fran9ois . eve 1 es 1a. ece _una sepa rac1on
entre ta filosofía y el psicoanálisis: "Puede ser -escribe - que la fl losofla de Lacan sea
muy importante pero me parece discut ible que constituya un retorno a Freud o una
prolongación d¿ Freud90."En cuanto a ~ ndré. Rob i~~t, reedita para Les Nouve lles
Littéraires los viejos sonsonetes del ant1freud1smo: Cuando los ed1!ores de Lacan
hayan publicado una traducción viva de sus reescritos (que fuer on antano leg1blemente
escritos), los recomendaremos a nuestros lectores para que a su vez se pongan a la
escucha del lamentable Freud."
En La Quínzaíne Jittéraire, Didier Anzieu no se queda atrás. No vaci la en tratar a
Lacan de hereje y anunciar el naufragio de los capi tanes dest inados a ser grandes si
no hubieran perdido el rumbo . Compara a su antiguo anat ista con Jung, Ad ler, Reich,
Rank y Karen Horney, para defender una ortodoxia de la que ni él log ra defini r el trazado.
Por último dice que los textos de Lacan no son inéditos para luego tirar una piedra en
el tejado de Miller, calificado de joven filósofo sin experienc ia clínica . En una columna
vecina, Charles Melman defiende a Lacan en un artícu lo dogmático. Decid idamente, el
maestro ha perdido a sus mejores discípulos y éstos no saben crit icarlo como lo hacían
antes en Roma o Bonneval9' .
En Les tettres fran9aises a la izquierda y Je Fígaro littéraire a la derecha Lacan es
saludado e_nsu justa medida por Pierre Daix y Gi lles Lapouge respectiva mente92 . En
dos entrevistas notab les por la claridad e inteligencia de los periodistas, Lacan se
expl ica largamente sobre su concepc ión de la cienc ia y el retorno a Freud. Evocando
la famosa frase pronunciada por Jung, Lapouge no vacila en titular: "Jacques Lacan
quiere que el psicoanális is vuelva a ser la peste." En cuanto O Lacan revoca en fonna
algo _impertinente sus afin idades con el hege lianismo : "Quisiera 'afirmar desde el
pnnc1p10-dice a Da1x-que todo lo que he escrito está enteram0nte d<>term inado por la
obra de Fr_eud.He leíd~ algunas o~raspor supuesto . pero de un; form ; que no se puede
comparar. Hegel por e¡emplo. ¿Como me leye ron a mí para llegar a creer que prestaos
Juramento de fidelidad a su sistema cuando para mí no era sino máquina de contrarrestar
los delirios de la identificac ión93?'
Jean -Paul Sa~re se inquieta por el alboroto que fo rma la prensa en torno al
estnucturahsrno. As1 que a su vez responde a las preguntas de Bernard Pingaud en un

46
Ls Escuela Frsudisna dB París: Is rsconquista

número de L'Arcque es dedicado a él y que aparece unos días después de la entrevista


de Lacan en el Fígaro littéraire. Desordenadamen te, reprocha a Foucault, Althusser Y
Lacan un rechazo concertado de la historia en nombre de la estructu ra, Y una
desestimac ión de l homb re en nombre del descentramiento de l sujeto. Los acusa a
todos de tener al marxismo en la mira y construir la última barrera que la burguesía
pueda constru ir cont ra el autor de El capital. No está totalmente equivocado ya que en
efecto estos tres autores , cada uno a su manera, acaban con el buen ma rxis mo de
antes, izquierd ista o dogmático , que Sartre serv irá valientemente hasta su muert e. Sin
embargo no mete en la bolsa a los "verdaderos" espec ialistas de la estructu ra que a su
juic io son Lév i-Strauss, Benveniste y Saussure. Olvida a Dumézil y reconoc e que Lacan
es un lecto r fiel de Freud: "Arrinconado entre el ello y el superyo -dice- el sujeto del
psicoanal ista está un poco co mo de Gaulle entre la Unión Soviética y los Estados
Unidos . El Ego no tiene existencia en sí, está co nstruido y su papel es pura mente
pasivo94."
A la prensa se le presenta una buena ocasión de oponer a dos "jefes carismáticos.
• Le Fígaro littéraíre se apresura pues en dar vuelta el asunto anunciando en la prime ra
página, con un títu lo rimbomban te "Lacan juzga a Sartre: En una nueva entrevista ,
Lacan recalca lo absu rdo de esas palabras . A Sartre le contesta sobre la historia, y a
la prensa en general sobre el lugar que se le hace ocupa r: "Me cuesta creer que la
operac ión esté destinada a dar de nuevo actualidad a Sartre. En efecto , Sartre sigue
siendo el rep resen tante más popu lar del pensamiento franoés . Pero de ahí a plantear
que lo que no es sart riano se define primero por el hecho de no ser sartriano hay una
diferencia [ . ..]. Querrían que yo fuera una especie de sucesor de Sartre . Déjeme decirle
que es esa una grac iosa idea de lo que puede interesarme . Sartre tuvo una función muy
precisa que se puede 'cubicar', pero que no tiene ninguna relación con los trabajos que
yo realizo. Sartre es más joven que yo y he seguido con mucha simpatía e interés su
ascenso. No me sitúo en abso luto en relación a él." De paso, Lacan recusa la ama lgama
que hizo la prensa entre los "capitanes" del estructural ismo y luego, por única vez en
su vida, rinde un pequeño homenaje al trabajo de Althusser: "Lév i-Strauss a quien
conozco bien no se interesa tanto en el psicoaná lisis. He encontrado a A lthusse r muy
despierto por lo que respecta a mis trabaj os y muy despertador en torno a él. Creo que
puede considerarse defin itivo el recorte que hace del pensamiento de Marx. Pero
¿quién va a creer que nos poníamos de acuerdo? En cua nto a Foucau lt, sigue lo que
hago y me gustan sus trabajos, pero no veo que le interese mucho la posición de Freud .
Entonces, ent re estas cuatro personas, ¿qué víncu lo existe95?"
En el momento en que Lacan sabo rea su consagración, su hij a Judith se casa con
Jacques-A lain Miller. Por este casamiento, la historia del movimiento lacan iano pasa
a ser tamb ién un asunto de famil ia.

v. SI me hubieran contado Versal/es

El acta de fundación que Lacan pronunc ia el día del verano de 196496 se parece
a un verdadero discurso ~el 18 de junio. El tono es maj estuoso , el estilo espléndido y
la legislación impecab le. Lacan habla en prime ra persona, denuncia las "desv iaciones ..
y "componendas• y se presenta como el jefe absoluto del gran mov imiento de
reconquista. Recuperando de golpe su verba barroca, moviliza los signif icantes de su

47
1
La Francia frsudiana sn todos sus astados

cultura y afirma ser el salvador de una Francia freudiana que entró en decadencia N
está solo , por supuesto , pero la evocación de su "soledad" en su relación con la cau o
ps icoanalítica funciona de manera simbólica . Contrariamente a Freud, Lacan acep~ª
ser un maestro que ocupa jurídica y políticamente el lugar de un maestro. ¿Soberanoª
emperador o papa? Diremos más bien legislador o padre fundador . Frente al imperio'
yergue la cabeza para venga r al antepasado y restablecer el poder de la causa
cartaginesa , símbolo de esta situación anibaliana del ps!coanál isis soñada por Freud.
El mando no lo quiso, pero la derrota de 1963 lo obligó a asum irlo : no tiene otra
alternativa .
También , para evitar que en su escuela se produzcan los errores del pasado
intenta lo imposib le . En vez de rechaza r la noción errónea de "jefe carismático", com~
hace la IPA, la desvía e inviste en la categor ía de una reconciliac ión afirmada entre la
func ión de iniciación propia de la enseñanza del psicoaná lisis y la función directriz
prop ia de toda instituc ión. Será a la vez el director de su escue la, el maestro por lo que
atañe a su doctrina y el legislador de un nuevo modo de formación. Por la vía indirecta
de su seminario y la reducc ión de la duración de sus sesiones, será también el analista
de todos.
Apoyándose en las tesis enunciadas en La Psicología de las Masas, actualiza un
modo de poder original basado en la preeminenc ia de la noción de Gran Hombre. La
referenc ia al sistema gaull iano es evide nte, y sin duda Lacan se acuerda, cuando
pronuncia su llamamie nto del 2 1 de ju nio, del horror que le inspiró, un cuarto de siglo
antes, el desastre del ejé rcito francé s Odio visceral al pétainismo, repugnancia
respecto a una democracia que faltó a sus compromisos y, por fin, culto al hombre
prov idencia l: en 1964, Lacan no es un dictador sino más bien una especie de monarca
esclarecido que trata de restau rar los riesgos de una repúbl ica freudia na: la políticadel
inconsc iente y del deseo contra la política instituc ional , el "hombre • contra los "partidos".
Para evita r la constitución de oligarquías, en un primer momento asume todos los
poderes. Él mismo nombra a las élites, integ ra todos los jurados y exige obediencia de
los suyos, como un desquite sobre el pasado. Tres discípu los siguen siendo sus
"preferidos " : Serge Leclaire, a quien sigue amando con pas ión, Moustapha Safouan,a
quien cons idera un magnífico clínico y cuya direcc ión da cada vez que aconseja una
cura a un prój imo y Solange Faladé , que es su conf idente . Un judío, un árabe Y una
afr icana: esta elección ilustra bien el universalis mo lacaniano.
El lugar de Lacan en la EFP es desde un principio muy extraño. Siendo un monarca,
mant iene con cada uno, es decir con su pueblo y sus cortesanos, una relación
privi leg iada que escapa a la jerarquía instituc ional. Por consiguiente, y pese al
funcionamiento autocrático de su poder, también desempeña el papel de un viejo sabio
liberal que todos pueden veni r a consultar en el secreto de su alcoba, para orientarse
hacia un trabajo o una car rrera. Durante cas i todo el tiempo que duró la EF P, la puerta
de la calle de Lille está abierta para cualquiera y sin cita: para los miembros y los no
105
miembros, para los ana lizandos y los "enfe rmos", para los ladrones, los pillos,
ps icót icos y los agitados. Lacan nunca tiene miedo de nada y da consejos inteligenies
a todos. En suma, cualquier persona puede irrumpir en su domici lio para ha~Jar de
cualqu ier cosa . No hay gua rdia pretor iana que proteja al Doctor, no hay servicio d~
orden ni secretaria que separen al monarca de su pueb lo . Sólo Glo ria González, la fie
espal'lola, recibe a los visitantes sin imped irles encontrarse con su intertocutor.

48
La Escuela Freudiana de París: la reconquista

Así se va establec iendo entre Lacan y sus "súbditos· una espe cie de mo narquía
directa en la que la serv idumbre vol untaria se mezcia con el ejerc icio de las libertades
individuales . Este funcionamiento del pod er tiende a transformar la práctica de Lacan .
Desde el mom ento e n que crea su escuela, no se ejerce ning ún control más sobre la
duración de las sesiones ni sobre el número de sus ana lizando s cuyas h ueste s
aumen_tan a ojos vistas . Los viejos , formados en la SFP, siguen vinie ndo y los j óvenes,
de la cuarta Y sobr e todo de la q uinta generació n, afluyen en masa, de tanto q ue la
aventura del lacanismo respond e a sus aspiraciones a la vez teóricas y antiinstrtuciona les.
Muy pronto Lacan adq uiere la costumbre de no dar cita a una hora fija. No sabe rechaza r
a nadie y todos pueden ir a sus sesiones según su capricho o necesidades . La casa del
Doctor es un inmenso as ilo donde se circula libremente, con todas las puertas abiertas
de la mañ ana a la noche, entre ediciones originales, cuadros de pintores famosos y
cantidades de manusc ritos .
Liberado de las obligac iones institucionales, Lacan durante dieciséis años lleva a
la práctica un verdade ro lab oratorio de psicoaná lisis. Le dedica su vida entera, su
energ ía, su amor , sin jamás ped ir desca nso. Mezcla todos los géne ros y reduce a la
nada todas las nonnas del uso clásico con un gen io de la intervención raramen te
igualado en la histor ia del freud ismo . Como un gran libertino, explora con refinamiento
todas las figuras posib les de la cura, el control, el pase, e l seminario y la presentación
de enfennos, como si sie mpre quisiera saber más sobre los misterios de la relación
transfere ncia!, el aná lisis interminab le, el "paso" o la identificación. Juega con las más
extremas post uras del tiempo , el espacio y el obj eto. Así, por ejemplo, es capaz de
tomar en aná lisis a un pacie nte que sig ue un trabajo de diván con otro terapeuta , u otro
paciente de quien co ntrola la práctica e n relación a un caso cuya práctica tamb ién
supervisa simu ltáneamente. Hace variar hasta el infinito la duración de las sesiones y
su espac iam iento en el tie mpo: de un minuto a una hora o de una sesió n por semana
a diez por d ía . Hay que hace r mover al ana lizando del sillón al diván y luego de una pieza
a la otra camb iando cada vez el cuadro simbólico de su palabra. Se diría que actúa sin
cesar contra su teoría, como para ponerla a prueba de sus fallas . Cuanto más denu ncia
la omnipotenc ia del yo, más afirma en la cura la preeminencia de su ego. Cuanto más
se burla de las utopías filantró picas, más ayuda a todos con sus consejos humanitarios .
De manera gene ral, la duració n de las sesiones tiende a acortarse y, cuando ése
no es el caso , el tiempo depe nde de la relación que se estab lece entre el maestro y el
analizando. Lacan siempre lleva prisa, como si la muerte le pisara los talones . No se
sienta en el sillón , ca mina arriba y abajo, da la espalda al pacie nte, come , bebe y ri a a
la vez q ue presta una fabulosa escucha a ciertos significante s del discurso . No analiza
la transferencia de sus pacientes respect o a él y, aunque intervie ne para darles
direct rices , los deja fabricar sus propias interpretaciones sobre su actitud . En conse -
cuencia , hace jugar permanenteme nte la "lib_ertad" de cada uno para servirlo, recha -
zarlo, quere rlo o proseguir realmente un anális is. A l final de su vida, estando enfermo,
sigue su práctica y se mues tra d esfalle~iente sin ocultar el estado de su cuerpo y de su
espíritu. A lgunos perciben sus ause ncias, otros no ven nada y conservan de él una
imagen flamígera. Otros aún lo acompañan en su agon ía con ternura y vio lencia.
Por lo que respecta al dinero , con el paso de los años Lacan se vuelve cada vez
más goloso. Pero si bien las exigencia~ so_n _amenudo exorbit~nt~s, nadie está obligado
a ceder . Tambíén en eso eie rce e l prmc1p10de la monarqu1a directa, la servidumb re
voluntaria O la experimentac ión. Por lo general Lacan sólo explota a los ricos o a los que

49
La Francia freudiana en todos sus estados

quieren dejarse expl otar . Se muestra diferente con cada paciente, siempre múltiple
siempre diversificado al compás de una escucha nunca 1dént1ca para todos. '
Convertido en jefe de escue la y maestro de l pensam iento, aho~a se enfrenta con
su "personaje ". Numerosos militantes, drogados, delincuent es o su 1c1dasvienen aé l en
busca de un padre o un salvador. No se niega '.3-las demandas de _e Uos y no rechaza
jamás su posición de "gran jefe ". Por el contrario, lo acepta Y perm1t1rá a una tracción
de la j uventud izquierd ista no hundirse en el terrorismo , la m~erte o la locura. Sólo una
vez lo atacarán físicamente. Como Charco! en la Sa lpiHnére y como Freud en la
soc iedad vienesa , a partir de 1969 se convierte en el doctor iconoc lasta de una sociedad
enferma de sus síntomas , sus costumbres y su modernidad, Y asume sus miserias y sus
esp lendo res. No hay duda de que a veces forma rá terapeutas que parecen más
me rcaderes que psicoana listas. Pero de darse el caso, no son numerosos y también
ex isten en las instituciones dirigidas de otra manera. La historia de las sociedades
psicoana líticas no se reduce jamás a la de sus minorías y, miráQdolo bien, la aventura
lacaniana es más interesante para la cultura que las de más experienc ias de la Francia
freudiana . A cont inuación presento algunos testimonios de la práctica de Lacan
posterior a 196497.

Francis Hofstein: "Empecé mi anál isis en 1964. Durante mis estud ios de medicina,
realizados en Estrasburgo, había leído a Freud , y eso me dio ganas de hacerme
analista. Además creía, con algo de ingenu idad , que la psiqu iatría y el psicoanálisis
eran la misma cosa. Cuando llegué a París, llamé por teléfono a la única persona que
conocía para co nseguir la direcc ión de un ana lista. Me dio la de Lacan, sin más
expl icaciones. Así que llamé a Lacan que me propuso una cita para ocho días más
tarde . Como sólo iba a queda rme tres días, le pedí que me recibiera antes. Aceptó y,
durante dos horas, le conté mi vida . Me escuchaba con mucha atención y me aconsejó
que viera tamb ién a otros analistas . Como yo no conocía otros, no hice nada y volví a
Estrasburgo. Cuando volví a París en enero de 1965, llamé de nuevo a Lacan y fui a
verlo , pero nuevamente me dijo que proba ra en otra parte . Me negué. Y como no
entendía por qué no se decidía a tomarme en anális is, insis tí y le pedi explicaciones:
se iba por las ramas y luego tenminó por ceder. Las sesiones duraban entre quince Y
treinta minutos y oon frecuenc ia me parec ían largas. Sólo una vez, al principio, me dejó
olvidado en la biblioteca y, cuando fina lmente fui a go lpear a la puerta de su escritorio,
estaba muy contrar iado y me regañó cas i por no haberme manifestado antes. Terminé
por organizarme yo mismo las citas para no esperar más. Sólo dos veces quiso mezclar
los géneros. Un día , le cuento una pelícu la y me pide que escriba lo que digo. L~ hice,
le entregué el manuscrito pero nunca me lo devolvió. Otra vez me negué , y le d11eque
cuando escribiera lo har ía para mi. Mucho más tarde, iba a ser yo quien le pidiera q~e
verif icara si, en un artícu lo que yo acababa de escribir sobre la música, no habia
empleado al revés alguno de sus conceptos. A la vez que me dice que la música no es
su fuerte, acepta , pero al recupe rar mi texto , compruebo que se equivocó en u~a
corrección . Lo llamo por teléfono , le leo lo que escr ibió y le digo lo que pienso: se ne
Y reconoc~ s_uerror . ?e mane ra general , tuve la impresión de hacer con él un análi~!
corriente. El mterven1a, puntuaba e interpretaba mis sueños . Nunca lo tomó a mal. 1
esfumaba ante mi palab_ray no obstacu lizaba el análisis. Descubrí que estaba e~i8y
momento de la publicación de los Escritos. Todo el mundo se puso a hablar de

50
La Escuela Freudiana de París: la reconquista
.
escuché cosas sobre su práctica que no correspond ían con lo que yo viv ía en el diván.
Le hablaba de eso y un día le conté una histor ia part icularmente venenosa sobre él. ' Eso
no es verdad' , dijo. Saqué ante él la conclusión de que había algo cierto en lo que se
decía. Cuando yo no ced ía sobre ciertas cosas , no insist ía. Era el ana lista quien estaba
presente y no el ¡e' de Lacan. Y se lo pod ía obligar a mantener su lugar de analista
cuando se salía de él. Es algo que aprendí con él. Como una técn ica. Eso y tener una
posición ana lítica distante de sí mismo . Cuando se me ocurría manejar conceptos de
Freud en mi cura, me daba su opinión. Pero jamás me propuso un contro l ni que fuera
a su seminario . Term iné mi análisis en 1972. Estaba menos presente, como si, como
analista, yo lo hubiera gastado. Me dejó part ir sin realmente retenerme •
Gérard Pommier:"Cuando me decid í a pedir le una cita a Jacques Lacan, pensaba
no obstante haber terminado mi anál isis. Ya había cerrado un recorr ido que creía
relativamente completo con Raymonde Bargues, que era miembro de la EFP pero yo
entonces no lo sabía. Estaba terminando mi CES de psiquiatría. Había conseguido los
Escritos, claro está, pero el est ilo de los textos me parecía oscuro . Y luego un día, a
despecho de la ant ipsiquiatrfami litanteque tenía en aquella época, fui ala presentación
de enfe rmos de Sa inte-Anne. La presenc ia de Lacan, su esti lo, me imp resionaron
mucho . Fui a su seminar io y luego le pedí una cita . En aquel momento yo estaba en
control con Piera Au lagn ier, y los problemas que podía encontrar con los pacientes me
hicieron pensa r que debía ins istir en mi prop io análisis .
Cuando lo pienso de nuevo, sigo sorprend ido por la diferenc ia que percib í entre el
hombre público, orado r brillante y algo distante , y el analista, el hombre tan próximo que
se dirigía de manera tan individua lizada, casi violenta al que ven ía a verlo, y descubría,
en la apa rienc ia misma, el punto de apoyo de la transferenc ia: '¿Sabe -me dice en una
de las primeras ent revistas- sabe que se parece al Galo herido?' Esta proximidad era
también lo que permitía hab larle, quiero decir que este compromiso, este apego lo
exponía a él mismo, lo ponía al descub ierto . Por ejemplo, él no estaba a salvo de actos
fallidos como el de dar me en dos oportunidades cita a una hora en la que era notorio
que iba a estar en otra parte, sin perju icio de env iarme un telegra ma a la hora siguiente
o exclamar por teléfono : 'Pero ¡dónde diablos tengo la cabeza!'
Fui así durante varios meses y proseguí esas entrevistas que me parecían muy
largas, de una largura morta l y de una lentitud que contrastó con lo que se produ jo
cuando cornenzó el aná lisis propiamente dicho. Que las sesiones eran cortas es poco
dec ir, eran fu lgurantes, algunas veces no más de un minuto . Recuerdo que n1e suced ió
tener que conta r en tres ses iones un solo sueño, especialmente importante, y que
t rabajé con una intens idad que sin duda no hubiera permitido una ses ión llamada
corriente. Había allí una expe riencia implacable que daba a la tarea analizan te una
extensión que repercutía en toda la existencia. Me enseñó sin duda, para mi prop ia
práctica, que el tiempo es sólo una variable de la transferenc ia, cuya duración por tanto
no puede dec idirse. Y que, por cons iguiente, exige que el analista corra un riesgo
respecto a ella. Lo peo r era quizá que con esa intens idad . ocasionada por la forn1a,ten ía
la sensación de que lo que decía no era escuchado, que hab laba a un sordo n1uy
ocupado en esc ribir, leer o cortar rodajas de pan. Y luego. de repente, a propósito de
un detalle incongruente, murmurado apenas, venían algunas palabras allí donde no las
esperaba en absoluto, palabras que volvían de muy lejos, por ejemplo condensando
una frase pronunciada sin prestarle mucha atención durante las entrevistas prelimina res:
'Es el odio a la mujer maternal' , palab ras que bruscamente se ubicaban en relación a

51
.
La Francia freudiana en lodos sus
estados

un síntoma que aparentemente no tenia nada q~e _ver, Y_quedaba revelado de golpe
En 1974• aprovechando una sesión en ta que tenia 1ntenc1ones
· á t·
de decir que el anál' . ·
IS1s
verdaderamente me alcanzaba para orientarme en m1 pr _c1cay. que no me Podic1
imaginar qué podría agregar un control, Laca~ no me deJó terminar la frase y me
anunció que, por supuesto, el control comen~ana la semana ~1gu1ente. Así fue 061110
comenzó con él ese tipo de trabajo , que deb1adurar hasta ¡uho de 1981. Hacia 1978
pensaba entrar en el procedimiento llamado d_et 'pase', pero lltu~eaba ..Un día, cuand¿
le estaba hablando de otra cosa, de un sueno referido a m1h1¡a nacida hacia poco
describía una secuencia en la que debla pasar una pu_e0ª· Basándose en est~
secuencia, que sólo con posterioridad probó ser pertinente, 1nic1é esa experiencia. Ese
nuevo trabajo duró mucho tiempo, dos años, y puedo afirmar que aporta un materia l
irremplazable para un anatista. El jurado que iba a deliberar sobre mi trabajoteniaque
reunirse el 8 de enero de 1980. La disolución de la Escuela se produjo et 5."

Antoinette Fouque: "Antes de 1968, quería hacer un análisis con Lacan. Eralectora
de Seuil y había leído a Lacan antes que a Freud. Era la pasión por el análisis. Luego
vino Psychanalyserde Serge Leclaire. Allí había técnica, cosas concretas. Finalmente,
Franc;ois Wahl me aconsejó a René Tostain. Era un excelente analista, pero no lo que
yo quería. No encontraba allí mi transferencia con Lacan de modo que a principios de
1969fui a vera Lacan. Por teléfono me dijo: '¿Quién es usted?' Le contesté que notenía
la recomendaciónde nadie y le expliqué cuáles eran mis actividades. 'Venga mañana',
dijo. Estuve doce minutos. Luego seguí yendo durante cinco años, a veces con
regularidad, a veces no. Las sesiones no duraban jamás más de un cuarto de horay
no eran fijas. Desde el momento en que uno se encontraba en el campo de su mirada

o escucha era todo suyo. El lo llevaba, lo sostenía. No reclutaba, sino que impulsaba
a trabajar. Nunca intervino con respecto a mi enfermedad orgánica y no tuve que
presentarle las pruebas, pero sin este análisis hubiera quedado paralitica antes. Lacan
no cedía a ninguna ideología y me permitió no ceder a la ilusión feminista. Me libróde
la idea de que una mujer no puede ser sino un hombre fallado. Permitía criticar a Sartre
y Beauvoir . Le preguntaba sin cesar por qué decía que la que no existía tenia que
volverse histérica y por qué hacía lo real posible en la vida a ta vez que enunciabaque
to real es lo imposible. Le decía también: 'Usted dice que la histérica busca a un hombre
que sepa hacer el amor, pero eso no existe, así que sólo puede ser una mujer', y 'Para
usted el falo hace tropezar. Una vez que se afloja y que usted pierde todo el semen¿qué
es lo que pasa, de eso no está enterado?' Lacan soltaba la risa. A veces aprobabaY
a veces no estaba de acuerdo. Pero estoy segura de que cambió su relación con ta
histeria a partir de la pregunta del MLF. Paralelamente, yo hacia un tramo con Luc:€
lrigaray. Lacan lo sabia. Yo quería hacer la investigación de las parejas fantasmáticas
ligadasa la infancia. Un dfa llegúe muy agresiva a la sesión. con un cuchillito escondido,
Yno dejé mi capa en el perchero como de costumbre. Lacan apenas me vio me atr<1JO
hacia él Yme dijo: 'Nose s:1c61acapa, pasa algo ... ' Me la quitó y fue él mismo a colgarla
Después, le d1¡eque habra escondido el cuchillito. Tomó sobre sí toda la agresividad.
Detuve el análisis en 1975 Se estaba quedando sordo. arrastraba la pierna Y 19
empezaban a interesar sobre todo sus cubos y sus cuerditas. Por mi parte, mt:!costaba
cam~n~ por los adoquines del patio y subir las escaleras. De 1978 a 1982, hice un
análisis ~n Befa Grunberger. No quería terminar mi vida analítica sin probar un diván
no lacamano. En la casa habla olor a albahaca, humor, sabiduría y ortodoxia.

52
La Escuela Freudiana de Parfs : la reconquista

Grunbe rgerera muy misógino y las sesiones cronometradas. Jamás expresó host ilidad
alguna con respecto a Lacan. Me ayudó a desp render me de mi transferenc ia a Lacan
y sin od io me perm itió comprender por dónde corría el lacanismo . Lacan era mi abuelo
que se llamaba Jacques, y Grunberger mi analista freudiano Mi padre se llamaba
Alexis Grugnardi Y era pastor• Cuando leí Las bucólicas, por el bello Alexis se me había
planteado la pregunta acerca de la homosexualidad de mi padre . Fui a ver a Grunberger
Y le dije : 'Mi padre se llamaba Alexis, usted es Bela el bello Alexis , usted es 'Grü n' y usted
es Berger, así que es usted '. Se rió y dijo: 'Yo también soy pastor '."

Rotand Castro: "Empecé mi anál isis con Lacan en 1972 después de la disolución
de Vive fa révolution . Yo era un jefe político y quer ía ver a un jefe. Brassens y Ferré
habían enve jec ido y Pompidou estaba en el poder. Godard estaba afásico y Sartre
había fallado . Estaba fasc inado por mayo del 68 y por lo tanto era ineficaz. En este
ent reve ro, só lo Lacan seguía pensando . Era snob, avaro y mundano, pero pensaba .
'Aguardo pero no espero nada' -había dicho- y : 'La revolución se hace para mantener
el orden. ' El concepto de proletar iado se derrumbaba y Lacan era una verdad que se
mantenía a flo te. A fines de 197 1, el mov imiento declinaba y se radicalizaba. Se
planteaba la cuestión de fo rzar al dest ino, la cuestión del terrorismo. El discurso de
Lacan, que andaba por ah í, me tiró un salvavidas. Era la droga, el diván o el su icidio ;
el cinismo todav ía no. Me precipité sobre el ídolo, y luego fui progres ivamente
laicizando mi relación con el pensam iento de Lacan. Cuando fui a su casa me había
drogado con LSD. En la primera sesión me dijo: 'No llegaremos en una sola vez.' Yo
estaba comp letamente loco. Había dejado la arqu itectura y quería reanudarla. Uno de
los primeros descubrimientos fue que el análisis excluye al artista. El prec io de las
sesiones era astronóm ico. Protesté pero acabé por pagar . Lacan hacía intervenciones
sobre palabras y lo que decía daba como para pasar la noche . No tuve tiempo de hacer
un análisis 'pipí-caca-popó ', pero con Lacan era una clase de filosofía , una vuelta por
un saber que yo me prohibía. Dejé de querer suic idarme todos los días y de sent irme
mal. Tuve la sensación de una esp iral con retorno a la casilla de partida pero en un punto
más alto. Soporté que Lacan anduviera mal, y cuando murió Heidegger le dije que hab ía
perdido a su último interlocuto r. Sabía que lo había llevado a trescientos kilómetros por
hora. Interrumpí porque estaba harto de pagar e hice un tramo más adípico con una
mujer laca niana en el que pude hablar de culo y papá-mamá."

Daniele Arnoux:"Empecé mi análisis con Lacan en octubre de 1968, impulsada por


un feliz encuentro en los 'anfis ' de mayo. Ignorando quién era Lacan, había introducido
en el IMP donde acababa de ser contratada como psicóloga, un equipo entusiasta de
jóvenes p~icoanalistas que querían fundar un hospital diurno. No tardé en descubr ir que
el hálito que los animaba provenía de alguien a quien llamaban entre ellos "Dios padre".
Todos estaban en análisis con ~l. Abandonando entonces una psicoterapi a que •n e
dejaba avergonzada y angustiada, d_~cidía mi vez ir, pensando que vale más dirigirse
a Dios que a sus santos. Lacan se no mucho de e_so.Desde las_pnmeras entrev istas
sentí una gran confianza. Me manifestaba un vivo interés que quitaba toda vergüenza
a mis rarezas . Me decía un diagnóstico , formulaba un pronóst ico, que me perm itía
rápidamente encontrar de nuevo la cuota de narcisismo necesaria para amar. Cuando

'berger (N. de la T.)

53
1
La Francia freudiana en todos sus est
ados

al cabo de algunas sesiones me anunc ió un precio exorbitante -todo lo qu~ yoteníapara


vivir durante un mes- me deshice en lágrimas . Entonces me preguntó cu~nto pensaba
poder dar y fij ó un precio por sesión más elevado que el_q_ue yo proponi~. Yo estaba
dispuesta a hacer lo imposible. ¿Fue para eni ugar el déficit la ps1coterap1a por lo que
me dejó ca ra a cara hasta enero y un día, en el umbral de la puerta, me dijo
enigmáticamente : ' ¿Está usted en el umbra l?' .. . Ahora me da _risa . Tuve la sensación
e!
de que las sesiones eran má~ cortas , u~a vez ~n diván, Y ~1empre sorprendida del
momento en que las suspend1a con un: Eso es, o Mu_ylindo, o con un gran suspiro:
'Es asi '. Allí toda la constr ucción se derrumbaba y me invitaba a pasar a otra cosa. 0
bien: 'Excelente', 0 si no repet ia una palab ra que yo acababa de decir y que de pronto
se ponía a espejear en otros contextos inadvertidos. Una muy sutil observación de su
parte desencadenaba un trabajo de elaborac ión propu lsado en todos los sentidos.
Salia maravillada, perplej a, asombrada, riendo , llorando , hablando sola en voz alta. A
veces me cruzaba en la calle de Lille con otros analizandos e intercamb iábamos
palabras amables , fragmentos de cura, en una frate rnidad ambigua . Desde 1970, los
síntomas que me habían llevado hasta él habían desaparecido y pedí ser miembro de
su escuela. A parJir de 1977, iba a casa de Lacan todo s los días. Con frecuencia me
hacía repetir lo que yo decía. Yo repetía de otra manera y me parecia que mi confianza
ya no iba a Lacan sino al análisis. ¿Se estaba quedando sordo? 'Habla usted tan
suavemente ', decía. Luego, en una sesión que tuvo lugar en 1978, me pidió el número
de teléfono de mi marido. Muy sorprendida, le dije: '¿Qué ma rido? ' Entonces Lacan
pronunció el nombre de otra perso na. Le dije mi nombre apáticamente . Furiosa y
deso rientada, en la sesión siguiente lo interrogué con violenc ia. Había caído de su
pedestal y me arrastraba en su caída . Se excusó cortésmente con un: 'No sé por qué',
que me ponía ante un Lacan falible, sometido al inconsciente. ¡Felix culpa! Yo sopor-
taba el no estar ya ante Dios padre pero sabia que la transferencia aún nos unía. El 30
de octubre de 1979 , yo estaba bien y ya no te nia razón de ir. Se lo dije. 'En ese caso,
no venga más' dijo. Me entristec ía deja rlo y se lo dije . 'En ese caso, vuelva mañana' dijo.
Cuando le estaba diciendo que no, recibí una bofetada mag istral. Sabía que no volvería
nunca más . ¿No había encontrado más que eso para hacerme ir? Exper imentaba un
extraño sentimiento de respeto, un peso de la rea lidad que me hacía hacer el duelo de
su persona. Después empecé a trabajar en sus textos ."

Jean-Michel Ribettes: "Desde 1968, a la edad de diecisiete años, militaba en la


ultraizquie rda. Había empezado a leer a Lacan en el liceo a causa de un profesor
maoista , miembro del PCMLF. Formé parte de la primera generación de los grupos
autónomos, cuya orientación se situaba en la onda situacion ista: radicalismo , estatismo,
provocación, activismo suicida ... Nos habíamos fijado como cons ignas el tomar en
cuenta el deseo en la vida cotidiana, compartir el lujo con las masas , vivir intensamente,
imp~ner la_guerrilla urbana, romper todo ... Por ejemplo, hacíamos degenerar las
mamfest~aones en robo de armerías. Con arrogancia y fanatismo decíamos ser la
van~uardia del mundo nuevo. Nuestros enemigos directos eran los ·policías de
izquierda', co~unistas stalinistas, maoístas , trotskistas, y especialmente los agentes
del orde_n.Aspirábamos a la clandestinidad revo lucionaria e induso habíamos esconciido
unos ~,embros de la Fracción Ejército Rojo. Pero como en Francia el terrorismo no
prendió, algunos de los que me rodeaban pronto derivaron hacia los delitos comunes.
robos con agravantes, ataques a mano armada. En realidad, mi única línea política era

54
La Escuela Freudiana de París: fa reconquista

el estat ismo de la provocac ión: lo que me d ivertía era encontrarme al día sigu iente en
la primera página de los d iarios, con una fotografía de nuestra última 'acci.ón'. En 1973,
sufrí un grave accidente de automóvi l. No podía cam inar y yo sab I a que no iba a soportar
esa discapacítac ión. Desde entonces no pensaba más que en el suicidio , cuando se
impuso la idea de que Lacan era la única persona con la que pod ía hablar. Tenía que
hablar con un persona je histórico que respo ndiera a la dimens ió n histérica del
izquierd ismo. El poder simbólico de este hombre ·contrarrestaba el carácter mortífe ro
del izquierd ismo. le escrib í una larga carta : ten ía que escucharme, era vita l. Lacan me
recibió inmediatamen te, sin de mora . La primera vez que fui a verlo, todavía no podía
mantenerme en pie. Le comun iqué la idea que ya tenía de hacerme analista. Durante
una hora habló poco, pero hizo notar una fobia q ue yo tenía, dicie ndo: 'Es un hecho: los
animales • que llevan su nombre no le hacen gracia.' Me interrogaba haciéndo me
repetir deliberadamente mis frases varias veces. Durante algunas semanas, me hizo
litera lmente gritar mi pedido de análisis, como si tuv iera q ue encontrar allí mi tono de
las AG izquierdistas . Es cierto que Lacan nunca me hizo paga r sumas exorbitantes : me
hacía dar voz y poco dinero. Por supuesto, progresivamente me dejó ir recupe rando el
tono de confidencia . 1ba dos o tres veces por semana a su casa, a la hora que yo elegía
el día mismo. De hech o , había tomado la costumbre de ir tarde en la noche y, durante
varios años , fui e l último paciente del día . Las sesiones duraban entre un minuto y una
hora, co n un promed io de diez minutos. Podía habla r sentado o incluso de pie . Cuando
estaba en su escr itorio, Lacan me daba la espalda y leía, escribía, cos ía fajos de billetes
con grapas o hacía nud os borromeanos. Era capaz de cambia r bruscamente de marco
simbó lico. Por ejem plo, hablába mos de un problema editorial o universi tario. Luego,
con una palabra , pasaba a la sesió n: 'Ahora, voy a escucharlo.' Le hab laba de mis
am igos : suic idados , psicóticos o presos comunes, resultado de nuestra fascinac ión por
el terrorismo. Al permitirme elevar mi actividad política al rango de mater ial analí tico y
por lo tanto def inirla en tér minos de patología, me alentó mucho a cortar muy rápido los
lazos co n ese cap ítulo. Hay que d ecir, de manera más general, q ue la impacie ncia de
Lacan y la violencia de sus sesio nes cortas favorec ían el progreso del discu rso . Lacan
no vac ilaba e n suspe nde r definitiva mente la narració n de un sueño en un sign if icante,
disc utir una asoc ia ción 'libre', rectificar una falta de gramática -por ser esta exigenc ia
de 'deci r bien ' q ue se deduce de una ética del psicoanál isis tan est imulante como la
pasión por la verdad que induce esta concepción de la cura-. Lacan tampoco vac ilaba
en hablar conm igo cuando nos encon trábamos en alguna velada o en casa de a migos.
As í como no t ibubeó en asist ir -sin avisar- a la defensa de mi tes is dirigida por Julia
Kristeva. Lo que había sido tanto más inesperado cuanto que la defensa se prod ucía
en un momento en que él por lo general recibía muchos pacientes. Cuando le dije que
su presencia me había co mplacido mucho, me respond ió : '¡ Por eso fue que lo hice! '
Sie mpre pensé que , en mi caso , esos encuentros fuera del marco ana lítico eran muy
positivos para mi aná lisis. Mi ruptura oon el izq uierdismo se real izó en tres etapas:
primero el sentimiento de haber me salvado por un pelo, luego el aná lisis de su resorte
neurótico , y por último la puesta en evidenc ia del fantasma en base al cual se había
sostenido mi act ivismo. En cuanto a las sesiones cortas, puedo distingu ir tres moda-
lidades. La primera, cuyo obje tivo es la verdad del síntoma, hace un corte interpret~tivo
prop iamente dicho . La segunda regulada basándose en el goce (el objeto fuera del

• bétes, se pronuncia igual que el final del apellido Ribettes (N. de la T .}

SS
.
La Francía freudiana en todos sus est
ªdos

. ·i·c te) decepciona el discurso facilitando un acceso a la causa del dese


signi I an , ·1· t ente 1
(Durante los últimos años, Lacan conceb1amani ies am . a cura como una expe:
°
riencia límite tendente a hacer entrar en el marco_de la sesión lo rea!, lo imposiblede
significar, lo fuera de sentido, de ahí un tipo de sesiones más cortas aun, en las queera
menos importante interpretar el significante que de hacer surgir el obJeto q~e 'ex-siste'
al significante.) La tercera, a cargo del analizando, que e~ cuanto a m1sefiala un
resultado positivo: varios meses de anáhs1s que yo recog,a en una sola frase, un
enunciado fulgurante'.

Colette Soler: "Siempre me interesaron los testin1onios de los analizandos. Esun


hecho que les gusta hablar de su analista, si no de su análi_si s, Y siempre resulta muy
instructivo. Pero a la larga me di cuenta de que eso nunca dice nada de la prácticaque
está en juego, a menos que se esté ya informado por otra parte. H~y una razónde
estructura: sucedeque el testimonio ·Y más aún cuando no es espontaneo-testimonia
únicamente de aquel a quien se dirige el que habla. Quiérase o no, no se sale del
registro apologético, que siempre es autoapología, especialmente cuando va a la
contraapología. Si se trata de dar una idea de la práctica de Jacques Lacan a lo quese
llama el público, el testimonio no es la vía correcta y es por eso por lo que le neguéel
mío En vez de eso, si usted acepta, le propongo dos observaciones. Está el hechode
que esta práctica de Lacan ha dado que hablar La honorabilidad finge alterarse, pero
¿es de extrafiar? Hay que tomar las cosas de atrás para adelante. Un psicoanálisisse
emplea para transformar, mediante la palabra, a un sujeto que lo solicita, en general
porqueestá sufriendo. Que tenga éxito implica que se escuche hablar de ello. Cuando
una práctica analítica no levanta polvareda, como se dice, el silencio refrenda, no lo
serio, sino los límites del efecto. Y de hecho, sobre Freud sí se hablaba. Sobre Mélanie
Klein también. Está bien claro que la IPA empezó a impugnar a Lacan cuandose
enteraron de lo que se decía acerca de los efectos de transferencias inéditas. Ahora
bien, sin esos efectos no hay psicoanálisis. ¿Adónde apunta esto, me dirá usted?A lo
que es notorio sin los secretosdel diván: nadie como Lacan ha formado tantosanalistas,
y tan diversos,tan poco conformes a un modelo. Su libro lo hará saber, supongo. Por
todos los sitios por donde pasó Lacan -especialmente en Francia- hay un lugar al que
puederecurrire_lsujetoque padece por su particularidad, ese sujeto que una civilización
hecha de c1enc1aanula cada ~ez más. Este hecho si habla de la práctica de Jacques
Lacan. ~ero se qu1e~esaber como hacía.Y bueno que lo lean, allí está todo; no respecto
a su penc1a,_qu~ es intransmisible,sino a los principios de su acción. co mo en la fábula
de La Fontame, adentrose esconde un tesoro'. Sólo que, también es este caso,no hay
forma de apropiárselo sin poner algo de empeño·.

La república freudianafundada por Lacan se parece a la s:ociedad vienesaoriginal.


pero_se aseme¡a sobre todo a una gran mezcla de monarquía directa y democracic1
at_e~iense. s, bien el monarca detenta todos los poderes, se rodea de un círculo ele
iniciados para definir un programa de salvamento y reconquista: el rey Arturo y 10s
caballeros ~e 1~ M_esaRedonda. Sin embargo, Lacan no es judio, ni el fundador cJel
pSicoanáhsis,ni el Jefe de una sociedad reducida a algunos miembros. Reúne en torno
suyo centenares de pers_onas Y.ªtal efecto moviliza menos el espíritu de ghetto que105
recuerdos de una trad1c1ón antigua, católica y surrealista. Antigua, porque la palabra

56
La [:scuela Freudiana de París: la reconquista

"escueta• remite a la filosofía aristotélica , y catól ica porque la EFP está organizada
como un monaster io, surrealista en la medida en que el grupo deb e agitar ideas nuevas.
En todos los nive les de j erarqu ía, los sujetos lacanianos están llamados, por una
transferencia de trabaío,a elevars e hacia la cima del ps icoanál isis puro. Cada miembro
de la EFP es militante de una caus a y representante de una política f reud iana del
inconsciente . Puede también encontrar en su grupo los significantes de su historia y de
su identidad Los cristianos encuentran al!Junas prácticas de ejerc icios espiritua les, los
marxistas la estruc tura ce lular de un partido y la obediencia a una doctrina, los médicos
una reva lorización de la clínica, los ateos una cienc ia, los jud íos una diáspora o una
tradición talmúd ica de l estud io de los textos, los extranjeros un antie tnocent rismo , los
franceses una francesidad gaulliana y los libertar ios el hálito de una protesta . En este
sent ido , la EFP es una escuela de su época: respon de a todas las ambic iones de
identidad de l escenario intelectua l de los años sesenta -setenta.
Lacan escr ibió el acta de fundac ión antes de l discurso del 21 de j unio, con Lecla ire,
pero es durante el verano cuando organ iza las estructuras de la EFP. Muy rápidament e
redacta una Nota Adjunta en la que define la noción de psicoanális is didáctico , y un
Preámbulo en el que anuncia que ha guardado reserva sobre el nombre del nuevo
grupo. La EFP conserva su sigla, pero en vez de llamarse Escuela Francesa de
Psicoaná lisis, to ma el nombre de Escuela Freudiana de París: "Pasemos el lugar -
escr ibe Lacan - del que recoge mos no sin razón de hacerlo, con el escudo de origen ,
el desafío que lo lleva, ya saludado por Freud: la Escuela se afirma primero freudiana
porque -si hay una ve rdad que sin duda se soporta con una presenc ia paciente en
reiterarla , pe ro que por este efecto se conv irtió en conciencia corno del área francesa -
el mensa je freudiano supera de lejos, en su radica lidad, el uso que de él hacen los
prácticos de obedienc ia anglófona9s.'
El primer titulo era inadecuado y encerra ba demasiadas similitudes con la difunta
Sociedad Francesa de Psicoaná lisis. Hemos visto que la sigla SFP había sido escog ida
más o menos conscientemente con la finalidad de favorecer a la provincia contra París
y la identidad "nacional ' contra la internacional. Sabemos también que una sociedad
perteneciente a la IPA no se :lamó jamás "escuela" y nunca osó reivind icar el nombre
de Freud puesto que la IPA misma es una creación del padre fundador. Pero los
térm inos "sociedad" o "asociac ión" son térm inos tipo que remiten menos a una doctrina
que a un orden inst ituciona l y convienen más a grupos de notables que a un modo de
formación psicoana lítica.
Así pues, al inventar el nombre de Escuela Freudiana de París, Lacan expresa en
u:1adenominación ju rídica su ruptura doctrinal con ta IPA. No sólo osa titular'1reud iana"
una soc iedad que se convierte en "escue la", ratificando asi el principio de su relevo
barroco , sino que retoma -una go londrina no hace verano- a los orígenes de la historia
francesa del ps icoaná lisis. No juega exactamente París contra la provincia, sino el exil io
centralizador contra la frances idad fede rativa: 1926 contra 1953. El primer grupo
francés que Freud reconoc ió había reivind icado Paris como lugar originario de su
existencia legal. Fundado por un alsac iano de lengua alemana, aquel grupo era muy
poco "francés": judíos emigrados, suizos , una princesa de Grecia y un mau rrasiano tan
"francés" que fue vencido por esta misma francesidad. Conocemos el destino de esa
palabra en el destino '1rancés" del psicoanál isis. El París de 1964 que Lacan reivindica
es el Paris de 1926, el lugar de los pioneros, la ciudad de los surrea listas , el asilo de
la novela de juventud. En la calle de Lille, Lacan organiza una nueva diáspora: la EFP

57
La Francia treudiana en todos sus estados

. . dora como la primera sociedad vienesa,


es cosmopolita como la pnmera SPP , innov~·a Por su deno n1inac ión de "freudiana ' ,
1
"ex ilada" como todos los grupos de vanguar . te ue no tiene patria ni f rontera, pero
1
reactiva el carácte_runiver~alista del inct:i :; ia:1avanzadas de la modern idad . Así,
pertenece a una ciudad , _s,mbolo ella;.\! Mitteleuropa trente al imper io angloamerica -
el París de Lacan es la Viena de Freu ·éf del relevo contra el pragmatismo de la
no, la diáspora en la frances1dad, la ,ca
superación. Lacan redacta unos estatu tos muy simples,
Después de lo~ textos ane:~!~iones regidas por la ley de 1901 Son los más
conformes al pnnetpio de las aso del psicoanál isis: una sola categoría de miembros,
democrát icos de lah 1stona franc~sa d h de voto idéntico para cada uno . De
. . d I CA r sufragio universal, erec o
~:~~º:e
q
! 1"rey~~e entrada se arriesga a ser destit~ id? por su pueblo. Un miembro
- lo d·ferente del de su vecino pero, JUnd1camente , cada uno tiene el
Puede tener un 1I1u 1 ' d 1 · 1·1 · · p 1
· d
mismo derecho e ,sea z ,· 1·
1 ac·i
ó n por elección sobre la rnarcha
. e
. · a 1
ns I uc1on. ara e
él
rimer año, Lacan nombra un Consejo de Adm inistrac1~n presidido por Y compuesto
por ersonalidades no analistas: Jean Piel, Héléne Grat,ot-Alphand~ryy la Sra: Dreyfus
fex ~sposa de Claude Lévi-Strauss). El Consejo debe desempenar la _gest,?n de la
Escuela hasta la reunión de la asamblea genera l que tend rá luga r un ano m~s tarde.
El 25 de setiembre, Lacan deposita los estatutos en la Prefectu ra de Pans. habrá
necesitado tres meses para culminar su obra de legislador. .
Desde fines del mes de agosto, envía a Henri Ey sus textos fundado re_sY le pide
que se adhiera a la EFP para apoyar su programa de reconquista. Este toma
conocimiento de los documentos y redacta una larga carta en la q ue rechaza la
Y.
propuesta de adhesión, rinde homenaje al coraje de su viejo camarada profetiza el
futuro de la empresa, poco conforme con su propio proyecto de renovac,on del saber
médico: "Aplaudo esta fundació n -escribe- sensible como soy al inmenso esfue rzo Yal
gran coraje intelectual de los que eres ejemp lo. Pero no aplaudo sin reservas, pues me
pregunto -como lo hago en voz alta ante tí- si por no romper radica lmente con la
aventura del psicoanálisis laico, no vas a meterte en un avispero. Temo que no puedas,
en el estado actual de las cosas y la gente, garantizar la libertad de pensam iento, de
práctica y de crítica a un psicoanálisis que, para escapar al feudo médico, no puede
encontrar otra solución que constituir otro . En mi opin ión habría que cortar el nudo
gordiano con el que Freud acollaró su obra y que la ha asfixiado . El psicoaná lisis no
puede entenderse sino por lo que ha sido originariamente y lo que es en el fondo: un
método de psicoterapia para liberar al hombre encadenado a l discuro del otro . Todo el
asunto consiste en saber cómo pueden y deben integrarse la formación y el arte del
psicoanalista a las normas de la medicina; de la medicina siempre y cuando ésta no
consista solamente en la intervención quirúrgica o la prescripción de med icame ntos. S1
hubieras pedido mi consejo antes de decidirte a funda r esta escuela, el afecto que te
profeso te habría disuadido de-hacer lo, pues en la medida que una escue la es un
maestro, la Uen.es y no pr~~isas _nada más. ¿Qué vas a ganar con fundar una escuela
sobre bases 1und 1co-adm1nistrat1vas fatalmente precarias, cuando tu escuela existe en
su más radiante realidad? Una escuela se constituye cuando un maestro enseña
libremente a alumnos libres. Una escuela no es una institución; no se funda sobre su
oficialidad sino sobre el prestigio de su maestro[ ... ]. En cuanto a la colaboración que
me has solicitado, la forma, el marco, la organizac ión de lo que intentas estab lecer.
apenas me permiten ver claro respecto al lugar que yo podría ocupar. Sólo podría

58
La Escuela Freudiana de París: la reconquista

enca rar la cosa e n el caso de q ue enca ráramos j untos la cons titución de un organismo
de reflexió n de to dos los prob le mas p lanteados por el psicoaná lisis, lo suf iciente mente
heterogéneo com o para que pueda e ntablarse una verdade ra discus ión."
Leye ndo e sta carta , el histor iador no puede evita r pensar que la comis ión T urquet
hubiera tenido que inte rrogar a Henri Ey para sabe r de qué se compone la pos ición de
maest ro .
Lacan no tiene en cuenta la adve rten .ia de su amigo. Buscando apoyos por todas
partes, se dirige hac ia la SPP y so licita a Bela Grunberger, alto dignata rio ortodoxo , q ue
particip: en la creació n de su esc uela . J udío húngaro de origen, éste abandonó
Trans ílvania en 19 18 cuando ésta fue anex ionada a Rumanía, luego huyó del nazismo
a t ravés de Suiza antes de llegar en 1939 a Francia, donde recibió su fo rmación en el
diván de Nacht. Du rante la ocupación, vivió en Lyon con documen tos fa lsos y pasó a
menudo por de lante del f uerte de Monluc, tristemen te célebre. Cuando Lacan le pide
que se una a él, Grunberger está en conflicto con Nacht a quien le repro cha el
autor ita ris mo. Pero pese a ésto , no tiene muc has ganas de participar en esta aven tura
y rechaza la propuesta i oo. Por lo demá s , Lacan no cons igue obte ner el menor apoyo
por ese lado . En 1964, su enseña nza es reconocida por nume rosos miembros de la
SPP, pero su escue la no atrae a ninguno de los dignata rios que, para segu irlo, se verían
obligados a irse de la IPA. Así que el maestro está solo con sus compañe ros de camino
y los rec ién llegados de c uarta generación. Por ello es por lo que cuenta mucho con los
no ana listas q ue nunca tuvieron que afrontar las cr isis de las sociedades.
Para romper con la j erarquía habitua l de las instituciones psicoanalíticas, Lacan
redactó un reglamento interno que define prolijamente los grados y modos de perte-
nencia. Quedan sup rimidas las catego rías de afiliados, asoc iados, titulares y cursillistas,
así como las diversas comis iones, en beneficio de una estructura compleja de tres
nive les que ref lej a las aspi racio nes culturales del movimiento y remite al carácter
ternar io de la doctrina. El simple miem ,,rc-de la EFP, o ME, es el equivalente del alumno
para las demás socieda des . Puede ser analista o analizando, pero también puede no
ser lo uno ni lo otro . Esta es l.¼primera innovació n de la EFP en la que son admitidos
como miembro s con pleno d ·recho los alumnos o personas ajenas a la corporació n.
Para ser miembro, hay que hacer una visita a Lacan y pasar ante una comisión de
enlace llamada •car do" (en lati n, clav ija de articulación). Si el candidato es aceptado ,
en ningún caso se lo reconooe como anal ista, cualquiera sea su actividad profesional.
Pero tiene derecho de voto y se compromete por un contrato de tra bajo con la Escuela
participando en un cartel. Este térmi no designa la célula de base de la EFP. Compre nde
tres m iembros como m inimo y cinco como máximo y se agrega un más uno encarga do
de dirigir los deba tes y seleccionar los temas de !rabajo. .
Al lado de la simple calidad de ME, hay dos t1tulos reservados a los miembros de
la EFP reconocidos como analistas : analista miembro de la Escuela o AM E, y analista
de la Escuela , o AE . Aqu í Lacan opera una segunda ruptura con la organizac ión
tradicional. Anula lisa y llanamen te la distinción entre el análisis llamado "didácti co· y
el anális is llamado "terapéutico·, salvando así la noción de análisis personal. En efecto ,
la obtención de los títulos de AE y AME no se deriva, como en las otras sociedades , de
un paso obligado ante una comisión de preselección . Cada miembro tiene derec ho a
iniciar una cura con el analista que prefiera y ninguna comisión tiene por qué conoce r
ese contrato que se mantiene privado. En la EFP, no existe ninguna "lista• d e titulares
que se enca rguen de la orientación preselectiva . El miembro que quiera obtener el tftulo

59
1
La Francia freudiana en todos sus estados

de AME , que otorga el reconoc imiento de su competenc ia profesi~nal , lo solicita por sí


m ismo . Cualquiera sea el grado de su analista , puede _obtener 81t itulo prese ntando su
81 nd1
candidatura ante un jurado de recepción.An!e dicho ¡urado, _cª dato su~; nbe un
. n la Escuelaq uet1eneporob ¡etosohc 1tarunacura referida
nuevo con t ra t o d e t ra b c\lºco . .
a un tercero · (control). Esta implica que el su¡eto autonza en _ ese momentoYsólo enese
. das personas elegidas por él estudien en secreto su situación
momento que d et ermma . . · d d · ·
Elige tres miembros de los cinco que van a const 1tu1 r su ¡ura o e recepción, al que
automá ticamen te se agrega n el director de la EFP (L~can) Y el anall_S t a. En caso de ser
·b t't de AME Después de un numero no definido de controles el
acep t a d o, rec1 e e I I u Io ·. . . . ¡ •
AME tiene derecho a solicitar su t1tulandad , es dec ir su_acceso a 1t _tu 1o de AE. En ese
caso, las personas que hayan participado en su formac ión se cons~1tuyen en jurado de
aceptación bajo la presidencia de Lacan y le otorgan o no el titu lo reclamado. Al
convertirse en AE, el AME se incorporaa la Escuela. . . .
Si bien el cardo y los jurados constituyen las estruc tur as 1nst 1tuc1onales de la EFP,
ésta está dirigida por Lacan que mantiene con cada miemb ro una relación personal y
privilegiada. Es asistido por un directorioelegido por él entre l_osAE . En principio, a los
jurados los elige la asamblea genera l, pero como ésta no ses ionó en el momento de la
fundación de la Escuela, todos los miembros de los ju rados son designados por el
director que nombra igualmente a un secretar io para que se ocupe de la administración.
Como al principio los jurados aún no han sido e legidos, los primeros nombramientos
para el título de ME, AME y AE los efectuó Lacan y su directorio . Vemos pues cómo se
ejerce en la EFP de 1964 el poderdesu fundador. Lacan está instalado al frente de una
escuela perfectamente democrát ica, de la que es a la vez el maest ro del pensar, el
director y el legis lador. Forma parte de todos los jurados y todos los nombramientos
dependen de su palabra.
A Lacan no le basta ese poder exorbitante. Tamb ién admi nistra con dos colabo-
radores diferentes las tres secciones de la enseñanza que son el reflejo de los tres
niveles de la je rarq uía de la Escuela. La primera sección , o sección de psicoanálisis
puro, se ocupa de los prob lemas de la didáctica gracias a una confron tación perma·
nente entre los AE y los AME . Los temas de estudio propuestos se resumen en una sola
cosa: la doctr ina de Lacan. O más exactamente , como é l mismo lo dice : "Los rasgos por
los que rompo con las normas afirmadas en la práct ica didáctica así como los efectos
que se imp utan a mí enseñanza sobre el curso de mis aná lisis cuando se da el caso de
que con el titulo de alumnos mis ana lizados asisten a ellos. Se incluirá , si es necesario,
los únicos callejones sin salida que deben retenerse de mi pos ición en una Escuela así,
a sa~er la que la inducción misma a la que apunta mi enseñanza, engend raría en su
tr~~a¡o101 . • Esta sección comprende tres subsecciones: doctrina del psicoanális is puro,
cnt1ca _interna de su práct ica como formación y control de los psícoanal ista_sen
formación. La segunda sección toma el nombre de sección de psicoanálisis aphca~o
Y se encarga de los proble mas ligados a la te rapéutica y a la clínica médica. Tambien
compre nde tres subsecciones , a través de las cua les se estudia la teoría lacaniana
~entro d~ la categoría de una doctrina de la cura y sus var iac iones , con casuística e
tfor~ación psiquiátrica. En cuanto a la tercera sección , llamada de censo del cam~o
reud,an~'.- pone e~ el centro de sus preocupaciones la posible "cienc ia" de una praxi~
contra 10 mefable de ella. Toma como punto de referencia la doc trina de Lacan ba¡
al ángulo de su relevo estructuralista . También comprende tres subsecciones que
recuerdan el gran proyecto cultural freudiano: comentario continuo del movimiento

60
....
La Escuela FrBudiana de París : la reconquista

psicoana lítico, articulación con las ciencias afines, ética del psicoanál isis como praxis
de su teo ría.
En la cima de esta inmensa pirámide, simbolizada por la cifra tres, Lacan dispone
de todos los poderes . Anuncia el cariz desde el acta de fundación , sin tener en cuenta
a su futuro directorio: "Al princip io la admisión será dec idida por mí sin tener en cuenta
las posiciones tomadas en el pasado por quienqu iera que sea con respecto a mi
persona , seguro como estoy de que con los que me abandonaron, no soy yo que quien
está enojado, son ellos los que estarán cada vez más enojados conmigo de no poder
liberarse 102: Lacan no sólo hace fusionar aquí su doctrina y su persona , sino que habla
como un padre abandonado por sus hijos a los que lanza , en fonna denegativa , un
terrib le anatema.
Pese a este programa que Freud nunca hubie ra osado pergeña r, el autocratismo
de Lacan en su escue la es contrarrestado de entrada por el hecho mismo de sus
excesos. Atr ibuyéndose un poder tan absoluto , el maest ro se condena a no ejercerlo
y uno puede preguntarse paradój icame nte si no lo habrá hecho a propós ito. Los
verdaderos dictadores son los que oprimen al pueb lo mediante una policía y un ejérc ito.
Pero Lacan no actúa así. Temiendo la rebelión de la que resultó víctima en la SFP,
transforma a los marqueses en cortesa nos y a los notab les en lacayos . Pero como es
un monarca moderno, que supo retener la lección de Maquiave lo o de Gaulle , sabe que
un verdadero príncipe no es nada sin el pueblo al que gobierna. Por ello es por lo que,
en su esc uela, no es un "dictador · sino para los cortesanos que qu ieren serv irle: nunca
para los otros.
As í pues , en la EFP, desde el origen, el poder de los barones queda reducido
mientras que el poder del pueblo es reval orizado. Este pueblo es rep resentado por la
masa de los miembros simp les. Aunque a estos miembros los elija Lacan desp ués de
una entrevista, en el transcurso de una cu ra o a causa de un trabajo cualquiera,
administ ran sus carteles como lo desean nombrando ellos mismos su más-uno.No tienen
cuentas que rendir a nadie, pueden eleg ir libremente un analista o no hacerse un
análisis. Además, tienen derecho a ser ana listas sin ve rse ob ligados a reclamarle a la
Escuela una garantía sobre su práctica . Son reconoc idos como miembros sólo por un
trabajo querido por ellos . De ese modo, goza n de una gran libertad, a la vez que
disponen como mínimo de una pertenencia. En las demás sociedades psicoanalí ticas,
la noción de simp le miemb ro no existe puesto que sólo se avala una práctica analítica.
Por eso, el alumno cursillista no es nada y se ve obligado, para ser alguien, a entrar en
la compe tencia. En la EFP, por el contrario, el simple miemb ro es todo a condición de
renunciar a las formas instituidas de promoción. Si quiere títu los, corre el riesgo de
ocupar una función de lacayo o cortesano , pero si acep ta permanecer como miembro
con pleno derecho, sigue siendo simplemente un sujeto compro metido con la aven tura
del lacan ismo . Por tanto, la EFP tiene la ventaja sobre las demás sociedades de
preservar la total libertad de cada uno , a la vez que traba los diversos intentos de
constituir jefaturas. En este sentido, es la única instituc ión fundada sobre una verdadera
politica freudiana del inconsciente, el deseo y la libertad. La contrad icción entre la
tempestad autocrát ica que sopla en las alturas y el viento libertario que se extiende en
la base refleja la situación histórica de la EFP. Ésta ha nacido, en efecto , del encuentro
de un viejo maestro con la juventud intelectua l de su país. Excluido por algunos alumnos
convertidos en notables, Lacan luega contra sus propios cortesanos la carta de su
nuevo pueblo: esta es la significación profunda de su acta de fundación.

61
La Francia freudiana en todos sus estados

Si bien en la teo ría Lacan organ iza la EFP de esta manera, en la prácti?a las cos as
son diferentes . La realidad no se pliega jamás al deseo de un maest ro. Asi que, desde
su fundac ión, la EFP es un lugar de conflictos. En vísperas d~ su di~olución, la SF P
comp rendía ciento ochenta y dos miembros, sin distinción de ¡erarqu ias . Desp_ués de
la esc isión, veintisé is fueron a dar a la APF, seguidos por sus alumnos, treinta se
dispersaron en la naturaleza y un centenar siguió a Lacan. Al f unda rse, l_a EFP no es
pues , por su compos ición, una sociedad nueva . Comprende ciento treinta Y cuatro
miembros , solamente un tercio de los cuales nunca frecuentaron las ! 1la s de la SFP.
Entre los nuevos, además del grupo de la ENS, encontramos un numero bastante
considerable de sacerdotes y pasto res, filósof os, psiquiatras y psicólogos. Unos son
analistas otros no. Anotemos -en desorden los nomb res de los que ultenormente
desemp~ñaron un papel importante en la histo ria por su obra o su situac ión: Fran~o!s
Roustang , Michel de Certeau , Catherine Backés-C lément, Cornéhus Castonad 1s, Félix
Guattari, Yves Bertherat, Luce lrigaray, Michéle Montrelay , Paul Math 1s. Sa lvo este
último, todos son simples miembros.
Por su herencia sociológica, la EFP se ve motivada a mantener la rutina y las
costumbres antiguas. Así, Lacan nombra a los A E y los AME no en func ión del nuevo
reglamento interno, sino según su voluntad y partiendo de la j erarquía anter ior. Todos
los antiguos titulares de la SFP reciben automáticame nte el títu lo de AE 103 . La mayo ría
de los antiguos asociados son promovi dos igualmente a la catego ría A E (B. T his, O. y
M. Mannoni, X. Audouard, P. Aulagnier, J . Clavr eul y G. Rosolato) así como varios
cursillistas (Paul Duquenne, René Bargues, Lucien Israe l, Louis Beirnaert , Jacq ues
Schotte y J.-P. Valabrega}. A esta promoc ión se agregan los nombres de dos
analizandas de Lacan, devotas de su persona: Solange Faladé e Irene Roublef , la ex
mujer de Perrier. Eran alumnas de la SFP. Son los únicos alumnos que se conv irtieron
directamente en AE. Ambas son médicas. Por el lado de los AME, los nombramientos
toman idéntico giro. En general, se mantienen los tltulos de la SF P. Entre los AME
designados por Lacanf iguran hombres y mujere s de la cuarta gene ración psicoana lítica
francesa, que van a desempeñar , con los nuevos miembros, un pape l que en la SFP
desempeñó la tercera. Entre los más notorios están : Charles Melman , Resine Lefort ,
Claude Dumézil (el hijo de Georges), Claude Conté y Christian Simatos.
Esta distribución muestra que los AE y los AME, que son los "cuadro s· de ta EFP,
en su mayoría recibieron la formación según los criterios vigentes en la SFP . Además ,
mientras que la Escuela tiende a valorizar el principio del psicoaná lisis laico, con la
cre~~ión de 1~ ~acción d_ e psico~nálisis puro, la gestión materia l no acompai'la las
dec1 10nespohllcas. De ciento treinta y cuat ro miembros , sólo cuarenta y nueve no son
7
méd!cos. Es una buena proporción, pero no se nota ningún progreso de los laicos en
las filas de los AE y AME. De manera general, la EFP está en con tradicc ión con la
organ ización de su enseñanza: reactual iza lo q ue se propone combat ir. Por eso es por
lo que, dura nte más dq un año, los j urados no ven llegar ningún cand idato el direct orio
juega a la rebelión y los ~iemb ros simples no buscan ninguna pr~moción . Se
acanton~n en sus ~arteles: all1, no tienen qu~ afrontar un poder instituciona l del que no
captan bien el func1onam1ento y que no refle¡a la realidad de la Escue la. Si los simples
mi~mbros no quieren ha_cerme AME, los_~ME no tratan de alcanzar la titu laridad : en
setiembre de 1966 se registró una sola sohc1tudde const itución de jurado de aceptaci ón.
En _cuanto a la afluencia masiya de nuevos miembros, es contemporáneo del relevo
lógico y la publicación de los Esa,tos:entresetiemb re de 1966 y enero de 1967, la EFP

62
La i;scv9/a Fr9vdiana d9 Parls: la r9conqvis ta

acepta en sus filas ochen ta nuevos adhe rentes. En esta fecha, se su pera la barre ra de
los doscientos miembros, sin que se registre un aumento nota ble del número de los AE
y los AME. La Escuela empieza entonces su avance hacia el giga ntism o a partir de una
"base· cada vez más inflada y una "cúp ula" cada vez más inmóvi1104. Estas cifras
prueban que una parte mayo ritaria de la cuarta generació n psicoa nalítica fra ncesa se
une a la Escuela de Lacan sin adhe rir a la sociedad de sus barones. Frente a la tercera
y en parte contra la fracc ión de la cuarta sit uada e n e l poder, va a poblar las filas de un
movimiento que, en su o pinión, representa el freud ismo auté ntico . No encuentr a allí el
autocratismo de un maestro, sino el eno rme imp ulso de una avent ura cultural. En ene ro
de 1967, el desq uite de Laca n es confirma do, de hecho, por la leva en masa de la
juventud psicoana lítica fr ancesa.
La cuarta gene ració n psi coanalítica francesa, sin dist inción d e ten dencias, es
mucho más difici l de d elimitar que la tercera. Nacida entre 1930 y 1940, se topa
directamente con la cuest ión d e la d escolonización, atraviesa la crisis del mov imiento
comunista y participa en el aug e del lacan ismo. Para ella, los asunt os de la SFP, y má s
aún los que ata ñen a la primera escis ión, pertenecen al pasado . Para esta generación,
Lacan es un padre fundador o un teór ico de gran envergadu ra, a la vez cercano por lo
que respecta a su persona y mejor conocido por lo que respecta a su doctr ina. Si bien
su práctica sigue siendo criticada , ya no está somet ida a los mismos riesgos que antes.
Se la puede rechazar sin que el conjunto de una enseñanza sufra las consecuenc ias .
La nueva generaci ó n se preocupa menos de la IPA, reivindica más su marginalidad y
no se avergü enza de su aislamiento francés . Es de todas maneras cosmopo lita y
abierta a las doctr inas extranj eras. Ya sea que se dirija hacia la SP P, símbolo de
tradición, o hacia la EFP, es internacio nalista por amor a los viajes, protestad ora por
obra de las barricadas y "lacan iana " por la fuerza de las cosas : Lacan para ella se ha
convert ido en un monumento .
Dado el gigantismo q ue afecta al conjunto de la comu nidad psicoana lít ica frances a
después de 1965, esta cuarta generación se define primero por su anon imato. Con su
adveni miento, el psicoaná lisis se convierte real mente en una práctica de masas y ya
no es asunto de u na red de persona lidades notorias. En esta nueva saga , el historiador
ya no se ocupa más de una minoría , cogida en el gran movimiento de una lucha de
ideas , sino que toma en cuenta las dispu tas instituciona les, j urídicas y esta tutari~s
nacidas de la expans ión masiva del psicoanálisis . Progres iva mente, éstas van
recubriendo los temas teóricos o los d isimulan para hacer1os aparecer con nuevas
formas. Durante estos años, a las tres sociedades existentes no les es fácil resolver los
problemas de sus luchas internas y su organización. Pese a algunas buenas producciones
teóricas, se hunden en confl ictos administrativos que son consecuencia directa de la
expansión. Experimentan las mismas dificultades, vinculadas a la selección , la formación
y la organizac ión de un movimiento de masas donde predom ina el anonima to.
En la EFP, surgen varias orientaciones dentro de la cuarta generac ión. En prin1er
lugar está la fracción de los que hicieron cursos en el GEP y partic iparon en la esc isió n .
Cursillistas o invitados de la SFP, van convirt iéndose progresivam ente en los cuadros
de la nueva escuela al alcanzar con mucha rapidez la condició n de AME y con menos
la de AE. Entre ellos se recluta la "guard ia personal " de Lacan , nombrada por él e n todos
los cargos importantes a medida que se van retirando los protestado res de la tercera
generación. Por su edad , están bastante próxi~os a ella, aunque la consideren mayo r.
Al no haber estado al frente de la batalla por la integración al imperio, miran la derr ota

63
La Francia freudiana en todos sus estados

de los viejos como una victoria de Lacan. De modo que cargan a ".'errier Y Lecl_aire ~on
toda la responsabilidad , olvida ndo que Lacan no sólo apoyó la poli_t1ca de la tro ika,_smo
que fue el principal iniciador. Al mismo tiempo , se representan la historia del lacamsmo
bajo el aspecto de una hagiografía, y transforman al maestro en ~éroe 1ncorrupt 1ble,
víctima de una horrible traición. Además , para favo recer su poht1ca de expansió n,
Lacan deja sobrevolar la duda respecto a su real papel en la batalla pasada . Le gusta
dar la impresión de un hombre intransigente que no aceptó nunca la más_mínima
negociación. Adula a sus nuevos cortesanos desaprobando con frecuencia a sus
verdaderos fieles . Y como los cortesanos no quieren saber nada de la derrota del
maestro, se sienten investidos contra los viejos de una gran misión de reco nquista.
De manera·general, esta fracción de la cuarta generación se caracteriza por un
sectarismo que va a repercutir mucho en el futuro de la EFP. La mayoría de sus
representantes son anónimos en todos los sentidos del témino. No tienen ninguna obra
escrita, ningún pensamiento original y oscilan entre la desgracia de la serv idumbre
voluntar ia y la omnipotencia que les confieren sus nuevas funciones. Apoyan las
decisiones del maestro sin discutirlas e imitan sus modales y estilo. Es llamativo el
comprobar que la casi totalidad de los libros publicados en la colección del "Cha mp
freudien", abierta en Seuil antes de la publicación de los Escrítos, emana, no de esta
amplia fracción de la cuarta generación, sino de la tercera y la segunda . La mayoría de
los nombres que encontramos alli son los de quienes fueron persona lidades destacadas
de la SFP: Fran9oise Dolto, Octave y Maud Mannoni, Moustapha Safouan, Serge
Leclaire, Jean Clavreul, Ginette Raimbault, etc.
Así pues, esta fracción es sacrif icada por ade lantado a la política de expansión. Si
bien entre 1967 y 1977 sus miembros ocupan los mejores lugares, tamb íén·son las
primeras victimas de aquel a quien sirven. En efecto, al final Lacan los desaprobará
para apoyar el avance de una quinta generación, nacida después de la guerra . ésta
encontrará su senda, en parte, a través de la reconquista de la EFP que efectuó
Jacques-Alain Millar desde la Universidad de Vincennes .
.Charles Melman_essin duda el representante más brillante y más auténtico de esta
corriente, en la medida en que acepta de entrada encarna r los ideales teóricos del
dogmatismo. Por esta opción, lleva a la práctica en la EFP un programa de ensefíanza
colectiva que_d_esembocaráen un intento abortado de elaborar un d iccionario lacanlano
<;leps1coanáhs1scapaz de hacer frente al de Laplanche y Pontalls.
Su padre, Max Melma~, ~ra un ebanista ju_dío que había tenido que huir de Polonia
en 1_929 a caus~ de su actw1dad revolucionaria. Refugiado en Francia y miembro del
Partido Comunista, part1c1p6en la construcción de la 1 ·oven r , bl' · d' d 1
s· b"d' · epu ,ca JU 1a e
,ro I Janorganizando la partida hacía ese territorio de numerosas familias venidas de
todos los rincones del mundo . Vivió y trabajó en Moscú y luego host' I I t 1· ·
vol ·6 a F · á d • , 1 a s a ,nismo,
v1 . rancia n~g n ose a 1a vez a publicar sus recuerdos de viaje Ya había decid ido
combat
. ir .el hrtlerismo y no quería
. dar prendas al ant·,comunismo.
· · Integrante de la
resistenc ia en Lyon donde residía su familia abandonó el p rt'd
soviéticos entraron en Budapest Más t d ' . a I o cuando los tanques
L T · ar e• emigró a Israel donde se encontró con
eopold repper que era su amigo de la infancia . Si uió si · .
educado a su hijo según una tradición laica. g endo soaahsta tras haber
El joven Charles comienza sus estudios de medicina n ·
la guerra de Arge lia. Prepara e l internado con Jean L 1e 1948 Y es co~unista hasta
diván de Lacan . Permanece con él durant . ap anche que lo orienta hacia el
e vanos afíos Y no efectúa ningún control. Lee

64
La Escuela Fraudiana da París: la reconquista

íntegramente la obra freudiana , partic ipa en e l GEP y traba am istad con Conté, Dumézi l
y Simatos , a quien llaman "la cinta de Moebius · . En la EFP, es nombrado AMEy luego
muy rápidamente AE , por una decisión de Lacan : "No me sitúo como dogmático -dice-
pero no estoy en contra. He representado esa corr iente para mostrar que los conceptos
lacanianos deben ser tomados en serioios :
Al fin de cuentas , los representantes de esta corriente no son peo res clín icos que
sus colegas de las otras sociedades . Médicos o psicólogos, están apegados a sus
títu los, sus diplomas y sus prer rogativas . Pract ican el anális is como los no lacanianos
salvo que no ace ptan la durac ión de la sesión crono metra da en cuarenta y cinco
minutos. Así que deshacen el trato con la c liente la y la formación haciéndose enem igos
por todos lados . Sus sesiones duran entre d iez y veintic inco m inutos y sus prec ios son
menos elevados. De modo que tienen una mayor libertad de elección para el abanico
soc iológico de sus ana lizandos . Respecto a esto, la EFP abre sus puertas, no a las
clases desfavorec idas, q ue se con forman con las instituc iones , s ino a una clase med ia
en el seno de la cua l se reclutan los terapeutas del mañana. Dirigida por un monarca,
la repúbl ica freudia na de Lacan tie ne pues tendencia a ser más popu lar que las otras
dos sociedades. Pero en lo demás, los rituales se parecen. Una vez desaparecidos los
pioneros, los psicoana listas se vuelven hombres de corporación, con los códigos, tics
y costumbres prop ias de todas las sociedades anón imas . Como en todas las otras
profes iones liberales, están los buenos y los mejores, las excepc iones y los peores: en
la EFP o en otras partes. Sin embargo, los cuadros dogmá ticos de la EFP, cuarta
generación, están presos de una terrib le contrad icc ión. Como sus vec inos, const ituyen
en torno a ellos pequeños c lanes. Pero como, para obedecer al maes tro , no cesan de
ridicul izar a las figuras de la jefat ura, está n condenados a reírse de aquello en lo que
se han conve rtido ellos mismos. De ahí la apa rición progresiva de cierto número de ritos
particula res del lacan ismo secta rio: sesiones crono metradas en diez min utos, similares
en simetría inversa a las de la SPP , silencio rayano en el mutismo, la costumbre de no
dar los vueltos en nombre de una interpretac ión, o de exigir el pago de la tota lidad de
las ses iones perdidas, etc.
Por e l lado de las normas de la ét ica, estos lacanianos se parecen a sus hermanos.
Con la extensión del anoni mato y la normalización de las durac iones , los nuevos notables
ya no actúan como los viejos de la segunda y la tercera generación . Tienden a ser más
respe tuosos con las normas de abstinenc ia, mezc lan menos la cama y el diván y tratan de
evitar analizar a sus amantes , o a los m iemb ros de una mis ma fa milia . Pero como no
siempre lo logran y la repres ión en este ámbito no tiene ningún sentido , el resultado a veces
es med iocre. A larg o plazo, la buena marcha de una soc iedad depende más de la
reactivación de l debate teór ico quede la vigilancia de sus m iemb ros. En este sent ido, la
EFP en expansión es una sociedad más libre, más mode rna y más interesante que sus
vecinas. Al no conceder a sus miembros ninguna garantí a por ade lantado, dejándoles a la
vez la libre elección de una práctica, enfrenta las desv iaciones y transgresiones de manera
directa, en vez de esqu ivarlas con normas inef icaces . Así que acepta en su sen o a los te-
rapeutas psicó ticos y a veces homosexua les a los que las otras cierran sus puertas. Pero
no por eso les extiende siempre el título . Pero , al concede rles un derecho de escuc ha pri-
vilegiado de la locura , corre el riesgo de dar validez inst itucional a una verdadera práctica
no psiquiátrica de la psicos is o la "patolog ía", confo rme, hay que deci rlo, a la trayec toria
lacaniana. Por esta razón, es la única de la corporac ión psicoanalítica que escucha el
mensaje de Foucault y más tarde el de la antips iquiatría.

65
La Francia treudiana en todos sus estados

Desde 1966, la política de refundición por la base, institu ida por Lacan , da frutos
y desemboca en una crisis que acarreará la partida de una part~ de los ex compañeros
de la tercera generación. Pero al mismo tiempo , otra onentac1on se abre paso con la
entrada en escena de una nueva tendencia, más joven, de la cuarta generación. Está
está for mada por la masa en expansión de los simples miemb ro~ Y ~arios AME.
Contrariamente a los dogmáticos, estos miembros no ocupan ningun cargo de
dirección y no obtendrán jamás en la EFP la más mínima pa rcela de poder: excepto por
la fuerza anónima de sus trabajos y la vitalidad de sus carte les. De mane'.a general ,
cumplen su formación en la Escuela, frecuentemente por tra mos suces ivos y con
múltiples controles colectivos o individuales . Invocan a Lacan, Dolto_.Lecla1re o Aubry,
la psicosis, el psicoanálisis de niños y las instituciones de los hospita les. Al no haber
conocido nada de las luchas anteriores y al no tener nada que esperar de las funciones
honoríficas que desdeñan, son la punta de lanza del lacanismo anónimo , sus más
destacados exponentes, su escuela más notable, su más incuestionab le triunfo.
Apasionados por el freudismo, ardientes terapeutas de inst ituciones, grandes
devoradores de diván, abrazan por la mitad de l cuerpo la epopeya entera del
psicoanálisis y se muestran capaces de entusiasmarse, ser honestos , autónomos y
auténticos. Dan a su escuela su mejor imagen porque saben darle lo mejor de ellos
mismos. De Marsella a París y de Estrasburgo a Montpellier, son hoy en día, en la
disidencia o el exilio interior, los verdaderos herederos de la historia del lacan ismo. Son
los más heroico que ha producido esa historia. Heridos por el pase, rechazados por
todos los títulos, atravesados por las barricadas, sens ibles a todas las formas de
rebelión y generosidad, vivirán la decadencia de Lacan y la disolución de su movimiento
como una tragedia personal. Asi, realizada la desunión, se dispersarán sin saber
adónde dirigir sus miradas de niños abandonados. A esta tendencia anón ima, muy
amplia y mayoritaria durante varios años, están vincu lados el gnupo fundador de
L 'Ordinaire du psychanafyste así como una parte muy importante de los miembros de
la quinta generación.
A esta separación en dos tendencias expansivas que se da en la EFP se agrega
la que se crea por la existencia de los Cahíers pour f'anafyse, que representan la co-
rriente lógica, teoricista y extra-analítica. Con el paso de los años, grac ias a la política
de Miller y el apoyo que te brinda Lacan, también la revista cobra amplitud . Ésta
implanta sus act1v1dadesen el corazón de la Escueta y funciona durante la crisis de
1967-1969 como revelador.delas_luchasinternas. Prosiguiendo su batallaantipsicologista
y pregonando el relevo lógico, M1llerda a los Cahiers un hermoso vuelo teórico. Durante
tres años, diez entregas sucesivas salen de la prensa, y en ellas se ven reunidas las
pre~tigiosas firmas de los grandes pensadores contemporáneos : Georges cangui them,
Lou1sAlthusser, JaCX;lues Derrida, Georges Dumézil y por supues to Jacques Lacan. A
es!o se agregan art1culos ~u_yinteresantes así como debates y algunos textos de
psicoanalistas . Por esta act1v1dad, Jacques-Atain Miller, secundado por Judith y un
equipo ampliado, se revela_como un editor excelente . Después del décimo número y
sin avisar a tos lectores, interrumpe la publicación para lanza rse en ta aventura
clandestina de la Izquierda Proletaria, en la que no ocupa ningún lugar dirigente .
Volverá públicamenteª. la labor de edición, a la EFP y a la política freudiana a partir de
1974, preparando la salida de una nueva revista, Ornicar? , en la que los psicoanalist as
de la cuarta y la quinta generación tend rán un lugar mayor.
Mientras que Leclaire se interesa por los jóvenes teóricos de la ENS, Piera

66
La Escuela Freudiana de Parfs : la reconqui sta

Aulagnier no se que da inactiva en el ámbito de la ed ición. Con Jean Clav reul, en las
PUF, publica una revista titulada L'lnconscient . Por su maq ueta y su esti lo, es la
continuación de La Psychanalyse . El primer número sale a la calle en el invierno de
1967 con un tema de actualidad: la tran sgres ión. Decididos a mantener el espíritu
pluralista que reinaba en la SFP, los redact ores pidieron a Conrad Stein que formara
parte del consejo edit orial, con Lucio Covell o en la secretaría. Así que la S PP está
representada en la revista, que publicará artículos de André Green, Francis Pasche,
Michel Neyraut, Robert Barande, Jean-Luc Donnet, Dominique Geahchan, Joyce Mac
Dougall, Serge Vider man y Michel de M'Uzan . La mayor parte de estos auto res, tercera
o cuarta generac ión, forman parte de la corriente "liberal" de la SPP: fre nte a la política
de Lebovici, tratan de reformar las estructu ras del instituto para adecuarlo a un
funcionamiento democrático. Por otra parte, si bien critican la práctica de Lacan, no son
hostiles a su doctrina y quieren estab lecer contactos con una escuela que tiende a
volverse mayoritaria en el país.
Se publican ocho números de L'lnconscientsobre temas ded icados a la clínica, la
perversión, la identificación , la paternidad y la enseñanza del psicoanálisis. Pero, al
cabo de un año , la cris is que se prod uce en la EFP por el pase interrumpe este trabajo
pluralista. En octub re de 1968, la revista cesa sus actividades debido a la discordia que
surge entre Piera Aulagn ier y Jean Clavreul. Al mismo tiempo, los liberales de la SPP
se ven privados de un lugar de publicación exterior al movimiento donde podían
codearse con sus colegas de l otro grupo. La interrupción de L'lnconscientdeja pues la
vía abierta a nuevas iniciativas que no dejarán de producirse, con la crisis institucional
genera lizada de los años setenta.

El primer directorio nombrado por Lacan está compuesto por los elementos más
brillantes de la SFP , tercera generac ión . En él figuran dos ex integrantes de la troika ,
Leclaire y Perríer, así como Valabrega, Aulagnier, Rosolato y Clavreul. Desde las
primeras reuniones , estallan conflictos y empiezan las críticas. Leclaire casi no se
interesa en las reuniones y pasa a dedicarse a otras aventuras. Perrier impugna la
autoridad del maestro , Rosolato y Valabrega encuentran "dictatoriales" sus decisiones
y Piera Aulagn ier tiende más bien a calmar los ánimos. En cuanto a Clavreul, está
abrumado de trabajo. Sobre este episodio del primer directorio, los testimon ios
divergen según las orientaciones de cada uno. A veces invitado al banquete, Charles
Melman manifiesta su impresión : "Estaba aterrado , pues las reuniones se desarrolla-
ban en una atmósfera de sarcasmos y hostilidad respecto a Lacan. Me daba la
sensación de estar entre galopines que peleaban con el profesor. Salía de ahí
aplastado. Había una especie de sublevación espontánea 106 •-
Lo cierto es que Lacan quiere imponer sin discusión las promociones a los títulos
de AE y AME que elevan a ia notoriedad a los miembros de su guardia personal. De ::ihí
la confusión que traba el funciona miento de la EFP. En efecto, cuanto más es uno solo
el que concede los nombramientos , menos influencia tiene el directorio. Pero, por otra
parte, cuanto más fuerte es el directorio como organismo, menos posibilidades de
funcionar tienen los jurados puesto que ellos son quienes deben ocuparse del ascenso
de los candidatos . Sea cual sea el resultado, el funcionamiento de la EFP está
bloqueado en todos los niveles, salvo ~n la base. Para evitar esta situación , hubiera sido

67
La Francia frevdiana en todos svs estados

necesario que , desde la fundación, se hubiera respetado el reglament_o intern_o, d'.cho


de otro modo que todos los miembros acep taran parti r de cero s,n_n,ngun titu lo
adjud icado por anticipado . Pero una cosa así era imposible ya que ninguno de los
titulares de la SFP estaba disp uesto a perder el benefic io de una pro_moc1ónadqumda
antes. Por lo demás, no se planteó la cuestión y no se convocó ninguna asamb lea
general para tomar ese tipo de decisión . . .
Los miembros del director io no se contentan con protestar o adm ,n,strar la Escuela.
Desde el principio , se dedican a desarrollar un vasto prog rama de enseñanza y
publicac ión. En el tra nscurso del año 1965- 1966 , Valabrega, Rosolato , Clavreul,
Aulagnier y Perrier intentan hace r una expe rienc ia de traba jo colectivo. Ante el públ ico
de la EFP , ponen en discus ión, por turno, sus más recientes trabajos que se refieren
al tema general de la perversión . Después de cada ponencia, uno de los confe rencia ntes
comenta el texto de su vecino y así suces ivamente . Los oyentes partic ipan amp liamente
en el debate. Rosolato habla de las pervers iones sexuales a partir del fet ichismo ,
Au lagnier de la feminidad, clavreu l de la pareja perversa , Perrier de la eroto manía y
Valabrega del fantasma . El conjunto es de un elevado nivel clínico, sin impene trabil i-
dad , y evidencia sob re todo las cua lidades personales de cada uno de los autores. Esta
serie de conferenc ias y este modo origina l de enseñanza obtienen un inmenso éxito en
la EFP. Reunidos en un libro, los art ículos constituyen la segunda obra que publicará
las éditions du Seuil en la colecció n del "Champ Freudien 107."
Naturalmen te las tende ncias y diferencias que dividen la EFP no sie mpre son
vividas como tales por sus miembros. Su realidad efectiva no les impide mantene r entre
ellos relaciones afectuosas. Dura nte varios años , hasta cerca de 1973, la Escue la sig ue
siendo una gran familia, incluso una espec ie de forta leza. Frente a las demás
soc iedades , los lacanianos defienden duramente su identidad y presentan al adversario
un rostro más bien unifica do. La unidad está garantizada por los coloquios, las jornadas
de estudio, los congresos y las amistades persona les que no ref lejan las diferencias
teóricas. El sem inario de Lacan es el que sobre todo da cohesión al reino . Allí se reúnen
todos para escuc har la voz del maestro y después comentarla o digerirla ante un
almuerzo rápido. El clima general es más proclive a la conv ivenc ia más que a la
desconf ianza . Pero desde que Lacan ya no esté en condiciones de contro lar la marcha
de los asuntos , las divisiones aparecerán a la luz del día y llevarán a la disoluc ión del
grupo .
Dos años después de su creación, la EFP exper imenta su primera crisis pública:
°
el 1 de diciembre de 1966, Fran9ois Perrier dim ite del directorio invocando el hecho de
que los jurados no func ionan y que el título de AE perpetúa la noc ión de titu laridad: "Los
modelos de organización de los grupos analíticos -dirá más tarde- volvieron a introducirse
como el caballo de Troya en la Escu~la atestada de futuros ana listas 100: Lacan acepta
la dim isión , conversa largamente con Perrier sobre la situación de la Escuela , y luego
propone a otros miembros del directorio que elaboren un proyecto de modificación de
las estructuras . No consiguen entenderse . Una semana después de la dimisión de
Perrier, se env ía una circular a todos los mie mbros , en la que se definen los diferent es
títulos . Pero no es precis_amenteuna_reforma lo que con ésta se persigue. Co mpleta los
párrafos del reglamento interno publicados en el anuario de 1965, reduc iendo a la nada
el pape l del Cardo y atribuyendo a la secretaría una func ión de jurado de admis ión . De
modo que refuerza aún más el poder de Lacan ya que hace depender la adhesión a la
Escuela del director y su secretario (Jean Clavreu l) en vez de dejarla en manos de un

68
La Escuela Freudiana de Parfs: la reconquista ,
organismo colectivo . El procedimiento es el siguiente : "El ca ndidato presen ta al directo r
una solicitud de adhesió n con cop ia para la secretari a. Esta gest ión no implica ninguna
09
participación particular en una experiencia psicoanalítica, pero tampoco la excluye 1 . •
La circular anu ncia ademá s la cr eación de un nuevo tít ulo, analista prácti co o AP, que
estipula que el simple miembro puede, si lo solicita, inscribirse en una lista en la que se
indique su activida d de psic oanalista . Naturalmente, la pertenenc ia a esa lista no
significa que la Escue la otorgue a los AP alguna garan tía: les da el derecho a declararse
prácticos o más bien los autoriza a autorizarse ellos mismos a ser psicoanal istas. Esta
fórmula aún no se emp lea , pero está impl ícita y Lacan la introduc irá diez meses más
tarde.
Este nuevo título y la su presión evidente de la func ión del Cardo t ienen como
consecuenc ia inmediata menoscab ar aún más el poder de los cuadros y los jurados .
No sólo la adhesión depende aho ra únicamente de Lacan y su abnegado secretar io,
sino que a la noción de ME (miembro simple} se le agrega una distinción que la hace
contradictoria con el proyecto inicial. Al princip io, Lacan quería que la Escue la estuviera
compuesta por dos categor ías de individuos : los analistas y los no ana listas. Sin el t itulo
de AP , esta divis ión era respetada y sólo los analistas reconoc idos por la EFP eran
objeto de una jera rquización (AME -A E}. Por su_parte , fueran o no ana listas , entre los
ME no existían diferencias. Por el contrario, con el títu lo de AP, estos miembros simples
tienen derecho a hacer valer su práct ica y autoconcede rse un titu lo suplementa rio que
"antic ipa• el de AME y corroe de hecho el poder de los jurados . A causa de esto , los no
analistas quedan marginados y la condición de ME se rompe desde adentro. 41ventaja
de esta innovac ión es que la noción de AP vuelve a introducir la competenc ia en las fi las
de los ME que no desean quedarse en la base. Pasan a ser algo así como "af iliados".
Pero el inconven iente es que tiende, como en las demás sociedades, a hace r inclinar
hacia la didáct ica el principio del análisis personal. Antes éste estaba preservado por
la indistinc ión de los ME, aho ra corre el riesgo de que se lo adm ita por ade lantado como
didáctico , puesto que la clave está en la autoat ribución de un títu lo. La introducc ión de
la categoría AP es pues la primera respuesta que da Lacan a la crisis que afecta a su
escuela: una respuesta pragmática y no teórica. Instaura una ''falsa· garantía que
func iona como un ''verdadero• autorreconocimiento y confirma la idea de una autori-
zación por sí misma de la práctica analítica. Esta react ivación de la competencia, en la
base, va a dar sus frutos: con el transcurso de los ai'ios, todos los ME analistas se
anotarán en la lista de los AP tanto para obtener una ''falsa" garantía, o un titulo
"verdadero ", como para diferenc iarse de los no analistas .
Durante todo el mes de diciembre , la Escue la está en ebullición. Prepara para el
inicio del ai'io siguiente su primera asamblea genera l que debe ratificar la nueva
organ ización. Se fija la fecha del 13 de enero para su celebración. Pero entre tanto,
también Jean - Paul Valabrega dimite del directorio criticando el carácter "dictator ial" de
las decis iones de Lacan : "El directorio -escr ibirá más tarde- es una ficción. Su historia
muestra que es elegido o modificado con la intención de que ninguna voz discordante
se haga oir. Está en estado de crisis permanente y sus miembros no tienen otra
posibilidad que la de partir uno tras otro. El organ ismo de estudio llamado ' cartel devenir
analist se ha convertido en un objeto de burla y de risa entre los miembros de la
Escuela t 10 ."
La asamblea general que se reúne el 13 de enero hace patente el apoyo absoluto
que la base brinda a las decisiones de Lacan. Hay que decir que esta asamblea general

69
La Francia freudiana en todos sus estados

desempeña un curioso papel. Al no haber sido jamás "cons tituyente ', no puede
rechazar las propuestas que se le someten puesto que no t iene nada que proponer.
Está allí para aprobar, y Lacan gana. Como la masa de los nuevos ME se adh irió durante
el año 1966 para apoyar la aventura lacaniana , y como los barones tampoco tie nen
nada que proponer, no hay motivos para que la AG se oponga a decis iones que le
parecen conformes a las razones de su participación en la Escue la. De momento, la
discordia se juega "en las alturas', entre los miembros del directorio, tercera genera-
ción , el director y su guard ia persona l. De modo que la asamb lea va a votar todas las
modificaciones estructura les decididas por el maestro.
El conse jo de admin istrac ión cuenta ahora con dos AE más, Jean Clavreul y
So lange Faladé, que son respectivamen te secretar io y tesorera de la asociación . En lo
suces ivo , este CA será elegido en la AG , basándose en una lista propuesta por el
director y compuesta por diferentes categorías de miembros {AE, AME, AP , ME). Su
función consiste en crear departamentos de investigaciones o estudios cuyos res-
ponsables son nombrados por el director. Además de la secretaría , los departamentos
son cinco: enseñanza es atribuido a Piera Au lagnier, coordinación de los trabajos e
investigaciones a Serge Leclaire, boletfn y publicaciones a Claude Conté y finanzas a
So lange Faladé. El departamento de formación de analistas no se asigna a nadie
puesto que hay que esperar, para designar un equipo de responsables , que una nueva
asamblea pueda tomar una resoluc ión ace rca de un nuevo reglamento interno . A estos
efectos, el CA {es dec ir Lacan) crea u na comisión para estudiar el problema. En cuanto
al segundo directo rio, integ rado mayoritar iamente por la guardia nueva, tiene ahora la
función de definir las orientaciones de cada departamento. El director lo convoca cada
tres meses y es obligatorio que participen el secretario y los responsab les de cada
departamento: Conté , Faladé, Clavreul , Aulagnier, Lecla ire y Simatos como secretario
adjunto. Además Lacan tiene derecho a convocar a las reuniones de su directorio a los
miembros de la Escuela cuya presenc ia juzga necesaria para examinar los asuntos
anotados en el orden del día. De este modo, obtiene todos los poderes según el
principio de la monarqu ia directa: puede pasar a su antojo por la "base' para reducir
todas las formas de jefatu ra. Por lo demás éstas son reducidas de facto por la dimisión
de Perrier, luego la partida de Valabrega, y la entrada en el CA y el directorio de
miembros totalmente adictos a la persona del maestro . Rosolato se alejó, Leclaire y
Aulagnier conservan funciones honorificas y Clavreul se va separando progresivamente
de sus amigos del grupo de perversiones para llevar a la práctica la nueva política
institucional.
Además, Lacan propone que se estudie a corto plazo un cambio de categoría
juridica que permita obtener el reconocimiento de utilidad pública. La EFP ahora tiene
derecho a solicitarlo en la medida en que reúne las cuatro condiciones necesarias : más
de tres años de existencia , más de doscientos miembros, capacidad de constitu ir una
dotación, realizaciones apreciables en los ámbitos que le son específicos 111. Por eso
es por lo que pide a Solange Faladé que redacte los nuevos estatutos, destinado s a
obtener ese reconocimiento. Tras numerosas gest iones, éste será negado.
Así , la asamblea general del 13 de enero de 1967 anuncia la muerte de la Escuela
freudiana, luga r de la victoria y paraíso de los amores conflictivos. Queda aún por
elaborar un modo de formación de los analistas que no repita los criterios de la IPA Y
sea capaz de hacer frente al ascenso del gigantismo : es la propuesta del pase ... En una
carta dirigida al cártel sobre el devenir analista, Octave Mannoni da cuenta de la situa·

70
La EscUBla Freudiana de París: la reconquista

ción al filo del año nuevo: "Ant igua mente , se pon ía tal vez la carreta de lante de los
bueyes: antes de dec idir si un anál isis iba a ser o no didáctico, se procedía silenciosament e
a consultar el Orden de l Mundo . Actualmente, por suerte hemos p uesto los bu eyes en
su sitio ... El hecho de que se consulte e l o rden de l mund o al f inal en vez d e consu ltar
al princ ipio aporta un cambio apreciable , per o también nuevos problemas 112."

VI. El pase: una escisión al revés

La crisis institucional que afec ta a la Escue la desde su fundación y se agudiza con


la primera asamblea general es cont empor ánea del relevo lógico que opera Lacan . Si
bien no es su reflejo fiel y si bien ese relevo no está tampoco directa mente vinculado
a la crisis , existe no obstante una relación entre este momento fecundo de ta historia
de la doctr ina lacaniana y la so lución inst ituc iona l q ue se encontrará para resolver la
crisis. En un primer momento , el mae stro está abrumado por la pequeña insubord inaci ón
de sus discípulos, y éstos só lo se agitan porque con1prueban con cierta amargu ra que
su Escuela no funciona de acue rdo a sus expectativas . Atribuyen la culpa unas vece s
a Lacan , que en opinión de ellos reina como un dictador , y otras a la inercia de una
institución q ue no ofrece ninguna soluc ión nueva , según perc iben, al eterno problema
de los criter ios de for mación. Todos los compañeros de armas por lo menos están de
acuerdo en un punto: no quieren man tener el tipo de e nseñanza y de jerarquía vigen te
en las sociedades ipistas. Rechazan el principio de la comisión de estudios, la
preselección de los cand idatos , la sepa ración "por ant icipado" de la cura persona l y el
anális is didáct ico, los co ntroles obligados y vigilados , las "listas ", las garant ías y las
sesiones "normal izadas ". En resumidas cuentas , recusan una forma burocrat izada de
la formación psicoanalítica que juzgan contrar ia a la eclosión y manifestac ión de un real
deseo de ser anal ista. Todos quieren instaurar una república freud iana que no se
parezca a una asoc iación de notab les y funcionar ios. Pero no saben bien cómo pasar
de una organización de la que conocen los cebos y engranajes , a otra que estaría
confor me con la verdade ra enseñanza freudiana . Ahora bien, en este punto , Lacan no
está más adelantado . Es cierto que demostró ser un admirable legis lador ; abo lió lo que
todo e l mundo deseaba abolir, pero no supo evitar que la nueva atribuc ion de títulos se
hicie ra aproximadamente como antes. Por otra parte , hizo fus iona r su posición de
maestro del pensa r con su lugar de directo r de escue la, haciendo así imposib le e l
ejercicio "democrático " del poder presente en los estatutos . Hostil a la const itución de
jefaturas, las apartó con medidas draconianas y por esto dest ituyó a sus antiguos fie les
y prefirió tener una cohorte de epígonos adictos a su persona . Al filo del año nuevo , la
EFP no realizó pues más que media revoluc ión. Tuvo su noche del 4 de agosto, te falta
el cañoneo de Va lmy. Laca n lo comprende y va a reclutar en la base sus so ldados del
Año 1,a la vez que opera a part ir de su relevo lógico una refund ición teó rica y ya no
pragmática de los principios de la fom1ación .
Dos meses después de la circular que anuncia tas dec isiones votadas po, la
asamblea general , Fran9ois Perrier invita a los AE a reun irse en su dom icil io para
discutir los problemas de la Escuela y tratar de darles una sol ución. Adjunt a a ta
convocator ia un largo proyecto de reforma y pide que lo critiquen. La reun ión se celebra
el 22 de abril. Perrier emp ieza por relatar las dificultades que surgieron en et seno del
directorio , luego recusa la idea de crear un colegio de titu lares dist intos de la EFP . En

71
La Francia freudiana en todos sus estados

su opinión , crear eso conduci ría a repetir los antiguos errores y hace r que la Escuela
se parezca a la SPP con un inst ituto de for mación autónomo. Pero ensegu ida propone
de todos modos que se cree un co leg io dest inado a la formac ión y que tenga sus leyes
de funcionam iento propias. Este organismo tend ría la clínica como vocac ión113.
Esta propuesta es inte resante pues muestra la fa lta de imaginación de que adolece
su autor. Perrier se conforma con querer mejorar el sistema vige nte en las sociedades
rec onocidas por la IPA . Si bien rechaza la noción de instituto autónomo, mantiene los
princ ipios de la jerarquía clásica y la cooptac ión porlos pares. En efecto, la creación del
colegio tend ría por objetivo dar a los AE la plenitud de ese poder oligárquico que Lacan
les niega. Por esto, llevaría a poner de nuevo en funcionam iento el orden antiguo. El
hecho mismo de reservar la reunión del 12 de abril para los AE es muestra de esta
voluntad pasista.
En vistas de la crisis y ante la incapac idad de los hombres de la tercera generación
de reflex ionar acerca de las condiciones "reales" de un nuevo modo de formac ión,
Lacan pone manos a la obra . Durante el verano, elabora un fabu loso proyecto de
renovac ión cuyo contenido da a conocer en un discu rso que pronuncia el 9 de octubre
de 1967 : "Lo que hay que hacer -esc ribe- es funda r en un estatuto lo bastante durable
como para que sea somet ido a la expe riencia, las garantías con las que nuestra Escuela
podrá autor izar la formación de un psicoanalista, y desde entonces responder de ella.
Para introducir mis propuestas , ya está mi acta de fundación y el preámbulo del anuario.
La autonomía de la inic iativa del psicoaná lisis está planteada allí en un principio que
entre nosotros no debe sufrir retroceso114 :
El texto de la propuesta se compone de dos partes desiguales. En la primera, muy
larga, Lacan sitúa su proyecto dentro de una histor ia que va desde la fundació n de la
IPA hasta la ex istencia de los campos de concentrac ión, y en la segunda, más corta,
expone el principio de un nuevo reglamento interno para la EFP. El conjunto es de una
belleza singu lar y demuestra una vez más el talento de su auto r. Invocando la mirada
de la ciencia, Lacan reafirma las grandes líneas de su relevo lógico . Pero en vez de
apoyarse únicamente en Frege, toma del positiv ismo lógico los térm inos intensión y
extensión para aplicarlos al psicoanál isis. Distingue así el psicoanálisis en intensión del
psicoanálisis en extensión . El primer término designa la experienc ia psicoanalítica
misma en su función conceptual, lo que traduce el enunciado lógico : todas las man-
zanas son rojas, y el segundo toma nota del va lor cuantitat ivo del mov imiento, remi-
tiendo al enunciado: una manzana, más una manzana, más una manzana ... Por estas
formulaciones, Lacan articula lo conceptual a lo empírico, intentando dar a la relación
de lo uno con lo otro un rostro inverso al que se le atribuyó trad icionalmente . En efecto,
las sociedades psicoana líticas tienen, desde siempre, la costu mbre de responder a la
pregunta de su expansión por medios pragmát iCJS o socio lógicos. De ese modo, se
calcan de los modelos existentes sin tratar de construir un tipo de sociedad más
conforme a la enseñanza freudiana. Ahora bien, Lacan invierte el proceso. En vez de
ahogar toda experiencia conceptual en una soc iología cuantitat iva , hace depender el
psicoanálisis en extensión del psicoanális is en Intensión. En otras palabras, piensa de
nuevo el orden institucional en función de una primacía acordada al orden teórico. Y
deduce ese orden teórico de la experienc ia de la cura en la medida en que ésta es paso
por la castración y por el mito edípico: "Partimos de que la raíz de la experiencia del
campo del psicoanálisis planteado en su extensión, única base pos ible para motivar
una escuela, debe encontrarse en la experiencia psicoanalít ica misma, queremos decir

72
La Escuela Freudiana de París: la reconquista

tomada en intensión: sola razón justa que puede formularse de la neces idad de un
psicoanálisis introductivo para operar en este campo . En lo que, pues , estamos de
acuerdo de hecho con la condición adm itida por todas partes del psicoanál isis llamado
didáctico 115 ."
Lacan reivind ica pues la noc ión ultraortodoxa de psicoanálisis didáctico . Pero emp lea
el término en un sentido inédito. Más que introduc ir de nuevo la idea de una
prese lección, con lista, garantía y titularidad , define el psicoaná lisis d idáct ico a part ir de
una vis ión teorizada del aná lisis personal. Uno y otro se articulan en torno a la
trans ferencia y ambos tienen un princip io y un fin. Pero la cura didáct ica pone en el paso
del psicoana lisando a l psicoanal ista, y éste es el paso que Lacan se propone aislar para
convertirlo en el mo mento fecundo y teor izable de una pos ible terminación de la
formación didáctica . Freud y sus sucesores se habían inter rogado a menudo sobre ese
paso sin proponer una ve rdadera conceptualizacion del proceso y sin tratar de elaborar
un procedimiento capaz de t raducir lo instituciona lmente. Pero Lacan intenta darte un
contenido teórico. ¿Cómo dar cuenta del paso por una prueba que sea capaz de
autentificar una posición de didáctico a part ir de una cura persona l? Esa es la pregunta
planteada en octubre de 1967 11 6. Para responde r a esto, Lacan se basa en su ense-
ñanza. Recue rda que en 1956 él mismo criticó los mode los je rárqu icos vigentes en la
IPA. En efecto, en esa fecha se había entretenido en componer, en estilo surreal ista,
una sátira feroz de las sociedades psicoanalít icas . Había atribuido a sus miembros
cuatro pos iciones jerá rquicas denom inadas de esta form a : las Su ficiencias, los Zapatitos,
los Muy Necesar ios y las Beatitudes 117 . Pero once años más tarde ya no es hora de
burlas y Lacan camb ia de tono. Compa rando la cura a un tratado de ajedrez y su
term inación a un "final del partido", redistribuye sus propios conceptos en la situación
contemporánea del psicoaná lisis . El paso partic ipa de una pos ición depresiva, a través
de la que el analista es situado por el ana lizando del lado de un deserpara ser colocado
él mismo en situac ión de destituc ión subjetiva. El terapeuta es progres ivamente situado
como un resto o como una especie de part icipio pasivo a medida que la cura hace su
evo lución dialéctica. Es esa caída del sujeto que se supone que sabe lo que Laca n
opo ne a la noción de liquidación de la trans ferencia . En la perspect iva en efecto en la
que el término de yo es rechazado con el de identificación con el "yo fuerte" del ana lista,
no se responde nunca nada en la cura , se "pasa", como suj eto, de una posición a otra,
sin supe ración, anulación o liquidac ión.
Lacan no se contenta con teorizar esta noción de paso, sino que reinteg ra su
teorización en la histor ia del mov imiento psicoanalítico, mostrando as í que su relevo .
lógico funciona como el espejo del psicoanál isis en extensió n.
Hay tres puntos de referencia, d istruibuidos en los tres reg istros de lo simból ico,
lo imaginario y lo real, que permiten da r cuerpo a esta histor ia en su "desconstrucc ión"
critica. En el primer plano se sitúa el mito edípico, único lugar fundad or de las
sociedades modernas. Su papel en la economía del pensamiento psicoanalít ico es el
de evita rle hundirse en un delírio estilo Schreber. Luego viene la función freudiana de
la ident ificación, tal como queda énunc iada en Aná lisis de/yo y Psicología de las masas .
Plantea la cuestión del límite que Freud qu iso dar a su mensaje al constituir las
sociedades psicoanalit icas siguiendo el mode lo del ejército y la Iglesia . Por último, en
este siglo se produce el advenim iento del sujeto de ta ciencia, fenómeno fundamen tal,
según Lacan , del cual el nazismo mostró la irrupción: "El ascenso-escribe- de un mundo
organizado basándose en todas las formas de seg regac ión, es a lo que el psicoanálisis

73
La Francia freudiana en todos sus estados

se mostró aún más sensible, no dejando ni a uno de sus miembr os reconocidos en los
campos de exterminio. Pero ello es en virtud de la segregació n pa rticular en la que aquel
mismo se sostiene, en la medida en que la IPA se prese nta en esa extrate rritorialidad
cientlfíca que nosotros hemos acentuado y que es bien diferente a la de las asociaciones
análogas de otras profes iones. Más exactamente la adquisición de una garantía de
encont rar una acog ida, una solidaridad contra la amenaza de los campos que se
extendía a uno de sus secto res [ ...] . La solidar idad de las tres principales fu ncion es que
acabamos de trazar enc uent ra su punto de confluenc ia en la existenc ia de los judíos.
Lo que no es de asombrar cuando se conoce la importancia de su presenc ia en todo
su movimiento. Es imposib le saldar la segregación const itut iva de esta etnia con las
cons ide raciones de Marx , y menos con las de Sartre. Por ello es por lo que,
especia lmente por lo que, la religión de judíos deber ser debatida en nuestro seno11s.•
Aunque Lacan en su razonam iento no tome en cuenta la situación alemana del
psicoanálisis entre 1933 y 1945, la visión que propone de la historia del movimiento
mantiene una exactitud ejempla r. Se sitúa en la línea recta de l Moisés y renueva su
ademán. Hemos visto, en efecto , que ese hermoso texto en forma de testa men to tenía
por objetivo poner al descubierto las raíces inconscientes del antisem itismo por una
crítica de la noción de pueblo elegido. Const ituía para aquella época una respuesta
teórica a la cuestión de la judeidad que atravesaba la histor ia de la IPA desde su
creación. Si bien Freud y Jones no lograron preservar el movimiento psicoana lítico
alemán de una colaboración efectiva con el nazismo, la existencia de la IPA permitió
sin embargo a cas i todos los grandes pione ros de la Mitteleuropa escapar a los campos
de extermin io. Y se puede dec ir incluso que la ausenc ia de colaboracionismo , entre los
psicoanalistas franceses, fue la consecuencia del triunfo en la SPP de la corriente
ortodoxa contra la línea patriotera. Hemos mostrado aquí de qué manera funcionó la
noción de jude idad en la histor ia de l movimiento francés e inte rnacional para dar la
razón a Lacan en este punto: la IPA siempre constituyó para la comunidad psicoana lítica
una considerab le garantía contra la amenaza de los campos y más en genera l contra
la de la segregación. Si fueran necesarias las pruebas de esto, recordemos la difícil
acogida y no obstante esplénd ida que brindó América a todos los perseguidos de la
vieja Europa 119 . Pero esta protección tuvo por consecuencia solidificar el movimiento
según el principio de una normal ización o una asimilación a ultranza, de la que fue
víctima el lacanismo durante los diez af'ios de la SFP. Salvando al movim iento , por
migraciones sucesivas, esa rigidización no obstante lo tomó conforme a ciertos ideales
que quería combatir.
De fortaleza sitiada, la IPA se convirtió en un imperio segregac ionista: Aníbal
perdió la batalla y Cartago quedó subordinada a un nuevo imperio romano. El
movimiento convirt ió la persecución de la que había sido víctima en una "persecución "
de otro tipo: la norma lización, la exclusión de los locos , los marginales y los no
conformistas. La libre diáspora devoró a los suyos para constituirse en sinagoga según
el modelo estadounidense de la adaptación.
En 1963, en el momento en que Lacan actúa su "exc omun ión ", compara a la
comunidad neofreudiana con una Iglesia. Seis meses más tarde , llama freudiana a su
escuela e intenta la aventura de un nuevo universalismo que denomina Reconqu ista.
Por último, en 1967, contra el poder segregador de la ciencia que permitió al genocidio
tomar semejante amplitud, y contra los ideales de la normalización, en la que se hundió
Cartago, Juega la carta de una "ciencia' conforme a la universalidad "lógica" del

74
La Escu9/a Fr9udiana de Parfs: la reconquista

inconsciente. De modo que su propuesta de revoluc ión de las estructuras internas de


su escuela no puede separarse de un análisis de la situación histór ica del psicoanál isis
en todos sus estados. Se sitúa en una trayector ia a través de la cual el lacan ismo, como
movimiento constituido, real iza su ruptura definitiva con un imperio que se ha vuelto
segregador. Que un no jud ío, en vísperas de las barricadas de mayo, pueda consumar
semejante ruptura, con el riesgo de crear un nuevo imper io, es buen motivo para que
Freud se revuelva en su tumba, él que se pasó la vida que riendo desjudaizar su
descubrimiento en nombre de la tradición de las luces .
Después de este larg o rodeo histórico, Lacan enuncia su propuesta propiamente
dicha: "Nuestra pobre escuela -escribe - puede ser el inicio de una renovac ión de la
experiencia 120." Propone mantener sin modificaciones el títu lo de AME y dejar al
directorio y el jurado de recepc ión en funciones cas i idénticas. Lo mismo respecto a los
miembros simples y los AP. La modificación esencial atañe al ju rado de aceptación y
el nombramiento de los AE. Este título ya no tiene nada que ver con ninguna
titularización . Por lo que respecta al jurado de aceptación, no depende de ninguna
definición en términos de comis ión de enseñanza. Está compuesto por siete miembros:
el direct?r , tres AE elegidos por sorteo, y tres miembros simples también elegidos por
sorteo. Estos están obligatoriamente en cura con AE que los designan para integrar el
jurado en el momen to en que afrontan el "paso". Estos miembros son llamados
pasadoresy su func ión cons iste en recoger el testimonio de cand idatos ME, AP o AME ,
llamados pasandos porque postulan al título de AE realizando una prueba llamada
pase. Ésta, para el pasante , cons iste en hablar con dos pasadores de su formac ión y
de la terminación de su análisis. Los pasadores transmiten entonces el testimon io sobre
el paso a los AE del jurado de aceptación , que toman una decisión negativa o posit iva
respecto a la obtenc ión del título de AE. El testi monio así transm itido tiene por objeto
hacer oir el acto específico que transfo rma a un psicoana lizando en psicoanalista. El
jurado no ju zga la exper ienc ia clínica del cand idato, que atañe al título de AME, sino un
"además": la capac idad de teoriza r la enseñanza didáct ica transmitida por el diván. En
este sentido, no se introduce ninguna jerarquía entre el titu lo de AME y el de AE. Un
AME puede ser un exce lente clínico sin por eso haber interrogado el paso, e
inversamente , un ME puede no tener ninguna exper iencia terapéutica y mostra rse, en
la prueba, capaz de teorizar la cuestión de la didáctica : será AE sin ser AME. Por lo
tanto , cualquier miembro de la EFP puede presenta rse al pase, pero no cualquier
miembro puede ser pasador , puesto que la designac ión de los pasadores está
reservada a los AE . La decis ión del jurado se toma en base a dos de los tres AE y la
opinión del director y los pasadores sólo tiene carácter consultivo . Si un pasando recibe
el título de AE, su ana lista es automáticamente nombrado AE cuando es AME y AME
cuando es AP o ME.
Cierto tiempo después de haber pronunciado este discurso , Lacan redacta una
segunda versión de su propuesta. En lo esencial, conserva el contenido de la origina l,
pero da a sus giros sintáxicos un aire algo oscu ro que hace más dificil la comprens ión
de un texto al principio luminoso . Agrega dos elementos. Por una parte recuerda que
la formación psicoanalítica no se deriva de ninguna garantía previa y a esos efectos
pronuncia una fórmu la que hará correr mucha tinta : "El psicoanalista sólo es autorizado
por si mismo 121 ." Luego distingue la noción de grado de la de jerarquía. La primera afecta
a la elucidación del yo y el ser del analista, mientras que la segunda se refiere a un
modelo institucional o una profesión. Aquí Lacan encuentra de nuevo lo que desde su

75
La Fra.ncíatreudiana en todos sus estados

legislación de 1949 siempre ha afirmado: el orden psicoana lítico deber ser diferente al
orden instituc ional. Pero va aún más lejos: aparta todo principio jerárquico del ámb ito
de la didáctica , para preferir un título que provenga exclusivamente de la formac ión, es
decir del paso . En cuanto a la fórmu la: "El psicoanalista sólo es autor izado por sí
mismo · , es la traducc ión de la abolición de la preselección ya estipulada en el acta de
fundación. No significa que cualquiera puede ser un analista autorizado, sino simplemente
que, para ser un analista autorizado no se necesita ninguna cooptación por parte de sus
pares . La fórmula "es autor izado por sí mismo" es la consecuencia lógica de la
sup resión de la jerarqu ía en beneficio del grado . Respeta el aná lisis personal aboliendo
a la vez e l régimen de la autorización previa. Tras haber borrado , en un primer tiempo ,
la falsa sepa ración entre la cura llamada "terapéutica " o personal y la formació n llamada
"didáct ica" , Lacan opera, en un seg undo tiempo, un relevo ortodoxo del psicoanálisis
didáctico . A éste lo llama psicoanálisis puro y lo sanciona con la prueba del pase. Hay
as í una cohe renc ia notab le entre dos momentos de una doctrina. Hacia 1950, el relevo
barroco va con traco rriente del revisionismo neofreudia no; diecis iete años más tarde, la
introducción del proced imiento del pase restituye e n todo su esp lendor una perspectiva
didáctica desgastada por la rutina administrat iva. Pero devolver el valor a esta
"ortod ox ia" pasa primero por abolir la separación artificial entre la cura "terapéutica · y
la cura "profes ional". La didáct ica, tal como la concibe Lacan en este relevo, ya no tiene
nada que ver con lo que se enuncia bajo ese nombre en las sociedades ipistas .
La propuesta de octubre constituye sin duda uno de los actos más innovador es de
la historia del psicoaná lisis en materia de formación. Con ella se procura separar la
didáctica de los modelos de enseñanza que siempre recubrieron el famo so proceso del
paso propio de la cura. Lacan quiere así volver a introducir lo que enseña o transmite
el diván como único principio de acceso a una func ión que hasta entonces tend ía a no
tener más nada en común con la especificidad del psicoaná lisis. Respe cto a esto, el
proc edimiento permite poner en acto otro lugar del anális is, que no sea ni el control ni
el diván. Aunque Lacan no emp lee este término, se trata en el fondo de instituc ionalizar
un tercer lugar del psicoanál isis que no dep ende de un examen en el sentido univer-
sitario ni de un doctorado o cualquier otro diploma, si no de una poi itica específicamente
freudiana de la formación. Después de las barricadas, Lacan dirá que hizo en su
escuela un mayo de 1968 por anticipado 122.
Con respecto a esto, no es impos ible que el autor del proced imiento se haya
inspirado en parte en un acontecimiento ajeno a la historia del freudismo : la revo lución
cultural china. En el momento en que Lacan intenta dar una respuesta psicoana lítica
a la crisis institucional que afecta a su escue la, los efectos de esta revo lución empiezan
a hacerse sentir en el escenario inte lectual parisino y espec ialmente entre los alumnos
de la ENS . Ahora bien, éstos desempeñan un papel de "referente simból ico" en la cris is:
los psicoanalistas tienden a acusarlos de constituir una "red· alrededo r de Lacan, una
red "ajena" ala profesión. Y hemos vistos que la idea de introduc ir en la EFP a mie mbros
no psicoanalis tas había sido, si no rech azada, al men os viv ida con dificu ltad por t 111
número considerab le de terapeutas . Por supuesto que Lacan no es maoísta, ni
marxista, ni lenin ista, ni libertar io, y sin duda no piensa siquiera en China cuando
elabora su propuesta. Pero hay cierta analogía entre los principios que enuncia Mao
Zedong y los que articula Lacan. En ambos casos, la cuestión es provocar, en la base,
una revolución que organizará la cúpu la bajo la égida doctrinal de un gran timone l. La
operación tiene como finalidad romper las rutinas y obligar a los cuadros a hacerse una

76
La Escuela Freudiana de París: la reconquista

autocr ítica y un examen de su función. En este sentido , l aca n tendrá razón al decir que
su procedim iento prefiguraba las barricadas , pero siem pre y cuando se agregue que el
mismo no tiene ningún carácter libertar io . Se trata efec tiva mente de produc ir una
movilización general e n la base, pero la ope rac ión no se orig ina en el espontaneísmo,
dado que la organ iza el propio maestro. También se puede pensar que Lacan ha sacado
las conc lusiones de la experiencia de la comis ión Tu rquet. En efecto , es med iante
testimon ios como la mencionada comis ión pudoo ir, por primera vez en la histor ia, cierto
proceso de paso . Ante los ingleses, que func ionaban a la vez como pasado res y como
jurado, alg unos terapeutas durante su formac ión realizaron una inte rrogac ión sobre el
fin del aná lisis que transfo rmó sus curas . Y ta l vez Lacan captó, en esa oportun idad, el
punto de partida de una reflexión sobre el paso .
Por fuerte que sea la propuesta , con tiene alg unas incoherencias. En efecto , no
queda claro por qué el hecho de q ue un pasando obtenga el titu lo de AE deba acarrea r
automát icamente e l nombram iento de su analista a un grado s uperior. Si bien los títulos
de AE y AME corresponden a func iones heterogéneas hasta e l punto de soporta r un
cúmu lo, no hay ninguna razón para mezcla rlos nombrando , por ejemplo, AME a un AP
cuyo pasando se co nv irtiera en AE. Por otra parte, si los miembros son libres de
presentarse al pase, hay una incohe renc ia en querer que los pasadores sean obliga-
to riamente des ignados por los AE . Se ría prefer ible que la condició n de los pasadores
se asimilara a la de los pasandos y que ta mbién ello s fueran libres de presenta rse a esa
función, cualquie ra sea el titulo de su anal ista . Por último, se mantie ne una ambigüedad ,
en el texto de Lacan, respecto al concepto de pase. Si el paso o el momento del pase
existe en toda cu ra, desde e l momen to en que se plantea el problema de llegar a ser
anal ista, ¿cómo hacer para q ue el proced imie nto que se refiere al paso no conduzca
a ocultarlo, por una es pec ie de redob lamie nto? El pase es una cosa.y for ma parte de
la cura, pero el procedimiento del pasees ot ra: es la traducció n institucio nalizada de una
experienc ia concre ta y, por esta razón, corre el riesgo de anu larla. De ahí que algunos
propongan la idea de no otorgar un título al pasa ndo aceptado , para que el proced imiento
se ajuste mejor al pase original . Jacques -Alain Miller será el primero que, en un art ículo
escrito en 1977, hará nota r la existenc ia de esta proble mática no analizada por Lacan.
Sin impugnar el pr incipio de la atr ibución del título, llamará doble pase a l conjun to que
constituyen el pase por un lado y el procedim iento por el otro 123_
No bien se enunc ia, la propues ta produce el efecto de una bomba. Como Lacan teme
la oposic ión de los miembros de su primer directo rio y como quie re tantear a los cuadros de
su escuela, pide a cada uno que dé s u opinió n. Luego prom ueve una votación de sondeo
reservada a los AE y AME. Propone tres fonnas de expresarse : Plaoet, non Placet et plaoet
juxtamodum. La última opción d ebe permit ir indica r las modificacio nes que pueden pre-
verse según las reservas exp resadas. Las urnas dan ala propuesta una confortab le ma-
yoría: de setenta votantes, cuare nta y uno están a favor sin discusión , cinco se abs tienen,
catorce presentan reservas y cinco están radica lmente en contra . La oposición est á re-
presentada por Fran9ois Pe rrier , Natha lie Zaltzman -Perrier, Piara Aulagn ier. Guy
Rosolatoy Jean -Pau l Va!abrega. Las modificacio nes son solicitadas por Louis Beirnaert,
Jean Clavreul, Luce lriga ray, Lucien Israe l, Andrée Lehmann, Moustap ha Safouan ,
Bernard This y algunos otros 124 • Pese a esta mayor ía y aunque sepa que la asamblea
general le será favorable, Lacan decide aplazar el sometimiento a votac ión de su proyecto .
Quiere conservar en su escuela a los oposi tores y vac ilantes que son, junto con algunos
nuevos, sus antiguos compal'\eros de la SF P.

77
La Francía freudíana en todos sus estados

Pronto las bocas se abren mediante textos escri tos . Al día siguien te de la reunión
Fran~ is Perrier envía una carta abierta a Lacan para protestar contr a las lagunas que

presentan los estatutos de la EF P. De nuncia la carencia de un aparato de formación y
propone una nueva redacción 12s. Esta carta que está dirigida a " Mi querido Maestro",
no se ajusta a la situac ión actual. Perrier no discu te la propuesta de octubre·y no aporta
ninguna solución positiva a la crisis de la Escuela . Jea n-Paul Va labrega , por el
contrario , redacta un largo manifiesto en el qu e se opone al procedimiento criticando
a la vez la est ructura monocrática de la EFP y el poder dictatorial de su pres idente.
Califica d e ''ficción" al directorio, y recusa punto por p unto la argum entación de Lacan.
Según él, con el pase se corre el riesgo de introducir a no analistas en el centro de la
práct ica y en la dirección de la Escuela. En cuanto a la fórm ula "es autorizado por sí
mis mo ", según él conduce a auto rizar a cua lquiera a ser analista. Vala brega rechaza
ade más el principio del sorteo que trata de "igualitarismo falacioso", y luego impugna
la idea del paso directo a la condición de AE para subrayar que el cont ro l es la única
mane ra de hablar del análisis de uno: "Es impos ible hablar del aná lisis d e uno a alg uien
que está des ignado para esa función. Por otra parte , es por eso por lo que las
comis iones de estud ios siempre fracasa ron fatalmente en esa tarea que se convirtió en
una pura ficc ión o una broma en otro lenguaj e. La única manera de hab lar del análisis
de uno , es en relación a un tercer objeto. Y la situación totalmente indicada para oir algo
sobre eso ex.iste: es el control.· Valabrega también acusa a Lacan de mantener con la
calle de Ulm una "red " cuya actividad demostró ser pelig rosa para la Escue la . Por último
propone como solución a la crisis democ ratizar la EFP creando un coleg io de A E: "Creo
por lo tanto que todo proyecto sob re la formación deber ía estar respa ldado si no por
unanimidad, cosa imposib le, al menos por una amp lia mayor ía que debe definirse, y
estar además exe nto de cua lquier objeción importa nte12s. •
Por su parte , Guy Rosolato no expresa op inión y dimite de la EFP en noviembre
de 1967 sin haber participado en ninguna discusión sob re la natu raleza del pase. Se
conforma con criticar, por su acto, el carácter "dictatorial" de las decis iones de Lacan121.
En enero de 1968, se une a las filas de la AP F donde queda integrado como miembro
titu lar, y espe ra crear, con su partida, un movimiento de dimisión co lectiva. Se equivoca
de escis ión y de época: nadie lo seguirá .
En cuanto a Piera Aulagn ier, no redacta ningún texto crítico, pero dimite del
directorio el 4 de diciembre para marcar su oposició n al procedim iento 128.Enseguida
la reemplazan en el cargo Irene Roublef y Charles Melman. El segundo d irectorio se
convierte realmente en una ficción , ya que lo compone exclusiva mente la guardia de
Lacan. Aunque está a favor del pase, Leclaire no tarda en dimitir también de ese
organismo inco loro. Ultimo representante de la tercera generación , Jean Clavreul se
sigue manteniendo en su puesto. Contrar iamente a Perrier, Va labrega y Au lagnier,
apoya el proyecto después de haber elegido votar con reservas. Para expresar su
pos ición , env ía un largo infonme a los miembros de la EFP, donde hace una historia
completa de la cris is, proporcionándo le así al historiador futuro un texto apasionante
sobre los acontecimientos de la época . Clavreul encuentr a inaplicab le el proyecto de
octubre y propone, sin dar plazo, prolongar la duración de l mandato de los miembros
del j urado de aceptación. Adamás , crit ica la noción de pasador, pero no propone ningún
remedio al mal que denuncia l29_
A~te _los crití~~nes y los vacilantes , Lacan sigue sin querer que la asamblea general
lo pleb1sc1te. Movilizará a la base aprovechando los acontecimientos de mayo , pero por

78
.
La Escuela Freudiana de París: la reconquista

et momento responde a los con testatar ios en un discurso pronunc iado en la EFP el 6
de diciembre de 1967 . A todas luces , está molesto y su conferenci a, que Solange
Faladé transcribirá y luego él escribirá de nuevo, testimo nia a la vez su decep ción y su
fastid io. El discurso es oscuro e inútilmente agresivo. Para responde r a Valabrega,
Lacan llama a su "red" "un trozo de ulm" y anuncia que ninguno de sus miembros se halla
en su diván . Luego, con tono insultante , evoca el pasado para tratar a Pierre Turquet
de "puerco • y ensegu ida de "pav o". En la versión escrita, dejará el segundo calificativo :
pavo en inglés se dice turkey. De golpe sus epígonos olvidarán el origen angev ino de
este ex mayor que Lacan llamaba "mi amigo " y creerán a pies junt illas que este homb re,
en el seno de la com isión , no fue nunc a el defensor de la política francesa. Nueva
manera con que el maest ro deja que se cierna una duda respecto a su partic ipac ión en
1~negociación con Leclaire. Sin embargo, anunc ia dos cosas: la publicac ión en las
Editions du Seu il de una revista interna de la Escueta y la decis ión de no imponer el
procedimiento del pase a fin de prosegu ir los debates1,o_
En feb rero de 1968 , se estab lecen las instituc iones de confor midad con el antiguo
reglamento interno. El nuevo ju rado de aceptac ión es elegido por sorteo y Lacan
recupera allí una voz preponderante. Se designan cuatro miembros : Clavreu l, Hesnard,
Aubry y Roso lato. Como éste último hace dos meses que dimitió, es reemp lazado de
inmediato por Octave Mannoni. Por otra parte, el director io se modifica por la dimis ión
de Leclaire. Clavreu l anunc ia su intenc ión de irse para no acumu lar tres funciones, pero ,
a petición de Lacan, se queda a la vez en el jurado de aceptación, en el cmrecepc ión
y en el director io. En consecuenc ia, este tercer directorio de la EFP pasa a estar bajo
el contro l abso luto de Lacan que gobierna con su guardia: Clav reul, Si matos, Roub lef,
Faladé, Melman y Conté. Solamente Solange Fatadé se anima a criticar al maestro en
privado. Es lo que sue len hacer las mujeres de la Escuela. El carácte r difícil de Melman,
su intoleranc ia con respecto a los demás y su estilo hacen más comp licada aún la
gestión de l directo rio. Sin embargo Lacan lo aprec ia y to defiende cuando sus colegas
se quejan de él. La compos ición del jurado de recepción es netamente más matizada .
Ade más de Clavreu l, encontramos a Dolto y algunos representantes de la tercera
generación: Beimaert y Safouan 131.
Lacan le pide a cada uno que exp rese su opinión y vuelve a surgir la crisis: "Si et
jurado de aceptación -escribe Piera Aulagn ier- debe consistir pura y simplemente en
pronunc iar un sí o un no, te confieso que no podría menos que negarme a integrarlo :
en efecto, de cinco nomb res salidos por sorteo y a menos que a este último se le ocurra
hacer una de sus jugarretas siempre posibles pero raras, es seguro que habrá al menos
dos colegas para los cuales la opinión de usted será la referencia única y exhaustiva .
En ese caso, el papel del jurado se toma puramente forma l y no le veo ninguna
utilidad1,2_• Para remed iar esa situación, Piera propone tres soluciones: en primer
lugar, el postulante al titulo de AE deberá ya ser AME ; en segundo lugar tendrá que
presentar ante el jurado textos publicados o inéditos, y por último aceptará una
entrevista personal con un miembro del jurado . Piera agrega que estas cláusu las
deberán ser sometidas , por votación, a la aprobación de los AE.
Las soluciones preconizadas en esta carta van en el mismo sentido que las de
Valabrega y Perrier: crítica del poder personal, revalorización de la jerarqu ía contra el
grado, contro l de la EFP por los AE "titulares " y sobre todo opos ición a una "base "
resentida por considerarla carente de calificaciones clínicas y peligrosa para et futuro
en la medida en que podria tener acceso directo a un titu lo supremo. Piara no es la única

79
La Francia freudiana en todos sus estados

desconfiada, puesto que Clavreul también prop one que el candidato al pase ya sea
AME. Quiere además que el último AE nombrado pase a se r automática mente miembro
del j urado de aceptación 133. Por su parte, Moustapha Safo uan inte nta definir la condi-
ción de AM E, que sufre una transformación al introducirse el pase. Subraya con razón
que el acceso al titu lo de A ME no depende del pase, pero enseguida agrega que debe
reservarse para los que completaron la formación con un A E o un AME . Esta cláusula
no figura en el antiguo regla mento que, recordémoslo, perm ite a todo s los miembros,
sea cual sea el diván , recibir el título de AM E. Para lo demás, Safouan no exige ninguna
modificación notable. En caso qu e no se adopte el procedimiento del pase, propone
restaura r los métodos de formación vigentes en la IPA de anteguerra: "En consecue ncia
1
-dice- todo AME que haya formado a otro AME se conv ierte en AE 34."
Pese a las posiciones dive rgentes de cada uno respecto al pase, las criticas van
todas en el mismo sentido. No sólo están atrás respecto a los principios de 1964, sino
que manifiestan la vo luntad de los "seniors· de recuperar el poder que Lacan les ha
quitado. El monarca ha puesto en marcha una insurrecc ión psicoanalít ica y los
príncipes le oponen una reforma que los convert iría en los verdaderos dirigentes de la
Escuela . Si bien el pase es un proyecto genial, por lo que atañe a la formación, las
cond iciones que rigen su instauración no permiten que funcione se renamen te. Piera
Au lagn ier t iene razón al subrayar que , pese al sorteo, la mayor ía de los miembros del
jurado de acep tación siempre está a favor de la op inión de Lacan , aunque no sea más
que por el advenimiento de la cuarta generac ión transf ormó totalmente la situac ión de
la Escue la. Lacan lo sabe tan bien que propuso que su op inión en las deliberaciones
sólo sea consu lt iva . Pero como hizo fund ir su posición de maest ro del pensar con su
lugar de directo r de la esc uela, no puede evitar que su presenc ia en el jurado de
aceptac ión impida a éste func ionar normalmente. Para que el jurad o de aceptación
pueda oir los testi monios de pase en caso de adoptarse el procedimiento , sería
necesa rio com o mlnimo que Lacan no lo integ rara obligatoriamente . Y esto tanto más
cuanto que son sus jóvenes anal izandos los que se ofrecerán mayoritariamente a pasar
la prueba . Sin embargo , atrapado en su prop ia leg islación , Lacan se conduce en este
asunto según la posición multidimens ional que él mismo se asignó . Cuando es
monarca, psicoanalista, legislador y didáctico, se arroga ta mbién el derecho a compartir
la suerte de sus notables, y se r un AE "como todo el mundo", con el privilegio de librarse
del sorteo . Esta actitud es contrar ia a la famosa monar quía directa que rige la Escuela
y permite al soberano mantener con cada sú bdito una relación privilegiada . La
contradicc ión se plantea asi: o Lacan es un monarca , un inic iador , un psicoanalista Y
un didáctico , y debe renunciar a integra r el jurado para conservar su posición de
maestro , o es simplemente AE y debe se r elegido por so rteo, pese a su lugar de director.
Ahora bien, Lacan escoge una extraña vía media que le perm ite a la vez librarse de la
posición de AE común y no tener op inión preponderante . En resum idas cuentas , se
condena a aparentar que no dec ide nada, manteniendo a la vez hasta el infinito la
pemamencia de una mirada decis iva. Con semej ante sistema, el pase no puede
funcionar según un proceso psicoanalí tico .
Frente a tal estado de cosas , los opositores al pase no logran llevar a la práctica
u~ proyecto constructivo . En opinión de ellos, para salir de la crisis habría que operar
primero una transformación democrática de la EFP, que permitiera luego exa minar las
nuevas modalidades de un reglamento interno. En el invierno de 1968, la situación pues
está bloqueada por todos lados : Lacan quie re a los que se resisten pero no puede

80
La Escuela Freudiana de París: la reconquista

soportar sus críticas , y los que lo critican no están en condiciones de hacerlo de m


positiva. Las barnca· das dec1'd'1rá n... anera
Las discus io~es toman un nuevo g!rocon los _acontecimientosde mayo. Hasta ese
momento,_la_hostilidad al pase proven1a de los dignatarios de la EFP que se oponían
a una 1nic1a1tva que amenazaba con hacerles perder sus privilegios. La masa de los
miembros simples (ME y AP), es decir los elementos más jóvenes de la cuarta
generación , no tiene aún derecho a voz. Ahora bien , para estos miembros , la propuesta
de Lacan no carece de relación con la protesta que gana la Universidad. El procedim ien-
to del pase aporta en efecto una crítica radica l de las relaciones entre docentes y
alumnos, dentro de los modos tradic ionales de formación de los analistas. Es por ello
por lo que , desde finales del mes de abr il de 1968 , la base de la EFP empieza a moverse
y reflexionar a la vez en el movimiento estudianti l y la "revo lución de octubre · . Por su
parte, los notab les son interpe lados por los estud iantes durante diferentes debates .
Una agitada discusión se produce en la Facu ltad de Medicina ante un numeroso público
y los miembros de la EFP organ izan otra en el anfiteatro Magnan: esa noche, los
psicoanalistas conocen a Daniel Cohn-Bendit y algunos de sus am igos del movimiento
del 22 de ma rzo .
La iniciativa proviene de Anne-Lise Stern que tuvo la idea de proponer a Michéle
Bargues el encuent ro. Ésta forma parte del mov imiento desde su creación efectuada
en Nanterre . Su padre , René Bargues, un brillante discípulo de Lacan, había sido
nombrado AE, antes de su muerte, desde la fundación de la Escuela, y su madre,
Raymonde, trabaja en el hosp ital de los Enfants-Ma lades en el servicio de pediatría,
que dirige desde enero de 1963 Jenny Aubry tras la exper iencia de las maternidades
de la policlínica del bulevar Ney . Allí, Jenny creó una consulta de psicoanálisis , la
primera de Francia en llevar ese nombre, a la que acuden principalmente jóvenes
psicoanalistas lacan ianos. Miché le Bargues visita a Lacan, al que le parece excelente
la idea del encuentro. La reunión tiene lugar al día sigu iente de la gran manifestación
unitaria del 13 de mayo .
Daniel Cohn-Bendit y sus amigos procuran dar a conocer la política y los objetivos
de su movimiento mientras que los psicoanalistas quieren oir a los contestatarios. En
realidad, las dos partes no tienen nada que decirse y Serge Leclaire es el único que hace
una pregunta interesante que sus interlocu tores no comprenderán en el momento:
''¿Qué harán ustedes con los ex combatientes?" Algo sorprendido, Dany se apresura
a expl icar que los soldados son distintos según las guerras y que los republicanos
españoles no pueden compararse con los soldados franceses que pelearon en Verdún.
Tras intercambiar opin iones sobre la política de l Partido Comunista, los psicoanalistas
ofrecen su ayuda a los militantes: éstos hacen una colecta y van a cenar a La Coupole
donde, por casua lidad, se encuentran a algunos de los donantes, asombrados de
comprobar que el dinero del diván sirve para llenar la panza de los alegres jefes de la
comuna estudiant if135.
Esa noche, Lacan no dice ni una palabra, pero al día siguiente interrumpe su
seminario sobre El acto psicoanalítico para seguir la consigna de huelga lanzada por
el sindicato nacional de la enseñanza superior y comenta a su manera la reunión de la
víspera. Rindiendo homenaje a Cohn-Bendit, ataca a sus discípu los: "Me estoy
matando para decir que los psicoanalistas deberían esperar algo de la insurrección; hay
quienes replican: ¿Ouéquerrfaesperarde nosotros la insurrecc ión? La insurrección les
6
responde: Lo que esperamos de ustedes es la ocasión de ayudarnos a tirar piedras'~ -•

81
La Francia freudiana en todos sus estado:

Luego Lacan anuncia que la piedra y la bomba lacrimógena cumplen la función de


objeto a. Por último, sitúa la discusión en un plano teór ico y critica las ideas reichianas.
Si los dignatar ios de la EFP no saben qué hace r con esta insu rrección que
atraviesa la historia del psicoan álisis, la masa en expansión no espera al mes de
octubre para pesca r la ocas ión de expresarse que se les ofrece . Muy rápidamente, los
simples miembros toman la palabra. Representan alrededor de cien personas la
mayor ía de las cuales se adh irieron a la EFP entre 1966 y 1968 . Se forman g rupos en
los que se encuentran los seniors y los juniors. El núcleo más activo está constitu ido por
los amigos de Pierre Fiszlewicz y Robert Lander . Estos dos hombres son judíos,
psiquiatras y excelentes clinicos. Ambos morirán muy pronto, víctimas del destino y la
enfermedad, tras haber dado lo mejor de sí mismos al movimiento lacan i ano. Analizando
de Solange Faladé , Fiszlewicz es el mayor de la banda . Por su edad pertenece a la
tercera generac ión, pero su formación lo vinc ula con la cuarta . Privado de sus piernas
por una poliom ielitis, se desplaza en un sillón de ruedas . Desde su adhes ión a la EFP,
reúne en torno a é l a j óvenes terape utas para hablar libremente del psicoaná lisis de
niños, la epilepsia y las psicosis. Sabe escuchar, aconsejar y mostrar una rigurosa
toleranc ia respecto a la palabra de los demás . En cuanto a Robert Lande r, formado muy
jov en en el diván de Lecla ire, es hijo de un period ista célebre de quien no lleva el
apellido. Estela, proustiano y homosexual , habita en un n1agnílico aparta mento del
bulevar Malesherbes , amueblado por su hermano que es ant icuario, en el que recibe
a sus amigos todas las semanas . En un principio, el grupo se const ituyó para llevar a
la práctica una concepción de la locura capaz de oponerse a la de la psiquiatría y en
especial la corriente de la psicoterapia instituc iona l, representada en la EFP por Jean
Oury . Para estos muchachos revoltosos del lacan ismo, que parecen salir de una novela
de Oueneau o una película de Jean -Luc Godard , el objet ivo princ ipal es hacer pasar el
soplo de la aventura freudianaa las instituciones "corr ientes" . La mayoría de ellos están
en anál isis con Lacan o Leclaire y forman parte del equ ipo de hosp ital de Jen ny Aubry,
a quien llaman "la MéreAube" (Doña Amanecer). Son judíos y ateos , a veces apátridas,
y siempre marcados por un pasado de desv ío, extrañeza o sufr imiento: los campos de
concentración , la marginalidad, el exilio, la segregación , el viaje. Se llaman Lucien
Mé lése, Radmilla Zygouris, Fraricis Hofstein, Huguette Friedman -Lawrence , Pierre
Alien, Renaude Gosset. Anne-lise Stern forma parte de la pandilla. Con dos de ellos,
en 1972 fundará un Laboratorio de Psicoaná lisis, destinado a pacientes sin recursos,
financiado gracias al dinero que Alemania le pasa a su madre por ser viuda de un
médico perjudicado por los nazis.
Gracias a las barricadas, el salón de Robert Lander se abre a todas las corrientes.
A la vez que siguen hablando de psicos is y psicoanális is de niños, los amigos de la
pandilla discu!en también acerca de la calle y el pase. Para ellos , el proyecto de Lacan
da un nuevo 1mpetu a esa aventura del psicoanálisis a la que tienen tanto aprecio.
Rompe con las tradiciones dt:r :as demás sociedades y representa el f reudismo de los
tiempos modernos. En el apartamento de Lande r, en medio de val iosos objetos de
adorno, circulan seres ~nónimos venidos de la Escuela y de otras partes . La atmósfe ra
es acalorada y febril. Sin censura alguna, se ponen en tela de juic io las estructura s de
la E~P y los notabl~s d~slilan unos tras otros para tomar la tempe ratu ra de esta base
que irrumpe en la h1stonadel lacanismo. Lacan comprende muy pronto que el futuro de
su propuesta Y su enseflanza se encuentra ahora en las manos de una nueva
generación: la cuarta en su conjunto y la qu inta en ciernes. Con Chartes Merman,

82
La éscuala Fraudiana da Parfs: la raconquista

convoca una reun ión en casa de Paul y Gennie _Lemoine, una pareja a su disposición,
en la que no_pasa nada . Luego , desde el comienzo de las clases , impulsa al grupo
Lander a em1t1 r una_contrapr o puesta destinada a hacer pasar la suya . Está decidido a
abando nar a los diside ntes y apoyarse en la turbu lenta juventu d para poner en marcha,
cueste lo _qu_ecu este, su reforma in~tit_uciona L Ya pre~e, antes que nadie , los efectos
de posteno ndad de mayo en el mov1m1ento ps1coanalitico: el retorno de los ideales de
la herencia, el _ascenso del rac is':'?· el llamado a la segregación y a la restau ración, por
la farmaco log1a, de todo s los v1e1 o s conservadurismos. Juega pues la carta de una
"revo lución en o rden· . Ante e l espíritu libertario que amenaza con arrastrar a la
comunidad psicoana lítica hacia el naufragio, y ante los arcaísmos que trajeron su
desnatura lizació n, q uiere imponer una estructura d e formación que sea capaz de
mantene r lo esenc ial del mensaj e freudiano en el próximo decenio.
Así , en el otoñ o de 1968, el debate sobre el pase es reactivado por lo alto desde
la base . Reun ido el 19 de diciembre con el directorio y el jurado de recepción, Lacan
redact a e l texto del nuevo reglamento interno que va a someter a la asamblea general
de la EF P en sus sesiones de los días 11, 12, 25 y 26 de e nero de 1969 . Introd uce
algunas modificac iones importantes a su proyecto inicial. Visiblemente tuvo en cuenta
las objec iones de Piera Aulagn ier sobre el sorteo , pero no integró las de Safou an y
Clavreul. El primero quería que el título de AME se reserva ra a los candidatos formados
por un AE o AME , y e l segu ndo que los pasandos ya fueran A ME. Para no democratizar
demasiado el proced imiento y con forma r a la vez a los barones y a la base, Lacan
suprime del ju rado de aceptación a los pasadores y a la vez permite a sus mie mbros
presentarse libremente a la elección en AG. Esos miembros ahora son seis y el director
es el séptimo . La cláusula absurda que perm itía al analista de un pasando aceptado
para obtener el títu lo de AE queda supr imida, pero se la reemplaza con otra igualmente
absurda : los AME elegidos para el jurado de aceptación pasan automáticamente a ser
AE. Esta cláusula con tradice el principio del proced imiento, puesto que el pase tiene
como obj eto, no el hacer sub ir a un individuo en la jerarquia, sino dar testimonio de un
paso especif ico al convert irse en analista. En estas condiciones, no se consigue
entender por qué un AME tendr ía que "pasar· a AE con el simp le pretexto de haber sido
elegido para integrar el jura do de aceptación. O el pase es una verdadera exper iencia
format iva o no lo es. Como los elegidos para el jurado siempre serán, en un futuro, AE,
esta cláusula ridícu la nunca será aplicada.
En el nuevo reglamento, e l jurado es elegido por la AG para tres años y es
renovab le por terc ios, lo que , en un futuro , permitirá que los pasandos nombrados lo
integren y reemplacen así a los miembros que nunca hicieron el p_ase. Por lo demás ,
Lacan mant iene la designación de los pasadores por los AE Y d1st1ngue radicalmente
el titulo de AME del de AE . La atribuc ión del primero se hace sin la intervenc ión del
candidato basándose en la op inión de sus controladores y su ana lista , cualesqu iera
sean sus títulos . La cond ición de AME es de natura le:z:asocial: estipula el reconocimiento
profesiona l de una competenc ia clínica para afuera de la EFP. Por el contrari_ o , el de AE
es específicamente interno a la comunidad y de orden d1dáct1co. La sepa rac1on de estos
dos tltulos permite a la ve:z:acumu larlos y no acumularlos . Un miembro , si es "recibido"
en el pase , podrá ser AE sin haber sido nunca AME Y viceve rsa un miembro podrá
acumular los dos títu los. Sobre este punto , el nuevo reglamento es pertecta rnent e
coherente con la lógica del psicoaná lisis en extensión e intens ión: hay "bo rdes " y
fronteras , pero también una "cinta de Moebius " con continuidad en exterior idad

83
La Francia freudíana en todos sus estados

interna137.Lacan conserva su presencia en la total idad de los órganos dirigentes de la


EFP: es presidente del Consejo de Ad minist ración y del Directorio e integra a la vez el
jurado de recepción y en el de aceptación . Si bien la condición del pasante queda
perfecta mente claro y el modo de elecc ión del jurado de aceptac ión es satisfactorio, la
condición de los pasado res, en cambio, está mal definida. A la larga , estos últimos
corren el riesgo de constitu ir una casta dirigida por un verdade ro colegio de los AE.
Se les advierte a los miembros de la Escuela que al comienzo del año tendrán que
votar , pero aún no saben qué. Completamente decidido a aba ndona r a los barones
recalcitrantes , Lacan empu ja a la base a discut ir su proyecto. Le llegan cartas de todas
las opiniones, asi como pedidos de modificaciones . Una de las primeras proviene de
una AE de la tercera generac ión: Maud Mannoni. Ésta se apresta a crear la Escuela
Expe riman tal de Bonneuil apoyándose en ciertas tesis de la antipsiquiatr ia.
Ard ientemen te izqu ierdista , se contenta con denunciar el "carácter reaccionario" del
procedim iento. Pero para probar su f idelidad a un maestro, cuyo proyecto rechaza,
envía con anticipación una papeleta de votación favorable a la prop uesta que acaba de
recusa r138.De manera general, las nuevas petic iones de modif icaciones son mucho
más inte resantes que las ante riores. Su contenido mues tra que la noción de pase
empieza a ser comprendida por el grupo y que la insur rección de la primavera ha dado
sus frutos . Jean Oury envía una misiva sin relación con el pase, en la que expone los
beneficios de la psicote rapia instituc ional. Como Maud Mannoni, lleva el agua para su
molino, pero plantea un problema fundamental que aún no había surgido con esta
forma , aunque esté en el centro del procedim iento que Lacan quiere implantar: "¿Puede
ser psicoanalista un loco? -dice - Actualmente nada nos preserva de eso. Y no creo que
unas simples medidas democráticas nos garanticen protección contra semejante
peligro139."
Todas las demás propuestas exigen de una forma u otra la cración de comisiones
especializadas dest inadas a poner a prueba, durante cuatro años, la doctr ina del pase.
Thémouraz Abdoucheli, un AME formado por Lacan, envía al Directorio un proyecto
que tiene ese objetivo . Pero toma la precaución de agregar en el sobre una carta, en
la que estab lece que su propuesta no debe competir con la de Lacan. Debe servir, en
su opinión, de sustituto en caso de que la Asamb lea General rechace el proyecto del
19 de diciembre. Dicho de otro modo, Abdoucheli, como la mayoría de los que
intervienen, apoya la experiencia del pase y exige simplemente algunas modificacio-
nes. Por su parte, Pierre Benoit. un AP, hace notar que las contradicciones que gravitan
sobre la Escue la vienen de la posición fusiona! que ocupa Lacan: es el único que dice
en voz alta lo que todos piensan en voz baja 140_
Los amigos de Robert Lander son los que proponen las modificac iones más
interesantes. Habiendo reflexionado durante muchos meses, comprendieron que el
pase era el único proced imiento capaz de saca r a la Escue la de su crisis institucional.
Pero también notaron las incoherencias que contenía el proyecto y la crítica que le
hacen se refiere esencialmente a la condición de los pasadores. Proponen dos
modificaciones: los pasadores deben tener un lugar equivalente a la de los pasandos
y poder designarse a si mismos, lo que reduciría el poder de los AE y permitiría a todos
los miembros de la EFP oír testimonios de pase. El grupo Lander exige además que el
jurado de aceptación sea constituido, en ocasión de cada pase, por los propio~
51
pasadores. Así, el procedimiento se ajustaría a los principios del "se autoriza ~r
mismo·, a la vez que se mantiene conforme al espíri tu antiburocrático tal como quiere

84
La Escuela Freudiana de Parfs : la reconquista

Lacan. El texto de esta modificación es redactado por Pierre Alien, un analizando de


Lacan, no miembro de la EFP , y f irmado porFranc is Hofste in, RadmillaZygouris, Lucien
Mélése, Robert Lander, Renaude Gosset, Anne -Lise Stem, Huguette Friedman-
Lawrence, y tamb ién Jos ephAttié , Claude Th is, Jeanine Mouchonnat, ClaudeJeangirard
y Pierre Benoit. Rep resen ta una especie de radica lizac ión "ultra lacaniana" del proyecto
inicial, en la medida en que trata de hacerlo a la vez más revolucionario y más
democrático. Como el de Abdoucheli, el proyecto A lien-Lan der, de acuerdo a la
voluntad de sus signa tar ios , no está destinado a competir con el texto de l 19 de
diciembre 141 .
Las discusiones duran alrededor de tres se manas y permiten a Lacan comprender
que su proyecto es masiva mente aceptado. Demas iado apresurado en ensayar una
exper ienc ia de la que qu iere recoger los frutos ráp idamente, y de masiado preocupado
por la unidad de su escue la para cede r a un ultralacanismo que reduciría a la nada el
poder de los notab les , procede a una hábil maniobra instituciona l. En las sesiones del
25 y 26 de enero, dec ide someter a la votac ión de la AG tres propuestas: la suya sin
modificac iones (proyec to A), y otras dos, la del grupo Lander (proyecto B) y la del
Abdouche li (proyecto C). Así, contra la opinión de los interesados, pone en competenc ia
unos textos que estaban destinados , no a oponerse al suyo, sino a modificarlo o servir
de sust ituto en caso de negoc iación ob ligada con los ve rdade ros adversarios del pase.
La votac ión tiene lugar en una sala de l hotel Lutétia ante una asamb lea agitada .
Mientras que los opositores: Au lagnier, Valabrega y Perrie r, ya han enviado su carta de
dimisión , los signatar ios de los "proyectos " By C están fur iosos con la maniobra que se
les ha impuesto. Deseando acabar de una vez , Lacan amenaza a Alien y le dice: "Elija:
usted o yo 14 2 . • Las bocas se cierran , el maestro ha ganado. En su discurso , el jurado
de aceptac ión endurece el tono y trata de "falsa " y "falaz ' la representación del pase que
se transm itió en los primeros debates . Luego Clavreul lee un texto de Lacan en el que
éste califica de "valabregadas ' las op iniones de los contestatar ios143. Por último, la
adopc ión de un modo de escrut inio llamado "preferenc ial" turba aún más los ánimos:
"Basándose en la opinión del director, la asamblea votará introduciendo en la urna una
papeleta donde se alinean de izquie rda a derecha , en orden de asentim iento decreciente,
cada uno de los tres proyectos que se le proponen : sea A el del j urado de aceptac ión,
Bel de la lista que Pierre Alien encabeza por orden alfabét ico, C el de Abdoucheli. Esa
forma de votar llamada preferenc ial es un test en el sent ido en que permite someterse
(en un 9% de los casos para un grupo de votantes tan numeroso como el nuestro) al
efecto Condorcet. Es sabido que este efecto des igna el resu ltado inconsistente, en el
que la opción que domina a otra y ésta a una tercera, la tercera domina sin embargo
a la primera, lo que excluye no sacar nada en limpio. A_quf seri~ temib_le_mente
significante de una carencia de lo que hemos llamado el espíritu del ps1coanáhs1s . K.J.
Arrow, para referirse a otro orden , el de la determinación lógica de l interés general,
demostró que fuera de la unan imidad, éste no puede dete rminarse más que por la
opinión de uno solo 144."
Incluso antes del escrut inio, Perr ier, Valabrega y Au lagnierenv ian a Lacan ~u carta
de dimisión de la EFP, provocando as í la tercera esc isión de la histor ia del mov1mrento
psicoanalítico francés: una escisión al revés. Por primera vez , Lacan n_oes expu_lsado
de un reino sino abandonado por haber construido un reino. Y, también por primera
vez, es des~rtado , sin negociación , por los mismos que ~e habían neg~do a ceder;
la imposición de un imperio. Para la cuarta y quinta gene ración ps1coanalit1cade la EF ,

85
La Francia freudiana en todos sus es tados

la partida de Perrier re presenta un desastre . A_~uncia el cre púscu lo d e cierta idea del
lacanismo. Con la dimisión de ese turb ulento rimo gra nde desapa rece del movimiento
un romanticismo de los orígenes q ue será recubierto para siempre por e l ava nce del
dogmat ismo: "El giro qu~ han tomado_las re uniones de la Escuela y la o rga~ización que
de ellas se deriva -escrib en los d1m1s1on a nos- por e l voto de un pr~ced 1m1 ento que
condenamos, acaba ron por instau rar aparato s Y mod os de des1gnac1ón y pron1oción
analíticos que juzga mos inco mpatibles con las gara ntías neces ar ias para una actividad
psicoanal ítica rigurosa ( ...] . No son necesarias largas fra ses pa ra expresa rle la tristeza
que sentimos al tomar esta decisió n 145." _ _ _
Desde el punto de vista de Lacan , la elecció n de un modo de escrut inio preferencial
tiene como objetivo poner en evidencia una coherencia de_las preferencias individua-
les, no reductible a una coherencia colectiva, tal co mo va implicada en el voto mayo-
ritario. En otras palabras, si el proyecto A hubiera sido p uesto a votación según una
modal idad clásica (sí-no-abstención), hubiera sido ado ptado por una aplastante
mayoría y sin más impugnación que la de algunos dimisionario s. Se ve pues que Lacan
quiso hacer aparece r las opiniones minoritarias : de ahí la idea de l voto preferencial y
la trans formación de las "críticas" en propues tas. Pero empleando esos métodos,
favorece una división en la Escuela y señala por ade lantado una indecisión: el pase
pod rá ser un fracaso, un triunfo o las dos cosas a la vez. En cuanto a la oposición, es
susc itada por el voto y expresada en abstenciones que no se cuent an.
Para la reunión del hotel Lutétia, se desplaza ron para votar a lrede dor de doscientos
miembros de un tota l de aproximadamen te doscien tos tre inta. Ahora bien, de esos
doscientos miembros , sólo ciento diecisiete participan en la votac ión: los descontentos
de todas las posiciones se abstienen . Con ciento d iecisiete votantes , el proyecto A es
preferido ciento noventa y ocho veces , el B ciento siete y el e cua renta y seis. Si se
convierten estas cifras en térm inos de voto por mayo ría, se percibe que el texto del 19
de d iciembre es adoptado por una mayor ía de noventa y tres votantes sobre ciento
diecis iete con alrededor de ochenta abste nciones, lo que quiere dec ir que los oposi-
tores y los abstencionistas son casi tan numerosos co mo los que lo apoyan 146 . En el
mo mento en que se adopta el proyecto A, la mitad de los miembros de la EFP lo rechaza
abiertamente o le pone reparos , y la otra mitad no sabe muy bien si ha votado por Lacan
o por el pase. Lacan impone su procedimiento gracias a una curiosa arbitrariedad que
salva a la Escuela de una muerte lenta, a la vez que favorece su división. Sin este gran
cañoneo inverna l, la EFP se habría hundido en conflictos institucionales parecidos a los
de las sociedades ipistas. Hubiese parecido que existía , probab lemente nunca habría
sido disue lta, y no habría innovado nada en materia de for mación ana lítica . Pero las
con? iciones en las que el pase se lleva a la práctica ponen en evidencia el riesgo de su
posib le fracaso: queda por saber si no se gastó pólvora en salvas .
Desde el 9 de febrero, el jurado de aceptac ión dirige a los miembros de la Escuela
una_c_,~cu lar que ha recibido la sanc ión del Directo rio. En ella se estab lece la absoluta
flex1b1hda?. c?n la que se ha adoptado el proced imiento . Se agrega n tres cláusulas que
pueden difici lmente anexarse a los textos estatu tarios pue sto q ue no fueron votadas en
la ~samblea General . En primer lugar , el AE puede no preven ir al pasador de su
designación Yen consecuencia éste puede declina r el ofrecimiento que se le hace. Aclo
seguido , el pasando debe tener la auto rización de su ana lista. y por últi mo, vuelve ª
plantearse la idea de que un analista cuyo pasando es nombrado se convierte
automáticamente en AE. Esta propuesta absurda había sido reti rada del texto de

86
La Escuela Freud iana de París : la reconquista

diciembre de 19 69. Estas cláusulas no son reglamentarias, pero como ningún miembro
de la Escuela, incluidos los del jurado de aceptación, conoce el ten or exacto de los
textos legales, dura nte diez años nadie sabrá j amás có mo funciona el pase. De modo
que el jurado siem pre titubea rá para determinar si el analista de un pasando aceptado
debe convertirse en A E. Igual mente, nunca sabrá a ciencia cierta si el pase está o no
reservado a los miembros de la Escuela y no resolverá el asunto de selecc ionar los
candidatos para la prueba. T ampoco dirá si los pasandos deben estar en el pase en el
momento de la cand idatura o si por el contrar io pueden presentarse después. Nadie
sabrá espec ificar cuá l es la situación de los segundos tramos en el proceso de l pase.
Por consiguiente, el jurado acepta rá cualquier candidatura, desde las más estrambót icas
hasta las más serias . Se comprende entonces por qué nombrará a tan poca gente.
De las decenas de ejemplos que hemos encontrado , todos igualmente incoherentes ,
t?memos. Un di ade 1971, Laurence Bataille 148discute sobre teoría con Jacques Lacan .
Este le aconseja hacer el pase. Sorprend ida, aquella responde que no sabe cómo
hacerlo. Sin embargo, aconsej ada por él, pide cita con Clavreul para presentar su
candidatura. En aque lla época , aún no es miembro de la Escuela. Un poco molesto,
Clavreul se muest ra interesado en saber cuál será el título del analista de la cand idata
si éste resulta nomb rada. ¿Conrad Ste in podrá convert irse en AE siendo titular de la
SPP? Sobre este punto los textos legales son claros, pero la confus ión que introduce
la circula r de febre ro es tal que ni un miembro del j urado sabe a qué atenerse . Clavreul
le propone entonces a Laurence afiliarse a la EFP, sin decir le con precisión si una
persona ajena a la Escue la puede o no hacer el pase. Ignora que Laurence es la hijastra
de Lacan y le dice que va a pedirle información al jurado , de l cual él mismo forma parte ,
para saber si la ca ndida tura puede ser acep tada. Laurence no se siente madura para
ent rar en la Escue la. Pero la secretaria le envia su afiliación. Aquella la rechaza y
comunica a Simatos que prefiere reflexionar duran te un tiempo. En el umbral de la
puerta, éste le aconsej a que se apres ure pues el próximo anuario está por salir.
Finalmen te, Laurence hace el pase sin habe r toma do una decisión. No la aceptan . Pooo
después , se siente preparada para afiliarse a la Escuela, pero le hacen saber que
espe ró demas iado . Acabará por ser miembro. Mucho tiempo después , en el transcurso
de un segundo tramo realizado con un miembro del jurado, es designada pasadora y
se encuentra ante una cand idata no miembro de la Escuela que desea sencillamente
ingresar en la comunidad de los AE. Desconcertada, Laurence igual oye el testimonio
y lo trans mite. El jurado rechaza a la paciente sin preguntarse si tendría qu e haberse
hecho una se lección para impedir que se presenten ese tipo de cand idaturas que to rna
ridículo el propio procedi miento . Por lo demás, no se ve oómo hubiera podido
efectua rse esa se lecc ión , bajo la égida de un j urado pendiente de las dec isiones de
Lacan e incapaz de aplicar textos legales .

