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La Ejecucion Coactiva en La Jurispr PDF
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La ejecución coactiva
en la jurisprudencia
tributaria
DIÁLOGO
CON LA
JURISPRUDENCIA
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Introducción
(1) SOTELO CASTAÑEDA, Eduardo. “Algunas reflexiones sobre el procedimiento de cobranza coac-
tiva de tributos”. En: Revista Themis. Segunda época, N° 34, Lima, 1996, p. 233.
(2) DANÓS ORDÓÑEZ, Jorge, “El procedimiento de cobranza coactiva como manifestación de la
potestad de la Administración Pública de ejecución forzosa de sus actos”. En: Revista Themis,
Segunda época 2, N° 32, 1995, p. 46.
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Capítulo
Deuda exigible
coactivamente
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Deuda exigible
coactivamente
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Lo mismo ocurre con los incisos b) y c) del artículo 115 del Código
Tributario. En dichos incisos se establece como deuda tributaria exigible
coactivamente a la contenida en una Resolución de Determinación o de
Multa reclamadas fuera del plazo de ley y no garantizadas mediante la car-
ta fianza respectiva(3); y, la establecida por una Resolución no apelada en
el plazo de ley o apelada fuera del plazo legal o la establecida por Resolu-
ción del Tribunal Fiscal.
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En efecto, el artículo 135 del Código Tributario establece que las órde-
nes de pago pueden ser objeto de impugnación vía el procedimiento con-
tencioso-administrativo de reclamación.
A ese fin, el inciso 2 del artículo 137 del Código Tributario establece que
la reclamación se interpondrá en el plazo improrrogable de veinte (20) días
hábiles, computados desde el día hábil siguiente en que se notificó –váli-
damente– el valor reclamado (v. gr. la orden de pago).
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Sin perjuicio de ello, cabe agregar que a fin de evitar la cobranza coac-
tiva de la orden de pago, es importante que el recurso de reclamación se
interponga con anterioridad al vencimiento de los 7 días hábiles de noti-
ficada la Resolución de Ejecución Coactiva que inicia el procedimiento de
cobranza coactiva de esta.
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Capítulo
Inicio del procedimiento de
cobranza coactiva
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Capítulo
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j) Dejar sin efecto toda carga o gravamen que pese sobre los bienes
que hayan sido transferidos en el acto de remate, excepto la ano-
tación de la demanda.
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(4) Artículo 58.- Medidas cautelares previas a la emisión de las resoluciones u órdenes de
pago
Excepcionalmente, cuando el proceso de fiscalización o verificación amerite la adopción de me-
didas cautelares, la Administración Tributaria, bajo responsabilidad, trabará las necesarias para
garantizar la deuda tributaria, aun cuando no hubiese emitido la Resolución de Determinación,
Resolución de Multa u Orden de Pago de la deuda tributaria.
Para tales efectos debe presentarse cualquiera de los supuestos establecidos en el primer párra-
fo del artículo 56.
La medida cautelar podrá ser sustituida si el deudor tributario otorga carta fianza bancaria o fi-
nanciera. Para este efecto, será de aplicación lo dispuesto en el numeral 1 del artículo 57.
Adoptada la medida, la Administración Tributaria notificará las Resoluciones u Órdenes de Pago
a que se refiere el párrafo anterior, en un plazo de treinta (30) días hábiles, prorrogables por
quince (15) días hábiles cuando se hubiera realizado la inmovilización o la incautación a que se
refieren los numerales 6 y 7 del artículo 62.
En caso que no se notifique la Resolución de Determinación, Resolución de Multa u Orden de
Pago de la deuda tributada dentro del plazo señalado en el párrafo anterior, caducará la medi-
da cautelar.
Si se embargaran bienes perecederos que en el plazo de diez (10) días calendario siguientes a
la fecha en que se trabaron las medidas cautelares puedan ser objeto de deterioro, descompo-
sición, vencimiento, expiración o fenecimiento o bienes perecederos que por factores externos
estén en riesgo de perderse, vencer, fenecer o expirar en el plazo señalado en el cuarto párrafo
del presente artículo, estos podrán rematarse. Para estos efectos será de aplicación lo señalado
en el artículo 56.
(5) Artículo 57.- Plazos aplicables a las medidas cautelares previas
En relación a las medidas cautelares señaladas en el artículo anterior, deberá considerarse, ade-
más, lo siguiente:
1. Tratándose de deudas que no sean exigibles coactivamente:
La medida cautelar se mantendrá durante un (1) año, computado desde la fecha en que fue
trabada. Si existiera resolución desestimando la reclamación del deudor tributario, dicha medi-
da se mantendrá por dos (2) años adicionales. Vencido los plazos antes citados, sin necesidad
de una declaración expresa, la medida cautelar caducará, estando obligada la Administración
a ordenar su levantamiento.
Si el deudor tributario, obtuviera resolución favorable con anterioridad al vencimiento de los
plazos señalados en el párrafo anterior, la Administración Tributaria levantará la medida caute-
lar, devolviendo los bienes afectados, de ser el caso.
En el caso que la deuda tributaria se torne exigible coactivamente de acuerdo a lo señalado en
el artículo 115 antes del vencimiento de los plazos máximos a que se refiere el primer párrafo
del presente numeral, se iniciará el Procedimiento de Cobranza Coactiva convirtiéndose la me-
dida cautelar a definitiva.
El deudor tributario podrá solicitar el levantamiento de la medida si otorga carta fianza banca-
ria o financiera que cubra el monto por el cual se trabó la medida, por un periodo de doce (12)
meses, debiendo renovarse sucesivamente por dos periodos de doce (12) meses dentro del pla-
zo que señale la Administración.
La carta fianza será ejecutada en el Procedimiento de Cobranza Coactiva que inicie la Adminis-
tración Tributaria, o cuando el deudor tributario no cumpla con renovarla dentro del plazo se-
ñalado en el párrafo anterior. En este último caso, el producto de la ejecución será depositado
en una Institución Bancaria para garantizar el pago de la deuda dentro del Procedimiento de
Cobranza Coactiva.
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(ii) Que existen razones que permiten presumir que la cobranza po-
dría devenir en infructuosa (...)” (el subrayado es agregado).
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realidad jurídica de los ciudadanos, sino que exige de ellos la inmediata intervención ante las
ilegales perturbaciones de las situaciones jurídicas, mediante la “predecible” reacción, sea para
garantizar la permanencia del statu quo, porque así el Derecho lo tenía preestablecido, o, en
su caso, para dar lugar a las debidas modificaciones, si tal fue el sentido de la previsión legal.
Así pues, como se ha dicho, la seguridad jurídica es un principio que transita todo el ordena-
miento, incluyendo, desde luego, a la Norma Fundamental que lo preside. Su reconocimiento
es implícito en nuestra Constitución, aunque se concretiza con meridiana claridad a través de
distintas disposiciones constitucionales (...)” (el subrayado es agregado).
De igual manera, en el Sentencia recaída en el Exp. N° 0001/0003-2003-AI/TC, JTC 3 el Tribunal
Constitucional estableció lo siguiente:
“(...) la seguridad jurídica es un principio consustancial al Estado constitucional de derecho, im-
plícitamente reconocido en la Constitución. Se trata de un valor superior contenido en el espí-
ritu garantista de la Carta Fundamental, que se proyecta hacia todo el ordenamiento jurídico y
busca asegurar al individuo una expectativa razonablemente fundada respecto de cuál será la
actuación de los poderes públicos y, en general, de toda la colectividad, al desenvolverse den-
tro de los cauces del Derecho y la legalidad” (el subrayado es agregado).
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(...)
(8) DANÓS ORDÓÑEZ, Jorge y ZEGARRA VALDIVIA, Diego. El procedimiento de ejecución coactiva.
Primera edición, Gaceta Jurídica, Lima, 1999, p. 186.
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(9) DANÓS ORDÓÑEZ, Jorge y ZEGARRA VALDIVIA, Diego, Ob. cit., p. 201.
(10) Ídem.
(11) Ibídem, p. 203.
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Suspensión y conclusión
del procedimiento de
cobranza coactiva
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(...)
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Siendo ello así, el artículo 136 del Código Tributario establece que para
interponer recurso de reclamación contra una orden de pago es requisito
acreditar el pago previo de la totalidad de la deuda tributaria actualizada
hasta la fecha en que se realice el pago. No obstante, el numeral 3) del lite-
ral a) del artículo 119 señala que excepcionalmente las reclamaciones con-
tra órdenes de pago deben admitirse a trámite y resolverse sin pago pre-
vio, siempre que se cumplan las siguientes condiciones:
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Desde luego, el artículo 136 y el numeral 3 del inciso a) del artículo 119
del Código Tributario hacen referencia a la admisibilidad de los recursos de
reclamación y no a su resolución misma. Así, para que un recurso sea ad-
mitido resulta suficiente que la improcedencia del cobro de la deuda im-
pugnada sea posible y/o probable.
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“Al amparo del lo dispuesto en el numeral 3 del inciso a) del artículo 119
del Código Tributario, procede la suspensión del procedimiento de co-
branza coactiva de la Orden de Pago en los casos en que el contribu-
yente hubiese interpuesto recurso de reclamación dentro del plazo de
20 días hábiles de notificada la misma, aduciendo la existencia de cir-
cunstancias que evidencian la improcedencia de la cobranza” (el subra-
yado es agregado).
Desde luego, se debe tener en cuenta que existe una vía expresamen-
te establecida en el Código Tributario para la impugnación de las órdenes
de pago: el procedimiento contencioso-tributario de reclamación (artículo
135 del Código Tributario).
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Más aún, se debe apreciar que mediante la Sentencia del Tribunal Cons-
titucional recaída en el Exp. N° 0015-2005-PI/TC JTC 6 –en el cual se discutió
la constitucionalidad de diversos artículos de la Ley de Ejecución Coactiva–,
dicho órgano colegido estableció lo siguiente:
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Capítulo
Medios impugnatorios
contra los actos y
actuaciones de ejecutor
coactivo
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Medios impugnatorios contra los actos
y actuaciones de ejecutor coactivo
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(14) DANÓS ORDÓÑEZ, Jorge, y VALDIVIA ZEGARRA, Diego. Ob. cit., p. 164.
(15) “Artículo 117.- Procedimiento
El Procedimiento de Cobranza Coactiva es iniciado por el Ejecutor Coactivo mediante la notifi-
cación al deudor tributario de la Resolución de Ejecución Coactiva, que contiene un mandato
de cancelación de las Ordenes de Pago o Resoluciones en cobranza, dentro de siete (7) días há-
biles, bajo apercibimiento de dictarse medidas cautelares o de iniciarse la ejecución forzada de
las mismas, en caso que estas ya se hubieran dictado.
La Resolución de Ejecución Coactiva deberá contener, bajo sanción de nulidad:
1. El nombre del deudor tributario.
2. El número de la Orden de Pago o Resolución objeto de la cobranza.
3. La cuantía del tributo o multa, según corresponda, así como de los intereses y el monto to-
tal de la deuda.
4. El tributo o multa y periodo a que corresponde.
La nulidad únicamente estará referida a la Orden de Pago o Resolución objeto de cobranza res-
pecto de la cual se omitió alguno de los requisitos antes señalados.
En el procedimiento, el Ejecutor Coactivo no admitirá escritos que entorpezcan o dilaten su
trámite, bajo responsabilidad (...)”.
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a) El Tribunal Fiscal dentro del plazo de veinte (20) días hábiles de pre-
sentado el recurso, tratándose de recursos contra la Administración
Tributaria (...)”.
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Jurisprudencia y
consultas institucionales
J urisprudencia y
institucionales
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consultas
JTC1
Exp. N° 0417-2005-AA/TC-Junín
Henry Smith Bonilla Tolentino
ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por don Henry Smith Bonilla Tolentino contra la
sentencia de la Primera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Junín, de fo-
jas 252, su fecha 29 de noviembre de 2004, que declara infundada la acción de ampa-
ro de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 30 de enero de 2004, el recurrente interpone acción de amparo contra la In-
tendencia Regional Junín de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria
(Sunat) y el ejecutor coactivo de la misma entidad, solicitando que se suspenda el pro-
cedimiento de ejecución coactiva (Exp. N° 13306018251) que se generó en la Orden de
Pago N° 133-001-0003689. Refiere que la orden de pago mediante la cual se determi-
nó la deuda tributaria jamás le fue notificada y que tomó conocimiento de su existen-
cia con la notificación de la Resolución Coactiva N° 133-006-0002544 (23 de octubre
de 2003) vulnerándose de esta manera sus derechos relativos al debido proceso, de
defensa, y a la legalidad y no confiscatoriedad de los tributos.
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FUNDAMENTOS
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3. De autos, a fojas 49 y 51, se observa que la orden de pago cuestionada indica al re-
currente que se deja a salvo el derecho para interponer reclamación bajo las con-
diciones previstas en el artículo 136 del TUO del Código Tributario, es decir, acredi-
tar el pago previo de la totalidad de la deuda tributaria actualizada hasta la fecha
en que se efectúe el pago, excepto en los casos establecidos en el segundo y tercer
párrafo del artículo 119 . Sin embargo, en la misma fecha (23 de octubre de 2003),
según consta a fojas 52, la Administración le notifica el inicio de la cobranza coac-
tiva del monto consignado en la orden de pago, no obstante que, como lo indica el
referido valor, conforme a los artículos 132, 135 y 136 del Código Tributario, el re-
currente tenía la facultad de formular reclamación contra la mencionada orden de
pago.
4. Por lo tanto, en este caso se acredita la vulneración al debido proceso y del dere-
cho de defensa en sede administrativa tributaria, no solo al no haberse esperado el
plazo señalado por la propia Administración para el inicio del procedimiento de co-
branza coactiva sino, además, por abusar de la facultad que se le otorga para ase-
gurar la cancelación de las deudas tributarias, tal como lo ha establecido el Tribu-
nal Constitucional en la sentencia Nº 0790-2003-AA/TC.
HA RESUELTO
Publíquese y notifíquese.
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JTC2
EXP. N° 0016-2002-AI/TC-Lima
Colegio de Notarios de Junín
ASUNTO
ANTECEDENTES
Afirma que en nuestro sistema de Derecho son los notarios quienes dan fe de los actos
y contratos que se inscriben en los registros públicos. Aduce que una eficiente publici-
dad registral radica en que todo acto o contrato inscribible se formalice en una escri-
tura pública, garantizándose de esta manera la legitimidad, legalidad y certeza de de-
recho. Sostiene que la superioridad de la escritura pública radica en su matricidad y su
fecha cierta, siendo deber del notario verificar la capacidad, libertad y conocimiento de
los otorgantes, y velar por la legitimidad del acto o contrato.
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derecho de propiedad y cumple con el deber de facilitar el acceso del mayor número
posible de ciudadanos al registro de propiedad inmobiliaria, buscando promover la
igualdad de condiciones en el acceso al registro. Afirma que, con la introducción del
formulario registral legalizado por Notario Público, el camino al registro resultaría me-
nos complicado.
Sostiene que cuando la norma impugnada establece el empleo alternativo del formu-
lario registral legalizado por Notario Público, no introduce elementos ajenos al siste-
ma del notariado latino; por el contrario, respeta la tradición jurídica romano-germáni-
ca del derecho escrito y codificado.
De otra parte, señala que la seguridad jurídica que garantiza el tráfico de bienes y
servicios, se sustenta no solo en el formulario o escritura pública, sino también en el
registro mismo, siendo necesario que los derechos sean oponibles frente a terceros,
lo cual solo se logra con la publicidad registral y la seguridad jurídica que esta brinda.
Aduce que corresponde al reglamento de la ley y demás normas infralegales, estable-
cer todas las normas de seguridad pertinentes.
Señala que debido a que la Ley N° 27755 no ha sido aún reglamentada, el demandan-
te supone una serie de situaciones ficticias y generadoras de inseguridad jurídica que
en la realidad no resultan probables, porque, de acuerdo con los antecedentes legis-
lativos y sus reglamentos, el empleo del formulario registral brinda una mayor seguri-
dad jurídica.
Sostiene que no es correcto afirmar que el formulario registral carece de matriz, pues
la Ley del Notariado prevé la posibilidad de que el formulario legalizado se incorpore
al protocolo notarial, indicando, además, que el archivo registral conserva los formula-
rios registrales, posibilitando que se pueda obtener una copia del documento original.
Asimismo, afirma que es incorrecto sostener que la legalización del formulario registral
implica una simple legalización de firmas, ya que se trata de una función más comple-
ja, respaldada por las normas y principios de la función notarial. Por otro lado, seña-
la que para que el formulario sea inscrito requiere, además de la legalización por par-
te del Notario Público, la posterior calificación por parte del Registrador, quien puede
observar, e incluso tachar, los actos pendientes de inscripción si es que determina que
estos no se ajustan a las normas jurídicas aplicables.
Asevera que es erróneo afirmar que la escritura pública se trata de un documento que
tiene “superioridad” sobre cualquier otro, dado que esta también puede devenir en
nula por contravenir las formalidades establecidas en la ley. En ese sentido, indica que
no todo acto o contrato inscribible se formaliza en una escritura pública, pues el ar-
tículo 2010 del Código Civil dispone que la inscripción se hace en virtud del título que
conste en instrumento público, salvo disposición contraria, de lo que se desprende que
la inscripción puede tener lugar a partir de cualquier instrumento público, no solo la
escritura pública, e incluso de un documento privado, si así lo dispone la ley.
FUNDAMENTOS
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4. Así pues, como se ha dicho, la seguridad jurídica es un principio que transita todo
el ordenamiento, incluyendo, desde luego, a la Norma Fundamental que lo preside.
Su reconocimiento es implícito en nuestra Constitución, aunque se concretiza con
meridiana claridad a través de distintas disposiciones constitucionales, algunas de
orden general, como la contenida en el artículo 2, inciso 24, parágrafo a) (“Nadie
está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido se hacer lo que ella no
prohíbe”), y otras de alcances más específicos, como las contenidas en los artículos
2, inciso 24, parágrafo d) (“Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión
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Test de proporcionalidad
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los costos que supone la obligatoria utilización de la escritura pública para la ins-
cripción del mismo, no termina por sacrificar en tal grado el principio constitucio-
nal de la seguridad jurídica, que termina resultando desproporcionado aun cuando
el fin resulte legítimo. Y es que si bien es cierto, tal como ha quedado dicho, la ins-
cripción en el registro del derecho de propiedad dota de seguridad jurídica al ejer-
cicio del mismo, también lo es que es importante que la legislación cree las condi-
ciones suficientes para que la seguridad jurídica esté del mismo modo presente en
el procedimiento previo a la inscripción, sobre todo si se considera que de lo que
se trata es que el contenido de la inscripción sea fiel reflejo de la realidad.
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10. Resulta importante agregar que, por lo demás, no es ajeno a este Tribunal que la
Ley N° 27755 será objeto de reglamentación en breve plazo, la misma que podrá
desarrollar, bajo criterios aún más amplios, la seguridad jurídica otorgada por la le-
galización notarial del formulario registral.
Derecho a la igualdad
11. Finalmente, y aunque los recurrentes no han alegado una supuesta afectación del
derecho a la igualdad por parte de la norma impugnada, considerando que las ins-
cripciones mediante formulario registral legalizado por Notario, solo se encuentran
abiertas para los casos en que el valor del inmueble no sea mayor de 20 UIT, este
Tribunal estima pertinente revisar si tal disposición es atentatoria al derecho cons-
titucional referido. En reiterada jurisprudencia, este Supremo Colegiado ha estable-
cido que el derecho a la igualdad consignado en la Constitución no significa, siem-
pre y en todos los casos, un trato legal uniforme hacia los ciudadanos; el derecho a
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la igualdad supone tratar “igual a los que son iguales” y “distinto a los que son dis-
tintos”, lo cual parte de la premisa de que es posible constatar que en los hechos no
son pocas las ocasiones en que un determinado grupo de individuos se encuentran
postergados en el acceso, en igualdad de condiciones, a las mismas oportunidades.
Tal constatación genera en el Estado la obligación de tomar las medidas pertinen-
tes a favor de los postergados, de forma que sea posible reponer las condiciones
de igualdad de oportunidades a las que la Constitución aspira. Tal trato desigual no
es contrario a la Norma Fundamental, pues está amparado en la razonabilidad; es-
tamos ante el supuesto de “tratar distinto a los que son distintos”, con la finalidad
de reponer la condición de igualdad que en los hechos no se presenta.
12. Es evidente que aquellos individuos que cuentan con un título de propiedad regis-
trado poseen una especial ventaja frente a aquellos que no cuentan con la inscrip-
ción. Tal ventaja se traduce, especialmente, en facultades de índole económica. Los
que ostentan un título inscrito cuentan con un derecho de propiedad oponible erga
omnes, razón por la cual será más difícil despojarlos injustamente de su propiedad,
con el desmedro económico que ello acarrearía, y tienen mayores posibilidades de
convertirse en sujetos de crédito, por mencionar solo algunas de las referidas ven-
tajas. Existiendo, pues, marcadas distancias entre un título registrado y uno que no
lo está, y, por ende, entre los que ostentan un derecho de propiedad con las pre-
rrogativas que la Constitución aspira y aquellos que no, y considerando que par-
te importante de las razones por las que se suscitan tales distancias se debe a que
no todos tienen el poder adquisitivo para acceder al registro, entonces es deber del
Estado instaurar las condiciones para despejar los obstáculos que generan tal desi-
gualdad de oportunidades. Tal ha sido el propósito de la disposición cuestionada.
En tal sentido, el legislador ha partido de una presunción meridianamente objetiva:
mientras mayor sea el precio del inmueble que se busca inscribir, se presume que
mayor es el poder adquisitivo de la persona titular del mismo, y viceversa, mientras
menor sea el precio, menor será la capacidad adquisitiva de quien se desea inscribir.
FALLA
SS. ALVA ORLANDINI; BARDELLI LARTIRIGOYEN, REY TERRY; AGUIRRE ROCA; REVOREDO
MARSANO; GONZALES OJEDA; GARCÍA TOMA
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JTC 3
ASUNTO
ANTECEDENTES
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Por su parte, los Colegios de Notarios del Callao y de Arequipa, consideran que el pre-
cepto es incompatible con el artículo 103 de la Constitución, afirmando que se ha le-
gislado contra la naturaleza de las cosas, pues instituir el formulario registral supone la
importación desarticulada de una institución anglosajona, y que, a diferencia de la tra-
dición anglosajona, en la tradición romano-germánica no solo interesa lo que las par-
tes estipularon en el contrato, sino también en qué condiciones negociaron y firmaron,
razón por la cual son relevantes la existencia de un acuerdo de voluntades y el criterio
de buena fe de los contratantes. Argumentan, por otro lado, que es la intervención del
notario la que permite obtener la seguridad jurídica en un momento anterior a la cele-
bración del acto o contrato, a diferencia de la tradición anglosajona en la que la seguri-
dad jurídica se alcanza en un momento posterior y es otorgada por el seguro de título,
el cual no existe en nuestro ordenamiento jurídico. Asimismo, manifiestan que la escri-
tura pública presenta una serie de ventajas frente al formulario registral, pues este no
otorga garantías sobre la legalidad de los actos realizados, ni examina en modo algu-
no la capacidad, condición de expresión de voluntad y comprensión del significado del
acto mismo y sus consecuencias jurídicas; puede ser falsificado con mayor facilidad y
no se conserva en una matriz, siendo más probable que el documento se extravíe, por
lo que –en su opinión– son la escritura pública y la posterior calificación registral las
que dotan de seguridad jurídica al derecho de propiedad. Añaden que se ha legislado
en razón de la diferencia de las personas, legislándose según los distintos tipos de pro-
pietarios y pretendiendo crear para los propietarios de escasos recursos, una vía más
barata para inscribir mediante el procedimiento del formulario registral.
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FUNDAMENTOS
2. Los recurrentes afirman que el segundo párrafo del artículo 7 de la Ley N° 27755 es
inconstitucional, pues al permitir que los inmuebles cuyo valor de mercado no sea
mayor de 20 UIT, puedan ser inscritos mediante formulario registral legalizado por
notario, y no mediante escritura pública, sacrifica, desproporcional e irrazonable-
mente, el principio de seguridad jurídica.
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A) Imprescindible intervención del notario: Del tenor del segundo párrafo del
artículo 7 de la Ley N°27755, se desprende la imprescindible participación del no-
tario antes de que el formulario pueda acceder al registro. Este Tribunal ya ha acen-
tuado la especial relevancia del rol del notario en la sociedad, manifestando que
“nuestro país se adscribe al sistema de organización notarial de tipo latino, en vir-
tud del cual el notario es un profesional del derecho que, en forma imparcial e inde-
pendiente, ejerce una función pública consistente en autenticar, redactar, conservar
y reproducir los documentos, así como asesorar de manera imparcial a quienes so-
liciten su intervención, incluyéndose la certificación de hechos”. (Exp. Nº 04-1997-
AI/TC). Así, el notario dota de fe pública y seguridad jurídica a los actos y negocios
jurídicos que ante él se celebren. La especial valía que nuestro ordenamiento jurídi-
co concede a los medios documentales que gozan de la fe pública del notario, exi-
ge a su vez de este una intachable conducta moral.
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5. Lo dicho permite desestimar, desde ya, el extremo de la demanda en el que los re-
currentes afirman que el segundo párrafo del artículo 7 de la ley en cuestión vul-
nera el derecho a la igualdad, al generar una situación de discriminación entre títu-
los inscritos confiables (los que se originan en una escritura pública) y no confiables
(los que se originan en el formulario registral). Y es que, en la medida en que el
uso del formulario registral legalizado por notario se ajuste al criterio que este Co-
legiado ha establecido, será un título dotado de confiabilidad, máxime si el docu-
mento original se mantiene conservado en el archivo registral de la circunscripción
correspondiente.
6. Por otra parte, los recurrentes sostienen que el mencionado párrafo es contrario al
primer párrafo del artículo 103 de la Constitución, el cual solo permite que se expi-
dan leyes especiales porque así lo exige la naturaleza de las cosas, pero no en fun-
ción de la diferencia de las personas, alegando que se ha legislado contra la natu-
raleza de las cosas, por ser el formulario registral una importación desarticulada de
una institución anglosajona que desvirtúa la seguridad jurídica que la inscripción
registral pretende otorgar, y en función de la diferencia de las personas, porque se
ha tenido como referencia los distintos tipos de propietarios, esto es, los de esca-
sos recursos y los de mayor poder adquisitivo.
79
PERCY BARDALES CASTRO
80
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
de la exigencia de “tratar igual a los que son iguales” y “distinto a los que son dis-
tintos”, de forma tal que la ley, como regla general, tenga una vocación necesaria
por la generalidad y la abstracción, quedando proscrita la posibilidad de que el Es-
tado, a través del legislador, pueda ser generador de factores discriminatorios de
cualquier índole. Sin embargo, enfocar la interpretación del derecho a la igualdad
desde una faz estrictamente liberal, supondría reducir la protección constitucio-
nal del principio de igualdad a un contenido meramente formal, razón por la cual
es deber de este Colegiado, de los poderes públicos y de la colectividad en gene-
ral, dotar de sustancia al principio de igualdad reconocido en la Constitución. En tal
sentido, debe reconocerse también una vinculación positiva del legislador a los de-
rechos fundamentales, de forma tal que la ley esté llamada a revertir las condicio-
nes de desigualdad o, lo que es lo mismo, a reponer las condiciones de igualdad de
las que la realidad social pudiera estarse desvinculando, en desmedro de las aspi-
raciones constitucionales.
12. Así las cosas, cuando el artículo 103 de la Constitución prevé la imposibilidad de
dictar leyes especiales “en razón de las diferencias de las personas”, abunda en la
necesaria igualdad formal prevista en el inciso 2) de su artículo 2, según la cual el
legislador no puede ser generador de diferencias sociales; pero en modo algu-
no puede ser interpretado de forma que se limite el derecho y el deber del Estado
de, mediante “acciones positivas” o “de discriminación inversa”, ser promotor de la
igualdad sustancial entre los individuos.
13. Atendiendo a lo expuesto, y como ya tuviera oportunidad de señalar este Tribunal
respecto del segundo párrafo del artículo 7 de la Ley N° 27755: “Es evidente que
aquellos individuos que cuentan con un título de propiedad registrado poseen una
especial ventaja frente a aquellos que no cuentan con la inscripción. Tal ventaja se
traduce, especialmente, en facultades de índole económica (...). Existiendo, pues,
marcadas distancias entre un título registrado y uno que no lo está, y, por ende, en-
tre los que ostentan un derecho de propiedad con las prerrogativas que la Consti-
tución aspira y aquellos que no, y considerando que parte importante de las razo-
nes por las que se suscitan tales distancias, se debe a que no todos tienen el poder
adquisitivo para acceder al registro, entonces es deber del Estado instaurar las con-
diciones para despejar los obstáculos que generan tal desigualdad de oportunida-
des. Tal ha sido el propósito de la disposición cuestionada” (Exp. Nº 0016-2002-AI/
TC, FJ. 12). Dicho lo cual, no cabe sino añadir que el precepto tampoco ha vulnera-
do la disposición constitucional que proscribe la posibilidad de dictar leyes espe-
ciales en razón de la diferencia de las personas, pues, lejos de crear o fomentar ta-
les diferencias, busca revertirlas.
