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Resumen Vida de Consumo Zygmunt Bauman
Resumen Vida de Consumo Zygmunt Bauman
La gran mayoría de las personas consume de manera rutinaria y sin pensarlo dos veces,
consiste en una actividad tan antigua como el hombre mismo.
El consumo y todas las actividades que lo rodean han impulsado todas las formas de vida
que tienen las relaciones humanas y sus patrones de funcionamiento, pero es importante
notar que el consumo se ha convertido en consumismo.
Max weber plantea que los tipos ideales son las herramientas utilizadas para analizar la
realidad, a pesar de su naturaleza abstracta permiten la descripción de una realidad social
empírica.
La sociedad moderna consumista se caracteriza por una renegociación del significado del
tiempo, donde el tiempo no es lineal como lo era en otras sociedades sino es “puntillista” es
decir está constituido por un sin número de puntos donde cada uno de ellos encierra una
oportunidad, que en el caso que no se tome no se repetirá, es un tiempo acelerado, donde
cada punto debe ser dejado atrás y pasar a otro, debemos eliminarlo y remplazarlo. En esta
sociedad desear que el tiempo se detenga es una estupidez, ya que se debe progresar
constantemente. Además que almacenar era una característica que podía aún existir en otras
sociedades pero en esta sociedad no se almacena si no que se elimina.
Un aspecto que no puede ser dejado de lado es que en la economía consumista la oferta
excede la demanda. Existe un exceso de información, y se lucha por captar la atención de
las personas, asimismo una melancolía por parte de las personas por no poder elegir.
Las personas son percibidas como seres incompletos e imperfectos ante la comparación de
las cosas y objetos que se han creado. Por lo tanto no se trata de un miedo a no adaptarse
por parte de las personas sino un miedo a ser inadecuado.
Los templos de consumo son lugares donde las personas adquieren aquellos productos que
prometen ser herramientas para aumentar su propio valor, es decir el valor más favorable
que se pueda dentro de ese mercado. El consumo vendría dado en la naturaleza propia del
ser humano a demás de ser un derecho, el principal y básico.
Para ser un consumidor se debe ser primero un producto, esto se puede observar en las
grandes empresas donde los empleados son vistos como productos que pueden llegar a
desecharse y cambiarse.
En la sociedad de productores se daba prioridad al largo plazo y las necesidades de todos,
donde los impulsos del hombre eran reprimidos por lo que la sociedad dicta, en cambio en
la sociedad de consumidores la prioridad está enfocada a lo inmediato y a las partes.
Las personas gastan más allá de lo que tienen viven a base de créditos, esto es lo normal, la
actividad del ahorro ha sido dejada y olvidada, lo que se quiere en esta sociedad es la
satisfacción inmediata.
C. Cultura consumista
Los dos antagónicos planteados por Freud el principio de realidad y del placer, hoy se han
invertido. Anteriormente el principio de realidad obedecía a su esencia social, pero al ser la
sociedad de consumo individual ha abandonado este principio y se ha unido al principio del
placer en esencia también individual. Vivimos en el estado de emergencia, ya que el
consumismo trae consigo la ilusión de poder conquistar el tiempo, solo la falta de dinero
puede igualarse a la falta de tiempo en la preocupaciones de hoy en día.
Existe la promesa de la posibilidad de nacer de nuevo, de varios inicios dentro de una sola
vida, cosa que puede observarse en la cirugía estética, y esta se ha convertido en un estilo
de vida en esta sociedad de consumismo.
Esta sociedad ha desencadenado que no exista un apego hacia las cosas, ya que las
empresas educan a sus futuros clientes hacia la mentalidad de la eliminación, por lo tanto el
verdadero sentido de la libertad no está en alcanzar lo que se desea, sino en deshacerse de
lo indeseado.