Vil. Anonimato y Cuarto Grupo


En marzo de 1969, la EFP cambia pues de situac ión y se convierte en vna
asociación a la vez más moderna, más anón ima, más fraccionada y más específ icamente
analítica. El nuevo regla mento interno ratifica el procedimiento del pase como medio de
acceso al título de AE, y al mismo tiempo da validez a un medio de atribución más
clásico del t itulo AME. La Escue la sigue comprendiendo una sola categoría de

87
l

La Francia freudiana en todos sus es tados

. bros y cuatro catego rías de títulos: los ME (no ana listas o no analiza dos ), los AP
m1em
los AME y los AE. con la evolució n de la Escue Ia h ac1 ·a e 1g1
·ga nt·1s~o , e 1numero
• de ME'
tiende a reduc irse mientras que las filas de los AP engrosan a o¡os vistas . La EFP solicita
su reconocimiento de utilidad pública, tan anhe lada por Lacan , que tiene el peligro de
colocarla bajo el control de los poderes públicos, p~ro que puede P:rm itirle recibir
legados y donaciones . Se amplía el Conseio de.Adm1n1strac1ón y, do~ anos despu és de
la crisis del pase, la EFP es capaz. no sólo .de rivali zar con la SPP , sino de convertirse
en punto de partida de una nueva 1nte~nac1onal. No va n a tarda r e n cre~ rse pequeños
grupos de obediencia lacaniana en pa1sesd~ cul tura latina: Italia, Espana y Argentina.
Lacan ha ganado su batalla de la imp lantación francesa . Sin emba rgo, le queda por
tomarse un desquite : la reconquis ta del mundo a~gloa merica~o. Tiene setenta años y
la tarea es demasiado difícil: una segunda traves1a del At lántico re alizada en 1975 no
produc irá efectos respecto a ese punto. En j ulio de 1971, la EFP se muda a un
verdadero local , pequeño pero agradab le, situado en la planta baja d e un lujoso edificio
situa do en la calle Claude-Bernard. Fue adquirido grac ias al dine ro de los miembros
más acaudalados de la Escuela, con importantes contribuciones de Melma n, Lacan y
Dolto. Con el número de miemb ros duplicado (doscientos seten ta y siete), la Escuela
brilla con todo su esplendor en el escenar io intelectual paris ino y provinc ial donde
celebra sus congresos . Tras pasar cinco años en el hospital des Enfan ts-Malades,
Jenny Aubry se instaló en Aix-en-Provence , y así forma en la región muchos terapeutas
lacanianos. En Estrasburgo , siguen siendo Lucien Israel y Moustapha Safouan los que
mantiene n la presencia del lacanismo en las fronteras con Aleman ia, mientras que en
Montpellier Jean Faure y Pierre hacen lo propio.
Pese a esta excelente implantación y pese a la fachada de unidad , la EFP se ha
convertido en una institución fragmentada deb ido a su expansión , al contrago lpe de
mayo y a las modalidades de instauración del pase. Con el transcu rso de los años, los
pasadores , designados siempre por los AE, sienten un malestar constante ante el
j urado de aceptación , que juzga candidaturas cada vez más importan tes , a través del
testimon io de quienes ha designado y que con frec uencia llegan a ser pasandos . La
mayoría de los pasandos. nombrados provienen del divá n de Lacan, quien toma en
anális is cada vez más miembros de su escuela . De los cinco primeros candidatos
aceptados , tres son analizados del maestro y los otros dos al menos sus controlados .
A medida que se desarrollan los crecientes pases anónimos, los nombram ientos se
hacen basándose en un modelo idéntico: un jurado prácticamente mudo bajo la mirada
omn ipresente de Lacan que asiente con la cabeza o suelta una interpretac ión, que
permite a los demás formar~e una opinión . La gran mayo rla de los candidatos
aceptados sale de,la calle de L1lle, lo que no quiere decir que todos los analizandos de
Lacan reaban el !1tulo. Muy por el contrario, también son suspendidos mas ivamente.
Al cabo de ocho anos d.efuncionam iento constante, habrá habido en la EF P más de cien
pases y más de dosc,entos pasadores en actividad para solamente nueve nombra-
m1ent?s. Después de 1?77, y una crisis grave , con el suicidio de una pasante habrá
toda~1a ocho nombra mientos antes de la disolución de 19SO, sobre un total de casi
doscientos pases en trece años. Con estas cifras la EFP á la
asociación más selectiva de Francia por 10 ue res' se man!~ndr c?mo
especia lista en la didáctica del psicoanál isis q . pecta a la obtenc1on del titulo de

las demás sociedades éstos son cons·d


¡
lo que atañe al derecho de voto concedido ~ ~ mismo tier:iipo la más def!1ocrát1capor
d
0
simp les miembr os . Efectivamente, en
1 era os alumnos y no tienen ninguna influencia

88
La Escuela Freudiana de París: la reconquista

sobre la marchad~ la ins tituc ión 14 9. Democ rática, selectiva, fragmen tada, monárquica,
anón ima Y libertaria: tal es el aspect o contradictorio de esta escuela fuera de lo común
en el apog eo de su histor ia.
Estas cifras Y e l ejerc icio del pase demu estran que lo que éste significa , con e l
trancurso del tiempo Y lo sepan o no sus protagon istas, es la puesta a prueba de esa famosa
práctica fo rma t iva de Lél:can, que fue e l luga r central de todos los con flictos dela historia
francesa del psicoanálisis. Por lo demá s, p0demos preguntamos si Lacan no inventó este
proced imiento par a da rse a sí mismo el esp<;etáculo de los límites de su poder didáctico . En
caso af1rmat 1vo, habrá te~1_do a l menos el coraje de interro garse , mejo r que todas lasco -
m1s1on~s, sobre la autent1c1dadde su ser analista, y de la misma forma intentar dilucida r el
gran_emgmade la tr? nsmisión y el pase. Pero es demasiado pronto para saber1o, pues los
a~c~1vo~ del pase aun son secretos y la pregunta sigue abierta . Sin emba rgo, si un día esta
h1potes 1sde mostrara ser exacta, se comprenderá mejor porq ué, en trece años de fun-
ciona miento , el jurado de aceptación nomb ró tan pocos candidatos y se mostró incapaz de
dar cuenta ante la Escue la de los criterios espec íficamente psicoanal íticos que presidieron
el rechazo y la aceptación de los can didatos1so.
Desde 1970, e l pr ime r informe del jurado de aceptac ión expuesto por René Tosta in
en el Congreso de París es testimonio del malestar que crea la aplicación del
procedim iento. El autor empieza anunc iando que el j urado "no es un tr ibunal supremo
parapetado detrás de lo incomunicab le de su exper iencia" y enseguida dec lara que un
verdadero ana lista, según el pase , es un sujeto que soporta ser "nadie, cua lquiera o
incluso una másca ra o un pronombre indefinido 15 1." Fantástica denegación para un
desastroso balance provisiona l. En esta perspect iva, el pase no otra cosa, en opinión
del jurado , que la aceptación por cada cand idato de su caída en el anonimato , la cual
no tiene nada que ver con la destituc ión subj etiva, la reducció n del yo o la puesta en tela
de juicio del sujeto que cree saber. Pero si el jurado se hace del pase semejante
representación , eso sign ifica que é l mismo func iona con la modalidad de un anonimato
a part ir del cual só lo Lacan tiene derecho a tene r un nombre . Operando bajo la mirada
multidimensional de un maestro que de hecho sigue siendo e l analista de todos y cada
uno, los miembros del jurado rio pueden ni oír en el postulante un "paso" que la func ión
de ellos les impide dilucidar ri negarse a oír el mencionado "paso" que se les ofrece y
los remite a la situación de sujeto no identificado . En tales condiciones es imposible
captar e l sentido de la term inación de una cura_o reso lver acerca de e~? famoso des-
ser. El funcionamiento del pase en la EFP tiene como efecto rem1t1ra todos los
protagonistas de la gran escena lacan iana a la relación imag_ inaria que cada uno
mantiene con un padre fundador. En consecuenc ia, los nom~r~m1_entos no se basan en
ninguno de los criterios definidos por el proced1m1ento, q_ue m s1qu1era los responsab les
aplican correctamente , actuando como apre~d1_ces de bru¡o. Pero guardan una constancia
ejemplar en el tiempo, como si el jura?º s1nt1erala n,e~es1dad, en el trancu '.so de los
al\os, de renovar el número de AE segun una cuota m1mma; cuatro nombramientos por
publicación de anuario, diecisiete en trece años para un _numero de miembros qu~ en
1980 llegará a seiscientos nueve, entre los cuales hay treinta y ~.choAE y ~1ento trein ta
y siete AME no AE . En total , ciento setenta y cinco _analistas con título . Con e~tas
cifras, la EFP seguirá siendo la asociación más select iva a la vez que más democrat1ca
de la historia francesa del psicoanál 1s1s. . .
En cuanto a los rechazos, tan poco motivados como las a_ce~~ac,one~, se vuelven
cada vez más masivos a medida que crece la EFP y la promoción normal de los AM E.

89
La Francia fraudiana an todos sus astados

Es de creer que los miembros del jurado de aceptac ión se consideran, tras la máscara
de su anonimato, los únicos poseedores del títu lo de AE, cuando la mayor ía de ellos,
fanáticos partidarios del proced imiento, no se arr iesgan jamás a someterse a él, por
haber obten ido el títu lo antes de su instaurac ión. Inventado por Lacan, el pase no puede
tuncionar sin él, pero con él no puede 1uncionar: esta es la prirl'lera lección que hay que
extraer de la marcha del proced imie nto que habrá perm1t1do a toda la Escuela
reflexionar, con o sin jurado , acerca de las cond iciones inst ituc iona les reales de un
verdadero hacerse ana lista. En este sentido, este proced imiento "1allido" hab rá tenido
efectos a la vez regeneradores y desastrosos sobre el movimie nto lacaniano. Un
balance de 1racaso puede ser así el testimo nio por la negati va de un triunfo .
La posición de anonimato tiene alguna relación con el procedimiento del pase.
Pero en lugar de reivindicar el valor psicoanalítico de una especie de "despersona lización",
como hace Tostain en 1970 , es más intere sante mostrar cómo el significa nte de la
destitución subjetiva, es decir del pase, circula en la institución fracc ionada en que se
ha convert ido la Escuela freudiana en expans ión. El anonimato bajo todas sus formas
atraviesa en gran parte todas las empresas edito riales elaboradas colect ivamente por
los miembros de la EFP . Entre ellas, podemos señalart res : la revista Sci/icet, cuyo primer
número aparece en el otoño de 1968, el proyecto de un Diccionario que se concreta
hac ia 1970y por último la revista L'Ordinaire du psychana/yste , cuya edición se propone
después de la cris is y que saldrá a luz en 1973. Estas tres empresas osc ilan entre una
sum isión dogmática al anonimato , que roza la despersonal ización colect iva, y una
reivind icación de la no firma que tiende a devolverle el valor a la función creadora de
la escritu ra plural.
Lacan preparó la publicac ión de Scilicet en las Édit ions du Seu il durante un año:
"Puedes saber -escribe en la presentac ión- ése es el sent ido de este título . Puedes
saber ahora que fracasé en una enseñanza que durante doce ai'los sólo se dirigió a los
psicoana listas y que, debido a ellos, desde hace cuatro años, encontró aquello a lo que,
en diciembre de 1967 en la ENS donde hablo, rend í homenaje. En uno y otro de estos
períodos no logré romper el malvado encanto del orden vigente que se ejerce en las
sociedades psicoanalíticas existentes y en su producción teórica, solidarias ambas 152."
Scilicet aparece con una confesión de fracaso tras los acontecimientos de mayo
y en la víspera de aquella escisión al revés de enero de 1969. Se dirige a un público de
"bachilleres", es decir a "alumnos" de todas las opiniones. Para Lacan, el bache/ora la
inglesa simboliza al que aún no se ha casado con ninguna sociedad psicoanalítica y que
se siente atraído por la EFP. Pero la revista hace patente la relación especifica que se
ha establecido en la Escuela entre el maestro y su pueblo. Reve la en particu lar la
progres iva desaprobación de Lacan respecto a los viejos de la SFP, a la vez que
concreta la entrada en el movim iento de una base recor rida por var ias corrientes.
Inspirada en el espíritu "Bourbaki", Scilicetfunc iona de hecho co mo la radiogra fía ideal
de la EFP para los ai'los setenta: sólo Lacan tiene derecho a una escr itura frente a los
anónimos cuyo único deber, para recibir el consentimiento del soberano ~s comentar
su doctrina . Para exhibir su soledad , Lacan decidió que los artícu los n~ se firmara n,
salvo si emanaban de su propia pluma. Al princip io , se plantearon varias ideas. Lacan
subraya que un ~rabajoteó rico no procede de un autor , sino de una enseñanza. Por otra
parte: quiere estimu lar la publicación de casos sin atentar cont ra el secreto de las curas.
Por ultimo, desea que ciertos analistas procedentes de otras sociedades puedan
asociarse a la empresa. La argumentación es interesante, pero los artículos no serán

90
'
La Escuela Freudiana de Parfs: la reconquista

"clfnicos" y los autores sólo pertenecerán al feudo lacaniano. Por eso los textos tendrán
el aspecto de es_quelassin identificac ió~ . Laca n quería además que la revista no fuese
real'.'1ent~anó~1ma y, en el segundo numero, publie;a,una lista de colaboradores para
dar md1c1os. Sin embargo, despu és del segundo numero, deja el traba jo a cargo de
Charles Melman y desde entonces la famosa lista desaparece del suma rio.
. "Scilicet no está cerrada a nadie -escr ib~ Lacan en el prime r número- pero
quienquieraque no haya figurado en ella n >podna ser reconocidocomo alumnom/o.1s3
·con esta declaración liminar, Lacan no :,8 contenta con imponer el anonimato a sus
discípulos, sino que quiere establecer el catálogo de sus fie les. Pero como en esa techa
el número de miembros de la EFP asc iende a dosc ientos treinta aproximadamente, y
como todos se cons ideran alumnos del gran hombre , es materialmente imposible que
todos figuren en la revista. Por consiguiente , la Escuela está condenada, detrás de una
tachada de unidad, a una división perma nente entre , por un lado, la primacía de un
discurso dogmát ico y, por el otro , una reiv indicac ión de tipo "libertario", a través de la
cual la doctrina lacan iana ya no es la "única" referencia. Lo es tanto menos para unos
cuanto que el dogmatis mo de los otros se hace más opresivo . Esta frag mentación de
la EFP en dos grandes tende ncias antagó nicas, que se produce después de la crisis
del pase, es favorec ida por la protesta que viene de atue ra . A partir de 1970, los
terapeutas lacan ianos de la cuarta generació n empiezan a descubrir, oon un tiempo de
retraso respecto a las demás soc iedades, ta existencia de doctrinas a las que hasta
entonces habían permanecido insens ibles: la obra de D.W. Winnicott, por ejemplo,
traducida en Francia en esa época , aporta una representació n de la olíni ca que puede
servir de contrapeso al lacanismo dogmático, en el preciso momento en que una
apert ura generalizada hacia e l pluralismo dom ina el escena rio psicoanalítico francés.
Ante este estado de cosas , Sci/icetinsta la durante ocho años, en el corazón de la EFP,
una situac ión de anon imato permanente que sirve de reve lador al fracaso del pase y
al avance del dogma tismo en las filas dAI mov imiento. Con et transcurso de los años,
la revista se convierte en e l símbolo de este "laca nismo en lenguaje rebuscado " que
será el haz merreír de toda un 3. inteflígentsiacada vez más host il a su mensaje orig inal.
El proyecto de un Diccíc iario razonado y crítico del psicoanálisis proviene direc-
tamente de ese dogmatis mo anónimo y espontáneo que Scilicet indujo en el momento
en que la exper iencia del pase empieza a hace r circular en la EFP un comple jo
genera lizado de destitución subjetiva . Al principio, la idea es excelente. Emana de
Fran~ is Wah l que hizo publ icar en Se uil, bajo la dirección de Oswa ld Ducrot y Tzvetan
Todorov un dicc ionario de las cie ncias del lenguaje así como una exce lente obra
' .
colectiva sobre el estructural ismo 154. El proyecto es confiado a Melman y apoyado por
Lacan. Inspirándose en Scilicet, Melman también quie re dirigirse a l bachelor, es decir
hacer leíble, para un amplio públ ico, la doctnna _lacamana . Pero tamb ién d_eseahacer
trabajar j untos a los miemb ros de la Escue la, a fin de _mantenerlos en la unidad de una
causa común. De hecho, se quiere opo ner al D1cc1onanode L<!-ptanchey Pontalls.
juzgado "ecléc tico· , una "lect ura lacaniana" de la obra treudiana . E~ta debe demostra'.
que el punto de vista lacaniano es interno al texto de Freud . Ahora bien, una lectura as,
de Freud a la luz de un lacanismo ya const ituido, es dogmática por exce lenc ia. pu€'sto
que tiend~ a anular la historia progresiva del relevo operado por Lacan, para sust ituirla
con una ilusión según la cua l Freud ya sería lacan iano por la magia de un teléfo no rojo
transcultural. La lectura propuesta , por muy honesta que sea, no es más que un intento
de anular la diferencia entre los dos corpus .

91
La Francia freudiana en todos sus estados

Melman se rodea de varios fieles entre los que f iguran Re né Bailly, Claude Conté
Claude Dumé zil y Thérése Parisot. Moustapha S~fouan participa tamb ién en 1~
empresa . Se elabora un plan en siete partes y se lo env1a a.los miembros de la EFP junto
con una sol icitud para que redacten a rtículos y se inscnba~ en uno de los registros
def inidos. Este plan no propone nada menos que evaluar la totali dad de los conocimientos
humanos desde el descubrimiento freudi~no El di?cionar io debe ~sí empezar por
descr ibir el estado de la ciencia, la ideo log1a y la pol1t1ca a fines de l sig lo XIX y seguir
con un "Libro compañero de Freud" que inc luya un recuen to de los principales artículos
delfundador , para culminar porf in con una historia mundial del 1nov imiento psicoanalítico
desde el primer círculo vienés . A esto se añaden tres ámbitos de exploración: un "Libro
compañero de Lacan", un léxico genera l de los conceptos psicoana líticos (según una
"lectura lacaniana ") y una evaluación de las "fronteras · que co mprendería estudios
profundos de filosofía , lingüística , matemá ticas, histor ia, crítica literaria y religión. Si se
mira de cerca este plan maravilloso , se comprende por qué el lacan ismo dogmático no
logra construir el edificio capaz de garantizar su unidad. Ni los faraones hub ieran osado
desaf iar a los d ioses con semej antes sueños. Pues para hacer existir semejante
mausoleo la EFP hubiera necesitado tener cien años de existenc ia y sus miembros una
product ividad casi del irante. Así que tanto ruido está condenado a produc ir pocas
nueces, pero las nueces encie rran una mina de informac iones sobre la manera en la
que la corriente dogmática encara las relaciones del freud ismo con el lacan ismo en los
años setenta1ss.
El capítu lo "Léxico " se divide en tres partes. La primera, titulada "El significante (la
estructura)" tiene por objeto la cienc ia de los sueños , la psicopato logía de la vida
cot idiana y tos chistes . La segunda , bajo la rúbrica de "El sujeto (clínica )" define trece
nociones sacadas unas del corpus freudiano y otras del corpus lacan iano . Por último,
la tercera trata de "La práctica · y también mezcla los dos corpus . En la parte sobre "El
significante" se encuentran casi todos los conceptos freudianos relat ivos a la ciencia de
los sueños. Pero en vez de ser rem itidos a su luga r de origen y luego examinados según
el efecto de posterior idad de una lectura lacaniana , éstos son def inidos de entrada
como si el corpus freudiano jamás hubiera ex istido. Por ejemp lo, la "otra escena ' recibe
la definición siguiente: "Luga r en el que el significante ejerce su func ión en la producción
de las signif icaciones que permanecen no conquistadas por el sujeto y de las que éste
demuest ra estar separado por una barrera de resis tencia" . Todos los de más conceptos
freudianos que se esca lonan en el léxico están igualmente marcadas por ese sello
lacaniano de rebuscamiento , que anu la la diferenc ia ent re los dos co rpus.
En vez de favorece r la unidad de la EF P, el proyecto diccionario reve la su división.
No sólo no conduce a nada el trabajo realmente producido , sino que los discípulos se
pelean entre ellos, ante una base que no entiende bien el papel que se espe ra de ella.
Por su parte , Jacques-Alain Miller , que en esa época sioue militando en la Izquierda
Proletaria y ~e sitú_aen.una relativa lejan ía con respecto a la EFP, encuentra que el
proyecto es 1mpos1ble: Las bases me parecían falsas ; mi d iferencia con Melman se
remonta a esa fecha. Propuse un libro compañero de Freud y él aoregó un libro
compal\ero de Lacan 1 ss: ~
Para comprender la continuación de la historia y las razones por las que el proyecto
no puede más que resultar un fracaso , hay que comparar este dogmatismo espontá·
neo,Interno de_la EFP. con la lectura miler iana de la doctrina lacaniana de la que hemos
hablado anteriormente . Hemos visto que esta lectura aportaba al lacanismo una

92
La EscuelaFraudiana da París: la reconquista

radicalización y un ~acionalismo que con frecuencia le eran ajenos . En su presenta .


6
de los Escfltos , as , com? en su artícu lo sobre la sutura, Miller distingue la doci\n;
misma de la interpretación que él le da, y cuando hace funcionar la noción de
retroactividad en la evaluación de los concep tos lacanianos , ésta queda igual que la
representación que el mismo Lacan se hace de su propia productividad .
En el momento en que se ce lebran las reuniones del hotel Lutétia, un médico de
la marina, Jean -Pau l More igne, env ía a Jean Clavreu l una carta acompañada de un
contraproyecto que mod ifica aprec iablemente el de Lacan a la vez que conserva el
principio del pase . De hecho , esta propuesta es la única que se presentó en la EFP
como verdadero contraproyecto . El autor deseaba que se la sometiera a votación frente
a la del jurado de aceptación. Ahora bien, la carta de Moreigne es enviada a los
miembros de la EFP a igual titulo que los demás textos , pero el contraproyecto es
guardado en el armar io. Sin embargo, es distinto a las propuestas B y e y hubie ra
merecido que la AG se pro nunciara respecto a él. La situac ión es confusa puesto que
la votación se efectúa res pecto a textos que no son proyectos , cuando el único proyecto
presentado como tal no es distribuido .
Analizado por Fran9ois Perrier, Jean-Pau l Moreigne pasó dos años en Dakar
donde participó en exper imentos de psiquiatría transcultural en el centro asistencia l de
Fann fundado por Henri Collomb. Allí, trabajó en alternancia con Edmond y Marie-
Cécile Ortig ues, también ellos miembros de la EFP desde 1964, que estud iaron el
Oedipe africain desde un punto de vista etnopsicoanalitico distinto del de Georges
Devereux 16 1 . Cuando Moreigne vuelve a Francia, en el otoño de 1968, llega en plena
crisis del pase y tiene la imp resión de que la EFP es una institución patógena. No
redacta completamente su contrap royecto, sino que corrige la propuesta A en varios
puntos, y luego escr ibe una nueva versión. Las modificaciones aportadas tienden a
suprimir la teoría del pase como aute ntificación del paso, para sust ituirla por una noción
más clásica de cooptación . Desde esta perspec tiva, los AE se reúnen en un colegio que
coopta a los pasandos tras una prueba que se parece más a un diálogo intergrupo que
a una autentificac ión del se r analista. Además, el térm ino título, que para Lacan
pertenece al registr o del nombram iento, es reemplazado en el contraproyecto por una
noción más socio lógica de función o calificaci ón. Moreigne no sólo no tiene en cuenta
la distinción entre jera rquía y grado, sino que transfo rma la condición de tos pasadores:
en la prueba , sólo uno de ellos es sorteado, mient ras que el segu ndo es elegido entre
los miembros, tras habe r diluci dado la co mprensión de su papel con un AE que sale de
garantí a. Por otra parte , More igne considera al A ME un psic oanali sta reconocido y, por
esa razón, tiene derecho ipso fact o a hace r la cura de futuros analistas.
A part ir de este contraproyecto, que emana de u_n representante de la cuarta
generación, toma cuerpo la idea de un Cuarto Grupo. Este conserva una parte de la
herencia Jacaniana, pero la "corrige• con un enfoque socio lógico. En vez de títulos
encontramos funciones, papeles.,o calificaciones; en lugar de un nombramiento s,m-
bólico se prefiere una circu lación imaginaria de las situaciones; y a guisa de _µrueba.de
paso adquiere valo r el hecho de que el grupo se haga cargo del d;venir analltic_ode los
individuos. Mediante estos principios, el Cuarto Grupo será la unica inst1tuc1on_de la
Francia freudiana que pond rá en acto, en sus estructuras mismas, una ensenanza
originada en la psicología soc ial y en cierta tradición cu1turalista 162 - , .
En enero de 1969, Moreigne y otros miembros, que en su mayona son mu¡e~esY
analizantes de Serge Leclaire, siguen a los tres dimisionarios: Aulagnier, Perner Y

93
La Francia freudiana en todos sus est d
~ os

Valabrega . Entre ellas se encuentr an la hermana y la ~egunda mujer de Pern


Antoinette Logier -Mitchell y Nathalie Zaltzman , asi como Evelyne-Anne Gasquere: r,
Gabrielle Dorey. Asimismo André Missenard, formado ta mbién por Leclaire, forrny
parte de los disidentes con Charles Zygel y Paulette Dubuisson. Una "escuela d ª
muj eres" y una ''tiliación" Leclaire : esa es la ma rca original de esta nueva sociedad qu:
dirigen tr es ex del diván de Lacan. El Cuarto Grupo conserva la huella de las
modalidades de su disidencia: rechaza la monarquia directa Y privilegia la tolerancia al
servic io de una oligarqu ía.
A l principio, la noción de Cua rto G rupo provien e de una evidenc ia: el grupo
disidente es el cuarto en crearse en Francia despu és de tres escisio nes. Pero como
nace de una ruptura en la que no juega ningún papel la afiliación al imperio, tiene el
aspecto, frente a sus compe tidores, de otro escena rio en el que no aparecen ni la
pertenenc ia a la IPA ni la ortodoxia lacan iana. De ahí su carácter '11exible", abierto a
todas las cor rientes y sociologist a. Pronto , el rótulo de "cuarto · no basta. No lleva la
palabra "psicoanál isis" y se cor re el peligro de que no tenga ninguna signif icación para
el exterior. Por ello es por lo que los once fundado res deciden añad irte, como subtítulo,
la sigla O PLF (Organización Psicoanalít ica de Lengua Francesa ). Por medio de ésta,
pueden dist inguirse de los vocablos vigentes en la historia f rancesa del psicoanálisis.
Una organización no es ni una sociedad , ni una asoc iació n, ni una escuela y la
referencia a la lengua francesa permite a la vez substitui r un nacionalismo por una
cu ltura y distanc iarse de un internacional ismo vivido co mo pertenenc ia a una zona
ang loamericana . Por otra parte, frente a la EFP, de la que prov iene, la OPLF rehúsa
deci rse "freudiana ". Así seña la la existenc ia de una pluralidad de referencias a través
de las cua les ningún grupo tiene derecho a reivindicar la exclusiv idad de una herencia.
De modo que el Cua rto Grupo es plura l, ante las dive rsas formas de ortodoxia, y
femen ino por su composic ión sociológica y por el pape l simbólico que recae en sus
principales represen tantes. En este sentido, refleja las principales aspi raciones de la
intelligentsia francesa de postmayo: liberac ión de las mujeres , espe ranza de un nuevo
tipo de convivencia, primacía del grupo sobre el individuo, plural ismo, etc.
Rechazando tanto la monarqu ía de uno solo como la jefatura de todos, es decir el
seguidismo transferencíal, la OPLF dice ser coleg iada. Los princip ios que la guían son
elaborados colectivamente sin que sea posible conceder pri macía a alguno de los once
fundadores. Sin embargo, son Jean-Paul Moreigne y Jean-Paul Valabrega los que
teorizan acerca de las principales nociones a partir de las cuales va a funcionar el grupo.
Por su parte, Piera Aulagnier se encarga de crea r en las Presses Universita ires de
Franca una nueva revista llamada Topique,que toma la posta de L 'lnconscíent.El pñmer
número sale en el otoño de 1969, con una serie de art ículos dedicados a la fundación
del Cuarto Grupo y más en general a la formac ión del psicoanalis ta. Se encuentran alll
algunos textos de los tres ex AE de la EFP, así como un artícu lo de Guy Benoit sobre
la psiqu iatría y un estud io de Robert Castel. Éste es un soc iólogo, cuyo trabajo enca¡a
perfectamente bien en el enfoque del grupo. Cuatro años más tarde, publicará una obra
que tendrá éxito, Le Psychanalysme163,para denunciar el carácter sectario y religioso
de las sociedades psicoana líticas de la zona francesa. En cuanto a la elección del
1
término ''tópico ", no es anodino puesto que remite a los dife rentes lugares d~ . ª
metapsicologla freudiana y por lo tanto a una representación "plural " del psicoanáhSIS-
La creación de la OPLF se produce en tres etapas que corresponden a tres
momentos fecundos de su historia, a la vez que señalan el aspecto evo lutivo de una

94
d
La Escuela Freudiana de Par Is: la reconquista

ruptura tranqu ila co n la EFP. Desde e l mes de febrero de 1969, durante una sesión en
el Pabellón de Ermenonv1lle, se toma la decisión de fundar una cuarta organ ización. El
17 de marzo, se depositan los esta tutos e¡, la Prefectu ra de París con los nombres de
Perrier para la presidencia, Aulagn ier para la secretaría, Gasque;es para la secre tar ía
científica, Moreigne para la admin istración y Dorey para la tesoreria . Al mismo tiempo ,
se el_abora un r~glamen to inte rno pa~a la formac ión , la gestión y las relaciones
exteriores. La sociedad com prende dos tipos de miembros, los titulares y los adherentes
así como una estructura instituc _ional repart ida en tres lugares de poder: un consejo d~
adm1rnstrac1ón, u~a Junta e¡ecut1va y asa m bleas generales ordinarias y extraordinarias.
Sólo los titulares tienen derecho a voto y gozan de todas las prerrogativas instituc ionales ,
fre nte a los adherentes cuya cond ición sigue siendo desdib ujada. Son miembros no
reconocidos como anal istas pero deben , para obtener el titulo , invocar un diván . En
consecuencia, son "observadores • en situación de "solicitante · . Por lo que respecta a
los princip ios de la formac ión, los fundadores (es decir los titul ares) preconizan un
sistema flex ible: ni pase, ni comis ión, ni prese lección , sino una noció n de psicoanálisis
pturirreterenciat. La cura permanece secreta y no la j uzga ningún j urado, el didáct ico es
mantenido al margen de todas las deliberaciones y el postulante a titular puede provenir
de un diván ajeno a la soc iedad: será habilitado con apoyo en el control : "El térm ino de
análisis plurirreferenc ial puede conven ir- subraya Perrier- para descr ibir una de las
situaciones claves del proceso de formación, una vez que éste no se reduce al
academicismo de un currícu lum. En efecto , desde que un cand idato llega a tomar un
primer paciente , ya no es sólo el contrato didáctico, sino tambié n la clin ica, con sus
incógnitas , lo que rige la relación del sujeto con el inconsciente. El paciente, del que sólo
se habla en difer ido, rem ite entonces a tres analistas a lo parcial (en sus dos sentidos )
de su saber: está el neófito que ensaya una maestría , pero tamb ién está el control y el
didáctico( ... ]. Ya no es cuestión de un solo sillón posib le para dos deseos , o de un solo
deseo a la vez entre dos suj etos confrontados en espej o a una misma posición. Hay tres
sillones y un inconsciente cuarto , cuyo lenguaje no se expresa totalmente en los
dialec tos conoc idos . El paso de la 'cura' a la 'dialéct ica' ya no se ejecuta a dúo, es
obertura sobre la polifonía de las est ructuras clin icas 164 . .. •
A partir de esta polifon fa, en la que prima el principio del control "continuo ", el
postulante es llevado a suma rse al grupo como adherente. Durante su recorrido de
formación , redacta una tesis y discute "en grupito· con los titu lares. El "grupito' está
compuesto por los controladores y un conseíero de estudios, elegido también entre los
titulares . Después de la sesiones psicoanalíticas y la redacción definitiva de una tes is,
el adherente puede pasar a ser titu lar por cooptac ión, luego de una votación de la AG.
En 1969, el Cuarto Grupo procede a realizar una amalgama entre un modelo ipista,
una referencia culturaJista y una herencia lacaniana. Torna de las sociedades tradicionales
la jerarquia, el programa de estudios y la coopta? ión; de la psicolog ía soc ial extra~ la
temática de las minorías actuantes ; y del lacan1smo saca la idea de una formac ión
continua en térm inos de cinta de Moebius . Si Lacan inventa, con e l pase, un "tercer
lugar" del psicoanálisis, los fundado res de la OP LF subs tituyen este tercer lugar por un
"cuarto lugar" que corresponde a la posición histórica del g~upo, pero tam bién a la
primacía concedida a la psicologia "creadora" del grupo. Alh donde la EFP toma en
cuenta la cifra tres y la trilogía adíp ica, la OPLF hac_ee~tallar esta estructura y pasa de
la "famil ia" al grupo: ya no más padre fundador rn cifra impar, sino un grupo de traba Jo
basado en el mode lo del cártel ampliado . As í, el Cuarto Grupo es llevar al acto una

95
La Francia freudiana en todos sus astados

contraescu elª ,, 'rr>udiana


., que sólo puede exist ir después de una ruptura fecunda con la
sociedad madre. . .
L OPLF tal como es concebida en marzo de 1969 no func iona rá ¡amás y se puede
blªecerla hipótesis de que sus fundadores habrán neces itado un traba jo de duelo
est ta es etapas para sal ir del punto muert o d e una en·1·1ca pura y s1
.m p 1e a 1a "P ropuesta
~; ~ctubre · y para elaborar un modelo ins_titucio nal que no sea ni la copia fiel de las
sociedades ipistas ni la 1mpugnac1ón estén! del lacani s~o. . .
En el reglamento inicial, las nociones de cuarto fugar e ,nconsc,ente cuarto no reciben
ninguna definición rigurosa . Pero entre abril y j un!o de 1969, Pe rrier, Va labrega y
Aulagnier redactan unos artículos sobre la for mac 1on, que va a servir de base a una
refundición del Cuarto Grupo, que será ratificada por la Asamblea Genera l de diciembre
de 1970. Jean-Pau l Valabrega es quien esenc ialmente, plantea las bases teóricas de
la nueva orientación en un artículo titulado "Les voies de la format ion du psychana lyste 1ss.•
Valabrega critica el seguidismo transferencia/ y rechaza el proyec to laca niano de la
didáctica pura a la que llama psicoanálisis cátaro : "El sistema de formació n elaborado
por Lacan -escr ibe- e institucional izado a principios de 1969, es un sistema
productor de analistas -e l propio Lacan los llama sus 'alumnos'- que dan de su
maestro una imagen rayana en la caricat ura. Esta imagen se traduce especia lmente por
un mimetismo, un seguid ismo verba l sin preéeden tes. Planteemos simpleme nte esta
pregunta con toda serenidad: ¿quién pretenderá sostener que la identificación con el
analista, operada, fijada, ratificada hasta en su lenguaje, pueda no tener alcance , no
digamos formador por supuesto, sino muy deformador por lo que respecta a la esencia
del campo analítico 166?"
Para evitar los efectos deformado res de esta identificación dentro de un curso,
Valabrega propone que el analista no tenga ningún poder de hab ilitación sobre sus
analizandos en la institución. Luego, en el lugar del inconsciente cuartoo del cuarto lugar,
da, por primera vez, una definición coherente de la noción de análisis cuarto, que pone
en escena a un paciente en análisis, un candidato que es el analista de ese paciente,
el analista del candidato y otro analista (cuarto): "El análisis cuarto -que es, como
vemos, una cosa completamente distinta al 'control clásico'-, podría llamarse formador
en la medida exacta en que, ejerciéndose simultáneamen te sobre los c uatro puntos de
referencia , concediera necesariamente un privi legio al análisis de las zonas de sordera,
a las inflexiones tendenc iosas y lograra por ello marcar y situar las transferenc ias
inconscientes que circulan entre los cuatro referentes. Así pues, la palabra plurirreferencial
tampoco queda desplazada 167. •
E? la asamble_a_genera l de diciembre de 1970 , dos años después de la escisión,
la noción de anáfls,s cuarto elaborada por Valabrega se convierte en la principal
referencia de la OPLF para el proceso de habilitación de los candidatos 168. Al mismo
tiempo, se modifica la terminología. Para evitar las nomencla turas tradic ionales . los
fundadores deciden_llamar cotízant~s a los titulares y contribuyentes a los adherentes .
De .esa forma se 1n!enta metafonzar el papel que dssempeña el dinero en las
socredades ps1coanalit1cas,hasta el punto que los miembros de las diferentes categor ías
s,e~pre se distinguen unos de .otros por la cuota que pagan a sus respectivas
sociedades. En la OPLF, a partir de 1970, los cotizantes son los que asumen la
per~n_rndadde la insti)ución, mientras que los contribuyentes son usuarios que
p~rt1_c1pan en _sustraba1os. La termino logía en forma de particip io activo reviste una
s1grnf1cac1ónimportante en la medida en que el grupo afirma ser móvil y activo:

96
Ls Escuela Freudíana de Psrfs : la reconqu ista

"constituyente" o "instituyente' y no "constitu ido" o "instituido ". Naturalmente la c d' -


. d · b d · , 6n
on 1c1
de los dos t,pos e m,em ros que. a igual, puesto que sólo los cotizantes tienen derecho
a ~oto. Los cont nbuyentes no figuran co mo miembros, por la misma razón que los
afiliados o los. adherent.es de la SPP o la APF . No son ni alum nos ni prácticos, sino
"part1c1pa~tes . Sus op iniones son consu ltivas y tomadas en cuenta en las deliberaciones
de los cot,zantes . Además , pagan su cuota con "posterioridad". En este sentido la
OPLF no es una socied.ad ver?aderamente democrática, como la EFP, sino que
resuelve la cuest ión de la ¡erarqu 1apor un pase mágico que garantiza el reinado de una
minoría activa sobre una may oría no menos activa, en términos de convivencía. Hay
que decir también que con el transcurso de los años no todos los contr ibuyentes son
analistas en formación . Entre ellos fig uran miembros de otras sociedades que no
aspiran al titu lo de cotizante , sino que pagan una cuota para segu ir los trabajos del
grupo . Respecto a eso, la OPLF func iona, desde la segunda etapa de su creación , como
un lugar abierto . Ocupa en el pueblo destru ido del postmayo, luego en el período de
crepúsculo , un lugar comparable al que tomó Confrontation entre 1976 y 1980169. Por
lo demás, será la primera en utilizar este término para designar algunas de sus
reuniones. Durante muchos años, y aún hoy, absorbe , en una circulación plurirreferencial
y permanente, a los descontentos de todas las tendencias, que rechazan los dogmatismos
y las ortodox ias de las sociedades menos "flexibles".
Por lo que respecta a la formac ión de los terapeutas, el grupo funciona , desde su
origen, en una suerte de a puertas cerradas intimista, con un número restring ido de
miembros "reales" {los cot izantes) que no tra nsforman sus disputas en escisiones.
Éstas jamás se refieren a la formación y por esa razón no desembocan en un proceso
escisionista. Las nociones de anális ís cuarto y de señas plurirreferenc ía/es son lo
bastante neutras y a la vez lo bastante só lidas como para garantizar una relativa
cohesión a este grupito . Y si bien en la OPLF existen dos corrientes, una más "libertaria"
y la otra más "se lectiva ", éstas llegan a respetarse . Las pocas dimisiones que se
producen suelen estar motivadas en problemas de rivalidades personales o desacuerdos
puntuales. Respecto a esto, es sign ificativa la ida de Perrier. Mientras que su dimisión
de la EFP ocurr ida en 1969 había sido vivida como una tragedia por un gran número
de jóvenes lacanianos , su sa lida del Cuarto Grupo , producida a fines de la década del
70, adopta un aire cóm ico. Después de habe r sido fundador y presidente de la OPLF,
este gran clinico de la histeria durante diez años sigue considerándose jefe en una
sociedad sin maestros en la que las mujeres ocupan lugares de barones. De modo que
se siente destronado a la vez por el grupo, que le impugna el derecho a tom~.rse por lo
que no es, y por toda una población femenina que él tacha vulgarmente de s1nd1cato
de los ovarios'. Veamos cómo cuenta su salida en un libro de recuerdos poco !table por
lo que respecta a la exact itud de los hechos: "Señoras enemi~as y a~ igas se
apoderaron entonces de l cuarto Grupo. El grupo y sv revista Top,quepusieron se-
gunda y aminoraron . Se instaló el ronronear de las sesiones huecas __Y v~cias .
Finalmente, según lo que he sab ido , se llegó a presentar una solicitud de af1hac1on<'-la
internacional. Mi nombre fue cuidadosamente silenciado. Las pocas 1nterve nc1ones
que intenté hacer encontraron en el auditorio host ilidad y desconf ianza( ...]. Piera, toda
una mujer, no me perdonaba~ ¡ fr,qnqueza. Mi a~ igo Va)abrega, ~griado y solitari_o.con
más frecuencia tenía ánimo de criticar que esp1rrtu critico . Lo un,co que pose1an en
común era el origen ita liano. En cuan to a mí, fuerte por mi notoriedad, creía que ya no
iría a arriesgar gran cosa . Así que dimití de Topique,y luego del Cuarto Grupo 170."

97
La Francia freudiana en todos sus estados

Naturalmente, la OP LF no solicitó afil iars e a la IPA y la afirma ción de Perrier prooed


de uno de esos rumores fabulosos de los que el med io psicoana lítico par isino siempr:
tuvo el secreto.
En quince años de funcionamiento , y pese a esta dimisión espect acular, la OPLF
no atraviesa ninguna crisis grav e. Hasta el día de hoy es una sociedad fraternal
marcada por la primac ía de una espec ie de tr anscult uralismo. Contrariamente a su;
competido ras de la IPA, no posee instituto de fonmación , y a diferenc ia de la EFP
siempre rechazó el princip io de las ses iones de du ración variab le. No obsta nte, si bien
los fundadores se atienen rigurosamente a los cua renta o cincuenta minutos
cronometrados , los jóvenes se muestran más flex ibles. Por otra parte , igual que la EFP,
el Cuarto Grupo siempre hizo públicos sus arch ivos y los docu mentos recto res de su
historia. El aumen to de la ca ntidad de cotizantes se mantiene mínima con un nom-
bramie nto anua l de esa misma magnitud . El de los contribuyentes es más importante:
ciento cincuenta en 1985, para veint icinco cotizantes de los cuales quince son mujeres
y diez hombres. Con esta cifra, la OPL F es la única sociedad de la Francia freudiana
en la que las mujeres son mayor ía. Ellas son qu ienes fomentan el seguidismo
transferencia !, que Valabrega denunciaba al princip io, y debía evitarse . Fundado como
consecuencia de un desacuerdo preciso con Lacan, el Cuarto Grupo no tuvo que hacer
una elección dramática entre un maestro y un imperio . De modo que los fundadores no
abandona ron un maestro para gana r un reino. Y por eso aceptaron, mej or que los viejos
lacanianos de la APF , fundirse en una sociedad en la que la noción misma de jefe ha
desaparec ido del proceso de habilitación , para renacer en las amistades de las señoras
y sus epigónos. Siendo completamente autóno ma, entre 1969 y 1979 la OPLF parece
a la vez esos grupos separados de la EFP y el del Ordinaire , por ejemp lo, en el que la
creación colect iva y la apertura hacia el plura lismo le ganan terreno al dogmatismo,
excepto el anonimato . Y por todos lados se puede encon trar el rastro de esa
pertenencia al lacanismo en los artículos o textos que emanan de los miembros del
grupo.
Da fe, por lo que respecta a la formación , una ponenc ia que Valabrega presenta
en la j ornada cient ífica del 12 de diciembre de 1976 y que se titula "Le fondement
théorique de l'analyse quatriéme· . Siete años después de la primera fonmulación de la
noción, el autor va más lejos en el sentido de una formalizac ión que no es ajena a la de
Lacan. Sin citar el artículo sobre La ciencia y la verdad, y sin habla r del matema171,
Valabrega se refiere a él implícitamente y desplaza el punto de vista lacan iano. Recusa
la mathésis universa/is, sitúa al sujeto en posición de cero y pone al análisis cuarto
centrado en el relíquat.: "El análisis cuarto es la ocasión, la experiencia de levantar el
sello puesto sobre la transferenc ia residual, que se vuelve ostensible y captable bajo
las fonmas y tipos de la contratransferencia [ ...). El anál isis cuarto empieza en cuanto
se toma en cuenta la transferenc ia residua 1112.•
Teorizada en varias etapas y en una extraña proxim idad con la evolución de la
ensel'\anza lacaniana , la noción de análisis cuarto sirve de punto de soldadura a 'ª
unidad de la OP LF. En 1983, Aulagnier, Zaltzman y Valab rega redactan colectivamente
una refundición de los principios de la formación. ésta cons tituye el tercer momento
histórico de la existencia institucional del Cuarto Grupo . En esta fecha , el proceso de
habilitación queda especificado de manera menos borrosa . Para ser cotizante, el
candidato debe invocar como mlnimo dos análisis cuartos, uno de los cuales por 10
menos tiene que haber sido con un cotizante del Cuarto Grupo, y de dos a tres sesiones

98
d
.
La Escuela Freudiana de París: la reconquista

. interanaliticas. Se preserva el análisis personal, as! como el pluralismo doctrinal: "As!


detallado y actualizado --escr iben los autores- nuestro modelo de la formación
analítica no tiene pretensiones de perennidad ni perfección. Ya sería hermoso si
pudiéramos aplicarle la frase de Churchill sobre la democracia : 'El peor de los
regímenes a excepción de todos los demás'173."
Cinco años después de la disolución de la EFP, la OPLF realiza una nueva reforma
terminológica. En junio de 1985, las designaciones de cotízantesy contribuyentesson
reemplazadas por las de analistas miembros del CG y participantes en las actividades
del CG. Lá condición de los miembros no cambia pero, con esta nueva denominación,
el grupo opera un retorno simból ico a los orígenes de su ruptura. Contra el antiguo título
de AE, reivindica una noción de AME en términos casi idénticos a los que enunció
Lacan: el analista es reconocido, a part ir del contro l, por una competencia. Después de
haber llevado a la práctica una especie de contraescuela freudiana, que duró tanto
como la EFP, el Cuarto Grupo se convierte realmente en una sociedad del postlacanismo,
como sus competidoras surg idas de la difunta EFP. Así, habrá tenid o su "cuarto"
moll]en to histór ico .

99
CAP ÍTULO 11
Sunset Bou/evard: miserias y esp lendores
del mov imiento de pro testa

l. El gran ocaso de la pslquiatrfa dinámica

Dos corr ientes de pensam iento atrav iesan la rebe lión de mayo para desarrollarse
e~ el corazón del .proc_esode rea¡ust~ que sucede a este acontecimiento paradójico. La
~nmera, matenahsta, invoca el marxismo, versión izquierdista u ortodoxa, y la segunda,
libertaria, se appoy~- en _diversas fuentes que van del surrealismo al anarquismo
pasando por el esp1ntuahsmo. Esta segunda corriente acentúa la temática de una
posible liberación de lo imaginario, del deseo y del goce, mientras que la primera se
queda más próxima a una concepción de la revoluc ión en términos de lucha de ciases.
Ya sea que uno se vuelva hacia un lado o hacia el otro, el espíritu de mayo está jalonado
por un volunta rismo de la igualdad o de la diferencia , que pregona la rebelión contra los
grandes aparatos de la ideología do minante: la familia, la salud, la Iglesia, el Ejército,
o más sencillamen te, el Estado . Se impugnan las normas, ya sea en beneficio de otras
normas, ya sea para favorecer una abol ición de la noción misma de norma. Pero tras
el frágil telón de esta auténtica ruptura, ya aparece una readaptación del pensamiento
moderno en un espacio pragmático, en el que la civilización del libro y la escritura se
ve subvertida por los ideales de una transparencia comunicativa. La prioridad dada a
lo vivido y lo no verbal va a imponerse de una manera tan potente que el movimiento
será devorado por los mismos que fueron sus artesanos.
Cuando se producen las barricadas de la calle Gay- Lussac, el ·movimiento·
estructuralista, en sus dive rsas or ientaciones, se encuentra en el apogeo de su fama .
Al mismo tiempo, brilla con sus últimos fu lgores, de tan equívoca que se vuelve su
situación. En efecto, jamás propuso un modelo inspirado en el Ideal de la liberación,
puesto que, por el contrario, continúa defendiendo la pree~inencia de la función
simbólica sobre el reinado de lo imaginario. Sin embargo, es indudab le que tamb ién
toma como blanco, y desde tiempo atrás, los aparatos de la ideología dominante. 1 Así
que se produce un verdadero encuen tro entre la temática del movimiento de protesta
Y la de un estructuralismo que ya funciona en el registro _de u~a su?versión . Dicho
encuentro atraviesa el movimiento de las mujeres y las revistas líteranas llamadas de
"vanguardia". Se perfila un "frente rojo" que tiende a defini r una nueva condición de la
&scrituraa part ir de la refundición estructralista: escrito "sexuado" para el MLF, escritura
llamadaiextual" para los escritores y poetas de la revista Te/ Que/. El Partido Co-

101
La Francia freudíana en todos su
s estados

munista Francés tamb ién es atravesado por la gra~ marea roja, en la medida en u
con el congreso de Argenteuil de 1966, la cu~s.t1on_ de la libertad de invetigaci¿ne,
creación se convierte en punto ~lave de u_napolit1ca liberal que desembo a, en 19
7 ,¿
en la firma de un programa comun de gobierno. _Elpro blema de l ps1coaná hsis está •
1
orden del día y se impone una "revi~ión" a medida que numerosos psiquiatras en~
a formar parte de l Partido. Se despliegan dos vías de 1mplantac1ón: una es !iteran
toma cuerpo a partir de los lazos que se establ ecen ent re la vanguardia intelee1ual; {
fortaleza obrera; la otra es "politzer iana· y se ce ntra en la disputa acerca del humanisma
Las doctr inas surgidas antes de mayo guardan, pues , durante cierto tiempo, todo 8 °·
prestigio, mientras que la nueva izqu ierda surgida de_la calle .no logra encontrar s~
unidad ni traducir sus aspi raciones a t ravés de_unmov1m1entopolit1co. En consecuencia,
el escenario inte lecua l francés no tarda en inclinarse hac ia una restauración de los
valores que fueron más criticados. A partir de 1975, el frente rojo se divide despuésde
haber tomado los caminos de un maoísmo a la francesa , mientras que el Partido
Comunista evoluciona hacia un rebrote de sectarismo . Reina un nuevo orden interno
en la Universidad donde se imp lanta el psicoaná lisis, a través del laca nismo por una
parte y de la psico logía por la otra.
Durante los diez años que siguen a la revuel ta de mayo el lacanismo , como forma
francesa de la aventu ra freudiana , domina el escenario con un brillo que no recobrará
más. Pero la restaurac ión de los viejos valores ya empieza a producir efectos
desastrosos. En el umbra l de los años ochenta reaparece , por primera vez desde
Auschwitz, la vieja cantilena de la heredo -degeneración y el desigua litarismo. Se
desarrolla en un terreno político minado por el racismo y en un campo ideológico
marcado por el retorno triunfante del biologismo , el oscurantismo y el ideal religioso.
Siempre adelantado respecto a su época, Lacan pronuncia , desde 1974, este enuncia-
do profético: "Si con eso Dios recupera fuerzas va acabar por ex-sistir, y eso no presagia
nada mejor que un retorno de su pasado funesto2."
En diez años, la situación sociológica de l psicoanálisis se mod ifica completamente.
Pese a la aventura lacaniana, que da a la juventud, du rante cierto tiempo, el gustode
un auténtico freudismo, la llegada masiva de la cuarta y la quinta generación finmael
acta de defunción de la última época heroica del psicoaná lisis, una época en laque éste
tenia todavía un carácter elitista, si no confidencial. Los hombres de las tres primeras
. generaciones eran marginales, aventureros , autodidactas o burgueses cultos. Incluso
si, para ellos, el oficio de psicoanalista se emparentaba, en la escala social, oon las
demás profesiones liberales, hasta 1960 elegir esa vía era aún dar pruebas de no
conformismo, originalidad, cultura, o, en todo caso, singularidad. Hasta la tercera
generación, y pese a la violencia de los conflictos , los miembros de la comunidad se
conocían Y frecuentaban. Tenían una historia con.ún, vinculada a la batalla ipista Yse
sustentaban en un mismo saber psicoanalítico. Pertenecían a un mismo mundo. Ante
la adve~idad,_podían, cuando la ocasión se prese,,taba , favorecer alianzas o repartirs:
una nutrida d1entela. Más allá de las divergencias doctrinales, estab lecían entre ello
relaciones personales.
Por el contrario, las dos nuevas generaciones, que alcanzan la madurez después
de mayo de 1968, afrontan un peligroso anonimato, ligado tanto a la expansión de la
profesión como al tabicado de las sociedades. La cuarta generación analítica Yla ~ui~:
pertenecen a una época en que el psicoanálisis y su ensenanza se han democratiza
Los hombres Y mujeres que las integran ya no tienen las mismas aspiraciones quesus

102
sunset Bov/11vard:miserias Y 11sp
l11ndor11s
da/ movimi ento da protesta

maestros directos o sus · ante


s cesores.
· So n menos eruditos , más cons um·d I ores, menos
heroicos y m á s sectanos . us ideales son los de una burguesia media p ól.d
• 1· bl , oco s I a en
sus compromisos, no ~a e en sus. opciones Y capaz de múltiples fluctuac iones
intelectuales. La expansión de las soc iedades psicoana liticas y la competencia que se
desarrolla s~ponen , además , que cada _una de ellas se encierre en sí misma . As!, el
alumno adm1t1do e_nuna ~oc1edad : a partir de 1965, ya no tiene tantos contactos con su
vecino de una sociedad nval. Adhiere a una causa, una doctrina, un jefe O sistema que
está condenado a ha~er car rera dentro de las paredes de su institución. De ahí el
fanatismo, el enro lar~uento, el arr i~ismo, la inco municab ilidad , la falta de cultura, y,
sobre todo, la ausenc ia de referencias comunes de una instituc ión a otra. En resumidas
cuentas, los terapeutas de las nuevas generac iones ya no son los personajes
novelescos de una edad de oro del psicoaná lisis, sino los súbditos de un aparato
ideológico que lleva una sig la o una etiqueta .
Desde entonces, las crisis institucionales asolan las sociedades psicoanalíticas, en el
preciso momento en que se deshace la gran a lianza entre la psiquiatría dinámica y el psi-
coanálisis, que pennit ió al freudismo implantarse en Francia. La comunidad psicoanalítica
se atomiza en reinos escindidos. Impugnadas en su interior por las nuevas generaciones ,
las tres sociedades principales buscan sal idas, tanto en la Universidad como en "con-
frontaciones" varias que penniten a sus miembros salir de un aislamiento nefasto. La EF P
es laprimera que intenta resolver su crisis interna con la instauración del procedímiento del
pase, mientras que laSPPy laA PF emp lean métodos conformes a sus reglas juríd icas .
Una ~voluciona hacia una lenta esclerosis, en la que las luchas fratricidas ganan terreno a
la pacificación, y la otra, por el contrar io, logra hacer que reine una "entente cordia l e" al
preciode renunciar a cualquier poi ítica de expansión.
A partir de 1968, los últimos sobrev ivientes de la primera generación desaparecen
uno tras otro. En 1969, Louis Angelo Marie Hesnard muere en su lecho . El único
fundador de la SPP que jamás pasó por un divá n, es también quien más cambió de
orientación según las circunstanc ias histór icas: desde su primera adhes ión a los
principios de la francesidad hasta su lacanismo ocasional. Eugbne Minkowski abando-
na la escena después de él, llevándose a la tumba el último destello de los dias de gloria.
Luego, le llega el turno a Rudolph Loewenste in, del otro lado del Atlántico ...
Paralelamente, también para la segunda generac ión empieza la hecatombe. El
primero que desaparece es Danie l Lagache, en 1972, vencido por la enfermedad y
olvidado por la mayoría de sus alu mnos. La prensa no le rinde el homenaje que su
posición merece. Su obra ya no se lee fuera de los círcu los especializ~dos. Cuatro años
más tarde, la muerte vuelve a golpear unas cuantas veces: Pierre Male, Marc
Schlumberger, Georges Daumézon y Sacha Nach~..Solitario Y.aislado, est_e maestro
afronta su dest ino en el sufrimiento: cáncer y senilidad. Por ultimo, Henn Ey se va
apagando lentamente en Banyu ls, cerca de su pino de Alep. Cuando se entera de la
muerte de su viejo camar ad~. Jacques Lacan redacta a prisa estas p.:3labras para
Renée:"Me acabo de enterar de que Henri ha muerto. Estoy consternado 3 • Tiene miedo
por él mismo . Sólo le quedan cuatro a/los por vivir y ya siente que su hermosa vitalidad
lo abandona. se va quedando sordo, se obstina ante unos cubos y unos cu_e_rditas ,
buscando, a la manera de un lógico errante, el orden formal que le perm1t1eraal
PSicoanálisisno hundirse jamás en el fango del ocultismo: último combate del fundador .
Mirael pasado con amargura, despcecia cada vez más a los qu_elo rodean y confia el
destino de su doctrina a su circulo familiar. Tiene horror de la ve¡ez y teme a la muerte.

103
La Francia freudiana en todos sus estad
Os

Todo lo contra rio de Freud : "Gané sin duda -esc ribe en 19i'.6, para el prefacio de un
número de orn ica(? sobre la escisión de 1953- pues~o que h!ce 0 1r lo que pensaba del
inconscie nte, princip io de la práctica. No voy a decirlo aqu 1. Porque todo 1~ que se
publica aquí, especia lmente de m1pluma, me hor roriza Hasta e l p unto que cre1haberto
olvidado , de lo cual atestigua rá quien me edita . N~ quere .r pens ar más en ello no es
olvidar, lamentab lemen te. El imbéci l sometido al ps1coanáhs1s siem pre se convierte en
un canalla . Que se sepa 4 .'
Para la histor ia f rancesa del psicoaná lisis , las barricadas de mayo desempe ñan el
pape l del advenim iento del cine hab lado en el gran escenario hollywoodense : Sunset
Boulevard ...

Por el lado del saber psiquiátrico , la rebelión estudiant il tiene como efecto
inmed iato no só lo imponer las reformas que la corporación reclamaba desde 1965, sino
derrotar , por una especie de aceleración histórica, toda una tradición representada por
Ey en lo que atañe al dinamis mo y Daumézon a la psicote rapia inst itucional. La
progresiva derro ta sigue a la victo ria apa rente a med ida que se van implantando en
Francia los temas de la anti psiquiatría por una parte y de un reichismo difuso por la otra.
En un primer momen to , la introducción de esta dob le p roblemática no modifica la
organización del saber psiquiá trico , pero la referenc ia a la figura m ítica de Reich,
psicoanal ista perseguido y encima loco , sirve de punto nodal a una impugnac ión global
del movimiento psiquiatro-psicoanalitico . A través del "esquizo" de los ant ipsiquiatras,
el g ran delirio reich ino es reivindicado como símbo lo poderoso de una revolución
recobrada.
No es casualidad si la revista Arguments es la pr imer a, en la Francia de postguerra,
en hab lar del treudo-marxismo y la disidenc ia re ichiana, treinta años después de la
pub licac ión en las ESI del famoso tex to expurgados . Creada en 1956 por KostasAxe los,
Edgar Morin, Roland Bart hes, Frarn,ois Fejto, Pierre Fougeyro llas y algunos otros, esta
publicación aparece en el momen to en que se efectúa el proceso de desestalin ización
que señala, para el PCF, el fin de la cruzada jdanov iana contra el psicoanálisis y las
ciencias llamadas "bu rguesas ". Aho ra bien , los fundado res de la revista, y especial·
mente Edgar Morin, integran sus trabajos en un vasto movimiento de revisión del
marxismo en un sentido humanista . De ahí una nueva interrogación de los saberes
constituidos, en un modo a la vez libertario y antropo logista . Entre 1956 y 1962, la
revis ta hace conocer en Francia el pensamiento de Heidegger, Marcuse y Jakobson,
y a la vez abre el camino a una reflexión sobre la dis idencia, diferente a la de Temps
modernes. Los temas planteados atravesarán la ·evuelta de mayo. La revista deja de
salir, P?r falta de suficiente. éxito , c~_ando ~n el horizonte se perfila un movimiento
contr~no en ~I que se anuncia una critica radica l del humanismo y el rev isionismo cuya
!emática se ¡u~tará tamb!én con la r~vuelta de mayo. En 1983, Edgar Mo~n uarna
nuev~ he.lada inte lectual a la explosión estructuralista que, según él, puso t1na una
expen~nc1a de la que lo menos que se puede decir es que no es ajena a la menc ionada
explosión, aunque más no sea por la publicación de las obras de Jakobson: "Lo que rne
!lama la atención ~oy en día .-dice- es la brutalidad y la rapidez de la nueva helada
1~telectual producid~ al comienzo de los atios sesenta. Todas las grandes interroga-
c iones de las que fuimos portado res fueron barridas. El marxismo se reconst ituyó en

104
...
Sunset Bou/evard: miserias Y esplend ores del movimiento de protesta

una de sus formas más rlgidas , más autoritarias, la forma althusser iana ¡...) El siglo
entraba en u~ nuevo tunel oscurantista hasta la explosión de mayo de 1968."6 IA cada
uno sus barncadas !
En un número de Arguments de 1960 dedicado al Homme problema y que como
subtitulo llevaba Anthropologie, marxisme et psychanalyse, encontramos un artículo
~e Kostas Axelo_s sobre el "Males.tare n la civilización', otro de Joseph Gabel sobre la
Cns1s d_elma rx1~f!lº en su relación con la _psicología" y otro más sobre "Reich y la
econom1asexua l . En estos tres artículos se intenta recapitular el sentido de la doctrina
reichia~a-más que la histor ia de la do_bleexclusión de la que su autor fue victima. Y es
a una visión antropolog1sta del freud ismo a lo que apela la revista en su crítica de un
marxismo staliniano y _deuna ortodoxia psicoana lítica. un cuarto artículo firmado por
Herbert Marcuse contiene lo,stemas que el autor desarrolló en un seminario que se
realizó el año anterior en la Ecole Pratique des Hautes Études1.
Contrariamente a Reich , Marcuse no es un clínico y su obra no pertenece a la
historia interna del movimiento psicoana lítico. No obstante, la trayectoria geográfica del
hombre participa de la misma migración de este a oeste que condujo a los terapeutas
europeos a instalarse en los territorios del Nuevo Mundo. Judío alemán, Marcuse
colaboró en los trabajos de la Escuela de Francfort antes de huir del nazismo en 1933.
En los Estados Unidos, se integ ró a las Universidades de Columbia, Harvard y San
Diego. Si bien Marcuse no es reichiano en sentido estricto, su reivindicación de la
herencia treudo -marxista lo conduce a una crítica radical de ese revisionismo que en
la misma época Lacan sienta en el banquillo de los acusados. Pero Marcuse no opera
ningún relevo ortodoxo del freudismo: por el contrario, propone una nueva "revis ión" de
la doctrina vienesa que , en simetría inversa, sea capaz de oponerse al antiguo
revisionismo, tachado de adaptativo . Para esto , se ataca sobre todo el cultural ismo en
un libro inaugural publicado en 1955 y titulado Eros y Civílización. Igual que Reich, pone
en tela de juicio la noción de pulsión de muerte, reprocha a Freud su pesimismo y abre
el camino para los años setenta a toda una temática libertaria centrada en la
preeminencia de lo imaginario. En 1964, Eros y Civilización es traducido al francés .
Cuatro años más tarde aparece igualmente El hombre unidimensional, escrito en el
momento en que se traduce el libro anter ior8. Las dos obras cosechan un éxito con-
siderable, y permite a la Francia intelectua l descubrir, con cuarenta años de atraso,
la epopeya antigua del treudo-marxismo: en pocos añ~s las p~incipales obras ~e
Wilhelm Reich son no solo traducidas sino comentadas e 1ntroduc1das,fuera de la v1a
abierta antaño por Víctor F ay y al margen del psicoanálisis "ofic ial:, lacaniano u
ortodoxo. La efervescenc ia será seguida muy pronto por un nuevo entierro .

Así como las soc iedades psicoanalíticas en expansión sufren crisis institucionales
ligadas al aumento de l número de clínicos, el movimiento psiquiátrico francés,_desde
1950 se halla en una situacion de malesta r permanente debido a la espec1ahzac16n
cada.vez más viva de los diversos campos del saber médico. La llegada del chaleco
quimico, el desarrollo progres ivo de las terapéuticas ~omunitarias surgidas de las
experiencias de Bonneval y Saint-Alban, y la extensión ~da vez mayo~ de las
repercusiones del psicoanálisis conducen a una fragmentac16~ en profundidad. del
antiguo edificio dinámico. La historia francesa de esa fragmentación es larga. Empieza

105
La Francia frsud iana sn todos sus •s .._
"'dos
en 1949 con la creación de la ent idad · neurops iquiát rica• y se prolonga en 1969 co
abolición de esa misma ent i~a~. Entre estas _do~fechas, la sect~rizació n llega a:~1

punto culminante y la contrad1cc1óne~tre p~1qu1atrl~, la neu_rol?g ,a y el psicoanálisis
se acentúa a medida qu e una práct ica mstrtuaonal obhga al ps 1qu1atrade oficio, privad
o público, a definir su ident idad. 0
En 1949 , los poderes públicos reclama n por intermedio de la Seg uridad Soeial un
def inición especia lizada de la f unción psiquiátr ica para procede r al reembolso de :
1
atención en ese campo. En respuest a a ese pedido , la corporación , contra la opinión
del grupo de la EP, inventa el térm ino de "neurops iquiatría". A través de él la psiquiatría
que hasta entonces era un campo ma rginal, aunq ue médico , recibe un reconocimient~
oficial. Pero al mismo tiempo se encuen tra su bordinada a esa neurologla de la que se
habla separado en el transcu rso de su largo combate por el reconocim iento de la
autonomí a de las enf ermedades llamadas mentales frente a las llamadas nerviosas.
Éstas a veces pertenecían al ámbito del psicoanális is, y a veces al de la neurología.
Diez años después de la creación de la especia lización neuropsíquiátrica se produce
la reforma del campo de la medicina que unifica la enseñanza universi taria y la clínica
con la creación de centros hospita lo-universitarios (CHU}. En esta reforma , la psiquiatría
como tal es olvidada puesto que queda integ rada en la neurologla. Por lo tanto no es
acreedora a una enseñanza autónoma ni a una especialidad distinta9. Obligada a
defender su autonomía frente a la neuro logía , es además amenazada por la expansión
del psicoanálisis, médico por una parte y laico por otra. Ahora bien , esta amenaza
ocurre en el momento en que los progresos de la farmacología demuestran el vinculo
que une el hecho mental y la organización físico-química , es decir en el instante en que,
por lógica, la psiquiatría deber ía acercarse a la neurolog ía para no confundirse con un
saber psicoanalítico que tiende a separar rigurosamente lo orgánico de lo psíquico. De
ahl esta paradoja: para obtener una posición y un poder institucional, la psiquiatría debe
separarse de un ámbito hacia el cual es atraída pero que la domina, sin poder acercarse
verdaderamente a otro que la pone en peligro. La crisis es inevitable y va a conducir a
la disolución de esa famosa tradición dinámica que sirvió de terreno a la implantación
del psicoanálisis.
El único sitio donde persiste esa tradición es el de la sectorización. Desde la circular
de marzo de 1960, los poderes públicos aplicaron la política de la división geográfica,
que concreta el fin del alienismo y la salida de un universo de segregación. Pero como
se hizo con extrema lentitud y no fue seguida por una reforma de los estudios
psiquiátricos capaz de sacar del Juego la dominante neurológica, produce pocos
efectos. Cuando los produce, hace evolucionar la psiquiatría hacia una nueva forma de
poder seg regador , puesto que tiene como consecuencia promover la extensión de un
sistema médico-administrativo en el cual la locura se convierte. en objeto sistemático de
atención obligatoria a través del diagnóstico precoz o la prevención.
Frente a esta situación de persistente malestar , el grupo de la EP, presidido por
Henri Ey, decide ded icar varias jornadas anuales a una redefinición general del campo
de la psiquiatría En la agenda se inscriben tres grandes temas: la formación de los
psiquiatras , la reforma de la ley de · 1838 y del peritaje, y por último el problema de la
separación de la neurolog ía y la psiquiatr ía con posible redefinición del campode la
psiquiatr ía infantil . Todos los principales personajes del movimiento participan en este
concilio , sin distinción de tendencias: Georges Daumézon, Lucien Bonnafé, Jean
Ayme , Roger Mises , Serge Leclaire, André Green, y muchos más . Se presentan

106
..
Sunsst Boufsvard: missrias y ssp/sndorss ds/ mov·im,sn,o
· , d e protesta

numerosos informes con encuestas y estadístic . .

tres volúmenes10_
J:,
siguiente. En 1967 se celebran las jornadas pa as,t Y la discusión prosigue al año
reúnen todos los documentos en un Livre blanc ex raer _conclusiones. Entonces se
apsych,atne fran9aisepublicado en
Paralelamente, Henri Ey redacta un Plan d'o¡; a · ·
en el que propone una serie de reformas uegr:i:S~t,on ducha"!pde l~p sychiatrie 11
dinamismo, defiende la integración del psicoiná lisis
que uno y otra sean continuamente vi T d
=~ªt
ª.
su doctrina. Fiel al ?r_gano-
medicina con la cond1c1ónde
Enfocada desde este ángulo, la integra~:¿~~::e
en un dogmatismo de escuela y a la med· .
~=~~;r
ª i5u~ relacio~es recíprocas.
a psicoanálisis no naufragar
concepción órgano-d inámica, esta prime~~~~t:; r~~u¿~a~ la con;ición del sujeto . En la
tenimiento de un vínculo entre la psiqu iatría Y la neurologi~ ~e e sepa~arse del man-
la creación de la espec!ali~ad neuropsiq uiátrica, Ey siempr~ af~~t1: ~~º=~~=~~!~~¡~~
de no separar la ps1qu1at~1a_de la neurología. En esta etapa de su reflexión, está pues
atrapado en una c_ontrad1cc1ón entre una posición teó rica que pregona la integración y
un p~nto de vista 1nst1tuc1onal que la rechaza. Por ello es por lo que, en 1966, intenta
por ultima vez salvar la unidad . En nomb re del órgano-dinamismo, propone a la vez
integrar el ps1coanáhs 1s en una medici na renovada - tanto por lo que respecta a la
formac,ó~ de los terape_utas como al saber enseñad~ y mantener el vínculo entre la
ps1qu1atn a y la neu rol~g1a. _Dem~do ~ue plantea el problema de manera epistemológica,
aunqu? sabe que la h1stona 1_nst1tuc1ona l- incluso doctrinal- de esas especialidades
evolucio na hacia e l sepa ratismo. Así están las cosas para él cuando se celebran
durante tres años , las jo rnadas del Livre bfanc . '
En el seno de la EP se exp resan var ias tendenc ias, de las cuales lo menos que se
puede decir es q ue favorece n la reflex ión en torno a lo organizativo en detrimento de
la dilucidación teó rica. Con esta posició n, el grupo muestra que él mismo evolucionó
hacia la perspectiva de la fragmentac ión impuesta por la situación institucional de la
psiquiat ría. Unos preco nizan un separatismo simple y llano, mientras que los otros se
muestran partidarios de un acondicionam iento de la neuropsiquiatría. Otros se conforman
con tomar nota de la división del campo de la psiquiatría sin proponer soluciones. Todos
están de acue rdo en dos puntos: la neces idad de una autonom ía de la psiquiatría, tanto
por lo que respecta a la for mación de los terapeutas como a la conquista de los
bastiones univers itarios , y la supresión de la ley de 1838 a la cual el paso de un
alienismo seg rega dor a una psiq uiatría "abierta" hacía tiempo se había vuelto caduca .
En los deba tes, nad ie se inte resa en el plano teórico por el psicoanál isis, salvo Serge
Leclaire que propone a los psiq uiatras, con algo de humor, reflexionar en una
cientificidad posible de l saber de ellos basá ndose en el modelo que alienta Lacan en
relación a la enseñanza freudiana 12 .
Se comprende por qué , e n el momento en q ue publica su plan, Henri Ey es atacado
por todos los lados. Por los psicoanal istas de la SPP por una parte, que, como Nacht,
Mises o Green, lo acusan de que rer liquidar el psicoanálisis, y por el viejo profesor
Heuyer por la otra, que le reprocha en cambio favorece rlo demasiado 13 . De hecho , es
el edificio entero de l órgano -dinam ismo el que está en quiebra . Cuando aporta su
conclusión a las jornadas del Livre bfanc , Henri Ey da pues marcha atrás y renuncia a
sus proyectos unitarios, que tanto la realidad institucional como la división de las
doctrinas contradicen : "Mis contac tos inter naciona les -de clara- me han mostrado
que una corriente que yo creía irresistib le va hacia la separación práctica de estas dos

107
La Francia freudiana en todos sus estados

discipl inas médicas (psiquiatría y neurolog ía). Ciertamente lo he lamentado en mi fuero


íntimo y lo deploro aún , pues sé bien cuál es el peligro q ue acecha a la psiquiatría
cuando se deja lleva r fuera de su órbita y hasta los horizontes infinitos de una especie
de semántica general de las situaciones y las relac iones humanas , donde, perdiendo
su objeto, corre el riesgo de perder su existenc ia. Pero como todav la no hemos llegado
a eso, a pesar de las amenazas que penden sobre e lla por el exceso mismo de las
interpretaciones que amenaza n con disolver sus conceptos Y su acción, se puede
pensar razonablemente que esta tendenc ia a la evapo ración del hecho psiquiátrico
puede ser también una reacció n contra su mecanizac ión por la asimi lación de las
enfermedades mentales con trasto rnos puramente neurológ icos. Pienso que ha
llegado para mí el momento de reatitTOarquela psiquiatría existey que , existie ndo, tiene
derecho a una autonom ía que es la misma que exigen la mayor ía de los psiquiatras del
mundo entero , inc luso si a veces son lo sufic ientemente impruden tes como para
confund irla con una concepc ión purament e 'antropo lógica', con la cond ición humana
en general y que sólo la quieren independ iente para disolverla 14 ."
El proceso de reforma iniciado por el Livre Blanc se acelera con los aconteci-
mientos de mayo. Gracias a la protesta de la base estudiantil , los psiq uiatras de los
hospitales obtienen las transfotTnaciones deseadas. Se separa la psiquiatría de la
neuro logía y se le asignan cátedras de enseñanza , mientras que se reconoce
ofic ialmente que la ley de 1838 caducó sin que por eso se la modifique. Además se
funda un sindicato nacio nal de psiquiat ras franceses. En cuanto a la sectorización,
queda reforzada por la aplicación de los decretos de marzo de 1972. Éstos materializan
la extens ión del poder de la psiquiatría en el cuerpo socia l: el loco ya no va al manicomio,
pero la división geográfica permite a los psiquiatras detectar la locura incluso antes de
que sus síntomas perturbe n el orden público. La era de la normalización preventiva
sucede así a la era del sujeto alienado . Lacan no se refiere a otra cosa cuando habla
del sujeto de la ciencia . El proceso reformista es pues de dob le efecto. Liberado de la
tutela neurológ ica, el saber psiquiátrico puede alejarse también de la clínica psicoanalítica
para buscar alianzas con otras esferas y dar pruebas de una cientificidad que ya no le
confiere la antigua integrac ión a la neurología. Ahora bien, este proceso de alejamiento
con respecto al psicoanál isis se produce en un momento en que , por un electo contrario
y de corta du ración, los psiquiat ras siguen afluyendo sobre los divanes y logran que las
ciencias humanas encuentren un lugar en su saber . En esta nueva configuración , el
saber psiquiátrico "se evapora', justo cuando acaba de ser afirmada la autonomía
instituciona l de la psiquiatr ía. Por otra parte, el acceso a la autonomla tiene como
corolario inmediato la dislocació n de la unidad de la psiqu iatría . La creación de
diferentes "ramas' dentro de un dominio que ya no tiene homogeneidad ninguna no
hace sino demostrar la liquidación del campo de la psiquiatr ía y la dispersión de su
saber en lugares separados por intereses corporativistas . En octubre de 1972, los
poderes públicos imponen así una opción de "paidopsiquiatr ía" en el CES de psiquiatría.
Todos los sindicatos de psiquiatras y Bonnafé, Ey y Daumézon combaten vivamente
dicha decisión, de la que denunc ian el carácter absurdo . un año más tarde, en el
momento en que abandona la jefatura de la redacción de L 'evolution Psychiatriquepara
dejarle sitio a la nueva generación, Ey entrega su último balance después de veinte
anos de actividad al frente de la empresa. Observa la tendencia gene ral al aislamiento
de los grupos _Yescuelas e~ el seno de la disciplina y la acentuación del corporat ivismo.
Luego anuncia que la revista está perdiendo impulso y que los trabajos se han ido

108
...
sunset Boulevard: miserias Y esp lendores del movim iento de protesta

postergando. Por _último , su~raya que los ps¡~uiatras se van de la EP, precisamente
cuando se h_a dupl!cado su numero en el pa1s: ¿No será el momento oportuno para que
nuestra sociedad intente aclarar y elevar el debate , para que intente hacer que la crisis
actual de la pl_siquia~ría_exprese toda _la fecundidad de la que es portadora y no
evolucione hacia la m1senay el descrédito de la psiquiatria 1s1· La elevación de debate
no se producirá: el movimiento dinámico está al borde de la tumba .
En vísperas de los años ochenta está pues abierta en Francia la puerta para una
orientación, ya pujante en Estados Unidos, que tiende por una parte a acercar la
psiquiatría a la biologia y las "neurociencias ·. para hacerla científica , y por la otra a
liquidar la nosología freudo -bleuleriana para reemplaza rla por una clas ificación
conductista apoyada en la informática y en un enfoque exclusivamente farmacológico.
La liquidación definitiva del solar dinámico , que permitió la implantación del psicoanálisis,
ocurre en 1983 con la traducción al francés del Manuel diagnostique et statistique des
troubles mentaux, más conoc ido con el nombre de DSM 111.Aquel año, en el Congreso
Mundial de Psiquiatría, que se celebra en Viena en julio, se rinde un singular homenaje
a Freud por boca de un terapeuta alemán que anuncia que el papel histórico del
psicoanálisis ahora se tenninó : "El DSM 111-escr ibe Marc Leclarc desp ués del
Congreso- no es un desafío , es una guerra no declarada a Europa y a la invención
extraordinaria que ésta ha hecho por la voz, la pluma y la carne del representante de
uno de sus países de ultura más elevada, el Imperio austro-húngaro, desmantelado en
vida de Freud. Esta invención, el psicoaná lisis, respetuosa en grado máximo del
hombre, de su calidad y su especificidad, siemp re ha sido desvirtuada por Estados
Unidos del cual cabe recordar que Freud no esperaba nada 18. • No se podría decir nada
mejor...
Henri Ey no se equívoca al llamar "libro negro· el famoso Libro blanco y hoy ya
queda lejano el tiempo en que podía escribir: "Lo que la psiquiatria le debe al
psicoanálisis, es el haber recuperado, gracias a Freud, el sentido de su propia
existencia [...) el de l hombre vuelto a su naturaleza imaginaria 11:
Amenazada "desde la derecha" por nuevas alianzas y la atomización, la herencia
dinámica también es sacudida "a la izquierda" por la protesta antipsiquiátrica cuyos
efectos se hacen sentir a partir de la rebelió n de mayo.
Ya en 1961, L'Histoire de la Folie firma la sentencia de muerte de la epopeya
moderna del saber psiqu iátrico denunciando las ilusiones del humanismo de las luces
y la noción de "prog reso": "Este libro ~scribe Foucault- no ha querido hacer la
historia de los locos al lado de la ge nte razonable, frente a ellos, ni la historia de la
oposición a la locura. Se trataba de hacer la historia de su reparto incesante pero
siempre modificado( ...] No es la medic ina laque definió los límites entre razón y locura,
pero, desde el siglo XIX, se enca rgó a los médicos que vigilaran la frontera y montaran
guardia. Marcaron 'enfer medad me ntal', indicación que equivale a interdicción 1S."
Desde la publicación de la obra, Henri Ey oye el mensaje, y durante varios años
medita sobre ese libro al que trata de •·psiquiatricida". No se equivoca: Michel Foucault
declara la guerra a los fundamentos de un saber al que Ey ha ?edicado su vida. Para
él se produce algo terrible . Ey sigue siendo ante todo un_chn~co, un _conductor de
hombres, un organ izador y un jefe de escuela . No es m un ~1stonador,m un teórico en
sentido estricto, y su "tomismo" se traduce por u~a _adhesión al orden natura l de las
cosas. Defiende una concepción demasiado continu1sta de la h1stona, cercana a la de
Ellenberger,y es esa la razón por la cual la posición de Foucau lt choca de fre nte su

109
La Francia freudiana en todos sus estados

representación de la psiquiatría. Para Ey, la historia se piensa en térmi~osde evolución:


no existe ruptura, refundición, relevo o continente de sombra, sino un progreso
constante. En su opinión, la historia de la psiquiatria moderna no empieza con Pinel:
se confunde con la aventura progresiva de un laborioso despe¡o de la enfermedad
mental "natural" sustraída al pensamiento mágico.
con sciente de la importancia de la posición del filósofo, decide dedicar un coloquio
de la EP a la "Concepción ideológica de L'Histoirede la folie". La reunión se celebraen
diciembre de 1969 en Toulouse. Michel Foucault no concurre a la cita; "Se trata en este
caso --<:ledara Henri Ey- de una posición psiquiatricida con tantas consecuencias
para la idea misma del hombreque nos hubiera gustado mucho contar con la presencia
de Michel Foucault entre nosotros. Tanto para rendirle el justo homenaje de nuestra
admiración por los pasos sistemáticosde su pensamiento como para impugnarel que
la 'enfermedadmental' puedaser considerada la maravillosa manifestación de la locura
o más excepcionalmente la chispa misma del genio poético, pues es algo distinto a un
fenómeno cultural. Si algunos de nosotros, incómodos por la vulnerabilidad de sus
propias posiciones o seducidos por las brillantes paradojas del Sr. Foucault hubieran
deseado no afrontar este debate, por lo que a mí respecta, lamento la ausenciade este
'frente a frente', Michel Foucault,a quien me preocupé de invitar, lo lamenta tanto corno
nosotros, según me lo ha escrito, disculpándose por no poder estar en Toulouse estos
dias. Haremos pues como si estuviera aquí. En un debate de ideas poco importala
presencia física de quienes, precisamente, sólo se enfrentan por sus ideas19."
La puesta en tela de juicio de la noción de enfermedad llamada "mental"y la crítica
de una psiquiatría juzgada patógenason también los objetivos de la antipsiquiatríacuya
aventura se inicia hacia 1959 con las experiencias clínicas de Ronald Laing, Aaron
Esterson y David Cooper. Tambiénaquí, como para Freud con el descubrimiento de la
histeria, o para Lacan respecto a la paranoia, una mujer desemper'iael papel que tuvo
Anna O. a fines del siglo pasadoy Aiméedurante los años treinta. Se llama Mary Bames
y es enfenmera.Tiene unoscuarenta arioscuandoconoceal equipo de los antipsiquiatras
ingleses. Gracias a ellos se curará de una esquizofrenia juzgada incurable en los
lugares clásicos de internamiento, escribirá el libro de su ''viaje" y se convertiráen una
pintora reconocida20.
En opinión de los tres psiquiatras rebeldes al orden establecido, la locura tieneuna
historia, porque "es una historia: la historia de un viaje, de un paso, de una situación,
y no de una enfenmedad.La crítica de la noción de enfermedad mental empieza aqui
por un rechazo de la herencia bleuleriana y por tanto por una definición nueva de la
condición de la esquizofrenia. No es casualidad que las experiencias de antipsiquiatrla
se desarrollende manerasdiferentesen el Reino Unidoy California por una parte e Italia
por la otra. En los tres lados, la impugnación de la psiquiatría ocupa el lugar que en
Francia tomó el dinamismo ilustrado de Henri Ey, la psicoterapia institucional Y el
re~uevo l~~aniano_. Los movimientosde antipsiquiatría se asientan en paises donde el
ps1coanáhs1s médico y ortodoxo se ha convertido en la norma admitida y donde la
psiquiatríadinámica evolucionó de manera más estereotipada aún. Los protestadores
están todos marcadospor un itinerarioque va de la lucha anticolonialal transculturalisrllO
pas~ndo por el _compromiso_ politice. Gregory Bateson es antropólogo, David coo~r
nació en Sudá!fica y combatióel apartheidy Franco Basaglia es un militante del partido
comunista Italiano. En cuanto a Ronald Laing, su trayectoria es algo diferente, pero
también marcada por una saga del "viaje". Nacido en Glasgow y analizado par

110
..
sunset Boulovard: misorias Y osplondoros del movimionto de protesta

Winnicott,sehacepsicoanalistahacia 1957. Luego en 1961 entraala T . t kCI ..


· d B ·á · f ' , avis oc 1n1c
En la Soc1eda nt n1ca, orma parte de l famoso grupo de los ·nd d' ·
· · 1 ·6 1 d t d · 1 epen 1entes,
minontano con re ac1 na as os en enaas anna-freud ianay kleinian F . .
'é · b itá · 1 1 d. d G a. ue ps1qutatra
en el EJ.rc1t~ . r . n1co, y a n 1a e andhi constituye en su historia un punto de
referencia pnv1leg1ado.
Gregory ~atesen es el primero en estudiar fam ilias de esquizofrénicos a partir de
una expenenc1a llevada adelante en Nueva Guinea durante los atlos treinta. Había
observado que los 1n_d ígenas utilizaban téc~icas particulares para proteger el equilibrio
interno de su comunidad. Así, para neutra lizar a un rival en materia de amor recurrían
al travestimiento sexual. Pero los misioner os y lo~ blancos trataban de impedir tales
prácticas, de suerte que la cultura autóctona cerna el doble riesgo de ser destruida
desde el exterior y sufri r perjuicios internos . En t 956 , Bateson inventa, a partir de esa
comprobación , la noción de double bínd, o "doble ligadura •, para designar el dilema en
el que se encuentra encerrado un esquizofrénico cuando se ve obligado a dar una
respuesta a dos mensajes contradictor ios que impiden formular un j uicio simbólico o
tener puntos de referencia. En esta perspectiva, la noción de enfermedad mental, tal
como la avala el discurso psiquiátr ico, vuela en mil pedazos en beneficio de una
definición del ser esquizofrénico pensado en términos de situación. Así, la esquizofrenia
ya no es una estructura psicót ica y menos aún una enfermedad, sino una estrategia
inconsciente que se traduce en una respuesta delirante ante una alienación familiar o
socia121.
La palabra •antipsiqu iatría" no la inventó Bateson, sino Cooper, que se inspira,
como Laing, en las tesis sartrianas, y más en genera l en la feno menología existencial
para teorizar su experiencia clínica. En 1962, crea el Pabellón 21 dentro de un vasto
hospital psiquiátrico de l noroeste de Londres y allí lleva a la práctica una aventura que
va a conducirlo a un rechazo radica l de la psiquiatría bleuleriana por una parte y de la
psicoterapia instituciona l por la otra. En efecto , ambas conservan el punto nodal de la
enfermedad mental como estructura psicótica y como expl icación de la locura. Si ésta
no es una enfermedad sino una metanoia , como la llama Laing, es decir un "paso· ¿por
qué curarla en vez de dejarla que se exprese? A través de esta interrogación, Cooper
empieza a pedir al personal del Pabellón 21 que no haga nada. Luego le dice a uno de
sus pacientes: "Le voy a dar esta cosa llamada Largactil para calmarlo un poco, a fin
de que podamos ocuparnos de cosas más apremiantes." Por último, deja que se
acumule basura en los corredores y las piezas del establecimiento. No se lavan más
los platos y las mesas quedan sucias. Progresivamente , los enfermos pueden descender
a los infiernos, experimentar una reg resión, toquetear sus materias, recobrar una
especie de arcaicidad perd ida y después volver a subir al mundo de los ~ivos. Al
principio el personal se resiste e intenta devolver al camino recto a una comunidad que
se ha vuelto loca. Pero pron to, Cooper propone que ex enfermos se pongan a atender
a los otros y que los internados tengan derecho a una vida sexual . Pese a te~ribles
conflictos y fracasos, la experiencia triunfa: se crean hogares fuera d_elhospital; la
antipsiquiatría como negación de la psiquiatr ía ha nacido. Su h1stona será corta:
terminará en 1970, pero los ocho años del escenario inglés _habrá~demost rado una
cosa insólita: en ciertas condiciones particulares , la esquizofrenia puede curarse
cuando siempre fue considerada incu rable, hereditaria, orgánica'. inabor~able~.
Paralelamente a esta experiencia, Cooper redacta con ~a1ng u_nhbro titulado
Raison et Violence en el que se analizan y utilizan las tesis sartrianas _sobre la

111
La Francia freudian a en todos sus es tados

totalízació n, la dial écti ca y la relación con el otro. Los dos a migos envian la obra aJ
filósofo que apoya la empresa y dice estar convencido de que el esfue rzo inglés dará
a la ps iquiatria un ros tro más humano. Así, e n el mo _men to en que el escenario
intelectual francés recusa la fi losofía sartriana en benef 1c10de un estr uctura lismo más
bien anti humanista, el movim iento psiqu iát rico inglés se inspi ra en él para rechazar una
trad ición estructura l que const ituyó la época de oro de la psiqu iatría human ista . Y, para
colmo de la parado ja, no es por un camino sartr iano por donde la an ti psiqu iatría va a
hacerse conocer en Francia en 1967, sino por la vía lacanianazi.
En t 965, Cooper fund a con Laing y Este rson la Philadelph ia Ass oc iation . Finan-
ciada gracias a unos filánt ropos estadounidenses, anuncia un progra ma libertario que
tiene por objetivo emancipar la locu ra, no sólo del manicomio , cosa que se ha hecho,
sino de la ps iquiatría misma y por lo tanto de la enfe rme dad . Para rec ibir la nueva locura
destrabada , deben crearse sitios específicos en todos los rincon es del mundo. Contra
la ps iqu iatria, la antipsiqu iatría no quiere "sectoriza rse ·, s ino perm itir a los locos que
vivan su locura . Ese mismo año, en Londres , abre sus puertas el Kingsley Hall. Situada
en un barrio obrero, esta construcción de ladrillos castaños y dos pisos fue antiguamen-
te un cent ro de investigac iones y actividades sociales . En 193 1 Gandh i vivió allí en el
mom ento en que negociaba la independenc ia de la India con el gob ierno británico.
Treinta y tres años más tarde, Ronald Laing se encuentra allí con sus amigos, para
albergar esquizofrénicos. Pronto Kingsley Hall se conv ierte en el s ímbolo de una
verdade ra revolució n anti psiquiátr ica. Ade más de albergue, la casa es lugar de paso
dond e se celebran difere ntes seminar ios. Se practica tejido , yoga y danzas indias . Se
representan obras de teatr o y se proyectan películas . Muy pron to afluyen visitantes de
todos los pa íses y aprenden a compartir la vida de la com unidad: se inician al mismo
tiempo en el viaje de los esqu izofrén icos24.
Dos años d espués de la creación de Kingsley Hall , los antipsiquiatras organizan
un Congreso inter nacional de dia léctica y liberación , destinado a poner en evidencia la
manera como progresa el infierno en el m und o. El coloquio dura dieciséis días e incluye
el movimiento dentro de la aventura libertar ia. Reúne negros estadoun idenses,
"provocadores · de Amste rdam, estud iantes de Berlín Oeste y representan tes de todos
los movim ientos terce rm undistas. Gregory Bateson , Stoke ley Carmichael y Herbert
Marcuse participan en los debates: así, la locura des trabada ofrece una nueva bandera
a todos los oprimidos de l mundo . Sólo falta agregar a este mov imiento la disidencia
soviética para sacud ir todo el edif icio de la psiquiatr ía clás ica . La unión se produce en
1971, cuando la experienc ia de Kingsley Hall ha finalizado y se pub lica, simultáneamente
en varias leng uas, el libro de Wlad imir Boukovski : Une nouvelle maladie menta/een
URSS: l'opposition2s.
El movimiento anti psiqu iátr ico no se imp lanta como ta l en Francia, sino que cniza
la histor ia de la psiquiatr ía y el psicoanálisis por la vía lacan iana . En 1967, Maud
Mannoni dec ide ded icar unas jornadas de estudios a las psicos is infant iles. Acornpa·
ñada por Ginette Raimbault , que conoce tan bien como ella el ter reno británico , va a ver
a Donald_Winnicott para invitarlo a participar en el Congreso. Lacan tiene gran interés
en la ven1~ade este gran terapeuta inglés, que antaño dirigiera la primera comisión de
1nvest1gac16n enV1adapor la IPA. Las relac iones entre los dos hombres siempre fueron
compli<:adas debido a sus respectivas posiciones en lo atinente a la IPA.
Orientado por Jones en 1923, Winnicott pasa diez años en el diván de James
Strachey antes de proseguir una segunda cura con Joan Aiviére. Durante la entreguerra,

112
..
Sunset Boule verd: miserias y esp lendore s del movimiento de protesta

asiste a la_s _ispu ta~ que oponen a los kle inianos y los anna -freud ianos en el terreno del
psicoanális is de ninos. Negándose a tomar partido, desarrolla marg·inalmente ·
· · 11 · 1
· t d · s u propia
experre~cia c ~ ca , cen ra a en e 1¡uego, el falso Se/f y el objeto transici onal . Ante el
dogmatismo reinante en los d?s grupos , s igue afi rmando u na independencia que le vale
ser .tachado d~ . no con for mista . Y'. como consec uenc ia, queda apartado de toda
pos1c1ón honori fica dentr o de la Bnt 1sh Soci ety. Como en Inglaterra n d
· · · · t w· . o se pro uce
ningun proceso esc1s1on1sa, 1nn 1cott acep ta som eterse "oficia lmente" a las
· ·d · t á . norm as
adm1t1 as m1e~ ras q ue su pr c_ '~ª
1 de las curas no se adecúa a los criterios impuestos .
En Gran Bret ana, una obed 1enc1a 'for ma l" cuenta más que una confesión de insum isió n.
P~reso es por lo que e n 1?53, s in dej ar de c apta r la importanc ia de los trabajos de Dolto ,
Winnico~ represe nta" el Juego d e la_normalización : le reprocha a su interloc utora el
~sp~cto .caris mático de s u p_ers_ona ¡e . Aunq ue desap rueb e "oficial mente· el supuesto
carisma d_elos m aestros , W 1nn1cott , dentro de su propia Sociedad, se convierte en un
verdadero Jefe de e scu ela. Muy pronto, se interes a en la o bra de Laca n, y éste en la
suya :_~n lazo une sus respec t ivos trabajos y se ref iere a la relación objetal: objeto
trans1c1onéiipara el inglés , ob¡eto a para el franc és . Si n embargo, Wi nnicott q ueda
perplejo ante la prosa d e Lacan , cuyo sen tido no comprende. En agosto de 1967 , le
comun ica sus incertidumbres resp e cto a un a rticulo de La Psychana/yse sobre el
simbolismo de Jones . En esa ocasión , lo invita a ir a Londres, pero el viaje se atrasa a
causa del co loquio de Ams terd am sobre la sex ualidad fe menina y el encue ntro de
Bonneval. Tiempo m ás tarde la co misió n T urque t emp ieza sus interrogatorios26.
Cuando Ginette Ra imbault y Maud Manno ni llegan a Londres , la esc isión de 1963
ha produc ido sus desastrosos efectos en las relaciones entre los ipistas y los
lacanianos. Ya viejo y enferm o, W innicott acaba de ser nombrado por primera vez en
su vida presiden te de la British Society. Esta distinción es importante para é l pues
confiere a sus trabajos un reconoc im iento "of icial" no desdeñable. Éstos no tardarán en
ser traducidos al francés y produc ir un efe cto importa nte en las filas de las tres
sociedades: EFP,SP P, AP F. Winn icott recibe pues a las dos mujeres con mucho afecto,
pero dec lina el ofrecim iento que se le hac e y al que , en un primer momento, habla
respondido favorablemen t e. En su posic ión de pres idente, no quiere correr el riesgo de
dar la impresión , por su presenc ia física , de respa ldar un mov imiento rech azado por la
IPA: ¡formalismo obl iga121 No obstante , acepta con mucho gusto entregarles un texto
que podrá ser leído en el coloquio y const ituir un test imonio. Malicios ament e, prop one
a las visitantes tomar contacto con sus jóvenes alumnos de la Socied ad y en espec ial
con Ronald Laing. Así es como Maud Mannon i va a Kingsley Hall y conoce a Mary
Barnes en e l momento en que ésta cubre de excrementos las paredes de su cuarto. Se
acordará durante mucho tiempo de una frase asombrosa de ~aing, que com entaba así
la exposic ión de mierda: "Queda bonito , pero le faltan colores. Maud hizo un control con
Winn icott y va a trabar amistad con Laing 28 .
El coloquio sobre las psicos is infantiles se celebra en octub r_e de 1967 _en Paris .
Winnicott envía el texto prorile t ido sobre la esq~ 1zofrenia y anunc ia por escn!o que se
ha visto obl igado a modif icar su primera dec 1s~ón de esta r pres_ente en las 1nrnad as .
Fran90is Tosquelles, Laing y Cooper son los unicos confe renc iantes que no for~~n
parte de la casa lacan iana, y con los dos últimos se entab la una primera confron tac,on
en la que se oponen el punto de vis to estructura l fr_ancés. y las conoepc1ones
existenciales inglesas. Están representadas todas las cornentes internas al lacan 1smo.
Fran90ise Dolto , Jenny Aubry, Resine Lefort , G1nette Ra,mbault, René Tostain , Anne-

113
La Francia freudiana en todos sus estados

u se Ste rn y Maud Manno ni por lo que conc!erne al ps_icoaná li~i~ de_niñ_os así como
Ginette Michau d y Jean Oury en lo que se refiere a la ps 1coterap1a 1nst1tuc1ona 1surgida
del castillo de La Bord e. Los trabajos so n publ icados con el título Enfan ce alíénée en
dos volúmenes de la revista Recherches. Serán reedit ado s de spués de que se agoten
sucesivas existenc ias .
Si b ien en est a reun ión no partic ipa ningu no de los pe rsonajes importan tes de las
sociedades no lacanianas , aquella logra un éxito considerable entre los jóvenes terapeutas
de todas las tendencias. Descubren en esta oca sión la antipsiqu iatríay exp resan suma-
lestar ante la psiquia tría . Este aco ntecimien to oficia de pre lud io a la protesta de mayo.
Es durante estas jornadas cuando Fran9oise Dolto exp one las doce sesiones de
la te rapia de un niño de catorc e a ños. En una posic ión con traria a la de la cura del
pequeño Hans, analizado por Fre ud a través de la pala bra d e su padre , Fran9oise
transm ite con exact itud las palabr as y las frases de Dom inique. El caso se hará célebre.
El niño es fób ico. T iene miedo de las bicicletas y los tiov ivos. Habla con voz gangosa
o amanerada , nunca ríe delante de los demás e igno ra la masturbación . Su madre,
educada en Africa por monjas, según un es píritu colonial, no conoce la existencia de
esa práctica. Dej ó durante mucho tiempo que su h ij o durmiera en su cama. En cuanto
al pad re, homb re de negoc ios, viaja mucho . Cree que en vez de una psicoterapia sería
preferib le una operación quirúrgica para solucio nar los prob lemas de Dominique.
Apragmático , marcado por un penoso fracaso esco lar, el niño no sabe conta r. Le teme
a las tablar de multiplicar: no puede "contar con nadíe". Cuenta su historia valiéndose
de un fantástico bestiar io en el que se mezclan los perros , las vacas, los bueyes, los
peces y las chivas .
Aunque no utiliza ningún enfoque antipsiqu iátrico, Fran9o ise Dolto le reconoce a
Oominique , desde la primera sesión , el derecho a estar "tocado ". Le dice que desvaría
porque tiene miedo de que lo regañen . Para la fami lia, pronuncia un diagnóstico de
psicos is empleando la palabra locura . La madre queda a liviada . Ningún médico se
había an)mado a usar esa palabra. Se mencionaba un retraso , inc luso debilidad mental.
Le decían que "yase le iba a pasar". Durante un año, ent re la doctora y el niño se entabla
un diálogo fabuloso en el que la sexua lidad, la transferencia , el Edipo y las ident~ieaciones
son simbolizadas en una lengua llena de imágenes. En la cuarta sesión , Oominique
explica que la vaca sueña con ser un buey y que el buey con el que sueña , sueña a ~u
vez con ser una vaca . Frany0ise le pregunta entonces al paciente si conoce la diferencia
entre los bueyes y los toros. Según é l, los toros son "más malos" y la vaca es una •vaca
que se cree un buey sagrado". Y Fran9oise que dice bruscamen te: "Creo que el buey
sagrado o la vaca sagrada, es quizás porque estás enamorado de la Sra. Dolto; quieres
hacerla sagrada ." Dominique se pone colorado hasta las orejas y ag rega: "Sí. .. eso si.'
• .. ~n ,1a_oct~va sesión , el niño empieza a saber contar. F ran9oise le hab la_de mamas,
p1¡as, 'pitos , penes , senos. Progresivamente las narraciones de Dom1rnquese van
haciendo menos delirantes. El niño logra ev~ca r los idea les rac istas de su familia
materna Y luego recuperar su derecho a la agresividad . El retraso esco lar se disipa.
Pe~oa la d~ima primera sesión , el pad re se opone a la continuación del tratamiento
Y sigue quenendo confiar el caso a la cirug ía. Aunque el niño tiene deseos de seguir,
obedece con el acuerdo de Dolto Y anuncia su intención de volver cuando sea grand ª
Y pueda pagar_el tratamien to: "Dominique sólo está curado de su regresión psicót_i~,
sel'iala Fran901se._~stá en curso un~ !laboración tardía de los componentes del Ed1P~
Su sexo es rehabilitado por su naras,smo , su propio cuerpo en su calidad de human

114
suns9 t Bou/9vard: mis9rias Y esplendores del movimiento de protesta

también. u sentido crítico se expresa. Su afectividad está e . .


. n comunicac1 6 n con los
demás. Reco b r6 con f1anza en el futuro . Asu me su deseo de lib .
6
admite conte~por izar-aunqu_e enfadado- en nombre de la aut~~~~dn,:.i~~q~e
Para el cierre de los traba¡os , Lacan pronuncia uno de e d. p . ·
• sos 1scu rsos sublimes
comos 6lo él sa b e h acero.1 Volviendo sobre el tema de su propue t d t b h
·6 1 l'b rt d o . s a e oc u re, abla
delasegregac 1 ny a I e a . e paso, nndeunVibrantehomena· · ·
· E . "P rf d b· ¡e a su vie¡ocamarada
Henn y. 'daradpa1r _edese o ¡eto que está bien centrado-dice-q uisiera hacerles
sent1 11 1
_rsuuni a a pa ir e a gunas frase s que pronuncié hace unos veinte af'los en una
reunión cel~~ra~a en casa de nuestro am igo Henri Ey, que como saben ha sido en el
campo ps1qu1átncofranc és lo que llamamos un civilizador. Planteó la cuestión de Joque
ocurre con la enfermedad menta l ~e una manera que lo que se puede decir al menos
es que des~ertó el cuerpo de la ps1qu1atria en Francia a la pregunta más seria sobre lo
que _ese mismo cuerpo represe ntaba30." l uego, como en relación aJ racismo y la
rehg16n, anuncia la e ntrada de todo un mundo en el universo de Ja segregación.
Volvemos a encontrar allí la temática del "campo· y del "sujeto de Jaciencia".
Se comprende fáci lmente por qué la corriente lacaniana es la única corriente del
psicoanálisis en Francia que se muestra receptiva al mensaj e de los antipsiquiatras sin
por eso comparti r sus conv icc iones . El lacanismo ocupa en este país un lugar de crítica
que lo convierte en un equivalen te ideológico de la antipsiquiatría. Pero, paradójicamente,
su implantac ión sirve a la vez de f iltro y barrera a la antipsiquiatría en la medida en que
no abandona el "orden estructu ral" de la psiquiatría dinámica. Por lo demás, la
confrontación de 1967 muestra que las tesis estructurales y las concepciones
existenciales se cruzan sin j untarse; dicen lo mismo por vías diferentes y confirman la
validez de las posiciones que, un cuarto de siglo antes, sostenía Georges Canguilhem,
a partir del camino trazado por Kurt Goldstein: la enfermedad no es un apartarse con
.respecto a una norma, sino un desplazamie nto de la normatividad. Aporta un orden
nuevo desarreglando una estructu ra, la cual está a su vez en desarreglo permanente .
En este sentido, la anti psiquiatría es el reverso existencial de la psiquiatría dinámica .
Substituye el prestig io de la psiquiatría por el prestigio de la locura y participa así en el
ocaso histórico del d inamismo. Para Lacan, ese ocaso anuncia el advenimiento del
•sujeto de la ciencia" y la reactualización de un proceso segregador. Liberado del
manicomio por la psiqu iatría dinámica, luego de ésta por la antlpsiquiatria, el loco tiene
grandes posibi lidades de volver a estar alienado por un saber médico tanto más
poderoso cuanto que habrá investido de nuevo el ámbito de lo mental en nombre de una
racionalidad bio lógica o conductista. . . . .
Las concepciones de la ant ipsiquiatr ía son ampliame nte d1fund1dasen Francia con
la traducción de las principales obras de Laing,_Cooper: Basaglla_YThomas Szasz. En
1970, Maud Mannon i hace pub licar Psych,atne et Ant,psych,atneen la coleooón del
"Champ Freudien". Será el único libro procede nte de es~ corne~t~ que aparecerá en
una colecc ión de psicoaná lisis. Maud Mannoni e~ también la unica en Francia que
funda una institución de carácter ant ipsiquiátnco inspirada en el mode)o inglés: Su
centro t b d E'cole expér imentale de Bonneu1J-sur-Mame. Esta funciona
orna e I nom re e · rt · t I d
como una asociac ión regida por la ley de 190 1,_fuera de las ms 1_ uc1onescon ro a _as
porJaS ·d dS · 1 p 0 resto tienelacond 1c16ndeescuelapnvada. Tras seis anos
de Iuchegun ª . ocdia ·
a encarniza a y un
d'if'-ici·i autof inanciamiento, Maud Mannoni obtiene el
.
reconocimiento de la DDASS, con el nesgo de. que la escuela se co~v1erta en_una
institución "común'. Al principio, la experiencia funciona gracias al traba¡o honorario de

115
La Francía freudíana en todos sus estados

la n,ayoría del personal. La animan Maud Manno_niy Robe_rtLefort y_recibeel apoyo de


Franyeise Dolto, Jean Ayme , Ros1ne Lefort y Pierre Féd1da, un miembro de la APF
Aunque se parezca a un lugar de anti psiquiatría y absorba una poblac ión expulsada d~
los circuitos sector izados , la escue la no se apoya en las fuentes existenciales
pregonadas por los anglosajones3 1 . Maud Mannoni invoca la experiencia antipsiquiátrica
r
y no sus tes is. Se inspira en una tradición nacida de Makarenko Freineta_laque agrega
la enseñanza de Lacan y la de Mélanie Kle1n.En vez de pnvlleg1ar la relación imaginaria
con el otro , es decir la situación contra la est ructu ra, Maud Mannon i toma en cuenta el
orden simbólico que permite enca rnar la ley, y la noción winnicottia na de crisis que
permite al perso nal y los pensionistas enunc iar su malestar . La escuela de Bonneuil
está dedicada a los niños y adolescentes y no a los adultos. En este sentido, se parece
más a la Orthogenic School de Bruno Bettelhe im que a Kingsley Hall. Además, se
interesa en la psicos is en genera l sin privilegiar la esfera del autismo o la esquizofrenia.
Mientras que la experienc ia ing lesa se detiene en el momento en que el movimiento
antipsiquiátrico se radicali za, la escuela de Bonneu il pros igue sus actividades. En 1975,
se conv ierte en un hosp ital diurno y pierde aquel aspecto innovador que hizo de ella un
sitio único en Francia . Respecto a esto, se puede pensar que la grandeza de este tipo
de expe riencia reside en su carácter efíme ro, como si la frescura de una locura
destrabada no pudiera soporta r los asaltos de la vejez. Para la cuarta generación
psicoanalítica de la EFP, la aventura de Bonneui l hasta 1975 constituye un aconteci-
miento considerab le. Le da al lacanismo uno de sus mejores rostros. Gracias a este
verdade ro combate, Maud Mannoni habrá dejado en la histor ia francesa del psicoaná-
lisis la huella ardiente de su valeroso militantis mo clínico. Esta flamenca con nombre
corso dice ser a la vez leninista sin Lenin, china sin Mao Zedong y feminista sin el
mov imiento de las mujeres. Desde lo alto de su alt ivo rostro, coronado de una
abundante cabellera castaña, sabe, con su voz cantar ina, dirig ir su mundo de manera
eficaz . Tiene oficio, como suele decirse: una síntesis de sufrag ista ordenada y
victor iosa partidar ia de la Comuna.

El conjunto de la temát ica reichiana y antipsiqu iátrica encuentra su más brillante


síntesis francesa en 1972 en un libro que obtiene , desde su publicación, un éxito
considerable: L'Anti -Oedipe32. Hacia el mes de setiembre de 1969, el filósofo GUies
Deleuze, ya conocido por sus trabajos sobre Spinoza, Nietzsche, Proust, Sachar·
Masoch y Bergson, conoce a Félix Guatta ri, un terapeuta proveniente del diván de
Lacan y de la vía comun ista de opos ición, que desde 1953 forma parte del equipo del
castillo de La Borde. El primero tiene la impresión de que el segundo está máS
adelantado que él, y viceversa . Ambos tienen un enorme respeto por la obra Y la
persona de Lacan. Uno ya tiene en la cabeza "máquinas desean tes", mientras que el
otro encuentra el psicoanálisis miserable: "Yo me decía - subraya Deleuze-que esto
iría aún mejo r si se encontraran los conceptos adecuados , en vez de valerse de
nociones que no son siqu iera las de Lacan creador, sino las de una ortodoxia que se
formó en torno a él. Es Lacan qu ien dijo: no me ayudan. Lo iban a ayudar
esquizofrénicamente. Y, ciertamente le debemos a Lacan tanto más cuanto que hemos
renunciado a nociones como las de estructu ra. simbó lica O signi ficante, que so~
redondamente malas y Lacan sí supo siempre dar vuelta para mostrarles el envés33 .

116
svns 9t Bou/9vard: misarías y asp/9ncJores da/ movimi ento de protesta

El filósofo Y el terapeuta decid?n trabajar juntos: leen montañas de libros ,


imtercamb1an cartas Y con~eptos y as1 durante dos años y medio tejen su gran obra.
Paralelamente , De_leuze_dicta un sem inario sobre el Anti-Edipo en una salita del
departamento de_fllosof 1a de la nueva universidad de Vincennes-París VIII. Allí se
amontonan estudiantes _de todas las lineas. Comparten su tiempo entre cursos donde
se estudia el estructurahsmo, los textos de la rev ista Te/ Que/ 0 los artículos de Derrida
y seminarios donde se enseña el retorno lacaniano a Freud. En efecto, serge Leclaire
acaba de fund?r un departament~ ~~ psicoanális is en París VIII y su sitio queda un ido
al de la fllosof1a. En e l m1sm_o .edlf1c10, se va expandie ndo la língüística chomskyana
hasta separarse de la trad 1c1ón estructura l. Cual funámbulo de mirada bulímica,
Deleuze enfrente todas las semanas a un público tan de nso que la salita en donde habla
parece sumida en vapores de baños árabes. Agitado , exaltado y siempre tolerante ,
expresa sus pensam ientos a la manera de un loco que cantara melodías sacadas de
Debussy con libreto de Char les Trenet: una verdadera ópe ra para solista. Embrujados
por este espectácu lo, los estudiantes escuchan con una especie de ternura donde se
mezcla la curiosidad por un discurso nuevo y la atracción por un estilo singular. Después
de cada seminario, Deleuze cede la palabra a los oyentes y responde punto por punto ,
entre serio y alegre, a las preguntas for muladas . éstas son numerosas puesto que por
primera vez e l freudismo y e l lacan ismo son escrutados en los límites mismos de sus
mayores innovaciones . A veces, los maoistas puros y duros del grupo de Alain Badiou ,
un ex de la ENS , irrumpen estilo co mando , para gritar su hostilidad contra el rey de
Tebas, el Anti -Edipo, el capitalis mo y la esquizofrenia: es la hora del frente rojo y los
años violentos34.
Cuando lo publican en 1972, L'Anti-Oedipe es presentado por sus autores como
la primera parte de una obra de conjunto titulada Capitalísme et Schizophrénie . Pro-
meten una segunda parte que debe llevar el nombre de Schizo-anatyse. Nunca saldrá
a luz, pero será reemplazada por otro libro, Mil/e Ptateaux, que se publicará en 1980 35,
en un momento en que la crítica del psicoaná lisis ya no interesa rá a la intelligentsia, ni
a los mismos psicoanal istas, víctim as de las crisis internas de su movimiento. "Desde
este primer tomo, L 'Anti-Oedipe, -€scr ibe Maurice de Gandillac, uno queda sumergido
bajo una ola impres ionan te de lecturas y exper iencias e n las que se_con1ugan la
etnología, la linguíst ica, la econo mía, mient ras que la filoso!ía en el sentido clásico: e
incluso la literatura y las artes plásticas, pese a refe re ncias ocasiona les al Cog1to
cartesiano y la crítica kant iana, a pesar de una prese ncia nietzschea na que aflora en
varias oportun idades en las que se insp ira la invest igación, por muy numerosas_Y
significativas que sean las citas de Beckett, Michaux, Miller o Artaud, pasan de algun
modo a segundo plano36." Este comentario resume bast_ante bien la 1mpres1ón que se
desprende del libro, cuyas tesis esenc iales son de un s1mphsmoaso mbroso. Apoyándose
de manera bufona en L 'Histoíre de la Folie, los autores pretenden pensar de nuevo la
historia universal de las sociedades a partir de un postulado umco· · Y sm · f u ndamento
. . ·· el
capitalismo la tiranía O el despotismo encontrarían sus límites en las maquinas
' . • d · 1 s mallas de una locura no
deseantes de una esquizofren ia "realizada , es ecir en ª . . . Deleuze
trabada en el discurso dom inante llámese alienismo o psiquiatna. Para . Y
' d'f11cación norma1,va,
Guattari, el edipis mo freudiano es la forma más acabada de una co m'liarista Para
en la medida en que reduce la libido plura l de la locura a un encuadre ~:y ~ue substituir
Salirde eso y recobrar la esencia esquizofréni~a d~I deseo ver~ade ro~I sicoanálisis por
tOdaslas teorías estructurales, simbólicas y s1gn1flcantessurgidas d P
117
__J
La Francia freudiana en todos sus estados

una conceptualidad polivalente capaz de traducir la esencia "maquinística • y plural d


1
deseo. Al imperialismo del sign ificante único así como al Edipo totalizante , los doe
comp inches oponen un esquizo-aná lisis basado en una psiquiatría llamada materia~
lista, de la que Reich, contra Freud y Bleuler , sería el primer portavoz se.9uido de cerca
por los antipsiquiatras.
Si nos atenemos a las tes is enunc iadas , L'Anti-Oedipe es una obra llena de oosas
burdas , errores y disparates. De modo que no hay que reduc ir el libro a su contenido
explícito. Pues , actuando así , nos equivocaríamos tanto respecto a éste como un lector
de En busca del tiempo perdido que quis iera transformar la saga proustiana en una
cuestión de besos maternales de novela rosa. L'Anti-Oedipees un gran libro, no por las
ideas que transm ite, sino por la fonna que les da, por e l esti lo, la tonalidad: en una
palabra por esa sintaxis febr il, adonde viene a encallar, trabajosa mente y como un
barco ebrio, el furo r olvidado de una lengua de la ruptu ra o el desp ropósito. Publicado
en un momento en que se concreta el estancamiento del mov imiento estructuralismta,
L'Anti-Oedipe absorbe de manera aná rquica todas las esperanzas de una revolución
abortada. Al mismo tiempo y porque opera una síntesis específicamente francesa de
todos los ideales de la liberación-del treudo-marxismo al terror ismo y de la búsqueda
del paralso perd ido al culto de la droga-, toma como blanco principal el conformismo
psicoanalí tico, designando con estrépito el devenir dogmático del lacanismo . Más allá
de un debate demas iado supertic ial sobre el "imperialismo del significante· y de la
defensa de una figura utóp ica de la esqu izofrenia, se pertila una crítica feroz y auténtica
de todos los "catec ismos· fre udianos. De ah! el bien merecido éxito del libro. De ahí
tamb ién su enorme repercusión sobre una intelligentsiafrágil que cree poder, gracias
a él y con el mín imo esfuerzo, burlarse de los chascos de la doctrina vienesa, afirmando
que la "peste· lacano-freudiana ya no hace temblar a nadie. El inconveniente de este
asunto es que muy pronto habrá un "catecismo" del esquizo-análisis.
Cuanto más innovadoras resultan ser las exper iencias antipsiquiátricas , así como
la de Bonneuil, más tradic ionales siguen siendo las prácticas que invoca L 'Anti-Oedípe.
De leuze y Guattar i se entregan a un impresionante paneglricode los métodos utilizados
por el equipo de Jean Oury en el castillo de La Borde. Pero éstos no pueden compararse
en nada con las innovacio nes venidas de Kingsley Hall, el Pabellón 21 e incluso de la
Orthogenic School. Surgida en 1953 de la aventura de Saint-A lban, la experiencia de
La Borde fonma parte del campo de la psicoterapia instituciona l. Y por esa razón,
conserva los honrosos estigmas: vida comunitaria, ausenc ia de túnicas blancas,
human ización del enfermo, mantenimiento de la nosografía clás ica y pluralidad de
tratamientos: del electrochoque a la psicoterap ia. A esta trad ición se agrega una
concepción lacaniana, en la persona de Jean Oury, di sel pulo más bien dogmático del
maestro y compañero inseparable de Guattari, también lacan iano "libertario" de la
generación siguiente . Hay pues una diferenc ia enorme entre las teor!as liberatorias,
antipsiquiátricas y esquizofí:i::as pregonadas por L'Anti-Oedipe,y la realidad institucional
en las que las mencionadas teorías dicen inspirarse. En esta diferencia reside el
equívoco del libro, que no tardará en ser denunc iado públ icamente por ex cursillistas
o pens ionistas del castillo, exasperados por la publicidad dada a una empresa que
terminó por parecer lo que ja más fue37.
Eso no quita que, en el contexto de los anos setenta, las instituc iones que no
concuerdan con el espíritu de la sectorización -<:orno en el caso de La Borde-sufren
las consecuencias de la nueva organización del campo de la psiquiatría. En abril de

118
sunset Boulevard: miserias y esplendores del movimiento de protesta

1973, la Caja de Seguro de Enfermedad denuncia el convenio firmado d' ñ


• ·
con la cl rnrca de O E · d
ury. n vrsperas e festejar su vigésimo an· reza
. os antes
. . rversarro, ésta se
encuentra pues amenaza d a de ext1nc16npuesto que se corre el pel·g d
. . r ro e no pqder
garantizar el hacerse cargo drrectamente de los enfermos Los mot·,vos· d ·
· rnvoca os son
de lo más sospechosos. Se le reprocha al castillo una orientación izquie d' t
·6 d · d I d I d' · r rs a, una
duracr n emas1a o arga e as esta ras curat ivas y, naturalmente, el elevado costo
de la empresa~ . Esta ame~aza se produce, y no es por casualidad, un mes después
de la publrcacrón de un nume ro espec ial de la revista Reche rches dedicada a
1
homosexualidades y titu lado Trois_Mílliards de Pervers . Se encuentran allí prestigios~!
colaboradores: los nombres de Grlles Deleuze y Félix Guattari se codean con los de
Michel Foucault, Jean Genet, Jea ~-Paul Sartre, Jean-Jacques Lebel, Georges
Lapassade y muchos ot ros más . Allr se cuenta "quienes son nuestros amantes de
Barbería", lo que pasa en los meaderos de las Tullerías, cómo les viene el vicio a los
niños, qué diablos pueden hacer dos mujeres juntas en la cama, cómó curar los culos
lastimados y cómo acabar con la homosexua lidad de papá. Bajo la pluma colectiva de
la redacción, se da el tono: "Sin importanc ia para los sordos; el marica, así como
tampoco el esquizofrénico, no es en sí un revolucionario, el revolucionario de los
tiempos modernos. Decimos simplemente que, entre algunos otros, puede ser, puede
convertirse en el lugar de una ruptu ra libidinal importante en la sociedad, uno de los
puntos de emergencia de la energía revoluc ionaria deseante cuyo militantismo clásico
permanece desconectado. No por eso perdemos de vista que existe una locura de
manicomio infinitamente desgraciada o una homosexualidad edipica infinitamente
vergonzosa y miserable. Y sin embargo, incluso en estos casos extremos de represión
conviene permanecer a la escucha. Mayo de 1968 nos enseñó a leer en los muros, y
después se empezó a descifrar los graffiti en las cárceles, los manicomios y ahora en
los meaderos. Todo un nuevo espíritu científico está para rehace(.l9_ "
El asunto levanta mucha polvareda y el número de Recherches es censurado. En
cuanto a la clínica de La Borde, no se cerrará. Las tres instituciones vinculadas a la
corriente lacaniana, La Borde, Bonneuil y la clínica de Chailles, dirigida por Claude
Jeangirard, un alumno del maestro, tercera generación, en 1985 siguen en pie. Pero su
durabilidad muestra que, contrariamente a las experiencias de antipsiquiatría, se
adaptaron a la situación institucional de su época. Por esta razón, se volvieron más
"comunes". Falta saber lo que pasará cuando los fundadores se retir~n... . ..
En el Congreso de la EF P, celebrado en noviembre de 1973, las teorras antredrprcas
hacen una entrada triunfal en el seno del lacanismo dejando así aún más patente la
división de la escuela en corrientes divergentes. A propósito de eso, se desencadena
una larga polémica entre él equipo de La Borde, representado por Guattarí, _OuryY
Michaud, y Jenny Aubry. Los "labordianos " acusan a Jenny de haber contrrburdoella
misma a la liquidación de su propia experiencia del hospital de los Enfants-Malades Y
de no haber sabido impedir el licenciamiento y la dispersión del personal. Ahora ?'en,
la mencionada experiencia no podía proseguirse p_uestoque _encontraba un hm rte
natural en la jubilación de su principal iniciadora . Srendo médico de los hospitales,
Jenny Aubry no podía evitar que su experiencia se interrumpiera con la llegada ~el
nuevo "patrón" y es cierto que su equipo aceptó con dificultad esta sucesión. n
Montpellier, Je~ny se defiende como puede, J?Sroen el debate pasan iugana;~~!
&nlledlpianos, que están en el apogeo de su triunfo. No obstante, Jean ry Y
Guattari se mantienen más prudentes que sus epígonos4 o.

119
La Francia freudiana en todos sus estados

En 1976 los autores del Anti-Oedipe anunc ian : "Ya no hablamos mucho de psi-
coanálisis, y sin embargo segu imos hablando de ello , y demas iado. Ya nada Pasa
por ah í. Estábamos profundamentecans~dos, pe_ro incapaces de detenemos enseguida.
Los psicoanal istas, y sobre todo los psicoanalizados, nos aburren demasiado . Esta
materia, que nos atrasaba, ten_ia'.11os que precipitar l_apor nuestracuenta-:-sin_ h~cernos
ilusiones sob re el alcance ob¡et1vode esa operación--, teníamos que 1mpnm1rle una
velocidad artific ial capaz de llevarla a la ruptura o a la des inteligencia por nosotros. Se
acabó , ya no hablaremos en absoluto de psicoanális is des pués de este libro. Nadie
sufrirá , ni ellos ni nosotros 41 . • Después de esta magnif ica declarac ión, Félix Guattari va
a cont inuar no obstante practicando el psicoanál isis y ejerciendo sus funciones de
terape uta en el castillo de La Borde.