III. Reglamentos secundum legem y reglamentos extra legem
14. Los recurrentes alegan la inconstitucionalidad del tercer párrafo del artículo 13 de
la Ley N° 27755, pues permite a la Comisión Especial del Registro de Predios “pro-
poner” al Directorio de la Sunarp “todas las disposiciones reglamentarias en ma-
teria registral, técnica y administrativa que sean necesarias para la aplicación de la
Ley”, afectándose –según afirman– la atribución prevista en el inciso 8), artículo 118,
de la Constitución, en virtud del cual corresponde al Presidente de la República la
reglamentación de las leyes.
81
PERCY BARDALES CASTRO
15. La fuerza normativa de la que está investida la Administración se manifiesta por an-
tonomasia en el ejercicio de su potestad reglamentaria. El reglamento es la norma
que, subordinada directamente a las leyes e indirectamente a la Constitución, pue-
de, de un lado, desarrollar la ley, sin transgredirla ni desnaturalizarla, y, de otro, ha-
cer operativo el servicio que la Administración brinda a la comunidad. Los primeros
son los llamados reglamentos secundum legem, de ejecución, o reglamentos eje-
cutivos de las leyes, los cuales están llamados a complementar y desarrollar la ley
que los justifica y a la que se deben. En efecto, es frecuente que la ley se circunscri-
ba a las reglas, principios y conceptos básicos de la materia que se quiere regular,
dejando a la Administración la facultad de delimitar concretamente los alcances del
marco general establecido en ella. Los segundos son los denominados reglamen-
tos extra legem, independientes, organizativos o normativos, los que se encuentran
destinados a reafirmar, mediante la autodisposición, la autonomía e independencia
que la ley o la propia Constitución asignan a determinados entes de la Administra-
ción, o, incluso, a normar dentro los alcances que el ordenamiento legal les conce-
de, pero sin que ello suponga desarrollar directamente una ley.
En tal sentido, una interpretación del inciso 8), artículo 118, de la Constitución, es
que cuando el tercer párrafo del artículo 13 de la Ley N° 27755 alude a “disposi-
ciones reglamentarias (...) que sean necesarias para la aplicación de la Ley”, se re-
fiere a reglamentos de ejecución, razón por la cual dichas disposiciones no podrán
ser aprobadas y expedidas por la propia Superintendencia Nacional de los Regis-
tros Públicos, sino que, según se desprende literalmente del precepto, serán sim-
ples “propuestas” de la Comisión Especial del Registro de Predios, las que, a su vez,
y en todo caso, deberán ser derivadas al Poder Ejecutivo, a efectos de que este ac-
túe conforme a las atribuciones que la ley y la Constitución le confieren. De lo que
resulta que el tercer párrafo del artículo 13 de la referida ley no es inconstitucional.
17. Los recurrentes consideran, asimismo, que el cuarto párrafo del artículo 7 de la Ley
N° 27755 también es contrario al inciso 8) del artículo 118 de la Constitución, pues
interpretan que permitiría a la Sunarp extender, paulatinamente, la utilización del
formulario registral legalizado por notario a todos los registros públicos que con-
forman el Sistema Nacional Registral.
18. El Tribunal no comparte tal criterio, pues del tenor del segundo párrafo del artículo
7 de la citada ley se desprende, con meridiana claridad, que la utilización del formu-
lario registral legalizado por notario está reservada únicamente al Registro de Pre-
dios, razón por la cual su aplicación a otros registros solo podría ser autorizada por
otra ley.
82
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
FALLA
a) El notario debe dar fe respecto de los actos jurídicos, hechos o circunstancias que
presencie, para lo cual debe exigir que el formulario sea llenado y suscrito ante él,
corroborando la libre voluntad y capacidad de las personas en la celebración del
acto y su conocimiento de los alcances del mismo;
b) Debe constatar la identidad de los contratantes, de ser el caso, cotejando los Do-
cumentos Nacionales de Identidad con la información pública de red del Registro
Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec);
d) Verificar que los datos relativos al inmueble estén clara y correctamente expresados;
SS. ALVA ORLANDINI; BARDELLI LARTIRIGOYEN; REY TERRY; AGUIRRE ROCA; REVOREDO
MARSANO; GONZALES OJEDA; GARCÍA TOMA
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PERCY BARDALES CASTRO
JTC 4
Exp. N° 3741-2004-AA/TC-Lima
Ramón Hernando Salazar Yarlenque
ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por don Ramón Hernando Salazar Yarlenque con-
tra la sentencia de la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas
66, su fecha 30 de enero de 2004, que declaró infundada la acción de amparo de autos.
ANTECEDENTES
Aduce el demandante que tras haberle impuesto una multa la entidad emplazada se
presentó en la municipalidad a efectos de impugnar dicha decisión, pero se le exigió
previamente el pago de quince nuevos soles (S/. 15.00) por concepto de tasa impug-
nación, conforme al TUPA de la referida entidad edil, agregando que la exigencia de di-
cho pago vulnera su derecho de petición, así como su derecho de defensa como ele-
mento del debido proceso que consagra la Constitución.
El Sexagésimo Tercer Juzgado Civil de Lima, con fecha 6 de junio de 2003, declara in-
fundada la demanda considerando que el monto establecido por concepto de im-
pugnación, así como el que se establece por concepto de recepción de documen-
tos, ascendente en total a la suma de quince nuevos soles, se encuentra previsto en el
TUPA de la municipalidad emplazada. Argumenta también que dicha norma ha sido
84
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
expedida conforme al Código Tributario y que, por ello, no se están violando los dere-
chos del recurrente, tal como este alega.
FUNDAMENTOS
3. Este Tribunal considera que lo que en realidad se está cuestionando por contrave-
nir los derechos de petición y de defensa, es el concepto referido al cobro por “de-
recho de impugnación”, consignado en el rubro 1 del TUPA de la municipalidad em-
plazada. En consecuencia, este extremo será materia de análisis por parte de este
Colegiado.
4. En primer lugar, resulta pertinente atender que tanto el juez de instancia como el
colegiado que atendió el recurso de apelación no se han referido a la dimensión
constitucional de los hechos planteados por el recurrente, puesto que ambos se
han limitado a verificar si la imposición del pago previsto para impugnar una de-
cisión de la municipalidad emplazada, se ha ajustado a las normas infraconstitu-
cionales como el Código Tributario o la propia Ordenanza Municipal N° 084/MDS,
que aprobó el TUPA de la municipalidad demandada, donde, en efecto, se encuen-
tra previsto el cobro de un derecho por concepto de presentación de recursos im-
pugnatorios. En este sentido, el a quo, luego de verificar que el monto establecido
por concepto de apelación se encuentra regulado en el respectivo TUPA de la mu-
nicipalidad, que se enmarca dentro de los parámetros establecidos por el Código
Tributario, concluye que “(...) no se estaría vulnerando (el) derecho a la defensa (del
recurrente)” (fundamento jurídico sexto de la sentencia).
85
PERCY BARDALES CASTRO
86
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
9. Por lo tanto, el artículo 138 no puede ser objeto de una interpretación constitucio-
nal restrictiva y literal; por el contrario, la susodicha disposición constitucional debe
ser interpretada de conformidad con el principio de unidad de la Constitución, con-
siderando el artículo 51 antes señalado, más aún si ella misma (artículo 38) impone
a todos –y no solo al Poder Judicial– el deber de respetarla, cumplirla y defenderla.
Es coherente con ello el artículo 102 del Código Tributario, cuando precisa que “[a]l
resolver el Tribunal Fiscal deberá aplicar la norma de mayor jerarquía (...)”; es decir,
aquellas disposiciones de la Constitución que, en este caso, se manifiestan a través
de los principios constitucionales tributarios y de los derechos fundamentales que
están relacionados con dichos principios.
10. En segundo lugar, está de por medio también la eficacia vertical de los derechos
fundamentales; es decir, su eficacia en particular frente a todos los poderes y ór-
ganos del Estado, lo que incluye a la administración pública. Y es que en el marco
del Estado constitucional, el respeto de los derechos fundamentales constituye un
imperativo que el Estado debe garantizar frente a las eventuales afectaciones que
pueden provenir, tanto del propio Estado –eficacia vertical– como de los particu-
lares –eficacia horizontal–; más aún cuando, a partir del doble carácter de los de-
rechos fundamentales, su violación comporta la afectación no solo de un derecho
subjetivo individual –dimensión subjetiva–, sino también el orden objetivo de valo-
res que la Constitución incorpora –dimensión objetiva–.
12. Por ello es intolerable que, arguyendo el cumplimiento del principio de legalidad,
la administración pública aplique, a pesar de su manifiesta inconstitucionalidad,
una ley que vulnera la Constitución o un derecho fundamental concreto. En defini-
tiva, esta forma de proceder subvierte el principio de supremacía jurídica y de fuer-
za normativa de la Constitución y la posición central que ocupan los derechos fun-
damentales en el ordenamiento constitucional, en el cual “la defensa de la persona
humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”
(artículo 1).
87
PERCY BARDALES CASTRO
13. En el Derecho constitucional comparado –es el caso puntual del ordenamiento chi-
leno–, se admite, por ejemplo, que un órgano constitucional como la Contraloría
General de la República realice un control constitucional de las normas en sede ad-
ministrativa. El control que realiza esta entidad administrativa:
14. Por ello, nada impide –por el contrario, la Constitución obliga– a los tribunales y
órganos colegiados de la administración pública, a través del control difuso, anu-
lar un acto administrativo inaplicando una norma legal a un caso concreto, por ser
violatoria de los derechos fundamentales del administrado, tal como lo dispone el
artículo 10 de la Ley del Procedimiento Administrativo General, que sanciona con
nulidad el acto administrativo que contravenga la Constitución, bien por el fondo,
bien por la forma; siempre, claro está, que dicha declaración de nulidad sea confor-
me a la Constitución y/o a la interpretación del Tribunal Constitucional, de acuerdo
con el artículo VI del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional.
(1) Ferrada Bórquez, Juan Carlos. “Los derechos fundamentales y el control constitucional”. En: Revista de Dere-
cho (Valdivia). Vol. XVII, diciembre, 2004. pp. 113-137. [Versión on line, www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_
arttext&pid=S071809502004000200005&lng=es&nrm=iso>]. Citado el 3 de julio de 2006.
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LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
20. El recurrente sostiene, en efecto, que la exigencia del pago previo de una tasa para
recibir y dar trámite a su escrito de apelación contra un acto administrativo que
considera contrario a sus intereses, afecta su derecho de defensa en sede adminis-
trativa y, por lo tanto, vulnera el debido procedimiento administrativo. Por su par-
te, al contestar la demanda, la municipalidad emplazada aduce que dicho cobro es
por la “(...) realización de un acto administrativo que deseaba efectuar el actor”, el
cual se encuentra plenamente reconocido en el TUPA y que, por ello, no puede ser
inconstitucional. El Tribunal Constitucional no comparte el argumento de la empla-
zada, puesto que el hecho de que un acto se sustente en una norma o reglamen-
to no le otorga necesariamente naturaleza constitucional, ni descarta la posibilidad
de que este Colegiado efectúe el control jurisdiccional. Esta tesis es, en todo caso,
contraria al Estado Democrático, donde rige el principio del control jurisdiccional
(2) Véase las sentencias emitidas en el Exp. N° 2050-2002-AA/TC y, más recientemente, en el Exp.N° 2192-
2004-AA/TC.
89
PERCY BARDALES CASTRO
21. El debido procedimiento en sede administrativa supone una garantía genérica que
resguarda los derechos del administrado durante la actuación del poder de sanción
de la administración. Implica, por ello, el sometimiento de la actuación administra-
tiva a reglas previamente establecidas, las cuales no pueden significar restricciones
a las posibilidades de defensa del administrado y menos aún condicionamientos
para que tales prerrogativas puedan ser ejercitadas en la práctica.
23. Íntimamente vinculado a lo anterior está el tema del derecho de defensa del ciu-
dadano frente al ejercicio del poder de sanción de la administración, sobre todo si
se tiene en cuenta que, en el presente caso, se encuentra regulada una instancia de
apelación en el propio procedimiento administrativo, por lo que el Tribunal estima
que, en el caso de autos, el derecho de defensa previsto en el artículo 139, inciso
14), despliega todos sus efectos. Desde luego, el derecho de recurrir una decisión
de la administración no debe confundirse con el derecho al recurso o con el dere-
cho a una doble instancia administrativa, que, como ya tiene dicho este Colegia-
do, no logra configurarse como un derecho constitucional del administrado, pues-
to que no es posible imponer a la administración, siempre y en todos los casos, el
establecimiento de una doble instancia como un derecho fundamental(3). El dere-
cho de recurrir las decisiones de la administración comporta la posibilidad mate-
rial de poderlas enervar, bien en el propio procedimiento administrativo, cuando la
ley haya habilitado un mecanismo bien en todo caso, de manera amplia y con to-
das las garantías, ante el Poder Judicial, mediante el proceso contencioso-adminis-
trativo o, incluso, a través del propio recurso de amparo cuando se trate de la afec-
tación de derechos fundamentales.
24. El derecho de defensa garantiza, entre otras cosas, que una persona sometida a una
investigación, sea esta de orden jurisdiccional o administrativa, y donde se encuen-
tren en discusión derechos e intereses suyos, tenga la oportunidad de contradecir
y argumentar en defensa de tales derechos e intereses. Se conculca, por lo tanto,
(3) Véase en este sentido la Sentencia emitida en el Exp. N° 2209-2002-AA/TC, de manera más precisa el fun-
damento 19, donde ha quedado establecido que “(...) no siempre y en todos los casos, es posible extrapo-
lar acríticamente las garantías del debido proceso judicial al derecho al debido procedimiento administrativo.
Así, por ejemplo, si en sede judicial uno de los contenidos del derecho en referencia lo constituye el de la ne-
cesidad de respetarse el juez natural o pluralidad de instancias, en el caso del procedimiento administrativo,
en principio, que el acto haya sido expedido por un órgano incompetente genera un vicio de incompetencia,
pero no la violación del derecho constitucional. Y, en el caso de que no se pueda acudir a una instancia ad-
ministrativa superior por haber sido expedido el acto por la última instancia en esa sede, ello, desde luego,
no supone, en modo alguno, que se haya lesionado el derecho a la pluralidad de instancias”.
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LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
26. En el presente caso, el Tribunal estima que también se pone en riesgo este derecho
constitucional cuando la municipalidad emplazada solicita el pago de una tasa para
ejercer el derecho de impugnar una sanción administrativa, como lo es la determi-
nación de multa en contra del recurrente. En tal sentido resulta inconstitucional y,
por lo tanto, inaplicable al recurrente la disposición contenida en la Ordenanza Mu-
nicipal N° 084/MDS, que establece el pago de diez nuevos soles por concepto de
recursos impugnativos, correspondiente a la Unidad Orgánica de la Oficina de Se-
cretaría General, rubro 1.
91
PERCY BARDALES CASTRO
28. Si bien debe presumirse que toda actuación de los poderes públicos tiene como
marco de referencia la observancia del principio de buena fe y la defensa del interés
general, también debe aceptarse que el razonamiento del recurrente resulta mate-
rialmente plausible. Aun no reconociendo esta posibilidad como real en el contex-
to del caso planteado, este Tribunal estima que la presencia de cuotas o derechos
por concepto de impugnación de los propios actos de la administración, en el me-
jor de los casos, no incentiva la participación del ciudadano en el control de los ac-
tos del poder público y genera una interferencia cuestionable para el desarrollo del
Estado Social y Democrático de Derecho.
31. Un mayor desarrollo del derecho de petición se encuentra en la Ley Nº 27444, Ley
del Procedimiento Administrativo General, específicamente en los artículos 106 a
112, que bien puede considerarse una ley de desarrollo del derecho constitucio-
nal de petición. Así, en el artículo 106.2, al referirse al ámbito de actuación de este
derecho, se ha incluido el derecho “de contradecir actos administrativos”. De este
modo, el derecho de petición, como cláusula general, comprende:
(4) Véanse, al respecto, las sentencias emitidas en los Exps. Nºs 0872-1999-AA/TC y 0941-2001-AA/TC.
92
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
del sujeto que se vincula de este modo con el poder público a través de un do-
cumento escrito.
(5) García de Enterría y Fernández enfatizan que: “La nota característica de los recursos es, por lo tanto, su fi-
nalidad impugnatoria de actos o disposiciones preexistentes que se estiman contrarias a Derecho, lo cual les
distingue de las peticiones, cuyo objetivo es forzar la producción de un acto nuevo, y de las quejas (...) que
no persiguen la revocación de acto administrativo alguno, sino solamente que se corrijan en el curso mismo
del procedimiento en que se producen los defectos de tramitación a que se refieren”. Curso de Derecho Ad-
ministrativo. Vol. II, Civitas, Madrid, 2001, p. 510.
93
PERCY BARDALES CASTRO
34. En la STC Exp. Nº 2763-2002-AA/TC, este Tribunal declaró que el derecho de acce-
so a la jurisdicción formaba parte del contenido esencial del derecho a la tutela ju-
risdiccional, reconocido por el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución. Si bien
este aspecto no ha sido invocado por el recurrente, el Tribunal estima necesario ha-
cer notar que, a la luz de la configuración del sistema jurídico con relación a la tu-
tela judicial de los derechos, el establecimiento de un pago para dar por agotada
la vía administrativa se convierte, en la práctica, en un obstáculo contrario al dere-
cho constitucional de toda persona de acceder sin condicionamientos a la tutela
judicial.
35. Debe recordarse, a modo de precedente jurisprudencial, que en la STC Exp. Nº 3548-
2003-AA/TC, con ocasión de declarar que el principio solve et repete era contra-
rio al derecho de acceso a la jurisdicción, se estableció que el condicionamiento del
pago previo para impugnar una decisión de la Administración Tributaria constituía
una restricción desproporcionada que la hacía contraria a la Constitución. Hoy, con
igual fuerza, debe afirmarse que también el pago, ya no de la multa como ocurría
en el caso del “pague primero y reclame después”, sino de la tasa para enervar la
multa, mediante el recurso impugnativo respectivo, constituye igualmente una in-
terferencia económica del derecho de acceso a la jurisdicción que como derecho
constitucionalmente reconocido no puede ser condicionado bajo ningún supuesto.
37. En la clásica tradición del common law norteamericano, tres son los presupuestos
básicos que tiene en cuenta la Suprema Corte para dictar un precedente con efec-
tos vinculantes sobre toda la judicatura a la que por excelencia se dirige el mensa-
je del precedente jurisdiccional; a saber:
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LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
(6) “(...) en el supuesto de que se estime el recurso de amparo porque la Ley aplicada lesiona derechos funda-
mentales o libertades públicas, la Sala elevará la cuestión al Pleno, que podrá declarar la inconstitucionalidad
de dicha Ley en nueva sentencia con los efectos ordinarios previstos en el artículo 38 y ss. (...)”.
95
PERCY BARDALES CASTRO
Por lo tanto, un supuesto adicional a los señalados por la Corte Suprema America-
na, para el establecimiento de un precedente, puede configurarse, en el caso nues-
tro, a partir de la necesidad de que el Tribunal, luego de comprobar que una nor-
ma que ha sido cuestionada mediante un proceso que no es el de control abstracto,
constate, además, que los efectos dañosos o violatorios de los derechos fundamen-
tales denunciados afectan de modo general a un amplio grupo de personas; o que
el acto impugnado y declarado contrario a la Constitución por el Tribunal constitu-
ye una práctica generalizada de la administración o de los poderes públicos en ge-
neral. De este modo, la regla que el Tribunal extraiga a partir del caso deberá per-
mitir anular los actos o las normas a partir del establecimiento de un precedente
vinculante, no solo para los jueces, sino para todos los poderes públicos. El prece-
dente es de esta forma, una herramienta no solo para dotar de mayor predecibili-
dad a la justicia constitucional, sino también para optimizar la defensa de los de-
rechos fundamentales, expandiendo los efectos de la sentencia en los procesos de
tutela de derechos fundamentales.
41. En tal sentido, y desarrollando los supuestos establecidos en la STC EXp. Nº 0024-
2003-AI/TC, este Colegiado considera que constituyen supuestos para la emisión
de un precedente vinculante los siguientes:
96
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
43. Por otro lado, con objeto de conferir mayor predecibilidad a la justicia constitucio-
nal, el legislador del Código Procesal Constitucional también ha introducido la téc-
nica del precedente, en su artículo VII del título preliminar, al establecer que: “Las
sentencias del Tribunal Constitucional que adquieren la autoridad de cosa juzga-
da constituyen precedente vinculante cuando así lo exprese la Sentencia, precisan-
do el extremo de su efecto normativo (...)”. De este modo, si bien tanto la jurispru-
dencia como el precedente constitucional tienen en común la característica de su
efecto vinculante, en el sentido de que ninguna autoridad, funcionario o particular
puede resistirse a su cumplimiento obligatorio, el Tribunal, a través del precedente
constitucional, ejerce un poder normativo general, extrayendo una norma a partir
de un caso concreto.
44. De esto se desprende que el precedente es una técnica para la ordenación de la ju-
risprudencia permitiendo al mismo tiempo que el Tribunal ejerza un verdadero po-
der normativo con las restricciones que su propia jurisprudencia deberá ir delimi-
tando paulatinamente. De modo preliminar puede establecerse, sin embargo, que
una primera restricción está referida a la relación entre caso y precedente. Como
ocurre en los países del common law “(...) el valor de precedente de una decisión
está determinado por aquello que un juez decide efectivamente en la sentencia.
Mas aquello que es efectivamente decidido, está determinado con relación al caso
(fattispecie) concreto de la controversia sometida a juicio”(7).
45. En este sentido, este Colegiado considera que esta regla también es válida para
nuestro sistema, aun cuando también es verdad que la configuración del caso
en nuestro sistema jurídico no siempre se relacione con hechos concretos sino
con la evaluación en abstracto de normas, como ocurre en el caso del control de
(7) KAUPER, Paul G. “La regola del precedente e la sua applicazione nella giurisprudenza costituzionale degli sta-
ti uniti”. En: Giuseppino Treves, La dottrina del precedente nella giurisprudenza della Corte Costituzionale.
Torino, 1971, p. 221.
97
PERCY BARDALES CASTRO
46. En segundo lugar, como lo ha señalado la tradición del common law, el precedente
debe constituir una regla de derecho y no puede referirse a los hechos del caso, si
bien puede perfectamente partir de ellos. En tercer lugar, aunque parezca obvio, la
regla del precedente constitucional no puede constituir una interpretación de una
regla o disposición de la Constitución que ofrece múltiples construcciones; en otras
palabras, el precedente no es una técnica para imponer determinadas doctrinas u
opciones ideológicas o valorativas, todas ellas válidas desde el punto de vista jurí-
dico. Si tal situación se presenta de modo inevitable, debe ser encarada por el Tri-
bunal a través de su jurisprudencia, en un esfuerzo por crear consensos en determi-
nados sentidos. El precedente, en estos supuestos, solo aparecerá como resultado
de la evolución favorable de la doctrina jurisprudencial del Tribunal en determinado
sentido. Esto último supone que el Tribunal debe abstenerse de intervenir fijando
precedentes sobre temas que son más bien polémicos y donde las posiciones va-
lorativas pueden dividir a la opinión pública. Esto implica, por otro lado, una prác-
tica prudente que permite al Tribunal lograr el mayor consenso posible en el uso
de esta nueva herramienta, lo cual le permitirá una verdadera potestad normativa,
como ya se ha dicho.
47. Para que una decisión de este Colegiado, planteada en forma de precedente vincu-
lante pueda convertirse en una herramienta útil en la expansión de los efectos de
una sentencia que, en principio, debiera tener solo efectos inter partes, resulta ne-
cesario establecer la distinción entre los efectos del precedente vinculante emitido
por un Tribunal Constitucional, y lo que son los efectos del precedente judicial en
los sistemas del common law.
48. Es conocido que el precedente judicial en el sistema del common law se ha desa-
rrollado como precedente vinculante en sentido vertical; es decir, aplicable desde la
98
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Corte Suprema (para el caso norteamericano) hacia las cortes y juzgados inferiores
de todo el sistema judicial. Osea, el efecto vinculante se establece aquí básicamente
respecto de los jueces. Cualquiera que invoque un precedente, para que este logre
sus efectos, deberá acudir ante un juez, quien deberá aplicarlo en un caso concreto.
49. El precedente constitucional en nuestro sistema tiene efectos más generales. La for-
ma como se ha consolidado la tradición de los tribunales constitucionales en el sis-
tema del derecho continental ha establecido, desde muy temprano, el efecto so-
bre todos los poderes públicos de las sentencias del Tribunal Constitucional(8). Esto
significa que el precedente vinculante emitido por un Tribunal Constitucional con
estas características tiene, prima facie, los mismos efectos de una ley. Es decir, que
la regla que el Tribunal externaliza como precedente a partir de un caso concreto,
es una regla para todos y frente a todos los poderes públicos; cualquier ciudadano
puede invocarla ante cualquier autoridad o funcionario sin tener que recurrir pre-
viamente ante los tribunales, puesto que las sentencias del Tribunal Constitucional,
en cualquier proceso, tienen efectos vinculantes frente a todos los poderes públi-
cos y también frente a los particulares. Si no fuese así, la propia Constitución esta-
ría desprotegida, puesto que cualquier entidad, funcionario o persona podría resis-
tirse a cumplir una decisión de la máxima instancia jurisdiccional.
50. Hechas estas precisiones conceptuales, el Tribunal considera que, sobre la base de
lo expuesto, en el presente caso, las reglas de derecho que se desprenden directa-
mente del caso pueden ser resumidas en los siguientes términos:
(8) Véase, por ejemplo, en lo que respecta al Tribunal Federal Alemán, el parágrafo 31.1, BverfGG: “Las senten-
cias del Tribunal Constitucional vinculan a los órganos constitucionales de la federación y de los Estados, a
todos los tribunales y a todas las autoridades administrativas”. Cfr. BOCANEGRA SIERRA, Raúl. “Cosa juzga-
da, vinculación, fuerza de ley en las decisiones del Tribunal Constitucional alemán”. En: Revista española de
Derecho Constitucional. Vol I, N° 1, CEC, Madrid, 1981, p. 235 y ss.
99
PERCY BARDALES CASTRO
Para ello, se deben observar los siguientes presupuestos: (1) que dicho exa-
men de constitucionalidad sea relevante para resolver la controversia plantea-
da dentro de un proceso administrativo; (2) que la ley cuestionada no sea po-
sible de ser interpretada de conformidad con la Constitución.
B) Regla procesal: El Tribunal Constitucional, de acuerdo con el artículo VII del
Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, tiene la facultad jurídica
para establecer, a través de sus sentencias que adquieren la autoridad de cosa
juzgada, un precedente vinculante, a consecuencia de la aplicación directa de
una norma o cuando se impugnen determinados actos de la administración
pública que resulten, a juicio del Tribunal Constitucional, contrarios a la Cons-
titución y que afecten no solo al recurrente, sino también, por sus efectos ge-
nerales, o por ser una práctica generalizada de la administración pública, a un
grupo amplio de personas.
Regla sustancial: Todo cobro que se haya establecido al interior de un procedi-
miento administrativo, como condición o requisito previo a la impugnación de
un acto de la propia administración pública, es contrario a los derechos consti-
tucionales al debido proceso, de petición y de acceso a la tutela jurisdiccional y,
por lo tanto, las normas que lo autorizan son nulas y no pueden exigirse a par-
tir de la publicación de la presente sentencia.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la
Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO:
1. Declarar FUNDADA la demanda de amparo; en consecuencia, ordena a que la Mu-
nicipalidad Distrital de Surquillo admita a trámite el medio de impugnación inter-
puesto por el recurrente contra el acto administrativo que determinó una sanción de
multa, sin exigirle previamente el pago de una tasa por concepto de impugnación.
2. Establecer como precedente vinculante, conforme al artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional, las reglas contenidas en los funda-
mentos 41 y 50, supra, de esta sentencia.
3. Remitir copia de la presente sentencia a la Presidencia del Consejo de Ministros a
efectos de que se adoptan las medidas necesarias para su fiel cumplimiento en el
ámbito de toda la administración del Estado, conforme a las competencias que le
confiere el artículo 119 de la Constitución.
Publíquese y notifíquese.
SS. ALVA ORLANDINI; BARDELLI LARTIRIGOYEN; GONZALES OJEDA; GARCÍA TOMA;
VERGARA GOTELLI; LANDA ARROYO
100
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
JTC 5
Exp. N° 4242-2006-PA/TC-Piura
Germania América Veliz de Zevallos
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Germania América Veliz de Ze-
vallos contra la sentencia de la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Supe-
rior de Justicia de Piura, de fojas 212, su fecha 30 de enero de 2006, que declaró fun-
dada la excepción de falta de agotamiento de la vía previa y, en consecuencia, nulo
todo lo actuado.
