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Shock Obstructivo Informe
Shock Obstructivo Informe
Fisiopatología
Etiología
Signos y síntomas
Diagnóstico
Pronóstico y tratamiento
- Tratamiento general
Conclusión
Bibliografía
INTRODUCCIÓN: GENERALIDADES DE
SHOCK
El shock es un estado de hipoperfusión de los órganos que produce disfunción y muerte
celular. Los mecanismos pueden incluir una disminución del volumen circulante,
disminución del gasto cardíaco y vasodilatación, a veces con derivación de la sangre que
saltea los lechos de intercambio capilar. Los síntomas incluyen alteraciones del estado
mental, taquicardia, hipotensión y oliguria. El diagnóstico es clínico, incluyendo medición
de la presión arterial y en ocasiones marcadores de hipoperfusión tisular. El tratamiento
consiste en la reanimación con líquidos, incluyendo hemoderivados si es necesario,
corrección de la enfermedad subyacente, y a veces vasopresores.
- Etiología y clasificación:
Shock hipovolémico.
Shock distributivo.
Shock séptico.
Shock cardiogénico.
Shock obstructivo.
Shock hemorrágico.
DEFINICIÓN: SHOCK OBSTRUCTIVO
En el shock obstructivo existe una enfermedad subyacente que provoca un impedimento
mecánico, es decir, se produce una falla en el llenado diastólico, producto de la compresión
del corazón y las estructuras circundantes, perdiendo la distensibilidad la cual no permite
el llenado o vaciamiento de los ventrículos, lo que conlleva a una reducción del gasto
cardiaco y una disminución secundaria de la perfusión sistémica. Cabe recalcar que el
impedimento mecánico no depende de una alteración intrínseca del miocardio.
La mayoría de las causas que ocasionan shock obstructivo son por obstrucción del tracto de
salida del ventrículo derecho, por consiguiente, una disfunción del ventrículo derecho.
ETIOLOGÍA
La principal causa de un shock obstructivo es la obstaculización de un llenado cardíaco
adecuado, es decir, existe una patología subyacente que genera un impedimento mecánico
adecuado del corazón, lo que genera un perfil hemodinámico característico con una
reducción del gasto cardíaco y una disminución secundaria de la perfusión sistémica.
El taponamiento debido a traumatismo implica ruptura de cámara cardíaca, que suele ser
mortal antes de que los pacientes pueden ser llevados para recibir tratamiento.
2. Neumotórax a tensión:
Las causas incluyen la ventilación mecánica (más comúnmente) y neumotórax simple (sin
complicaciones) con lesión pulmonar que no logra sellar un traumatismo torácico
penetrante o cerrado o canulación venosa central fallida.
La embolia pulmonar es la oclusión de una arteria pulmonar por trombos que se originan
en otra parte, típicamente en las grandes venas de las piernas o la pelvis. Los factores de
riesgo para la embolia pulmonar incluyen aquellos trastornos que comprometen el retorno
venoso, los que causan lesión o disfunción endotelial y los estados de hipercoagulación
subyacentes.
Los síntomas de la embolia pulmonar son inespecíficos e incluyen disnea, dolor torácico
pleurítico y, en casos más graves, mareos, presíncope, síncope o paro cardiorrespiratorio.
Los signos también son inespecíficos y pueden incluir taquipnea, taquicardia, y en casos más
graves, hipotensión.
La tensión arterial no siempre está disminuida en las primeras etapas de shock (aunque si
éste no se revierte, finalmente se produce hipotensión). De manera similar, no todos los
pacientes con tensión arterial “baja” tienen shock. El grado y las consecuencias de la
hipotensión varían con la adecuación de la compensación fisiológica y la enfermedad de
base del paciente.
- Compensación:
- Reperfusión:
En una etapa inicial donde se ponen en marcha una serie de mecanismos que tratan de
preservar las funciones de órganos vitales (corazón y sistema nervioso central) a expensas
de una vasoconstricción de órganos no vitales (piel, músculos, riñón, área esplácnica).
También se intenta mantener el GC aumentando la frecuencia cardiaca y la contractilidad.