En el momento en que en Franc ia se desarrolla, antes y después de mayo de 1968,


un movim iento de renovación del marxismo, libertar io, althusseriano y maoista, en la
Unión Soviét ica se desp liega una corr iente opos itora. ésta es conoc ida en Occidente
hacia 1969 y en muy poco tiempo conduce a una transformación de los ideales
revoluciona rios de la izqu ierda marx ista. Ante las revelaciones procedentes del Este,
la intelligentsiafrancesa, ésa que se había proclamado la más protestadora, va a pasar
a reivindicar los princip ios de la "disidencia ".
Hacia 1958, en la Unión soviética, se organiza una literatura paralela con una de
las primeras revistas de samizdat• creada por el escritor Alexandre Guinzbourg. Ocho
aí'\os más tarde la palabra se oficial iza. Sirve para parodiar el término gosizdat o
"Ediciones del Estado" y puede traducirse por la expresión "autoed ición". La samizdat
no tarda en ser denunciada como una actividad promovida por los "agentes del
imper ialismo occidental": la disidencia ha nacido. Pronto setransfonma en una verdadera
resistencia , en ocasión de diferentes parodias de procesos , llevados a cabo entre 1966
y 1968 contra los opositores . En abril de 1968, aparece en Moscú una revista
clandestina, La Crónica de los acontecimientos corrientes, donde se expresan todas las
tendencias opositoras desde el ultrastalinismo hasta la derecha clásica. Se revelan
formas nuevas de repres ión utilizadas desde hace más de diez anos: consisten en
internar a los opositores en hospitales psiquiátricos especiales depend ientes del
Ministerio del Interior y controlados por la KGB.
El caso más espectacular de estos internamientos arbitrarios es el del general
Grigorenko. Nacido en 1906 y diplomado de la Academia Militar Frounzé, en donde
después de la Segunda Guerra es encargado de cursos, Grigorenko tiene el titulo de
general cuando empieza su entrada progresiva en la disidencia . En feb rero de 1964,
es detenido bajo acusación de actividades antisoviéticas y la KGB hace que el Instituto
de Psiquiatría Forense de Moscú lo reconozca "psíquicamente irresponsable de sus
acto~·- Allí penmanece internado durante catorce meses y luego es expulsado del
Partido Comunista y lo degradaron ... Los artículos de ley utilizados por el Instituto
Se~ski de Moscú son los del Código penal de la RSFR. En una primera serie de
art1culos,se establece que toda actividad de agitación, calumnia, oposic ión, difusión de
volantes o comunicados mentirosos en relación al régimen es castigada con privación

• Palabra rusa que significa el conjunto de medios empleados en la unión Soviética para
difundir obras prohibidas por la censura. (N. de la T.}

120
s unset Bou/evard: miserias Y esplendores del movimien to de protesta

de libertad o multas : En resu n:iidas cue_ n tas, eso q uiere decir que la ley prohibe y castiga
toda forma d e opos1c1ón po lítica a l régimen . La segu nda serie de artículos utilizada por
105 expertos correspo~de apr oximada ment e _al artícu lo 64 del Código Pe nal francés y
a la ley de 1838: define la s1tuac1ón d e la irres ponsabi lidad y las modalídades del
internamiento. Estos a rtículos estipulan que un sujeto puede quedar libre de toda
responsabilidad pena l, desde el momento q ue es reconocido irresponsab le de sus
actos a causa de una afecc ión menta l En ese caso , puede ser sometido a un
tratamiento forzoso o voluntario en un ~,ospital psiquiátrico especial. Los primeros
artículos están en flagrante cont radicció n con la constitución soviética, que garantiza
las libertades democrát icas de los ciudadanos .
El peritaje hecho en el Instituto Serbsk i utiliza el procedimiento penal sobre la
irresponsabilida d y formu la en la persona del genera l Grigorenko un doble diagnóstico
de paranoia y arter ioesc leros is de los vasos sangu íneos. En este caso, ya no se puede
condenar al acusado por activ idades ant isoviéticas pero es j uzgado "loco· por razones
a la vez psíquicas y orgán icas. Por lo tanto debe "atenderse". En marzo de 1965,
Grigorenko es examinado de nuevo en un hospital de Leningrado. La comis ión oonfinna
las conclusiones del peritaj e efectuado en Moscú para indicar de inmed iato que el
general está "curado ", no só lo de la esc lerosis de su cerebro, lo cual es insensato si ésta
existiera, sino de su estado "parano ide". Grigorenko es liberado , y luego puesto bajo la
vigilancia de un dispensar io cercano a su dom icilio. Desde que queda en libertad, sigue
redactando, reproduc iendo y d ifundiendo documentos en los que se den igra el régimen
político de su país. Como está "curado " de su paranoia y su esclerosis, vuelve a ser
pasible de los procesos pena les previstos en los artícu los del código . En marzo de 1966,
participa en una manifestación silenciosa contra la rehab ilitación de Stalin. Algunas
semanas más tarde, difunde entre los electores de su circunscr ipción una carta en la
que explica las razones por las cuales no votará por Kossyguin en las próximas
elecciones. En enero de 1968, hace circu lar una petición en la que se exige que el
proceso de Gu inzbourg sea público, de conformidad con la ley. Luego, en noviembre
del mismo año , pronuncia un resonante d iscurso en las exequ ias de Kosterin, un viejo
bolchevique, compañero de Le nin . Por último , en marzo de 1969, distribuye un volante
en el que reclama la retirada de las tropas sov iéticas de Checos lovaquia .
Algunas semanas más tarde, parte para Tashkent a fin de defender a los tártaros
de Crimea. No bien llega , es deten ido por la KGB. En el mes de agosto, es sometido
a un nuevo peritaje en el dispensario psiquiátrico de Tashken. Es entonces cuando
sobreviene lo inesperado: el peritaje dirigido por los médicos de este dispensario
invalida el que pronunciara el Inst ituto Serbsk i. Sin embargo, se confi rma el diagnóst ico
de Leningrado: así que se juzga a Grigo renko plenamente responsable de sus actos.
El peritaje establece que está en perfecta salud física , que no presenta ningún signo de
paranoia y que su empecinamiento en querer hacer triunfa r sus ideas evidenc ia la
firmeza y originalidad de su carácter. Los médicos de Tashken agregan esta frase : "No
se excluye la posibilidad de que Grigorenko , bajo la influencia de la situación psicológica
desagradable en la que se encontró situado en 1964, dados sus orig inales rasgos de
carácter, haya ten ido una reacc ión enferm iza , apreciada en el Instituto Serbsk1como
un desarrollo parano icc42." ..
Reconocido responsable de sus actos , Grigorenko sigue estando en condicio~es
de ser sometido a los tribunales . Por ello es por lo que , en oct~bre de 1969, en el precis~
momento en que el psiquiatra Semion Gluzman hace circu lar sobre su caso u

121
La Francia freud iana en todos sus est ,,
avos

contraper itaje parecido al de Tashken, es tras ladado de nuevo al ~nstituto Serbski. Un


mes más tarde, co mparece ante la com1s16n de ~xpertos ~eb1do a unas "dudas•
referentes a su estado de salud . Este te rcer penta Je invalida el anterior y hace
retroceder el caso al punto de part ida : "Grigorenko -e xpresa-- sufre una enfermedad
psíq uica : un des arrollo paranoico de la perso~alidad sub rayado por la existencia de
ideas de refonnas marcadas por los rasgos ps1copát 1cos de su carácter y la aparición
de fenómenos de arterioesclerosis de los va sos sa nguíneos del ce rebro43. • Con se-
mejante diagnóstico , los exp ertos del Instituto Serbs_ki hubi~ra_n podido enviar al
manicomio a la totalidad de los fundadores de la Unión Sov 1ét1ca, con Lenin a la
cabeza ... Para dar aún más peso a su argumentación psiquiátrica , explican una cosa
insólita: según ellos, los exami nadores de l dispensar io de Tas hken no pudieron
descubrir las modificaciones que se habi an produc ido en el psiquismo de Grigorenko,
po rque la conducta exterior de éste perm aneció norm al. Sus dec laraciones se mantu-
vieron "formalmente lógicas "y su capacidad de conse rvarl os conocimientos adquiridos
no se vio afecta da. Los expertos agregan que esta "normalidad " es caracte rística de un
proceso patológico . Por lo tanto, al cabo de semejante pe ritaje que da planteada eti la
Unión Sov iética la cuestión de la condición de la locura. Natura lmente, los disidentes
ignoran los trabajos de Miche l Foucault, Freud , Lacan y los antipsiqu iatras.
Sin embargo , en el otoño de 1971 , el joven disidente Wladimir Bukovski, víctima
él mismo de los internamientos arbitrarios , plantea la cues tión en un libro titulado Una
nueva enfermedad mental en la URSS: la oposición. La obra es publicada en varios
idiomas . Cuenta varias historias de internamientos y especia lmente la de un ex
comunista , Víctor Feinberg, declarado "esqu izofrén ico" por una comisión de investiga-
ción , después de haber participado en varias actividades de oposición. En una carta
abierta, Bukovski pide a los psiquiatras occidentales que den su opinión sobre los
peritajes de sus colegas sov iéticos : "¿Contienen éstos datos suficientes -escribe- ,
suficientemente fundamentados , no sólo para establecer la existencia de los trastornos
mentales que esos mismos peritajes definen, sino también para concluir la necesidad
de aislar severamente de la sociedad a esas personas? Me haría muy feliz si ustedes
pueden hacer que sus colegas se interesen en este asunto y si juzgan pos ible someterla
a discusión en el próximo Congreso Internacional de Psiquiatría 44."
Con esta carta y esta publicación , Bukovski se dirige pues a la World Psychiatric
Association IY'/PA) cuyo próximo Congreso debe iniciarse el 28 de noviembre de 1971
en México. Como se recordará, esta asociación mundial de psiquiatría fue fundada en
1950 por Henri Ey. Durante los congresos que siguieron al de París y se celebraronron
de Zurich a Madrid pasando por Montreal, Ey se desempetió siempre como secretario
permanente de la organización. ésta fue oficialmente creada en 1961 y tomó el nombre
de WPA. En 1950, el primer Congreso daba la palabra a todas las corrientes dinámicas:
freudianas , no freudianas y neofreudianas. El segundo, organizado por Manfred
Bleuler, quedó marcado, por la emergencia de las tendencias existenciales y junguianas,
con la participación personal de Jung y Binswanger. En cuanto al tercero, tomó una
orientació_n_e~clusivamentepsiquiátrica y estadounidense que ya no se adecuaba al
proyecto 1n1c1al de Ey: el avance de la farmacolog ía y el retorno a un organicismo
estrecho empeza~an a producir sus efectos . Ey presentó pues su dimisión e~ el
Congreso de Madnd de 1966, en el que fue oficialmente integrada la Ali Union-SocielY,
que reunía a los psiquiatras soviéticos . En el momento en que Bukovski env ía su carta
abierta al Occidente , la WPA se ha vuelto un verdadero dinosaurio algo parecido a la

122
svnset Bovlavard: miserias y esplendores del movimiento da protes t.1.

IPA. Los miembros de las sociedades const ituyentes se mues tran más preocupadas
por el turismo que po r los bri llant~s intercambios teó ricos , como fue el caso en 1950 _
Están repres_entada~ . cuatro so?1edades francesas : la évo lution Psych iatrique, la
soc iedad Ps1coana llt1ca de Pans, la Soc iedad médico -psicológ ica y por último la
sociedad Francesa de Psicopatología de la Expresión.
Las revelaciones de Bukovsk i no pueden sino poner en un apr ieto a las sociedades
constituyentes de la WPA. En efecto, los p ffitajes de los psiqu iatras sov iéticos hubieran
podid~ ser redactados palab ra por p~lab,a y ~e la misma manera por sus colegas de
los pa1sesdemocrát icos s1éstos hubieran podido exa minar el caso Grigo renko. EN los
documentos presentados po r Buk'ovski se encuentran una lenguaj e y unas contra-
dicciones que son las de la psiquiatría forense desde que ésta ex iste. Todos los asuntos
criminales siempre fueron , desde hace un siglo, teatro de un combate en el que los
peritajes son tan insensatos como los oontraper itajes . S i se exa mina la historia mundia l
del peritaje psiquiátrico hay que admit ir que el discurso psiqu iátrico es tan abus ivo en
el Oeste como en el Este. Dicho de otro modo , las revelac iones hechas por Bukovsk i
se refieren menos a la pervers ión de l saber psiquiátrico en la Unión Sov ietica que la
condición de un saber que ha permit ido la existenc ia de esa pervers ión.
En las democrac ias occ identa les donde se desarrolló el gran impulso del alienismo ,
y luego del dinamismo , la psiquiatría libra contra la justicia una batalla que cuyo objetivo
es definir las fronteras de la razón y la sinrazón: se intenta , entre otras cosas, proteger
a los locos criminales de la cárcel y la pena de muerte. En Francia, desde 1810, el
artículo 64 perm ite "atende r" a los locos en vez de "castigar los". Pero.al mismo tiempo
deshumaniza al criminal haciéndolo irresponsablede sus actos: "No hay crimen ni delito
cuando el acusado estaba en estado de deme ncia en el momento de la acción o cuando
lo obligó una fuerza a la que no pudo resisti r4S."Aunque haya permitido una real pro-
tección de los criminales, este art ícu lo es absurdo puesto que anula el acto al mismo
tiempo que el delito, y de ahí proviene la noción de irresponsab ilidad.
los artesanos de la refund icié,n dinámica afirmaban que el loco sólo podía
recuperar su lugar en la sociedad si lo reconoc ían como enfermo . Pero con la crisis del
dinamismo, que surge alredE lor de los años 1960- 1965, la cuestió n de la condic ión de
la locura se plantea de otro , nodo : reconocer a un individuo como enfermo, significa
admitir primero que es un sujeto . En este terreno, los análisis estructurales freud ianos
y lacanianos se juntan con las tesis exis tencia les de los antipsiquiat ras: cualquier
persona, loca o no, deber ser reconoc ida como sujeto de derecho. En consecuenc ia,
el artfoulo64 está viciado de absurd idad puesto que no reconoce el crimen como verdad
de la looura4s.
los documentos presentados por Bukovski muestran los lí_mites?e un saber que
ya no es capaz de designar su objeto. En este sentido , la term1nolog1aempleada por
los soviéticos no es dist inta de la que utilizan los expertos occidenta les. En un lado y
en otro, el saber sobre la locura se define por la mane ra como se establece la frontera
incesante entre la razón y la sin1az6n. De la del imitación de esta fro_ntera se ded_uceun
sistema de vigilancia, atención y represión que se basa en las relaaones que la 1_ust1c 1a
mantiene con la psiquiat ría. A partir de los años sesenta , el con¡unto de este sistema
es condenado con vigor en los pa íses democráticos por todos los part idarios de la
loeura destrabada. En su opinión, la cuestión de saber si la psiq uiatría es abus iva ya
no se plantea puesto que la psiqu íatria es en sf un_~buso de p~der. . . ,
Sin embargo, si se estudian los aspectos espec1f1cosde la h1stonade la ps1qu1at na,

123
b
La Francia freudíana en todos sus estados

según sus modos de implan tación diferenciados,_ la cuest ión que plantea Bukovski
rebasa el problema de la def1n1c 1ón de la cond1c1ón_de la l?cura . En los países
democráticos , donde se desar rolló el mov1m1ento d1nám1co, n1ngon tribuna l de expertos
hubiera tenido que decidir sobre el caso _G'.1gorenko. Pues, en esos países , sólo los
actos criminales son sometidos a un peritaie ps 1qu1 átrico, y co mo la oposición no es
considerada una enfermedad_ mental ~i _un crimen, no_puede caber le un peritaje,
excepto si hay terro rismo, V1olenc1af1s1ca o destrucción material. En los países
democráticos, la oposic ión pertenece al mundo de la razón: se expresa a través de
sindicatos, partidos, diversas publícac iones , etc. En la Unión Soviét ica , por el contrario,
el Código Penal reconoce como delitos actos que , en las democrac ias pertenecen al
mundo de la razón. Siendo delitos , esos actos pueden entonces ser objeto de un
peritaje psiquiátrico, al cabo del cual el acusado será pasado de la cárce l al manicomio,
de la "responsabil idad" a la "irresponsab ilidad ".
Si se mira la situación soviética de la psiquiatría , desde la época del triunfo del
"pavlovismo mitchuriano·, se puede comprender cómo pudo desarrollarse un movimiento
que corre en sentido contrar io al del mundo democ rático, a la vez que le devuelve,
especularmente, la imagen de sus propias modalidades segregado ras.
La generalizac ión del emp leo abusivo del peritaje es contemporánea del proceso
de desesta linización y del paso progres ivo de una politica de deportación masiva a una
forma más sutil de rep resión. La hicieron posib le la ex istencia de los hospitales
psiquiátricos especiales y el manten imiento del patrón pavloviano en el centro del saber
psiqu iátrico. Por último, la teori za el profesor Andrei Wladimirov ich Snejnevski , conver-
tido en director del Instituto de Investigac iones Psiquiátricas de la Academia de
Medic ina. Ex combatiente de la batalla pavloviana , este psiquiatra es el fundado r de una
nueva teoría de la esqu izofrenia llamada "tórp ida" o "re mitente · , la cual , en nombre del
organicismo , permite hacer entrar en el registro de la locura todos los síntomas
vinculados a la disidencia. Por lo demás, esta invención es contemporánea del
nacimiento del movimiento disidente: es la respuesta política que aporta la psiquiatría
a la nueva situación. Pero se apoya en una configu ración antigua vinculada a la
existencia del patrón pavloviano . A partir de éste, la locura es definida según una
oscilación permanente entre una referencia orgánica y una referencia social. A veces
el loco debe ser atendido según la ciencia, y a veces debe ser "rehabilitado" según las
normas de la sociedad soviética. En ambos casos se puede recurrir al peritaje, ya que
todos los actos de oposición merecen ser sometidos a la psiquiatrla o los tribunales.
Aunque la ensei'lanza de la psiqíatría en la Unión Soviética esté dominada por esta
concepción de la locura, la mayor ía de los psíquíatras permanece hostil a semejante
percepción de la dísídencia, y esa es la razón por la cual los opositores son sometidos
a tratamientos y peritajes en hospitales especiales. El asunto Gr igorenko demuestra
que, incluso en estos hospitales, los diagnósticos son cont radictorios. La generaliza·
ción del peritaje afecta pues a una ínfima minoría de la población que imparte atención
médica Y que la recibe, pero esta marginalidad traduce una sítuacíón de conjunto de la
psiquiatria .
. Para obstacu lizar toda resistencia por el lado del cuerpo médico, el Presidium del
s~v1et supremo en marzo de 1971 hace aprobar un decreto que define el juramento de
H1pócr~tes del médico soviético y obliga a cada terapeuta a basar sus actos en los
p~1~c1p1os de la mora l comunista. En adelante, el psiqu iatra que no considere la
d1s1denc1a como una locura merecerá él mismo ser sometido a los tribunales Y el

124
sunset Boulevard : miserias y esplendores del movimiento de protesta

peritaje.
El luga r de peritaje para disidentes más conocido es el Instituto Serbski de Moscú.
Desde 19~0,_ este hospital espec ial es dir igido por Dan iil Romanov ich Luntz, un
terapeuta Judio , coronel de la_KGB . En todos los centros, a los internados se los trata
a la vez como a los pres idianos de l siglo pasado y a los locos de la época moderna .
Sufren m~los tratos corporale _s Y se los obl iga a tomar un número impres ionant e de
neurolépticos , ca lmantes Yant1de_pres ivos. Con seme j antes tratamientos pueden pasar
por lo~os tanto en la Unión Sov1ét1ca como en las sociedades democráticas que utilízan
los mismo? med icamentos. Se hace pues difici l para las sociedades constituyentes de
la WPA, victimas ellas m ismas de la invas ión de la farmaco log ía saber si Grigorenko
es más loco que Snejnevski. '
Algunas semanas antes de la salida de l libro de Bukovsk i, Henr i Ey env ía a los
respons_ables de las cuatro soc1~dades francesas afiliadas a la WPA un proyecto de
reso lu_c1ó_nen el que d~nunc1a s imu ltáneamente los peligros de la campaña
ant1ps1qu1átncay la ut 1hzac 1ónabusiva de la psiqu iatr ía para fines políticos. Les pide que
sometan a votación esta moción en el Cong reso de México. Luego envía el texto al
secretario genera l _de la WPA. Ya quebrantado por su enfermedad cardíaca, Ey no
puede hacer e l v 1a¡e. Su moC1ón no alude sólo a la Unión Soviét ica sino a todos los
reglmenes dictatoriales en donde la psiquiatría sirve a los intereses de l poder , entre
ellos Sudáfrica4 7.
Por valiente que sea, esta moc ió n contiene un error muy grave. Sin duda hay que
atribuirla a la exasperación que siente un hombre viejo que ve derrumbarse los valores
por los que luchó. Ey comete el error de poner en el mismo plano la antipsiquiatria y los
abusos observados en los paises de regí menes dictatoriales. Si bien la antipsiquiatría
impugna la noción de enfermedad mental , y por lo ta nto la herencia dinámica, sus
experiencias no son en nada comparab les a los casos polic iales provenientes del Este
o de otras partes. Henri Ey lo sabe bie n, puesto que no vacila en dedicar un número de
L'évolution Psychiatrique a las tesis anglosajonas . Por lo demás, para esta ocasión
invtta a algunos representantes franceses del movimiento , que no se dignarán molestarse.
En el transcurso de las discusiones da muest ras de una gran prudencia y una extrema
tolerancia: critica duramente la ant i psiquiatr ía pero no la "oonde na·. ¿A qué se deb ió
entonces esa moción errónea48?
En México,naturalmente, los miembros de las soc iedades constituyentes no se
plantean este tipo de problemas. Desde hace ya mucho tiempo, la WPA se parece más
a una agencia de turismo que a una asociación c~entífica. _Ningún grupo quiere ser
responsable de que se le nieguen los viajes por terntono soV1ét1co.Este razonam iento
es tanto más rid ículo cuanto que la votación de una condena no impediría los
intercambios científicos, muy al contrario . Los soviético~ no son im~ciles ... Lo cierto
es que la mesa del congreso invoca cláusu las estatutarias para evitar toda d1scus1ón
sobre los abusos. Pese a la oposición de la delegación sov1ét1ca,se crea una comis ión
de ética para elaborar unos principos universales referentes_ a la relación médico-
enfermo y la condición de los tratamientos. No tardará en producir un texto conoc ido con
49
el nombre de Declaración de Hawai.
Los disidentes fundaban grandes esperanzas en una reacción favorable del
Occidente. Antes y después del Congreso gozan de un relativo respiro en su pa ís. Pero
~ actitud contemporizadora de la WP~ ti~ne como _consecuenc~ainm~dí~ta que se
intensifique la represión en la Un ión Soviética. La dec1s1óndtl Méx ico no 1mp1de que se

125
La Fran cia freudiana en todos sus estados

organ icen com ités naciona les en diferentes países : En mayo d~ 1_9 72 se crea un
"Comité de psiquiatras franceses contra la ut1hzac1ónde la ps 1qu 1atría para fines
polfticos· . Reúne representan tes de la EP, ~el s1nd1cato naciona l de psiquiatras
privados, del sind icato de psiqiatras de los hosp itales y del ~el sind icato de psiquiatras
franceses . Entre sus miembros encontramos a Gasten Ferd1ere,Jean Ayme, Jean-Paui
Descombey, Charles Brisset, Cyrille _Koupernik y'Géra rd Bles. De estos cuatro grupos,
la única que es una sociedad constituyente de la WPA es la EP. De modo que en el
f uturo el co mité corre el peligro no sólo de no estar representado en el Congreso sino
de encontrarse en contrad icción fla grante con las posic iones demasiado moderadas de
los demás grupos representados. Tras cuatro años de luchas llevadas adelante junto
con los disidentes , la Liga de los derechos humanos y Amnesty lnternational, el comité
dirige una carta a las cuatro sociedades psicoana líticas francesas . Les exige un apoyo
financiero, moral y político a fin de obtener que el próximo cong reso de la WPA condene
los desvíos abus ivos de la psiquiatría en la Unión Soviét ica y en los demás palses
dictatoria les. Las cuatro sociedades responden favorab leme nte y cada una toma
iniciativas . La EFP privilegia la lucha en el continente latinoamericano donde se
implanta el lacanismo, mientras que la APF organ iza una comisión de ayuda para los
refugiados . Por su parte, la SPP envía un texto al genera l Videla, en el que le pide
cuentas sobre la suerte de los "desaparecidos ". Luego recuerda su hostilidad a los
asilos especiales de la Unión Soviéticaso.
Durante este tiempo, el Royal College of Psychiatrists de Gran Bretatia invita a la
WPA a toma r posición contra los inte rnamientos abusivos que ocurren en la Unión
Soviética ... La sigue de cerca el Royal College of Psychiatrists de Nueva Zelanda, que
propone una moción más amplia referente a todos los países dictatoria les. Por último,
la poderosa American Psychiatric Association so mete a la consideración de la WPAuna
tercera moción que se propone instituir una com isión de investigación sobre la
utilización abusiva de la psiquiatría. Todas estas mociones tienen un carácter estric-
tamente técnico y jamás se abordó la cuestión de la cond ición de la locura en la época
moderna. De hecho, la psiquiatría dinám ica ya no tiene existencia histórica. En cuanto
a la protesta antipsiquiá trica, pasó al olvido. Sin embargo, la batalla perdida que los
disidentes perdieron en México tiene grandes posib ilidades de ser ganada en Honolulu
en agosto de 1977 donde debe ce lebrarse el próximo congreso. En seis anos se
acentuó la represión y nuevos testimonios de violaciones de derechos humanos se
amontonan en los escritorios de todas las asociaciones psiquiátricas afiliadas o no a la
WPA . El combate se ha vuelto político y los disidentes son considerados, con razón,
oposit?res políti~s - Pero este paso de una lucha a otra permite abandonar las
discusiones teóncas sobre la condición de la locura. Las asociaciones de los países
demo_cr~licospu~e_n entonces salir del paso fáci lmente respecto a sus propios abusos
psiqu1átncos esgnm1endocontra el fascismo y el stalin ismo la bandera estrellada de la
libertad. Los disidentes más conocidos emigraron al Oeste. Estarán presentes en el
Congreso a fines del mes de agosto de 1977 y la pres idencia será ejercida por un
francés, el profesor Pierre Pichot, futuro defensor acérrimo del DSM fil.
E~18 de dic!e.mbre de 1~~6, la Unión Soviética y Chile canjean, en el aeródr?(l'l()
de _Zunch, dos pnsioneros pohticos: Wladimir Bukovski y Luis Corvalán. El primero tiene
treinta y cuatro atio~. ~asó más de diez años en campos de concentración y fue vfcttrna
de los tam,osos penta~es. El segundo es un comunista histórico, víctima también él de
una sangrienta represión . Tiene sesenta atios. El canje fue propuesto originalmente peí

126
sun~t Boufavard: misarías y asplandoras da/ movimíanto da protasta

el _g~neralPinochet. Luego lo aprueba Andrei Sajarov y se realiza gracias a los buenos


of1c1os de los Est~dos Unidos. Después de su liberación, Corvalán es recibido en el
Kreml1n po~ Leonid Brezne~. Pero Bukovski se gua rda bien de em igrar a Chile. Sabe
que, po_r pnm_e~avez, la U~~ónSov i~tica reconoce de tacto que los opositores no son
locos s1~0 prisioneros pol1t1cos . As1 que el dis idente comenta el canje con un ácido
humor_d1gno del de Freud ante la Gestapo 51 . Y al mismo tiempo da una espléndida
def1rnaó~ de _la locura e_n la época moderna: "Habría que canjear a Breznev por
Pmochet -dice. Las sociedades constituyentes de la WPA olv idarán esta frase. Unos
meses má~ tarde, Buk?v ski d irige un llamamiento oficial a los participantes del
Congreso: De_la_~os 1c1ón que ustedes tomen en Hono lulú depende la suerte de
centenares de 1nd1v1duos, y tamb ién, e n definitiva, el destino de la psiquiatría soviéti-
cas2:
El miércoles _30 _en Hono lulú, el comité francés toma una posición muy dura
respecto a los sov 1ét1cos por intermedio de las voces de Jean Ayme y Gérard Bles. El
primero, que pasó d iecinueve años en el diván de Lacan y libró un combate cotidiano
en el ámbito de los hospita les por la psicoterapia instituc ional, explica que sólo la
palabra libre es fuente de palabra verdadera . Luego agrega que lo que no se expresa
en lo simbólico reto rna en lo rea l. Después de él, Gérard Bles defiende la independencia
de la profesió n. Por último, el profesor Kammerer recuerda el valor del juramen to de
Hipócrates. El 3 1 de agosto , el profesor Snejnevski , acompañado por su delegación y
apoyado por su ministro , recuerda que def iende la "ciencia psiquiátrica· y que en
nombre de esa ciencia debe ser desterrada la política Luego califica de "show histérico"
las declarac iones hechas por Leon id Pliuchtch dos días antes. Finalmente, Morozov
enuncia que este sabio está afectado de "esquizofrenia" y que su enfermedad consiste
en una personalídad paranoica. De modo que Pliuchtch es para sus compatr iotas un
raro anima l de la cienc ia: a la vez histé rico, esquizofrén ico y paranoico. En cuanto a
Bukovski, que acaba de ser canjeado , se lo acusa simplemente de ser culpable de actos
criminales contra la Unión Soviética. El 31 de agosto , se adopta la moción neozelandesa
pordos votos de diferencia y ociho abstencio nes. La victo ria de los partidarios de la
condena es pues lograda duramente, y esta votació n evidencia la voluntad de las
sociedades constituyentes de salvar a cualqu ier precio la supuesta neutralidad de la
psiquiatría que ya no tiene más que la existencia de su farmacolog la : "Apoyo la
resolución con el corazón opri mido --declara el presidente de la APA- (...¡ Hubiera
preferido decirles a los soviéticos que nuestros senti mientos están con ellos Y que no
condenamos la totalidad de su comunidad psiquiátrica( ...¡ Fue para la asociación un
momento de orgullo y a la vez de tr isteza ( ...] Ninguno de nosotros es infalible [ ...¡
N9?9sitamos tener un consenso y for mu13:rd~finic iones _psiqui~tricas universa les,
válidas para las diferentes cultu ras y no maquinac iones legahstas53 . Estas deflrnc1ones
universales que anhe la la APA no tardarán en abalanzarse sobre la WPA y una de las
respuestas brindadas a los problemas de los abusos será el DSM 111. De_los diez votos
de que disponen los franceses dos apoyan la moción, dos se pronunc ian en contra,
entre ellos el profesor Pichot, y ocho permanecen indecisos . Jean-Marc Alby, delegado
delaSPP , se abstiene en nombre de la "neutra lidad psicoana lítica". Al regresar, Gérard
Blesdeclara al dia rio Le Monde que el voto francés no representa la opinión real de los
psiquiatras de su país y que a Francia le falta una gran asociación m~ nueva por I? que
respecta a sus aspiraciones54. Seis años más tarde , en un amarg~ 1nform? dedic:do
al Congreso de Viena, en el que la adopc ión del DSMIII concreta la normahzaaón de

127
La Francia freudíana en todos sus estados

. d s las sociedade s const ituyentes de la WPA , redacta esta 1rase


las relac iones en 1re 1o a · '6 n d e ,nves
· 11gac1
· ·6 n sobre los
. d k sk·· ... Para cuándo una oom1s1
digna de Freu y 6 u ov .'· (, . . . 55 ?"
abusos de la polít ica con fines ps1qu1átnoos .

11.Hístorías de mujeres
En una ponencia titu lada " La fa se precoz del desarrollo de la sexua lidad femenina •
Y presentada en 1927 en el Cong reso de lnn_sbruck ,_t~rnesttJone~ res u me lofesencial
d debate que divide a la comunidad ps1coana111ca in ernac,ona 1. 8 e re ,ere a la
p!r~~pción de la sex ualidad llamada fe~enina 56 . Desde 1905_1acorriente "vienesa", de
inspiración estrictamente freudiana , sostiene la tes is de un mo~1smosexuli, y u_na ª!e ncía
"masculina• de la libido humana. Está representada por tres mui eres enérgicas y una
princesa: Jeanne Lampl de Groot, Hélene Deuts_ch, Ru~h Mack -Brunsw ick y Marie
Bonaparte57. Esta tesis se deriva de la ob~ei:vac 1ón clín1c~ hecha po r Freud de las
teorías sexuales infanti les. No tiene como ob¡et,vo ni describir la d1ferenaa de los sexos
a partir de la anatom ía ni zanjar la cuest ión de la condición femenina en la historia de
las sociedades. Trata el problema de la sexualidad desde el punto de vista de su
organizac ión psíquica , es decir a partir de sus representaciones inconsc ientes. En la
perspectiva del mon ismo y la libido única, Freud muestra que en el estadio infantil la
niña ignora la existencia de la vagina y hace desempeñar al c lítoris el papel de un
homó logo del pene. Por su parte, el niño reconoce ta mb ién e l pene como el órgano
eréct il por excelencia . De modo que la niña tiene la im presión de ser portadora de un
órgano castrado. En función de esta dis imetría , que evo luciona en torno a un polo único
de representac ión, el complejo de castración no se organ iza de la misma manera para
los dos sexos . El destino de cada uno de ellos es diferente no sólo por la anatomía sino
a causa de las representaciones ligadas a la existenc ia de esa anatom ía . En la
pubertad, la vag ina aparece para los dos sexos: el muchacho ve en la penetración un
fin de su sexualidad y la chica reprime su sexua lidad ctitorid iana. Pero antes , cuando
se da cuenta de que la niña no se parece a él, el varón interpreta la ausenc ia de pene
en aquella como una amenaza de castración para é l mismo. En el momento del Edipo,
se separa de la madre y elige un objeto del m ismo sexo: e l Ed ipo masculino es pues
una formación primaria.
. Al contrario del var?n, la niña no teme ser castrada puesto que percibe que lo es.
Sin embargo, su sexualidad se organiza en torno al falicismo: quiere ser un varón. En
el mome_ntodel E~ipo, desea un hijo del padre, y este nuevo objeto está investido de
valor f~lico. El h1¡0 desea~o es un sustituto de l órgano peniano que no existe.
Contranamente al var?n, la rnñadebe separarse de un objeto del mismo sexo, la madre,
por otr_ode un sexo diferente . No hay pues paralelismo entre el Ed ipo masculino Y el
femenino: un~ es del orden de una formación primaria y el otro de una formaci ón
secundana. Sin embargo, subsiste una simetría , puesto que, para los dos sexos , el
apegoª la madre es el elemento común y primero. Si bienFreud es partidar io de un
monismo ~exual Y un~ teor ía ~e la libido única, considera errónea toda argumentación
¿~e ú~e;ef,era ~ una naturalidad" instintiva de la sexualidad. El deseo de l niño est~
•nJtural~z~g!~izad? en to'.'rlo al falicismo, pero no existe ni "instinto maternal' , ni
raza femenina. La procreación es una cosa, el deseo es otra 58.

128
Sunset Boulevard: miserias Y esplendores del movimiento de protesta

La existencia de una libido única no excluye la de la bisexualidad. En la perspectiva


freudiana, ningún individuo posee una especific idad mascul ina o femenina "pura". Si
bien la libido es fálica Y el monis mo sexua l prevalece en las represe ntaciones
inconscientes, la bisexualidad, que es el corolario, afecta a ambos sexos . No sólo la
atracciónde un sexo por el otro no pertenece a un orden de complementaridades, sino
que la bisexualidad disuelve la idea misma de tal orden: ambos sexos padecen un
·desorden". Éste puede llevar a la niña a quedar fijada a la madre y hacer pues una
elección homosexual , o arrastra r al varón hacia una vía idéntica por negación de la
castración materna.
Esta novela moderna de la sexualidad f ue elaborada por Freud entre 1905 y 1932 .
Muestra cómo un sabio casto, buen burgués y a veces misógino, logra arrancar el
contínentede la sexua lidad femenina de todos los ideales de la raza, el desigualitarismo
y el naturalismo. Respecto a esto, la teo ría ''fálica· de la sexualidad femen ina forma
parte del cuadro genera l de una nueva concepción de la sexualidad humana cuya
epopeya describi mos en el volumen anterior. Con esta teor ía, Freud abre el camino a
un debate innovador sobre la cuestión de la diferencia de los sexos. Ya no sanciona su
existencia la biología, ni la gob ierna el instinto, ni la determ ina la raza. Se organiza
desde el punto de vista del inconscien te, en torno al deseo y sus representaciones. Sí
bien la anatomía es un destino , no todo el destino es la anatomía. Del mismo modo, el
hombre y la mujer no son las entidades comp lementar ias de un orden natural de las
cosas.
Debido a su novedad radical, esta teoría de la sexualidad plantea algunos
problemas. En primer lugar, sigue pagando un elevado tributo a una representación
masculina de los problemas de la femin idad . Era inevitable: para que aparecieran otros
ideales "femeninos · primero se necesitaba que las muj eres pudieran decirlos y por lo
tanto que pudieran hab lar de una teor ía de la sexualidad. Y para eso, era preciso que
antes un hombre como Freud les hubiera dado la posibilidad. Notable círculo vicioso.
luego, la clínica contradice esta teo ría, lo que no olvidan objetar los adversarios de
Freud. En efecto , hay que tener un tremendo poder imaginativo para atreverse a decir,
contra toda evidenc ia, que el sent imiento de la vagina no existe en la niña: cada
observación prueba lo contrar io. Por último, esta teor ía, por su anclaje aún biológico,
privilegia incuestionablemente un carácte r demasiado positivo del Edipo masculino.
Freud se da cuenta de ello puesto que , en su última conferencia sobre el tema, reconoce
que su doctrina deja que desea r y remite a sus oyentes a la poesla o al futuro de la
ciencia.
Es digno de señalar que la lenta elaboración de la teoría freudiana de la sexual idad
coincide en el tiempo con el ampl io desp liegue del movimiento feminista, que conduce,
víasufragismo , a la emanc ipació~ política y juríd ica de las mujeres 59 . Este movimiento
impugna la temát ica de la raza y la desigua ldad en la medida en que ha contribuido ,
durante todo el siglo X IX, a teorizar la legitimidad de la opres ión de la muj er, en la
categorla de una supuesta superioridad biológica de un sexo respecto al otro. Ahora
bien, Freud, con su doctrina, también combate esas ideologlas. sin embargo, la
construcción que propone queda ajena al debate sobre la liberación de las mujeres .
Todoocurre como si, para edificar su doctr ina, Freud se hubiera visto obligado a
abstraerse,y rechazar incluso las aspiraciones igualitarias expresadas en las luchas
feministas. Este distanciamiento se explica por el hecho de que el psicoanálisis no
opone un "igualitarismo" a un "desiguali tarismo". Construye una teoria de la sexualidad

129
La Francia freudiana en todos sus estad~

·bera al hombre de l peso de sus instinto, no lo libra de las cadena


que, a 1a vez que l 1 , d 1 1-b
1og1 ·6 . · s
rina treudiana no es una te o a e a I erac1 n, sena más bien
de su d ese o. La doct . '6 · ' · s·
la prueba de las trabas que la humana cond1c1 n se ~mpone a s 1misma : . 1n embargo,
. modo de libertad basado en el reconoc 1m1ento de lo proh 1b1do. En este
def 1ne un . · d t d I b
sentido, sigue siendo uno de los lu_g~resprinc1pa 1es e o os os c:om ates por la
liberación de los oprimidos. Las cond1c1ones históricas de su 1mpla~tac 16n en cada país
d nde encontró refugio son prueba de ello . En todos lados se introdujo contra los
id~ales dominantes, pero nunca logró desa rrollarse ni formar un movim iento en los
sitios donde desapa recía la libertad de pensamiento.
A la corriente vienesa, que sostiene la tes is del monismo y la libido única, se opone
la escuela llamada inglesa, representada esencialmente por Jones, Mélanie Klein y
Josine Müller. Sus partidarios no impugnan la teoria vienesa en su totalidad sino que
interrogan sus callejones sin salida y sus inverosimilitudes . Sin dejar de conservar la
primacía de una organizac ión inconsc iente de la sexualidad, sost ienen la existencia de
una libido especif icamente femenina y por lo tanto de una "naturaleza innata• de la
bisexualidad. En esta perspect iva, el sentimiento de la vagina existe efectivamente en
la niña en un estad io precoz: la dinica lo certifica. La envid ia del pene es secundaria
y la declinación de la fase fálica es el momento en que se revela una feminidad
reprimida . Basándose en los trabajos de Mélanie Klein, Jones vuelve a colocar la
anatomia en un lugar centra l para subrayar su carácter instint ivo. Según él, existe una
verdadera complementaridad del polo femen ino y el polo mascu lino, de conformidad
con el orden natural de las cosas. En cuanto a la amenaza de castración, es idéntica
en los dos sexos y se traduce por un miedo a la desapar ición de la sexualidad (.afanisis).
Jones señala además que las teorias psicoanalíticas sirven menos para dilucidar la
cuestión que para penmitir a los prácticos de ambos sexos sexualizar el problema: los
hombres subestiman los órganos femeninos y las mujeres exponen su preferencia por
el aparato peniano.
A esta escuela Inglesa se vincula la posición de Karen Horney, que es la primera
en intervenir en el gran debate de la entreguerra , mucho antes de partir hacia Chicago
y romper con la IPA. Va más lejos que Jones en su critica de la teor ía freudiana. Desde
1926, psicologiza la cuestión, lo cual es una manera de anularla. En su opinión, el
psicoanálisis es obra del genio masculino , sus ideas fue ron desarrolladas por hombres
y los hombres comprenden la psicolog ía viril mejor que la sexualidad femenina. Karen
Homey no se contenta con estas verdades de Perogrullo. Igual que Jones , afirma que
la fase_fálica es secundaria, que la supuesta ignorancia de la vagina es fruto de una
represión y que el apego al clítoris sirve para fines defensivos.
Si ~os atenemos a la evidencia, las tesis de a escuela inglesa tienen un aire de
m~~m1dad al lado del_cual el falocentr ismo freudiano parece un polvoriento retrato
famihar. En efecto, segun el orden del mundo no es posible impugnar la existencia de
la plena Y entera feminidad de la mujer, ya sea madre , prostituta, cortesana o virg~n-
La_anatomía lo prueba, la biología lo demuestra , el sentido común lo proc lama: la mu1er
~xiste, n~ es un hombre Y la vagina no es un pene . El punto de vista freudiano tiene el
'.nconvernente de ser demasiado contrario a la realidad de los hechos . La escuela
inglesa, por el contrario, tiene el mérito de mostrar que la clinica resiste a la doctrina.

• Personaje de la novela de Flaubert Madama Bovary que personifica la f>Stupidez


burguesa . (N. de T.) '

130
sunset Boulevard: miserias y esplendores del movimiento de protesta

Su critica de Freud se just ifica tanto más cuanto que la ent rada en escena d
lo · , por 1a v1a
arcaico · kle1n1ana,
· · prue b a la preeminencia de una serie dee 1o materna
ó l
Y 'd t·d d · -d I en menos
vinculados a 1a I en I a que 1nva1I an el dogma de l fa licismo primario. El p bl
·d · • . . ro emaen
este asunto es que 1a ev, enc 1ac11nrcatodav1a se parece a Monsieur Hom · • s·
81S • 1 1a
·
cienci_ase atuvter~ a e ª·.
JI ·,
segu 1rra pensando que la Tierra es el centro del mundo y la
histeria una cuest ión de utero.
La fuerza de la teoría freud iana res ide en su renunc ia a las aparienc ias. Construye
un sistema general de_la sexual idad ~~ el q ~e el polo feme nino y el polo masculino se
oponen en una re laetón a la vez d 1s1métrrca y articu lada lógicamente. Pese a su
falocentrismo, que se debe a que Freud no podía no emplear un vocabu lario marcado
por el ideal patema lista, esta teoría es mucho más innovadora que la de la escuela
inglesa. Pero como toda novedad supone una pérd ida: tie ne el defecto de descu idar
demasiado el valor de realidad que va ligado a los mitos de la femin idad.
Hay que seña lar pese a todo que el devenir histórico del movim iento femin ista da
más bien la razón a Freud. En efecto , desde el momento en que las mujeres adquieren
derechos que las convierten en las iguales de los hombres, ponen de manifiesto el
prodigioso fal icismo del que están rep letas. Como resultado de esto, queda liberada la
feminidad de los varones. En 1938 , Lacan llamaba a este fenómeno "decadencia de ras
imagos paternas•. Se podrá segu ir objetando que este falicismo es cultura l y que la
protesta "vir il" de las mujeres atestiguas u ident ificación con los ideales de una sociedad
masculina. Es así, y no por eso es me nos cierto que este falicismo autoriza a las mujeres
a exigir la igualdad. F reud no era pues tan misógino como parecía y tal vez era necesaria
cierta dosis de misogin ia para elaborar una doctrina de la sexualidad femen ina que,
evitando las apariencias, aportara a las mujeres una de las armas más importantes para
su libertad.
Ante la afirmada primac ía del fal icismo, la doctrina llamada inglesa tiene el defecto
de sus cualidades. Como se atiene a la evidencia clínica, aporta la puaba, via la relación
precoz con la madre, de que el sentim iento de la vagina no está tan ausente como cree
Freud. Paras u demostrac ión, Jones hace refere ncia acasos de homosexualidad en los
que la fijación infan til a la madre desempeña un papel preponderante. Todo lleva a creer
que Freud se equivocó sobre este punto. En_su posic ión d_e padre f~ndador y
escuchador de la histeria , privileg ió el carácter fálico de la sexualtdad femenina. Por lo
demás, está rodeado de mujeres más aptas para llevar su blasón que p~ra interroga rse
sobre los misterios de su sentim iento vaginal. La terrible cura de Mane Bonaparte lo
prueba. Las tesis que ésta elaboró durante s~ larga relación pasional con Freud y las
operaciones quirúrgicas que se hizo pract,car-60tr8:2an una eslle<:1e de reverso
caricaturesco del fracaso de Freud en pensar la cuestión de la sexuahdad f_emenrna.
¿Cómo no pudo impedir que Mar ia fuera _a buscar.en las profund idades del b1010.g1smo
la respuesta a esa idea mít ica de la feminidad segun la cual la capacidad orgásm,ca del
clítoris podría transmitirse a la vagina? Si Freud no pudo hacer nada, tal vez fuera
porque su teoría no era satisfactoria: por lo demás, tuvo la honestidad de decirlo.
Pero la 1· · 1 co es todopoderosa. De manera que, cuando la escuela
c 1nrca ampo .. · t -t · t
inglesa se opone a la doctrina vienesa, no escapa a un pre¡u,ao na ura 1is_a qu~ cons,s e
en meter de nuevo la sexualidad femenina en el canasto de las m1tolog1~s de la
feminidad. En la perspectiva jonesiana, la muj~r es mu¡er desde toda l_aeternidad. Se
le ha asignado un pape l ancestral de diosa realizada, y no se puede decir que ese papel

131
La Francia freudiana en todos sus estados

sea particularmente prop icio a los ideales iguali ta rios que parecen serv irle de funda-
mento s1.
El asunto es tanto más complicado cuanto qu e el de bate sobre el tema se
desarrolla en la IPA en una época en que se impon e la dominación de la zona
angloame ricana sob re el viejo mundo de la Mitteleuro p~, de l Occ iden.te vencedor sobre
el Or iente vencido. Ahora bien, los ideales que atraVJesan las tesis inglesas deben
ponerse en relación con el magnífico triunfo _de_l mov imiento femin ista en un país
puritano de tradición victoriana . En Gran _Bretan a igua l qu e ?n los Estados Unidos las
mujeres se emanc ipan mucho más rápido que en los pa1ses latinos _Y de manera
diferente. Las inglesas obti enen el derecho al voto desde 1918 y diez anos más tarde
se convierten en electoras plenas. En cuanto a las estadoun idenses, su movimiento
está ligado al antiesclavis mo, y también cons igu ieron el derecho al voto después de la
Primera Guerra Mundial. En otras palabras, la valori zación de la omn ipotenc ia de la
feminidad en las tesis jones ianas no es sólo fruto de un debate interno de la IPA sobre
la cuestión kleiniana de la precocidad vaginal. Traduce asimismo una situación
ideo lógica en la que se vincula el falicismo de las mujeres a las apa riencias de lo eterno
femen ino. Un mecanis mo idéntico funciona en la manera en la que las tes is de Karen
Horney encuent ran un terreno de imp lantac ión favorable en el cont inente americano.
En Francia, las cosas ocu rren de manera dife rente . No sólo el sufragis mo de la
entreguerra es una pálida copia del angloame ricano y no promueve un debate sobre
la naturaleza de la sexua lidad femenina, sino que el movimiento psicoanalít ico, debido
a su atraso específíco , desconoce la discusión que tiene lugar entre Viena y Londres.
Entre 1927 y 1939, no se traduce en la RFPninguno de los grandes textos de la época.
Además, la discus ión no puede surg ir de modo sereno, ya que Marie Bonaparte
funciona como la única poseedora de una verdad freudiana completamente encubierta.
El falicismo que ostenta toma el aspecto de un delirio y no de una teoría. Frente a ella,
Édouard Pichon encarna valores igualmente extravagantes . Aunque haya percibídoel
falicismo que opera en el movimiento fem inista, tratándolo de "homb rista •, defiende los
ideales maurrass ianos del matrimonio, la familia , la virginidad y el patriarcado , de una
manera absolutamente rid ícula. Así que la SPP sírve de fortaleza a unas ordalías que
oponen un general de faldas a un inquisido r salido del fondo de la histor ia. Como la
generala dice ser freudiana y el inquis idor defiende , contra Viena , los principios de la
francesidad , nadie tiene oportunidad, en el corazón de esta cruzada, de comprender el
sentido del debate angloaustríaco. Por lo tanto , no es casual si, en las columnas de la
RFP, la cuestión de la sexualidad femen ina es abordada unas veces a partir de estudios
clínicos sobre la homosexualidad y otras en ocas ión de artículos criminológicos. De
hecho, los fundadores de la SPP captan mejor la fem inidad por el lado de sus
"desbordes · que por el de su "normal idad ". De este modo indirecto participan en la
edificación de es~ figura exacerbada de la feminidad que según vimos era preponderante
tanto en los pnmeros textos de Lacan como en la literatura de Jouve o de los
surrealistas . La discus ión sobre la sexualidad femenina no está pues completamente
ausente del suelo francés de entreguerra, pero se desarrolla en un terreno delimitado
por las condiciones específicas de la implantación del discu rso freud iano en este país.
E~ semejant~ context?, el prim~r libro coherente que tomara como objet?. la
sexualidad femenina no pod 1aser escrito por un miembro de la comunidad psicoanahtica
francesa: es obra de una mujer, novelista y filósofa. Cuando Simone de seauvoir
publica El Segundo Sexo, en junio de 1949, anuncia de entrada que el feminismo es

132
suns6t Boul6vard : mis 6rias Y 6spfendores d6/ movimi6nto de protesta

asunto conclu ido. ¿Qu izás ~o se equ i~oca a l cer rar así el debate? Pues, para poder
hablar de sexualidad femenina , 1nrned1atame nte después de una guerra que perm itió
ª.las muieres fran~e~as obtener ~I derec~o al voto, seguramente hab ía que torna r
d1stanc1ade un movimien to que casi no hab 1acontribuido a d ilucida r el misterio . Simone
de Beauvo ir t~I vez no sa?e que actúa como Freud, que quiso desc onoce r una realidad
paradescubnr otr a. Pero 1g_nora más aún que su libro va a estar en e l orige n, en Estados
Unidos pnmero Y en Fra ncia despué s, de una transformación radical de los ideales del
!emi~ismo. Ha~ta ~al punto lo ig~ora que en 1968 se sub irá al t ren para defender ese
'femin ismo radical de l que ha b1a s ido, con El Segundo Sexo, la prim era insp iradora.
No b1~n se publica ,_la _ob ra produce un escándalo al m ismo tiempo que obtiene un
prod1~1oso éxito ed 1tona l Bea uvo 1r rec ibe sartas de inj urias dignas de las que se
prof1neron contra Fre ud du rante los años ve inte: osa reve lar los m iste rios del fa moso
sentimiento vag inal Y por esa razón es tratada de "fríg ida" "ninfómana• "lesbi ana " o
"mal follada ". ¡Qué país! ' '
Durante toda la primera mit ad del s iglo, el movimiento de mujeres como tal se
quedó al margen de las inter rogaciones freudianas sobre la sexual idad femenina .
Recíprocamente , la comu nidad psicoana lítica se m antuvo a distancia de los grandes
temas de la emancipac ión. Sin emba rgo, como hemos visto, esta falta de lazos
concertados no prueba que los dos terrenos se hayan mante nido imper meables uno
respecto al otro. Respecto a esto , y para Fra nc ia, Simone de Beauvo ir es la primera en
vincular la cuest ión sexua l a la de la emanc ipac ión. Po r el lo es por lo que toma en c uenta
las disputas internas del mov imiento ps icoanal ítico. Se muestra además tan interesada
en el prob lema que un año antes de publicar su libro llama por teléf ono a Ja cques Lacan
para pedir le consejos. Halagado , éste anunc ia que se neces itar ían cinco o se is meses
de entrevistas para desentrañar la cosa . Si mone no tie ne ganas de ded icar tanto tie mpo
a escuchar a Lacan, , para una obra ya sól idame nte documentada . Le propone pues
cuatro entrevistas . El no aceptas2.
Afirmando la existencia de un "segundo sexo ", Beauvoir toma el partido de la
escuela inglesa. Le reprocha a Freud el calca r el destino femenino del mascu lino
apenas modificado. Pero se separa ta mb ién del punto de v ista britán ico pues se apoya
en el existencialis mo sartriano para denunc iar el prejuicio natura lista: "Muje r uno no
nace, se hace ". Beauvoir aplica pues a la dilucidac ión de la sexual idad femenina un
enfoque no estructural, que será el que ut ilicen los antipsiqu iatras con relación a la
locura . As í como para Sartre , el ant isemitismo no es un problema¡udío, para Beauvo ir
la cuestión femen ina es un asunto de hombres pues to que las muieres son cultu ralme nte
las esclavas de los idea les masculinos. Esta argumentac ión evidentemente no aporta
ninguna solución n i a la cuestión ju día ni a la de la fem inidad, pero Simo ne de Beauvo ir
hace conocer por primera vez en Francia el debate de anteguer ra. Sos laya el_punto de
vista vienés y la posic ión inglesa y v ierte de nu~vo toda la problem_át1ca_de la 1dent 1dad
sexual en el terreno cultural : "sexualiza" el fem 1mn1smo .. Para la s1t_uac1ón de los años
cincuenta, hay pues tres pos iciones sobre la mesa: elf al1c1smo freud iano, el natu ralismo
jones iano y el cultu ralismo beauvoiriano ¿Dónde se encuent ra la espec 1f1c1dad de la
identidad sexual femen ina?
Durante diez años , la comun idad psicoana lítica francesa permanece ta n sorda al
beauvoirismo como al debate anglovienés de anteguer ra. En 1_958, Jacques Lacan es
el primero en romper el silencio, en oportunid~_d de un sem1nan? anual de la SFP
dedicado al examen de las teorías psicoanal1t1cas de la sexualidad femenina. La

133
La Francia freudiana en todos sus 8 srados

decisión de poner esta cuestión en el orden del día fue tomada colectivame nte, de tan
que se hace sentir entre los psicoana listas la neces idad de hablar por fin de la fam to
cont rovers ia. Hay que decir que con la ex pansión del mov imiento el número de mujeosa
terapeutas está en constante aumento . Y así como Janes en 1927 introducía un fa~es
diferencia l en la aprehens ión del fen óme no •. en Franc~a, en los años sesenta, :
crecim iento de l número de mujeres en la profesión no es a¡ena a la nueva 1nterrogació
de la ident idad sexua l femen ina. En los divanes , las señoras en formación hablan dn
su sexual idad de manera distinta a las simp les "clientas•: no sólo hace_nteoría, sinoqu:
no pueden dejar de enco ntrar raro el dogma freud 1an~ de_la ausencia de sentimiento
vaginal. Asi que el terreno está maduro para la actualizac ión de un debate en el que
una vez más, la clínica está reñid a con la doctrina. Por otra parte, el temperament~
persona l de los principales representantes de la SFP desempeña un papel en esta
actua lizac ión. La mayoría de los hombres del movim iento mantienen con las mujeres
y con la propia fem inidad de ellos una relac ión tota lme nte particu lar que se debe al lugar
maternal que Lacan ocupa respecto a sus disc ípulos va rones . Con los hombres el
maestro se comporta como una madre abusona y con las mujeres como un don Juan
o un padre protector. Con todos , exhibe su feminidad . La enseñanza que Franr;:o ise
Dello difunde con respecto de la sexua lidad infantil promueve igualmente una nueva
interrogación de lo arca ico en el ámbito de la ident idad sexua l. En otras palabras, en
la forma en que la co rriente lacan iana mira la sexua lidad femen ina, interviene una
problemática parec ida a la que antaño había hecho posible el debate entre Londres y
Viena.
En las filas de la SFP se va perfilando entonces el proyecto de organizar. fuera de
los órganos de la IPA, un coloqu io internacional sobre la sex ualidad femenina. Se
establecen contactos entre el grupo francés y los holandeses con el objetivo de lograr
la participación de algunos liberales de l imperio, entre ellos Franz Alexander, que
entonces tiene ochenta años . El encuentro se produce en setiembre de 1960 en
Amsterdam . Cuando Lacan vuelve a ver a aquel cuyas tesis tanto criticó diez años
antes, exdama delante de Granoff: "El que está alumbrado por una verdadera llama,
no envejece63."
Dos años antes de esa fecha, los principa les persona jes del movim iento empiezan
a disertar sobre la sexua lidad femenina. Lacan ofrece un bosquejo indicando sus
Propos directifs pour un congres sur la sexualité féminine:"Tal vez usted sabe-escribe
a Winnicott- que este año celeb ramos un pequef\o congreso en Amsterdam sobre la
sexualidad femenina. Otro tema descu idado desde Jones que cre i tener que traer de
nuevo al orden del día. Me abstengo esta vez de presentar un informe . Abriré el
Congreso y me preocuparé menos en intervenir que en ve r lo que darán de sí los que
he formad 0 64 .' Por su parte, Lagache redacta también sus directr ices antes de escnbir
un articu lo de cinco páginas titulado "Dialectique phallocent rique et sexualité féminine·,
cuya versión dactllografiada se perderá. En cuanto a Granoff y Perrier, trabajan junios
en un texto sobre la perversión femenina, mientras que Franc,oise Dolto se enca'.g~ de
elaborar un informe a partir de su exper iencia de la sexua lidad infant il. Por ultir'.1°·
Camille Laurin, un psicoanalista de Ouebec , se ocupa de hacer la presentación
histór ica del debatess.
En la manera francesa de situar la cuestión femen ina. puede verse cómo s;
actualiza, con atraso y desplazam iento , el gran debate de la entreguerra. En u
escenano de la SFP, Lacan ocupa el lugar de un Freud que hubiera integrado a 5

134
svnset Bovlevard : miserias y esplendores del mo vimiento de prot esta

doctrina la enseña_nza de la escue la inglesa sin establece r complementaridad entre los


olos contradictorios de las dos cor rientes. Laca n construy e un edilicio e 1
P · t· · · b 1 • t • . n e que 1as
diferencias 1enen pnmac1a so re as s1me nas, de¡ando así abiertos los dos mod d
percepción del_pro~lema . _J am_ás corrige '.ºs atollad eros de la t eoría con las respu~:,a:
de la clínica, ni las 1nsut1c1en_c1as de la cl 1n1ca por la coher encia de la teoría. Más bien
demuestra que l~s dos ám bitos son .heterogéneos y cohab itan deb ido a su incompa-
tibilidad. Mante rnendo el carácte r primero del falic1smo, propone a la vez introduc ir la
relación preco z con la madre, en la cat egoría de un deseo maternal, y retirar de la
terminología f reud 1ana s~ eq uívoco paternocen trista. De manera que presenta su
habitual relevo ortodoxo , sin rech azar-una golondr ina no hace veran o-l as revisiones
de que ha sido objeto el freudismo. Pero éstas son así mismo reactua lizadas a la luz
del triángulo lacan iana de lo simbólico, lo imaginario y lo real. Lacan hace del Falo el
objeto central de la econo mía libidina l, a condición no obstan te de librarlo de sus
connivencias con el órgan o pen iano . El falo se conv ierte así en una insignia, es decir
el significante puro de una fuerz a vital, que anima por igual a los dos sexos . Si el falo
no es el órgano de nad ie, ninguna libido mascu lina domina la cond ición femen ina. La
fuerza fálica ya no queda art iculada a la a,notomía sino al deseo , que estructura la
identidad sexual sin privilegiar a un géne ro.
En esta perspect iva, la teoría freudiana por una parte, y las tesis inglesas por la
otra, se traducen en una misma álgebra ternaria. En la relación primordial con la madre,
el niño es deseo del deseo materno . Puede identif icarse con la madre, con el falo , con
la madre como portadora del fa lo, o incluso presenta rse a sí mismo como provisto del
falo. Con el Edipo, se entra en un orden diferente: el padre interviene como el que priva
al niño del objeto de su deseo y como el que priva a la madre de su ot3jeto fálico .
Finalmente, en una terce ra etapa , que corresponde a la declinación del Edipo, el padre
interviene para que se lo prefiera a la mad re, que encarna para el nit'\o el significante
fálico. El varón sale del Edipo por la castrac ión en la medida en que ésta no es real sino
significada por el talo, mientras que la niña entra por la misma vía renunciando a llevar
el falo para recibirlo como sign ificante .
Si esta relectura de l falocentrism o freu diano hecha desde el punto de vista del
lenguaje consiste en no estab lece r comple mentar idad entre el discurso de la clínica y
el decir de la teoría, el trabajo de Fran9o ise Dolto ocupa en el escena rio de la SFP un
lugar muy diferente. Fran9o ise no busca solución a un enigma. Hace teoría espontá-
neamente a partir de la clínica . De modo que su posición se parece a la de una ~élan ie
Klein que hub iera admitido el carácter primar io del falicismo sin por eso renunc iar a los
ideales jonesianos de la fem inidad . Dolto articula la sexualidad femenina a señales
anatómicas mostrando que la constitución del ser muje r se basa en la aceptac ión por
la nif\a de la especificidad de su sexo. Si bien la niña reacc iona con un desen~af\o
narcisista ante el descubrimiento de su sexo, tambié n puede aceptar su identidad
sexual a poco que esté segura de haber sido deseada por su pad re, a imagen de su
madre.
Frente a la pareja Lacan/ Dolto, los dos juniors de la SFP abordan la cuestión de
la sexualidad femenina por la senda t ransversal de su desbordam iento perverso. El
informe que presentan en Amsterdam Granoff y Perrier es sencillamente deslumbr~nte .
Rodea,para Interpretarlos, los lugares comunes propios de la mitología d~ la feminidad .
Sin dejar de invocar un falicismo revisado y corregido según la perspectíva lacarnana,
. · neisano
ambos autores se oponen tanto al anatomismo de Dolto como al natura l1smoJO ·
135
,.
La Francía freud iana en todos sus estad~

que su escr itura parece abrazar los contornos dees


10
Y sin duda es por esa raz6n ~: del cual Lacan subraya después de Freud que e
inefable _goce vagina l, ~':nto de ta feminidad. Este suplemento descansa en el pr:
const1tut1va dde_ ~n suP e no se encadena a un complemento mascu lino. En suma los
cip1o de una 1s1me1r 1a. dio clínico de la pervers1 · aporta 1a prueba
·6n f emenina ' de
autores muestran que el estu t ·d d
la existencia de un taticísmode ta disimetríay una_supIemen ar! a no naturalde la
feminidad. La perversión en el sentido estncto no ex iste en las_':1u¡teres, puesto que sus
les y especialmen te el fet1ch1s mo, no se man 111es an. 8 in embargo, la
f ormas ·sexuª ,
d fenómeno no excluye la hipótes is . de una pervers1·6n espec 1
'f'1ca que hace
ausencia eI . ¡ · L d' '6
que la propia mujer pueda convert,'.rseen fet iche par~ s m1sm~- a 1mens 1 n de éste
se aclara con la relación madre-mno, que puede inclinarse hacia el P?lo e~tremo de la
erotomanía: un "soy todo para él" que surge en el lugar de la subhmac 16n. En esta
perspectiva y a partir de la pervers ión, el falocent~ism? es necesari~ para la explicación
genérica del deseo humano sin bastar a la eluc1dac16nde su reahda? concreta.
La mayoría de las ponencias francesas presentadas en el Coloquio de Amsterdam
se publican cuatro años más tarde en el penúlt imo número de La Psychanatyse .
Además, y por primera vez, se t raducen los textos de l gran debate histórico . Irene
Roublef se encarga de transcri bir el artícu lo de Hélene Deutsch sobre la psicologla de
la mujer, así como el de Jones sobre el desarrollo precoz . Por su parte, Victor Smimoff
traduce otros dos textos, uno de Jones y otro de Joan Riviere .
Cuando el número de La Psychanalysesale de máquinas, la SFP ya se dividió y
Lacan prosigue su semina rio en la ENS. Ahora bien , en esa misma fecha, en la SPP,
algunas muj eres empiezan a interrogarse obre la famosa controversia. Pero como los
dos grupos casi no tienen contacto, los terapeutas de la SPP ignoran por completo los
trabajos presentados en el Coloquio de Amsterdam. Si bien sus interrogaciones no son
las mismas que las de los lacanianos, las razones por las cuales emerge la cuestión
suelen ser las mismas. En la SPP, igua l que en la S FP, el número de mujeres en
formación está en constante aumento . Además, con la muerte de la princesa y el
debilitamiento de la autoridad nachtiana las imagos "viri les" de la honorable sociedad
ipista envejecen seriamente.
Un primer artículo publicado en junio de 1959 en la RFP da cuenta del debate
histórico a partir del estudio del masoquismo femenino66. Pero en febrero de 1964 es
cuando el asunto se define en ocasión de un infonne que presenta Janine Chasseguet·
Sm1rgel, una anahzante de Grunberger, sobre la culpabilidad femenina y algunos
aspectos del Edipo femenino . Cuatro meses más tarde, la SPP organiza un coloquio
que escoge por tema la homosexualidad femenina . Joyce Mac Dougall, una alumna de
Schlumberger, de origen neozelandés , hace una expos ición brillante que es seguida
por un debate como la de Chasseguet-Smirgel67.
_Después de estas. dos reuniones, Janine e nasseguet -Smirgel decide hacer
publicar en Payot un con¡unto titulado NouvellesRecherches sur ta SexuatitéFémimne
con artlculos de Bela Grunberger , Christian David, J. Mac Dougall, Maria Torok y C.·
J. Luquet-Par~t. Incluye su ~ropia ponencia y redacta un excelente prefac io en el que
resenta la d1_sputaangloV1enesa. Naturalmente, no sabe nada de l Coloquio de
msterdam e ignora que el número de La Psychanalyse, publicado en enero , está
dedicado al m1s~o tema. Sin embargo, ha dec idido interesarse en la historia de la
sexu~hdad femenina por dos razones esencia les una de las cuales no es ajena al relevo
lacan1ano. Ya desde hace tie mpo, comprueba que los pacientes se deprimen leyendo

136
svnset Bovlevard: mise rias y esplendores del mo vimiento de prote sta

tos artículos de Marie Bona parte. ~ero por otra pa rte tambié n piensa que sus colegas
"influidos· por e l laca n 1smo, Ste1n y Green , adopta n posiciones falocentristas y
conservadoras respect o a la fe minidad . Así q ue cree que ha llegado et momento de
combatir el catec ismo vienés y hablar de otra mane ra de ta sexu alidad femenina se.
Las Nouv elles Recherches p~oduc i~as por ta SPP cump len sus p romesas. Todos
tos textos po~en ~n eV1denc 1a las 1nsuf1c1enc1as de ta doctri na vienesa para corregir las
con tos traba¡os ingleses . Los autores cons ervan el fatocentrismo freud iano especi fi-
cando que hay q_ue _d_ese mbar azarlo de toda refe rencia a l ó rgano peniano . Para ellos
el falo no es un s1gn1f1cante sino el lugar de designación de los idea les q ue se vinculan
a él y re~iten al lugar ocup~do por el ó rgano mascu lino. As í que las hipótesis inglesas
sobre lo innato de la fem ine idad son apartadas de a teo ría sin eliminarlas de la clínica.
Por ello es por lo que los auto res de las Nouvelles Recherches proponen una operac ión
absolutamente contraria a l relevo tacaniano que no conocen . Más que dejar abierta ta
contradicción entre las dos escue las e introducir un suplementario sobre to femen ino,
intentan superar simultánea mente a Viena y Londres para hacer complementarias las
dos hipótes is: una sería la verdad clínica a la que todo terapeuta debe referirse y la otra
es una necesidad teór ica con la que conv iene no dogmatiza r la enseñanza . La adopc ión
de esta actitud se adecua a la evo lución del movimiento psicoana lítico internac ional
puesto que los ipistas se reparten et imperio con los kteinianos por un lado y tos anna-
freudianos por el otro. Conc reta pues para ta SPP de tos años sesenta la entrada en
escena de ta clín ica anglosajo na sobre un terreno que antaño ocupaban tas tesis de
Nacht, Bouvet y Marie Bonapa rte. La introducc ión de esta clínica aparece tamb ién
como ta respuesta espontánea q ue ta SPP da a un lacanismo triunfante y a las antiguas
tesis francesas caídas en desuso .
Las Nouvelles Recherchesob tienen un magnífico éxito editorial. Ell ibroes traducido
en los Estados Unidos e Inglaterra , donde primero lo publica un editor fem inista. En
Francia, encien de una polémica en la revista de Planificación Familiar, en ta que
Geneviéve Texier lo acusa de serv ir de vehículo a una posic ión hostil a las feministas .
Janine Chasseguet -Sm irge t contes ta con mucho sentido común: "Si se piensa que la
situación de la mujer en el mundo y los conflictos _entre lo~ sex~s tienen ralees en ~I
inconsciente, ¿cómo minimizar , en esta perspect iva, las 1nvest1gac1ones de los psi-
coanalistas como Jones que, tachando resuelta mente de falsas ciertas opiniones de
Freud, concluyen , como resultado de observac iones clí nicas y reflexiones teóricas muy
elaboradas que la mujer no es un homb re frustrado , Y muestran cómo Y por qué los
conflictos p~ofundos de los dos sexos pueden hacer tan predomi nante cierta visión de
la muja~?" . .
Desde la revuelta de mayo, et feminismo ! rancé_sse rad1cahz_a_y se vuelve
mayoritariamente beauvoir iano , cuando no se hab1a nutndo d~I beauvo,ns mo como_su
colega estadounidense el women 's Lib. Así es como se efect ua una unión, favorec ida
par las barricadas entre la lucha por ta liberación sexual, que era el ob¡et1vo del
Segundo sexo, y ' un co mbate político más marxist~ que antes en favor de . un
igualitarismo completo. Simone de Beauvoir se convierte entonces _e~ la _principal
referenciadel feminismo francés, tanto por su persona como por su pos1c1on simbóli ca.
Por su parte, se integra en una luch_a militante q ue antes no había sido suya . _El
feminismo "radical" del postmayo se d1st1ng_ue pues del t en:11nismo reformista ante rior
en la medida en que se apoya, sin d1st1nc1ó n de ten dencias, en una doctnna de la
sexualidad femenina y ya no sólo en los principios políticos del igual itar ismo. Por lo

137
La Francia frt1udíana t1n todos sus
1
9 sados

demás , uno de los temas principales de este fe minismo contempo ráneo gira en to
al "cuerpo · de las mujeres: derecho al aborto , anticoncepc ión y separac ión d: ~o
sexual idad y la procreac ión. A través ~e este combate, toda l_ a cuestión suscitada po~
El Segundo Sexo en 1949 y por el ps1coanálls1sdesde comienzos de siglo vuelve
emerger "espontáneamente ' en el discurso público de las mujeres. Y en consecuenciaª
el falocentrismo fre udiano e~ vil ipendi_adode la manar~ más violenta sin que se aborde~
los debates internos del ps1coanális1sque ya lo hab 1an pues~o en tela de j uicio. En
adelante se designa ese fal?centns mo con el término falocrat,smo . Por esto, los psi-
coanalistas rechazan el feminismo exagerado que no hace sino react uallzar, desdeun
ángulo negativista, una temática de la sexualidad ya debatida en la historia del
freudismo. Si las feministas radicales son beauvo irianas cuando afirman que uno "se
hace mujer", son tamb ién jonesianas cuando sostienen el carácter innato de una
segunda libido . Vemos pues que, más allá de sus divergencias teóricas y políticas, el
femin ismo del postmayo def iende una teoría de la sexualidad que oscila entre un
culturalismo beauvoir iano y un natura lismo jo nes iano. Esto dem uestra que,
innegablemente , la historia del fem inismo y la de las doctrinas psicoanalíticas en
materia de sexualidad están muy entretejidas. En su percepción del problema, las
mujeres en lucha no están más adelantadas que los prácticos del inconsciente, aunque
afirmen lo contrario . Y sin embargo, durante diez años , la existencia del movimientode
mujeres va a servir para imp lantar masivamente las doctrinas de la sexualidad
femen ina nacidas del descubrimiento freudiano.
Hacia 1970, los medios de comunicación popu larizan la sigla MLF para designar
el movimiento de liberación de las mujeres surgido de la revuelta de mayo. El aíio
anterior, el 8 de marzo se había convertido ofic ialmente en Día Internacional de la Mujer.
Entre esa fecha, en la que emergen los grandes temas de la lucha antisexista, y el
mo mento en que Simone Veil hace votar en el Parlamento la ley que autoriza la
interrupción voluntaria del embarazo, transcurren se is años de combate durante los
cuales el MLF se divide en múltiples tendencias , tan violentas unas respecto a las otras
como los grupúsculos izqu ierdistas. Luego, a partir de 1975, una temática de reflexión
toma la delantera a la acción extremista justo cuando se celebra el Año Internacional
de la Mujer. Desde entonces, el feminismo se pone a reflexionar sobre su historia, ala
vez que encuentra en el beauvoirismo la forma más acabada de una modernidad
reconquistada. Se publican muchís imos libros que dan cuenta tanto de la lucha pasada
y presente como de las teo rias sexuales que las atraviesan.
Si bien el beauvoirismo domina el escenario francés del postmayo , es al mismo
tiempo criticado dentro del movimiento de mujeres. En todo caso no es la única vía por
la cual progresa el debate sobre la sexualidad femenina. En el corazón de la
luminosidad primavera l se despliega una corriente minoritaria hostil a la palabra
feminismo. Ese ténnino parece ligado al Women 's Lib y a una actitud de idealización
negativa del sexo mase,ulino. Al principio, esta corriente dice no ser feminista en
abso luto: rechaza la palabra y toma el nombre de "Movimiento de Liberación de tas
Mujeres•, de donde provienen los ulteriores conflictos por la atribución de 'a sigla.
Contra el existencia lismo beauvoir iano, juzgado superfic ial, prefreudiano y pasatista,
este movimiento se apoya en la conf iguración estructural ista de los aíios sesenta Yen
un marxismo libertario . Desde 1968, es fundado por tres mujeres: Antoinette fouque,
Monique Wittig y Josiane Chanel. Muy pronto surgen oposiciones en ta medida en que
Wittig es ma rcusiana , mientras que Antoinette Fouque dice ser lacaniana.

138 ..
sunset Bou/evard : miserias y esplendores d8 1 . .
mov,m,ento de protesta

En el plano político , el movim iento es


Politique, que funciona basándose en :iepre~entado por el grupo Psychana lyse et
discusión, característicos del fenómeno de t mo delo de esos lug~res informa les de
hacen es reunir mujeres en los barrios a fin doma e la palabra surgido de mayo. Lo que
de la articu lación de su pos ición de suj eto de ¡ue hablen tanto d~ su sexualidad como
1
hecho, el grupo está compuesto po r múltip le se ncons~iente Y sui eto de la historia . De
toda Francia. Éstos están encargados de dif dgru~os divi_didosen varios subgrupos por
obreras e intelectuales . En los subgru un ir in ormacio~esyreun iralasestudia ntes,
terminología psicoana lítica está a la orde~ºIe inJ se practica ninguna cura, pero la
1
ª
salvaje. El discurso freudiano desempeña el a en forma de_vocabu lario exaltado y
1
la vez que está penetrado de una te át· P_pe de referencia cultural dominante, a
. m 1care1ch1ana y libertaria
Nacida en 1937 en uno de los barrios más · -
Grugnardi es hija de un sind ica lista popula res de Marsella , Anto1nette
. . corso comprometido en la lucha com unista desde
laesc 1s1ónde
· Tou rs.
d Muy pronto ' escuchalosd iscursosd e Th orez y se in1c · · 1
·a en la saga
de 1os
R insurrectos
éF el ma
· r Negro . Luego • se orienta hac·1a u n a carrera d ocente se casa
con en ouque Y _se intere~a como él en la cultura latina y la literatura italian~. Juntos
colaboran_en la rev ista _Cah,ers du Sud. Montaigne es el autor favorito de esta ·oven
cosmopolita, de voz cálida, que ha~la un francés meridional de pura cepa, en el q~e se
me_zclan el aroma de l bosque _de~livos y la ordina riez de un dialecto portuario. Se diría
salida de un diálogo entre Ra1mu y Marguer ite Moreno . En la edad adulta, Antoinette
sabe que padece _una enfermedad co ngénita e incurab le que la va privando día a día
del u~o de sus piernas. Pero en vez de resigna rse a la triste suerte de un destino
mórbido, saca de su do lencia un gusto por los viajes y una fuerza intelectual que le
permiten e~tende r la natu raleza mis ma de todas las diferenc ias. Mujer por la historia
Y la anato_m,a, está modelada en la jerga de los isleños, los pastores, los marinos o las
1n~end1anas.. , pero ha bla la lengua noble de los libert inos del siglo de las luces. Así,
afirma la homosexua lidad nativa de las mujeres sin disimular su hostilidad a los
'1ravestis" de l fem inismo: " Enfer medad infan til del MLF, masculino-menos y machismo-
menos70.• Pues pa ra ella, pensar el co ntinente de la femin idad es desplazar la cuestión
al terreno de un sexo homose xuado de las muje res, definido como segu nda libido e
inferido a part ir de una relac ión con la mad re. Antoi nette reprocha a Beauvoir el haber
pronunciado la estu pidez más grande del siglo. Para ella uno no se hace mujer, uno es
mujer. Pero además uno se descub re mujer su perando el estad io fálico, o feminista, de
una sexual idad hecha a imagen del fa lo paterno. Se entra entonces en una estad io
genital de encuentro con la "homosexuac ión" . Esta doctrina es estructural: se basa en
la noción lacan iana de sup lemento y la derridiana de diferencia. Beauvoir es corregida
por Freud, Freud por Lacan y La~an por el ava nce de un postfalicis_mo que adopta el
aspecto de una simból ica homosexuada frente a la lengua del continente masculino.
En forma intuit iva, An toinette no está demasiado alejada de las tesis de Dolto o de
la doctrina inglesa, sa lvo por que vierte de nuevo el prejuicio naturalista _en el terreno
de una primacía afirma da de la homosexuali dad nativa . Fundadora y dingen te, esta
mujer es una rebelde sin escritura: carece de obra libresca . Ni tratad o, ni ensayo, ni
novela, ni teoría, ni artícul os reun idos en una biblia sagrada. De ahí que para el

• nombre con que se conocía a Jules Muraire, un acto r có mico fra ncés (N.de T.)
•• n~mbre dado a unas mujeres que, según se dice, durante la Comuna de 187 1 hablan
vertido petróleo sobre algunos ed ificios para apresu rar los ince ndios . (N. de la T.)
139
1

La Francia freud iana en todos sus 8 ,._


s«<dos

histor iador sea difícil evalua r la primacía real de ese discu rso oral y captar su verdad
repercus ión en el escenar io intelectual del post mayo. Pues todo el arte del MLF era
promueve Antoinette reside _enuna manar~ particular de hace~ vibrar los ~ignifica~~:
del estructura lismo, el freud ismo y el lacan1smo, de hace r surg ir una 1nscnpción plu al
de la lengua dentro de una multit ud de vo lantes , c_onsignas, carte les, boletin~s
multicop iados de todo tipo. En una palabra, ~ste mov1m1ento p~ne en ~cto, para la
conf iguración de los años setenta, una nueva m1tologla de la fem inidad articulada aun
doctrina de la sexua ~idad. No se pr~pone solam~nte luchar por l_ a emancip_aciónO reun~
los archivos del continente negro, s1noque tamb ién intenta esc nb1r, traducir e interpretar
la historia de la-sexua lidad de las muj eres a partir de una escritura marcada tambiéncon
el sello de la diferencia de los sexos . Y es para hacer surg ir la huella de esa segunda
libido, inscrita en el órgano uterino, por lo que Antoinette Y su grupo crean en 1974las
Éditions des Femmes. Están dest inadas a publicar libros capaces de testimoniar81
surgi miento de esta escr itura sexuada . En cuanto a la empresa, es financiada al
principio por una heredera de la familia Schlumberger. Esta referencia quizás no
carezca de importancia puesto que este apellido ya está inscrito en la historia ooi
psicoaná lisis como significante de un lugar particular concedido a las mujeres, En
efecto, Marc Schlumberger afirmaba que el futuro del psicoaná lisis se apoyaba sobre
los hombros de las mujeres.
Este surg imiento de una concepc ión sexuada de la escritura no podía producirse
sin una ruptura con el existencia lismo beauvoiriano y sin una reactua lización del debate
freudiano. Ahora bien , esta reactualización y esta ruptura se hicieron posibles antesde
mayo por el relevo lacaniano por un lado y la desconstrucc ión derrid iana por el otro.
Vemos cómo vuelven a insertarse , en la historia del movim iento de las mujeres, las
batallas filosóficas internas de,l estructura lismo. Entre 1965 y 1969, Antoinette Fouque
es lectora de italiano en las Editions du Seuil. Por Frarn;:ois Wahl , que la empuja a
trabajar , lee a Lacan sin conocer a Freud y se inicia en las tareas de la revista Te/Que/.
Planea incluso elaborar una tesis sobre el tema y en 1967 descubre L 'écriture et la
Différence. Paralelamente, redacta artículos para La Quínzaine littéraíre y frecuentaa
Blanche Reverchon y Pierre -Jean Jouve . Después de la publicación de los Escritos,
piensa en emprender una cura, vacila entre Leclaire y Lacan , y f inalmente va a parar
al diván de este último, cuyo seminario sigue desde 1969. Al mismo tiempo, entra en
análisis con Luce lrigaray, quien a su vez es analizada por Lecla ire y está marcadapor
la ensel'ianza de Derrida11.
La doctrina de la sexualidad femenina en la que se apoyan las acciones Y
reflexiones del grupo Psychanalyse et Politique es pues elabo rada colectivamente,
durante varios años , con el impulso de una mujer "conqu istada" por el psicoanálisis.La
corriente que representa es, por lo demás , la única que interroga realmente el dis~rso
freudiano sin rechazar1o de entrada poniéndo le la etiqueta de un puro Y simple
1
falocratismo. Por ello es por lo que, más que otras, traba lazos privilegiad~s con ~
comunidad psicoanalítica y en especial con los lacanianos. No sólo las mu¡eresde
grupo van a los divanes, sino que las psicoanalistas son interrogadas por un discurso
que las remite a su propia posición en la historia de su comunidad ... Cuando no se
vuelven sencillamente fem imistas, proclaman el surgimiento de una palabra O una
escritura específicamente femeninas. Esto da como resultado un sinf ín de reuniones.

·En español fue traducida con el titulo "El arrebato de Lo/ V. Steín ". ( N. de T)

140
sv nset Bovlevard: miser ias y esplendo res del mov1m1ent
. . o de pro testa

conflictos, amores homosexu ales y publicacion 10 0 .


con el vocabu lario de la feminida d co mo du rant ees de ~ tipo. Nunca se copuló tanto
t
por fin se legal izan las medidas igualitarias q eS ei periodo de 1970 a 1975, en el que
Es en el centro de este clima teórico r:::r recamaba el antiguo feminismo12.
estructuralismo por el lado de las rev ist as litera .cado por la vuelta de. los temas del
produce una react ivación del debate h'stó . nas Y los grupos de muieres donde se
Analizada por Leclaire Y controla~a r~~oDdo~n tro de la corriente lacaniana .
Lacan una verda dera relación de P to, Michéle Montrelay mant iene con
. . . amo r caba lleresco. Es hermosa, rica simpática e
inteligente y no pue de sino d esag rada r a los envidiosos , Ianto más cuanto' que goza de
1os favOres del mae st ro. Para ganarse la vida fue grafólo d é ·
le apasiona la astro log ía y además d I d . ~ay e.spu s modelo. También
. e o o es una chnica sena. Una magnífica figura
de la gran
· haventura
ch lacaniana . j unio de 1965 • aborda la cue s1·6
• . En I n femeni·na, en una

arguen·1e ouras, Le
ponencia e t da en 1 minario de Lacan sobre la novela de M
· L ¡ev se
s · • .
Rav,ssemen e o . te,n, publicada un año antes73.
Este libro obtiene un gran éxito entre los psicoanalistas y en especial los
lacan1~nos. C~ando .Marguente Duras lo escribe, ignora que se va a convertir en una
especie de o.b¡eto fetiche . N~ sabe tampoco que toda su obra va a ser entendida desde
el punto de Vista~e un fem 1~1sm.oliterar io, como emblema de una ·escritura• del cuerpo
de l~s mu¡eres . Lol V. Ste1n -di.ce en 1979- es alguien que pide que se hable por ella
continuamente puesto que no tiene voz. Es de ella de quien hablé y es a ella a q uien
conozco menos. Cuando Lol V. Stein gritó, me di cuenta de que era yo la que gritaba,
Sólo puedo mostra r a Lol V. Ste in escond ida, como un perro muerto en la playa7•."
No es de extrañar que en el discurso del feminismo literario del postmayo se
reactualice la temática duras iana ya que la autora es mujer y los personajes femeninos
ocupan en su obra un luga r particular. Sumergidas en el corazón de un ocio infernal,
las heroinas duras iana s son conde nadas, locas o malditas. Son siempre captadas en
el instante de una crisis que evi dencia su universo de campo de concentración .
Además, por lo general son judias y esa judeidad les confiere una identidad desgra-
ciada que se expresa en el horror, el vacío o la nada. Por eso, se convierten en
portadoras "nega tivas· de un siglo de opres ión, verdaderos símbolos incompletos del
goce y la muerte . Los personajes mascul inos de las novelas durasianas son confrontados
a este circuito huec o de la feminidad75. Por ello es por lo que la mitología femenina
surgida de la obra de Duras pue de o ponerse a la figura beauvo iriana de un feminismo
militante triunfal y fálico: por un lado et "suplemento· , vivido en la locura o el
arrobamiento , y por el otro la liberación igualitarista con su cortejo de p rejuicios
culturalistas o natu ralistas.
El ravissementcuenta la histor ia de una mujer judía, Lola Valérie Stein, y se sitúa
en un país de sueño y pesa dilla. La noche del baile en que se celebr~ su novi.azgo. Lola
es abandonada por otra muje r, Anne-Mane Stretter. Su novio, M1chael R1chardson ,
baila con ésta. Lola mira a la pareja . No q uiere más a M1chael desde que percibe a la
otra mujer. Al día siguiente de esta escena, ~e hun de en la postración y se v~elve loca.
Se atribuye entonces el nombre de Lol V. Stein como para 1nd1car la amputac ión sufrida .
Luego se casa y se va de s. T ahla, su ciudad natal. La h1sto~1a del abandono cae en el
olvido. Pero, die z años más tarde, Lol regresa a S.Ta hla. AIII se encuentra con Tat1ana
KarJ,una amiga de la infancia , que se había quedado con ella la noche del baile. Se
encuentra también con Jacques Hold, el narrador , que se hace amante de Tatiana.
Acostada en un campo de centeno , observa el abrazo de la pareja en el hotel des Bois.

141
La Francia freud iana en todos sus 851
ados

Mira pero no ve. No obstante , el episod io de la noche de l baile vue lve a _s _u memoria.
Recuerda , habla y revive la crisis. Hace el amor con Jacques Hold en el s1t10 donde se
había celebrado el baile. El dolor desaparece. Pero cuando el amante retorna al hotel
des Bois a reunirse con Tatiana, Lol yase encuentra en el ~mpo ..de cent~no, dormida
y fatigada por el viaje. Durm iendo está encantada, loca quizás Y ~uerta . El relato no
dice nada más . Está escrito con frases cortas , ~ la _manera de u_nsue_no c_omolos lugares
de los que habla . No contiene ninguna descripc ión clln1ca n1explicación psicológica:
abarca los contornos con una circulac ión de la mirada.
En 1965, Michéle Montrelay no habla aún de una esc~itura que se parezca al goce
o al cuerpo de una mujer. Pero señala que Lol es la imagen de una deca dencia
escond ida en la so mbra, que es una parte sin la cual el inconsciente no puede existir:
"Ahora -escribe- para que los amantes se amen, será prec iso que la cosa Lol, mezclada
con el centeno , les clave la mirada de pupilas muy ab iertas 76 ."
Una narrac ión as í no podía no interesa r a Lacan. Sin ser la histor ia de un caso
clínico co mo la Nadja de Breton, restituye, por el lado de la nada, del horror, o de la
"página en blanco", esa dimensión de la locura femen ina que opera en la historia de
A imée . Pero, a diferencia de los surreal istas, Marguerite Duras no se inspira en ninguna
fuente freud iana o psiquiátr ica. Desconoce rad icalmente los discursos "clínicos· sobre
la locura, y tal vez sea por esta razón por lo que los ps icoanal istas de los años sesenta
quedan "arrobados" con este relato y por la extraña proxim idad de un decir que habla
de la locura hecha mujer sin la menor alusión a algun a nosología.
Miché le Montrelay le da a leer el libro a Lacan , que se cae de espaldas. Siempre
obnubi lado po r sí mismo, cree encontrar allí su enseñanza. Como Marguer ite Duras no
es filósofa y no hay ningún peligro de que haya "robado las ideas de Su Majestad',
Lacan se precipita a su teléfono y convoca a la señora a una cita de medianoche en el
subsuelo de un café de la ca lle Bernard-Pal issy. Durant e dos horas le habla de Lol de
una manera inolvidab le, y trata de saber más sobre ella. Hab rá perdido el tiempo.
Marguerite Duras le responde que no sabe de dónde le viene Lol. Tendría que haberlo
sospechado, él que supo observar magist ralmente que las mujeres no saben decir nada
de su goce. Sin embargo, cuatro mes es más tarde , publ ica un "Homena je hecho a
Marguerite Duras del 'Ravissement de Lol V. Stein' •_El artículo no es de lo mejor: Lacan
se conforma con enunciar grandes trivia lidades . Primero recuerda que los artistas
precedieron a Freud en el descubr imiento del inconsciente y que po r lo tanto Duras
precedió a Lacanen los asuntos de Lola . Luego subraya que el número tres desempeña
un papel importante en la historia para afirmar por último que Lola no es una mirona:
mira sin ver, y así es "realizada" por el circuito de la mirada . El texto de Lacan está
aderezado con un sinnúmero de reverencias y adulac iones inútiles .n
Aunque le parecieron inolvidables las palabras nocturnas del maestro, Duras le
responde dieciséis años más tarde de manera "feminista": "No me interesa -le expresa
a Suzanne Lamy- cuando Lacan dice : 'Ella sabe, esa mujer sa be .. .' No sé cuál es su
frase ... Es una palabra de hombre, de maestro ... Es de todas man eras una palabra de
ho~bre de poder, es evidente. La referenc ia es él. 'Lo que yo enseño, ella, esta pobre
mu¡erc1ta,lo sabe . Es un homenaje enorme, pe ro es un homenaje que rebota sobre él.
Podría decirlo que se enseña en general , ella lo sabe de entrada, pero es lo que enseño
yo lo que cuenta7S."
En 1967, Mont relay encuent ra deslumbrante el inform e que Granoff y Perríer
presentan siete años antes en Amsterdam. Y cuando lee las Nouvelles RechercheS,

142
..
suns 8 t Bou/Bvard: mísBrias y Bsplendores del rñov,m,ent
. . o de protes ta

decide puntualizar a su vez la cuestión fernenin .


1argoartículo. Cuando está real izando su traba ·oª : prop_ósito de ese l!bro. Redacta un
automóvil que le hace perder la vista de un .~ • s vi ctima de un ternb le accidente de
0 1
siendo ~ermosa , tal vez más por ser más vuln~r!bl: d;rs f igura. A pesar de eso seguirá
y lo env1a a Temps modernes. Ponta lis la cita d · ata de que le publiquen su t exto
I
de nuevo. Finalme nte, le dice que no pued e ª una clase Y le pide que escriba todo
azufre . Lacan aconse ja entonces a Miché le ~e~~epta_rlo porque huele demasiado a
ª
no corresponde a sus est rateg ias del mome~to P di~tJa Sollers que lo rechaza pues
0
para Critique.Apar ece en 1970. Montrelay ex li~a ~~:~mo, Jacques Dernda lo acepta
en evidencia los ato llade ros de l fa loce t . P q . s auto res de la SPP ponen bien
,. . n nsmo freud ,ano e intenta n corregir los con la
ayuda de la 'd critdica ang
· losa ¡ona. . Luego
. reanuda t o do eI de bate sobre la no
comp . 1ementari
, a a part ir de las pos 1c1ones lacanianas . Fra n901 ·s p erne· r comentará su
articulo, as, corno Moustapha Safouan que en 1976 ofrece un a 1- d 1
situación del
M d problema - , sin dist inción de tendenc ias?s· En Ia pos,a mp_ioóresumen eª
n que adopta
ontreIay, . esempen~n un pape l cent ral la lectura de la obra de Duras y la actualizac ión
de la temática de una escritura femenina". La auto ra no se contenta con responde r a
lacuest!ó.n de l;a locentnsmo fre~d 1ano con el relevo freudiano, sino que desemboca en
un_"fem1n1smo hterano ~ue cons iste en hacer de l goce femen ino una escritura. Aparece
all1~~es un punt o de vista que desbo rda la perspect iva lacaniana . A través de él, la
femm1~ad es def1~1da como una SOrT)bra , como lo femenino primario, lo inefable,
reprimido p~r.el ps1coanáhs1s. En la busqueda de su feminidad, el hombre y la mujer
deben inscribir el nomb re de esa somb ra. Montrelay aporta así un elemento nuevo al
edificio lacaniano.
En la presentac ión del segundo número de Seiticet, Lacan le rinde homenaje re-
cordando con nostal gia el Congreso de Amsterdam: "Lo que se medirá con el partido
que sacó Michéle Montrelay , analista de la Escuela (nueva fórm ula), de una obra
lograda basándose en una fo rmación totalmente distinta. Que se aprecie lo que de
original se dispensa 'a propósito '. A propósito de la ob ra de la que esta crítica se honra
[...] No es camino indigno da r pruebas del deshielo que un trabajo especificado de
nuestra formac ión apo rta al problema de la sexua lidad femen ina: bloqueado desde que
Jones se opusiera a Freud. La queja que siempre insistomachaco que aparten de mi
más a menudo de lo que me la presen tan, queda aquí desarmada. No sin que me vuelva
el eco nostálgico de que cie rto Cong reso de Amsterda m para el cual habla propuesto
80
este tema, haya preferido seguir la corriente de un lamentable retorno al redil ."
No bien se publica el art ículo de Critique, Antoinette Fouque aguza las orejas. Leyó
las NouvettesRecherchesy , sin rechazar el descubrimiento freudiano. no tiene ningún
empacho en estigmatizar el fa locen trismo a lo largo de toda su cura con Lacan. No
demora en encontrarse con Miché le Montrelay para almorzar. Entablan una relación
que desemboca en la publicac ión de un diálogo en_La Q_uinzaíne tittéraire.Antoinette
Fouquereivindica la libido seounda y la homosexuac,ón mientras que M1chéle Montrelay
le pregunta cómo ocur re "l.i cosa" entre las mujeres ya que el pene está ausente.
Antoinette no responde a esta pregun ta esencial y Michéle desplaza el debate al
terreno más fiable del deseo de las mujeres entre ellas. Su interlocutora evoca ento nces
los "cuerpos numerosos , con perfumes , tactos , gustos densos •. profu_nd os, voluminosos
Y fluidos, rugosos , fragmentados , flex ibles, separad~_ s por fin d~flrnt_ 1vamente de su
?"99n censurado censuran tasi •. Suficiente para regoc11a r a los partid anos de la escuela
inglesa Y estremecer a los adeptos del ·c1an vienés .
143
La Francia freudiana en todo s sus estados

Durante este tiempo, Lacan es presa de la hoguera femenina: Desde 1970 anuncia
que la identificación sexual no consiste en creerse hombre o mu¡er, que la muier es la
verdad del hombre, que no hay relaci_ón sexu~I puesto que la relación es la palabra
. , . que "la muier· no existe. Al ano s1gu1ente,como parte de su segundo
misma y por u111mo ·ó d t 1972
relevo lógico, elabora unas fórmulas de la sexuac1 n'.luego uran e -1973, dedica
todo su seminario a la reanudación del debate. Lo titula Otra vez, recalcando así que
está siempre presente, él, el maestro, y que las mu¡eres siempre quieren m~s: "No
tienen más que ir a Roma a ver la estatua de Bern1ni para comprender enseguida que
Santa Teresa goza, de eso no hay duda. ¿Y de qué goza? Es claro que el testimonio
esencial de los místicos es justamente decir que lo experimentan pero que no saben
nadas2: Este seminario es abracadabrante. Es sintomático del último retorno, en el
escenario francés, del gran Lacan barroco de la madurez romana y de la visita frustrada
al Papa. Pero también es un homenaje _al Bataill~ de Madame Edwarda, ,ª_la figura
absoluta del odio y el amor a Dios. iHab1aque animarse a pensar en la m1st1caen el
momentoen que las mujeres claman por su liberación y habla que saber enunciarlo sin
ninguna beatería!
Enel plano teórico, Lacan no renuncia a ningún punto de su doctrina anterior.Pero
el tono de su discurso es diferente. Ha escuchado el mensaje de Antoinette y, si bien
no adopta ninguna de sus afirmaciones, se muestra sensible a la nueva retórica de la
escritura femenina. Reafirma la primacía del falocentrismo, define una vez más la
suplementaridady denuncia el error del prejuicio naturalista: la mujer sólo existe si se
tacha el "la". En otras palabras, hay mujeres y un goce específicamente femenino del
cual la mística revela lo imposible de decir. Pero la mujer no existe , puesto que su
naturalezano es su término genérico, ni la anatomía su destino. Del mismo modo, la
relación sexual no es una relación sino la no relación entre dos monólogos. No hay pues
relación sexual. Ambas fórmulas harán correr mucha tinta y Lacan cuenta cómo, en
Italia, el carácter equívoco de su palabra provocó un malentendido: "(...] había dado
este título absolutamente loco a una conferencia que dicté para los milaneses, que
nuncaoyeron hablar de esto, El psicoanálisis en su referencia a la relación sexual. Son
muy inteligentes. Tan bien entendieron que enseguida, esa noche misma, en el diario,
decía: 'Para el doctor Lacan, las damas, le donne, no existen.' Es cierto, qué quieren,
si la relación sexual no existe, no hay damas. Había [...] una dama del MLF de allá.
Estaba realmente... Le dije: 'Venga mañana por la mañana y le explicaré de qué se
trata83."
En 1974, Luce lrigaray publica un libro titulado Speculum , de /'autre temme queva
a_levantar mu<:~ªpolvareda84 ·?pera una unión entre la temática igualitaria d~Itemi-
nis~? beauvoinanoy la de la hbera<; ión de una escritura llamada femenina. Estaes
definidacomo específica: es capaz, según la autora, de subvertir el lenguaje opresivo
de l~s varones. La obra de _lrigara~está atravesada de parte a parte por el resplandor
surgido del MLF. Per?, a d1feren~1ade Antoinette, en la que se inspira directamente,
Lu~ ~echazalaensenanzalacamanapara criticarla a partir de una posición derridiana.
~s1m1lael fa_loc;1ntrismofreudiano a un logocentrismo y propone una lectura
desconstruct1va ~el continentenegro: al emerger lo que tiene reprimido, la mujerpasa
a_seruna y pareas1su alteridadradical: "Lo que está en juego en este momento en que
v1v1mos -dedara Luce- es el lenguaje negado a nuestro cuerpo de mujeres•
L . Un af\oémástarde, HéleneCixousY Catherine Clément publican una ob;a bicéfala,
a ¡eune n e, que va en el mismo sentido y obtiene un gran éxito. Una opone una

144
suns 9 t Boulevard: miserias y esplendores del movimiento
. . de protesta

escritura del ser mujer a un lenguaje llamad "f .


a la bruja, la histérica y los diferentes cuad~o alocé~trico· , mientras que la otra evoca
Toda esta efervescencia desemboca :nfreud,an?s d~ la seducción86.
Catherine Clément, de dos números es e . la pubhca?1ón, bajo la dirección de
1
cuales está dedicado a Jacques Lacans7py c,~ es de la revista L'Arc el primero de los
nd
bien, el volumen que rinde homenaje a L~ e segu º·ªs, mone de Beauvoirsa. Ahora
st
"La idea de este núme ro -escribe CatherinC:~~ á escnto exclusivamente por mujeres:
también podría decirse acontec imiento a t' ment- se debe a lo que se llama el azar;
encuentro. Es anunciar su función de ; re:(ng_ -out, _enel desarrollo de un análisis,
1
'puntos radicales en lo real' de los que habla L ' s, es aerto que ~os encuentros son los
-¿y si hiciéramos un número sob re Lacan a~an en el seminario XI. Primero fantasma
luego como mot ivo de broma.[ ...] El princi ion~e~ más que con mujeres?- descartado
st
modificaciones cultura les bastante import~nt~s º rf r que Lacan_produceete~tos_de
de la escritura de las mujeresas: paraª ectar la cond1c16nde pubhcac1ón
Naturalmente, a Lacan la idea le gusta mucho e nd · ·
proyecto se pone a reir No sólo
. , ·
· ua º
Cathenne le anuncia el
va a ser alabado por mujeres sino que algo más
importante para él, será el primer maestro francés del ps· . ár · '
prestigiosa galería de retratos de una de las más prestigi~~:!nre~~~a~u~~~~!~;r:~
mtelectu_altran~s- Antes que él Freud fue el primer psicoanalista que recibiera el
homena¡e de L 'Are Y, des~ués que Freud, Lacan llega a integrar a su vez el cuerpo de
hombres ilustres. se convierte en el 1g_ualde Bataille, Sartre, Merteau-Ponty, Qeleuze,
etc. Ahora ha logrado la_consagración en territorio filosófico y literario. Después,
Winnicott, Grod_decky Re1ch serán celebrados por la revista; luego Franc,oiseDolto...
Sabroso desquite para unos "e xcomulgados·.
. El número de L'Ar~ reúne contribuciones de muje res que en su mayoría son
miembros de la EFP. AIII encontramos los nombres de Maud Mannoni, Luce lrigaray,
M1chéle M?ntrelay, etc. A esto se agrega un artículo de Jacqueline Rousseau-Dujardin,
d1m1s1onana de la SPP, y otro de Soshana Felman: "La escritura de Lacan -expresa
ésta- que se parece tanto a la de Mallarmé, asume su irreductible parte literaria, la de
una ceguera que informa unos instantes fulgurantes de saber y clarividencia90.• El
homenaje se abre con un texto titulado "Aimée". A petición de Catherine Clément, que
se interesa desde hace tiempo en la paranoia femeni na, Lacan acepta publicar de
nuevo el fragmento de su tesis que se refiere al atentado etectuadq contra la actriz
Huguette Dutlos y a la anamnesis del caso . Un año más tarde, las Editions du Seuil
reeditan la tesis. Pero ya el número de L'Arc actua liza a un Lacan de juventud, no
estructuralista y completamente desconocido para el público de los años setenta. Si
bien el número se abre con la evocación de esa figura de la paranoia femenina, que
hiciera correr antaño todas las tintas del surrealismo, revela hasta lo ridículo las
ilusiones propias del movimiento de mujeres. Pues no surge ninguna escritura hembra
de este conmovedor homenaje a Su Majestad falocentrista. Las mujeres invitadas a
escribir hablan de sus asuntos con el mismo estilo que sus colegas masculinos. Y cada
uno de sus textos demuestra que la escritura no entra jamás en las redes de ninguna
sexuación, diferencia l, igualitaria O suplementaria. ¿Será pues fálica la cosa escrita o
su libido es segunda? Para tratar de penetrar ese misterio que no lo es pero que hizo
fortuna, el lector erudito puede tomar en Viena el Orient-Express con dirección a
Londres. Esperando el resultado de la nueva investigación, Lacan debe trotarse las
manos en su tumba: ha encontrado a la Teresade Bernini.

145
La Franc ía freudi ana en todos sus esta-'
vos

_Frente Rojo y años candent es


111
Hemos visto cómo la implantac ión progresiva de la_stes i~ófreuditanas den tro de la
.. . . n· ersi·t aria había modif icado 1a con 11gu rac1 n an eno r a 1os afios
critica hterana u iv Is R · d R 1
sesenta. La polémica que se desencadena e n tornlo a ur _dacd1ne. e o ª11~d Barthes
. s enseguida en la mane ra co mo a comurn a ps1coana t1caaborda
tuvo reperlctus 1onoes
as'1como e~ el papel que dese mpeñan las revistas en su percepción
los textos I eran . .
. ál' ·s A su vez éstas se ponen a reflexionar sob re el estructura lismo. y en
de1ps1coan 1s1 . - 1· t ·
consecuencia, los escritores "moder nos' , como antano 1os sur rea 1s as , se apropian de
las tesis freudianas para intentar redefinir, a través de ellas , _una nueva teoría de la
escritura. Creada en 1960 por algunos estetas_burgu~.ses, 1~rev ista Te.!Que/va a ocupar
un lugar centra l en el surgimiento de la noción de práctica textua l . Hasta 1962, se
ocupa sobre todo de la nueva novela. Luego se produce una trans formación , a impulsos
de Philippe Sollers, con la entrada en el grupo de Marcelin Pl:ynet , De~is Roche y Jean-
Louis Baudry. Es cuest ión entonces de defender la escritu ra _poética que la nueva
novela descuidó. La interrogación sobre la condic ión de la escritura surge debido a la
importanc ia que toman las ciencias humanas en el campo de la crítica literaria:
especialmente la lingüíst ica y el psicoanál isis. Pero tamb ién prov iene de la escritura
misma y de su estado de crisis penna nente. En 1964 , Te/ Que/ se define como una
revista de vangua rdia . Hace conoce r por primera vez en Francia, en un traducción de
Todo rov, algunos de los grandes textos de los forma listas rusos91.
Para diferenciarse de l antepasado surrealista , la revista busca sus modelos por el
lado de los dis identes: Bataille y Artaud son reiv indicados como las figuras de primera
línea de un antisurrealismo radica l. Uno a causa de su nietzschismo, su ate ísmo místico
y su culto al erotismo y el otro por su exper iencia de una escritura monumental de la
locura. Más allá de esta referencia, Dante, Lautréamont, Sade y Mallarmé aparecen
también como los profetas de una revolución permanente inscrita en el corazón de la
escritura occidenta l92-
.En 1963, la revista rinde un vibrante homena je a Georges Bataille, y un año más
tarde Michel de M'Uzan , un psicoanalista de la SPP y alumno de Bouvet , publica un
primer texto sobre "Freud y la creac ión litera riaw: Pero muy pronto se abandona el
terreno clásico del objeto litera rio en benef icio de las tesis de Barthes, Lacan, Derrida
Y Benveniste. Son tomadas en cuenta para la definición de una t9orfa revolucionariade
la textualidad occidental. Philippe Sollers y Marce lin Pleynet son los artlf ices de este
pr?grama de li~pieza de los establos literarios. Uno es prosis ta y el otro poeta. El
primero es u~ hiJo de la burgues ía, educado por los jesuitas , y el segundo un hijo del
pueblo autodidacta . No se parecen en nada , pero se entienden a las mil maravillas en
su voluntad de hacer la guerrilla a las instituciones y seducir a algunos maestros del
pe~samien_tod~ su época. En m~yo d~ 1?66, una joven búlgara, Ju lia Kris teva ingresa
al can Y le 1'.11pnmesu lmpe tu un1vers1tano . Lingüista y políglota hab ía llegado un año
ante,s a Paris, con un~ beca de estudios : "Vine a Francia graci~ al sueño gaumano de
~n~t E~ropa del Atlánt icÉ ~ 1?s Urales ' -escribe - y tuve la impresión de encontrar , en eSte
der~ ono:ue ib_a~e las d1t1ons du Seu il a la EPHE, un cosmopolitismo que trascendla
e a reg n soaaJ1staYeuropea Yconstitu ia ese continente de pensamiento, especulación

146
sunsst Boulsvard: miserias y esplendores del . .
mov1m1entode protesta

y escritura que bien corresponde a los m ·


de París94 . • Julia Kristeva prepara su tes ise~or~smori:entos de la leyenda universitaria
el seminario de Roland Barthes. se encue~tr:~~ cicl~ con Lucien Goldmann y sigue
Todorov _que la preced ió en el viaje hacia el Pans con su compatriota Tzvetan
O st
intermedio de Gérard Genette, y luego se h e ~· Pront? conoce a Sollers por
primavera de 1967, el diar io Minute la califi~c: amig~ de Em1le Benveniste. En la
trifulca. Tiene como escenario las Éditions du Se espia soviética. Se arma la gran
intelectual dentro del PCF y como refere ncia el etuil, com_o baza la toma del poder
-r / Q ¡ . es ructurahsmo
En 1966, , e ue publica la ponenc ia de Ja . :,
la escritura.• En la perspec tiva de un surg imienf¿~es D:rnda, _Freud y la escena de
despierta también un vivo interés y en es ecial la t e}ª huella '. el relevo lacaniano
ella los escr itores telque lianos pueden h~cerse
Lacan, a Lacan baj o el estandarte de Derrid
1r:º~
!ª 11
de la d v s16ndel sujeto. Con
u anos. lee~ a Freud a la luz de
nd
guerrilla de la letra. Poco importa que las pª~;i!o~eer ª segun una _estrategiade
. . . . s sean antagónicas siempre
parecen h bl 1
PhT a sar e mismo 1d1oma:el significante , el texto , la mscnpc1
· · '6n '
11ppe o11 ers se encuentra con Lacan por primera vez en 1965 ·A través de él
busca la s~mbra de GeorJeS Bataille . Los dos hombres almuerzan j unt~s en compañ ¡~
de Fran901s Wahl. E~e d1a, La~an 1;s!á particularmente exaltado. Le anuncia a Sollers
que acaba de conquista r ~ su ¡auna. de normalistas y poner en práctica su programa
renovador. Sollers ya asiste al seminario y Lacan lo toma por un universitario Le
pregunta cuá~es el tema de su tesis . Pronto le propone hablar ante su cenáculo y lu.ego
pasar unos d1as en Vene~ 1a. Sollers no acepta: no tiene ganas de entrar en vasallaje.
En 1966, el maestro le env1a sus Escr,toscon dedicator ia: "A P.S., no estamos tan solos
después de todo 95 ." Lacan está fasci nado con este joven escritor lleno de talento
jugador y libertino. Pero muy rápidamente comprende que éste no está buscand~
maestro, y que sus intereses son literar ios o estratégicos, pero nunca psicoanalíticos.
Ahora bien, a Lacan no le inte resan ni la literatu ra como tal ni los escritores, a los que
querría converti r en adeptos suyos . Se co nsidera filósofo, lógico y jefe de escuela, y si
bien su pluma es la de un escr ior, siempre utiliza las obras literarias para ilustrar el
fundamento de una doctrina . Lacan ja más encuentra en la literatura un lugar de placer.
La usa como adorno . En este sentido, las criticas que le hacen Duras por un lado o
Derrida por el otro son justificadas. Los que rodean al maestro imitan esta actitud.
Contrariamente a los psicoanalistas del otro bando, como M'Uzan, Pontalis o Anzieu,
los lacanianos son incapaces de produc ir sobre la literatura otra cosa que la confirmación
de sus posiciones doctrinales. La mayo ría habla de ella con fascinación para encontrar
lo ya conocido . Pese a ello, Lacan sigue siendo un productor de literatura. Sus textos
están escr itos como ficciones, nove las o parábolas. Pero su relación con los escritores
se ve pe~udicada.
Por su parte, Sollers es un gran profesional de la literatura, un adepto al principio
del placer. Sabe que la obra de Lacan mantiene con las noc1one_s de letra y significante
una relación esencial para la "práctica textual" . Sumari:ente 1ntehgente, fa_stuosoen sus
gastos, sensible a todas las formas de feminidad, cultiva a las mil maravillas el arte de
haoerse amar u odiar, perdiéndose a veces en el de~eo del adversario. Dot~d_o_de una
magnífica capacidad de escucha r el inconsciente, disfruta del otro_hasta el 1nfm1to, con
el oído siempre flexible al momento concreto . Pero su culto del éxito lo lleva a menudo
a elaborar estrategias planetarias a las que sólo él concede fundamento. Lacan lo
P&rcibe muy bien. No le disgustaría reinar sobre la armada telquehana, pero no le

147
La Francia frsudiana sn todos sus
1
8 sados

gustan mucho. los repartos de te~rit orio; desconfía . Sabe que la revista concede tant
importanc ia, s1no más , a las tesis de Barthes y Derrida como a las .suyas. a
Por lo demás, el artículo que Jean-Lo u1sBaudry publica en el 1nv1emode 196a
. 96" n .d . h con
el títu lo de " Freud y la creac ión !iteran~ pone e ev 1 enc 1a asta qué punto la
desconstrucció n der ridiana es más nutritiva. para cierto~ escritores del grupo que el
relevo lacaniano . En este texto, el autor explica las _posiciones de Freud con respecto
a la lite ratura basándose exclus ivamente en la ensena n za de Dernda. Emplea sin ces
las nociones de huella, facilitac ión y f ractura y no cita ni una sola vez el nombre :
Lacan. El inte rés que Te/ Que/pone en el lacanis ~_oes sin d~da imp?rta nte, pero varí!
según la situació n política de l momento. A l pnnc1p10, las tesis dernd1anas dominanlos
traba jos telque lianos, y además Derrida pub lica una parte de su obra en la revista y en
las Éditions du Seuil. Sollers mantiene con él una verdadera relación de amistad. Pero
atrapado en sus estrategias, juega entre Lacan y De rrida un d ifícil partido que terminará
en un fracaso magis tral con uno y una ruptura con el otro. En esta historia, las pasiones
personales se mezclan con los asuntos conceptuales.
El desplazamiento de la configurac ión estructu ralista en el escenario de la
vanguardia literaria emp ieza en el otoño de 1967 con la pub licacion en Te/ Que/deun
llameante manifi esto de terrorismo intelectual. Se titula "Progra ma· y lo redactó Philippe
Sollers. En este texto encontramos un arte de la hinchazón verba l parecido al de
Proletkulty caracter ístico de la época q ue antecede a la explos ión de mayo. Los temas
abordados son idénticos a los que dan origen al fem inismo literario . Sollers fabrica una
amalgama erudita va liéndose de los conceptos elaborados por la refundición
estructuralista. De Foucault saca la pareja razón/locu ra para hacer de ella el lugarde
surgimiento de una "ruptura textua l". De Derrida la idea de una "archihuella' para
transformarla en una posible escritura "reprimida ". De Lacan extrae esencialmente una
manera de integrar el discurso freudia no al conjunto del proyecto . Por último, por el lado
de Althusser confecciona la noc ión bache lardiana de corte epistemológico, que le
permite situar la histor ia de la tex tualidad en el mater ialismo dialéctico . A partir de esta
mezcla que dice ser explos iva, la historia de la literatura es pensada como una serie de
rupturas textuales sucesivas, captables en las obras de Sade , Bataille, Artaud, etc.
Éstas definen una discontinuidad de la práctica textual , de la que la noción de autores
barrida por "burguesa· y "sacra lizante" para ser reemp lazada por la de "ciencia del
sujeto ". La escritura no es un objeto de estudio puesto que la teoría que la piensa es
ya una escritura. Toda revolución pasa pues por un camb io tota l de la escritura, es decir
por una "teoría de conjunto· elaborada como una práctica de escritura . Gracias a ella,
el telquelismo puede pensarse como el movimiento mismo de una vanguardia del
proletariado. As í, durante algunos años va a imponer una lectura particular del
estructura lismo del que ha nac ido, y arrastrará en su estela no sólo a los teóricos a los
que recurre sino a un número considerable de univers itarios en busca de una nueva
"cientificidad" para abordar los textos . Después d~ mayo, se creará una UER de
ciencias de los textos y documentos en la que Ju lia Kristeva difundirá su enseñanza
Para la histor ia conjugada de la literatura y el psicoanálisis , la aventura telquehan~
5
no tiene ni la fuerza innovado ra ni el efecto del surrea lismo de cuya medalla dice ~3
el _rever~o. En s~ versión convu lsa de los años candentes , no mantiene co~ca
ps1qu1atnadinámica la misma relación que el surrealismo. Se desp liega en una ép 'ó/l
en la que el di~~mismo está en el ocaso, en la que e l terreno que permitió la_implantacian
del ps1coanáhs1sse encuentra en plena disolución. Los escritores surrealistas 0stab

148
sun~t Boulevard: miserias Y esplendores del movimiento de protesta

tanmarca_dos por el dinamismo Y eran tan eruditos en mater ia de clínica como ajenos
a esa tradición s~ mantuvo el_te lquehsmo. Los surrealistas fabricaban poemas, ficción
y collages a p_artirde una clínica . El te lquelismo busca una cientificidad desprovista de
toda referencia a una nos?logia. Por esta r~ón, los escritores del grupo no producen
ninguna ~bra que _esté directamente 1nsp1rad a en el descub rimie nto freudiano. Su
aprehensión del psicoanális is no pasa de ser puramente teoricista. Se hace mediante
comentar~osintele?'uales ~obre la cond ición de la esc ritura y no desemboca jamás en
una Cfeac1ónlíterana O poética Además, todo ocurre como si la refundición estructuralista
ya hubiera ocupado , en Francia, el lugar de un nuevo surrealismo . En consecuencia,
la experiencia telqueliana se pres enta con carácter de imitación: repite la saga de un
relevo que ya se produjo. Así , pare un frente rojo formalista, en el que se revela, en
forma de carnaval repetitivo, la mitología de las grandes noches y el fervor desteñido
de los días qu e suceden a la revo luc ión. Cuando los surrealistas se adhieren al Partido
Comunista en los años treinta, sueñan con un bolchevismo que ya no existe. Piensan
en Lenin, en la toma del Palacio de Invierno o en una nueva conspiración en la plaza
Roja y tienen ante ellos las locuras de l stalin ismo. Todos se van retirando entonces en
silencio, con \'::-lenc ia, en su icidio. Pero cuando los escritores telquelistas se acercan
al mismo partido , cuarenta años más tard e, las apuestas están hechas por partida
doble. No só lo está sepultado Octubre , sino que con él toda la saga de las vanguardias.
El surrealismo pon ía en escena un sueño, el telque lismo pr;cipita a la tumba 1~puesta
en escena del sueño . De ahí el vira je exa ltado hacia el mao1smo,como t1gura ultima de
una revolución desaparecida y luego la readaptación a los ideales cristianos de una
Europa anticuada: "Cuando la revo lución marxista latinoameric_anaestá a las puertas
de los Estados Unidos -escribe Ju lia Kristeva en 1983- me siento más cerca de la
verdad y la libertad cuando traba jo en el espac io de ese gigante impugnado que tal vez
está a punto de convert irse en un David trente al Gohat creciente de_ l Tercer Mundo.
Sueño con que nuestros hijos vayan más bien a unirse con ese David, sus errores Y
callejones sin salida , armados con nuestras divagac iones ligados a la idea, al Logos,
a la Forma· en suma a la viej a Europa 97 ."
El telq~el ismo s~ca pues su fue rza ideo lógica de tres lados. Por una parte, cruza
momento de particular efervescencia,
la historia del PCF y sus revistas cu ltura les e~ u~ic ión estructura lista, Barthes, Derrida
por otra se apoy~ en tres mae st ros de r: ~~a reactual ización de la discusión de las
ª 1

y Foucault, y por ultimo sirve de plataform~ ·t ·al ligado a la implantación del grupo en
vanguardias. A esto se agrega un poder e I ori
las Éditions du Seuil. . . freudia no las tesis surrealistas eran pro-
En su relación con el descubri miento de TeÍ Que/no lo son. Aunque el grupo
I
ductoras de creación literaria, mientras qufe asan tan·o el de Breton en su imitación de
.. ls'ón" que uera . .
recupera un arte de la convu ! • Éstas provienen de escritores que , a titulo
la histeria, no da origen a obras importan tes. partir las opciones de la revista o, por el
individual pueden, en un momen~o dado, ~º~a ues atravesado por la situación más
contrario, rechazarlas. El te lque_h smo se e !es1rrolla durante veinte años, entre 19~0
general de la modern idad literaria , que ~ ·tas una temática presente en la teona
rteranas escn -
Y 1980, y hace surgir en las ob ras 1. d esta temática, a través del estructura 11smo,
lacaniana. Que Lacan se haya nutri~o e ·mporta poco con respecto al fenómeno
s 1
oquela modernidad se nutra de ell~ ,n sabe~~ ~ste período transmite una inscripción
en si. Más allá del telquelismo, la hteratu~a bjeto y de lo "real impos ible" del que la
del sujeto dividido, del goce, del deseo, eI 0
149
..

La Francia freudiana en todos sus estados

doct rina lacaniana da una espec ie de vertiente conceptua l. Y s in duda Laca n_teníaque
ser ciego a esta modernida~. como Freud al s urreahs mo, para que se r~ahzara esta
fusión a distancia entre el meior momento de una avanzada teó rica.Y e l meior momento
de una modernidad literaria atravesada por ella. Co n referencia a esto, hay que
distinguir la historia política e ideo lóg1c_a de la aventura telque hana en su relación
específica con el psicoanál isis, de la _h 1stona de_la~ obras prod~c1das durante ese
período y de las que la aventura telqueha~a no seria sino la expresión 1m1tada o lúdica.
Algunos grandes libros dan test1momo de la apanc1ón de una temát ica lacaniana
en la literatura entre 1962 y 1981: La Vedle, de Roge r Laporte, en el que el narrador
después de Maurice Blanchot, to ma como objeto de su_relato la esc'.itura imposible:
compact, de Maurice Roche, que expresa en bruto la d1v1s1ón de un su¡eto desmayado
en seis reparticiones entremezc ladas; L 'Hom me qui dort de Georges Pérec , en el que
el autor se dirige en segunda pe;so na a un héroe ausente de sí mismo, durmiendo su
vida, como en una cura; Éden, Eden, Éden , de Pierre Guyotat , principa l exponente de
una lengua del sexo; Louve basse, de Den is Roche , que describe e l cadáver de un
narrador reduc ido a disfrutar de sus desechos infant iles; Paradis, por último, de Philippe
Sollers, texto interminable y sin puntuación , const ruido como el soliloquio de una
escritura cuyas asoc iaciones significantes sólo pueden surgir de una lectura oral. Entre
el desarrollo de estas producc iones lite rarias y el impacto teórico que firma su posible
surgimiento , se desp liega el contrago lpe francés del descubrimiento freud iano, revisado
y corregido por Lacan, a través de la rejilla de un estructural ismo desbordado a su vez
por todos lados por sus efectos significantes98.

Desde 1956 y después de la publ icación del articu lo de Lou is Althusser , la actitud
de los intelectuales comun istas respecto al psicoanális is se fue modificando sin dar
origen a una crítica profunda de las divagac iones del pasado. El aumento del número
de los psiquiatras comprometidos en el Partido, su adhesión a la corriente dinámicaY
al serv icio público , así como la polít ica de alianzas practicada por Henri Ey por medio
de su amistad sin desmayos con Lucien Bonnafé, perm iten borrar los recuerdos
desastrosos del período jdanoviano. Los jóvenes terapeutas comunistas concurren
cada vez más a los divanes , sin saber nada del pasado. Se adhie ren a un partido
"nuevo" y descubren un psicoaná lisis freudiano contemporáneo de sus interrogantes.
En 1964, el artícu lo de Althusser no recibe ningún eco inmediato y el althusserismo es
criticado a causa de su antihuman ismo teórico. Pero progresivamente, este texto
señero se convierte en el punto de partida de una ref lexión parcia l sobre el pasado,Y
espe~ial~~nte sobre la psicología concreta. Althusser muestra que el relevo lacaniano
permite criticar a la vez las revis iones estadounidenses y la ideolog ía jdanoviana . Ahora
bien, desde 1953, Laca~ había previsto que su doctrina podía ser entendida en las filas
del. Partido. No se equivocaba. En var ias oportunidades había rendido hornenaJe ª
Pohtzer Y su presenc ia en la ENS había aportado un hálito nuevo a las discusiones
0
sobre el marxismo .. Naturalmente, Lacan no entra jamás en ninguna batalla políUCS
electoral, Y su medio fam1harestá más bien marcado por una hostilidad de izqu1erd ª
respec to al PCF . En contra de la línea comunista, Laurence participó en las redes de
ayuda _alFLN. En cu_antoa Jacques-A lain y Judith, se integran en 1968 en las masde
la Izquierda Proletaria, que preconiza la lucha a muerte contra el revisionismo. En esta
9
coyuntura, Lacan no siente más simpatla por las formas izquierdistas de la 1uc/1

150
sunset Boulevard: miserias y esplendores del movimiento de protesta

militante que por el aparato del Partido. No obstante, el PCF es una institución poderosa
st
y el viejo maestro pre a mucha atención a las transformac iones que experimenta y a
la manera en que rea be su doctnna. Su sever idad con respecto al modelo estadounidense
! 0
y su simpatía .por. s "errores• de. Politzer le hacen escribir en 1964: "Por tanto,
consideramo~ Justificada la pre~ención que el psicoaná lisis encuentra en el Este. A él
99
le correspondia no merecerla · Después del Congreso de Argenteuil de 1966, queda
abierta la senda para reahzar una nueva evaluac ión crítica de las tesis politzerianas así
como para proceder a un rechazo más comp leto del jdanov ismo. Esta apertura se
despliega d~ var ias mane ras e~ las filas d.el Partido en donde la captac ión de la doctrina
1acan1anasirve para redescubri r un freud ismo auténtico. Los "literarios• no se interesan
en el mismo Freud y en el mismo Lacan que los filósofos y los psiquiatras. En los
primeros, las tesis lacanianas son entendidas a partir de un debate en torno a la
lingüística y a la condición de la esc ritura. En consecuenc ia, las relaciones que se
establecen en nov iembre de 1967 entre la revista Te/ Que/ y La Nouvel/e Crivque
desempeñan un papel motor. Por el lado de los filósofos, las tesis lacanianas son objeto
de otro tipo de discusión, en la medida en que se implantan por la vía del antihumanismo
althusseriano . Así que ocupan un lugar importa nte dentro de una coyuntura en la que
se reivindica el althusser ismo como un medio de criticar las díferentes ramas de la
psicología. En esta época, un alumn o de Alt husser, el f ilósofo Michel Pécheux, to~a la
decisión de dar la batalla con tra la psico logía en el interior mismo de sus bastiones
universitarios y comunistas. a partir de una posición althussero-lacaniana, capaz. de
integrar los trabajos de Cangui lhe m y de la lingüística moderna. Pubhca en los Cah,ers
pour l'analyse var ios artícu los en este sentido, con el seudónimo de Thon:ias Herbert.
Pécheux arrastra en su estela a alguno s am igos, y en especial a dos 1~~e t1gadores del
CNRS Paul Henry y Miche l Pion. A uno le interesa la lógica y la hngu1st1c 7 a y al otro la
políli~ y la teo ría de los j uegos. Lacan les escrib irá cartas o les propondrá hablar en
su seminariotoo. .. · · d
Sin emba rgo dent ro del Part ido el althusse rismo es criticado.por lo~ part1danos _e
'
una corriente humanista que se apoya, por e1contrario ' en la la ps1colog1a y de
publicación la herencia
la obra
l'tz . S b I d'scusión
1 en este terreno con
po I enana. e a re a · . Théorie de la personnalité, que será tra-
monumental de Luc1en Séve, Ma~x,sme et . . t as leen otro Lacan, oscilando
101
ducida a quince idiomas .. Por ultimo •. los Pi~~ ~~~umanismoteórico . Acomienzos
también ellos entre un humanismo ~ohtzen~n~ire d'Ét udes et de Recherches Marxistas
del ano 1967, se reúnen en el ámb~to del e t aba'ar colectivamente sobre el tema
(CERM) con algunos filósofos~ ps!cólogos Pi:ªa~teslen el debate no son lacanianos,
general "Marx ismo y psicoanáhs is · Los part ~ encia constante en sus discusiones
pero la doctrina lacaniana sirve de ,punto dr re ~r que acepta entusiastamente hablar
SObreel freudismo. Una confrontaaón c~n !~fn~s de 1968. Dos años más tarde, los
en el CERM, cierra el ciclo ~e confe ren~iaso cuadernos impresos en mutticopiadora
textos son reunidos y pubhcados en a~c encuentran varios artículos, dos de los
titulados Marxisme et Psychanalyse . Alli se . de descentramiento del su¡eto en la
6
cuales están enteramente dedicados a la noci nrtaun hálito nuevo a la evaluación del
obra lacaniana. se trata de most rar que éSt a apo el tema del lenguaje es el efecto de
problema de la personalidad humana. Para ~no;~ su historia; para otros, es articulable
un proceso en el cual el hombre es descen tra Jean Ayme participa en los debates con
a una antropología fundada en el marx ismo. 1 El conju nto es de un excelente nivel
unaponencia sobre la psicoterapia inSt ituciona ·
151
'
La Francia freudíana en todos sus estad
Os

' 102 .
t e Óneo ál. · 1 • •
Para la historia de la implan tación del psicoan 1s1sen e mov1m1ento comunista
después de 1956 , el filósofo Lucien Séve ocupa un lugar comparable al de Lagach~
para la comunidad psicoanalít ica . Nacido en 1926 , alumno de la ENS después de la
guerra, se presenta al concurso de_opos 1c1ón a una cátedr~ en 1949 y se a~hiere al
Partido al año siguiente . Decepcionado por la ps1colog1a qu~ se ense na en la
Universidad , se interroga sobre las noc iones d,e persona Y personalidad_leyendo la obra
de Politzer : "Con lo que Politzer destru ía, as, como con lo que anunciaba, estaba de
acuerdo. Respecto a eso el psicoanál isis, pese a que p_arecíacontene r un fuerte núcleo
de verdad, me interesaba menos que la obra malquerida de Janet que, a pesar de sus
numerosos límites , me entusiasmaba por su sent ido de la act ividad psicológ ica y del
carácter histórico-socia l de la personal idad 103 ."
En 1952, Luc ien Séve seña la púb licamente su desacuerdo con la utilización que
se hace del pavlovismo en La Raison. Y, en esta perspectiva , prosigue sus investi-
gaciones sobre la noc ión de personalidad , que debe serv ir de base a la reanudac ión del
proyecto politze riano . Así, cuando la pub licación de las obras de Althusser hace
aparecer una crít ica a las tesis politzer ianas que cor re en sent ido inverso de su posición,
Séve opone al antihuma nis mo teór ico una psicolog ía concreta de ins piración marxista
que espera sea capaz de exponer la esencia de la persona lidad humana. A través de
Politzer, vuelve a e legir a Jan et contra Freud , la "pe rsona • contra el "sujeto". El debate
sobre el freudis mo que se desarro lla en el Pa rtido toma entonces e l aspecto de una
disputa en torno al humanis mo y la psicolog ía. Para la co rriente seviana, la psicología
concreta de la persona debe ser articu lada al materia lismo histó rico en el marco de un
programa liberal de socia lismo científico, mient ras que , en la perspectiva althusseriana,
el relevo del ma rxismo pasa por una lucha rad ical contra todas las for mas de psicología
y por lo tanto por una eva luación lacaniana del freud ismo. La opos ición que se despliega
entre las dos tendencias transpone a te rreno comunista algunas div isiones que ya
operan en la situación francesa del psicoanális is. Respecto a esto , la diferencia
existente entre las posiciones sev ianas y las tesis a lth usserianas reactua liza, en la
categoría de un patrón politzeriano, la oposic ión entre la vía lagachiana y la linea
lacan iana .
Tanto de un lado como del otro, el debate sobre las re laciones entre e l marxismo
y el psicoanál isis se reanuda sin orig inar un treudo -marx ismo, ya que ese ámbito está
investido por el movimiento izquierdista y actua lizado por e l Anti-Oedipe.Tampoco
desemboca en una crítica de la psiquiatría soviética . En cuanto a las líneas de
demarcación que trazan las fronteras ent re las dos corrientes dentro del Partido, rara
vez son evidentes y la masa de intelectuales comunistas no las vive como tales. son
muchos los que se muestran a la vez sevianos, althusserianos lacanianos , telquelistas
Y feministas según las alianzas del momento o los intere ses .edi toria les en juego. La
efervesce,ncia que se vive en el PCF, entre e l Cong reso de A rgenteuil y la elección de
G1scard ~ Esta1ng en 1974 a la presidencia de la Repúb lica, es tan loca que las mezclas
son tan import~nte~ como las diferencias o las hostilidades recíprocas . Todos los
m1htantesde la 1ntelhgents1acom unistapub lican sus artículos en los órganos de prensa
del_'.art1do, desde Les LettresFranqaiseshasta L 'Humanité pasando por La Nouvell~
Cnt,que,FranceN~uvelleo La Pensée.Todos se reúnen en setiembre para la fiesta 0
el p~r~ue panorámico de La Co~rneu~e y en marzo en la Semana del Libro Marx1
Participan en numerosos coloquios, diversas reun iones O comisiones en las que tod
s:~
152
d
sunset Boufevard: míserias y esplendores del . .
mov1m1entode protesta

sueñan con cambiar el mundo con la ay d


Pese a que las diferencias tienden iba de la gran fortaleza obrera.
. .. orrarse en el
enfrentan dos l ,neas po 11t1cas. La de Alth ' centro del debate cultural se
- h. usser lleva a n . .
desemboca en e 1sueno c ino de una revolución .. u a crisis de revisionismo y
Lucien Seve se adapta n a la nueva alianz leninista, mientras que las tesis de
programa común de gobierno, que apoyaª (ue se preconizó en 1972 con la firma del
personas y del yo indiv idua l en el seno de ~a~~oyecto de un desarrollo posible de las
En esta coyuntu ra , Catherine Clémer emocracia avanzada".
Partido en el otoño de 1968. Catedrática ' que es _miembro de la EFP, se adhiere al
desde hace tiempo y part icipó en el auge di :~ r~a h
1
ª·st
sigue el seminario de Lacan
la aventura de La Nouvel/e Crítique, está encar a~h,~rs pour '.'analyse.Embarcada en
sobre el tema "Psychana lyse et politique• Egtá a . e organizar debates y reuniones
movir:iiento de muje res, telquelismo, lacan is;,,o s t vi~culada a todas las corrientes:
ve asiduamente con psicoana listas de todas 1Js fi~~ de _la personalidad. Además se
mesa redonda que reúne a Serge Leclaire And ré G encias. En_1970, organiza una
104
Casanova, el redactor resp onsab le de la NC Y Bern r~e~ Y Luc,en Seve . Antoine
1
comunista hostil al lacanismo, participan en ~I debatearHa u dw~r1,.un ps1cotarapeuta
1
período jdanoviano y a la vez tener en cuenta los co~oci~ i~~~os~t~~=~xtumas 1 d~I
0
que respecta a. la evaluación. . del freudis
. mo · La confrontac·ión t . mo por
errrnna en 1a confusión
tota.1 e1orno
f ar
· d ,ente pohtzenano,. Luc,en Seve pide a los ps·1coana1·sta
1 s que reconozcan
que e reud1smo está paras 1tado por el sociologismo y el biologismo. Por su parte
André Gre~n recue rda a los comu nistas su pasado vergonzoso y explica que eÍ
p~1coanáhs1ssupo_imponer contra ellos su duro núcleo de verdad. Luego lanza una
piedra_sobre ~l te¡ad~ .ª' af irmar que _la biografía de Marx podría ser objeto de un
trata~1ento ps1coanaht1co,con casam iento, Edipo familiar y paternidad complicada.
:ºr ultimo, Serge Leclaire intenta hab lar del placer y el goce. En cuanto a los demás
mtertocutores,desempeña cada uno su -)ape len la conversación. El tono es humorístico
Y familiar, pero el conjunto es de un ni•1el :eórico francamente mediocre10s.
Esta discusión mues tra ql'e los ir ,electua les comunistas de los años setenta son
tan ignorantes de su prop ia his' , ria r.0 ,110 los psicoanalistas . Sin embargo, unos y otros
esgrimen el famoso artículo df 1949 sobre la "ideología reaccionaria' sin poder situarlo
de nuevo en la aventura compleja de las relaciones pasadas entre el PCF y el
movimiento psicoanalítico . En resumidas cuentas , hacen funcionar ese texto como
espantajo imag inario, unos para afirmar que el Partido cambió de rostro sin que se sepa
por qué ni cómo, y los otros para olvidar que el artículo fue el resultado de una
transaeción conflictiva entre los signatarios y la dirección y que , como tal, es mucho
menos "jdanoviano " de lo que parece. De hecho , Louis Althusser es el primer intelectual
comunista que abre, en 1964, el deba te sobre ese pasado_doloroso ~ue el Partido .ha
preferido olvidar cuidadosamente , al carecer de las herramientas teóricas y los medios
políticos para comprenderlo a partir del marxismo st~linian_o. Ahora bien, Althusser
muestra que el relevo lacaniano permite a la vez criticar y ¡uslllicar el contenido del
articulo de 1949. De ese modo , no se conduce como historiador sino como filósofo
Píeocupado por las interpretaciones teóricas: le da la r~ón a Freud con~'.ª Po~1tzer.
. Cuando se produce en La Nouvelle Critique la reunión_sobre el tema Marxismo y
l>SICOanálisis" , los diferentes interlocutores están menos interesados en evaluar de
nuevo un pasado que en esquivarlo para hablar del presente. Por el lado de los
l>Sk:oanalistas la discusión permite la apertu ra hacia nuevas redes de clientela e

153
La Francia fraudiana an todos sus est
ados

influencia , y para los representantes de la línea _oficial del PCF , autor iza la continuaCión
del combate sobre el terr eno del psicoanálisis , contra un althussensmo que no
adecúa a la 1inea de alianza con la socialdemocrac ia . En consec uencia , la lucha OOnt~!
el antihumanismo teórico se revela más importan te , en los debates, que la evaluació
real de las relaciones entre el m~rxis mo y el psicoanálisis . Para que el lacanis_mo PUed~
dar un rostro aceptable del freudismo en el marco de un renac1m 1ento ~ohtzeriano, tiene
que liberarse de todos sus lazos con el althussensmo y ~I ant 1human!smo teórico. Así
que las discus iones de los años setenta sobr~ el marxismo y el psicoanális is están
conden adas a ser víct imas de cierto malen tend ido, ya que el ob¡et 1vo de éstas es borrar
un pasado jdanov iano incomprendido y neutralizar la repres entación althusserianadel
freudismo. Sin embargo, como un acontecimiento no queda jamás oc ulto en cuantose
conv ierte en elemento crucial de una lucha de implantac ión, estas disc usio nes también
perm iten a los comun istas y psicoana listas tene r acceso, de ma nera defomiada, a la
histor ia de un pasado común. El fa moso debate sobre psicoaná lisis y marxismo queno
se había producido alrededor de los años treinta , y luego de los cincue nta, ocurre pues
con retraso durante los años sesenta y cinco a setenta y cinco, en circunstancias
políticas prec isas . No se desarro lla como en la Unión Soviética bajo el estandarte de
un patrón pavloviano, sino bajo el de un patrón politzeriano. Esto no tiene nada de raro
cuando sabe mos el papel que desempeñó la obra y la persona de Politzer en la historia
conjugada de la s ituación fran cesa del psicoaná lisis y el movi miento comunista. El
prime r Politzer es el artíf ice de una psicologia concreta, el segundo es el feroz
adversario de un "psicoanál isis francés " y el tercero se conv ierte en el furioso artífice
de un marx ismo antifre udiano. A través de las tres modalidades de este patrón politzeriano
se enunc ian tres vías pos ibles de implantac ión del psicoanálisis en el movimiento
comunista francés. La primera toma el aspecto de un pavlovismo ciego a si mismo, la
segunda el de una psicología concreta revisada y correg ida por la antropo logia marxista
y la tercera el de un antihumanismo teórico hostil a todas las fo rmas de integración
psicológica. Cada una de estas vías puede volverse dominante según la situación
histór ica del momento. Por su antipsicologismo, la te rcera vía es evidentemente la más
favorable al relevo lacaniano . Así se exp lica la existencia de la configuración althussero-
lacaniana en la histo ria contemporánea del marxismo y el psicoanálisis .
Dos años después del debate de La Nouvelle Critique y gracias a la firma del
programa común, Lucien Seve, que se ha convertido en e l director de las Éditions
Sociales, decide publicar un libro colectivo sobre el tema y ofic ializar as! las investi-
gaciones surgidas de los trabajos comun istas . Para esta emp resa editoria l, solicita la
colaboración de Catherine Clément y Pierre Bruno, un psicólogo de Toulouse en
~ormac1óncon Maud Mannoni. El libro colectivo es pues redactado por dos autores ~ue
invocan el relevo lacaniano y por Lucían Seve que lleva a cabo una evaluaetón
globalmente positiva de la herencia politzeriana. La obra lleva un titu lo increible: pour
une critiqu~ marxíste de la théorie psychanalytique1os. Catherine abre la obra con un
larg~ estudi_o,muy erudito, sobre la hi~toria del psicoaná lisis, desde el descu~nrnien:~
del inconsciente hasta el relevo lacaniano. Pierre Bruno se dedica a la cuestión de a
antropología Y la teoría del sujeto y toma partido netamente contra Althusser en un
1
nota s~bilina referente al artículo de 1964. En cuanto a Lucien seve, utiliza ª:i
expresion~s althuss~rianas para convertirlas en lo contrario y justificar, co~tra 5
antlhumanismo, la ps1cologla cona-eta del prime r Politzer Así recusa sin expllcarfO·
los "de 11 . " antifreudianos del último Politzer y los errores
nos . ' texto de 1949·· ·ASI
del

154
sunset Bou/evard:miserias y esplendores del movímiento de protesta

enmendada---:subraya- la posición politzeriana respecto al psicoanár ,


1
Seguirsiendo inatacable en cuanto a lo esencial. El error fundam t sis nos parece
·
mayoríade los ps1coana ¡·1stas que 1o s1.gu1e en a1dde Freud y la
. ron, en la concepción general
. e 1os hechos
humanosque presuponen , es e fect1vamente como Politzer lo descubrió d .
mente hace más de cuarenta años, el de creer' que se puede explicar la h' at m1 . rable-
, 1 · 1091a' por 1a h'1stona. y esto porque se ocupan de1sona por la
Psicolog1ay no .a ps1co
. [ ]P un aspecto
especificode1ps1qu1smo... ore 11o es por lo que parece sumamentediscutibleh
un paralelo entre Marx y f'.reud por haber disipado ambos la ilusióndel sujeto hum=~~r
el primeropor su concepción ?xcentrada de l_ a historia y el segundopor una concepció~
107
excentrada del_ps1qu1smo . La obra colectiva de las ÉditionsSociales se beneficiade
un lanzamiento en masa, con lo que se la considera "doctrina oficial". Es rápidamente
traducida en la mayoría de los países socialistas siempre con el agregado de un
prefaciocircunstanciado.

Dosaños antes de que comenzara el debate sobre el marxismo y el psicoanálisis,


la vía telqueliana da del freudismo y el lacanismo una imagen literaria que va a cruzar,
según las circunstancias, la de la corriente seviana o althusseriana, para apartarse
luegodefinitivamente de la vía comunista. La mezcla de ingredientes propiosde ese
frente rojo se va volviendo explosiva a medida que se tejen las ilusionesy renegaciones
surgidasde los acontecimientos de mayo.
Ennoviembre de 1967 se produce un primer encuentroentre Te/Que/yLa Nouvelle
Critique.Miembrodel Partidoy cofundadorde la revistaPromesse,Jean-LouisHoudebine
es el iniciador. En esa fecha, Sollers está más cerca del maoísmoque del PCF, y es
MarcelinPleynet quien tuerce la linea telqueliana en dirección a la fortalezaobrera.Por
otra parte, Sollers es apoyado por Aragon que ha elogiado, al mismo_tiempo que
Mauriac,su primer novela. Se celebran var:as entrevistas entre algunos 1~telectuales
del Partido, Christine Buci-Glucksmann, Houdebine, Casanovay A~dréG1sselbrecht,
porun parte,y algunos escritores de la revista Te/Que/,entrelos quefiguranJean-_L~uis
Baudry,Marcelin Pleynet, Philippe Sollers y Jean-Pierre Faye, por la otra. Éste ultimo
prontova a abandonar el grupo para fundar en el veranode 1968su propia re".1sta que
tomaráel nombre de Change. También ésta reunirá a escritores de vanguardia, ?Dmo
porejemploJacques Roubaud, Philippe Boyer,Jean-C\audde
lingüistachomskyana Mitsou Ronat. La lucha entre es as os
M~;i:Í=~~~;~
en ella se jugará la conquista imaginaria de la fortalez~ ob~~~unista la cienciade la
Paralos telquelianos comprometidos en eSta ~~en.i~~ica en mat~riade creación
escrituradebe permitir que se defina una lfnea pr~ ~ ª'~lismo el reconocimiento de la
literaria.Ahora bien, para los adversario~ de ese e q~ciónde,/fneaúnicase ntidacomo
1
piuraJi~addelas formas estéticas predomina so:~: ;oétique entraen la pelea.Creada
idanov1ana. En setiembre de 1968, la re~i~t~A r Henri Deluy y reúne esencialmente
en Marsellaen los años cincuenta, es dirigida P~ p·erre Lartigue,Paul-Louis Rossi, o
a ~tas. entre los que figura Jacques Rou~au ' b:e los problemasde traducción,por

MaunceRegnaut. Se distingue po~sus traba1os las obrasde los trovadoresy por una
unarelecturaoriginal del patrimonio medieval Y ed. Inmediatamentedespuésde los
reflexión general sobre la cuestión d~ las vanguar ias.misma me encargo de publicar
IContecimientosde mayo, entra M1ts_o~ ~;npa~r~:;ue respectaa esta revista, no hay
lextossobre la literatura y el psicoanálisis ·
155
La Francía fraudiana an todos sus 8 s.,.dos
,.

"ciencia de la textual idad " posible, y hay que des~artar _toda idea de "linea única· en
mater ia de literatura. Según las circunstanc ias, sete1enallanzastáct 1cascontra Te/Que¡
entre Change y Action Poétique. .. .
En la primave ra de 1968, La Nouvelle_Cr1t1queorga_n1zaun coloq_ uio sobre la
lingüíst ica en la abadía de Cluny al que son 1nv1tadoslos escritores de la revista Te/Que/
la secc ión lingüística del CERM y el Grupo de Estud ios e lnves tigac ione'
lnterdiscip linarias Vaugirard. Los debates son apas ionados Y el lenguaje oscuro s
gusto . Julia Kristeva habla del análisis est ructura l de los textos, Philip~ Sollers de 10:
"metap lasmas ·, Jean- Louis Baudry de ·la estructuración de la escritura y Marcelin
Pleynet de la estructura y la signif icación en la obra de Borges. Al final del ciclo 81
alcalde de Cluny hace el elogio de su municipalidad: "Esta ciudad, como ustedes sa~n
fue grande. Grande por su influenc ia religiosa, intelectual, artlstica y en definitiv~
humana, hasta el punto de merecer el apodo de segunda Roma 109,"
Dos meses más tarde , con el titul o "La revo lución aqu i Y ahora•, Sollers anuncia
la creación de un "Grupo de Estudios Teór icos· que funciona una vez por semana en
un local de la calle de Rennes, situado frente a la iglesia Saint-Germain-des -Prés. Es
cuestión de construi r una teoría de conjunto a partir del psicoaná lisis, la lingüística,la
serniologia y el marxismo-leninismo110. Durante un año el grupo atrae a las masas.
Toda la intelligentsía parisina se apiña en medio de los estudiantes para oír contarla
ciencia del inconsc iente, la "diferanc ia•, la muerte del autor y la revolución por la
escritura. Barthes , Derrida , Klossowski y muchos otros participan en estas reuniones
teat rales. Lacan hace una aparición algo titubeante en el borde de una sala repleta.
Regoc ijándose del éxito cosechado por sus operaciones, Sollers prepara la salida
de un manua l colectivo titulado Théoríed'ensemble, que ilustra la historia de Te/Que/
a través de los textos de sus principales colaborado res. Foucault, que ya publicó
artículos en la revista, da su ava l a esta alegre emp resa de agitación y propaganda
sacando a luz un texto en homenaje a Sollers. Barthes da un trabajo ya aparecidoen
Critiquecuyo tema central es Drame. En cuanto a Derrida, se hace presente mediante
una conferenc ia, "La différance·, pronunciada unos meses antes en la Sociedad
Francesa de Filosofía.
Durante el invierno de 1969, una muy viva polémica opone Te/ Que/a Jean-Pierre
Faye en las columnas de L'Human ité . Entre las líneas de un artículo titulado "Camarade
Mallarmé•. Faye ataca las tes is de Derrida sobre el rebajamiento de la escritura Y las
compara con el lenguaje de la extrema derecha alemana. En una puntualización que
exige el diario, Faye aclara su pensamiento 11, y su relación con las tesis de Derrida.
Éste evita participar en la polém ica. No obstante, percibe las amalgamas que haoeTel
Que/a propósito de sus trabajos y no dice nada. Por esta razón , decide no avanzar más
d
sobre el campo de batalla del Partido en esas condiciones. No participará en el seguo o
8
Coloquio de Cluny celebrado en la primave ra de 1970 sobre el tema "Literaturas
ideolog ías·.