ANTECEDENTES
Con fecha 16 de junio de 2005, la recurrente interpone demanda de amparo contra la
Oficina de Ejecución Coactiva de la Intendencia Regional de Piura de la Sunat, a fin de
que se resuelva su solicitud de nulidad de la Resolución Coactiva N° 0830070020638,
del 24 de noviembre de 2004, y se proceda a suspender el procedimiento coactivo que
se sigue en su contra. Sostiene que al haber formulado recurso de apelación contra las
Órdenes de Pago que dieron mérito al procedimiento de ejecución coactiva se encon-
traría en la causal de suspensión prevista en el inciso d) del artículo 119 del TUO del
Código Tributario; que sin embargo, a la fecha se continúa con el trámite de dicho pro-
cedimiento, razón por la cual se estarían vulnerando sus derechos a la propiedad, al
debido proceso y de defensa.
La emplazada deduce la excepción de falta de agotamiento de la vía previa y contesta
la demanda señalando que la causal de suspensión prevista en el inciso d) del artículo
119 del TUO del Código Tributario solo está referida a los casos en que se impugnen
resoluciones de determinación o de multa. Añade que para el caso de las Órdenes de
Pago el citado artículo, en forma expresa, condiciona la suspensión del procedimien-
to coactivo a que el administrado formule recurso de reclamación dentro de los veinte
(20) días hábiles de notificado el acto administrativo, lo que no ha sucedido en el pre-
sente caso; por lo tanto, concluye que carece de sustento la pretensión demandada.
Con fecha 19 de setiembre de 2005, el Primer Juzgado Civil de Piura declara improceden-
te la excepción propuesta y fundada la demanda al considerar que el hecho de que se
encuentre en trámite el recurso de apelación de la recurrente ante el Tribual Fiscal exigiría
que se suspenda el trámite del procedimiento coactivo, dado que si se continúa con di-
cho trámite se podría generar una vulneración irreparable a los derechos de la recurren-
te en caso de que obtenga un pronunciamiento favorable por parte del Tribunal Fiscal.
101
PERCY BARDALES CASTRO
FUNDAMENTOS
(1) Dispositivo Legal invocado por la recurrente en su demanda, el cual fue sustituido por el artículo 56 del De-
creto Legislativo N° 953, publicado el 5/2/2004, vigente hasta su sustitución por el artículo 9 del Decreto Le-
gislativo N° 969 del 24/12/2006.
102
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
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PERCY BARDALES CASTRO
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LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
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PERCY BARDALES CASTRO
106
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
(3) Artículo 136.- REQUISITO DEL PAGO PREVIO PARA INTERPONER RECLAMACIONES
Tratándose de Resoluciones de Determinación y de Multa, para interponer reclamación no es requisito el
pago previo de la deuda tributaria por la parte que constituye motivo de la reclamación; pero para que esta
sea aceptada, el reclamante deberá acreditar que ha abonado la parte de la deuda no reclamada actualiza-
da hasta la fecha en que realice el pago.
Para interponer reclamación contra la Orden de Pago es requisito acreditar el pago previo de la totalidad de
la deuda tributaria actualizada hasta la fecha en que realice el pago, excepto en el caso establecido en el nu-
meral 3 del inciso a) del artículo 119.
107
PERCY BARDALES CASTRO
(4) TUO de la Ley de Tributación Municipal, aprobado por Decreto Supremo Nº 156-2004-EF
Artículo 70.- Las tasas por servicios administrativos o derechos, no excederán del costo de prestación del ser-
vicio administrativo y su rendimiento será destinado exclusivamente al financiamiento del mismo.
Las tasas que se cobre por la tramitación de procedimientos administrativos, solo serán exigibles al contribu-
yente cuando consten en el correspondiente Texto Único de Procedimientos Administrativos, conforme a lo
dispuesto por el artículo 30 del Decreto Legislativo Nº 757. (*)
(*) Artículo sustituido por el artículo 26 del Decreto Legislativo N° 952, publicado el 03/02/2004, disposición
que entró en vigencia a partir del primer día del mes siguiente de su publicación, con excepción de los artícu-
los de la presente norma que modifican los impuestos de periodicidad anual y arbitrios municipales los cua-
les entrarán en vigencia el 01/01/2005, cuyo texto es el siguiente:
“Artículo 70.- Las tasas por servicios administrativos o derechos, no excederán del costo de prestación del ser-
vicio y su rendimiento será destinado exclusivamente al financiamiento del mismo. En ningún caso el mon-
to de las tasas por servicios administrativos o derechos podrán ser superior a una (1) UIT, en caso que estas
superen dicho monto se requiere acogerse al régimen de excepción que será establecido por Decreto Supre-
mo refrendado por el Presidente del Consejo de Ministros y el Ministro de Economía y Finanzas conforme a
lo dispuesto por la Ley del Procedimiento Administrativo General.
Las tasas que se cobre por la tramitación de procedimientos administrativos, solo serán exigibles al contribu-
yente cuando consten en el correspondiente Texto Único de Procedimientos Administrativos.“TUPA”.
(5) Artículo 78.- ORDEN DE PAGO
La Orden de Pago es el acto en virtud del cual la Administración exige al deudor tributario la cancelación
de la deuda tributaria, sin necesidad de emitirse previamente la Resolución de Determinación, en los casos
siguientes:
1. Por tributos autoliquidados por el deudor tributario.
2. Por anticipos o pagos a cuenta, exigidos de acuerdo a ley.
3. Por tributos derivados de errores materiales de redacción o de cálculo en las declaraciones, comunica-
ciones o documentos de pago. Para determinar el monto de la Orden de Pago, la Administración Tributaria
108
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
HA RESUELTO
1. Declarar INFUNDADA la demanda de amparo.
2. Establézcase la distinción a la Regla Sustancial B de la STC Exp. Nº 3741-2004-AA/
TC, respecto a la exigencia del pago previo en el caso de impugnación de órdenes
de pago, en razón de las consideraciones expuestas en los fundamentos 14 al 23.
Publíquese y notifíquese.
considerará la base imponible del periodo, los saldos a favor o créditos declarados en periodos anteriores y
los pagos a cuenta realizados en estos últimos.
Para efectos de este numeral, también se considera el error originado por el deudor tributario al consignar
una “tasa inexistente”.
4. Tratándose de deudores tributarios que no declararon ni determinaron su obligación o que habiendo de-
clarado no efectuaron la determinación de la misma, por uno o más periodos tributarios, previo requerimien-
to para que realicen la declaración y determinación omitidas y abonen los tributos correspondientes, dentro
de un término de tres (3) días hábiles, de acuerdo al procedimiento establecido en el artículo siguiente, sin
perjuicio que la Administración Tributaria pueda optar por practicarles una determinación de oficio.
5. Cuando la Administración Tributaria realice una verificación de los libros y registros contables del deudor
tributario y encuentre tributos no pagados.
Las Órdenes de Pago que emita la Administración, en lo pertinente, tendrán los mismos requisitos formales
que la Resolución de Determinación, a excepción de los motivos determinantes del reparo u observación.
109
PERCY BARDALES CASTRO
JTC 6
Exp. N° 0015-2005-PI/TC
ASUNTO
Magistrados firmantes
GARCÍA TOMA
GONZALES OJEDA
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
En Lima, a los 5 días del mes de enero de 2006, el Tribunal Constitucional en sesión
de pleno jurisdiccional, con la asistencia de los señores magistrados García Toma, Pre-
sidente; Gonzales Ojeda, Vicepresidente; Alva Orlandini, Bardelli Lartirigoyen, Vergara
Gotelli y Landa Arroyo, pronuncia la siguiente sentencia:
I. ASUNTO
110
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Artículo 1.- Modifícanse los artículos 1, 2, 3, 13, 14, 15, 16, 18, 22, 23, 25, 28, 31, 33 y
38 de la Ley N° 26979, Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva, en los términos
siguientes:
(...)
111
PERCY BARDALES CASTRO
IV. ANTECEDENTES
1. Demanda
2. Contestación de la demanda
112
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
• Que, con relación a la alegada inconstitucionalidad del numeral 23.3 del artículo 23
de la Ley N° 26979, modificado por la Ley N° 28165, se ha producido la cosa juzga-
da, pues ya ha sido objeto de la demanda de inconstitucionalidad interpuesta por
la Municipalidad de Cañete, la cual fue declarada infundada por este Colegiado en
la sentencia recaída en el Exp. Nº 0026-2004-AI/TC.
113
PERCY BARDALES CASTRO
VI. FUNDAMENTOS
§1. Sobre el artículo 23, numeral 23.3 de la Ley N° 26979, modificado por la Ley
N° 28165 y la “cosa juzgada”
Definición de autonomía
4. Por su parte, el artículo II del Título Preliminar de la Ley N° 27972, Orgánica de Mu-
nicipalidades, señala que la autonomía que la Constitución Política del Perú consa-
gra en favor de las municipalidades radica en la facultad de ejercer actos de gobier-
no, administrativos y de administración, con sujeción al ordenamiento jurídico.
114
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
“(...)
115
PERCY BARDALES CASTRO
- Autonomía económica
Consistente en la facultad de crear, recaudar y administrar sus rentas e ingresos
propios y aprobar sus presupuestos institucionales conforme a la Ley de Gestión
Presupuestaria del Estado y las Leyes Anuales de Presupuesto. Su ejercicio supone
reconocer el derecho de percibir los recursos que les asigne el Estado para el cum-
plimiento de sus funciones y competencias.
116
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
10. Los gobiernos locales deben tener en cuenta, en el desarrollo de sus actividades,
además de la Constitución, normas como la Ley N° 27972, Orgánica de Municipa-
lidades, que en el artículo VIII de su Título Preliminar dispone que: “Los gobiernos
locales están sujetos a las leyes y disposiciones que, de manera general y de con-
formidad con la Constitución Política del Perú, regulan las actividades y funciona-
miento del Sector Público. (...) Las competencias y funciones específicas municipa-
les se cumplen en armonía con las políticas y planes nacionales, regionales y locales
de desarrollo”.
117
PERCY BARDALES CASTRO
14. Este Tribunal no comparte los argumentos esgrimidos por la demandante, pues
considera que la suspensión del procedimiento de ejecución coactiva hasta que
en sede judicial se dirima sobre la demanda contencioso-administrativa(1) plantea-
da contra el acto administrativo que sirve de título para la ejecución o hasta que la
Corte Superior se pronuncie en el proceso de revisión judicial(2) interpuesto por el
administrado, en modo alguno atenta contra la facultad municipal de adoptar las
políticas, planes y normas en asuntos de su competencia (autonomía política), ni de
organizarse internamente (autonomía administrativa); es decir, tal medida no inter-
fiere en la capacidad de las municipalidades de desenvolverse con plena libertad en
los aspectos políticos y administrativos.
16. El derecho a la tutela jurisdiccional es un atributo subjetivo que comprende una se-
rie de derechos, entre los que destacan el acceso a la justicia, es decir, el derecho
de cualquier persona de promover la actividad jurisdiccional del Estado, sin que se
le obstruya, impida o disuada irrazonablemente; y el derecho a la efectividad de las
resoluciones judiciales. El derecho a la ejecución de las resoluciones judiciales que
han pasado en autoridad de cosa juzgada, es una manifestación del derecho a la
tutela jurisdiccional, reconocido en el inciso 3) del artículo 139 de la Constitución.
Si bien la citada norma no hace referencia expresa a la “efectividad” de las resolu-
ciones judiciales, dicha cualidad se desprende de su interpretación, de conformi-
dad con los tratados internacionales sobre derechos humanos (Cuarta Disposición
Final y Transitoria de la Constitución).
(1) Demanda que tiene por finalidad el control jurídico por el Poder Judicial de las actuaciones de la Administra-
ción Pública sujetas al Derecho Administrativo y la efectiva tutela de los derechos e intereses de los adminis-
trados, conforme lo establece el artículo 1 de la Ley N° 27584, que regula el proceso contencioso adminis-
trativo, en concordancia con el artículo 148 de la Constitución.
(2) Proceso en el cual se revisa la legalidad y el cumplimiento, en el inicio y tramitación del procedimiento de eje-
cución coactiva, de las normas previstas por la Ley N° 26979.
118
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
17. De este modo, el derecho a la tutela jurisdiccional no solo implica el derecho de ac-
ceso a la justicia y el derecho al debido proceso, sino también el derecho a la “efec-
tividad” de las resoluciones judiciales; busca garantizar que lo decidido por la au-
toridad jurisdiccional tenga un alcance práctico y se cumpla, de manera que no se
convierta en una simple declaración de intenciones.
18. El referido derecho también se encuentra recogido en el segundo párrafo del inci-
so 2) del mismo artículo 139, cuando se menciona que “ninguna autoridad puede
(...) dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa juzgada (...)
ni retardar su ejecución”.
119
PERCY BARDALES CASTRO
21. Señala la demandante que el numeral 28.1 del artículo 28 de la Ley N° 26979, mo-
dificada por la Ley N° 28165, ha incorporado limitaciones a las facultades del Ejecu-
tor Coactivo. En el caso concreto, una de ellas consiste en que los ejecutores coac-
tivos podrán ejecutar como medida cautelar previa, únicamente, la de embargo en
forma de intervención en información.
13.1. La entidad, previa notificación del acto administrativo que sirve de título para
el cumplimiento de la Obligación y aunque se encuentre en trámite el recurso im-
pugnatorio interpuesto por el obligado, en forma excepcional y cuando existan ra-
zones que permitan objetivamente presumir que la cobranza coactiva puede de-
venir en infructuosa, podrá disponer que el Ejecutor trabe como medida cautelar
previa cualquiera de las establecidas en el artículo 33 de la presente Ley, por la
suma que satisfaga la deuda en cobranza.
13.2. Las medidas cautelares previas, a que se refiere el numeral anterior, deberán
sustentarse mediante el correspondiente acto administrativo y constar en resolu-
ción motivada (en concordancia con lo establecido por el artículo 139 inciso 5) de
la Constitución Política del Perú. Son principios y derechos de la función jurisdic-
cional (...) la motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias,
excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de
los fundamentos de hecho en que se sustentan (...) que determine con precisión la
Obligación debidamente notificada.
13.3. La medida cautelar dispuesta no podrá exceder el plazo de treinta (30) días
hábiles. Vencido dicho plazo la medida caducará, salvo que se hubiere interpues-
to recurso impugnatorio, en cuyo caso se podrá prorrogar por un plazo máximo de
120
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
treinta 30 días hábiles, vencidos los cuales caducará en forma definitiva. Transcurri-
das las cuarenta y ocho (48) horas de producida la caducidad, en uno u otro caso,
deberá procederse de manera inmediata y de oficio a dejar sin efecto la medida
cautelar y a la devolución de los bienes afectados por dicha medida. Lo dispuesto
resulta de igual aplicación en el caso de que terceros tengan en su poder bienes del
obligado, afectados por medidas cautelares en forma de secuestro o retención.
13.4. Las medidas cautelares previas trabadas antes del inicio del Procedimiento no
podrán ser ejecutadas, en tanto no se conviertan en definitivas, luego de iniciado
dicho procedimiento y vencido el plazo a que se refiere el artículo 14 de la presente
Ley, previa emisión del acto administrativo correspondiente y siempre que se cum-
pla con las demás formalidades.
13.7. El Ejecutor, por disposición de la Entidad, podrá ejecutar las medidas y dispo-
siciones necesarias para el caso de paralizaciones de obra, demolición o reparacio-
nes urgentes, suspensión de actividades, clausura de locales públicos, u otros ac-
tos de coerción o ejecución forzada, vinculados al cumplimiento de obligaciones
de hacer o de no hacer, y siempre que la fiscalización de tales actividades sea de
competencia de la Entidad y se encuentre en peligro de salud, higiene o seguri-
dad pública, así como en los casos en los que se vulnere las normas de urbanismo
y zonificación.
13.8. Tratándose del cobro de ingresos públicos a que se refiere el artículo 12, li-
terales a) y b), de la presente Ley, los gobiernos locales únicamente podrán ejecu-
tar, en calidad de medida cautelar previa, el embargo en forma de intervención en
información previsto en el artículo 33, literal a), de la presente ley.
24. Por su parte, el artículo 32 de la Ley N° 26979, señala, en cuanto a las medidas
cautelares:
a) Notificará las medidas cautelares, las que surtirán sus efectos desde el momento
de su recepción, y
b) Señalará cualesquiera de los bienes y/o derechos del obligado, aun cuando se
encuentren en poder de un tercero.
121
PERCY BARDALES CASTRO
25. Asimismo, el artículo 33 de la Ley N° 26979 establece que las formas de embargo
que podrá trabar el Ejecutor son las siguientes:
26. Este Colegiado estima que, a fin de establecer si existe alguna incompatibilidad en-
tre el numeral 28.1 del artículo 28 de la modificada Ley N° 26969 y el artículo 194
de la Constitución y la Ley Orgánica de Municipalidades N° 27972, [Ley de Desa-
rrollo Constitucional, en los artículos 46, 49 y 93, en aplicación del denominado
“bloque de constitucionalidad”(3), estipulado en el artículo 79 del Código Procesal
Constitucionalidad y que fuera aplicado por este Tribunal en reiterada jurispruden-
cia (Cfr. STC Exps. Nºs 3330-2004-AA/TC, 0041-2004-AI/TC, 004-2004-CC/TC, etc.)],
al ser aquella una norma remisiva, su lectura debe hacerse en concordancia con los
artículos 13, 32 y 33 del mismo cuerpo legal.
Presupuestos que debe considerar el Ejecutor Coactivo para decretar una medi-
da cautelar
28. Una medida cautelar no puede decretarse de manera automática ante la sola peti-
ción del solicitante. Se debe tener en cuenta, por lo menos, dos requisitos mínimos,
a saber: verosimilitud del derecho y peligro en la demora. Estos requisitos son con-
siderados básicos pues la doctrina viene estudiando otros elementos o datos para
la configuración de tales medidas, los que no serán desarrollados aquí, al ser sufi-
cientes y razonables los señalados, siempre que sean apreciados con el rigor que
ello implica, en concordancia, además, con lo previsto por nuestro Código Procesal
Civil, como norma rectora en materia procesal civil.
(3) Artículo 79 C.P. Const. “Para apreciar la validez constitucional de las normas, el Tribunal Constitucional consi-
derará, además de las normas constitucionales, las leyes que, dentro del marco constitucional, se hayan dic-
tado para determinar la competencia o las atribuciones de los órganos del Estado o el ejercicio de los dere-
chos fundamentales de la persona”.
(4) CARNELLUTI, Francesco. Instituciones del Proceso Civil. Vol. I, Ejea, Buenos Aires 1973, p. 88.
(5) NIMA NIMA, Elizabeth. “Las Medidas Cautelares en un Procedimiento de Cobranza Coactiva”. En: Actualidad
Tributaria- Actualidad Jurídica. N° 138, p. 207.
122
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Este es un presupuesto básico para obtener una medida cautelar e implica que
quien afirma que existe una situación jurídica pasible de ser cautelada, debe acre-
ditar la apariencia de la pretensión reclamada, a diferencia de la sentencia favora-
ble sobre el fondo, la cual se basa en la certeza de tal pretensión.
Como bien señala Piero Calamandrei(6): “[S]i para emanar la medida cautelar fuera
necesario un conocimiento complejo y profundo sobre la existencia del derecho,
esto es, sobre el mismo objeto en relación al cual se espera la providencia princi-
pal, valdría más esperar esta y no complicar el proceso con una duplicidad de in-
vestigaciones que no tendrían ni siquiera la ventaja de la prontitud”.
Tal como refiere María Ángeles Jové(8), la constatación de un peligro de daño jurí-
dico, derivado del propio retraso en la administración de justicia, es el fundamen-
to indiscutible de la tutela cautelar. Señala la misma autora que este requisito se ve
configurado por dos elementos: la demora en la obtención de una sentencia defi-
nitiva, y el daño marginal que se produce precisamente a causa de este retraso.
Este presupuesto básico está referido al peligro de daño (peligro procesal) al dere-
cho esgrimido en el proceso judicial (o coactivo, como el caso de autos) derivado
del retardo que necesariamente conlleva el reconocimiento judicial de un derecho
reclamado. Dicho derecho, ante un peligro inminente o irreparable, debe ser prote-
gido de manera inmediata, a fin de evitar que, en caso de obtenerse una sentencia
favorable, esta no pueda ser cumplida.
29. Por su parte, el artículo 611 del Código Procesal Civil (Título IV, Capítulo, Subcapítulo
1) en cuanto al contenido de la decisión cautelar señala:
(6) CALAMANDREI, Piero. Introducción al estudio sistemático de las providencias cautelares. Bibliográfica Argen-
tina, Buenos Aires, 1945, p. 78.
(7) CARRERAS LLANSANAS, J. “Las medidas cautelares del artículo 1428 de la Ley de Enjuiciamiento Civil”. En:
Estudios de Derecho Procesal. Con Fenech, Bosch, Barcelona, 1962, p. 572, cit. por JOVÉ, María Ángeles. En:
Medidas Cautelares innominadas en el Proceso Civil. Barcelona 1995, p. 31.
(8) JOVÉ, María Ángeles, Medidas Cautelares innominadas en el Proceso Civil. Barcelona, 1995, p. 57 y ss.
123
PERCY BARDALES CASTRO
Embargo preventivo
30. Entre las categorías “medidas cautelares para asegurar bienes” a los fines de una fu-
tura ejecución forzosa se encuentra el embargo preventivo. Señala Ramiro Podetti(9)
que el embargo preventivo es la medida cautelar que, afectando un bien o bienes
determinados de un presunto deudor, para asegurar la eventual ejecución futu-
ra, individualiza a aquellos y limita las facultades de disposición y de goce de este,
ínterin se obtiene la pertinente sentencia de condena o se desestima la pretensión
principal.
31. Este Colegiado considera conveniente señalar que antes de la modificatoria del nu-
meral 28.1 del artículo 28 de la Ley N° 26979, existían otras medidas cautelares pre-
vias que podían ser ejecutadas, como son los embargos en forma de intervención
en recaudación, en información o en administración de bienes; en forma de depó-
sito o secuestro conservativo; en forma de depósito con extracción (de manera ex-
cepcional); en forma de inscripción y en forma de retención. De todos ellos, es el
embargo en forma de intervención en información el acogido por la norma acusa-
da (numeral 28.1).
Dicha forma de embargo es una figura procesal que en nuestro país se encuentra
recogida primigéniamente por el Código Procesal Civil (artículos 665 a 668, Título
IV: Proceso Cautelar, Capítulo II: Medidas Cautelares Específicas, Subcapítulo 1: Me-
didas para Futura Ejecución Forzada) y establece que: “Cuando se solicite recabar
información sobre el movimiento económico de un empresa de persona natural o
jurídica, el Juez nombrará uno o más interventores informadores, señalándoles el
lapso durante el cual deben verificar directamente la situación económica del ne-
gocio afectado y las fechas en que informará al juez”.
Es decir, el interventor está obligado a informar por escrito al Juez, en las fe-
chas señaladas por este, de las comprobaciones sobre el movimiento económi-
co de la empresa intervenida, así como de otros temas que interesen a la ma-
teria controvertida, y a darle cuenta inmediata de los hechos que considere
perjudiciales al titular de la medida cautelar, o que obstaculicen el ejercicio de
la intervención. De igual manera esta forma de embargo se encuentra prevista
en el artículo 118 del TUO Código Tributario, aprobado por el Decreto Supremo
N° 135-99-EF.
(9) PODETTI, Ramiro. Tratado de las Medidas Cautelares”. Ediar, Buenos Aires, 1969, p. 215.
124
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
§5. ¿La restricción del número de medidas cautelares previas ejecutables a conse-
cuencia de la modificación del numeral 28.1 del artículo 28 de la Ley N° 26979,
vulnera la autonomía de los gobiernos locales prevista en el artículo 194 de la
Constitución?
125
PERCY BARDALES CASTRO
que actuó (a través de la modificación legislativa) dentro de los límites que la Cons-
titución le señala y de conformidad con el principio de unidad del Estado (artículo
43 de la Constitución), y con el deber de promover el bienestar general que se fun-
damenta en la justicia y el desarrollo integral y equilibrado de la nación (artículo 44
de la Constitución), conforme se sustentará a continuación.
36. En materias como la que hoy nos ocupa, este Tribunal juzga que el criterio del eje-
cutor coactivo es muy importante y relevante, pues debe obrar con prudencia, así
como rápidamente y con un sentido realista. Estos criterios no están establecidos
en la Ley N° 26979, sin embargo, el ejecutor coactivo no debe ir más allá de cier-
tos límites que impone la Constitución, como el respeto al derecho de propiedad,
al debido proceso o a la tutela procesal efectiva.
37. Por ello, considera que, tratándose de medidas cautelares previas, resulta razona-
ble y suficiente la prescrita en el numeral 28.1 del artículo 28 de la modificada Ley
N° 26979, a fin de evitar la transgresión de estos límites que impone la Constitución
y en vista de las irregularidades que se han cometido por parte de los ejecutores
coactivos de los gobiernos locales, como bien se señala en la Exposición de Motivos
de la Ley N° 28165, y que han sido evaluadas muchas veces por este Tribunal me-
diante procesos de amparo, los que precisamente se han venido originando a raíz
de los constantes abusos por parte de los gobiernos locales en la iniciación y trami-
tación de procedimientos de ejecución coactiva (Cfr. STC Exps. Nºs 0603-2004-AA/
TC, 1943-2005-PA/TC, 2165-2003-AA/TC, 4265-2004-AA/TC, entre otras).
38. Por otro lado, como ya se ha señalado en el fundamento 10, precedente, los gobier-
nos locales deben tener en cuenta que sus actividades deben desarrollarse den-
tro del marco legal que regula las actividades y funcionamiento del Sector Público
nacional, y que, en ese sentido, sus competencias y funciones específicas deben
cumplirse en armonía con las políticas y planes nacionales, regionales y locales de
desarrollo.
39. Queda claramente establecido que, aunque la Constitución garantiza la autonomía
municipal –en sus ámbitos político, económico y administrativo, en los asuntos de
su competencia–, un ejercicio enmarcado en tal premisa no puede vulnerar ni ame-
nazar, per se, derechos constitucionales, salvo que dicho ejercicio se efectúe al mar-
gen del ordenamiento jurídico, y lesione derechos de los administrados o de otros
entes estatales o privados.
40. En consecuencia, la modificación al numeral 28.1 del artículo 28 de la Ley N° 26979,
mediante el artículo 1 de la Ley N° 28165, se ha realizado dentro del marco y orden
constitucional respetando la autonomía municipal prevista en el artículo 194 de la
Constitución Política, en todos sus niveles (administrativo, económico y político).
§4. Sobre el vaciamiento del núcleo de la institución de la cobranza o ejecución
coactiva
126
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
127
PERCY BARDALES CASTRO
HA RESUELTO
Publíquese y notifíquese
(10) MORÓN URBINA, Juan Carlos . “La Suspensión de la Cobranza Coactiva por la interposición de la demanda
contencioso-administrativa - Una apreciación constitucional”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 142. Gaceta Ju-
rídica, Lima, setiembre, 2005, p. 16.
128
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
RTF 1
RTF N° 03745-2-2006
TRIBUNAL FISCAL
Expediente Nº : 3296-2006
Interesado :
Comercial Martino S.A.
Asunto :
Queja
Procedencia :
Lima
Fecha :
11 de julio de 2006
VISTA la queja interpuesta por COMERCIAL MARTINO S.A., contra la Intendencia Re-
gional Lima de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria por haber
iniciado indebidamente procedimiento de cobranza coactiva de la deuda contenida en
la Resolución de Intendencia N° 0230170112203 que declaró la pérdida del fracciona-
miento tributario otorgado al amparo del artículo 36 del Código Tributario.
CONSIDERANDO
Que la quejosa sostiene que la Administración Tributaria inició el procedimien-
to de cobranza coactiva de la deuda contenida en la Resolución de Intendencia
N° 0230170112203, que declaró la pérdida del fraccionamiento tributario otorgado al
amparo del artículo 36 del Código Tributario, no obstante que dicha Resolución no fue
notificada en su domicilio fiscal conforme a ley.
Que señala que tomó conocimiento de la citada resolución de intendencia el 8 de fe-
brero de 2006, con posterioridad al embargo en forma de retención bancaria trabado
por la Administración, al haberse presentado a las oficinas de la Administración para
solicitar una copia, habiendo interpuesto el 6 de marzo de 2006 recurso de reclama-
ción en el que cuestiona la validez de la notificación de la referida Resolución por no
ajustarse a ley, fundamentando su posición en pronunciamientos del Tribunal Fiscal
como la Resolución N° 1994-2-2002 que señala que tratándose de nulidad de la noti-
ficación, procede admitir a trámite las impugnaciones aun vencido el plazo para la in-
terposición del medio impugnativo.
Que en tal sentido, sostiene que el mencionado recurso de reclamación debe ser ad-
mitido a trámite por la Administración, debiendo suspenderse el procedimiento de co-
branza coactiva materia de queja.
Que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 155 del Texto Único Ordenado del
Código Tributario aprobado por el Decreto Supremo N° 135-99-EF, la queja se presen-
ta cuando existan actuaciones o procedimientos que afecten directamente o infrinjan
lo establecido en dicho Código.
