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1. ANATOMIA
Esta localizado en el muslo, es el hueso más largo, fuerte y voluminoso del cuerpo humano.
Esté unido por medio de una articulación en su extremo superior al hueso coxal que
conforma la cadera y en su extrema inferior donde se encuentra la tróclea se une con la
tibia en la rodilla por medio de la articulación femorotibial.
Epífisis proximal: Está formada por cabeza, cuello y trocánteres. La cabeza es una eminencia
lisa, con forma de esfera y presenta una fóvea de la cabeza femoral. Está separada del cuello
por un borde irregular. El límite entre cuerpo y cuello corresponde a la línea
intertrocantérica ventralmente y a la cresta intertrocantérica dorsalmente. El cuello une en
la región de los trocánteres la cabeza con la diáfisis del fémur. Lateral y superior destaca el
trocánter mayor con la fosa trocantérica en su cara medial y posteromedialmente hace
prominencia el trocánter menor.
2. NERVIOS
a) NERVIO CRURAL (FEMORAL): Se origina del plexo lumbar, situado en la pared abdominal
posterior. Desciende y pasa por debajo del arco crural ubicándose sobre la cara lateral
de la arteria femoral y por fuera de la vaina femoral que rodea los vasos. Cabe destacar
que el nervio crural, antes de entrar al muslo, da lugar a dos ramos para los músculos
ilíaco y pectíneo. Después de pasar por debajo del arco crural, se divide en cuatro ramos
terminales: Dos en el plano anterior; Nervio músculocutáneo interno y músculocútaneo
externo, dos en el plano posterior; Nervio del Cuádriceps (Por fuera) y Nervio safeno
interno.
b) ARTERIA GLUTEA INFERIOR: Se origina del tronco anterior de la arteria ilíaca interna en
la cavidad pélvica. La arteria glútea abandona la cavidad pélvica con el nervio glúteo
inferior a través del agujero ciático mayor por debajo del musculo piriforme. Irriga los
músculos adyacentes y desciende a través de la región glútea y hacia la porción posterior
del muslo, donde irriga estructuras adyacentes y se anastomosa con ramas perforantes
de la arteria femoral. También da lugar a una rama para el nervio ciático.
c) ARTERIA FEMORAL COMUN: Ésta proviene de la iliaca externa al cruzar el anillo crural,
y da tres colaterales que perforan la Fascia Cribiforme:
Arteria subcutánea abdominal o epigástrica superficial: llega a los tegumentos del
abdomen.
Arteria pudenda externa superior: llega a los grandes labios o el escroto.
Arteria pudenda externa inferior: llega a los grandes labios o el escroto.
Luego de emitir esta serie de colaterales, da dos ramos terminales, la arteria femoral
superficial y la arteria femoral profunda.
4. MUSCULOS
El muslo está dividido en tres compartimentos por tabiques intermusculares que se ubican
entre la cara posterior del fémur y la fascia lata (la gruesa capa de fascia profunda que rodea
o cubre completamente el muslo).
a) El compartimento anterior del muslo contiene músculos que, sobre todo, extienden la
pierna en la articulación de la rodilla.
SARTORIO
TENSOR DE LA FASCIA LATA
CUADRICEPS FEMORAL
PSOAS ILIACO
c) El compartimento posterior del muslo presenta músculos que, sobre todo, extienden
la articulación de la cadera y flexionan la pierna en la articulación de la rodilla.
BICEPS FEMORAL
SEMIMENBRANOSO
SEMITENDINOSO
5. FRACTURAS DEL TERCIO MEDIO DEL FEMUR
Estas fracturas se producen en la porción media del fémur, situada entre ambas
extremidades articulares. El fémur está rodeado de gran masa muscular con una
convexidad anterior suave, resistiendo grandes cargas axiales de flexión y de torsión.
Las fracturas femorales a este nivel son frecuentemente debidas a traumas aunque hay
algunos casos (tumores esqueléticos primarios o metastásicos) en el que la fractura es
debida a patologías preexistente, su rápida estabilización es fundamental para evitar
complicaciones que pueden poner en peligro la vida del paciente.
6. MECANISMO DE PRODUCCION
a) MECANISMO DIRECTO: La fractura se produce por acción directa que sobre la diáfisis
femoral ejerce el agente vulnerante debiéndose con frecuencia a traumatismos de alta
energía como accidente de tráfico, trabajo o intento de autolisis que se suele
acompañar de graves lesiones de partes blandas.