. ·s'
Mientras tanto, ocurre un hecho que vaa hacer trastabillar las alianzas "planeta~ª
dentro del frente rojo telqueliano. En marzo de 1969 Lacan recibe de Robert Flaoeliér&,
director de la ENS, una carta en la que le anuncia que le retiran la sala oussane Y no
9518
podrá dictar su seminario allí el afio siguiente. Flaceliére no da ningún motivo para

156
Sunset Bou/evard: miserias y esplendores del movimien to de protesta

expulsió_n, pero invoca la reo rganizac ión de los estudios en la ENS y la reci ente ley de
orientación de Edgar Faure . Este es pecialista d e la pa·idof·iii·a el m · .
· d L " Y a or griego piensa
que el discurs o e ac an es mt1nd a~ o· Y no se ade cua a las buenas cost umbres de la
umversi~ad. ~de más, se q ue¡a de oi r hab lar sin ce sar de falo, a la vez que se irrita por
el excesivo numer o de hermoso s a utomó viles estacionados en la ace ra de su escu ela
a la hora del almue rzo .
La~an ~uarda laca rtade_ex clus ión Ye spe ra el 26 de junio, fecha de la última ses ión
del s_em1nano, para hac e rla public a . Ese día la lee delan te de su aud itorio y luego la hace
d1stnbu1ren num erosos e¡e mp la res. Aco mpaña la lectura con comenta rios capciosos
en los que se burla d e l nomb re d el d irector . Éste es tratado de "Flatulenc iera·
"franciscan~ " Y"n~ se la aga rren dem asiado con la flaceliere 112". En rea lidad Lacan esté
loco de ~ab1a, hen do, ave rgonzado Y humillado , porque atribuye gran importancia al
reconoc1m1ento de la Un iversidad. La e ntr ada en la ENS produc ida e n 1964 represent ó
para él un enorme desquite , y, durante se is años , la conquista de ese bastión dio a su
enseñanza la oportun idad de renace : y a él la de hacerse célebre . y de repe nte , por una
carta 1mbéc1 l, rev ive las horas sombnas de su "excomun ión". De nuevo es tratado como
una oveja negra y expulsado de una poderosa instituc ión en la que consigu ió hacer oir
su palabra. Con esta expu lsión se pa rece a una especie de Sócrates acusado de
pervertir a la juventud de l país en el preciso momento en que se efectúa, en la
Universidad , el proceso de norma lización . Respec to a eso , la op inión común no le es
favorable. El año anterior , Flace liere ya hab ía querido expulsarlo, pero hab ía tenido que
renunciar a su decisión deb ido a la presión que sob re él eje rcieron Althusser y Derrida.
En enero de 1969, el lingü ista Georges Mounin echó leña al fuego publicando un
artículo contra é l en la NRF: "[Su ] est ilo no prepara la curiosidad sanamen te o rientada
por la lingü ística: respecto a esto, es de dep lorar que la école Norma le, en donde por
prioridad hubiera debido produc irse un agg iornamento ling üístico de alta ca lidad, haya
perdido en parte a causa de Lacan unos diez o quince años difíciles de recupe rar
hoy113."
No bien Lacan termina de leer la carta de expuls ión , la muchedu mbre del seminario
se pone de p ie y decide ocupar el escr itorio de Robert Flacel iere. Entre los primeros en
llegar figuran Jean-Jacques Lebe l, Antoinette Fouque , Laurence Bataille, Philipp~
Sollers, Julia Kristeva y muchos otros más. Durante dos horas permanecen all ,
tranquilamente antes de ser evacuados por la guardia móvil. La prensa se apode ra del
asunto y se muestra moderada respecto a Lacan. No obsta_nte, numerosos i.ntelectua les
finnan una petición en su favo r. e uando F ran9ois Wah l le pide a c.1au_de Lévi -Stauss que
agregue su nombre, éste se niega, y reca lca que una pers_ona invitada a un salón no
debe armarlío. Por su parte, Pie rre Daix va a la calle de_L1llepara lleva rle a Lacan el
testimonio de solidaridad de A ragon y de Lettres Franga,ses. Interrogada por el diario
Le Monde la "dirección " de la ENS responde que el seminario de Lacan es mundano
YPococie~tífico. Al día sigu iente , bajo la presión ~e Derrida y Althusser que amenazan
contomar posic ión públicamente, Flaceliere califica de provocac ión la opinión de la
"dirección". Luego agrega: "S i bien esa dec la ración es totalmente falsa, lo que en
C8mbio es cierto es que los oyentes del Sr. Lacan , que el miérco les ocupa ron m1

• P&labra
rusa, que designa una casa de campo situada en los alrededo res de una gran
Ciudad.
(N. de la T.)
157
La Francia freudiana en todos sus estados

escritor io, se comportaron como discípu l?s poco d ignos de tal maes tro puesto que
escr ibieron all í gratt itis obscenos y cometie ro n depredac iones y vanos robos 114:
Esa semana , abre sus puertas el Salón de la Pintu raJove~ . El vis),tantepuede Ver
allí un inmenso cuadro realista cuya leyenda no da lugar a equ ivocas : Lou1sAlthusser
vac ilando en entrar en la datcha* de Claude Lév i-St rauss donde están reu_nidos Jacques
Lacan , Miche l Foucault y Roland Barthes, en el mo mento en que ~arad io anuncia que
los estud iantes decid ieron abandonar a legremente su pasado . En e l catá logo, la
datchaes cal ificada de "residencia sec undaria y pe rmanen te, en la que , con un marco
particu larmente rebuscado , la ple nitu d de una naturaleza excepciona l favorece la
creación de las estruc tur as."
Lacan se siente muy solo. Está convencido de que se ha fo rmado un "complot>
contra él y da a entende r a Sollers que Derrida y Althusser no imp id ie ron que Flaceliére
actuara. Sabe que la dec isión es irrevocab le. Todos los días se e ncue ntra con Sollers
para hacer un balance de la situación, y trata por todos los medios de que se hable de
él. En el d iario L'Express, almuerza en compañia de Fran9oise Giroud el escritor y
Antonella Guara ldi, una joven fi lósofa italiana , muy bella, que lo acompaña a todas
partes. Le pide a Giroud que escriba un artícu lo sobre su expulsión. Ella lo redacta y
recoge el val iente tes timonio de Gilles Deleuz e: "E l doc tor Lacan -dec lara éste-es
uno de los maes tros del pensamiento actual. Sería sumamente lamentabl e e inquietan-
te que se lo prive de un lugar de enseñanza pública 115." Después del almuerzo en
L'Express, Lacan declara a So llers: "A la Univers idad, usted sabe, no hay queseguir1e
el juego 11s:
Sin embargo, sigue . A su mane ra ... Después de varias gestiones obtiene un
anfiteatro en la Facultad de Derecho, cerca del Panteón, para prosegu ir su seminario
en el ámb ito de la EPHE . El luga r es inmenso y desde el primer día la multitud se
aglomera, más densa que en la ENS. Por lo demás , e l seminar io de este primer año de
emig ración está ded icado a L'envers de la psychanalyse, es dec ir al lugar que ocupa
el discu rso univers itario entre el psicoanál is is, el maest ro y la histérica: en total, cuatro
discursos esca lonados en maternas. Desde la sesión inaugu ral, Lacan anuncia su
intención de aparecerse en la Universidad de Vincennes para representar allí cuatro
improvisaciones: lo inv itó la UER de filosofía. Una vez más, ha transformado una
derrota en victor ia, insta lando a sus oyentes en un espacio mucho más amplio Y
proponiendo llevar la lucha al corazón del bastión universitario más contestatar io de
Francia.
El segundo Coloqu io de Cluny se celebra en la pr imavera de 1970. Durante tres
días entre los muros de la abadia y en med io de un gran número de universitar ios, que
concurrieron simplemente para hablar de literatura, la polém ica entre Te/ Que/y sus
adversarios llega a su apogeo. Una sola ponencia, la de Catherine Clément, se
concentra realmente e~ una lectura de Freud y Lacan en la perspectiva marxista: Por
lo _demás, los enfrentam;entos se producen entre las revistas Te/Que/y Action Poét1que.
Mitsou Ronat impugna la utilización que Julia Kristeva hace de la lingüística, mientras
que Henri Delu~ ataca el revo lucionar ismo telqueliano y vanguard ista. Por último, yo
misma ataco vivamente las tesis de Derr ida. La finalidad es demostrar que e5táfl
vinculadas a una vis ión heidegger iana de la arca icidad y son incompat ibles con 1as de
Lacan111.
El ~egun~ dí~, bajo la pres ión de Sollers, que amenaza con retirar sus tropas d~
1
Co oquio, la direcx:ión de la NCdec1de censurar a Mitsou Ronat por polemizar en forfTl

158
sunSet Boulevard: miserias y esplendores del movi·m,en
· to de protesta

demasiadoviolenta con Ju lia Kristeva . Será separado . .


rnento1a dirección de la NCestá dec idida a ab d de la publicación, pero desde ese
~~ revista Action Poétíqueentab lan negociac ion:~ e~:ar Te/ Que/. A nto1ne Casanova
y des las noches y las comidas en la cant· se sent ido. Lo cierto es que las
tar , ,na se desenvue lven e ¡- f ·
veceslas amistades se rompen bajo los efectos del vino de M.'.1 n un c ,ma ebnl. A
·cas de cada uno . Entre bastidores ce . con ode las d1vagac 1ones
te6n . . . • me en la tnbuna , los actores del frente rojo
tienen· la 1mpres1ón1de t ·destruir
d f y des pués recons tru·i
· r el mundo gracias . al avance
victonoso de un pro e ana O antasma. Naturalme nte, el pueblo de las fábricas no está
resente. El terronsmo
. verbal
_ y la pedantería
. dominan las ce nversac1o . nes mientras
.
P
que 1os telquel 1anos ya sue nan con un onente más escarlata '
El efecto del Colo quio fue provocar una doble ruptura enti e el PCF y Te/ Que/ por
una parte y entre Te/ Que/y Dernda_por otra. Gracias a la expulsión de junio de 1969 ,
Sollers se _acercó mucho a Lacan ._Este le dio un texto para la revista y después , por
1rnpac1enc1a, lo retiró. Sollers s1nti~.ª Lacan muy solitario en medio de una familia
dispersadapor los comp rom isos poht,cos . Sigue esperando arrastrarlo a la aventura de
su revolución. Por otra parte , a Derrida lo requ iere la revista Promesse para que res-
ponda a los ata ques de Cluny. Acepta. Jean- Louis Houdebine y Guy Scarpetta se
encargan de hacer la entrev ista, que tiene lugar el 17 de junio de 197 1. Durante el
verano se intarcambian algunas cartas y Derrida dec ide agregar a la entrevista una
larga nota en la que, por primera vez, ajusta las cuentas a la obra de Lacan, como
antaño a las de Foucault y Lévi-Strauss. Hace tres reproches esenc iales al relevo
lacaniano: el adhe rir a un te/os de la palabra plena, identificada ella misma con la
verdad, el recurrir masivamente a la conceptua lidad hegeliana , y el invocar con mucha
ligereza la autoridad saussuriana . De paso , confirma que hizo todo lo que estaba a su
alcance para que la enseñanza de Lacan en la ENS no fuera interrumpida, 1a.
Seis meses después de esa entrev ista, en una conferencia dictada en la Universidad
Johns Hopkins, Jacques Derrida ajusta más cuentas aún a la obra de Lacan, atacando
el Seminariosobre la carta robada. Publica la expos ición en Francia, en 1975, con el
título "Le facteur de la vér ité119."Con respecto a ese seminario tan importante que abre
los Escritosy caracte riza la esencia misma del relevo lacan iano de la madurez, Derrida
realiza un trabajo de benedictino virtuoso: produce un verdadero análisis textua l de la
escritura lacaniana y por eso su critica se conv ierte en un homenaje , no a la doctrina
de un maestro, la cual es objeto de un severo juic io filosóf ico, sino a su arte particular
de interpretar una ficc ión para situarse en la histor ia. Derrida hace notar que Lacan se
vale de la literatura para ilustrar la ve rdad de su doctrina, es _decir una verd_adexter ior
al texto literario. Al actuar así , se acerca a la práctica del ps1coanálls1saplicado en el
precisomomento en que lo condena . Además de esa contradi_cción , Derrida también
subraya que Lacan ha leído perfectamente bien el comentano de Mane Bonaparte
s?breel cuento de Poe y que aparenta descartarlo tratando a la princesa d~ "coc inera·
sin mencionar su nombre. S in embargo , Lacan se apoya en la de~ostrac1ón de _ésta.
Enefecto, Marie es la primera en notar que la carta robada por el minist ro fue deslizada
enun portacartas, colgado a su vez "de un botonc ito de cobre s1t~~do debaJo del _medio
de la chimenea·. Proponiendo esta lectura , la princesa re,ctlf1ca la traducción de
Beaudelaire que escribió sobre. Luego compara la carta a un s I mbolo del pe~e materno
COigado sobre una cloaca representada por el hogar de la chimenea. A partir del cote10
delos dos comentarios Derrida sitúala posición que Lacan intenta ocupar contra Mane
Bonaparte en su relación con Freud. Para Lacan -<lice- la princesa se parece al

159
La Francia fraudiana en todos sus estados

ministro del cuento de Poe: fue ~a legatar ia francesa de la autoridad freud iana, y gracias
a esa posición desv ió la ensenanza de aque l, robó .,su carta. Fren!e a ~lla, Lacan se
considera el rep resentan te de la verdadera o de la recta doctrina . Se identifica con
Dupin: "Quiere -e scribe Derrida- con la ex plosión pasiona l cuyos signos hemo
señalad o, encontrar de nuevo el rumbo,. rectific ar, endere~ar, pone~ _denuevo en e~
camino recto, lo que no ha sido recla mado , es decir la co mun idad anal1t1ca en la medida
en que se organiza como una "lista de cor reos que guarda sellada e l poder amenazante
de una here ncia 120:
Derrida hub iera podido agregar, pero no lo hace, que Lacan , diez años después
de la publicac ión de ese famoso seminario , tendrá la ilusión de poder evitar que su
propia doctrina esté sometida a des.viacio nes . Si bien el maestro se cons idera el único
poseedor de la "ve rdadera· verdad freud iana, no está a cubierto de las alteraciones que
padece su escritura. Al fin al de l relato, el caba llero Augusto Dupin cuenta al narrador
cómo le hizo una mala pasada a l Ministro. En el lugar de la carta recuperada y devuelta
a la reina, deslizó otra en la cua l copió de su puño y letra unos versos sacados del Atreo
de Créb illon padre: "(...) des ignio tan funesto / Si no es digno de Atreo / es digno de
Tiestes ". Como el Ministro conoce la letra de Dupin , sabrá descubrir quién es el autor
del pase mágico. El caballe ro firma así su fechor ía, pone su marca a su "designio". En
suma , traza un nombre sobre la resolución del enigma. Ahora bien, Derrida observa
que, al redactar , Lacan emp lea dos de cada tres veces la palabra destino en vez de
designio 121. Probablemente se trate de una errata: en la primera versión publicada en
La Psychanalyse, Lacan escribe una vez designio y una vez destino. Luego este error
es copiado en los Escritos . Pero en la versión pronunc iada oralmente por Lacan y
transcrita dos años después de la publicac ión del " Facteu r de la vérité", Jacqu~s-Alain
Millar escribe designio y no destino. En esta conferencia Lacan no evoca más que una
sola vez la cita de Crébillon 1 zi. Para afirmar que Lacan "fue rza dos de cada tres veces
el designio en destino·, Derrida se basa en el prefac io de la edición de bolsillo de los
Escritos, en la que el autor vuelve sobre la carta robada y habla de un "destino tan
funesto", cometiendo esta vez una alterac ión que no puede ser una errata 123• De ahí
deduce Derrida que Lacan transforma el cuento de Poe para imponerle una verdad
exterior según la cual una carta siempre llega a dest ino. En otras palabras, muestraque
en la escritura misma de Lacan se urde u na operación de ficción en la que el autor se
reexpide a sí mismo la indivis ibilidad de la carta (letra) , es decir el "todo" o el · uno' de
su doctrina.
Vemos aquí cómo funciona el procedimiento de la desconstrucción. Derrida hace
aparecer en el texto mismo fallas y desplazamientos. Sobre todo pone el acento en un
punto esencial de la enseñanza lacaniana que va a resultar ser determinante para la
continuación de la historia y que afecta al destino del conjunto del seminario : ¿se trata
de un "todo", de un "no todo", de una herencia, de una carta que ya llegó al destinatano,
de una pala~ra '.'voladora" o _deuna transmisión íntegra!? En 1975 el artículo de Dernd:
no suscita mngun comentano de parte de los lacanianos. Pero , dos años más tarde,5
reanuda el debate , en el marco de Confrontat ion, después de la pub licac ión del librode
Fran901sRoustang, Un destin sí tuneste 124. El mismo año, en los Estados Unidos, sirve
de punto de referenciá a una discusión sobre el ps icoanális is y la literatura en 1 ª
Universidad de Ya1e1:25. ·
_Enel momento ~n que los escritores de la revista Promesse se entreviStan :~
Derrida, están ellos mismos embarcados en la ruptura de Te!Que/con el Partido. De

160
svnset Bovlevsrd: miserias y esplendores del mo v,m,ento
. . de pro testa

la batalla de Cluny queda claro que La Nou1-1 ..


materia de literatura . Por esta razó n las amb·elle Critique rechaza la linea úníca en
parecenjdanovianas y poco com patibles co n ~~'ºt es _hegemó~icas del telquelismo le
Argenteuil. Por su parte, Sollers evol uciona haci: ~rahs'.11°def1n1do ~n el Congreso de
a 10smiembros de la revista Prom&sse e mao,smo. En ¡uniode 1971 arrastra
Partido. Te/ Que/ publica entonces un ma'n~i~eson C<?m~ ~1stªs, a una r_upturacon el
0 st
PCF. El Partído es metido en la misma bolsa q~~ :~ ll al d_ogmát1co-rev1sionísmo· del
1
de nueva antorcha para el sueñ o de un orie t _urgues,a, mientras que Freud sirve
Timonel. La revolución imag inaria se traslada~ e (º lº dominado por la figura del Gran
del Medio: "Nunca creím os y nunca aparen t
8
ª plaza del Colonel-Fabien al imperio
Freud en el desar rollo de la ci encia marxista ª'.11;s ~ reer que se podía prescindir de
freudiana. Esta división traza y transfo rma to'd~ d'e arx_zn el ~esarrollo de la ciencia
los su¡·etos que participa en ella no puad isp~s,c, n pohtica. Y la econom!a de
e no ser también la del a ál' · A ál'1 1 ·
del cual se sabe qu e ¡·amás es gratis 12s·• En est a perspectiva. haynque ,sis.
art· 1 s 1acerca
n s ·
del inconsciente a un marxismo de inspirac ión maoísta L d icu ar e su¡eto
· d t . . · a esconstrucc1ón dernd1ana
p1er'de en Ionces
b erreno
· · en benef1c10 de un su¡·eta lacan·1ano de 1a ciencia.
• • Ahora bien•

Dern a aca a de criticar


- a Lacan
. en relación al significante Y de aceptar en el mismo · ' •
mament o una reuni 6 n con Anto 1ne Casanova a fin de disipar las brum d CI L
ruptura con Te/ Que/ es pues inev itable. Después de que aparece la :~treevist~ny~b l~
cada en Promesse los puentes se rompen definitivamente. P
Un man_ifiesto_colectivo ~edicado al surrealismo anuncia antes del viraje de 1971
la n~eva ?nentac16n telquehana 127 . All í, el movimiento de Breton es acusado de
~nnivenc1a con el oscurantismo , el trotskismo y el junguismo. En un artículo titulado
Méconna,ssa~ce de la psychanalyse dans le discours surréaliste", Jean-Louis
Houdeb1ne se ¡uega a Lacan contra Breton condenando las "desviaciones• propias del
s~rrealismo. Tira en el mismo cubo de basura a Janet, Myers, Floumoy y Breton para
afirmar que el surrea lismo no ha sido más que el lugar de una desviación junguiana.
Frente a ésta, Houdeb ine reivind ica en bloque todo el lacanismo, desde la tesis de 1932
hasta los Escritos. Hace de Lacan un contraveneno materialista y cientifico a la
aventura de Breton eliminando no sólo los lazos del joven Lacan con el surrealismo, sino
la acogida que dieron Creve l y Dalí al caso Aimée . Lo únicoqueseevocaelogiosamente
es el artículo de Nizan.
Después de la ruptu ra con Derrida y el rechazo del "dogmático-revisionismo•, el
frente rojo telquel iano se desp laza hacia la situación italiana del psicoanálisis, en la que
se producen modificaciones deb ido a un comienzo de implantación del lacanismo en
los países de cultura latina y religión cató lica.
Desde 1967 , algunos intelectuales italianos empiezan a conocer la obra de Lacan
Y van a hacerse el análisis en su diván. Es el caso de Giacomo Contri y Armando
Verdiglione entre otros. En 1972, Contr i crea un grupo autónomo, "la Scuola Freudiana·,
que un año más tarde se conv ierte en una asociación con fines de formación . Traduce
una parte de los Escritos. Parale lamente , Verdiglione participa en un grupo que toma
el nombre de "Semiot ica e psicana lisi", de la que llega a ser secretario en 1973. En 1974
nace una "Cosa Freudiana ": cosa en francés (chose) fonéticamente evoca la causa
(cause}. Los estatutos de esta asociación son parecidos a los de la EFP, pero la
r
pre~idencia es coleg iada y el pase es efectuado por psicoanalistas no por un ju_rado.
El directorio está compuesto por dos milaneses, Verd1ghone y Contri , y un palerm1tano,
Gluseppe Musotto. Lacan da directrices para que sus alumnos italianos formen un

161
La Francia freudiana en todos sus
8 sados
1

pode " y Muriel Drazien se instala en Roma para represendt~r al maestro. f'.ero Pronto
.all an las disputas. Los fundadores se echan en cara sus 1ve_rgenc 1as y_nvalidades.
. ) Musotto y contri pasan a se r miembros de la_EFP,con s~ ,rg10F1nz 1y Virginia Finzi-
'· que animan en Milán un grupo de tendencia marxista,_ la Pratica Freudianai2.a _.
::::atolicismo y marx ismo son los dos ingred1e_ntes a pa rtir de los cua les se creaun
,so lacanismo ital iano, folk lórico o sectario, implantado en los márgenes de un
·dad psicoanalít ica oficia l en crisis Este la~anis~o se desplieg_a en un rnar~
,ógico dominado desde hace liempo por el ¡ungu 1smo Y la Iglesia romana. Los
.-,ntes n1ovimientos anti psiquiátricos lo impugnan y toda la comunidad intelectual
rna lo vive como algo "par isino".
Afortunada mente , Armando Verdigl ione no es el único rep resentante del rnoVi-
-,nto lacan iano en Italia. Pero es su figura más sombr ia y la más paradójicamente
trisina. Nacido en 1940, este extraño professore es de origen ca labrés. Educado por
,s ¡esuitas, luego estudi ante en la Universidad del Padre Gemell i, hac ia 1968 se hace
niaoísta ", entre dos sesiones en el diván de Lacan. El hombre es una combinación de
1estigo de Jehová y padrino de opereta. Se toma por Dante, sueña con funda r un nuevo
esperanto freudiano y persigue con sus furiosas imprecaciones a los dos "demonios'
que según él perturban el mundo moderno: el junguismo y el marxismo. Así que ve por
todos lados agentes de la KGB y esp ías del Opus Dei. Verd iglione habla una especie
de lengua funda mental en la que se mezclan la glosolalia de los verdaderos locos
literarios y la pomposa verborragia de las sectas esotéricas. Durante los diez años de
un reinado que se extiende de 1973 a 1983, construye en Italia un fabuloso imperio
editor ial compuesto de múlti ples grupos y rev istas. Atrae en torno suyo a los grandes
nombres de la literatura, la filosofía y el psicoaná lisis me diante suntuosos coloquios,
con todos los gastos pagos, de Nueva York a Tok io y de Milán a París. Verdiglione
qu iere llevar la peste al unive rso . Naturalmente, las celebr idades transportadas a sus
co loquios igno ran de donde viene el dinero. No es asunto de ellos. Y después
Verdiglione traduce sus libros, publica las ponencias, paga las facturas según una
rigurosa j erarquía del "toma y daca ", a cambio de una buena pizca de publicidad en la
prensa parisina.
La res istible ascensión de Armando Verdigl ione empieza en Milán, en un coloquio
celebrado en diciembre de 1973 sobre el tema "Psicoanálisis y politica·, en el que se
reúnen el grupo Te/ Ouel, con Sollers y Kristeva, los representantes de L'Anti -Oed1p~,
con Guattari y Oury, Serge Leclaire y varios italianos entre los que figuran Sergio Finzi,
Elvio Fachinelli y Gian Franco Minguzz i. En este encuentro también participa unajoven
terapeuta francesa , Marie-Claire Boons, alumna de la SPP . Pertenece a la corriente
llamada "Yenan" 129 , que conduce Alain Badiou. Dicha corr iente recusa a la vez el
lacanismo , el deleuzismo y el telquelismo. Octave y Maud Mannon i no se tomare~la
molestia de ir, pero enviaron una contribución escrita . En cuanto a Lacan, anuncio ~u
ida pero desiste en el último momento: no quiere ni desaprobar ni apoyar esta operacion
dudosa en la que_se enfrentan los hijos de Marx, Mao y Su Majestad. Así que decid:
quedarse en Pans. Siempre adoptará esta actitud de no desaprobación y no apoy '
ta~to respecto a Verdiglione, que será violentamente expulsado de la EFP sin jamás ser
miembro de ella, como respecto a las empresas telque lianas o maoístas .
. En Milán, los deba!es son cómicos, ininte ligibles, delirantes o sectarios. _Cada un;
defiende su mer~adena creyendo reconstruir el mundo y an iquilar el st~llmsrn°~
fasasmo y el totalitarismo. Sollers se reve la como el mejo r acto r de esta s1n1estrafa 8

162
.
sunsetBcvfevard: miserias Y esplendores del movimiento de protesta

L claire su espectador más ácido. Uno se divie rte y el otro se .


Y tprirnero. Félix Guattari gr ita imprecac iones sobre la "mic ro~e1~.e las payasadas
die tiga al nazismo Y el neomarxismo pa ra anunc iar q ue las armaºsidt1cacdel deseo, Y
us . d f . t M . e astro Mao y
otski cristalizan un eseo asc 1s a. ane -Clai re Boons den unc·1 1 .. •
Tr · d 11 can ·smo
recuperac1gn;~ ~ a I i e ·s Pº!' 1 · · •
~ r~;v1_
• ª as melosas
~10~1s:no . ~n cuant o a Verdiglione, habla de
•ceroficac1 n e cua qu_1 _r ó1 mso'11 e c1 ra o , de no semiot izable' Y de "fuera del
decir' . Antes de su expos1_c1 n, o ers ve un_cuadro que represe nta a Sansó n Y Dalila,
•cabeza cortada , falo -mu ier con espada, mirada en tre las pie rnas todo eso I e t 1
d d y · . . 'd b ' r ne a
busto de Leond ar o a d1n~1eng 1 ~ stoí re unas banqu etas para canó nigos en congre-
so.' corno la enunc ia e a ps 1qu1a r a sov1ét1cano at rae suf icientemen te la atención
de la sala, pasa al acto Y le pone a Leonardo un sombrero y unos lentes. El público
encuentra la cosa de ma l gusto y lo trata de s invergüenza. En todos los restaura ntes
de la vecinda~ los part icipantes en e l co loq uio sigu en achurándose sobre la antipsiquiatría,
la experiencia de La Borde, el deseo deseante y el s ujeto del lenguaje . Están
embarcados por una decena de años en la tor menta del ca lab rés 130.
oe regreso a París, Sollers prosigue su marcha hacia el oriente rojo . Siempre muy
profesional en sus altanzas de l mo men to, prepara acti vame nte el viaje a China de
algunos autores de Seu il: Roland Barthes, Ju lia Kristeva , Marce lin Pleynet y Fran9ois
wahl. La idea emana de Maria An ton ietta Macciocch i, que acaba de publicar su libro
sobre el asunto . Lacan está entus iasmado: encuentra "asomb rosa' a esa selíora y
decide enseg uida vo lver a to mar lecciones de ch ino . Sollers se ocupa de las formal i-
dades. Espera tirar una pied ra en el tejado de l PCF : según él, si Lacan va a China, "la
alianza objetiva del lacan ismo y el revisionismo " quedará por fi n rota. Lacan no pide
tanto. Su principa l preocu pación es conseguir un pasaporte para su querida amiga.
También quiere saber si los chinos tie nen in consc iente y tal vez quiera hablar de ello
personalmente con Mao Zedong, como antes con el Papa. Los ch inos pronto rechaza n
la presencia de Macc iocchi. En cuanto a Sollers, se ocupa de su revoluc ión mundia l con
sus amigos de la embajada . Desde su oficina de la calle Jacob, dirige una ardiente
campaña contra el pensamiento de Confucio: en Pek ín se desarrolla la misma. Una
mal\ana, una delegación de la e mbajada se aparece en el dom icilio de Lacan con
automóvil oficial y bande rita. Trae el pasaporte sol icitado agregando el respetuoso
saludo del Gran Timonel. A camb io, Lacan les entrega un ejemp lar de los Escritos con
dedicatoria, que será depos itado en e l Instituto de Cienc ias de Pek in 131• Sollers cree
haber triu nfado en su empresa " Lacan en casa de Mao · , un t ítulo soñado esperando
saber si los ch in os tienen inconscien te . Tres días más tarde , Su Majestad va a la
embajada y cancela el viaj e : su querida amiga no ha querido ir. No habrá oriente rojo
para el docto r Lacan: "Iba a ven ir con nosotros a China -anunc ia Te/ Ouel en un co-
municado- : lá stima que, como se disculpó é l mismo , no haya ten i_do tiempo para
repasar, antes de su partida, sufic iente ch ino como para eso. Nos_hubiera ~ustado ve r
aLa~n discutir de im proviso con la población. La experiencia hub1;ras1do interesante.
Es cierto que Lacan se habla empezado a inquie tar por la campana _contra Confu<;1?Y
porque éste sea presentado como el ideólogo de l esclavismo en China . Pero la crtt ica
~e 1~ '_voluntad del cielo '. dei 'conocimient~ i~nato ', de la {'m,oderación para vo lv;~ ~~!
nd
ritos .:.Puedechocar a un ps icoana lista instituido? Ou1zás132 - Al regreso, Rola
80
YFran9ois Wahl casi no harán los elogios del imperio chino: nueva derrota ~ara !lers:
81
. El periplo chino ina ugura para Julia Kris teva un violento regreso hacia psioo~
náhsis 0 fi1 . S p P. "Lacan cuyo semi nano
aa 1. Por consigu iente, inicia un curso en la · •
163
La Francia freud íana en tOdos sus esta
dos

seguía hasta 1974 y cuyo genio,barroco me conmueve cada _vez _comouna verdadera
sesión de psicoanálísis, no hab1a s_a b1do liberarse de las obligaciones que le imponia
su medio para acompañarnos a China co'?1 o habla deseado. Desde a~uel período, rne
pareció descubrir en él los signos de la ve¡ez y en su escuela los de la impostura. Evité
pues seguirlo en su penoso fin133 ." . . . . .
Mientras que Lacan decide anular su Vla¡e a China, Verd1ghoneprosigue, con el
apoyo de Te/ Que/, su febril movilización de la intelligentsia parisina. Cada año los
coloquios son más vastos, más suntuosos y más delirantes. Sexo y lenguaje, cultura
e inconsciente, alucinaciones, locuras, arte, peste Y apariencia: el emperadorno resiste
a nada y nada se le resiste. Viaja por el mundo entero, telefoneando sin cesar a sus
diferentesoficinas milanesas y soportando con dificultad el extrañamiento y la privación
de spaghettis. Una día decide adelgazar, se interna en una clínica y resurgetotalmente
nuevo con treinta kilos menos. Luego, siempre apoyado por Sollers, vuelve a recobrar
el peso y la actividad. Hacia 1980, planta en París una rama de su imperio, despuésde
un coloquio abracadabrante dedicado a "La Verdad". En abril de 1981, se paga una
página entera del diario Le Monde en la que publica noticias cortas sobre su obray su
persona. Las redactan una pléyade de psicoanalistas, escritores y celebridadesdel
momento. Entre ellos figuran Philippe Sollers, Franc;oisPerrier, Octave Mannoni, Jean
Oury, Philippe Nemo, Marek Halter y Alain de Benoist. Todos alaban sus méritos134 .
Pero, para hacerse propaganda, éste utilizó cartas personales o fragmentosde criticas
que reprodujo en la página de Le Monde sin avisar a los interesados. Así que empieza
a tener algunos procesos encima por abuso de escrituras y apellidos.
Eso no le impide hacerse accionista del diario La Quinzaine Littéraire , queandacon
las finanzas desequilibradas. Embriagado de poder, enseguida quiere obligar a los
redactores a publicar de favor artículos dedicados a su persona y sus empresas. Como
éstos se niegan rotundamente, Verdiglione amenaza con hundir el periódico liquidando
sus acciones. Finalmente, la Quinzaine es salvada de la derrota mediante una gran
suscripción: el profeta aparece entonces tal cual es. La intelligentsia parisinalo des-
aprueba, Sollers lo abandona, sus amigos se apartan de él. Tras doce años de intenso
tole tole el imperio se derrumba de veras. En julio de 1985, la prensa italianacuentala
epopeya tragicómica de este mafioso de la cultura. Su fundación es sometidaa una
investigación judicial por captación abusiva de fondos. un esquizofrénico, en análisis
con un colaboradordel professore, pagó a la FundaciónVerdiglionedoscientosmillones
de liras, en varios cheques, algunos de los cuales, sin fondos, fueron devueltos a la
familia del signatario. Ésta presentó una demanda y el fiscal hizo verificar las cuentas
de Verdiglioney requisar su domicilio. Luego, el asunto pasó a ser penal a medida que
se multiplicaron las demandas135 . En su congreso de julio, Verdiglione hace un ve_ r·
dadero happening. Ya no se toma por Dante sino por el capitán Dreyius y acus~a ltal:
enterade habersevuelto raasta . La prensafrancesa no informa sobreel acontec1m1~ 1;
Los espías del asunto Greenpeace ocupan las mentes. El trente rojo y los ~n~o
can~entes hace tiempo que han sido olvidados. Dos meses más tarde, en un artic~a
publicado en El Express, firmado por Jacques Derogy y Jean-Marie Pontaut,se d
cuenta de que el agente de la DGSE Dominique Prieur lee en su celda en Aucklan
Les flls
· de Freud sont tatigués, de Catherine
' Clément. Esta ·tona
• vez, se trata de una his
planetaria y de un verdadero espía1Js.

164
CAPÍTULO 111.
Reinos divididos

t. Psicoanállsis en ta Universidad .

. A ~artir de octubre d~ _1968 , las vías de implantación del psicoanálisis en la


universidad vuelven a mod1f1carse.Se producen dos experiencias Una se sit' 1
. d. "d"d d D . . ua en e
corazónde Ia herenc ,a 1v1 1 a e an 1el Lagache , en el marco de la Universidad de
ParísV!I, ~ la ?Ira,_complet~mente nueva , hace penetrar el psicoanálisis en el campo
univers1tanosin etiqueta ps1cológ1caalguna. Es Serge Leclaire quien promueve esta
experienciaque abre al lacanismo y al freudismo una salida original, en la Universidad
. .
de París VIII cuyo edificio se instala, a toda velocidad, durante el verano de 1968 en
el bosque de Vincennes en un terreno militar que el Ministerio de Defensa restituyó a
laCiudad de París. Esta Universidad "ex perimenta l" acoge a los no bachilleres y crea
unaenseñanza para las artes, el teatro, el urbanismo, las ciencias de la educación y las
ciencias humanas. El espíritu de innovac ión que la anima ofrece una vía particular de
Implantación al estructuralismo, tanto en el ámb ito del psicoanálisis como en el de la
filosofía. Por lo que respecta a la lingüística, le permite una apertura hacia el
chomskysmo. Cuatro años después de la creación de París VIII se firmará un convenio
retroactivo, por un período de diez años , al término del cual la Universidad se verá
1
obligada a devolver su recinto a la Ciudad y mudarse a Saint-Denis . , _ . .
Antes de 1968 las Facultades eran administradas por un Decano. Este era as1sttdo
porun Secretario General, que desempeñaba las responsabilidades administraUv~s,
y unConsejo que reun fa a los profesores titulares. Los demás docentes ..que co_nst1tu1an
la mayoría, no tenían ni voz ni voto, al igual que el personal adm1nistrat1voY los
estudiantes.
La ley de orientación del 12 de noviembre de 1968, apl_icad~por Edgar Faure,
destruyeeste edificio y fi¡·a nuevas bases a las instituciones un1vers1tanas.Disuelve las
t que son invitados a reunirse en
antiguas estructuras y sólo c~nserva a los .~oc_ene~ ei nement et de Recherche"
tomoa un proyecto pedagógico y a formar _Un1t_ésd Ens fen existen las UER son
(UER)_ (Unidades de Enseñanza e Inve stigac ión) . Noo~vert irse en 'un iversidades .
ilstltuidas por el Ministerio de Tutela para federa~tedy ~da academ ia, gozan de una
O
Lasnuevas Universidades así creadas, e~ el á~bi 8 e pluridisciplinarias y se basan
autonomía administrativa, pedagógica Y fina~ciera. ~~stión. En este sistema son los
1
:: principio de la participación de los u~~ano~ en q~ienes eligen los Consejos de las
, .....~~s, los alumnos y el personal a~m 1~1stra ivo ta ley, la "democra cia" hace su
-•v11HSidades a través de una inters1nd1cal. Por es
16S
l
La Francía freudiana en todos sus
estades

entrada a un terreno antaño dom inado por el· reinado· d


de los mandamas es. Naturalrn
d · ente
no impide en nada que tos manda rinesds1g~n s 1en o man annes y que reinen corn~
antes sobre sus asistentes , alumnos Y 1sc 1pu1o~. .
Para los contestatarios de mayo, la ley de onentac 1ón es la res puesta "reformista·
que da el gaullismo a la indignación _general de la calle Gay -Lussac. Pero para la
izquierda progres ista, desde los soc ialistas hast~ los comunis _tas , aque lla abre la víaa
un real proceso de democ ratizac ión de la ensena_nza. !',partir del ot?ño de 196S, las
UER se federan en Universidades. las cua les son 1dentlf 1cadas con numeres: de Par·
1 a París VII para las antiguas Facultades parisinas Y de París VII I a París XIII para1~s
barr ios suburbanos . Dentro _de las Universidad~s intra mu:-os,.París VII es la rn~
pluridisciplinaria, lo que explica que sea más abierta a las_c1enc1as humanas y a una
redefinición de la psicología clín_ica. En ~I gabinete de Maunce Couve_~e Murvilley bajo
la dirección de Edgar Faure , M1chel All 1ot asume l?da _l a responsab ilidad de la ley de
orientación, desde su concepción hasta su aplicac ión . Espec,ahsta del derecho
africano , será el primer presidente de París V II. Por otra parte , el Ministerio nombraa
Didie r Anzieu encargado de misión con vistas a elabo rar un estatuto del psicólogo.El
Sind icato Nacional de Psicólogos Prácticos Diplomados se conv ierte en un Sindicato
Nacional de Psicoanal istas y con su apoyo redacta Anz ieu un proyecto que será
discu tido en toda Francia . La dimis ión de de Gaulle ocu rrida en 1969 pone fin al
proyecto pe ro el asunto volverá a plantearse diez años más tarde.
Entre 1945 y 1968, el psicoaná lisis está presente en la Univers idad en la vía que
abriera Lagache. Se enseña bajo el rótulo de la psico logía y según una tradición más
janetiana que freud iana. En ese marco , los alumnos unive rsita rios de Lagache ya
ocupan el frente del escenario, en un momento en que la unidad de la psicología sigue
siendo pura ficción . Los experi mental istas y los partidarios de la psico logía social libran
una batalla encarn izada contra la psicolog ía clínica , que sigue sin existi r. Este conflicto
se refleja en violentas luchas instituciona les .
En 1955, un año antes de que se publique el famoso artículo de Georges
Canguilhe m. Lagache asume func iones en la cátedra de psico logía patológica quecreó
en la Sorbona. Ju liette Favez-Boutonier toma entonces su lugar y ocupa la cátedrade
psicologla general. Pero piensa salir de ese ámbito, que juzga anquilosado, para dar
cuerpo a una verdade ra psicología clfnica a la que se le sigue sin encontrar la condición.
Da de ese ámbito una definición ligeramen te diferente de la que da Lagache. Hostilal
examenpsicológico, que juzga demasiado méd ico, hace hincapié en la evolucióndela
personal idad . En otras palabras, el clínico no debe conformarse con examinar al
enfermo, debe seguirlo en el transcurso de los meses y los años. A diferencia del
psicoanalista , no opera ni con la trans ferencia ni con el diván y se atiene a un terreno
1
institucional: CMPP . IMP. etc. Lagache, en contra de la medicina, aspi raba a log~~ ª
unidad de la psico log ía; Boutonier combate la medicina favoreciendo una chnica
1
psicológica sin la etique ta de la unidad. En ambos casos, el psicoaná lisis P8.:ª. ª
sótano, en calidad de doctrina autónoma, cuando los artesanos de la psicologla clinica
95
recibieron una formación psicoanal ítica y ejercen la profesión en sus sociedad ·
Desde_el punto de vista freud iano, semejante posición es insos tenib le. . e,
Mientras Favez-Bouton,erbusca la condición de la psicolog ía clínica , Paul fra iss
5
un experimentalista, ex maestro de confe renc ias en las Universidades católi~ de
Lyon, prepara su tes is de doctorado. Situado en la onda de la democracia crist1
forma parte del lote que Emmanuel Mounier ganó, antes de la guerra , para la causa
an;
166
..
Reinosdivididos

revista Esprit. En 1939, fundóuna librerfapers .


'ª d 1 -
ruegopasó a ser uno e os proconsules activos del ru
onahsta en r II .
a ca e Mons,eur-le-Prince,
un papel centra l2 . En 1957 lo nombran profes g popara desempeñar enseguida
sorbOna y cuatro años más tarde sucede a La or ~e psicología experimental en la
psicología. Una vez en ese cargo, combate ai~c e en la dirección del Instituto de
propio Laborato rio de ps icología soc ial compa radivamente a los clínicos, creando su
eoutonier esperaba recuperar. Por más que mo~=:~ nos locaresqueJuliette Favez-
Étienne Sour iau nada más_que una buha rdilla llena de c~f ra, no obtiene _del decano
1ogra instalar un Laboratono de psico logía clínica. Así P ornas, donde sin embargo
tenga a bien mudarse pa ra trabajar en un espac io más que debe esperar que Fra,sse
la creación de un cargo de profesor asistente en psic:i~r~da~!e: Desde 1958, e~ige
puestoque esa disc ipl ina no ex iste . De manera que debe ;,ªn~ mica, que se le niega
de psicología y punto. armarse con un puesto
Pero, por_su parte , Pau l Fraisse sigue combatiendo audazmente a ros alumnos de
Lagache_.Hacia 1963, D1d1erAnz 1eu plantea su candidatura para un segundo puesto de
ps1colog1a genera l, en la Sorbona , reclamado por Juliette en razón del número cada vez
más _elevado de estu_d1antes. Para dejar de lado a Anzieu, Fraisse propone la
candidatura de otro ps icó logo , ex de la ENS y especialista en psicología animal. éste
es nombrado en 1964 y Anzieu emigra a la Facuitad de Nanterre para impartir allí una
enseñanza de inspi rac ión más psicoanalítica. En octubre de 1967, Lagache hace su
última aparición públ ica en Ia Sorbona tras haber intentado en vano ser elegido para la
Academia Francesa . Se niega a adm inistrar su sucesión según una perspectiva
psicoanalítica y se las arregla para que su cargo pase a Henri Faure, un janetiano hostil
al freudismo. Ahora ese bast ión ya no puede ser tomado por Jean Laplanche quien, una
vez que defend iera su tes is, hubiera tenido que hacer su entrada por la puerta principal
de la Sorbona.
Mientras tanto Juliette abandona la cátedra de psicología general para crear un
·certificado optativ~ de ps ico log ía clín ica• como parte de la licenciatura de psicología.
En 1966, insta la su laborato rio en cens ier, fuera de la casa madre, en los l~cales que
sirven de anexo a la Sorbo na. La ad ministración la recibe con los brazos abiertos_pero
el certifícaado de psicol ogía clínica sigue siendo una ficción, puesto que es!a disciplina
sólo existe en la cabeza de sus partidarios: o la cllrnc_a es ~s,cológ,c: ~ ~=b:
desaparecer o es médica y debe estar vinculada a la medicina. Asi es que s 1 éd. ~
1
un puesto a Anne -Marie Rocheblave, una analizada df Lairªsº~=·~~: .~ºa~ir:ime ~t~.
Furiosa, Juliette va a visitar al prof_esor Delay para aº~: a inciuso que fa Orden de
éstese niega a otorgar su avala seme¡ante proyect~ Ye;ad~s si se enseña una clínica
~ Médicos segu ramente entablará un ple itoª los ,nJe~liette que se pone a inscribir
sin amparo médico. La amenaza no det iene :uatro asistentes: Claude Prévost,
8StUdiantes. En esa época, está rodeada d~ heblave. El primero es un docente
Jacques Gagey , Pierre Fédida Y Anne-Mane dº~all l República. Ese l únícoquet1ene
muy~impátíco, perteneciente a la gran tradic ión :i no psicólogo clinico según la óptica
una Situación límpida ya que no es ps,coanah sta flóso fo. Recibió su formación en
deJanet. Los otros tres son psicoanalistas. Gage¿ee~~orgesFavez y de las filas de la
laSPP.En cuanto a Fédida, proviene del diván
APF3. d Lagache se encuentran pues en
En vísperas de las barricadas, los herederos á~sis bajo el rótulo de la psicología
una situación paradójica. La vía ab ierta al ps,coan
167
1

La Francia freudiana en todos sus


estados

se convierte en la vía de una implanta ción de la ps icología clinica, en la cu 1


81
sicoaná lisis ocupa una posición secundar ia . Como. la ps ico log .ía c ll nica no t?1ene
P
ninguna ex istencia teóri_cadesde q~e Jan et se ex t rav 16 en ese ata¡o, el freudismo de¡
que igual pretende insp irarse tamb ién se par~_ce a una ficc ión. _
Es la protesta estud ianti l lo que va a perm1t1rle imp lantarse por f1nen la Universid
como saber enseñable , no ya como teoria: , "M.. d b J G
11 ea -su raya acq ues agey- era q
ad
la psicolog ía es ta psico log ía c línica y nada más, con el psicoaná lisis detrás [...] ~:
clín ica ps icopato lógica e,sun lug~ r ~e rac ionalidad . Era p_ercept 1bte an)es de mayo que
ta unidad de ta psicolog1a no ex1st1a y que lo que ensenaba .no se~ 1a de nada a los
estud iantes que engrosaban el mercado de la terap ia. La ps 1co log 1a iba a saltar, era
para nosotros la cátedra o la va lija. Tamb ién me daba la sensación de que las
soc iedades ps icoana líticas ya no podía n reso lver el problema de l aumento d el número
de terapeutas. Había que sa lir de las sociedades psicoanalít icas y adm inistrar el
ps icoanál isis, a través de la ps ico log ía clínica, en el ma rco de la soc iedad contempa-
ránea4."
Respecto a esto, la imp lantación del psicoaná lisis en la Univers idad , que se
produce en el marco de la ley de orientac ión , no es de igual na turaleza al modo de
penetración anterior . Entra s í en un molde antiguo pe ro no responde a los mismos retos.
Inmediatamente después de la guerra el ps icoaná lisis debe conquistar una posición
med iante su prop io mov imiento institucio nal, mientras que en 1968, por el co ntrario, es
cuestión de que los psicoana listas escapen a las soc iedades presas del gigantismo, et
dogmatismo o la anqui losis .
En mayo, aprovechando la agitación , var ios centenares de estudiantes se mani-
fiestan para ob tener una reforma de los estudios de psicología. Ju liette Favez-
Bouton ier, Pie rre Fédida y Jaoques Gagey se va len de la efervescencia para exigir la
formación de una UER de psico logía clinica. Prévost propone reemp lazar la palabra
psico logía por la de antropo logías . Final men te env ían el proyecto a Edgar Faure. Pero
cuando éste lo recibe tiene entre manos ot ro pedido proveniente de un grupo de
tendencia más bien rodgeriana, representada por Paul Arbousse-Bastide, André Lévy
y Ophélia Avron, una terapeuta de la SPP. Este grupo reclama la constit ución de una
UER de psicolog ía soc ial clínica. Como no conoce bien las d iferen tes orientaciones de
los psicólogos, el Min istro junta todo y fabr ica una UER de cienc ias hu manas clínicas
cuyos datos se publ ican en dic iembre de 1968 en e l Diario Oficial . Tras algunas va-
cilac iones, la UER op ta por depender de Par ís V II. La palabra "psicoaná lisis" no figura
en su programa pero se preve una enseñanza de la clinica freudiana bajo el estandarte
de la famosa psico logía clínica. Muy pronto surgen conflictos entre los dos grupos,
primero por el reparto de los cargos , luego con Pa .í s v donde se crean dos UER ~n~
de las cua les toma la denom inac ión de "Instituto de :,sicología" y la otra de "psico109 ª·
1
La primera se ocupa esencialmente de formación práctica y acoge estudia ntes ya
titulares de una maestr ía. Fundada po r G ratiot-Alphandéry, Roger Doron Y Daniel
Widlocher , difunde una enseñanza de psicología de l trabajo , ergono m ía y patología. La
segunda es creada por Paul Fraisse, secundado por Co lette Ch iland, una terapeuta de
laSPP . De inspiración experimentalista, esta UER no d ifunde ninguna enseí'lanzaser:a
en materia de psicoanálisis . Es el resultado de una transacc ión entre una tendencia
9
ultramédicade la SPP y una orientación experimenta lista. Por su parte, Jean Lap1anch
Intenta part icipar, con el lingüista Anta ine Cul ioli, en la creación de una Universidad co~
vocación experimental que tomaría el nombrg de "Matemáticas y ciencí as humanas ·

168
d
Reinosdivididos

El proyecto no se rea liza y Lap lanche en ma


uER de ciencias_humanas cllnieéjss. rzo de 19 69 se une a la experiencia de a
pese a las d1f1cultades , la UER logra ex· t· .
· L · · IS iry d1fundi -
de estudiantes. os psicoanalistas se vinculan al Ed' r su ensenanza a centenares
la psicología social se ocupan de las ''func iones · T ipo mientras que los partidarios de
sintarea·y los otros , "grupos con tarea ". Paul Arb.ou~~~s forn:iangrupos: unos, "grupos
8
de la UER, reemplazado luego por Laplanche ª
.• st1de es el primer presidente
Jacques Gagey quien será pres idente duran teq~e: imite meses después. Le sigue
O
interesado en la psicolog ía clínica, Laplanche es c años a _partir de 1971. Poco
1
la palabra "psicoaná lisis " en esta exper iencia cr:a p~imeroen 1ntro~ucir oficialmente
°
Laboratorio de psicoanálisis y psicopatolog ia ~uyo n durante el_~no 1969-1970 un
de investigaciones : psicopato logía ps icoanalítica programa _s~ divide en cuatro ejes
psicoanálisis, histor ia de l psicoaná lisis y de la prácti!ti':: u~~áhsis aplicado, teor!a del
consiste en leer y comentar la obra treud iana en 81sent'd 1 dana. Su propiaensenanza
'd d · · ¡ E . 0 e un poner sobre la mesa
suconceptua l.I a ong F 1
na. stetraba¡odebened
. . ictinoespan·ent e d.1rectodel o,cc,onano
. . .
Hasta que Ju l 1ette avez - 8 outonierseret 1ra, laps icologíacl ínicacoh b't b. ·
· ál · · d é a I ama I que 1en
cone1ps1coan 1s1s, pero _ espu s surgen nuevos conflictos entreJean Laplanchey sus
colegas, que te rminan ahándose con él. El Laboratorio sirve de emblema freudiano al
coniunto de la expe rienc ia.
Al morir Lagache , Lap lanche as ume en las PUF la dirección de la colección
"Bibliotheque de psychanalyse" . En esa misma editorial, hará publicar sus obras
completas en cuatro volúmenes bajo el titulo Problématiques. En 1975, crea la revista
Psychanalyse al'Universíté, muy bien bautizada, en la que publica su seminario y unos
artículos de sus colaboradores cercanos . El grupo está compuesto de universitarios y
miembros de la APF . El diseño de tapa es la reproducción de un cuadro del pintor
Valerio Adam i, real izado a partir de una fotografía de Freud. Larevistasale cuatro veces
al año. En el transcu rso de l tiempo , va publicando textos inéditos de Tausk, Freud o
Mélanie Klein, así como algunos art ícu los de Fédida, Rosolato, Anzieu, Widlocher, etc.
Deacuerdo al deseo de su f undado r, la rev ista debe permitir a cada uno apropiarse de
su propia UER. De hecho fu nciona como un anexo de Censier y de la APF. .
En aquella fecha, Ja cohabitac ión de l psicoanál isis y la p_sico logía clínica es aun
dificil. Por un lado, únicamente el Laborat orio represe nta el ps c,oanáhsis, _Ypor ?1otro,
1
losdocentes de psico logía clínica difun den el freudis mo por la v1a de la p_sicologia. Los
conflictos se abren paso cuando se establecen los diplomas de estudios ampliados
(DEA,diplomes d'études approfondies ). En 1974, Laplanch? _crea 5~ ~ropiofDErtA
• . . . • d I d.18ndo una poht1cade nuc1eo ue e Y

ps1copatología clínica y ps icoanálisis , e en . . . r ·dad· "El psicoanálisis-
d~scentramiento de l psicoanálísis dent ro de la pluíl discipóin!r~apl~nc he sostiene una
dice- no tiene que estar en el centro de una forrnaci n~ basa en la noción de la
posición idéntica en la Un ivers idad Y en la A_PF,_que ~ análisis personal debe ser
st1
extraterritoríafldad del psicoanálisis. ~n la 1n tució;d!ct icas y en la Universidad la
preservado de toda idea de preselección con miras ~ bitos· 1~ contrario de la opción
80Sel\anza del freudismo debe ser exte rior a los otros m ·
de los psicólogosclínicos. . s sicoana líticas se opus ieron al DEA.
En un primer momento todas las soc iedade, P la segunda habilitación y toma el
luego,seisaños más tarde, cuand?. se efec_tu~e médica y conservadora de la SPP
llOmbrede "doctorado de psicoanálisis , la cornen_d nte en ejercicio de esta soaedad
VUelvea impugnarlo. En octubre de 1980, el pres i e
169
La Francia freudiana an todos sus est
lldos

escr ibe a Lapla nche para participar le su inquietud respecto al empleo del térrni
"doctorado". Según él, se presta a confusión . A lo que Laplanche responde con t~º
razón que la palabra "doctorado" remite a la inves tig~ció~ te órica Y.no a la medicina~
a cualquier ca lificación de médico : "Fuera de la_penpec,a -e scribe-- "¿cuál es no
obstante el fondo? El fo ndo es que esta hab,hta CJ ó n de un doctorado de psicoanális'
. , á IS
viene a culminar algo perfectame nt~ nuevo e_nF rancia y qu1z s en el mundo: la
presencia en la Universidad de un equipo de analist as, que hab lan como tales- no bajo
el manto de otra disciplina, psicología, let ras o filosofía- del análisis , de manera
autorizada , en la Universidad7 ."
El DEA de psicoaná lisis se define de la manera siguiente: se prepara en un afio
no tiene ningún valor profes ional y constituye la primera etapa del doctorado de terce;
ciclo en psicoanális is. Éste no es tampoco un diploma profes ional y no confiere pues
ninguna capac idad para el ejercicio de la profes ión de psicó logo o psicoanalista. Sólo
se puede hacer valer el título de doctor de tercer ciclo para postu lar a una carrera de
doc encia o investigación. Dicho de ot ro modo, los estudiantes que quieren ser
psicólogos clínicos son encam inados al diploma de estudios super iores especializados
(DESS , diplome d'études supérieures spécialisées } para poder tener acceso a los
establec imientos de at ención sanitaria , mientras que los que prefieren el psicoanálisis
son orientados preferente mente hacia los divanes . Para el año 1983- 1984, la UER de
ciencias humanas clínicas imparte su enseñanza a alrededor de dos mil quinientos
estud iantes. Comp rende ciento sesenta encargados de cursos , trece asistentes,
diecisiete profesores asistentes , nueve profesores y profesores de conferencias)' dos
profesores honorarios. Para estas cuat ro últimas categor ias , só lo cuatro docentes no
pasaron nunca por un divánª .Desde entonces , el Laborator io tomó el nombre de
"Centro de Investigaciones para el psicoaná lisis y la psicopato logia".
En 1979, Laplanche suma otro piso a su reino editoria l creando en las PUF una
colección , "Voies nouvel les pour la psychanalyse •. En ella publica tesis dirigidas por él
o libros de sus alumnos. Por último , hoy en día le corresponde a él junto con André
Bourguignon y Pierre Cottet la tarea de unificar los conceptos freudianos en franoés
para la tan esperada publicación de las obras completas: una magn ífica carrera para
un alumno que no se ha dejado mandar por sus maestros.

La experiencia de Vincennes -París VIII no se parece en nada a la de Censier. Para


la historia contemporánea de la Francia freudiana , es mucho más rica en acontecimientos,
proezas e innovaciones. Además , instala por primera vez en terreno universitario un~
enseñanza psicoana lítica libre de toda subord inac ión a la medicina y la psicologia. As1
como las UER de París VII y París V congregan docentes que provienen en su mayoría
de la APF y la SPP, el departemento de Vincennes no reúne sino lacanianos. Respecto
a esto , la Universidad del postmayo sirve de terreno de implantación a las tres
p~indpales cor ~ientes de la historia francesa del psicoanálisis: la vía lagachia~a
d1v1d!da , en Pans ~11baJoel estandarte de la psicología clínica , la vía médica en ~ans
V baJo el del expenmentalis mo o una psico log ía llamada "cien tífica", y la vía lacan1ana
en París VIII.
~a ex periencia se hace posible gracias a los esfuerzos desplegados por S~~ge
Lecla,re que lucha contra viento y marea para imponerla. Desde julio de 1968. participa
en varias reuniones con el decano de la Sorbona , Raymond Las vergnas, al que Edgaí

170
RBinos
divididos

faure acaba de confiar la tarea de crear el cent .


erto esta difíc il empresa, el decano pide coro e~penmental. Para llevar a buen
pu 1 . ·1· nse¡o a su a .
especialista en engua y c1~11zaci6n inglesas igual ue é . miga Héléne Cixous,
oerrida,que apoya la cand idatura de Lec laire. El gr~ i~Í Esta le prese~ta a Jacques
0
a fines del verano , con el nombramiento de G P onmalse convierte en oficial
recomienda a Leclaire insistiendo en su calidad deeo~ges Ca~gu1lhem, y Derrida le
9
enla empresa por f ilosofía . La idea de lec laire es cr m dico . Michel Foucault participa
a los prácticos del inconsc iente, que esté 10 más a7e~ r ~n lug~r universitario reservado
elloes por lo que el departamento de psicoanálisis ~~ s: posibl_ede la psicología. Por
st
se vincula a la UER de f ilosofía en la que enseñan Gille ~n •tuye en UER sino que
1
y muchosotros. Leclaire pide a sus am igos Aulagnier Va~ab~euzePFr~nc;oisChatelet
en esta aventura , pero no aceptan. Miller, que da clas'es en Begay erner que lo sigan
1 · F 1 · esan9on, es 1nv1tadoa la
ve~poráL_ecaire y ouctau t da uni rse a la experienc ia. Elige ir al departamento de
ps,coan 11s1scuyos pues os, e todas maneras, dependen de filosofía E 1 •
. 1 1 · d p . . n a primavera
de 1969, se adh ,ere a a zqu 1er a roletana cuyos objetivos teóricos son "dest · 1
'd d" E t 1 • .d . ru1r a
Unive'.s1 ~ . ~ o no e 1mp'. e segu ir enseñando. No es hostil como Lacan a la
experiencia de V_1ncenn~ _s. En Juho,_se plantea la cuestión de su cargo y, habida cuenta
de su comprom iso poht1co, Lecla 1re le sohc1ta que emigre a filosofía. Le escribe a
Foucaultuna carta en este sent ido . Miller prefiere entonces quedarse en psicoanáli·
sisto.
Naturalmente, la IP, grupo clandest ino, no posee más armas que su terrorismo
verbal. En cuanto a sus fundadores , son de alguna manera los últimos kojevianos de
estesiglo, convenc idos de habe r encontrado en el maoísmo una solución al final de la
historia... Terminada la aventura, harán carrera en el periodismo, la política, la filosofía,
la edición o la Universidad. Cuatro lacanianos adhieren al movimiento: Jean-Claude
Milner,y los tres Miller: Judith, Jacques -Alain y Gérard, hermano de éste. Tres de ellos
provienende Cahiers pour l'ana/yse. . .
Más allá de l act ivismo de cada uno, se puede intentar hacer una interpretación
teórica global de l compromiso de los lacanianos con la IP. En el fondo, éstos
"abandonan· provisiona lmente a un maestro por otro. Ahora bien, Mao Zedong es un
fundador tanto más fascinante cuanto que es, como Lacan, un soberano rebelde. El
timonelenuncia el carácter reaccionario, es decir "totalitario", de todo pensam,ent%~
reducelos suyos a un librito de recetas . En esta perspect iva, sólo el p~ole;a~;~;o del
1
emblema significante de la lucha de clases, permite \~ diso uc~unen~e- destruir el
1
pensamiento en la acción . Ahora bien , el prog'.ama de la es~ siso~edad secreta y
"todo"del pensamiento por el "todo' de la acción, con anoni~-~u~~rdel maoísmo a la
mitología kojeviana del final de la historia. E_ ste carác~~r P:s~cialmente aJean-Paul
francesafascina a los maestros de la generación anten '~iaje oficial a Pekín, a ambos
Sart'.ey Michel Foucault. Si bien no sueñan con hacer-~~a en el corazón de su desafío
1?s llene cogidos esa interrogación de la GP ~ue los :d~ también de manera diferente.
1
hlosót1co humanista o nietzscheano. Lacan e,; ,nt:e. como 10muestra el relevo lógico,
Siempresostuvo que el pensam iento er~ ~n no t :s· Cahiers. Pero el no todo sólo es
1
nacidode una confrontación con el log1c1smo de. en la ciencia el discurso freudiano.
P<>sible en s_uopinión a part ir de la falla q~e ,ntrodUJO En consecuencia, la en!rada en el
su1etod1v1d1do, objeto caído, falla, pérdida_o falta. los Cahiers una signihcac1ón es·
maoísmo proletario rev iste para los lacanian?s de teoricismo , en el "no todo" del
I
P8cifica: eómo disolver el "todo" de l pensamiento, e
171
La Francia freudiana en todos sus
estados

discurso psicoanalítico. Mao Zedo_ng aporta u~a respuesta a esta preguntafilosófi


Sin embargo, con el nuevo orden interno surgido del post:mayo, habrá que admiu~·
. cabo que la disolución del "todo" no encuentra solución sino en la aceptació al
f in y a1 d I IP "d. lt • . llde1
"no todo". Así que los lacanianos saldrán e a . 1sueª., ª!
grac1_as "no lodo•
enunciado por Lacan: v_ olv~rán mas1vame~ r
te a la reahdad social universitaria. J.-c.
Milner regresará a la hngulst1c~, J.-A. M1ller se hará _ps1coanah_stay luego jefe de
escuela, transcribiendo la doctnna del maestro, y Jud1thse ded~cará al periodisrno
Mientras tanto, Lacan mismo habrá efectuado un relevo matemático de su doctrilla,ei
tercero, respecto a la cual veremos que intenta aportar una respuesta a la cuestiónde
la escuela y de lo enseñable: por ésta habrá mod1f1cado su 1u1c10 sob~e la implantació n
del psicoanálisis en la Universidad, pero también habrá_renunc1ado_a 1r a China.Así que
no habrá visto ni la revolución que desaprueba, n1a su llmonel a quien tal vez le hubiera
gustado conocer. . . . . ,
A fines de diciembre de 1968, el Centro Universitario de V1ncennes-Pans VIII abre
sus puertas en medio de un inmenso barullo. Las asambleas generales de estudiantes
dominadas por los izquierdistas, rechazan el proceso electoral que deben instalar 1~
instituciones Pronto es ocupada la Universidad y, el 31 de enero de 1969, Raymond
Las Vergnas dimite. El inspector general Seité lo reemplaza sin poder impedir quela
agitación continúe. El departamento de psicoanálisis empieza pues a funcionaren
medio de los disturbios. Según el sistema vigente, distribuye unidades de valor: nose
les impone ningún curso a los estudiantes, que pueden escoger sus UV en cualquie r
orden. Para obtener una licencia están obligados a tener en total treinta UV, veintede
las cuales elaboradas dentro de una disciplina llamada dominante. En general, diezuv
se eligen dentro de una disciplina llamada subdominante o en categoría libre. El de-
partamento forma parte de la dominante filosofía y, por esa razón, distribuyeunidades
en subdominante u opción libre. A diferencia de la UER de Censier, el departamento
de Vincennes no otorga diplomas ni formación clínica que puedan ser utilizadosenel
mercado de trabajo. Es una enseñanza teórica, incluida en una formación filosóficao
literaria. Se despeja así todo equívoco respecto del curso de psicoanálisis puestoque
en ningún caso pueden los estudiantes graduarse como psicoanalistas basándoseen
esa enseñanza. No obstante, el interés que ésta despierte puede encaminara los
divanes a cierto número de estudiantes, como sucede en Censier. Para el primeraño,
el departamento entrega diez unidades de valor a las que corresponden dieciséis
seminarios atendidos, entre otros, por Michéle Montrelay, Serge Leclaire, Frany01s
Baudry, René Tostain, Jacques Nassif, Jean Clavreul, Claude Rabant, Luce lrigaray,
Claude Dumézil, Michel de Certeau y Jacques-Alain Miller: algunos no son psicoana·
listas pero todos son miembros de la EFP. Se abordan varios temas, que giranentorno
a la historia, el discurso psicoanalítico, la lógica del inconsciente o la clínica.
En las reuniones de la EFP, donde estalla la escisión que va a conducir ªª
1
formación del CuartoGrupo, la experiencia de Vincennes es condenada unánimemen te
por los que no participan en ella. Todos critican la noción de unidad de valor hacie ~ nd
0st111
malos retruécanos o imitando las consignas izquierdistas. Pese a su evidente h ·
dad, Lacan guarda silencio. Desde marzo de 1969 , sabe que va a ser expulsadodela
ENS Y progresivamente va decidiendo torpedear la experiencia de Leclaire,ya con
ca~ma. ya con violencia: Entre_estos dos hombres ligados uno a otro desde _ha~
ve1nt1cincoaños el conflicto es ineluctable. Siempre ávido de aventuras, Leac1aire
ahoga entre las paredes de la casa lacaniana. Sin rechazar el procedimientodelpase,

172
Reinos divididos

se va desinteresan do a medida que éste va d


procura abrir nuevos hor izont es a un laca _ernoSt rando ser desastroso. Desde 1968 ,
confinado en la anquilosis y el dogmatis~ iim~ que corr~ el riesgo de encontrarse
privilegiado de un descentrarniento posib le dei ~ su o~inión, Vincennes es el sit io
1as UV permite la creación de un campo plu ridis ps;?oanáhsis puesto que el sistema de
con otra cosa. cip inar Y la confrontac ión del freudismo
Frente a la posición de su disc ípulo Lac .
Aunque desea implantar su relevo en nu~vos bant~igue una trayecto ria paradójica.
Vincennes pues quiere ser el único po as iones, no tolera la experiencia de
' • r su persona en op d .
hacia el exter ior por medio de su seminario P • erar un escentram1ento
Vincennes puede reve larse llena de pro ... ero sabe también_que la experiencia de
. mesas para la expansión del lacanismo De
modo que va camb iando de estrateg ia según la evolución · t d ·
situación pol it ica de la Franc ia de postmayo . in erna e su escuela o la
La aventura de Par ís V III cobra auge en el momento en que la EFP t ·
· · · t't · 1 1 a rav1esa su
gran cns1s ,ns I uc1ona con a creación del Cuarto Grupo y la divis'ión d 1 ·m1en
· to
· · t d · e mov1
l~caniano en van~s en ~nc 1as ..Respecto a esto podemos decir que Vincennes es el
s1~t?made la cns 1s de la 1ns~1tuciónlacan iana, así como Censier sería el síntoma de la
cns1s_de la co rriente lagach ,~na. Los seguidores de Serge Leclaire son los hijos del
lacan,smo d1v1d1do. Con relac ión a ellos , Lacan adopta, durante cinco años, entre 1969
y 1974, tres posiciones diferentes . En un primer momento, asiste como espectador al
desarrollo de la experiencia. Cree que el proced imiento del pase puede aportar una
solución duradera a la crisis de la EFP. Por ello es por lo que privilegia una política de
recentramiento en torno a su escue la desauto rizando Vincennes. Manifiesta su
hostilidad a veces con exab ruptos , a veces con el silencio, a veces enviando emisarios
sobre el terreno . Lacan se siente muy solo. Como ''fabrica· revolución sin ceder a las
ilusiones de la revolución , torpedea la exper iencia de Vincennes absteniéndose de
querer "destru ir la Universidad" . En una palabra, no apoya jamás ni a los izquierdistas
ni a los maoístas ... En una segunda etapa. entre 1970 y 1973, obliga a Lectaire a dimitir
y reina sobre el departamento a través de su guardia. Al mismo timpo, en la ~acuitad
de Derecho , efectúa un relevo matemát ico que va a dar un contenido teó nco a su
reflexión sobre la Escue la. Por último , en una tercera etapa, que parte de 197 4,
emprende una últ ima aventura de conquista , parecida a la que condujo di~zaños antes.
Se apoya en la co rriente milleriana y en la joven generac ión ps1coanalit1casurgida de
las barricadas, pa ra inten tar dar un impulso nuevo a la EFP a partir de V1ncennes No
lo consegu irá. Después de la disolución de la IP, Jacques-Ala1n M1ller'. ap~yado ~or
Lacan, se conv ierte en el artesano de este último empu¡e. La_expenenc 1a pollt1ca
adquirida en la IP y el apoyarse en una concepción lógica del lacanismo , que ya operaba
en 1965, permiten · 1a ex 1s
· t enc 1
·a de esta aventura. d mu' ltiples problemas vinculados
. L · eseveconfronta oa
Hac,a marzo de 1969 , ec 1air . n·vers·1tarias previstas para ¡·unio
. . . t s las elecciones u 1
con e 1control de 10sconoc 1m1en o • . . d I EFP le reprocha "descarriar" el
Y 1~agitación maoista. Mientras que el dire~tono : 0 : el reformismo y participar en el
PSICOanálisis ª.
, los revoltoso~ lo acusan de ,a~se la trampa propone trar,sformar el
auge del revisionismo. Para trata r de sahr ~ón de ,·nvesÍ igación Piensa poder así
tt..r. R ó ma con vocac1 ·
-v"artamento en una UE aut no . óf ayfav orecerl aconfron taciónconotros
separarel psicoanálisisdeladominantefllo~ ~~ Censier y el CNRs11.
sectoresde ensenanza : en especial la UE de Ala in Badiou de ser un agente de la
Un mes más tarde, acusado por el grupo
173
La Francia freudiana en todos sus est _,
avos

contrarrevo lución, hace frente a su~ adve~~arios y les respon de con malicia: "El
verdadero criterio de una empresa ps1coanallt1case encuentra siempre en cierta forrn
de denegación apasionada que la recibe. Hoy en día, ya no se refiere a nuestra práctic:
0
nuestros conceptos sino a nuest ra ex 1stenc1a. ~o por ello es meno: cierto que pasa
lo mismo, en cierta forma , por lo que respecta al pens amiento Justo que los guía por
ahora. Provoca por 10 menos algunas res istencias y no encuen tra más que un auditorio
muy aristocrático . !Mucho mej or ! Es seña l de_que participa de un poco d_everdad y para
el psicoanalista que soy es una razón suf 1c1ente pa ra saber que sigue siendo de
1
ustedes , filósofos, de quienes me siento más cerca 2."
En jun io, las elecciones se producen en circunstancias dramáticas. Los izquierdistas
hostiles a la participación realizan operaciones de comando en el campus, armados con
vergajos y tubos metál icos. Enseguida los participacionistas reaccionan, apoyados por
las fue rzas de choque de la CGT. Los militantes de la IP hacen c~rrer el rumor de que
el Partido Comunista se apresta a tomar por asalto el centro experimental. Se levantan
barricadas y la Universidad no tarda en parecerse a un campo atrincherado .
En vísperas de las vacaciones se elige un nuevo consejo de ad ministración, pero,
desde el com ienzo de las clases, se reanudan los disturbios sin imped ir la continuación
de los cu rsos . A fines de setiembre, el departamento func iona mientras que Lacan se
dispone a anunciar su ida a Vincennes para efectuar cuatro improvisaciones. Declinó
la inv itación hecha po r el departa mento para acepta r un ofrecim iento de la UER de
filosofía . En una circular, Leclaire anunc ia que siguieron los seminarios ochocientos
estudiantes y se distribuye ron doscientas tre inta unidades de va lor. Se tienen que crear
tres nuevos cargos y para el año sigu iente se inscr iben qu inientos ochenta y cinco
estud iantes 13.
Es entonces cuando esta lla el asunto tragicómic o de la pub licación pirata del
sem inario de Leclaire . Una revista titulada La lettre infáme saca a luz, con una tapa
plateada adornada con letras rojas, la transcr ipc ión de l cu rso dictado por Leclaire
durante el año 1969. En él se abordan varios temas: la función de l padre, el incesto, lo
prohibido , el cuerpo erógeno, la articu lación de lo psicoanalít ico a otros campos del
saber . El conjunto es sub rayado po r una presentación de casos clínicos y una nota en
relieve aclara que la transcr ipc ión proviene de grabaciones debidamente revisadas Y
correg idas por el autor 14 . Pero Leclaire no dió su autor ización pa ra realizar esta
publicación pirata que se ampara en su nomb re. Incluso se siente molesto porque se
incluyen análisis de casos de uso reserva do. El asunto no es muy grave. También los
seminarios de Lacan y los artícu los inédi tos de Freud se publican mediante actos de
pirater ía y los usuar ios no se quejan. Pero Lacan no soporta la competenc ia que
involuntar iamente le hace Leclaire. No só lo quiere ser el único en reinar por la palabra,
sino que aprovecha la ocasión_para echar leña al fu ego y desestabilizar la experiencia
de Vincennes. Empujado por él, el director io de la EFP convoca a Leclaire acusándolo
de haber autorizado la publ icación de sus cursos sin pasar por el aparato institucional
de la EFP.
Mientras tanto : do~ acontecim ientos hacen más dif ícil aún la gestión del depar-
tamento: la 1mprov 1sac1ónde Lacan y la publicación en el diar io L'Express de una
entr~v ,sta a Jud ith. A principios del mes de dic iembre, Lacan se apa rece en Vinoennes
prov isto de su 1mpres 1onante poder verbal. Siemp re majestuoso, llega con su corte_en
medio _deun camp_u~desenfrenado donde la dirección del centro puso a su disposición
105
un anfiteatro. El Vle¡o maes tro está en el apogeo de su reinado y aún no padece

174
..
ReínOSdividídos

achaquesde la vejez . Magnífico con su melen bl


la furia rebelde del gran zoco de Vincennes ~ I anca, enfrenta cual un dux veneciano
neno de participantes anónimos que gritan· anfiteatro no está abarrotado pero si
psicoanalistas, y exigen de Lacan una inmedi!~ asco ~or los jefes, los policías y los
un hombre sube al estrado empezando a desves ~utocritica . éste no se altera y, cuando
10
mío-dice- ya ví esto ayer noche; estaba en e~~e , insta a hacer más: ·Mire amigo
esto, pero era más descarado que usted s d pen Theater, hay un tipo que hacía
siga bien, continúe carajo." Luego, Lac~n e esnudaba completamente. Siga, pero
rd
movimiento de mayo suspend iendo su se~~cu_e ª que demost~ó ~u simpatía al
surrealista: "La protesta me hace pensa r en al ano, Y.después re1v1n~1ca su pasado
mefalla mi bueno y difunto amigo Marcel Duch~~ q~.einventó un día s1la memoria no
Tengan cuidado de que el revoltoso no se ha P¡: soltero se hace el chocolate él'.
socarronamente el departamento de psicoaná l~~ t 15
rláocolate él : Por último, critica
nd
Surgen entonces de la sala algunos militantes u .d ºse de las unidades de valor.
enseguida un gran billete en una gorra prevista par~ f~
1
en ~inero a Lacan que deposita
psicoanalistasy firman cheques para la "revoluc ión" m· este ectos. Al punto lo 1m1tanlos
. • b ien rasqueelmaestrodesciende
a 1a arena sin t,tu ear, para patear una grabadora q 1 1
colecta, los espectadores se dispe rsan . ue e mo esta. Después de la
Mientras que el padre desaprueba una experiencia que invoca su enseñanza la
hija acepta conceder una ent revista a Michele Manceaux y Madeleine Chap 1 '
preparan un _libro sobre los profesores . Llevada por su pasión maoísta, e~:~i~~!
revolución china y se burla de la Universidad : "Me dedicaré --<l ice--- a que funcione
cadavez peor. La Univers idad es un aparato de Estado, un trozo de socieda~ capitalista
Ylo que aparece como un oasis de liberalismo no lo es en absoluto. No se puede destruir
como tr~zo del ap~rato del Estado, si no se destruye el conjunto. No creo que se pueda
quebrarmdepend1entemente del conjunto. Todo lo que se puede decires que se lo hará
funcionar lo menos posible.• Luego, a propósito del contenido de su enseñanza, Judith
agregaque Spinoza y Kant por el momento no le sirven para nada y que hace estudiar
a sus alumnos los estudios obreros en Turín, el marxismo-leninismo en su forma
maoísta y la naturaleza de los países social istas 16 .
No plantea nada del otro mundo y cualquier enseñanza politizada de la época
hubiera podido decir Jo mismo. Pero en esas circunstancias excepcionales cualquier
errorde un militante benef icia al adve rsario. Unos meses más tarde, Michéle Manceaux
decide publicar en algún periód ico la entrev ista a Judith. En el momento, ésta no
reacciona, pero cuando se da cuenta de que un periódico no es un libro y que el
contenido de su declaración puede costarle caro, es demasiado tarde: el semanario ya
~tá en imprenta y la entrevista sale tal. cual. ~uando Georges Pomp(dou ~re
ª.
L Expressy lee la declaración, pide enseguida Ohv1erGu1chard que despida a esa
senora•. Éste cump le la orden y suprime la hab1htac1ón nacional de los diplomas de
filosofía de Ja Universidad de Vincennes. Luego manda de nuevo a Judith a la
ensenanza secundaria de la que había sido alejada. Será reinteg~ada a la superior
después de la llegada de la izquierda al poder, en la UER de Cens1er.
A partir de enero de 1970, Serge Leclaire es atacado desd~ _todos los lados.
Algunos miembros del directorio se presentan en el campus para criticarlo en nombre
de la ortOdoxia,mientras que Lacan presion~ al_equ 1po_deV1~cenne~para d~J_arloen
mlnorla. En relación con la institución universitaria Leclaire aphca la m1smél:
poht1caque
ll'nple6 respectoa la IPA durante las buenas épocas de la SFP. Considera que lo

175
La Francia freudiana en todos sus 9
Slados

importante es hacer penetra~ la '_'subvers ión lac aniana" _dentro C:e la Universida
cediendo a exigencias adm1nistrat1vas ¡uzgadas secund arias. Por ello es por lo d
ace pta el principio de la parti cipación y distribuye U V a los estud iantes. Los izquierdi~ue
y la mayoría del grupo de Vincennes, que se somete a la dec isión de Lacan de sabot as
la empres a, condenan su actitud. En vera no, después de una segunda improvisaci~ar
Lacan cons igue cambi_ar la relación de !ue rza a su favor. La situación se hac:
insos ten ible para Lecla1re, que d1m1te y de}a su puesto a Jean Clavreul. Un año más
tarde , es elegid~ para el ju rado de aceptación de la EFP. D_uran!e casi cuatro años, un
equipo va a adm1n1strar el departa mento obed eciendo las d1rectnces de la calle de Lille
Lacan guarda si~encio pero participa en reunio_nes del grupo de Vincennes afirmand~
que la experiencia debe prosegu ir. Ante la d1m1s1ón de Lecla1re, los docentes reaccionan
de manera diferent e según sean univers itarios o miemb ros de la guard ia. Para la
generación joven de los unive rsitarios , el con flicto entre Laca n y Lecla ire aparece como
un ajuste de cuentas interno de la EFP , mientras que, para los otros , el apoyo a la
política lacaniana es una cuest ión de sumis ión 17. Sin embargo, se sigue la "línea•
def inida por Leclaire. El departamento acepta programas que reflejan la situación
dividida de la EFP, con todas sus corr ientes contradicto rias, representadas por
Mont relay , Roustang, Pat rick Guyo mard , etc. Permanece abierto a todas las expresio-
nes del lacanismo: as í, por ejemplo, Anto inette Fouque partic ipa en un seminario sobre
la sexualidad femenina.
Después de su expu lsión de la ENS, Lacan tras lada su sem inar io a la Facultad de
Derecho. All í, frente al Panteón, elabora durante cuatro años una última refundiciónde
su doct rina 1s que le va a permi tir a la vez sa lir de l estructu ralismo, sin superarlo, y pasar
de un rechazo de la enseñanza un iversitaria a su contra rio. El relevo lógico de 1965
nació de l descubrimiento que hiciera Lacan de la obra de Frege y de la confrontación
con las tesis de los Cahiers po ur /'analyse. Giraba en torno de la problemática del sujeto
de la ciencia , la sutura y el teo rema de Gode l. El relevo que se anunc ia a partir de
nov iembre de 1969 es la cont inuación lógica . Y, respecto a esto, la ENS y los Cahiers
siguen desempeñando un pape l importante: reconquista en 1965, dispersión y expulsión
cuatro años más tarde. El último número de los Cahiers sa le de la imprenta cuandoel
grupo ya está disuelto por haber entrado algunos de sus fundado res en las filas de la
IP. T rata sob re la formalizac ión y acentúa el vínculo con el logic ismo. Encontramosalli
un largo estudio de Jacques Bouveresse sobre Ludwig Wittgenstein y la traducciónde
textos de Cantor, Boo le, Godel y Bertrand Russel l. A través de estos artículos, Frege
ya no es la única referenc ia a la lógica y lo que sirve de punto nodal a una reflexión
colectiva conducida por el grupo de Cahierses toda una problemática ligada al empirismo
lógico y a los trabajos del Círculo de Viena. El psicoanális is como tal está ausente_de
este número , salvo en lo que atañe a un texto de Ala in Badiou, que compara la lógica
millero -lacaniana de l signif icante con una metafísica.19
Por lo tanto no es por casua lidad si se vuelve a produci r una ósmos is, en esta fecha,
entre la enseñanza de Lacan y las act ividades de su "pandilla " de normalistas. El pnmer
sem inario que pronuncia Lacan en la Facultad de Derecho lleva como título El reverso
105
del psicoanálisis. Está atravesado enteramente por la lectura fecunda de uno de_
5
principa les libros dedicados a la filosofía del lenguaje , el Tractatuslogico-philosophiCIJ_
de Ludwig Wittgenste in, publ icado en 1921. Sin duda Lacan ~a conoc ía desde h~~~
tiempo el nomb re de este otro ¡udío vienés de comienzos de siglo que desempei'I, ·ca
papel tan importante en el desarrollo del positivismo lógico y la filosofía analilí

176
Reinos divididos

anglosajona. Pero, ant es de 1969 nunca hab·


1
Tractatus y el apell ido de W itt gensÍe in no 1. ª efectuado una lee1ura rigurosa del
. b . 19uraen los Esct .
brim1ento de esta o ra es esenc ial para que L n os. Ahora bien, el descu-
que se puede ca lificar de relevo matemático. ; 0can elabore su segundo relevo lógico,
El Tractatus experimen ta los límites de la 1- . . .
el único uso correcto del lenguaj e es expresar lo~g~~ Y el logicisrno. Para Wittgenstein,
la filosofía es un ju ego de pa labras que permite "c ch~s del ~ undo. En consecuencia,
de sí misma. Por ello es por lo que los aforisrn~a r filosofla por una nueva práctica
respuesta a la pregun ta : ¿qu é podemos expresar? É~ 1
ttgenstem1anos proponen_una
"Lo que pu ede se r dicho pu ede se r dicho ciar · s a se resume en estos términos:
hablar hay que calla rlo."Ásí , lo que no puede d!~:~~¿d ª¡ _uello de lo que no se puede
resto Wittgenstein incluye el sentido ético y estético des~ middocdornoun resto Y en ese
· 1 · d 'b • igna o entro de la categor ía
de lo inefable o o 1n ec 1 le. Hay dos ámbitos incompat,.bles· lo q d'
. . ue se ice, por un lado
y 10 que se muestra, po r el otro. Con esta 1ncompatilibidad la filosot·a 11 '
· ·6 d 1 ·1 · d , 1 ega a reconocer
la obhg~c1 n e ~1 enc10 Y e una espec ie de "no todo' que escapa a la formalización.
La_1ncompat1ilb1dad entre __ el decir y el mostrar no podía no interesar a Lacan, que
se hab1a b~sad~ en Freg e YG_ode l pa ra elaborar una noción de sujeto de la ciencia que
escapa al todo de la formallzac 1on. Cuando lee el Tractatus por primera vez, inde-
pendientemen te de la herencia de la filosofía analítica, nota que Wittgenstein abandona
la idea del meta lenguaje . Lacan des igna co n elt érmino de canallada ese metalenguaje
en la med ida en que es de finido co mo el "Otro con mayúscula" de alguien. Luego
subraya una vez más que Wittge nstein se niega a salvar la verdad: su operación seria
la exhibición de una detecci ón de la ca nallada filosófica y, gracias a ella, sólo tendría
sentido por el deseo . Por últim o, Lacan co mpara esta actitud con la posición psicótica,
tal como la defi ne Freu d: "No querer sa ber nada del rincón donde es cuestión de la
verdad:21
El asunto plantea do por Lacan a partir de 1969-1970 con El envésdel psicoanálisis
encuentra la prob lemá tica witt genste iniana del resto, lo inefable y el no todo, es decir
de los límites ex trínsec os e intr ínsec os de la formalización.
Desde 1950 , Lacan se refiere al sabe r matemático en su enseñanza. Respecto a
esto, su encuen tro con el mate mático católico Geo rges Th._Gu1lbaud es esencial para
entender la utilizac ión que hace de las figu ras de la topolog,a. Est0s dos hombre~ó·qu de
·
llenen cierto pareci do f1·s1·co mantiene
· n d urant e treinta años una verdadera
. relac, bn . e
1
amistad. En 1951, Lacan, Lév i-Straus s, Guilbaud Y Ben~!n~~t~:~:~~=:~:;:~:u:: r
1
sObrelas estruc turas y est ablece r puente: entre l~s 1cie; c sobre el modo de una ligur~
O
Cada uno uti liza a su mane ra la_ensena nza e r~o se conforma con hablar en el
t~pológica .22A parti r de ese traba¡o co lectivo,~: ~:s . Durante treinta años, con o sin
aire o reflexionar so bre la historia de las m_ate. . s matemáticos . A veces, estando de
Guilbaud, se ded ica diariame nte a hacer e¡ercicio teléfono a su amigo para formularte
viaje,cuando trop ieza con un obstácu lo, llama por más al seminario y su relación con
el problema y resolver1o con él. Gui lbaud ni va !ª ado comparten el mismo gusto por
Lacanes de la índo le de un j ardín secreto . ~ ~~~: dibuj itos. cubos para niños, el arte
ª
el juego matemát ico: corde les, salvav id~s inf Qu~neau. El dominio de la topología
~ trenzary recorta r, ejercic ios de e st ilo ti~aºmás en ennegrecer toneladas de_papel
interesamuch ísimo a Lacan , que no vacila l de su doctrina transcritos en figuras
P8ra enset\ar a su auditor io los eleme ntos
10pológicas.
177
La Francia freudiana en todos sus 8 s tados

La cinta de Moebius , sin derec ho ni revés, da la imagen del sujeto del inconscie
as í como el toro o cámara de aire designa el agujero , la falta o el hiato , es decir un lunte
constituyente que sin embargo no existe. A _estasdos figuras , Lacan agrega el ero~~'.
cap O gorro cruzado , que perm ite cerrar la c,~_tade Moeb1us, y la botella de Klein, que
representa una superf icie cóncava. Lacan ut1hza to~as estas f1gu~asen cada etapa de
la elaboración de su doctrina. Pero durante veinte anos la topolog1a es un elemento d
ilustrac ión de la enseñanza lacaniana que no desemboca en un relevo fecundo de i8
teoría .23 y es la lectura de Wittgens tein, asoc iada ~- esta vieja reflexión sobre ta!
matemát icas , lo que en 197_0 va a l~evar a la _creac,~n de una nueva terminología
destinada a pensar l_ a cond1c1ó_nde l_discurso ps1coanal1~1co en su _relación con otros y
en espec ial con el discurso un1vers1tano . Para pensar dicha cond1c1ón hay que poder
pasar del decir al mostrar, es decir alentar a cada suj eto oyente, y al propio Lacan, a
hacer ejercicios q ue ya no atañen al discurso sino a la demostración.
Si bien Lacan está fascinado por los aforismos del Tractatus , no concluye como
Wittge nstein el necesa rio manten imiento de los inco mpatibles. Por el contrario, intenta
pensar el ámb ito de lo inefab le integrá ndo le el "no todo". Sabe que el discurso
psicoanalí tico sigue estando marcado por sus orígenes hipnóticos y siempre corre el
riesgo de caer en la religión de la transferencia , es decir en la religión a secas. Cuando
el psicoaná lisis se reduce a una terapéu tica o a la tra nsferenc ia, tiende a la magia y lo
no enseñab le: se conv ierte en una práctica relig iosa . Pero cuando evoluciona haciael
dogma también se convierte en una relig ión, una Igles ia o un sabe r universitario; en este
sentido, para Lacan el cristianismo es la "ve rdadera" relig ión, la peor , puesto que la
t rinidad es uno en tres y no hay más que un solo Dios: el cristianis mo dice el todo de
la verdad. Para evitar el aspecto de lo inefab le, la magia o lo religioso, sin caer en el
dogma de la verdad, es necesario que el discu rso psicoana lítico sea capaz de
enseña rse, es dec ir reduc ir al mínimo el ámbito de lo inefable. Con el riesgo, siempre
presente en el lacanismo, de cree r en la ilusión de la "doctrina única ·, no "desviada".Se
puede decir pues que el recurrir a la for malización y el saber matemá tico es para el
lacanis mo el último intento de salvar el psicoa nálisis de su síntoma hipnótico, pero
tamb ién, en e l otro ext remo de la cadena , de la escue la, en una sociedad donde aquella
t iende a reemplaza r a la Iglesia.
Inspirándose en la noción de grupo cuaternario, y a través de la enseñanza de
Guilbaud, de la Edad Media latina, Lacan construye un objeto matemático at que
bautiza cuadrípodos. éstos se originan en dos tipos de inversiones destinadas a
mostra r la organizac ión de lo mismo en lo difere nte, de la mu ltiplicidad en la unidad.
Luego , en su álgebra cotid iana, Lacan define cuat ro términos : la S 1 , o significante
primordial, la S o sabe r inconsc iente , la 6 o sujeto tachado o indec ible y por último la
2
a, objeto, falla. búsqueda, resto o falta. Los cuatro térm inos son colocados sucesiva·
mente en cuatro posiciones: agente o apa riencia, trabajo o goce, verdad, basta de
gozar. En primera posición, un primer cuatr ípodo define el discurso del amo como una
reformu lación de ladia :éctica hegeliana del amo y el esclavo . Lacan le agrega l~lección
marx ista puesto que ese d ;scurso es tamb ién el del capital ismo. S 1 está en posición de
agente, S2 en posic ión de trabajo , 6 en posición de verdad y a en posic ión d& basta de
gozar. Dos inversiones sucesivas de los cuatro términos permite n des ignar el discurso
histérico y el discurso psicoanalftico, en los que cada uno de los términos oc~Pª
entonces la po~ición que era del otro en el discurso anter ior. Para el discurso /Ji sté 11~ ·
2
6 está en pos1c1ónde agente , S 1 en posición de tra bajo, a en el lugar de la verdad Y

178
Reinosdivid idos

en el de·basta de goz ar: el histérico "deduce · d 1


·d f · e amo para
pero le ,mp1 e ~nc ,onar por la verdad de un objet que pueda producir trabaj o
acan sitúa el discurso de la ciencia en el del h. téº.que no comparece, la castración'
L · En cuan t o aI d ,scurso
. ·
ciencia. ps icoanal ítico sedis neo' rec 0 branda as,· su sujeto de la·
nd
el objeto a, puesto en te la de juic io (el des~o ) espre ede l del histérico, puesto que
. , permite la prod -
mientras que e1 sa ber consc iente está en po . . . ucc16n de significantes
. L , s1c1on de ve d d . •
demasiado nuevo. acan ya hab1a expresado en su . r a ·. Hasta aqu1, nada
lugarque ocupaba cada uno de estos discurso; 8 . df ctrma Y sm demostración, el
ª
deduce su cuarto cuatrípodo , no de una inversión ~g~n. regla del grupo cuaternario,
un retomo a la cas illa de partida . El discurso unive e °/discursopsicoanalítico, sino de
amo, por un giro en sentido inve rso: el saber inca::;¡:~º se deduce del discurso del
osiciónde agente , la aen pos ición de traba ¡·o s en pos· t_~ se encuentra entonces en
P . • 1 1c1on de verdad y &€n · ·ó
de basta de gozar . Mo rale¡a: el discurso universitario produc . posiC1n
como"unidades de va lor". Pretende do minar la verdad por laetséu ¡e_tosa los que sedmge
. ·b · · ·d· · . . cnica y concibe el saber
como una d 1stn uc1on p1un 1sc 1pllnana . . Además , actúa en nombre deI saber mismo . y
no de un maestro capaz de producir saber. Esta última afirmación pe ·t La
· t ·é · . rm1e a can
hacer entrar e1sis ema sov1 t1co en el discurso universitario y "salvar· el mao·s 1
situándolo del lado de l discurso del amo . mo
El análisis lacan iano del discurso universitario reflexiona sobre el devenir de la
escuela en una sociedad en plena mutac ión tecnológica, en la que la función del
maestroes reemp lazado por la de un saber sin habla, y, por qué no, de un ordenador.
A su manera, y con diez años de anticipación , Lacan anuncia una transformación
radical de la condic ión del sabe r.24Ahora bien, en un primer momento, esta reflexión
sobre la escuela lo lleva a rechazar radica lmente toda experiencia de "psicoanálisis en
la universidad" y mantener la incompatibilidad entre discurso universitario y los otros.
Sin embargo, un año después de la dimisión de Leclaire, que él mismo provocó,
Lacanempieza a cambiar de direcc ión, elabo rando la noción de matema. Este término
no pertenece al vocabu lario de las mate máticas .2s Es probable que haya sido forjado
a partir del mitema de Claude Lév i-Strauss y de la palabra grie_ga mathéma, que
significa conocimiento. Su relac ión con el campo de la matemática para Lac~n se
deduce de la locura de Canto r: si esta locu ra -o ice en substancia- no :stá motivada
en persecusiones ob¡·euvas tiene que ver con la incompre nsión matemática misma:es
· · · ' · · d ·ncomprensible. Y Lacan no se
decir con la res1sten<:laque susc ita un saber ¡uzga O 1 . .
' ñ la de Cantor· ¿la mcomprens16n
hace ningún prob lema en comparar su ense anza con · d
· 6 transmitir de manera adecua a
de Lacan es un síntoma? Dicho de otr~ modo, <,C mo onder a esta pregunta cuyas
un saber que parece no poder ensena rse? Para r:s:i término matema.Luego, entre
premisasencontró leyendo el Tractatus, Lacan invent d del singular al plural y del plural
1972y 1973, le_davarias defi~iciones, tras haberpas:st~ 10define como la escritura del
a~s1n9u1ar.Articula sus cuatnpodos al materna Y_~a escritura de lo que no se dice pero
significante, del uno, del rasgo, de la letra. es decir do ta la posición contraria a la de
que puede transmitirse. En otros términos, Laca:r:cifn de los incompatibles e intenta
Wittgenstein. Evita sacar como conc lusión la sep íntegramente transmisible. Esta
arrancar el saber a lo inefable para dar le una tor~a na formalización íntegra puesto
forma es el materna, pero el materna no es el lug~:n~e~Definido así, el materna incluye
quesupone un resto que se le escapa cont inua d álgebra 1acaniana que_permiten
I
lllatemases decir el con¡·unto de las fórmulas e a no son incompatibles Y se
ensenaralgo.· Como resultado de esto, 1os
discursos Y
179
La Francia freudiana en todos sus estados

puede entonces enseñar el_ps_icoaná lisis en la Univers idad, corno un materna, sin
reducirlo al discurso univers1tano . .
Paralelamente, Lacan prosigue sus investigac iones matemát icas valiéndose de
un verdadero objeto matemático que le hizo conocer G~orges Gu 1lbaud : el nudo O los
nudos borromeanos. En feb rero de 1972 habla p_or pni:nera vez de este término en
público.26Acaba de descubr ir, en una cena , la ex 1stenc1a del escudo de armas de la
familia Borromeo, cuando desde hace mucho t iempo , en compañía de Guilbaud, trenza
y hace nudos de todos tipos con sumo placer . Pero: esa noche, se produce un clic en
el momento en que Lacan oye la historia de la fam ilia Borrorneo o al menos algunos
fragme ntos de ella. El escudo de armas de _esta dinasUa rnUanesa e~tá constituido por
t res círculos en forma de trébol que simbolizan una trip le alianza . S1uno de los anillos
se retira, los otros dos quedan lib res . Cada círculo represe nta el poder de una de las
tres ramas de la familia. Uno de sus más ilustres represen tantes , san Cartos Borrorneo
fue un héroe de la Contrarreforma . Sobrino de Pío IV, vivió en el siglo XVI y, gracias~
su función en la Curia romana , reformó las costumbres del clero dándoles una mayor
disciplina. Durante la epidemia de peste de 1576, se destacó por su caridad y en el
momento de su muerte el protestant ismo se había alejado del norte de Ital ia. En cuanto
a las famosas Islas Borromeas, situadas en el lago Mayor, fueron conquistadas un siglo
más tarde por un conde Borromeo que les dio el nombre e hizo de ellas uno de los
paisajes más cé lebres de Italia.
Por este encuentro con el escudo de armas de la familia Borromeo, Lacan vuelve
a hallar los principales sign ificantes de su itinerario intelectual: la Iglesia Católica
Romana, la reconqu ista, la lucha contra un psicoaná lisis "bastardead o", asimilado a su
vez a un reformismo y a una zona "protestan te•, la peste al fin ... ¿Por qué, antes de esa
techa, no había establecido ningún vínculo entre la figura matemática del nudo
borrorneano y el escudo de la familia? No sabe mos nada. Lo cierto es que fab ricaba
desde hac ía tiempo esos nudos, en privado, antes de llamar los públicamente
borromeanos y utilizartos de manera fecunda en su doctrina. Contrariamente al
materna, el nudo borromeano no es un térm ino inventado por Lacan . Forma parte de
la historia de la topología desde 1892, con el rótulo de estructura bruniana o nudo
bruniano., según el nombre de su inven tor. Pero el térm ino Borromeen rings se emplea
a menudo para designar una estructura en la cual tres anillos están unidos entre ellos
sin estarto de a dos, de manera que si uno se separa, los otros quedan libres.
Se comprende el interés que Lacan puede tener en el borromean ismo y la teoría
de los nudos en genera l. Su práctica depende primero de una demostración y de la
posibilidad de equivoca rse para poner el dedo en su error y corregirlo. A través de ella,
es manipulable en el espacio una estructu ra, vinculada al lenguaje: a lo que puede ser
dicho y al "no todo" del decir. Además, Lacan vuelve a encontrar aquí su famosa
triangu lación de lo Simbólico, lo Imaginario y lo Real, que se ha convertido en RSI,
verdadero trébol borromeano dominado por el peso de lo Real. El nudo muestra lo que
transmite el materna y desde entonces todo discurso sólo tiene sent ido por otro
discurso, mientras que el "aquello de lo que no se puede habla r· de Wittgenstein se
contunde con la a minúscu la, el resto . El materna se ensena como escritu ra de lo uno,
com~ lo enseñable arrancado de lo inefab le, y el nudo no hace sino demostrar: en este
sentido es también lo contrario del materna, pues no se transcribe. se fabrica a 1 ª
manera en que la obrera teje un encaje. Disuelve hace ver desconstruye los dogmas
0
en un juego infinito de meandros y aberturas. E~ la me táf~ra del hecho de que tod

180 ...
Reinos divididos

procede de lo uno , pero sirve también para


formalización del lengua je es transm isible pr~sentar esa metáfora puesto que ninguna
ª
1972, Lacan llama cfrculos de cordeles a I0en imagen del lenguaje mismo. A partir de
notable destreza en el manejo de cordele ~ nudos borromeanos. Va adquiriendo una
liturgia de la demost ración, en la cual per~ !ªst
Si el materna se sitúa del lado d ~r su P~labra.
el punto do construir una verdadera

psicoa~álisis en la Univers ida d, el nudo ebo~roensenable Y permite hacer entrar el


disolución ... Muestra ala vez que todo pro d dmeano queda del lado de un acto de
10
10uno se ret ira. En el trazado de este nudC: ~a e uno Y que todo se evapora cuando
en la figura del materna , postu la, por el ' c can ~e mira agonizar con su escuela y
casualidad si la des ignación de un "delfín • en ontrano , una herencia. Así que no es
1
a partir del materna y de la t ransc ripción def iersona de J~cques-Alain Miller ocurre
soberano se pronunc ia en un lenguaje borrome eminano, mie~tras que_la muerte del
en un monasterio topo lógico . ano. nada, mutismo, enc1erosilencioso

En 1972, cuando aún es militante de la IP, Jacques-Alain Miller piensa en


transformar
. en libros todos. los sem inarios de Lacan . Sorprend·d 1 o por eI éx1to
· del Ant1-
·
0ed1pe, cuyo texto surg ~ó de _unaenseñanza oral y una escritura dual, quiere mostrar
que la obra de. Lacan aun ex iste y que las críticas que se le han planteado no la han
hecho sucumbir. Los Es?ntos se han convert ido en un clásico pero el público aún no
c?noce el s_em1nano . En ¡un10 de 1972 , en una cena, Miller critica delante de Lacan los
diferentes intentos que hicieron otros de realizar una transcripción. Afirma que los
autores encaran ma l el asun to y Lacan le responde bruscamente: "Pruébelo•. Miller no
necesitaba tanto para recoger el guante. Elige trabajar el seminario del año 1963-1964 ,
Los cuatro conceptos fundamentales, que fue el primero al cual asistió, el que marca
para Lacan la llegada a la ENS. Miller parte para Italia y redacta en un mes una primera
versión del texto a part ir de apuntes taquigráficos . Lacan la aprueba y propone que lleve
la firma de ambos . Miller no acepta y plantea la posibilidad de que otros realicen otras
transcripciones. Lacan dice que no y entonces su yerno acepta un segundo desafío:
"Los haré todos -d ice- y baut izaré el conjunto El Semínarioy lo dividiré en libros
numerados21: El joven acaba de embarcarse en una terrible galera.
Desde siempre , Lacan mantiene con su enseñanza oral una curiosa relación. Para
él, el paso de lo hablado a lo escrito plantea un serio problema. Aparte de su tesis, Lacan
jamás escribió libros . .. y fueron necesar ias la fuerte presión de Fran¡;ois Wahl y la
publicación del libro de Ricoeur para convence rlo de que reuniera sus conferencias en
un volumen de escritos. cuando Lacan redac ta un texto, lo concibe como un resumen
de su seminario. La mayoría del tiempo, no imp rovisa y redacta ant~.slas_confere~cias
que debe pronunciar . Es el caso por ejemplo de la entrev1_statitulada Rad1ophonie. q~e
efectuara Robert Georgin para la radio belga. L? mismo sucede con la em1s1on
Télévision,que filmó Beno it Jacquot, en la que M1ller interroga_a Lacan. Todo está
cuidadosamen te preparado de antemano. La mayoría de los art1culos y confe rencias
estánconcebidos de la misma manera. Hay por lo tanto un~ d1f~renc1aradical entre la
palabrapronunciada en el sem inar ioa, lugar de una 1mprov1~ac1~nno controlada, y la
lenguafijada en una escritura. ya sea a trav és de una publicación, ya sea para una
emJsión
de radio o televisión.
181
La Francia fre udiana en todos sus estados

La palabra del seminario tiene varios modos de rea lizac ión. ~stán en primer lugar
los apuntes manuscr itos de Lacan , a part1r_de los cua les 1_mprov1sa. _Después está e/
origina/constituido por las diferentes grabac iones y las vers iones taqu1gráf1casfruto del
traba jo de los taquígrafos . En la medida en q ue el ma~netófono represen!~ a p_art ir de
los años 1965-1968 el principal instrumento del test1moni?o_ral, tanto para los h1stonadores
como para los oyentes , se puede afirmar que la con_d1c1on de lo escnto en general se
encuentra alterada. En efecto, desde med iados de siglo lo esenio ya no tiene la fuerza
de ley que tenía antaño y el propio tes~imonio ora l se c?nv irtió en el lugar de una
inscripción original. ¿Qué hubiera sido sin la_radio la part1da_de Charles de Gaulle a
Londres y qué hubiera resultado la resistencia sin los mensa Jes cif rados de la BBC?
Respecto a esto, el seminario de Lacan no tiene la misma cond 1c16n que los de
saussure o Kojéve . En la época en que estos dos pensadores enseñaban , las
máquinas no existían y era imp osible conservar un or ig inal. Eran entonces los apuntes
de los oyentes los que tenian valor de origina l: Char les Bally Y Albert Sechehaye con
respecto a Saussure, Queneau a Kojéve . En el caso de Lacan, la inscripción original
existe : en las versiones taqu igráficas a partir de 1953 y en mú ltiples cintas de grabación
después de 1968. En e l momento en que Miller decide tra nscribir e l seminario, varias
personas se dan cuenta de la importanc ia que tendría mostra r a Laca n improvisando.
Philipp e Sollers intenta en vano conven cer a un cineasta de la telev isión de instalar sus
cámaras en la Facultad de Derec ho. Con un punto de vista simila r, los belgas triunfan
donde los franceses fracasa ron. En 1972, la televis ión de aque l país realiza un
exce lente documento, dura nte una conferencia de Lacan d ictada en la Universidad de
Lovaina. Al lí vemos al rnaest ro en libertad, con una blusa camisera tipo Chanel,
enfrentándose con un joven izq uierdista que le espeta dectaraciones insurrecc ionares.
Lacan lo calma con suavidad y continúa hablando sin mirar los apuntes. Es el único
documento que muestra la palabra lacaniana tal como se expresa en el seminario.
Frente a estas d iferentes moda lidades de inscr ipción, Lacan adopta varias
ac1itudes difere ntes según las circunstancias histór icas .
Desde 1953, encarga a una taquígrafa que transcr iba su seminar io. Las versiones
taquigráficas son entregadas a Granoff, que se ocu pa de la biblioteca, y son amplia·
mente accesibles a todos los miemb ros de la SFP . Tres años más tarde , y hasta 1959,
J.-B . Pontalis realiza, con el acuerdo de Lacan, excelentes resú n1enes de La relación
de objeto, Las Formaciones del inconsciente y El deseo y su interpretación, que son
publicados en el Bulletin de psychologie. En la misma fec ha So lange Faladé le ofrece
a Lacan los servicios de su secretar ia para garant izar una mejor taquigr afía . Piensa
además en una grabación en magnetó fono, que se realiz a a part ir de 1962. Por su parte,
Moustapha Safouan se encarga de transcribi r el seminario sobre La ética. El trabajo no
será publicado. Por otra parte, Lacan rega la versiones taqu igráficas a algunos discí-
pulos Y a las mujeres. Comienza así a constituirse un verdadero culto de la palabra
sagrada del maestro . En el mo men to de la escisión , en un gesto de mal humor, él mismo
retira las vers iones taquig ráficas de la biblioteca de la SFP con la intenci ón de privar de
su enseñanza a los discípu los que lo abandonaron . Desde la creación de la EFP,
emp_¡ezaa desconfiar de los "ladrones de ideas". No deja sus versiones taqu igráficas
en ninguna parte, pero son muchas las que circu lan ent re los miembros de la tribu, que
las estudian co~o si fueran versíc~los del Talmud. También apa recen en las librerías
algunos textos pirateados. Lacan piensa cada vez más en hacer transc ribi r de veras su
enseñanza. Le propone el eje rcicio a Michéle Montre lay, quien pronto se percata de que

182
Reinos divididos

pega su for ma de escr ibir sob re la palabra de L


Jacques Nassif tambié n entra en el torneo d acan. Loe n_cuentragr acioso y renuncia.
del'EFPuna versión resumida de Lalógicad ~tmanera oficial, Y publica en las Lettres
de Un Autre al'autre. A Laca n la t ranscripc ión~ ~ntasma. Luego, en 1968, se encarga
29

No se publicará . Ya en 1963, un equipo de LaeB:r~agrad_a profunda_ menteyse enfada.


Ginette Michaud , se dedicó a rea lizar versione t e,_ba¡o la d1recc16n de Jean Oury y
f ueron reproducidas en centenares de ejemp i! aquigráflcas a partir de grabaciones.
se crea la bibl ioteca de la EFP, por una de~=¡~~ en l 9? 1, en_el momento en que
autorizado pa ra depositar los clichés en elloca l Nicoled; I directorio _el equipo queda
cargo de ellos para arch iva rlos con la ayudad~ Gér" a~a~, la b!bllotecana, se hace
llave y se los hace inaccesib les pa ra el p · br
. .
L orne ª1landier: Se guardan con
u . ico. acan teme que la d1fus1ón n1asiva de
sus seminarios fuera de la Escue la permita efectuar trad c · d f
. u c1ones e ectuosas y no
controladas. Todas estas med idas no impiden la proliferac·ión d 1 • d
seminario. e os e¡emp1ares e1
. El traslado de l_a _enseñanzade L~can hacia el Panteón promueveuna transformación
radical de la cond1c16n del sem inario. No só lo es cada vez más numerosa la muche-
dumbre, que supera amp liamente el marco?ª la comunidad psicoanalítica, sino que
decenas de magnetófonos hacen su apanc 1on en el vasto anfiteatro de la Facultad de
Derecho. Lacan empieza res istiéndose a esta tremenda intrusión y a veces aparta con
cólera los oídos mecánicos. Sin ernbargo, pronto los tolera sin lograr dominar la
situación. Una nueva taqu ígrafa , María Pieracos , recibe un salario oficial de la EFP para
transcribir el seminar io según un extraordinario ritual. Lo reproduce en cuatro ejemplares
y los hace llegar a Solange Faladé , que los conserva en su domicilio. Por lo que respecta
a ella, no ent iende ni jota de la prosa oral de Lacan, pero la multitud la trata como a una
reina: "Bastaba que llegara entre el gentío y dij era: 'soy la taquígrafa', y todo el mundo
se apartaba para dejarme pasar. Nadie quería ir. No hay más que unas cincuenta
taquígrafas en París y todo el mundo decía: no se te ocurra ir allí; habla chino[ ...] Mi
papel era pues só lo de máquina. Es como un obrero que trabaja en cadena'. no podía
tener una visión de conjunto de la obra y era una mala e¡ecut~nte. Lacan ¡amás me
dirigió la palabra , sa lvo una vez en un congreso. Hablando u~ d13;, de la taquigrafa di¡o.
29
'la tapeuse··. Por mi parte, yo sólo ten ía que ver con la tesorena • Tal es pues ta galera
del seminario en el momento en que Jacques -Alain Miller recoge el guante. .
Ese desaf ío es contemporáneo de la elaboración que hace Lacan de la noaón de
na res uesta a la cuestión del paso de lo oral a lo
materna. Pero el materna es ya u P

. .6 la herencia y la fijación
escrito. Tiene que ver con la letra (carta), la_transm~s~ surco de una posteridad
"legalizada " de una enseñanza . En otros t~rmino~, :: sigue siendo el vehículo de lo
posible de la doctrina, all í donde la palabra improv isa
inefabl_e. . . ba·o de escritura que elabora a partir del
.. M1llerllama establ~c1m1entode~t~xto al :r~ite~atura sin darse cuenta de que remite
ong,naJ. Saca ese término de la tra.~ición de.ª. nto" al acto por el cual un militante se
1
al maoísmo. En efecto , se llama e stab lec ,'.11~~ablecido ' . Pero el "establecido " en la
8
estableceen una fábrica y pasa a ser un d da en la que el viejo obrero retoca las
fébrica, también es la mesa de traba¡o re:en ª
portezuelas antes que pasen al monta ¡e · . . de Lacan. saca las protuberancias
10
As í pues , en 1972 Millar e~tablec~ el se~in:; rime las redundancias e in~enta de
Y los equívocos, regulariza la ,nscnpaón ~r~ión ts buena: tiene el inconveniente de
P8rtea parte una puntuación. La transcnp
183
La Francia frsudiana en todos sus t
es ados

confiscar una parte de la improvisación y la ventaja de desacral izar la taquigrafí


agregándole una escritura . Tiene de todas maneras el ménto de hacer legible u a
palabra que no lo era pues estaba hecha para ser escuchada Y mirada . Es un texto cuna
autor es Millar y el garante Lacan . Pero , a través de este establecim iento, el autor J'~
seminario yano es del todo Lacan sin ser comp_letamente M1ller. En ~na palabra, el texto
estab lecido expresa el_contenido de_una doctrina que, siendo lacan1ana, lleva la marca
del millerismo, es dec ir de una corriente racionalista de l lacanismo.
El Seminario X/se publica a principios del año 1973 con mú ltiples erratas . El editor
olvidó transmitir las correcciones hechas por Lacan en algunos esquemas . Como
consecuencia, éste es presa de una có lera terr ible que aparece en la dedicatoria que
redacta para su vieja am iga Jenny Aubry: "Leg ue este libro a sus descendientes por el
va lor bibl iofílico que adqu irirá al repres entar la basura verdaderamente excepciona/
que una editorial puede hacer con un manuscrito que fue objeto del cuidado más
vigilante, sin hablar de la competencia de aque l cuyo nombre sucede al mío31."
De manera que Lacan está encantado con el estab lecimiento de su seminario y
furioso con su pub licac ión. Cuando el libro XI aparece , toda la comun idad lacaniana lo
rec ibe sin ch istar. Encue ntra excelen te el trabajo y ni por un instante piensa en emitir
la más mínima protesta pública . Otros tres libros son pub licados, en las mismas
condiciones, en vida de Lacan. Y no es sino después de la muerte de éste, y apropósito
de l libro 111sobre Las psicosis 32, cuando estalla rán las polémicas contra el trabajo del
transcriptor . Algunos discípu los acusarán entonces a Miller de no ser fiel a la versión
taqu igráfica, cosa que por lo demás nunca negó, puesto que su estab lecimiento
cons iste en inventar una esc ritura y no en copiar una vers ión taqu igráfica.
El problema planteado por la transcripción miller iana no es el de la fidelidad a una
palabra o la sacra lizac ión de un en unciado. Es el de la transmis ión por escrito de una
inscripción orig inal.
Respecto a esto, Miller y Lacan no t ienen la misma opin ión sobre a naturaleza del
estab lecim iento de un texto. Sus respec tivas posiciones son for muladas en 1973, en
una "Advertencia final" y una "Nota · que suceden al Seminario XI.
Lacan llama transcripción y no establecimiento al trabajo realizado por su yerno:
"Lo que acabamos de leer[ ...] no es pues un escr ito. Una transc ripción, esa es la palabra
que descubro gracias a la modestia de Jacques-Ala in, Miller de apellido : lo que se lee
pasa a través de la escritura permaneciendo indemne (...] Pero aún le quedo debiendo
al autor de este trabajo el haberme convenc ido - y darme test imo nio de ello durante
su curso- que lo que se lee de lo que digo, no se lee menos por que lo diga33.• .
Lacan no se contenta con designar transcripción lo que Miller llama estab/ec,-
miento, agrega que esta transcripción no es un esc rito. Si no le es, es gracias a la
modestia de Miller que es el autor sin ser el signatar io de la obra. Según Lacan, la
transcripción tiene pues una condic ión perfectamente definida: traduce sin ninguna
pérdida el discurso oral. Permite que la insc ripción original quede indemne a travé: de
a escritura que la transmite . Dicho de otro modo, para Laca n, la transcripción millenana
se parece a un materna: a una transc ripción íntegra capaz de reducir la parte de inefab,10
que contiene la palabra. Podemos deduc ir de esta "Advertenc ia final" que la transcnpcion
miller iana brinda a La can una so lución posible -j a primera en la historia del lacanismt>-
al problema del pasaje de lo oral a lo escrito. En efecto, todas las demás transcripciones
son de otra natura leza. Son la reproducción exacta de una vers ión taquigráfica cuyas
0
inexactitudes hayan sido simp lemente corregidas . De lo contrario son resúmenes

184
d
flBinosdiVídidos

escrituras. Es cierto que Miller resuelve por L


re
de éste: e1"pa sai·e• de una ense ñ anza oral a acan
su t un
d proble
. ma central en la historia
acansale garante del trabajo de su yerno y loco r_aucción escrita. Por esta razón
L '6 P 1 . t· nv1erteen el d . . '
transcripc1 n. ero a mismo 1empo, y tal vez sin dars epos1tario legal de una
corrienteencarg~d~ de representar lo en el futuro. e cuenta, designa también la
Si la transcripción m1llenana ofrece a Lacan 1 .
· d' 1· t d 1 1 ·
unacosa bien is in a, e o cua sin duda éi te no se p ªsoluctón a ese "pasa¡e· • , da a Miller
desu establecimiento , da un paso respect.> a Laca e~cata~nel momento. En la lógica
eloriginal:"Hemos querido aquí no contar para nad; ª
considerar que su trabajo borra
de1aobrahablada de Jacques Lacan, obte nerla tran~scn :een la 'Nota'-y procurar,
1
enel futuro, al original que no ex iste. No se puede en e;~i n quedará fe, Y equivaldrá,
proporcionala taquigrafia, en la que el ma lentend ido pulu~tener por tal la vers1~n que
suplir el gesto y la entonación. Versión sine qua non no obst~n~eenla que nada viene a
enderezado, palabra por pa labra, y el despe rdicio no llega a tre'qsupeáhemo s C:hbrado,
34
·11 · g1nas.
M1er piensa pues que· no·6cuenta · para nada, mientras que Laca n Io hace contar
para. e1t odo d.e una t ranscnpc1 n integra:
. para un materna. El redactor sost·1ene que e1
originalno edx 1ste, cuadndoLacan dice lo contrario mostrando que la transcripción deja
indemne su ec1r me 1an1e u~a escritura que no es un escrito. Ahora bien, para que un
d0C1rse_pueda leer sin pérdida med iante una escritura, primero tiene que haberse
pronunciadouna enseñanza oral. Respecto a esto, Miller formula dos cosas contra-
dictorias: por un lado, afirma pode r enderezar una versión sine quanony, por el otro,
le niega la existencia en nombre de malentendidos taquigráficos. En otras·palabras,
Millarendereza un original para borrar su huella.
Considerándose a sí mismo el comentar ista de Freud y el "rectificador· de una
doctrina supuestamente "descar riada" o "bastardeada", Lacan no podía evitar en-
contrarseun dla en la situación en la qu~ se halla en 1973. Si la existencia histórica del
lacanismo responde a un proyecto dt relevo del freudismo, eso quiere decir que el
lacanismo tropieza también con la cuestión de su propio relevo, su fijación, su
transmisión,su transcripción , ntc. Confiando a su yerno. ya nadie más, la tr8:nscripción
de su seminario, Lacan hace ma opción que tendrá mult1ples consecue_ n~as para la
historia ulterior de l lacanisme,. No borra el original pero encarga al ong1nal~ue se
inscriba por la vía del materna. v, en consecuencia . el ~atema, del qu~ Millar se
convierte en instru mento va a co rregir toda la obra lacamana en _el sentido de una
reducción de lo inefable,' de una definición de la "línea recta'. Asi, la borradura del
1
originales el med io teórico por el cual el millerismo se f?rtaleCE:dentro d; I ~! ~~s;i
comoportador de un lacanism o no "desviado", con el evidente nesgo de og ·

t O años se fue de Vincennes, busca


Enjulio de 197 4, Serge Leclaire, que ha~ cua r te lacaniano como siempre, se
~ nuevo lugar en el psicoanálisis. Tan apaSiona~i9~érmino está en el ambiente-
Oíientahacia una plataforma de confrontac ión Cultural de cerisy- la-Salle: "Se
~gan1zando un debate de diez días en el Centro discurso psicoanalitico con otras
I
entará~scribe en su anteproyectt>-con front~r e lítico entre otros. Contraria-
1armas de discurso: matemático, c~n~ifi_co,~losófic~f~or:::acló~se ordenará a ~a~ir de
Riente a un confuso enfoque interd1sc1phnano,la co e impone ." El acontec1m1ento
laoriginalidad del discurso psicoanalítico Y el trabajo qu
185
La Francia fraudiana an todos s us e ta
s dos

obtiene un éxito sensacional y atrae a psicoanalistas de todas las tendenc·1as e


instituciones
Mientras que Leclaire favorece una división cada vez ma~o_rde lo que llama1
incestocracia psicoanalítica, Miller toma el camino inverso decidiendo reorganizar 8~
departamento de la Universidad de Vincennes sobre nuevas bases3s.
. Desde 1971, dejó su puesto de Besan9on p~ra dar clases regularmente, corno
profesor adjunto, en el departamento de ps1coanáhs1s. Por enero de 197 4, piensaque
la situación se está deteriorando y h~blade eso con dos docentes, ex de la ENS:Patrici\
Guyomard y Fran~ is Baudry. El primero es un analizando de Lacan y el segundo de
Christian Simatos Ningunode los dos fue althusseriano ni marxista. Millerl es comunica
sus temores respecto al porvenir de una experiencia que parece amenazada de
extinción debido al mantenimiento demasiado prolongado de una mentalidad
sesentaiochesca. Algunos profesores psicoanalistas se contentan con escuchar a los
estudiantes en los patios sin preocuparse de la pérdida de cargos, que tiendena ser
recuperados por el sector de la psicología. Como sigue reinando la inercia, Millerdecide
emplear la mano dura para el comienzo de las clases de 1974 . Le propone a Lacan
dirigir una operación de reorganización del departamento, esgrimiendo el motivode
que éste invoca el lacanismo. Lacan acepta y le escribe a Clavreul, que se pone
entonces en contacto con Miller para llevar a cabo, drásticamente, la reestructuración.
Clavreul se compromete a convencer al equipo de Vincennes de que se sometaa las
decisiooes del maestro. Lacan no tiene derecho a dirigir un departamento en la
Universidad, pero su autoridad moral es tal, y su posición de excluido tan injustaque
invocándolo a él Miller puede convertirse oficialmente en su delegado en el plano
administrativo. Siempre y cuando la "base· esté de acuerdo en legitimar la operación
de reconquista. En setiembre, Clavreul redactacon M iller un texto titulado Nuevas basas
para el departament o de psicoanálisis en el que se anuncia la tesis del materna:"Si hay
un materna del psicoanálisis, algo de lo que enseña la experiencia analítica es
efectivamente transmisible en forma íntegra[ ...) Pero el materna es aún problemático .
En ninguna parte tiene forma de manual [...) La tesis del materna implica puesque sólo
la dedicación efectiva a un trabajo original de elaboración en o a partir del campo
freudiano dará en adelante derecho para ejercer un cargo en el departamentcfJ6• •
Para el segundo semestre 1973 -197 4 , fueron propuestas a los estudiantesveinti-
cuatro UV entre las que se distribuyenveintidos profesores. Elcargo de profesorde~ -
ferencias, asignado aLeclaire,y luego "congelado"po rsudi misión, terminóporser asig-
nado a otro sectordebido a la negligencia que reina en el departamento.Cuatro cargosda
profesores adjuntos son ocupados por psicoanalistas que por otra parte ejercensupro-
fesión. Por último, se distribuyen siete cargos de auxiliares psicoanalistas entrealgunos
universitarios que aún no son psicoanalistas pero están formándose en divanes
lacanianos. La mayoría de los demás docents son encargados de cursos, tambiénen
análisis y retribuidosen horas complementarias. Los psicoanalistas colocadosencargos
tienen de hecho funciones de encargados de cursos, pues no pudieron obtener del Mi-3
5
nisterioel título de asociado que les permiteacumular. Entre los docentes encontraJll0
Clau_de Rabant, Fran~is Baudryy PatrickGuyomard. Los cargos de profesoresadjun_ tos-
anahstasson ocupados porClavreul, Dumézil,T ostainy Conté, todos veteranosdeldiván
del m_aestro . To~os estos profesores representan la vieja legitimidad surgidade 1aex~
nenc1ade Lecla1re,y entre ellos y M1ller va a jugarse el gran juego de la toma del pod
Fran9oís Roustang también enseña en el departamento.

186
d
Reinos divididos

En función del materna , los docentes s


· on 1lamados a ·
escritos que den f e d e 1a asunción de la nueva línea e~v1ar a Lacan proyectos
Mientras tanto, todos los docentes quedan sus Y permitan el acceso a las uv.
nd1
supeditada a que La~n ace?te o no sus proyectoie dos Y su reposición queda
Desde que se env1a la circular, se alza una r · .
cuya brusquedad sorprende a todo el mund e~ellón contra los métodos de Lacan
rechacen el discurso un ive rsitario se les exige a~- espués de haberles pedido que
y, asu regreso , piensa que Clavreu l ha trabajad ora que 10 acepten. Miller se va a Italia
podery acelerar el trabajo, pide a Lacan que nomobcontrael proyecto. Para fortalecer su
no pide tanto: siempre fue hosti l a la expe riencía ~eª;,ha rles Melman su auxiliar. Éste
1
reservas a la reorganización. Se constituye un ~- n:ennes Y brinda un apoyo sin
encuentra progresivamente obligado a conva lidar d:i~nvirato en el cual Clavreul se
t riunvirato y el campo de los doce ntes se enf rent an dcisio nes que desaprueba. Entre el
os legitimidade u ·
calle de Lille y co nsiste en hace r fus ionar la persona de Lac s. ~a vi~ne de la
. d h an con su doctnna afirmando
que tiene erec o a gober nar un depa rtamento que invoca s -
· d v· . u ensenanza, y 1a otra
emana de1equipo e 1nce nnes y osc ila entre una voluntad de ayudar a Lacan y un
rechazo a subor dinarse a su persona. El maestro presenta el envío del proyecto como
una demanda de amo r. Por eso, los docen tes están prisioneros de un dilema: 0 se está
con lacan o se está cont ra él. Van a terminar pues por apoyarlo en sus funciones de
maestro del departame nto, con Miller como representante oficial, sín pe1uicio de decir
después que han sido las inocentes víct imas de un abuso de poder.
A principios de octubre, el triunvirato se reúne en la calle de Lille. Lacan propone
confiar a los tres socios la dirección del departamento y no mantener en sus puestos
a los docentes sino desp ués que la dirección apruebe sus proyectos. Además decide
que, al cabo de dos años de funcionamiento, algunas reuniones dedicadas al tema
permitan evaluar la expe riencia. Furioso, Clavreul se rebela y se va. Pero, al día
siguiente, ace pta dar su aval a un proyecto que otorga los plenos poderes a Miller y
Melman. Frente al equipo, va a toma r la defensa de la nueva líneay tratar de "bella alma
impotente y ama rgada"37 las volu ntades liberales de los opositores. Esperará que
lacan esté muerto y enterrado para expone r públicamente las r~zones de su
sometimiento. Segú n él, sin este acto de servilismo, la EFP hubiera sido arr~strada
hacia una esc isión o hacia el antilacanismo: "Si, en aquella época, no reaccioné de
manera más abierta fue sólo porque eso hubiera acarreado una escisión en el seno de
la Escuela y porqu~ los analistas que me hubieran seguido se hubieran encontrado
metidosen un antilacanismo que me habría superado. Así pues, en aquel moment? me
sorne!!· a la razón de Estado porque estaba convenci·do de que la inmensa . mayona de
· · b'1 prendido que ya hab1amosllegado
los miembros d~ la Escuela freud1ana ~o ha ª co~ revoluciones palaciegas entre
al fin de un reinado y que no pod1an haber sino •
rt ara el futuro38 -
co es~nos que procuraba n co loca rse P EFP de la desbandada combatiendo a los
Mientras que Clavreul cree sa lvar a la de Rabant en la que se encuentran
revoltosos, se celebra una reunión en casa de Cla_u su hermano Gérard asistir a los
los opositores. Miller es invitado per? no va, Y
debates cuyo con tenido será transcnt~ Y luego c
d¿:,:do a Lacan. Durante la discusión
o-milleriana". Fran90is Roustang
surgen violentas diatribas contra la "dictadura lacan_ Tostain propone copiar cinco
0
anuncia que no dimitirá por miedo a parecer un, º;a r~ ridiculizarlo. En cuanto a Luce
Páginasde la Guía de teléfonos a guisa de proy1c ~e cursos cuando no entregó ni una
higaray, se unió a los rebeldes como encarga ª
187
La Francia freudiana en todos sus est
ados

uv en el semestre anter ior y no figura ni en los horarios ni en los programas. Subra


que Lacan no tiene ningún derecho a ser un ma ndamás de la Universidad, y desdey!
punto de vista adminis trativo tiene razón. R_abanty Baudry tratan más bien de calmar
los ánimos. Pronto se produce un intercamb io de cartas entre Rabant y M1ller, en el que
se enfrentan las dos legitimidades : . .
"Las cosas ahora son muy senci llas -escribe, M1ller- : o se admite que la
preocupación manifestada por el doctor Lacan es leg 1t1ma Y se acepta la orientación
que ha indicado y que el equipo piensa poner en práctica con cada uno, o se impugna
esa legitimidad y se apela a los órganos de la Facultad [--:lEn ambos casos , el resultado
será el mismo . La iniciativa inspirada por Lacan sa ldrá triunfan te. En el pnmer caso nos
pondremos a trabajar y se piense lo que se piense en las mejores condiciones. En el
segundo , una comis ión de Vincennes, tras haber escuchado las quejas durante una
hora, se negará, como siempre lo ha hecho , a toma r posición en los asuntos internos
de un departamento . Aquellos que hayan creído poder recu rrir a ese mecanismo contra
un teórico al que invocan todos los días en su enseñanza Y su práctica pagarán las
consecuencias. Su descrédito será def initivo ante mucha gente ,universitarios indusive
y la reactivación del depa rtamento no habrá sido retrasada ni un día[ ...] Nos reclutó
'
Serge Leclaire al principio sobre bases sin equívocos: la referencia a Freud y Lacan[ ...]
¿Quién querr ía representar a los Tartu fo y decirle a La can: 'A ustedes, que hablan como
dueños, les toca irse: la casa me corresponde y lo haré saber'. La sorpresa puede
expl icar las vacilac iones . Ahora corresponde a cada uno de nosotros hace r conocerel
proyecto a Clavreul39_"
A partir de mediados de octubre, los asuntos del departamento son dirigidos por
Miller que, con el apoyo de Lacan, se afa na en envia r sin demora los proyectos. A toda
velocidad redacta unos estatutos que los docentes deberán respetar y luego pide a
Tosta in, Dumézi l y Conté que renunc ien a sus cargos de profesores asistentes.
Clavreu l ya firmó su renuncia. Millar puede entonces hacer nombrar en esos puestos
a cuat ro docentes no anal istas favorab les a la nueva línea. Y al mismo tiempo puede
también rechazar el proyecto de cuatro encargados de cursos recalcitrantes para
reemp lazar los por dimisionarios sumisos. El 13 de octubre, Baudry se inquieta por el
giro que toman los acontec imientos y hace circu lar una carta , enviada a Lacan, en la
que se pregunta cuál es la competenc ia de este tr iunvirato impuesto. Tres días más
tarde,recibe una respues ta mordaz del maest ro que le escribe bien claro su promesa
4
de no encomendarse a nadie por lo que respecta al ped ido que dirigió a los docentes ~.
A fin de mes , de treinta y cinco proyectos env iados se aceptan veintidos. se,s
profesores del alío anter ior, todos encargados de cursos, son rechazados y se los
reemplaza por seis nuevos, Cuatro de ellos ocupan los puestos de los dimisionarios.
En consecuencia, Millar cuenta con una confortab le mayor ía.
El Congreso de la EFP abre sus puertas en Roma el 31 de octubre de 1974, ante
ochocientas personas reunidas en una sa la repleta del conserva torio Santa-Cec ilia. En
la conferencia de prensa inaugura l, Lacan recuerda cuánto significa para él esta ciudad
legendaria, desd_e el día en que, veintiún años antes, pronunciaba, en otoño , su famoso
discurso. En setiemb re de 1953 , había redactado apresuradamente su intonne. Dos
decenios más tarde su yerno va más ráp ido aún . Siempre atareado en actuar Y
convencer , el fogoso jo_venescribe en Roma mismo una larga intervención que va,ª
entron izarlo en una pos1c16nde delfín de Su Majestad. Es cierto que no se impone aun
en las filas de la Escuela y en algunos aspectos Lacan desconf ía de él. Por el momento,

188
Reinosdivididos

0
es más que un filósofo de treinta años de ed d
;n universitarios externos ala EFP y en algunos ª. que se apoya casi exclusivamente
además de su eficacia, acaba de anota rse dos ~ i~mb_rosdelaguardiapersonal. Pero,
seminario y la toma de l poder en la Universidad .nos importantes: la transcripción del
Miller juega una partida difícil. Antes que él en .
1
éllohace, de ponerse al serv icio de un maes tro' a ~ Escuela, nadie fue capaz, como
editorialeso políticas que no sean desastrosas. f 1
;a ograr en su nombre operaciones
de Lacan. El diccionario no pasa de ser una ficciise ~s _unfracaso, en parte a causa
publicaciones, fuera de algunas brillantes excepcion~~ dzihcet es una _catástrofe. Las
buenas.Redactadas en lenguaje rebuscado, dan una ima =~lores confirmados, n_oso n
st
Hay que decir tamb ién que la colección "Champ Freudie~" n:esa ros~ del lacan1srno.
dirigidas por miembros de la IPA, con el aporte de textosse dbenFef
1c1ad,
coEmo ot'.as
· d F · w e reu . n vanas
oportunida es , . ran90 1s ah l Y Lacan tratan de publicar trabajos inéditos de Freud
pero ¡amás obtienen respuesta
.. de los respo nsables de los arch·1vos. p or o ra parte'
1
comoLacan tolera con dificultad la autonomía de sus discípulos, Serge Leclaire, 81rná;
viej~ de ellos , ya no tiene ganas de secundarlo . Se va separando de a poco de toda
función en la EFP. Los otros hombres de la terce ra generación adoran a Lacan lo sirven
mal, o se quedan la vida entera en su diván, sin saber hacerle frente. En cu~nto a las
generaciones jóvenes , o se dispersan con ganas de respirar otro aire; o evolucionan
hacia un terrib le sectarismo . En 197 4, Miller es pues por segunda vez el hombre de la
situación. Ha ganado en años y seg uridad. Sin temor a las suciedades del poder, le
propone a Lacan soluc iones conc retas, acepta sus desafíos y logra convencerlo.
Gracias a este joven , Lacan no está descontento con hacer pagar a sus discípulos su
servidumbre vo luntar ia y su deseo abortado de rebeldía . Encima, aquel se ha casado
consu hija prefer ida por la que siente verdadera adoración . A Millar, que tiene el apoyo
del maestro, la comun idad lacaniana no lo soporta pues ve en él a una especie de
Gloucester que ha venido a usurpa r el territorio. Tenninará odiándolo, por no haber
sabido apartar lo del poder.
En su "Discurso de Roma " centrado en el materna, Millar coloca a Lacan en las
cuatro esquinas de los cuat ríp;dos: amo, analista, universitario e histérico. Además,
utiliza a su manera la noción de talangue elaborada por Lacan en 1971. Le d~ un
contenido teórico menos borroso y más radical, confirmando así el aporte del m1llensrno
al lacanismo Lacan había propuesto el térm ino a partir de un juego de pal_abras sobre
el Vocabulai;ede Lalande para designar un sabe r que s~ sa~e sin~~ ~;~;;:;, ~o~~ie~
yse revela por el psicoaná lisis, y luego "es capaz de mue
1
°; 1
1
s ~terna· malentendido y
sos~eneque la doctrina de /a/~ng~e es inseparabl~ ~si~a~a1:1 principio lacaniano de
equivoco por un lado, transm1s1ón i ntegra por el otr 'ón leibniziana de no anfibología:
1
~ no totalización a la vez que la agrega 1~;;~ ntendido, del cual vive, del cual se
Mientras que Jalangue no se basa sino en_e. n sobre los sonidos, el matena, por el
nutre porque los sentidos cruzan _y se mu ltiph~a anfibología ni equivocación', para
contr~rio, puede transmitirse íntegramente h si~ de letras sin significación42." En la
r~t~r los términos de Leibniz, po~que eSt á ~~eºde la concepción lacaniana. Lacan
P0S1ctónmilleriana, el materna ~,tiere leve rneseñab le O 10 inefable podían convertirse
anunciaba a partir de Wittgenstein q_ue10no ~n a retroactiva y política, que le permite
enmaterna Miller saca una conclusión leibniz ian '·dad hosti l· "Si hay un materna del
llaentarsu ·reinado en el corazón de una oo~~~~as puede~ contribuir en los debates
Pllcoanálisis-dice- quienes no sean psicoa
189
La Francia freudíana en todos sus
estados

de la comunidad que apoya la experiencia analítica . Es porque la teo ría del materna
constituye el basamento de la EFP por lo que , desde su ongen, los no analistas ce
·t· • rno
yo, los 'que no están comprometid os en_e 1acto ana l 11cáo _como me echaba en cara uno
de esos que tienen demasiada tendencia a tomar e 1an 11s1spor una renta de situac·ó
" 1 1 I n
los no ana lizandos, tuvieron desde su fundac 1on un ugar en a escue la freudiana. M~
parece que segu irán teniéndolo mientras la escuela freud1anasea fiel a su orientaciór¡4 3•
Luego Miller anuncia que él mismo cont inuará su_enseñan za en Vincennes y, si PUed~,
en la Escue la Freudiana. Está todo dicho : simbólicamente, el yerno ha tomado el Pod
en las barbas de la guardia vieja. A ésta le correspondía_ ahora decid irse. De noch::
después d~ este discurso de Roma, ~acan cena en fam ilia con Fran9ois Wahl. Muy
contento , felicita a M1ller, lo que no le 1mp1de estar , los días subs1gu1entes,absoluta-
mente furioso y dec ir a las personas más allegadas a él que tiene la impres ión de que
acaban de pronunc iar su elogio fúnebre . Espera no obstante qlJ'e la experiencia de
Vincennes estimule el trabajo dentro de la EFP . Por esta época, Miller escoge el diván
de Charles Melman para hacer s u formación . Estos dos hombres , muy disímiles, se
parecen en algunos puntos . Ambos son judíos e hijos de emigrados polacos, ambos
están marcados por la historia del marxismo y de sus disidencias , ambos encaman los
valores de un lacan ismo autor itario, ateo , raciona lista . No diremos más nada. La
histor ia de esta cura, fue ra de lo común, terminará en un terr ible conflicto cuya
s ignificación profu nda perte nece a la odisea íntima de cada uno de los participantes.
Después del Congreso , los aconte cimientos se prec ipitan en el campus de
Vincennes . El 9 de noviembre , Claude Frioux, presidente com unista de la Universidad
y gran espec ialista de la lengua y literatura rusas, le pide a Lacan que dirija un curso:
"Q uiero decirle -escribe- cuán to aprec iaría nuest ra Universidad vuestra presencia
en ella•• ." Lacan está en sus g lorias. Diez años después de una entrada triunfal en la
ENS y c inco años después de una expu lsión infamante, es reintegrado una segunda
vez por la puerta grande, en un bastión univers itar io, g racias al apoyo de un intelectual
comunista . No estaba errado en 1953 al aposta r a la vez a la Iglesia y el PCF. Enseguida
inv ita a Frioux a cenar un memorable manjar de caviar y pan con manteq uilla y después
responde oficia lmente al ofrec imiento para entroniza r a Miller: "Me s iento muy conmovido
por el honor que representa para mí el llamado que me hace -escribe-- . La
conside ración que usted me demuestra no sólo me reconforta, sino que me devuelve
a mi trabajo. A l punto que querría aquí reconocer mi deuda. ¿Puedo rogarle que parlo
que atañe al departamento llamado actua lmente de psicoanálisis en Vincennes se
contente con mi consejo científico? Esto hay que admitir que sólo es posible si Jacques·
Alain Millar garantiza que va a sust ituinne en el consejo administrativo. Todo eso por
dos años . Siento mucho , mucho no dar en París VI II más 'presenc ia', de acuerdoasu
expresión. La que me comprometo a brindar ya me retendrá bastante. No habrá durante
dos años enseñanza cuya compete ncia no tenga que ser cubierta por mi estimaciónde
la práctica de la que proviene4 5 •"El 15 de nov iembre, Claude Frioux comu nica a los
1
docentes del departamento la designación oficial de Miller como responsab le de ª
exper ienc ia. Falta someter a la votac ión de la asamb lea genera l el nuevo programa.
Los docentes declaran ilega l el procedimiento y solicitan una reunió n con fnoux
Y Merlin , e l vicepresidente . Miller obtiene el derecho a asisti r a la entrevista, en la_que
participan Fran9ois Baudry y Claude Morali. Ante todas estas divergenc ias, fnoux
propone una reunión del departamento en su presencia a fin de decidi r cuál es su
verdadero responsab le, ya que los oposito res habían elegido para ese cargo a MoraJi .

190
Reinosdivididos

,,-nerhace saber ensegu ida a Morali y Baudry qu


,v, 1 d , L e no hará co .
LuegoBau ry env_,a a acan una muy larga carta difundí nces1ones de ningún tipo.
que relata las maniobras de M1ller... Para seña la _daen el departamento en la
la nota con que había acompañado su proyectorpsu oposición , pide que se reemplace
no escribió para el 20 de octubre el proyecto de or es~aspalabras: "Fran9ois Baudry
inicia una reflexión sobre las dificultades de su pr:~senanz~, sino una nota en la que
boletín hará una presentación de su enseñanza 4s . ,ca en Vmcennes. Para el próximo
La reunión de la asamblea de docentes se ·cel .
2
domiciliode Miller en presenc ia de Lacan. Después de ~:r~ el 6 de noviembre en el
por teléfono, los profesores ponen la firma al pro ect~i~cusión, y_enalgunoscasos
Clavreul y Guyomard agachan la cabeza cuando seyhabíanacano-m,llenano. ,:ostain,
mente. Luce lrigaray y alg unos otros se niegan a firmar mie ;p uesto a M1llerviolenta-
se abstienen47.La trampa se ha vue lto a cerrar sobre los renraltsque Baudry Y Rabant
· · t , vo osos que suscnb1eron
un proced1m1en
. o que
. pretend1an . rep robar · Jamás func·,onó me¡or
· en 1a comunidad
.
1acamana · el mecanismo
d d. t de la· serv.f.idumbre voluntaria. Jacques Lacanescon f.1rrnadoen
sus funciones e 1rec or c1ent11co y Miller en las de responsable E t
· ·6 · 'f. d . n cuan o a 1a
com1s1n c1ent,_1ca, que a ?ompuesta porlos _dos primeros, Melman y Clavreul. De este
modo, la ensenanza de V1ncennes pasa baJo la dominación total de la línea lacano-
milleriana. Seis de los vein~idós profesores del año anterior son apartados del cargo
para reemplazalos por se,s nuevos: Cathe rine Millot, André Rondepierre, Stuart
Schneidermann, Jean-Jacques Gorog, Betty Milan y Alain Grosrichard. Todos los
opositores universitar ios quedan en su puesto, así como Roustang, Clavreul y Tostain.
Entre los proyectos venidos de l exter ior, seis son aceptados y siete rechazados. No
bien se obtienen las firmas, Miller lleva el acta de la reunión a Claude Frioux, y como
consecuencia Baudry y Mora li anu lan la entrevista prevista con éste. Ya es demasiado
tardepara desaprobar un comprom iso que la mayoría ha suscrito. La operación lacano-
milleriana habrá cons istido en hacer bruscamente lo que otros hacen cotidianamente
y con una apariencia de democ rac ia todos los departamentos de todas las Universi-
dades.
Otro acontecimiento va a perm itir a Miller ~onsolidar aún m~s su pos!~!ón. Desd~
mediadosde nov iembre algunos opos itores empiezan a tratarlo d_e!ascista , péta1ms_ta
Y"nazi". Le reprcchan que utiliza contra sus "víctimas · los proced1m1~ntos de ?epura?ión
empleados por Vichy con respecto a los judíos. Quizá los adversario~ de M1llerolvidan
que éste es judío y sin duda también se equivocan de dictadura. Si bien la toma del
poderen Vincennes tiene mucho que ver con un abuso de poder, no se parece en nóada
.d rtó a campos de concentrac1 n a
ª.un putsch naz i. No se torturó , amenazó ni epo . 0
de su auténtico sustento. Si
ningunavíctima. No murieron hombres Ynad ie fue p~vad batir al adversario: tenían
las~íctimas no estaban contentas, a _ellas_les toca ~ c: ler a Fran9ois Roustang-
mect,osadministrativos para eso: "Me 1_magino -~~c;e edr~ esta tarde por teléfono en
que las palabras excedían su pensamiento cuan. ~ue Lacan utiliza gente que
relación al departamento que todo esto es nazismo Y
emplea métodos nazis48." . n un artículo elogioso con respecto
01
El asunto se compl ica cuando Roge r-P_ .Droit,::n París VIII, el restablecimiento de
alCongreso de Roma, escribe esta frase sibihna. 1' ·to se ha excluido a algunos
la situación se llama depurac ión. Sin motivo exp icc1onsecuencia de este artículo,
"""I · ¡49•como
"'" esores.tde Roma, Vicny? !Qué lastima . . hostil al procedimiento pero mucho
GiUes Deleuze y Félix Guattari adoptan una posición
191
La Francia frBudianaBn todos sus es•-
«<dos

circular hacen notar que el t rato dado a los oposito res ha .


más argumen tada. En Una , . . . ria
más bien pensar, manteniendo las debidas proporc,ones , en un~ ope rac,6n stalinista
los excluidos no manifes taron una gran res1stenc1a,para agreg ·
Luego dest acan qu e . • ,. tá d ., ar
• . la historia del movimiento ps1coana1111co no es exen I a e lavado d
por u11
.
1moque . , d h d" · · u .
. t s" Señalan que Lacan no tiene n1ngun erec o a 1ngir 1a n1versidactso
e
inconsc1en e . CI d F . .6 d 1
para q e la c 0 .1 1 •
De inmediato inician una gestión ante au e noux . u ~ s n e personal
docente tome posición contra el abuso ~e poder lacaniano. Pero M1lle~ a su vez envía
una circular y defiende su proyecto utilizando ~n su provecho un articulo de Robert
Linhart publicado en Libération con una breve mtroduc_c1ón de ?er9e Ju~yy el título
a
"Gauchismes vendre?". El autor acusa a los partid anos de L 'Ant,-Oed1pe, y espe-
cialmente a Félix Guattarí, de venderse al capitalismo para hacer fructificar sus
empresas personaless1. Moraleja: antes de sacar la paja del ojo ajeno es preferible
mirar la viga que tenemos en el propio. Los denostadores de la dictadura lacano-
milleriana hubieran debido acordarse de ese dicho .
Siempre con el viento en popa, Millar decide publicar un boletín de l departamento
para dar a conocer los proyectos e informaciones relativas a la nueva orientación. Con
Jean-Claude Milner y Alain Grosrichard , busca un nomb re para designar la empresa.
Durante las vacaciones.de Navidad, en Guit rancourt, se divierte en fam ilia con el juego
de los retratos. Los participantes deben identificar personajes basándose en definiciones
enigmáticas. Entonces a Miller se le ocurre llevar el j uego a sus límites y utilizar sus
recuerdos de la escuela primaria: "mais ou est done or ni car?•• Hace de Ornicar el
significante puro de un personaje imposible de encontrar que ninguno de los jugadores
logra identificar. Guarda el sintagma, lo transforma en sustantivo y conserva el signo
de interrogac ión. El boletín se llamará Ornicar?52 Con el paso de los años, se convertirá
en una de las mejo res revistas de la literatura psicoanalítica francesa. El primer número
aparece en enero de 1975, con un texto de Lacan que anuncia la orientación del
departamento y la lista de proyectos. En la tapa se reproduce una viñeta de Hogarth que
representa un mono regando inútilmente tres tocones plantados en macetas. El animal
mira a través de una lupa el resultado de su trabajo. Tres inscripciones adornan las
macetas e ilustran el vano intento del mono de hacer revivir lo que está muerto desde
hace lustros . Hogarth se burlaba así de la aberrac ión de los afic iona dos que preferían
por exotismo los viejos cuadros que eran aprec iados por su antigüedad . La viñeta tiene
pues una función paródica. Se burla de la pedagogía . En cuanto al mono, personifica
al ant icuario y usurpa el lugar de la Gramática, fuente de todas las elocuencias Y de
todos los saberes 53 . Dicho de otro modo, Miller manda al chamarileo a los representan-
tes de la ant igua legitimidad . Ornicar? persona je impos ible de encontrar encama al
materna que hace burlas a los viejos mo nos . La rev ista lleva como subtítulo: Bullehn
périodique du Ch~mp freu~ien. Lacan deseaba que el departamento tomara ese
n?mbre para manifestar me¡or_el sent ido de un comprom iso en detrimento de una
simple referenc ia al ps1coanális1s.Pero cambiar de titu lo no es asunto fácil y finalmente
se ma~tend rá la denom inación inventada por Leclaire. El boletín es editado primero por
la Soaété du Graphe Y, cuando se transfo rma en una verdadera revista, la difunde
Seu!I, con Laurence Bataille como directora de publ icación. Ornicar? se integrará

• s~cesión de conjunciones copulativas tal como se las hace memorizar en la escuela-


º~¿~ st , adverbio interrogativo Y tercera persona del verbo etre respectivamente 5~0
pa nrmos de ou Y et. Del francés se escucha "Pero ¿dónde diablos está ornicar?