Que la Administración en respuesta al Proveído N° 0229-2-2006 mediante el cual se le
solicitó diversa información y documentación a efectos de resolver la queja formulada,
129
PERCY BARDALES CASTRO
Que el artículo 36 del Código Tributario señala que en casos particulares la Adminis-
tración Tributaria está facultada a conceder aplazamiento y/o fraccionamiento para el
pago de la deuda tributaria al deudor tributario que lo solicite siempre que cumpla con
los requerimientos o garantías que aquella establezca mediante resolución de superin-
tendencia o norma de rango similar, y con los siguientes requisitos: a) Que las deu-
das tributarias estén suficientemente garantizadas por carta fianza bancaria, hipote-
ca u otra garantía a juicio de la Administración, pudiendo esta conceder aplazamiento
y/o fraccionamiento sin exigir garantías y, b) Que las deudas tributarias no hayan sido
130
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Que el inciso c) del artículo 115 del mencionado Código, modificado por el Decreto Le-
gislativo N° 953, establece que se considera deuda exigible la constituida por la amor-
tización e intereses de la deuda materia de aplazamiento o fraccionamiento pendientes
de pago, cuando se incumplen las condiciones bajo las cuales se otorgó ese beneficio.
Que el artículo 106 del citado Código señala que las notificaciones surtirán efectos
desde el día hábil siguiente al de su recepción, entrega o depósito, según sea el caso.
Que por su parte, el segundo párrafo del artículo 135 del Código Tributario, modifica-
do por el Decreto Legislativo N° 953, señala que son reclamables, las resoluciones que
determinan la pérdida del fraccionamiento de carácter general o particular, siendo que,
de no interponerse la referida reclamación dentro del plazo legal, quedarán firmes, en
aplicación del numeral 2 del artículo 137 del citado Código.
Que si bien del tenor del último párrafo del artículo 36, del inciso c) del artículo 115 y
del artículo 106 del Código Tributario se puede llegar a inferir que una vez notificada
la resolución que declara la pérdida de fraccionamiento el monto pendiente de pago
establecido por la Administración es exigible coactivamente, dando lugar a las accio-
nes de coerción para su cobranza, dicha lectura no resultaría coherente con el manda-
to del artículo 135 del Código Tributario que reconoce a los administrados el derecho
de impugnar en la vía contenciosa administrativa la pérdida de los fraccionamientos
con el objeto de exigir un pronunciamiento en revisión sobre la verificación de las cau-
sales de pérdida y definir la vigencia del programa de fraccionamiento de deuda, pre-
tensión que carecería de objeto si se exigiese coactivamente la cancelación de la tota-
lidad del monto pendiente de pago con la notificación de la resolución que declara la
pérdida del fraccionamiento.
Que es en virtud al derecho de impugnar el acto que declara la pérdida del fraccionamien-
to que el artículo 137 del Código Tributario otorga el plazo de veinte (20) días hábiles para
presentar el recurso de reclamación, precisando dicha norma que la extemporaneidad en
la interposición de tal recurso determina que la declaración de pérdida del fraccionamien-
to quede firme en la vía administrativa y en consecuencia firme el monto pendiente de
pago establecido en la resolución que declaró la pérdida del fraccionamiento.
Que de las normas señaladas precedentemente se tiene que cuando el inciso c) del ar-
tículo 115 del Código Tributario establece como deuda exigible coactivamente la cons-
tituida por la amortización e intereses de la deuda materia de aplazamiento o fraccio-
namiento pendientes de pago, cuando se incumplen las condiciones bajo las cuales
se otorgó ese beneficio, debe interpretarse que tal deuda será exigible cuando el acto
administrativo que declara la pérdida del fraccionamiento no hubiese sido impugna-
do en el plazo de ley.
131
PERCY BARDALES CASTRO
132
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Con los vocales Zelaya Vidal y Muñoz García, e interviniendo como ponente la vocal
Espinoza Bassino.
RESUELVE
1. Declarar FUNDADA la queja interpuesta, debiendo la Administración proceder
conforme con lo expuesto.
2. Declarar de conformidad con lo dispuesto por el artículo 154 del Texto Único Or-
denado del Código Tributario aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF, que la
presente Resolución constituye precedente de observancia obligatoria, disponién-
dose su publicación en el diario oficial El Peruano en cuanto establece el siguiente
criterio:
“No procede la cobranza coactiva del monto pendiente de pago establecido en la
resolución emitida por la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria y
que declara la pérdida de un fraccionamiento otorgado de conformidad con el ar-
tículo 36 del Código Tributario, cuando dicha resolución ha sido impugnada en el
plazo de ley y el administrado continúe con el pago de las cuotas de dicho frac-
cionamiento manteniendo a su vez las garantías que se le hubiesen exigido para el
acogimiento de tal beneficio”.
Regístrese, comuníquese y remítase a la Superintendencia Nacional de Administración
Tributaria, para sus efectos.
133
PERCY BARDALES CASTRO
RTF 2
RTF. Nº 11952-9-2011
EXPEDIENTE Nº : 2750-2007
ASUNTO : Prescripción
PROCEDENCIA : Lima
VISTA la apelación interpuesta por JOEL AMADOR PACHECO SANDOVAL, con Re-
gistro Único de Contribuyente N° 10102899364, contra la Resolución de Intendencia
N° 0230200001380 del 11 de diciembre de 2006, emitida por la Intendencia Regional
Lima de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria, que declaró impro-
cedente la solicitud de prescripción presentada por el recurrente respecto de las deu-
das por Impuesto General a las Ventas de diciembre de 2000 y agosto a noviembre de
2001, y por multas correspondientes a la infracción tipificada por el numeral 1 del ar-
tículo 176 del Código Tributario, en relación con el Impuesto General a las Ventas de
febrero, marzo, mayo a julio y noviembre de 2000.
CONSIDERANDO:
134
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
coactivos iniciados respecto de dichos valores, por lo que la referida acción no habría
prescrito.
Que conforme con el artículo 43 del Texto Único Ordenado del Código Tributario, apro-
bado por Decreto Supremo N° 135-99-EF, antes de la modificación establecida por el
Decreto Legislativo N° 953, aplicable al caso de autos, la acción de la Administración
para determinar la deuda tributaria, así como la acción para exigir su pago y aplicar
sanciones prescribía a los cuatro (4) años, o a los seis (6) años para quienes no hubie-
ran presentado la declaración respectiva.
Que los numerales 2 y 4 del artículo 44 del mencionado código establecen que el
término prescriptorio se computará desde el uno (1) de enero siguiente a la fecha en
que la obligación sea exigible, respecto de tributos que deban ser determinados por el
deudor tributario y por los cuales no exista la obligación de presentar declaración jura-
da anual, y desde el uno (1) de enero siguiente a la fecha en que se cometió la infrac-
ción o, cuando no sea posible establecerla, a la fecha en que la Administración Tribu-
taria detectó la infracción.
Que por su parte, los incisos a), b) y f) del artículo 45 del referido código disponían que
la prescripción se interrumpía por la notificación de la resolución de determinación o
de multa, por la notificación de la orden de pago, hasta por el monto de esta, y por la
notificación del requerimiento del pago de la deuda tributaria que se hubiera encon-
trado en cobranza coactiva y por cualquier otro acto notificado al deudor dentro del
procedimiento de cobranza coactiva, respectivamente. Agregaba el último párrafo de
dicho artículo que el nuevo término prescriptorio para exigir el pago de la deuda tri-
butaria se computaría desde el día siguiente al acaecimiento del acto interruptorio(1).
Que los incisos a) y d) del artículo 115 del mismo código indicaban que la deuda exi-
gible daría lugar a las acciones de coerción para su cobranza, considerándose como
(1) El último párrafo del citado artículo 45 fue modificado por el Decreto Legislativo N° 953, establecién-
dose que: “El nuevo término prescriptorio se computará desde el día siguiente al acaecimiento del acto
interruptorio”.
135
PERCY BARDALES CASTRO
Que el artículo 117 del anotado código establece que el procedimiento de cobranza
coactiva es iniciado por el ejecutor coactivo mediante la notificación al deudor tributa-
rio de la resolución de ejecución coactiva, que contiene un mandato de cancelación de
las órdenes de pago o resoluciones en cobranza, dentro de siete (7) días hábiles, bajo
apercibimiento de dictarse medidas cautelares o de iniciarse su ejecución forzada, en
caso estas ya se hubieran dictado.
Que de acuerdo con el inciso a) del artículo 104 del aludido código, la notificación de
los actos administrativos se realizaría por correo certificado o por mensajero, en el do-
micilio fiscal, con acuse de recibo o con certificación de la negativa a la recepción, sien-
do que en este último caso, adicionalmente, se podía fijar la notificación en la puerta
principal del domicilio fiscal. Asimismo, el referido inciso establecía que si no hubiera
persona capaz alguna en el mismo o este estuviera cerrado, se fijaría la notificación en
la puerta principal del domicilio fiscal.
Que el referido inciso a) del artículo 104, luego de su modificación por el Decreto Le-
gislativo N° 953, señalaba que la notificación de los actos administrativos se realiza-
ría por correo certificado o por mensajero, en el domicilio fiscal, con acuse de recibo
o con certificación de la negativa a la recepción efectuada por el encargado de la dili-
gencia, y que el acuse de recibo debe contener, como mínimo, lo siguiente: (i) Apellidos
y nombres, denominación o razón social del deudor tributario; (ii) Número de R.U.C.
del deudor tributario o número del documento de identificación que corresponda, (iii)
Número de documento que se notifica, (iv) Nombre de quien recibe la notificación, así
como la firma o la constancia de la negativa y (y) Fecha en que se realiza la notificación.
Que, asimismo, según lo previsto por el inciso e) del artículo 104 del anotado códi-
go, modificado por Ley N° 27256, cuando la notificación no pudiera ser realizada en
el domicilio fiscal del deudor tributario y cuando por cualquier otro motivo imputable
al deudor tributario, no pudiera efectuarse la notificación en alguna de las formas se-
ñaladas en los incisos anteriores del referido artículo, la notificación podía realizarse
mediante publicación en la página web de la Administración Tributaria y además en el
diario oficial o en el diario de la localidad encargado de los avisos judiciales, o en su
defecto, en uno de mayor circulación de dicha localidad.
Que según se aprecia de autos, el 4 de agosto de 2006 el recurrente presentó una so-
licitud de prescripción (fojas 17 a 24) respecto de la acción de la Administración para
exigir el pago de las deudas por Impuesto General a las Ventas de diciembre de 2000 y
agosto a noviembre de 2001, y por las multas correspondientes a la infracción tipifica-
da por el numeral 1 del artículo 176 del Código Tributario, en relación con el Impuesto
(2) El texto citado se mantuvo con la modificación establecida por el Decreto Legislativo N° 953, publicado el 5
de febrero de 2004.
136
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
General a las Ventas de febrero, marzo, mayo a julio y noviembre de 2000(3), la cual fue
declarada improcedente mediante la resolución apelada.
Que teniendo en cuenta que la deuda por Impuesto General a las Ventas de los perio-
dos antes mencionados era exigible a partir de los meses de enero y setiembre a di-
ciembre de 2001, de conformidad con lo señalado por las Resoluciones de Superinten-
dencia N°s 072-2000/SUNAT y 138-2000/SUNAT, el cómputo de su plazo prescriptorio
se inició el 1 de enero de 2002, de acuerdo con lo previsto por el numeral 2 del artículo
(3) Dichas deudas se encuentran contenidas en las órdenes de pago N°s 023-001-0297604 y 023-001-1204585
a 023-001-1204588 y las Resoluciones de Multas N°s 023-02-0061729, 023-02-0055446, 023-02-
0076413, 023-02-0078356, 023-02- 0081898 y 023-02-0095314.
(4) Similar criterio se ha señalado en las Resoluciones del Tribunal Fiscal N°s 06943-4-2008 y 04160-4-2009, en-
tre otras.
137
PERCY BARDALES CASTRO
44 del Código Tributario, y culminaría el primer día hábil de enero de 2006, de no exis-
tir acto de interrupción o suspensión alguno.
Que según se aprecia de las constancias de notificación que obran en autos (fojas 49 a
52), el 8 de noviembre de 2005 la Administración notificó en el domicilio fiscal del re-
currente(5) las órdenes de Pago N°s 023-001-1204585 a 023-001-1204588, giradas por
Impuesto General a las Ventas de agosto a noviembre de 2001, mediante acuse de reci-
bo, consignándose el nombre y firma de la persona con la que se entendió la diligencia,
de conformidad con lo señalado por el inciso a) del artículo 104 del Código Tributario.
Que en tal sentido, por la notificación de dichos valores se interrumpió el cómputo del
plazo de prescripción respecto de la deuda por Impuesto General a las Ventas de agos-
to a noviembre de 2001, iniciándose uno nuevo a partir del día siguiente de acaecido
tal acto interruptorio, por lo que a la fecha de presentación de la solicitud de prescrip-
ción, esto es, el 4 de agosto de 2006, no había prescrito la acción de la Administración
para exigir el pago de tales deudas(6), correspondiendo en consecuencia confirmar
este extremo de la resolución apelada.
Que no obstante, según se verifica del portal institucional del Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil (Reniec) - Validación de Registro de Identidad (foja 195), di-
cho documento de identidad corresponde a otra persona, Gloria Marleni Pérez Pérez, lo
que aunado al hecho que no aparece observación alguna por parte del notificador que
indique que se presentó un documento distinto o no se exhibió el DNI, resta fehacien-
cia a la referida diligencia, por lo que no se encuentra acreditado que esta se haya rea-
lizado conforme a ley, y en consecuencia, la notificación de la Orden de Pago N° 023-
001-0297604 no interrumpió el cómputo del plazo prescriptorio respecto del Impues-
to General a las Ventas de diciembre de 2000.
(5) Según se aprecia del Comprobante de Información Registrada del recurrente (fojas 101 a 103), el 17 de ene-
ro de 2000, este modificó su domicilio fiscal al ubicado en Mz. B Lote 15, Urbanización Mercurio 3ra Etapa,
Los Olivos, Lima.
(6) Estando a lo señalado, carece de relevancia emitir pronunciamiento acerca de los otros actos que alega la
Administración habrían interrumpido el cómputo del plazo prescriptorio.
138
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
ii) la segunda, conforme con la cual, a efecto de que opere la causal de interrupción
del cómputo del plazo de prescripción prevista por el inciso f) del artículo 45 del Texto
Único Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF,
cuando esta es invocada en procedimientos contenciosos y no contenciosos tributa-
rios, se debe verificar que los actos a que dicha norma se refiere hayan sido válidamen-
te notificados dentro de un procedimiento de cobranza o ejecución coactiva. Sin em-
bargo, la regularidad del procedimiento de cobranza o de ejecución coactiva no puede
ser analizada por el Tribunal Fiscal en procedimientos contenciosos o no contenciosos
tributarios, y
iii) la tercera, de acuerdo con la cual, a efecto de que opere la causal de interrupción
del cómputo del plazo de prescripción prevista por el inciso del artículo 45 del Tex-
to Único Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo N° 135-
99-EF, cuando esta es invocada en procedimientos contenciosos o no contenciosos
tributarios, se debe verificar que los actos a que dicha norma se refiere hayan sido
(7) Estando a lo expuesto, carece de relevancia emitir pronunciamiento respecto de la notificación de la Resolu-
ción de Ejecución Coactiva N°023-006-0130864, que se habría llevado a cabo el 17 de febrero de 2005, me-
diante publicación, según se advierte de la documentación que obra en autos (fojas 104 y 105).
139
PERCY BARDALES CASTRO
Que por acuerdo contenido en el Acta de Reunión de Sala Plena N° 2011-13 dell de
julio de 2011, se aprobó el siguiente criterio: “A efecto de que opere la causal de inte-
rrupción del cómputo del plazo de prescripción prevista por el inciso t) del artículo 45
del Texto Único Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo N°
135-99-EF, cuando esta es invocada en procedimientos contenciosos y no contencio-
sos tributarios, se debe verificar que los actos a que dicha norma se refiere hayan sido
válidamente notificados dentro de un procedimiento de cobranza o ejecución coactiva
iniciado conforme a ley, mediante la notificación válida de los correspondientes valo-
res y la resolución de ejecución coactiva que le da inicio”, por los fundamentos que a
continuación se reproducen:
“De conformidad con el artículo 43 del Texto Único Ordenado del Código Tribu-
tario, aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF(8), la acción de la Adminis-
tración Tributaria para determinar la deuda tributaria, así como la acción para exi-
gir su pago y aplicar sanciones prescribe a los cuatro (4) años, y a los seis (6) años
para quienes no hayan presentado la declaración respectiva. Sin embargo, la misma
norma establece supuestos en los que el plazo de prescripción se ve interrumpi-
do, de manera que ante dichas situaciones, se inicia un nuevo cómputo del término
prescriptorio(9).
Al respecto, el inciso t) del artículo 45 del citado Código contempla que el plazo de
prescripción se interrumpe con la notificación del requerimiento de pago de la deu-
da tributaria que se encuentre en cobranza coactiva y por cualquier otro acto noti-
ficado al deudor, dentro del procedimiento de cobranza coactival(10).
Así, es materia de análisis establecer si para que opere la mencionada causal es pre-
ciso que el procedimiento de cobranza o de ejecución coactiva se hayan iniciado de
forma regular, esto es, que los valores objeto de cobranza coactiva y que la resolu-
ción coactiva que da inicio al citado procedimiento hayan sido notificados confor-
me a ley(11), para lo cual es necesario analizar la relación que existe entre el princi-
pio de seguridad jurídica, la prescripción y la notificación en tanto acto formal.
(8) Texto vigente antes de la modificación efectuada por el Decreto Legislativo N° 953, publicado el 5 de febre-
ro de 2004.
(9) De acuerdo con el último párrafo del artículo 45 del Código Tributario, el nuevo término prescriptorio
para exigir el pago de la deuda tributaria se computará desde el día siguiente al acaecimiento del acto
interruptorio.
(10) Tras la modificación del Código Tributario introducida por el Decreto Legislativo N° 981, publicado el 15 de
marzo de 2007, el inciso f) del numeral 2) del artículo 45 del citado Código dispone que el plazo de prescrip-
ción de la acción para exigir el pago de la obligación tributaria se interrumpe por la notificación del requeri-
miento de pago de la deuda tributaria que se encuentre en cobranza coactiva y por cualquier otro acto no-
tificado al deudor, dentro del procedimiento de cobranza coactiva.
(11) Cabe precisar que la notificación de los valores que son objeto de cobranza coactiva y de la resolución que
da inicio al procedimiento de cobranza coactiva –iniciado según las normas previstas por el Código Tributa-
rio– se encuentra regulada por el artículo 104 del citado Código. Asimismo, la notificación de resoluciones
emitidas en los procedimientos de ejecución coactiva de deudas tributarias cobradas por gobiernos locales
140
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Asimismo, en dicha resolución se indicó que las causales de interrupción del plazo
prescriptorio representan una ponderación entre la seguridad jurídica (fundamento
de la prescripción) y la finalidad de la potestad tributaria(13) (que justifica el actuar
de la Administración), por lo que “solo puede admitirse que el plazo de prescrip-
ción previsto por el ordenamiento se pueda ver interrumpido por el ejercicio válido
de las facultades de la Administración o por el reconocimiento de la obligación tri-
butaria por parte del mismo contribuyente”.
En este sentido, Martín Cáceres afirma que hay interrupción de la prescripción cuan-
do “el derecho es normalmente ejercido por su titular o reconocida la obligación
correlativa por parte del deudor antes de la expiración del plazo de prescripción”(14).
(iniciados al amparo de la Ley del Procedimiento de Ejecución Coactiva) es regulada por la Ley N° 27444, Ley
del Procedimiento Administrativo General, según lo establece la Cuarta Disposición Final de la Ley N° 28165,
que modificó la Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva.
(12) En este sentido véase: Enciclopedia Jurídica Omeba. Tomo XXII, Driskill, Buenos Aires, 1991, p. 935. Asimis-
mo, Rubio Correa sostiene que la prescripción tiende a estabilizar las relaciones y situaciones jurídicas en la
sociedad. Al respecto véase: RUBIO CORREA, Marcial. Prescripción y Caducidad. La extinción de acciones y
derechos en el Código Civil. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 1997, p. 33.
En igual sentido, Fernández Junquera ha indicado que: “Así pues, el fundamento de la prescripción debe ve-
nir, forzosamente, de la justificación a la alteración del principio de justicia que deja de aplicarse para ceder,
en este caso, ante el principio de seguridad jurídica. En efecto por exigencia natural del primero las obligacio-
nes deben cumplirse y son exigibles en todo caso. Es el segundo de los principios señalados, el de seguridad
jurídica, el que predica que el cumplimiento de las obligaciones no puede encontrarse en situación de pen-
dencia en forma indefinida, el que cobra mayor peso en esta confrontación”. Al respecto, véase: FERNÁNDEZ
JUNQUERA, Manuela. La prescripción de la obligación tributaria. Un estudio jurisprudencial. Aranzadi, Nava-
rra, 2001, p. 17.
(13) En efecto, como bien señala la doctrina, el hecho de contar en la Constitución con una cláusula de “Esta-
do Social” implica que el Estado tenga que satisfacer ciertas necesidades o paliar ciertas desigualdades que
pueden generarse por el actuar libre de las personas. Ello conlleva un gasto de naturaleza pública con el que
todos tenemos el deber de contribuir, lo cual fundamenta el poder del Estado para cobrar tributos. En este
sentido véase: LANDA ARROYO, C. “Los Principios Tributarios en la Constitución de 1993. Una Perspectiva
Constitucional”. En: Temas de Derecho Tributario y de Derecho Público. Palestra, Lima, 2006. p. 39 y ss.
(14) En este sentido, véase: MARTÍN CÁCERES, Adriana. La prescripción del crédito tributario. Marcial Pons, Ma-
drid, 1994, p. 132.
141
PERCY BARDALES CASTRO
Para efecto del tema bajo análisis, se considera que con el objeto de interrum-
pir el cómputo del plazo de prescripción, la Administración Tributaria deberá lle-
var a cabo actos que impliquen el ejercicio de su derecho, esto es, deberá mostrar
una actividad tendiente a hacerlo efectivo y no una pasividad ante el transcurso del
tiempo, y para ello deberá verificarse si ha acaecido algún hecho señalado por el
inciso del artículo 45 antes citado, considerando para ello que la actuación de la
Administración debe ser regular con el fin de salvaguardar el ordenamiento, los de-
rechos de los administrados y el principio de seguridad jurídica según los términos
expuestos.
Ahora bien, el citado inciso prevé dos supuestos en los que se interrumpe el plazo
de prescripción, estos son: la notificación del requerimiento de pago de la deuda
tributaria “que se encuentre en cobranza coactiva” o de cualquier otro acto notifi-
cado al deudor “dentro del procedimiento de cobranza coactiva”. Al respecto, cabe
resaltar que la norma indica que los actos de interrupción objeto de análisis tienen
como marco un procedimiento coactivo.
En efecto, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 115 del Código Tribu-
tario, constituye deuda exigible coactivamente, entre otra, la establecida median-
te resolución de determinación o de multa “notificadas por la Administración” y no
reclamadas en el plazo de ley así como la que conste en orden de pago “notificada
conforme a ley”(15). Asimismo, el artículo 117 del mismo Código prevé que el proce-
dimiento de cobranza coactiva es iniciado por el ejecutor coactivo “mediante la no-
tificación al deudor tributario de la resolución de ejecución coactiva”, que contie-
ne un mandato de cancelación de los valores en cobranza en un plazo de siete días
hábiles, bajo apercibimiento de dictarse medidas cautelares o de iniciarse la ejecu-
ción forzada de las mismas, en caso que estas ya se hubieran dictado(16).
A su vez, para que dicha notificación pueda surtir efectos, debe ser realiza-
da siguiendo las reglas que la regulan por ser esta un acto formal que provee
garantías al administrado. En tal sentido, en la Resolución del Tribunal Fiscal
N° 10224-7-2008, publicada el 4 de setiembre de 2008 con carácter de observancia
(15) En similar sentido, véase el artículo 25 de la Ley N° 26979, Ley del Procedimiento de Ejecución Coactiva.
(16) Asimismo, véase el artículo 29 de la Ley N° 26979, el cual contiene similar disposición.
(17) Uno de los efectos atribuible al acto administrativo consiste en poder interrumpir el cómputo del plazo de
prescripción.
142
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
obligatoria, se indicó que los actos administrativos son comunicados a los intere-
sados mediante la notificación, la cual constituye una técnica solemne y formaliza-
da dado que incluye una actuación mediante sujetos encargados que atestiguan la
entrega de la copia escrita de un acto(18). Asimismo, se señaló que dicha diligencia
dota de eficacia a los actos administrativos(19).
Haciendo una interpretación conjunta de las normas que regulan el ejercicio regular
del procedimiento coactivo, de las normas que rigen a la prescripción y de las causales
de interrupción del cómputo de su plazo (esto último, a la luz de lo analizado en las re-
soluciones de observancia obligatoria antes citadas), se considera que para que ope-
ren las causales previstas por el inciso f) del artículo 45 anotado, es necesario que es-
tas se produzcan en el marco de un procedimiento coactivo regular, esto es, iniciado
conforme a ley, ya que se entiende que la interrupción del cómputo del plazo de pres-
cripción solo se puede producir por el ejercicio válido de las facultades de la Adminis-
tración Tributaria.
En efecto, para que puedan acaecer los supuestos de dicha causal es necesario que se
inicie (o que exista, tratándose del segundo supuesto que está referido a los actos dic-
tados dentro del procedimiento coactivo) un procedimiento de cobranza coactiva y
para que este y los actos que se dicten dentro de él puedan surtir efecto en la esfera
jurídica de los administrados, es necesario que la Administración actúe conforme a ley,
revistiendo a sus actos con las formalidades que esta exige.
(18) Al respecto, véase: PARADA, Ramón. Derecho Administrativo. Tomo I, Marcial Pons, 2004, Madrid, p. 133 y ss.
(19) En dicha resolución también se indicó que la notificación constituye una garantía para derechos fundamen-
tales de los administrados, como los de defensa, debido procedimiento y tutela jurisdiccional efectiva pues a
partir de esta todo acto administrativo es eficaz y conocido por el administrado, originándose la posibilidad
de recurrirlo administrativamente y, agotada la vía administrativa, de someterlo a un proceso contencioso-
administrativo en la vía judicial. Por tal motivo, si en esta no se ha cumplido con todas las formalidades pre-
vistas por ley, ella será inválida, y por lo tanto, será necesario que la Administración proceda a efectuar una
notificación conforme a ley. En este sentido, véase: GARCÍA CALVENTE, Yolanda. Las Notificaciones en el De-
recho Tributario. Editoriales de Derecho Reunidas, Madrid, 2002, p. 41. Asimismo, véase las p. 79 y ss.
(20) Se precisa que se hace referencia a los procedimientos coactivos regulados por el Código Tributario y por la
Ley del Procedimiento de Ejecución Coactiva pues en ambos casos se requiere que dichas notificaciones sean
regulares.
(21) Dentro de este supuesto también deben considerarse los casos en los que los valores y las resoluciones de
ejecución coactiva han sido notificados de manera conjunta, teniendo en cuenta que el Tribunal Constitucio-
nal, en la sentencia emitida en el Expediente N° 03797-2006-PATTC, ha señalado que la notificación conjun-
ta de una orden de pago y de una resolución de ejecución coactiva implica la vulneración del debido proce-
dimiento y del derecho de defensa en sede administrativa.
143
PERCY BARDALES CASTRO
lución coactiva interrumpir el cómputo del plazo de prescripción, pues ello no puede
ocurrir sobre la base de actos viciados.
De igual forma, los actos sucesivos dictados en el procedimiento coactivo (aun cuan-
do hayan sido correctamente notificados) tampoco interrumpirán dicho cómputo pues
tienen por origen y fundamento un procedimiento irregular. Al respecto, se considera
que las notificaciones de esos actos sucesivos no son ajenas al vicio que afecta al pro-
cedimiento coactivo que les sirve de base pues justamente ocurrieron a causa de este.
Así, la existencia de un vicio en el inicio del procedimiento produce una afectación to-
tal en él y ello implica que los actos posteriores carezcan de sustento legal(22) y por di-
cha razón las notificaciones realizadas no pueden tener como único efecto producir la
interrupción del cómputo del plazo de prescripción.
Sin embargo, lo afirmado no obsta para que al resolver sobre la prescripción se tomen
en consideración los pronunciamientos firmes que se hayan emitido acerca de la lega-
lidad del procedimiento coactivo y de las notificaciones efectuadas, ya sea en el mismo
procedimiento coactivo –por parte del ejecutor coactivo– o en la vía de la queja regu-
lada por el artículo 155 del Código Tributario o en un proceso judicia1(24).