7. FRACTURA DE WINQUIST
a) DEFINICIÓN: Estas fracturas se producen en la porción media del fémur, situada entre
ambas extremidades articulares. El fémur está rodeado de gran masa muscular con
una convexidad anterior suave, resistiendo grandes cargas axiales de flexión y de
torsión.
Las fracturas femorales a este nivel son frecuentemente debidas a traumas aunque
hay algunos casos (tumores esqueléticos primarios o metastásicos) en el que la
fractura es debida a patologías preexistente, su rápida estabilización es fundamental
para evitar complicaciones que pueden poner en peligro la vida del paciente.
b) INCIDENCIA: La edad de mayor incidencia de fracturas del tercio medio del fémur varía
según el sexo: en los hombres se producen más frecuentemente entre los 15 y 24 años
de edad y en las mujeres a partir de los 75 años.
Se producen con más frecuencia en hombres jóvenes por traumatismos de alta energía
y en mujeres de edad avanzada por caídas de baja energía.
Perú es el cuarto país más numeroso de América del Sur. La osteoporosis es un
problema que afecta principalmente a la población de edad avanzada y a las mujeres
peruanas posmenopáusicas; es decir, más del 7% de mujeres entre 40 y 60 años y casi
el 30% de mujeres mayores de 60 años. La atención debe enfocarse a la prevención. Si
las mujeres pueden alcanzar el pico de masa ósea adecuado, ingerir una cantidad
adecuada de calcio, mantener un cronograma regular de ejercicio físico y reducir los
factores de riesgo modificables, la prevalencia general de la osteoporosis disminuirá.
8. CLASIFICACION
Las fracturas por alta energía han sido clasificadas por Winquist
a) TIPO I: Fractura transversal con pequeño fragmento en mariposa.
b) TIPO II: Fractura con fragmento mayor en mariposa.
c) TIPO III: Fractura con gran fragmento óseo de más de un 50% de la circunferencia del
hueso con solo un pico manteniendo el contacto entre los dos fragmentos.
d) TIPO IV: Presenta una conminución segmentaria sin contacto entre los dos fragmentos
proximal y distal.
9. CAUSAS
Las fracturas de la diáfisis del fémur en los adultos casi siempre son resultado de
traumatismos de alta energía. Se producen durante accidentes de tránsito, por armas
de fuego o por una caída desde gran altura.
Las fracturas patológicas, sobre todo en el anciano, suelen localizarse en la débil unión
metafisodiafisaria. Cualquier fractura que no pueda explicarse por la intensidad del
traumatismo debe hacer sospechar una fractura patológica.
Las fracturas por sobrecarga se producen principalmente en reclutas o corredores. La
mayoría de los pacientes refieren un aumento en la intensidad del entrenamiento
inmediatamente antes de la aparición del dolor en el muslo.
En la actualidad, se ha observado un aumento en la incidencia de fracturas del fémur
relacionado con el amplio uso de bifosfonatos.
11. EXPLORACION
La evaluación comienza con inspección visual de la piel y los tejidos blandos prestando
especial atención a las deformidades óseas visibles, las laceraciones de la piel, las
contusiones musculares, el daño del tendón y los déficits neurovasculares. Así como
también un examen articular y muscular.
13. COMPLICACIONES:
Lesion nerviosa.
Union defectuosa.
Falta de unión.
Redislocacion del tercio medio de femur.
Infección.
a) NO QUIRURGICO
Tracción esquelética:
En la actualidad, el tratamiento cerrado como forma de tratamiento definitivo de
las fracturas de la diáfisis del fémur está prácticamente restringido a pacientes
adultos cuya severa comorbilidad contraindica la cirugía.
El objetivo de la tracción esquelética es restablecer la longitud del fémur, controlar
la deformidad rotacional y angular, disminuir los espasmos dolorosos y minimizar
la pérdida de sangre en el muslo.
La tracción esquelética suele utilizarse como medida temporal antes de la cirugía
para estabilizar la fractura y prevenir su acortamiento.
La tracción que se aplica a la extremidad sigue la siguiente regla: 1/9 o el 15% del
peso corporal (en general entre 4,5 kg y 9 kg). Para evaluar la longitud después de
colocar la tracción, se realiza una radiografía lateral.
Los clavos de tracción en el fémur distal han de colocarse en una localización
extraarticular para evitar la posibilidad de que se produzca una artritis séptica. Los
clavos de tracción en la tibia proximal se localizan, típicamente, a nivel de la
tuberosidad anterior de la tibia y son bicorticales.