192
ReinOSdívídidos

ctespués a las éditions Navarin fundadas por Jac u .


rnisrnonombre. Con la creación de esta revista e~· es-A1a1nMiller según la can d 1
alentoseditoriales. Pero sobre todo empieza a ' 1ov_en demuestrauna vez áe e
t b fón · ·t · consolidar s .. m s sus
a partir de un .as I un1vers1ano que representa u pos1c16n fuerade la EFP
casode cns1sde la EFP. 'para el futuro, unacartaen la '·
en 'd d 1 · manga
Lacomun1 a acaniana no se repondrán
y secritica más el método empleado por Lacaunnqca del golpe de Estadode Vincennes
· p d. d · ue el pnncip' d . ·
Universidad. roce 1en o as 1, el maestro pierde 1 . . 'º e su instalaciónen la
apoyadomasivamente para introducir el procedim~~~:f~anzade su baseque lo había
censurada . En cuanto a M1l1er, comete numeroso el paseY queahorase siente
respetopor la democracia. Seguro de su inteli ens_errores,vinc~lados a su falta de
yerno,desprecia demasiado tanto a sus aliado9sp~:: Y d~ su posiciónprivilegiada de
Tienetendenciaa hacer callar a todo el mundo invocan~ae_scomo a sus adversarios .
y duroque no corresponde a las aspiraciones de la co~u~dsmdcdes ar un_lacanismopuro
· t I a e 1oschn1cosAdemás
paraentraren 1a dEscue •
1a, 1n entaapoya rseen el grupo selecto
1 Y nose abre lo·suficiente
.. '
a 1a_base qu~bP I? na sostener o. Pero, salvo Faladé, ese grupolo detestasin animarse
a cnt1carlo pu 1camente , ya s_eapor 1nsuf1c1encia teórica,ya seapor miedoa disgustar
a Lacan, que no _obstante de¡a hablar a todo~ los suyos. Así pues,los dignatariosse
caUan, pero_terminarán por volverse contra el ¡oven. Finalmente,Miller no percibeO no
quiere percibir que, al conv_ert 1rse en una especie de encarnaciónoficialde la palabra
lacamana , rompe el gran pnnc1p10de la mo~arquíadirectainstauradaen 1964.Si el rey
es pnvadoprogresivamente de una relac1oncarnal con su pueblo, por delegaciones
sucesivasde su poder, y si el pueblo es privado del cuerpode su rey por un intérprete,
la EFP ya no puede funcionar. En consecuencia, Miller está condenado a ganaren
influenciaexterior lo que la Escuela pierde en unidad.
Enel Congreso de Roma, Solange Faladé toma concienciade la crisis por la que
atraviesala EFP. Piensa que más vale hacer intervenira Millerdentrodela Escuelaque
dejarloactuar fuera. Más próxima que sus colegas a las aspiracionesde la juventudY
la provincia,pide que se haga una reunión para debatir largamentelos problemasde
la EFP.Pero el directorio se niega. Propone entoncesque se refuerce el Conse¡ode
Administracióncon un cargo de vicepresidente necesariotantoparael reconocim~e nto
deutilidadpública como para la extensión del lacanismopor toda Francia. Se ehgeª
DenisVasse sacerdote y médico que vive en Villeurbanne.Tres personasmá_s entr~n
· • . d d de Estrasburgo PierreBastmpor a
en el Consejo: Jean-Pierre Bauer por 1a ciu ª. rt S~langese afanaentre
región de Lille y Jenny Aubry por el surde Francia.Por s~ pa54e,
losjóvenessin jamás obtener que se celebre una_reunión ~n el apoyodela guardia
En 1976,Miller gana más terreno creando en Vin~n~~=~o Luego al comienzode
1acaniana, un doctorado del tercer ciclo del campo_ rei a 10; psicól;gos.enfermeros
st
las~lases,instaura una formación permanente de 'nad: ParísVIII confirme la validez
Yas1st.~ntes sociales. Por último, h~ce ~ue el Con~:~n título internootorgadopo_r u_na
de un diploma de ciínica ps1coanaht1ca · Se trata b de 1976. Tíenecomoob¡etivo
'secc·ó · · " creada en octu re 11
1 n cl1nica del Campo freudiano na definición 1acaniana de 1a c1·n·ca
. ·
fundaruna enseñanza que púeda respon~er ª u médicosy los titularesde maeSlílaS
Estádestinadaa los psiquiatras en formación, los . de la presentacióndeenfermos 1.
Yestáconstituídapor entrevistas, cursos Y un~ pr~cticaintenta volver a la se ª de ª nd
Conesta innovación la corriente lacano-rnillenanaestá en el ocaso.A travésde ella,
Psiquiatrlaclásica en ~na época en que el dinamismo
193
La Francia freudiana en todos sus es•·
«.dos

y contra la herenc ia de la psicología clín ica, Laca~ elige una vez m~s el asilo y el
recuerdo de los años treinta. Cuando muere Hen~1Ey, Orn,car? le nnde homena·e
publicando un texto inédi to esc rito por él para elogiar a Cléra mbault: hablando de~
lo que se prete nde es pregonar el culto de Lacan que fue el discípulo del maestro d!
la Enfermer ía especia 1ss_
Por supuesto que Lacan apoya la creac ión de la secc ión clínica, deja ndo cada vez
más la gestión de los asuntos de Vincennes en manos de su yerno . E_n octubre, Solange
Faladé le propone a éste trabaJar en la EFP. con los_ps1coanahstas. Le pide que
reflex ione sobre los algoritmos de Lacan, y M1ller prefiere la, palabra "materna". La
reunión tomará el nombre de "Jornadas de los mate rnas·. El mismo hace en esa
oportunidad una brillante expos ición sobre la enseñanza de la presentación de
enfermos , efectuando así una patente intrus ión en un ámbito hasta entonces reservado
a los terapeutas ss. Interpe la duramente a Maud Mannoni por sus posiciones
anti psiqui átricas, y ésta se apresura a responde rle que e l psicoanálisis pronto estará
en pel igro de serv ir de mu leta a una psiquiatr ía liberada de la tutela neurológica . No se
equivoca, pero ya está todo terminado: la antips iquiatría y la psiquiat ría clásica en laque
el psicoaná lisis ya no sirve para nada. El mate rna no aportará ningú n remedio a esa
situación histór ica, aunque se arriesgue a transmiti r íntegramente , en una clínica
. enseñab le, el lenguaje de la locura. Y, mientr as que los jóvenes lacan ianos, formados
en la p ráct ica de las sesiones cortas , se apoderan del mate rna para poner en ecuación
las curas de sus pacientes , Lacan anunc ia que está buscando el materna que fuera
capaz de aportar una solución substitutiva del discurso psiquiátr ico permitiendo al sabio
hab lar el mismo lengua je que el loco.
Desde la Jornada de los maternas, Miller y Faladé proyectan cont inuar trabajando
jun tos en la EFP . Miller propone que se celebre un Congreso sobre la ''tradición· del
psicoaná lisis. Faladé prefiere la palabra ''transmis ión". Somete e l proyecto al directorio,
y Lacan acepta y elige ''transmis ión". Pero los miembros del directorio, furiosos de que
Milla r des~rnpeñe de ese modo funciones en la Escuela , se empeñan en sabotear la
empresa . Este se cansa y se desinte resa de la sit uación y del Congreso , que se celebra
sin él. .. Sin embargo , por sus otras activ idades , no cesa de forta lecer su posición Y
cuando vue lva a estas cuestiones, en 1979, será el primer beneficiario de su trabajo Y
de los fracasos de un director io y de unos jurados que habrán quebrado57. Pero la base
de la EFP no lo aceptará jamás y se verá obligado a apoyarse en tuer zas ajenas al reino.
Al final, incluso con el apoyo de Lacan , term inará por tener la mayoría de la Escuelaen
contra: de ahí lt,s horrores de la disolución.
Hoy en día , el departamento de psicoanálisis está instalado en Saint -Denis. Tiene
menos peso que la U E R de ciencias humanas clínicas, pero no transige con la psicología.
Cuenta con un profesor, tres maestros de conferencias, dos profesores asistentes, tres
asistentes , dos as istentes asociados , siete titulares habilitados como directores de in-
vestigación en el marco del doctorado de psicoanálisis, treinta y siete encargados de
cursos y dieciocho conferenciantes . En función del golpe de Estado de noviembre de 1974,
bo~ró sus or_lg ,enes sin poder camb iar de nombre . Se sigue llamando "departamentod~
ps1coanáhs1s , pero en el folleto que presenta la lista de profesores , se puede leere st0·
"D esde que Lacan lo creó , e l departamento de psicoanálisis de París VIII se dedicóª
transmitir un saber sobre el psicoaná lisis, etc.se• De este modo, los estudiantes ignoranque
Serge Leclaire fue el primer fundado r de la experiencia.

194
R8 ínos divídidos

//. La Socíedad Psicoanalítica de París 0


el avanzado estado de la burocracia

Mientras que la EFP evoluciona hacia el . .


mayouna grave crisis institucional, la SPP dgi~antisrno Y atraviesa desde antesde
especiede eterna estabilidad. Como eligió lasª ~ impresiónde mantenerse en una
a 10spatrones de la IPA, no mantiene con el ;n a del poS!freudismoyla obediencia
épocala misma relación que la comunidad lacaensarniento filosófico y literariode su
del pensamientode gran envergadura se carac:a.na. Como no tiene ningúnmaestro
oligárquicocarente de democracia. A ~ed ida que ;::J 0
ºr un modode funcionamiento
la segundageneración, son sus alumnos de la terce a sapareetendo los maestrosde
I
en conflictos de una extraordinaria violencia Al r o_sque se enfrentan entreellos
. d á · convertirse a su vez en dirigentesde
la Soaeda , producen m s alumnos que se oponena ellosO s d
· d 1965 1b · . e estrozanentreellos
A partir e , con e rote de gigantismo , la SPP pasa a ser el teatro de una lucha·
permanenteque dura hasta hoy. Se enfrentan entre ellos primero los herederosde
Nacht,_Schlum~erger Y Bouvet,~ luego, de rebote, los alumnosde éstos.Losconflictos
se repiten segun un proceso c1chcoque tiene como tema central la cuestión de la
formaciónde los psicoanalistas Y como referencia las filiacionestransterenciales. La
terminologíaempleada no es la misma que la de la comunidadlacaniana. En ta SPP
se llama cursus el análisis didáctico y la formación subsiguiente,supervisiónel controÍ
y especialistaen la didáctica del psicoanálisis el que está autorizadoestatutariamen te
a conducir curas de formación. Además, se tiene tendencia a afrancesarla sigla IPAy
a escribirla API (Asociación Psicoanalítica Internacional},para señalar bien la perte-
nencia. Desde siempre, la SPP es una "sección" francesa de la IPA. De ahí esta
paradoja: se proclama tanto más francesa cuanto que pertenece a un imperio
angloamericano. Su extraña relación con su propia francesidadva a ocasionarle
algunossinsabores institucionales. .
Esdifícilidentificarverdaderascorrientesdentrode laSPP,pueslosmiembrosde esta
Sociedaden general no se reconocen en ningunacorriente.Grossomod~puededec1rs~
queson postfreudianos, neofreudianos y más marcadospo~la escuelal~glesade 5~ f
coanálisisque por la escuela estadounidense. En todo caso,nvocanª Wmmc~~,r~ºd~
MélanieKlein Anna Freud yJonesasi comoa todaslascorrientesquenoseescm 18
• ó· · nucionales
I y nodesembocan en
lacasamadre.Sus conflictos son menoste neosqueins asrelativasa latécnica la
verdaderasdivergencias con el imperio en 10toca~te~s ;:;. 0 devistainstitucional,hay
1
dt.raciónde las sesiones y la marcha de las curas. er:du~iendoel poderde lostitulares,y
"liberales" que tratan de democratizar la S_o cied~d~erla omnipotenciade latitularidad.En
"conservadores•que quieren por el oontranoman e s idealesde la medicina,queno son
I0
estosdos campos, están luego los defensores~~- salas filasdelostitulares.Enambos
1
Obligatoriamente hostiles a la llegadade_los_non:'ó ~e unadespsiquiatrizaciónde mayor
bandoshay partidarios de una desmedicallzaci n Y al no habervividola escisión, han
entidad.Peroestán también, entre los jóvenes, 1~~aq~~~tilidad de sus mayoreshacia el
nd
olvidadosus efectos y les cuesta compre e. d' 5 quenoseoponenforzosamente
lacanismo. Por último, están los j ud fos Ylos ~o¡u ~~a.identidad judíade la SPP· Cuandº
tnlieellospero mantienen relaciones ?omple¡~~~eferencia a la SPP,hayquesaberque
hablamos de tendencias corrientes o ident1da . . no suelenrepresentárselascorno

....
tlhlstonado

rlasreconstruye. Los actores
de la h1stona

195
La Francia freudiana en todos sus estados

Hay una diferenc ia considerab le entre , por un lado la APF y la E'.P, y por el otro
la SPP. La APF y la EFP tienen un mismo origen 1nst1tuc1onal e histór ico. Ambas
tuvieron que hacer una opción: o Lacan o la IPA, un maestro o un grupo. Están por lo

tanto profundamente ancladas en la hist~ria de l lacanismo Y su relevo . • SPP, por 81
contrario , nunca tuvo que efectuar tal eleeetón puesto que unos rebeldes la abandonaron•
en 1953. De ma nera que no mantiene con la histor ia de l lacan ismo la misma relación
que sus compet idoras. .
A part ir de 1969, cuatro grandes co mponentes freud ianas se reparten el territorio
de la comun idad psicoana litica francesa: la APF , la EFP, la OPLF (Cuarto Grupo}y la
SPP Las tres primeras se reparte n tamb ién la historia de l lacan ismo, mientras que la
última es la que queda más ajena a ella. Esto no qu iere decir, por supuesto , que la
historia del lacanismo esté ausente de los conf lictos de la SPP. Pero allí no funciona de
la misma manera que en otros lados por la sencilla razón de que la filiación transferencia!
directa con Lacan se rompió desde 1953. Para la cuarta y quinta generación de la SPP,
for madas ent re la primera escisión y los años setenta, Lacan no está presente como
clínico. Ningún miembro de las jóvenes generac iones sale de su diván y los de la tercera
que hayan sido formados por él son escas ísimos. Así que a las jóvenes generaciones
no les interesa la persona de Lacan aunque a veces sigan su seminar io. Formadas
fue ra del lacanis mo activo, lo consideran una doctrina cualquiera. Y al mismo tiempo
están profundamente ligadas a su propia Soc iedad que les garantiza una competencia
profesional y una identidad. Respecto a esto, sigue exist iendo una impresionante larga
duración del poder burocrático que se opone en todas las épocas a l extraordinario
fulgor de los verdade ros relevos teóricos: la revolución es antes que nada una sesión
corta, incluso si su gestación requiere sig los .
Si no hay ningún maestro del pensam iento que sea el soporte de una doctrina o
política inst ituciona l, cada individuo de la colec tividad puede convertirse en un maestrito,
con mayor o meno r ta lento. Cada uno puede producir obras sin tener que definirse sin
cesar con respect o a una enseñanza omnip resente. La relación con la palabra viva de
un maestro es entonces histor iada, pero no se perfi la nada que pueda entrañar
colect ivamente una aventura psicoana lítica. Los miembros de este tipo de colectividad
freudiana están destinados, en este caso, a produci r alumnos de acuerdo a criterios
inmutables y perfectamen te defin idos . Y por eso están obligados a formar en tomo a
ellos pequeños reinos transferenciales basados no en la relación directa con la persona
de un soberano sino en la pertenencia inst itucional. No se identifican con un maestro
y su causa sino con la instituc ión misma que les garantiza una identidad y administra
sus ambiciones. Esta identificación puede tornarse positiva o negativa según las
relac iones de fuerza o los conflictos del momento . Puede incluso desembocar en una
relación persecuto ria con la cosa institucional cuando la ·casa se niega a otorgar un
verdadero reconocim iento a sus minorías . ··
En la SPP, después de 1953, no es posible que se opere ninguna escisión_rnás
porque la escisión yase produjo , al induc ir por antic ipado una opción entre el lacanisrno
y la IPA. Los miembros de la SPP están pues condenados, para la época contern~o-
ránea, a vivir bajo el mismo techo, es dec ir a destrozarse dentro de una entidad cornun.
Toda ruptura real con la sociedad nut ricia acarrearía ensegu ida la pérdida de una
pertene~cia a una i~entidad supranacional considerada el origen de todo treudismº;
Ahora bien, la h1ston? muestra que, para arriesgarse a sufrir esa pérdida , h~Y que ~ i
no sólo un creador sino un auténtico funda dor: sobe rano, jefe político o le91slad0r-

196
1
Reinosdivididos

na ruptura no desemboca en un acto de fu d .


U n ación te ·
imperio.No se pue d e rompe r con el ya -aquí de un f , rm1na_en un retorno hacia el
nd
de fundar otra cosa : tal es el sentido de l gest a . u _ación histórica sino a condición
mismosu exclusión durante el duro invierno de~ ;:inoz iano por el que Lacan actúa él
3
e l riesgo de ser abandonado a su vez Si se h b. · Por ese gesto y sólo por él asume
· . · u 1era conf d '
0
un perseguido , no hubiera fundado nada Se orrna o con ser un expulsado
ni la SPP pueden soportar una esc isión Pa·ra rceom . pre
nd e entonces por qué ni la APF
. · a1izar una se ·
fundador, y es por no ha?er ~enido un gesto así por necesita hacer un gesto
10
imperio prefiriendo una 1nst1tución a un hombre . Por 1u! la APF regresó al regazo del
volvera la IPA, se queda en la onda de un lacan ism d. nticas razones, la OPLF, sin
O
separó de un prínc ipe pa ra valor izar un gru :~ci~logizado . No fundó nada; se
O
sociedades sin "gran hombre • se manti enen sie! ~een i~rtud de este princ1p10, las
biensometen a su domin io a los verdaderos cread~res q
.
ª asombrosa estab1hdad. O
ue no pretenden transformarse
en fundadores o se toman. su t iempo para hacerlo, O bien toleran a 1os revoltosos que
ante la falta total de doctrina, desempeñan . . pape les de v·ict·imas permanentes. Ese es'
el caso de la S PP. Los creadores, los d1s1dentes,los rebeldes, los antiautoritariostienen
dos opC1ones:o aplacarse y ocuparse de otra cosa que no fuera el poder, 0 conquistar
el poder e 1_nstalaruna nueva leg1t1m1dad. Para elegir uno de los dos caminos se exigen
doscond1c1ones:producir una obra creadora o ser capaz de gobernar. En ambos casos,
siempre hay que saber, llegado el momento, asumir el riesgo del exilio: exilio interior
cuando uno se retira hac ia sus obras y su práctica, exilio político cuando se pierde la
batalla del poder. Por lo que se refiere a esto , la SPP contemporánea está compuesta
por tres categorías de indiv iduos: los hombres de aparato, que actúan en nombre de
la legalidad ipista y que , seguros de ese poder, siempre son los vencedores: los
maestros no reconoc idos, auténticos clín icos o creadores, que siempre terminan por
aceptar la discipl ina del aparato porque saben que no tienen alternativa y los rebeldes
de todo tipo que, si no saben romper a su debido tiempo, o calmarse, quedan
condenados al papel de víctimas permanentes. A causa de su estructura burocrática,
la SPP es pues una sociedad estab le, sin gran relevo doctrinal, que a veces s_e parece
a la sección local de un Komitern y a veces a la sucursal de una transnac1onal. Su
estabilidad es proporcional a sus desgarramientos sec_retos.Por adentro se hbra~
combates fratricidas por interpósitas medio de las fihaC1ones,p~ro por fu~ra s
' . . . la máscara de una tranquilidad 1lusona.
conserva, frente a la ag1tac16 n lacaniana, . d 1967-1968 hay que
Para comprender la crisis que afecta ~ la SPP_ ~:~;~a:a en 1952 ~edificó el
ª
recordar que la creación del Instituto de P?icoanáhsis e le llamar SPP O Instituto es
rostro de la Sociedad Psicoanalítica de P_ans· Lo que s~~~: iones regidas por la ley de
5
en realidad un conjunto bicéfalo cons~1tuidopor 1º:ir~ . La primera tiene una función
1901: la SPP por un lado y el Instituto por e aestadivisión losm iembrosde
administrativa y la segunda un~ función docente . Pe~:ra mayor facilidad llamaremos
una_son automáticament~ miembros de la otr;PP Instituto a la sociedad llamada
Sociedad a la entidad jundica formada por la 'teriza la identidad de la corriente
Instituto de Psicoanálisis y SPP al conjunto que caratedo que ésta puede tener rostros
representada por ambas asociaciones , de1and sen º ª
múltiples . os de miembros: los titulares,
· e de tres 11p · d )
A partirde 1952, la Sociedad se con:ipon ue ertenecen a otras socieda ~s ·
losadherentesy los corresponsales-afthados(q . p y están autorizados a practicar
1:1.. ,_ deliberativa
...,,g los titulares tienen voz plenamente
197
La Francia fraudiana en lodos sus 6 1
-,s ados

curas didáct icas . Su nombram iento se hace po r cooptación en la forma de unae lec .
· ¡· t Clón
en una asamblea de t itulares. Los adheren tes son ps icoana ,~ _ascuya práctica fue
sancionada por la Soc iedad después de redactar una tes is. En d1c1embre de 196 6 p
hace r frente al gigantismo y no seguir engrosando las filas de los alumnos, se to~ ~a
decisión de int roducir la categoría de af~iado además de la de corresponsal. En vi!!
de esta modificación, el afiliado se convierte en un miembr o pleno no bien la comisió
de enseñanza del Instituto declara term inado su cursus . En marzo de 1967 el camb·º
es ratif icado mediante una votac ión, y se eligen de golpe setenta afiliados. Conque~~
esa fecha la S PP está en vías de transformación cua nt1tat1va.
La Sociedad no recibe , como la EFP, miembros simp les o miemb ros no analistas.
No da ningún derecho a los alumnos del Instituto, que pagan por su formac ión y carecen
de estatuto . La administra un colegio administrativo compuesto por titulares y adherentes
elegidos por titulares. Ese colegio elige a tos nuevos adherentes después de ser
escuchados por una com isión de candidaturas ad hoc. También elige todos los años
una jun ta compuesta por cinco tit ulares y tres adherentes que funcionan como
consejeros. En consecuenc ia, a la Sociedad la gobiernan exclusivamente los titulares.
Hasta 1973 , el lnstituo es administrado basándose en el mode lo de la Sociedad por
un Consejo de Administrac ión compuesto por derecho por los titulares de la Sociedad.
Este consejo es constituido por cooptación y somet ido a la aprobac ión de una asamblea
general en la qu e sólo los tit ulares tienen voz de libe rativa . El CA elige una junta
presidida por un director y toma el nombre de comisión de enseñanza. Así, el poder
administrativo se confunde con la función docente. Los miembros de la comisión son
llamados comisarioss9. La función docente está def inida en un reglamento de estudios,
que determina las modalidades del cursus. El candieato al t ítul o de estudiante del
Inst ituto debe formular por escrito una solicitud de inscripción con currículum vitae,
copia de los certificados univers itarios y trabajos efectuados . Se compromete a no
considerarse alumno hasta que la comisión de enseñanza no lo haya liberado de ese
comprom iso . Aquella se info rma sobre la personalidad det candidato y, tras una
deliberación, le hace saber si existe una objeción impo rtante a que sea estudiante del
Instituto. Este proced imiento se llama preselección y conduce a hacer "análisis por
encargo". Si el candidato es preseleccionado, queda autorizado a elegir librementea
su psicoanalista basándose en una lista de titulares, que son los únicos habilitados para
ejercer la formación didáctica. Inicia as i un análisis personal que no queda a salvo del
control administrat ivo. Debe comunicar a la comisión la fecha en que comenzará la cura
y el nombre de su didáctico, que proporciona los mismos datos a la comisión. El
candidato se convierte entonces en estudiante del Instituto. Para elegir a sus
controladores , sigue un procedim iento idéntico. Se necesitan dos controles, uno de
ellos colectivo, con dos titulares que no sean el didáctico : de este modo se completa el
cursus y el estudiante puede pasar las etapas que van de la afi liación a la titularidad.
A fin de proteger el análisis personal , en un sistema en el que todo está controlado de
antemano, Nacht hizo agregar un artículo a las moda lidades del cursus en el que se
estipula que el didáctico no interviene en las de liberaciones de la comisión acerca~e
su alumno y que, rec íprocamente, la comisión no toma posición sobre la duración Y ª
terminación de la cura . En el n1omento en que se crea la nueva categoría de afiliado,
la mayoría de los miembros de la SPP empieza a impugnar seriamente ese modo~:
formación selectivo. Se agrega con respecto al cursus otro artículo además del 8
Nacht , que se propone reducir el "de antemano" del análisis por encargo. Establece qu

198 d
¡¡sínosdiVídídos

unacura person~ I puede convertirse en didáctica


práctica efectiva , con lo que la aceptación d con Posteriorídad en 1
18 I
cornienzo de la fonnación . e a supervisión pu~de :o i~~mento de
En una ponen~ia realiza~a en mayo de
1967 Je cidir con el
ue reina en el Instituto un ano antes de las b .' an Favreaucapta bien 1
q · d . "M arncadas a e malestar
vuelveanticua o. e pregunto-dice-si no sería m , causa de un.sistema que se
a 10scandidatos en l_aqu? se les sugiera to mar canta!~ favorable una notaentregada
experimentados (d1dáct1coscamuflados). Cada con algunos analistas sabios
Y · d b · t - uno de los que f é
el candidato e ena ac uar segun su sent ir El t· u ramos elegidospor
. · · · iempo ganado ·
(!edicado a cam b1arexpenenc1as sob re la técnica d en comisiones sería
unapanacea sino una prepa rac ión a la parte más e! cada uno 1-:·1Esta medida no seria
Catorce años después de haberse ido los fu ednc~a l. el pSicoanálisis personalGO.'
sociedad parisina sigue sin reflexionar sobre los pro; I: ores de la SFP, la honorable
1
condujeron a la primera escisión. Pese a algunas mo: ~ re ativosa la formación que
s~uación que Lagache y Lacan denunc iaban en aquella~ ~~ior;;s, se encue~traen la
0 10 st
los conflictos entre los ."liberales" , hostiles a la preselecPc.iónª· r ,~ueatane ª º·
e
, Y 1os conservadores·
adeptosa1statuquo, exis ten desde la decaden cia del período nachtiano. Perohay u~
esperarla exp losión de mayo para ver surgir dentro de la SPP una verdaderabat~lla
en tomo a ese problema.
Así p~es, en _1965 la SP P es, junto con la EFP, la sociedad freudiana máspoderosa
de Francia. S1 bien no ocupa de manera des lumbrante los grandes bastiones del
pensamiento moderno, está fuertemente implantada en la Universidad, en los centros
médicosy en todos los servicios psiquiát ricos . Cuenta con ochenta y tres miembrosde
loscualestreinta y cinco son titu lares, t reinta y nueve adherentes y nuevecorresponsales -
afiliados(fórmu la antigua). Si se agregan los alumnos, que no están contados entre los
efectivos,se puede deci r que en volu men supe ra un poco a su principal competidora.
Pero no por muc ho tiempo. Hay vein ticinco mujeres que son miembros _plenos,
diecisiete de las cua les son adherentes y cinco titulares: Oeni~e Braunswe1g,C.-J .
Luquet-Parat Joyce Mac Dou gall Janine Chasseguet-Smirgel y Evelyne Kestemberg.
• ' · SP , 1 EFP va
Lastres últimas no son méd icas . A partir de esta fecha, la P, as, como ª . ,
. . · En 1981 cuenta con doscientos
siendo progresivamente afecta da de g1gant1smo. •
noventa y siete miembros, de los cua les sesen ta Y uno son titu:are~,cincue::~s"~~;:
adherentesy ciento setenta y siete son afiliados. 81se agr::~ti~!i ~~:~~de mujeres
seapr_ox1m_ana las de la EFP . En ambas soci~dades el ªi Pero los cargos de influencia
esde1guahmportancia, con una ligera ven ta¡a en la SP :e es se imponen en todos los
~ se distribuyen de la misma manera. En la E_FPlas m~~ ~n la SPP atiborra11las filas
nivelesde la jerarquía (ME, AP, AME, A_E), mie~tras q s numerosas son: un total de
~ los afiliados . Cuanto más alta es la ierarqu 1~ m~:~ entre las que figuran cinco no t
C!en~o cuarenta en 1981 y solamen te diecisiete titu(adad más médica de Francia. ES ª
médicas. En esta techa la SPP sigue siendo la soci~ .6n femenina a cargos de poder,
mecticalizacióntiene efectos en el acceso de_la pob ~ci la mayorla de las mujeres se
lo que explica por qué en los conflic tos inst1tuc1ona les1:neade Marie Bonaparte, son
Situan
· bajo el estandarte ' del conservaduns· rno· En ato1que no son médicas • s1·
tanto más sumisas a los ideales de la med icina ~:;tar a la vanguardia de la c~l! u;:
COnt En el plano editorial, la SPP es poderosa :~av ista oficial. la RevuerFr~:;~ ese
P 81Tlporánea.Sigue sin poseer má~ que un se a algunos intentos rea iza
8'YChanatyse, que no se transformará ¡arnáS pe 199
..

La Francia fraudiana en todos sus es•-


"'dos
sent ido. En vísperas de la rebelión estud íantil, está moribunda . El editor se desintere
. t· 1
y los miembros del grupo la leen cada vez menos. eas, n_o 1ene ectores fuera de laSpp
sa
Sin embargo , entre 1965 y 198 1, se producen camb ios como consec uencia de lo~
conf líctos . En las PUF , además de la colección que Nacht creara en 1956 , se encuentr
"Le fil rouge " fun dada en 1972 y dirigida por Miche l de M'Uzan, Serge Lebovici, Ren:
Oiatkine, Serge Vide rman y J. de Ajuriaguerra. En Payo~, es Gérard Mendel quien se
ocupa desde 1962 de la "Petite Bibli?théque " y la colecc,ó_n"Sc 1ence ..de l'homme•. En
Oenoel, los liberales crean dos colecciones, una Con rad Ste 1n en 19:0, ~ P,sychanalyse
dans le monde contemporain ", y la otra Jacqu ehne Rousseau -Du¡ard1n, Freud et son
temps ". Ésta deja de existir en 1980 . Por último, otros much os miembros de la SPP se
implantan · e n bastiones ed itoriales más marg inales: en 1977 Bela Grunberger y J.
Chasseguet-Sm irgel en Tchou, con la co lección " Les grandes découvertes de la
psychanalyse ·, y Alain de Mijolla en Selles Lettres, que dirige su hermano, con la
colección "Confluents psychanalytiques ".
Son muchas las actividades cientlficas de la SPP. Además de los coloquios
internos siemp re organizados por los titula res y los numerosos sem inarios destinados
a los alumnos, cada año la Soc iedad organ iza e l Congreso de los Psicoanalistas de
Lenguas Romances y participa en las grandes reuniones de la IPA. Aunque la casi
tota lidad de sus titulares son paris inos, tiende a descentral izarse sin jamás conseguir
implantarse en provincia con el mismo éxito que la EFP. La SPP posee una prodigiosa
bib lioteca privada así como un centro de consulta y tratam iento psicoanalíticos en el
que se practican curas que la Seguridad Social reembo lsa: un verdadero imperio
parisino que tiene la suerte de contar entre sus miembros no t itu lares con dos de las
personalidades más prestigiosas de la cultura psicoanalítica francesa del siglo: la
escritora Marthe Robert y el profesor Georges Devereux, cuyas obras de
etnopsicoaná lisis son reoonocidas en e l mundo entero sin haber recib ido en Franciala
acogida que merecian62.
En mayo de 1968, era inminente la rebelión en las filas de la SPP. Ante la
estupefacción general, una inmensa asamblea general pronto reúne a la totalidad de
los miemb ros de la Soc iedad. Bajo la presión de las generaciones jóvenes, se crean
múltiples comisiones transjerárquicas. Se asignan como tarea reflexionar sobre una
modif icación democrá tica de los estatutos y una transformac ión radica l de los principios
de la formación. Los rebeldes exigen una democratización de la gest ión de los asuntos,
la supresión de la prese lección y la abolición de las diferencias entre la didáctica Y la
terapéutica. Así se repite una rebelión de la base, idéntica a la que había provocado la
escis ión de 1953. Titulares, adherentes y afiliados participan juntos en esas comisiones
que toman los nombres de Cursus et hiéraechi<•,Sélection et formation, CursusY
sélection,Problemesde l'enseignement,etc. Todos trabajan con mucho ardor durante
un año y se redactan múltiples informes, que emanan esencialmente de los adherentes
de la cuarta generación. En marzo de 1969, Jean -Luc Donnet, un alumno de Viderrnan,
formula en una larga exposición la síntesis de las reivindicaciones a las que agrega un
proyecto de reforma. Se sucede una gran discusión, en la que se afirma en los titulares
una diferencia entre una tendenc ia progresista y una corriente conservadora. Mientras
que en 1952 la discordia de los maestros había precedido a la rebelión de la base, en
1968 la sublevación de la juventud es lo que divide a la alta jerarquía. No obstante, par
su e~tructura profunda el conflicto es idéntico salvo en que la práctica de Lacan ya ni
funciona como el revelador de una crisis: "La protesta interna -escribe Donnet-" [...

200
RBinosdivididos

dado como resu ltado la instalación de co . .


ha m1s1ones de t b .
Jacrisis que Ia d esata ba encontraba una sit . ra a10en la medida en que
6
constitula pues una ocasión privilegiada de in~ac, n de malestar interno. Esta crisis
funciónde la sociedad de anális is para el anal is~rrogarse muy concretamente sobre la
tan grande de ellos se volvieron .hacia ésta 63 • a pueSto que precisamente un número
Para su gran estupefacción, Donnet recibe en m
10elogia a él_y se burla de _laSPP. El maestro estáª:~º una carta de Lacan en la que
repetirsela historia con una 1ns1stencia tan cómica · "M siblemente a~ombrado de ver
páginas-escr ibe-- que hay que toma r en la inten.ci e traieron s~s c,~cuenta y cuatro
cual son, me han gustado mucho E incluso los h ón de.su difusión limitada. Pero tal
. · • e re1e1do divert·1d u
obstante sin resolver : ¿qué es Jo que le habrá he h , o. n asunto no
sugestión de mayo? Increíble pero no inverosimil Leeºe ponberlessu nombre_? ¿La
· d d f. t d 1· · sen o pues para decirle en
cahda e 1rman e e esas ,neas el placer que me prod · 1t
· 1 · ál . · o· UJOe ono en el que Freud
anunciae .ps1coan 1s1s . ,gamos
. como. complementod idáct·co1 . No me detengo en los
otros deleites _que me produ Jo la ocasión. Por lo que respecta a su 'solución', está
atrasada 17 anos, Y le puedo presen tar la prueba si lo desea. Encaja con lo cómico de
mayo qu~ ese hecho se le escape. Pe_rono por eso se sienta afectado. Usted escapa
en cambio al mencionado elemento com ,co por la calidad de este texto. conmovedor
paraquien lo leyera, lo que tiene pocas posibilidades de producirse en nuestro circulo:
quise darle el testimonio de que puede ocurrí~."
A partir de la primavera, discuten largamente el informe Donnet los miembros de
la SPP, y especia lmente los adherentes como Jacquel ine Rousseau-Dujardin, Nata
Minor y Jean-C laude , Sempé y algunos titulares como Robert Baranda y Janine
Chasseguet-Smirgel. Esta realiza un ataque muy duro a las posiciones del informe y
propone conservar el sistema vigente: "Habiendo reflexionado y sopesado bien todo,
me ha parecido que la existencia de un tercero anónimo, incluso burocrático, con todos
los inconvenientes que ello impl ica -s ociedad, comisión, institut<r-, tendía más a
sustraer lo que puede trabar el desarrollo de la relación analista-analizado en la cura,
que a alterar el proceso, de la misma manera que el marc~ rí,gi?o de la cura, la
regularidad de las sesiones, la duración fija de éstas, el s,!'º _unicoen_el que se
desarrollan, el pago , lejos de entorpecer la libertad de asociación_permiten, por el
contrario, que se produzca la crista lización sobre ese marco de .1ad1mens1ónanal ?e
la realidad y liberan la capacidad de efectuar una regresión narc1s1sta ayudando as, a
· •· 1 h d strado Grunberge~5." Donnet no
que se instaure el proceso anal1t1co,como o a eme .
se deja embaucar y responde a Chasseguet-Sm irgel con m:cht~~,:~~r'.~~~ic~:'t:~~
por Robert Baranda, que a su vez redacta _un texto re~orma º;rante (ensa o sobre la
la teoría psicoanalítica a la instituc ión destinada a sahrle de g Y
Crisisdel psicoanálisis contemporáne 066 -" • olamentefrancesa. En el Congreso
En esa época, la "crisis contempor~nea no es~a algunos estudiantes de todas las
de la IPA que se celebra en el mes de Julio en Ro se reunen aparte de los debates
I
SOcie<_lades,apoyados por algunos titulares hber~ ~:~liana no tarda en poner a ese
paraimpugnar el orden establecido . La prens. Para contener la sublevación, se
desbordamiento el nombre ~e "Con tracongre!i~;anális is (FEP) siguiendo el modelo
fundaentonces una Federación Europea de P rmitirá solucionar los problemas
de la APA. La FEP será como arar en el mar Y no P~or 10que atai'le a Francia, va a
Institucionales de las sociedades ipistas europe~PF . Estas dos sociedades planean
servtrparainstaurar un diálogo entre la SPP Y la .
201
La Francia freudiana en todos sus estados

fus ionarse en u_nafederación, _pero el proyecto pronto es abandonado, porque se juzga


demasiado peligroso para la 1dent1dadad respectiva de ambos gr~pos. Al pnncipio, la
idea de la FEP proviene de Raymond de_Saussure que quena crear_ en el viejo
continente un contrapeso al poder estadounidense. En 1971, Dan iel W1dlocher pasa a
ser el sec retario de esta federación y milita en favor ~e su implantació n en Francia
haciéndose amigo de Serge Lebovici. T ienen en comun una hermosa carrera en los
hospitales y ambos son hombres de poder , convenc idos de la justic ia de la línea ipista
en materia de formac ión . Asistente de los hospitales desde 1962, W idlocher vuelve a
la docencia de medic ina después de mayo. Primero profesor asociado y después titular
dirigirá a la edad de cincuenta años el servicio de psiquiatría adulta del hospital de 1~
Pitié-Salpe tiere.
En el otoño de 1968, se define la ruptura entre la base de la SPP, apoyada por
algunos titu lares entre los que figuran Barande, Stein Y Viderman, y la mayoría
conservadora, apoyada por Serge Lebovici. La com isión Cursus et híérarchie pide
entonces que se publique el informe Donnet en la RFPde la cual es responsab le Pierre
Marty . Éste se niega sin dar explicaciones, y demuest ra así la orientación tomada por
la dirección. Por su parte, tamb ién Barande exige que se publ iqu e su texto a fin de hacer
públicos los traba jos de las comisiones. No consigue mejo re~ res ultados . En el invierno
de 1969, ambas exposiciones son publicadas en la revista Eludes freudiennes creada
por Conrad Stein, en las Éditions Denoel, con Lucio Covello como secretario de
redacción. La creación de esta revista y de la colección que la sucede signa, por primera
vez en la histor ia de la SPP , la entrada explícita en la disidencia de un puñado de
titu lares. Ninguno de ellos se separa de la casa rnadre .
Para los adhe rentes, que tie nen menos prerrogativas y privileg ios que conservar,
las cosas ocurren de manera diferente . Entre 1970 y 1977, se confirman tres actitudes.
Algunos, co moJean Cournut, hacen la huelga de la titulari dad; otros, como Nata Minor,
Jacque line Rousseau -Dujardin y Jean-Claude Sempé, evolucionan hacia la dimisión,
y por últ imo otros , como Donnet, aceptan la situación conf lictua l de su sociedad y
prefieren cont inuar la lucha haciéndose titulares. Al final , se habrán cansado y
terminarán por retirarse al j ardín de su competencia individua l. En cua nto a los alumnos,
algunos dimiten. Entre ellos se encuentra Al ice Cherk i, una simpát ica jud ía argelina que
peleó cont ra Francia en las filas del FLN y trabajó con Franz Fanon en el hospital de
Blida. Serge Lebovic i la había apoyado en su cursus cuando llegó a Francia. Entrará
en la EFP en 197567.
En un Coloqu io ce lebrado en mayo de 197 1, en presencia de los titu lares y los
adherentes, Serge Lebovic i reafirma su apoyo a la jerarquía trad iciona l y al cursus
clás ico en nombre de una hosti lidad a toda transgresión: "Creo -d ice- que estamos
ante transgresiones masivas facilitadas por la situac ión soc iocultu ral del psicoanálisis
y por lo que se ofrece por todos lados en nombre de l psicoanál isis . Y ustedes no ignoran
que me mantengo entre quienes precon izan el pape l de la institución contra la
transgresión , para favorecer precisamente la dureza y rectitud de l psicoa nálisis. Y es
por ello por lo que deseo terminar recordando que la instituc ión debe ser juzgada con
respecto al deseo de transg resiónGS.•
La discusión prosigue entre Green, Barande, Favreau , Donne t, Évelyne Kesternberg
y Janine Chasseguet-Smirge l. Para ilustrar la situación del momento Donnet cuenta
con humor las tribulaciones extraord inar ias de uno de sus pacientes ~fectado por una
"neuros is de destíno".

202
Reínosdivididos

un día, queriendo ser analista el pac·e t


1 ne
. ' rnen ·
tnstituto y como respuesta le dicen que su cura . cionad_oexpresa su pedido al
quiere que su proyecto_fructifique , debe dirigirse ;:~ iene existencia legal alguna. Si
confirmado en su op1n1ón negativa respecto didáctico y abrir un expediente.
I
entoncesen la EFP donde lo recibe Christian s·1 ~ ª burocracia ipista, se presenta
de oonnet. Aquel lo invita a prosegu ir su cu;~~s~~ue _fuecoi:npañerodeinternado
autorizan a efectuar sus controles en la EFP P rnismo diván, a la vez que 10
· ero cuando 1 1 ·d
1acanianaquelotomeencontro l,éstaseniegadicié nd e P e a una experta
I
y hacer un tramo en la EFP. Ella tamb ién conoce a Don~e qu~ debe carnb1ar de analista
Simatos, el paciente va a ver a una mu¡·eruniversi·tar·a et. Mbientras tanto, alentado por
. , • 1 m1em ro de laAPF
una tesis en Pans VII . Esta le pregun ta el nombre de para preparar
st
conoce a Donnet por habe r traba jado con él en el pas:~ ª~vali

ª Y se percata de que
,.. t d t , a que es Oonnet quien lo
envía -vice-- encan a a o apadrinaré y me ocuparé pers
. . . ona1mente de usted • El
P aciente no se anima a dec irle que su ana lista no tiene nada que e ., ·
.. . v r en su gest1on,pero
hace otra presentándose en un IMP d1ng1dopor un lacaniano con el que Donn t t
.d d d t b . E t · · e uvo
oportum ~ . e r~ a¡ar. se psicoanalista le explica que un psicoanalista "es autori-
zado por s1mismo Y entonces e_lpaciente es contratado como terapeuta de niños. Para
controlar sus curas, pronto se d1ngea un terapeuta del Cuarto Grupo teniendo a la vez
la precaución de_decir a su anal ista que sólo se trata de terapias de niños. Tiempo
después, lee en Etudes freudiennes el informe Donnet y vuelve al Instituto donde se ha
creado una com isión para gente en su situación . Se le aconseja al mismo tiempo que
se presente ante la oficina de curas controladas y siga un seminario casero. Enseguida
toma contacto con un di recto r de seminario, que no lo acepta subrayando que no puede
asistir a las clases sin haber sido prime ro admitido en la supervisión69 ...
Esta maravillosa historia ref leja exacta mente la situación francesa del psicoaná-
lisis en los años setenta.
Tras cuatro años de disc usión, André Green es elegido director _delInstituto_de
Psicoanálisis con René Major como secretar io. A impulso suyo, el Comitéde_~irecc'.~n
redacta unos ~statutos nuevos y los somete a la votación del Consejo de "'.dmirnSlr_ac ion
· d El cambio estatutano se refiere a
compuesto por miembros titulares. Son acepta os. , d f.
. · · · as¡ como al articulo que e ine
la administración y el funcionami ento de _la asociacion tutarias El nuevo artículo 9
st
las modalidades mismas de las modificaciones 1~ ~t to EsÍipula que la asamblea
introduce una refo rma democrática en la gest ión de a~s ~~ía~ de miembros: afiliados,
general se compone en ade lante de toda_s _las cen ~t mismo sentido; al consejo de
adherentes, titulares. El artículo 1O es modificado tantes que comprende todas las
administración lo secunda un conse¡o de represen de intercambio bajo la batuta de
categorías de miembros y funciona como un órgan~ació n sigue siendo administrada
un comité de dirección. Pese a este camb io, ~~eª:ºel CA no es elegido portaAG Da~o
con pleno derecho exclusivamen te por los titu.1 ~stá compuesto por una proporc,on
st1 0
el cambio acaecido en 1967, en 1972 el ln tut . mbros mientras que los adherentes
de afiliados que representa a la mayoría de los;~: de los escaños. En buenas cue~~as
0
Ylostitulares se reparten c;ada uno una cuarta P ·noritarios en el seno del cornp ~J
liarnente rn1 · · · de una AG
estoquiere decir que los titulares son am P p a contrarrestar el principio · t
SPP-IP.Pero deben seguir siendo los amos . . aorr·1aet comité de dirección hace vdobaer
•"'-A , d · los en rn1n , ,· ·ón estatutana e
""""rana, que amenazaria con e¡ar . que toda mod11icac i. . . 0 de los
1
unartículo 15 de los estatutos que eS!ipu d I consejo de adminiS!raci6n
ª
hacerse en la AG a propuesta del director, e
203

La Francia freudiana en todos sus 851


ados

miembros de la asoc iación . En este último caso , el nú mero de so licitudes debe alean
la mayo ría simple por lo menos dos de cada tres colegios . Esta modificación consi~fr
en dividir la AG en tres coleg ios , cada u~o de los cuales tendrá una representativida~
igua l, a pesar de la desigualdad cuant1tat1va.Queda pues quebrantada la soberanía d
la AG. Una cláusula agrega que , para someter a votación una modif icac ión estatutari:
debe obtene rse para cada coleg io una mayoría de dos terc ios de los miembros10. '
Sin darse cuenta, el Com ité de Dirección de l Instituto redactó unos estatutos
verdaderamente delirantes. Para hacer fre nte al aumento demog ráfico de los afiliados
volv ió impos ible toda modif icación estatu taria. En efecto, ten iendo en cuenta lare lació~
de fue rza existente en la asoc iacion, queda descartado que se pueda lograr una
mayor ía de dos terc ios por coleg io en el caso en que se planteara el problema de una
eventual modificac ión estatuta ria. Las posiciones res pect ivas de los tres colegios
impiden de antema no la existe ncia de seme j ante consenso . Siempre habrá de cada
tres colegios uno opuesto a los dos restantes o votos que falten en alguno de los tres.
Ese año, el cursussuf re algu nas mod ificaciones. Las visitas ya no son obligatorias,
sino "deseadas• . El expediente ya no se abre antes de entra r en anál isis y desaparece
la prese lección . Pero se mantiene el principio de la lista de los titulares habilitados y,
de hecho , son los únicos autor izados a conduci r las cu ras llamadas "didácticas•, a las
que sin embargo se les dice "perso nales". Un artícu lo 9 legaliza la noción de
posterioridad, ya introducida en una modificación anterior. Estipula que , cuando surge
un deseo de formació n como consec uencia de un aná lisis emp rendido sin considerar
ese proyec to y efectuado por un no titular, el ca ndidato podrá solicitar, a título de
excepción, que se examine su situación 71. Aparentemente este artículo parece resolver
el esp inoso problema de la lista pero, en realidad, puede incitar a la mentira puesto que
permite al ca ndidato eludir la ley y escoger por antic ipado a un no tit ular para Iuego hacer
ava lar su cura. El Instituto tropieza aquí co n ese problema inso luble al que sólo Lacan
intentó dar una respuesta frente a las normas ipistas : o un análisis es un análisis,
forzosamente persona l, y el paciente opera un primer paso hacia la didáctica autori·
zándose a sí mismo y luego un segundo transmitiendo el conten ido del paso o un
análisis es didácticamente autorizado con ante rioridad o poste rioridad por comisiones
y no es un anál isis. Que esta propos ición sea teór icamente cierta no impide que se
puedan desarrolla r auténticos análisis en cualqu ier situación institucional . Con respecto
a esto , el catecis mo del "se autoriza a sí mismo " es tan desas troso como el evangelio
de las comisiones .
Así pues, a principios de 1973 de la protesta resu ltó una refo rma.

Las barr icadas que atraviesan la SPP, tamb ién la dividen singular mente. En marzo
de 1969, Bela Grunberge r y Janine Chasseguet -Smirgel publ ican con el seudónimo de
André Stéphane un libro temible titulado L 'Univers contestationnaire y subtitulado Les
Nouveaux Chrétiens 72 .El mero títu lo ya const ituye un trozo de antolog ía. Da a entender,
y la_acusac ión_es grave, que la protesta se parece a un ca mpo de concentración,
105
stahnista o nazi. En cuanto al subtítulo, es aún más grave puesto que insinúa que
"campos de conce_ntración' de 1~ protesta son fabr icados por "nuevos cristianos·. L~
que equiva le a decir que en opinión de los dos titula res de la SPP los agitados de rnaY
son adeptos al nazismo o com isarios de la KGB. André Stéphane invoca abiertamente

204
P,eínosdivididos

a RaymondAron y a Sigmund Freud para afirma . .


resolvió mal su complejo de Edípo . Allí quedó 1~ · si~ vacilación alguna, que la protesta
par lo que intenta derruir la buena democracia bur P~e;e, en una fase anal, y por eso es
las autoridades paternas. Nuestros autores s g . a de tantos años, fuentedetodas
interpretación seudofreudiana de la rea lidad so~· ~lerden así por la senda de una
observan desde lo alto de su grandeza los síns~~~rgual que Bouvard y Pécucher,
sorprendentes: nos ente ramos por ejemplo de que es del siglo. Eso da resultados
I
conseguido "integrar sus ident ificac iones a su yo ebci~easta Jean-Luc Godard no ha
1
en sus películas a grandes mode los : especia lmei: a~ _Y por esa razón necesita citar
73
Marx es tratado de antisem ita sin que los dos auto ntz Lang . De repente, Carlos
10
la judeofobia marxiana del ant isem itismo mode r~~s ~e ,~en el trabaJode distinguir
izquierdason caracter izados según una extraf\a tipoÍog~a ru Ttimbo:élos mtelectu~les de
. • am I n ellos detenidos en
la fase ana 1, apa recen como pobres diab los deseosos d
humillados a vengarse de la glor iosa Israel A estas asomebayausda r ª 1?SáA rabes
. · ros argucias, ndré
Stéphane agrega una potente reflexión sobre las ralees inconscientes de la t
1
No sólo se compara a los rebeldes con hitlerianos O stalinistas sin que ·amá pro esª·
.f · 1 E . . , J s se sepa
en . qué se dI ere~C1a e stado sov1ét100 del nacional-socialismo, sino que son
cahf1cados de cristianos en nombre de un freud ismo "correcto' .
Los autores dela tan su pos ición desde el principio esgrimiendo las mayúsculas.
Enfocan el Cnst 1an 1smo como un Cisma con respecto al Judaísmo, para hacer de este
cristianismo el prototipo de todas las disidencias . El Junguismo y el Lacanismo están
integrados en este proceso : uno porque emana de un Protestante y el otro porque fue
fundado por un Cató lico. Pero ¿qué hacer entonces con las disidencias judías de Freud:
Adler, Ferenczi, Rank, Reich , etc.?¿ Qué hacer con Spinoza y los fundadores de la Ego
Psychology? André Stéphane se cuida bien de responder a esta pregunta. Y sin
percatarse de que Marcuse es judío , tira el revisionismo protestador en los cubos de
basura del cisma cristiano. Siemp re siguiendo el mismo razonamiento, da una inter-
pretación de la supues ta estructura de l "cristiano-protestador' . Según Stéphane, los
cristianosestán menos capac itados que los judíos para curar su neurosis en la medida
en que su religión, basada en el cisma de l hijo, les impide resolver el confhcto edfp1co.
A causa de esta pertenencia, quedan prisione ros de una "rebelión anal" que los ll~va
a impugnar siemp re al padre. Así que son , según Stéphane: dobl~mente culpables. de
su analidad, consecuenc ia del espíri tu rebelde , y de su ant1sem1 t1smo,ong1nado en el
Cristianismo. ·d d " · d
Se ded'1 · á · s a Danie l Cohn -Bendit, jefe indiscut1 o e1 universo e
can vanas P g,na larecido Hace notar
la protesta'. Sobre este pun to, André Stéphane es un pensador,e~~ rebelió~ deriva del
st
q~e el muchacho es judío . Pe ro como quiere de~°i rar ~~~u~sta antes de ser judío.
asma cristiano, explica enseguida que Cohn-Ben ~ es ªcristiano con estructura anal-
Se convierte entonces en un mal jud ío, es decir un ~~~todo para ser su propio padre,
1
PíOtestadora.La prueba de ellos es que trata de des onamiento el autor bicéfalo se
su propio fin, su propio comienzo 74 .Segu r? de e~:e ~~~ona lidad ~!emana y que los
acuer~aentonces que Cohn-Bend1t op to_por "Somos todos judíos alemanes' . ~sto
estudiantes manifestaron en favo r suyo al gnto de ien ·nada de eso ! Puesto que existe
P8recería probar que no son antisemitas . Pues b • 1
- e dedican sin método a la ciencia
de una novela de Gustave F~au~ert¿~~ ~ saben copiar ideas. (N. de la T.)
·P8rsonajes
y fracasan porque en su med10Cnd ª
Ylatécnica
1
205
La Francia freudiana en todos su
s estados

una "estructur a protestad ora•, esa estructura no se modifica por usar una consign
modo que los rebe ldes son igualmente antisemitas cuando gritan "Somos todos jid~e
alemanes" . En efecto, en su inconscien te , prot~stan contra el padre y, como el judío~!
el proto tipo del padre, protestan contra el 1ud10. En co,nsecuenc1a, son antisemn .
"somos todos j udíos alem~nes· _no es otra cosa, segun Stép~ane, que un desa~
lanzado al padre7s_Esta af1r~ac1ón permite al aut~r bo rrar el ~1mbolo principal por el
cual la rebelión de mayo se 1dent1f1~ó con ~I extran¡ero, la ¡udeidad en exilio y el ideat
de la diáspora. Brecht contaba un d1a,a guisa de ch iste, que un parlamento que ya no
es que rido por el pueblo debe diso lv~r al pueblo. And ré Stéphane comprendió la
lección . Disolvió los hechos que se resisten a su argumentación.
Exilado en Londres, Freud duda si publ icar el Moisés . Luego se decide. Hemos
visto que esta obra describe la novela fa miliar de l pueblo judío y la manera en la que
ese pueblo se toma por el elegido de Dios, ya que se obstina, ante los cristianos que
lo acusan de deicida , en negar el asesinato del padre 76. Ahora bien, Freud define
también su propia jude idad en relación con un descubrim iento que quiso desjudeizar
para hacer lo universa l. Si no hay pueblo elegido el psicoaná lisis puede universalizarse
puesto que su objeto, el inconsciente , es universal. Renunciar a la circuncisión , es decir
a la marca material de una diferencia, es tener acceso a una simbólica de la castración
según la cua l una cu ltura no es superior ni infer ior a otra, ya que todos los hombres están
sometidos a la misma ley, pese a sus diferencias .
L 'Univers contestationnaire invierte esta posición para hacer del psicoanálisis una
especie de "ciencia jud ía" reservada a los elegidos. En nombre de l genocidio, los dos
titulares de la SPP se permiten transformar a los protestadores en cristianos, los
cristianos en antisemitas y los malos ju díos en malos freud ianos. Judaízan el freudismo
para hacerlo funciona r basándose en el modelo de la elecc ión y, en consecuencia, lo
insertan de nuevo en un idea l des igualitarista. Por ese gesto , hacen de su propia
judeida~ el instrumento de una persecus ión con respecto a toda pertenencia j udía o no
j ud ía.
Esta obra es única en los anales de la histor ia francesa del psicoaná lisisn .Nadie
· más en este pa ís osó dar a entender de esta forma que sólo los jud íos podían ser los
verdaderos artesanos del pensamiento freudiano , fren te a unos cristianos "cismáticos"
y llenos de analidad . Felizmente , pues si así fuera, no habr ía cas i diferencia entre los
viejos "defenes trado res" de la "ciencia alemana" y los modernos protectores de la
"ciencia eleg ida ". Lacan no se equivocaba cuando quería que los miembros de su
escuela estudiaran la cuestión judía : en 1969 ésta se halla presente dentro de la SPP
en una fonma de la cual L 'Univers contestationnaireno es sino el síntoma caricaturesco.
En cuanto es publicado, el libro provoca la indignac ión de la casi tota lidad de los
miembros de la S PP. Algunos lo apodan "l'univers con et stationnaire "(el universo tonto
y estacionario ). Pero como los autores son veteranos titula res , gozan de un
sobreseim iento: no se entab la ninguna discusión sobre la obra y no se publica ningún
artículo en la RFP relativo a ella. Mutis y boca cerrada. En un Coloqu io organizado en
febre ro de 1972 en la Sociedad Su iza de Psicoaná lisis , N. Nicola'idis interpe la a Jean·
Luc Donne t sobre este asunto , y califica el libro de escandaloso. Sin responder sobre
la cuestión j udía , Donnet piensa sobre todo en el carácter reaccionario y seudofreudiano
de la obra . Recuerda que la SPP no ha dicho ni una pa labra sobre el tema: "Puede
haberse pensado -dice- que este libro no era de la incumbencia de la SPP. Ah0 '.ª
10
bien, de hecho, le incumbe en el más alto grado y lo que he podido oir fuera del med

206
fleinOSdivídidos

alítico, es que este libro representa ba el ..


:embros titulares muy conocidos eran qui=~~~i;u de '?SPP puesto que dos
notar enseguida que la SPP ha quer ido mectiao hab1an escrito1s: Nicolaid_dehsus
' nte su sile . 1s ace
titulares. . . . ncio, proteger a sus dos
La prensa de 1zqu1erd a reaccion a violenta
contestationnaire. En Le Nou vel Obs erv a te ur Amente_ante la publicación de L 'Un .
"U I
titulada n ap_ su
s dess· " , nne-L1se Ste h
. : ¿ Cómo expresar mi indi
ivers
~ ace_publicar una carta
senti miento de impote ncia ? [ ...) Muchos colegas sicognac1ón, m, repugnancia, mi
importantes, los compart en pero renuncian a dec·~ 1
analistas, Y no de los menos
edo no debo." A nn e-Lise no firma con seudó . os,por excelentes razones. Yo no
Pu ' nimo pero al ·
triángulo seguido de su núme ro de depo rtación : 78 _765 E pie_de la carta pone un
de Gerteauhabla entre líneas de su identidad de cr' f · n la página de al lado, Michel
humorístico: "Una extraordina ria jerga psicoanalít:~~~ '.Yse refiere a la obra con tono
de Prudhomme un ropaje molieresco Esto da c ice- pone sobre la sabiduria
· orno resultado un libro en 1 1
ª
seriedadde los actores es el recurso mismo de lo cómico Sól
lavati vas son reemplazadas por la analidad y la evitación ·del ;a~~= e que
;as) ~an~rias Y las
algo hermoso ser ps1coana lista7s." En La Ouinzaine Littéraire Rog··· D eda mente es
h' ·1 • "1 ·d d , er a oun no se
a~dacon c 1qu18:s·. ngenu1 a o falta de cultura, los autores aparentan no ver en el
cnst1arnsmosino urnca~ ente su aspecto evangélico. Que esta religión se haya vuelto,
despuésde una evolución secu lar, coextensiva al pensamiento burguésy sinónimo de
lasideologías de la alienación y la_mistificac ión[ ...) es algo que parece no preocuparles
enabsoluto[ ...] Nada nos 1mpres1ona tanto como el odio y el terror de la adolescencia
vaciada aquí de todas sus determinacionesªº -" Por último, en Les Temps Modernes,
Alain Didier-Weill , un alumno jud ío del Instituto, clama su indignación. Condena
exclusivamente el carácter reaccionario de la obra sin observar la utilización que se
hace de la cuestión judía . Firma A lain Didier, pues aún no recuperó el apellido Weill,
abandonado por su padre durante la ocupación nazi. Pero como gesto de protesta
dimite de su cursus y abandona el diván de Kestemberg para pasar al de Lacanª'·
La publicación de ese libro y sobre todo el silencio con que lo rodea la _mayor!ade
los titulares de la SP p van a tener consecuencias catastróficas en la con11 nuac1ón de
los acontecimientos y especia lmente en los alumnos judios Y no judios de_Bel~
Grunberger que fatalmente se sent irán agredidos por semeiante confesiónde odio co
respecto a l~s cristianos los jóvenes y los "malos" judíos. La obra vaª funGc,onbar como
· , . .1st r que afectan al Instituto. run erger Y
el revelador de las crisis jundico -admin ra ,vas á encidos de que sólo el
~hasseguet-Smirgel son jud íos, conservadores_ Y es~d~a~°::orrecta. Por esta razón,
Judaísmoes portador , según ellos , de 1~_ortod?xia;r~ana frente a la ortodoxia ipista
consideran el lacanismo como una disi_dencia c s Ahora bien, hemos visto que la
r~nstituida en la categoría de una ¡udeidad supe;or.d ismo" que reengancha con un
"d1~1dencia" lacaniana es un "relevo _ortodoxo d~~~f~ ni cristiano porque reúne todas
universalismo en el que el psicoanáhs 1s no es ni 1
las identidades. antes por su identidad judía. En ella
En 1969, laSPPya no está tan marcada cor::s. Así que el reconocímie_ntode una
COh~itan con pleno derecho todas las pertene de rovocar reacciones de 1udeolobia
supenoridad judía por parte de dos titu lares_pues s~n tanto más fuertes cuan)o que
conscientes o inconscientes . Estas reaccione Nacht Y los conservadores 1ud10s del
Grunberger mismo "impugnó· la autorlda~ . d~ la obra públicamente. ·
COiegio de los titulares se abstienen de critica
207
La Francia fraudiana an todos sus
estados

En enero de 1973, resurge la crisis institucional con la elecc ión de René Ma·o
la dirección del Instituto . Este hombre pertenece a la cuarta generac ión psicoana/·/ a
francesa . De Quebec y bilingüe , fue educado en la tradición cató lica de la qu~ '~ª
desvinculó para volverse ateo. e
Hacia 1959 , cuando concluye sus estudios de medicina en Montreal, tiene
elegir entre Inglaterra , Francia o Estados Unidos para hacer su for mación . Sintiénd¿~:
más francés, escribe a los representantes de la SFP Y la_SPP , Serge Leclaire y Claude
Fain respectivamente , para preguntar les en qué cond 1c1ones puede embarcarse en 1
aventura del psicoaná lisis. Piensa pasar un año en París g~ac(as a un intercambio d:
internos entre los dos países . As í es como va a parar a ps1qu1atna en el servicio de Jean
Delay. Pasa sus equiva lencias. Las respuestas de l Instituto le parecen más alentadoras
que las de la SFP. Elige pues un diván de la calle Sa int-Jacques sin renunciar a
participar en las actividades de la casa rival. En el Cong reso de Bonneval, sigue con
interés los debates y saca cantidad de apuntes con la impresión de descubrir un siglo
de luces. Se hace am igo de Conrad Ste in e inicia una cura didáct ica en el diván de
Grunberger que, en esa época está cons iderado como "libera l". Un cursusde los más
clásicos lo lleva a control con Pasche, Marty y Luquet-Parat. Adhere nte en 1967, es
elegido titular en 197 1 sin haber participado en la rebelión de la base. Secretario del
Instituto al año siguiente, trabaja con Green en la mod ificac ión de los estatutos y piensa
que hay que ir más lejos en la senda de la democrat izac ión . Por ello es por lo que,
cuando llega a la direcc ión, decide hacer aproba r una nueva mod ificación destinadaa
poner a los tres colegas en pie de igua ldad en materia de rep resen tatividad. Pero para
introduc ir esa modif icación, según el art ículo 15 hay que disponer de una mayoría de
dos tercios en cada co legio. Pero hemos visto que esa mayor ía es inalcanzable.
René Major no es un teór ico del psicoanális is, sino un auténtico demócrata, al que
le gus ta va lerse legal mente de las normas del ej ecutivo para favorecer las reformas.Al
haber eleg ido la SP P para no enfre ntarse al poder de un maestro, pone toda su
ambición al servicio de su ideal reformado r. Valiente, impertinente, derrochador para
sus am igos, se chocará sin embargo contra la buroc rac ia ipista sin logra r transforma~a.
Cruza primero el desas tre de un prurito institucional, para luego encontrar los efectos
pe rsecutor ios de ese desastre. Así es que se conv ierte en un notable agitador en el seno
de la Sociedad. El papel cuadra perfectamente a su temperamento de jugador.
Desde su elección, reduce los gastos presupues tarios, propone disminuir a la
mitad las cotizaciones y desp ide a algunas secreta rias contratadas para no hacer nada.
Enfrenta el Instituto con la Inspecc ión de l Trabajo. un incidente pronto cambia el curso
de los acontecim ientos. Una secretaria comunica a la Prefectura de Policía la lista de
los miembros de l nuevo com ité de dirección, y agrega con láp iz bajo el nombre de Major
la mención "naciona lidad extranjeras2: Cinco meses más tarde, un empleado de .1 ª
Prefectura envia al Instituto una misiva oficial para sol icitarle que regu larice la situacion
de la asociac ión. Según el artículo 26 del título IV de la ley de 190 1, una asociación
francesa no puede ser administ rada por un individuo de nacional idad extranjera93. 1 !
prob lema ya se había plan!"lado a propós ito de la secre taría científ ica que en 1911
dirigía la neoze landesaJoyce Mac Douga ll. El conse j o j urídico de SVP, interrogado por
Serge Lebovici, no había puesto objeción a la presencia de un admin istrador extran¡ero.
No sucede lo mismo en 1973 cuando se trata del nuevo director . Tres semanas ant~s,
Major ha presentado una solicitud de natura lización ante el Minister io de la Población
18
Y ha puesto al corriente de su gestión a sus colegas titulares. El 17 de mayo,

208
(?,inosdivididos

prefectura de Policía le entrega un certificado de e .


termedio de su abogad o, A1mé Jacquin, el Ministeriti nd,~o de naturalización84.Por in-
¡unio de 1973. No sucede rá y du rante casi diez años M ~ ca que el decreto debe salir en
adrninistrativas por parte de l Estado. ¡Ay, el país d:1 ~: vaa sufrir horribles molestias
1
ciudadano! . derechos del hombre y del
comprend iendo que pued e ser obligado a di ·t· .
· d ·d ·t I m, ir Y afirmandO
a hacerlo, Ma¡or ec, e s1uar e deb ate a nivel juríd. E que está dispuesto
legislaciónfrancesa, en su opinión el Instituto har' ico .. n vez de sufrir los vicios de la
t
1
decisión que perm itiera reso lver de una vez 0 t: ! or en enfrentarlos y tomar una
cuestiónpuede volver a plantear se, dado el núnfero de s _ese delicado problema. La
y que un día pued en di rigir el Inst ituto. Pide pues a un ~migrados miembros de la_SPP
deleyes relativas a las asoc iac iones francesas y extr!n -:gadolq ue estudie el con¡unto
ª.
tarda en ser comunicada a una comisión enca rgada ~eras.t respuesta de éste no
indicaciones al Conse jo de Adm inistración . es ud,ar el problema y dar
Alfinal_de un estud io muy complejo, el abogado demuestra que la ley admite varias
interpretaciones. Se puede _por éJemplo considerar "extranjera" toda sociedad que
comprendaya sea un adm1n1strado r extran jero, ya sea una cuarta parte de m·emb
· E . 1 ros
extranJeros . n consecuenc ia, se pueden prever dos soluciones que desembocan una
en transformar el Instituto en asociación extranjera y la otra en mantenerlo como
francés. la primera cons iste en pedir al Ministerio del Interior una autorización de
funcionamiento, según el decreto de abr il de 1939, con la desventaja en relación a las
sociedades francesas de ser objeto de un con trol administrativo. La segunda, por el
contrario,obliga a la asociación a ser dirigida exc lusivamente por miembros franceses.
Ahora bien, el art ículo 5 de los estatutos del Instituto estipula que la asociación es
administrada por un consejo formado de derecho por los miembros titulares. Dicho de
otro modo, para permanecer francesa , la asoc iación llamada Instituto debe modificar
su artículo 5 a fin de impedi r que los titulares extranjeros figuren en el Consejo de
Administración. El Instituto de 1973 está de tacto en contradicción con la ley de 1901
puestoque es declarado asociación francesa cuando permite a sus miembros extranj_eros
seradministradores. El art ículo 26 es xenófobo y el 9 de octubre de 1981 los socialistas
lo derogarán. ·
En 1973, el Instituto se encuentra pues en una situación absurda: o se ma~tien~
francésdesafiando su art ículo 5 o se convierte en una asociación extranJ~ra r e,5t ª
_g
f ha todas las sociedades ps1coana11,as
de soportar un contro l administrativo. En esa ec • d llas cae en el embrollo
~tán regidas por la ley de 1901 , pero salvo la SPP ning~;~é ~:jor, para que la crisis
vinculado al artícu lo 26. Y basta un solo caso, el de . de un conflicto de carácter
bur~ráticaque se abate sobre el Instituto tome el c~ri~ una integrante francesa de
l)atnotero. Resulta cómico vffr que este embrollo af~~~s emigrados, dos suizos, una
laIPAfundada originalmente por un alsaciano , ~os J , lfmo Édouard Pichon, en 1926
princesa y un miembro de la Acción Francesa. E~~~~ articulo que esti_pulaba~u~ el
habla logrado incorporar a los estatautos de la S primido. También es com,co
francés era el idioma oficial de la Sociedad. Lue~bfr~~iudebido a 1apresencia de un
comprobar que el Instituto afectado por eSt e e. do
C!Uebequés fue creado por un judío rumano emig ra · sión del Consejo de Adminis-
º
EI 30 de noviembre de 1973 aprovecha nd un~ !:men de los estatutos celebran
lrlción,los miembros de la Comisión encargados de e ña jurídico-administrativa en la
111areunión agitada. El debate se atasca en una mara
209
La Francia freudiana en todos sus
estados

que aparecen tres te ndencias . Los conserva dores, repr esent_ados por Lebovici, Diatkin
8
y Chass eguet-S mirgel, no se an iman a . defend er abierta mente la causa
afrancesamiento pero se niegan a tomar part ido por el pas o a la cond ición de Socia:e i
ext ran¡·era. Man ifiestan un t emor muy vivo a ver apa recer a los gendar mes en la 1d
. t b . 1 t
ª
ca1e
Saint-Jacqu es en caso de que el lnst1tu_o pas ara a¡o e con rol administrativo del
Ministerio. Así que propon en una transacci ón d~ tr~te menudo entre el afrancesamiento
y ia identidad extranje ra. La segund a tendenc1~,.liberal, apoy a una moción de Michel
. de M'Uzan en la que se solicita el paso a la cond1c1ón de sociedad extra njera . Por último
la ter cera cons iste en un pantano incapaz_de elegir entre las demás soluc iones. Mictiel
de M'Uzan hace una notab le intervenc1~n que eleva el debate a su mejor nivel.
Recuerda que el psicoaná lisis no tiene pat na n1frontera Y todos sus prácticos deberían
invocar un lema célebre: "Somos todos psicoana listas extranjeros · . Luego destacaque
la SPP fue f undada por Loewenst ein y Saussu re, para terminar afirmando que la
ejecuc ión de los judios le costó caro en otro tiempo a la Asoc iación Psicoanalítica de
Berlín. El momento es dramático y la votación sec reta da un resultado equívoco:
diecinueve votos a favor de la moción de M' Uzan, once en cont ra y ocho en blanco. En
consecuenc ia, el voto del directo r es preponde rante . Ahora bien, Major se niega a
usufruc tuar esa rega lía, con lo que hace inclinar la balanza en favor de los conserva-
doresss. Después de la reunión, durante una cena ofrecida en casa de Jo Goldenberg,
sus ·amigos lo nombran "judío de honoras."
Para la reunión del 22 de enero de 197 4 se proponen tres soluciones. La primera
cons iste en modif icar el art ículo 5 con miras a garantiza r la identidad puramente
francesa del Instituto. La segunda preconiza una t ransacc ión que permita reclamar en
el Ministe rio una derogac ión a título personal cada vez que un extranjero ocupe un
cargo administrat ivo. La tercera repite los términos de la moción de M'Uzan87. Después
del debate , se adopta senci llamente la segun da porque permite a la vez no cambiar
nada en los estatutos y eliminar los temores a los gendarmes. Obtiene pues una
aplastante mayor ía: treinta y siete votos en cuarenta y cuatro . La tercera reooge seis
votos. Conscien te del carácte r patriotero de la primera opc ión, Évelyne Kestemberg
solicitó que no se la sometiera a votación . Se declara favorable a la segunda junto con
Lebovici, Chasseguet -Smirgel y Green . Joyce Mac Douga ll, a quien este asunto
incumbe directamente, no se molestó en ir a vota r. En cuanto a M'Uzan , insiste en que
no conste en actas su apoyo firme y definitivo a la tercera propuesta . Sin duda piensa
en el ju icio de la histo ria y sin duda tiene razón . Hab rá sido el prime ro y el último en
rechazar cualquier transacción con cualqu ier forma de xenofob ia cualquiera sea la
consecuencia de ta l opc ión. La histo ria ten la la obligación de saludar su ooraje e
intransigenciass .
Mientras la Sociedad se destroza, Serge Lebovici prepara activamente el X~VIII
Congreso Internacional de la IPA que debe celebrarse en jul io en Paris. Él mismo
propuso escoge r la cap ital francesa. Pronto se organiza un encuen tro entre la SPPY
la APF, y la mayoría de los titulares de las dos sociedades optan por esa soluc~n.
Lebovic i pide entonces a Widlocher que sea su secre tario en el comité de organización.
Halagado , éste acepta y comparte esa func ión con René Major. André Green se
185
encarga de la organ ización material de las comunicac iones científicas, Mises de
r_elacionescon los organismos públicos y Rosola to de mantener contacto con la
Eve lyne Kestemberg y J.-8. Pontalis apoyan a Lebovici en el comité de organiza
pre:~
La SPP y la APF están así representadas por partes iguales en ese Congreso quecteb8

210
Reinosdivididos

·rnbolizar, frente al lacanismo triunfante la un·d


1
51 d
francesas e a , .I IPA En suco · ' ad recobr
municación, excelente m ada de las dos integrantes
1ahistoriade lo~ongenes del psicoanálisis en Franci~ uy destacada,Pontalis celebra
de 8689. Al final de los debates, Serge Lebovici esyhab!adel encuentrode octubre
18
sucedea Leo Rangel en la direcc ión de esta . elegido presidentede la IPA
Widli:icherel puesto cla~e de la secretaría. Encanf;~~t,2~osainstitución. Le propon~ !
entoncesde la secretan a de la FEP donde losubst't ' te aceptaunavez másy dimite
y 1asinstituciones permanecen idénticas Dos ~-uyePontalls.Loshombrescambian
Londres, el mandato de Lebovici es re~ovado nis más tarde, en el Congresode
st 1977
Jerusalén , en el que lo sucede Edward Joseph ª ª para el Congreso de
En 1973, la Francia freudiana está en el ~po d .
cornponentelacaniano en vías de internacionalizac~ó~o0 ~ 1su pu¡anza
nd con su enorme
nomenosenorme componente ipista en vías de avanz~d se ª ª sudamericana,y su
ha llegadoel momento de que_estallen todas las diside~~i~~ocratizac,ón. Todavíano
periodo1975-1977 para ver abrirse, extramuros,las cien floresY habrá que esperar al
antiinstitucional. Por el momento, los divanes de todas las tenddeu~a granrespiración
lasredesde clientela per1ectamente instituidas Los terapeutaesndc1als están repletosY
· 1 d d . . · e os cuatrogrupos
pueden, s1 o esean, esarro 1lar sus act1v1dadessin enterarse de I s 11·
·,nst't ·
I uc1ona
1 d t· . o con
es e sus respec ,vas sociedades. Nunca están obligados a as·st· 1 1ctos
·· AG I á . 1 1r a as
c~m1s1o nes o Ya gunos no sabr n ¡amás su historia salvocuandolascrisisse hagan
publicas.

Dosmeses antes de ser elegido para ocupar la direccióndel Instituto,RenéMajor


asistea una reunión de la Sociedad durante la cual interviene en nombrede la juntaun
adherenteque hace una extraña declaración a propósito de un afiliado que acabade
presentarsu candidatura a la condición de adherente: si pudierarevelar el "secreto" -
diceen substancia- todo el mundo estaría de acuerdo en no elegir al candidato;pero
el "secreto"no será revelado . Tras una consulta, la votación da un resultado negativo.
Pero~Icandidato no es cualquiera. se llama Nicolas Abraham. Filósofoy terapeuta, 9 ya
esconocidoen el escenario psicoanalítico francés por sus trabajos Y su práctic_a o.
. Judío húngaro de origen, Nicolas Abraham na~ió_en Kecskeméten unafamilia ~e
impresoresy editores formados en la tradición talmud1caY respetuososde la ortodoxia
religiosa.Obligado a emigrar en 1938 a causa del numerusclausus,sigue dur~nteun
. . ·de
1 rable baga¡e cultural. Es fllósofo
iempo
th sus estudios en París ' ya provisto de un cons . . con
·ón nazilo empu¡a a zonalibre
Y abla alemán, hebreo, griego y francés. La ocupaci . a usar la estrella amarilla.
documentosfalsos a nombre de Aubry. Abraham se ni:~:eñanza general para sus
Refugiadoen Toulouse, redacta unos ensayos de á A partir de 1942, se ocuita
hermanosemigrados de Palestina. Los te>:'osse per1i~~:~ión y enterarseenseguida
1
Ydespuésvuelve a París para celebrar la fie~ta de . ª danza entra en el CNRSen la
deq~esu familia fue diezmada por el genocidio. Sin tar r sus 'tres grandes maestros:
secc,6nde estética donde continúa apasionándºse po u lengua de origen. En 1950,
Husserl,Freud Y Ferenczi. Los lee exclusivamente enBsdapest despuésde la guerr~.
~oc.e a María Torok, una judía húngara que vino de0 ;pañera. Maria se orientóhac,a
ambiénsu familia fue diezmada. Se convierte en su~ escuetas de párvulos. Hablan
81Aorschach y trabaja con niños inadaptados en as
211
La Francia freudiana en todos sus est
ados

húngaro entre ellos y permanecen muy vinculados a ~aliteratura de su país. Desde esta
é oca, Abraham empieza a traducir y comenta r el L1vre de Jonas, ~oem a que escribió
e~ pocas semanas Mihaly Babits, en cuanto se _ent~ró de que sutr,a una enferrnectact
incurable9 1. Autobiografía lírica, el texto de Bab,ts ~,gue bastante de ce~ca la historia
bíblica de ese profeta rebelde a la vo luntad de su ~ ,os. Pac,f,sta, ant,naz , y víctima del
terror bajo la dictadura de Horthy, Babits está hab1ta_d o po r esa parábo la de Jo nás que
simboliza el lugar hecho al poeta en el seno de la ciudad. Abraham la va repitiendo a
10 largo de su itinerario intelectua l. _Por esa época , orga,n,za en su casa, calle de
Vézelay , unos sem inarios de ps 1co log ia fenomeno 1091ca cent _rados en una
reinterpretación de la obra de Husser l. Respecto a esto, la v,a que él sigue es singular
en la historia del psicoaná lisis. Es "aj ena· en todos los sentidos del término a la
fenomenología francesa. Es por ello por lo que Abraham , aunque sigue algunos de los
seminarios de la SFP, no se orienta hacia ese lado . Ignora voluntariamente la obra de
Lacan, y cuando en Sainte-Anne descubre la palabra de ese maestro , lo repele el
carácter hipnótico de la relación que éste mantiene con sus alumnos . En una palabra,
no sitúa el relevo lacaniano en un lugar preponderan te para el psicoanális is92.
A veces rechaza los efectos de fascinación ligados a una persona y a veces no
acepta , por razones teóricas, la posición estructu ralista de la obra escrita. También es
sens ible al hecho de que Lacan no se interesa en la literatura como tal. No obstante,
le reconoce una cualidad muy gra nde: la de hacer leer a sus discípulos a Freud en
vers ión original. Elige hacer su formación en la SPP . Tras una primera cura, comienza
un aná lisis personal en el diván de otro emigrado húnga ro: Bela Grunberger. Maria
Torok elige el mismo lugar. En 1959, a diez años de Cerisy , conoce a Jacques Derrida
de quien se hace fiel amigo93. Ambos tienen en común un interés parecido por la
filosofía husserliana y la literatura, y cierta percepc ión crítica del estructura lismo. Pero
hay otra cosa que los une: una posición marginal con respecto al discurso filosófico
dominante y una sintaxis casi idéntica. A mbos conciben la lectu ra de los textos desde
el enfoque de una producción significante dividida, polimorfa , hecha de equívocos y
anfibolog ías. Mientras que Derrida se enfrenta al relevo estructu ralista y a la obra
lacan iana, Ab raham elabora una lectura particu lar de l descubrimiento freudiano,
centrado en torno a algunas palabras claves: la transfenomeno logía, el símbolo, la
anasemia , la incorporación, la corteza , el núcleo y el fantasma94. Part iendo de la noción
de trauma tismo, sacada de Ferenczi , y de la de introyección, Ab raham deduce una
tipolog ía de sím_bolos primeros a los que llama transfenomenología. Reactualiza del
lado del lengua¡e lo que Ferenczi sitúa del lado de la biolog ía. El trau matismo es
preverbal y la escena del trauma tismo es "criptada" según una sign ificación simbólica
de la que el ps,coanáhs,s debe "traduci r" el contenido sin reduc irlo a una significación
~ní~oca. Debe ~ues o~nvert_irse en una travesía de las apar ienc ias para llegar al
ant,semant,smo del nucleo inconsc iente.
En 1968, en un artículo ded icado al "Diccionar io de ps icoanál isis"9s, Abraha m define
su postura . Al arrancar las pal_~brasde su sent ido cor riente, Freud opera un ascens_o
a la fuente ~e una denom 1nac1~n propia. Según Ab raham , esta empresa de exége_s ,s
debe ser leida como el enunc iado de un discurso "anasém ico'· en el cual el sentido
desaparece para quedar red~cido al núcleo de sus contradicciones y sus lagunas.
Desde_este enfoque , no es posible rea lizar ningún relevo del freudismo puesto que toda
refund,c,ón_seconfunde con la ascens ión hacia la anasemia original de la que procede
el descubnm,ento del inconsciente. Es con Le Verbier de /'Homme aux Loups,

212
Reinosdivididos

blicado en 1976, con lo que Nicolas Abraham M .


pU . d I y ana Tor k d 1·
de la anaserrua agregan o a corpus freudiano o e inen mejor la posición
nombre de corteza a esa instancia del yo que F~;id nueva tópica. Abraham da el
ligada a lucha r en dos frentes: el del mund define en la segunda tópica
Ob · p • o externo y I d ,
pulsionales intern as. ero e_1~~Jeto es también el lu e e. las solicitaci~nes
funciona en el sen~ del yo d1v1d1do como la irrupción ~ar de otra tópica: 1~cripta. Esta
fantasmas, es dec ir de palab ras fosiliza das muert e un falso 1nconsc1ente lleno de
introducciónde una nueva t ópica perm ite a Abraha: vivos Y cuerpos extraños. Esta
hombrede los lobos un fabuloso ejercicio de cri·pt . Y_Torok realizar con respecto al
· 1 • • onim1a.
En 1971, ba¡o a responsabilidad de Muriel Gard· .
libro maravilloso titulado The Wolfman by the ~e~ se publica en Nueva York un
6
psicoanalítico de Sergue i Cons tantinovitch Pankejeff e~hma: · Cuenta el 1t1 nerario
10
primeropor Freud y después por Ruth Mack- Brunswick ~m _r~de ~ lobos, analizado
es única en los ana les de la literatu ra psicoana lit icaya qyueuPra1e kGarffdmer. ~sta historia
. n e¡e es el unico de los
cincofamosos pac ientes de Freud que esc ribió sus Memorias y comentó ál. ·
· 'd d A t6 , · su an 1s1scon
postenon
· a . cepf · as1 asum ir el ·do. s u
. papel que la saga freudiana le hab'1a atn·bu1
historia e~. 1an asc 1nan 1 _e que siempre fue comentada con pasión en la literatura
ps1coanaht1ca. En Francia, es mediante el comentario que hace Freud de la cura de
Pankej_eff como Lacan propone su concepto de forclusión y Deleuze y Guattari oponen
la mult1plic1daddel deseo-deseante a la univocidad del Edipo.
Pero Abraham y Torok son los primeros en Francia en tener en cuenta la historia
del hombre de los lobos según múltiples facetas: del diván de Freud al de Muriel
Gardiner. Ponen en evidenc ia el poliglotismo inherente a esa historia y muestran la
existenciade cuatro id iomas en el itine rario del paciente: el ruso o idioma materno, el
alemán o idioma de la cura, y el inglés o idioma de la nodriza que educó al paciente. A
estoagreganun cuarto idioma, ''francés" , que permite la traducción de lascomunicaciones
laberínticas existentes entre los tres anter iores. Con éste construyen la cripta de
Wolfman remontando hacia la anasemia: cripta escondida en el yo dividido y cifrada
como una red de signif icantes que se mezclan unos con otros en una serie de
incorporaciones delirantes .
Le Verbierde l'Homme aux Loups aparece un año después de la muerte prematura
de Abraham con un largo prefacio de Derrida. El carácter sem1póstumode esta obra
' • , d 1 ,·pta Todo ocurre como s1el libro
agregauna especie de extraneza a la teona e a c 1 ·
exhumarauna mito logía de l secreto propia de la _comunidad psi~:ana~~~: ;, ~~~~ª~~;
1
Wolfman hubiera sido el símbo lo viviente Y 81pnmer espec ro. a si~~axis casi idéntic~
realzaaún más el misterio de la posición pues eSlá escnt! ~~i~~a en ósmosis con los
a la del texto de la que dice ser el comentario. Un quin
anteriores. . . cialmente entre algunos lacanianos
Laobra cosecha un éxito extraordinario , espe ercana y tan alejada a la vez del
quesesienten fascinados por esta cripta barroca t~; ~uy asombrado. Y, sintiéndose
balbuceo cotidiano de ellos. El propio Lacan es ha apropiado, interpreta al revés
agredido porque se toque as í un terr itorio del que se . .0 comenta la obra olvidando
lapo , . , . ta En su sem1nan t n
s1c1ónde los autoresy del prologu1s · . do que Derrida debA es ar e
que Abraham está muerto desde hace un an- 0 y afirman Al nos tontos oyentes sue1tan a
1
análisiscon ambos autores puesto que los acopla. gut ción97, La observación hará
car . . d d esa interpre
Cajada,convencidos de la exact1tu e.
a . ? d de
de la publicación en Orn,car., on
que81libro se venda aún más pero será retirada
213
La Francia freudíana en todos sus est
ados
'

Lacan se conte nta una vez más con cons ide rarse el propietar io de las idea s comunes·
"Hay un a cos a que me asombra aún _más que la d1fus1ón que sabemo s se hace de 1 ¿
que da n en llama r mi enseñanza o mis ideas , en esa cosa que camin a con el nombr
de instituto de psicoanál isis y que es el otr o ext rem o de las agru?a cion es analíticas. L~
qu e me asombra aún más es _que el llamado Jacques Dernd a haya hecho a ese
balbuceo verbier un prólogo ferv iente y entusia sta [ ...]. No enc uent ro, debo decirlo, pese
a que encaminé las cos as por esa senda, qu e ni el libro ni el prólogo sean de muy buen
tono. En el género delirio, es un extremo. Y estoy espa ntado de sentirme más o menos
respon sab le de haber abiert o las esclusas98" ~u e el Ve:bier sea_tamb ién un delirio es
posible , pero ¿por qué ten dría qu e esta r el delirio excl uido de l discurso psicoanalítico
en nom bre del "buen tono "?
Después de la famosa reun ión de la Sociedad , Nico lás Abraham le dice a René
Major que si se le niega la calidad de adhe rente, es porque su an alista debe haber
escr ito y enviado a la Comisión de Enseñanza una carta respecto a eso. Así pues,
Abraham t iene la intuición de una verdad que puede exp licar la manera como se lo trata.
Para decir lo claramente , piensa qu e Bela Grunb erger interv ino cont ra él en su cursus
violando en forma flagrante el artícu lo introdu cido por Nacht. Intrigado por esa
observac ión de rigurosa lógica, a Major le vienen ganas de sacarse la duda. Cuando
se convierte en director de l Instituto, consulta los archivos y encuen t ra dos cartas que
conf irman la intuición de Abraham. La primera, escr ita a máqu ina, no está firmada
aunque es perfecta mente identificable. Est á fechad a el 15 de diciemb re de 1958 y
dirigida al pres idente de la Comisión de Enseñanza . El auto r explica que la estructura
de su paciente es un impedimento para ejercer el psicoanál isis y en consecuencia
declina toda responsab ilidad en lo que conc ierne a una validac ión didáctica de esta
cura. La segunda es de l 9 de mayo de 1959 . Es manuscrita , firmada y hecha en papel
con membrete. Se relaciona con el mismo asunto . En aquella época , la Comisión de
Enseñanza no tuvo en cuenta estas dos advertenc ias puesto que Abraham fue elegido
afiliado , es decir reconoc ido como práctico del anál isis. Sin embargo , la mitología del
secreto desempeñó su pape l en ocasión de la votación negativa de diciembre de 1972
cuando un adherente invocó un·"secreto" que había que mantener "en secreto". En todo
caso , Abraham estaba en lo cierto . Y como Major se da cuenta de que la existencia de
ese mensa je supuesto tiene efectos nefastos sobre su comportam iento , decide decirle
la verdad contándole el descubrimiento. Enseguida Abraham se siente aliviado: su
intuición no era deli rante99.
Majo r no tiene ganas de callar este tem ible asunto que no hace más que demostrar
las locuras burocrát icas de un sistema. A la muerte de Abraham en un homena¡e
' '
colectivo que le rinde la revista Etudes Freudiennes, publica un texto cifrado titulado · La
lettre sous le manteatf [La carta bajo cuerda]. Relata toda la historia , en el estilo de
Edgar Poe , de l Wo lfman , de1·seminariosobrela Carta robada y de l "Facteur de la vérité'
[(El cartero de la verdad] , para desemboca r en la cripta y el fantasma . As í, la teoría viene
a ilustrar la función persegu idora y de lirante de la institución psicoana lítica. Maior
descubre el secreto de un "balbuceo policia l". Habla del comisar io Désieux [se
pronunc ia como des yeux - unos ojos], de su patrón Delouis [de /'oui'e- del oído), de
las calles Sa1nt-Jacques y Claude-Bernard , en suma un panóptico con ojos y 01do5
situado entre el callejón sin salida del Inst ituto y las alamedas de la EFP. A esto agrega
"con_traseñas· ..cita trozos de las dos cartas y se pone, como narrador, en el lugar de
Dup1nque defiende a la señora que el Ministro dominaba: la llama Anna-Lyse 100-

214
. divididos
f/9/P05

A medidaque pasan los años y que se va d .


sPP,el asunto Abraham levanta mucha polvar:~:ro~ando la crisis burocráticaen la
Haciafinesde 1976, Nata M1norY Jacquelíne Rou y ene a agregarsea lo demás
rotestacontra toda la situación. El 30 de nos~eau-Du¡ardin decidenirseen señ ·1
de P · 1 'd v1embreN I M. a
hasseguet-mirge
S , pres, enta de la Sociedad , a a inor envíaa Jan·n
C , 1· t d . .6 ' su carta de d. . . i e
anuncie pub 1camenesu ec1s1 nen el boletínintemodela 1m1s 1ón rogándole que
sinambages.Pero cuando se percata de que su no b . SPP· Recibeuna respuesta
de la lista de los adherentes, envía una carta a~ resimplementehadesaparecido
sociedadpara denunciar las prácticas de lo secre;~rta ª todos los miembros de la
silenciosobre mi dimisión y los buenos deseos que tg;nte s e~ la institución: "Este
'Carrera' me vuelven escéptica por lo que respecta al ª ra. Smirgel formula para mi
llegará esta información. Por eso es por lo que memom~nto Y .
1
ª forma en que les
partíc f1
ipes yo misma, e incitada también a proporciona~~;s ero invitada a hacerles
ué unadimisión es una información que hay que poner enª gunos detalle_s. (...) ¿Por
q . cuarentena?S1se hubiera
tratadode una expulsión o un deceso, pienso que se les hubiera av·1 d · . p é
· d 1 · d d · ,1 . sa o. 1, or qu en
la vida
. e. as soc1e a es ps1coana 1t1cashay informaciones que· nos on secretos ni.
confidenciasy permanecen ·t· 1 ? solapadamente
.p é ocultas
.. por quienes están of'1c1 ·a1mente
en~rga.dos d_etransrn1ir as . <, ~r qu , parad6¡1camente, lo queconstituye un secreto
y exige s1lenc10es utilizado para fines personales y políticos comoocurrióen 1972con
motivode la elección al título de adherente de uno de nuestros colegas, sin que la
mayoríase indigne verdaderamente y denuncie la felonia? (...) Sé lo que mi carta
contienede violencia, al menos no está llena de buenos deseos101:
Cualesquierahayan sido las razones ciertamente válidas que pudieron conducir
a un terapeuta de la envergadura de Bela Grunbergera intervenir en el desarrollo de
esecursus, y luego a los miembros del Consejo a mantener en un secreto a voces,este
turbioasunto promueve una vasta reflexión sobre el estado de la honorableintegrante
francesade la IPA. Cuando se pasa el tiempo, ya sea escribiendo un libro bárbaro
firmadocon un seudónimo en el cual toda rebelión es remitida a la infamia de una
transgresión anal, ya sea s;foc ando toda voluntad reformadora, es previsibleque_surja
unincendio infernal en las entrañas del domicilio familiar. Por un lado, unacartapnvada
existe como un secreto sin que el principal interesado lo sepa, por el otro, una carta
.· ' 1 0 1 ·n·ón
1 de su autora dada por
0ftClal se mantiene en secreto en contra de a P ha borradoun trozo'de historia, . .
desaparecidasinmás comentarios. En ambos casos se ha su rimido un héroe
comoen esas películas de propaganda en las qu~ ~e Sabe~os bien que los
sospechosoo un paisaje no acorde con la ~ usa ¡u: ~~ estén enganchadosen
ver~aderosdelirios jamás tienen causas_ob¡etivas, ª~aqes delirante en sí.
reahdad~s materiales. En el caso del lnstit_uto, 81~: ; ªestatutos. Por ello es por lo que
Hacia1975, el cursus no funciona mei.or que encarga de elaborar un cursus
sehaceun intento de modificar lo. Serge Viderrnanss! que defienden LeboviciY los
8 destinadoa contrarrestar los efectos del cursu f derativa segun la cual l?s tesis
COnservadores. La cuestión es sostener_una id~:s ~ayonta rias. a fin de evitar una
rnt~ntarias deben estar representadas 1unto a elaborar el proyecto. Pretende ser
&SCiS16n. Viderman pone dos condiaones para , po No impugna la ex1stenc1a
totalmenteindependiente y no representar a rnn_g: ~~ diÍerenciación expenment~ I.
~I ~rsus A Y considera su empresa e~ t~rrn,n ntre un cursus Y otro, la diferencia
ab1aque buscar -escribe-,- la distancia 1usta~ concepciones. Esa d1ferenc1a
Significativaque subraya la originalidad de las os
215
La Francia fr11udianaen todossus es•-
"'dos
debería ser fuen te de estímu lo y no de conf licto; _debería arreg larse de _tal forma que
ambos cursus permanezcan emparentados y art_1 cu lables uno.ª ot ro. Ninguno de los
dos debería encerrarse en la inmov ilidad de pos1c1ones estereoti pada s en las que cact
uno consideraría abso lutamente s uperior el cursus al que perte nece 102• ª
Serge Viderman se inspíra a la vez en el ~o delo ~onn et de 1969 y en las posiciones
teór icas que elaboró en su libro La construct,on_de I espace analyt1que103. El proyecto
está e ncaminado a s uprimir completament e la d1st1nc 1ón entre cura personal y análisis
didáctico elimina ndo toda noción de selecc ión. Le dev uelve pues al candidato una
verdadera posibilidad de posteriorida d. Además, tr~ns~onna la cond1c1ónde la supervisión
en el sentido de una opc ión más libre. Para no 1nfnng 1r las norma s impuestas porla IPA
Viderman to ma la preca ución de compara r la situación f rancesa con la de los de~
países, que, dentro de dichas nonnas, introdujeron var ias modal idad ~s diferentes de
cursus . Lamentab lemente, el sistema de doble cursus no se aplicará ¡amás.
Parale lamente a los trabajos de la Co misión de Cursus , los estatutos del Instituto
ta mbién son impugnados. En la Asamb lea Genera l de abri l de 1974, celebrada bajo la
presidencia de René Major , ocho miem bros, entre los cua les f iguran Joyce Mac
Dougall , Robert Barande y Michel de M'Uzan, presen tan una moción revolucionaria
para la histor ia del Instituto pero simplemente normal para el func ionamie nto de una
asociac ión. La moción toma el nombre de su princ ipal insp irado r: de M'Uzan. En ella
se exige la reducción del número de miembros del Consejo de Administración, la
sepa ración de éste de la Comisión de Enseña nza y su elecc ión por la Asamblea
Genera l. Para obtene r esta modif icac ión del art ículo 5 de los estatutos , es necesario
reunir una AG extraordinar ia que pueda adoptar reso luciones según las modalidades
previstas por el famoso art ículo 15. Ahora bien , sabemos que en ese caso la mayoría
de los dos tercios de los tres colegios es imposible de obtener. El 23 de abril, la moción
de M'Uzan es aprobada por la m ayoría de dos co legios: e l de los afiliados y el de los
adheren tes. Los titulares, por e l contrario, la rechazan por veintisiete votos oontra
diecisiete 104_Recordemos que, siempre según el art ícu lo 15, basta con la mayoría
s imp)e en dos co legios para reunir una AG extraord inaria . As í que se convoca una para
el 15 de mayo .
Pero, entretanto, Majores dest itu ido de sus func iones por haber favorecido la de-
mocrat izac ión del Instituto y perturbado el orden con su to le tole. Veintiséis titulares firman
una moc ión de desconfianza contra él. Barande y Green se proponen entonces para
ocupar el cargo de director . El primero retira su candidatura y el segundo es elegido por una
mayoría de treinta y tres votos : victor ia de los conservadores por la elección de un líber~
que se pliega asu juego 10 s. De M'Uzan pinta entonces un cuadro muy sombrío de las 1•
tu ación de la SPP y, en especial, del desapego de los adherentes y afiliados por su institUt0 :
Una semana más tarde , el Conse jo de Administración to ma una decisión que no es ni
chicha ni limo nada: rechaza la moción de M'Uzan y recom ienda que Lebovic i elabore una
moción que tenga en c uenta el punto de v ista de los reformadores . Redactada el 15de
mayo, esta moción retiene el principio de la elección del Consejo por los tres colegios, pero
rechaza la separac ión entre el Consejo y la Com isión. Natura lmente, en virtud del articulo
15, la moc ión de M'Uzan es rechazada por la AG extraord inaria del 15 de mayo . Los
adherent~s se une n a los tit ulares y sólo el coleg io de los afi liados vota en favor de larno-
ció n · En ~umero de votos, la moc ión recoge una amplia mayoría 1os_Es por eso por lo que
una comis ión paritaria queda encargada de redactar un proyecto de refonna de los esta·
tutos con el asesoramiento de un jurista competente .

216
Reinosdivididos

De la reforma resultó un statu quo.


Duranteuna reunión del CA celebrada en. .
. JUn1ode1974 ¡ .
,Evelyne Kestemberg expresa su inquietud respe t , os conflictosse enconan
· . . coa la den · . ·
víctimaMa¡o_rpor un supuesto eierc1cio ilegal de la m . . un?'ª anónima de que fue
validarsus d1_plomas. Pero sigue siendo "extranjer • edicina. Este no la ejerce e hizo
Ypor 10tan~osometido a todoslos
O
fastidiosposibles. Un expe rto le afirmó que la d
SPP. Enseguida Green y Lebov ici exigen que s:n~;c,a proven,ade un miembrode la
seretirelaacusación. Después de una discusión d_elnombre del denunciante o que
a Majorque confíe secretame nte el nombre des m: ,ocreYde malgusto, Lebovicipide
Naturalmente, Major se niega rotundamente a cinv:~~r:~a nte_aldirectordel Instituto.
denunciar el nombre de su denunciante. Por 10demás n;~ mismoen denunciante al
consejo hace votar entonces una moción inconcebible • 1 abe de quién se trata. El
st
denuncianteserá expulsado si se presenta una prueb!~:~u;esneue .ª~!;cequetodo
Mientras tanto, Lacan se ocupa del materna. nc,a ·

. Duranteel año 1973 -197 4 se reúne, en los locales del Instituto, un grupode trabajo
animadopor Ma¡or en el cual los part1c1pantesson invitados a hablar de los textos
psicoanalíticoscontemporáneos franceses y extranjeros y discutir sobre el aportede
éstos a la doctrina freudiana. Al año siguiente, el seminario torna el nombre de
·confrontati ons" . Lo animan Major nuevamente y Dominique Geahchan. Estos dos
hombresapenas se ajustan al ideal del "buen-judío-no-anal-y-no-cristiano·definidopor
los autores de L'Univers Contestationnaire. Uno es un libertarioen vías de naturali-
zación y el otro un católico practicante de origen libanés. La historia no dice si
resolvieron bien o mal su complejo de Edipo. Lo cierto es queestosdos hombrescrean,
ese año, una "disidencia" muy poco cristiana en el seno de un institutodirigido por
conservadores. Invitan para hablar de sus obras a algunos de los autores _más
interesantesde la literatura psicoanalítica francesa: entre ellos, Guy Rosolato, Michel
Neyraut, Michel de M'Uzan, Nicolas Abraham y Maria Torok. "Confrontations• nación e~
singularpero se escribe en plural a causa de un error t,pográfl~- La.idea estabae en
ambientepero de ahí en adelante el nombre queda inscritoen lah1stona.L_oencontraro
. ., t· El primer año es 1nv1tadosólo un
en el transcurso de una d1scus1onco1ec_iv~. . 'rantes de la troika se
n ...... · · 1 SPP ¡ año s1gu1entelos ex 1n1eg
,,.. ,1c1pante a¡eno a a , pero a . ire es el rirnerlacaniano que
encuentranallí después de un largo eclipse. Serge Lfclªde la calie Saint-Jacquescon
apoyala aventura. ~sí que se_encuentra en los_loe~ esmuchos otros más. Pronto se
los amigos de antano: Pontalis, _Aulagrner,Sm,r~fasyortodoxiasde todas las tiendas,
amontonagente, saltan los cerro¡os, se impugna . bro de su sociedad de origen.
pero,elemento nuevo, cada cual permanece mie_món n·, una escuela sino un lugar
·eo ·
nfrontations" no es ni un grupo, ni una asoaac1f 'dismos vienen a• hablar de sus
abiertodonde los representantes de _losdiferen:e!s~fidirse . Islote donde se respiraa
dramas,sus conflictos y sus obras s,n tener qu P f ecuentadoporlaAPF, perodesde
plenopulmón, el Jugares primero interno a la SP Y r s despistados por el maternaY
1976se beneficia con la afluencia de los Jacanian _~eriana. Llegan allí por diversas
decepcionadospor la nueva orientación 1acano-_m 1 mo "traidores"a los viejos que
razonesy aprenden a conocer su pasado Yª no mirardceo scubren la saga de la edadde
...___ ·res nuevos,
_,donaron al maestro. Atentos a 1os ª'
217
La Francia freudiana en todos sus est
ados

.d surg·ida. de las arenas burocráticas y los héroes de hace poco libresd


oro ' la at lánt Ida h·storia of icial Es en Confronta t·10n(en s1 ·ngu 1ar) don de Ia autora,.e
los oropeles e Ia 1 · t d h · · "e
La Batalla de Cien Años verá perfilarse el proye_co te acedré rev1v1r ese Pasado
iembros de la SPP el mov1m1en o es I nhco: ellos tambié
recuperado. Para IoS m ' · M · G h n
a renden a no desconocer más la epopeya del vecino. aior Y ea ch~n ese año
.P t' s para estar orgullosos. Acaban de const ruir una hermosa utop 1aque lleva
t 1enenmo 1vo 'b · 1·
el nombre de tolerancia y libertad y que va a contri u1r a rea izar una transformación de
conjunto de la comunidad psicoanalit ica franc_esa. . .
En abril de 1976, Major y Geahchan reciben de l director del Instituto una carta
parecida a la que Robert Flaceliére envió a Lacan: "No ha?e m,ucho llegaba a mi
conocimiento que el seminario que ustedes, organizan con el t itu lo Confrontallons' en
el marco y los locales del Instituto rec1b1a una cantidad de oyentes que excede
ampliamente el número de cien personas ~á s allá del cual, c_omo ustedes saben,
nuestra compañía de seguros no puede cubnr nu_estra responsabilidad c1v1Iy penal, por
razones de seguridad relacionadas con la capacidad de res1stenc 1a del suelo de la sala
grande1oa: La carta agrega que , debido a la insta lació n de las estanterías de la
bibiqteca , la sala será acondicionada para una capac idad máxima de ochenta personas.
En ese caso, se ruega a Major y Geahchan, qu ienes menc ionaron la cifra de ciento
cuarenta personas, que encuentren otra solución . Algún tiempo desp ués, como no
propusieron nada, son despedidos con todos sus bá rtulos.
Esta expuls ión es benéfica para Confrontations, que camb ia de rostro, atrae una
concurrenc ia aún más masiva y transforma su ortografía. A l no tener más local, el islote
se convierte en un lugar simbólico y pasa de l plural al singu lar para escribirse
Confronta/ion. Después de un coloqu io celebrado en mayo que obtiene gran éxito,
Major traslada sus tropas a una sala alquilada a tales efectos en la Maison des Arts et
Métíers. Aprovecha la ocasión para anunciar que el Instituto de Psicoanál isis puso a
Controntation en el índice. Un año más tarde, la empresa está en el apogeo de su
reinado. Major ya no se conforma con invitar a psicoanal istas; hace ir a escritores,
lingüistas y filósofos, imitando de la mejor manera el principio del descentramiento
lacaniano. Fran9ois Roustang, Jean-Michel Rey, Jean Baudrillard, Julia Kristeva,
Catherine Clément, Jean-Luc Nancy y Philippe Lacoue-Labarthe son convidados, un
miércoles cada uno durante seis meses, a confrontarse a sus lectores. En todas las
reuniones, la burocrac ia psicoanalítica es sentada en el banquillo de los acusados en
debates conflict ivos en los cuales los espectadores se descargan, f rente a un autor, de
su ho~tilidad hacia el dogmatismo reinante.
René Major conoció a Jacques Derrida en casa de Nico las Abraham. Admira al
hombre y la obra. Se crea entre ellos un lazo de complicidad que pronto va a dar~
Co~front~t,on el rost~ode una especie de escuela derridiana de psicoanálísis , como si
1~~1a abierta diez anos ~ntes por ~I filósofo encon trara allí, gracias a un destacado
d1s1dente,un modo de implantación fragmentado acorde con la doctrina de los
márgenes, los bordes, los .contornos , la diseminación y la desconstrucción. En
noviembr! d~ 1977, a propós1t~ de Glas,109 Derrida habla de.la "Network suburbana del
psicoanálisis en las soetedao~s Y define el efecto confrontación como un levanta·
mient~ d~ las_prohibiciones: "El-efecto confrontación se relaciona con la desconstrucción
d~ 1~ ~nstitución llamada psicoanalít ica. Se dist ingue, es incluso su caracter ística más
ma~ihe~ta, por el hecho de que ya no gobierna la separación absoluta de los jurarnen!05
de fidelidad a los cuatro grupos franceses. Ya no es todo cerrado, cerrado y sin aire,

218
..
¡?eíflOSdivididos

..., antes." Luego , con humor , agrega· "No ex· t


co"'0 t t b · · is e en Fran ·
cortadaen cua ro ramos qu e astan a con juntar para c
.
c1a una institución analltica
la unidad armoniosa de una comun idad. Si fuera un a~mp letar u_ntodo y recomponer
consecuencia: 1ra hacer un tramo (que no e d P el, no sena un cuatrocuartos•
·"l
1todo)estramo- ¡ · d s el todo} a Ot
enr a parte el no anal ista que pued ro grupo (que no es del
del analista110 ." . • e entonces contra-tramoterir aparte
En 1974 , Anto,nette Fouque va a visitar a Se .
conocen. La cura no se realiza . Fascinado por la p~geóLeclaire por un análisis y así se
quetrabaje con él. "¿Es usted mi aliado político?" sir; de eSt a muier, Leclaire le pide
seguridadde comandante que la caracte riza. Le¿lafre i~~nta ensegui~a ella, con esa
Psychanalyse et Politique , en el campo y la ciudad A t pues a traba¡ar con el grupo
1
rabies.A Leclaire le había surgido la idea de "confro~ta~ i~nl~~~Íe; ~e hacen 1_nsepa:
queestá encantado cuando Majar le propone organ izar a su t dias de Censy As,
9
tuvieronluga r en mayo de 1977 . En marzo, en ocasión delap reupsaoa u~ó
asdiomad~s que
· s ·¡· d d'
especial de c11cet e 1cado a Lacan , que nosa ldrá J'amás a la luz en ·
r c1 n e un numero
. · 1¡· d . , v1auna carta muy
E
hermosa. sta anunc ia e 1n e una luminosa relación que habrá durado cas· t · t
" 'b L 1 • 1 re1n a
atlos: Hoy -:-escn. e ec aire-se llena usted las manos de cuerdas y tripas para situar
nudos con f ines diferentes al est rangu lamiento de las voces. Es conmovedor verlo
intentandodar lengua a las tripas , cuerpo a las palabras, dedicado a seguir enseñando
el psicoanálisis. Pero en vez de lo percib ido, es el malentendido lo que reina[ ...] ¡Qué
levamos a hacer! Un abrazo 1 11 . Para las jornadas de mayo, Leclaire tiene una idea muy
"antoinettiana": hacer un co loquio sin textos dej ando improvisar a los representantes
másjóvenes de la quinta generac ión psicoana liticafrancesa. Tienen treinta y tres años,
nacieron con el desastre del ejército nazi. Sus madres dieron a luz al son de los
blindados de otro Lecle rc, genera l de porte noble. Las jornadas se titularán "Diga 33 ".
Tendrán lugar en el Bataclan y en el teatro de Orsay, ante una multitud bulliciosa.
Leciaire hizo una conces ión a Major y lo dejó imprimir algunos teictos. .
nene ganas de segu ir e implantar la confrontación en el corazón de la EFP, ba¡o
el estandarte de Anto inette . S11proyecto es bien recibido por S1matos,. que t~ans_m1et la
solicitud a Lacan. Pero, en s Jtiembre de 1977, el expediente se cierra sm ninguna
emoción· "Mi estimadisimo --€scribe Lacan-ni sueñe con hacer el sem1nanodel cual
Simatos ~ transmit ió el anunc io en la Escuela Freudiana de París. " Lacan hahes-
112

. . d ·n duda no se equivoca. En esa 1ec a, Y


cogido resueltamente el camino del or en Y~· .6 Desde el golpe de mano
habida cuenta del es tado de su escuela, no tiene otra opci n. ·
de Vincennes los dados están echados. . las cualidades estéticas de su
. <?ontrontation es una hermosa aventura que t~n;desconstrucción" se contempla
pnncipal iniciador. Pero como todas las empresas t e_o antes del Consulado, con sus
~ la efímera belleza de su juventu?· Es el Dir~~:~a entre dos reinados. Así que es
lllCrefblesy sus maravillosas, es la libertad arra b de la EFP y dejará de existir,
unsimulacro de revolución. No sobrevivirá al derrum e
Sindisolverse, en 1983. . Un mes después de las jornadas de .
Mientrastanto el porvenir parece brillante. . ·da por la ley de 1901. Tiene
MAu ' asociación regi cto de
·--,o, Confrontation se convierte en una . n exdusión de todo proye
como objetivola investigación psicoanalít ica ce
- . , car mantequilla y huevos. (N.
• ,,_ de han na, azu ,
,.....191
en el que se pone el mismo peso
dela T.) 219
La Francía fraudiana an todos sus as•-
"'dos

formación. Respecto a eso , es la primer~ de es~ tip o en la historia francesa del


psicoanálisis puesto que sus event u_ales m1embr?s pueden cons ervar su pertenencia
a sus respecti vas sociedades o no integrar n1ngun ot ro grupo . Fund~da por Chanta,
Talagrand , la mujer de Major, y Dom~n1que G eahchan, es una asoc1ac_1ón francesa. El
nombre de su principal iniciador no figur a en los estatutos 1~3 . MaJor sigue esperando
la natu ralización y no tie ne ninguna razón para crea r una soc iedad extr~n Jera que luego
sería obligada a volver a ser frances a por ca recer de miembros extranie ros. Se define
a sí misma como otro lugar que ofrece una alte rnativa a los discursos cifrados por los
efectos de transferenc ia inheren tes a las instituciones psicoana líticas. Verdadera
sociedad científica, con el paso de los años Confrontatión se va a convert ir en una
espec ie 'de Universidad libre con múltiples seminar ios, coloquios internac ionales y
fiestas . En 1977 , Major crea en las Éditions Aub ier-Monta igne una prec iosa colección
titulada "La psychana lyse prise au mot". Ésta obedece al principio de Confronta/ion:
"abrir el texto anallt ico, desp lazarle el alca nce; anotar lo irreductib le de su margen y
acoge r el riesgo del psícoanálisis: tomar le la palabra ". En ella publica Major su primer
libro, Rever l'autre , y varias obras de lacanianos, de miembros de la SPP y la APF. En
1979, hace publicar el primer número de una luj osa revista , Cahiers Controntatíon, cuya
tapa dibuja Valerio Adami para cada número . En ella se recogen los artículos o
ponencias de los que participan en las activ idades del grupo. Fran9oise de Gruson la
ilustra con esmero , eligiendo con Major excelentes reproducciones de cuadros y
litografías modernas . Por último, en 1980, Chanta! Ta lagrand se conv ierte en la editora
de un Confrontation "Vert et noir " donde aparecen varios volúmenes de textos o co-
loqu ios. _
Aunque no toma ninguna posición pública cont ra el efecto Confrontación, Lacan
le teme a la empresa. Por cierto que no prohibe a ninguno de los suyos ir a hablar a ese
teatro de la desconstrucción pero recela, con razón , que la aventura desestabilice su
escuela . Al no ser una sociedad burocrát ica, la EFP es mucho más frágil que los
dinosaurios de la IPA. Cuando la atraviesa a la vez el espíritu de la protesta y el del
orden, la amenaza la desbandada. Por ello es por lo que, paradójicamente, Confronta/ion
desorganiza la EFP mucho más que la SPP cuando al crearse inicialmente tenía como
objetivo primero perturba r el orden interno del Instituto haciendo hablar en él un
discurso "ajeno·.
~espués de _la carta de Lacan en la que no le permite celebrar un seminario con
Antomette , Lecla1recomprende que el partido ya no se puede jugar y que en la EFP no
se "confrontará " nada : "Desde noviembre de 1977 -sc ribEr- me parecía evidente
que en el seno de la Escuela Freudiana de París se incubaba una revolución palaciega.
En es~ institución que había llegado a parecerse a cualquier otra, lo que se jugaba en
maten~ de poder y_ademostra~a ser dete rminante encubierto por el nob!e prorecto ~
garan tizar la salvación de los ps,coanahstas amenazados por herejías desv1aC1on1stas11 ·
Siete meses más tarde , durante una estad ía en Río de Janei ro y en oportunidad de u~a
st
~ntrevi a con la prensa local, anuncia que se rla deseable una disolución de la Ef P: Al
fm de cuentas --<li°?-" par~ s~r coherente con su propio genio, pienso que Lacan
debe ría disolver él mismo la mst,tución 0 la Escuela Freudiana para que ésta pueda asl
ser rescatada ~e otr~ manera, y él seg uir estando presente. Pero esto no es más que
1011
5
un fantasma m - Lecla1re habrá sido el único discipulo en redactar con Lacan1~5
e~tatutos de ~ 964 Y el primero en preconizar la disolución de la EFP. En esafechanadie
piensa todav1a en semejante acto.

220 ..
. divididos
f/8,n 05

Mientras que Confrontation brilla con todo


dentrode la SPP. Pero los titulares de la hoiir=~~e;dor_. Majar no baja la guardia
cansarsede esa agotadora disputa estatuta ria q ecaó n francesa empiezan
....batientes van desertando progresivamente ue no da ningún resultado L a
co,, , á f . para ded . os
ráctica.Sólo los m se~ ervonzados siguen librando I icarse a sus obras Y su
~elas tuerzas mayo ntanas de los afil iados y una part a lucha Yc~entan con el apoyo
En octubre de 197 4, durante una AG extraord · .e de los adherentes
inana sep ·
modificación de los estatutos de conform idad con las ¡s ir resenta una propuestade
¡
mayoríalograda el 15 de mayo. Exige la elección d ic iones expresadas por la
miémbros,un Consejo reducido y la separación de la e A por la totalidad de los
Esta asamblea no consigue reun ir el quorum nece enseñanza Y la administración.
id
inadmisibleen el plano jurídico. Vue lta a la casilla d:a~o el proyecto resulta ser
1
estatutos, la Sociedad debe convocar una nueva asambleªa ª·1Para ajustarse a los
· . en e P1ano de un mes Es
entoncescuan do empiezan a notarse aertas vacilaciones del lado d 1 ·
·· 1 e · '6 e os representantes
delos afiliados en. a. . om1s1 n de Refo. rma. Se empieza a hablar de una d.,so uc,. n del
1 6
Instituto que cons1st1naen hacerlo fus iona r con la Sociedad 116. Desde 1973 é t
. t t t 11 . s a ya no
tienel~s.mismos es a u os q_uee nst 1tuto pu!sto que las modificaciones ya no son
transm1s1bles de una asoc1ac1~n.a otra . La Soc1!dad sigue funcionandosegún el viejo
sistemaque no da representat1v1dad a los colegios de adherentes y afiliados. Pero por
esoes más fácilmente gobernable , ya que sus artículos 12 y 14 sobre la revisión de los
estaMosy la disolución est ip ulan la obtención de una mayorla de lastres cuartaspartes
de los titulares. Esta mov ilidad va a servir una vez más al partido de los conservadores,
quepueden "jugar· la Sociedad contra el Instituto en los casos litigiosos. Por esta razón
los liberales se oponen a toda fus ión que marque un retroceso con respecto a las
conquistasde 1973.
La Comisión elabora un nuevo proyecto de reforma de los estatutos del Instituto,
muyparecido al de octub re. En febre ro, un t itular lionés comunica sus vivas inquietudes
aAndréGreen, director dimisionario. El texto es denso y refleja perfectam_entee l e~tado
de ánimo que reina en la SP P. Con un vocabu lario florido y característico de la¡e'.ga
• · S · d d con una "confhctuahzac16 n
ortodoxa el autor compara la degradación de su ocie a . . . • .
. ' . . d I vivido de la institución . Sin
pregerntalcrónica de las re laciones ,nterpersona 1es Y e O cá
e no se trata de un ncer
mencionar a Lacan ni la escisión de 1953, subraya qu ceso de reproducción
originadoen el electrochoque de las barr icadas, si~o d~ u~f:ºque produjo seguida-
fallidoque remite a una separación car~ada emoc,on~t;e n~sos. Luegopide que se
mente,a su vez, a la APF en desgar ramientos igual me ml:cte veinte anos. Por último,
hagacon serenidad la historia de una cris is qu! data de Instituto, y hace notar que el
I
COodena el dualismo que existe entre la Sociedad Y.e a en la institución a través de
mecanismopsicótico del objeto bueno Y el malo funcion
...... miembro como una lógica mórb1'da 117 ·
"""ª . mbros pero la advertenciano
.
• • de los mie • bl
Esta opinión es compartida por la mayona llá de las personas. En la Asam. ea
servirá de nada· la máquina está en marcha másª . nto veinte votos a favor Y treinta
del4 de marzo ·los estatu tos propuestos recogen c1~ gio de los titulares para que el
y Cl.latroen co~tra pero faltan cuat ro votos en el co ~a de los miembros, se concluye
""" ' · d la mayan líos de los
,..uYectosea adoptado. Ante la insistencia e plicación durante dos a ¡ s de
un ·acu rd .
tsta e o de funcionamiento qu
" e preve la a
·nistrativo forma P
dO or tres categor a
. ción del nuevo
lutos propuestos, con un consejo admi dar lugar a una aprecia
ll'liembros. Este acuerdo, para 1977 debe 221
La Francia freudiana en todos sus
1
9 sados

funcionamiento de 1aasociación11s. Tresseman~s más tarde, un auto_desobreseimiento


libra a René Major de toda acusac!ón de eJerc1c101leg¡,ll de la med1crn_a. Naturalmente,
el ex acusado continúa sin practicar la med1c1na.Aunque es médico, no está aún
autorizado a e¡·ercer su profesión, que no e¡ercerá Jamás... No habrá denuncia d
denunciante y las costas quedan a cargo de 1tn·buna 1119 . e1
Del statu quo resultó otro statu quo. . .. .
Después de los artículos 5 y 15 de los estatutos, los titulares van a d1v1d 1rse endos
campos en torno a los artículos 4 y 8, ya_que cada uno interpreta la le_ysegún sus
intereses. El artículo 4 establece que la calidad de miembro de la asoc1ac1ón se pierde
por dimisión o expulsión pronunciada por motivos graves, por m~niobras contrariasa
los estatutos o por no pago de las cotizaciones. Estipula que el interesado debe ser
previamente llamado a dar explicaciones ante la Asamblea de los titulares. Si es
afiliado, la expulsión debe ser ratificada por el colegio de los adherentes y de ros
afiliados y si es titular por el colegio de los titulares, si es que los futuros excluidos
pueden hacerse escuchar sobre fas razones por las cuales infringen las normas.El
artículo 8 preve que en los casos importantes el CA debe solicitar la aprobaciónde la
AG.
Ahora bien,a partirde 1975, elacuerdodefunc ionamientoque posibilitala aplicación
a título de pruebade los nuevosestatutoses prorrogadosinque se convoquela AG.Porello
es por foque, hacia fines de 1976, Conrad Stein, René Majory Serge Vidermandejande
pagar sus cotizacionesal Instituto. Enjunio de 1977, el Consejode la Sociedadmodificael
artículo4 de los estatutos. Seagregauna cláusula que permite la exclusiónautomáticapor
no pago de las cotizaciones120.Deeste modo, un miembro de la Sociedad puedeserex-
cluidosin habersido escuchadosobre las razonesdesu acto. El agregadodeestadáusula
no resuelve ningún problema relativo al Instituto,puesto que en esa asociaciónel artículo
4 permanece idéntico a sí mismo. PeroStein, Viderman y Major no pagan mássuscoti·
zaciones al Institutopor considerar que es el único medio que les queda p'arahaceroirsu
oposición. Paraexcluirlos hay puesque convocarlosante la asamblea de lostitulares.En
consecuencia,el articulo 4 (modificado)de la Sociedadva a ser utilizadoconelfin dehacer
votar una modificacióndel artículo 4 del Instituto.
En octubre de 1979, se convoca una Asamblea General que se desenvuelveen
condiciones espantosas para todas las tendencias y provoca un extremo cansancioen
todos los miembros de la SPP. Al final de esta asamblea, el acuerdo de funcionamiento
no es prorrogado. En consecuencia, el CA anula las disposiciones provisionales
tomadas en marzo de 1974. Esa vuelta a los estatutos de 1973 es legal puestoque no
intervino ninguna modificaciónsino sólo un acuerdo de funcionamiento. Sin embargo,
para los pretestadores, la legalidad sólo es aparente: en efecto, la Comisión se había
comprometido a hacer votar una reforma sobre la base prevista en el acuerdo,el cual
anulaba de facto los estatutosanteriores. Baranda,Stein, Viderman, Geahchany Ma¡or
impugnan pues ese retorno, juzgado ilegal, a la situación anterior. El asunto vuelveal
tapete en una reunión del CA, celebrada el 1o de junio de 1980 . Para poder ex~~ira
los o~os1tores sin 01rlos,ese Consejo, que se "autoeligió legalmente", decide mod1f 1~
el articulo 4 de los estatutosdel Instituto en base al modelo del artículo 4 de la Sociedad.
exclusión automática por no pago de las cotizaciones. Tiene dereeho a hacerlo pue~to
que ~nuló, en octubre de 1979, las disposiciones previstas por el acuerdo de f~nc:
namiento. Frent~a este nuevo ~saltodel partido conservador, ocho titulares opos~torio.
emplazan al lnstrtutoante los tribunales a fin de hacer anular la votación del 1Ode¡un

222
.• 05 divididos
¡¡s,,,
ntreellos figuran Ste in, Viderman, Major , Geahchan ·
E Ma¡or tornan como abogado a Roland Dumas ' Neyraut y Barande A .
dela dis~lución de la EF P que se desar rolla en ~I:e defiende los interes~s ~:t~sos
en comunidades psicoanalít icas más fuertes de Fismo momento. En esa fecha ~an
dost·c ia de su pais, dando una imagen desasa tros dranc1ase destrozan pues an1eª1s
iusi t d I SPP a e sí misma s· a
iempre,10sasun os e a permanecen más seer s. 1n embargo, como
:mpliamente comentadas en la pr_ensa. etas que las de la EFP, que son
cuando es emplazado, el lnst 1tuo solicita en el .
· ' mismo proced·1 ·
deStein, Major y V1derman por no pago de las cotiza . · m1ento, la condena
1
pasea la audienci~, el Instit uto acepta proceder a~~;t~~ Pero·antes que el asunto
modificación del articulo 4 . Por su parte, Ste in y Vide de las dispos1c1ones de
s~uacióny pagan las cotizaciones atrasad as. Major q u~;:; · tansados, regularizélnsu
final.El 17 de jun io de 1981, el tr ibuna l pronuncia su sentenc:~ ~:~a~istaparael_torneo
de laspartes12 1. Considera , por un lado, que los documentos pres!i~fón a n;g una
susamigos no establecen que el Instituto haya violado a sabiendas sus e~:;i;os ;~;;;
el otro, que la demanda del Inst ituto es inadmis ible en la forma pue.sto q e
. · t · , u no se
aplicaron1os proce d _ 1m1en os previstos en los estatutos . En otros términos, el tribunal
se muestra equ 1tat1vo: desest ima las demandas por daños y perjuicios de todos los
demandantes.Con una sabiduría digna del rey Salomón, llama a las dos partes a
entendersede conformidad con el espír itu asociat ivo previsto por la ley de 1901. Este
emplazamiento recíproco es corno arar en el mar o, si se prefiere, como desatar la
guerranuclear para apode rarse de l peñón de Mónaco.
Del segundo statu quo resu ltó una restaurac ión.
Naturalmente, René Major sigue sin paga r sus cotizaciones y pide ser escuchado,
sobreeste asunto, de conformidad con el artícu lo 4. Por su parte, el Instituto sigue
queriendo modificar el art ículo 4 para poder excluír1osin que puedaexplicar las razones
de su acto.
El 3 de noviembre de 1980 veintinueve personas reunidas en el d_omicilio de
Fran90isRoustang fundan un "C~legio de psicoanalistas". La inici~tiva es ~nteres~?te
1
Y hace patente la situación de división que reina en la comunidad p5,co~na;;~:
francesa:disoluc ión en la EFP, conflict _o b~rocrático en la :~~;;b~!ª;;~i~~~~ ~s:ein,
1
comofundadores a tres titulares no d1m1s1onano_sde ª hante los tribunales, y dos
Geahchan y Viderman) que emplazaron a su in st1tuto t n y Anne Levallois que
ta
~iembros de la EFP en vías de ext inción, Franºois. Rous gJacquesLacan, n°ueve
firmaronuna providencia en la jurisdicción voluntaria con r
mesesantes. . nece a ningún grupo constituido:
Se une a ellos un psicoanalista que no perteó 1s Perner Y
I diván de Franc;:0
JaoquesSédat. Ex alumno de los jesuitas , se for~ ;~e~e invocar a Raymond Aron Y
Pasó los controles en las tilas de la OP LF Y la EF · oras a un tiempo, reactuahza, ~n
Tooqueville.Por sus opiniones liberales Y conservadé , del psicoanálisis que h~bia
el seno del Colegio, un componente bien ''fra~c ;or el corporativismo Y el esp'.~1t u
O
~aparecido desde la muerte de Pichon. Fasc ina ma de defensa de la profesion,
mtergrupo•de los años 197Q.-1980, aplica un progdraconoce bien todos los asp~ctdos
ante las .
del o~hgaciones !iscales impuestas P.
or el Esta º· ¡ e se irá haeten
. guno de ellos. As qu d" lución de la
°
. movimiento psiooanalítico Y no es hostil a nin . . de la SPP y de la iso
llllernbr0 d
EFp . . e numerosos grupos surg1 °.
·d s de la cnsis
• •nd1nándosepreferentemente hacia un
c1· o
antimillerismo a iv ·
223
La Francia freudiana en todos sus estados

Después de habe r part icipado en reuniones prep_aratorias, Serge Lecia ire, Michéle
Montrelay, René Major y Maria To rok se niegan , por diversas razones , a ser fundadores
del Colegio . Este nuevo grupo part icipa del mismo efecto de desconstrucción que
confronta/ion , pero se constituye en verd~dera s~c,ed _ad y no. se bas_a en ningún
espíritu libertar io. Cierra 10 que C~nfrontat,on ha?.'ª a~1ertoy sintoma t1za el primer
regreso al orden de toda una comunidad ps1coanallt 1ca v 1ct1ma de la frag mentación por
un lado y de la burocracia por el otro . El Cole~,o es_ pues una asociac ión de
circunsta ncia, razo nable y competen te, lo que no 1mped 1rá qu e sus fundado res se
destrocen entre ellos desde el primer año de func iona miento . Su princ ipal innovación
consiste en aceptar miembros pertenec ientes a otras corporaciones. No tiene instituto
y func iona según la norma de la cooptación. Limitada pr ime ro a cinco años, la duración
de la asociac ión será prorrogada luego sin limitación. Se compone de miembros activos
y miembr os asociados . Los primeros son los profesiona les, que tienen el poder
exc lusivo de decid ir acerca de las orientaciones del grupo. Los segundos son personas
capaces de serle útiles. La adm isión de los miembros activos depende de la cooptación
hecha por tres miembros de la asociación hab ilitados para pronunciarla. Se necesitan
diez años de práctica para ser habi litado como miembro act ivo por un Consejo de
Cooptación forma do por el conj unto de los miembros ya habi litados para cooptar1:22.
Un año después de la creación del Coleg io, Dominique Geahchan saca un boletín
de la asociación titulado Psychanalystes, con Jean Cournut y Menique Schneider en el
consejo de redacción. Dos años más tarde , en abri l de 1983 , muere de un ataque al
corazón, agotado por sus actividades. La misa de difuntos es celebrada en la Iglesia de
la Inmac ulada Concepción de Boulogne -Billancourt. Por esa época, Major decide poner
fin a la experiencia de Confrontationesperando días mej ores. Sigue dirig iendo la revista
y la colección en las Éditions Aub ier-Monta igne. Mientras tanto, obtuvo por fin la
natura lizaciónt23_ Pronto será autor izado a anotarse como psiquiatra en la Orden de
Médicos . En suma, a fines de 1983, tras diez años de acosos xenófobos, este hombre
es un hombre libre: canadiense de nacimiento, francés de corazón, naturalizado por
decreto, "ext ranjero · en su propia Sociedad , médico por sus diplomas, internacio nalista
de cultura y tercerm undista por elección ideológica.
La rueda gira y la IPA permanece idé ntica a si misma, cada vez más burocrática.
En el Congreso de Helsinki, celebrado en julio de 1981, su dirección encarga a una
"comisión de visita· que averigua las dificu ltades de la sección francesa , aquejada de
una patologla. Así pues, la SP P se encuentra en una s ituación análoga a la de la ex SFP,
salvo que no solicitó ella misma esa injerencia en sus asuntos internos. Considerando
que la Soc iedad y el Instituto no lograron introducir las reformas necesarias, la Comisión
propone una moratoria de seis meses para elaborar nuevos estatutos124. En definitiva,
se trata de disolver el Instituto, incluir la formación en una sola asociación y liquidar la
cláusula 9 ~el reglamento interno, referente a la posterioridad, juzgada no conform~ a
las normas 1p1stas. _Pesea_algunas protestas, se instala el proc ed imiento de vigilancia,
que no permite ni reduc ir el malestar , ni cambiar los estatutos ni modificar las
~edificaciones p~evistas en la cláusula 9. Durante este perío do, el ,:caso Major" sigue
siendo problemático . No paga las cotizac iones e invoca el artículo 4 de los estatutos del
Instituto para que el colegio de titulares lo escuche.
En vez de invitarlo a explicarse, el CA convoca una AG extraordinaria a fin de
modificar _el artícu lo 4 del Instituto ajustándolo al artículo 4 de la Sociedad. La
1ntroducc 1ón de una nueva cláusula debe permitir distinguir la exclusión por una taita

224
. 05 d íVid1·¡Jos
f/8111

en cuyo caso el miembro deber ser ese h


g rave , · · uc acto de 1
o de las cot1zac1ones, que perm ite no escuch ' a exclusión automát·
noPag ión favorece esa mo
d·t·
1 1cac1
.6
n, Major podrás
ar nada o· h
. · 1
c o de otro modo
1capor
s· 1
votac d b er excluido d , 1a
sin ser escucha o so re Ias raz ones de su rebelión Per e 1as dos asociaciones
0
. osibles de modificar, sab emos de antemano 1 · como los estatutos son
,rn5Pumidascuent as, Major des eas er exc luidos egu· e, resultado de la operación En
re . n as normas y 11 . ·
apruebe una norm a que permit a excluirlo según e nst1tuto quiere que
se De ahí la transa ncción delira nte para una Snu~vas normas.
. 'd • oaedad que de1· . M .
escuchado sin ser 01 o, no se gu n las normas sino ant ira. a¡or será
ra oirlo sino para mod ificar un artículo 4 imposible d e una A~. que no es convocada
Pa . e mod1!1 car12s
El 28 de lebrero d e 1984 , René Ma¡or pronunc ia ante I AG .'
quesedirige a los titu lares conservador es de la SPP · Les reªcrimina . _unaviolenta acusación
el violar d d h
diezaños todas las normas de mocr áticas de su asociación Y pide I A es e ace
la modificación del artícu lo 4 pues , tal cual es constituye el u·it·,mª ª G que no vote
. ' o recurso para los
miembrosdeseosos d e exp, l1carse . con respecto a sus actos . Luego Ma¡·or reaa1 1 todos
losacososde los que fue v 1ct1ma po r parte de sus colegas y la administración francesa.
compara la SPP con una soc iedad de burócratas y denuncia, en nombre de los
derechoshumanos, su carácter total ita rio. Por último, pone en guardia a sus colegas
evocandoel pasado y el presente: "Que el psicoanálisis reinvente la obligación
asocia tiva es muy elocuente. De ahí a que transforme la libertad de palabra en
obligación de confesión o en téc nica de la denunc ia, hay un solo paso: No asombra que
éste haya podido darse. Que pasa ra hace mucho, con la cobertura de preservar el
psicoanálisis en Aleman ia, la soc iedad alemana excluía de su asociación a todos los
miembros que fueran judíos. No se encontró más que un sólo analista que no fuera de
origen judío para decir no al "psicoaná lisis con los nazis". Dimitió de la Sociedad
alemana.La historia habrá reten ido su nomb re: Bernard Kamm. ¿Qué preservaba esa
Sociedad analítica alemana, si no la represión que durante alguna~ generaciones
instaurarála ley del sile ncio? Ahora se comienza a hablar en_Alemania de las graves
consecuenciasde ese acontecimiento durante varias generaciones. Y no estoy seguro
1
de que las consecuencias se manif iesten sólo en Alemania. Eso forma parte ~e ~
historia de todos Una pregunta: "¿Cómo psicoanalizar después de Auschwé~?
debena . · . H n día se descubreen Arn nea
estar presente en la mente de todo an~hsta. oye ncarcelados por no haber
la! 1~a que mientras que algunos psicoanah~tas fueronº~ licidad activa O pasiva en
traicionadoel secreto profesiona l, otros participaron e~~rt:ci de pensamiento. Quiere
latorturaque practicó un régimen que no ~op_o~aba 1 ~do se sabe la gravedad de las
ª
decirque no se puede transig ir en los principios cua
126"
consecuenciasque ello aca rrea tarde o temprano. Íaresjudíos, Janine Chasseguet-