Por otro lado, admitir que la causal analizada opera en el marco de un procedimiento
iniciado irregularmente implicaría otorgar efectos jurídicos a actos que han sido dicta-
dos en contra de las reglas del derecho, lo cual se agrava si en el expediente en el que
se analiza la prescripción es evidente que a pesar de que la diligencia de notificación
del pretendido acto interruptorio es conforme a ley, esta se ha producido dentro de un
procedimiento coactivo irregular, es decir, que se trata de una notificación que no tie-
ne sustento procedimental(25).
(22) Por ejemplo, si se inicia indebidamente un procedimiento coactivo y se hubiere trabado una medida cautelar,
deberá dejarse sin efecto pues si no se siguió el procedimiento establecido, esta no tiene sustento jurídico.
(23) En tal sentido, la suspensión o conclusión del procedimiento corresponde ser declarada, por ejemplo, por
el ejecutor coactivo en el mismo procedimiento o por el Tribunal Fiscal en un procedimiento de queja, entre
otros.
(24) Asimismo, se precisa que en el marco de un procedimiento no contencioso como es el iniciado con una
solicitud de declaración de prescripción no corresponde analizar la validez de los valores que se hubieren
emitido y que se encuentran vinculados a dicha solicitud, pues ello debe dilucidarse en el procedimiento
contencioso-tributario.
(25) Debe tenerse en consideración que las causales de interrupción del cómputo del plazo de prescripción alega-
das por la Administración Tributaria deben ser acreditadas por esta en el expediente.
144
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
En consecuencia, se concluye que para que opere la causal prevista por el inciso I del
artículo 45 del Código Tributario, es necesario que el procedimiento coactivo haya sido
iniciado conforme a ley, para lo cual debe notificarse correctamente los valores pues-
tos en cobranza y la resolución que da inicio al citado procedimiento.
Que el criterio antes citado tiene carácter vinculante para todos los vocales de este Tri-
bunal, según lo establecido por el Acuerdo recogido en el Acta de Reunión de Sala Ple-
na N° 2002-10 del 17 de setiembre de 2002.
Que asimismo, conforme con el Acuerdo contenido en el Acta de Reunión de Sala Ple-
na N° 2011-13, corresponde que la presente resolución se emita con el carácter de ob-
servancia obligatoria, y se disponga su publicación en el diario oficial El Peruano, de
conformidad con el artículo 154 del Código Tributario, que dispone que las resolucio-
nes del Tribunal Fiscal que interpreten de modo expreso y con carácter general el sen-
tido de normas tributarias, así como las emitidas en virtud del artículo 102 del mis-
mo código, constituirán jurisprudencia de observancia obligatoria para los órganos
de la Administración Tributaria, mientras dicha interpretación no sea modificada por
el mismo Tribunal, por vía reglamentaria o por ley, debiéndose señalar en la resolución
correspondiente dicho carácter y disponerse la publicación de su texto en el diario ofi-
cial. Asimismo, indica el citado artículo que de presentarse nuevos casos o resoluciones
con fallos contradictorios entre sí, el Presidente del Tribunal deberá someter a debate
en Sala Plena para decidir el criterio que deba prevalecer, constituyendo este preceden-
te de observancia obligatoria en las posteriores resoluciones emitidas por el Tribunal.
145
PERCY BARDALES CASTRO
Que el numeral 1 del artículo 176 del Código Tributario, antes de la modificación es-
tablecida por el Decreto Legislativo N° 953, aplicable al caso de autos, indicaba que
constituía infracción relacionada con la obligación de presentar declaraciones y comu-
nicaciones, no presentar las declaraciones que contengan la determinación de la deu-
da tributaria dentro de los plazos establecidos.
Que en cuanto al plazo de prescripción aplicable, cabe indicar que mediante la Reso-
lución N° 092 17-72007 de 28 de setiembre de 2007, que constituye precedente de
observancia obligatoria, este Tribunal ha señalado que: “El plazo de prescripción de
la facultad de la Administración Tributaria para aplicar las sanciones de las infraccio-
nes consistentes en no presentar las declaraciones que contengan la determinación de
la deuda tributaria y ser detectado por la Administración, así como la de no presentar
las declaraciones que contengan la determinación de la deuda tributaria dentro de los
plazos establecidos, tipificadas en el numeral 1) del artículo 176 del texto original del
Código Tributario aprobado por el Decreto Legislativo N° 816 y su modificatoria reali-
zada por la Ley N° 27038, es de cuatro (4) años”.
Que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 43 del Código Tributario y el cri-
terio recogido en la citada resolución, el plazo prescriptorio respecto de las menciona-
das multas es de 4 años.
Que las fechas de comisión de las referidas infracciones corresponden a los meses de
marzo, abril, junio a agosto y diciembre de 2000, de conformidad con lo señalado por
las Resoluciones de Superintendencia N°s 001-2000/SUNAT y 072-2000/SUNAT, por lo
que el cómputo del plazo prescriptorio respecto de las respectivas sanciones se inició
el 1 de enero de 2001, de acuerdo con lo previsto por el numeral 4 del artículo 44 del
Código Tributario, y culminaría el primer día hábil de enero de 2005, de no existir acto
de interrupción o suspensión alguno.
Que conforme se aprecia de las constancias de notificación que obran en autos (fojas
47 y 48), el 19 de junio y 6 de agosto de 2001 la Administración notificó en el domicilio
fiscal del recurrente las Resoluciones de Multa N°s 023-02-0081898 y 023-02-0095314,
respectivamente, mediante acuse de recibo, consignándose el nombre y firma de la
persona con la que se entendió la diligencia, de conformidad con lo establecido por el
inciso a) del artículo 104 del Código Tributario; en tal sentido, por tales actos se inte-
rrumpió el cómputo del plazo de prescripción respecto de las multas contenidas en di-
chos valores, iniciándose uno nuevo a partir del día siguiente, respectivamente.
146
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Que asimismo, se tiene que mediante Resolución Coactiva N° 0230070026521 (foja 63),
se dispuso la acumulación de diversos expedientes coactivos, entre ellos del Exp. Nº 023-
06-307899, referido a la cobranza coactiva de las deudas contenidas en las Resolucio-
nes de Multa N°s 023-02-0081898 y 023-02-0095314, debiendo en adelante entender-
se el procedimiento como uno solo, bajo el Exp. N° 023- 06-228384 y acumulados, y
se requirió al recurrente para que acreditara el pago de la deuda tributaria materia de
dicho expediente y sus acumulados, bajo apercibimiento de continuarse con el proce-
dimiento coactivo.
Que por lo tanto, dicho acto interrumpió el cómputo del plazo de prescripción, de con-
formidad con lo previsto por el inciso f) del artículo 45 del Código Tributario, inicián-
dose uno nuevo a partir del día siguiente, por lo que a la fecha de presentación de la
solicitud de prescripción, esto es, el 4 de agosto de 2006, no había prescrito la acción
de la Administración respecto de las multas contenidas en las Resoluciones de Multa
N°s 023-02-0081898 y 023-02-0095314(26), correspondiendo en consecuencia, confir-
mar este extremo de la resolución apelada.
Que según se aprecia de la constancia de notificación que obra en autos (foja 44), la
Resolución de Multa N° 023-02-0055446 fue notificada el 21 de agosto de 2000 en el
domicilio fiscal del recurrente, mediante acuse de recibo, consignándose el nombre y
firma de la persona con la que se entendió la diligencia, de conformidad con lo señala-
do por el inciso a) del artículo 104 del Código Tributario; sin embargo, dado que a di-
cha fecha aún no se había iniciado el cómputo del plazo prescriptorio respecto de la
multa que contienen(27), tal notificación no interrumpió el referido cómputo.
Que de otro lado, de autos se observa que la Resolución de Ejecución Coactiva N° 023-
06-228384 (fojas 57, 151, 152 y 163 a 165), que dio inicio al procedimiento de cobranza
(26) Estando a lo señalado carece de relevancia emitir pronunciamiento acerca de los otros actos que alega la
Administración habrían interrumpido el cómputo del plazo prescriptorio.
(27) Dicho cómputo se inició el 1 de enero de 2001.
147
PERCY BARDALES CASTRO
Que de acuerdo con el criterio establecido por este Tribunal en diversas resolucio-
nes, como las Resoluciones N°s 03840-5-2005 y 06744-1-2006, la notificación median-
te publicación es de carácter excepcional y procede siempre que no pueda realizarse
la notificación por correo certificado o por mensajero en el domicilio fiscal del deu-
dor tributario.
Que [a] su vez, estando al criterio establecido mediante acuerdo recogido en el Acta
de Reunión de Sala Plena N° 2011-13, los actos emitidos dentro del procedimiento de
cobranza coactiva iniciado a través de la Resolución de Ejecución Coactiva N° 023-06-
228384, como son las Resoluciones Coactivas N°s 0230070026521, 0230070039126,
0230070178461 y 0230070223467, (fojas 63, 64, 66 y 68), a que alude la Administra-
ción en la resolución apelada, no interrumpieron el cómputo del plazo de prescripción
según lo previsto por el inciso f) del artículo 45 del Código Tributario, al no haberse ve-
rificado que el referido procedimiento coactivo hubiera sido iniciado conforme a ley,
mediante la notificación válida de la resolución de ejecución coactiva que le dio inicio.
148
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Que obra en autos copia del cargo de notificación de la Resolución de Multa N° 023-
02-0061729 (fojas 113, 118 y 119), de la que se observa que el 26 de setiembre de 2000
el notificador visitó el domicilio fiscal del recurrente, ubicado en Mz. B Lote 15 Urba-
nización Mercurio 3ra Etapa, Los Olivos, Lima, consignándose como motivo de no en-
trega “no existe domicilio/manzana”, por lo que la Administración procedió a notifi-
car la referida resolución de multa mediante publicación el 24 de noviembre de 2000.
Que de acuerdo con el criterio establecido por este Tribunal en diversas resolucio-
nes, como las Resoluciones N°s 03840-5-2005 y 06744-1-2006, la notificación median-
te publicación es de carácter excepcional y procede siempre que no pueda realizarse
la notificación por correo certificado o por mensajero en el domicilio fiscal del deu-
dor tributario.
Que según se aprecia del Comprobante de Información Registrada que obra en au-
tos (fojas 101 a 103), a la fecha de la notificación de la Resolución de Multa N° 023-02-
0061729, el domicilio fiscal del recurrente era el ubicado en Mz. B Lote 15, Urbaniza-
ción Mercurio 3ra Etapa, Los Olivos, Lima, no resultando fehaciente lo consignado en el
referido cargo acerca de su supuesta inexistencia, ya que los actos de notificación ana-
lizados en la presente resolución, de fechas anteriores y posteriores al 26 de setiembre
de 2000, fueron efectuados en el referido domicilio, incluso mediante acuse de recibo.
Que de otro lado, de la constancia de notificación que obra en autos (foja 46), se verifi-
ca que el 14 de junio de 2001 la Administración habría notificado en el domicilio fiscal
del recurrente la Resolución de Multa N° 023-02-0078356, mediante cedulón, debido a
que dicho domicilio se encontraba cerrado, sin embargo, no se dejó constancia que se
procedió a fijar la notificación en aquel, lo que no se encuentra arreglado a lo dispues-
to por el inciso a) del artículo 104 del Código Tributario, vigente en dicha fecha, por lo
que tal acto no interrumpió el cómputo del plazo de prescripción respecto de la mul-
ta contenida en el referido valor.
149
PERCY BARDALES CASTRO
Que no obstante, según se verifica del portal institucional del Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil (Reniec) - Validación de Registro de Identidad (foja 196),
dicho documento de identidad corresponde a otra persona, Manuel Fernando Pacheco
Gutiérrez, lo que aunado al hecho que no aparece observación alguna por parte del no-
tificador que indique que se presentó un documento distinto o no se exhibió el DNI, res-
ta fehaciencia a la referida diligencia, por lo que no se encuentra acreditado que esta se
haya realizado conforme a ley, y en consecuencia, la notificación de la Resolución de Multa
N° 023-02-0076413 no interrumpió el respectivo cómputo del plazo prescriptorio.
Que, por otro lado, cabe indicar que carece de sustento lo alegado por el recurrente
respecto a que la Administración ha realizado un cálculo erróneo y arbitrario al deter-
minar el inicio del cómputo del plazo prescriptorio y que no ha tenido en cuenta que
había transcurrido más de 4 años desde la exigibilidad de las deudas hasta la notifica-
ción de los valores que las contienen, toda vez que la Administración ha establecido
correctamente el inicio del cómputo del plazo prescriptorio, habiendo verificado co-
rrectamente que en el caso de la deuda por Impuesto General a las Ventas de agosto a
noviembre de 2001 y las multas contenidas en las Resoluciones de Multa N°s 023-02-
0081898 y 023-02-0095314, dicho plazo no había transcurrido a la fecha que presentó
su solicitud invocando tal pretensión.
Con las vocales Espinoza Bassino, Villanueva Aznarán, e interviniendo como ponente
la vocal Izaguirre Llampasi.
150
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
RESUELVE:
2. DECLARAR que de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 154 del Texto Úni-
co Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo N° 135-
99-EF, la presente resolución constituye precedente de observancia obligato-
ria, disponiéndose su publicación en el diario oficial El Peruano en cuanto estable-
ce el siguiente criterio:
“A efecto de que opere la causal de interrupción del cómputo del plazo de prescrip-
ción prevista por el inciso t) del artículo 450 del Texto Único Ordenado del Código
Tributario, aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF, cuando esta es invoca-
da en procedimientos contenciosos y no contenciosos tributarios, se debe verificar
que los actos a que dicha norma se refiere hayan sido válidamente notificados den-
tro de un procedimiento de cobranza o ejecución coactiva iniciado conforme a ley,
mediante la notificación válida de los correspondientes valores y la resolución de
ejecución coactiva que le da inicio”.
151
PERCY BARDALES CASTRO
RTF 3
RTF. N° 15607-5-2010
EXPEDIENTE Nº : 6021-2010
INTERESADO : Scotiabank Perú S.A.A.
ASUNTO : Queja
PROCEDENCIA : Lima
FECHA : 2 de diciembre de 2010
VISTA la queja presentada por Scotiabank Perú S.A.A. (R.U.C. N° 20100043140) con-
tra la Intendencia de Principales Contribuyentes Nacionales de la Superintendencia Na-
cional de Administración Tributaria-Sunat, por haberle iniciado indebidamente proce-
dimientos de cobranza coactiva.
CONSIDERANDO
El artículo 155 del Texto Único Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decreto
Supremo N° 135-99-EF, dispone que la queja se presenta cuando existen actuaciones
o procedimientos que afectan directamente o infringen lo establecido en dicho código.
152
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
A fojas 168 y 170 obran copias de las Resoluciones Coactivas N°s 0110070092017 y
0110070092010, notificadas el 31 de mayo de 2010 en el domicilio fiscal del quejoso
con acuse de recibo de conformidad con lo dispuesto en el inciso a) del artículo 104
del Código Tributario(1), mediante las cuales se dispuso en aplicación del numeral 3
del inciso a) del artículo 119 del Código Tributario suspender temporalmente los pro-
cedimientos de cobranza coactiva seguidos con Expedientes Coactivos N°s 011-006-
0040849 y 011-0060040868 hasta que se resuelva el recurso de reclamación presenta-
do contra las Órdenes de Pago N°s 011001-0088843 a 011-001-0088849.
En el presente caso, corresponde analizar si en la vía de la queja procede que el Tribu-
nal Fiscal se pronuncie: i) sobre la correcta emisión de las órdenes de pago a fin de ve-
rificar la legalidad de su cobranza coactiva cuando esta es iniciada al amparo del Códi-
go Tributario y ii) sobre la legalidad de un procedimiento de cobranza coactiva iniciado
al amparo del Código Tributario cuando el quejoso solicita su conclusión, no obstan-
te que la Administración ha acreditado que este ha sido suspendido temporalmente.
Los temas antes citados han generado diversas interpretaciones, razón por la cual
el Tribunal Fiscal, mediante Acuerdos recogidos en el Acta de Reunión de Sala Plena
N° 2010-17 de 2 de diciembre de 2010(2), ha aprobado los siguientes criterios:
(1) El inciso a) del artículo 104 del Código Tributario, modificado por el Decreto Legislativo N° 981, señala que
la notificación de los actos administrativos se realizará por correo certificado o por mensajero, en el domici-
lio fiscal, con acuse de recibo o con certificación de la negativa a la recepción efectuada por el encargado de
la diligencia.
(2) Con relación a los temas que se sometieron al Pleno, se plantearon las siguientes propuestas:
TEMA 1: DETERMINAR SI EN LA VÍA DE LA QUEJA PROCEDE EVALUAR SI LA ORDEN DE PAGO HA
SIDO EMITIDA DE CONFORMIDAD CON EL ARTÍCULO 78 DEL CÓDIGO TRIBUTARIO, A EFECTOS DE
VERIFICAR LA LEGALIDAD DE SU COBRANZA COACTIVA CUANDO ESTA ES INICIADA AL AMPARO
DE DICHO CÓDIGO.
PROPUESTA 1
No procede que en la vía de la queja se evalúe la validez de una orden de pago, según el artículo 78 del Có-
digo Tributario, a efectos de verificar la legalidad de su cobranza coactiva, cuando esta es iniciada al ampa-
ro de dicho código.
PROPUESTA 2
Procede que en la vía de la queja se evalúe la validez de una orden de pago, según el artículo 78 del Código
Tributario, a efectos de verificar la legalidad de su cobranza coactiva, cuando esta es iniciada al amparo de
dicho código.
TEMA 2: DETERMINAR SI EN LA VÍA DE LA QUEJA PROCEDE EVALUAR LA EXISTENCIA DE CIRCUNS-
TANCIAS QUE EVIDENCIEN QUE LA COBRANZA DE UNA ORDEN DE PAGO PODRÍA SER IMPROCE-
DENTE, AL AMPARO DEL NUMERAL 3 DEL INCISO A DEL ARTÍCULO 119 DEL CÓDIGO TRIBUTARIO.
PROPUESTA 1
No procede que en la vía de la queja se evalúe la existencia de circunstancias que evidencien que la cobran-
za de una orden de pago podría ser improcedente, al amparo del numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del
Código Tributario.
SUBPROPUESTA 1.1
No procede que el Tribunal Fiscal ordene la suspensión del procedimiento de cobranza coactiva si es que la
Administración no ha acreditado el supuesto previsto en el numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del Códi-
go Tributario.
SUBPROPUESTA 1.2
Procede que el Tribunal Fiscal ordene la suspensión del procedimiento de cobranza coactiva si con posteriori-
dad a la interposición del recurso de reclamación se hubiera continuado con dicho procedimiento sin que se
153
PERCY BARDALES CASTRO
“1) No procede que en la vía de la queja se evalúe la validez de una orden de pago,
según el artículo 78 del Código Tributario, a efectos de verificar la legalidad de su
cobranza coactiva, cuando esta es iniciada al amparo de dicho código”.
“iii) Procede que el Tribunal Fiscal en la vía de la queja emita pronunciamiento so-
bre la legalidad de un procedimiento de cobranza coactiva iniciado al amparo del
Código Tributario, cuando el quejoso solicita que se ordene su conclusión y el eje-
cutor coactivo acredita que este ha sido suspendido temporalmente”.
El criterio “i) No procede que en la vía de la queja se evalúe la validez de una orden de
pago, según el artículo 78 del Código Tributario, a efectos de verificar la legalidad de
su cobranza coactiva, cuando esta es iniciada al amparo de dicho código”, se sustenta
en los fundamentos que a continuación se reproducen:
haya notificado previamente la resolución que declare inadmisible dicha reclamación por no haberse acre-
ditado el pago previo.
PROPUESTA 2
Procede que en la vía de la queja se evalúe la existencia de circunstancias que evidencien que la cobranza de
una orden de pago podría ser improcedente, al amparo del numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del Có-
digo Tributario.
SUBPROPUESTA 2.1
Procede que en la vía de la queja se evalúe la existencia de circunstancias que evidencien que la cobranza de
una orden de pago podría ser improcedente, al amparo del numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del Códi-
go Tributario, en la medida que no se haya emitido pronunciamiento sobre la admisión a trámite del recur-
so de reclamación.
SUBPROPUESTA 2.2
Procede que en la vía de la queja se evalúe la existencia de circunstancias que evidencien que la cobranza de
una orden de pago podría ser improcedente, al amparo del numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del Có-
digo Tributario, mientras se encuentre en trámite el recurso de reclamación o el recurso de apelación.
TEMA 3: DETERMINAR SI CARECE DE OBJETO PRONUNCIARSE EN LA VÍA DE LA QUEJA SOBRE LA
LEGALIDAD DE UN PROCEDIMIENTO DE COBRANZA COACTIVA INICIADO AL AMPARO DEL CÓDI-
GO TRIBUTARIO, CUANDO EL QUEJOSO SOLICITA QUE SE ORDENE SU CONCLUSIÓN Y EL EJECUTOR
COACTIVO ACREDITA QUE ESTE HA SIDO SUSPENDIDO TEMPORALMENTE.
PROPUESTA 1
Procede que el Tribunal Fiscal en la vía de la queja emita pronunciamiento sobre la legalidad de un procedi-
miento de cobranza coactiva iniciado al amparo del Código Tributario, cuando el quejoso solicita que se or-
dene su conclusión y el ejecutor coactivo acredita que este ha sido suspendido temporalmente.
PROPUESTA 2
Carece de objeto que el Tribunal Fiscal emita pronunciamiento en la vía de la queja sobre la legalidad de un
procedimiento de cobranza coactiva iniciado al amparo del Código Tributario, cuando el quejoso solicita que
se ordene su conclusión y el ejecutor coactivo acredita que este ha sido suspendido temporalmente.
154
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
“El artículo 78 del Texto Único Ordenado del Código Tributario aprobado por De-
creto Supremo N° 135-99-EF, modificado por el Decreto Legislativo N° 953(3), dis-
pone que la orden de pago es el acto en virtud del cual la Administración exige al
deudor tributario la cancelación de la deuda tributaria, sin necesidad de emitir pre-
viamente una resolución de determinación. Asimismo, este artículo prevé que las
órdenes de pago pueden ser emitidas, entre otros casos, por tributos autoliquida-
dos por el deudor tributario, por anticipos o pagos a cuenta exigidos de acuerdo a
ley, o por tributos derivados de errores materiales de redacción o de cálculo en las
declaraciones, comunicaciones o documentos de pago(4).
El citado artículo agrega que en lo pertinente, las órdenes de pago tendrán los mismos
requisitos formales que la resolución de determinación, a excepción de los motivos de-
terminantes del reparo u observación. De conformidad con el artículo 77 del Código
Tributario, la resolución de determinación debe ser formulada por escrito y debe con-
tener la siguiente información: 1) el deudor tributario, 2) el tributo y el periodo al que
corresponda, 3) la base imponible, 4) la tasa, 5) la cuantía del tributo y sus intereses, 6)
los motivos determinantes del reparo u observación, cuando se rectifique la declara-
ción tributaria, y 7) los fundamentos y disposiciones que la amparen.
Al respecto, se aprecia que en el caso de las órdenes de pago, existe una deuda tri-
butaria que el contribuyente tiene el deber de cancelar. En ese sentido, dicho artículo
prevé supuestos en los que no hay un acto de determinación de deuda por parte de la
Administración, sino la constatación de una obligación de cuya cuantía se tiene certe-
za, como por ejemplo, cuando la emisión del valor se basa en lo que ha sido autoliqui-
dado por el deudor tributario. En tal sentido, puede diferenciarse la naturaleza de una
orden de pago y la de una resolución de determinación, en cuyo caso sí media un acto
de fiscalización o verificación de deuda por parte de la Administración Tributaria(5).
De otro lado, y de conformidad con las normas antes citadas, para que una orden de
pago sea emitida conforme a ley, debe ceñirse a lo establecido en el artículo 78 del Có-
digo Tributario(6), esto es, para que una orden pago sea válida debe cumplir con los re-
quisitos formales y sustanciales expresamente regulados.
Por su parte, el numeral 2 del artículo 109 del mencionado Código, modificado por
Decreto Legislativo N° 981(7), prevé la nulidad de los actos de la Administración Tri-
butaria cuando han sido dictados prescindiendo totalmente del procedimiento legal
155
PERCY BARDALES CASTRO
establecido, o sean contrarios a la ley o norma con rango inferior. Este artículo agrega
además que los actos de la Administración Tributaria son anulables cuando son dicta-
dos sin observar lo previsto en el artículo 77 del Código Tributario, los cuales serán vá-
lidos siempre que sean convalidados por la dependencia o el funcionario al que le co-
rrespondía emitir el acto.
Ahora bien, según lo señalado por el artículo 115 del Código Tributario, modificado
por Decreto Legislativo N° 969(12), la deuda exigible dará lugar a las acciones de coer-
ción para su cobranza, siendo que a este fin se considera deuda exigible la que conste
en una orden de pago notificada conforme a ley(13). Asimismo, conforme con el artículo
116 del mismo Código, corresponde al ejecutor coactivo la facultad de verificar la exi-
gibilidad de la deuda a fin de dar inicio a su cobranza y suspender o concluir el proce-
dimiento de cobranza coactiva según lo dispuesto por el artículo 119(14).
(8) De conformidad con el artículo 124 del Código Tributario, son etapas del procedimiento contencioso-tribu-
tario: a) la reclamación ante la Administración Tributaria, y b) la apelación ante el Tribunal Fiscal. Cuando la
resolución sobre las reclamaciones haya sido emitida por órgano sometido a jerarquía, los reclamantes de-
berán apelar ante el superior jerárquico antes de recurrir al Tribunal Fiscal. En ningún caso podrá haber más
de dos instancias antes de recurrir al Tribunal Fiscal.
(9) Véase, entre otras, las Resoluciones del Tribunal Fiscal N° 3720-1-2010, N° 4832-3-2010, N° 4909-4-2010,
N° 4305-5-2010 y N° 3215-7-2010.
(10) La Ley N° 27444 resulta aplicable en virtud de lo dispuesto por la Norma IX del Título Preliminar del Código
Tributario.
(11) AI respecto, véase: MORÓN URBINA, Juan Carlos. Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo Ge-
neral. Gaceta Jurídica, Lima, 2006, p. 156.
(12) Publicado el 24 de diciembre de 2006.
(13) Al respecto, véase el artículo 104 del Código Tributario, que regula la notificación de actos emitidos por la
Administración Tributaria.
(14) Sobre el particular, Camus Graham indica que hay dos presupuestos para la cobranza coactiva de una deuda:
1. Que sea cierta, exigible y líquida, es decir, que haya certeza respecto de su existencia y cuantía y 2. Que se
haya expedido un título ejecutivo administrativo, el cual está constituido por la resolución coactiva median-
te la que se intima al pago de la deuda en un plazo determinado por la ley, bajo apercibimiento de adoptar
medidas cautelares. Al respecto, véase: CAMUS GRAHAM, Dante. “El Procedimiento de Cobranza Coactiva”.
En: Manual de los Procedimientos y Procesos Tributarios. Ara Editores, Lima, 2007, p. 358.
156
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Por otro lado, el artículo 155 de dicho Código prevé que la queja se presenta cuando
existan actuaciones o procedimientos que afecten directamente o infrinjan lo estable-
cido en este Código.
(15) Sobre este tema, véase: MORÓN URBINA, Juan Carlos. Ob. cit., p. 156.
157
PERCY BARDALES CASTRO
En efecto, en caso de que los deudores tributarios consideren que la orden de pago no
ha sido emitida de conformidad con el artículo 78 del Código Tributario, la única vía
para cuestionar la validez o plantear la nulidad de este acto administrativo es inician-
do un procedimiento contencioso-tributario, conforme expresamente lo ha previsto el
artículo 110 del citado código.
Por otro lado, en cuanto remedio procesal, en reiteradas resoluciones emitidas por el
Tribunal Fiscal se ha señalado que la queja está dirigida a encauzar la actuación de la
Administración Tributaria que afecte o pueda afectar, en forma indebida los derechos
de los deudores tributarios cuando estos no tengan otra vía para corregir la actuación
de la Administración Tributaria(16), no siendo la vía para cuestionar los actos emitidos
por aquella que son susceptibles de serlo a través del procedimiento contencioso-tri-
butario regulado en el Código Tributario como ha sido previsto en el caso de la nuli-
dad de los valores que emita la Administración.
Sobre el particular, cabe destacar que el numeral 6 del inciso b) del artículo 119 del ci-
tado Código establece que el ejecutor coactivo deberá dar por concluido el procedi-
miento de cobranza coactiva, levantar los embargos y ordenar el archivo de los actua-
dos, cuando las órdenes de pago o resoluciones que son materia de cobranza han sido
declaradas nulas, revocadas o sustituidas después de la notificación de la resolución
de ejecución coactiva.
En tal sentido, se aprecia que el Código Tributario ha previsto que la declaración de nu-
lidad de los valores emitidos por la Administración Tributaria debe ser solicitada a tra-
vés del procedimiento contencioso-tributario y de producirse dicha declaración, el eje-
cutor coactivo deberá concluir el procedimiento coactivo. Por consiguiente, al existir
una vía expresamente prevista por el ordenamiento para determinar la validez de la or-
den de pago, no procede que el Tribunal Fiscal se pronuncie al respecto en la vía de la
queja(17), puesto que lo contrario, implicaría que existan dos vías paralelas para cuestio-
nar la validez del referido valor, lo que no tiene amparo legal.