La forma más segura de colocar los clavos es de medial a lateral en el fémur distal
(alejándose de la arteria femoral) y de lateral a medial en la tibia proximal
(alejándose del nervio peroneo).
Los problemas relacionados con la tracción esquelética como tratamiento definitivo
de la fractura incluyen rigidez de la rodilla, acortamiento de la extremidad,
osificaciones heterotópicas del cuádriceps, hospitalización prolongada, problemas
respiratorios y cutáneos y consolidación en mala posición (malunión).
b) QUIRURGICO
La estabilización quirúrgica es el tratamiento estándar en la mayoría de las fracturas
de la diáfisis del fémur.
La estabilización quirúrgica debe realizarse, si es posible, en las primeras 24 h.
La estabilización precoz de las lesiones de los huesos largos es especialmente
importante en el paciente politraumatizado.
La estabilización se debe realizar después de las maniobras de resucitación.
c) CLAVO INTRAMEDULAR
Es el método de tratamiento habitual de las fracturas de la diáfisis del fémur.
La localización intramedular del implante se asocia a menores cargas de tensión y
de cizallamiento que una fijación con placa. Los beneficios del uso de clavo
intramedular sobre la fijación con placa son la menor exposición y disección, una
menor tasa de infecciones y menos cicatrices en el cuádriceps.
El uso de clavo intramedular en las fracturas cerradas tiene la ventaja de conservar
tanto el hematoma fracturario como las inserciones periósticas. Si se fresa la
medular, estos elementos proporcionan un material que combina las propiedades
osteoinductivas y osteoconductivas en el foco de fractura.
Otras ventajas son el uso funcional precoz de la extremidad, el restablecimiento de
la longitud y de la alineación en las fracturas conminutas, buena consolidación
(sobre el 95%) y más rápida y bajas tasas de refractura.
INDICACIONES RELATIVAS:
Lesiones ipsilaterales, como fracturas del cuello del fémur, pertrocantéreas,
acetabulares, de rótula o de la diáfisis de la tibia.
Fracturas bilaterales de la diáfisis del fémur.
Obesidad mórbida.
Embarazo.
Fractura periprotésica por encima de una artroplastia total de rodilla.
Amputación ipsilateral a nivel de la rodilla en un paciente que presenta una
fractura de fémur asociada.
CONTRAINDICACIONES:
Limitación de la movilidad de la rodilla 60°.
Patela baja.
f) FIJADOR EXTERNO
Como tratamiento definitivo de las fracturas de la diáfisis del fémur tiene indicaciones
limitadas. Se utiliza con más frecuencia como tratamiento provisional (control de
daños).
VENTAJAS:
La intervención es rápida; un fijador externo temporal puede colocarse en
menos de 30 min.
Durante su colocación, la irrigación del fémur sufre un daño mínimo.
No se introduce material extraño adicional en el foco de fractura.
Permite acceder al canal medular y a las partes blandas adyacentes en las
fracturas expuestas muy contaminadas.
Permite el desplazamiento del paciente a la unidad de cuidados intensivos, o
desde ella, para la realización de pruebas mientras mantiene la estabilización
esquelética.
Se puede tardar hasta 2 semanas en convertir la fijación externa en una fijación
intramedular.
DESVENTAJAS:
La mayoría están relacionadas con el uso de esta técnica como tratamiento
definitivo.
Infección en el trayecto de los clavos.
Pérdida de movilidad de la rodilla.
Consolidación en mala posición (malunión): angulación y acortamiento.
Capacidad limitada para estabilizar de forma adecuada la diáfisis del fémur.
Riesgos potenciales de infección asociados a la conversión a clavo intramedular.
INDICACIONES:
Como sistema de fijación temporal antes del uso de clavo intramedular en el
paciente politraumatizado grave.
Lesión arterial ipsilateral que necesita reparación.
Pacientes con importante contaminación de partes blandas en quienes un
segundo desbridamiento podría verse dificultado por el uso de otros implantes.
VENTAJAS:
Capacidad de conseguir una reducción anatómica en los patrones de fractura
adecuados.
No producen lesiones en sitios alejados del foco de fractura, como el cuello del
fémur, el acetábulo o el fémur distal.
Los nuevos diseños permiten la introducción de placas mediante técnicas
mínimamente invasivas.