Sn,¡rgel c~n:
. Despuésde la lectura de esta acusación, t~est,tu t a Major para afirmar que no
, André Green y Serge Lebovic i, intervien~n la más violenta. Enseguida,
toleranque se los trate de nazis. Chasseguet·Sn:iirge ~·stas de la Sociedad alemana
~ro titular judío, Conrad Stein , replica que los psici:;:s' "corno nosotros·. Pese ª _ 10
0
eran nazis sino unos buenos pequeños burg ·ntiéndose tachados de nazis.
~certado de esa intervención los tres titulares sigue~ s~ción de Michel de M'Uzan,
i° habían reaccionado así 'trente a la misma dec ~onuncia, corno siempre· cont~a
~~~da once anos antes. La votación qu~ sia~et~~l~res se rnuestr~ fav~r~~~es:br:
1111,,~~'fiGación estatutaria. Sólo el colegio m a burocrática se cierra ª
-v¡,uón de la nueva cláusula . No obstante· 1 tra p ª 22
5
La Francia fraudíana an todos sus
99 lado8

Major como sobre sus adversarios. Éstos lo escuch~ron en la AG y se· juz


derrotados por tene r que _convocarlo según ia,s normas. Este pudo exp licarse, per~~
audic ión no se desenvo lvió como_hu~1era deb ido. No da como resultado una exclusión
ni una obligación de pagar las cot1zac1ones; Maior no es exlu1do, puesto que la cláusula
no fue aprobada . Pero con su forma, el articu lo 4 ya no sirve para nada. En ese día, se
hace sospechoso de no aplicación. La s1tuac1ón reve la crueldad y coba rdía y todo el
mundo está agotado .
Sin embargo, el asunto es grave. L~s _judíos conservado r~s. del colegio de los
titu lares, muchos de los cua les f~eron_victima~ sea del g_enoc1d 10 que tronchó sus
fa milias, sea de persecuciones ant1sem1tas, se sienten aludidos en esa acusación que
emana de un no jud ío analizado por uno de los autores de L'Univers contestationnaire .
Major en Francia jamás fue víctima de ningún t ipo de fascismo. Pero se vio enfrentado
a acosos administrat ivos y a los horrores de la burocracia ipista. Nada le impedía, en
vistas de la inutilidad de todo intento de refo rma , no combatir más a sus adversarios en
nombre de una justicia ilusoria . No se emp laza a las máqu inas, se las abandona. No
obstante, si los titu lares de esta sociedad hub ieran querido evitar sentirse tratados de
nazis, a ellos les correspondía no merecer tal acusac ión. A ellos les correspondía
rechazar, en 1973, una ley xenófoba. Por lo demás, Michel de M'Uzan los había
prevenido del peligro del engranaje. Por último , a ellos les correspond ía desaprobar
púb licamente L 'Univers contestationnaire,obra hecha de desigualitar ismo e indignade
la gran saga judía.
Tres meses después de haber pronunciado su acusación, sin publicarla, Major
saca a la luz por primera vez en Francia un conjunto de documentos escritos por
alemanes sob re la situación del psicoanálisis del otro lado del Rhin. La obra se titula Les
années brunas 12 7 y deja surgir lo reprimido sobre un momento difícil y fundamental de
la historia mundial del psicoaná lisis. Mientras tanto , la dirección de la IPA sigue
manteniendo vigilada a la integrante francesa enferma de pato logía burocrática. Enuna
carta de mayo de 1984, Adam Limentani, el nuevo presidente del imperio, se muestra
consternado de la incuria que reina en el país de Vo ltaire. Hace notar que la Sociedad
no encuentra presiden te, ya que nadie quiere llevar esa carga imposible. Agrega que
no se llegó a ningún acuerdo con respecto a las cotizac iones . El bicefalismo demuestra
ser desastroso, nadie concurre a las reuniones administrativas y es demasiado grande
el número de terapeutas que han sido formados. Por último, anuncia la oficializaclónde
la puesta bajo vigilancia y la obligación del Instituto de transferir a la Sociedad la
totalidad de las actividades de formación. Daniel Widlócher forma parte de la comisión
de vigilancia12s.
Por otra parte , el mismo Limentani hace una extraña interpretación de la situación
del psicoanálisis a través del mundo. En abr il de 1984 durante una reunión celebrada
en Taunton, en Inglaterra, y después de una con f~rencia de Jacques-A lain Milleí
pronunciada en la Tavistock Clinic, afirma estar persuadido de que el yerno de i.acan
intenta apoderarse de Europa y de la t ranquila ciudad de Londres. ¡Nada menosl
Agrega que la creación de una internac ional lacaniana permitiría a la IPA resolversus
problemas y a sus miembros permanece r f ieles a ella: "Debemos tener en cuenta;
declara- todo lo que Lacan ha escrito, pero el 'retorno a Freud' es un asu
sumamente sutil y peligroso pues se trata de volver a Freud según Lacan con todaslaS
rep_ercusiones técni?as que éste precon iza. El yerno de Lacan es extremadamen;.
activo y tiene 1ntenc1onesde apoderarse de gran parte de Europa, incluso Londres

226
flsinOSdivididos

particular, de la Tavistock Clinic. Los lacania


enoeiación internaciona l que, de hecho ser ía b'enos se proponen crear su propia
astonces exactamen t e en qu é estamos ', y todos1 n recibida por Ia A PI: sabríamos
~~estraspropias filas podr ían ve r los problemas re~~:llos que critican a la API en
esperemos,a~tuar como esta'.11ostratando de decir lo dy mantenerse fleles ella y,ª.
cuanto más exista unaasoc1ac16nlacan iana, mejor s á esde hace bastante tiempo.
cer un poco de publ icidad para la AP l t29 • ·se esper paranosotros, si le permitimos
ha . · · Ch . · 1 eran ofertas 1
En 1uho, Jarnne asseguet -Sm1rgel avisa a los . ·
róximoCo ngresode la IPAva a ce lebra rse en Hambur ~ i~mbros de la SPP que el
~ecisión tomada siete años antes en el Congreso de Je~; ~m~consecuenc 1a de una
1
la negada del naz ismo , un Congreso de la IPA tendrá lu~a~~n º;¡nmera v:z desde
Hamburgoen detr imento de Berlín. Después de largas discus·ioneshemania. edehgió
_ . uecas se ecid16
no hablar de los anos neg ros sin haberlos filtrado a la luz de una •·nte t .,
,. • "L · '6 d t rpre ac1on
psicoanaht1ca: a com1s1 n e programa se encontró pues ante una ta e d'f' -1
'ó f .d d r a 11c1.
Prefin no avorecer a u~a comun1 a ~e la negación apostando a que ese tema podía
sertratado lo más c1ent1f1camente posible a la luz de nuestra disciplina. Así fue como
sedestinó una jornada a apl icar el tema general del Congreso al estudio del fenómeno
nazidesde un pun to de vista esencia lmente clínico. Pero Alemania no sólo fue un lugar
de persecución y mue rte par a los psicoanal istas y el psicoanálisis. Éste nació y se
desarrollóen el seno de la cultura de lengua alemana . De modo que se dedicará una
sesiónplenaria a debatir la influencia de d icha cultura en el pensamiento de Freud130."
La organizac ión de ese Congreso susc ita, desde enero, reacciones hostiles de
parte del Psychoanalytisches Seminar de Zurich cuyos miembros por un momento
proyectan llevar adelante un contracongreso . Pero renuncian por miedo a parecer
antialemanes. Sin embargo, en mayo, se celeb ra un coloquio en el que participa René
Major.Los zuriqueses sub rayan que la estructura característ ica de la_IPA impide toda
reflexiónverdadera sobre las nociones de exclusión, exilio y persecución Y en especial
sobrelos años negros, en relación a los cua les se ha mantenido el silencio durante
cuarenta años . En el Congreso de Hambu rgo, los participantes siguen l_asdirectrices
de la IPA. Para no comp rometer un acercamiento con los alemanes, evitan hablar de
la situación de los años 1933-1944 y se conforman con analizar el nazismo por
Intermedio de los casos clín icos de pacientes sobrevivientes de los campos _de
. h. to ria pasada con un espléndido
concentración . Se ded ica una ponenc ia a 1a is b '·ón con Góring son
I
ª
catálogo,en el cual los pr incipa les actores de ladco d;~apea nsamiento freudiano
presentados de manera "neutra", como los con tinua ores
enrégimentotalitario 1J1. . . . celebrada en febrero de 1985,
En la reunión del colegio adm 1rnstrat1vode la S~P, ·embros a no abandonar el
91nuevopresidente, por fin encontrado, alienta ªió~~ ~co rdemosqueactualmente,
PIOcesode reforma: "Parece que ya no tenemos opc
I
ada bajo vigilancia, es decir
enlasprimeras páginas del Ros ter, la socie~ad es dec ª~e de la comisión de visita de
quesiguesiendo objeto de una atención particular por pa no podemos considerarla
laIPA. Esta situación no es por cierto deshonrosa, pe:~tación de los tres colegios,
Ulorlosa ni cómoda132 • Dieciocho meses más tard e, po~ciedades en una. Los nuevos
ª!
lllograla disolución del Instituto y la fusión de_1 d~~ sy posibilitan reformas que sólo
1
~os ~ermiten en esa fecha que la AG ehJarburocrático de la SPP.
•uwrodirá si pueden o no cambiar el carácte

227
La Franci a freudiana en todos sus 8 t
s ados

ti/. La Asociación Psicoanalítica de Francia: ld entífícacíón de un grupo ,

Fundada en secreto un mes antes que la EFP Y en plen a bata lla por la afiliació
0
la Asoc iación Psicoana lítica de Franc ia no se parece ni a una institución lacaniana :
a una soc iedad ipista común . Su histo ria es la de un grupo de individuos , cada uno'd:
los cuales tiene una trayector ia particu lar. Sus miemb ~os no for m~n "ci~nes " como en
la SPP, no tienen maestro como en la EFP y no se s1tuan ~n un~ onda lacanianade
la misma mane ra que la OP LF. La APF es un grupo cuya 1dent1dad hay que definir a
parti r del itinerario de cada uno de sus miembros. Aunque dice ser de Francia, es
esenc ialmente parisi na y sin expansión provinc ial. Frente a sus dos hermanas gigantes
es realmente una asociación y no una soc iedad o una escue la. En 1964, reún~
elementos heterogé neos: por un lado, ex "sen iors " de la SFP, divididos entre ellos. Por
el otro, los "mocionarios", que difieren po r sus respec tivas persona lidades, pero están
ligados ent re ellos por un pacto de abandono de l padre . En el co razó n del "gran juego•,
acep t aron excluir a Lacan y al mismo tiempo desaproba ron una práctica que hizo de
ellos unos didáct icos compete ntes. De ah i una voluntad , que irá afirmándose, de
instaura r nuevas normas destinadas a preservar el anál isis persona l de toda ingerencia
burocrát ica. Al grupo de los mociona rios se agregan Didie r Anzieu y Wladimir Granoff,
dos hombres que se respetan pero no tienen nada en común . Romp ieron con Lacanen
cond iciones diferentes a las de los anteriores . Uno encarna los valores de la tradición
universi taria francesa , el otro es cosmopo lita sin ataduras institucionales. Por razones
que de rivan de su estilo y su historia no serán j amás presidentes de la APF, que
terminará siendo siempre dirigida "al centro", por los ex mociona rios. Sin embargo,
Granoff y Anzieu conservarán en el seno del grupo importantes funciones de enseñanza.
Los fundado res comentan sin cesa r el trastorno de ident idad que padece la
Asociación desde su nacimiento, con lo que confiesan públicamente sus conflictoso
sus debilidades sin ocultar los como ocurre en la SPP. Por lo que respecta a eso, laAPF
es una soc iedad sana , capaz de mirarse en un espejo y toma r la medida de su historia,
aunque no llegue nunca a publicar las huellas: "Hay una cosa que me parece notable
-subraya Laplanche en 1980- : esta asociac ión quiere ignorar su identidad; y la
mane ra más categórica de ignorar su ident idad es rechazar su historia. [...] La
asociación nunca recopi 16 y publicó los documentos referentes a su fundación, es decir
la escisión de 1963-1964. Deja que se constituya una historia perfectamente tendenciosa
acreditada tanto por los lacanianos (L'Excommunication)como por un libro como el de
Barande. Segundo ejemplo: la mayoría de nuestros miembros , sobretodo los asociados
y los alumnos , igno ran, incluso en sus grandes líneas, lo que se jugó en torno a la
formación en los años 1969 -1971, que desemboca en nuest ro cu rsus actual. También
en esto, esa ignorancia lleva a acreditar la idea de que nuestro modo de selección no
difiere esencialmente del de la SPP (Baranda), o al menos que nos situemos en una
posición de término medio entre la SPP y la Escue la Freud iana i 33,•
En el momento de su fundación, que se produce el 25 de mayo de 1964, la APF
comprende veintiséis personas. En sus estatutos inic iales , preve tres categorías ~e
miembros: los titulares, los asociadosy los miembros de honor. Esta última categona
estará siempre reducida a ct:irc. En consecuencia, son los titulares y los asociado:
quienes se encargan de la gestión de la sociedad. El inst ituto de formac ión est
in!egrado en ésta y tiene dos S87ciones: el comité de selección, compuesto por oc~
miembros , encargado de se leccionar los cand idatos a la formación, mientras que

228
d
Rsínosdivididos

rnítéde enseñanza los orienta y control 1 .


costituto lo dirigeya sea el presidente de la Asoª .ª organ12ac ión de los s . .
in I t·t I Al CA I c1ac1ón ya s em,nanos El
eligeentre os i u ares. o forman de cinco a i , . ea undirectorqueel Con~ .
n asambleageneral de todos los miembros Ls ete miembros elegidospor ma e!o
e . . É t es p e h . os alumnos yona
Asociac,on. s a u s mue o menos democrática no son miembrosde la
uwal qu~ la SPP. Los estatutos s~brayan que el CA e'iue la EFP pero muchomás
precisar ninguna categorla. En teona, un asociado u tá formado por miembrossin
No obstante, la .elección de los nuevos miemb~s ede puesformarpartede aquel.
reservada exclusivamente a los titulares. De modo ' asociados o titulares, queda
laAsociaciónen detrimento de los asociados El que éStos poseen el poderreal sobre
elmodelo ipista: el candidato admitido a la fo~ma~~su~.es normali2ado basándoseen
listade didácticos que le es impuesta. Hay pues n e ,geª su an_allsta a partir de una
didáctica que se distingue del análisis personal ~:: preselección Y una formación
ab01 ido134 . · e sistema será posteriormente
En
. 1964, de veintiséis
- miembros, diez son titulares, es decir
á · auton2ados
· a formar
candidatos. Cuatro anos m s tarde, la APF cuenta con treinta y c at · b
integrado entre los titulares a todos los ex de la SFP En esa fech.a u laro miemddrosY ha
· é 1 . . · soc,e a pasaa
estarba¡ola fd ru a de los ex mo_c 1onanos que van a turnarse enla presidencia. Lagache
y Favez,los os primeros presidentes, empiezanentoncesa perder su influencia uno
porque está enferma y carece de filiación, el otro porque sólo tienealumnosy ninguna
obraescrita135 . Desde 1968 , la APF pertenece pues a los "hermanos·de la tercera
generación. Los acontecim ientos de mayo confirman esta evolución. Como en un
principio la Asociación no logró atraer a la mayoría de los alumnosdela SFP,reunidos
enel GEP,y como con el paso de los años debe conservar el frágilequilibrio establecido
e11trelos hermanos de la tribu, está amenazada de extincióny no de expansión. Enlos
mismos lugares se suceden las mismas personas, según un ritual pertectamente
definido. Por ello es por lo que los asociados, que debenesperar la edadde la j~bilación
paraser titulares, y los alumnos, que a veces tienen más de cuarenta anos, van
descatectizandoprogresivamente la APF. Así que ésta no tardaenparecersea unclub
privadode elegancia perfecta donde los viejos camaradascohabitan educadamente a
faltade encontrar una solución a su gerontocracia avanzada. En 1972, el fantasm_a de
· á d'1stinguída y máselitista
la muertelenta se cierne sobre la sociedad más erudita, m s
deFrancia. Durante la AG de junio, Pontalis evoca el fe_n,?.:~ninf; 0
e~~i;i;:i~~sq~:
el grupo se instala en un local de la plaza Dauphine. &
envejecerjuntos?" exclama 136. . f t daporunefectodecacicazgo
Amenazadade extinción, la APF está tambiénª ec fundadores son hombresque
Y Ciertapropensión a la masculinidad . Los hermanos Lacan por la IPA porque no
eligieronel grupo contra el padre. Abandonar?;n ~e su doctrina con su persona.
aceptabanel cesarismo de un maestro Y la fus, bienestar sin aventura.Aho~a
Ouisíeron,la pluralidad, la democracia, la fratern1d!du~~:n su dominio, los sujetos mas
bien,efectuaronesa elección porque ya eran, cad . ·ciación del maestro creyeron
brillantes de esta saga. Rechazan o a
d I función de im d · tes que
eron fue una escueta eJe '.
fundarun verdadero equipo cuando lo que construytal para Widlocher,de Universidad
ejercensu jefatura fuera del grupo: carrera de_hosp1como cadaunoreinaa_sumanera,
Paralaplanche y Anzieu editorial para Pontahs, etc. ara no convertirseen tiranosun~s
fuera deltecho común p~eden entenderse adentro p el escenario intelectual tranc s
de ot ' e ocupan en
ros. Los principales bastiones qu 229
La Francia freudiana en todos sus ta
es dos

bastan para su apetito y no necesitan un jefe supre_mo. Por este efecto de íefatura
colectiva, la APF es una escuela d~ hombres en el _mismo sentido en que la OPLFes
una escuela de mujeres. Sale del V1~ntrede Lacan 1gual_que el Cu~rto Grupo sale del
de Leclaire: una por filiación masculina, la otra por fll1ac1ó~ femenina.
Las mujeres no tienen posición de carrera o ?e creación dentro de esta sociedad
de hombres, en donde están representadas en cahda~ de e~posas. Sólo JulietteFavez.
Boutonier adquirió notoriedad personal fu~ra del matnmon10pero sólo Marie MoscoVici
será la fundadora de una revista titulada L 'Ecrit du Temps137 . Las demás mujerespueden
tener en la sociedad cierto papel, pero siempre será secundario con respecto al de los
hombres Ninguna de ellas será nunca presidenta. En 1964 , la APF comprendeseis
mujeres qe veintiséis miembros y, en 1983, diecinueve de cincue_nta.Son notoriamente
más numerosas en las filas de los asociados que en las de los titulares. Sin embargo,
la distribución es más equitativa que en la SPP, donde la población femeninase
amontona en las filas de los afiliados. Por otra parte, la APF es la menos médicalizada
de las cuatro integrantesfrancesas, tanto por el número de médicos como por el espilitu
universitario que aplica.

La historia tranquila y agitada de este grupo empieza antes de la existencialegal


de la APF. A partir de enero de 1964 la SFP está dividida en dos138 . Los mayoritarios,
reunidos en torno a Lagache y Granoff, dirigen los asuntos pero son minoritariosenla
base, donde los lacanianos consolidan progresivamente sus posiciones a travésdel
GEP. La troika no existe más y Granoff, el único de los tres que se pasó al campode
la IPA, se encarga con Lagachede la negociación secreta que desembQcaprimeroen
la creación del French Study Group y luego en la afiliación, un año más tarde. Los
mayoritarios están siempre sometidosal control absoluto del comité consultivoquelos
representa ante el Ejecutivomientrasque los lacanianos ahora se sienten libresdetoda
sujeción. Pronto ganan la campaña de Francia, y la enseñanza de Lacan se implanta
en las filas de la juventud intelectual francesa que rechaza conjuntamente al psicoa-
nálisis llamado americano y el imperialismo del mismo nombre. En esas condiciones ,
los partidarios de la IPA son mirados como "rehenes de Chicago" al servicio de una
causa con idealesburocráticosy politices que no se aceptan. Los lacanianosde aquella
época no son nada patrioterossino hostiles a los Estados Unidos de la IPA y de la Ego
Psychology. Frentea eso reivindicanuna cultura psicoanalítica autónoma,universalista
y francesa que ya no le debe nada al imperio. Ahora bien, los negociadoresde la IPA,
Gitelson, Pean Klng, Van der Leeuw e incluso Turquet, no tienen en cuenta esa
situación cultural. Para ellos, poco importa que el la~anismo triunfe en Francia,puesto
que ese lacanismo no es representativo de lo que ellos consideran el verdadero
psicoanálisis.A partir del momento en que excluyeron a Lacan de la formación,intentan
constituiren Francia un segundo bastión de la IPA conforme a sus patronesy que ~ueda
entenderse con la SPP. Así que no tienen prisa en ganar puntos contra el lacamsm<>-
Preocupados por las normas y el respeto a la legalidad, tienen a partir de entoncesel
poder absoluto sobre el grupo por intermedio del comité. y a través de éste,dictansus
decisiones, imponen sus normas y amenazan con retirar s~ reconocimientosi el grupo
no se pliega a las exigencias planteadas. Ante esta situación y durante algo másde uri
año, Granoff intenta en vano hacerles comprender que con ;u lentitud burocráticaYsu
manera puntillosa de proceder están perdiendo la batalla contra el lacanismo.EneSl8

230
R•ínOS
divididos

uevopapel de guerrero so litario , W ladimir sepa


ª
n Roosevelt de que de Gaulle encarna la resist;ece Churchill queriendo convencer
~ad imir no es Churchill puesto que prefirió la ali:~~~: el t_abl ero francés. Sólo que
Roosevelt cómo hacer para vencer a de Gaulle s ·t n Gi_raudY trata de explicarle
~iraud, existe por sí _mismo pe~o ya se sabe venc.id~ u~~ión 1_ne~ricable. En cuanto a
¡gnorandoque su aliado del d1a lo utilizaba antañ P la histona a la vez que sigue
términos, en vísperas de la creación de la APF Laº~~~ cuenta _desu rival. En otros
paraguasde la t roika en un gran juego que tení~ co~o t _si~ue ignorando que fue el
0
L,acan.Pero ahora, es al iado de G ranoff , que todavía es el Je~rvo_ que la IPA ac~ptara_a
en una negociación llevada en sent ido inverso a la de E;eiir interlocutor del 1mpeno
dehacer exist ir un grupo que no tiene maest ro ni identidad i:n~rgo i Ahora es cuestión
triunfalmente lacan iano. ra O ro que se ha vuelto
El 10 de mayo , el grupo se conv ierte en FSG y, quince días más tarde I FSG
convierte en la APF. Pero ~ara la IPA _sigue siendo un Study Group y, 00 ~~ tal, es~!
sujetoal comité que determina sus decis iones y no le reconoce ni el derecho de formar
analistas ni el de reclutar nuevos miembros. Segú n las etapas estatutarias, el grupo de
estudiospasa a ser pnme ro sociedad provisional antes de obtener la oondición de
sociedadintegrante. Como las decisi ones se toman durante los Congresos, cada dos
anos,se necesitan por lo menos cuatro años para pasar de la condición de grupo al de
sociedadintegrante. Según este cálcu lo, la APF tiene posibilidades de ser afiliada en
1967 cuando sus miembros haya n pasado la edad de cuarenta años y el lacanismo
hayarecogido todos los laure les de su mejor victoria. En 1964, la batalla de la afiliación
estápues lejos de ser ganada y la APF se parece a un niño prematuro que espera en
una incubadora.
Consciente de la precariedad de esta situación, Granoff le suplica a Turquet que
transforme la guerra de trincheras en gue rra de movimientos a fin de v~ncer al GEP_en
suterreno e imponer a la SPP la existencia lega l de la APF. Para eso, pide a la dirección
de la IPA que haga publicar en las columnas de la RFP el anuncio oficial del rechazo
139
aLacan y la creación de la APF. Ese texto perderá vigencia en junio al crearse la EFP .
En julio Granoff advierte a Van der Leeuw la realidad de la situación fra_ncesa . Lo
pone en gu~rdia contra la "s ubve rsión" lacaniana que gana terreno a ~edida que e:
comité tarda en dar nuevas garant ías a la APF: "Estoy seguro - <:hce- ~ue e
. . C greso de Amsterdam no bastara para
reconocrm,ento de nuest ro grupo en e 1 on t levará la barrera algunas
O
prevenir esta subvers ión pero estoy segu ro de que es e por el momento Por otra
pulgadas,lo cual, créame, es todo lo que podemos es~~::rdetrás del dique· continúe
parte, no estoy seguro de que el agua que se encue
sub.rendo después de la muerte de Lacan 140" : . es y manifiesta su impaciencia:
Cuatro días más tarde, sigue dando sus impre~•:, movimiento psicoanalltico [ ...]
"MeIntereso desde hace mucho tiempo en la hi st º;'ª
hora un desafío importante, una
Ypuedoafirmar que el psicoanálisis enfrenta aqu( Y ~·vada en las particularidades de
fuerza nueva, desconocida hasta este momento ,;i
0
1
tiene en sus existencias ni las
IQescenafrancesa) [ ...) Mi op ini~n e_sque la !Portar el desafío [ ...] Propon~o que los
recetasni los ingredientes ni la efrcacra para sop ta de que circunstancias excep-
l'ISponsab les [...) no pierdan tiempo para darseec~f:nales141," En setiembre, Gr~noff
Cionales hacen necesarios procedimientos exc ttá modificándose, que el la~nrsrno
111Viel'1ea Gitelson que la situación de la SPP e t 'dad de Nacht está sanamente
Interesa a todos los 1·óvenes alumnos Y que 1 au on
ª
· 231
La Francia freudiana en todos sus estados

socavada . Anunc ia inevitables problemas para el futuro Y preconiza una alianza


inmed iata de la APF y los mejores ele mentos de _1~SPP a f in de crea r una corriente
capaz de rivalizar con el lacan ismo 14 2 . Trab aJO 1nut1I. ..
Todos estos argumentos casi no interesan a los_d1ngentes de la IPA. En la misma
medida en que Granoff intenta favo rece r el sur~ 1m1ent? de una t;rcera fuerza, que
recoja algunos elementos de la enseña nza lacaniana , el ,mpeno lo un,co que quiere es
instaurar su poder burocrá tico . En noviembre, Turquet presenta a Lagache , presidente
de la APF, la lista completa de los requisitos para obtener la afiliación. El tono es
ejemplar: es cuestión de pasar la mano por el lomo a los franceses para poner los mejor
en vereda . Turquet recuerda que los requisitos no se imponen por amor al dogmatismo
sino por deber de respetar las normas que rigen la IPA. Luego insiste con fuerza en la
necesidad de que existan normas. Por último, agrega que el comité será el garante ante
el Ejecutivo de la lealtad de los franceses Lo esencia l de este documento se refiere a
los ex concurrentes al diván de Lacan que se ven obligados a hacer un nuevo tramo en
un diván con título para ser aceptados como especial istas en la didáctica del psicoa-
nális is: "Deb emos ser muy claros sin entrar en detalles. Los candidatos de Lacan, si
desean ser aceptados como futuros analistas , deben emprende r una nueva cura
persona l con otro analista· . Turquet no entra en detalles y no espec ifica si se trata de
los candidatos más recientes o los fundadores de una APF no habilitada aún para
forma r terapeutas. No obstan te, varios titulares y asociados de la APF harán un nuevo
tramo. Segu idamente Turquet explica con detenimiento los puntos de desacuerdo del
comité con Lacan, aclarando que la IPA no ha querido eliminar al pensador sino al
especial ista en didáct ica: "En ju lio de 1963, para el comité hab ía tres objeciones
insuperab les con ·respecto a Lacan: 1) los aná lisis didáct icos no están destinados a
adoctrinar. Pero Lacan se vale de éstos deliberadamente con ese fin. 2) Por lo que
respecta a los análisis didácticos, se establecieron algunas normas para evitar la
explotación del analizando. Lacan no reconoce esas normas bás icas y, pese a algunas
promesas, se niega a reconoce rlas y aplicarlas. Violando esas normas básicas,
despierta la sospecha de explotar a sus candidatos desde el punto de vista material Y
psíquico. 3) Pese a repetidas promesas, Lacan jamás logró convencernos de su
sinceridad . Asimismo, sus alumnos, por las tergiversaciones en que incurrieron, no
sirvieron a su causa( ...) No hemos intentado juzgar a Lacan en su calidad de pensador
sino como especialista en la didáctica del psianalisis . Ambos aspectos están tan
íntimamente unidos que su exc lusión corno enseñante lo llevó a excluirse de la IPA.
Nunca pedimos su exclusión total de la SFP; si ocurrió eso fue por responsabilidad
suya•. Por último, después de haber dado las órdenes, T urquet recalca que los pecados
de los padres no deben recaer sobre los hijos y que el futuro dirá si la APF es capaz de
formar enseñantes143.
En esta etapa de su historia, la APF se encuent, a pues en una situación crítica. Está
obligada a deslacanizarse para obtener su afiliación . Pero ¿cómo deslacanizarse
cuando uno ha sido formado durante tantos años en los bancos de un lacanismo que
est~ ~ su vez en vías de converti rse en una fuerza importante en el tablero francés?
Dec1d1doa conseguir la afiliación a toda costa, Granoff intenta salvar los obstáculos
jurídico~ inherentes a los estatutos de la IPA. Le demuestra a Turquet que la APF vi~e
de ~réditos, q~~ corre el_nesgo de que sus miembros se cansen y que la ¡erarqu,a
SOCtedadprov1s1onal/so0edad integrante carece de sentido en Francia. Por su parte,
Lagache redacta un memorándum para destacar que los estatutos de la IPA fueron

232
Reinosdivididos

·ados muchas veces y que el retraso suf 'd


cambI L
. umbe a la SFP y a acan y no a la APF E
°
n por lo
que respecta a la a1·,1·,a'6
,ne d. · , d
Ia con 1c1on e grupo de est d' · n cons c, n
. tamente
d1re<: de. ., . u 10s a la d ecuencia
. ' propone pasar
entablauna d1scus10 ~ y Pe_arl K1ng arguye la necesid e sociedad integrante. Se
rurquet,por el contrario, def iende ardorosamente el ad de _re spetar las normas.
empieza a saturarse de la buroc racia ipista. punto de Vlstafrancés y hasta él
Es entonces cuando surgen conflictos en el g
F en especial los Favez y Laplanche se niegarupo francés. Los miembros de la
AP • . . ' n a acatar las .
aceptan candidatos que el comité puede juzgar "dud , reg1as impuestas y
siguentrabajando libremente como en la SFP sin ~sos · Además, varios miembros
impuestapor lo que atañe al número de sesiones s=~~n!~scuenta la ?ontabilidad
Algunosllegan al extremo de tomar en superv isión a terap t de análisis o control.
1
comoconsecuencia un terrib le alboroto que puede afecta~ueal ª
s de EFP. S_~ produce
· ·6 d 1 ·6 G proceso de af1hac16n1«
Enla com1s1 n e se ecc, n, ranoff se pone severo y empu¡·aa La h .-
. · 1· p otra parte 1 · 1 gac e a combatir
la ind1sc1p ,na. or , os 1ngeses se muestran rigurosos c
· · d 1 · on respecto a la
polílica prov1nc1al e a APF, especia lmente en las regiones de Estrasburg M
· d I C d A o y arse11a.
En v'.speras e ongreso e . '.11. sterdam , la APF ya perdió su batalla de la
implantacióna causa de la buroc racia 1p1sta. Desde ese momentoestá amenazadade
extinción. Y la manera cómo Lagache resuelve su sucesión no solucionalas cosas. En
1965, hay dos candidatos a la adm inistración de los asuntos del grupo: Granoff,
secretario,y Favez, vicepres idente . Lagache piensa que el que está mejor situadopara
ascendera la función de presidente es Grano!! . Así que, en una carta, lo designa su
sucesor145 . En esta época, Wladim ir tiene grandes posibilidades de obtener una
mayoríade sufragios puesto que la mayor parte de los mocionarios no están aún
demasiado avanzados en la carre ra como para ocupar ese cargo. Ahora bien, desea
serpresidente pues se siente el padre de esa asociación de hermanos en favor de la
cualcometió un acto terr ib le : la expulsión de Lacan redactada de su puño Y le!ra. Sin
embargo,va a dejarse engaña r por Lagache de la misma manera en que él mismo lo
engañó.Después será demasiado tarde para él.
· , f · r10 a grave
Aque1ado por una en fermedad cardiaca, Lagache su re en _J u un
operaciónque le impide asist ir al Congreso . Mediante una carta oficial encarga pues
·d I d' ción de la IPA que
a Granoffque lo represente ante el Ejecut ivo central. Pi e a
.
ª ,rec
d 1 nse¡·o sin la presencia e1
. d
no reciba al vicepresidente en calidad de miembro e co . az de seguir una
secrelario de la APF . Invoca el hecho de que Fave: :~; n:fac iónHs. Pero, pa·
1
conversaciónen inglés y nunca fue parte acreedo ra e e·ecu~ivo sin advertirles que
I
rale~amente, pide a los Favez que lo representen an!e eed ranoff, al que necesita para
hab,arealizadola otra gest ión147 . En el fondo desconfla d_ do que unos vigilen al otro.
la negociacion,y quiere ganar en todos los tableros h~c~e:ciendo cargo de los asuntos
Cuandola pare¡·allega a Amsterdarn, Granoff ya se eSI recepción en el Hilton a la
de I A · na suntuosa
a PF. Para festqjar la afil iación organ iza u favez acuden para convo?ar
10
que asisten los dignatar ios del régimen. MoleSlOS, ~ 0mento en que la APF recibe
enseguidauna reunioncita ofic ial en su hotel. Así, en e ~ 10 abierto por la sui::esión de

lagaehe. En cuanto a'Turquet, asque~do por 1 ª :~;i,c


loslaureles del imperio se conv ierte en un lugar de con ;~cia abandona el Congreso
en 1a'cual, folklore ?bliga,
dan~~un portazo antes de la ceremonia de clauules para festejar los rnéntos de
:~!
Parttctpantesse pusieron zuecos y delantales az
'llndedores de arenques del puerto de Arnste rdªrn.
233
La Francia freudiana en todos sus estados

Ya hostiles a Granoff, los Favez lo serán aún más al descubr ir la famosa carta
olvidada por Leclaire . Gracias a ésta, tienen simbó licamente a su adversar io en las
mall as de un saber de l cual igno ra todo. Cuando se ente re de la verdad , habrá dejado
de interesarse por la presidencia . Por su parte, Lagache no sabrá jamás que los Favez
poseen la misiva comprometedora , pero se las arregla , después de Amsterdam, para
apartar a Granoff del poder . Por lo demás , éste le da la oportun idad co mportándose
según la lógica de su personaje . Para la IPA, él represe nta un valo r seguro en el ámbito
de la información. Conoce al dedillo la historia del psicoanálisis y Van der Leeuw le ha
pedido que sea asesor en los asuntos franc eses. Pero, después de Amsterdam , ya no
se adecua al nuevo orden interno. En la recepc ión del Hilton , Solms le sugiere que ceda
el lugar. La batalla ha ter minado y la paz requiere j efes tranqui los que no sean
guerreros. El ex integ rante de la troika deja pues que aque llos a quienes sirvió lo
despidan cortésmente. Espantado por la ceremonia de clausu ra con zuecos y delan-
tales azules, vuelve a París muy abat ido y anuncia a Lagache su intenc ión de retirarse:
"A través de peripecias demasiado largas de contar[ ...] -escribe-, con la ayuda de
Dios al fin y al cabo, conduje este barco a buen puerto [ ...J. En buen puerto y sin que
haya sufrido daños, se lo entrego ahora. Hay todavía mucho por hacer [ ...] Cuando
comiencen las clases pondré al corriente al Consej o. Penmítame ahora que tome un
largo descanso. Cuando vue lva, podremos discutir acerca de las pos ibles modalidades
y la oportun idad de los servic ios que en caso necesario pueda brindara laasocí ación1,ie•_
En su discurso presidencial de octubre de 1965, Lagache toma nota de la actitud
de Granoff . Lo pone en órbita afirmando que éste no desea otra cosa que ocuparse de
un grupo europeo, lugar maravilloso para hacer fruct ificar sus talentos de hombre de
comunicación. Distribuye alabanzas a todos los responsables de la sociedad y hace un
vibrante elogio de Georges Favez, hombre sólido , lúcido, bondadoso, poco conversador
y buen campesino de Vaud. 149 Al año siguiente, Favez se conv ierte en presidente de
laAPF.
¡Adiós Volodia! Tu papel será en adelante el del samura i, que contempla la aldea
victoriosa, en la amargura o la parodia ...

Mientras que Lagache se prepara más o menos conscientemente para dirigir su


sucesión un iversitaria contra Laplanche y su sucesión psicoana lítica cont ra Granoff, J.-
B. Pontalis elige por segunda vez su independencia. Después de haber abandonado
a Lacan aprovechando la escis ión, se separa de Sartre cuando éste apoya la Izquierda
Proletaria y vende La Cause du Peuple. Pero, antes de esta ruptura , consolida su
presencia en el corazón de la forta leza Gallimard creando la más prestigiosa colección
psicoanalítica del escenario francés: "Conna issance de l'inconscienr. Ésta comienza
en 1966 en la época en que aparecen Escritos. En ella se publicarán grandes clásicos,
desde la correspondencia de Freud, hasta las obras de Winnicott pasando por La
Forteresse vide de Bruno Bettelheim, que superará los cien mil ejemplares vendidos:
"Conoc imiento del inconsciente -esc ribe Pontalis- : la unión paradójica de los
términos habla por sí sola de la audacia de una empresa que el genio de Freud supo
llevar adelante, si no a término, pues por la naturaleza misma de su objeto, siempre hay
que reanudar1a1so:
Tres años más tarde, estalla el asunto del "hombre del magnetófono" . Opuesto al
estructural ismo, adversario de Lacan y Foucault, Sartre sigue ajustando difíciles
cuentas con un freudismo que siempre lo ha fascinado. Contra los ideales del fin del

234
Reinos
divididos

...,bredefiende un human ismo del su¡·eto e


hO•" ' . · d r. ncontrado E
del consejo ed1tonal e emps Modernes recibe or. n este contexto,un miembro
tittJlado o,aloguepsytchanalyst,que. Es la transcri ~ióncorreo un extraño manuscrito
sesiónde anál1s1s du~ante la cual un paciente se ~ebelahecha por un anónimo de una
..,.,panerte la presencia de un magnetófono El d contra su terapeutae intenta
1'" tré d 'Alt · ocumento se· ·ra visiblementeen
Lesséques s ona pero no presenta ningún interé . i_nsp1
decidepublicarlo y él mismo redacta una presenta . s editorial. No obstante Sartre
reuni·6n de1conse¡o · e d·t I ona· 1, pero, apoyandocia6Bern n. Ese día: p ontails · no concurre
'
8 18 rd
publicación.Sartre no acata y el número sale acomp _ ª Pmgaud,se oponea la
tresprotagonistas:"El texto de A ... nos ha dividido p a~ad~por los comentariosde los
y entonceshicimos un conven~ode paz que espero d~~eu~ .. ªi:;nente~scnbe S~rt'.e--
O
psicoanáhs 1s sino un compa nero de camino crítico. NI ti soy un falsoamigo del
tampocomedios-de ridiculizarla. Este diálogo haráson~ei~:gonganas ningunas - n1
O
a Guignoldarle una tunda al comisario. En lo que me es peurs siemprele gustaver
· •D h h s · ona,1 no lo encuentro
gracioso151. e ec o, artre sostiene que el diálogo evidenciala irrup -6 d 1 .
· · l't · · · . c1 n e su¡eto
enelgabineteps1coana 11co, 1nv1rt1endoasí la relación unívocadel su¡·etoc b. t
p t r f d. . . on eI o ¡e o.
Ensu respuesta, on a 1s pre 1ere 1ng1rse al filósofo antes que hacer un comentario
sobreel documento. Con su habitual malicia, subraya que Sartre se reconoceen el
espejodeformante de la hazaña protestadora en la que un sujeto se sublevacontrasu
opresor:"Un día habrá que escribir la historia de la relación ambigua hechade una
atraccióny una oposic ión igualmente profundas que Sartre mantiene desde hace
treintaaños con el psicoaná lisis, e incluso releer su obra desdeesta perspectiva152."
Pontalis no contará esa historia. Pero, quince años más tarde, después de la
muertede Sartre, publica en su colección Le scénaríoFreudcon un largocomentario
enel queexplica que el filósofo no escribió sobre Freud sino quefabricó paraél mismo
un"guión Freud"... No esperaba que aquel texto fuera tan hermoso,tan documentado
y tan emocionante.
Despuésdel asunto del hombre del magnetófono,Sar1readoptal_as posicionesde
la GP sobre "destruir la Universidad". Pontalis decide entonces retirarse de Temps
Moclemes- A partir de mayo de t 970 su nombre ya no figura entrelos integrantes?el
consejoeditorial1S3Pero no por dej~r la morada sartriana pierdesu situaciót~t- ~~ny
. ' 970 pia revista y le pone un u
i:
aliincado en Gallimard, crea en 1 su pro ·ón de NouvelleRevue
significativo:Nouvelle Revue de Psychanalyse. Una con~_en~~f~ n de un boletín interno
Franr;aiseyRevue Fran<;aise de Psychanalyse.Es~a~n in~ents et Débatsparaseguir
~ ~APF que, en la misma fecha, toma el nombre. e ~c~RP es primerouna revista
6
SIM~ndode lugar editorial interno de l_a Asoci~ci n.ri:er o un producto Pontalisantes
Gal11mard antes de ser una revista de psicoanálisisY P le dos veces al alío con la
5
de ser una publicación de escuela . N~ obst~nt:~0 :ncidencesdelapsychanalyse,
COiaboración discreta de la APF. Para el primer nu~d- 'Anzieu y VíctorSmirnoff. Luego
CUentacon un conse¡·o de la casa: Guy Rosolato, Di . ierk_ I
Jean Pouillon, un corredactor
seag
. regarándos autores de Galhmar ,
. d Jean Starob1 .
ns Y . • d I SPP· André
un "lacaniano e a
11\glés, Masud Khan miembro de la British Soc1ety, ysrespectivosdominios.Encuanto
Gree T ' b ·dades en su . . ente moderados
n. Odasestas personas son ce1e n on lo suf1c1entem .
a los textos con frecuencia excelentes, siempre se·1nante Así pues,frenteallen,g~aaJªs
COmo ' . alit1cor · · esconvus1v
Parajamás perturbar el orden psicoan las diversasexpresion . ue brilla
~loso Scilicet,el estilo polvoriento de la R~:f onable, distinguido Yeruditoq
P<>stmayo, la NRPaparece como un lugar
235
La Francia fraudiana an todos sus estados

por 1a ausenc .ia d e ag ·itac·ión O de tomas de pos. ició n incen d iarias. La revista
. administra
ópfma mente los intereses de la cultura freud 1ana pasada Y presente sin ceder jamás
a l~s extrem ismos de una época. Sus únicas competidoras por lo que atañe al volumen
d e vent aS y a la reperc usión fuera de las aldeas analit 1cas serán Orn1car? y los Cahiers
¡ 1 · 1 d ·
Controntatíon. Naturalmente , tarevis ta pu blicaart cu osaJenos_a or en ps1coana11tico,
a cond ición de que adopten el estilo elegante de (ª plaz_aDauph i ne~ la calle S_ébastien-
Bottin : ni demasiado tacania no, ni demasiado ant1lacan1ano, ni marxista, ni ant 1marxista,
ni feminista ni antifem inista, ni estruct uralista, etc. En pocas ~alabras, se diria que
Gallima rd, Pontalis y la APF nacie ron para en~ej~cer Y morir Juntos. En el catálogo
destinado a los libre ros, la revistase presenta a s1mis ma como hb_rede toda pertenencia
a una instituc ión psicoana lítica o univers itaria así como de todo Juramento de fidelidad
a la pa labra de un maest ro. Quiere obedecer a un~ sola exigenc ia_:"hace_r perce~tible,
sin borrarl o, hacer inteligible, sin pretende r do minar lo, el trabaJo del inconscie nte.
Desea que sus lectores reconozcan en el movim iento de pe nsamiento que le es propio
algo de ese gesto, flexible y decidido, que fue , y sigue sie ndo, e l de la Gradíva,54.'
El contenido de la revista y los títulos adop tados cor ren parejas con esa voluntad
afirmada de flexib ilidad y moderación : nada de conceptos rígidos ni teor ías rimbombantes.
La NRPse pone po r norma no eleg ir jamás como tema de ref lexión una noción que ya
tenga una situac ión definida en la teoria psicoana lít ica. De ahí la idea deto rnar palabras
de la lengua corriente para titu lar cada número: objetos de l · fetichismo, poderes,
domin io, luga res de l cuerpo , efectos y fonmas de la ilusi ón, etc . Después de algunos
años , Pontalis hace entrar a dos asistentes al co nsejo editor ial: Fran9o is Gant heret,
miembro de la APF , y Miche l Schne ider , un autor de su colecc ión que frecuentó tas
ala medas de L 'Ordínaíre du Psychanatyste.
En 1977, Pontalis decide interesa rse en la historia . Por eso crea dentro de su
colección una serie titulada "La psychanalyse d ans son histo ire·. Publica en ésta
exce lentes docu mentos dedicados a la saga freud iana y , entre ellos, tas famosas actas,
en tres volúmenes, de la Soc iedad Psicoanalitica Vienesa . En la presentación, expone
una concepc ión de la histo ria que refleja muy bien el prob lema de identidad propio de
la AP F: no ha llegado el moment o -dice- de esc ribir una historia de l psicoanálisis
porque es secreta y nadie sabe po r qué se decide o evita una escisión. No obstante,
Pontalis anuncia su intención de abrir ese campo a los inves tigadores y añade que la
iniciativa no tiene equivalente en otros edito res. Y as! es. Luego, a principios del a/lo
1980, publica en la "Collection blanche" una nove la a la manera de Paul Bourget en la
que cuenta sus amo res de j uventud . La prensa lo consagra como escritor 1ss. El mismo
año funda una revista anual muy seria, Le Temps de ta Réflexion, destinada a acoger
a los autores de Gallimard y la NRP a los que se suman Jean-Pierre Vemant y Michel
Deg~y en el con~ejo _de redac~ión. Cada volumen debe comprender cuat ro grandes
secciones: reflexión, 1nvest1gac1ón, cr ítica y lectura . Está ab ierta a las ciencias exactas
Y las reseñas de libros. Respecto a este punto af irma esta r exenta de los favores que
suelen hacerse entre colegas. Lamentablemen te, desde el primer número no escapa
a las leyes del género. De los ocho títulos franceses comen tados, ocho son valores
ultra ~reconoc 1dos , cuatro son libros Gall imard y otros dos, de diferente editorial,
provie _nen ya sea de un autor d~ la casa , ya sea de una co lecc ión dirigida por uno de
tos m1_embrosdel conse10 ed 1tona l. En su presentación, sumamente inteligente ,
Pontahs adopta por una vez un tono po lémico. Denuncia lo que ta APF y los mocionari 0_5
sie mpre estuvieron den unciando: el cesar ismo de los maestros en la intellígents1a

236
. osdiVídidos
Retn
sa. A ello opone e l espíritu asocia tívo de .
france · · su propia s · d
uítatívade los conoc 1m1entos entre rep resentante d . ocie ad: distribución
eq cuatro años más tarde, en la serie "H isto ire" d s e difere_ntesdisciplinas 156.
bradeunjovenfi lósofoinglés: Lelangageauxong · es~ colección, Pontalis publica la
~edeclara así abierto a la juventud y a los investiga~:~:s ~ la psychanalyse. Este campo
forrester, es el traductor de algunos se minarios de La ~la actualidad. El autor, John
cjedicadoa Freud, el lenguaje y la histo ria en laactuariª~ - ero en su libro, aunque está
francés. Sobre esta omisión vo luntaria de un nom~r! ':i~~aelnombredelmaestro
oculto de la obra, se expHca en su conc lusión donde c~lific nlc1ona_ como el _resorte
•prosaembriagadora · e ''inefables amb igüedades" Luego agªreeª~·áslis 1s lacan1ano de
b 1 1 ó d · ga. e puede ver en la
prese_nte O ra os pro l eg _men?s e un enfoque más dírecto de la escuela analítíca
iacamana, la que en os· ¡anos ] E cincuenta se
. remitía a una lectura de Freud para1e1a a la
tesisque expongo aqu1 ... notros térm inos . , si leemos a Freud como lo hagoaqu ·1,esa
leClurapued e ayu d arnos a comprende r como Lacan puede constuir su teoría sítuán-
dola bajo el signo de un retorno a Freud157."
En la contrat~pa, e l r~sponsable de la publicación explica las intenciones del libro
y en consecuencia también las de la ser ie "Histo ire": "En Francia -escribe- toda
reflexión sobre las relac iones del lenguaje y el psicoanál isis es inmediatamente y con
razón asociada al nombre de Lacan . Sin duda se neces itaba una mirada alejada y
singularmenteescrutadora como la de John Forrester, jove n universitario anglosajón,
paraabordar la cuestión como investigador y no como epígono . Si la deuda con Lacan
alcual, por decis ión, apenas se hace referenc ia explícita no se disimula, no hay jamás
sometimientoa fórmulas". Cu riosa manera por parte de Pontalis de abordar por primera
vez a Lacan y su historia en la serie de una colección dedicada a la historia: hablar de
ellosin hablar, a part ir de Inglaterra, pues hab lar de ello en Francia podría llevar a caer
enel servilismo o se r un epígono. iOuéobsesión! Hay una extraordinaria analogía entre
laconcepción de la historia que se expresa en toda la empresa editorial de Pontalis y
la historia misma de la APF, que no cesa de rechazar su historia confesando su
problema respecto a un maestro al que ha expu lsado. Recíprocamente, existe una
asombrosacontigüidad entre la concepción de la ~istoria pres~nte en.la _EFP,en la que
se muestra a Lacan como un gran timone l traicionado por malos h1¡os, Y el lugar
omnipresente de un maestro obsesionado por la temática del abandono. A través de
estasfiguras en espejo se tejen dos mane ras de escribir la h1stona. En un caso se la
rechaza y conf iesa al mismo tiempo para que sea perdonada; en el otro es inventada
denuevo, como una leyenda.
En 1985, tras quince años de gloria no enturb_iada ~~r ~:n: ;:~a
0 ··
:~~~~~
paisajeintelectual francés, la NRP decide proseguir -~u ~~ Pontalis se otorga un
·0
d 1
~a

tranquilidad. En un número dedicado al De 5 /in, es~ ,u~ta suerte p;ra el porvenir:


cei:ttficado de buena conducta por e l pasa~o Y _de ado el momento de efectuar
II
"Tngésimonúmero, quince años de vida: ¿y si hubierata~~da O un balance, apenas un
unaP~usa para la reflexión? No una retrospect i~a ~~o ded icado al destino( ...] Cuando
breveinstante de detención, a lo que invita ~st e nimue me susurran cordialmente (?) en
mepreocupo por su futuro , oigo voces aqu i Y ali q ·nstitución! cosa que, como todos
91Oldo: ¡pero si la NRP se ha convertido en un~ 'por que a mí respecta, no tengo
10
sabemos, hoy en dia constituye e l peca?º capita · m lan sus funciones, nada más
~ contra las instituciones, en la medida en que ºi ia ~RPdeje de estar movida por
nadamenos( ...] Asf que si llega el momento en qu
237
La Francia freudíana en todos sus es tados

. . deci·r el deseo de pensar los efectos de la práctica analítica te


la exigenc ia, es • 158 " '
pondremos fin. Ese momento no ha llegado ·

Si bien los fundadore s de la AP F se repa~e n los _mejo res territorios editoriales,


universitarios y de los hospitales de la Francia fr~ud1ana, no de¡an ~e lamentarse
colectivamente de su historia. Respecto a esto, los d iscursos que cada ano pronuncian
los hermanos-presidentes ante la A~ son verdad~ras obras maest ras 159 . A veces
elogian la buena marcha de la inst1tuc1ón , el numero elevado de alumnos, sus
interesantes actividades y las prest 1g1osas obras de sus miembros, y a veces se
lamentan de que la mencionada institución sea demasiado desconoci da a causa de su
falta de dinamismo, su esclerosis y su incapacidad de ponerse en tela de juicio. Esta
es la identidad permanente de la APF: un grupo narcisista persegu ido por el fantasma
de Hamlet.
Sin embargo la aventura institucional de esta asoc iación existe fuera de la palabra
de los camaradas. En vísperas de los acontec imien tos de mayo , la Asociación sólo
tiene cuatro años de edad y los treinta y cuatro miembros que la componen provienen
casi todos de la viejaSFP. Sólo los alumnos son nuevos. En este marco , la protesta no
viene de la base sino de los proi;ios titulares que son consc ientes del carácter
demas iado rígido de las modalidades de formac ión . En abr il de 1968, Berge y Anzieu,
presidente y secretario respectivame nte, difunden un proyec to relativo a la selección
de los especialistas en la didáctica del psicoanál isis. Proponen suprimir la preselección
y, por un período de dos años, considerar persona l todo aná lisis autorizado por la
comisión de selección, que podrá ser validado con posterior idad: "Antes de saber si un
candidato es apto para ser psicoana lista, hay que saber si está preparado para
adentrarse en su propia cura. Cosa que no puede aclararse sino somet iéndolo a la
prueba del diván 1so." Los autores proponen asim ismo que se supri man las listas de
especia listas en la didáctica, dando por sentado que sólo tos titulares están habilitados
para emprender curas de formación . Por último, exigen que se mantenga , por un
período trans itorio, la categoría de especialistas , que tendrán que desempeñar dos
funciones: efectuar los contro les de las primeras curas que conduzcan los alumnos y
opinar acerca de la adr:nisión al control en la comisión de se lecc ión . Este proyecto
mantiene tal cual la APF de 1964 introduciéndo le una reforma que intenta concretar un
estado de funcionam iento que ya se estaba aplicando.
. En el momento en que sobreviene n los acontecimientos de mayo , las figuras
principales de la APF tienen más bien opiniones de izquierda. Widloche r es socialista
y no hace concesiones al 1zqu1erd1smo , Pontalis sígue formando parte de la familia de
Temps. Modernas perc _se abstiene de caer en arrebatos , laplanche sueña con la
revolución evocando su JUV"lntudtrotskista y Anzieu se apresta a escribir un libro sobre
61
la protesta 1 • En cuanto a Granott, s1:1apasiona con los héroes de la rebe lión e5tudiantil
recordando a su abuelo y sus antepasados deportados a $iberia se siente tanto más
eslavo _cuantoque jamás pisó el suelo de la madre patria . Ti~ne en la cabeza la
re~oluc1ón frustrada de sus padre_s, socialistas de la vieja Rusia, de esa Rusia
remven_tadaen una novela de emigración. Wlad imir se aburre en la APF. Siente
nostalgia de ta edad de oro, de la troika y de los febr iles fines de semana pasados en
Londres. Echa de menos a Lacan. Po'reso piensa en un último come backque tuviera

238
. IJSdiVididos
Rem
orde un banquete del Renacimiento . Gra . .
el sab d. d I d. c1asal tinanc ·1 .
tadounidense, 1spone e mero necesario pa am1ento de un mecenas
65
mbrede "Asociación para el estudio de las cie~ª -crear una sociedad que tomaría el
~oAPF. Exploró los te rrenos de Neuilly y comp~~ashumana~" Y que podría alojar a
ª oyectatransformar en comunidad intelectual co una ma_nsión desvencijada que
P~gimnasio, una piscina, unas galerías y una ·bibl~o~nes~acio central abierto al cielo,
ucolectiva de tipo libertar io o frate rna l. Pronto emp· eca. iensa en una organización
. 1eza a reunir a -
piezasdisponibles y cada uno hab la de su trabajo L . . sus amigos en las
manda erigir un ba ldaqu ino , compra unos ven·rn~1ir°· en¡unio, ~aceunai ~vitación,
corderosenteros asados . Vest ido todo de blanco recib~saysor~an_izauna fiesta con
deun amo de casa un poco retirado. Los alumnos ~stán invita~i;nv, tados, a t~ manera
interpelan a Pujol sobre el asunto del secreto de los exped· . Dturante la d1scus16n,
1en es. Los candidatos
é 1
quierensaber por qu se os acepta o se los_rechaza y cuál es el sentido del deber de
reserva.Al fina l de l verano, Granoff renunc ia a su sueño de dar un 1 APF
·• 1 • d L ugar a 1a y
modif1c~ra segun sus es;os . os fuegos artificiales quedarán grabados en las
mamonascon el nombre de Campament_odel tisú de oro". A muchos les hace acordar
a las recepciones en Gu1trancourt. De ah, la desconfianza que inspira el ex de la troika
quequiere, según creen, tomar el poder y fabricar un Vincennes en miniatura•62.
El proyecto reformador de Berge y Anzieu fue enterrado pero gracias al mes de
mayose produjeron numerosas discusiones. Se formaron grupos, se trabaron relacio-
nesentre algunos miembros de la APF y la com isión animada por Jean-Luc Oonnet.
Todaslas opiniones convergen : hay que introducir serias reformas en el cursus de las
dosintegrantes francesas de la IPA. Se avecina la rebelión por todas partes en el seno
del imperio: en Suecia, en Ho landa, en Austria ...
A partir de 1969, Jean Laplanche asume la dirección de un proyecto de reformaque
vaenel mismo sentido que su enseñanza del psicoanálisis en la Universidad. Vaa darle
a la APF esa ident idad inst ituciona l que le falta f rente a la Escuela FreudianaY la SPP.
Según Laplanche, esos dos grupos hacen depender el análisis. personal de una
adhesión a los idea les de la institución. Para establecer una diferencia con ese
funcionamiento, propone llevar a cabo una extraterritorialidad de la cura, conform_eal
espíritude colegial idad que reina en la APF. El proyect_oconsiste pues en abohr e;
sistema de la preselección a fin de preservar el anáhs1s personal, q~e deberá se
· · · · ·ntervención de la institución. La
validadopostertormente como format ivo sin ninguna 1 . . d.1
1 e sigue siendo el urnco me 0
autortdadde ésta se ejerce entonces sobre el contro • qu t nt'd
I
que luego es
de 1 • · d t n proyecto en es e se o
. se ecc1onar candidatos . 8 e re ac a u ta múltiples discusiones, la
difundido a todos los miembros. Tras una larga encu~s tlrinstitucionalganaterreno
mayoríade los miembros lo rechaza. No ob stante, _ei;a :~cerrar la tienda. La reforma
Ylos_compañeros por un instante piensan en es_?n ~~s tarde, a impulsos de Pontalis,
terminaráde todos modos por imponerse . Dos ano! adoptado durante una Asamblea
se vuelve a proponer el proyecto que por fin ser
Generalcelebrada en junio de 1972 163 - onen aunque sometiéndose a
Tres titulares, y no de los menos irnportantes,~e ':fcu. El primero, cercano a los
ladecisión de la mayoría: Widlócher, Anz ieu Y ra lásico el segundo teme una
ór""n
.,...,os de la IPA se mantiene part 1dano
. . del sistema sociedad
C ' •
se convierta en un
a
I
ª
flexlbilización exc~siva y el tercero se_ni~ga,. queué~ de habernos adentrado ,en el
ISociación serta Y demasiado universitaria. Desp cargar con menos peso ,nut1I-
ltrlálisis de los sujetos de la manera que nos parece
239
La Francia freudiana en todos sus es tados

.b mo s a tratar de ree m plaza r la int rus ión de lo arbit rar io en s us vidas, por 10
escn e- va d. , · 1 a t 1
tanto en la n uestra . Y para eso , más bien _,na ,ne uso . um e n ar e _peso de una
asoci ació n que no ha sido ja más , y es jus to, s ino la pa rod ia de ~na 1nstit uc1ón, y Sólo
. f un lastre vamos a trata r de crea r real men te una 1nst1tuc 1ón . No queremos
1a paro d 1a ue , . . ó ? • 164
segu ir siendo malos bromi stas . <.,Tend remos raz n ·
Unos mes es después d e la votació n, G ranoff expr es a s~ am argu ra en una carta
de spreciativa y lúc ida que env ía a Geor g es Fa ve z a P.~opós1to de las _Entrev 1st~s de
v auc resson y un Colo quio ce leb rado en el hotel PLM. As i q_ueprote gió usted bien a
la APF para q ue no fuera co m ida por los cerd itos {lacani°:nos ma l arrepentidos ,
experto s en astuc ias pe ligros as)( ...] Esa APF que usted p rotegi ó con t ra l~s ten tadores
cuyo peso pu ede hoy apreciar [ ...] ahora va a cant ar secreta m ente al un isono con su
verdade ra herm ana mayor , la SPP. Ese cong resito PLM , es tilo inme,diata postguerra,
será un digno prelud io al Congreso internac iona l ( ...] Por lo que a m 1respecta , desde
mi último intento, que me abr ió def initiva me nte los OJOS sobre lo que rea lmente me
interesa en la actualidad de este m edio, tan bien ent re nado para preservarse de toda
contam inación peligrosa, me vo lví a m is queridos estud ios . 165 " Granoff sabe ahora lo
que se sab e de él y que no se qu iso saber duran te la negoc iación: Juliette le devolvió
la carta ... Despu és de todo ese tiempo pasado en la guerra y después en la parodia de
la guer ra, emprende un in menso se minario sobre la historia del psicoanál isis, encon-
trá ndose as í con la novela de sus orígenes: "Me gus tar ía ser aque l de quien se diga:
'es el que cuenta histo rias '. Una hiso ria. Su historia. ¿Se cuenta alguna vez otra cosa
que la histor ia de uno? " De esa palabra de gran extensión saldrá un libro, Filiations, y
luego otro, La Pensée et le Féminin .166 _
La reforma per mite a la APF dotarse de una ident idad jur ídico-admin istrativa
conforme a sus idea les de individualis mo y elitismo. Los estatutos , enteramente
concebidos y redactados por Jea n Laplanche , se adecuan a los particular ismos de esta
asociación. Son los más cop iosos de toda la historia francesa del psicoaná lisis: treinta
y s iete artícu los para la gestión jur ídica y cincuenta y cuatro para el reglamento interno.
Un verdadero trabajo de benedictino . En 1972, la A PF se conv ierte pues estatutariamente
en lo que siemp re fue: una sociedad no expansiva, poco burocrática, sin patologia
excesiva y semidemocrática. En una pa labra, se parece a una escuela de jefes, de
hermanos y de viejos compañeros.
Ahora está compuesta por cuatro categorías de miembros dos de las cuales sola-
mente tienen existencia real: los titulares y los asociados. Los afiliados y los miembros de
honor existen juríd icamente pero no hay personas que concreten su presencia en el grupo.
Los alumnos tienen la misma posición que en la SPP o la OPLF: pagan cotizaciones pero
n~ s_onmi_embros_ y no tienen ningún estatuto. La AP F está dirigida por un Consejo deAd-
m1nist~c1ón elegido por la AG y compuesto por seis miembros obligatoriamente titulares.
L~AG tiene pues un peso real pero la igualdad entre las dos categor ías de miembros ter-
mina donde empieza el ejercicio del poder. Los asociados no tienen más derecho que eldel
voto. Sólo l?s titulares pueden integrar el Consejo repart iéndose los cargos entre ellos.
Además, ehgen a los nuevos titulares de entre los asoc iados que también fueron elegidos
par ~ 110 ~- De modo que los asociados no tienen ninguna influencia sobre la marcha de la
rnslltuc1?n ~alvo en asamblea general.
st ituto de formación está integrado en la Asociación pero goza de cierta
El rn_
autono~,a con respecto a la sociedad, que delega en él su autoridad. Lo dirige ya sea
el presidente de la APF, ya sea un director elegido por el Consejo. Comprende dos

240
. divididos
Retn05
. nes. la comisión del Instituto que se en
secc10 . . . . , carga de 1 •
nterenc1as o las reun iones cient íficas y la com . . a ensenanza los semi·na .
185Co . d 1 ·6 o· . ·
alviejo comité e se ecc1 n. inge la selección de los e o_rmac,ón
,s, 6n de~ . ' nos,
, quereemplaza
dtterentes etapas del c~rsus . Está c~mpuesto por nueve ~¡°d1datos Y el acceso a los
re los titulares 1nscntos en una hsta de anai·ist embroselegidos por la AG
ent t . as seleccion d
titUlares . Entre eso~ erapeutas f1gu ran algunos asoci a .os ª.su vez por los
estatutaria:un candidato puede elegír libremente su divá~d~s.All1_radicala novedad
titUlares inscritos en el Instituto de Formación. Pero ue e una hstad~ asociados 0
despuésde haber hecho su cursus con un psicoanaltt de también sohc1tar controles
5
formaciónserá validada con posteriorídad. a miembrode otra sociedad. Su
Quedansuprimidas las nociones de especialistas e . .
1
Elcandidato que quiere ser formado en la APF debe dirinirª didáct:caY preselee<:ión.
secretariode la comisión de formación. Éste le propgo neuna stoltcitudpor escrito al
· · b . . en onces celebrar una
entrevistacon tres m1em ros de la com1s1ón:el candidato los el· é
. 1ge. 0 espu s de un
informe,hay tres respuestas posibles: autorización para emprenderuna
· 1 1 r1· · cura super-
viSada,seguir as e ases Y pa 1c1par en las actividades cientlficas; rechazo de la
solicitud;o aplaza_m 1ento: El rechazo no va acompañado de ningún comentario.Si el
candida to es adm1t1_~0, elige a su controlador de la lista de analistas en ejercicio en el
Institutode Formac1on.Las sesiones de control son individualesy semanalesy tienen
obligator iamente por objeto la cura de un neurótico adulto. El primer control dura
alrededorde tres años durante los cuales puede o no seguirse el análisispersonal. Lo
validadespués una comisión de tres analistas designadospor el comité de formación.
Éstosrecogenla opinión del contro lador y mantienenalgunaentrevistaconel candidato
si lo consideranútil. La comis ión pronuncia entonces la validación del primer control,
queequivalea la admisión a un segundo control en las mismascondiciones.Segui·
damente,después de redactar una tesis, el candidato puedepresentarsu candidatura
a la categoría de asociado. Este sistema tiene la ventaja de preservarenteramenteel
análisis personal de toda injerenc ia institucional y hacer dependerla selecc,ónde los
controles.Suprime la horrible noción de "caso especial" que causó t~n!osestragosen
laSPPy ~limina completamente la idea de "cura forzada". Tiene_asimismo la ven!aJa
.
de 1mped .r el desarrollo patológico de una mito
1 . 1og1• del secretosiempretransgredido.
a . . d
. áfcos tiene el inconvenien te e
.Pero,debidoa los estatutos insuf icientemente democr 1 ' s hasta una edad
ª
lllfantilizara los terapeutas manteniéndolos en el eStado ~e ur:~ t~craciaque afecta
1

muyavanzada.Así que no es apto para frenar el proc:so qieg:e necesitanparahacer


alaAPFdesde sus orígenes. Habida cuenta de los anos ntroles y una tesis, ningún
un análisis, luego para validar sucesivamente dos co nta años ni titular antesde
candidatopuede esperar ser asociado antes de 1?s c_ua~eode exce~lvaflexibilización,
loscincuenta Reformándose para impedir cualquier nesrt.do pues potencialmente en
inco · . pf e ha conve 1
mpetencianotoria o expansión, la A s . tá adelantada con respectoa_su
unasociedadde la terce ra edad. En este sentido es do Franciatiene prometido
éiioca, puesto que no es sino para el año 2000 pa; s~u!~optarala reforma, en mayo
Pasaral reino de los ju bilados. Incluso antes de qudiode edad de los ca~d1d~t_ os a la
~ 2, Víctor Smirnoff hace notar que el prome a veces cincuentaanos_. ,:,Hab~:
197
OOnación se elevó considerab lemente: cuarenta Y APF nos atrae una clientela
I
=:acaren conclusión -dice-- que la ima~enl~eadªa de la clínica? ¿Setrata de una
8-iot~vanzada,casi marginal y con frecueneta a 1
1Jt16n general en Francia? 167 "
241
La Francia freudiana en todos sus estados

En los años siguientes , la reforma no aporta ninguna soluc ión a ese espinoso
problema. Por ello es por lo que, ante la gerontoc rac 1a de los unos y la burocracia de
los otros, los jóvenes pref ieren los divanes de la onda lacan 1ana: EFP y OPLF. Pero
como lo sub raya Donnet, tienen sobre tod o tendenc ia a vagar por todas las sociedades'.
cura en un lado, contro l en otro, segund~ tram_oen otr,a pa rte , etc. De ahí que surja, por
lo que respecta a la qu inta generac 1on ps_ 1coana l1t1
ca f~ancesa, una reacción de
hostilidad hacia todas las sociedades const 1tu1das, reacción de la que se beneficia
amp liamente Confrontation: "El éx ito que obt iene n algunas man ifestaciones
extrainst itucionales (como por eje mp lo Confrontation) -s ubraya Smirnoff en 1977-
denota una insat isfacción , por no deci r enojo , de una gran parte de los miembros y los
analis tas en formación . Que un núme ro creciente de miembros descatectice en forma
relativa la instituc ión, no puede tener , en nuestra opinión, nada de alentador y menos
de env idiable 168."
En 1976, pese a las intensas actividades científ icas y ed itoriales , la APF sigue sin
poder frenar su crisis de estancam iento. Padece del mal del que siemp re quiso curarse:
ser un apéndice entre dos gigantes , sin ident idad de finida. En junio , el presidente
observa que se desarrolla un ausent ismo crónico entre los miembros y que existe cierto
autodidactismo. Pronto una "minicrisis" revela los inconv en ientes del funcio namiento
autárqu ico. Una cand idata cuyo cursus fue validado no resultó admit ida para el título
de asociada a causa de un voto negativo del co legio de los titulares. Contrarios a esta
decisión, ocho co mpañeros furiosos se van en seña l de protesta . Después de esto, todo
nombramiento interno será imposib le. Un año más tarde , el presidente comprueba con
amargura que la APF no ha registrado ninguna promoción para el año en curso.
Esgrime nuevamente la amenaza de extinción y envejec imiento, compara las costumbres
de su asociación con la práctica de los cambios ministeria les y explica que el grupo
funciona según el lema: ponemos a los mismos y em peza mos de nuevo. Para poner
f in a esa situac ión de bloqueo, pide que el Consejo de Administración sea represen-
tativo de las diversas corrientes y tende ncias teóricas que cohabitan en el seno de la
sociedad. Exige también que se garantice cierta continuidad cuando se renueve el
Consejo a fin de que en éste haya miembros que tengan conocimiento de los asuntos
tratados anter iormente 169.
A l año sigu iente, laAP F adopta una modificación estatutar iadestinadaa flexibilizar
el modo de elección de los asociados y dar a éstos un poco más de poder en las
actividades de formac ión. En adelante el quórum reque rido será de dos tercios en vez
de tres cuartos para la elección de los miembros , asociados O titulares. Se introduceuna
distinción entre la elección de los asociados y la de los titu lares . Para los primeros basta
la mayoría absolu ta, mientras que para los segundos se necesita la de dos tercios. Si
no se llega al quórum, la elección se realiza en las mismas cond iciones sea cual sea
el número de los presentes 170.Se introducen dos modificac iones al reg lamento interno
sobre las modal idades de func ionamient o de la comisión de formac ión . Una se refiere
a la validación del cursus y la otra a las dispos iciones en caso de que el candidato
fracase. Para la validación del cursus, ya no se exige el voto de l colegio de titulares
cuand_ono se contradice _formalmente la opinión del relator. Equ ivale entonces a 1 ª
admisión. En caso contrano, se necesita el voto favorable de la mayor ía de dos tercios.
Por 1~que atañe al fracaso de un candidato, se estab lece un complicado sistema que
permite crear una categor ía de invitados . Con ciertas cond iciones, éstos pueden ser
aceptados para participar en los trabajos de la Asociac ión.

242
Reinosdivididos

Todas estas medidas son excelentes pero b .


mbiar el curso de la historia . A comienzos de los a~ solutamente 1_nsuficientes para
:enas se ha modificado. Sigue siempre parecida an~s ~chenta la s1tuac1ón de la APF
sus compañeros, a un club y a una universidad p~~ ~sma , a su prestigiosa revista,
ª Al término de este profundo análisis del funciona~e~io 1. st1. .
randesintegrantesdel movim iento psicoanalítico francé n tucional de las cuatro
~aceruna observación por lo que respecta al período 196s4co 1n9t8eOmpS~ráneo,se impone
. t t b
el cuarto Grupo 1nen aron em arcarse en una verdadera - . t olafla EFP
. ' la APF
Y ·ó d 1 · . aven ura reud1ana en el
ámbito de la formac1 n e os psicoanalistas . Las tres por med·o d'f
· .. 1 · · d . , 1 s I erentes lograron
ponerla inst1tuc1ona serv1c10 e 1psicoanálisis y no lo contrario.Las tres se~taronlas
basesde una real preservación de la cura personal y abolieron toda forma de intrusión
deunpo~er burocrático en el diván. Las_tres suprimieron la noción de "psicoanálisis de
encargo de la que ya se sabe qu_e no tiene nada que ver con exploración alguna del
inconsciente.Frent~ a estas tres 1ntegra_ntes,la SPP se reformó a medias. Es hoy en
día,incluso en op1nion de la IPA, una sociedad enferma de clanes. Está bajo vigilancia,
incapazde gobernarse a sí misma. La única en Francia que desde hace treinta años
rompió todo lazo orgánico con la epopeya lacaniana, es la única que no se benefició
directamente de la enseñanza de un hombre cuya presenciamodificótotalmenteel
paisajepsicoanalítico de este país, tanto por sus innovaciones en materia de formación
comoporsu posición teórica. Después de haber roto ese lazo, la SPPse fue volviendo
progresivamente "patológica". Al lado de ella, las otras tres integrantesllevanla marca
indeleble de la saga lacaniana. Las tres le deben a la historia del lacanismola reflexión
innovadora sobre los proced imientos de formación. Se la deben porque son esahistoria
ensu propio resplandor. ·

243
CAPÍTULO IV.
La Escuela Freudiana de París: la catástrofe

1.Ultimocanto

Enciertas circunstancias, un libro puede revelarse como portadorde lasangustias


y locurasde un ambiente. Tal es el caso d_e Un destin si funeste, publicadoen diciembre
de 1976., En es_aépoca, el autor es aun un desconocido, pero de golpe 1a prensa
parisinalo acreditará como pensador. Fran<;:o is Roustangdebe toda su formacióna la
EFP.Cuandose produjeron los acontecimientos de Vincennesmanifestóclaramente
suoposicióna la nueva línea. Noes el único en la Escuelaquedenunciaeldogmalismo
institucionalde las sociedades freudianas , pero es el primeroen Franciaque reaviva
demaneraconsciente y concertada el síntoma hipnótico. Roustangtomasin corregirlo
el versode Crébillon citado por Lacan y fuerza el designio haciéndolo destino para
convertir lo en una de los más famosos éxitos de la literatura psicoanalítica de aquel
período. El libro se publica en un momento clave de la historia del lacanismo. Por su
aspectoiconoclasta, hace patente la derrota de la gran irrupciónestructuralista que ya
perdióel efecto. El antihuman ismo teórico de Lacan, Foucault y Althusseres criticado
ahoracomosi fuera un antihumanismo práctico responsablede unavisióntotalitariadel
mundoen la que el individuo no tuviera más derechos que los de un determinismo
estrecho . Al mismo tiempo se revaloriza la noción de hombre en nombre de la
responsabil idad del sujeto consciente, mientras que todo _sistema de pertenenc~a
simbólicaes rechazado en provecho de una exaltaciónde los 1de_ales de la libertad.Sm
la másmínima reflexión profunda, la intelligentsia parisina empiezaa declarar que el
lacanismoes la forma más acabada de un gou/ag del pensamiento. d
F ois Roustang carga e nuevo
Inspirándoseen ese humanismo recu_pera º·
d r~n<;: d·anaentre la cienciay el
::.~aterías de la psicología social para situar 1.ª teon: ~;~s 'evaluadacon referencia
.! 1no. Reducida a un proceso de violación subJetiv~, ases así el arma de una locura

~n,~mente a la relación -transferenc,al: toda do?tn~a osición del alumno frente al


estinadaa volver loco al otro. En cons??uenc,a, Ptea éste evitarseel riesgode
maestroconsiste en una alienación espec ifica que permi ·erte de nuevo la creación
st
~n!rontarse verdaderamente con la locura. Ro~ ª~g viconcebidasegún el modelo
~ca en la primacía de una transferencia jamás disue t~ Ydaslas tarasde unareligión,
delahipnosis. Con ese libro acusa al lacanismo de te~~n:ncia los efectos de idolatría
u~ opio o de un arte de manipular a las masas. econfortadounaverdadera
~~ del ambiente para hacer surgir en nombre de_unyo :nueva en parte la crítica
~"""Vílación de todo sistema organizado. E5te hbro r
245
La Francia freudiana en todos sus estados

1A f O d'pe Pero en vez de la vía liberta ria elegida por Deleuze Y


propue~ta por e nd1-l_bet da·ment~ por el camino de un gra n retorno al orden moral·
Guattan se orienta e I era t I h b ·
. . .'
el 1nd1v1duo contra 1a soc1e • dad , el oficio contra la aven ura , e . .,om re contra el
. f 0
t é tem ismodetodaslasdictaduras . Este est1ns1,unesteprovoca
penbsam 1tenito,,ul enneelsescenariode la EFP' por intermed io de Confrontation, donde su
un uen o e o e e . · r I h' d .
autor obtiene un magníf ico triunfo. Hay que dec ir que materia iza e ya -a ' e una crisis
preparada por el materna.
En Ornicar? Charles Melman arre mete contra lo q_ue _llama vu lgarmente un "festín
peu honnete ·. Acusa al autor de habe r tomado el des1gn10 por destino bas~ndose en
una errata de los. Escritos : "El libro [ ...) levanta un~.es pecie de acta -escnbe- que
pretende tonificar la vida de los grupos ~sico~nallt1cos reducida a un estud io de las
costumbres . Curiosamente, el punto de vista cl1nico, de l cua l la moda pretende que se
defienda al psicópata por la cosificación con que supuestamente se lo mortifica, se
vuelve ideal cuando es dirigido contra aquellos que lo utilizaron ."2
A su vez, Jacques Derrida comenta el asunto en una sesión de Confronta/ion
dedicada a Glas. Hace notar que Roustang no sacó de l texto de Lacan el paso del
design io al dest ino y que Charles Melman se queda en la errata sin interrogarse sobre
su sentido. Luego trata a éste de "cartero ": "En la lengua inglesa-esc ribe-que, desde
la novela de Poe, ordena todos estos trayectos no sin estar sorprend ida ella misma,
carte ro es mailman. Un oído conocedor de la palabra que acabo de pronunciar no la
traducirá por hombre varón; tau tología insistente, ni, confundiendo las lenguas, por
hombre que mezcla todo o por correo que miente a la francesa•• sino por cartero: mailman
es la pala bra corrien te por cartero, es un vocablo compuesto, un significante divisible
como en air mail, cuando lo despachado corre prisa· .. , o co mo en mail box, el buzón."3
Por último, Derrida cuenta un extraño rumor que circula en los Estados ·Unidos en el
momento en que Lacan da sus conferenc ias. Dicen que Derrida es desde hace diez
años, en ese país, el analista de Rudolph Loewe nstein. Así, después de haber sido
enviado por Lacan al diván de Abraham, un rumor lo coloca en un ext raño sillón: analista
del analista de Lacan y por lo tanto "archihuella " del movimiento psicoana lítico francés
vivido como una leyenda. Visto desde América, el estructu ralismo de los arios sesenta
se hunde en el delirio. Visto desde Francia, se conv ierte en el funesto destino de un
lacanismo reducido a sus juegos de palabras y a su lengua secreta .
Tres meses después de la publicación de Un destin si funesta un acontecimiento
trágico trast?ma el pase en 1~ EFP. En marzo de 1977, una joven' psicoanalista de la
Escuela, Julrette Lab1n, se su10tdaen un chalet de montaña tomando una dosis mortal
de medicamentos que ella misma había preparado cuidadosamente. Analizada por
Abdouch~li, cercana a Lacan, Dolto y Clavreul, pertenece a esa quinta generación
ps1coanallt1caa la que la Escuela le debe su mejor época . Fue reconocida analista con
el título de AME. Excelente terapeuta , tiene en su diván una enorme clientela

:.mail, correo, y male, varón, se pronuncian igua l en inglés. -


Melman: M~leman, de méle tercera persona del singu lar del verbo méler que en
francés _s1gn1f1ca mezclar y man que en inglés signif ica hombre. A su vez man
pronunbc,adoa la francesa da un resultado parecido a menttercera persona del singular
de1ver o menl!r .
••• aquí también Derrida juega con los varios significados de dépécher (despachar,
apresurar Y matar) y presser (correr prisa, exprimir, apretar, etc.) (N. de T.)
246
Freudíana de París: la catástrofe
L8fscu818

niente de las barricadas. Jul iette no es u .


pr:alizada, entregó toda su vida a la avent:~ ~nahst_acorriente. Ni neurótica .
nodaderapasión. Desde siempre, se siente viol tacan1anapor la que siente , ni
ver ·gos e , en amente p una
ción- Para sus a_m1 s un. s 1mbolo , y, aunque se rnot erseguida por_lainstitu-
representalo meior que produ¡o el lacanisrno: el ries o d e de todas las insignias,
·ncon
1 sciente. g e la verdadera escuchadel
Hacia 1976, empieza a sufrir seriamente por el d .
delos barones y cierto crepúsculo que avanza a gr:~d::t isrnoreinante, el cansancio
pasar la prue~a del pase como un verdadero desafío. Pid:asos. ~ar eso ~e ofrecea
a los que casi no les recono ce competencia pero que la Juzguen los viejos
hacerse escuchar. Va a ser la víctima de las in~ohere~~;a~~:7es no ~bstant~ in_t enta
según los textos legales, tiene derecho a presentarse ant
1
ª máqui~a nstituc1onal.
1
Sin embargo, en estas condic iones , debe dar pruebas de ue n: Jura?º siendo ya AME.
del que nadie supo nunca especificar la condición Segu'n lp aacis_o
quedyase produjo
Y · · , 1 · rcu1ar e 1ebrerode
!969,que no tiene ningun va or legal, su analista debe autorizarla a hace I p
. · d. re pase. ero
comoyanoest á en an ál1s1s,na 1e puede darleesaautor ización.Ademáspoco· rt
. d b . á h . . impo a,
p~estoque _e1¡ura o no sa e si est ac1endofunc1on~r el procedimiento legal O la
circularno integrada de fe brero. En consecuencia, Juhette Labin se presenta a la
pruebacuando ella era el prototipo de la candidata de la que se hubieratenido que oir
la"verdadera" demanda antes de autoriza rla a embarcarseen semejante aventura. Por
supuestoque la prueba se desenvuelve mal para ella. Sobrecargados de candidatos
jamásseleccionados, los miembros del jurado demoran un año antes de darle una
respues ta. No soporta ese tiempo de espera. El 27 de enero de 1977,la recibe Claude
Contéque le comunica la decisión negativa del jurado. El 4 de marzo, se suicida, sumida
enla depresión.4 .
Los suicidios de pacientes y psicoanalistas existen en todas las sociedades
psicoana líticas. Hay en la EFP tantos como en la APF, en el CuartoGrupo o e~ laSPP.
Perola única diferenc ia entre la Escuela Freudiana y los otros lugares radicaen el
carácter público de la avent ura lacaniana. Ésta siempre tuvo el mérito de no mantener
secretassus debilidades y no encerrar sus cadáveres en el armario. Po~1?demás, hay
u diván más su1c1d1os que otros
rui:noresque afirman que Jacques Lacan tuvo en s E erdadera si se tiene
PSICOanalistas. La informació n es a la vez verdadera Y !~Isa. es n~ura durantetodasu
encuentael número elevado de analizandos que Lac~n ~: ~coraje de no poner en la
carrera.Es verdadera así mismo cuando se sabe que ~e~oes falsa si setransformaen
callea los verdaderos suicidas que otros no ac~ptande raca n es más mortífero que el
actade acusación destinada a probar que el diván eutas se confrontan con esta
desus colegas de los demás grupos. Todos los tera¡ unos suicidios son imposibles
cuestióny, si son hones tos, saben perfectamente q~!~c1~saberquién se atreveYquién
dedetener con o sin cura El verdadero problema e .6 con frecuencia,allí dondeotros
110atomar~n análisis a lo~ suicidas. Y Lacan se atrevi
prefirieronno arriesga r nada. del ase la prueba del pase es pa~a
Si bien Juliette Labin no se suicida a causa ce~ dar~ela muerte. Cornoes~ea~~
ellae1 elemento motor de un proceso que la condu I EFP él mismo es anuncia ar
SObreviene :e
en un momento de crisis particular de la q~e se nutrió y la aventur;o~=
tantodel cisne. Juliette lleva a la ruina la aventura tra en la primera fase de su a
noleSobrevivirá.Con este suicidio, la Escuell~ en
y 80nalgunas mujeres las que inician la bata a. 247
La Francia freudiana en todos sus estados

El 12 de marzo se envía una primera carta abierta al jurado de aceptación


redactada como sigue: "Juliette Labin se suicidó por el pase[ ...] El pase es una máquina
infer nal y la herramienta implacab le de un delirio de poder[ ...] Ta l vez Jul iette se hubiera
suicidado sin el pase , pero entonces hubiera sido asunto de ella , y en vez de eso
ustedes favorecieron su división:s
Después de esta carta, los miembros del jurado van tomando posición uno por uno.
Mathis , Conté , Safouan , Clavreul y Ginette Raimbault se niegan obst inadamente a
escuchar la verdad de ese suicidio y sostienen que depende menos del pase que de
la estructura de la pasante . Pero, no sabiendo cómo dar cuenta de esta muerte ocurrida
en el curso del procedim iento, prefieren evadirse. Sólo Lacan y Leclaire aceptan la idea
de que el pase pueda entrañar un riesgo: "Enuncié - escr ibe Lacan - que el psicoa-
nalista sólo se autor iza por sí mismo . Es incuestionable, pero entraña un riesgo. Agrego
que este riesgo, en el pase, no está obligado a corre rlo. Se ofrece de liberadamente."6
El asunto se hace público con la carta de dimisión de Jeanne Favret-Saada, que
aparecerá en Les Temps Modernes.7 Psicoana lista y especial ista en brujería, fue
durante un año la pasadora de Juliette Labin. Su carta abierta es más interesante que
la anterior . Critica aún n1ás la notoria incompetencia de los miembros de l j urado: "El
rec iente su icidio de Juliette Labin, ocurr ido poco después de que se somet iera al pase,
el silencio o las reaccio nes simplemente defens ivas que su muerte provoca en los
miembros del ju rado de aceptac ión y el espectáculo de una instituc ión psicoanalítica
que se obstina en preservar la opción de ustedes más que arriesga rse a impugnarla,
estas razones me llevan a abandonar la Escuela Freudiana de París y solicitarles que
tomen nota de ello. He adoptado esta decisión en soledad casi completa, sin pedirle a
nadie que me siga y sin tene r el proyecto de unirme a otra soc iedad de psicoanálisis.
Pues ahora considero que todas las instituciones psicoana líticas son malas, aunque
algunas sean peores que las otras; y que, si se pretende apoyar el discurso analítico,
vale más prescind ir de las garantías ilusorias que son las escue las, grupos y asocia-
ciones de psicoaná lisis."
Jeanne Favret -Saada explica que las reflexiones cambiadas entre los miembros
del jurado se parecen a los comentarios de France-Dimanche, y que el pase, con la
cobertura de la experienc ia analítica más extrema, instituye un lugar de lo inanalizable.
Luego subraya que el ju rado permanece obstinadamente mudo frente a Lacan, para
terminar asi: "Es comprensible, pues, que la institució n del pase tenga tanto éxito: los
pasadores term inan su análisis sin mucho gasto (fue probablemente mi caso), los
pasandos quedan dispensados de hacerse uno y el jurado llamado de aceptación se
beneficia, aunque con cierta perplejidad, de los tramos de vida que de esa forma le
traen. Que encima de todo se otorgue un grado, y de los más prestigiosos, no estropea
evidentemente en nada el negocio."
Otra pasadora, Anne Levallois, analizada porGinette Raimbault, habla también de
su experiencia durante una conferencia pronunciada en el Instituto Oceanográfico
organizada bajo la responsab ilidad de Irene Roublef, miembro de l director io. El trabajo
fue redactado antes del suicidio de Jul iette, pero esa muerte le da un tono de gravedad
excepcional. El secretario de la EFP intenta en vano impedir que se realice la
confer~ncia para evitar el jaleo pero no lo consigue. Progresivamente van a ir afluyendo
los )estimonios de pase y provocan una desestabilización completa de la EFP: "Pero
10 aerto es que el pase fascina,-subraya Anne Levallois-; fascina al punto de que
podemos preguntamos si el deseo de Lacan de saber más sobre el paso del

248
vela Freudiana de París: la catástrofe
L8 f;sC

. analizando al psicoanalista no generó en I E


s1c0 · · t d a scuela F d.
P ario donde se_ong1na o o goce, hac iendo del pas reu iana el fantasma del
ºa1s scenario inst1tuc1onallo que, evidentemente no e et lugar de las sirenas y llevando
e · - A , sucede en lo á. .
espuésde esta expos1c16n , nne Leval lois no aband san hs1sdeanalistas: s
~nción de pasa~~ra . . ona la Escuela pero dimite de su
La desestab1hzac1ón de la EFP benef icia muy t
a sus aliados. En efecto, e I procedí mient, fue apl:~~~almente a la cor!iente milleriana
10
~eLacan y despertó un muy vivo inter és , n la masa d ~or ~ campaneros de camino
éxitodel pase dependía el equ ilibrio de la EFP, ante 1: e~s chnicos de la_Escuela. Del
esvividacomo_dogmát ica, extrapsicoanalítica y universit! i~ ienc,a d~ Vmcennes que
miembros del ¡urado aparecen como incapaces . No prod . Ahora bi~n, de golpe los
sobreuna actividad que ya tenía diez años y los vemos ahor~eron nmgun traba¡o se~,o
de su fortaleza. Contra estos clí nicos vencidos puede entoncensJuradosen el corazon
. . , ces acques-Ala1n M1ller
fortalecer su po der y ponerse
1
en pos 1c1ón de salvador de un lacan·,s
mo en derrota. Por
elloes por lo que, en e momento e,n que se ha decidido celebrar una reunión plenaria
referent?al problema , pub lica un nume ro espec ial de Ornicar?sobre el pase, en el que
juegahab1lmente el ¡uego de l pro y el contra. En su artículo titulado "lntroduction aux
paradoxesde la passe ", evita evoca r el suicid io de Juliette, pero remite al lector al texto
deJeanne Favret-Saada . Luego anunc ia el tenor: "Diez años, son suficientes para
evaluar por sus consecuencias la 'propuesta del 9 de octubre de 1967 sobre el
psicoanalista de la Esc uela' . Por lo demás, se impone una emoción, que se instaló en
la mencionada Escue la sobre el te111adel pase y lo bastante viva para justificar la
convocatoria de una reunión plenaria[ ...] . No andaré con vueltas para decir que por lo
que atañe a este jurado, la promesa de la propuesta no fue cumplida.' 9
Charles Melman, que fue muy poco favorab le al procedimiento, da su apoyo a
Millercriticando la conferencia de Anne Leva llois. Aprovecha la ocasión para recordar
que los escisionistas de 1969 fuero, 1 in~apaces de oponer al pase un verdadero
proyecto.Luego defiende una línea dt ra ..ienunciando los_ref_unfuñ~s y bravatas de !ºs
opositores. Por último, calif ica de difa•nator ias las cartas d1ng1dasal Jurado con relación
al suicidio de Jul ietteio.
Las jornadas de estud io, adicadas al pase se celebran en Deauville en el mes de
enero de 1978 Tornan el carácter estatu tario de las reuniones plenarias de la E~c~;la.
010
Muycallado L~can escucha atentamente las intervencio nes. A veces aguza _e 1 YY
. , umido en sus pensam1en os.
pidea los oradores que alcen 1~voz . A veces pareces .. dux está ahora enfrentado
0
otrasveces monta en cólera. Siempr e ma¡eSt U0 S0 : ~I VteJla llevará a ta disolución. El
al fracaso de su Escuela y a la vio lencia de una cnSis qu:lta de la muerte del maestro.
momentoes trág ico: todos empiezan a hablar en v~z ~1sobre la propuesta de octubre
. Moustapha Safouan abre el fuego con una r~ exi e se espera de él y criticar las
10
a diezaños de distancia. Pero en vez de enunciar queconstrucción apologética del
inc0 herenetas· .
y fallas de l ¡urado, se pone
a hacer una r
. M·chele Montrelay le pregun1a a
PrO<:edimiento . La disc..isión que sigue es dramát1~=~ar'enel jurado durante diez años
Satouanpor qué consideró hien no hacerse reemp t es dirigida a él. El cebate se
y lacanresponde en su lugar, creyendo que la pr:~~;h:bla en nombre del jurado de
empantana.Después de Safouan, Ginette Ra1rnb t nsa al desarrollo de los pases.
~taci6n accediendo a referirse en f~rma más ~~a~ias del pase posibles. Algunas
l"lllero explica que hay varias utilizaciones ,mag 'a lacaniana, mientras que otras
COnsis ·1 stre la teon
ten en producir una exposición que I u
249
La Francia freudiana en todos sus 6 s 1ados

tratan de transgred irla. Seguidamente , comenta el silencio del jurado y el tipo de


respuesta dada, mostrando el lugar totalizante que Lacan ocupa en los debates: "El
peso y la presencia de Lacan entre ellos es indudable , y tanto más gran~e cuanto que
para la mayoría fue y sigue siendo su analista . Laca~ ,hab la en el ¡urado, s_1cuadra, igual
que en otra parte como maestro, aunque haya dicho. S1me he atrevido a introducir esta
expe riencia , no es para intervenir yo' . Que pese a esto hable como maestro es un
hecho , deplorable quizá , pero un hecho . Esto no basta para explica r el silencio que los
miembros del jurado mantienen entre ellos. Cada uno de ellos se diferenc ia poco de los
demás. Cada uno intenta decir en su nombre lo que piensa, pero finalmente siempre
se refiere más o menos a los textos anter iores de Lacan 11." Luego Ginette Raimbault
hace notar que el ju rado descubr ió que muchos AME no eran anal istas , cuando la
Escuela les había dado la garantía de ello, y que en consecuencia el funcionamiento
del jurado de recepci ón queda puesto en tela de ju icio. Destaca este hecho inaudito:
durante el procedimiento, los pasandos no hablan ni de su vida privada, ni de su
sexual idad. Por último, plantea la pregunta centra l con la que se enfrenta el j urado:"¿Se
puede ser neurótico y psicoana lista?¿ Qué puede escuchar un psicoanal ista según su
estructura? [ ...] ¿Se puede ser homosex ual y psicoana lista? ¿Se puede ser loco y
ps icoanal ista? Y por qué, por supuesto, no plantea r la pregunta : ¿se puede ser mujer
y psicoanal ista? Por lo que respecta a ésta, es en lo esenc ial plantear la pregunta de
la legit imidad de la función soc ial de la mujer pues, desde luego, a los psicoanalistas
aún no se les había ocu rrido preguntarse: ¿se puede ser hombre y psicoanalistat2?"
Esta es la mejor exposición que se haya efectua do jamás sobre el procedimiento
de l pase tal como se desar rolló durante diez años en la EFP. Y sin duda no es una
casua lidad que provenga de una mujer, la única que, después de Frarn;oise Oolto,
integró el jurado de aceptac ión. En efecto , son las mujeres las que en esta Escuela
desempeñan más naturalmente que los homb res el papel de críticas del sistema.
Debido a ello, son fácilmente tratadas de "histéricas' como si se parec ieran a las "locas·
de la Salpétriére . Sin embargo, hay en este movi miento de las mujeres de la EFP un
justo retomo de las cosas puesto que Lacan fue el primero en Francia en sentar las
bases de una nueva reflexión sobre la sexual idad fe menina .
En enero de 1978, al punto a que ha llegado la crisis de la EFP, el informedeGinette
Raimbault sigue no obstante siendo insufic iente. Expone hechos pero no levanta
ningún velo sobre los criterios manejados por el jurado para saber lo que es un AE Y,
más en general, un psicoana lista . El pase demuestra pues se r un fracaso . En vez de
hacer comprender lo que es el paso o mostrar cuál es la naturaleza de una ensel\anza
surgida del diván, reve la los límites que puede darse una instituc ión en la construcción
de sus criterios de se lección . A l haberse convert ido en una máquina infernal, el pase
es portador de locura y la institución trabaja en seco .
Después de Ginette Rai_mbault,interviene Serge Lecla ire mediante una ficción.
Habla de OVNI, de sujetos no identificados y de muerte de l so ldado desconocido. En
la discusión, alguien interviene para preguntar le po r qué, después de semejantes
palabras, sigue siendo miembro de l jurado de aceptación. No responde . Cumplió su
tiempo y en julio cesará toda actividad oficial en la Escuela . A continuación de él,
intervienen los pasandos. Nicole Pépin cuenta su experienc ia: "Estaba reventada, digo
bien reventar, no digo morir porque eso no era analizado y no sabía qué era ese
deterioro. Ya no estaba en aná lisis y por eso no tuve otro lugar donde hablar1013." Por
último, Irene Diamantis, una analizante de Leclai re, narra su historia: "El 28 de octubre,

250
11
a Frevdiana de París : la catástrofe
is fscuel
tte Raimbault me pidió que le pid iera a Saf
Gi~~char a mis _pasadores) que tuvie ra la bon~~~n (ausente el 9 de febrero ara
es lución. Sohc1to al Jurado de aceptación que 1 de 01rme a fin de tomar p
,eso d . orne not d . una
. encíatardía e un so 1o miembro del jurado de a e m1 negativa Est
etig - d . . sconoce qu · a
e es justamente sa 1ir e 1circu ito de la demanda M . e uno de los efectos del
P~!rnbro del jurado haya comet ido la lige reza de e~p ~ siento consternada de que un
ª
rn~stardea la demanda. Esta actitud y la ce nfusión g UJar un candidato nueve meses
rn aquí mi negativa sería dem asiado 14." eneral demuestran queargumen-
1ar . .
Jean Clavreu 11nterv1ene entonc es para anunciar .
1
tieneintenciones de discuti r sus criterios: "Sé bien que~: : Jurado de aceptación no
experiencia que ya cuenta tantos años que propo _spera que de los frutos de
Su · ' rcione una teoría del pa
presentadaa una maest na . Pe ro sob re este punto tamb·é . se
podrán quedar dece'ópcion ados Y1además bien .
dispuestos a isancasree1
"
nmagincta
con
n _óque
us1 n
sólo
que el
·¡uradode acep t ac1 n no cump e su func 1ón1s. Cuatro años más t d
. ." . ar e, agregará lo
siguiente. Más impo rta nte ~ara nos otros es tomar nota de lo que fue nuestro silencio,
esdecir nuestro consent1m1ento, nuestra complic idad ante el silencio cada vez más
pesadode Lacan, no sólo en su sem inario sino también en las reuniones del directorio
y de los jurados 16 ."
A guisa de conclusión , Lacan exc lama: "Está clarísimo, es un fracaso completo
estepase17." Así desaprueba él mis mo al jurado de aceptación que presidió durante
diez años. La vía del poder queda ahora abierta a otra juventud lacaniana y al
representante de ésta que más insta lado está dentro del grupo de allegados: Jacques-
AlainMiller. Entre tanto , en la asamblea general de julio, Michéle Montrelay y Fran9oise
Doltoson elegidas para integrar el jurado en el lugar de Leciaire y Conté. Durante un
añovan a intentar transfonmar el funciona miento del procedimiento.

En el otoño del mismo af,o Lacan va en automóvil a Guitrancourt con el joven


. ' • do de sus nudos borromeanos.
matemáticoPierre Soury que 1, • aco~pana en e 1trenza le de la ista. A Lacan no
nd
Enel bulevar periférico , el automóvil da un b! azo Y si~ s:rece dif minuido. Para el
le p~a nada. Pero despué~ de _est_epequeno accid:~in~rio sobre la topología y el
<:<>mtenzo de las cursos un1vers1tanos_prepara un _sd la palabra ante un auditorio
!tempo.En la sesión inaugura l, por pnmera _vez, pier : de aquella voz sublime que
0
silenciosoy estupefacto. Todos miran al anciano pr~:os: "No importa -respon_de la
tuvo en vilo a la Francia freudiana durante treinta e equ·ivocaen las ecuaciones
, · aLacans . ·
sala-lo queremos igual." Ese d1a, en la tanm • ·anosotros--esc nbeCathenne
quedesarrolla en el pizarrón: "Se había dado vuelta hacide detalle y habla levantado la
D . , 1 d de ese error
aVid-- muy lentame nte hab1a haba O t ,a"
Sesión. El grito de amor ;obrevino en ese mome~ ~le.de disfraces en el apartamento
1
En febrero de 1979 se celebra un suntuoso ª Ultimo destello de un movimiento
M' ' Guynerner. h. toña presente,
"" ichele Montrelay situado en la ca 11e s actores de 1a is
.. A
. d
en ' h a alguno ·e al siglo e
el ocaso, reúne durante una larga noc e os invitados rin~en hom~naJeun reinado
:;:re 1
Confrontation y la escuela laca~iana . L te último libertinaJe,el ; d de la Belle
Ylalu~s. como si todos sintieran venir , por escido vestida corno una :~tes donde
avanzada de un nuevo orden aún descono te.el salón de los Guer '
· · un instan
ue,la due f\a de casa hace revivir 251
La Francía freudiana en todos sus BS/<idos

ya se perfila el enc uentro del narrador con la Histor ia. En med io de este museo Gré .
todo de oro y púrpura, Claude Rabant y René Tosta in llevan la seda de un traje~;
marqués. Son hermosos y bien hechos . Con su v:st 1do de a rlequln que se adapta a la
colorac ión de sus humores, Franc,ois Roustang 1nte~ta _hacer u n pas de deux. Tomó
clases previendo el baile. Disfrazado a la antigua , Chnst1an_S 1matos recupe ra de golpe
su ident idad griega y parece haber aprend ido el papel con Richard B~rton en Pompeya.
En cuanto a Serge Leclaire, es el único que se animó a traves tirse luciendo los perifollos
de una marquesa de Pompadour . Su muier Ge nev1éve lo acompaf\a vestida de
marinero . Tarde en la noche, con un sombrero neg ro , René Major se une a los invitados.
No sintió neces idad de disfrazarse. Esa noche, Jacques Lacan no acudió a la cita.
Había prometido ir, pero a último momento des istió . Su Majes tad no abrirá el baile del
crepúscu lo ...19.
Durante el vera no, y ante el hundimiento de la gran temática estruct ural de los atios
sesenta, los idea les des igua litaristas del saber maur rassiano resurgen de manera
rutilante al aparecer en los medios de comunicación una corriente llamada de la "nueva
derecha " cuyos valo res habíanse mante nido en letargo desde el genocidio. Apoyándo-
se en el libro de un dinosa urio del antifre udismo, Pierre Debray-Ritzen , publicado en
1972 con e l título de La scho/astique freudienne20-e l f ilósofo Alain de Beno ist reinventa
la vieja polém ica contra la "ciencia alemana" y traduce al discu rso teó rico lo que sólo
era el arsenal habitua l de un organicismo caído en desuso. Aho ra bien, en el contexto
de la decadencia de la psiquiatría, el resurg imiento de la temática del desigua litarismo
toma el aspecto de un debate cientificista que tiene por func ión delim itar las condiciones
de un antiu niversalismo en el que el freudis mo es vertido de nuevo en su regionalismo
cultura l. En consecue ncia, aparece como una cienc ia verg onzosa, portadora de todas
las taras atribuidas a un j udeo-cristianismo opues to a su vez a un supuesto paganismo
nietzscheano. Ya en 1977 , Alain de Benoist se apoderó de las tesis de Debray-Ritzen
para mezclarlas con las de Marthe Robe rt y hace r de Freud el inventor judío de una
doctrina judía21. Pero, para d iferenc iarse de los oríge nes del saber maurrassiano y no
dar la impresión de estar salvando del naufrag io los temas propios de la Action
Fran9c1ise,Beno ist prefiere la Kultur a la civilización, la Aleman ia filosófica a la Francia
positiv ista, la diferencia cultural contra los universa les de la frances idad22. Todo eso
para afirmar que cada paradigma de la cultura humana demuestra una desigualdad
innata entre las razas : de ahí la necesidad que tiene Occidente de fab ricar élites gracias
a los progresos de la biologia . Viejo debate, nuevo impulso . Duran te todo el verano, se
dedican a las tesis de la nueva derec ha trescientos art ículos de prensa y varias
emisiones de radio, ya sea para denuncia r el peligr o político de aquellas, ya sea para
hacerlas existir ante la opinión pública . Demás está deci r que en el movimiento
psicoanalí tico esta corriente no se implan ta puesto que los ideales de la raza ya no
están presentes. Pero la existencia de esa temá tica, fue ra del movimiento, reaviva por
primera vez en Francia la vieja disputa de la heredo -degenerac ión, la "ciencia j udía" Y
la "ciencia alemana" . Además, la apertu ra de este campo del saber no tardará en dar
sus frutos con la publicación, seis años más tarde, de una obra monumen tal sobre
Freud, en la que puede leerse lo siguiente : "Dom inando el todo mi carácter anal es
indu~ab le . Tenía _una abue la de Saint-F lour. Es sabido que /udíos y auvemeses
nvahza~ en m~tena _de avaricia y no hay que aso mbra rse si vi en el judío Freud_un
competidor rol\ 1ca23 . Como para que se estre mezca de hor ror el llorado Pichon, quien,
pese a su adhesión a la Action Franc,aise, jamás co merá de ese pan.

252
18Freudiana de París: la catástrofe
LBEsct)B
oespués de la nueva derecha, emp ieza h
·p·ios del otoño , sale a luz un libro cuyo autorª acerse oír la nueva . .
nno1 é es un¡ov 1zqu1erda A
P depoé/&4. En ste, elautorhablacon humor f enprofesordefi losof' L ·
'y/1.U b d . Y erocidad d 1a: 'effet
ialascostum res e un med io vícti ma de eLacanytoslaca .
oenUnc . su mayo . . manos
nguajerebuscado . Fran90 1s George no se destaca r crisis, su esoterismo Y s .
18 acidad de teórico. Busca la fa cilidad tos ch ·ist por su talento de narrador u
caP . . . . ' es y se qued o su
sascorno un polem ista sa lido directamente de l sal . .ª en la superficie de las
rd
coesdice ser desmitificador en un pe ríodo en qu onl Ve unn. Pero el libro hace mal
pu · · e e nuevo ord 1-
a¡ustarcuentas con e1v1e¡o est ructura lismo acusado de " ; n 110:ól ico íntenta
L'ef/et'yau de poéle es un doble cómico de l Destin si funesgou/ag·. En cierto sentido,

comparadocon el el docto r Mabuse , es dec ir con un hipn. r


ti~
estafa,a Lacan de gurú y a sus alumnos de charlatanes En Califica al lacanismode
apa labra,_el maestroes
pasadosen 1:1na enseñanza _de l más alto rigor quedan a~~~=ii; nazi, y cincuentaaños
delocultismo. Se venden millares de eje mplares del libro Ybson tirados al fango
triunfo entre los lacanianos , como si todos tos discípu los en~o~u t~arºatiene un verdadero
· 11 d · n, en esta caneatura
deellosmismos eva a a su parox ismo, . el canto , nocturno de una esp eranza 1rustrada
En Le_Monde de l 21 de setiembre , el d1a en que en las calles de París 1~
intelhgents,a de 1zqu1erda se man ifiesta en cont ra de los asesinos de Pierre Goldrn
el periodista Roland Jacca rd t ira una "Salve centre Lacan" en un elogio ditirámbic:~~j
libro de Fran9ois Geo rge: " ... Lacan , cuyo sem inarío durante mucho tiempo atrajo a
tontos, pánfilos y snobs, ta nto más ímpresio nados por la palabra enigmática del
maestro cuanto que no entendían nada . Con el pretexto de un retorno a Freud,Jacques
Lacan,excluido de la IPA , fundó en 1964 su prop ia escuela [ ...] Con el deseo de salvar
elpsicoanálisis fra ncés de la med ica lizac ión que le acechaba y de la mediocridad en
laqueestaba estanca do, logró en algun os añ os hacer la proeza de desacreditarlotanto
en el plano clínico -con la práctica suic ida de las sesiones reducidas a algunos
minutos- como en el intelectua l. Respecto a esto se lo podría compa~ar ':1~1iciosamente
conotro 'salvador' , el ayatollah Jo me iny, que en pocos meses_cons1gu16 desprest191ar
la revolución islámica." Jaccar d ag rega enseg uida: "No se _d1spara contra las_ambu-
lancias25."Esta frase ho rrible hará palidecer a decenas de intelectuales, s_ens1bles al
1
climade odio racia l que se abate so bre la Francia de esta época con las ideas de ª
nuevaderecha. ·enen menos de los
Al día sigu iente, llega al dia rio un alud de cartas q~e pri;~ impresionados por
lacanianosque de antiguos compañer os del mae stro ~~;(~~~ía a André Fontaine un
O

eltonod~I artículo. Siempre en la brecha. Wladimi~~r a del desastre de junio de 1940 .


largotestimonio en el que hab la de l fasc ismo, de_Vic ibert Pujol recuerdan que los
Porsu parte, Jean-Michel Rey, Ma ne Moscovic i Y Lacan se llamaban Hyppohte,
tontos,pánfilos y snobs que seguían el sem 1na~10de L Mondedecide publicar sólo
Jakobsono Merleau -Ponty26. Molesta, la direc c1on de e nen en tela de juicio la
algunas respuestas alige radas de las violenc ias qu~ if: licita a Fran9ois George.
~rabil idad del redactor. Mient ras que Géra rd ~~; c~nocerán el nombre de Lacan
89ando hasta dec ir que las generac iones futu ras sd f sa del maestro para subrayar
Por este libro desm istificador, Conrad Ste in toma
1
1
ª !
~~ra vienesa. En cuanto Gu~
qtie el retomo a Freud permi tió a Francia conocer ·belosiguiente:" Nosecanft unz: Y
ª
~t , psiquiatra independ iente de toda es_cuela, e~;~on a Lacan presentar : nc:';i ron
PUdietosas hasta tal punto Y los que, por e¡en:ipto,ue ponía en eso, los qu
ron apreciar el tacto y la inteligenc ia q 3
25
La Francia freudiana en todos sus estados

súbitamente esa expresión nueva que perm itía a quien hab laba con él, sabrán qué
hacer con la miserable anécdota de F. George 27 ."

Mientras tanto, un verdadero hipnotizador desp laza sin saber lo hacia el Este lo que
estaba en j uego en el movimiento psicoana lítico francés. Judío de origen ruso, Léon
Chertok se formó antes de 1953 en el diván de Lacan y luego fue contro lado por Bouvet
y Schlumberger . Nunca será miernbro de una sociedad psico.anaHtíca. Su principal
mérito es el de haber sido un auténtico héroe de la lucha ant1naz1 en el seno de la
legendaria MO i. Cuando Gilles Perrault lo encue ntra por primera vez, en ocasión de su
larga invest igac ión sob re Leopo ld Trepper , espera ver un señor viejo, de barba y con
lentes negros. Para su gran sorpresa , se encuentra con un bue n mozo que rebosa de
energía, con la constituc ión de un pilar de rugby , la mirada chispeante y una risa
estentórea 28 . Léon Chertok ded ica toda su energía a promover la técnica de la hipnosis
en el tratamiento de las enfermedades llamadas psicoso máticas. Alejado durante
mucho t iempo de l mov imiento freudia no, va a emerger nueva mente en el escenario
psicoana lítico a medida que se va reactualizando el fenómeno del síntoma hipnótico
deb ido a la crisis de l lacanismo.
Hacia 1975, el psicólogo georgiano Serge Tzo uladzé, que hizo sus estudios de
psiquiat ría en París y se formó en un diván francés, toma la iniciativa de organizar en
la Unión Soviética un coloqu io sobre el inconsc iente. Heredero de la escuela de
psicología represen tada por los trabaj os de Dimitri Ouznadzé, reúne en torno a él a los
liberales opuestos a la psiquiatría repres iva y deseosos de establecer lazos con el
psicoaná lisis de Occidente. Tzou ladzé muere antes de rea lizar su proyecto, que es
asum ido en Francia por Léon Chertok y en la Unión Sov iética por el profesor Philippe
Bassine, autor de un libro sobre el problema del inconsciente, publicado en francés en
1973 . La tes is central de Bassine es caracte rística de la era postpav loviana surgida de
la Jdanovchtchína. Se trata de rehabil itar "polít icamente" el inconscie nte freudiano a fin
de criticarlo o refutarlo en nombre de los conocimientos de la psicología . Respecto a
eso, Bassine toma en cons ideración los trabajos de Lacan para de mostrar hasta qué
punto la lingü ística, la cibernét ica y la lógica permiten alejarse de un freudismo juzgado
nefasto: util ización muy asombrosa y muy "sov iética" del lacan ismo29.
Después de múltiples peripecias y la opos ición sin tregua del temíble Snejnevski,
el simposio tiene lugar en Georgia del 1 al 5 de octubre de 1979 . Desde luego, en el
momento en que los psicó logos intentan rehabi litar un inconsc iente menos freudiano
que genético o conductis ta, el psicoanálisis sigue estando ofic ialmente proh ibido en la
Unión Soviética y las obras de Freud no son reeditadas . En cuanto a los internamientos
abusivos, fueron condenados en el Congreso de Honolu lú en las cond iciones que
conocemos. A los inv itados se les plantea entonces la pregunta de boicotearon~ un
simposio cuyos organizadores re¡:>resentan una corriente hosti l a la psiq uiatria abusiva,
pero incapaz, Y con razón, de expresar públ icamente sus opin iones. Según las
opciones individuales y lo que está en juego vinculado a la situac ión francesa .del
psicoanálisis se dan tres respuestas. La primera cons iste en rechazar toda participa·
ción en un congreso soviético a fin de no avalar el sistema en si mediante algún tipo de
presencia . La segunda equivale a aceptar la regla del juego del debate llamado
"científico" , tal como la fijaron los organizadores. La terce ra se propone part icipar en el

254
..
~ A',,,¡8 Freudiana da París: la catástrofe
LS¡:;So~ v

congreso ya sea condenando er: el terreno los intern .


regla impuesta para el debate . Este será el camino amientos: ya sea rechazando la
francesespresentes en el evento . que elegirán la mayoría de los
Antes de celebrarse el simp osio se pubt·
1 · · d ' ican tres volúm
contribucionesde os 1nv 1ta os. Para no disgustar a la . enes que reúnen las
organizadorescensuran algunas , espec ialmente I autoridad estatal, los propios
tivosal juda ísmo y la jud eidad. Muchos son los partas que mencionan problemas rela-
textos3o:Didier An_zieu, Jean- Paul Valabrega , Da~~!~ tes_franceses que entregaron
Ey,André Bourgu1gnon, Pierre Bruno , Serge Leclaire id~ocher, And_ré Green, Henri
Althusser. Los dos rusos más célebres de la saga WI d: . emard Muldwort, y Louis
1
rechazaronla idea misma de tal cong reso sin ha~er da ~ " G_ranoff Y Víctor Smirnoff,
En junio de 1978, el simposio es anunc iado en la ec arac;ones nmbombante_s .
publicadoen Le Fígaro, Janine Chasseguet -Smirgel !~::s: rancesa. _En un art_1culo
1
cando los interna mientos abusivos: "La casi totalidad del cºs org_and 1zadores invo-
. d' · ·ó rt • onse¡o e la FEP _
escnbe-- mg1 una ca a a 1as autoridades soviéticas para expresar reservas sobre
este congreso y para protes tar, en la. medida
. •
en que los psicoanalistas se - t
sien en
~lectados, con t ra Ios abusos d e 1a ps1qu1atna con fines políticos. Al fin ¿es razonable
1m~rnar que ese espacio profundamen te desoc ializado constituido por la sesión de
P51~anáhs1sy que ex ige una tota l ausencia de control por parte de terceros pueda
ex1st1r en la URSS? Entonces, ¿a qué santo este Congreso31?" A loque René Majar
responderá, en L1bérat1on,después de haber ido a Tbilissi: "Nada impide que existan
sociedades de análisis oficiales en esos países de América Latina en los que la
dictadura militar encarce la o tortura a los disidentes políticos incluso si algunos
psicoanalistaspagan el prec io del ex ilio. Nada impide tampoco que en esta asociación
de psicoanalistas de pa íses democráticos - de la que por lo demás soy miembro
pleno-tenga desde hace algunos años prohibida la palabra. Por supuesto que puedo
elegirmi lugar de exilio . Me sentí más libre en ese simposio de Tbilissi, me atrevo a decir,
queen un congreso de la Asociación Psicoana lítica lnternacional 32 ."
Así está dado el tono . Los que condenan públicamente el simposio suelen ser los
representantes del conservadurismo i pista. El congreso va pues a s:rvir de tribuna a
losfranceses para hacer estallar a la luz de l día las crisis de s_us respectivas sociedades.
Lossoviéticos y Léon Chertok serán los primeros sorprendidos. No saben nada de las
disputas que aso lan a los dos principales grupos franceses Y esperan ver llegar a suelo
georgiano una delegación de sabios expertos en las reglas del diálogo como son los
estadounidenses invitados al simpos io. Léon Chertok le pr~.~~so: ~~~~~ ~~!s'i i~:~.;
Tbll~s133
y éste respondió con juegos de palabras sobr: : a~t:: ~e la cita. Algunas
0
HenriEy ten ía que estar presente pero muere tre!rª~s invaden Afganistán. Las
semanasdespués del simposio, las tropas sovi . ic M .
...,._.., J egos Olímpicos de oscu.
'"""'""as occidentales boicotean 1os u . on motivo del artículo que Louis
1
A fines de 1976, se produce un ~cidente ~fo cha ucea una comunicación y
Allhusser envía a Léon Chertok. En ¡unio, el filó~zadores:set itula"E l descubrimiento
comete el error de hacerla llegar ta l cual a los or~ani L n a la vez que critica algunos
deldoctorFreud" y rinde un vibrante homena¡e ~ _acaL~ parte chapuceada del texto
llpect05 de la doctrina, especia lmente el relevo I gico.
¡:.__~ • .h tamb ién imitación o joya falsa;
~~querido o costoso; toe:onomatopey~, f~~cr~: para diversos usos. (N. de la T.)
51
~ : recipiente ancho de metal o rnatenal P
255
La Francia freudíana en todos sus esta
dos

se debe a que Althusser se equivoca respecto al si~nificado de varios conceptos


freudianos. Si se tratara de un debutante, la falta no sena grave, pero para el autordel
artículo de 1964 se imponela exigencia. Althusser se da cuenta de que el texto es malo
y 10 envía a tres de sus amigos: Jacques_Nass1f, M1chel Pécheux y_yo,p1d1~ndo les que
hagan correcciones: "Aquí va un bosque¡o del Congreso ~e Tb1hss1----€Scnbea unode
ellos. Alea ja cta est. No sé si se celebrará el,Congres?. No importa. Perote pido ungran
favor: que leas mi proyecto (chapuceado) linea por linea y anotes todo lo que estámai
con documentos de prueba34."Los amigos cumpl~n enseguida y sus opinionescon-
cuerdan. Subrayan la insuficiencia del texto y aconsejan a Althusser que lo hagade
nuevo. Éste pide entonces que se retire su borrador Y se lo reemplace por un nuevo
artículo, igualmente mediocre, pero sin errores flagrantes. El segundo texto agrada
menos a los soviéticos en la medida en que no es groseramente "antifreudiano" 0
"prolacaniano". No obstante, Léon Chertok lo hace publicar a la vez que guardaen su
poder la primera versión. Luego, acusa aAlthusser de haberse dejado "manipular'' por
sus allegados, con lo que proyecta sobre otros su concepción hipnótica de la relación
con el semejante. El asunto levanta cierta polvareda y, tres años más tarde, Althusser
decide no ir a Georgia.
Mientras tanto, los integrantes más destacados del movimiento psicoanalítico
francés se declaran incompetentes y deciden boicotear el Congreso. Quedan en
carrera por Francía Serge Leclaire, René Major, André Bourguignon, Pierre Bruno,
Jenny Aubry, Jacques Nassif, Gérard Mendel, Catherine Clément y yo. Invitadoen el
último momento, Armando Verdiglionese hará el disidente antes de tomar el aviónlo
más pronto posible para volver a sus oficinas de Milán. Catherine David cubre el
acontecimiento para Le Nouvel Observateur, Nadine Nimier para Franca-Culture ,
Jacques Nobécourtpara Le Monde y Catherine Clément, doblemente invitada,paraLe
Matín:todos son excelentesperiodistas, competentesen el campo del psicoanálisis.La
mayoría del grupo francés está constituida por lacanianos, algunos de los cualesson
ex miembros del PCF. Por lo demás, el Partido Comunista Francés es el granausente
de este simposio puesto que Lucien Séve por un lado y Louis Althusser por el otrono
están presentes. Edward Joseph, el presidente titular de la IPA, se declaró incompe-
tente en el último momento, pero, el segundo día del Congreso, Anna Freudenvíaa
Tbilissi un telegrama de buenos augurios. Procedente de Estados Unidos, Roman
Jakobson hace una entradatriunfal ante las masas reunidas en el Palacio del Ajedrez,
pronunciando su comunicaciónen lengua georgiana. Antes de partir, René Majorpidió
a Amnistía Internacionalque le transmitierael expediente georgiano de internamientos
abusivos y se comprometió a exigir públicamente la liberación de los eventualeS
disidentes. PeroAmnistíano poseía ningúnnombre de personasinternadasde esetipo
en Georgia. De acuerdo con un grupo de opositores de Tbilissi, se toma colectivamente
la d~isión de no entorpecerel desarrollo del Congreso con una declaracióninútilque
podna hacerle el ¡uego a los defensores de la represión. Ahora es cuestión de entrar
de otra manera.
Desdela p~mera tarde, el conflicto estalla a la luz del día después de la exposición
de Serge ~eclaire, qu~ desempefia con René Major un papel de agitador, mode~
Controntat,o~. Para evrt~r_cualquierriesgo de censura, hizo al amigo Granoff tr~duet
su texto Y _elin~érpreteof1~1a~ no tiene más que leerlo. Ahora bien, Leclaire descnbeel
proceso h1st~nc~de!mov,m,entolacaniano para desembocar en el enunciadodesus
atascaderos 1nst1tuc1onales. Luego explica al auditorio que el movimiento de mujef85

256
L~Escuela Freudíana de Pa rís: la catástrofe

d Antoinette Fouque se ha encargado de continuar el


e retorno a los orígenes del psicoanálisisJs. Natu ,relevo lacaniano en una suerte
de . 1os sa b.10sd e todas las nacionalidradmente•.n1los sov1 .ét1cos
.
tadounidenses n1 ni los
e~grupo Psychanalyse et Politique. Han concurrido ~ es ~eunidosen Tbilissi conocen
~nducta, hipnósis y transferencia y de golpe se 10 ara babiar de neuronas, córtex,
mujeres. Las palabras, "sueño", "sexualidad", "des: 0'.:met~rcaen el movimiento de
nunciadascuando hab1anestado desterradas de los tratia·o;·d:~n bruscamentepro-
l
entiendennada de ese discurso, no reaccionan respecto f d Congreso. Como_ no
nobienterminósu exposición, propone reunir un grupo inª10on I o. Perocomolec la1re,
" t ·d d b é rma parahablar "comonos
gusta'las auAori ªt· es n_o6sadeln qu . hacer: Una reunión "libre" no está previstaen el
reglamento. con 1nuac1 n e ecla1re Ma¡or también hace p .6 b
. · t 61 · t ' . ., , res1 n su rayandoque
el inconsc1en e s o ex1s e por una dec1s1onpolltica capaz de hacerlo existir3& . Lee
lentame~tesu texto de manera provocadora y el presidente de la sesión le hacenotar
queterminósu tiempo para hacer uso de la palabra. Major se dirige entoncesa la sala
y le solicita autorización pa_ ra proseguir. Consternado por ese llamamientoa otra
legitimidad, el presidente de¡a que el orador continúe su discurso.
Al dia siguiente, a las 16 horas, los fr_an _ceses encuentran la sala del Congresocon
laspuertas cerradas. No hay n1un sov1ét1co presente. Sólo Bassine explica que el
Comitéaún no se ha reunido para tomar una resolución sobrela solicitud de discusión
libre. Al día siguiente, en el momento en que uno de los miembrosdel grupofrancés
debepresentarsu comunicación, las puertas están cerradasde nuevo.Por fin, al tercer
día,las autoridades aflojan y dejan que se celebre un seminariosobre la teorfa y la
prácticapsicoanalíticas, que obtiene un éxito muygrandeJ7. Losparticipantes georgianos .
todosmuyjóvenes, aprenden por primera vez, de forma concreta,cómose desarrolla
unacura. No conocían el objeto diván. En la sesión plenaria,por fin puedopronunciar
micomunicación sobre la extinción del psicoanálisis en la Unión Soviética,que hasta
esemomentohabla sido rechazada a causa de su contenido38 .
ElSimposiode Tbilissi no se limita al bochincheque hace~na mayorfadeinvitados
francesesen los corredores y las sesiones plenariasdel PalaciodelA¡edrez._Eltoletole
noimpideque los países alud idos y algunos otrosfrancesesconfronten susdivergentes
concepcionesdel inconsciente. Pero es improbableque este simposi~, por másamplio
y abiertoque sea, haya permitido la menor reimplantación del freud1s~oen la Unión
Soviética . Pues para que pueda producirse esa penetración,se ne~es1ta po_r lo pronto
· · · · b puestasen el index. Visto desde
queel psicoanálisis no esté proh1b1do,ni sus O ras . lkl georgianoel caos
1
1
et
Francia,el Congreso habrá permitido de~plazar hacia u~ ºau~~a a sido un hipno-
i~st1tucionalde las sociedades psicoanallticas de ese P~ 5¡_ n mediador de este
lizador,héroede la lucha antinazi Yex ocupante ~eldiv!~s ~ul:~a'ntes de la historia.
/J<lnem et circenses constituye una de _las para o¡asb'en positiva del viaje, pero los
1
la prensa de izquierda da una imagen m s haber boicoteado el simposio ni
congresistasson atacados de todas partes por no clan los conflictosdel escenario
~unciado los internamientos abusivos. A es_tose ~e~deales I
de mayo de 1968. Hacia
l>arisino vinculados a la progresiva decadencia de os a fase de su desastre final,

fines de octubre, cuando la EFP entra en_ ~:~~n izan una amplia reunión en el
Controntation y el grupo Psychanalyse et Poltt'.q.u re9volución freudianay la liberación
hotelPL!-'1Saint-Jacques sobre el tema de Tb1hs1,l~buirselas igla MLF, que se conv1rt16
delamu1er.Las tropas de Anto1netteacaban de atr to las representantesde otras
8 contrapeloen el símbolo del feminismo. Por es '
257
La Francía freudíana en todos sus es tados

formac iones invaden la sala para impugnar a las supuestas ladronas de distintivos
acusadas de todas las infamias. Un millar de personas part icipa en esta tremenda
bataho la crepuscu lar, entre ellas un número impresionante de miembros de la EFP
Hosti les a Antoinette , Catherine Clément y Jacqu es Nassi f se negaron a asistir. E~
cuanto a René Majar , en seña l de oposición , no sube al estrado. Solo con una mujer
del MLF , Serge Leclaire afronta la salvaje protesta contra la protesta . Subraya que las
histéricas inventa ron el psicoanál isis y que , cuando la reserva de sus cuerpos
secuestrados se agotó , el MLF tomó la posta de lo que era un no movimiento
psicoanalítico . Al final de este interminable to rneo atiborrado de injurias, Víctor
Feinberg condena violentamente a los congresistas por apoya r el goulag destacando
que la KGB es de una lealtad ejemplar con las mujeres ya que las interna en igualdad
con los hombres39_

11.Dísolución

Basada en el principio de la monarquía directa y regida por las normas de la


democrac ia ateniense , la EFP no puede seguir viviendo desde el momento en que la
palabra del maestro es delegada a otros . Lacan mudo , Lacan ases inado por la prensa,
Lacan vencido por los errores de su reinado, ese Lacan ya no es el soberano rutilante
de antaño . Agonizante bajo el peso de la contienda, acogotado por las transformaciones
de una sociedad presa de la revolución de los medios de comunicación, el odio al
lenguaje y la vulgarización del pensamiento , el Lacan de este Waterloo del psicoanálisis
no existe más que como una sombra de sí mismo . A veces está lúcido y sonriente, pero
a veces mira a sus allegados fija mente y sin reconoce rlos. Un sufrimiento innombrable
cruza entonces su hermoso rostro envejecido. Los comentar istas, los alumnos, los
fieles, los epígonos , los enemigos , lo saben o aparentan no ver nada. Demorándose a
las puertas del palacio , esperan la oración fúnebre que se llevará para unos al "tirano"
y para otros al muy amado .
Desde 1974, la irrupción del orden universitario hizo zozobrar progresivamente el
pacto que unía el cuerpo de uno a los cuerpos de todos y la unidad del reino se rompió
con el fracaso del pase . Cuando sobreviene el naufragio, sacado de un cuadro de
Géricault, la oligarquía ya ha sucedido a la monarqu ía. Por un lado, la corriente de
Vincennes aún minoritaria pero dinám ica y llena de futuro, apoyada por miembros nada
desdeñables de la guardia , por el otro la masa dividida de los hijos turbulentos del
lacanismo en parte deshechos por el pase, en parte desplazados por Confrontation, y
que ya no saben a qué escuela pertenecen . Y luego se rompe otro pacto, el que unía
desde siempre al dragón grande con el dragonc ito: Franqoise Oolto con Jacques Lacan.
Expulsados de la IPA debido al gen io clínico de ambos, en quince años llegaron a ser
la pareja progenitora más prestigiosa de esta saga . Ahora bien, cuando empieza el
desastre y tras haber pasado un año en el jurado de aceptac ión con Michéle Montrelay,
Fran~ise Dolto pierde interés y habla en voz alta y fuerte de lo que anda mal en ta
Escuela. Sin ninguna intención de tomar ningún poder, reúne en torno a ella, espon·
táneamente, a todos aquellos que siguieron su enseñanza y ya no encuentran la
palabra del padre fundador. En consecuencia, la Escuela se destruye por sí misma Y
tres tendencias del lacanismo se reparten el territorio .

258
La Escuela Freudiana de París: la catástrofe

La primera, miller iana, joven y conq uist d


· · ' b I d f
mundoVl0JO, s1m o o e racaso y dejadez . Reclama
ª ora, se mue t
s ra deseosa de enterrar el
de reavivar la llama y afronta r la andanada tecnoló ic~n lacanis~o puro y duro, capaz
nombrede un Lacan declarado más vivo que nu g de los anos ochenta. Actúa en
1 . nea, gran timo I d . .
Lacan de antes , t a como .
resp 1and ec1a en sí m"is
mo en la pen b
ne e la v1ctona final el
,
L a segunda ten d enc1a está compuesta por un ra de la sala Dussane
. - Ios grandes b ·
gastados por quince anos de poder y rodeado arones del lacanísmo
· b s por sus alum R '
mundoen qu1e ra pe:o encaman una tradición clínica d nos. epresentan un
I
momento, una mayona de ellos apoyan a Míller en nom: r lacanismo. _En un primer
Tienenla esperanza de rep artirse el reino y dejar al e de la_f!dehdad a Lacan.
editoriales y univers itarios. Luego , a medida que el m~:~~
silencioy la enferme dad, van uno a uno desaprobando al q
0
!1
gest10n de los asuntos
e va consumiento en el
· d I d b · · . ue apoyaron acusándolode
canalizar to o e po eren enef1c10 prop io y fals ificar los textos I d d
' 1· 1 t d - un a ores de la nueva
causa. Par u timo, a ercera te n enc1aestá compuesta por verdade os ·t
. . . r opas, ores a la
linea lacano-m1llenana. Desde el asunto de V1ncennes, son hostiles al lacanísmo del
materna,y, de todos modos , invocan una trad ición más liberal que la de los barones que
ocupara~el pode r. Ante el avance de la corriente milleriana, quieren salvaguardar la
ex1stenc1a de una escuela de la que se sienten propietarios y continuadores. Así que
estánatrapados en la contradicc ión que proviene de la estructura misma de la EFP.
Despuésde quince años de aceptac ión de los principios de la monarquía directa, se
percatan de que la Escue la está regida "democráticamente" por la ley ordinaria de
1901. Y en consecuencia, para manifestar su hostilidad a un poder cuyas decisiones
recusan, se apoya n en una nueva legitimidad, jurídica y ya no transferencia!. Oponen
al reinado de uno solo las normas estatutar ias, y así funcionan -una golondrina no
hace verano- como las demás componentes del freudismo francés. Juegan el
derechoasociativo contra el derecho de regalía y se convierten sin saberlo en los
primerosregicidas de la histo ria del lacanismo: sin guillotina, por supuesto. Como no
sepuede destitu ir a un monarca sin destru ir al mismo tiempo el orden que él encama,
perderán la escuela por haber quer ido conservar1a según las normas. Por muy
sa simbólicamente sobre el
democrática que sea según los estatutos , ésta descan e a la nada puesto que
I
poderde uno solo, que por su palabra puede reducirla d:;:¡ orí en. Si Lacan dice:
~se poder es democráticamente aceptado por todo!dísue lta ~relactodeunverbo
Disuelvo mí escuela", esa escue la queda forzosame~~ líquidaci~n jurídica. Sí, por el
perfectivo.Quedan entonces por respeta r norma~ ela" es tomado por loco y no
contrario,un miembro de la EFP dice_:_"Disuelvo mi e:iu la AG puede pronunciar una
d1sue1v~ nada. Sin embargo, sí mo_v1 11
za a sus t:': r. En este caso, el pueblo depone
disoluetónjurídica en contra de la op1n1óndel fun_dn uesto que son democráticos. En
suavemente al soberano . Los estatutos lo permite 'P frase perfectiva, la AG puede
el caso contrario en el que el fundador pronuncia Jº otro modo a la abolición de la
rechazarla disolución i·urídíca. Procede entonc~s el 1·mposíble cohabitación con un
rno narquíay el maeslro puede elegir en r
· t e el ex1 110 Y a
. uo r<> gimen. .
Pueblocondenado también a no cambia r el antig ·n~gún miembro de la EFP piense
Se comprende por qué, eP-d1c1e_rn - · b e de 1979, ni I ca y cuando
r . ue lo hiciera pasar por O •• él le
en pronunciar ninguna palabra de d1soluc1ó~ q
Lecraire
ue decía: a Lacan Y solo a 1
pensó en eso, un año ant~S, sab ia 'ra~an inscribió en ,_
corresponde tomar semejan te iniciativa porque " Si fundó solo, s1mbólicame ,
as ta~las d~;: =~
unPnncipioadmitido por todos: "Fundo, solo, etc. 259
La Francia freudiana en todos sus estados

el único que puede disolver: tal es la ley simbó lica Y no j ur ídica de esta escue la que no
se parece a ninguna otra. . . .
En consecuenc ia, la cuest ión de saber quién pronunc ia esa pa labra o firma esa
acta reviste una importancia cap ital, al lado de la cual la diso lución j urídica es una gota
de agua en un océano . Y no es casua lidad si esa cuest ión se conv ierte en un terna
cruc ial de los conflictos que atraviesan la comun idad lacan,ana en el umbral de su
derrumbamiento f inal. Desde el incidente de l comienzo de las clases de 1978, es público
y notorio en la Escuela, el seminar io y la prensa que Lacan habla poco y esc ribe cada
vez menos. Ahora bien, ese mutismo y ese retiro son el reflejo mismo de la degradación
que se instala en la casa común, puesto que ésta se halla estructu rada en torno a la
palab ra de un maestro y su relación privilegiada con cada suj eto. Si Lacan no habla más
y delega su poder a una junta o un intérprete, la Escue la ya no es la Escuela: se
convierte en una sociedad común y corriente , pa recida a los demás grupos
psicoana líticos, con clanes e indiv iduos que se enfrentan con ext rema violencia, según
las alianzas del momento. En setiemb re de 1979, la Escue la de la reco nquista ya está
disue lta por la histor ia. Queda por saber quién enca rnará la ley de la disolución frente
a la historia: ¿Lacan o sus allegados? ¿Lacan solo? ¿Lacan con sus allegados? ¿Los
allegados sin Lacan ? No responde remos a la pregunta , pero mostraremos , a través de
los testimonios de los principales protagonistas del drama , cómo el mismo movimiento
de la histor ia puede dar respuesta con la suficiente comp lej idad corno para que la
histo ria no sea nunca arrastrada hacia el manique ísmo , el odio o la toma de partido40.
En febrero de 1979, la corriente milleriana experimenta un fortaleci miento en las
márgenes y en los órganos de la Escuela con la creación de una asociac ión de la
"Fondation du Champ Freudien• cuya j unta está const ituida por Lacan y su hija Judith,
as í como un "departamento de las agrupaciones " dirigido por Jac ques -Alain Millar y Éric
Laurent , un jov en ana lista, alumno del maestro y ex asistente al seminario de Deleuze
con un brillante porveni r grac ias al apoyo de Solange Faladé . Hasta ese momento las
agrupaciones no depend ían de ningún departamento y func ionaban de acuerdo a un
espíritu libertario. En adelante , serán manejados desde arriba con un encuadre sólido.
En julio, Miller organ iza en la UNESCO un importante coloquio de Ornicar? , con la idea
de introduc ir un caballo de Troya en la EFP para reorgan izarla desde adentro a partir
de una posición alternat iva. Ese día reúne un gran número de jóvenes lacanianos
salidos de Vincennes o favo rab les a la nueva linea del materna o los nudos : Michel
Silvest re, Jean Allouch, Philippe Ju lien, Érik Porge o Guy Le Gaufey. Apoyan la
iniciativa Charles Melman y Solange Faladé . Las condic iones de participación son
draconianas y se conmina a todos los participantes a no hablar más de un cuarto de
hora, lo que contrasta con las viejas costumbres según las cuales los oradores se
explayaban durante horas 41 . A l mismo tiempo Miller y Laurent entran en el directorio.
En la misma época, Denis Vasse, el vicepresiden te de la EFP, partic ipa con
Michéle Montre lay en unas jornadas de Confrontation sob re el terna "Le corps et le
poli~que". Sin querer desencadena un tremendo jaleo. En efecto, Lacan , que jamás
ha?'ª tomado posición pública sobre la participac ión de los suyos en el escenario
abierto por Major, se siente ofendido por la de Denis Vasse y le comunica su decisión
de sacarto de su cargo de vicepresidente. Durante una reun ión de l CA, Franc;oise Oolto
asume su defensa leyendo una carta de él. Reca lca que numerosos barones de la
Escuela fueron a Confrontation sin recib ir invectivas. A lo que Melman responde que
Vasse tend ría que haber respetado una obligación de reserva debido a su función.

260
LBEscuela Freudiana de Parfs : la catástrofe

nmise se burla de su interlocuto r diciendo


Fra y- d 1· t que los lítul
unasociedad e ana 1sas, n_o se supone que nadie ida os no le interesany que, en
actuarcomo le parezca . Furioso , Lacan se pone dep . al papá una autorizaciónpara
unapalabra42. pie Y abandona el cuartosin decir
pronto, Michele Montrelay toma posición
vasse.Luego pide al secretario de la EFP un s~~ntra la decisión que afecta a Denis
sexualidadmasculina. En el directorio Lacan s n para celebrar una reunión sobre la
Melman. Nadie abre la boca, pero M'¡ller está emniegarotundamente, apoyadopor
situaciónde división de la Escuela, piensa que los iy ;somb rado. Consciente de la
el contrario,' Melman quiere tomar de revés la corrie~~ei~tos de~e_ n expresarse.•3Por
así que la Escuela se vuelva "antilacaniana·. e oposición, creyendo evitar
El 30 de setiembre de 1979, cuando otros lacanianos t .
quelos llevabl
a Georgia, la crisis de la Escuela pasa a ser de doºmn:1ªn
I t d' ·
e'.bª':'1ónde Aeroflot
m1opu 11co. Seconvoca
u~aasam _eagenera edxraor 1nar_1a para modificar los estatutos a fin de aumentarel
numero~e 1n~eg~ant~s ~ 1~A de d1ec'.s1etea veinticinco. Montrelay, que estáde viaje
porE~ta os n1_os, on e a una sene de conferencias, confió a Dolto una carta para
ser1~1daen sesión plenaria , en la que protesta contra los interdictos que afectana su
seminarioy destituyen a Den,s Vasse. Antes de la reunión, que todos sienten será