El volumen efectivo intravascular se mantiene mediante el cierre arteriolar precapilar, con
lo que se favorece la entrada de líquido desde el espacio intersticial al intravascular. Desde
el punto de vista clínico se aprecia desaparición progresiva de las venas de dorso de manos
y pies, frialdad y palidez cutánea y sequedad de mucosas, debilidad muscular y oliguria. En
esta fase la presión arterial suele estar dentro de los límites normales. Si en este momento
se actúa enérgicamente contra la causa y se usa una terapia de soporte adecuada, el
pronóstico será bueno.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
Se reconoce a un paciente en shock por la presencia de signos de mala perfusión en piel,
riñones y sistema nervioso. Los signos tempranos son taquicardia y vasoconstricción
cutánea, aumentando la frecuencia cardiaca, piel pálida, sudorosa y fría, llene capilar mayor
a dos segundos. Se puede diferenciar entre signos tempranos y tardíos del shock:
Taquicardia
Taquipnea
Pulso periférico débil o saltón
Retraso del llenado capilar mayor de 2 segundos
Piel pálida o fría
Presión de pulso reducida
Oliguria
Los criterios de diagnóstico específicos incluyen obnubilación, frecuencia cardíaca > 100,
frecuencia respiratoria > 22, hipotensión (presión arterial sistólica < 90 mm Hg) o un
descenso de 30 mm Hg en la presión arterial basal, y diuresis < 0,5 mL/kg/h.
Sin embargo, ninguno de estos datos es diagnóstico por sí solo, y debe evaluarse cada uno
según su tendencia (mejora o empeora) y en el contexto clínico, incluyendo los signos
físicos.
Las pruebas de imagen son de mayor importancia. La radiografía de tórax puede revelar
neumotórax. El angioescáner puede confirmar el embolismo pulmonar. En las pruebas
ecográficas se pueden visualizar los signos del taponamiento cardíaco, tumor cardíaco,
trombo intracardíaco, neumotórax o de trombosis venosa relacionada con el embolismo
pulmonar.
I. Tratamiento general:
1. Soporte respiratorio:
2. Soporte circulatorio:
3. Fluidoterapia:
4. Fármacos utilizados:
Adrenalina:
Noradrenalina:
Posee efecto beta-1 a dosis bajas, pero a las dosis empleadas habitualmente tiene un
potente efecto alfa-1, produciendo una vasoconstricción que es especialmente útil para
elevar la PA.
Dopamina:
Dobutamina:
Es una catecolamina sintética que actúa sobre los receptores beta-1 y beta-2, aumenta la
contractilidad miocárdica, elevando el GC y por su efecto beta-2 disminuye ligeramente las
RVS. No modifica la presión arterial.
Pericardiocentesis.
Contraindicaciones:
- Evitar puncionar en sitios con lesiones dermatológicas.
- Derrame pericárdico traumático asociado a inestabilidad hemodinámica (indicación
de toracotomía de urgencia).
- Rotura miocárdica.
- Disección aórtica.
- Trastornos severos de la hemostasia.
Descripción de la técnica:
Cuidados de enfermería:
- En pacientes con catéter colocado en el pericardio, mantener vigilancia del drenaje
y de posible desplazamiento del mismo.
- Monitorización ECG (arritmias, PCR, IAM).
- Vigilancia del sitio de punción.
2) Neumotórax a tensión:
3) Embolismo pulmonar:
- Anticoagulación inicial.
a) Heparina no fraccionada intravenosa: Tiene una vida media corta (útil cuando el
potencial de sangrado se considera mayor que lo habitual) y se revierte con
protamina. Se administra un bolo inicial de heparina no fraccionada, seguida por
una infusión de heparina dosificada según protocolo para lograr un TTP activado de
1,5 a 2,5 veces el control normal. Por lo tanto, la heparina no fraccionada requiere
hospitalización continua para ser administrada. Además, la farmacocinética de la
heparina no fraccionada es relativamente impredecible, lo que resulta en períodos
frecuentes de anticoagulación excesiva y otros de anticoagulación insuficiente, y
que requiere frecuentes ajustes de la dosis.
b) Heparina de bajo peso molecular SC: Las heparinas de bajo peso molecular están
generalmente contraindicadas en pacientes con insuficiencia renal grave
(depuración de creatinina < 30 mL/minuto). Las heparinas de bajo peso molecular
se revierten parcialmente con protamina.
c) Fondaparinux SC: Es un reciente antagonista del factor Xa. Se puede utilizar en la
trombosis venosa profunda aguda en lugar de la heparina o la heparina de bajo peso
molecular. Las ventajas incluyen la administración de dosis fijas una o dos veces al
día, sin necesidad de monitorear el grado de anticoagulación y con menor riesgo de
trombocitopenia.
- Mantenimiento de la anticoagulación.
Warfarina.
Inhibidor de la trombina oral.
Heparina de bajo peso molecular SC.