(16) En este sentido, véase por ejemplo las Resoluciones del Tribunal Fiscal N° 05782-3-2010, N° 05765-4-2010
y N° 05266-52010.
(17) Cabe precisar que este supuesto es diferente al que se presentaría si habiéndose declarado la nulidad de la
orden de pago, el ejecutor coactivo no cumple con concluir el procedimiento coactivo, caso en el cual pro-
cederá que el Tribunal Fiscal se pronuncie en vía de queja para que el citado ejecutor actúe conforme a ley.
158
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Por consiguiente, no procede que en la vía de la queja se evalúe la validez de una or-
den de pago, al amparo del artículo 78 del Código Tributario, a fin de verificar la legali-
dad de su cobranza coactiva cuando esta es iniciada al amparo de este cuerpo norma-
tivo. Así, el Tribunal Fiscal en la vía de la queja para efectos de determinar si una orden
de pago es exigible coactivamente, únicamente deberá verificar que esta haya sido de-
bidamente notificada”.
Que el criterio “ii) No procede que en la vía de la queja se evalúe la existencia de cir-
cunstancias que evidencien que la cobranza de una orden de pago podría ser impro-
cedente, al amparo del numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del Código Tributario”.
“Procede que el Tribunal Fiscal ordene la suspensión del procedimiento de cobranza
coactiva si con posterioridad a la interposición del recurso de reclamación se hubiera
continuado con dicho procedimiento sin que se haya notificado previamente la reso-
lución que declare inadmisible dicha reclamación por no haberse acreditado el pago
previo”, se sustenta en los fundamentos siguientes:
“El artículo 78 del Texto Único Ordenado del Código Tributario aprobado por De-
creto Supremo N° 135-99-EF, modificado por el Decreto Legislativo N° 953(20),
(18) Cuando no cumple con los requisitos señalados en el artículo 117 del Código Tributario.
(19) En los casos que no se cumpla con los requisitos y condiciones establecidas para tal efecto. En el caso de los
procedimientos de cobranza coactiva seguidos por [la] Sunat, estos requisitos y condiciones están estableci-
dos en el Reglamento del Procedimiento de Cobranza Coactiva, aprobado por la Resolución de Superinten-
dencia N° 216- 2004/SUNAT.
(20) Publicado el 5 de febrero de 2004.
159
PERCY BARDALES CASTRO
dispone que la orden de pago es el acto en virtud del cual la Administración exi-
ge al deudor tributario la cancelación de la deuda tributaria, sin necesidad de emi-
tir previamente una resolución de determinación. Asimismo, se prevé que pueden
ser emitidas, entre otros casos, por tributos autoliquidados por el deudor tributa-
rio, por anticipos o pagos a cuenta exigidos de acuerdo a ley o por tributos deriva-
dos de errores materiales de redacción o de cálculo en las declaraciones, comuni-
caciones o documentos de pago(21). El citado artículo agrega que en lo pertinente,
las órdenes de pago tendrán los mismos requisitos formales que la resolución de
determinación, a excepción de los motivos determinantes del reparo u observación.
Según lo señalado por el artículo 115 del citado Código, modificado por Decreto Le-
gislativo N° 969(22), la deuda exigible dará lugar a las acciones de coerción para su co-
branza, siendo que a este fin se considera deuda exigible la que conste en una orden
de pago notificada conforme a ley(23). Asimismo, conforme con el artículo 116 del mis-
mo Código, corresponde al ejecutor coactivo la facultad de verificar la exigibilidad de
la deuda a fin de dar inicio a su cobranza(24).
Entre las causales de suspensión temporal de dicho procedimiento, el numeral 3 del in-
ciso a) del citado artículo 119 señala que excepcionalmente, el ejecutor coactivo sus-
penderá temporalmente el procedimiento de cobranza coactiva, tratándose de órde-
nes de pago, y cuando medien otras circunstancias que evidencien que la cobranza
podría ser improcedente y siempre que la reclamación se hubiera interpuesto dentro
del plazo de veinte (20) días hábiles de notificada la orden de pago(25).
(21) Al respecto, véase los numerales 1), 2) y 3) del artículo 78 citado. En el caso del numeral 3) antes menciona-
do, la norma agrega que para determinar el monto de la orden de pago, la Administración Tributaria consi-
derará la base imponible del periodo, los saldos a favor o créditos declarados en periodos anteriores y los pa-
gos a cuenta realizados en estos últimos.
(22) Publicado el 24 de diciembre de 2006.
(23) Al respecto, véase el artículo 104 del Código Tributario, que regula la notificación de actos emitidos por la
Administración Tributaria.
(24) Sobre la deuda exigible coactivamente, Camus Graham indica que hay dos presupuestos para la cobranza
coactiva de una deuda: 1. Que sea cierta, exigible y líquida, es decir, que haya certeza respecto de su existen-
cia y cuantía y 2. Que se haya expedido un titulo ejecutivo administrativo, el cual está constituido por la reso-
lución coactiva mediante la que se intima al pago de la deuda en un plazo determinado por la ley, bajo aper-
cibimiento de adoptar medidas cautelares. Al respecto, véase: CAMUS GRAHAM, Dante. “El Procedimiento
de Cobranza Coactiva”. En: Manual de los Procedimientos y Procesos Tributarios. Ara Editores, Lima, 2007,
p. 358.
(25) En este caso, la Administración deberá admitir y resolver la reclamación dentro del plazo de noventa días há-
biles, bajo responsabilidad del órgano competente. La suspensión deberá mantenerse hasta que la deuda sea
exigible de conformidad con lo establecido en el artículo 115. La norma también dispone que para la admi-
sión a trámite de la reclamación se requiere, además de los requisitos establecidos en el Código Tributario,
que el reclamante acredite que ha abonado la parte de la deuda no reclamada actualizada hasta la fecha en
que se realice el pago. Asimismo, señala que en los casos en que se hubiera trabado una medida cautelar y
se disponga la suspensión temporal, se sustituirá la medida cuando, a criterio de la Administración Tributaria,
160
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Al respecto, cabe resaltar que para la configuración de esta causal de suspensión tem-
poral del procedimiento de cobranza coactiva es imprescindible que se haya presenta-
do el recurso de reclamación contra la orden de pago objeto de cobro, dentro de los
veinte (20) días hábiles siguientes a su notificación.
Por otro lado, el artículo 155 del Código Tributario establece que la queja se presenta
cuando existan actuaciones o procedimientos que afecten directamente o infrinjan lo
establecido en este Código. Así, en reiterada jurisprudencia del Tribunal Fiscal se ha se-
ñalado que la queja es un remedio procesal que, ante la afectación de los derechos o
intereses del deudor tributario por actuaciones indebidas de la Administración o con-
travención de las normas que inciden en la relación jurídico-tributaria, permite corre-
gir las actuaciones y encauzar el procedimiento bajo el marco de lo establecido por las
normas correspondientes.
Asimismo, como se ha indicado, el numeral 3 del inciso a) del citado artículo 119 del
anotado Código, prevé que la suspensión temporal del procedimiento coactivo proce-
de siempre que se haya presentado el recurso de reclamación contra la orden de pago
objeto de cobranza dentro del plazo de veinte (20) días hábiles contados desde su no-
tificación, por lo que habiéndose iniciado un procedimiento contencioso tributario, co-
rresponderá que en esa vía se determine la existencia de las circunstancias que eviden-
cian la improcedencia de la cobranza.
Sustenta lo anterior, lo establecido en último párrafo del artículo 136 del Código Tribu-
tario, modificado por el Decreto Legislativo N° 953(27), respecto a que para interponer
reclamación contra una orden de pago es requisito acreditar el pago previo de la totali-
dad de la deuda tributaria reclamada, salvo que se presente el supuesto establecido en
el numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del Código Tributario. Esto es, si se presenta
este supuesto, deberá admitirse a trámite el recurso de reclamación sin que se exija el
pago de la deuda impugnada.
se hubiera ofrecido garantía suficiente o bienes libres a ser embargados por el ejecutor coactivo cuyo valor
sea igual o mayor al monto de la deuda reclamada más las costas y los gastos.
(26) En este sentido, véase por ejemplo las Resoluciones del Tribunal Fiscal N° 05782-3-2010, N° 05765-4-2010
y N° 05266-5-2010.
(27) Publicado el 5 de febrero de 2004.
161
PERCY BARDALES CASTRO
Si bien el artículo 119 del Código Tributario contiene los supuestos en los que pro-
cede la suspensión y conclusión del procedimiento de cobranza coactiva, lo señala-
do en el numeral 3 del inciso a) del citado artículo debe interpretarse en concordancia
con el artículo 136 del Código Tributario. De la lectura de ambas normas, se concluye
que el análisis de la existencia o no de circunstancias que evidencian la improceden-
cia de la cobranza es competencia de la Administración en el procedimiento conten-
cioso-tributario, y si dentro de este procedimiento se verifica el supuesto del nume-
ral 3 del inciso a) del artículo 119 del Código Tributario, la consecuencia de ello es la
suspensión temporal del procedimiento de cobranza coactiva, que es de competencia
del ejecutor coactivo, quien no tiene dentro de sus atribuciones evaluar las menciona-
das circunstancias.
De otro lado, el segundo párrafo del numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del Códi-
go Tributario, señala que para la admisión a trámite de la reclamación se requiere, que
además de los requisitos establecidos en el Código Tributario, se acredite el pago de la
deuda no reclamada. Lo señalado en este párrafo corrobora que el análisis de la exis-
tencia de circunstancias que evidencian la improcedencia de la cobranza corresponde
ser efectuado dentro del procedimiento contencioso-tributario, análisis que se realiza-
rá conjuntamente con los demás requisitos de admisibilidad, a fin de determinar si co-
rresponde admitir a trámite o no el recurso de reclamación.
162
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
toda vez que al existir un pronunciamiento del Tribunal Fiscal sobre la procedencia de
la cobranza de un valor, la Administración Tributaria se verá impedida de emitir un pro-
nunciamiento en un sentido distinto.
Además, no puede tenerse dos vías paralelas para emitir pronunciamiento sobre la
existencia o no de circunstancias que evidencian la improcedencia de la cobranza de
la orden de pago, más aún cuando el ordenamiento jurídico ha facultado expresamen-
te a la Administración Tributaria para que emita pronunciamiento sobre ello dentro del
procedimiento contencioso-tributario.
En caso que la Administración informa que se presenta tal supuesto, esto es, que ha
admitido a trámite el recurso de reclamación, y no obstante ello, el ejecutor coactivo
no ha procedido a suspender temporalmente el procedimiento de cobranza coactiva,
corresponde que el Tribunal Fiscal declare fundada la queja y disponga que el ejecutor
coactivo proceda con la suspensión.
Ahora bien, en el caso que la Administración informe al Tribunal Fiscal que está pen-
diente la evaluación de la configuración del supuesto previsto en el numeral 3 del in-
ciso a) del artículo 119 del Código Tributario, esto es, que aún no ha emitido pronun-
ciamiento sobre la admisión a trámite del recurso de reclamación, debe considerarse
lo siguiente:
163
PERCY BARDALES CASTRO
“De conformidad con el numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del Código Tributa-
rio, procede la suspensión temporal del procedimiento de cobranza coactiva de deu-
da contenida en órdenes de pago cuando existen circunstancias que evidencian la im-
procedencia de la cobranza, siempre que la reclamación se hubiera interpuesto dentro
del plazo de veinte (20) días hábiles de notificada tales valores. Ahora bien, en caso el
quejoso alegue tal supuesto y la Administración no acredita que ha notificado la reso-
lución que declara inadmisible el recurso de reclamación, corresponde que el Tribunal
Fiscal ordene la suspensión temporal de tal procedimiento.
Que el criterio “iii) Procede que el Tribunal Fiscal en la vía de la queja emita pronuncia-
miento sobre la legalidad de un procedimiento de cobranza coactiva iniciado al ampa-
ro del Código Tributario, cuando el quejoso solicita que se ordene su conclusión y el
ejecutor coactivo acredita que este ha sido suspendido temporalmente”, se sustenta en
los fundamentos que a continuación se indican:
(28) Por cuanto dicha competencia sigue siendo de la Administración, dentro del procedimiento conten-
cioso-tributario.
(29) De conformidad con el artículo 104 del Código Tributario.
164
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
“El artículo 116 del Código Tributario, modificado por Decreto Legislativo N° 953(30),
señala que el ejecutor coactivo tiene entre sus facultades la de suspender o con-
cluir el procedimiento de cobranza coactiva conforme con lo dispuesto por el ar-
tículo 119.
Asimismo, este artículo dispone que el ejecutor coactivo deberá dar por concluido el
procedimiento, levantar los embargos y ordenar el archivo de los actuados, cuando: 1)
se hubiera presentado oportunamente reclamación o apelación contra la resolución de
determinación o resolución de multa que contenga la deuda tributaria puesta en co-
branza, o resolución que declara la pérdida de fraccionamiento, siempre que se conti-
núe pagando las cuotas de fraccionamiento; 2) la deuda haya quedado extinguida por
cualquiera de los medios señalados en el artículo 27; 3) se declare la prescripción de la
deuda puesta en cobranza; 4) la acción se siga contra persona distinta a la obligada al
pago; 5) exista resolución concediendo aplazamiento y/o fraccionamiento de pago; 6)
las órdenes de pago o resoluciones que son materia de cobranza hayan sido declara-
das nulas, revocadas o sustituidas después de la notificación de la resolución de ejecu-
ción coactiva; 7) cuando la persona obligada haya sido declarada en quiebra; 8) cuan-
do una ley o norma con rango de ley lo disponga expresamente; y 9) cuando el deudor
tributario hubiera presentado reclamación o apelación vencidos los plazos estableci-
dos para la interposición de dichos recursos, cumpliendo con presentar la carta fianza
respectiva. De igual manera, este artículo señala que tratándose de deudores tributa-
rios sujetos a un procedimiento concursal, el ejecutor coactivo suspenderá o conclui-
rá el procedimiento de cobranza coactiva, de acuerdo con lo dispuesto en las normas
de la materia.
Por otro lado, el artículo 155 de dicho Código prevé que la queja se presenta cuando
existan actuaciones o procedimientos que afecten directamente o infrinjan lo estable-
cido en este Código. Así, en reiterada jurisprudencia del Tribunal Fiscal se ha señalado
que la queja es un remedio procesal que, ante la afectación de los derechos o intere-
ses del deudor tributario por actuaciones indebidas de la Administración o contraven-
ción de las normas que inciden en la relación jurídica tributaria, permite corregir las ac-
tuaciones y encauzar el procedimiento bajo el marco de lo establecido por las normas
correspondientes.
Ahora bien, al amparo de estas normas debe determinarse si corresponde que el Tri-
bunal Fiscal en la vía de la queja, emita pronunciamiento sobre la legalidad de un
165
PERCY BARDALES CASTRO
procedimiento coactivo iniciado al amparo del Código Tributario, cuando el deudor tri-
butario solicita que se ordene su conclusión y el ejecutor coactivo acredita que este ha
sido suspendido temporalmente.
Conforme con el artículo 119 antes citado, el ejecutor coactivo debe proceder con la
suspensión o conclusión del procedimiento de cobranza coactiva, en caso se presente
alguno de los supuestos previstos en dicha norma. En caso el ejecutor coactivo no pro-
ceda conforme con lo indicado, el Código Tributario ha previsto a la queja como un re-
medio procesal para evitar la afectación de los derechos e intereses del deudor tribu-
tario así como la vulneración del ordenamiento.
(31) Como por ejemplo, cuando se solicita en una queja que se ordena el cumplimiento de una resolución del Tri-
bunal Fiscal y tras su presentación, pero antes de que el Tribunal Fiscal emita pronunciamiento en la vía de la
queja, la Administración Tributaria cumple lo que se indicó en la resolución cuyo cumplimiento se pretende.
166
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
estas permanecerán en suspenso mas no serán dejadas sin efecto, lo cual puede impli-
car un perjuicio a los contribuyentes(32).
Por lo tanto, se concluye que procede que el Tribunal Fiscal en la vía de la queja emi-
ta pronunciamiento sobre la legalidad de un procedimiento coactivo iniciado o segui-
do al amparo del Código Tributario, cuando el quejoso solicita la conclusión del proce-
dimiento y el ejecutor coactivo acredita que este ha sido suspendido temporalmente”.
Que los criterios antes citados tienen carácter vinculante para todos los vocales de este
Tribunal, según lo establecido por el acuerdo recogido en el Acta de Reunión de Sala
Plena N° 2002-10 de 17 de setiembre de 2002.
Que, asimismo, conforme con el acuerdo recogido en el Acta de Reunión de Sala Plena
N° 2010-17, corresponde que la presente resolución se emita con el carácter de obser-
vancia obligatoria, y se disponga su publicación en el diario oficial El Peruano de con-
formidad con el artículo 154 del Código Tributario, que dispone que las resoluciones
del Tribunal Fiscal que interpreten de modo expreso y con carácter general el sentido
de normas tributarias, así como las emitidas en virtud del artículo 102, constituirán ju-
risprudencia de observancia obligatoria para los órganos de la Administración Tribu-
taria, mientras dicha interpretación no sea modificada por el mismo Tribunal, por vía
reglamentaria o por ley, debiéndose señalar en la resolución correspondiente dicho ca-
rácter y disponerse su publicación en el diario oficial.
Que la quejosa alega la conclusión de la cobranza coactiva invocando que las órdenes
de pago, no se han emitido con arreglo a ley.
Que al respecto cabe indicar que en atención a los criterios antes expuestos no corres-
ponde en la vía de la queja evaluar la validez de las Órdenes de Pago N°s 011-001-
0088843 a 011-001-0088849 a efecto de verificar la legalidad de los procedimientos de
cobranza coactiva seguidos en los Expedientes Coactivos N°s 011-006-0040849 y 011-
006-0040868, por lo que corresponde declarar improcedente la queja.
Que en atención al fallo expuesto no corresponde emitir pronunciamiento sobre las Re-
soluciones N°s 5761-99, 10252-5-2001 y 8690-2-2008 mediante las cuales el quejoso
(32) Así ejemplo, en los embargos en forma de retención bancaria, se impide la disposición de los contribuyentes
de los fondos depositados en las cuentas embargadas.
167
PERCY BARDALES CASTRO
pretende sustentar los supuestos por los que se tiene válidamente emitida una orden
de pago de conformidad con lo establecido en el artículo 78 del Código Tributario.
Que respecto a las Resoluciones del Tribunal Fiscal N°s 5464-4 2007, 6762-3-2009 y
6445-5-2005 invocadas por el quejoso, debe estarse a lo señalado en los acuerdos re-
cogidos en el Acta de Reunión de Sala Plena N° 2010-17 del 2 de diciembre de 2010.
Con los vocales Falconí Sinche y Sarmiento Díaz, a quien se llamó para completar Sala,
e interviniendo como ponente la vocal León Pinedo.
RESUELVE:
2. Declarar que de acuerdo con el artículo 154 del Texto Único Ordenado del Código
Tributario aprobado por el Decreto Supremo N° 135-99-EF, la presente resolución
constituye precedente de observancia obligatoria, disponiéndose su publicación en
el diario oficial El Peruano en cuanto establece los siguientes criterios:
“i) No procede que en la vía de la queja se evalúe la validez de una orden de pago,
según el artículo 78 del Código Tributario, a efectos de verificar la legalidad de su
cobranza coactiva, cuando esta es iniciada al amparo de dicho código”.
“iii) Procede que el Tribunal Fiscal en la vía de la queja emita pronunciamiento so-
bre la legalidad de un procedimiento de cobranza coactiva iniciado al amparo del
Código Tributario, cuando el quejoso solicita que se ordene su conclusión y el eje-
cutor coactivo acredita que este ha sido suspendido temporalmente”.
168
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
RTF 4
RTF. N° 01455-3-2010
EXPEDIENTE Nº : 11713-2009
INTERESADO : Marcos Eduardo Lozano Mencia
ASUNTO :
Queja
PROCEDENCIA : San Isidro-Lima
FECHA :
Lima, 9 de febrero de 2010
VISTA la queja presentada por MARCOS EDUARDO LOZANO MENCIA contra la Mu-
nicipalidad Distrital de San Isidro, por no haber suspendido el procedimiento de ejecu-
ción coactiva iniciado en su contra.
CONSIDERANDO:
Que el quejoso sostiene que mediante Expediente N° 2000-001990 se sigue un proce-
dimiento de ejecución coactiva en el cual se ha dictado embargo en forma de retención
sobre sus cuentas bancarias sin tener en cuenta que la deuda materia de cobranza co-
rresponde a terceros: que la acción de la Administración para cobrar la misma ha pres-
crito; y que los valores girados por el Impuesto Predial de los años 2001 a 2004 objeto
de cobranza no le han sido notificados conforme a ley: por lo tanto, solicita la suspen-
sión del procedimiento de ejecución coactiva en mención. Adjunta como medios pro-
batorios entre otros, copia de la demanda de revisión al judicial formulada contra el ci-
tado procedimiento de fecha 14 de agosto de 2009.
Que el artículo 155 del Texto Único Ordenado del Código Tributario aprobado por el
Decreto Supremo N° 135-99-EF, establece que la queja se presenta cuando existan ac-
tuaciones o procedimiento, que afecten directamente o infrinjan lo establecido en di-
cho código.
Que de acuerdo con lo dispuesto por el numeral 38.1 del artículo 38 del Texto Úni-
co Ordenado de la Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva, aprobado por el De-
creto Supremo N° 018-2008-JUS, el obligado podrá interponer queja contra las actua-
ciones o procedimientos del ejecutor o auxiliar coactivos que lo afecten directamente
e infrinjan el procedimiento de cobranza coactiva para obligaciones tributarias de los
gobiernos locales.
169
PERCY BARDALES CASTRO
170
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
(1) Adicionalmente se planteó una subpropuesta que indicaba: “La presentación de la demanda de revisión judi-
cial ante un juez o una sala no competente suspende automáticamente la tramitación del procedimiento de
ejecución coactiva y por consiguiente no corresponde levantar las medidas cautelares que se hubieren traba-
do, sin embargo, en tal caso el Tribunal Fiscal no podrá pronunciarse sobre las quejas que se encuentren re-
feridas a la legalidad de dicho procedimiento, debiendo inhibirse de su conocimiento”.
(2) En igual sentido, el numeral 23.5 del dado artículo dispone que: “Para efectos de resolver la demanda de re-
visión judicial únicamente corresponde a la Corte Superior resolver si el procedimiento de ejecución coactiva
ha sido iniciado o tramitado conforme a las disposiciones previstas en la presente ley”.
171
PERCY BARDALES CASTRO
(3) A partir de la entrada en vigencia del Decreto Legislativo N° 1067, publicado el 28 de junio de 2008, que
modificó el artículo 24 de la Ley que regula el Proceso Contencioso- Administrativo, Ley N° 27584, cuyo Tex-
to Único Ordenado fue aprobado por el Decreto Supremo N° 013-2008-JUS, el proceso sumarísimo es deno-
minado “proceso urgente”, el cual se encuentra previsto en el artículo 26 del citado texto.
(4) Al respecto, el numeral 23.4 del citado artículo dispone lo siguiente:
“La Corte Superior deberá emitir pronunciamiento sobre la demanda de revisión por el solo mérito de los do-
cumentos presentados, sin perjuicio de lo establecido en el numeral 23.2.
Si la Corte Superior no emite resolución al término de los sesenta (60) días hábiles desde la presentación de la
demanda, se mantendrá la suspensión del procedimiento de ejecución coactiva, inclusive durante el trámite
del recurso de apelación ante la Corte Suprema a que se refiere el numeral 23.8, siempre que el demandante
a su elección, presente en el proceso póliza de caución, carta fianza irrevocable, incondicional y de ejecución
inmediata, emitida por un Banco local de primer orden a nombre de la entidad acreedora por el importe de
la obligación renovable cada seis (6) meses, o efectúe la consignación del monto exigido ante el Banco de la
Nación, a nombre de la Corte Superior de Justicia. La ejecución de la póliza de caución, carta fianza o la en-
trega al Ejecutor Coactivo de los fondos consignados solo procederá cuando medie orden judicial expresa”.
172
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
La competencia es definida por Devis Echandía como la facultad de cada juez o ma-
gistrado para jamar la jurisdicción en determinados asuntos y dentro de cierto terri-
torio. Explica el citado autor que si bien todos los jueces y magistrados ejercen ju-
risdicción, entendida como la facultad para administrar justicia dicha jurisdicción es
distribuida entre los diversos jueces de manera que esta es el género, y la compe-
tencia, la especie(5). Existen factores pare atribuir la competencia como son la ma-
teria la cuantía y el territorio, siendo relevantes para el caso bajo análisis la compe-
tencia funcional, esto es, la derivada de la clase de funciones que realiza el juez en
el proceso según la instancia(6) y la territorial.
Como se ha señalado precedentemente, la Ley de Procedimiento de Ejecución
Coactiva ha establecido la competencia territorial y funcional para el proceso de
revisión judicial, y previsto que su tramitación sea mediante el proceso contencio-
so-administrativo de acuerdo con las reglas del proceso sumarísimo contemplado
en el artículo 23 de le Ley que regula el Proceso Contencioso-Administrativo, cuyo
Texto Único Ordenado ha sido aprobado por el Decreto Supremo N° 013-2008-
JUS, actualmente denominado proceso urgente, contemplado en el artículo 26 de
esta última norma. En ese sentido, se tiene que para la tramitación del proceso de
revisión judicial son de aplicación las normas que regulan el proceso contencioso-
administrativo, según el proceso urgente (sumarísima), sin perjuicio de las normas
previstas para dicho proceso por la Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva.
Al ser la competencia un presupuesto procesal, por regla general, su falta debe ser
advertida y declarada por los jueces de oficio(7). En ese sentido, el artículo 12 de la
citada Ley que regula el Proceso Contencioso-Administrativo, aplicable al proceso
de revisión judicial según lo indicado precedentemente, dispone que cuando se in-
terponga la respectiva demanda, el juez o sala que se considere incompetente con-
forme a ley, remitirá de oficio los actuados al órgano jurisdiccional que correspon-
da, bajo sanción de nulidad de lo actuado por el juez o sala incompetente(8).
Ahora bien, de conformidad con las normas que regulan el proceso de revisión ju-
dicial, la sola presentación de la demanda produce el efecto de la suspensión au-
tomática del procedimiento de ejecución coactiva y es ella el levantamiento de las
medidas cautelares que se hubieran trabado en el mismo.
(5) Al respecto, véase: DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Teoría General del Proceso. Tomo I. Editorial Universidad,
Buenos Aires, 1984, p. 134. En igual sentido, véase: COUTURE, Eduardo. Fundamentos del Derecho Procesal
Civil. Depalma, Buenos Aires,1990, p. 29.
(6) De acuerdo con la competencia funcional, el modo de conocimiento de los jueces se encuentra distribuido
de acuerdo con sus distintas categorías. Así, explica el citado autor, hay jueces de primera y segunda instan-
cia y competencia especial para la resolución de recursos. Este factor corresponde entonces a un citado de
distribución vertical de la competencia. En este sentido véase: DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Ob. cit., p. 138.
(7) Sobre al particular véase. lbídem, p. 150.
(8) El artículo 12 dispone lo siguiente:
“En aquellos casos en los que se interponga demanda contra las actuaciones a las que se refiere el artículo
4, el juez o Sala que se considere incompetente conforme a ley remitirá de oficio los actuados al órgano ju-
risdiccional que corresponda, baja sanción de nulidad de lo actuado por el Juez o Sala incompetente”.
173
PERCY BARDALES CASTRO
174
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
que hubiere recaído medida cautelar de embargo, así como efectuar nuevas reten-
ciones, bajo responsabilidad, mientras dure la suspensión del procedimiento”. Así
para que los terceros se abstengan de efectuar retenciones o de entregar bienes
embargados, bastará que el obligado les entregue una copia simple del cargo de
presentación de la demanda, siendo que a dichos terceros no se les exige obliga-
ción alguna de verificar si la demanda ha sido presentada ante la autoridad judicial
competente.
Por lo tanto, a efectos de la suspensión del procedimiento de ejecución coactiva y,
por lo tanto, del levantamiento de las medidas cautelares que se hubiesen trabado,
basta que se presente la demanda de revisión judicial ante el órgano jurisdiccional,
sin que pare ello sea obstáculo el haberla presentado ante una autoridad que no
sea la competente.
Cabe indicar que presentada dicha demanda de revisión judicial, el Tribunal Fiscal
no podrá conocer aquellas quejas formuladas al amparo del artículo 155 del Texto
Único Ordenado del Código Tributario aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-
EF(9), que se encuentren referidas a la legalidad del mismo procedimiento de ejecu-
ción coactiva, debiendo inhibirse de su conocimiento, pues esta será revisada por
la autoridad judicial que asuma competencia”.
Que el criterio antes citado tiene carácter vinculante para todos los vocales de este Tri-
bunal, según lo establecido por el acuerdo recogido en el Acta de Reunión de Sala Ple-
na N° 2002-10 de 17 de setiembre de 2002.