decisiva,Simatos y Clavreul aconsejan a Dolto que no lea la carta para no agudizaraún
másla crisis44 . Pero pronto, en la sala, surgen los insultos. Lacanes tratadode tirano.
Guardasilencio. Simatos dice entonces a Dolto que lea la carta. Se tienenque efectuar
dosvotaciones, la primera para ratificar la modificación estatutaria y la segundapara
elegir la nueva lista del consejo. Ahora bien, los organizadores están tan poco
familiarizadoscon sus normas jur ídicas que hacen votar el punto dos en el punto uno.
Elprocedimientoes pues antiestatutario , y enseguida la impugnación de esa votación
seconvertiráen motín. Naturalmente, la distribución de los votos reflejala situaciónde
malestar y fraccionamiento de la EFP. Doscientas cuatro personas.d_e trescientas
cincuentaaprueban el informe moral que incluye implicitamentela d1m1s1ón de Vasse,
y doscientastrece de trescientas cincuenta y cuatro eligen una nueva lista cuandose
requiereuna mayor!a de dos tercios 45 . .
El 13 de diciembre, Miller y Laurent pronuncian juntos una conferencia en el
lnstiMoOceanográfico sobre el tema "Mais ou est done l'ense1gnement de Lacan dans
l'EFP?".Millar anuncia que hay que decir c?sas nuevas con P~~!~~! :~:::~ ~! ~~u=1
losanalistasde jugar a los "an~rlist~s· Y afirma que Lac~:~f ba·oelsignodelasluces.
co~lasobras de los locos lite ranos m1e~trasque pone :: 1raciondlismomilleriano4s . Por
As,laoposición es tratada de os_curant,sta en nom~re Hablando según las categorías
suParte,Éric Laurent define quién ~a no ~s la~~ian ~~s "desviaciones" surgidas del
de lo Real, lo Imaginario y lo S1mbóhCO, 'nd1c~ 47 Al día siguiente, se introducen
O
deslizamientooperado cuando se privilegia una u ra · el cargo clave de secretario.
camb· laza a Simatos en Id
10sen el directorio. Laurent reemp • a ara reunirse con conté en e e
IreneRoublef deja el departamento de ensenanz_ p · con Simatos como suplente.
l>Ublicaciones. Melman se hace cargo de la ensen~nza,rtamentode las agrupaciones
Sefortalecela tendencia dura. Al mismo tiempo, el e~~ el partido del orden. Aliado de
~ica un boletín titulado Plus-undonde se expresa tu 10 que califica de 1emini5 la,
Miller, Charles Melman es el más virulento con ~a setiembre designaclaramente
OScurantista y religioso. En su informe de la ~s.arn~l~~a~en tal de u'n grupo numerosoª
1 los aclversar1os:"El voto expresa la oposición u
261
La Fran cia fraudiana en todos sus astados

la enseñanza de Lacan. Ese rechazo es por lo demás perfectamente explíci to. Lo


encontramos en esas obras de F. Dolto que, al reanudar sus emisiones en la radio 0
tratar de religión, convie rte el psicoaná lisis en nueva buena nueva. En Audoua rd cuyo
último libro apunta a un más allá del psicoanálisis . En S. Leclaire o M.Montrelay cuyo
entus iasmo con el feminismo no se compadece con la ética de nuest ra enseñanza<1a. •
El 16 de diciembre , Michéle Montrelay, med iante una circular , avisa a los miembros
de la EFP que renueva ante Lacan y sus colabo radores el pedido de un salón para
celebrar alli su sem inario sobre la sexual idad mascu lina. Exige un debate público sobre
la crisis de la Escue la49_Después de enviar esa carta va con Claude Rabant a ver a un
abogado , le muest ra los estatutos y le pregunta si tiene derecho a exigir que se
convoque una nueva AG para to mar una resolución sobre el vicio de forma de la
votación de setiembre. El hecho mismo de emprender esa gestión demuestra a las
claras que ningún miembro de esa escuela se había preocupado jamás de los
proced imientos jurídicos, de tan fuerte que era el efecto de la monarqu ía directa.
Evidentemente , la respuesta del abogado es positiva puesto que los estatutos de la
EFP son los de una asociación de tipo clásico. De modo que Mont relay redacta una nota
dirigida no a la persona de Lacan sino al "director" de la Escuela. En ella denuncia a la
vez los interd ictos y el carácter no estatutario del voto. La batalla jurídica ha comen-
zado ... Al preguntárse les si querían firmar la carta, Ginette Raimbault y Jean Clavreul
se niegan mientras que Michel de Certeau y Alain Manier, un ex de la ENS, alumno de
Roustang, aceptanso. Con ese texto, la legitimidad estatutaria enfrenta por primera vez
en la Escuela la autoridad de un príncipe que se ha vuelto silencioso y lo representan
sus allegados .
Durante ese tiempo se forma en torno a Lacan la decisión de disolver la EFP, única
respuesta posible a la ruptura existente. Sobre este punto divergen los testimonios de
los dos protagon istas de la historia . Por esa razón, es preferible dejar que hablen ellos:

Jacques -Alain Millar: "Los problemas que el directorio nos había procurado a
Solange Faladé y a mí, durante el Congreso de la transmisión que no obstante nos
había confiado Lacan, me habían convencido de que era mejor tomar distancia, por
decirlo así. Iba perdiendo interés en la Escuela. En el momento preciso en que reunía
el primer coloquio d~ Ornicar? üunio de 1979), Lacan me hizo volver a la institución,
nomb rándome, con Eric Laurent, miembro del directorio . A part ir de ahí ¿qué hacer?
1) Refrenar el sectarismo brutal de Melman. 2) Sacudir el inmobilismo de Si matos. 3)
Destejer la red invisible que tend ía Clavreul. 4) Despertar el impulso de 1964. Pero era
demasiado tarde. Ya no había vuelta, como lo demostró la asamb lea del 30 de
setiembre. Ahora había que dejar correr, o invertir el tablero del juego. El domingo
siguiente a esa asamblea , la consigna de disolución se formó por primera vez entre
Lacan y yo. Le expliqué que a mi entender, tal como iban las cosas, pronto sólo le
quedaría escoger entre dimitir o disolver . ¿La dimisión? ' Ni hablar', me respondió.
¿Disolver? Se rió: 'Hay algo que probar antes.' ¿Ya había pensado en eso? Sólo
quedaba lograr que se expusieran abiertamente las quejas, luego pasartas por el tamiz,
por último reformar, induso inventar, canalizando las ambiciones. El trimestre siguiente
fue muy agitado: mi primer viaje a América Latina donde fue concebido con Diana
Rabinovich el encuentro internacional de 1980; al regreso, la invención de L 'Ane; la

262
la Freudiana de Parí s: la catástrofe
LaEscU9

ación de la tarde de las agrupaciones; la creac·ó


cel~b~enci a ' iTous lacaniens !'; al finar, las disensio~ende Plus-Un; en diciembre, la
!
eon~ospermitieron que, en la secretaría de la Escuela ~r~ci~ntes entre Melman y
51111
~aurent.Pero ya era tarde, demasiado tarde. La 'deb\~ ultimo fuera ~eemplazado
par_ 5 vistas. El momento de concluir llegó para Lacan 1\. ad _amb iente se extendía
1
ªº~dad.E l 6 de enero, en Guitrancourt, me entregó el t! t~nahzar las vacaciones de
Na debía difundirse desde el día siguiente. La mañana del drtela carta de d1soluc1ón,
que , 11 d ·s L 1· ma es, pasépor, la calle.de
L.110. llovian las arna as, erge ec aire llamó para transmit,·r ·u b
1 , correcciones
algunas . má s a su carta antes de dirigirse al Seminario."
n a razo ; Lacan hizo

SolangeFaladé: "Desde el 30 de setiembre de 1979, estaba planteadala pregunta


dequéhacer. Entre Lacan, M1ller Y yo flotaba la idea de la disolución. Paséla Navidad
enGuitrancourt. Lacan tomó la decisión definitiva sin entusiasmoel 30 de diciembre,
en el domicilio de M1ller, pocas horas antes de la cena de fin de año de los hijos. Había
que apresurarse a fin de crear con él algo mientras había tiempo. Lacanya no podía
escrib ir. Se decidió que Miller redactara la carta y Lacan la corrigiera. Suprimió pasajes
que no le gustaban. No volví a Guitrancourt pero, el primer fin de semanadel año, Miller
mellamópor teléfono para comunicarme que la carta estaba escrita a máquina y lista
para ser enviada51 ."

Estosdos testimonios concuerdan en tres puntos: . .


1) Lacan decide disolver su Escuela en un proceso de d1scus1ones Y con
vacilaciones.
2) Está perfectamente lúcido cuando torna su decisión.
3) Corrige la carta. é r mente lacaniana
En consecuencia, el acta de disolución parece ser aut n ica '
quienquieraque haya sido el redactor de la_ca~a. stro lee la cartaque pone fin
El martes,a la hora habitual de su seminario, el::~ uñoy letra. variaspersonas
alaaventurade su escuela. Agrega que firmó el actad e a!uerdan de esa frase y ese
~esentesese ~ía, entre ellas Laurence Bata,lle, l~s miembrosde la EFP reciben el
instan
te dramát1coS2.En el mismo momento, todos redactada en Guitrancourt. Con
textoen forma de circular fechada el 5 de e~ero Y ersona Subrayaque basta que
caracteres dactilografiados, Lacan habla en pnrn;r~ifpersen.· La carta añade que la
s~ vaya uno solo para que todos los demás s . tas por losestatutos, con el voto
15
d o1uciónjur ídicase hará conforme alas normas prev,s.. ersevera·· y que llama a que
dela asambleageneral. Dice también que el rnae~roui~ran evitar las desviaciones,Y
losigandentro de los diez días todos aquellos qu qb ~ del materna,criticala rehg,on
COm P<>nendas que alimenta la EFP. p or u, 1rmo
1 '
en nom re alrededorY que hay g<>
h ente ~nte
Ya la vezafirma que Lacan no necesita tener mue a g
alaqueno necesita.

;--_ . nifica padre severo. (N. de T.}


Persé
vere,
se pronuncia igual que pere 5
évere que s19
263
La Francia freudíana en todos sus estados

Esta carta toma de revés la propuesta de Michéle Montrelay de convocar una AG


para rectificar las anoma lías comet idas antes. Por lo demás , la misiva firmada por ella
y sus compañeros está fechada el 7 de :ner~. Fue redactada antes del 5 y, después
de recibir la circu lar de disolución, se le anad 10 una nota donde se argumenta que sólo
la AG es soberana en la EFP.
La prensa no se equivoca. Todos los cronistas no tardan en anunc iar que Lacan
ha disuelto su escue la. De este modo demu est ran que atribuyen al poder simból ico de
un maestro, aunque se lo trate de tirano, un peso mucho más grande que a los estatutos
de su escue la.
Si en un clima de recr udecimie nto del racismo, la Francia de los años ochenta
'
vue lve a encontrar sus viejos demonios y hace del lacanismo una "peste" idéntica a la
"ciencia alemana ", ello demuestra que el lacan ismo se impla ntó en este país hasta el
punto de llegar a ser la for ma francesa más acabada del freudismo. Pues la resistencia
a esta doctrina, vinculada a la aceptac ión de la palabra realizadora, no es sino el
síntoma del progreso actuante de la implantació n del laca nismo en territorio francés.
Una vez más, en el umbral de la muerte y en el instante des u más terribleagonia, Lacan
logra su mayor tr iunfo: pasa a la posteridad. El futuro dirá el resto para juzgar el balance.
Durante las semanas y meses que siguen al acta de l 5 de enero los grandes
periódicos de izqu ierda, Libération , Le Monde, Le Nouve/ Observateur y Le Matin,
publican gran parte de los test imonios de los principales protagonistas del escenario
lacaniano. Por primera vez el poder de los med ios de comun icacióntomaencuenta una
crisis importante del movimiento hasta el punto de dar luga r a sondeos, estudios de todo
tipo y una vasta reflexión de historia inmed iata sobre el lugar del psicoanálisis en
Francia. Por supuesto, en medio de los clamores , Fran9ois George , consagrado como
estrella fugaz, da su opinión sobre los asuntos del medio tomándose a sí mismo como
el sepu lturero de la impostura más grande del siglo: "La crisis del impresionante sistema
de poder instau rado por Jacques Lacan--,,scr ibe-se había vue lto aguda desde hacia
varios meses. Mi libro, L'Effet 'yau de poele, después del de Fran9ois Roustang fue el
que la reve ló. Todo el mundo notó que la escue la llamada freudiana sólo respondfa con
el silencio [ ...] Puedo agregar que algunos miemb ros eminentes de la institución
lacaniana me testimoniaron su simpatía y llegaron incluso a ap laudir mi coraje[ ...] Se
irá haciendo cada vez más evidente que esto sólo tiene una relación muy lejana con
Freud. La impostura de Lacan que se hacia pasar por su heredero ha fracasado53."
Mientras tanto, los mil itantes del lacanismo puro y duro se enfrentan, en los medios
de comunicación y la EFP, a los defensores de la legitimidad estatutaria que intentan
salvar su escuela de la disolución. Por un lado, Char les Melman acusa a Fran90ise
Dolto de todos los pecados de la fe catól ica anunc i&ndo : "A los tibios, los vomitaré con
mi boca·, y por el otro, Claude Rabant se dirige al ''director " de la Escuela para subrayar
que ésta no está disuelta en abso luto54. En cuan o a Jc1cques-Alain Miller, todavía
aliado de Melman, denuncia las "lamentables beaterías- de Dolto. Lacan entonces se
entrevista_con ella y le pide con insistenc ia que lo siga. Fran9o ise se niega, y recalca
que no quiere estar en un luga.-donde Melman la ataca con tanta vio lencia: "En cuanto
a Millar -agrega- es un despistado y el psicoanál isis no va por ese lado.• Y Lacan
responde: "¡Si será despistado!" Fran9oise siente que los achaques de la vejez están
llega~do a su familia. Boris, su compañero de siempre, redacta su último libro antes de
hundirse en un estado parecido al de Lacan. Morirá en ju lio de 198155.
Atacado por Millar tanto como por Dolto y acusado de cobardía e hipocresía por

264
--~la Freudiana de París: la catástrofe
La/;Sov v

ber mantenido su adhes i_óna la EFP después del Anti- . .


hande: · Estimé que la _vanedad de co rrien tes que exi _Oed,pe : Féhx Guattari res-
Poociación un lugar de 1nvest 1,gación libre. Sabía que Slla tendia a hacer de esta
10
ª!cho cargo de ella desde hac1_a algunos años clamaban s burócratas que se habían
~óloobligadoy forzado me hub iera prestado a ese jueg por un~ depuración en regla.
en un debate público las raz ones prácticas, pollti~:c ondici ?n de que e_nu nciaran
excomunión . Eso no se h izo nunca. Jacques -Alainy Jf,1;cas de m1 eventual
'hipócritamente' mi cot ización. La depurac ión grupusc ular r sigu ió ª?eptando
adelantará el debate necesar io56. usará otras v1as. Poco
Pronto la EFP se fracc iona en dos campos atrincherados d' .d.d
variascorrientes . Por el lado de los oposito res a la d isolución se' p1ve1rt
·11 osl a su vez en
. · t · 1a e proyecto de
defender hasta e 1f 1n 1a ~x 1s enC1ade la Escue la y responder a lo real de un acto por 10
realde otro acto. Consciente del hecho de que por el momento la corr·ent - ·
· · d 1 · - . 1 e m111enana
no puede d1soc1arse e a pos1c16 n. silenc iosa, incluso de Lacan Michéle Montrela
decide solicitar mediante un procedim iento de urgencia la contribución de un admi-
nistrador judicial que permita solucionar los prob lemas de otro modo. Con esta acción
se trata de obligar a la parte contraria a jugar el juego de la legitimidad estatutaria a ti~
de preservar la existencia de una corr iente "liberal", minoritaria pero importante. Por el
ladode los partidarios de la diso lución simbó lica, la cosa se orienta en cambio hacia la
elaboraciónde un programa destinado a hacer votar la disolución jurídica en el sentido
previstoen la carta del 5 de enero. Cada campo sabe que el partido va a jugarse por
pocosvotos. En esta etapa de l pugilato, no se desp liega ninguna tercera fuerza que
permitaa los miem bros de la EFP d isoc iar la persona de Lacan, la corriente milleriana
y el partido de los barones . Y sin embargo , en la base, esa tercera tuerza existe: son
muchoslos miembros de la Escuela que, siendo favorables al acta del 5 de enero, no
deseanni una sociedad milleriana . ni el manten imiento de una escuela que ha perdido
surazónde ser. Pero todo ocurre en un primer momento como si las alianzas estuvieran
concertadasde un lado y otro, una con miras a obtener a cualquier precio la disol~c(ón
jurídicaa fin de desembocar en la creación de un nuevo grupo. y la otra con el ob1et1vo
de anular la disolución simbó lica. .
Este no surgimiento de una tercera vía se orig ina en e l hecho_de que n1nguno_de
losbarones del lacanismo quiere impedir la diso lución. Serge Leclaire, que estarla bien
situadopara representar el ''término medio ", no tiene ninguna razón para prestarse a
· · · · 1futuro por delante y mucho antes
eseJuego.Piensa que la corriente m1lle nana tiene e . . ' d á
d 1 . 197 9 reconizaba la d1soluc1ón. A em s, no
_eos acontecim ientos del invierno de , P. el lacanismo que defiende ya
nd
tieneganas de convertir~e ~n un j efe d~ te encia. pue~r difusión del psicoanális is, a
no Pasa para él por las 1nst1tuaones s,~o p_oruna maynto a Jean Clavreul, que podría
escar_a de los nuevos medios de comunicación . En ~ua ento de actuar. cree que el
tambiénabrir esa vía, piensa que no ha llegado e momen a Miller en la Universidad
1
nuevogrupo surgido de la disolyción podrá d: Jar ª :ª;~al istas. Publica en Le Monde
1
YCOoservarel control de la clínica y la formac ion de_ d·ato · "Miller es un excelente
unartículo en este sent ido que no tendrá efecto inme ~aciéndose curador de los
universitario y puso su ta lento a l servicio de Lat?ªnenla escuela freudiana , pero
8eniin""'-
- "'s: merece nuestro respe o .
t y tenía su s1,o
. él es quien está en m1nona. e
. . S
~de quiera que vaya arrastra la Universidad [ ..~16 icamenteenminoríadentrode
equ¡VOca cuando dice que Lacan siempre estuvo ide g
au9Scueta57.

265
La Francia fr9udiana 8n lodos sus 8slados

El 17 de enero por la mañana , caen e n . el dom icilio ~e. Jacqu~s Lacan dos
alguac iles, portadores de una citac ión urgente firmada por ve1nt1ocho_miembros de la
E FP. Gloria Gonzá lez los recibe y f irma el acta en calidad de secretaria. El anciano es
convocado a la audienc ia de las 14 horas el 21 de enero ante el tribunal presid ido por
la Sra. Rozesss. No irá. Su abogado, Roland Dumas , irá a defenderlo en compañia de
Jacques-A lain Miller . La citación menciona todas las transgres iones en el cumpli miento
de las forma lidaades adm inistrat ivas desde la creac ión de la EFP. Son numerosas pero
carentes de importancia para la historia real de esta escuela. Sin emba rgo, el acta
misma permite a la opos ición movil izar sus tropas trente a una mayor ía muy bien
organ izada y sostenida por la presencia de Lacan . Entre los signatarios se encuentran
los nomb res de Miché le Montrelay , Fran9o is Roustang , Miche l de Certeau, Claude
Rabant , Xav ier Audouard , Anne Levallois, Thémouraz Abdoucheli , Lucien Mélése y
Radmi lla Zy9our is: todo el esp íritu "libertario" de la EFP. Cada uno de ellos desempeñó
en la Escue la un papel importante en algún momento dado de su historia , con relación
al pase, a Vincennes, a L'Ordinaire du psychanalyste, etc. Ahora, representan legal-
mente el partido del no a la diso lución. No obstante, están lejos de estar de acuerdo
entre ellos y su desun ión se manifiesta en la presencia a sus flancos de dos abogados
d iferentes. A Michéle Montrelay y la mayor ía del grupo los defiende Claude Crinen
mientras que a Claude Rabant y una minorla los asesora Dan iel Soulez- Lariviére , un
amigo de Jul iette Labin, antiguo defensor de Leopold Trepper.
Tres d ías después de la citación urgente, durante una reunión ag itada , el CA
decide convocar una asamb lea gene ral de d isolución. Lacan no dice ni una palabra
salvo para leer un texto y pronuncia r un fanioso ''Delenda est " que servirá de lema a un
folleto de la corr iente milleriana. ¡Qué historia rara ! ¿Qué pensar de este maestro que
resucitó una visión anibaliana del psicoanális is, a partir de la Roma de la reconquista,
y que ahora se sitúa bajo el estandarte de un temib le Caton que red ama la destrucción
de Cartago , es decir de su propio reino tan romano como semita, tan cristiano como
judlo , tan materialista como espiritualista, tan maoista como libertar io? Después de
'
esta lectura, Eric Laurent toma la palabra como secretario para hacer un largo informe
de la situación de la Escuela y las viejas anomalías denunciadas . Las actas son
transmitidas a los abogados de la parte opositoras9. Después de Éric Laurent, Millar
ataca violentamente a Fran9oise Dotto, que no comprende el odio que provoca. Pinta
un cuadro aterrador de la situación de una escuela regida por un adm inistrador y luego
reprocha a Clavreut el artículo que publicó en Le Monde. Jenny Aubry asume la defensa
de éste, pero Milter la acusa de difundir rumores sobre la salud de Lacan ... En efecto,
circula un rumor, que se le atribuye equ ivocadamente, según et cual Lacan tiene que
ser internado u operado de un tumor cerebral 60 . Jenny desmiente ser la responsable
de lo que se le acusa y que no es, por cierto, más que puro fantasma vinculado al clima
mismo de la disolución. Melman apoya a Millar con Nass if y Pierre Martín. Contra
Clavreul, Éric Laurent anuncia que el discurso universitario se daba más en el seminario
de éste que en la Universidad. Para calmar los ánimos, Frani;:ois Dolto p ide que se vote
un agradecimiento a Simatos. Todo el mundo aprueba. Es el único momento de
distensión en esa reun ión. Enseguida se vuelve a las injurias con renovados bríoss1.Cinco
días más tarde, Le Monde publica una carta finnada por Lacan, en la que desaprueba
a Clavreul y hace el elogio de Millar, que si hubo alguién que lo leyó fue él62.
El 25 de enero, se hace público el mandato judicial de recurso de urgencia. Las dos
partes se felicitan por la victoria. En efecto, e l tribunal concede a los demandantes un

266
" -~la Freudíana de París: la catástrof e
L8¡;SCV~

da tario con nomb re predestinado Zéc .


man b ' n, Para ve T
Escue la, pero no nom ~a un administrador jud icial n rcar el funcionamiento
derechos . En otros términos, da la razón a los firm que la hubiera desposeíd d de la
O
. quitárselaa sus adversario. antes del procedimientode e sus
sin urgencia
Mientras que la Escue la se destroza en .
conservadores d e Ia S PP caen violentamente
. medro de
sob • • un espantoso tumulto los
pecadosde la tierra. En Le Monde y con el título ~-~ ~ vieio dux cargadocon todo~los
1

nu?'{¿Ouién se atrever~ ~.decir que el rey está detnu~o~~e,ad,re que l'empereurest


Concepc ión de la h1stona. Hay que conocer las e . .
scrs1 ones
,] ColetteChrland define su
de
solamentede los documentos publicados por Jac -A . 1953 . Y 1963 no a partir
sinoa partir de los múltiples testimonios de quiene~u~s larn Miller, yerno de Lacan,
escritoy el historiador podrá lamentar que los mejor in~s vivieron. lo esencial no está
deberesde la discreción y no hayan revelado nada a;rma:of no hayanfaltadoa los
y componendasque no honran a los psicoanalistas Y ~~~eetas mentiras,chantajes
•L t d t · . en nuestro rdeal a dura
Prueba63 . a .au ora e es a vigorosa
. afirmación olvida que Jacq ues-Ala,·n M'1ller fue el
único y el primero en Francia en publicar documentos que las otras Sociedades
hubieranpodido sacar a luz'. pu~sto _quepertenecen a todas.Aunqueesosdocumentos
nodan cuenta de toda la h1stona, tienen por lo menos el mérito de existir e introducir
a la historia64 . En cuanto al historiador, no lamenta nada, pues no faltó a su deber
reconst ituyendo, a través de múltiples testimonios, la realidadconflictiva, sobresaliente
y a vecesodiosa del escenario psicoanalítico francés. Malasuerteparalos ideales de
susrepresentantes. Colette Chiland prosigue en el mismo tonodenunciandola práctica
perversade Lacan, a la que califica de farsa surrealista. Luegoevocael asunto Juliette
labin afirmando que los suicidios son más frecuentes en la EFP que en las demás
sociedades.Es cierto que en éstas los mismos suicidios no son objeto de un debate
público.
Después del 5 de enero, Lacan recibe alrededor de mil cartas de personas que
deseanseguir con él. Algo más de trescientas provienen de miembros_d~ la EFP.Las
demásson de quienes en elevado número y durante varios años, participabanen los
congresosde la Escue ' la : educadores, internos de psiqu,a· · tri·a• psicólogos
, •
etc· la
. . . Lacan no quena muchagenteY
mayonade ellos en formación en divanes lacanianos. . . 'ben una
los que escrrb1eron rec1
resulta que lo rodea una multitud. El 21 de febrero, d uir con él Lacan
circular: "A los miles que con cartas han manifeStado elJ .eseo : r~~amente ;e hará
lesanunciaque funda, este 21 de febrero'.la Cause f~eu ,e~;~ esta égida6s.· A loque
saberpor correo el trabajo que pide a quienes se co ocan uida que una asociación no
losfirmantesdel procedimiento de urgencia replican_en~~; opositores pronto llaman a
P\Jede basarse en el efecto de un solo nombre pro~i~- na aquellosde ·rétérendards~
1
ªcartaa losmiles "Mille-errent" , y los adversari~scan,~~écoler... Éríc Laurent poneen
'faussairesavérés " y "col/e-legues " que no quiere, recurso de urgencia,que recoge
crrculaciónuna petición contra los signatarios de c·1entesa estamparsus nombres
trescientasfirmas. Algunos analistas empujan a sus pa •

- . . étérendards construida a pa_ rtir


·rn-,, . · 1 que M1iler, r . é és - falsarios
i,e-errent .. mil erran se pronuncia 1gua t·stas· taussa1resav ~ -
deré~é · , cedimen 1 , ha como pega-
ré= recurso de urgencia , sena pro _ colega, se escuc elarpero
Fºbados; col/e-legues , que juega con col/egue ala, puedeescucharseescu
~os ; &co/erinventado a partir de école- escu
rén "décoller ·= despegar . (N. de T.) 267
La Franci a fravdiana en todos svs astados

en el papel para defender la causa de Lacan. El abogado Zécr i convoca una asamblea
gene ral pa ra el 16 de marzo a f in de someter a votac ión la modificación estatutaria que
había sido escamoteada en la AG del 30 de setiembre.
En set iembre de 1964, Lacan enviaba a la Prefec tura los esta tutos de la EFP que
había fundado en j unio . Se tomaba el trabaj o de espec ificar la compos ición de un
Consejo de Administración , presidido por él, y anunciar la convocatoria en el plazo de
un año de una asamb lea soberana encargada de proceder a la elecc ión de ese mismo
CA . Con la mod ificac ión esta tutaria de 1969, ratificada en 1971, la EFP se convertía en
una organ ización democ rát ica en la que Lacan seguía ej erc iendo todos los pode res con
el acuerdo de todos. Elegido por la AG de todos los miembros , el CA ad ministraba la
Escuela y elegía una junta compuesta por un pres idente , un vicepresidente, un tesorero
y un secretar io. El direc torio estaba co mpuesto por la Junta del CA y los responsables
de los departamentos, nombrados por el presidente y ratificados por la AG . La adhesión
pasaba por dos mie mbros del director io y debía ser aceptada por el CA . Por lo que
respec ta a los títu los , los def inía un reglamento interno. El Consejo "administraba" y el
director io "dir igía" , pero ambos organ ismos func ionaban en una perfecta armonía
ju rídica que reflejaba el principio de la monarquía directa prop ia de la Escuela.
Los esta tutos de la Causa Freudiana , redactados apresuradamente y a título
provisional, definen un rnodo de poder radica lmente contrario al de la EFP6ó.La aso-
ciac ión es dirig ida por Jacques Laca n, con la colaboración de su secretar ia personal,
Glor ia Gonzá lez , que hasta el momento no había ejercido ninguna función oficial en el
movimiento lacan iano. El director preside la asociac ión, secundado por un Consejo
elegido por él y con un mandato de dos años otorgado por una AG de la que se ignora
todo. El mismo directo r es elegido por la AG por un plazo de cinco años . Puede elegir
el Consejo sin ser miembro de él. En cuanto a la Junta, la elige la AG por cinco años
basándose en nombres presentados por el director . Está invest ida del cargo supremo.
Contiene la secretar ía sin que sea posible decir si es o no emanación del Consejo. Pero
concentra todos los poderes y debe recurrir al mencionado Consejo que no tiene
ninguna función prec isa, salvo la de asistir al director. Por lo demás , no comprende más
miembros que Glo ria González por un período de un año, al térm ino del cual debe
reun irse una AG deliberativa. En consecuencia , la Causa Freudiana es administrada
por una junta compuesta por una secrataria que no tiene ningún título de los que se
requ ieren para rep resentar una sociedad psicoanalít ica . El director está presente en
todo lados, pero puede estar ausente de todos lados : de l Consejo, del cual no está
obligado a ser miembro , y de la Ju nta por las mismas razones. Por otra parte, las
adhesiones se presentan al director y él las acepta. Pero la única forma que tiene de
hacer las ratificar es mediante su secretaría. Además , como no se define ninguna
categoría de miembro antes del plazo de un año previsto para la constitución de un
regla mento interno, no se entiende qu ién puede ser miembro y según qué criterios.
En febre ro de 1980, la nueva escue la fundada por Lacan y administrada por su
secretaria persona l es pues el mayor mutante juríd ico ja más imaginado en toda la
historia francesa de l psicoaná lisis. Legaliza el reinado de lo arbitrario y del anonimato.
Sin duda es un testimonio de la lenta transformac ión que provocó en el movimiento
lacaniano el trabajo de la diso lución.
El 15 de marzo, en la sala Onyx del hote l PLM Saint-Jacques , se celebra una
reunión a la que son convocados los miembros de la EFP partidarios de la disolución.
Se presentan trescientos ocho participantes provistos de una invitación. En la entrada.

268
d
" uefa Freudiana de París: la catástrofe
LS ¡;:SC

controles son severos y e nérgicamente se les n·


1~sco trancos se puede com pra r el bo letín periód _,egdael acceso a los indeseables Por
c1n d f tá 1· ico e la EFP t't1 I d .
e se repro ucen an s rcos testimon ios cont ra 1 . u a o De!enda en el
J~genc ia. Se acusa a ésto s de qu e rer roba r la siglaº~ fi~mantes del procedimie~to de
De repente, en m_ed io de _la multitud aparece un ~oa Escuela.
pasoalgo torpe , mast ica su cigarr illo liado hab land mbre . La espalda curvada, el
ojosazules, iluminan una frente ancha bordeada de
O
ci~ voz grave Y sincopada. Sus
noble"caimán" que hizo ent ra r a Lacan a la ENS ca e los plateados. Tiene aspecto
delante de la sala Onyx no lo reconoce n Son de;:ero ~os cancerberos plantados
0
obstruyenel paso a Louis A lthusser. Cuando le piden 1~s;:r' incul_to~ para saber que
sin vacilar: "Fui convocado , sí, efect iva mente por la libidoJetal dEe,~v1tac1ón, responde
d d h r ,. ' Y e sp1ntuSanto. Y todos
sabemoE s ~st es acte ,emtpo que el Esp1ntu Sa nto es la libido. Así que, en verdad os
digo el sp m u ano no rene nada que hacer. · Luego el 1-,16sof .
' · · 1·1 M' • o entra en la reunrón
y se 5 ,enta e~ la primera I a . ira a lrededo r suyo , oye las intervenciones y distingue a
Jacques-Alam Mrller en el fondo de la sa la . Se acerca a él y se pone b .,, D
. d 1 ·b . a romea,. 7 . e
pie en -~e d 10 _e a 1n . una , con cam isa bla.~ca y traje de seda, Jacques Lacan lee una
alocucron de bienvenida a sus part idarios: Buenos días queridos amigos, han acudido
a la cita. La escue la term ina su car rera. Están todavía aquí conmigo. Partí de la base
deque estaba muerta y no lo sabía 68 ." Luego anunc ia que se ha vuelto un significante,
la•etiqueta Lacan• [!abe! Lacan], pero que la "bella Lacan" {la bel/eLacan}, sólo puede
dar lo que tiene . Prosigue con otros juegos de palabras del mismo estilo.
Terminado el discu rso , Louis A lthusse r avanza por el medio del pasillo central,
vacíalentamente su pipa cont ra el taco, la llena y va a estrechar la mano de Lacan.
Luegoempieza a hablar. Descr ibe al maestro como un arlequín magnífico y digno de
conmiseración, que recita una perorata mono corde. Hace notar que los analistas se
enredanen discu rsos confusos com o una mujer que seleccionara lentejas mientras
estalla la guerra . Ag rega que los lacania nos están tan perturbados por la actual
situación como los mil itantes de l Partid o por las dec laraciones de Georges Marcha1sen
apoyoa la intervenc ión sov iética en Afganistá n. Por último , recuerda que en este asunto
seolvida a los ana lizandos. Trata a los miembros ~e la asamblea de pusiláni1;1;s. Desde
la tribuna, Anne -Lise Ste rn le preg unta de qué diván _v,ene,,Parahablar as1 . . •
En Delenda Érik Porge comen ta el acontec1m1ento hablando lacan1ano a la
manerade Bouv~rd y Pécuche t : "Nuestros pega-legados {col/e-legues} ) del pfroceddi·
. , con Althusser 10 s19u1ente. con un en
mientode urgencia --escribe- tienen en com un Io d.1ch o
el pe que no pueden comprender que
nsamiento y lo dicho . Por ello es por 10 d -A lthusser dixít-comparar
10
el 5 de enero sea un acto analítico Y que no se . pue ªbido es hacia donde se inclina
con una presentación del Sr . Marcha is en televis i~~- s:che]: hacia la panza {panse].
{sepenche] el pensam iento que se derrama 1sepa .b.ó con mucha precisión có,no
Mientras que a lo dicho ex-sis te un decir . Lacan de~c~, ~ a partir de ahí se originó una
se le ocurrió dicha-solución [dit -sofution]: como~: ~a~s~ lución. La disolución es un no
~cada de modificaciones, de la que forma pa la dit->solutionfº-"
5
Piensela dicho-solución {pensée - [pensez] pa ión estatutaria no es aprobada. Los
En la asamb lea del is
rle marzo , la modificac . mbros y los partidarios de la
<>positoresrepresentan a lrededor de dos~1entosº~:hora la mayoria. La disolución
diso1uC16n más de dosc ientos cincuen _t~- E~to~ s resiste. El abogado Zécn hace
s1rnb61rca se ha logrado pero la posición ¡und1~aLa oposición publica entonces un
COnvocaruna nueva asamblea para el 2 7 de abn ·
269
La Francia freudiana en todos sus estados

boletín, Entre-temps, que es simétrico a Delenday recoge los testimonios de los adalides
del manten imiento de la Escuela ._En una reumón _ce lebradaen el hotel Lutétia, en la que
part icipa Serge Leclaire , Fran901se Dolto anunC1aque se presenta al CA en la listad
la oposic ión y que no votará la disolución. Sin en,bargo, autentifica el acta del 5 de
enero: "El retiro de Lacan es un benefic io para él -:--dice-:- . ~~ 'd'.suelvo la escuela' e:
un deseo de él, al que, si accediéramos en la realidad, s1grnf1cana que aba ndonarnos
la continuación de su obra inscrita en esa real idad, la de nuestra histo ria personal y la
del psicoanál isis vivo11."
La asamb lea del 27 de abr il marca un n,omento importante de la historia de la EFP
Por primera vez compiten dos listas para la elección del CA . Incluso antes de 1~
votación, los de la mayoría saben que ganaron . En efecto, basta con una mayoría
simple para eleg ir la lista presentada por Lacan. Los debates son agitados . Miembro del
CA en la lista de la mayoría, Louis Beirnaert exp lica que el acto del 5 de enero es
liberador y tal vez los opositores están aún más ligados por una transferencia a Lacan
que los partida rios de la disoluc ión. Luego agrega : "Apoyaré el trabajo tal corno fue
emprend ido, sin anatema contra nadie[ ...] Algo más. En relac ión con Moisés salvado
de las aguas, Freud escr ibía: 'La forma de desembarazarse del niño se transforma en
la fo rma de sa lvar lo.' El acto de Lacan sólo nos pierde como miembros de la escuela
para salvarnos com o anal istas j untos. Tene mos una pos ibilidad, depende de nosotros
el ap rovechar 1a12." Louis Beirnaert menc iona también una pregunta que le hizo la
oposición: "¿Se co mpro mete usted ., en caso de ser eleg ido a qu e no se admita ningún
miembro antes de la asamblea de disoluc ión?" Responde que el problema ni siquiera
se p latea pa ra él. En efecto, la oposición teme que e l CA nombre nuevos miembros a
la ligera para o btene r los votos que le faltan para la disolución . No sucederá eso. Desde
el 22 de enero, Si matos y Laurent hiciero n llegar al abogad o Sou lez- Lariviére la lista de
las siete últimas personas adm itidas en la EFP e n la asamblea general del 30 de
setiemb re . Éstas se agrega n a los miembros nom brados desde 1977 cuyos nombres
se mencionan en parte en el nuevo anuari o de 1980, que nunca se hará público73.En
el mo mento en q ue se inic ia el proceso de d isolució n, la EFP cuenta con seiscientos
nueve miemb ros. En dos años, aumen tó pues en sesen ta y cinco personas. Este
descabellado g igan tismo no carece de relación co n su división .
Por la oposic ión, Fran9oise Dolto llama a votar contra los "comandos" que se han
pues to al servic io del maes tro . Luego agrega que jamás identificó la EFP con Lacan,
de quien sigue siendo amiga. Por último, des taca que la Escue la p uede continuar sin
él, rem itiéndo se a su obra.
En la noch e del 27 de a bril, la EFP dejó de ex istir. La simbólica de la disolución
introdujo una esc isión de hech o en sus filas. A hora, la sit uación es idént ica a la de la
SFP en el invierno de 1964. Por un lado , los q ue compo nen la mayo ría tienen las riendas
del pode r, unidos aú n por unos meses, y por el otro los q ue están en minoría intentan
salvar la situación, pese a la divis ión que se instala en sus filas. Esta mayoría necesitará
dos asamb leas más para oti tener la d isolució n jurídica de la EFP . Desde el final d_e1~
reunión, Jacques-A lain Milla r asu me la d irecció n de un "departamen to de la disolución
que tendrá su primera reunión un mes más tarde . En cua nto a Éric Lauren t, expresa su
satisfacc ión en una carta circula r: "E l CA se felicita de que se haya cer rado el d_~bate
juríd ico. La misión del man data rio ha conclu ido . Está instalado el CA. Su eleccion _se
real izó en cond iciones inc uestionables[ ...] En e stas cond iciones, no queda otra salida
que la separación . Ésta tiene q ue se r pos ible en forma amistosa, so bre bases claras,

270
La fscvela Freudiana de Parfs: la catástrofe

·nexcesiva acrimonia [ ...] Proponemos


s1 t d 1 - que cada
scuela a prorra eo e numero de miembros grupo se repart .
ei la que desde ahora pertenece al pasado ~ue quede en cada unoª los bienes de la
s g En esta etapa del desastre común a 1, incluso a la historia74'Y renuncien a una
1 ·ón a · t ' os integrant d ·
negar a una so uc1 mis osa. Saben que la d. . es e la mayoría le .
que el silencio cada vez m~s pesado de Lac~~olu~1ón jurídica será difícil~i~~v;:~e
representantes d_e_una corriente que ya no de tn ede hacerlos aparecer co~o 10;
Además.son los unicos que fundaron ung rupoq~e ~e de los Caprichosdel maestro.
Escuela.Por el contrario, a los que const ituyen la P e~e recibirlos bienes dela difunta
1 ·6 ·t
pasible a una so uc1 n amis osa. Demorando la
minonalescon ·
vieneoponerselo más
vecharun eventua l desconc ierto de la parte adv~~oasas,pueden organizarse y apro-
Durante el mes de mayo se producen varios · t
1n entes de llegar
terminan f racasan do . Los mayoritarios deciden enton a un acuerdoque
Claude-Bernard y tras ladar el servic io perma nente de c;s cerra~el local de la calle
Laurent. Ia ecretaria al domiciliode Éric

A principios de junio, De/endaorgan iza los "lunes de la d"1 1 - , .


et 1 · · • d . . so uc16n destinadosa
poneren a od_e pnnc1p1doe una esc isión . A_niman esas veladas los que son ahora los
verdaderos ingentes e la Causa Freud1ana: Jacques-Alain Miller Ér'c L t
Michel Silvest re y Colette
• .
So ler. Tienen entre treinta y cinco y c~are~ta añauren os y'
representan un 1acan 1smo inte lectua l, duro y conquistador. Michel Silvestrees un ex
alumno del Instituto, muy apreciado por los jóvenes y Colette Soler una simpática
catedrática de filosofía, analizada por Lacan. Los de la oposición los llaman la banda
de los cuatro. El objet ivo de los lunes es demostrar que los minoritarios son los
sostenedores de una práctica que substituye la "la roca de la castración!'por "la roca
del narcicismo y a la cienc ia prefieren lo inefable y lo religioso. Frente a esto, los
opositores tratan a sus adversa rios de "mutantes" que cambian de piel por encargoy
anónimamente . Los lunes no recog ió el éxito esperado y los may?ritarios~o tarda~en
anunciarsu intenc ión de desplazar el escenario lacaniano al continente latmoam~nca-
no, donde, desde 1974, se han constitu ido numerosas "escuelas treud1anas. E~
noviembre de 1979 se toma la decis ión de organizar un Coloquio en Caracas 8
presencia de Jacqu~s Lacan. En esa fecha, Millar fue a Venezuela paradar unadsene
. f aterido a Argentina a causa e su
de conferencias. Oficialmente, ese pais ue pr . ta elección: Venezuela es
régimen no dictatorial75 . Pero hay otra razón que ;~ ti~=n~!mo,y por lo tanto másfácil
unterreno más ''virgen" que A rgent ina en materia e : díen creada a tales efectos,
de dominar desde París. La Fondat,ondu Champu::~la d~ patrocinar, tuera de los
ernpiezaasí a desempeña r su verdadera función q b·os internacionales. Gracias a
organismos de la Escuela y de la Causa, los intercam 'escapa al control institucional
. con el extran1ero . apaz
e11ª·.la organización de la~ relaciones . s un auténtico imperio lacam~no, c
clásico y en consecuencia lo que se instala e . . s hostiles al ,mpenahsmo del
• • • . en los terntono
de rivalizar con una IPA angloamericana . .
.
rn1smonombre. el 5 de ¡uho una
. se convoca para . .
Al mismo tiempo que se anuncia el col~q~;~~luci6n76.Mediante una c1~i~~r;~e
asamblea general de la EFP a fin de vota~:usa Freudiana, Lacan hace :da causa
eroctucidaen papel con membrete d~ lar envío por correo,d~ la ~e~~:a para leer
inaugura de su último seminario, el pnme no hablará en publico ni~ in la asamblea
esperada por mil Y más 77." Así que Lacan ~fante palabra casi semana.
textos.Así terminan treinta años de una bn 271
La Francia freudiana en todos sus estados

del 5 de julio, Miché le Montrelay llama a los oposito res a mant~.ner has!.~.el fin el no a
la disolución. Cita una frase de la última carta de Laca~ sobre el acabar . ~Qué deseo
de destruir -{J ice- atormenta al que se expresa as 1? No impu gnamos su deseo de
fundar en otra parte de desaprobar a quien quiera. Está en su derecho y lo respeta mos.
Pero ¿por qué Jacqu es Lacan no soporta que aque llo_de lo que se _separa siga con
vida?7a" Ese día , no se obtiene la mayoría de dos terc ios. Se depos itaron en la urna
veinte papeletas en blanco . De cuatrocientos setenta votan tes, doscientos noventa y
cuatro son favorables a la disolución y ciento cuarenta y cinco se oponen. La Escuela
todavía aparenta existir gracias a las abstenciones: Los minor itarios pierden ter reno. El
cansancio y las divisiones acechan a los dos partidos.
En Caracas , muy fatigado por su viaje en Concorde, Lacan lla ma a los "lacano-
amer icanos" a reunirse en torno a él: "Vengo aqui a imp ulsar mi causa freudiana . Como
ven, me interesa este adjet ivo. Es asunto de ustedes ser lacanianos si lo desean. Yo
soy freud iano79." Pese a esta manifestación de poderío , el grupo selecto ya emp ieza
a resque brajars e. Solange Faladé no hizo el viaje: "Desde mayo -{Jice- a Lacan ya
no le interes aba lo que pasaba y había que discut ir todo con Miller8°."
En el bando de los partidarios de la disolución, aún no se manifiesta la oposic ión
a Miller. Con el mandato de disolver la Escuela y deseosos de permanece r fieles al acto
del 5 de enero , los miembros del CA no consiguen disociar la corriente milleriana de la
persona de Lacan . Si lo hicieran , le negarían autent icidad al acto de disoluc ión querido
por Lacan y podrían hace rle el juego a la parte adversa . Por ello es por lo que, hasta
el 27 de setiembre, fecha en la cual se fijó la AG extraord inaria que debe tomar una
resolución sobre la suerte de la Escuela, forman bloque con la corr iente milleriana . Sin
embargo, el día de la votación, Solange Faladé por un momento piensa en no apoyar
más a Millar y ab rir la asamb lea con una censu ra. Se abst ienes1. Del lado de la opo-
sición, se van def iniendo fracturas , en espec ial en tas filas de los signatarios del
proced imiento de urgencia. Claude Rabant empieza a cambiar de op inión mientras que
Michéle Montrelay quiere proseguir la lucha por mantener la Escuela . Entre los dos
partidos, ya subterránea mente divididos, el malentendido pasa a ser un diálogo de
sordos. Roland Dumas y Daniel So~lez-Lariviére llevan adelante negociaciones para
llegar a una separación am istosa . Estas terminan en fracasos2. Los partidarios de la
disolución la exigen de común acuerdo mientras que los adversar ios piden un reparto
sin disolución y que se vayan quienes lo deseen. El 26 de setiembre Claude Rabant
cambia de camisa. Hace saber a Laca n que votará la disolución y pide que lo anoten
en la Causa Freud iana. Como hasta ese momento una parte considerab le de los
votantes de la oposición lo siguen a él, este somet imiento voluntario asesta un golpe
muy duro a los minoritar ios . En la noche del 27 de setiembre, se vota la disoluc ión por
algunos votos de mayoría . Solange Faladé y René Bailly son no mbrados liquidadores83.
En la recepc ión que se real iza en la Maison de I'Amérique Latina para cororonar
la victoria, Millarle anuncia a Lacan el resu ltado de la votac ión : "Lacan-escribe Claude
Dorge~ille-vagamente sonriente, aparentemente indiferente, no dio ninguna muestra
de satisfacción al recibir la noticia. Parecía lejano, estrechando maquinalmente las
manos que le tendían, y dando la impresión de que no siempre reconocía a los que se
1~ acercaban. Un breve Consejo de Administración, el último, se celebró en el primer
piso, donde se redactó el comunicado en el que se anunciaba que la EFP ya no existía.
Lacan partió sin haber pronunciado una sola palabra. La Causa Freud iana tenia el
campo libre84:

272
La fscuels Freudisns de Psrfs: la catástrofe

Antes de consumars~ la diso lución, los allegados a L


uncáncerde colon y se niega a que lo operen. La Escuel acan saben que éste padece
aestroestá afectado ahora de la m isma enfermedad ª
eSt á ~1suelta y el cuerpo del
~tima fase del desastre va a :er horr ible. que antano contrajera Freud. La
Ese mes de octubre senala e l naufrag io de t d
ª
trancés.Ya Roland Barthes murió en forma violenta ; 1 una época del pensamiento
Michelfoucault, víctima de la nueva enfermedad del;~~osañosmástarde, loseguirá
dadpara unos, locura para otro, mutismo para un cuartg ºetccidente y_homosexuali-
lalógica del sign ificante son sin duda las doctrinas más ~humantih~mamsmo teórico y
¿Quiénse atreverá a decir que el cuerpo está ausente de !,~as de la modernidad.
asiones y que se han vaciado de l ho mbre? En octubre Lo . Aalsth' que no liberan las
P · 1 h' t · d , uis usser encadena su
úHimo destino a a 1s ona e una psiquiatría en el ocaso y un psi·coanál' . ,
· t • f - 1s1sen agonia
delos que durante t re1n a anos ue paciente, testigo , víctima héroe t ó - T d 1 '
· t d d' 1 · • , Y e neo. o a a
prensa_anuncia su_~c o e 1so,uc1 on: Helena estrangulada . Y, para colmo de la
parado¡a,se benef icia de es~ articu lo 64, caído en desuso, que es el único que aún
preservaa los locos ~e los tnbuna les o la guillotina. Irresponsabil idad: ¡Qué palabra
disparatada para a~hcar a un filóso fo , ~I más_ "vidente · de todos, que puso su
pensamientoal serv1c10 de una revoluc ión 1mpos 1ble! Como el acontecimiento ocurre
en el preciso momento en que e l có mico Coluche, apoyado por un punado de
intelectuales,decide presentarse a la elección presidencial, la prensa no se priva de
anunciarel derrumbe de los anos estructuralistas: "Nos decíamos: quedan algunos -
escribeHervé Alga lar rondo--. Barthes se dejó morir en la Pitié-Salpetriére. Poulantzas
setiró por una ventana. Alth usser mató as u mujer, Lacan rompió su chiche, la Escuela,
peroal menos Deleuze, Bou rd íeu, Guattar i, se mantienen firmes. Y sus nombres figuran
al pie de un texto . Apoyan a Nicoud para la elección presidencial, no Nicoud, Coluche
[...) ¡Qué naufragio! ¡De mayo de 1968 resultó un mono ! La subversión por los tirantes.
Losmaestros del pensam iento de ta izquierda que caen en el homicidio o en el ridículo
[...) Nos reiríamos si, mien tras que nuestros campeones dimiten, los intelectuales de
5
derechano volvieran a levanta r cabeza para ocupar el terreno8 ." . .
Cuatro años más tarde, A lthusser hará su primer come back en el esce_nanoin-
telectualfrancés, a propósito del psicoaná lisis. En efecto, en abril de 1984, prescmdie~do
totalmentedel decoro y s in e l más míni mo pudor, Léon Chertok publica, e_nsu ~vi ~ f11
1
Yen un libro colect ivo e l famoso borrador ret irado de las actas del simposio de bé s ·
Nole avisa al inte resado, que todo el mu ndo cree muerto Yen~rraio :,~ilnd~~t~~¿i~rt~~
dasuopiniónenunacartaconmovedo raenv 1adaaldiano Le on e. 'ét· '
. 1 fra nceses y los sovi 1cos,Y
quedesempeñaba él solo el trabajo de relación entre osdetalles de aquella peripecia,
estabapor lo tanto perfectamente infor m_ado de todos
10
fconveniencias sociales y

ipor su_propia iniciativa pasó por_ enc ima de


15Pos1aonesde ta ley y pub licó m1pnmer texto. t ·
to::.~e~ssu revista como en su libro.
prescindir de mi autorización.
r~umo que creyó pode r especu lar con mi retiro ~=rr~oseladaríahoycomotampoco
8abia lo suficiente como para estar convencidodeq
hacesiete años86.'

nuevos estatutos de la Cause


1
F E~22deoctubrede 1980 se envían a la Prefectura ;i5final del mes se instalan los
reud,enne.
Ese depósito hará correr mucha trnta.
273
La Francía fraudiana an todos sus estados

organismos del movimiento . Se preve una reunión del directorio para el 6 _de noviembre
y otra, llamada "extrao rdinaria", para el 22. En privado, Solange Fala_deexp~esa sus
desacuerdos con Miller. Le reprocha no querer que la Causa Freud1ana eniugue el
pasivo de la EFP . Piensa asimismo que laAG de la nueva asoc iación debe ser ampliada
con todos los que han pagado su cotización y no limitarse a determ inado número.
Solange se abst iene sin razón de toda objeción públ ica. . .
El pasivo de la EFP asc iende a 140.000 francos. M1ller sostiene que la Causa
Freud iana no tiene obligación ninguna de pagar seme jante suma. Así que propone que
la nueva organ ización salga como comprador de los bienes de la EFP para ayudar a
los liquidadores a equilibrar el déficit. Se produce una discusión de negoc ios en la que
cada uno defiende su punto de vista. Discrepando de Miller , los liquidadores le
reprochan querer recuperar los bienes de la EFP por una suma ridícula. No se
equ ivocan, pero, en vez de exponer públicamente sus divergencias , prefie ren guardarlas
en secreto para luego acusar al adversario de no cump lir sus comprom isos.
Mediante un comun icado enviado por correo el 30 de octubre, M iller, secretar io del
directorio, anuncia además que la Causa Freudiana ha efectuado una solicitud de
alqui ler a René Bailly, gerente de la SCI de la calle Claude -Bernard , a fin de recuperar
el local que se le había alqu ilado a la EFP. Ese lugar, como sabemos , había sido
comprado por unos ciento veinte miembros de la EFP que se habían const ituido en SCI,
poniendo así a dispos ición de todos, mediante el pago de un alquiler , el local del cual
eran prop ietarios. Entre los principa les accionistas figuran: Lacan (50) , Melman (50),
Dolto {25), Bailly (25), Clavreul (12), Aubry , Martín, Safouan , Simatos, Oury y Roublef
(1 O).
En este asunto , Melman comete un grave error. Más ade lante lo reconocerá
Aconseja a Miller efectuar esa solicitud de alquiler. Para apoyarla, se hace nombrar
cogerente de la SCI ju nto con Bailly. Por lo demás, es con Lacan el principal accionista
junto con Lacan. Ahora bien, a partir del momento en que se pronuncia la disolución,
los acc ionistas que se opusieron a ella no tienen ninguna razón, aunque sean
minoritarios, para aceptar alquilar su local a una causa cuyas orientaciones no
comparten. La única solución que puede encararse a esas alturas es sencillamente del
inmueb le, con restitución del capital a cada uno. Pero las cosas no ocurren así. Melman
y Bailly , que están integrados a la Causa Freudiana , apr ueban el principio de este
absurdo alquiler. Apoyan la solicitud sin preocupa rse de la opinión minoritaria de los
poseedores de participaciones hostiles a la Causa Freudiana y partida rios de la venta
inmediata. Por ello es por lo que, en la primera AG de la SC I, celebrada el 14 de
noviembre, los mayoritar ios, integrados a la Causa, ratifican con una votació n masiva
el principio de un alquiler que en ningún caso tendría que haberse planteados?.
Mientras tanto, en las dos reuniones del director io, se agudizan los conflictos en
torno al pasivo. Sin embargo , no se hacen públicos y todas las discus iones se refieren
a la instalación de los organismos de la Causa Freudiana . Miller explica las disposiciones
estatutar ias que él propone, en base a indicaciones someras de Lacan, que --<lice-
desea lo siguiente : hacerse cargo de la presidencia de la ca usa sin tener que
administrar la actividad dA ésta, airear la gestión sin poner en peligro su cont inuación,
establecer un basamento que perm ita renova r la gest ión sin afecta r la orientación
general, y por último hacer que las asambleas no sean un lugar de confus ión sino de
intercambio sensato. A continuación , Miller expone el plan previsto para los diferentes
organ ismos de la asociación . Agrega que los estatutos no están destinados a definir en

274
,, uela Freudíana de París: la catástrofe
Lac:sC
.
talleel funcionamiento de la Sociedad. Están ..
de En la reunión extraordinaria del 22 de n P_ara encuadrarla'.
an el informe del directorio es presentadooviembre, celebrada en el anfiteatro
Mªgn '
. tegrantesde la EFP. CIaude Conté explica que ante L una asamblea compuestapor ex
1n • acan"espe t d
ynadade las personas . 1o que contradice todos 10 . . ra o o del funcionamien-
1
:asan,por el contrario, en la relación privilegiada ; principios del lacanismo, que se
Luego Miller , .
habla sobre la gestión Marce! R·tt
' 1 ere sobre
un maestrocon sus súbditos.
las 1 •
provincias, Ene Laurent sobre las agrupaciones Y Michel . re ac1ones _con las
st
CharlesMelman hac_euna alocución sobre la enseñanz ~ilve re sobre la biblioteca.
1
la creaciónde una "Ecole de la Cause" interna a la aso~·e ~orma a la asambleasobre
testimonios del pase. Luego se produce una anima~:cdi n Y destinadaa recib~r los
"I , en e pazo
I de un ano, - de una asamblea ad iscusi 6
celebrac1on . . n y . se anuncia la
. m1nistrat1va que puede
autoe legirse sobre la base de las personas presentesel 22 de . b
· • · d 1 1 •• nov1em r~
Comoe1pnnc1p10 e a ocac,on está admitido Miller propone M 1 •
. d • ' a e man,el 24 de
noviembre, que se re acte un contrato. Actua en calidadde "secretario de Lacan•. El
contratoencierraunas cláusulas pertectamentediscutibles. Se prevé por e·em 1
· el arrendador p_ued e resc1
solo ·nd.ir e 1contrato. El alquilerdebeser fijado ' º·
porJun P que
experto
~nos~ menciona ninguna_clase de indexación. Ta_ l como está,este contratoes pues
madm1s1ble. Pero nada obliga a Merman y Ba1llya firmarlo. Si no estánconformes con
laspropuestasdel candidato locatario, pueden modificar el contrato,rechazarloo hacer
quese redacte otro. Los accionistas mayoritarios de la SCI los han comisionadopara
ello. Envez de discutir, como se acostumbra hacer en estos tipos de negocios,van a
acusar , por anticipado, al arrendador de querer engañarlos, cuandoéstesimplemente
propusoun contrato inaceptable. Al mismo tiempo, van a mezclarvariosproblemas:el
contrato,los estatutos de la Causa Freudiana y las circulares firmadas por Lacanen
1980.EsBailly quien empuja a Melman a actuar. Entoncesésteva máslejos quelo que
queriasu colega. Acusa a Miller de usar "textos apócrifos" con relacióna los estatutos
y lascircularesy le imputa la intención de haber queridohacerfirmar a losdosgerentes
dela SCI un contrato que los hubiera llevadoa ser demandadosellosmismospor~buso
deunbiensocial. Pero omite aclarar que nada obligabaa los mencionadosasociad~!
a avalarsemejante contrato Esto constituye una ruptura de la alianzapor parte
Melman,en la que lo que v~rdaderarnente se jugaba era el repartode los poderes
dentrode la nueva Causa. . . ntosmiembrosdela ex EFP
A principiosde diciembre, Melman envaa puesª tres~~~ºel mundopodíaver, y las
unaCartaen la que revela las ausencias de Lacan,que . d la Prefectura· "La
, t t tos deposita os en ·
a~omahas que encierran el contrato Y los es a u 'vie·os' se tornela libertadde decir
srtuac1ón actual-escribe- merece que uno d~ los re!ultó presentar, desde la cuna,
Cómo van las cosas. En efecto, la Causa_Fr~udianade acabarcon ella o de convertirse
unamalfonmaciónque tiene grandes posi~ihdades decidey se inscribeen nombre de
enmonstruosidad. ¿Por qué? Porque alh todo s~lo articipa en las medidas que.:e
Lacancuando es conveniente saber que éSte s p n hecho doloroso. Ytambien
t=~ . át· a Estees u
V"l(lnmect1ante una firma que ya es autom ic · e ti·enen los alumnosde ver
df11·
cil de percibir de tanto que lo disimula la es
peranzaqu
d. ran invocar con honor. in

a La · a que pu ie · L can
can construir una organización nuev Freudiana se hace sin ª '
ernbargoestamos obligados a entenderlo: la causa Esta ausenciadebidaa la edad
;unquet~ngamosla suerte de tenerlo entre ~os~~~ide su firma, y hasta de su voz, Y
tafatigadeja así el campo libre a los que disp
275
La Francia freudiana en todos sus estados

pueden de esa forma hacerle asum ir la responsabilidad de textos apócrifos -y hasta


articularlos- puestos al servicio de una causa que es poco freud1ana. Llama bastante
la atención que los exégetas de los escr itos de Lacan no hayan notado, _en el_transcurso
de estos últimos meses, el amaneramiento algo forzado de los textos d1fund1dos con su
nombre y la falta cruel de ideas nuevas, salvo una o dos rescatadas de viejos
borradores ". Melman agrega que Lacan ni tocó los estatutos de la Causa Freud iana y
que él mismo y Solange Faladé fueron consu ltados ~in poder tener acceso a ellos. Por
último, evoca la situac ión de los meses antenores: Algunos de nosotros volvimos de
Caracas físicamente enfe rmos. No podemos alegrarnos de que Lacan sea utilizado
como un fetiche para conmover a las masas. Circunstancias de este tipo dan a las
mejores comunicaciones presentadas en la tribuna un aspecto de mascarada89."
T res semanas después del envío de esta carta, se reúne una AG de los accionistas
del local para revisar la votació n del 14 de noviembre . Com isionado por Lacan. Millar
mant iene su solicitud de alquiler . acompañada por un nuevo contrato intachab le. El 19
de diciembre. ante los accionistas mayo ritarios que él hab ía arrastrado por la senda de
este alqu iler absurdo. Melman apoya a los minor itarios que era n partidarios, con razón,
de vender el loca l. Una fracc ión de los mayo ritarios se da vuelta, algunos sin
comprender lo que pasa, y se adopta entonces ta decisión de vender por cuatroscientas
cuarenta y cuatro partes contra doscientas cincuenta y diez abstenciones 90 . Pero al mismo
tie mpo . la Causa Freud iana se divide y los grandes compañe ros de cam ino de Lacan
emp iezan a abandonar el barco acusando a Miller de estafa y falsificación. En este
asunto , no llevan las de ganar puesto que habían defend ido pública mente lo que ahora
denunc ian a gr ito pelado. De hecho, como Lacan está muribundo, se atreven por fin a
expresar en voz alta lo que pensaban en voz baja. Habrán cometidp el error de no
manifestar su hostilidad a Miller cuando Lacan estaba lo suficientemente presente para
oírlos. Si no lo hicieron, es probablemente porque estaban mejor situados que
cua lquiera para saber que Lacan hubiera apoyado a Miller contra ellos, o porque
esperaban obtener el poder en la nueva Causa, sin perj uicio de dejar al yerno la gestión
de la Universidad y la Fundación. Pagarán las consecuencias.
El 23 de diciembre, Solange Faladé confir ma el testimonio de Melman en una carta
abierta dirigida a los miembros de la Causa Freudiana . Emplea un tono y un estilo muy
diferentes a los de Melman. Por lo demás, se negó a firmar la carta de éste y le aconsejó,
después de una primera versión aún más violenta. que la volv iera a escribir a fin de
eliminar todo carácter de denuncia: "Las modificaciones introducidas en octubre a los
estatutos de la Causa ~scribe--- no fueron aprobadas por sus miembros. al menos
por Melman y yo. No se tuvie ron en cuenta las reservas que yo hab ía hecho salvo con
respecto al cargo de secretario adm inistrativo que inicialmente debía ser remunerado.
Se le puso fin a las discusiones con estas palabras: ' El doctor Lacan firmó los estatutos'.
sin que se me pudiera decir lo que había pensado de mis críticas y reservas (...) Pensaba
poder reanudar la discus ión sobre el tema de los estatutos en las reun iones futuras del
dir~orio. Es lo que inten_té hacer, en el primer d irectorio, pero fue en vano [...]
As1m1smo, a Melman le retiraron rápidamente la palab ra cuando quiso hablar de los
estat~tos de la Es?uela de la cau~a. Esos estatutos en un principio ten ían que discutirse
conm igo. No se hizo y se om1t16incluso decirle a Melman que tenía que ocupanne con
él de la Escuela de la causa, la cual iba a desempeñar un papel importante en la
formación de los analistas, cuando se supone que soy una de los responsables 91 -"
Después de Solange Faladé, Jean Clavreu l toma posición públ icamente contra Mlller

276
ela Frevdiana de Parfs: la catás trofe
LS fsc t.!

'biendoa Lacan para anunciarle la constituc·ó d


escn C t . . d i n e un GEP 1
Gdela causa. ree es ar v1v1en o de nuevo los a . . Y a convocatoria de una
A bla de "caza de brujas"92. contec1m1entosdel inviernode 1964
YhaAnteeste alud de censuras, Millar reacciona
en unaentr ·
rabaday luego redactada por dos partidarios su evistaanónima,sin fecha,
O
iomrnier.Subraya que los argumentos de sus adver Y _s, Maryse Clastres y Gérard
hechornisrno de haber discutido los estatutos enslanosno tienenfundamentoy que
81

~nproyectoy que hubo una inversión de las pers


arrendador
u:~
-
probarquetenían conocimiento de ellos. Agreg~ q a ~eunióndel directorio, tendería
pnmercontratodealquilerera
quien tiene que proponer el contrato. S~ a~ivas pues.to que sie~pre es el
aunqueno toma en cuenta las ausencias de Laca~urn: nt~~ón pareceirrebatible
condiciones,el arrendador propuso un contrato tan disu~·bl 93
0
iª por qué, en tales
10
Melmany Faladé, es inconcebib le pensar que hayan podi~o:d ·. or que respectaa
palabra" unosjóvenes ambiciosos ante un Lacanmudo Hayallíu~~a~ue lescortara~la
sobrela que no tenernos nada más que decir. · samcomprensible
Todasestas revelaciones provocan pánico y consternación enlasfilasdela comu-
nidadlacan1ana. Todos esperaban un pugilato, pero nadiese imaginabaqueunanalista
pudiera denunciar de ese modo corno falsario y estafadora su alumno,despuésdehaber
mezcladodurante tantos años las cuestiones del diván con lasde la institución. Conres-
pectoa esto,la posición de Melrnan es forzosamente inadmisiblecualesquieraseanlos
argumentos utilizados. Consciente de esta situación, en eneroSergeLeclairealmuerza
conMilleryle anuncia que desaprueba la carta de denunciay que novaabailaralsonque
queestántocando94. Por su parte, Melman hace saber públicamenteque la curadesu
pacientenoestáen tela de juicio. En cuanto a SolangeFaladé, recibedecenasdecartasde
prácticos desorientados, partidarios de crear una nuevaasociación.Proponefundaruna
quesellamariala "Lettre Freudienne , • pero sus compañerosnoaceptany ella mismase
encuentra paralizada por las tareas materiales relativasa la liquidacióndelosbienesdela
EFP95. Cumpliráeste trabajo con toda la honestidaddebida. . . . . .
El 5 de enero, Moustapha Safouan, que votó a favorde la disoluciónsin 1nm_ 1scu1rse
enel pugilato del grupo selecto, recibe una carta manuscrita de La~an que Miller trae
antesde una reunión de Oelenda. En ésa, Lacan recomiendaal destmatanoque ayude
a MiHerporque éste lo merece. Hoy, Safouan está seguro de que esa carta fue
95
efectivamenteescrita por Lacan y que en-~anade ~u volu~ta~statutosredactadosen
La razón profunda de esta nueva di_visiónradica en n~malia. Mencionanque las
octubre. Por lo que atañe a la forma, encierran una solaª asambleacelebradael 19
mooificacionesfueron introducidas en el transcurso de u~: ésta. Si se realizó, reunió
~e.octubre.Pero ningún archivo conserva r~st~0 algJunoues Lacany Gloria González..
unicarnentoa los dos fundadores de la asociaetón· acq
Vatedecir que esta asamblea de modificación no :eti:~ la situaciónde la comunidad
Porlo demás, estos estatutos refleJan _perfecta estranla mutaciónquese operó
lacanianaalempezar el nuevo año . En particular, den:iu I traba¡·ode la disolución. Con
dur · mo gracias a · ·
anteochomeses en la historia del lacanis . r tucionalización en terntono
ellos, el millerismo encuentra su primera forma ie ,ns ~na contraexperiencia de la
tra~cés.La asociación Cause Freudienne pretend!
sociedadmadre Y lo es en efecto. El mu~ante
::~rero dio a luz un verdªdero
I de la vieja EFP. Las palabras
~nstrumento de organización radicalmente inver¡~ti~osy los procedimientosde poder
Uelenser las mismas los títulos otorgados son id
' 277
La Francia freudiana en todos sus estados

se parecen. Todo tiene el mismo aspecto , pero ya nada es igual. .


La Causa está compuesta por cuatro grandes órganos de poder: un directorio , un
consejo esta tutario, una asamb lea adm inistrat iva a~ua l Y un congreso biena l. El órgano
supremo de l edificio es el Consejo, que dispone casi de ple~os pode_res.Sus miembros
se rec lutan por elección sin que todavía no se haya espec ificado quién es elector. Está
compuesto por una junta que comprende cuatro miembros , más un tesorero y un
presidente que no se sabe si son elegidos por los miembros o por autodesignación . Al
lado de l Consejo, el directorio ocupa sus func iones por dos años. Está compuesto por
un número importante de miembros que no se sabe qu ién los elige . Ningún miembro
del director io participa de las reuniones del Consejo, y en cambio un delegado del
Consejo es automát icamente miembro del directorio . Este directorio comprende un
miembro de la escuela y un secretario administrativo que no se sabe cómo son
reclutados. Cinco personas están encargados de hacerlo funciona r. cada una con un
asistente: un director, un secretario del directorio, un secreta rio de relaciones que se
ocupa del ví nculo entre París y las provinc ias, a través de una co misión, un secretario
de las agrupaciones, que preside la com isión de permutas, y un secretario de la
bibl ioteca . Los asisten tes son propuestos por las co misiones y nomb rados por el
Consejo después de que los apruebe una asamblea que más adelante veremos el
poder de qu e dispone. El director adjunto es nomb rado por el Consejo según el mismo
procedim iento de ratificac ión. En consecuencia, el directorio es dominado por el
Consejo, que lo controla sin cesar grac ias a los asistentes y al de legado . El poder de
los miembros del directorio queda pues diluido gracias al sistema de asistentes y
secretarias . Vigi lado desde arriba, el directorio es el lugar de un poder centralizador.
Grac ias a la secretaría de relaciones, resuelve los problemas de la provincia desde
París, y se evita así la eventual formación de rebeliones locales como podían producirse
en la EFP. Grac ias tamb ién a ta secretaría de las agrupaciones, tiene el poder sobre
éstas: contro la las permutas y la creación de nuevas agrupaciones. Por el lado de la
base, la Causa está compuesta por otros dos organ ismos sin ninguna soberanía: la
asamb lea adm inistrativa y el congreso. La prime ra elige a sus miembros, que se
convierten así en miembros de la asan1bfea,catego ría dist inta de las demás categorías
de miembros. La convoca anua lmente el Consejo. Ratifica los nombramientos que éste
propone, oye y aprueba las decis iones del directorio. Está represen tada por una j unta
compuesta por un miembro del director io, uno de l conse jo y un tercero de la asamblea
sin que se especifique cómo se elige dicha junta . De todas maneras, la asamblea sólo
tiene un poder restringido: claramente, no puede "derrocar al gob ierno" . Además, sus
decisiones se adoptan a mano alzada, lo que, en caso de oposición, permite al Consejo
y al Directorio detectar a los posibles revoltosos. Por lo que respecta al Congreso, se
organiza en base al mismo modelo que la asamb lea . Tamb ién él está representado por
una junta , compuesta por un miembro del Consejo, un miemb ro de l Directorio y un
miembro de la Asamblea . Puede convocar lo únicamente el Consejo , cuyas decisiones
debe aprobar. Asimismo, puede reunirse en ses ión extraordinaria para disolver la
asociación o modificarlos estatutos . Sus decis iones se tom an a mano alzada. De modo
que el Congreso es soberano sólo excepc ionalmente y siempre por decisión de la
dirección.
Por otra parte, los miembros de la asociac ión son reclutados por decisión del
Directorio y con el acuerdo del Consejo . El proced imiento es lógico. Pero la fijación de
cinco categorías de miembros da lugar a una jerarqu izac ión excesiva que se agrega al

278
scuelaFreudíana de París: la catástrofe
LaE

rácter no democrático del modo de elecc·.


ca E AME d b ion. Estas c t ·
1í1ulos de A y qu_e e en ser adjudicados por un a egonas difieren de los dos
dela causa, y que funcione en base al modelo de un i a _Escuela de la causa, interna
estatutos y 1~crea~1?n_d~ esta escuela, la Causa fre ns_t,tutode formación. Por estos
partea una 1~st1tuc1on1p1stac_lásica. ud,ana empieza a parecerse en
Si examinamos ahora la hsta de los miemb .
ros del directo · .
enviada a la P ref ectura d e 122 de octubre compr b no Y la Juntadel conse¡·o
. . . ' o amos que e t 1 . .
delprimero, seis pertenecen a la corriente milleria d , n re os diez miembros
anteriory otros dos son provincianos, ambos de Es~~sb:~ pertenecena la generación
relaciones.Al lado de C laude Conté, director Colett ¿º· Integran la secretaría de
directoraadjunta. Éric Laurent ocupa el cargo cl~ve de e oler_se desempeña como
Jacques-Alain Miller el de secretar io del directorio Y Mi~= l~~:ano de las agrupaciones,
st
la biblioteca. En consecuencia, a excepc ión de las relacione: \e el de asistentepara
el dominiode la corriente miller iana, ya sea por los asistentes y,aed!íectono pasa ba¡o
· ·6 p JJ d d ¡ · . . , sea por los cargos de
direcc1n. or e a o e a ¡unta del Conse ¡o la situación es ·idént· E
_ . , 1ca. ncontramos
especialmente a M1llery Laurent, que acumulan dos funciones y poseen1am y ·
·d · G ál a ona, con
Laca~en_1a pres, en~,a Y onz ez en la tesorer ía. Frente a ellos, Melmany Faladéson
m1nont~nos . Ahora bien , como_el Conse¡o es la _piedraangular de la asociacióny el
d1rectonoestá en parte subordinado a él, la cornente milleriana dirige de hecho esta
sociedad,en la que difíci lmente puede expresarse en la base una eventual oposición.
QueLacan haya o no redactado personalmente los estatutos de la Causa Freudiana
poooimporta, puesto que desde 1974 no ha dejado de apoyar a Miller, ya sea
confiándolela transcripción de su seminar io, ya sea instalándolo en la Universidadde
Vincennes,ya sea respond iendo favo rablemente a sus propuestas. Por lo tanto, si se
quierecriticar verdaderamente la línea milleriana, hay que atacar la enseñanzay la
concepcióndel último Lacan . La ósmosis entre el rnaestro y su y~rno es tan fuerte a
partirde 1974 que el segundo aparece cada vez más como el interprete del pn'.11ero.
Y es por no haber sabido disociar los a tiempo por lo que una mayona de los "'.e¡osse
encontróen la pos ición insostenible de apoyar al segundo en _nombre del pnrneroY
1uegocensurarlo con la mrsma · · · La eausa Freud1ana
argumentac1on. . es .reahnente una
demo-
·contraexperiencia" de la EFP.Hace caer esta mezcla de mon~rquiae1':~~~i~atodel
craciaque cimentaba la existencia de la Escuela de 1964 Y pnvi egia_bd'itos Además
.
funC1_onamiento - d n maestro con sus su · ,
en detrimento de la relac i6n e u a de 79, así como la
1969 0 19
prohibe por anticipado toda ag1tac16n parec ida ª 1
n nada a una sociedad ipista
constituciónde oligarquías: en este punto no se parece ede "cacicazgo" organizado.
Y conserva del lacanismo la oposición a toda formana causa y un maestro en gran
Transformauna escuela en un partido, una doctrm~=~i~iéndosefreudiana_en e_lmismo
hombreya pasado a la poster idad. Se hace millena pertenece a la h1stona de la
"'
,..omento en que afirma ser lacan1ana. · De modo que la historia de la d1v1s1on · · .. del
d'1v1s16n
· · del Jacanismo como el lacan1sm · o pertenece ª ·
d la primera emergencia d"- 1a
freudismo. En los años ochenta, es el sintom!ola~an iano. Que se inspire en pé>rte
implantaciónen Francia de un gran n1ovimiento n a que asombre cuando sabemos
deunmodelo copiado de la revolución china no e~ cos en la formación del lacanismo

~illenano. Por lo que respecta a esto, toma en


ue un maestro rebelde· spinozista cua nd0 ª
;i:
el Pape¡que desempeñó la irrupción del maois;:,a persona de Lacanque si~mi~:
su destierro, gaullista cua~~~r~s en
d' s ro¡·oscontra Josex comp
suese · s guar 1a
ueJa,maoista cuando apoya a su 79
2
La Francia fraudiana an todos sus astados

una práctica concertada de la escisión97 - •


A partir de enero de 1981, un alud de dimisiones_p~ovoca la ca1da de la Causa
Freudiana, que apenas habrá tenido tiempo de ex1st1r. Entre los miembros del
directorio, Jean-Pierre Bauer, Marce! Ritter y Claude Conté permanecen en sus
puestos por cierto tiempo. Ante la partida de los barones y de una parte _de los miembros,
el directorio de la causa decide no proceder a la colecta de las cot1zac1o n~s y crear una
Escuela de la causa freudiana, independiente jurídicamente de_laasoc 1ac1ónanterior98.
Esta escuela debe recoger en lo esencial los estatutos_d_ela difunta Causa integrando
precisiones sobre la asamblea administrat_iva, las com1s1ones del d1rectonoy el nuevo
modo de nombramiento de AE y AME. A fin de que no lo acusen de ocultar los textos
fundadores, Claude Conté envía por correo a los adherentes los estatutos de la ECF
depositados en la Prefectura el 19 de enero: "Los presentes estatutos -€ scribe--
fueron examinados de nuevo en el transcurso de dos reuniones plenarias de los que
constituían el directorio de la Causa Freudiana (con una sola excepción) Y constituyen
ahora el de la Escuela de la causa. Estos estatutos fueron completados según las
indicaciones de Lacan: doble comisión del pase compuesta por dos agrupaciones que
trabajan en forma independiente y tienen pasadores en su seno, comisión de garantía;
no hay un responsable único de un departamento de enseñanza; cada uno enseña
asumiendo su propia responsabilidad. Este texto ofrece así un marco de recepción, en
el cual el trabajo analítico pueda reanudarse en sus diferentes niveles: agrupaciones,
enseñanza, garantía y pase99."
Los estatutos de la ECF100 son mucho más interesantes que los de la Causa.
Definen claramente la naturaleza de la empresa y el sentido del aparato de poder. Éste
sigue careciendo de democracia en la base y prohibiendo a la vez los alzamientos y la
constitución de oligarquías. Las modificaciones estatutarias atañen al funcionamiento
del directorio, el consejo y la asamblea. Los asistentes de los secretarios son elegidos
por la asamblea, la que a su vez está compuesta por los delegados, a propuesta del
directorio. El adju nto del director sigue siendo nombrado por el Consejo pero ningún
delegado de éste figura entre sus miembros. Al término del mandato, el director y los
secretarios son reemplazados por sus asistentes. Lo que conforma un sistema de
relevo que permite al directorio ser elegido por la asamblea. No obstante, el consejo
conserva un control sobre el directorio mediante el nombramiento del director adjunto
que va a convertirse en director. Además, la asamblea jamás es soberana puesto que
la representan los delegados a razón de uno por cada diez miembros si la asociación
tiene menos de cuatrocientos, y cada quince si supera esa cifra. Al final, como la ECF
no tendrá más de trescientos miembros, los delegados serán elegidos a razón de uno
por cada cinco miembros. Un miembro no delegado no puede pues participar en la
asamblea._No se especifica si deb·ealcanzarse un quórum de delegados en el caso de
qu~ un numero importante de miembros rechace el principio de la delegación.
Asimismo, no se dice nada sobre la obligación de que cada miembro designe un
delegado.
El directorio cuenta con la asistencia de cuatro comisiones que corresponden a las
cuatro secretarías. Deben reunirse cada tres meses mediante una convocatoria del
~ecreta~ode que se trate o su asistente. El director automáticamente forma parte de
as comisiones, cada una de las cuales cuenta con ocho miembros· cuatro elegidos por
la asamblea es dec· · . • El
• • ir por 1os delegados, y cuatro nombrados por el directorio.
secretano correspondiente puede convocar a su comisión a los miembros cuya

280
La Escuela Freud iana de Par ís: la catástro fe
'

resencia estime útil. El directorio es pues tod


~s. ya q~e sus_posibilidades de decis!ó_n quedº!nº~~:fJº· pero s.!m!smo tiempo no 10
secretariasas1s!1das por cuatro com1s1ones que r1 as por la existencia de cuatro
ma el directono controla una asamblea cuyas . ~nen una función consultiva En
Su ' . . op1n1onesO ·
par 1ascom1s1ones Y controlado por el Consejo. ye, ala vezqueestádiluido
Encuanto a este Conse¡o, ya no tiene una· t
laduración· de su mand ato, salvo la del presirtente
Junf. a den su sen~- No está especificada
11
quenoestán reservados al directorio, la as, nble ' ª aen un ano. Disponedepoderes
1
ser tomadas por mayoría. En caso de bloque~º:u~oigreso .~usdecisionesdeben
asamblea.Corno para el Consejo no está previsto n· a . te un ano, debe resolver la
añosfuturos, y como éste es designado por el presi~:g~n modo de elección, para los
seveenquéforma podría manifestarse una oposición ~ eª propuestadel director, no
Laasambleano soberana no tendrá pues nadaque re;~,:~~s enun primermomento.
recibelas propuestas de los miembros de la asociaciónY lle· Cdo nsle¡oau
todes1gnado
'6 d I c v 1 · ga o e casolas somete a
vota?' n e ongreso. ª.e decir que el Consejo dispone de un control ab 1 1O d 1
1unc 1onam1ento de la asoc1ac1ón . so u e
El Congresoe~ el único organismo en el que están presentestodoslosmiembros:
corresp?nsa les, miembros de honor, miembros, miembros del Consejo estatutario. La
categoriade miembro de la asamblea administrativafue suprimida puestoqueéstaya
no es soberana y, para el Congreso, cada miembro se representa a sí mismo. El
Congreso se reúne cada dos años a convocatoria del Consejo,o ensesiónextraordinaria,
segúnel mismo procedimiento, en caso de que el Consejoquiera sometera votación
unadisolución o una modificación estatutaria. Igual que en la asamblea,lasdecisiones
setomana mano alzada. Así que el secreto de la urna no existenuncaen estaescuela
organizadacomo un panóptico. El Congreso, única asambleasoberana,notienemás
poderque el de aceptar o rechazar una disolución o alguna modificación estatutaria.
Porlo que respecta a las reuniones ordinarius, no se dice nadasobreel poder realdel
Congreso,salvo que oye los informes ci9n' fices y m~rales previstos y discutetodoslos
asuntosinscritos en el orden del día. r rente a seme¡ante sistema, se c_o mprende que
el juristaPierre Legendre, que tiab ia aclamado la disolución,_haya podido burl~rse de
la ECFdiciendo que, salvo ur '.S pocas congregaciones rel191osas,nuncahab1a visto
~aigu~ 101· AP tá I·ntegradoa los estatutossin .
El modo de acceso a los tltulos _AME,AE Y es la O uesta de octubrede
quese agregue ningún reglamento interno aparte del de ~sr 'ópnLa comisión de la
1
1967 · 1 ada por la de com, •
. La palabra Jurado queda reem~ az d. actory está compuestapor seis
8I 1
Q~antíaotorga el título de AME. Es animada por ~1presidentepor un plazode tres
miembros.La primera en funcionar es nombrada ~orsªmiembros por afio. En un primer
O
años.Seguidamente debe renovarse a razón de ses·ióndel conse¡·o. Una vez
' , or sorteo en -
momento,el orden de salida se efectua P antigüedad de nombramiento.
establecido el relevo la renovación se produce por a uno de los dos miembros
TOdos ' . f a de su seno- ·1·, té
los anos la comisión elige - uer malo aunquela com1s on es
• , · tema no es ' ·6 d 1
entrantesy el Consejo al otro En s1este sis .1 n a su vez es una emanaci n e
demasiado dominada por el C~nsejo Yel Director,¿u ~a condición y los títulos de los
Consejo.Como no se especifica nada acerca e_ón esto puede querer decir que
rnlernbroselegidos en el transcurso de la ren~v;c~ otros miembros arbitrariamente
cualquierapuede integrar la comisión: AE, A
deelgnados y jamás elegidos.
281
• La Francia freudiana en todos sus estados

El procedimiento del pase queda establecido mediante una doblecomisiónde l mismo


nombr e. En vez de un solo ju rado de notab les eleg idos por una AG , funciona n dos
agrupaciones independi ente una de otra para oir Y n~mbrar .ª los pasandos. Cada
agrupac ión está compuesta por cinco miembros: tres ps1coan~hstas, uno de los cuales
por lo menos debe ser AE, y los dos pasadores en e1erc1c10.Cada agrupación se
renueva alternadamente cada dos años según las modalidades sigu ientes: el AE es
reemp lazado por otro elegido por sorteo . Lo mismo por lo que respecta a los pasadores.
Uno de los dos psicoana listas queda dos años más mientras que el otro es nombrado
por el presidente . Una vez estab lecido el relevo, se procedee a renovar por antigüedad
de nombramiento. No se especifica nada sobre la cond ición de dicha antigüedad .
Además de la integración de los pasador es a la agrupáci ón, se introducen dos
innovaciones interesantes con respecto al sistema vigente en la EFP. El título de AE es
transitorio y se otorga por t res años. Se crea una sec retaría del pase, compuesta por
cuatro miembros salientes de la agrupac ión que se ha renovado. Está encargada de
examinar las cand idaturas , repart irlas en cada agrupación , establecer la lista de los
pasado res designados por los AME y los AE, sortearlos y si es necesar io agregarte
otros pasadores elegidos por sorteo. La secretar ía puede entrevistarse con los
analistas que los designaron.
Este sistema del pase está concebido como una desaprobación pura y simple del
procedimiento vigente en la EFP. La orientación de los cand idatos por parte de la
secretar ía debe permitir evitar la terrible vaguedad que llevó la Escuela a la ruina. Por
lo que se refiere al nombramiento de los AE a títu lo transitor io , refleja un modo de poder
que impide la constituc ión de oligarquías. Tiene la ventaja de destacar el papel de una
función de enseñanza que debe ser siemp re puesta en tela de juicio. Por último, evita
la formación de un cuerpo de titulares nombrados de por vida. Si la asociación
funcionara sobre bases democráticas, ese proced imiento sería interesante.
La publicac ión de los estatutos de la ECF tiene por efecto el provocar la dimisión
de ex AE de la EFP destinados a hacer funcionar la doble comisión del pase. Entre ellos
figuran Jean Allouch, Maria Albertin i, André Espaze y Guy Saprie l. Pronto la ECF recibe
el apodo de "escuela causa " haciendo referencia a un vocabu lario soviét ico. El 25 de
enero , veintidós psicoanal istas, algunos de los cuales todavía no habían abierto nunca
la boca, denuncian la empresa . Entre ellos, los compañeros de cam ino de antaño: Louis
Beimaert, Maud y Octave Mannoni, Christian Simatos, Thérese Parisot y Claude
Dumézil. Casi todos son AE y los más célebres fundarán posteriormente una sociedad
psicoanalítica. A ellos se unen Charles Melman, Solange Faladé y Jean Clavreul:
pasarán a ser también jefes de escuela: "Más de mil escr ibieron a Lacan -dicen- a
fin de proseguir con él. Tomamos nota del hecho de que los responsables de la causa
o su sustituto, la escuela , actuaron de tal manera que rompieron el pacto [ ...)
Inaugurando una organización autor itaria por lo que respecta a su principio y maniobrera
en cuanto a su actitud, incompatible con la ética psicoanalítica. Haciendo del campo
freudiano un mercado en el que se negoc ian cargos y funciones a cambio de un
sometimiento. Manifestando la primacía del hambre de poder al precio de rebajar la
ensel\anza de Lacan. Invocando la autoridad de éste para realizar maniobras ajenas
a su posición. Tratando de imponer estatu tos inadmisibles por el desprecio que
demuestran respecto a los miembros, lo que puede percibir incluso el profano 102-" Que
Melman Y Clavreul se atrevan a dar a Millar lecciones de democracia en nombre de 1ª
ética analitica es de no creer!

282
LaEscuela Freudíana de París: la catástrofe

Al día siguiente, en una carta circu lar que


11
cortadocon todo salvo su práct ica. Pros igue haci:v ~ su firma, Lacan anuncia que ha
alumnos y propone convocar un "forum " de la Es~~ ~n llamamiento al amor de sus
1
discusión. Para prepararlo, des ign a ocho asesore en el que todo se ponga en
paul Lemoine, Lucien Israel, Pierre Martín Jac s entre_los que figuran Robert Lefort
yColette Soler . Dos días más tarde, éstos ~cept~~~S-Al_a i_nMiller, Moustapha Safoua~
la respuesta que nad ie puede presentar 3e coma m1 1s1ó n. Safouan hace agregar en
situación_esexplosiva. En efecto, Israe l y Safouan ºc:ns ~epresentante de Lacan. La
independiente de la ECF puesto que tiene por ob·eto _dera~que el forum debe ser
Logran pues que el texto preparatorio se redacte e~ pa d~~cutirlos estatutos de ésta.
estallan en cólera cuando se dan cuenta de que la con P sin membre~e.pero pronto
de la ECF. Fijan no obsta nte la fe cha de la primera ~~:to na;ue enviada en sobres
entreguen los proyectos y propuestas. Ante esta actitud ~:~e~ ~~r~o para _que se
O
formacontrar ia afirmando que el mantenim iento de la EéF es d!~ acaona en
· · d 1f a · .
la ex1stenc1a e oro . u1ere exc 1u1r a los descon formes· "He dad m·
una con 1c16n previa a
.
· '6 . · o I apoyo --<:11ce-
a pr?puestas sin transacc 1 n, es dec ir que la partic ipación en el foro de los que quieren
1ad1soluc16nde la ECF me parece poco deseable, puesto que no la habitarán100."Por
su parte, Maud y Oct_ave Manno ni solicitan a los ocho asesores que disuelvan la ECF
o dimitan de su func 16n 104 . Durante los trabajos preparatorios, los ocho asesores no
lograncooperar en un cl ima de serenidad. Por ello es por lo que, después de dirigirse
personalmente a Laca n, Safouan escribe a Conté para preguntarle si el foro debe tener
porobjeto la ECF o puede debat irse acerca de la creación de una nueva escue1a1os.Dos
días más tarde, Baue r y Ritter dim iten del directorio a fin de dejar a los asesores
organizar el fo ro. Pero pronto los otr os miembros del directorio, favorables a Millar,
hacensaber que la ce lebració n del foro no es incompatible con el mantenimientode la
ECF. Pronto, Claude Conté dimite por solida ridad con Bauer y Ritter Es el último en
abandonar el barco después de habe r atravesado la tormenta. En adelante, la ECF
pasa totalmente bajo la férula de la corriente milleriana. Una última vez, Safouan se
dirigeen vano a Lacan para rogarle, ya sea que disuelva la ECF, ya sea que lo s~~ue
delcargo. Ese mismo día, lsrac,I dimite del Consejo. Por su parte, Conté toma posición
contrael foro . . . - d Lacan ha roto
En vísperas de la reun ión la casi totalidad de los ex companeros e . . .
' ·11 ·ana tanto por sus d1spos1c1ones
con una comunidad que ha pasado a ser m1 en .
. . base Sólo algunas personalidades se
estaMarias como por la compos1c16n de su · los Lemoine y Pierre Martín.
quedanal lado de la nueva direcc ión: los This, losáLefot, ente terminada y la ECF se
st
A pri~cipios de abril, la disoluc ión de l_ a EFP e stl::a~smo . El maestro no concurre
convierteen la primera integrante freud1ana del po b e· "Esta empresa y este foro -
a la cita del foro, que se celeb ra sin él Y en su no~ ~~iera O no. Está en la situación
°
declara Serge Leclair&- son realmente de Miller, s·se retira esto no continúa. Es
1 1
de ser de hecho el animador de esta nueva esc~~!ie ado. Será una empresa cultvral
porlo tanto asunto de él puesto que Lac_anse 10h . . da¿ editorial. será algo sumamente
~ muybuen nivel: transmisión unive rs1tanaY ~cti~ Pero es un proyecto cultural _Lo
interesantne como lo demues tra la revista L An d ta como síntoma, esta masiva
llnalitico va a tener dificultades para afinca rse. Lo eno -~nten cómodos. Lo cultural
retirada de los que llamamos psicoa~alistas. ~~t!e d:ndo buenos resultad_os.,~~
domina en esta búsqueda y esta busqueda blemas actuales del psicoanálisis .
Yerctactera dificultad consistirá en encontrar los pro
283
La Francia freudiana en todos sus estados

Mientras tanto los d imisionar ios de la EC F siguen reun iéndos e sob re la base de
una violenta opos ición a la política institucional de Miller. No es posible real iza r ningu na
unidad entre est as diferentes ten dencias del lacan ,smo representadas ya sea por
alg unos viejos, ya sea por las gen eraciones más j óve ne~. _La primera in iciativa de
funda r un grupo emana de una agrupación com pue~ta por c1_1 n1cos que atravesar~n por
diferentes razon es la experienci a del pase. Reun e a D1ane Chauve lot, Chnst ,an
Simatos, Claude Dumézil, Je an Allouch y And ré Rond ep ierre a qu ienes pronto se une
Claude Cont é . El 12 de febre ro , envían una ca rta púb lica 107en la que se llama a la
creació n de "Carte ls constituants· . El interés de esta iniciativa es most rar que , con
posterio ridad a la ruptura, sólo es posib le crear una organ ización co lect iva, en la que
nad ie pueda invocar una posición de maest ro. Por ello es por lo que se prefiere la noción
de agrupación a la de asociación , escue la o soc iedad. El grupo recupe ra así un
elemento importan te de la concepc ión lacan iana de l lazo soc ia l. Esta creac ión tiene
también la ventaj a de no ser una fabr icación antimilleriana apresurada.
Frente a esta iniciativa , Melman, Clavreu l y Faladé reacc ionan en sentido contrario
fundando , e l 7 de ma rzo, un Centro de estudios e invest igaciones freud ianos [Centre
d'études et de recherches freudiennes (CERF)J, que estalla rá un año más tarde por
habe r sido conceb ido sobre la base de un aj uste de cuen tas antim illeriano . De esta
alian za contra natura entre tres barones incapaces de entenderse , nacerán tres
asociaciones dist intas centradas en sus respectivas personas y que cong regan~ una
parte de sus alumnos : la "Associat ion Freudienne " de Cha rles Melman, la "Ecole
Freudienne • de Solange Faladé y la "Convent ion Psychanalyt ique • de Jean Clavreul
con Moustapha Safouan y algunos otros oofundado res .
Mient ras que las diferentes tendenc ias surgidas de la Causa se atom izan cada vez
más , la ECF no pierde su tiempo. En el plano editorial, la emp resa mille riana cobra el
aspecto de una potencia expansiva basada en el predom inio de una gest ión familiar :
los tres Miller , Jud ith, Jacq ues-Alain y Gérard, son los jefes indiscutidos , aunque la
noción de jefatura esté exclu ida en nombre de las de "causa • o "red ' . En abril aparece
una magnífica revista , la primera en su género, cuyo objetivo es poner a prueba la
interpretación freud iana en el ámb ito de la cultura de los medios de info rmac ión: mirar
la actual idad bajo una luz nueva y segú n una pers pectiva de desc if ram iento de sus
sign ificantes. La revista se llama L 'Jne y su nomb re fue forjado a parti r de un juego de
palabras : lana alistes . Gérard y Judith son sus princ ipales responsables y demuestran
poseer en este asunto un asomb roso talento period ístico. Desde el primer número , bajo
el titulo "Ephémérides· , Catherine Clémen t explica de qué manera concibe su modo de
intervención en la revista. Originalmente, la idea de esta crónica pertenece a Jean
Laplanche, que deseaba verla en Psychanatyse al'uni versité. Pero como el consejo de
redacción de dicha revista prefirió que se trataran sobre todo los trabajos del grupo,
Catherine trasladó la experiencia a las colu mnas de L'Ane camb iando tota lmente la
perspectiva . Hará una crónica de todas las actividades del mundo psicoanalít ico
excluyendo las que pertene<..6na la ECF y sus representantes 1oe
Con esta iniciativa , Jacques -Alain Millar y sus segu idores están ahora a la cabeza
de u~ imperio orientado hacia cuatro ejes : implan tación editorial , sociedad psicoanalítica ,
bastión universitario , organización con objetivos inte rnacionalis tas. En vísperas de su
muerte, Lacan habrá ido pues estableciendo progresivamente el instrumento temible
de su mayor desquite contra los que lo hab ían desterrado y humillado. Pero el precio
que hay que pagar es elevado cuando sabemos lo que ocurre con el poder imperial en

284
/a freudiana de Parfs: la catástrofe
LSf5CtJ6

. toria del psicoanálisis. El lacanismo millerian


18~~ el esplend~r d~ la EFP de 1964 -1974: unid~;~ mpió el pa?to con lo que había
~ebase,rnonarq~,a directa, re:p eto a las personas Y I~~ d1vers
0
1dad, democraciaen
la la continuación de diez anos de una magníf' dent1dades . Esteesplend
era . . d 1ca edad d or
trede la esc1s1 6 n e 1963 . Era su destino ser . e oro, puntuados por el
desas rt'd · e11meraco
eesetipo.Con Ia pa I a mas,v_a de los viejos, la ECF u mo todas las aventuras
ó rtantesque le son necesanoos para su buena m q ~d~ privadadedoselementos
im~ el otro la formación clínica. Para formar tera ea;c a. por un l_ado la democracia
r:a sociedadpsicoanalítica necesita por lo menospdi as y tran_sm1t1r una enseí\anza
viejosformados por sus "~adres" y tos jóvenes lormato;e':;~cion~s de prácticos: los
ECFcarecede ellos. As1 que sus miembros están c ~ os vie¡os.Ahorabien,la
nuevo,es decir a analizarse entre ellos, especialmen~ne~~~~~s a inventar todo de
cont rolarse entre ellos y vivir en autarquía en los engrana¡·esd os pnmeros_tramos,
.. t · t e un aparato, sin poder
remitirse a maes ros que vivan en re e11o~. Vale decir que son doblemente huérfanos·
delantepasadoque ya no está para guiarlos y de los hijos del antepasadoque 10;
desapro~aron , después de haberlos formado, analizado y apoyado. Esta falta de
filiaciónti~nealgo trágico, como trágico es que se borre un eslabónen la historiadeuna
genealog1a . Y sin duda no es casualidad s1la primera consignade la ECF, dos meses
después de la muerte del maestro, se sitúa bajo los auspicios de un granretomoa 1a
clínica anunciadocomo una gran desaprobacióna la generaciónanteriory la glorificación
deunLacaneternizado en la práctica de cada uno109.
Pesea su triunfalismo y su falta de democracia,la ECFes,desdesufundación, una
instituc ión conmovedora en la que unos hermanos jóvenes e intransigentes, pero
también fogosos y dispuestos a devorarse el mundo, dirigen a los más pequeñosque
delavieja EFPsólo conocen los horrores de la disolución. Estos"pequeños'asistieron,
espantados , a la desbandada de los barones sin comprenderel por quéde ta huida. Al
nohabersido miembros de la vieja escuela, no saben nada de su historia. Pero,para
ellos,los hermanos mayores aparecen como los verdaderosposeedoresde una
enseñanza lacaniana que, por haberse convertido en milleriana,es tambiénmásfácil
detransmitir, menos barroca, menos equívoca, menos recargadade los fastos ~el
renacim iento. En cinco años la ECF va a reconstituir el eslabón perdido con la partida
.. ' . nuncaconocieronatmaestro
de1osv1e¡os Por esto Millarocupará para los J6venesque .
· • é 1 aralasotrasgeneraciones .
ensuespléndidamadurez, elluga r que antes ocupara se PdO erto. Hayuna lógica
Serála encarnaciónracionalista de la palabra del antep~sa m~tsilencio que Millar
enesteproceso puesto que Lacan quiso, antes de hun irse en '
tuerael transcriptorde su obra oral. . . "Cartelsconstituants· no tardan
S, bien ta ECF galopa hacia ta omnipotencia, l_os uyo primer número aparece
I
end~smembrarse. Con la creación de la re~1stª Litara, _c te rantesde la EFP,tiende
almismotiempo que L'Ane 110 . un grupo de ¡óven_es, ~ in L; Gaufeyy Érik Porge. Se
ªnuc1earseen torno a Jean Allouch, Philippe Jullen, uy que en el del materna.La
interesan más en el último Lacan del nudo borromeanotraba¡·o doctrinal serio. Tras
rev¡t . ·denc1a un f d
un s a, que será seguida por una colecc16 n, ~~ to de tas agrupacionesp~ra ~n ar
afiode discusiones abandonarán el mov,mien . e de psychanalyse, primera
Posteriormente su propia Sociedad, la "École 1acan1e~: entes, en enero de 1983se
~~ ese nombre. En cuanto a las agrupaciones const •it~antsdel'ana/ysefreud1enne
""'1ve ..· án . -6 . "Cartetscons"
'(e • ,ir en una verdadera asoc1ac1 n·
CAF)
285
La Francia freudiana en todos sus estados

Al morir Lacan , en setiembre de 1981, cuat ro componentes del lacanismo ya se


reparten el terreno de la vieja Causa freudiana: la ECF en vías de expans ión, la revista
Litoral en busca de identidad instituc ional, las agrupaciones constituyentes en vías de
división y el CERF en vías de explosión. Las dos prime ras son las más jóvenes .

286
Epílogo

Aimée muere e l 15 de ju lio de 1981, en la fe cristiana a la edad d h


· ·á , eoc entay nueve
años· Lacan le so b rev1v1Gr apenas
· dos meses · A fines del verano , de vacaciones
- en
Guitrancourt, solo con lona, padece
. . hemo rragias · El tumor abdom· ma1 provoca
oclusiones en cadena ~ se hace indispensab le operar. El maestro es entonces
hospitalizadode urgencia en la clínica Hartmann de Neuilly, donde su madre había
muertot_reintay tres años antes como consecuencia de una intervención quirúrgica.
Para eVJtarmd1screc1ones, rumores y curios idades malsanas, la familia decide no
mencionarel nombre del enfermo en el registro de internaciones. Así, Lacan se instala
ensu última morada con el apellido de su médico. Se eligió ese nombre por comodidad.
Letiene miedo a las inyecc iones, cas i no aguanta a las enfermeras y espera la fecha
de la operación. Ésta se desenvue lve norma lmente. Al despertar, el cuerpo está
indemne y sin dolencia. Pero algunos d ías después Lacan entra en coma por
insuficiencia renal. El miércoles 9 de setiembre , por la noche, muere después de haber
pronunciadoalgunas palabras: "Soy obstinado ... Desaparezco.• Muere con ~n no~bre
falso:este habrá sido el último destino de este gran artesano de la funetóns,mbóhca1.
A la mañana siguiente, la noticia se anunc ia por la radio. Entre los laca~ianos,
circulan los rumores más locos. Algunos, muy escasos, piensan que los enemigos de
lacan consiguieron infiltrarse en las ondas para hacer creer en s~ muerte._otros tratan
dedisimular lo más posible la triste rea lidad. En Europe 1, el animador afirma qu~as
malasnoticias se suceden· "Lacan ha muerto y llegan nubes por 81oeste.' Por la no e,
· · d L aína dan del pensador una
en Antenne 2, algunos extractos de la conferencia e ov -Culture sabrán construir
imagen incomprensible . Sólo la prensa esenia Y Franca
documentossólidos. . . . de Millar donde Lacan residió
El mismo día, e l cuerpo es tras lad~do al _domicli~ounacamaparahacerteelúltimo
nd0 8
durantelos últimos meses de su vida. Alh se 10tie ndirle homenaje. La fecha de
~eo Y a algunos militantes de la ECF se les autoriza! ~~nocerá con posterioridad por
as exequias no se anuncia públicamente Y 81lug~ sfestejar los cincuenta años de su
la agenda Le Mond&-. El viernes, cuando acab~ ªara celebrar una misa en memoria
entradaen el convento, Marc-Fran<;:01sva a Pans p 1 . lesia San Francisco de Sales,
desu difunto hermano. La ceremonia se realiza_enLª~~raparte de la familia no acude
ª
enpresencia de los hijos de Marie-Lou1se 810nd1n. bargo una vez. en una bravata,
~ 1 cita. El cuerpo tampoco. Lacan era at~0 - ~in em
ª ' .
abia sonado con grandes funerales católicos · ñ n 81cortejo fúnebre por el camino
. El Sébado, una treintena de personas acom~~it~ancourt. Entre los parientes, hay
Yecinat que lleva al cementerio campesino de
287
Epílogo

amigos de Sylvia: Michel y Louise Lei~s'. ~uzanne M~r leau-P_onty: Por los allegados :
una simp le delegación de la ECF. N1 v1e¡os companeros,_ n1 amigos pe rsona les, n1
personal idades notor ias de la saga freudiana. Marc-Fran90 1s no se desplazó para ese
adiós laico donde se encuentran los miembros de la familia en pleno : Laurence Bataille,
Judith y Jacques-Ala in Millet, Thibaut y Sibylle Lacan. De lante de l ata_úd, Th ibaut hace
un breve elogio de su padre mientras que Jud1th, muy p_állda, anuncia que el hombre
ente rrado allí es su padre. Un periodista de Mantes -la-.Johe saca algunas fotos. Sa ndra,
la hija de Laurence , rompe en sollo zos. Lentamente, el_cortejo sube hac ia_lo alto del
cementerio donde una lápida de piedra gris cub re para sie mpre _c1nc~enta anos de una
fab ulosa historia . Todos tiran una última flor y se dispersan en s1lenc10. Sobre la tumba
que se orienta hacia la col ina y domina el pueb lo , unas simp les palabras están inscritas
en letras de oro: Jacques Lacan, 13 de abri l de 1901 - 9 de setiemb re de 1981 .

Libération y L 'Humanité son los únicos dia rios q ue ded ican la pr imera página
entera a la muerte del maestro. Ju nto con Jack Lang, Ministro de Cultura, Georges
Marcha is es el único dirigente de u.n partido que manda a la fam ilia un telegrama de
condolencia: "Con él se apaga un gran pensador conte mporáneo. Su nombre queda
ligado a la profund izació n de la teoría psicoanalít ica . Sus tra bajos, q ue influyeron en
toda una generac ión de intelectuales, favorecieron así un verdadero auge de esa
disc iplina en nuest ro país y más en general marcaron todo el movi miento de las ideas.
Más allá de las controvers ias que suscitó, perma nece el aporte de una obra que
cont ribuyó a l renombre del pensam iento francés . Por esta razó n, venero la memoria de
Jacques Lacan• .'En el informe que publica L'Humanité , Lucien Bonnafé rinde home-
naj e a quien fuera para él un val ioso interlocuto r después de la liberación. Por su parte,
Jean -Pierre Léonard ini compa ra el estilo de Lacan con e l de Mallar mé y menciona el
nombre de Louis Althusser con respecto al episod io del hote l PLM Saint -Jacques .
Si el dia rio d el PCF hace un elogio grandioso de quien no fue jamás favorab le a su
política, Libération elabora un número especial explosivo . El título es lacaniano a más
no poder, admi rable por el humor y eltalento per iodístico: 'T out fou Lacan"." Bajo este
lema adaptado a los años ochenta, una fotografía represen ta a l maest ro de perfil, con
el mentó n apoyado en la palma de la mano. Da la impres ión de estar contempla ndo con
curiosidad un gran bochinche de protestadores. Aden tro, múltip les crón icas recuerdan
la aventura surrealista, las escisiones, Víncennes y mayo de 1968. u na ser ie de juegos
de palabras van puntuando el informe : "Lacan tait le mort comme tout le monde . Lacan
n'estplus, queLacanméme. Lacann'estplus, queLacanm'aime . Lacann'estplus, que
la quand méme. ••
S~ hab l~ de Gloria González, de psicoaná lisis y de Pierre Go ldmanns. Libération
es el un1co d1ano que da cuenta del carácter barroco del personaje, su doctrina y su

• :rex~ualmente dice '_'Comple_tamente


loco Lacan"; tamb ién tout-fouen lenguaje familiar
significa muy movedizo y excitado. Camb iando una letra a fou tenemos teuque significa
difunto.
•• Textual mente: "Lacan se hace el muerto como todo el mundo . Lacan no está más,
¡qué Laca~ éste! Lacan no está más, que Lacan me qu iera . Lacan no está más, igual
está aquí . Se Juega con la pronunciac ión.

288
€¡)109°
1

1único en la vida intelectual francesa. En 1981


p3Prrfcadas es pues lacani ana: por su lenguaje su es'lta l extremaizquierdasurgida de la

salvaj ismo en.la manera.. de capt · ar 1os significantes
· ' 1 º·
del sus¡
a ·uego . s_de palabrasy cierto s
comunicación. Los h1¡os del maoísmo se recono . contec,m,ento de los medios
de pecto a la ·1 · cieron en la 1·1 9 d
intratable con res s ' u~1ones d~ la revolución. ura e este maestro
Sin estar redactado en estilo lacan,ano el in!
destacab · a Cath enne
le, gracias · Clément que' fuorme de Le Mat·in es no obstante
I
personaje preocupado por s u propia representació~ a umna del maestro: "Era un
propiaspuestas en escena. Su sem inario, primero en "s:~~ n_ be- , cuidadosode sus
por último en ,uno de los mayo res anfiteatros de la un·1vers1 ~ Anne, luegoen la ENSy
panteón,reunia en torno as u nomb re a centenares de dad de París I, cerca del
aergso n en el Collége de France . Era una fuerza un :~:as,comoan tañolo hiciera
hombre generoso de generosidades imprevisibÍes· con r I er ª ve?es caprichoso; un
• • t , recuenc1aun terror y por
úttimoun ps,coana11sa con una escucha maravillosa Le hemos d . d ·
. . · a mira o, adorado
hecho.burlas . .a veces ; ,rntaba, pero la. fuerza de su palabra y de su pensamiento . se'
imponia,inspiraba respeto, como decimos, a todos.• Catherine Clément n 1 ·d 1
· d · 1· - . o o v1 a e
movimiento e mu¡eres Y so 1c116 testi~ onios a Antoinette Fouque y Héléne Cixous:
"Lacanfue un práctico -escri be Anto,nette- y considero un privilegio inolvidable el
haberpodido disfrutar de un trabajo analítico con él. Es a lo que en todo momento de
desierto cultural me remito com o a un punto de agua, un punto de vidas:
Muy distinto es el informe de Le Fígaro, publicado en la contraportada. Al ladode
un artículo confuso de Bernard This sobre los nudos, el cronista Bernard Bonilauri
presenta a Lacan como a un sádico que trataba a sus pacientes con una inmensa
cruelda d7. Por su parte, Le Quotidien se muestra objetivo. Pierre Daix recuerdalas
batallasde Lacan contra el conform ismo y Jean-Marc Benamou, citando a Bernard-
HenriLévy,destaca el lazo que unía al maestro con la IPS.En Le Monde, RolandJaccard
seabstiene de tomar la pluma y es Christian Delacampagne quien se encargade hacer
un informe positivo del pensamiento lacaniano. André Green Y Oct?ve Mannoni
publican cada uno una necrolog ía redactada de antemano. Una_es cnt:,ca Y la .otra
elogiosa. Todo el informe es inodoro e insípido. No obstant~, rectifica los ª:rores del
otoñode 19799. Para mantene rse aún más neutro Y sin pasion, el d1anop~bhca, cuatro
díasdespuésdel suceso , dos testimonios a guisa de "a lavor~y "en contra · Unoª~::
deAlain Didier-Weilly el otro de Colette Chiland, que no se priva, unrt~ velz md:s~~a n era
lague . . d . e· "La práctica muy pa ,cu ar
rra sin cuartel al enemigo e s1empr · . . 1 c·ón de la transferencia,
ª
1
unaperversión del psicoanális is por la seducci~n, mampu -~-~ en discurso sobre el
la mentira. [...) Con Lacan la teoría psicoanallt1case conv110'.
.
psicoanáhs,s. .. ' d I s Escntos
El paciente es el gran ausente e O de la misma maneraque los
. .Lossemanarios informan sobre la muerte de Lacancomunistas, ninguno de ellos
~,anos. Excepto Révolutíon, órgano de los intelectuaiit~rmes más nutridos y mejor
8d1ca _su portada al suceso . Sin embargo, losela rensa llamadacultural. Apa_rte
COnstru1dos provienen de la prensa de izquierda O d PL·ttéraires son los más proluos
de ~évo/ution, Le Nouvel Observateury Les N~uv~~:: d~ Serge Leclaire Y Fran9oise
Yreunenlos textos más interesantes, con testimo . 1Gauchet quien se encarga de
Oolto. En L'Express por el contrar io. es el filósofo ~~rc~or En la Franciasocia:ista del
sepu11aral maestro 'con un tono de desquite s1mpl~flc:ons~rvador que se des~rrollará
::tnnayo 1981, anuncia asi el tono del gran v,ra¡:n tiestructuralistas producidospor
tro al\os más tarde con los ajustes de cuentas
289
Epílogo

los adeptos de l neopositiv ismo a lafra ncesa 11. El Lacan de Gauchet se parece de a hora
en ade lante a un pensador esotér ico portador de un heideggerian ismo dudoso ,
asimilado por su parte a una filosofía llamada despect ivamente "a lemana ". De paso es
comparado con un buscó n de clientela, medio stalinista medio maoista , digno de figurar
en el mismo grupo de Jau res y Moulin: una especie en vías de extinción .
En 1939 , en vísperas de la guerra , la muerte de Freud era celebrada en la prensa
francesa con un hatajo de tonte rías . Sólo Marie Bonaparte , rep resentante oficial del
psicoaná lisis para la opinión pública, defendía la memor ia del sabio j udío y austr íaco
perseguido por los nazis 12. Con la muerte de Lacan , ocu rrida cua renta y dos años más
tarde, la sit uación se ha invertido. Francia se ha vuelto fr eudiana por la izquie rda, la
literatu ra, el comun ismo y el izqu ierdismo. A l mismo tiempo se h izo lacan iana. El hatajo
de tonter ías prov iene menos de la prensa escrita q ue de una intellig ents ia que de nuevo
se ha vue lto antifreud iana o de psicoa nalistas empec inados en destruir el lacanismo.
De manera genera l, los periodistas cumplen correctamente con su traba j o. En cambio,
y salvo pocas excepciones , los testimonios de los intelectua les y los terapeu tas son
lamen tables . Los grandes nombres de la saga, tercera generación , brillan por su
ausenc ia, los epígonos por su fanat ismo, los nuevos pensadores por su simplismo y los
adversa rios de siemp re por sus vocife raciones . Prueba de ello, si fue ra necesa rio, lo
constituye esta pasmosa respuesta que da Paul Racamier, presidente en ejercicio de
la SPP , a un periodista de Libération : "El presidente no puede ser molestado. No se
puede tratar a los psicoa nalistas como si fueran garaj istas, aunque sea por la muerte
de Lacanu.·
Visto desde Estados Unidos, el acontecim iento ocupa unas líneas del New York
Times. Inmed iatamente desp ués de la muerte de Laca n. e l lacanismo ha ganado pues
"su" batalla de la implantac ión francesa del freudis mo. Le falta conq uistar el mundo.

290
Cien años de psicoaná lisis: balance

Esdemasiado pronto aún para hacer histolia de la situac·ión fra d .


·· 981 1985 N · • ncesa e1ps1coa-
náhs1s entre 1 Y . o obstante, cien anos después del encuentrode Freud y
Charco! y cuatro d~spués de la muerte _de Lacan, hay algo evidente: la doctrina
treudiana_e_stá floreciente en todo el ternto_nonacional. Este desarrollo va acompañado
deunacns1spasa¡era, puesto que la multiplicación de las escuelasy el númerode los
terapeutas .lleva a que se distribuyan ~e diferente maneralas solicitudesdecuralo que
dala1mpres 1ón deque estuvieran d1sm1nuyendo. Concuatrocientosdieciochomiembros,
la SPP es la sociedad ipista más pujante del mundo. Está enfermade gigantismoy
puestabajo vigilancia. En cuanto a la APF, está por el contrarioamenazada,si no de
extinción,al menos de estancamiento. Es más bien sana por lo que respectaa su
gestión.La Francia de 1985 cuenta con cuatrocientos setenta y ocho psicoanalistas
reconocidospor la IPA, a los que se agregan centenaresde alumnos que no están
inscritosen ninguna lista. Por lo que respecta a los lacanianos,más numerosos,y los
no lacanianos, ajenos al imperio, la c-ifra gira probablementeen tomo a los mil
seiscientos,a los que se agregan tos no inscritos. El florecimientova acompañadode
algunaspérdidas. Al institucionalizarse cada vez más, el psicoanálisis se s~paróde las
grandesaventuras culturales que antaño le habían aportadouna fuerzae¡emplar.Ya
nointeresaa las vanguardias literarias y alimenta cada vez menoslos_debatesteóricos·
Enunapalabra tiende a ser de nuevo una simple terapia del sufnm1ento.humano.De
ahíelsentimientode malestar que reina en algunos de sus representantes,preoe;u~ados
t . · ta JacquesLacanes e 1unicoen
porconservarleuna imagen noble y poco corpora ivis · t t
F · . · · és Debeese papela su 1a en o
ranciaque devolvió ese rostro al descubrimiento vien ·desu novelade juventud.La
personalpero también al carácter surrealista Y ko¡eviano
retundi_ción estructuralista hará el resto. Sus e~ alu~t::~ ~::u;o rt·darios son hoy en día
surgimientose hizo
losrne¡oresrepresentantes de ese freudi~mo inte~fmir Granoff,J.-B. Pontaliso Serge
responsable: Jean Laplanche, Didier Anzieu, Wla ero todosquedaronmarcados
Leclaire.
P<>rsu
Todos rompieron con él, por divers~s razones J puésde ellosy paralos años
lugary su enseñanza positiva o negativamente. essbastionesde la reactivación
OChe . . ' . u manera 1o .
nta,los lacan1anosm1llenanosocupan a_s . . al sino colectiva. Está articulada a
~ unaaventura así. Para ellos, ésta no ~s 1nd1vidu b ca en la constitución de una red
_arevoluciónde los medios de comunicación Ydesem o sin impulsodoctrinal.Esa
llltemacionalcapaz de rivalizar con una IPA poderosa pielrPoA se apropie de la doctrina
red • . . · pedir que a T
de expansivatiene como principal obJet1voim cuando estaba vivo: un magni ico
6
un maestro muerto cuya enseñanza rechaz
291
Cían años de psicoanálisis: balance

desquite de las humillaciones de 1963. El lacanismo se lo debe a Jacques-Ala in Miller


que puso en práctica, desde 1980, esta estrategia de reconquista .
Para la dirección de la IPA, tal como lo demuestra la increib le dec larac ión de Adam
Umen tani efectuada en 1984, la expans ión lacan iana en el mundo es tanto más
peligrosa cuanto que ahora abarca la zona ang loamericana, donde los sem inarios de
Lacan van a ser trad ucidos, antes que los Escritos,en la editorial que pub lica las obras
de Freud . Miller no tiene necesidad de "apoderarse " de Europa o Londres para hacer
fruct ificar esta expans ión. La Fondation du Champ Freudien, indepe ndiente de la ECF ,
le basta . Tre inta y tres grupos en e l mundo están afiliados a ésta 1. La situación más
compleja, más agitada y más proliferante es la de los latinoa mericanos que tan pronto
adhieren a la Fundación como rechazan el "colon ialismo· milleriano sin por eso operar
un retorno hac ia la IPA cuya dirección se comprometió con las d ictaduras, especialmente
por intermedio de algunos de sus prácticos loca les. En ese continente, el lacan ismo, sin
dist inció n de tendencias, está ahora mejor implantado que el imperio neofreud iano.
Ser ía erróneo cree r que el internaciona lismo lacaniano pueda un día parecerse a
la IPA. No sólo no hay ninguna simetría entre estos dos imperios que ahora se enfrentan
en el escenario internac iona l, sino que probab lemente no la haya nunca . Hoy en día la
IPA sigue siendo un Komintern burocrático y centra lizado que debe su unidad a la
impos ición de cierto número de normas tipo y a un sistema juridico preciso que ha
vac iado a l freudis mo de su substanc ia. Esta inte rnac ional saca su poder de su historia:
fue creada por Freud y con su apoyo, aunque Freud nunca haya asu mídoe l mando. Muy
diferente es la internacional lacaniana : no es la obra del maestro sino de sus herederos,
de su familia. En vida de Lacan se crearon muchos grupos en los países de cultura latina
con la forma de escuelas freudianas locales, a veces directamente ligadas a la persona
del maestro. Estos grupos no estuvieron afil iados a una Fundación del Campo
Freudiano sino a partir de 1980- 1981, en una época en la que La can estaba agonizando .
Esta fundación no impone ninguna norma tipo para la práctica analitica o la fonnación
de los terapeutas. Reconoce "redes", o favorece su creación. Se basa en la adhesión
a una doct rina y no en el respeto a unas reglas tecnocráticas. Es pues más flexible que
la IPA, aunque a priori rechace el eclectic ismo. De modo que su propensión al impe-
rialismo se verá siempre amenazada por un escisionismo interno, inherente a la historia
fragmentada de l lacan ismo.
Al ser primero una empresa milleriana, la internacional lacaniana será forzosamente
más impugnada que la IPA, legiti mada durante treinta anos por la presencia fisica de
Freud. Paradójicamente, la Fondation du champs Freudien debe su fuerza actual a su
fragilidad. Cuanto más un coloso se apoya en pies de barro, más puede moverse o
transformarse con la historia a la vez que se va extendiendo de otra manera . El futuro
dirá si esta fundación puede aceptar la autonom ía de los grupos que invoca n el
lacanismo y se unen a ella o si, por el contrario , favorece una política centrada en un
catecismo jacobino. Por ahora, es más bien el catec ismo lo que domina las empresas
millerianas .Ante esta impresionante expans ión del lacanismo, en el corazón de la IPA
se notan reacciones espontáneas de reconq uista ; un ejemplo de ello lo const ituye la
"lntemational Freudian Foundation for New Perspectivas in Psych oanalytic Research"
que crean en 1985 unos neoyorqu inos no médicos. Esta fundación se propone reunir
todas las tendencias del freudismo del mundo, incluso a los lacanian os de diversas
obediencias. Instalada en Francia con un miembro de la SPP como coordinador
europeo,Alain de Mijolla, organiza su primer simposio clinico en Paris en junio de 1986.

292
-
05 de psícoanálisís: balance
ciBnsn

1reúne a miemb ros de todas las sociedades · J


¡\Schel
1 de M'Uzan por la SPP , J. -B. Pontal is P~r fJ<tp~ac Doug_all, André Green Y
M11 ,.,,e des Psychana lystes y por último Maud M '. Fran901sRoustang por el
CO"1'f d b t t annoni por su .
érrninodelos e a es.seo orgaunprem ioalmejorcaso I" . propia escuela. Al
t-uegará el día en que veremos florece r césares ó e inicoa lvencedordeltorneo.
~sieoaná lisis? Sea como sea, por intermedio de esta f~~~=s O premios Goncourt del
i batalla por un nuevo reparto de las zonas de infl ~Ión, se entabla en Francia
ªur idos de la diso lución de la EFP. Lo que se ·ue u:~c ia en los diversos grupos
~aJlnismo milleriano . Los lacan ianos de las otras t~nJenci! ªtora en adelante es el
tresactitudes: el retorno a un imperio más "liberal" y abiertosa:~drá~ que el~gir entre
maestroque ya no resulta mo lesto , la neutral idad sin internac·1 onrªa1ªs
a doctrina de un
" '· " ·11 · 1 mo organizado o
la alianza cnt1ca con un m1 ensmo que posee su propia red mundial.
Paralelamente a la avent~ra de re_activación cultural que se desarrolló en la EFP,
la experiencia de Confrontat,on, surgida de una disidencia de la SPP, intentó una
trayectoria idéntica, co~ la~ obras de Jac~ues Derrida y Nicolas Abraham como polos
dereferencia.La experiencia de¡ó de existi r, pero las publicaciones sigueny la actividad
de René Majar en el College Internat iona l de Philosophie prolonga el espiritu de
Confrontatíonen los años venideros . Por este lado también se destaca el continente
latinoamericano.Varios grupos host iles a la IPA invocan el espíritu de Confrontat ion,
es decir de una forma no institucionalizada de psicoanálisis, antiimperialista y de
inspiraciónliberta ria .

El desarrollo de las corporaciones es la consecuencia lógica de una historia que


durantecincuenta años se desplegó en to rno a Jacques Lacan. Por esta razón, su
muerte acaecida en setiembre de 1981, cuatro meses después de la llegadadde1ª
' al poder , hace soplar un ver dadero v1
izquierda ·ento de párnco en las filas e 1a
comunidadpsicoanalítica francesa. d padre del que se sintieron
Desperdigados en la naturaleza Y.ya huérfanos e _un so antes de la muertedel
I
desposeídos,los lacanianos son los pnmer?s en agita;.~~ u hacia octubrede 1981,
O
maestro,el espantajo de un "estatuto del psicoanáhsis · se f!n;ginan que el gobierno
los imitan sus colegas de las otras instituc iones, que ocimiento que pasaría obliga-
Socialistaintenta comérse los crudos urdie ndo un reco~ obtención de diplomas. La
toriamente por la adhesión a una asociació~ _Y po~ ªSalud Pública comunista, la
st
presenciaen la cumbre del Estado de u~ ~irn ro l~s problemas ligados al p~go
transformación de la situación de los psiqwat~asn~ psicólogosalimentanenseguida
ObligatoriodellVA para los terapeutas no médico Yparecer en su puerta un guardi~
eserumor extravagante, en el que todos ,~:ndi!ntes . Hoy es posible determinar e
bolehevique,que lleva unos estatutos _entre_·nerario. e Charles
ongende este rumor y descr ibir su ag1ta~~~t~con el envío de.un_acartaudese están
M Se define claramente ..en enero de or ejemplo, las negociacio~fí~i! (el Instituto
elman a Claude Conté. ¿Aprue?~ 5· P O O
qve se hizoª un P . oanalistas, es
levandoadelante con Lebovici , solicitud de ª~a~ la condición de los{os~~éstos? ¿Esto
Yla APF al corriente se mofan) para reglame ·ón Y reconoc1rn1en
,t._,_ la d en la formac 1
-w Primerainjerencia del Esta o
9881
nuevo lacanlsmo?2" 293
Cien años de psicoanálisis : batanee

Durante los meses que siguen, el rumor toma un vuelo extrao rdinario. En
noviembre de 198 1, Jean Cournut le sale al paso en un texto introdu ctor io a un debate
relativo al primer número de la revista Psychanalystes:" Un chisme , un rumor, inquietud
y fascinación: el mundo de los analistas, dub itativo pero más bien en contra, se interroga
sobre la eventua l regla mentación media nte la cual, como puede llenar le e l ojo , ya se
ve destru ido. Se habl aba de esto desde hace años, desde que el ant iguo régimen,
olfateando la veta fisca l, empeza ra a someter al IVA a los no médicos no psicólogos y
a contro lar intensivamente a los otros . Más recientemente se preguntan si un gobierno
s~cia lista no será capaz de tomarse a pecho , y como prima, el moral izar un ejercicio
cuya reputación por ser demas iado liberal como dicen , puede convertirse en silvestre ,
y unas asociac iones acerca de tas cuales las mismas malas lenguas afirman q ue
lanzándose a nate mas, se olvidan de verificar si su f unciona miento es realmente ...
¿cómo se dice?: democrát ico3 ."
En esa época , y aunque el gob ierno social ista tie ne otras cosas de qué ocuparse ,
e l rumo r se acentúa aún más , e n ocas ión de una asombrosa broma de la que participa
Jean -Paul More igne env iando a cinco personal idades distintas del mov imiento , entre
ellas Va labrega , Donnet , Sédat y Major , un docume nto redactado por él. Intenta alertar
al medio sobre el peligro del Estado. Ahora bien, el texto es lo sufic ientemente ambiguo
como para hacer creer que habría una negoc iación en curso entre su auto r y unos
hipotéticos "poderes públicos " con miras a concretar la famosa regla mentación . Como
More igne es m iembro del CERES , todos se imag inan entonces que los "socialo-
comunistas " quieren apoderarse de las sociedadesfre udianas. El documento comprende
cuat ro pa rtes: una carta de presen tación, una propuesta de ley refere nte al psicoaná lisis
en Franc ia, un proyecto de decreto de aplicación relativo a un "co nsejo superior del
psicoanális is", que por supuesto carece en absoluto de existencia, y un cuestionario
que las asociac iones deben llena r para solicitar el reconoci miento ministerial4 •
More igne envía este docu mento en enero de 1982, e n e l mome nto en que sale el
libro de Ctaude Dorgeuille, La Seconde Mort de Jacques Lacan, que cont iene la carta
de Melman . El rumor se encuent ra en su apogeo y empieza a obsesionar las mentes
a la manera de la ballena blanca del capitán Achab. Se opera una confusión entre reales
problemas tributarios y fenómenos alucinatorios. Esta confus ión puede además llevar
a las asociaciones ps icoan~lít icas a ade lantarse a las exige ncias imaginarias de un
Estado identif icado con un ogro y reclamar ellas mismas la conces ión de un reglamento .
En efecto , no es extraño ver a Guigno l llama ndo ansiosamente al comisar io cua ndo el
comisario no quiere dar le una tunda .
Asi están las cosas cuando sale a luz un proyecto completamente real . En marzo
de 1982' Jean -Pierre Chevénement , ministro de Estado encargado de Investigación. Y
Tecnología, confía a Maurice Gode lier, un etnó lo_gomarxista , una misión de estudios
sobre las cienc ias humanas. Gérard Mendel , miembro del CERES y de la SPP, se
encarga del sector psicoanálisis . Se procura operar reformas de est ructu ra en lo que
se refiere a una posible introducción de la inves tigación psico_~nalítica en et_CNRS . Se
preven tres partes . La primera tiene como ob¡et1vo la creac 1on de mslit uc1ones para
y
psicóticos, la segunda se re!ie re a la Univers idad la ~ercera, _másindef inida, tiene -
según paree&- el objetivo de financia r 1nv~shgaciones vinculadas con algun~s
asociaciones psicoanalít icas. Un proyecto as1 no tiene nada que ver con ningun
reglamento pero impl ica, de tacto que el Estado reconoce algunos grupos más sólidos
en detrimento de otros. En consecuenc ia la ballena blanca surge una vez más del

294
, de psicoanálisis: balance
c;en 05
811
o y todos consideran el proyecto un . t
oeéan . b 1n ente de · .
·coanálisis. Sin em argo, se abre el debate más in¡erencia del Estado
psi , d. . serenam en el
. teresadasse reunen para iscut1r. Todavía no ha . ente Y las distintas part
1n Aunqueeste 1n · tento h aya mostrado que el Est dsalido a Iuz nada concretos es
· ,· a o no pe b ·
comunidadps1co~na11t1ca francesa durante d _ nsa a fijar un reglamento
1ªspantapájaros favonto. En mayo de 1984 la re . ots anos más sigue agitando su'
e 1 . ál' . , vis a Le Bébatd d'
ei·ercicio de ps1coan 1s1s en Francia. Con la I e 1ca varias páginas
al . l r1· . .
blancavue1ve asa l1ra a supe 1c1e. Sin apoyarse e . .
p urna de Robert eastel, la ballena
másmínima prueba, el autor anuncia que los "pod n nin~un do~umentoni aportar la
¡amoso estatuto. No dice qué "poderes públicos" e;es pubhcos están elaborando el
Luegopintaun cuadro apocalíptico de la situació: fr~~::s fehcita de _la _feliz iniciativa.
segúnél de una multitud de groupies, desempleados t ª del movim1ento,_tormada
autor ización,cuya eliminación desea en beneficio de 10; h~i -f~u~asª la denvao sin
no lacanianos. Castel atribuye el malestar que percibe a1c1aª os, prefe f re~temente
. . usas pro es1onales o
sociológicas sin ver que es temporal y proviene del nuevo reparto d 1 . .
· d · J '6 d I E . . e os terntonos
surg 1do_s de la is~ uc1 n e a FP. La r_ ev1sta invitó a los principalesinteresadosa dar
suop1rnón. Lebov1c1aprovecha la ocasión para denunciar las prácticas lacanianas, a
lavez que rechaza el pnnc1p10 mismo de un reglamento. Por su parte,Jacques-Alain
Millerdestacaque todo este asunto es un verdadero bluf. Hacenotar que el psicoaná-
lisis marcha bien y que es reconocido en todos lados: "El problemadel psicoanálisis-
escribe- no es con el poder, es con la sociedad. Me pregunto: ¿cómohacerpara que
loreconozcano el Estado sino el pueblo?G"
La proliferación del rumor en torno al reglamento es contemporánea con la
organizac ión de diversas Sociedades surgidas de la disolución de la EFP. Comienza
conlacrisis de la Causa Freudiana y cesa a principios de 1985 cuando los gruposdel
postlacan ismo recuperan una situación de relativa estabilidad. Du~anteesteperíodoel
medio esvíctima de un malestar mezclado con agitación. Hoy en d1a, la notadominante
seríamásbien el retomo a un equilibrio de fuerzas con reparto de losterntonos~ntre
losquedicen ser estrictamente lacan ianos y los que se van abriendo pasohaCtalas
demásintegrantesdel movimiento, más preparadas para escucharlos desdela muerte
delmaestro. " . • SPP APF OPLF) funcionanotras
. Ademásde las tres asociac iones clásicas ( ' '. otras los a rupan
d!ezSociedades. Algunas tienen por objetivo forma_r-~~~~:~síadisolución:ta sea
1
simplementepor cooptación ..Nueve de ellas se han or~~división del cERF. Por orden
directamente, ya sea por esas 16n de la ECF, ya sea P ECF tenemosla Associat1on
I
Cfonol_ógico,además del Collége du PsychanalYstes ~ ªde 1982, centre de Formati_o n
Freuct1enne (AF), fundada por Charles Melman en l~~~ or Maud Mannoni y Patnck
et de Recherches Psychanalytiques (CFRP), ere . pt de l'Analyse Freudienne
Guyomardun mes más tarde, los ca rtels co:~~ u;: 1! cuartageneración,la École
(CCAF), legalizadasen enero de 1983 en tornoª e F I dé la Fédérat1on Espaces
~reudienne (EF), fundada el mismo año por Solan~eE:rr!-t~mps Y reúne en un pnn-
Cis~chan~lytiques (FEP), que se origina_enel bolet;nencía reunidos en una Collect~
ép10a viejos signatarios de proced1m1en to ~e upg chanalytique (CP), dec1d1da ~
Vénernent Psychanalyse (CEP)] la Convent1on sy comodirinentes,Errata,creada
mayod ' ha Safouan " Lacanienne e
. . e 1983con Jean Clavreul y MoustªP or último la Eco1_e llevar el
80
" IUhodel mismo afio a partir del CERF, Y p de 1985)Y pnmera en
r-sy""' . (marzo
" anatyse(ELP), la última en el tiempo
11
Z95
Cion años do psicoanálisis: balan~

nombre 7 • Pres idida por Jean Allouch, reúne a los fundadores de la revista Littoraly la
corriente vinculada a ésta.
A estas diez soc iedades se agregan otras tres surg idas también de la disolución,
que se parecen más a círculos de estudios que a asoc iaciones: el Cercie Freudie n, con
la revista Patio, el CoOt Freud ien y el Gro upe Régional de Psychana lyse (GRP). Las dos
primeras son minúsculas y esencialme nte parisinas . La tercera, marselle sa, constituye
la primera iniciativa de ese tipo en la medida en que no depende en absoluto de la
capital. Es obra de ex miemb ros de la EFP como Jean- Paul Rícoeur, Genev ieve
Baurand y Paul Alérini. Al lado de la ECF, bien organizada en la región, este GRP
represen ta una fuerza importante. Frente a estas dos integrant es del lacanismo, la APF
y la SPP ya no tienen casi oyentes en las orillas del Mediterráneo , salvo a través de
algunas persona lidades locales.
Si se cuentan los trece grupos surgidos de la crisis generalizada de 1980-1981, y
se suman las tres integ rantes "clásicas·, asciende a diec iséis el número de instituciones
freud ianas e n Franc ia. Esta cifra sin duda no es exhaustiva, pero el período de
multipl icación ya está terminado. Algunas personalidades del lacanismo como Fran90ise
Dolto, Jenny Aubry, Miché le Montrelay, Serge Leclaire o Pierre Legendre no pertene-
cen a ninguna sociedad. Mientras que Leclaire se dedica primero a implantar el
psicoaná lisis en la televisión, Dolto se ocupa activamente de un albergue, la Maison
Verte, donde se rec iben niños menores de tres años con sus padres. Además desplíega
su enseñanza en libros, que son vendidos por miles de ejemplares y traducidos a todos
los idiomas salvo el inglés.
La mayo ría de los ex AE de la EFPfundaron su grupo. Pero, por otra parte, hay otro
elemento que caracteriza la situación de los años ochenta. Desde Confrontation y la
creación del Colegio, los psicoana l islas tienen tendencia a hacerse miembros de varias
instituc iones a la vez. De modo que es difícil calcu lar los efectivos reales de cada grupo.
Existen dos tendencias sobre el terreno. En genera l, los miembros de la ECF viven en
autarquía. No se mezc lan con sus colegas de las otras asociaciones, ni en los coloquios
ni en la formac ión ni en los contro les ni en las curas . Por el contrario, los otros grupos
surgidos de la disolución son más permeables a sus vecinos. Casi no frecuentan las
reun iones de la SPP o la APF , que siguen siendo sociedades cerradas . Pero los
miembros de éstas se acercan prudentemente hacia ellos. Esta situación tiene efectos
en la práctica de cada uno. Los millerianos tienen tendencia a tomar por su cuenta la
técnica de Lacan: sesiones cortas, intervenciones activas , mezcla de registros. No
obstante, no se dicta ninguna norma en este sentido y cada uno es libre de actuar como
le parezca. En los otros grupos la tendencia es diferente . La ausencia de autarquía
conduce a la cohabitación de ''1das las moda lidades técn icas, desde la sesión
relámpago practicada en algunos casos o por algur os, hasta las de duración muy larga
y sobre todo muy variab le. En genera l, los terapeutas de estos grupos dan sus atas
cada media hora mientras que los millerianos las dan más bien cada cuarto de hora Y
a veces funcionan sin cita.
En la fecha en que se termina esta bata lla, la ECF es la única institución de la que
se puede esbozar la historia presente. De esa historia se pertilan tres e¡es: un oonfhcto
interno con una dimisión Importante , la de Laurence Bataille, un proce~o de
internacionalización del que ya hemos hablado, y el nacimiento ~e una polémica en
tomo a la transcripción que hizo Jacques-Alain Milier del semlna_node Lacan.
El libro 111
del seminario, dedicado a las psicosis, sale de la imprenta dos meses

296
cíenañosds psicoanálisis: balance

pués de la muerte de Lacan. Como es su


::ore n la elaboración del texto. Pero tuvo m~~~~~bre desde 1973, Millertraba'ó
respuesta de Lacan sobre al_gunasambigüedadesa~1hdadesque antes.Al no otte~:~
comillascon punto~~uspens1voss.Además, porpri~e~c 1d16 de¡arvariospasajesentre
advierteque la rev1s1óndel texto es ~bjeto de un traba~ vez,agregaunanota, en laque
quedeseen co~urncarle. sugerencias pueden escri~irlpermanenteY que los lectores
8
publica ese seminario, M1llerse ha convertido por un a · En el momento en que se
noviembrede 1980, en el albacea de la obra oral Y e . eta notarial,fechadael 13 de
sólountranscriptor reconocido por un maestro vivo t~nta de Jacques Lacan.Yano es
laley de la publicación de una obra Como al mor·· Loraes el herederolegitimo,ante
' . é · · ir acan una gran rt d
oralsigue 1n dita, este testamento da a Miller plenos pa e e su obra