El mundo de los consumidores ha sido colonizado por los teléfonos celulares, las
computadoras y el internet, a través de estas plataformas tecnológicas y virtuales las
personas construyen identidades, pero que no son reales ya que no pueden mantenerse fuera
de esta, la causa de esto es la necesidad de cumplir con la demanda de volverse productos
atractivos. La facilidad que otorga el vivir en comunidades de guardarropa donde uno
ingresa y sale sin problemas, es que no se interactúa directamente.
D. Daños colaterales del consumismo
Los daños colaterales no son términos exclusivos del terreno de la política, hace mención al
desligue de responsabilidades, por esto el daño colateral más grave es el que está admitido
para la promoción de intereses económicos.
Entre los daños colaterales causados por la cultura consumista están: la materialización del
amor, donde los regalos son una compensación a la ausencia; y la creación de una nueva
categoría de población la infraclase, que está conformada personas de naturaleza muy
diversa como: mendigos, drogadictos, alcohólicos o desempelados, el punto común que
tienen es que son pobres.
Los pobres son excluidos no porque son desempleados sino porque no son consumidores.
Al ser considerados una molestia son también indeseables, por esto se los aleja de la vista
de los otros miembros de la sociedad, se los deporta si es posible o se los encierra en
cárceles.
Cada entorno social produce sus propias visiones de los peligros que amenazan su
integridad, en el estado moderno clásico el peligro era la revolución, pero actualmente la
amenaza es el aumento de criminalidad, que es producto propio de la sociedad de consumo.
El aumento de la conducta criminal no significa un obstáculo para la consecución de una
sociedad de consumo plena y generalizada, sino que se convierten en una especie de
cloacas por donde se escurren los efluvios de la seducción del consumismo.
El concepto de infraclase fue acuñado por Gunnar Myrdal en 1963 con un significado
diferente al que se le da hoy, el término estaba dirigido a los peligros de la falta de trabajo a
causa de la incapacidad de la sociedad para garantizar condiciones de vida, en
contraposición ahora hace referencia el a un grupo de personas ajenas a la sociedad, que
hostiles e incorregibles.
Esta visión fue reforzada con las investigaciones de Ken Auletta donde la infraclase es vista
como rechazadora de los valores corrientes, por lo tanto su condición se justifica por sus
comportamientos antisociales y desviados, entonces la pobreza no es la responsable del
descenso a la infraclase sino que la causante es la conducta individual y la elección de ésta.
Los temas de importancia en el ámbito político han dejado de ser la prioridad de los
ciudadanos, esta apatía política se explica en que las personas han dejado de ser ciudadanos
para convertirse en consumidores.
I. CONCLUSIONES
El éxito del consumismo radica en dos elementos básicamente: el primero está en que
promete, aparentemente, la gratificación de los deseos inmediatamente, pero sin embargo el
consumismo sólo incrementa el volumen y la intensidad de los deseos, por esto el consumo
en esta época se lo realiza de manera rutinaria e irracional, no sólo porque las personas
gastan más allá de lo que tienen, sino porque se sobrepone lo novedoso sobre lo útil; y el
segundo en los pilares de la educación, esto al menos en la mayoría de población menor a
los 40 años, ya que al haber crecido ésta sólo bajo el modelo del consumismo y haber sido
educados para ser consumidores, adiestrados si se quiere sin importar el género o la edad,
se ha asegurado la base misma que sustenta al consumo los consumidores, esto sumado a la
amenaza encubierta y sutil de que se necesita formar parte del modelo para evitar la
exclusión y así conseguir la aceptación.
Las personas al ser consideradas como productos se las juzga por sus limitaciones y no así
por aquellas virtudes que puedan poseer, esto explica la preocupación constante por ser
deseables, ya que si no se es deseable no se podrá ingresar al mercado de los bienes de
consumo, y esto se traduciría en la idea de imperfección ante la comparación de las cosas y
objetos. El gran alimento del consumismo son las inseguridades y el miedo a ser
inadecuado, por esto la adquisición de productos que prometen aumentar la deseabilidad es
irrefrenable.