Que, asimismo, conforme con el referido Acuerdo de Sala Plena, corresponde que la
presente resolución se emita con el carácter de observancia obligatoria, y se dispon-
ga su publicación en el diario oficial El Peruano de conformidad con el artículo 154 del
Código Tributario, que dispone que las resoluciones del Tribunal Fiscal que interpre-
ten de modo expreso y con carácter general el sentido de normas tributarias, así como
las emitidas en virtud del artículo 102, constituirán jurisprudencia de observancia obli-
gatoria para los órganos de la Administración Tributaria, mientras dicha interpretación
no sea modificada por el mismo Tribunal, por vía reglamentaria o por ley, debiéndo-
se señalar en la resolución correspondiente dicho carácter y disponerse su publicación
en el diario oficial.
Que dado que en el presente caso el quejoso ha optado por la vía de la revisión judi-
cial a efectos de que se emita pronunciamiento sobre la legalidad de los referidos pro-
cedimientos de ejecución coactiva seguidos en su contra, y en consecuencia, al haber
asumido competencia el Poder Judicial, corresponde que esta instancia tome cono-
cimiento respecto, tal como ha dejado establecido este Tribunal en las Resoluciones
N° 01144.1.2008 y N° 06909-5-2006 de 29 de enero del 2008 y 19 de diciembre de
175
PERCY BARDALES CASTRO
RESUELVE:
2. Declarar que de acuerdo con el artículo 154 del Texto Único Ordenado del Código
Tributario aprobado por el Decreto Supremo N° 135-99-EF, la presente resolución
constituye precedente de observancia obligatoria, disponiéndose su publicación en
el diario oficial El Peruano en cuanto establece el siguiente criterio:
176
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
RTF 5
RTF. N° 01380-1-2006
EXPEDIENTE Nº : 880-2006
INTERESADO :
Ybis Haydee de la Torre Castro
ASUNTO :
Queja
PROCEDENCIA : La Molina-Lima
FECHA :
Lima, 15 de marzo de 2006
Vista la queja interpuesta por YBIS HAYDEE DE LA TORRE CASTRO contra la Ejecuto-
ria Coactiva de la Municipalidad Distrital de La Molina, por iniciarle un procedimiento
de cobranza coactiva sin haberle notificado previamente los valores en que se sustenta;
CONSIDERANDO:
Que respecto de lo alegado por la quejosa en el sentido que los valores materia del
procedimiento de cobranza coactiva no han sido notificados conforme a ley, es preciso
anotar que se han presentado dos interpretaciones acerca de la competencia del Tri-
bunal Fiscal para pronunciarse sobre dicho aspecto, vía recurso de queja: 1) No proce-
de que el Tribunal Fiscal en la vía de queja se pronuncie sobre la validez de la notifica-
ción de los valores y/o resoluciones emitidos por la Administración Tributaria, cuando
la deuda tributaria materia de queja se encuentra en cobranza coactiva, y 2) Procede
que el Tribunal Fiscal en la vía de queja se pronuncie sobre la validez de la notificación
de los valores y/o resoluciones emitidos por la Administración Tributaria; cuando la
deuda tributaria materia de queja se encuentra en cobranza coactiva.
Que la segunda posición es la que ha sido adoptada por este Tribunal mediante acuer-
do recogido en el Acta de Reunión de Sala Plena N° 2006-09 del 15 de marzo de 2006,
por los fundamentos siguientes:
177
PERCY BARDALES CASTRO
“De conformidad con lo establecido por los artículos 101 y 155 del Código Tributa-
rio, mediante el acuerdo adoptado por el Pleno según consta en el Acta de Reunión
de Sala Plena N° 2003-24 se delimitó la competencia del Tribunal Fiscal respecto
del recurso de queja, estableciéndose que este procede en los siguientes casos: (i)
contra las actuaciones de la Administración que afecten indebidamente al deudor
y, (ii) contra las actuaciones que constituyan una infracción a cualquier norma que
incida en la relación jurídica tributaria, aún cuando no esté contenida en el Código
Tributario.
El artículo 104 del Texto Único Ordenado del Código Tributario aprobado por De-
creto Supremo N° 135-99-EF y modificado por Decreto Legislativo N° 953, estable-
ce que los actos de la Administración Tributaria deben ser notificados de acuerdo
con las modalidades que se señalan en el citado artículo, de lo contrario la diligen-
cia de notificación no surtirá efectos legales.
Por su parte, el artículo 115 del anotado Código señala que la deuda exigible dará
lugar a las acciones de coerción para su cobranza, considerando, entre otros su-
puestos, como deuda exigible: (i) a la establecida mediante resolución de determi-
nación o de multa notificada por la Administración y no reclamada en el plazo de
ley, (ii) a la establecida por resolución no apelada en el plazo de ley o por resolu-
ción del Tribunal Fiscal y (iii) la que conste en orden de pago notificada conforme
a ley. Seguidamente, el artículo 116 numeral 1) del citado cuerpo legal señala que
la Administración Tributaria, a través del ejecutor coactivo, ejerce las acciones de
coerción para el cobro de las deudas exigibles, incluyendo expresamente como
una de sus facultades, el verificar la exigibilidad de la deuda tributaria a fin de
iniciar el procedimiento de cobranza coactiva.
De otro lado, el artículo 119 del citado Código señala que una vez iniciado el pro-
cedimiento de cobranza coactiva pueden producirse determinadas situaciones que
obliguen al ejecutor coactivo a suspenderlo temporalmente o darlo por concluido.
El citado artículo también dispone que, excepcionalmente, el ejecutor coactivo de-
berá suspender temporalmente el citado procedimiento cuando medien circuns-
tancias que evidencien que la cobranza contenida en órdenes de pago podría ser
improcedente siempre que la reclamación hubiese sido interpuesta dentro del pla-
zo de 20 días hábiles de notificadas estas.
178
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
De lo expuesto, se puede concluir que una deuda tributaria solo será exigible para
efectos del procedimiento de cobranza coactiva, siempre que hubiera sido notifi-
cada conforme a ley, aspecto que compete verificar al ejecutor coactivo por man-
dato expreso del artículo 116 del Código Tributario citado. También le compete al
ejecutor, verificar la validez de la notificación del acto administrativo que contiene
la deuda tributaria para efecto de establecer si existe un recurso impugnativo en
trámite conforme con los plazos de ley y proceder a la conclusión o suspensión del
procedimiento de cobranza coactiva, según corresponda, conforme con lo previsto
por el artículo 119 del citado Código Tributario y el artículo 16.1 de la Ley de Pro-
cedimiento de Ejecución Coactiva, Ley N° 26979, modificada por la Ley N° 28165.
En el caso que dicho ejecutor no cumpla con efectuar la verificación que le compe-
te y prosiga con la cobranza coactiva de una deuda tributaria que no es exigible por
no haber sido notificada válidamente o por existir causales de suspensión o conclu-
sión del procedimiento de cobranza coactiva, entre otras, las vinculadas a la validez
del acto de notificación, es derecho del ejecutado presentar un recurso de queja
ante el Tribunal Fiscal, entidad que conforme con lo previsto por el artículo 155 del
Código Tributario debe pronunciarse respecto de las actuaciones de la Administra-
ción que afecten indebidamente al deudor, lo que incluye el emitir pronunciamien-
to sobre la validez de la notificación del acto administrativo que contiene la deuda
tributaria cuya cobranza coactiva se pretende y que justamente es cuestionada por
el ejecutado y según el artículo 38 de la Ley N° 26979 debe determinar si existen
actuaciones o procedimientos del ejecutor o auxiliar coactivo que lo afecten direc-
tamente e infrinjan lo establecido en el capítulo referido a la cobranza coactiva de
deudas tributarias de gobiernos locales.
Sostener la incompetencia del Tribunal Fiscal para conocer vía queja la validez de
la notificación de una deuda tributaria cuya cobranza coactiva se encuentra en
trámite y, de ser el caso, disponer que tal cuestionamiento se ventile en un proce-
dimiento contencioso, implicaría que el ejecutado quede en una situación de inde-
fensión, no solo porque debería esperar que concluya el procedimiento contencio-
so administrativo para determinar la validez de la notificación cuando el ejecutado
se encuentra dentro del plazo para impugnar, sino que además podría suceder que
se prosiga con la cobranza coactiva de una deuda tributaria que nunca resultó exi-
gible por no haberse notificado y por lo tanto tampoco pueda ejercerse válidamen-
te el derecho para contradecirla. Además, debe tenerse en cuenta que en estos su-
puestos, no habría causal para suspender aún temporalmente la cobranza coactiva.
179
PERCY BARDALES CASTRO
Que el citado criterio tiene carácter vinculante para todos los vocales de este Tribunal,
de conformidad con lo establecido por el acuerdo recogido en el Acta de Reunión de
Sala Plena N° 2002-10, suscrita con fecha 17 de setiembre de 2002.
Que respecto al caso de autos, el inciso d) del numeral 16.1 del artículo 16 de la Ley de
Procedimiento de Ejecución Coactiva, concordado con el artículo 31 de la misma nor-
ma, señala que ninguna autoridad administrativa o política podrá suspender el proce-
dimiento de ejecución coactiva, con excepción del ejecutor que deberá hacerlo, bajo
responsabilidad, cuando, entre otros, se haya omitido la notificación al obligado, del
acto administrativo que sirve de título para la ejecución.
Que el inciso a) del artículo 104 del Texto Único Ordenado del Código Tributario apro-
bado por Decreto Supremo N° 135-99-EF, modificado por Decreto Legislativo N° 953,
establece que la notificación de los actos administrativos se realizará por correo certifi-
cado o por mensajero, en el domicilio fiscal, con acuse de recibo o con certificación de
la negativa a la recepción efectuada por el encargado de la diligencia.
Que agrega el citado inciso, que el acuse de recibo deberá contener, como mínimo:
(i) apellidos y nombres, denominación o razón social del deudor tributario, (ii) número
de RUC del deudor tributario o número del documento de identificación que corres-
ponda, (iii) número de documento que se notifica, (iv) nombre de quien recibe la no-
tificación, así como la firma o la constancia de la negativa, (v) fecha en que se realiza
la notificación.
Que mediante Proveído N° 00055-1-2006 del 24 de enero de 2006, este Tribunal so-
licitó a la Administración que informará sobre los hechos que motivan la queja, y que
remitiera, entre otros documentos, copias autenticadas de la Resolución de Determi-
nación N° 00489-2005 y de la Resolución de Multa N° 00491-2005, así como sus res-
pectivos cargos de notificación, otorgándosele para tal efecto un plazo de siete (7) días
hábiles.
180
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Que de la revisión del acuse de recibo de los citados valores se advierte que la Admi-
nistración ha realizado la referida diligencia en el domicilio ubicado en el Jirón Huanca-
velica N° 278 - Departamento N° 501 - Cercado de Lima, que de acuerdo con la infor-
mación consignada en los mencionados valores no corresponde al domicilio fiscal de
la quejosa, el cual se ubica en el Jirón Huancavelica N° 279 - Departamento N° 501 -
Cercado de Lima.
Con las vocales Casalino Manarelli, Barrantes Takata, e interviniendo como vocal po-
nente la vocal Cogorno Prestinoni;
RESUELVE:
2. Declarar que de acuerdo con el artículo 154 del Texto Único Ordenado del Códi-
go Tributario aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF, la presente Resolución
constituye precedente de observancia obligatoria disponiéndose su publicación en
el diario oficial El Peruano en cuanto establece el siguiente criterio:
181
PERCY BARDALES CASTRO
RTF 6
RTF, N° 12880-4-2008
EXPEDIENTE Nº : 8626-2008
INTERESADO :
Víctor Manuel Galarreta Quiroz
ASUNTO :
Queja
PROCEDENCIA : La Victoria - Lima
FECHA :
7 de noviembre de 2008
VISTA la queja presentada por VÍCTOR MANUEL GALARRETA QUIROZ contra el eje-
cutor y auxiliar coactivos de la Municipalidad Distrital de La Victoria, por haberle inicia-
do indebidamente un procedimiento de ejecución coactiva.
CONSIDERANDO:
Que el quejoso sostiene que se le ha trabado embargo en forma de retención en la
cuenta bancaria en la que le depositan su pensión, por deudas de arbitrios municipales
de los años 2003 y 2004, no obstante que la deuda del año 2003 se encuentra prescri-
ta y la del año 2004 está cancelada.
Que asimismo indica que la acción para exigir el pago de la deuda por arbitrios muni-
cipales del año 2003 prescribió el 2 de enero de 2008, dado que la notificación de los
valores emitidos por dicho tributo y periodo no interrumpieron el plazo prescriptorio,
por cuanto no se realizó conforme a ley, y que no obstante haber deducido la prescrip-
ción ante el propio ejecutor coactivo el 7 de abril de 2008, a la fecha este no ha cum-
plido con emitir pronunciamiento.
Que en respuesta al Proveído N° 01873-4-2008, la Administración remitió el Informe
N° 101-2008 EC-JLCH/MDLV, en el que señala que mediante Resolución de Ejecución
Coactiva N° 008531-2007 GEC/MDLV, se inició al quejoso un procedimiento de ejecu-
ción coactiva seguido con Expediente N° 008531-2007, respecto de la deuda conteni-
da en las Resoluciones de Determinación N°s 205493-2007 SGRC/GR/MDLV a 205502-
2007 SGRC/GR/MDLV, emitidas por arbitrios municipales de los años 2003 y 2004.
Que indica que el quejoso con fecha 29 de mayo de 2008 canceló parcialmente la deu-
da por arbitrios municipales del año 2004, que trabó embargo en forma de retención
bancaria por la suma de S/. 1,800.00 mediante Resolución Coactiva N° Dos, y que en
virtud de esta última, el 30 de julio de 2008 recibió del Banco Continental un cheque
por dicha suma, el cual fue devuelto a la referida entidad bancaria con fecha 8 de agos-
to de 2008, debido a la interposición de la presente queja.
182
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
183
PERCY BARDALES CASTRO
184
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
inaplicada por este Tribunal, de modo que de acuerdo con el criterio contenido en la
citada Resolución N° 6950-5-2006, no procede emitir pronunciamiento sobre su vali-
dez, por lo que corresponde verificar la legalidad del procedimiento de ejecución coac-
tiva materia de queja.
Que de la copia autenticada del cargo de recepción de las Resoluciones de Determina-
ción N° 205493-2007 SGRC/GR/MDLV a 205502-2007 SGRC/GR/MDLV, de fojas 37, se
advierte que la diligencia de notificación se efectuó el 3 de julio de 2007, y que la per-
sona con quien se entendió la diligencia recibió los documentos pero se negó a iden-
tificarse y a firmar la referida constancia, consignándose el nombre, documento de
identidad y firma del notificador, por lo que tal diligencia se encuentra de acuerdo a lo
dispuesto en el inciso a) del artículo 104 del Código Tributario.
Que toda vez que el quejoso no interpuso recurso impugnatorio contra los referidos
valores, conforme con lo señalado por la Administración en el Informe N° 2101-2008
EC-JLCH/MDLV, de fojas 51 y 52, y que aquel no acreditó lo contrario, la deuda conte-
nida en dichos valores constituía deuda exigible coactivamente en los términos del ar-
tículo 25 de la Ley N° 26979.
Que en tal sentido, la Administración procedió el 2 de octubre de 2007 a dar inicio al
procedimiento de ejecución coactiva de los referidos valores mediante la Resolución
de Ejecución Coactiva N° 008531-2007 GEC/MDLV, cuya copia certificada del cargo de
notificación obra a foja 50, en la que se advierte que el notificador consignó los datos
de identificación de la persona con la que se entendió la diligencia así como su nega-
tiva a firmar, diligencia que se encuentra conforme con lo previsto en el artículo 21 de
la Ley del Procedimiento Administrativo General, por lo que el referido procedimien-
to se inició de acuerdo a ley, en consecuencia, corresponde declarar infundada la que-
ja en este extremo.
Que se aprecia de autos que el quejoso invocó la prescripción de la acción de la Admi-
nistración para exigir el pago de la deuda por arbitrios municipales del año 2003 ante
el ejecutor coactivo el 7 de abril de 2008, de fojas 13, a fin que se suspendiera la co-
branza, sin embargo, este en lugar de pronunciarse derivó dicha solicitud a la Geren-
cia de Rentas, dependencia que mediante Resolución de Gerencia N° 01907-2008-GR-
MDLV del 22 de abril de 2008 de fojas 24 y 25, declaró improcedente la solicitud de
prescripción de la deuda por arbitrios municipales del año 2003.
Que al respecto mediante Resolución N° 1194-1-2006, publicada en el diario oficial El
Peruano el 22 de marzo de 2006, con el carácter de jurisprudencia de observancia obli-
gatoria, este Tribunal ha establecido que procede que en vía de queja se pronuncie so-
bre la prescripción de la acción de la Administración para exigir el pago de una deuda
que se encuentra en cobranza coactiva, siempre que previamente, el quejoso la hubie-
ra deducido ante el ejecutor coactivo, pues solo así podrá determinarse si este había
infringido el procedimiento de cobranza.
Que, sin embargo, con relación a si el Tribunal Fiscal es competente para pronunciarse
en la vía de la queja en los casos que el deudor solicita la suspensión del procedimien-
to de ejecución coactiva alegando la prescripción ante el ejecutor coactivo y aquel de-
riva dicha solicitud a otra área con el fin de dar inicio a un procedimiento no conten-
cioso, se han suscitado dos interpretaciones.
185
PERCY BARDALES CASTRO
Que la primera interpretación señala que sí procede que el Tribunal Fiscal en vía de
queja se pronuncie sobre la prescripción de la acción de la Administración para deter-
minar la obligación tributaria, así como la acción para exigir su pago y aplicar sancio-
nes, cuando ha sido opuesta al ejecutor coactivo al encontrarse la deuda tributaria en
cobranza coactiva y este le da trámite de solicitud no contenciosa, conforme a los si-
guientes fundamentos recogidos en el informe anexo al acta de Reunión de Sala Plena
N° 2008-32 del 31 de octubre de 2008:
“De acuerdo con lo establecido por el artículo 101 del Texto Único Ordenado del Códi-
go Tributario, aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF, y modificatorias, el Tribu-
nal Fiscal es competente para resolver las quejas que presenten los deudores tributa-
rios, contra las actuaciones o procedimientos que los afecten directamente o infrinjan
lo establecido en dicho código, así como los que se interpongan de acuerdo con la
Ley General de Aduanas, su reglamento y disposiciones administrativas en materia
aduanera.
Asimismo, el artículo 155 de la citada norma establece que la queja se presenta cuan-
do existan actuaciones o procedimientos que afecten directamente o infrinjan lo esta-
blecido en dicho código.
De conformidad con lo expuesto, mediante el acuerdo recogido en Acta de Sala Ple-
na N° 2003-24 del 9 de diciembre de 2003, se delimitó la competencia del Tribunal Fis-
cal respecto de la queja, estableciéndose que esta procede contra las actuaciones de
la Administración que afecten indebidamente al deudor o contra las actuaciones que
constituyan una infracción a cualquier norma que incida en la relación jurídica tributa-
ria, aun cuando no esté contenida en el Código Tributario.
De dicho modo, de los supuestos que habilitan la interposición de la queja se aprecia
que su naturaleza es la de un remedio procesal que ante la afectación o posible vulne-
ración de los derechos o intereses del deudor tributario por actuaciones indebidas de
la Administración o por la sola contravención de las normas que inciden en la relación
jurídica tributaria, permite corregir las actuaciones y reencauzar el procedimiento bajo
el marco de lo establecido en las normas correspondientes, alejándose del carácter de
recurso impugnativo de los actos administrativos(2).
Respecto de la prescripción deducida en un procedimiento de cobranza coactiva, en la
Resolución del Tribunal Fiscal N° 1194-1-2006(3), que constituye precedente de obser-
vancia obligatoria, se ha establecido como criterio vinculante que procede que el Tri-
bunal Fiscal en vía de queja se pronuncie sobre la prescripción de la acción de la Admi-
nistración Tributaria para determinar la obligación tributaria, así como la acción para
exigir su pago y aplicar sanciones, cuando la deuda tributaria materia de queja se en-
cuentra en cobranza coactiva.
El citado criterio fue recogido en el Acta de Sala Plena N° 06-2006 del 6 de marzo
de 2006, en la cual se precisa que cuando el administrado no hubiera deducido la
(2) En este sentido, véase la Resolución del Tribunal Fiscal N° 4187-3-2004 del 22 de junio de 2004, que consti-
tuye jurisprudencia de observancia obligatoria.
(3) Publicada el 22 de marzo de 2006.
186
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
En efecto, si el ejecutor coactivo tiene el deber de verificar que la deuda sea exigible
coactivamente y omite analizar si la deuda ha prescrito, ello implicaría que el citado
funcionario ha omitido tal verificación, contraviniendo así las reglas del procedimien-
to y afectando indebidamente al deudor, lo cual da competencia al Tribunal Fiscal para
emitir un pronunciamiento al respecto en la vía de la queja.
(4) Esto, en el entendido de que la prescripción no puede ser declarada de oficio sino solo a pedido de parte, al
amparo de lo dispuesto por el artículo 47 del Código Tributario. Por lo tanto, ante la solicitud planteada, la
falta de respuesta por parte del ejecutor coactivo conlleva a que este no se pronuncie sobre la exigibilidad de
la deuda puesta a cobro y, en consecuencia, se presenta una infracción al procedimiento.
(5) Al respecto, se debe tener en cuenta que en la Resolución del Tribunal Fiscal
N° 08862-2-2004 del 16 de noviembre de 2004, publicada el 27 de noviembre del mismo año, se ha esta-
blecido como criterio de observancia obligatoria que procede discutir en la vía de queja la calificación efec-
tuada por la Administración Tributaria respecto de los escritos presentados por los administrados, en tanto
dicha actuación puede representar una infracción al procedimiento tributario.
187
PERCY BARDALES CASTRO
(6) En ese sentido, mediante la Resolución del Tribunal Fiscal N° 6302-4-2008 del 20 de mayo del 2008, se re-
solvió la apelación interpuesta contra una resolución que declaró improcedente la prescripción opuesta por
un deudor tributario ante el ejecutor coactivo, quien no se pronunció al respecto sino que derivó tal solici-
tud a otro órgano de la Administración Tributaria para que se inicie un procedimiento no contencioso. En di-
cha resolución del Tribunal Fiscal, se estableció que el ejecutor coactivo era quien debía pronunciarse sobre la
prescripción y no correspondía que a tal pedido se le diera trámite de solicitud no contenciosa por lo que de
conformidad con lo dispuesto por el numeral 2) del artículo 109 del Código Tributario, el cual dispone que
son nulos los actos de la Administración dictados prescindiendo del procedimiento legal establecido, decla-
ró nula la apelada, indicándose además que mediante otra resolución del mismo Tribunal se había analizado
la prescripción alegada por el recurrente.
(7) En este sentido, véase las Resoluciones del Tribunal Fiscal N°s 4383-4-2006 del 11 de agosto de 2006, 5874-
1-2007 del 27 de junio de 2007, 8509-3-2008 del 11 de julio de 2008, 5629-7-2008 del 29 de abril de 2008
y 4579-2-2008 del 8 de abril de 2008.
188
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
determinar la obligación tributaria, así como la acción para exigir su pago y aplicar san-
ciones, cuando ha sido opuesta al ejecutor coactivo al encontrarse la deuda tributa-
ria en cobranza coactiva y este le da trámite de solicitud no contenciosa, siendo esta
última interpretación la que ha sido adoptada por mayoría por este Tribunal según el
Acuerdo de Sala Plena contenido en el Acta de Reunión de Sala Plena N° 2008-32 del
31 de octubre de 2008.
Que el referido criterio ha sido adoptado por los fundamentos siguientes:
“De acuerdo con lo establecido por el artículo 101 del Texto Único Ordenado del
Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF, y modificatorias,
el Tribunal Fiscal es competente para resolver las quejas que presenten los deudo-
res tributarios, contra las actuaciones o procedimientos que los afecten directa-
mente o infrinjan lo establecido en dicho código, así como los que se interpongan
de acuerdo con la Ley General de Aduanas, su reglamento y disposiciones adminis-
trativas en materia aduanera.
Asimismo, el artículo 155 de la citada norma establece que la queja se presenta
cuando existan actuaciones o procedimientos que afecten directamente o infrinjan
lo establecido en dicho código.
De conformidad con lo expuesto, mediante el acuerdo recogido en Acta de Sala
Plena N° 2003-24 del 9 de diciembre de 2003, se delimitó la competencia del Tri-
bunal Fiscal respecto de la queja, estableciéndose que esta procede contra las ac-
tuaciones de la Administración que afecten indebidamente al deudor o contra las
actuaciones que constituyan una infracción a cualquier norma que incida en la re-
lación jurídica tributaria, aun cuando no esté contenida en el Código Tributario.
Por otro lado, en la Resolución del Tribunal Fiscal N° 3047-4-2003, que constitu-
ye jurisprudencia de observancia obligatoria(8), se ha señalado que: ‘El Tribunal Fis-
cal no debe a través de un recurso de queja pronunciarse respecto de aquellos ca-
sos en los que existe un procedimiento específico en trámite, en el cual se ventila
el asunto controvertido. Aseverar lo contrario implicaría que en ambas vías, la de la
queja y la contenciosa, se meritúe paralelamente un mismo asunto controvertido,
lo que conllevaría a una duplicidad de fallos los que a su vez podrían ser contradic-
torios–, restándole seguridad jurídica al procedimiento”.
Respecto de la prescripción deducida en un procedimiento de cobranza coactiva, en la
Resolución del Tribunal Fiscal N° 1194-1-2006(9), que constituye precedente de obser-
vancia obligatoria, se ha establecido como criterio vinculante que procede que el Tri-
bunal Fiscal en vía de queja se pronuncie sobre la prescripción de la acción de la Admi-
nistración Tributaria para determinar la obligación tributaria, así como la acción para
exigir su pago y aplicar sanciones, cuando la deuda tributaria materia de queja se en-
cuentra en cobranza coactiva.
189
PERCY BARDALES CASTRO
El citado criterio fue recogido en el Acta de Sala Plena N° 06-2006 del 6 de marzo de
2006, en la cual se precisa que cuando el administrado no hubiera deducido la pres-
cripción ante el ejecutor coactivo y lo haga directamente ante el Tribunal Fiscal en vía
de queja, no podrá ampararse esta última, y que por el contrario, si el ejecutor coac-
tivo omite pronunciarse sobre la prescripción deducida por el deudor tributario o de-
niega el pedido del administrado, este puede plantear una queja ante el Tribunal Fiscal
para que se pronuncie sobre la falta de exigibilidad de la deuda en cobranza por haber
prescrito las acciones de la Administración(10).
En el supuesto planteado, habiendo el deudor tributario invocado la prescripción ante
el ejecutor coactivo, este deriva la solicitud formulada a otra área de la Administración
Tributaria para que se inicie un procedimiento no contencioso, sin emitir pronuncia-
miento al respecto.
De dicho modo, cuando el deudor tributario plantea la queja por la falta de suspensión
del procedimiento de cobranza coactiva y el no pronunciamiento del citado ejecutor,
ya existe un procedimiento no contencioso en trámite en el que se verificará si se ha
producido la prescripción de la acción de la Administración Tributaria.
Es así que la existencia de tal procedimiento impide que el Tribunal Fiscal emita pro-
nunciamiento en la vía de la queja. El fundamento de lo expuesto se encuentra en el
principio de seguridad jurídica pues sostener lo contrario implicaría que tanto en el
procedimiento de queja como en el referido procedimiento no contencioso se analice
el mismo asunto controvertido, lo que podría conllevar a una duplicidad de fallos que
inclusive pueden ser contradictorios.
De esa manera, si el ejecutor coactivo procede a derivar la solicitud del deudor tributa-
rio referente a la prescripción para que se dé inicio a un procedimiento no contencioso
y este se encuentra en trámite cuando se presenta la queja, el Tribunal Fiscal no puede
analizar si la acción de la Administración se encuentra prescrita.
Igualmente, si cuando se formula la queja se puede verificar que el procedimiento no
contencioso al que se ha hecho referencia ya cuenta con una resolución cuyo parecer
ha sido adoptado por el ejecutor coactivo, cabe afirmar también que el Tribunal Fiscal
está impedido de emitir pronunciamiento sobre la prescripción en dicha vía.
En efecto, en el supuesto planteado, el citado Tribunal no podría pronunciarse en con-
tra de lo decidido en el procedimiento no contencioso respecto de la prescripción(11),
pues ello equivaldría a cuestionar en vía de queja una resolución formalmente emiti-
da, lo cual es improcedente.
(10) Esto, en el entendido que la prescripción no puede ser declarada de oficio sino solo a pedido de parte, al am-
paro de lo dispuesto por el artículo 47 del Código Tributario. Por lo tanto, ante la solicitud planteada, la fal-
ta de respuesta por parte del ejecutor coactivo conlleva que este no se pronuncie sobre la exigibilidad de la
deuda puesta a cobro y en consecuencia, se presenta una infracción al procedimiento.