hacerla reproducir como le parezca. poderes para transcribirla o
Esta nueva situación promueve algunas transfo · .
1acan iana. Los "originales" (grabaciones, versiones taq~g~¡;fcnaess eetn)la comunidad
· · 1 d rb , , c. ya existentes
pu8?e n segduircir?u at_no I rem~nte, s~r_le1dos: c~mentadosy depositados en las
bibliotecas e 1as ,ns I1uciones ps1coanal1t1cas. Nmgun policía vendr,.a ·nea t rl .
¡- d · • I' , " 1 U a OS SI
noson pub ,_caos n1comercia izados. As1que todos pueden remitirse a ellos.Pero,
para la pubhcac1ón,todo pas_a ahora por Jacques-Alain Millar. Sólo su transcripción
tiene derecho a una ex1stenc1aof1c1al y él tiene la obligación de hacerla publicar a un
ritmoque no permita a sus adversarios acusarlode abusode derechomoral.Yafueron
publicadoscinco seminarios y quedan por redactar diecinueve. Al convertirse en jefe
deescuela,después de la muerte de Lacan, Millertrabajómenosqueantes. Entre1981
y 1986no salió a luz ningún seminario. Dos nuevosestán en preparación.Laúnicaque
puedeser publicada es la transc ripción milleriana, salvoque el albaceaautoriceotras.
Lacan la eligió, la prefirió a otras. Es la escriturade una palabra, y aunquese ~roponga
•valerpor el original•, jamás pretendió ser el reflejo exacto de una palabra. Sena incluso
máscompleta si el redactor tuviera a bien agregarle un indice de nombrespropiosY
algunasreferencias bibliográficas. , . .
Con la muerte de Lacan y la constitución de mult1ples grupos lacamanos ,_esta
. b t medianteel cual losantim1llenanos
lranscnpciónseconvierteenelcentrodeuncom ª e, . admitir que
intentan_ definirse como más "lacanianos" que sus adversario~~~¿¡~~~~! lacanismo
lah1stona del lacanismo es de ahora en ade!ante1ª de 1ª fragd r oficial de un derecho
endiversascorrientes y tendencias. Que Miller ;ea el pos?ªqu: las demásy recípro-
noimplicaque la corriente milleriana sea más lacam~naiónde que podiapreservar
camente.Sabemos que, por e I matema , Lacan tuvo 1a I1use se equivocó:la h1stona . · de
sudoctrinade toda desviación. 1.toshechos demueStran qeus y divisiones. Y sin dudaes
una doctrma. es siempre la de sus refund.1ciones' rev1s1on · de maternapor lo queLacan
porhaberhecho de la transcripción milleriana una especi: e ellosconmotivodesuobra
COndujoasus herederos, legítimos o no, 8 destrozarseen r .
ora1. 1de su fidelidadm el de su
ripción no es e b lacaniana
El problema planteado por esta transe estimablede la pala ra . er~
Calidad.El texto de Millar es una restitución_muyb. raq ue impugnar su calidad, s
Exigióde su autor un trabajo colosal. Si un d1a hu _iedel redactor: sólidas, pert1nent~s~
~sano que las críticas estén a la altura del ;~~!J~ntirnillerianosse e~~~~~:~~~~r
st
8cisasYsin odio imbécil. Hoy no ~sel c~sop. alabradel mae_stro hª :ó~o una escritura
881a transcripciónes porque sacralizaron ª critura o bien que
0 bienque no podia ser objeto de ningunaa es 297
Cien años de psicoanálisis : balance

supuesta mente f iel pod ía rest ituirla. Por lo demás , esperar?n que Laca ~ se muriera
para hacer estallar la polémica. Entre 1973 y 19~ 1,_las Édit1ons du Seu 1I pu_bhcaron
cuatro seminar ios elabo rados po r Miller. Pero ningun integrante de la EFP em itió Jamás
la menor protesta públ ica contra el trabajo del yern o de Lacan. Por el contr~no , este
trabajo fue glorificado por los mismos que h?Y son sus más fe roces adversarios. 8 1_ :e
hubieran presentado antes verdaderas cnt1cas , se hub iera cambiado la s1tuac1on
presente. una vez más , como con respecto a ot ras actividades, las corr ientes hostiles
a la lectura mill eriana de la ob ra lacan iana jamás f ueron capaces de imponers e frente
a las decis iones de l maestro .
El semina rio sobre las psicosis es pub licado en el momento en que la ECF se
encuent ra en plena expans ión y cua ndo, por el contrario, los ?tres grupos originados
en la crisis aún no se han constitu ido en instituciones. Las polem1cas toman entonces
un cariz insensa to y Miller es acusado de falsificar la ob ra entera de Lacan . Sin
embargo , salvo algunos detalles, enunciados por él, el método utilizado para el
Séminair e fil no varió nada. Lo que camb ió es que aho ra el ant imillerismo pasa por un
combate cont ra la transcripción que había sido ace ptada por todos du rante siete años.
La primera impugnac ión emana del diario que fundó Char les Melman en octubre
de 1981, Le Discours Psychanalytique. En el sépt imo número , de j unio de 1983 , hay un
artículo redactado anónimamente con la forma de una carta que Elie Hirsh escribe a su
hermano Hyacinthe . Con tono venenoso , el autor señala algunas faltas y algunos giros
de frase discutibles, pero no vac ila en decir que la transcr ipción miller íana es --€n su
opinión- un "resu men", una "eliminació n" incluso , de la versión taqu igráf ica origina l.
El art ículo cont iene varios insultos inútiles9. Nueve meses más tarde , Maud Mannon i
publica la reseña de un libro de uno de sus partidarios dedicado a una bibliografía de
los trabajos de Lacan . Anuncia que este tra bajo menc iona las pone ncias que viejos
compañeros de Lacan hicieron en el seminario y que Mille r no retuvo para la
publicación. Pero omite simplemente decir que si bien el transc riptor no pub licó todas
estas ponenc ias, en pocos casos se olvidó de mencionar su existencia en el texto , con
riesgo a veces de dejar un blanco para que el lector se diera cuenta . Maud Mannoni
agrega que, por suerte , la grabación de la obra oral de Lacan se libró de la "destrucc ión"
y la "censu ra"'º · As í da a entender que Miller hubiera podido tirar al fuego una obra que
fue reproducida en decenas de ejemplares y que hoy todos pueden consegu ir si lo
desean.
Muy distinto es el tono del número especia l de Littoral de juni o de 1984 dedicado
al tema. Allí se encuentran varios artículos documentados sobre la doble cues tión de
la traducción de Freud y la transcr ipción de Lacan. Jean Allouch hace observaciones
justificadas con relación a la elección que hace Millar de los títulos del sem inario. Pero
sobre todo intenta poner en el mismo plano la intervención de la taqu ígrafa y la del
transcnptor para demostrar que, en ambos casos , parece habe r intervenc ión de un
tercero. Luego agrega que sin duda Lacan, en vida, no verificó en detalle el trabajo de
su yerno: "Lo prueba el transcriptor --€scribe- cuando relata que Lacan Je propuso
firmartos [los seminarios] con él. Agrega que se negó, lo que deja intacta la pregunta
de saber por qué Lacan aprobó ese rechazo y retiró su propuesta . Ésta gua rda no
obstante un valor de enseñanza por sí misma: aparentemente Lacan no se considera
el único autor de lo que dejaba publicar en su nombre 11:
Es d_ifícil segu_ir aAllouch e~ este terreno. En efecto no se puede poner en el mismo
plano la 1ntervenc1ónde la taqu 1grafa y la de Millar . La primera da el reflejo exacto de

298
. , de psícoanálisís: bal ance
05
C/6naJ1

palabra, con errores de máquina , de ortografía


unaundaes una esc ritura. Por otra parte , no hay pr ~ de puntuac ión, mientras que la
5~ cnpción. Su fur ia con mot ivo de la publicac i~e da~de_que Lacan no verificara 1a
5
trastrar lo contrario. Por último , e l hecho de que le~ e primer seminario tendería a
~~a transcripción no impl ica forzosamente que no :Zª propuesto a ~ iller firmar con
minario Si ese fuera el caso, lo hub iera d icho en s c? nsiderara el urnco autor del
10 0
:;tia se ~onforma con sub rayar que la t ransc ripció~ pr_~ ~ de 1973 ... Pero, en esa
es~ncial de su enseñanza. m, enana transmite sin pérdida
10
mismonombre en la histor ia francesa de l psicoaná lisis H
:~
En realidad, la transcr ipción mi lleriana confirma la e · t . .
encia de una corrie_ntedel
nació alrededor de 1964 -19 66, a través de una ós~os ·,s oesvtistolen qué_cond1ciones
' · . , n re a ensenanza de un
maestro y el comentario de su d1sc1pulo. El co mentario tiene una extraña situación en
la saga del lacan 1smo . Se establece por una filiación entre Kojéve lector de Hegel
Lacanlector de Freud
·ó y ·M1ller intérp rete de Lacan · Cada uno sost·,ene su pos1c1on · .. en'
basea una relac 1 n part icu la r con la obra de otro . Pero lo que tiene de específico la de
Milleres que, por el momento, no se separa de l tronco original para desembocar en la
concreciónd~ una obra persona l. Al principio saca su fuerza de una rectificación lógica.
Luego, a partir de 19~3. la extrae de la ex1st~nc1a de una escritura que hace pasar una
obraoral a la categoria de doctrina establecida. Al fin, después de la muerte de Lacan,
la doctrina establecida tiende a impone rse como doctrina oficial. En consecuencia,
Millerpierde la libertad que tenía Lacan de ''volver " a una obra . ¿Cómo podría hacerlo
puestoque ahora equ iva le a un original vivido como un materna? Situado así, sólo goza
dela libertad de admin istrar una doctr ina y gobernar un imperio en su nombre. El futuro
dirá si la enseñanza personal de Miller puede converti rse en una obra hasta tal punto
separadadel corpus laca niano que llegue a ser un comentario teórico renovador.
En 1983, alrededo r de la rev ista Líttoral se constituye una asociación destinada a
transcribir los seminarios de Lacan. Se titula "Aprés" y sacan un boletín, Stécriture,
dondeaparecen varias ses iones del sem inario sobre la transferencia (1960-1961}. El
término"stécriture" se fo rjó a partir de un vocab lo que usaba Lacan_.Los fundadores de
estaasociación se inquietan con razón de la interrupción del traba1ode_M1ll~rdespués
de 1981. La transcripción que publica Stécriture es una versión taqu19ráf1cadel se-
minariomejorada. Tiene la ventaja de ser más fiel que la de M1llerpero ?I inconveniente
de ser menos escrita. Sacraliza la pa labra de l maestro y va_acompanada de comen-
tariossobre su pensamiento. Hubiera podido circular tranquilamente en las_filas de la
comunidad psicoanalítica si los autores hubieran pedido a Mille'. la autonzahc,bó _n de
trab · d se con una negativa o s1no u ,eran
aiar sobre la obra de Lacan a riesgo e topar ' p t
transgredido la ley comercial i¡ándola para reembol~ar~e l~~r1!~;~i~c i~~-s~~~~~¡~
O5
segurode su legitimidad, Miller no se pnva de deman _ar ntagónicos la comunidad
de d~s procedimientos sumarios Y muchos te st'~o n~:sr:cuerda , al r~vés, el que se
~1ana se desgarra una vez más en un p~oce~º ~ 85 Miller gana su proceso pero
ntablócontra Lacan en febrero de 1980. A l final ¡ombr~s de su escuela. Su error en
8st
':1 .
á le10sde ser apoyado por la totalidad de los ~ tordictos . No se soluciona ante
:~e a~~nto es valerse de su legitimidad para aplicar ,n ;tencia de una pluralidad de
~USllcia. un asunto tan importante co~o el d: 1
d :,::~idos , en la sala de audiencias ,
PorSCripc1ones.En cuanto a sus adversarios_, so r r el trabajo de éstos afirmando que
~n abogado charlatán que terminará por n~icu¿~ªde un seminario 12. Toda la prensa
18 Obra original de un grupo y no la transcnpCI
299
...

Cfr1n años de psicoanálisis: balance

habla del acontecimiento, con lo que convierten la polémica en una cuest ión abierta
para el futuro . Según su estrategia del momento, Sollers def i_ende con brillantez la
causa de Stécríture, mientras que Roland Dumas toma partido por los herederos
legltimos. Por su parte, Laurence Batail le atest igua en fav or de Stécriture sin criticar la
transcripc ión de Miller.
En el momento en que Miller empieza a ser atacado de todos lados por los que en
vida de Lacan no habían dicho una palabra, la ECF procede a real izar su última revisión
estatutaria . Tiene lugar en mayo de 1982 13. La modificac ión consiste en reemplazar la
categoría de miembro corresponsa l por la de miembro asociado y en supr imir la
categoría de miembro del consejo estat utar io. Ade más, mej ora el func ionamiento del
procedimiento del pase que se pondrá en marc ha un año más tarde. No aparece
ninguna forma de democrat ización , pero la fa lta de ésta es compe nsada por el hecho
de que todo miembro tiene derecho a impartir enseña nza en la ECFR. En los estatutos
se recom ienda correr ese riesgo y no hay jurisdicción prev ista para prohibirlo.
Desde la publicación del prime r anuario, emp ieza a sentirse un malestar, que
conduce a una d imisión importante , la de Laurence Bataille. En 1982, la hijastra de
Lacan dirige a Colette Soler, Jacques-Ala in Miller, Pierre Martín y Pau l Lemo ine una
carta en la que impug na la publicac ión, a título ofic ial, de los textos firmados por Lacan
a partir de 1980 y su ubicación al lado de los que éste redac tó antes. En efecto, el
anuar io pone en el mismo plano el acta de fundac ión de la EFP, la prop uesta de octubre
de 1967 , la carta de disolución y un conj unto de circu lares , que llevan la marca del
maestro y se refiere n a los acontecim ientos ocurr idos e ntre febrero de 1980 y marzo de
1981 : "la utilización de los textos firmados por Lacan a partir de 1980 -escribe
Laure nce--ta l vez haya sido útil durante un tiempo. Cont inúa con la publicació n de los
mismos en el anuario. ¿Aquellos a quienes la Escuela imparte su fo rmació n serán
incapaces de sostenerse sin esa comodidad ? En ese caso serán incapaces de haoer
frente a su título de anal ista, laca niano se entiende. Es una contradicción que ya no
puedo asumir. No podría ocupar más el lugar de un anal ista si s iguiera aceptándo la. Por
esta razón, dimito de la Escue la de la Causa Freudiana 14 . • En las filas de la ECF casi
no se entenderá el sentido de esta dimisión, pero , para el año 1985, el anuario y los
textos estatutarios será n publicados sin el agregado de ningún texto de Lacan: ni los
viejos , ni los posteriores a 1980.
Pese al malestar interno, del que esta carta es un eco, la ECF sigue siendo hoy la
primera integrante francesa del lacanismo dividido. Gracias a la acción de los tres Miller
y sus amigos, esta integran te es la más pujante por lo que respecta a su implantac ión
editorial y universitaria, así como por su dinámica internacionalista. Para sus congresos
o reuniones moviliza alrededor de dos mil personas. De las surgidas de la disolución
es la única que recog ió en sus filas un número elevado de ex miembros de la EFP, que
forman parte de la base anónima: noventa en un tota l de dosc ientos setenta y tres
miembros . Algunos son hoy en día.los dirigentes de su escuela . Esto tende ría a probar
que la corriente milleriana en el momento de la crisis final fue más segu ida que los otros
grupos, que se atomizaron y actualmente tienen en sus filas, sin distinc ión de
tendencias, alrededor de cíento treinta miembros de la ex EFP. De manera genera l, en
las diez sociedades surgidas de la disolución no se encuentra el número total de
miembros de la EFP. De los seiscientos nueve miembros que la componian en 1980,
alrededor de doscientos cincuenta están inscri1os en los diversos lugares existentes.
Los demás , es decir la mayoría de los miembros de la EFP no quisieron saber de nada

300
• .;; 05 de psícoaná/í sís: balance
c,en.,,
.eonuna escuela miller iana ni con una escue l d
~ tercera parte de la po blació n actua l de cada ~neO ~a rones. En consecuencia más de
Frente a la EC F Y en rivalidad abso luta c e los grupos lacanianos e~ nueva
. on ella el CFRP .
·nt""rante del 1acan1smo de los añ os ochenta C • es la segunda gran
1 ~,, M · p · reado en ¡· · d
Mannoni, Octave an noni y atrick Guyomard unio e 1982 por Maud
noventa miembros 15 la may oría de los cuales pa~uenta_con alrededor de trescientos
voto. En ~parie_ncia, el CFRP es un grupo más ~1:::tc iones sin tener derecho a
funcionamientointer no , lo es más bien menos E t que la ECF, pero, por su
ª
quela extrema democracia que reinaba en la ÉF~ comprob~ción tenderla a mostrar
su caída, fue abandonada por los dos grupos má{ fqu~ en ciertos aspectos, acarreó
reacción aotidemoc rática vincu lada a la desaparic i~~ ;~ e~ beneficio de una vasta
st
directa. Fuerte por su cantidad de miembros , el CFRP e e s~ ema de la monarquía
10
su implantación edito rial, univers itaria e internaciona listasppore por que r~specta a
É ·· o "1 ch b' · osee una colección en las
d1~ons eno e qu~ ma~ · ª iet, pero ~t relevo doctr inal aún no está asegurado. Sin
em a~go, gra ct1asa pdrofes1odn _a 1smo e¡emplar de Maud Mannoni, ocupa un lugar
es~ 1a1en e 1 erreno e 1 reu 1smo francés, tanto por lo que respecta a sus múltiples
act1v1dades como por su apertu ra a las corrientes no lacanianas.
. Los_estatutos elaborados por Maud ~annon i dan una buena imagaen de las
onentac1onesdel CFRP . Salvo una reterenaa doctrinal general, el Centro no conservó
nada del aporte lacan iano en materia de formación de terapeutas. Hostiles al pase
desde1967, Mannoni no lo mantuvo al fundar su grupo. La asociación está compuesta
por seis categorías de miembros: los fundadores , los miembros de honor, los bene-
factores, los psicoanal istas, los adherentes y los oyentes libres1s. La categoría de los
psicoanalistasse divide en dos subcategorías: los miembros activos y los miembros
asociados.Los primeros co rresponden a los viejos AE de la EFP o a los titulares de las
sociedadesipistas. Se ded ican al trabajo doctrinal. Los segundos se parecen más bien
a los viejos AME de la EFP y a los asociados de las sociedades ipistas. Et Centro los
reconocecomo analistas. Só lo los activos y los asociados, es decir los psicoanalistas,
tienenvoz deliberativa. Forman una comunidad de cincuenta y nueve miembros, de los
cualestreinta y uno pertEJnecian a la EFP. Tienen un derec~o a voto que le es negado
a todaslas demás categorías de miembros. En consecuenaa, la masa de los auditores
libres y adherentes (trescientos treinta y un miembros) paga ~ot~zaaon~ssin ten:r
I t
ningún derecho de fiscalización sobre la marcha de la asoaa~ión. As que eS s
miembrosse parecen a los afiliados de la SPP con menos poder aun. ResfrpectdoesEto
ele .. d mocrática de la Francia eu 1ana. n
ª ,
FRP es la sociedad psicoanal 1t1camenos e ifica si tienen algún otro derecho
cuantoa los benefactores, en los estatutos nos~ espec I cotización de los miembros
apartedel de dar a la institución por lo menos diez veces ª
activos. eutas el CFRP conserva un modelo
_Por lo que respecta a la formación de los tarafe el c~ntrol. El análisis personal es
clásico: todo el peso de la selección recae sob nto una posición cercana a la de
?reservado. Patrick Guyomard adopta ~obre :~te ~~ la institución en la cual se proteja
JeanL~_lanche: el Centro debe constr~ir una. ti~ "Para esto -escr ibe- había que
el anál1s1sde tener que servir a la institución. di miento institucional. Una de las
renunciaral pase . No corno concepto sino c_omoproc~e él mismo denunció. Quiso ser
i
Vlrtuctesde Lacan fue la de asumir las ant1nom1as a esa ley ya que quería, en su
8nalistaY jefe de escuela 1...1El pase _n?ernás~lláde la institución Y sus efectos de
l>rocedim lento a la vez Interrogar al análisis
' 301
Cien años de psicoanálisis: balance

repr es ión y, en cierto sentido , contra ella y recuperar ese acto y esa palabra al servicio
de la institución para tortalecer1a11.•
Al CFRP lo dirige un CA eleg ido por unaAG compuesta exclus iva mente por activos
y asoc iados . El Centro reconoce a analistas pero nunca a didáct icos . La admisión a la
cond ición de adherente debe ser ratifica da por el CA. El candidato pasa ante una
comisión de adm isión que so licita la op inión de los controladores y puede, en ciertas
circunstanc ias, ped irle al analista que confi rme si aquel efectivamente ha iniciado una
cura. Esta cláusula es bastante curiosa y única en la historia . Demuestra que la
instituc ión puede negarse de ante mano a creer en la palabra de un cand itato sin por eso
que rer solicitar la opinión del psicoanalista que lo formó . Para llegar a ser asociado, el
adheren te debe habe r pasado un año en el CFRP y haber efectuado por lo menos dos
controles . Cons tituye entonces un jurado de asociación que comprende cuatro psi-
coanalistas: a dos los elige él entre los miembros activos del CFRP, uno de los cuales
puede ser ajeno a la Sociedad, con el acue rdo del CA. Los otros dos son elegidos por
sorteo de la lista de los activos. El tra bajo del j urado y el candidato se refiere al campo
abierto por la formac ión de éste: su práctica , sus obras, sus intervenc iones, etc.
El asocia do pasa a ser miembro activo según el cursus propio de las sociedades
ps icoana líticas clásicas . Después de pasar tres años en las filas del CFRP, se presenta
ante una comisión de enseñanza. El CA ratifica el nombram iento cuando el candidato
expon e un trabajo ante el sem inario de los miemb ros activos .
Por su reg lamento interno y sus estatutos , el CFRP mantiene un modo de
func ionamiento, nombramiento y fo rmac ión calcado de los proced imientos de tipo
liberal que adoptaron la APF después de 1968 y el Cuarto Grupo en 1969. Lleva sin
duda la marca de la herencia lacaniana pero se separa radicalmente de sus aspectos
más innovadores en materia de formac ión psicoanalítica. Constituye en adelante un
lugar perfectamente aceptable para las otras tres integrantes del freudismo francés,
dos de las cuales también están ma rcadas por la historia de l lacanisrno. Por lo demás,
el CFRP es el único grupo surgido de la diso lución que tendió lazos orgánicos
importan tes con la APF, la OPLF y la SPP. Por intermedio de Jacques Sédat, que es
miembro de su CA, está tamb ién vincu lado al College des Psychanalystes. A corto
plazo y por alianzas puntuales , podr ía pasar bajo la influencia ipista en el marco de la
lucha contra el lacanismo mille riano. Después de la esc isión de 1963, Maud Mannoni
siguió siendo miembro de la IPA a través de la Sociedad Belga de Psicoanálisis.
Muy diferente es la situación de las otras soc iedades surgidas de la disolución que
siguen invocando la legislación lacaniana en mater ia de for mación, es decir del
procedimiento del pase . Son los Cartels Constituants de l'Ana lyse Freudienne (CCAF),
la Convention PsychanalY1ique(CP}, la Assoc iation Freudienne (AF}, la École Freudienne
(EF} y la École Lacanienne de Psychana lyse (E LP).
los CCAF y la CP se parecen mucho. Ambas poseen estatutos ultrademocráticos,
con una AG soberana compuesta por una sola categoría de miembros, que están
encargados de elegir los organismos de dirección y formac ión. Cosa asombrosa, las
dos tienen el mismo número de miemb ros: dosc ientos doce , con veintinueve ex
integrantes de la EFP en los CCAF y cuarenta en la CP . Tienen además, como el CFRP,
el mismo número de ex AE de la EFP: cinco en cada una contra cuatro en la ECF Ydos
en la ELP: Los Carte ls ya instalaro_nsus órganos de funciona miento !& mientras que':
CP está aun por hacerlo. La redacción de sus estatutos sigue inconclusa. Esta soe1eda
está notablemente bien implantada en las provinc ias y su sede social fue fijada en

302
Cien81105 de psicoanálisis: balance

eesanc;on: novent a y tres miemb ros no residen en P ,


estos dos grupos no parece preservar los de arrs. El carácter democrático de
I
constitución de inevitables clanes O cac icazgosº~ problemas internos vinculados a la
st
losclínicos más competentes del movim iento la~a~i ob ~nte, congregan a algunos de
editorial. Se conforman con publica r bolet ines int ano. EStos casi no tienen actividad
de obra escrita. Entre 1981 y 1985 no se publ icóe~~~sY ~o son pro~uct1vos en materia
En su texto inaugu ral de setiembre de
1982
~ digno de senalar p_or est~ lado.
mantener los procedimientos de formación que re í~n~n~F anu~~ia su intención _de
(Ap), garantía
.
(analista miembro de la
.
. g ª
asoc,ac 1ón : AMA)
EFP. titulo autoconced,do
( ¡·
asociación: AA) 19 . S in embargo desde ese d' . Y pas~ ~na ,sta de la
. ., , 1ano se ha instalado nmgun órgano que
concrete esta 1ntenc1on. La AF parece funcionar por co t ., · . . .
· 20 s op ac,on, s,n ¡erarqu1a n,
nombramiento . us estatutos no indican nada respecto a es L · d d á
· 1 · t· é . o. a soc,e a est
°
compuest a por c,en vein itr s miemb~o~. de los cuales dieciocho pertenecían a la
EFP,lo que demuestr~ que fuero n po9u 1s1mos los que siguieron a Charles Melman en
su denuncia a M1ller. El mismo es ~I unic o ex AE de la EFP en su lugar. El grupo se
cara<:'enza por una intensa act1v1dad en materia de coloquios, autoediciones y
relaaones con los no analistas . Grac ias a la enseñanza de Marcel Czermak, dimisionario
de la sección clínica de la Cause Freudienne y adjunto en el hospital Henri-Roussel, la
AFestá bien imp lantada en el med io de los internos de psiquiatría. Tiene también buena
recepción en la regió n de Montpellier y en Bélgica, donde publica un boletín. Cuatro
revistas , autoeditadas , están di rectamente vincu ladas a ella: Le Oiscours
Psychanalytique, Nodal, Mi -dity Psychanalyse de l"Enfant.
Fundada por Solange Faladé, la EF es una institución carente por completo de
democracia, al menos a título provisiona l. Su directora asume todos los poderes por un
período de transición que debe lleva r a que se realice en 1988 una revisión de los
estaMos . La Escuela debe reflexionar también sobre el pase y reunir en tomo a ella a
los jóvenes terapeutas desor ientados por el nuevo reparto de territorios. Comprende
tres categorías de miembros : los mie mbros, los asociados y los oye_ntes. Los primeros
eligen entre ellos un director, que designa un directorio y u_ na ¡unta. La AG. está
compuesta por los miembros y los asoc iados, que eligen un ¡urado de. recepción_a
propuesta del director. Este jura do elige los miembros . Los oyentes no tienen ningun
Poder. · d 11 · m
La ELP d 1· · t con la ECF la institución más interesante e acanrs o
. . . es e eios, i un o . ' . d sus fundadores se encontraron
dlVidrdo.Y sin duda no es una casua l ida? s, algunos def nder la transcripción de ellos
!rente a Jacques-Alain Mille r, ante un trrbun~I,_par~ ~e~ oa niéle Arnoux, etc. fueron
del Seminario. La mayo ría, Jean Allouch, Phi~ppe le~:ti~o que no venía del diván del
analizados por Lacan y sintieron que un here_ eroTienen la misma edad que él y son
~tro los desposeía de una he renc ia te.ónca~ ex ansionistas. Están habitados por
IQUalmentedinám icos aunque no tengan ob¡et,vo !s también una verdadera pasión
una fantástica pasión por la pa labra lacamana que la persona del maestro en un ct 1lto
porel psicoanálisis Así, transformaron su amo_r p~rque pusieron al trabajar los textos.
desu obra, lo que ~xplica el ardor de bened ictino ntrados en un retomo permanente
Producentrabajos personales muy interesantes y ce nos al materna Y la clínica de la
a la obra lacaniana. Prefie ren los nudo~ borrome: del psicoanálisis, dieron un paso
Paranoia a la de la histeria 21 . En la hi stona tranJes sa denominación se apoya en u~a
111 1amar a su escuela "lacaniana". La elecc ión e eeld·iscurso de Jean Allouch. Segun
-... ·a1menteen
.......unteórica que encont ramos espec,
303
Cien años de psicoanálísis: balance

ésta, Lacan ya no era freudiano, y, para extrae r la consecuencia de esa ruptura del
maest ro con el corpus del antepasado , sus discípulos deben confesarse lacaníanos
aunque tengan que leer a Freud e incluso trad ucirlo val iéndose de los conceptos
lacan ianos .
Congregados primero en torno a la revista Littoral, estos lacanianos e~tán ahora
reunidos en una peq ueña escuela de cuarenta y cinco miembros , que debido al gran
éxito que obtiene tendrá que agrandarse. Sus actividades de autoed ición son impor-
tantes y originales y sus coloquios muy seguidos. En cuanto a sus estatutos, son
perfectame nte democráticos: una AG soberana compuesta por una sola categor ía de
miembros , encargados de elegir un CA. Se sortea entre los miembros un grupo de
admisión. El proced imiento del pase está en trám ite de instalac ión a partir de una
propuesta llamada del "17 de noviembre de 1985 ", considerada una tra nspos ición o una
transcr ipción de la de octubre de 1967 22 .
Entre las instituciones del lacanismo dividido, hay que colocar dos lugares muy
diferentes que no reactualizaron el procedimiento del pase . Uno es un grupúsculo,
salido del desmembramiento del CERF, que se llamó "Errata", haciendo referencia a
la noción de "correcc ión al margen". Está compuesta por varios ex AME de la EFP y
funciona por cooptac ión. Antes de morir, Louis Beimaert revisó los estatutos. El se-
gundo lugar reúne a ex integrantes de L'Ordinaire du Psychanalyste a lgunos de los
cuales firmaron el procedimiento de urgencia de febrero de 1980 y después transitaron
por el boletín Entre-temps. Es la Fedération Espaces Psychanalytiques , que reúne tres
grupos: la Association des Atel iers de Psychanalyse , el Collectif Événement
Psychanalyse y el Collect if Journa l. Esta federa ción afirma esta r abierta a diversos
grupos que quisieran unirse le. No tiene ningún objetivo de formación y funciona según
un espíritu libertario23. Los miembros no act ivos de la Asociac ión de Tallere s no tienen
derecho a voto pero no pagan cotizac iones.
La implantación editorial del freudismo francés es muy interesan te de observar . En
genera l, cuando un nuevo grupo se independ iza, empieza creando un boletín o una
revista para expresar sus opiniones. Luego, cuando gana fue rza, o bien inicia un
proceso de autoedición, o bien lo cobija una edito rial, que puede aceptar una revista,
una colección o una serie de libros. Respecto a esto, existe una lógica editorial del
psicoanálisis que refleja su lógica expans iva y su modo de repartirse el territorio . Tres
grandes potencias editoriales francesas, Gallimard, las PUF y Payot, se reparten la
publicación de las obras de Freud al mismo tiempo que son dominadas por las
sociedades ipistas: APF para Gallimard, SPP para Payot, las dos juntas para las PUF
donde también reside Topique, la revista del Quatr iéme Groupe. Por el contrario , entre
1965y 1981, el lacanis mo se desarrolla exclusivamente en las Éditions du Seuil con la
colección del "Champ Freudien· y luego la difusión de Nava rin. Por lo demás, el aspecto
~ Seuilse modificó después de la muerte de Lacan y la div isión de la EFP puesto que
Miller heredó la colección del "Champ Freudien·. Los autores de la casa que no
comparten su orientación tienen tendencia a desperdigarse un poco. Mientra¡¡ que
Moustapha Safouan y Franc;;oiseDolto siguen publicando sus obras bajo el mismo
!echo, Maud Mannoni se apartó . En la actua lidad dirige en Denoel una colección,
~space Analytique ·, que repr~se_nta su propia escuela y, al mismo tiempo, pu~lica en
8
divasus textos_.En_efect~, s1 bien es frecuente ver varios autores de op1n1ones
argentes v1v1rba¡o el mismo techo, es raro en cambio ver cohabitar dentro de las
mismas paredes varias escuelas rivales. Según esta lógica, las sociedades ipistas

304
- d9 psicoanálisis: balance
Cie ll ¡¡/10 5

. n sus propia s cas as, distinta s de las tacan.1


t1~º~rsarse en va rios lug ares ed itor iales a med ida ~nas, Y éstas _tienen tendencia a
disPtro de esta implantaci ón ex pansiva hay que dq ~ se van div1d1endo. Desde luego
den ' 1st 1ngu1r las cole · '
ue representan un grupo , y 1as co lecciones no oficiales cc1ones "oficiales•,
qtulo individual, por miem bros de una Soc iedad. p ' que pueden ser fundadas, a
~ ¡ca y 1as diferentes tenden cias del freudis mo s: ro también en esto funciona una
territorios. . . reparten espo ntáneamente sus
Si se u1I conserva una 1m_agen lacano -milleriana . .
tienen un rostro ipista , las Ed itions de Minuit se /a~c~e~:~mard, las PUF ~ _Payot
disidencia. Estacasaacogedesdesiemprea tosp rotestad dan por un esp1ntu de
sediferencian as í de sus grupos aunqu e se ma ntengan af¡° t·1areds e tod
ll as las t1e_ndas_que
1 '6 d · ál' · os a e os. Mmu1t no tiene
nin?~na cofecc1 dn tedps1_coal_dn is 1s, lo que le permite -alojar a los autores a t ítulo
individual y uera e o d' - I .ad de escuela. Hoy • con la mu1t·p1
a nva 1 ·ca
1 c1 -6n de 1os g11.J
pos
el fenómeno de au t oe 1c16 n 11ende a extenderse y la dispersión de los autores e~
diversossectores ed 1tona les va siendo cada vez más generalizada.
Otro element o_caracteriza la_situadón francesa del psicoanálisis en 1985 : ahora
está abierto el ámb ito de _lah1sto na. _El 1~terés por ésta empieza entre 1975 y 1980, en
el momento en que la cns1s de las instituc iones se vuelve aguda. El primer libro que
aparecees el de llse y Robert Barande, que ya nadie considera serio hoy en día. En la
mismaépoca, Wladimi r Gran ofl publica Filiations , que efectúa un retorno a la historia
comotestigo y actor delos aco ntec imientos. Por su parte, el profesor André Bourguignon
se interesa en los pioneros del mov im iento francés dirigiendo numerosas tesis sobre
el tema,a las que recurr imos en el primer volumen. Bourguignon también posibilita en
1977la publicación de la correspon denc ia entre Freud y Laforgue y dirige la polémica
contralos "histor iadores oficia les", espec ialmente los Barande. En la misma fecha,
también inaugura este ámb ito J .- B. Pontalis que hace un alto respecto a Francia para
dedicarsea tas situac iones ext ranjeras y a los origenes. En 1976 , Jacques-Alain Miller
esel primero en publicar docume ntos so bre las escisiones. Pero hay que esperar la
muerte de Lacan y la división de la EFP, para ver constituirse ~n verdad_ero traba¡o sobre
la historia. La publicac ión simultánea en 1982 de la biograha de Mane Bonaparte por
Célia Bertin dos volúmenes de art ículos bajo la dirección de Roland Jaccard Yel primer
tomode La' Batalla de Cien Años concreta la apertura definitiva de este _ámb_ito.24 .
e dos sociedades de historia, dest1-
Laspublicaciones ya no alcanzan pue st~ qu . uios trabajos, nacen
nadas a recoger archivos y favorecer la realizac ión de co;oqt i ichel Collée en
I
despuésde 1981. Creada gracias al impulso de Jacqu~s d':s~ofre de la Psychi~trie
i
l983 la primera toma el nombre de "Société lnte matio;~ ada a ninguna institución
t
et_de la Psychanalyse ". Tiene la venta¡a de no eS ·asgpsiquiatras, psicoanalistas
l>S~analítica, y reun ir miembros de todas las te ndencrno ·dejará de darte en el futuro
0 universitarios. René Major es su nuevo president~t~s imperios. A la segunda, la

~n rostro_liberal y autónomo fre~te a los drferenal se", la funda en j unio de 1_ 985


~OCíation lntemationale d'Histo1re de la Psych: Yue esta sociedad tenga cierta
ain de Mijolla, miembro a su vez de la SP~ ~ laun; Htica propia del postlacanismo,
1actiadade autonomia y tienda a rec lutar, segu P te subordinada a éste. Asi que
llliembros que no pertenecen al ·1mpeno, · está totaimen sus publicaciones · como a su
~e el riesgo de producir , tanto por lo ~ue r_e~p?ct~~fuera necesario presentar una
IStilotextos que proceden de una "histona ot1c1al_... te· "Quisiera concluir agregando
Plueba, aquí tenemos esta declaración de su presiden ·
305
Cíen años de psicoanálisis: balance

que , aunque esta asociac ión no desee eman ar directamen te de la AP I (como de ningún
otro grupo ) para estar en cond iciones de recluta r histor iadores de todas las tendenc ias
y de todas las formaciones , desea mos sin emba rgo establecer u na relación privilegiada
y durable con la AP I, que durante más de setenta y cinco años hace Y sigue hacie ndo
la Historia del Psicoaná lisis, al cual simboliza en el mundo tal como lo ha demostrado
el Congreso de Hamburgo2s.• Cuando se sabe cómo se trató la histor ia de l período nazi
en el citado Cong reso, hay razones para inqu ietarse sobre et futuro de una asociación
que se felicita así de los métodos ipistas en mater ia de historia.
Otras dos asociaciones más demuestran la transformación ligada a la finalización
de la saga lacan iana. Éstas son la "École Propédeutíque a
la connaissance de
l'inconscient· (EPCI), fundada por Gérard Bonnet , un miembro de la APF, y la
"Expér ience Freudienne et Recherche Scientif ique• (EFERS), creada por Jean -Michel
Louka. Ambas tienen vocación de enseñanza y for mación fuera de las instituciones
oficiales. Dan cuen ta de un movimiento de descent ralización y un espíritu de disidencia
propios de la situación de los años ochenta.

París, marzo de 1986. En su último libro, póstumo, Fernand Braudel parece


asombra rse de algo evidente: reina la división en el solar francés. La unidad del reino
es sólo una envoltura o una apuesta . La historia de este país , lenta en unir sus pueblos
y ter ritor ios, es la de un caso Dreyfus siempre abr iéndose de nuevo . Combatientes de
la Comuna contra los de Versalles , protestantes cont ra católicos, azules contra rojos,
ant isur realistas contra surrealistas .. . La batalla del afuera es así una batalla del adentro
y nada ilustra mejor esta frase que la situaclón francesa del psicoanálisis. ¿Sectas o
disputas de escuelas , clanes o rivalidades de individuos , maest ro del pensamiento o
anticesar ismo, racionalismo u obscurant ismo? Nada de eso, salvo en aparienc ia.
Identidad dividida, con toda seguridad. Si Freud tomara hoy, para dar un postrer paseo,
el lugar del viajero de 1925, o si por un instante volv iera a ser el peregrino ansioso de
octubre de 1885, vería c;umplirse lo que había presentido respecto al carácte r específico
de la resistencia a su doctrina en el sola r francés. Pero ser ía el primero en asombrarse,
él que admiraba tanto el pacifismo de Romain Rolland , al ver que la batalla del adentro
sigue siendo el medio más seguro de perpetuar el impulso de la batalla del afuera.
Al observar muy cínicamente el homenaje hecho a la Viena de antafío , cuna de
todas las implosiones, donde nacieron a la vez la escucha del inconsciente, la
renovación de la lógica, el sionismo y las formas más perniciosas del antisemit ismo y
el odio de si judío, se acordaría sin duda de cierta tesis enviada por un joven
desconocido, de quien ignoraba el nombre y la dirección: Jacques Lacan. Lamentando
haber1orechazado, en una tachadura digna de la educac ión de un rey, iría a visitar una
tumba cubierta por una lápida de piedra gris situada en un cementer io de aldea dormido
entre la bruma. Allí, meditaría sobre el destino dividido de este país refractario a su
descubrimiento y poblado ahora de tantos adeptos. Nada habría cambiado para él y
todo serla diferente. Verla desarrollarse el culto a su persona, se espantaría del
formalismo insensato ligado a cada palabra de su obra o a cada gesto de su vida,
vueltos a Interpretar según la abundancia de los textos y pronto digeridos por los
ordenadores de las sociedades de gestión. Quizás fuera entonces, en un último
peregrinaje, a los lugares de su primer encuentro con la Inteligencia francesa : la casa

306
-~osde Psicoanálisis: balance
Cien"''

rtin Charcot, convertida hoy en Maisonde l'AmériqueLatine. Al términodel


eleJean
vi
Mt
r
ajeinado
c1est
empo para comprender, enviaría desde Viena un telegrama muy suyo
1
Y de a ' a historia: "Gracias a todos. Hay que empezarde nuevo.·

307
Abreviaturas
SPP: Société Psychanalytique de Paris.
IP: lnstitut de Psychanalyse.
IPAoAPI: lnternational Psychoanalytical Association o Asociación Psicoanalítica
1nternacional.
EP: Évolution Psychiatrique.
RFP: Revue Franr;aise de Psychanalyse.
SASDLR : Le Surréalisme au service de la révolution.
NRF: Nouvelle Revue Franr;aise.
ESI: Éditions Sociales lnternationales.
PCF: Partido Comunista Francés.
GP [IP]: Gauche Prolétarienne {Izquierda Proletaria].
APA: American Psychiatric Association.
APA: American Psychoanalytic Association.
SFP: Société Frani;;aisede Psychanalyse.
APF: Association Psychanalytique de France.
EFP: École Freudienne de Paris.
OPLF : (Quatriéme Groupe [Cuarto Grupo]) Organisation
Psychanalytique de Langue Fran~aise.
NRP: Nouvelle Revue de Psychanalyse.
WPA: Wo rld Psychiatric Association.
TM: Temps Modernes.
NC: Nouvelle Critique.
D PG: Deutsche Psychoanalytischye Gesellschaft.
AÁGP: Allgemeine "Arztliche Gesellschaft für Psychotherapie".
DPV: Deutsche Psychoanalytische Veireiningung.
SBP: Société Beige de Psychanalyse.
GEP: Groupe d'études de la Psychanalyse.
TO: Te/ Que!.
AME: Analista Miembro de la Escuela (EFP).
AE: Analista de la Escuela (EFP).
AP: Analista Práctico (EFP).
ME: Miembro simple o Miembro de la Escuela (EFP).
ECF: École de la Cause Freudienne.
CERF: Centre d'Études et de Recherches Freudiennes.
AF: Association Freudienne .
CFRP: Centre de Formation et de Recherches Psychanalytiques.
CCAF: Cartels Constituants de l'Analyse Fre~•dienne.
EF: École Freudienne.
FEP: Fédération Espaces Psychanalytiques

310
CEP: Collectif événement Psychanalyse.
AAP: Association des Ateliers de Psychanalyse.
cP: Convention Psychana lytique.
GRP: Groupe Régiona l de Psychanalyse.
ELP: École Lacanienne de Psychanalyse.
sIHPp: So~iété lnternation ale d'Histoire de la Psychiatrie etde la Psychanalyse.
EPCI: a
Ecole Propédeutique la Connaissance de l'lnconscient. .
EFERS: Expérience Freudienne et recherche scientifique.
AIHP: Assoc iation lnternationale d'Histoirede la Psychanalyse.
DSM 111: Manuel diagnostique et statistique des troubles mentaux (APA).
MLF: Mouvement de Libération des Femmes.
UER: Unité d'Enseignement et de Recherche.
UV: Unité de Valeur.
SHC: Sciences Humaines Cliniques.
EMP: Externat Médioo-Pédagogique.
IMP: lnternat Médico-Pédagogique.
CMPP: Centre Médico-Psycho-Pédagogique._ . ..
UJCML:Union des Jeunesses Communistes Marx,stes-Lemms tes.
RHLF : Revue d 'Histoire Littéraire de la France.

PRINCIPALES ARCHIVOS

S.L. Serge Leclaire.


W.G. Wladimir Granoff .
J.A. Jenny Aubry.
X.A. Xavier Audouard .
J.-A. M. Jacques-Alain Miller.
J.-L. D. Jean -Luc Donnet.
R.M. René Major.
E.R. Élisabeth Roudinesco.
R.E. Renée Ey.

311
Notas Bioliográficas
TERCERA PARTE :
LA FRANCIA FREUDIANA EN TODOS SUS ESTADOS

l. L'École Freudienne de Parls: la reconqu ista .

1. M. Foucault, Quinzaine littéraire del 15 de mayo da 1966 .


2. Dominiqua Desanti, Les Clés d'E lsa, París, Ramsay, 1983. Y entrevista con Lou is
Althussar . Véase también S. Karsz, Théorie al Politiqua: Louis Althusser , Par ís, Fayard,
1974.
3 . Entrevista con L. Althusser.
4. L. Althusser, Pour Marx, París, Maspero , 1965 , p . 12.
5. lbid. , p. 16.
6. lbid., p. 16- 17.
7. Entrevista con J. Ranciera y apuntes da clase de E. Balibar .
8 . L. Althusser , Revue de l'ensaignament philosophique , año XIII, 5, jul io da 1963.
9. En la jerga de la ENS, se le llama •caimán" al catedrát ico pasan te y secreta rio.
Entrevista con L. Althusser .
10. Entrevista con Michel Tort.
11. Apuntes de clase de E. Balibar.
12. F. Ansermet, "Entretien avec J.-A. Miller", loe. cit., p. 21 .
13. Apuntas de clase de E. Balibar.
14. L. Althusser, "Freud et Lacan·, raedición en Positions , París, Éditions Sociales ,
1976 , p. 13.
15. lbid., p. 19-20.
16. J. Rancie re, La Le9on d'Althusser, París, ldées -Gallimard, 1974 , p. 91.
17. Waldack Roche!, Le Marxisme el les Chem ins de !'avenir, París, Éditions Sociales,
1966. Y D. Caute . op. cit., pp. 930-933 .
18. Entrevista con M. Tort.
19. Apuntes de c!ase de E. Balibar.
20. Lucien Sebag, Marxisme et Structuralisma. París, Petite Bibliotheque Payo!. 1967,
p. 7. Véase tambié n M.-C. y J.-P. Boons, TM, 226. marzo de 1965.
21. Entrevistas por separado con M.-C. Boons y L. Althusser.
22. Marxisme et Structura lisme, op. cit.
23. J. Derrida, De la grammatologie. París, Minuit, 1967.
24. Entrevista con J. Derrida.

314
NotasBibliográficas

25. J. Derrida, "Cog ito et histoire de la f I'18•


967. Por lo que ata+e a la respu esta de M ~ • en L'Écriture et la Diff .
1
la folie, op. cit. , pp . 583 -603. . oucault, véase edición def:i :~:d Pads, Seuil,
26. De la_grammatologie , o p. cit., p. e H,sto1rede
32
27. L'Écntu re et la .Différ e nce , op. c·,t ., ·p. 296
28. S. Freud , Esqu1sse , en Naissanc e de la ·
29. Voc. de la psychana lyse, op . cit. psychanalyse, op. it.
30. S. Freud , Wunderblock , en Résultat Id. .
'É ·1 t I o ·tt · s,
31. L . en ure e a I erence, op, cit., p. 326 ' ees Problem es, tomo 11
, París, PUF, 1985_
32. lb1d., p. 340 . ·
33. J. Laplanc he, Holder lin et la Question du ér .
34. C. Baudoin , Psychanalyse de Víctor H P ~· Pans, PUF, 1961.
reediciónParís, Col in, 1972 . ugo, Ginebra, Éd. du Mont-Blanc, 1943;
35._C. Mauro~ , Des métaphores obsédantes au m h8 . .
psychocnt1que
, Paris, José Corti , 1962 . yt personnel. lntroduct,on a la
36. Roland Barthes, Le Deg ré zéro de l'écriture Par' s ·¡ . •
Seuil, 1963. ' is, eu, , l 953. Sur Rac,ne, Pans.
37. lbid., p. 1O.
38. Le Monde del 14-3-64 .
39. Nouvelle Critique ou Nouve lle Impostura , París, J.-J. Pauvert 1965
40. R. Barthes, Critique et Vérité , París, Seuil, 1966, p. 27. ' ·
41. Véase volumen 1, 3a. parte, capítulo l.
42. Paul Ricoeur, La Symbol ique du mal, París, Aubier, 1960.
43. P. Ricoeur, De l'interprétat ion, París, Seuil, 1965.
44. P. Ricoeur, 'Le conscient et l'inconscient" , Vle Colloque..., op. cit., p. 422.
45. Entrevistas por separado con Paul Ricoeur y Jean-Paul Riooeur. Cambio de cartas
con Charles Reagan , biógrafo estadoun idense de Paul Ricoeur.
46. Entrevista con P. Ricoeur.
47. Écrits, op. cit., p.85 1.
48. La Sfida Semiologica, Roma, Armando Armando Editora, 1974, pp. 356-359.
49. De l'interprétation , op. cit., pp. 358 y 359. Charles Reagan, ' Psychoanalys,sas
Hermeneutics", en Studies in the Philosophy of Paul Ricoeur, Ohio Univ. Press, 1979.
50. Véase Stuart Schne iderman , Jacques Lacan: The Death of an_lntelle_ctual Hero,
Cambridge,Mass., Harvard Univ. Press, l 983, p. 29; traducido al francas, Pans, PUF, 1986.
51. Critique, 224, enero, p. 70. . . 196
52. Véase también J.-L. Scherer, Critique , 223, d1c1embre de 5-
53. Critique, 225, mayo de 1966, p. 186.
54. TM, 237, febrero de 1966.
55. Entrevista con M. Tort.
56. TM, op . cit., p. 1472. onfirmada por P. Ricoeur.Véase
. 57. Información comunicada por J.-P. Valab'.ega, e rd 1979_
ReneRémond, La Regle et le Consentement, P~ns, Faya1969
58. Reedición Société du Gra.phe, 1-2, Pans, Seull, ·
59. lbid.
60. Seminario inédito . • es cruciaux pour la psychanalyse,
. . . 61. Conferencia sobre N. Chomsky, en Problemh alyse inédito. Reproducidotal cual
'º~rto. 'la science et la vérité" en L'Objet de la psyc an ' Log'ique et psychologie". YJ.-A.
•n
t.t·losCah1ers. • É ·t y Ouroux, . ·• d 1
pour l'analyse et dans les en ~- . : nt' en Problemes cruc1aux..., ~s,on e
..~n.r, 'La suture éléments de la logique du s1gn1flrt~ 10' de Millar publicado en Cah1ers es
<... 2-65 · ' y comentado por Laca n · El a ,cu
, introducido
315
Notas Bibfiogiá•·
,1cas
. totalmente modificada de dicha con ferencia. El artícu lo de Duroux es renrod .
una vers16n ,-, uc,.
do tal cual . · 1 •
62 _El libro lleva como subtítulo: El lengua¡e de pensam iento puro conceb ido a sem8 .
janza de las fórmulas aritmét icas , inéd ito en francés. Sobre la lógica, entrevista con Paul

Henry·63 . Gottlob Frege, Les Fondements d e I'ant· hme' t·1que, Pans,


· S eu1,
·1 1969, p. 12.
64. Noam Chomsky. Structures syntax iques, París, Seuil, 1969.
65 . Véase Nicolas Ruwet, lntroduct ion a la gramma ire générative , Parls, Pion, 1007
66. Struct ures syntax iques, op. cit., p. 17.
67. Véase F. Gadet y M. Pecheux, La Lang ue introuvable, París, Maspero, 1980.
68 . R. Jakobson , Essais ..., op. cit. , p. 206.
69. J. Lacan, Problemas cruc iaux ..., sesió n de l 2-12-64.
70. "La suture ...", loe. cit., p. 39.
71. -P.Aulagnier, 'Remarq ue sur la structure psychiq ue", La Psychana lyse, 8.
72. Entrevista con J.·A. Miller.
73. J. Lacan, Problemas cruciaux ... , sesión de l 24 de marzo, reprodu cido en Cahiers...,
op. cit., pp. 52-54.
74. Véase volumen l.
75. M. Foucault, Les Mots et les Choses, París, Gallimard, 1966.
76 . J. Derrida, "Natura, culture, écriture · , Cah iers pou r l'analyse. 4, 1969. Carta de C.
Lévi-Strauss, Cahiers ..., 8, SER, Société du Graphe , París, 1967.
77. Reproducido en L'Écriture et la Différence, op . cit. Actas del Coloquio de Baltimore,
inédito en francés: The Structura list Controversy (The languages of Criticism and the
Sciences of Man), editado por Richard Macksey y Eugenio Donato, Baltimore y Londres, The
Johns Hopkins Univ. Press, 1970.
78. Entrevista con J. Derrida. Véase también Toe Structuralist Controversy , op. cit., p.
21 .
79. lbid.
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87. lbid., p. 894.
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96Jla ' ..
. · · can, 'Acte de fondation•, Annuaire de l'EFP 1965 "Note adjointe", redactada
:O~~i:r de 1964 , ' Pr'8mbule", sin fecha. Texto origi~ del acta de fundación redacta~ª
ación de S. Leclaire, archivo S. L.. Véase también Ex.,op. cit., p. 149 YdOCU

316
Bibliográficas
N<JISS

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. h . ' omm ier A t ·
oaniele Arnoux y Jean- M . 1c el R1bettes. • n o1netteFouque Rol de
. d
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102. lbid., p. 3.
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106. lbid.
107. Le Désir et la Perve rsion, Paris Seu il 1967 El 0 t l'b
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108. Analytica, 7, p. 34 .
109. Lettres de l'EFP, op . cit., p. 176.
110. Analytica, 7, p. 42 .
111. Circu lar ~e l 31-_1-67, archivo J. A . Lettre de l'EFP, op. cit., p. 177-178.
112. Carta 1ned1ta,citada en J. Aubry, ' La ou les chemins divergenr , loe. cit.
113. Analytica, 7, pp . 31-40 .
114. J. Lacan , 'Proposition du 9 octobre•, primera versión, Analytica, 8, suplemento de
Ornicar?, 15, abril de 1978, p. 5.
115. lbid., p. 8.
116. Sobre el fin del aná lisis, véase S . Freud, L'Analyse avec fin et l'Analyse sans fin,
en Résultats, ldées, Problemas, op. cit. S. Ferenczi, 'Le processus de la formation
psychanalytique, le problema de la fin de l'analyse·, Oeuvres completes, Peris, Payot., 1982,
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psychanalytique, París, Payot, 1972. Véase 2a. parte, ~pftulo I Y 111.
117. Situation de la psychana lyse en 1956, en Écrits, op. cit.
118. Analytica, 8, p. 22-23.
119. Véase volumen 1,2a. parte, cap. 11.
120. Analytica 8 p. 23. . bl' da) Scilioet 1
121. 'Proposítio~ du 9 octobre·, segunda versión (la primera pu ica 'e n ' ·
p. 14-15.
122. Entrevista con S. Lecla ire. de sse" Omicar?, 12-13, diciembre
123. J.-A. Millar, 'lntroduct ion aux paradoxes Iª pa •
de1977, p. 103. 'd de Lacan para evaluar el número de
124. Apuntes tomados por J . Aubry a pedi 0
Opositores
.
125. Archivo J. A. y Lettres de l'EFP. 7. P· 186 ·
126. Analytica, 7, pp. 147-151.
127. Entrevista con G. Rosolato.
128. Entrevista con P. Au lagnier · n
129. J. Clavreul texto sin fecha , arch ivo J. A. rs·io·
n Scilicet, 2-3, acompaíiada de u
.
130. Primera ' . . unda ve •
versión, archivo J. A., seg
eoin.ntano.
131. Circular del 21-3-69, archivo J. A.
317
Notas Bibliográficas

132. Analytica , 7, P- 5 3 ·54: . _


_ 58 60 ·
133 Carta de J. Clavreul, 1b1 d._.PP·
134. Posición de M. Safouan, 1b1d.
135 . Entrevista con Michéle Bargues . d 1968
· · •d 'tI sesión del 15 de mayo e ·
136. Semi nario tne o, 11, ssion au litr e de psychana lyste da ns l'EF P", Scilicet 2-
137. ' Príncipes concernan acce '
3 33
3 , PP·138.
o- .
Respuesta no ec
f hada de M Mannoni, Analytica , 7 .
·
139 J Oury Scilicet, 2-3, p . 4 - · 7 48 , · h' J A
• · .' T Abd cheli y ca rta de Pierre Beno1t, are 1vo . .
140. Entrevista con · ou · . F · H f t · L · M• •
14 1 . Proyecto B' Sc1 ·¡·ice 1' 2 - 3 • p . 39 . Entrevistas dcon ranc 1s os e1n y uc1en elese.
142. Testimonio de los miembros del gr upo Lan er.
143. Scilicet, 2-3, p. 34-50 .
144. lbid., p. 51.
145. lbid., p. 51-52. .
146. lbid., p. 52, y circular de la EFP, archivo J. A.
146 . lbid., p. 52, y circular de la EFP, archivo J. A.
147 . Circular del 9-2-69, a rchivo Anne Levallo1s.
148 . Entrevista con Laurence Bataille.
149. Véanse cifras en anexos. . . .
150. Sobre este punto el libro de Moustapha Safouan es ins uficiente : Jacques Lacan et
la Question de la formation des analystes, París, Se uil, 1982.
151. Véase Lettres de l' EFP, 8, enero de 1971, p . 135.
152 . Scilicet, 1, p. 3.
153. lbid., p. 11 (el subrayado es mío),
154. Véase Qu'est-ce que le structuralisme?, París, Seui l, 1968.
155. Proyecto de diccionario sin fechar. Véase también Lettres de l' EFP, 15, presenta-
ción de Charles Melman, junio de 1975, pp. 194-211 .
156. Entrevista con J.-A. Miller.
157. L'Ordinaire du psychanalyste, 11, noviembre de 19n, "Sigismund" , p. 163.
158. Entrevista con F. Hofstein,
159. L'Ordinaire du psychanalyste, 12, abril de 1978 .
160 . Pierre Legendre, L'Amour du censeur, París, Seu il. 1974 .
161. E. Ortigues, Oedipe alricain, París, Pion, 1966, H. Collomb , La Relation
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setiembre de 1983 . M.-C. Ortigues trabajó en el servicio de J. Aubry.
162. Carta de Jean-Paul Moreigne, archivo J. A.; con traproyec to , archivo J.-P . M.
163. R. Castel, Le Psychanalysme, op . cit.
164. Topique. 1, París, PUF, 47, reproduc ido en La Format ion du ps ychanalys te, París,
B~lfond, 1979,_pp. 55-86. Los artículos de Aulagnier y Perrier están publicados en Topique. 1·
Veanse tamb1en los textos de los mismos en L' lnconscie nt, 8, y Topique , 2 .
165. La Formation du psychanalyste, op . cit.
166. Topique, 1, p . 60.
167 . lb íd ., p. 65.
168. Véase Top ique , 6, 1971, pp. 131-138 . Los fundad ores llamaron Cahier bleu
textos contenidos en los números 1 y 6.
ª los
169. Véase cap. 111.
170
68. - F. Perrier. Voyages extraordinaires en Translacanie , París. Lieu commun, 1985 · p.
171. Sobre el materna, véase cap. 111.

318
Bibliográficas
Notas

172 . J.-P . Valab·rega ,• La Formation


· ·
du p
syc
h
analyst
•comPte rendu d e 1a ¡ou_rneesc 1ent1fique du 2 . 12 _76 . e, op. cit., p. 133 _M.-C C .
19-24. y J.-P . More1gne, "L'exerc ice d'anal , 1analyse quatrieme" T . . elener.
PP· . ·e?" RFP 5 1982. yse entre technique et '. op1que.19, 1977,
el poes1 . , . , ' prat1que, entre ascese
173 . Top1que , 32, 1983 , p. 154 . Véase ta b"'
· IV G • p
psychanalyt1que au e rou pe , sych analystes (b 1 ¡.
m ien A Gasqu ·
1

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, forme un analyste , NRP , 20 , 197 9. ' Topique, 18, 1977, pp. 40. 62_
00

11.sunset Bou levard: m ise ri as y esplendo res d 1 • •


e mov1m1ento de protesta.
1. Véase la revi sta Autrem ent, 68-78 dix années ·¡·
· ¡· · · . sacri eges 12 1978
2. J. Lacan, Te ev 1s1o n, op. cit., p. 54. ' · ·
3. La carta está fechada del 7 -11-7 7, día de la muerte de E
4. J. Lacan. en Se. 53 , op. cit. . p. 4. y.
5. Véase 1 a. parte, cap. 11.
6. Arguments, edic ión íntegra en reimpresión y en dos volúmenes, Toulouse, p riva
· 1,
1983, t ..1
7 . Arguments, op . cit., t. 11,pp. 1-59.
8. Los dos lib ros están pub licados en las Éd. de Minuit en la colección "Arguments".
VéaseJ.-A. Cohen, Marcuse , París, Éd. universitaites, "Psychotheque", 1974.
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11. H. Ey, Plan d'organisation du champ de la psychiatrie, Toulouse, Priva!, 1966.
12. Livre blanc .... op. cit .. t. 11,pp. 147-202.
13. Cartas comun icadas .por Renée Ey.
14. Livre blanc ..., op . cit., t. 111
, p. 106 .
15. EP, fase. 4, 1974. p. 24 . "
16. DSM 111,París, Masson, 1983. M. Leclerc, "1984 DSM-111 ou la novlangue• 88
5
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julio de 1983 , p. 55. . . 978 y H E Les Études
17. Véase C . Koupern ik, Confrontat ions psych1atnques, 16 . 1 · · Y,
philosophiques, 4, octubre-d iciembre de 19 56_,P· 6l 9 .
18. M. Foucau lt, op. cit., primera de cubierta.
226
19. EP. t. 36, fase. 2, abril-junio de 197 1 , P· · ge a travers la folie, París, Seuil,
20 . Mary Barnes y John Berke , Mary Barnes , un voya
1973. f , se n las Éd du Seuil. Véase
t, t aducidas al rance ·
21. Las obras de G. Bateson es an r kl d 'Toward a Theory of , .
tambiénG. Bateson, D. Jackson, J. Haley Y J. W~aRo~aldLaing, La Polítique de l'experience.
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319
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· . ta M Mannoni Véase L'Enfant , sa malad 1eet les a utre s, París Seuil
28. Entrev1s con · · · ,
1967
· _F. Dolto, Le Cas Dominique, París, Seuil , 197 1. Por consej~ -d ~ Pa ul Flamand F.
29
para hacer un libro q ue se pub lica en la co lecc1on Ch amp freudien". La
Dcito red acta e 1cas0 .. ( ·t ) v · t b" E
. d·tada el mismo año, fuera de cole¡cc1on op . c1. ease am 1e n nfance aliéneé,
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33. Entrevista con Catherine Clémen t, L'Arc , 49 , 1972, p. 47.
34. A partir de esta fecha yo misma partic ipé en la mayoría de los aco ntec imientos que
narro. Recurriré a algunos recuerdos persona les.
35. G . Deleuze y F. Guattari. Milla Platea ux, París, Minuit, 1980.
36. L' Are, op. cit., p. 56.
37. Véase Gard e-fous , número espe cial dedic ado a la cl ínica de La Borde , 4• trimestre
de 1976.
38. Le Nouvel Observateur del 7-5-73, artíc ulo de M . Righi ni.
39. Recherches, marzo de 1973, p. 3.
40. Lettres de l'EFP, 17, 1976, pp. 234 -255 .
4 1. G. Deleuze y F. Guattari, Rhizome, París, Min uit. 1976 , p. 8 .
42. Por lo q ue respecta al informe, véase W. Boukovsk i, Une nouvelle maladie ..., op.
cit.. Y E. Antébi, Droits d'asile en URSS , París, Julliard , 1977 . Esp rit, 11, noviembre de 1969,
y Psychiatrie aujourd'hui , 24-25 , 1975 .
43. W. Boukovski , op. cit. , p. 97.
44. lbid., p. 24 .
45. Véase vo_lumen I y _~olumen 11 , la . parte, cap. IV.
. 46. Sobre la 1mpugnac1on del artículo 64, véase Actes , núme ro espec ia l, Psychiatrie et
Justice, 3_9. 1983 ;_Michel _Landry, Le Psychiatre au Tr ibunal, Toulouse, Priva! , 1983;
Psychiatrie fra~aise, Junio-agosto de 1977, mayo -junio de 1983 y febre ro de 1985; Serge
Ferraton, Fer~aton le fou l' assassin, París, So lin , 1978.
47. Moción reproducida en EP, fase . 4 , 1971 , p. 181 _
48. EP, fase. 1, 1972 y fasc. _1, 1974 _
49 . Psychiatries 37 1979 p so(. f . .
Honolulú) La ·unt d • ' •. · in orme g eneral sobre los Co ng resos de Mex1co Y
1
_ Íbid.: p. ; _e general Vide la toma el poder el 24 de marzo de 1976.
50 9
5 1. Sobre Freud y la Gestapo véase v 1 .
52. Psychiatries 3 7
1979
° umen 1, 2a. parte , capit ul o 11.
53. lbid., p. 47 _ ' ' 'p . 6 1, dec laración fechada el 8-8-7 7.
54. Le Monde del 9.g. 77.
55. Psychiatries, 56, 1993 p
6
56. Véase La Psychanaly~e · ·
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320
NotasBibliográficas

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ª
7 Alb1stur y Danie l Armogat he, H'.1sto1re
. mour en plus,
du fém· . París• Flammanon,
' . · 1979. Via
temrnes,197. · inisme frangais, París, Das
60. Vease volumen I; C. Bertin, op. cit.· L'I . . 2
61. 'la phase phallique et la portée sub ¡active
· nhnt,du· compl
61. exe de castration" Scilicet 1
62. J. lacan, Le Savoir du psychana lyst 8 . ' ' 'p.
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4
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Marini,Territoires du férninin, París, Minuit, 1 9 7 7 . , M. ·t 1977_
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D d 'Rav1ssemen · '
a
77. J. Lacan, "Hornmage fait M. uras u . Marguerite Duras, Parls, Albatros,
Renaud-Barrault, 52, diciembre de 1965. Reproducido en
1975 y 1979.
61
a
78. En Marguerite Duras Montréal, op. cit., P· · 11 Nom op. cit. Véase también F.
L'Ombre e e · .
p . 79. El articulo de Critique se reproduce en La sexualité Féminine, op. cit.
•mer, La Chaussée d'Antin, op. cit., y M. Safouan,
80. Sciiicet, 2-3. p. 5-6. de 1975 . ·
81. Ouinzaine littérai re del 10. al 31 de _agoSl~usemblant, 1970-1971 , inédito. Ou pire,
82. J. Lacan, D'un discours qui ne sera,t pas
321
Notas Bibliográficas

54
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1966. É .
92. M. Pleynet, Lautréamont, París, Seuil, colección· crivains de tou¡ou rs", 1967.
93 . TO, 19, 1964.
94. J. Kristeva , ' Mémoire·. L'l nfini, 1, invierno 1983, p.41 .
95. Entrevista con P. Sollers .
96 . TO, 32, 1968.
97. J. Kristeva , L'lnfini , 1, op. cit. Véase P. Sollers, en Log iques, París, Seuil , 1968.
98. R. Laporte , La Veille, París, Gallimard, 1963. G. Paree, L'homme qu i do rt, París,
Denoel, 1967. M. Roche, Compact, París, Seuil, 1966. P. Guyotat , Éden, Éden, Éden, París,
Gallimard, 1970. D. Roche Louve basse, París, Seuil, 1976. P. Sollers, Parad is, París, Seuil,
1981. Continuación en vías de realización. Georges Paree hizo un aná lisis, entre 1971 y
1975, con un miembro de la APF. Véase Penser/Classer, París, Hachette, 1985 . Igual que
para los escritores de la entreguerra, hay que separar aquí la exper iencia de la cura con fines
persona les de la influencia de la problemática fre udiana en una obra. Una y ot ra pueden o no
cruzarse .
99. J. Lacan, Écrits, op. cit., p. 833.
100. Michel Pion, La Théorie des jeux: une politique imagi naire , París, Maspe ro, 1977.
Paul Henry , Le Mauvais Outil, París, Klincksieck, 1977.
101. L. Séve, Marxisme et Théorie de la personnalité, París, Éditions sociales, 1969,
tres edic iones sucesivas.
102. Cahiers du CERM, 5 volúmenes, 81 a 85, 1970. R. Roelens , 'Prob lemas de
structure et de décentrement du sujet dans l'oeuvre de Lacan·. T. Goldberg, 'Notes et
réflexions sur Jacques Lacan·.
103. Marxisme et Théorie de la personnalité, op. cit., p. 7.
104. Uno acaba de publicar Un oeil en trop, París, Minuit, 1969, y el otro
Psychanalyser, op. cit.
105. N~ , 37, octubre de 1970, pp . 22-34. Véase tamb ién C. Clément, 'Les beaux jours",
Magazine httera1re,166, noviembre de 1980, p. 19.
106. Pour un_ecritique marxista de la théorie psyc hana lylique, París, Édttions sociales,
1973. Vease_también Europa, especial Freud, op . cit.
107
- lbid., p. 264 - Véase también Une psych iatrie différente diles -vous? ediciones de la
NC , suplemento del No. 63 y J .p Ruma p h' · · '
• · · n, syc 1atr1es quest ,ons actuelles, suplem ento del
No. 83, 1975.
108. Action poétique, 41-42, 1968 .
109. NC, número especial Lingüistique et Littérature sin fech 176
11O. TO, 34, verano de 1970, p. 3-4. Théorie d'e ' ~· p. .·
111. L'Humanité de los días .g.. nsemble, Pans. Seu1I, 1968 .
12 69 12 10 69
112 J Lacen D'un Autr · I' t Y • • - TQ, 39 Y 40, 1969 y 1970.
. . . e a au re 1968-1969 in. d't .. d 1 6-69
113 Citado por p Daix L • , e I o, ses,on e 26- .
114: lbid. · ' e11res 1ran~aises del 2-7-69.

322
NotasBibliográficas

115. L' Express del 14 -20 de julio de 196 9 .


116. Entrevista con P. Sollers.
117 E. Roudinesco, reproducido en Un d isco
118.· Promesse, 30 -31 , otono-mv1erno
• · · de 1971urs au réel •.Pa ris,
· Mame, 1973.
1972. ' reproduc ido en Positions, París, Minuit,
119. Poét ique, 21, 1975, reproduc ido en La Cart
e POSlale, París, Aubier-Aammarion
1980· '
120. J. Derrida, La Carte posta le , op. cit. , pp. 474 y
484
121. J. Lacan, Écrits, op. cit., pp. 14 y 40 . ·
122. J. Lacan, Séminaire 11, op. cit. , p . 239 .
123. Écrits, París, Points -Seuil , 1969, p. 8 .
124. F. Roustang , Un dest in si funesta, Pa rís, Minuit, 19n
125. Barbara Johnso n, T he Frame of Refe rence : p 08 Lac~n o 'd N H y
. 1977 • , em a, ew aven, a18
Freneh Stud1es, .
126. TO, 53, 1973 .
127. TO, 46, 1971.
128. Véase M. David , op. cit. Y Lettres de l'EFP, 15, 1975. Ornicar?, 16, 1978.
129. Véase Marxisrne -lénin isme et Psychanalyse, Cahiers Yenan, 1, París, Maspero,
1975.
130. Psychana lyse et Politique, París, Seuil , 1974 (Actas del Coloquio de Milán, 1973).
131. Entrevista con P. So llers. Y Lettre mensuelle de l'ECF, 40, junio de 1985, p. 29.
132. TO, 59, 1974, p. 7 . Y P. Sollers, Femmes, París, Gallimard, 1983, pp. 87-89.
133. J. Kristeva, L'lnfini, 1, p . 53 .
134. Le Monde del 3-4 -81.
135. Info rme de la prensa italiana de l 29 de julio al 10 de agosto de 1985.
136. L'Express del 1•-7 de noviemb re de 198 5.

111.
Reinos divididos
· • assassmee,
1. Pierre Merlín, L'Univers1te · · p aris · . Ramsay • 1980· Y René Rémond, La
Regleet le Consentemen t, op. cit.
2. Véase M. W inock, op . cit.
3. Entrevista con J. Favez -Bou to nier.
4. Entrevista con Jacques Gagey.
5. Entrevista con Claude Prévost.
6. Entrevista con J. Laplanc he . . .. t setiembre de 1981, p. 559. Y carta
6 24
7. J. Laplanche, Psychanalyse á l'Uni~ers~tel. · ' '
de R. Cahn a Laplanche del 28-10-80 · Ar:hivo · · C Prévost.
8. Archivos de la UER de SHC, fac1htados por ·
9. Entrevista con Jacques Derr ida . d Leclaire a Foucau!t. Archivos de J.-A.
10. Carta de Leclaire a Millar de l 9-7-69 Y e
Millery S. L.
11. Circular del 26-3-69, archivo S.L: S L
12. AG de filosofía del 18-4-6 9 , archivo · · chivo S.L. ·embre
13. Circulares del 20-9-69 y del 13-1 -~1 9 ¡_:\ettre infáme, París, F. Gruyer. seti
14. "Vincennes, psychanalyse, Lecla ire ' _
23
de 1969. Y entrevista con S. Leclaire. . Lacan. 121. febrero 1~77· p. alizada en noviem-
15. Magazine littéraire número especia 1 . s¿u ·11 1970 . EntrevtSla re
' . . ? Pans 9 '
lirl 16. Les professeurs pour quoi faire •
de 1969, L'Express, 16-22 de marzo de 1970 ·
323
Notas Bibliográficas

17. Entrevista con Patrick Guyomard . Véase también J. Clavreul, 'les éléves de
Lacan", Te rtulia, enero de 1982.
18. Los conceptos elaborados para esta refundi~i~ n _se e~cuentran en lo~ seminarios
siguientes : L'Envers de la psychanalyse , 1969-1970, medito. D un ~1scours qui _ne serait pas
du semblant, 1970-1971, inédito. Le Savoir du psychanaly ste , seminario de Sa1nte-Anne,
1971-1972, inédito . Ou pire, 1971-1972 , inédito. Les non-dupas errent, 1973-1974 , inédito.
Séminaire XX, Encore, op. cit. L'Étourdit, en Scilicet, 4, 1973. Véase también los fragmentos
de seminario publicados por Ornica r? a partir del año 1975.
20. Sobre W ittgenstein, véase volumen l. Tractatus, París, Gallimard, 1961, traducción
al francés de P. Klossowski. D. Lecourt , L'Ordre et les Jeux , París, Grasset, 1981. Antonia
Soulez, Manifeste du cercle de Vienne, París, PUF, 1985. Jacq ues Bouve resse, La Parola
malheu reuse, Paris, Minuit, 1971. Freud. Jugemen ts et témo ignages , textos presentados por
R. Jaccard , París, PUF, ' Perspectivas", 1976.
21. J. Lacan , L'Envers ..., op. cit.
22. Entrevista con G.-Th. Guilbaud.
23. Sobre la topología, véase J.-C. Pont, La Topo logie algébr ique, París. PUF. F.
Tingry, Recherches logiques et linguistiques pour la psychana lyse. Nom propre et topologie
des surfaces. tesis de 3er. ciclo, UER de SHC, 1983. Littoral , 5 y 6, mayo de 1982, Abords
topologiques. G.-Th. Guilbaud, Le9ons d'a peu pres, París, Bou rgois , 1985. J.-C. Milner, Les
noms indistincls, París, Seuil, 1984. Y E. Roudinesco , entrev ista con J.-C. Milner, Action
poétique, 72, diciembre de 1977.
24. Véase J.-C. Milner. De l'école, París, Seuil. 1985.
25. J. Lacan, Le Savoir ..., op. cit ., sesión del 21-11-71 .
26. J. Lacan. Ou pire, op. cit., sesión del 9-2-72.
27. Entrevista oon J.-A. Millar.
28. Lettres de l'EFP, 1 a 5, 1967-1968.
, . ~9._Stécri.ture, 1984, boletín interno. Por lo que respecta a la crono log ía de los semina-
rios med1to:, vease Marcelle Marini. Lacan . París, Belfond, 1986.
30. Vease Robert Linhart, L'Établi, París, Minuit, 1978.
31. Dedicatoria _de_La_ca n , ejemplar facilitado por J. Aubry.
32. J. Lacan, Semma1re 111 , op. cit .
33. J. Lacan, Séminaire XI, op. cit., p. 251.
34. lbid., p. 249.
35. Para este período, utilicé los archivos de J.-A . Millar p Guyomard y F Baudry
completados con entrevistas por separado con los t ' · · '
36. Circular de setiembre de 1974 . arch·ivo p . Gres.uyomar d .
3 7. C arta de Clavreul_a Morali, del 15-10-74 , arch ivo J.-A. M.
38. J. Clavreu l, Bullet1nde la Convention h .
Véase también Tertulia op ·¡ psyc analytique, 8, enero de 1986, p. 38.
, . Cf .
39. Carta de Millar a Rabantdel 15_1074 , arch·IVO J ,• A. M
· ª
40 C rta d e Baudry a Lacan de1 13- 1o-74 Y respuesta de· Lacan del 16-10-74, archivo
Baudry.

4 1. J. Lacan, Le Savoir ..., op. cit., sesión d 8 1 . . . .


42. Ornicar?, 1, 1975, p. _ 4-11-71, y Sem1na1reXX, op. cit.
33
43.lbid., p. 34.
44. Carta de Frioux a La<::flndel 9 11 74 h'
45 c d L .· - - , are 1voJ.-A M
· arta e acan a Fnoux dql · 1O-l l -74 archivo . J A· M·
46. Carta de Baudry a Lacan del 26 _11 74· . ·• · .
47. Actas del 26-11-74 , archivo J.-A. M- , archivo P. Guyomard.
48. Carta de Millar a Roustang del 17_1·1 7 .
• 4. archivo J.-A. M.

324
NotasBibliográficas

49. Rogar-Poi Droit , Le Monde del 15-1 1.74 _


o.
5 Circular sin fecha, arch ivo J .-A. Miller .
51. Libération del 7-12-74.
52. Entrevista con J .-A . Miller.
5a. Ornicar? , 2, marzo de 1975, p. 81 .
54_Entrevista con S. Faladé.
55. Ornicar?, 12-13 , diciembre de 1977, p. 199.
56. Lettres de l'E FP, 21 , agosto de 1977 .
57. Entrevista con S. Faladé. Congreso sobre la trans · 1.. L
. d N . . m1s on, ettres e l'EFP 25 1979
58. Folleto ed ita o por avann. Vease tambié n Ana lytica 39 1984 C'f1 d' 1d' ·
mentoproporcionadas por G. Miller . ' • · ras e eparta-
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· · d'h ·? 2 t · ' . ease 1am 1en
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1967,archivo J.-L. Donnet. Y
61. Véanse cifras en anexos .
62. Georges Devereux murió en 1985 y Marthe Robert es miembro del jurado Médicis.
63. Études freudiennes, 1-2 de noviembre de 1969, Denoél, p. 174.
64. Carta de Lacan a Donnet del 17-3-69 , archivo J.-L. D.
65. Reunión del 31 -3-69, informe, archivo J.-L.D .
66. Publicado en Études freudiennes , 1-2.
67. Entrevista con Al ice Cherki.
68. Serge Lebovici, coloquio de mayo de 1971, archivo J.-L.D.
a
69. J.-L. Donnet, 'A propos de l'ana lyse visée didac tique", ponencia del 18-5-71,
archivoJ.-l. D.
70. Estatutos del lnstitut de Psychanalyse, archivo IP, fuentes privadas. Y entrevista
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71. Reglamento de l lnst itut de Psychanalyse, fascículo interno.
72. André Stéphane, L'Univers contestationna ire, París, Petite Bibtiotheque Payot,
1969.
73. !bid., p. 38.
74. lbid., p. 28.
75. lbid .. p. 69,
76. Véase volumen 1, 2a. parte, capítulo 11. t· d
· · · l'b obre este tema pero no 1enenna a
n. Algunos psicoanalistas publicaron otros I ros s
quever con éste.
78. Actas de las entrevistas de la Société Suisse de Psychanalyse, 22-27 de febrero de
1972, p. 85-86, archivo J.-L. D.
79. Nouvel Observateu r del 3-6-69.
80. Ouinzaine littéraire del 1o.-15 de junio de 1969 · to de 1969
277 27 8 05
81. Alain Didíer "La psychanalyse trist e", TM , - 'ag . d s ·
82. Extracto c1e'1adeliberación del CA, archivo IP, fuentes priva ª·
83. Carta del 9-5-73, archivo IP, fuentes privadas .. M ,
. d por Rene aior.
84 · Documentos oficiales proporciona os .
85. Actasdel 30-11- 73, archivo IP, fuentes privadas .
86. Entrevistacon René Major. . d
87- Circular del 16-1-74, archivo IP. fuentes priva as.
88. Actasdel CA. 22-1-74, ibid.
89. Véase volumen 1, 1a. parte, capítulo l. .
90 - Reunióndel 7-12-72. Entrevista con R. MaJor,

325
Notas Bibliográficas

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Flamma rion , 1976. The Woltm an by the Woltman, Nueva York, Basic Books, lnc., 1971,
traducido al francés en Ga llimard, París, 1981 . Y Karin Hobho lze r, Entretien avec l'homme
aux loups, ibid .
97. Entrevista con J. Derrida que oyó la cinta y transcrib ió el co ntenido.
98. Ornicar?, 14, 1978, p. 8-9.
99. Entrevista con R. Majar.
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Montaigne, 1979.
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a
102 . Serge Viderman , ' Préamb ule un projet de cursus", en La Formation du
Psychana lyste, op. cit. (Monog raphic s de l'IPA) , p. 287 .
103. S. Viderman, La Construclio n de l'espace analytique, Par ís, Denoel, 1970.
104 . Actas del 6-5-74, archivo IP, fuentes privadas .
105. Actas del 7-5-74, ibid .
106. AG extraordinaria del 15-5-74, ibid .
107. Actas del 11-6-74 , ibid.
108. Carta del 30-4-76, archivo R.M.
109. J. Derrida. Glas, París, Galilée, 1974.
11O. J. Derrida , La Carta postale, op . cit., pp. 536 y 538 .
111. S. Leclaire, Rompre les charmes, París , lnter-Éditions, 198 1, p. 26.
112. lbid., p. 198.
113. Estatutos depositados el 13-6-77, archivo R. M.
114. Rompre les charmes, op . cit., p. 20 1.
115. lbid., p. 202-203.
116. Circular del 9- 1-75, archivo IP, fuentes privadas .
117. Carta circular a A. Green , archivo IP, fuentes privadas.
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119. Documento del tribunal de instancia superior de Parls, 22-3-75, archivo R. M.
120. Estatutos de la'SPP de junio de 1977 , archivo SPP .
121 . Sentencia del tribunal de instancia superior de París, 5a. sala, 1a. sección, 17-6-
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12.2 . Arch ivo del Collége des Psychana lystes, J. Sédat. Véase tam bién Tribuna (boletín
de los Cartels constituants de l'analyse freudienne), 1, L'lnstiM ion en question, París, 1985.
123. Decreto del 22-2-82 , archivo R. M.
124. Carta circular de la IPA, octubre de 1981 , archivo SPP-IP, fuentes privadas.
125. Circular del 14- 12-83, ibid.
126. Documen to inédito facilitado por R. Majo r.
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128. Carta de Limentani del 21-5-84, archivo SPP-IP fuentes privadas .
129. IPA, ~ria de ~onografías , 4: Les Changemen~ intervenus chez les analystes et
dans leur for_mation,pubhcado ba¡o la direcció n de R. WaJlersteín MD, 1985.
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326
Bibliográficas
f,/Ot85

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1
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geh\ ~o de la exposición). Véase también informe ~
1
f¿
erlag Michael Kellnar, 1985
~!~~em, der Enkal is!", Frankiurtar Allgemeina, 8- ~ ongreso de la IPA: Rainer Appel,
7 85
132. Actas del CA , 5-2-85, archivo SPP- IP. El Rost~r es .
1
133_Documents et Débats (boletín interno de la APF) a: .anuario
1
de la IPA.
134. Estatutos de 1964, archivo W. G. ' ni 980.
135_Georges Favez , Etre psychanalyste, París, Dunod 1976
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137. L'Écrit du T emps, París, Minuit .
138. Véase 2a. parte, capitulo 11 1.
140. Carta de Granoff a Van dar Leeuw del 17-7-64, archivo w. G.
141. lbid ., del 21-7-64.
142. Carta de Granoff a Gite lson del 18-10 -64, archivo W.G .
143. Carta de Turquet a Lagache del 3-11-64, arch ivo W.G.
144. Cambio de cartas entre Lagache, Turquet, Granoff y Laplanche, febrero de 1965,
archivoW. G.
145. Carta de Lagache a Granoff del 25-3-65, archivo W. G.
146. Carta de Lagache al Ejecutivo del 24-7-65, archivo W. G.
147. Entrevista con J. Favez-Bouto nier.
148. Carta de Granoff a Lagache de l 3-8-65, archivo W. G. Por lo que respecta a la
'cartaa Serge", véase 2a . parte, capít ulo 111.
149. D. Lagache, 'Ad resse présidentielle" de l 23-10-65, archivo W. G.
150. Ultima de cubierta de los vo lúmenes de la colección.
151. TM, 274, abr il de 1969, p. 1813.
152. lbid., p. 1820.
153. Entrevista con J .-B. Pontalis.
154. Catálogo de la NRP , París, Gallima rd, 1985.
155. J.-B. Ponta lis, Loin, París, Gall imard, 1980.
156. Le Temps de la réflex ion, París , Gallima rd , 1980, p. 16. . .
157. John Forrester, Le Langage aux origines de la psychanalyse, Pans, Galhmard,
1984,p. 313.
158. NRP, 30, otoño de 1984, P· 12. od ·d0 5 en el boletín
159. Todos estos discursos se encuentran fielmente repr uci
Documentset Débats.
197 1
160. Documents et Débats, 3, marzo _de : t . branlé la Franca, Parls, Fayard,
161. Épistemon (Oidier Anzieu), Ces idees qui on e
1968
· R p · 1y W Granoff.
162. Entrevistas por separado con . u¡o ·
163. Documents et Débats, 6, setiembre.de~;:· l'APF", l4 -3 -72, archivo W. G.
164, W. Granoff 'Lettre ouverte aux collegu h' w G
2
165. Carta de G;anoff a G. Favez del 8-11-7 , are ,vo · ·
166. Op. cit. blicados en oocuments et Débats. 10.
. 167. Documents et Débats, 6, 1972. Estatutos pu
de 1984.
JIJÍIO
168. Documents et Débats, abril de 1977 · .
19 8
169. Documents et Oébats. 14, mayo de ~ Véase oocuments et Debats, 18 , mayo
7
.... 170. Reforma de estatutos votada el 30- 1• ·
""1978.

327
Notas Bibliográficas

IV. La Esc uel a Freud lana de Parls: la catástrofe

1_F. Roustang, Un destin si funesta, op. cit. Véase E. Roudinesco, rese ña en la


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2. Ornicar?, 1O, 1977, p. 56. .
3. J. Derrida, la Carta postale, op. cit., p . 543. .
4. G-artade C. Conté a E. Roud inesco del 18 -3-77 , arc hivo E. R.
5. Carta abierta enviada por mí, 12-3 -77.
6 . Carta de J. Lacan dirigida a mí con fecha 14-3-77 .
7. Carta enviada el 22-3 -77, publicada con el títul o ' Excusez-moi je ne fais q ue passer· ,
TM, 371, junio de 1977. _ . _
8. Pronunciado el 12-5-77. en Ornica r?, 12- 13 de d1c1emb re de 1977.
9. Ornicar? , op. cit., p. 105.
10. lbid., p. 191.
11. Lettres de l'EFP , 23, p. 27 .
12 . lbid., p. 3 1.
13. lbid., p. 100 .
14. lbid., p . 125.
15. lbid ., p. 167.
16. Tertulia , op . cit.
17. Lettres de l'EFP, 23, p. 181.
18. Nouvel Observateur del 12-10-8 1.
19 . Documentos fotográficos, Michele Montrelay. Ent revista s por separado con M.
Montrelay y R. Major.
20. La Scholastique freudienne, París, Faya rd, 1972. Véase ta mbién B. Schuster,
L' Argumentation antipsychanalyt ique en France depÚis 1945, tesis de doct orado en medicina,
París VI, abril de 1977.
21. Alain de Benoist, Vu de droite, París, Coperni c, 1977.
22. Véase volumen 1, debate sobre Picho n.
23. Gérard Zwang, La Statue de Freud, París, Laffont, 1985, p. 26 .
24. Fran90is George, L'Effet 'yau de poéle, Par ís, Hachette- Essai, 1979.
25. Le Monde del 21-9-79.
26. Carta y testimonio del 24-9-79, archivo W. G.
27. Le Monde del 2- 10-79.
28. G(lles Perrault, l'Orc_hestre rouge, París, Fayard, 1976, p . 293.
29. Vease Ph1hppe Bassine, Le Problema de l'inco nscient.
30. The Unconscious, Tbilisi, Metsniereba Publishing House 1981 3 volúmenes, ed. by
Bassin, Sherozia. Prangishvili. ' '
31. Le Fígaro, 19-6-78.
32. libération du 19- 10-79.
33. Entrevista con Léon Chertok.
34. Carta de l. Althusser dirigida a mi . 30-6-76
35 . Ponencia publicada en Des femmes hebdo · 1 g.. · b d l 979 Reproduci-
do en Rompre Ies c harmes, op. cit. , , 16 . nov1em re e .

_36. Ponencia
3 , primavera publicada en Libération, op . cit., y reproducido en Cah iers Confrontation.
de 1980.

11-10~;g_Véase Gérard Mendel. Vendredi. 26 oct. - 8 nov de 1979, y J. Nobéoourt. Le Monde.


38. Publica_da en 1~Ouinzaine littéraire del _1 _
1 1 79
39. Grabac,on reahzadaporMart· h . · .
8
ine ac erich-Granott . Yo también estaba en la tribuna.

328
Bíbliográficas
fiot8S

40 · Fuentes utilizadas para elabo rar la cr , .


idos por J . ub ry Y E · Rou d'inesco : alrededo
A r d 8 de la dis O1uc1
onica ·on:
• archivos de la EFP
reunsefreudienne et de l'École de la cause freud· ochocientas circulares Archivos d 1
cau f' d 1enne Delend E · e a
hivos persona Ies con 1a os por J.-A. Millar O · a, ntre-temps (boletines)
p.rcyode 1981, reproducido en Alma nach da 1~ d~sumle_ntos publicados en L'Ane 1 abril:
mar separado con M . M on t re I~y, F . Dolto , c. Melman,
so ut1on París N
S F'
. ' '
. • avarin, 1986. Entrevistas
r;erk i. Documentos proporc1~nados por o. Soulez-Lari~ie~lade, J.-A. ~1ller, J . Aubry, A.
a
Retour Jacques L~can , Par is.' Fayard , 198 1. Claude Dor e. ~ - Cherk1,"Pour mémoire", en
JacquesLacan, Pans , Ac tuahte freud ienne, 1981 , Lectur geuille, La Seconde Mort de
personal de J . Aubry, miem bro del CA de la EFP, ªda la prensa francesa y del diario
41. Documentos Orrncar ?, archivo J.-A. M.
42. Entrevistas por separado con C. Melma n y F. Dolto.
43. Entrevistas por separado con J.-A. Millar y s. Faladé
44. Entrevista con F. Dolto. ·
45. Circular de la EFP , octubre de 1979.
46. L'Ane, 1, reproduc ido co n el título "Tous lacaniens !", p. 28.
47. Apuntas tomados por A. Cher ki .
48. C. Melman , Plus-Un , 1, diciembre de 1979.
49. Circular del 16-12-79.
50. Carta fechada el 7-1-80 .
51. Como la autenticidad de la carta de disolución fue impugnada con vigor, pedí a los
principalesprotagonis tas , cuyas posiciones hoy en día divergen, Millar, Faladé y Melman,
que me brindaran sus test imon ios . Los tres acep taron gustosos. Pero a último momento
Charles Melman, para darme el suyo, planteó unas exigencias inaceptables: quería leer el de
Millerantes de pronunc iarse. En estas cond iciones, preferí prescindir de su opinión. La
autenticidadde las circulares firmadas por Laca n, después del 5 de enero, fue impugnada de
maneraaún más vehemente que la carta de disolución . Nada prueba que esas circulares
hayansido redactadas por Lacan, pero nada prueba que no lo hayan sido. Todos los docu-
mentosescritos por quienes impugnan la autenticidad de estas circulares y atribuyen a Millar
la paternidad de las mismas han sido publicados en el libro ya citado de Claude Dor9euille.
52. La carta de disolución fue publicada en toda la prensa.
53. Libération del 11 -1-80.
54. Libération del 10-1-80 y Le Mati n del 15-1-80. . .
55. Entrevista con F. Dolto. Véase Bor is Dolto, Le Corps entre les mains, Paris.
Hermann , 1976, y Traité de podologie, París, Maloine, 1981.
56. Libération del 11-1-80 .
57. J. Clavreul , Le Monde del 19-1-80. , .
58, Documento oficial facil itado por Daniel Soulez:-Lanvi8re.
59, Actasdel 19-1-80.
60. Véase L'Ane, 1, p. 25.
61, Diario de Jenny Aubry.
62. Le Mondedel 24-1-80.
63. Le Monde del 9-2-80. . ? La Scission de 1953 Y
L' 64.Son dos volú menes pub licados ~or Ornicar · '
Exeommunication. Véase 2a . parte , _capitu lo, III. 25 .
1
65. Archivo de la EFP , reprC"'luc1doen LAn ej ~ de febrero de 1980.
66- Estatutosdepositados en la Prefectura 9
67. Entrevista con L. Althusse r. .
68. LeMatindel 18-3-80. . en Le Matin del 17-3-80. Existen varias
69. Informe de Cather ine Cléme nt apa recida
329
Notas Bibliográficas

versiones d iferentes de la intervenció n de Althusser. Eleg í la de l pr incipa l interesa do .


70. Oelenda, 2, 25-3-80 , p. 4.
7 1. Entre-temps, abril de 198 0.
72. Docume ntos y archivos de la EFP , mayo de 1980 .
y a
73 . Anuar io 1980, archivo J . A . carta de Simatos y La uren t O. Sou lez-Lar iviére . Con
la ayu da de c. Simatos , pude con fecc ionar la lista comple ta de los miemb ros de la EFP.
74 . Circular del 27-4-80.
75 . L'Ane. 1, p. 32 .
76 . Circular del 16-6-80 .
77. Circu lar del 29 -6-80 .
78. Ent re -tem ps informatio n, circula r.
79 . L'Ane , 1, p . 30 .
80 . Entrevista con S. Faladé .
81. lbid.
82. C ircular del 22-9 -80 , firmada por Montre lay. Raban t y B roch ier, y c ircular de l
directo rio de la EFP del 23 -9-80.
83. Circ ular de la EFP de l 27-9-80 .
84 . la Seconde Mo rt ..., op. cit. , p. 26 .
85 . Le Matin de l 24 - 10-80. El artículo 31 del nuevo Código Penal elaborado por el
equipo de Robert Badinter debe reemplazar al vi ejo artíc ulo 64 en el sent ido de una no
anulación de los actos. Se define un sujeto no cast igab le e n vez de un sujeto irresponsable:
"No es castigab le el que en el mo mento de los hechos esta ba afectado por un trast orno
psíquico o neuroflsico que hu biere abo lido su discernimiento o el contro l de sus actos."
86. Le Monde del 11-5---84 . Y Dialogue f ranco-sov iétiqu e sur la psychanalyse,
Toulouse , Priva! , 1984 .
87. Sobre la votación del 14-1 1-80 y el núme ro de poseedores de participaciones,
veáse archivo J. A .
88. Ses ión del 6-11-80, circular de l 30-10 -80 . E infor me del directorio de la CF, circular
del 22 -11- 80.
89. La Seconde Mort ..., op. cit. , p. 28 -29 .
90 . Votación del 19 de diciem bre, docum en tos de la SCI , arc hivo J . A.
91. La Seco nde Mort ..., op. cit. , p. 49 .
92 . lbid., p. 50 .
93. Oocu~ento proporcionado por J .-A . Millar y difundido entre los miembros de la CF.
94 . Entrev istas por sepa rado con J .-A. Millar y S. Leclaire.
95. Entrevista con S. Faladé.
96. Entrevista con M. Safouan.
97. Est~tutos de la CF , publicados en La Seco nde Mort ... , op. cit. Véase también
Bema rd S1chere, Le Moment lacan ien , París, Grasse t, 1983.
98 . Claude Conté, circu lar del 3-1-8 1.
99. Courri er de l'E CF del 19-1-81.
1OO. Prím~ros _es_tatutos de_la ECF publicados en La Seco nde Mort .... op. cit.
10 1. Ses 1on pubhca del 22 -1-81 .
102 . La Seconde Mort ... , op. cit., p. 87.
103 . Circulares del 26 -1-81 y del 28-1-81
104 . Circular de l 27- 1-8 1. ·
105 . Cartadel11-2-81,LaSecondeMort op ·t
106 . Le Mati n de l 27 -3-81. .... • ct "p. 125 ·
107 . Véase Tribu na (bo letín de los CCAF) 1 p í
108 . L' Ane, 1, p. 16. • • ar s, 1985 .

330
f,iotBSBibliográficas

109. Véase jornada de la ECF den .


~05
.,.., ' parís, Navar in. oviembre de 1981 · Actas publ' d
1 110. Littoral, 1, Blasons de la ph ob' T ica as en febrero de
18 , oulouse É .
, res, 1981.

EPÍLOGO

1. Fuentes privadas .
2. Le Monde de l 15-9-8 1.
3. Testimo nio de J. Aubry.
4 . L'Human ité de l 11-9-81 .
5. Libération de l 11-9-81
6. Le Matin del 11-9 -81 .
7. Le Fígaro de l 11-9-81.
7 . Le Fígaro de l 11-9-81.
8. Le Quotid ien de l 11-9-81 .
9. Le Monde de l 11-9-8 1.
10. Le Monde del 16-9 -8 1.
11. L' Express de l 18-24 de set iembre de 1981 . .
Pensée68, París. Gallima rd, 1985 . · · Vease también A. Renaut y L. Ferry, La
12. V_é~se _Epílogo del vo lume n l . y R. Major , Le Monde del 28-10-81
13. Liberat1on de l 11-9-81. ·

CIENAÑOS DE PSICOANÁLISIS : BALANCE.

1. Véanse Anexos .
2. La Seconde Mort ..., op . cit. , p. 55 .
3. Psychana lystes, 1, noviembre de 1981. Ese número contiene además un informe
sobreel IVA presentado por An ne Leva llo is.
4. Documento proporcionado por J.-P. Moreign e.
5. Véase informe de L'Ane, mayo- ju nio de 1982 . Y Psychanalystes, 2, marzo de 1982.
_6. Le Débat , Par ís, Gallima rd, 30, mayo de 1984, y continuación 32, noviembre de
1984
7. Véanse Anexos. Existe una •éco le lacan ienne de psychosomatique· cuyos fundado-
res no han formado parte anteriormente de ninguna asociació~ existente.
8- Véase F. Ansermet "Entrevista con J.-A. Millar", loe. cit.
9. Le Discours psychana ' lytique, junio de 1983. . É .,
M 1O.Joil Dor, Bibliog ra ph ie des travaux de Jacques Lacan, Pans, lnter- d1t1ons. 1984.
1984
aUdMannoni, Qu inza ine litté raire, 412, 1-15 de marzo de ·,. 'ón del Seminario véase
11- Littoral, 13, 1984, p . 11 o. Sob re la cues tión de la transcnpci '
3a.parte• cap,·tu1o 111 . . r Daniéle Arnoux . Sentencia
. 12- Documentos sobre el proceso proporc ionados po
PUbhcadaen Ornicar? 35 ¡nv ierno de 1985- 1986 -
13. Anuario· y textos
.' · de la ECF • 1982 _1 _ , archivo L. B. Laurence
'estatutarios
125 1 82
8a . Laurence Bataille, carta a Colette Soler de
14 - muerte.
lailleleyó Y corrigió el manuscrito de este hbro antes de su
; 5- Cifras reales no comun icadas , véanse Ane~?~~ur fascículo interno 1986-
6- CFRP, Adm inistration, statuts, reglemen t in en '
331
Notas Bibliográficas

17. lbid ., p. 4 .
18. Véase Trib una (boletín de los CCAF), 1.
19. Documento interno de la AF , setiembre de 1982 .
17. lbid., p. 4 .
18 . Véase Tribuna (boletín de las CCAF), 1.
19. Docume nto interno de la AF, setiemb re de 1982 .
20. Entrevista con Conta rdo Calligaris.
21. Véase Jean Allouch, Lettre pour lettre, Toulouse, Érés, 1984. F. Dupré , la So lution
a a
du passage l'acte, op. cit. P. Julien, Le Retour Freud de Jacques lacan, Tou louse, Éres,
1985.
22 . ELP, fascículo interno, 1986.
23. AAP , boletín, O, 1986.
24. Todas estas obras ya fueron citadas.
25. Asociació n Psicoanalítica Internacional, Lettre d'l nformat ion, 110I. XVIII, 1, enero de
1986. circular interna , p. 7.

332
Anexos
Sentencía de puesta en libertad
en el proceso Laforgue

COLEGIO DE MÉDICOS SECCIÓNDEPURAqóJ:i

Consejo Regiooal de la Región de París Ses ión del 27 de marzo de ¡942


Secretaria
28 Rue Serpente - Paris (6e)
teléfo no: DANto n 93-43

La Sección de Depur ación del Consejo Regional de Méd icos de la


Región de Paris se reunió en la Primera Sala del Tribunal - Palacio de Justicia de
París- el 27 de mano bajo la Presidencia del Sr. JANVIER - Presidente .
El doctor LAFORGVE reglamen tariame nte convocado se presenta
acompañado del abogado BARDON.
El docto r LAMAZE -Informante- su stenta la acusación.
El doctor LAFORGUE da sus explicaciones.
Los doctores BOREL. BURGE y LEUBA . y la doctora DOLTO se
presentancomo testigos de cargo.
Los seño res CUNY . FESCHOTTE. PREVEL. TEDESCO se presentan
como testigos de descargo .
El abogado BARDON asume la defensa del acusado.

DESPUES DEDELIBERAKEt! S,ESION SECEET A

Considerando que. como consecuencia de una demanda presentadapor


el doctor LEUBA, se le reprochó al doctor LAFORGVE el haber tenido una
actitud pro:ilemana y se ntimien tos favorables a los alemanes. durante 1aocupación.
y el haber efectu ado, durante el mismo período, dos viajes a Alemania;
Considerando que el doctor LEUBA dice haber actuado en nombre de
la Asociación llamada "L'Évo lution Psyc hiatriq ue"; pero visto que en el transcurso
de los testimonios recog-idos desp ués de los deba tes, no quedó es tablecido eo
absoluto que hubiera recibido de dicha asociación ningún manda to a esos efec tos:
Considerando además. y sobre todo, que los diversos he<:hosde que se
le acusa no es tán suficientemente probados: que el que se refiere a la ~lctitudde
LAF ORGUE cuando llegaron las tropas alemanas a Saint-BRIEUC en 1940 resulto
de una conversación recogida por una señora cuyas declaraciooe~ recibidasen Ja
audiencia es tablece n que sus palabras referidas a la:-co ndicione$ en las que :-e
hnbfa producido es ta conversación fueron transmitidas en fom1a ine;rncu:
Consi derando q11eresulta de las dem~s declaraciones de los testigos
escuchados en los deba tes que la actitud del doc tor LAFORGUE. tanto en esta
época como durante la ocupació n. nunca dio lugar a c ríticas. sino que. por el .

,
contrario. fue confoone al espúitu nacional. y altamente favorable a sus compatno-
......

334
,
..', ..
eses en situación difícil (heridos en 1940, refractario d .
111sfraJtC . .d s urante la ocupación
a Jos extranjeros persegu, os por los alcn1anes)
e ¡¡,clusO ·
Considerando que el doctor LAFORGUE reconoce h be . f
. . Berlín· pero lo
· f
explica undan1entando que era el único
ª 1 e ectuado un
mcdi
, 1a¡ea ' . . . .. · o que se le
ofrecíaparair a A1sac1aa visitar a su fanüha.
Considerando que las maniobras del doctor LAFORGUE en esas
condicionesno presentan ningún carácter antinacional .

PORESTOS MOTIVO~
La Comjsión ordena que se archive el expediente .

Hecho y juzgado en París . el 27 de mano de 1946 por el Sr.


¡ANVJER.
Presidente, los doctores RIBADEAU-DUMAS,GAYE, LAMAZE.
pORCHER.
SORREL. VEAU.

París. 4 de abril de 1946.

Presidente
de la Sección de Depuración de los
Médicos de la Regiónde Paiís
(Consejo Regional)

P.JANVIER

335
Una página de "La Interpretación de tos suefios ''
traducida por Moustapha Safouan

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J~ ji) IS.ill .5_,.¡llr-4'1J,:-)1J- ~ :,¡ ;J_,h}I .;_,, f,/ fs:¡_. .'.,\);
t;-;:¡;.,:S-1 _;.;,,( ,1l.>..iJI...;.;,11 l.\.. 0_.,ü, . .r.'-411J.i}I i;I - IS-½'.K-c
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e'..i..- ¡ t.j - <" u' \, .>~ t,,. ,.;,J,,.:...: ~ (S..i!I
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[tr'.Y' .si] J-1,..J ! ~_,,..;.:,~ .:,i J- ~ ¡ 1.:.,./ '11r:_Á '/ ~ ; J_,.J,
~ ~.;, J J i _,.;SJI J:~1 J' .:,\5' ..IÁ.Ó• jj ./ ;;_f..:.,~ l,. ¡,")W -½.b;-
!J" i J0 '-:'i.:S'¡,t;J ~ -4,JI ~..I>- fo dJ 0 ~
. 1 <:;_,l,lr.--)'~ ;_J a· :ll C:.

.j_.,JII J' ..;.,L..,Lai ~,,_:..,L:1 ;_,_¡._J. ¡ ;_,.l:J\.:•"; 11~ ;-;i .:..Jj t.J
0 ,_,:.J.: 4

~ j\5' (\.:.:.. : ':ºJr:l~}~t. .:,i ;-;~ . ~ ; }• lr.--)'1 ,~.ill ,v:-i J..,_;


-.:..b J -.:..J.iJ.,; J~ ~ ,.j- J' l ..;!i .r·': J~ .Y'J) . " ' !lb ;¡ ~ 1
_}:.- 1 L<;J . ..J'VI JI,,:- '.>J,.J, Jt,.,;t. ~ .:i.,,J.:üJ,n _(•..wt;. ¡'::}:JI
J';A,:. J_c}"j.,.J! : J,.J,J' ¡,úl J'.> Jl ._¡)- 1vi,. '}1J:11 ti.. ;l:.; cfl .:.,1

~ 'i J I .rl.:.il J! J · _....~¡~ J~ ..o.Y. Jt,>-J' J.,'Jt..:,)(!JI ..;.,!,:--)1


. "'L _,>- ~_,l,J;J1..1.pf;), .:.its' JI ;J)(,JI .:.u;~) l._:....;! ~ J ,,_;;el
J.j

J ' ;i.,.a.i1..;.,1r."-JcTJ,- 'JY 1 _....¡~ ,} I ._;....;ws-.,


,i; . ¡')1,..,:,
. fi 1.il ..:,,~ I t.>J:tl _,,t.....
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. ( "11 ri. .u;1....,:..;,.;11e,)
. ( .... ~.. '~ ;.,w1 .... ., ..,,; .!-- J(1)

336
. lesa
Textos previstos para inc luir en la ed.1c16n mg
d e Ias obras de los miembros de la SFP

Sununary

• Acknowledgements, by W. Granoff.
, Preface, by M. Balint.
• Iotroduction .

• Function and Field of Speech aod Laoguage in Psychoanalysis, by J. Lacao.


. Oo a Preliminary lssue to any possible Treatment of Psychosis, by J. Lacao.
. Psychoaoalysis and tbe Structure of Personality, by D. Lagacbe .
• A new Hypotbesis on tbe so -called Jeal ousy Reactions on the birth of a youoger
sibling, by F. Dolto-Marette .
. Phobias and Arutiety Hysteria, by F. Perrier.
. Desire for Children, Cbildren's Desire, by W. Graooff.
· Toe obsessional -neurotic and his Desire , by S. Leclaire.
· Psycbo-aoalytical Aotbropology, by J.-P . Valabrega.
- On Conteotion, by G. Favez.
-ToeUnconscious. A psychoaoalytic study , by J. Laplaocbe Y S. Leclaire .

337
École freudienne de París: 1964-1980
Crecim iento comparativo

1965 134 miembros, 85 médicos, 49 no médicos, 46 mujeres


\ 24 AE, 35 AME /
no hay acumulación de t ítulos
58 psicoanalistas reconoc idos

SFP {1962) SPP(1965) APF(1964)


182 miembros 83 miemb ros 26 miembros
25 mujeres 6 mujeres

Enero 1967 lim ite de 200 miembros

Enero 1969 Escisión - > creació n del Cuarto Grupo (OPLF)

1971 276 miembros, 150 médicos , 126 no médicos


se íntrcxluce la categoría AP
28 AE en total (3 AE no AME ; 25 AE-AME)
109AME - > 81 noAE
4 se fueron y 2 murieron - 6 pases, 5 nombram ientos AE sin pase
109 psicoanalistas reconocidos

1975 401 miembros:+ 125 con respecto a 1971; + 267 con respecto a 1965
30 AE en total (2 AE no AME; 28 AE y AME)
130 AME -> 102 no AE
1 murió, 4 pases
132 psicoanalistas reconocidos

338
.
Ecole freudlenne de París: 1964-1980
Crecim iento comparativo
(continuación)

1977 544 miembros


34 AE en tota l (4 AE no AME ; 30 AE y AME)
153 AME - > 123 no AE
4 pases
157 psicoanal istas reconocidos

1980 609 miemb ros (diciembre de 1979): + 468 con respecto a 1965
ningún miemb ro admitido para el año 1980, ningún nombramiento interno
5 de enero: disolución Lacan
27 de set iemb re: disol ución jurídica
38 AE en total (5 AE no AME ; 33 AE-AME}
170 A ME - 137 no AE
4 pase s
175 psicoana listas reconoc idos

SPP(198 1) APF (1981) OPLF (1981)


297 miembros 50 miembros 25 miembros cotizantas
6 1 titulares 24 titularas
59 adherentes 26 asociados
177 ali liados
\ I
IPA, Francia: .
347 psicoana listas reconocidos I
\

.emb ros da las cuatro integrantes: 949


m1

339
Aumento de l número de mujeres
en las cuatro integ rantes del freudismo
francés : 1964-1983

1964-1965 Miembros Mujeres Porcentaje

EF P 134 46 34%
APF 26 6 27%
SPP 83 25 30%

1978-1983 Miembros Mujeres Porcentaje

EFP 570 242 42%


APF 50 19 40%
SPP 297 142 48%
OPLF 25 15 60%

Estas cifras no incluyen a los alumnos o los contribuyentes de la SPP , APF y OPLF.

Nombres de los psicoana listas que figuran


en el Who's who in Franca 1982-1983

DldierAnzieu,Jean Laplanche Se,geLeclaire J rd


Mende l, Serge Lebov ici, Daniel w·di"' .'hacqu95 Lacan, Fran<oise Dolto,PhilippeMarette,Géra
1 oc er, André Green, Jean Ayme, André Bourguigon

340
Cien allos de pslcoanállsls: Situación en 1985
(•grupo o publicaciónque dejó de luncionar•¡

Alociaciont l Fecha Formación Origen Revista o bolelfninlarrno Implantación Autoedición Miembros


1N1 edilorial

SPP+IP 1926 si 1•.sociedad Revw franplse depsychanaly,. PUF. Payot 418+ alumnos
1 IPA FEP1 Psych/atr/6 de /'én/anr Clancier-Guénaud 1Universidad1
EIUdes lreudlennes 'Oenoiil
BellasLenies
· rchou. Mlnuft

·sFP 1953•1964 si SPP 'La Ps}"hanalyse 182


(escisión
1953)

"Efl'
f<)ndatlon du
1964•1980 .,
(p-.e
SFP •L'lncons
cient Seuíl Navartn 609
(esclsiO
n ·scilicer Mlnuit 1Universidad1
Cha.mptreudien 1969) 1963-1964) ·t ·Ord/nairB du psychana/y$/e
1980 •C..hl•rspour ranalyse
•tenre, de l'EFP
Omlca1?
le Coqhéron
Analyt/ca

N'f 1964 si SFP Documents


st o,bats Gallimard
FEP SO+alumnos
1 IPA (esclslOn NouveH8
R,vue d6psy,mnalyse PUF 1 fnslltuto Universidadj
1963-1964) Psychanalyss 4 r unlv,r,111 Ounod
L·Ectft du 18mp
s Clancler
-G~naud
Gruppo Mlnult. Ramsay
Freoo: traducllon
o.e.
...,. OPLF \!169
(l n:\ll$1S
si
(escbión)
EFP Top/que
Bel1ond
PUF
25 +partfc
fpantes
~
...... cuarto}
..,.,
....
N
Cienanosde psicoanálisis: Situación en 1985
(•grupo o publicación que dejó de funcionar•)

Asoc::iaciones Fecha Formación Origen Revista o boletln inlarrno Implantación Autoedición Miembros
1901 editorial

·contronta
don 1977-1983 no SPP Cahifl'S 204 (lnso~tos)
Auble
r-MontaJgne Confro ntatlon
(dlskfencla) COn/r
ontallon "Vert et nolr"
Con~ lntem,11
on,1de
phllo,ophle

Collllgedo, 1980 no SPP Psychanafyste, •Fayard 122


ps)Chanalysles (cooptal
lon) (dlsldencla) • 1ntor--Edltlons
EFP
(diS<>luci6
n)

·e.use 1980-1981 si EFP 'Dalenda


frtudíeone (disolución
)

ECf 1981 si CF Ornlcar? Seul Navarln 2 73


(p,.. ) (dfsolucl6n) Analyt/a Point HorsUgne
Fonda(fon
du ex. Eff>:90
Champfraudlen
L'Ans
Cahlersds lec/urefrsudlenne
!
UnlwrsidadJ
Lettrsmonsuetled6f'ECF
Oua,ro(Bélgica)

'CERF 1981·1982 ECF


(e,clslón)

Af 2~/1982 Imprecisa CERf n dorAf (Bélgica)


Bullell Cllms 123
(e><fslón) Dfscourspsyehanal)tlquo ax.Eff>:18
Noóal
Mkllt
Payehanalystde rlnlanl
Cienallosdepsicoanálisis
: Situaciónen1985
(•grupoo publicaciónquadejó defuncionar' )

Asociaciones Fecha Formación Origen Revistao boleUninterrno Implantación Autoedició


n Miembros
1181 editoria
l

CFRP 9n11932 si CF Esquiissesps~haMlytiques Denoe


l 390
(disolución) EspaceaRalytique ex. EFP:40
( revue/collection)
Cercle 11n119s2 no EFP Patio 5 fundadores
freudien (disolución) ex. EFP:4

CCAF 12/1/1983 si ECF Cahiers 212


(pase) (escisión) ex. EFP;29

EF 18/2/1983 si ECF Bylletin interne No sefacilitaronc~ras


alrededorde
50 ex.EFP:12

FEP 231311983 no EFP 'Entre-temps


MP (talleres) (disolución) L'lmpatfait
AAP
CEP 54
Espaces
Collecm Bulletininterne 63 (no
journat cotizantes)
desateliers
ex. EFP:18

CP 27/5/1983 sf CERF Bulletin dela CP


..,, (pase) (escisión) 212
..,,
.¡,,.
JBesan~n1 ex. EFP:40
93 de provincia
Cienafias de psicoanálisis: Situación en 1985
(• grupo o publicación que dej ó de funcionar' )

Asociaciones Fecha Formación Origen Revistao boletín interrno Implantación Autoedición Miembros
1901 editorial
CoOt 20/611983 no ECF
freudien (secesión) <- Evel->

GRP julio de 1983 no EFP 11 fundadores


(disolusión) ex.EFO:9
1Marsellaj
Errata julio de 1983 sí CERF 15
en víasde ex. EFP:8
modificación

ELP 25/3/1985 sí ECF li loral <-fres-> 45


(pase) escisión ex. EFP
: 19

SHIPP 1983 no extra Revueinternatíonale 165


institución d'histoire de la psychiatrie en expansión
Frénésie

EPCI 1985 no APF


EFERS 1985 no extrainstitución 5 fundadores

AIHP 1985 no SPP en preparación alrededorde 60


tnternational Freudian
Foundation

p 01 \o Q.uel~\')ect:i :iras publicaciooes,rev\stas.edicionesy autoediciones.este cuadro mezcla las que dependendirec1:.1mcflt


e do fas sociedades y bs que emanan.a tftulo
\ndN\dual. de \os m'iembrosd<:es.:,,s. sociedades. No se menciona el nornb,c de las colecciones.
. Lista de grupos
afiliados a los Encuentros Internacionales del Campo Freudiano

Argentina
Ateneo Freudiano de Mendoza
Ateneo Psicoanalítico de Córdoba
Centro de Estu~ios Psic~analítícos Sigmund Freud de Tucumán
Escuela Argen)1na de Ps1coaná1ísis(Buenos Aires)
Escuela Freud1ana de Buenos Aíres
Escue~a de _Psicoanálisis Sigmund Freud (Rosario)
Esp9:c1~Ps1coana1itico (Rosario)
Mayeutica (Buenos Aires)
S~mína~io Lacaniano (Buenos Aires)
S1mpos10del Campo Freudiano {Buenos Aires}
Bélgica
École de la Cause freudienne en Belgique
Brasil
Biblioteca Freudiana Brasiieíra {Sao Paulo)
Clínica Freudiana (Bahía)
Grupo Psicanalltico de Curitíba
Letra Freudiana (Río de Janeiro)
Maileutica - Porto Alegre
España
Ambito Madrilef'lo de Psicoanálisis {Madrid}
Asociación de Psicoanálisis {Barcelona)
Biblioteca de Estudios Freudianos de Bilbao
Biblioteca Freudiana de Málaga
BibliotecaGallega de Estudios Freudianos (Vigo)
Pacto Pslcoanalltico de Barcelona
Estados Unidos
New York Lacan Study Group
Francia
École de la Cause Freudienne
Gran Bretana
Cultural Center for Freudian Studies and Research {Londres)
Italia
Agalma. Centro Studi di Psícanalisi (Turín}
Centro Studi di Clínica Psicanalitlca (Milan)
Circolo Psicanalltico di Bologna
Japón . 1·. d T k'
Sociedadde Investigaciones Psicoena 1ticas e o 10
México · · (M ex1co
fundación Mexicana de Asistencia Psicoterapeutica · · )

"-rú
Centro Freudiano de Lima
Uruguay .
Escuela freudi11nade Montevideo
Venezuela
e.a,ela del Campo Freudiano de Caracas
Yugoalavla teórico en y ugos1av1a
Sociedadparael psiooanálisis · (L'1ubl'1ana)

345
IPA: Congresos y p res identes

Luga r Presidente
Año

Salzbu rgo, Austria Informa l Meeting


1er. Congreso 1908
Nuremberg, RFA Carl G. Jung
2• Congreso 1910
1911 Weimar, ROA Carl G. J ung
3er. Congreso
1913 Munic h, RFA Carl G. Jung
4• Congreso
1914-1918: Primera Guerra Mundial
1918 Budape st. Hungría Karl Abraham
52 Congr eso
62 Congreso 1920 La Haya, Hola nda Erne st Jones (Prov. Pres.)
7 2 Congr eso 1922 Berlín, Aleman ia Erne st Jones
a• Congreso 1924 Salzburgo , Austria Ernest Jones
9• Congreso 1925 Bad Homburg, Aleman ia Karl Ab raham
1o•. Congreso 1927 lnnsb ruck, Austria Max Eitingon
11er. Congreso 1929 Oxford, Inglaterra Max Eitingon
12•. Congreso 1932 Wiesbaden, RFA Max Eitingon
13er. Con greso 1934 Lucerna, Suiza Ernest Jones
14•. Congreso 1936 Marien bad, Checos lova quia Ernest Jones
152• Congr eso 1938 París, Francia Ernest Jones
1939-1945 Segunda Guerra Mundia l
16•. Congreso 1949 Zurich, Suiza Ernest Jones
17•. Congreso 1951 Amsterdam , Holanda Leo Barteme ier
1a•.Congreso 1953 Londres, Inglaterra Heinz Hartmann
192 . Congreso 1955 Ginebra, Suiza Heinz Hartmann
20•. Congreso 1957 París, Francia Heinz Hartmann
21 er. Congreso 1959 Copenhague , Dinamarca William H. Gillespie
22•. Congreso 1961 Edimburgo , Escocia William H. Gillespie
23er. Cong reso 1963 Estocolmo, Suecia Maxwell Gitelson
24º. Congreso 1965 Amsterdam , Holanda William H. Gillespie
Phyll is Greenacre
25• Congreso 1967 Copenhague, Dinamarca P. J. Van der Leeuw
26• Cong reso 1969 Roma, Italia P. J. Van der Leeuw
27• Congreso 1971 Viena, Austria Leo Rangell
2a• Congreso 1973 París, Francia Leo Rangell
29• Congreso 1975 Londres, Inglaterra Serge Lebov ici
30• Congreso 19n _Jerusa lén, Israel Serge Lebovici
31 er. Congreso 1979 Nueva York , USA Edward D. Joseph
32• Congreso 1981 Helsink i, Finlandia Edward D. Joseph
33er. Congreso 1983 Madrid, España Adam Limentani.

346
IPA: 1985
Dist ri buc ión m und ial

Miembros
A so ciación regional
Estados Un idos American Psychoana lytic Association
2100
35 soci edades afiliadas
4 gru pos de estudios
27 institutos
Sociedades integrantes
Canadá Can~dian Psychoa nalytic Society 270
(Socie dad Canadiense de Psicoanálisis)
6 secciones: CPS - Montreal - Toronto -
Ottawa -Alberta - Ontario
México Asociació n Psicoan alítica Mexicana 124
Argen ti na Asoc iación Psicoa nalítica Argentina 420
Asociació n Psicoa nalítica de Buenos Aires 160
Asociación Psicoanalítica de Mendoza 12
Brasil Sociedade Brasileira de Psicanalise do Rio de Janeiro 150
Sociedade Psicanalitica do Rio de Janeiro 140
vigilada
Soc iedade Brasileira de Psicanalise de Sao Paulo 200
Sociedade Psicanalitica de Porto Alegre 30
Asoc iación Psicoa nalítica Chilena 30
Chile
Soc iedad Colomb iana de Psiooanálisis 45
Colomb ia
Asoc iación Psicoanalítica del Uruguay 46
Uruguay
Asoc iación Venezo lana de Psicoanálisis 64
Venezuela
vigilada
/
Be lgische Vereniging voor Psychoanalyse
Bélgica 50
(Sociedad Belga de Psicoanálisis)
378
Gran Bretaf\a British Psychoanaly1ical Society
26
Dansk Psykoana lytisk Selskat
Dinamarca 164
Nede rlandse Vereniging voor Psychoanalyse
Holand a 84
Suome n Psykoanalyyttinen Yhd¡stys
Finlandia
Finlands Psykoanaly1iska Forening

347
IPA:1985
Dist rib ució n en el mu nd o
con t in uac ión

M lembroli

Francia Association Psychanalytique de Franca so


Société Psychanalytique de Paris. lnstitut 418
de Psychanalyse vigilada
Repúbl ica Federal Deutsche Psychoanalytische Vere inigu ng 390
de Alemania 12 institutos
Ita lia Societá Psicoanalítica Italiana 300
8 secciones: Roma (2) - Milán - Bolonia -
Florencia . Palermo - Nápoles - Venecia
3 institutos
España Asociación Psicoanalítica de Madrid 30
Sociedad Española de Psicoaná lisis 23
Noruega Norsk Psykoanalytisk Forening 38
Suecia Svenska Psykoanalytiska Foreningen 114
Port ugal Sociedade Portuguesa de Psicanalise 23
Su iza Schweizerische Gesellschaft für Psychoa nalyse 120
(Sociedad Suiza de Psicoanálisis)
A ustria Wiener Psychoanalytische Vereinigung 25
India lndian Psychoanalytical Soc iety 36
Israel Hahevra Hapsychoanalitite Be-Israel 70
Japón Nippon Seishin-Bunseki Kyokai 22
Austra lia Australian Psychoanalytical Society 35
igilada
Sociedades provisionales
Hungr la
ldeiglenes Magyar Pzichoanalitikus Tarsasag 23
Grupos de estudios
- Grupo de Estudios Psicoanalíticos de Córdoba
- Helenic Psychoanalytical Study Group
- Grupo de Estudios Psicoanalíticos de Mon terrey
· Grupo de Estudios Psicoanalíticos de l Perú

348
Indice Alfabético
-
Indice Alfabético

Barnes, Mary: 110, 113.

A
Barthea, Roland: 9, 11, 15, 2 1, 22, 24, 38 39
40, 104, 146 , 148 , 149, 156, 158, 163,273 . '
Baaaglla, Franco: 110, 115.
Abdouchell, Thémouraz: 84, 85, 246, 266.
Baaalne, Phlllppe: 254, 257.
Abraham, Karl: 246 .
Baa11n, Pierre: 283 .
Abraham, Nlcolaa: 293 .
Batallle, Georgea: 237 , 238, 247 .
Adaml, Valerlo: 169.
Batallle, Laurence: 87, 144, 145, 146, 192 263
Adler, Allred: 46, 205. 288, 296, 300. ' '
Almée (caao): 38, 110, 145, 161,287 .
Bateaon, Gregory: 110, 111, 112.
Ajurlague,ra, J. de: 1O,200.
Albertlnl, Marle: 282.
Baudoln, Charlea: 21 .
Alby, Jean -Marc: 127.
Baudry, Fra~a: 172 , 186, 188, 190, 191.
Baudry, Jean -Loula: 146, 148, 155, 156.
Alérlnl, Paul: 296.
Alexander,Franz: 134. Bauer, Jean-Plerre: 193, 280 , 283.
Algalarrondo, Hervé: 273 . Baurand, G•nevl.,,e: 296.
Allen, Pierre: 82 , 85. Baudelalre, Charlea: 159.
AlthuNer, Loula: 9 , 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, Beauvolr, Slmone de: 52, 132, 133, 171.
17, 18, 19, 20, 22 , 30, 34, 39, 47, 66, 150, Beckett, Samuel: 117.
151,1 52,153 , 157, 158, 245 , 269,273,288. Belrnaert, Loula: 62 , 78, 79, 270 , 282, 304 .
Alllot, Mlchel: 166. Benamou, J .. n-Marc: 289 .
Allouch, Jean: 260 , 282, 284 , 285 , 296 , 2.98, Senda, Jullen: 22.
303 . Benolat, Alaln de: 164, 252.
Anna, O (caao): 110. Benott, Guy : 253.
Anzleu, Dldler: 21, 46, 147, 166, 167, 169, 235, Benoll, Pierre: 84, 85, 94 .
238, 239, 255, 291. Benvenlate, Émlle: 9, 25, 47, 146, 147, 1n .
Aragon, Loula: 157. Berge, André: 238, 239.
Arbou.-Baatlde, Paul: 168, 169. Bergaon, Henrl: 116, 117.
Arnaud, Jacquea: 14. Berkeley, George: 45.
Arnoux, O.ni.le: 53, 303. Bernateln, Édouard: 16.
Aron, Raymond: 205 . Bertherat, Yvea: 25, 62.
Arr<YW,K.J.: 85. Bertln, Célla: 305.
Artaud,Antonln: 117,146 , 148. ee.... Guy: 15.
Atllé, Joaeph: 85 . Bettelhelm, Bruno: 116 , 235 .
Aubry, Jenny: 26, 66, 79, 81, 82, 113, 119, 184, Bettelhelm, Charlea: 16.
193,256,266 , 274, 296. Blnawanger, Ludwig: 122.
Audouard, Xavler:62, 266. Blon, Wllfrled: 195.
Aulagnl•r, Pl•ra: 35 , 3 , 51, 62, 67. 68, 70, 78, Blanchot, Maurlce: 150.
79, 80,83,85 , 94, 95,96 ,98. 171. Blff, Gérard: 126, 127.
Avron, Ophélla: 168. Bleuler, Manlred : 118, 122.
Axeloa, Koataa: 104. Blondin, Marle-Lou lae: 287 .
Ayme, J.. n, 106, 116, 126, 127, 151. Bonapart•, Marle: 21, 128, 131,132 ,1 59,200,
294 , 305 .
Bonllaurl, Bernard: 289.
Bonnafé, Luclen: 106, 108, 150,288 .

B
Back••Clemént, Catherlne: 62.
Bonnet, Gérard: 306 .
Boole, George: 45 , 176 .
Boona, Marle-Clal re: 162, 163.
Bachelard, Gaaton: 11.
Borgea, Jorge Lula: 156.
Badlou,Alaln: 117,162,173,176 .
Ballly,R..,., 92,272, 277 . Borromeo(tamllla): 180.
Borromeo,san Cartoa: 180.
Ballbar, Étlenne:11, 12, 15, 17.
Boukovakl, Wlad lmlr: 112, 122, 123, 124, 125.
Bally, Charlea: 182.
Barande, IIM: 305, 126, 127, 128.
Bourdleu, Plerr•: 273 .
Barande, R~ 67, 201 , 202, 305.
Bllfvuea, Mlch•I•: 81.
Bourget, Pau l: 236 .
Barguea, Raymonde: 51, 81. Bourgulgnon, André: 12, 170,255,256,305.
BargUM,R..,.,
62, 81, eouv.r
.... , Jacquea: 176 .
Barka, Ben: 39. Bouvet, Maurlce: 146, 195,254,
Boyer, Phlllppe: 155.

350
...
Indice Alfabétic o

Bra ... n• , Geo rgea : 143.


Ch a aae gu et-Smlrg e l, Ja nlne: 199 , 200 20 1
Braudel, f e rna nd: 66. 306.
202 204, 255 . ' '
Braunawe lg, Denl ae: 199.
Chi telet, Fran9COI&: 17 1.
Breton, Andr 6 : 20,149, 16 1.
Chauvelot, Dlane: 284.
Breznev , Leo nld: 127 .
Cherkl , Allc a : 202 .
Brl ... t, Charle a : 126 .
Chertok, León: 254 , 255, 256, 273 .
Bro•ae, Jacqu ea : 46 .
Ch•v•nement, Jean-Plerr e: 294 .
Bruno, Pierre: 164,26 5, 266 .
Chlland , Colette: 168, 267,289 .
Bucl-Gluck sm ann, Chr lstlne : 65.
Chomsky, Noam: 31 , 32, 33.
Buln, Yvea: 15.
Church lll, Wlnaton: 99 ,231 .
Burton, Richard: 262 .

e
Cangullhem, Georges: 3 0, 40 , 6 6 , 115 15 1
166, 18 1. ' '
D
Dalx, Pierre: 46 , 157, 289 .
Dalblez, Roland : 23, 29.
Dalf, Salvador : 161 .
Canto<, Georg: 176 , 179 . Dante, Allghlerl: 146, 152.
Carmlchael, Stokeley: 112 . Daum6zon, Georgeo: 103 , 104, 106, 108 .
Casanova, Antolna: 153 , 155, 159, 16 1. Davtd , Cathertna: 25 1, 256.
Castel, Robart 184, 185. Debray-Rltz en, Pierre: 252.
Caatelll, Enrlco: 26 . Dabu&ay, Claude: 117 .
Caatorladla, Corn6llua : 62. Deguy, Mlchel: 236 .
Castro, Fldal : 163 . Dela campagne , Chrlallcan:289 .
Ca&ttro, Roland: 53. Det. y, Jean: 167.
Cattan, Nlcola: 183 . Oelauze, Glllea : 40 , 1 16, 117 , 118, 119, 145,
c.r- u, Mlche l de: 6 2, 172, 262, 266 . 158, 17 1, 19 1,246 , 273.
Clxoua, ~= 144,289 . Oeluy, Hanrl: 155.
Cla-. Maryae:
Claucle,Hanrl: 44.
2n . Derogy, Jacquea: 164.
Derrida, Jacquea: 9, 18, 19, 20, 21, 22 , 38 , 39,
Clevraul, Jean: 62 , 64 , 68, 70, 78, 79 , 80, 83,
40 , 4 1, 42 , 66 , 117,146 , 147, 148, 149, 150,
85, 87, 93, 172, 176 , 186, 187, 188, 191,246, 15 1, 152 , 154, 155, 156 , 166, 246,293 .
246 , 251 , 252, 255, 256, 264 , 266,272 , 274, Derrida, Marguarlta: 19 .
o..cartaa, ReM: 11, 36.
281,283 . 294 . Daacombey, Jean-Paul: 126.
Cl6ma nt, Catharlna: 144 , 145 , 153, 154, 158,
Deutach, Hél'ne: 128.
164, 256, 258. 284. oaveraux,Georgea : 93 , 200.
Cl«ambault, Qaftan Gatlan de: 44 , 194 ..
otamanU&, Ir..,., 250 .
Cohn-Bandlt, Daniel: 8 1, 205 . Olatklna, ReM : 15, 25 , 200 .
Coluche: 273 . Okller·Well, Alaln: 289.
CollM, Mlchel: 289. Dolto, Fran,;olae: 64, 66, 79 , 88, 113, 114, 16,
Collomb, Hanrl: 93 . 134 , 145 , 246, 250, 251,258 , 260, 261, 262,
Confuclo: 163. 264,266, 270,274, 289,296, 303.
Cont, , Claude: 62, 65 , 70, 79, 92 , 186 , 188, Domlnlqua (caso): 114.
247,246, 26 1, 27y, 279,280,283,284 , 293, Qonato, Eugenio: 38 .
Contri, Glacomo: 16 1. Oonnet, Jean-Luc: 67 , 200,201 , 202 , 203,239 ,
eoo,,.,,David: 110 , 111, 1 12, 113, 115. 242, 294,
Corvalin, Lula: 126 , 127 . Doray,Gal)rlella: 94, 95.
C-, PlarN: 170. OorgaUllla,Claucle:272, 294 .
Cournut,JNn: 202, 294. l)orOII, Roge, : 168,
Cowlo , Ludo: f!J7. 203. Orazian,Murlel: 162.
C>tll•on (padre): 160. 245 . Oreyfu&,Alfred: 306 .
Orayfua,Sra.: 58 .
~ """'' 161. Or01t, Roger-Pol: 191.
Crtnon,Qa,,de • 266.
Culoll, Anlolne: 168. l)ubul -. Paulatta: 94.
~ .... .._._,303 , QucrOt, ()awalcl: 91 .
Chapaal. MIMtlelne: 17!5. l)uchanlp, Marce!:175.
0woot, .,_, Ma,tln: 50. 291. 3{J1.
351
Indic e Altab . .
e,co
1
Fougeyrollaa, Pierre: 104.
Duftoa, Huguette: 145. Fouque, Anto nl ette: 52 , 144 , 150, 157,
176
Dumas, Roland: 266, 272 •300· 5 188 257, 258, 289. •
Dumézll , Cla ude: 15, 62,102 . 172. 18 ' ' Fralsse, Pau l : 166, 167, 168 .
282. 284. Frege, Gottlob: 32, 33, 34, 36, 72 .
Duméz ll, Georges: 40, 47, 65 , 66. Frelne t, Céleatln: 116.
Dupln, Augusto: 160. Freud, Arma: 195 , 256 .
Duqu enne, Paul: 62. Freud, Slgmund: 8 , 9. 11, 12, 13, 14, 18, 19,
Duras, Marguerlte: 147. 20
22 , 23 , 24. 25, 26 , 27, 28, 29, 3 1, 33, 34, 35°
Duroux, Yvea: 18, 23, 37, 39. 39, 43 , 45 , 46, 47 , 48, 49, 50, 51, 55, 56,57:
60. 72, 73, 74, 90, 91, 99, 104, 105, 109, 112,
113, 117, 122 , 123, 124, 126, 128, 129, 140,
1G ,1 43 , 1e, 146 , 147, 1~150, 1~1-

E
Ellenll<lrger, Henrl F.: 109.
164, 169, 172, 180, 183, 184. 195, 196, 200,
230 , 232, 247 , 248, 249, 250. 259,265 , 268,
286, 287, 293, 294, 299, 300, 301.
Espaze, André: 322. Frledman-L.awrence, Huguette: 82, 85 .
Eateraon, Aaron: 110, 112. Fr loux , Claude: 190, 191, 192.
Ey, Henrl: 8, 25, 44, 58, 59, 103, 104, 107, 108 ,
109, 110, 115 ,1 22, 125,1 50,194 , 255.
Ey, Henry: 106.

G
Gagey, Jacquea: 167 , 168, 169.
F
Fachlnelll, Elvlo: 162.
Galllmard, Gastón: 235, 236.
Gandhl, Mahatma: 111, 112.
Faladé, Solange: 48, 62 , 70, 79, 82, 182, 183, Gandlllac, Maurlce de: 117.
193, 194,300 , 302, 303,312,3 14,316 , 317, Gantheret, Franc¡ola: 136.
319, 322,324,333 , 341. Garaudy, Roger: 15.
Fanon, Franz: 202. Gaaquerea, ~velyne-Anne: 94, 95.
Faure, Edgar: 157, 165, 166, 168, 171. Gauchet, Marcel: 289, 290.
Faure, Henrl: 167. Gaulle, Charles de: 47, 61, 166,1 82, 231.
Faure, Jean: 88. Geahchan, Oomlnlque: 67 .
Favez, Georges: 167, 233 , 240. Gemelll, Agostlno: 162.
Favez-Boutonler, Jullette: 166, 167, 168, 169, Genet, Jean: 119.
230, 133, 240. Genette, Gérard: 147.
Favreau, Jean: 199, 203. George, Fra90la: 253, 254, 264.
Favret-Saada, Jeanne: 248, 249. Georgln, Robert: 181.
Fay, Víctor: 205. Glrard, René: 19, 38, 41 .
Faye, Jean-Plerre: 155, 156. Glraud (general): 231.
Fédlda, Pierre: 116, 167,168 , 169. Glroud, Fra90la: 158.
Felnberg, Vfctor: 122, 258. Glaaelbrecht, André: 155.
FeJto, Franc¡ola:104. Gltelaon, Maxwell: 230, 231 .
Felman, Soahana: 145. Glouzman, Semlon: 121.
Ferdlere, Gaston: 126. Godard, Jean -Luc: 53, 105.
Ferenczl, Sandor: 206 . Godel , Kurt: 36, 43, 45, 177.
Ferré, Leo: 53 . Godeller, Maurlce: 294 .
Flnzl, Sergio: 162. Goldmann, Pierre: 253 , 288.
Flnzl· Ghlal, Virginia: 162. Goldateln, Kurt: 115 .
Flazlewlcz, Pierre: 82. Gonz"ez, Gloria: 48 , 266,268,277 . 287, 288-
Fl-llere , Robert: 156, 157, 158. Gorog, Jean.Jacques: 191.
Flleaa, Robert: 22.
Goaset, Renaude: 82 , 85.
232
Flournoy, Théodore: 20, 161. Granoff, Wladlmlr: 17 . 34,182 , 230, 23 1• ·
Fontalne, André: 253. 233, 238 , 239 , 240, 253, 255, 256, 29l, 3()5.
Forreater, John: 237.
Gratlot-Alphand6ry, Hél6ne: 58, 168 . 3,
Foucault, Mlchel: 9, 1O, 11, 15, 18, 28, 38 , 39 , 7 15
GrHn, André: 11, 19, 21, 67, 106 , 10 '
40, 47, 65, 99, 109, 119, 122, 148, 149, 156,
202,203,235,255 , 289 , 293-
158, 171, 235, 245, 273.
Grlgorenko (general): 120, 121, 124.

352
Indice Alfabético

Groddeck: 145. Jou ve, Pierre Jean : 132.


Groarlchard, AJaln: 17, 30, 191, 192. J ullen, Phlllppe: 260, 285, 303.
Grugnardl, Alexia: 53. J uly, Serge : 192.
Gr un berger, Bela: 52, 53, 59, 100, 101, 104 _ J ung, Carl Guatav: 38, 46, 92.
Gua raldl, Antonella: 158.
Guattar l, Féllx:62, 116,1 17, 1l 8, 119 , 162 , 163 ,
191,192 , 246 , 265 , 273 .
Guéroul', Martla l: 45.
Gu lehard, Ollvler: 175.
Gullbaud, Georgea: 1n, 180.
K
Kahn, Pierre: 15.
Gulnzbourg, AJexandre: 120. Kammerer: 127.
Guyomard, Patrlek: 176, 186, 191,295 , 301. Kant, Emmanuel : 175.
Guyotat, Pierre: 150. Keotemberg, Évelyne: 199, 202.
Kha n, Maaud: 235.
Klng, Pearl: 230 , 233.
Kleln, M61anle: 19, 56, 116, 130, 169, 196.

H
Halter, Marek: 164.
Kloaaowakl, Pierre: 156.
KoJeve,Alexandre: 44, 182, 299.
Kouygu ln, AJekae'i:121.
Halle, Morrla: 32 . Koaterln: 121.
Hana (caao de l pequeño): 114. Koupernlk, Cyrllle: 126.
Hegel, G.W.F.: 24, 46, 299. Koyré, Alexand re: 36.
Heidegger, Martln: 20, 104. Krloteva, Juli a: 55, 146, 147, 148, 149, 156, 157,
Henry, Paul: 151. 158, 159, 161, 162.
Herbert, Thomas: 15 1.
Heanard, Ange lo: 79, 103.
Heuyer, Georgea: 107.
Hlpóerateo: 124.
Hlrsh, Élle: 298.
Hlrah, Hyaclnthe: 298.
L
L.abln, Ju llette : 246, 247, 248, 249, 266, 267.
Hofoteln, Francia: 50, 82, 85. L.acan, Jacquea: 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15,
Hlllde rlln, Frledrlch: 2 1. 16, 17, 18, 19, 20, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 30,
Horney, Karen: 46, 130, 134. 32, 33, 34, 35, 37, 38, 39, 40,41 , 42, 43, 44,
Houdeblne, Jean-Louls: 155, 159, 161. 45, 46, 47, 48, 49, 50. 5 1,52,53, 54, 55, 56.
Huoaerl, Edmund: 12, 20. 57. 58,60,62 . 63, 64, 65,66,67 , 68, 69, 70,
Hyppollte, Jean: 38, 253 . 7 1. 72, 73, 74, 75, 76, n. 78. 80, 81, 82, 84,
85,86,87,88 , 89, 90,9 1,92,93 , 94, 95. 96,
98, 99, 102 , 105, 110. 112, 114 , 114, 116 ,
117, 122, 132, 134, 135. 136, 148, 147, 148,

1
lrlgaray, Luce: 52, 62, 78, 144, 145, 172, 187,
149, 150, 151, 152, 153, 156, 157, 158, 159,
160, 161, 162, 163, 164, 171, 173, 174, 175,
116. 1n, 178, 179, 180. 181, 182. 183, 184,
185, 186. 187, 188, 189, 190, 191, 192, 193,
191. 194, 195, 196, 197, 198, 199, 202, 230,231 ,
lsralll, Luclen: 62 , 72, 82 , 283 .
312,233 , 235 ,2 37, 238, 239,240,241 , 242,
243,244 , 245,246 , 247 , 248,249,251,252,
253, 254,255,256,257,258 , 259, 260, 261,
262 , 263.264 , 265,266,267,268,269 , 270,
J
Jaccard, Roland : 253 , 289. 305 .
271, 272,274 , 276,278 , 279, 281,282,283 ,
284, 285, 287,288,298 , 299,300,302 .
Lacan, Judit (ver Mlller): 47, 66, 150, 171, 172,
Jacquot, Benolt: 181.
Jakobaon, Roman: 25 , 32 , 33 , 44, 104, 253 ,
174,175 , 260,284 , 288.
Lacan, Marc-Fran~ls: 287 .
256. Lacan, Slbylle: 288.
Janet, Pierre: 152, 161, 168.
Lacan, Sylvla: 288.
Jau•••. Jean: 290 .
Lalorgue, Ren6: 2 1, 305 .
JNnglrard, Ctaude: 85, 119.
Lagache, Danie l: 8 , 103 , 134 , 152 , 165 , 166 ,
Jonea, Erneat: 74, 112, 113, 128, 131, 134, 195 .
167, 169, 230 , 231, 232,233 .
Joaeph, Edward: 256

353
Indice Alfabé tico

Lalng, Ronald: 11o, 112, 113, 115.


umpl de Groo!, Jean ne: 128.
umy, Suzanne : 142.
M
Mac Dougall, Joyce: 67 . 199, 292 .
Lander, Rot,ert: 78 , 79, 80, 8 1. Macclocchl, Maria Antonletta: 163
Lang, Frltz : 205 . Mack-Brunawlck, Ruth: 128 . ·
Lang, Jack : 288 . Mackaey, Richard: 38 , 43 .
Lapaasade, Georgea: 119.
Laplanche, Jean: 12, 2 1, 34 . 64 , 91 , 167, 168, Macherey, Pierre: 11, 15, 17.
169, 170, 233 , 234,238 . 239 , 240 , 284 , 29 1, Major, René: 203, 252, 255, 256 , 2 57 258
293 , 294 , 305 . ' ' 260,
192, 301. Makarenko, Anton: 116.
uporte, Roger: 150.
Mlle, Pierr e: 103.
Lapouge, Glllea: 46.
Mallarmé, Stéphane: 21, 146, 288.
Lartlgue, Pierre: 155.
La• Vergnaa, Raymond: 152, 154. Manceaux, Mlchele: 175 .
Laurent, Érlc: 260, 261, 262 , 263,266 , 267, 269, Manler, Alaln: 262.
270, 274. Mannonl, Maud: 62 , 64, 84, 112, 113,11 4, 11s
1 16, 145, 154. '
Laurln, C.mllle: 134.
Lautéamont (ver Oucasae): 146. Mannonl, Octave: 21, 62, 64, 70 , 82 , 162, 164
Le Gaufey, Guy: 260, 285. 282,283,289 , 301 . '
Lebel, Jean-Jacques: 119, 157. Mao Zedong: 15, 16 , 77 , 116, 162, 163, 171
Lebovlcl, Serge: 15, 25, 67, 200, 202, 293 , 295 . 172 . '
Leclalre, Genevleve: 252. Maqulavelo, Nlcol6a: 61 .
Leclalre, Serge: 19 , 31 , 35, 36 , 48, 54, 59, 66, Marcuae, Herbert: 104, 105, 112, 205.
70. 71, 74, 82, 83, 85, 86, 88, 153, 162, 165 , Marchala, Georgea: 269, 288 .
170, 171, 172, 173, 174. 175 , 176, 179, 185, Martln , Pierre: 266 , 274, 283 , 300 .
186, 188, 190, 194, 248, 250, 252 , 255, 256 , Marty, Pierre: 202 .
2s1 . 258, 259 , 260, 262, 210, 2n . 283, 289, Marx., Karl: 11 , 12, 14, 15, 23, 30, 47, 74, 153,
291, 296. 155, 161 , 162, 205 .
Leclare, Marc: 109. Maapero, Fran,;ola: 15.
Lefort, Robert: 116, 283 . Mathlot, Jean: 17.
Lelort, Roalne: 62, 113, 116, 283 . Mathla, Paul: 62, 248.
Legendre, Pierre: 296 . Mauron, Charlea: 21.
Lehmann, Andrée:78. ~... Luclen : 82, 85. 266 .
Leibniz,G.W.: 13, 31, 189. Melman, Charlea: 46, 62, 64, 67, 76, n, 80, 86,
Lelrla, Loulae: 288. 89 , 90, 187 , 190,19 1, 246,248,260,261,
Lemalre,Anlka: 34. 262 , 263, 264, 266, 274, 275, 276, 279, 282,
Lemolne, Gennle: 83, 283 . 284 , 293, 294, 295, 298. 303 .
Lemolne,Paul: 83. 283 , 300 . Melman, Max:277 .
Lenln: 16, 121, 149. Mendel, Gérard: 200, 248, 256 , 294.
L6onardlnl,Jean Pierre: 288 . Merleau -Ponty, Maurlce: 12, 23, 145,253 .
Levallola,Anne: 248, 249, 266 . Merleau-Ponty, Suzanne: 288 .
L,vl-Srtauu, Claude: 9 , 10, 11, 15, 17, 18, 38, Merlln: 190.
40, 46, 57, 156, 157, 158, 176, 178. Mlchaud, Glnette: 114, 119 , 183.
L'-1 , Andr,: 167. Mlchaux., Henrl: 117.
Lévl, Bernard-Henrl: 289 . Ml¡olla, Alaln de: 200 , 292 , 305 .
Umentanl, Adam: 292. Mllan, Betty: 191. 192
Unhart, Robert: 15 192 Mllner, Jean-Claude: 11, 17, 30, 171, 172, ·
Uttré,Émlle: 18. ' ·
Loewenateln, Rudolph: 103, 246.
Mlller, Gérard: 171, 187 ,284.
7 30 31 33
Mlller, Jacque a-Alaln: 11, 12, 13, 1 , • • 94'
80
Logler-Mltchell, Antolnette· 94 34, 35, 36, 37 , 40, 45 , 46, 47, 64• 681· 1 182:
Louka, Jean-Mlchel· 306 · ·
Luntz, Danlll: 125. . . 95, 117, 150, 160, 17 1, 172, 173• !,' 191,
Luquet-Parat, C.J.: 199. 183, 184, 185 , 186. 187, 188, :,· ~ : 263 .
192 ,1 93 , 249,251,259,260, 1' 212 21~.
264 , 265, 2ss. '¿67, '¿69, 2 7 o. ~ · 181: 288,
275, 276, 277, 279 , 283, 284:.,,,.. 3()3.
292, 295, 296 , 297,298,299 • .,,,,.,,
Mlllot, Catherlne: 191.
Mlnguzzl, Glan Franco: 161.
354
..
indice Alfabético

Mlnkowakl, Eugéne: 103. Perrault, Glllea: 254.


Mlnor , Nata: 201, 202. Perrler, Fran90la: 62, 64, 67, 68, 70, 71, 72, 78,
Ml .. a, Roger: 106, 107. 85, 86, 93, 94, 95, 96, 97, 98, 100, 135, 150,
Mluenard, André: 94. 164, 171.
Montel, Jean-C laude: 1SS. Plcart, Raymond: 22 , 40.
Monteaquleu: 11. Plehon, Édouard: 132, 252.
Montre lay , M lch éle: 62, 145 , 150, 17 1, 175, Plehot, Pierre: 127.
183, 149,151,258 , 260, 261,262 , 264,265, Plel, Jean: 41, 58.
266, 297. Pleracoa, María: 183.
Moral!, Claude: 190, 191. Plne l, Phlllppe: 110.
Morelgne, Jean-Paul: 93, 94 , 95, 294. Plngaud, Berna rd : 46, 235.
Morln, Edgar: 104. Plnoehet (general): 127.
Morozov: 127. Platón: 41.
Mosconl, Jean: 12, 17. Pleynet, Mareelln: 146, 155, 156, 163.
Moacovlcl, Maria: 230, 253. Plluchtch, Leonld: 127.
Mouchonnat, Jeanlne: 85. Pion, Ml chel: 151.
Moulln, Jean: 292. Polltzer, Máie: 11, 150, 151, 152, 154, 155.
Moun ler , Emmanuel: 166. Pommler, Gérard: 51, 277.
Mounln, Georgea: 157. Pompldou, Georgea: 53, 175.
Muldworf, Bernard : 153, 255. Pontalla, Jean-Bertrand: 21, 28, 64, 91, 147,
Müller, Joalne: 130. 151, 183. 235.
Murvllle, Maurlce Couve de: 166. Pontaut, Jean -Marle: 164.
Muaotto, Gluaeppe: 16 1, 162. Porge, Érlk: 260, 269, 285.
M' Uzan, Mlchel de: 67, 146, 147, 200,293 . Poatel, Jaequea: 305.
Myera, Frédérlck: 161. Poulllon, Jean: 235.
Poula ntzaa, Nleoa: 273.
Poulet, Georgea: 38. 43.
Prévoat, Claude: 167, 168.

N
Nacht, Sacha: 8, 59, 103, 107, 194,196,23 1.
Prleur , Domlnlque : 164.
Prouat, Marce l: 116.
Pu)ol, Robert : 239, 249.
Naaall, Jacquea: 172, 183, 256, 258, 266.
Nemo, Phlllppe: 164.
IMyraut, Mlchel: 67 . .
Nleoud, Gérard: 273.
Nietzsche, Frledrlch: 14, 23, 116.
Nlmler, Nadlne: 256.
Q
Oueneau , Raymond: 82, 177, 182.
Nobécourt, Jaeques: 256.

R
o
On19uea, Edmond: 93.
On19uea M.ari.-~Ue: 93.
Ral>ant, Claude: 172, 184, 185, 186,1 89,252 ,
262, 264, 266, 272.
Ral>lnovleh, Diana: 262.
Racamler, Paul: 290 .
Oury, J~an: 82, 84, 114, 118, 119, 162, 164,
Raelne, Jean: 21. 22.
183,274. Ralnbault, Glnette: 64, 112, 113, 248, 249, 250,
Ouznedz,, Dtmltrl: 254.
256.
Ranclere , Jacqu ea: 11. 15. 17.
Rank, Otto: 46, 205.

p
Parlaot, TIIM•ae: 92, 282-
Regnault, Fran~ola: 17, 30.
Regnaut, M.aurlee: 155.
Releh, Wllhelm: 15, 46, 114, 115, 118, 145, 305.
Revel, Jean-Fran90la: 46.
Paaehe, Franela: 67.
Rey, Jean-Mlehel: 253.
Pkhew<, Mlchel: 152,256.
Rlt>ettea, Jean-Mlchel: 54.
Npln, Nlcole: 250.
Rlcoeur , Jean-Paul: 25,296.
f>trec, o.o,gea: 150.

355
Indi ca Alfabético

Smlrnoff , Vlctor: 235 , 24 1, 242, 255 .


Rlcoeu r, Paul: 23, 24, 25, 26 , 27, 28 , 29 , 39, 40,
Snej nevs kl, Andr el W.: 124, 125, 127, 2 54 .
44, 45 , 191.
Sócr atea: 4 1, 157 .
Rlcoeur , Slmone: 26.
So ler , Colette: 56 ,271 , 279,283,300 .
Rltmann, Héleno: 1O.
Solma, Wllhelm: 234 .
Rttter , Mare<1I:271,290 , 293 .
Robert, Marth e: 7, 200, 252. Soller a, Ph lll ppe: 19 , 41 , 146 , 147 , 148, l SO
Roblnet, Anclré: 46 . 155, 156 , 157 , 158, 159, 161, 162, 163, 154'
182, 30() . •
Roche, Denl a: 146, 150.
Roche, Maurlce: 150. Soulez-Lar lvler e, Daniel: 266, 270 , 272.
Rocheblave, Anne-Marle: 167. Splnoza, Baruch de: 116, 175, 205.
Rollancl, Romaln : 306 . Stalin, Joaé: 121.
Ronal, Mltsou: 155, 16 1 Starobln akl, Jean: 235 .
Roncleplerre, André : 191, 284 . Steln, Conrad: 67 , 87, 100, 10 2, 253.
Rooavett, Franklln: 231. Stéphane , André (seudónimo): 304 , 305 .
Roaolato, Guy: 21, 38 , 43 , 62, 67, 68, 70, 78 , 79, Stern, Anne-U ae: 82, 85 , 114, 269 .
169 , 235 . Strachey, James: 112.
Rosal, Paul-Louls: 155. Szasz., Thomas: 115.
Roubaucl, Jacquea: 155.
Roublel, Irene: 62, 78, 79, 248,26 1, 274.
Rouu eau 1 Juan Jacobo: 18 .
Rouaseau-Ou)arclln, Jacquellne: 145, 200, 20 1,
202.
Rouatang , Fran9ols: 62. 162 , 176, 186 , 187,
T
Talllandler, Gér6me: 183.
191 , 245 , 246, 262, 264 , 266, 293. Thlbaudet, Albert: 2 1.
Rozea Sra.: 266 . Thlbaut, Albert: 288 .
Ruaaell, Bertrancl:3 1, 176. Tola, Bernard: 62, 283 , 289 .
Ruwet, Nlcolas: 38 , 40. Thla, Claude: 85, 283.
Todorov, Tzvetan: 38, 40, 91. 146. 147.
Tort, Mlchel: 11, 12, 17, 28 , 29 .

s
Sacher-Maaoch, Leopold von: 116 .
Sacie, D.A.F., marqué, de: 146, 148.
Toaquellea, Fran~la: 113 .
To ataln , René: 52 , 89, 90, 1 13 , 172 , 186, 187,
188, 191, 252.
Trenet, Charlea: 117.
Trepper, Leopold: 64 , 254 , 266.
Salouan, Mouatapha: 25, 48, 64, 78, 79, 83, 88, Trotakl, l.éon: 263 .
92 , 182, 248 , 249, 25 1, 274 , 277 , 283 , 264, Turquet, Pierre: 59, 77, 79, 113, 230 . 231, 232,
295,304 . 233 .
Sarajov, Andrel: 125. Tzouladzé, Serge: 254 .
Saprlel, Guy: 282 .
Sartr e, Jean Paul: 46, 47, 52, 53, 74, 119, 145,
171, 237.
Sauaaure, Raymoncldo: 18 , 25, 32, 47, 202.
Scarpetta, Guy: 159.
Schlumberger, Marc: 103 , 195, 254.
V
Valabrega , Jean-Paul: 27 , 28, 62, 67. 68, 69,
Schnelder, Mlchel: 236.
70, 78, 79 , 85 , 94.96 , 97 , 98, 171.255 , 294-
Schneldermann, Stuart: 191.
Van der LMuw, Plewr J.: 230 , 23 1.
Schotte, Jacquea : 62.
Vaaaa, Denla: 193,260,261.
Schr-r (caao): 73 .
Sebag, Luclen: 17, 18. Verdlgllone, Armando: 16 1, 162, 163 , 164, 256-
Vergote, Antolne: 25 .
Sachehaye, Albert: 182.
Sédat, Jacquea: 294, 302. Vernant, .lean-Pierre: 19, 236 .
Seilé : 172. Vldela (general); 126.
Sempé, JMn-Claude : 201, 202. Vlderman, Serge : 67, 200, 202.
Serrea, Mlchel: 19 . Vlllegler,Jean-Ma r le: 17.
Séve, Luclen: 151, 152, 153, 154, 256 _ Vine!, Leonardo da: 163.
Sllveatre, Mlchel: 260 , 271, 276, 279 _
Slmatos, Chrlatlan: 62, 65, 70 , 79 , 87 , 186 203
2 52,26l , 262, 263 , 266, 270, 274, 282, 284 . .

356
Indice Alfabf!lico

wWaelhena, Alphonae de: 379.


125, 195, 235 .
Wlttgenateln, Ludwig: 176, 177, 178, 179, 180,
189.

Wahl, Fram;ola: 25 , 40, 41 , 42, 52, 91, 147, 157,


163, 18 1, 186, 189, 190.
Wallon, Henrt: 44.
Welnlnger, Otto: 23.
Wldllx:her, Daniel: 168, 169,202, 238, 139, 255.
z
Zalttman , Na1halle: 78, 94, 98.
Z6cr l (maestro): 267, 268, 269 .
Wllden, Antony: 42 . Zykel, Charlea: 94 .
Wlnnlcott, Donald W.: 91, 111, 112, 113, 114, Zygourla, Radmllla: 82, 85, 266.

357
Indice Temático
INDICE

TERCERA PARTE - La Franciafreudianaen todos sus estados 7

Capítulo 1 La Escuela Freu diana de París: la reco nqui sta 7


l. El nuevo paisa j e intel ectual f rancés 7
11.lntermezzo 22
111
. El relevo de la lóg ica 30
IV. Jacques Lacan, él mismo ... 37
V. Si me hub ieran contado Versalles 47
VI. El pase : una esds i6n al revés 71
VII. Anon imato y Cuano Grupo 87

Capít ulo 11 Sunset Bou levard : m iserias y esplendores del movimie nto de protesta 101
l. El gran ocaso de la psiquiatría dinámica 101
11. Histor ias de mujeres 128
. Frente Rojo y anos candentes
111 146

Cap ítulo 111 Reinos div ididos 165


l. Psicoanálisis en la Universidad 165
11. La Sociedad Psiooanalíl íca de Parfs o el avanzado estado de la bwocracía 195
111. La Asociació n Psicioanalflica de Francia: identificación de un grupo 228

La Escue la Freudiana de Parts: la catéstrofe 245


Capftul o IV
l. El últim o canto 245
11.Disolución 258

287
Epílogo
291
Cien anos de psiCoanálisis: balance
310
Abrev iaturas
313
Notas bibl iográficas
334
Anexos
349
Indice Alfabét ico
368
Indice Temático
Elisabeth Roudinesco
LA BATALLADE CIEN AÑOS
Historia del psicoanális is en Francia. Vo l. 1 (1885-1939).
Historia del psicoanálisis en Francia. Vo l. 11 (1939-1981).

"La batalla de cien años " se lee como una novela histór ica de múltip les tramas y
en la cual la dens idad de inform ación es excepcional. Los psicoa nalistas y psi-
quiatras no tienen siempre el rol pr incipal . Se cruzan también los escritores y los
personajes de nove las. Como si un trabajo nove lesco hub iera sido ind ispensa ble
para dar a los arch ivos una forma v iabl e. No es por casual idad si esta histor ia está
com o se dice "bien escrita". La transparenc ia y la pr ecisión de estilo, adem ás del
placer del texto que propor cio nan, parecen ind isociables, en la trayectoria de
Roud inesco , de una manera de escribir la histor ia que no la encierra sobre ella
misma.
Al té rm ino de esta monumenta l encuesta sobre los avatares de un ma lentendido
se entiende qu e si el "ps icoanálisis a la frances a" ha ten ido necesidad de "una
vuelta a Freud" tal como la intentaba Lacan, es por que Freud había sido siempre
para él, en el sentido fuerte del térmi no, un extr año. A su manera lo que ha inten -
tado Roudinesco es una vu elta a los orígenes y se le puede estar agradecidos po r
haber desentrañado un ov il lo tan denso . " La batalla de cien años" es un tour de
force".

Catherine David
Le Nouvel Observateur

"El psicoanálisis esperaba un historiador y ya lo tien e en la persona de E. Roudi-


nesco " .

Robert Magg ioni


Libération

"El t rabajo de E. Roudinesco constituye una mag istral histor ia de la introd ucció n
del psicoanál isis en Francia y por lo mismo una contribución totalmen te inédita a
la histor ia de las ciencias humanas".

Arnau d Spire
L'Humanité

"Su estilo vivo y co lorista se empa reja muy bien con la ciencia in nata de los me-
canismos que vue lven tan cautivadora esta novela fam iliar.

Jacques Nobecourt
Le Mond e
_,..____________________________ ______
.

colección@TII]s~@Tifil
seriePSICOLOGIA

En el primer tomo abarcábamos la H istoria del Psicoanálisis en Francia


en el período que va desde 1885 a 1939; en el segundo volumen seguía-
mos cron? lógicamente, aunque con vueltas atrás para comprender me-
jor la historia y para poder ver la acogida dada entre los literatos al psi-
coanálisis, mostrando cómo se prepara la siguiente fase.
No solamente entre los profesionales es importante el psicoanáli-
sis. Este logra impregnar una gran parte de la cultura francesa enrique-
ciéndola y ocupando un lugar crucial. Durante cuarenta años los deba-
tes, escisiones, avances teóricos, ensayos clínicos, reformas institucio -
nales giran alrededor de esta personalidad fuera de lo común que es J.
Lacan, al que se debe la fuerza que adquiere el psiconálisis dentro del
«humanismo» francés.
Los que hayan leído el primer tomo de esta obra de Elisabeth Rou-
• dinesco, conocen el éxito de mezclar la narración y al mismo tiempo
poner en orden una historia de dimensiones tan complejas - nacionales
,
e internacionales-, retratos individuales, interesantes y entretenidos,
con objetiv idad ejemplar y reflexión críti ca y la dificultad añadida al
autor y facilidad al lector de desarrollarlo como si fuera una novela, ya
que como tal se lee.
En este volumen vemos la relación de J.Lacan y el psicoanálisis
con el marxismo, una vez más, con el estructuralismo, la antipsiquia-
tría, la política y personalidades como L. Althuser, R. Barthes, J. De-
rrida, J. Kristeva, D. Laplanche, P. Recceur, M. Foucault, N . Choms-
ky, R. Laing, D. Cooper, M. Marcuse, J. Berke, J. Mannoni, G. Deleu-
ze, F. Guattari y Winnicot.
La fuerza y el interés que tiene el ver cómo se relacionan estas co-
rrientes ideológicasy estos personajes nos debe llevar a apreciar el gran
esfuerzo de Elisabeth Roudinesco, en un momento histórico-cultural
que muchas veces se empobrece precisamente por tratar asuntos fuera
de toda perspectiva global.

EDITORIAL
FUNDAMENTOS

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