(11) Piénsese, por ejemplo, en el caso de que la Administración Tributaria haya declarado infundada la solicitud
de declaración de prescripción, que el ejecutor coactivo no suspenda el procedimiento de cobranza coactiva
fundamentándose en tal resolución y el Tribunal Fiscal considere que la prescripción sí se ha producido y que
por lo tanto debe ser declarada.
190
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Que según el criterio antes expuesto, dado que en el caso de autos el ejecutor coactivo
no ha emitido pronunciamiento sobre la prescripción alegada no obstante que le co-
rrespondía hacerlo, la queja deviene en fundada en dicho extremo, sin embargo, toda
vez que la Administración ha emitido la Resolución de Gerencia N° 01907-2008-GR-
MDLV de 22 de abril de 2008 (fojas 24 y 25), pronunciándose sobre la prescripción ale-
gada en la vía del procedimiento no contencioso tributario, no corresponde emitir pro-
nunciamiento en esta instancia al respecto, y se deja a salvo el derecho del quejoso de
impugnar la citada resolución, por lo que la queja resulta improcedente en tal extremo.
(12) Al respecto, el artículo 109 del Código Tributario establece que los actos de la Administración Tributaria son
nulos cuando son dictados prescindiendo totalmente del procedimiento legal establecido.
(13) Sobre el particular, debe considerarse que la resolución emitida en el procedimiento no contencioso surtirá
efectos en cuanto no sea declarada su invalidez por la autoridad administrativa o jurisdiccional, según co-
rresponda, de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 10 de la Ley del Procedimiento Administrativo Gene-
ral, Ley N° 27444, siendo que tal invalidez no puede ser declarada en la vía de la queja.
191
PERCY BARDALES CASTRO
Que en cuanto a los extremos referidos al embargo en forma de retención sobre cuen-
ta bancaria y cancelación de deuda en cobranza coactiva, a efecto de resolver definiti-
vamente la presente queja, procede requerir a la Administración que en el plazo máxi-
mo de siete (7) días hábiles, contado a partir del día siguiente de notificada la presente
resolución, remita en un documento único e integral lo siguiente: 1) Informe docu-
mentado con relación al embargo trabado en forma de retención bancaria hasta por la
suma de S/.1,800.00, ordenado contra el quejoso mediante Resolución Coactiva N° Dos
de fecha 2 de julio de 2008, precisando, si verificó si la retención efectuada correspon-
de a una cuenta en la que se abonan las pensiones del quejoso y de ser así, si ha teni-
do en consideración lo dispuesto en el numeral 6 del artículo 648 del Código Procesal
Civil, y 2) informe documentado respecto al monto actual al que asciende la deuda del
quejoso y si ha tenido en consideración los pagos que habrían sido efectuados con fe-
cha 29 de mayo de 2008 de fojas 5 a 12, y precise la forma de imputación de los pa-
gos realizados.
Con las vocales Flores Talavera, Pinto de Aliaga y Márquez Pacheco, e interviniendo
como ponente la vocal Márquez Pacheco.
RESUELVE:
5. DECLARAR que de acuerdo con el artículo 154 del Texto Único Ordenado del Códi-
go Tributario, aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF, la presente Resolución
constituye precedente de observancia obligatoria, disponiéndose su publicación en
el diario oficial El Peruano en cuanto establece el siguiente criterio:
“No procede que el Tribunal Fiscal en vía de queja se pronuncie sobre la prescrip-
ción de la acción de la Administración Tributaria para determinar la obligación tri-
butaria, así como la acción para exigir su pago y aplicar sanciones, cuando ha sido
opuesta al ejecutor coactivo al encontrarse la deuda tributaria en cobranza coactiva
y este le da trámite de solicitud no contenciosa”.
192
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
RTF 7
RTF. N° 01194-1-2006
EXPEDIENTE Nº : 245-2006
INTERESADO :
Lucy Angelina Rodríguez
Zamora de Maldonado
ASUNTO :
Queja
FECHA :
Lima, 7 de marzo de 2006
CONSIDERANDO:
Que la quejosa alega que las deudas tributarias, que son materia del procedimiento de
ejecución coactiva que se sigue en su contra, a la fecha se encuentran prescritas, y que
la Administración ha ordenado una medida cautelar de embargo en forma de depósi-
to con extracción respecto a bienes de propiedad de un tercero.
Que el numeral 38.1 del artículo 382 de la Ley de Procedimiento de Ejecución Coac-
tiva, aprobada por Ley N° 26979, modificado por la Ley N° 28165, dispone que el obli-
gado podrá interponer recurso de queja ante el Tribunal Fiscal contra las actuaciones
o procedimientos del ejecutor o auxiliar que lo afecten directamente o infrinjan el de-
bido procedimiento de ejecución coactiva para obligaciones tributarias de los gobier-
nos locales.
Que respecto a lo alegado por la quejosa en el sentido que las deudas materia del pro-
cedimiento de cobranza coactiva se encuentran prescritas, es preciso anotar que se ha
presentado dos interpretaciones acerca de la competencia del Tribunal Fiscal para pro-
nunciarse sobre dicho aspecto, vía recurso de queja: 1) No procede que el Tribunal Fis-
cal en vía de queja se pronuncie sobre la prescripción de la acción de la Administra-
ción Tributaria para determinar la obligación tributaria, así como la acción para exigir
su pago y aplicar sanciones, cuando la deuda tributaria materia de queja se encuen-
tra en cobranza coactiva, y 2) Procede que el Tribunal Fiscal en vía de queja se pronun-
cie sobre la prescripción de la acción de la Administración Tributaria para determinar la
193
PERCY BARDALES CASTRO
obligación tributaria, así como la acción para exigir su pago y aplicar sanciones, cuan-
do la deuda tributaria materia de queja se encuentra en cobranza coactiva.
Que la segunda posición es la que ha sido adoptada por este Tribunal mediante acuer-
do recogido en el Acta de Reunión de Sala Plena N° 2006-06 del 6 de marzo de 2006,
por los fundamentos siguientes:
En efecto, si el ejecutor coactivo ejerce las acciones de coerción para el cobro de las
deudas exigibles, y tiene por función verificar la exigibilidad de la deuda tributa-
ria a fin de iniciar el procedimiento de cobranza coactiva –conforme lo establecen
los artículos 114 y siguientes del Código Tributario–, está facultado a pronunciarse
sobre la prescripción de la exigibilidad de la deuda que invoque el administrado en
dicho procedimiento.
(1) El artículo 43 del Texto Único Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-
EF, señala que la acción de la Administración Tributaria para determinar la obligación tributaria, así como la
acción para exigir su pago y aplicar sanciones prescribe a los cuatro (4) años, y a los seis (6) años para quie-
nes no hayan presentado la declaración respectiva.
(2) MARTÍN CÁCERES, Adriana Fabiola. La Prescripción del Crédito Tributario. Instituto de Estudios Fiscales-Mar-
cial Pons, Ediciones Jurídicas S.A., Madrid, 1994, pp. 204 y 208.
194
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
De conformidad con lo dispuesto en los artículos 101 y 155 del Texto Único Orde-
nado (TUO) del Código Tributario aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF y
en el artículo 38 de la Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva, Ley N° 26979, el
Tribunal Fiscal es competente para resolver las quejas presentadas por actuaciones
o procedimientos de la Administración Tributaria que afectan a los administrados.
Habida cuenta que el artículo 47 del Código Tributario dispone que la prescripción
solo puede ser declarada a pedido del deudor tributario –de lo cual se infiere que
no cabe ser declarada de oficio por el ejecutor coactivo–, la queja formulada por el
deudor tributario será merituada por el Tribunal Fiscal en la medida que previamen-
te el quejoso haya invocado la prescripción de la deuda puesta a cobro ante el eje-
cutor coactivo a efecto de suspender el procedimiento de cobranza, considerando
que solo así dicho Tribunal podrá verificar la infracción de dicho procedimiento.
Por lo expuesto, cabe considerar que en la vía de la queja el Tribunal Fiscal es com-
petente para emitir pronunciamiento sobre la prescripción de la acción de la Admi-
nistración Tributaria para determinar la obligación tributaria, así como la acción
para exigir su pago y aplicar sanciones, cuando la deuda tributaria se encuentre en
cobranza coactiva”.
195
PERCY BARDALES CASTRO
Que el citado criterio tiene carácter vinculante para todos los vocales de este Tribunal,
de conformidad con lo establecido por el acuerdo recogido en el Acta de Reunión de
Sala Plena N° 2002-10, suscrita con fecha 17 de setiembre de 2002.
Que en ese orden de ideas tampoco deben tramitarse aquellos recursos de queja en
los que no obre en el expediente el escrito original.
Que a efecto de emitir pronunciamiento en torno a los extremos del presente recurso
de queja, procede que además de lo ya requerido y de la documentación que obra en
el expediente formado, la Administración remita: 1) un informe sobre los hechos ma-
teria del recurso de queja, 2) precise el trámite otorgado a los escritos presentados por
la quejosa el 14 de noviembre y 12 de diciembre de 2005, precisando si los órganos
correspondientes de la Municipalidad Distrital de Santiago de Surco han emitido pro-
nunciamiento en torno a ellos, y 3) indique la forma en que determinó el o los domici-
lios fiscales y/o procesales en donde realizó la notificación de cada uno de los valores y
resoluciones de ejecución coactiva materia de cobranza, precisando la fecha exacta en
que se produjo cada cambio, de ser el caso, remitiendo la documentación sustentato-
ria correspondiente a toda la información que brinde.
196
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Con las vocales Cogorno Prestinoni, León Pinedo a quien se llamó para completar Sala,
e interviniendo como vocal ponente la vocal Casalino Mannarelli;
RESUELVE
2. Declarar que de acuerdo con el artículo 154 del Texto Único Ordenado del Códi-
go Tributario aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF, la presente resolución
constituye precedente de observancia obligatoria disponiéndose su publicación en
el diario oficial El Peruano en cuanto establece el siguiente criterio:
197
PERCY BARDALES CASTRO
I1
SUMILLA:
Informe N° 003-2008-SUNAT/2B0000
MATERIA:
En relación con las normas que regulan la aplicación del Sistema de Pago de Obligacio-
nes Tributarias con el Gobierno Central, se consulta si la bonificación adicional al pre-
cio de venta inicialmente pactado, que se encuentra obligado a pagar el comprador de
chatarra(1) a su proveedor cuando este sobrepasa ciertos topes de venta predetermi-
nados, se encuentra incluido dentro del importe de la operación, y por ende, si dicho
concepto se encuentra sujeto al mencionado sistema.
BASE LEGAL:
• Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 940, referente al Sistema de Pago
de Obligaciones Tributarias con el Gobierno Central (SPOT), aprobado por el Decre-
to Supremo N° 155-2004-EF(2) (en adelante, TUO del Decreto Legislativo N° 940).
ANÁLISIS:
El artículo 3 del TUO del Decreto Legislativo N° 940 establece que se entenderán por
operaciones sujetas al SPOT, entre otras, a la venta de bienes muebles o inmuebles,
prestación de servicios o contratos de construcción gravados con el IGV y/o ISC o cuyo
ingreso constituya renta de tercera categoría para efecto del Impuesto a la Renta.
(1) Para efecto del presente Informe, se entiende por “chatarra” a los bienes comprendidos en el literal b) del
numeral 6) del Anexo 2 de la Resolución de Superintendencia N° 183-2004/SUNAT, cuya venta se encuentra
sujeta al SPOT.
(2) Publicado el 14/11/2004, y norma modificatoria.
(3) Publicada el 15/08/2004, y normas modificatorias.
198
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Agrega el citado inciso que, en el caso de la venta de bienes, cuando la suma a la que
se refiere el párrafo anterior sea inferior al valor de mercado determinado de acuerdo
con el artículo 32 de la Ley del Impuesto a la Renta(4), se considerará este último, in-
cluidos el IGV e ISC según corresponda, de conformidad con lo dispuesto en el último
párrafo del inciso l) del artículo 1 del TUO del Decreto Legislativo N° 940.
Así pues, en el caso materia de consulta, se tiene que la bonificación que paga el com-
prador de chatarra a su proveedor es una suma adicional al precio de venta inicial-
mente pactado, cuyo abono está condicionado al hecho que el proveedor sobrepase
ciertos topes de venta predeterminados. En consecuencia, dicha suma adicional forma
parte de la suma total que queda obligado a pagar el adquirente de los bienes.
CONCLUSIÓN:
(4) Cuyo Texto Único Ordenado fue aprobado por el Decreto Supremo N° 179-2004-EF, publicado el 08/12/2004,
y normas modificatorias.
199
PERCY BARDALES CASTRO
I2
SUMILLA:
El Ejecutor Coactivo no deberá suspender el Procedimiento de Cobranza Coactiva de
las Órdenes de Pago, durante el plazo que se otorgue al contribuyente para cumplir
con el requerimiento de pago previo dispuesto en el artículo 136 del TUO del Código
Tributario, cuando el reclamo es presentado dentro del plazo de 20 días hábiles de no-
tificada la Orden de Pago pero sin acreditar otras circunstancias que evidencien que la
cobranza podría ser improcedente.
Informe N° 074-2008-SUNAT/2B0000
MATERIA:
Se consulta si el Ejecutor Coactivo deberá suspender el Procedimiento de Cobran-
za Coactiva de las Órdenes de Pago, durante el plazo que se otorgue al contribuyente
para cumplir con el requerimiento de pago previo dispuesto en el artículo 136 del Tex-
to Único Ordenado del Código Tributario, cuando el reclamo es presentado dentro del
plazo de 20 días de notificada la Orden de Pago pero sin acreditar otras circunstancias
que puedan evidenciar que la cobranza podría ser improcedente, de acuerdo a lo esta-
blecido en el numeral 3 inciso a) del artículo 119 del Código Tributario.
BASE LEGAL:
• Texto Único Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo
N° 135-99-EF, publicado el 19/08/1999 y normas modificatorias (en adelante, TUO
del Código Tributario).
ANÁLISIS:
1. De acuerdo con lo establecido en el inciso d) del artículo 115 del TUO del Código
Tributario, se considera deuda exigible que dará lugar a las acciones de coerción
para su cobranza, a la que conste en Orden de Pago notificada conforme a ley.
Por su parte, el artículo 119 del citado TUO dispone que ninguna autoridad ni órga-
no administrativo, político, ni judicial podrá suspender o concluir el Procedimiento
de Cobranza Coactiva en trámite con excepción del Ejecutor Coactivo quien debe-
rá actuar conforme a lo establecido en dicho artículo, esto es, atendiendo a los su-
puestos de suspensión o conclusión que en él se detallan.
Así, el numeral 3 del inciso a) del artículo en mención señala que el Ejecutor Coac-
tivo suspenderá temporalmente el Procedimiento de Cobranza Coactiva, excepcio-
nalmente, tratándose de Órdenes de Pago, y cuando medien otras circunstancias
que evidencien que la cobranza podría ser improcedente y siempre que la reclama-
ción se hubiera interpuesto dentro del plazo de veinte (20) días hábiles de notifi-
cada la Orden de Pago. En este caso, la Administración deberá admitir y resolver la
200
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
reclamación dentro del plazo de noventa (90) días hábiles, bajo responsabilidad del
órgano competente.
2. De otro lado, el segundo párrafo del artículo 136 del TUO del Código Tributario dis-
pone que para interponer reclamación contra la Orden de Pago es requisito acre-
ditar el pago previo de la totalidad de la deuda tributaria actualizada hasta la fecha
en que se realice el pago, excepto en el caso establecido en el numeral 3 del inciso
a) del artículo 119 del citado TUO.
Ahora bien, el primer párrafo del artículo 140 del citado TUO del Código Tributario,
que regula la subsanación de requisitos de admisibilidad, señala que la Administra-
ción Tributaria notificará al reclamante para que, dentro del término de quince (15)
días hábiles, subsane las omisiones que pudieran existir cuando el recurso de recla-
mación no cumpla con los requisitos para su admisión a trámite.
3. Como se puede apreciar de las normas antes glosadas, la deuda tributaria conteni-
da en una Orden de Pago notificada conforme a ley es exigible coactivamente, sin
que la interposición de un recurso de reclamación contra dicho acto modifique tal
circunstancia, tan es así que según lo dispuesto en el artículo 136 del TUO del Có-
digo Tributario, para la admisión a trámite del referido recurso debe acreditarse,
como regla general, el pago previo de la totalidad de la deuda.
Es solo por excepción, en aquellos casos en que existan circunstancias que eviden-
cien que el cobro de la deuda podría resultar improcedente, y siempre que la recla-
mación contra la Orden de Pago se hubiera interpuesto dentro del plazo de veinte
días hábiles de notificado dicho acto, que el Ejecutor Coactivo suspenderá tem-
poralmente la cobranza coactiva. De verificarse dichas condiciones, y también por
excepción, procederá además que se admita a trámite el recurso de reclamación
interpuesto contra la Orden de Pago, sin acreditar el pago previo de la deuda con-
tenida en la misma(5)
4. En tal sentido, toda vez que en el supuesto materia de consulta no concurren las
condiciones antes mencionadas, al no haberse acreditado que median circunstan-
cias que evidencien la improcedencia del cobro, no procederá que el Ejecutor Coac-
tivo suspenda temporalmente el Procedimiento de Cobranza Coactiva de confor-
midad con lo establecido en el numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del TUO del
Código Tributario; aun cuando el reclamo hubiera sido presentado oportunamente.
(5) Sin perjuicio del cumplimiento de los demás requisitos establecidos en el TUO del Código Tributario para su
admisión a trámite.
201
PERCY BARDALES CASTRO
dicho plazo la citada Orden de Pago deje de ser exigible, más aún cuando no exis-
te norma alguna que disponga la suspensión del Procedimiento de Cobranza Coac-
tiva durante el plazo en mención.
CONCLUSIÓN:
202
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
I3
Informe N° 006-2011-SUNAT/2B0000
MATERIA:
Se consulta si, al amparo de lo dispuesto en el numeral 3 del inciso a) del artículo 119
del Texto Único Ordenado del Código Tributario, procede la suspensión del procedi-
miento de cobranza coactiva de la Orden de Pago en los casos en que el contribuyen-
te hubiese interpuesto recurso de reclamación dentro del plazo de 20 días hábiles de
notificada la misma, aduciendo la existencia de circunstancias que evidencian la impro-
cedencia de la cobranza.
BASE LEGAL:
• Texto Único Ordenado (TUO) del Código Tributario; aprobado por el Decreto Su-
premo N° 135-99-EF, publicado el 19/8/1999 y normas modificatorias.
ANÁLISIS:
1. El numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del TUO del Código Tributario seña-
la que el Ejecutor Coactivo suspenderá temporalmente el Procedimiento de Co-
branza Coactiva, excepcionalmente, tratándose de Órdenes de Pago, y cuando me-
dien otras circunstancias que evidencien que la cobranza podría ser improcedente
y siempre que la reclamación se hubiera interpuesto dentro del plazo de veinte (20)
días hábiles de notificada la Orden de Pago. En este caso, la Administración deberá
admitir y resolver la reclamación dentro de plazo de noventa (90) días hábiles, bajo
responsabilidad del órgano competente.
De otro lado, el segundo párrafo del artículo 136 del citado TUO dispone que para
interponer reclamación contra la Orden de Pago es requisito acreditar el pago pre-
vio de la totalidad de la deuda tributaria actualizada hasta la fecha en que se reali-
ce el pago, excepto en el caso establecido en el numeral 3 del inciso a) del artículo
119 del citado TUO.
Asimismo, el primer párrafo del artículo 1-40 del TUO bajo comentario, que regula
la subsanación de requisitos de admisibilidad, señala que la Administración Tribu-
taria notificará al reclamante para que, dentro del término de quince (15) días há-
biles, subsane las omisiones que pudieran existir cuando el recurso de reclamación
no cumpla con los requisitos para su admisión a trámite.
2. En relación con las citadas normas, el Tribunal Fiscal ha señalado en la Resolución
N° 15607-5-2010(1) que: “Si bien el examen de la existencia o no de las circunstan-
cias que evidencian que la cobranza de las órdenes de pago reclamadas podría ser
(1) En la citada Resolución, dicho Tribunal ha establecido como criterio de observancia obligatoria que:
(...) ”Procede que el Tribunal Fiscal ordene la suspensión del procedimiento de Cobranza Coactiva si con pos-
terioridad a la interposición del recurso de reclamación se hubiera continuado con dicho procedimiento sin
que se haya notificado previamente la resolución que declare inadmisible dicha reclamación por no haberse
acreditado el pago previo”.
203
PERCY BARDALES CASTRO
improcedente, a que se refiere el numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del TUO del
Código Tributario, no corresponde ser analizado en vía de queja, no menos cierto es
que esta norma condiciona la continuación del procedimiento de cobranza coactiva
a que se dilucide por parte de la Administración –en la etapa de reclamación– la exis-
tencia o no de dichas circunstancias, lo que implica que el ejecutor solo esté faculta-
do a continuar con la cobranza si previamente el contribuyente fue notificado con la
resolución que declara inadmisible dicha reclamación por la inexistencia de las anota-
das circunstancias y por haber incumplido este con efectuar el pago previo”.
Se añade en dicha Resolución que: (...) “La suspensión del procedimiento coactivo
se mantendrá hasta que se emita pronunciamiento en el procedimiento contencio-
so tributario respecto a la admisión a trámite del recurso de reclamación. En tal sen-
tido, solo en la medida que exista una resolución declarando inadmisible el recur-
so de reclamación interpuesto contra la orden de pago, y que dicha resolución sea
debidamente notificada al contribuyente, el ejecutor coactivo se encontrará facul-
tado a continuar con el procedimiento de cobranza coactiva”.
CONCLUSIÓN:
Al amparo de lo dispuesto en el numeral 3 del inciso a) del artículo 119 del TUO del
Código Tributario, procede la suspensión del procedimiento de cobranza coactiva de
la Orden de Pago en los casos en que el contribuyente hubiese interpuesto recurso de
reclamación dentro del plazo de 20 días hábiles de notificada la misma, aduciendo la
existencia de circunstancias que evidencian la improcedencia de la cobranza.
24 de enero de 2011.
204
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
I4
SUMILLA:
Informe N° 042-2005-SUNAT/2B0000
MATERIA:
BASE LEGAL:
• Texto Único Ordenado del Código Tributario, aprobado mediante Decreto Supremo
N° 135-99-EF, publicado el 19/08/1999 y normas modificatorias (en adelante, TUO
del Código Tributario).
• Ley Nº 27335 - Ley que modifica diversos artículos del Código Tributario y extingue
sanciones tributarias, publicada el 31/07/2000.
(1) Para efectos de la presente consulta se parte de la premisa que la misma se encuentra referida al pago de la
deuda impugnada.
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ANÁLISIS:
Asimismo, el artículo 115 del TUO del Código Tributario señala los casos en que la
deuda tributaria es exigible y, por lo tanto, podrán iniciarse las acciones de coerción
para su cobranza(3).
Debe tenerse en cuenta que, conforme al numeral 2 del artículo 109 del TUO del
Código Tributario son nulos los actos dictados prescindiendo totalmente del pro-
cedimiento legal establecido.
(2) Así lo dispone el inciso 1) del artículo 116 del TUO del Código Tributario.
(3) Dicho artículo indica que se considera deuda exigible:
a. La establecida mediante Resolución de Determinación o de Multa notificadas por la Administración y no
reclamadas en el plazo de ley.
b. La establecida por Resolución no apelada en el plazo de ley, o por Resolución del Tribunal Fiscal.
c. La constituida por la amortización e intereses de la deuda materia de aplazamiento o fraccionamiento pen-
dientes de pago, cuando se incumplen las condiciones bajo las cuales se otorgó ese beneficio.
d. La que conste en Orden de Pago notificada conforme a ley.
e. Las costas y los gastos en que la Administración hubiera incurrido en el Procedimiento de Cobranza Coac-
tiva y en la aplicación de sanciones no pecuniarias de conformidad con las normas vigentes.
También es deuda exigible coactivamente, los gastos incurridos en las medidas cautelares previas trabadas
al amparo de lo dispuesto en los artículos 56 al 58 siempre que se hubiera iniciado el Procedimiento de Co-
branza Coactiva conforme a lo dispuesto en el primer párrafo del artículo 117, respecto de la deuda tributa-
ria comprendida en las mencionadas medidas.
Para el cobro de las costas se requiere que estas se encuentren fijadas en el Arancel de Costas del Procedi-
miento de Cobranza Coactiva que se apruebe mediante resolución de la Administración Tributaria; mien-
tras que para el cobro de los gastos se requiere que estos se encuentren sustentados con la documentación
correspondiente. Cualquier pago indebido o en exceso de ambos conceptos será devuelto por la Administra-
ción Tributaria.
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LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
del Código Tributario por haber sido impugnados oportunamente, los actos dicta-
dos durante el trámite de dicho procedimiento serán nulos(4), correspondiendo dar
a este por concluido.
Sobre el particular, el numeral 3 del artículo 137 del TUO del Código Tributario se-
ñala que cuando las Resoluciones de Determinación y de Multa se reclamen venci-
do el término de veinte (20) días hábiles, deberá acreditarse el pago de la totalidad
de la deuda tributaria que se reclama, actualizada hasta la fecha de pago, o presen-
tar carta fianza bancaria o financiera por el monto de la deuda actualizada hasta
por 6 (seis) meses posteriores a la fecha de la interposición de la reclamación, con
una vigencia de 6 (seis) meses, debiendo renovarse por periodos similares dentro
del plazo que señale la Administración.
Por su parte, el quinto párrafo del artículo 146 del TUO del Código Tributario dis-
ponen que la apelación será admitida vencido el plazo señalado en el primer pá-
rrafo de dicho artículo(5), siempre que se acredite el pago de la totalidad de la deu-
da tributaria apelada actualizada hasta la fecha de pago o se presente carta fianza
bancaria o financiera por el monto de la deuda actualizada hasta por seis (6) meses
posteriores a la fecha de la interposición de la apelación, y se formule dentro del
término de seis (6) meses contados a partir del día siguiente a aquel en que se efec-
tuó la notificación certificada. La referida carta fianza debe otorgarse por un perio-
do de seis (6) meses y renovarse por periodos similares dentro del plazo que señale
la Administración. La carta fianza será ejecutada si el Tribunal Fiscal confirma o re-
voca en parte la resolución apelada, o si esta no hubiese sido renovada de acuerdo
a las condiciones señaladas por la Administración Tributaria. Los plazos señalados
en seis (6) meses variarán a nueve (9) meses tratándose de la apelación de resolu-
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Como se puede apreciar de las normas antes glosadas, la normatividad del TUO del
Código Tributario ha establecido, según el caso, la posibilidad de que, aun cuando
se hubiera vencido el plazo para presentar el recurso de impugnación oportuna-
mente, el deudor tributario pueda interponer tal recurso en forma extemporánea
siempre que se acredite el pago de la totalidad de la deuda que se impugna o se
presente carta fianza bancaria o financiera por el monto de la deuda contenida en
el acto administrativo.
En tal sentido, toda vez que, mientras no se verifique alguna causal para ejecutar
la carta fianza, la Administración Tributaria se encuentra temporalmente impedida
de cobrar la deuda objeto del Procedimiento de Cobranza Coactiva, dicho procedi-
miento deberá ser suspendido hasta que pueda realizarse la cobranza señalada.
(6) El cual establece que el Ejecutor Coactivo deberá dar por concluido el procedimiento, levantar los embargos
y ordenar el archivo de los actuados, cuando la deuda haya quedado extinguida por cualquiera de los me-
dios señalados en el artículo 27 del TUO del Código Tributario.
(7) Para dicho efecto, debe tenerse en cuenta que la deuda debe encontrarse completamente cancelada, así
como las costas y gastos, de conformidad con lo señalado en el quinto párrafo del artículo 117 del TUO del
Código Tributario, el cual señala que “el ejecutado está obligado a pagar a la Administración las costas y
gastos originados en el Procedimiento de Cobranza Coactiva desde el momento de la notificación de la Re-
solución de Ejecución Coactiva, salvo que la cobranza se hubiese iniciado indebidamente. Los pagos que se
realicen durante el citado procedimiento deberán imputarse en primer lugar a las costas y gastos antes men-
cionados, de acuerdo a lo establecido en el arancel aprobado y siempre que los gastos hayan sido liquida-
dos por la Administración Tributaria, la que podrá ser representada por un funcionario designado para dicha
finalidad”.
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LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
CONCLUSIONES:
209
General
LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Índice
Introducción........................................................................................................ 5
Capítulo 1
Deuda exigible coactivamente
Capítulo 2
Inicio del procedimiento
de cobranza coactiva
211
PERCY BARDALES CASTRO
Capítulo 3
Suspensión y conclusión del
procedimiento de cobranza coactiva
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LA EJECUCIÓN COACTIVA EN LA JURISPRUDENCIA TRIBUTARIA
Capítulo 4
Medios impugnatorios contra los actos y
actuaciones de ejecutor coactivo
Jurisprudencia y
consultas institucionales
JTC 1 Exp. N° 0417-2005-AA/TC-Junín
Henry Smith Bonilla Tolentino........................................................ 65
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