Está en la página 1de 3

Bartsch, R. (1987) Norms of language. Theoretical and practical aspects. Londres, Longman.

Cap. 1 CORRECCIÓN Y NORMAS DEL LENGUAJE.

1.2. Tipos de corrección en el lenguaje.

1.2.1. Corrección de los medios básicos de expresión (fonología y grafía).

La gente demuestra actitudes y comportamientos fuertemente normativos en relación con la corrección


fonológica.

Las normas que se refieren a la corrección en este nivel, nunca se presentan a la gente a través de descripciones,
sino de modelos.

La escritura debe ser fijada a través de convenciones explícitas. Cada tanto, estas convenciones están sujetas a
cambios deliberados, y a negociaciones y regulaciones en caso de que haya sistemas de escritura que compitan
entre sí.

1.2.2. Corrección de los ítemes léxicos.

Dado que las palabras se codifican en forma separada (listas en lugar de reglas), la noción de corrección es muy
simple: sólo lo que está en la lista (lexicón), es correcto.

Para el individuo en particular, lo correcto se define básicamente por lo que le resulta familiar. El individuo basa
sus juicios de corrección en su propia memoria en primer lugar, pero acepta adicionalmente lo que está
almacenado en los vocabularios públicos.

El estándar de corrección elemental de estar o no en una lista, no puede ser aplicado a los neologismos y a los
préstamos recientemente introducidos en una lengua. Como estas palabras no están en la lista, son incorrectas a
primera vista, o al menos se consideran como no pertenecientes al conjunto de palabras correctas.

Aquí juega un rol importante la noción de aceptabilidad. Por ej., se plantea la cuestión de si la palabra se necesita
realmente, o si ya existe una palabra que cumple la misma función. También se plantea la cuestión de si la palabra
proviene de una lengua de prestigio. Desde el momento en que una palabra es aceptada por un grupo, es decir,
desde el momento en que es puesta en circulación, adquiere estándares de corrección.

1.2.3. Corrección en las formas sintácticas.

Aunque los dialectos tienen sus propias normas de corrección, como cualquier tipo de variedad, las normas que
establecen estas nociones tienen una fuerza normativa menor porque están supeditadas a las normas de las lenguas
estándares en casi todas las situaciones de la vida pública. Esto es lo que hace que los dialectos no sean
aceptados como lenguas separadas.

Los dialectos no son lenguas en un sentido sociológico, porque sus nociones de corrección están supeditadas a
aquéllas del estándar transregional en todos los contextos oficiales o transregionales, y especialmente en la
escuela.

Relación entre las nociones de norma y corrección.


Hay modelos centrales y modelos menos centrales.

La disponibilidad de los modelos escritos a grupos amplios de la población luego de la invención de la imprenta,
y la disponibilidad, a través de la radio y televisión, de modelos especialmente entrenados de lengua hablada
correcta, ha aumentado la disponibilidad de los modelos centrales.

Aún así, los modelos que están más cerca de la propia habla y que por lo tanto se presentan como más familiares,
pueden ser seguidos más fácilmente y proveen una motivación más realista al momento de seguirlos.

A pesar de los cambios en los modelos y medios de comunicación, subsiste una jerarquía en la orientación hacia
los modelos centrales.

Las personas educadas siguen los modelos centrales, provistos por la (alta) literatura, manuales, y modelos
personales.

Las personas con menos educación siguen los modelos de los menos educados: por ej., los maestros.

Los que se encuentran en un nivel de educación aún más bajo, siguen el modelo de aquellos que están en un grado
social un poco más alto, o de los líderes que tienen suficiente prestigio como para competir con los modelos que
son económica y socialmente más poderosos.

La fuerza de una norma se sustenta proveyendo modelos y corrigiendo el comportamiento lingüístico en


relación con ellos. Los actos de corrección se refuerzan mediante beneficios o penalizaciones.

El contenido de la norma consiste de una noción (o conjunto de nociones) de corrección, que pueden ser
explicitados y ejemplificados por los modelos.

Las normas lingüísticas son la realidad social de los conceptos de corrección lingüística; esta realidad social
asegura la coordinación entre forma y uso de los medios lingüísticos en una comunidad.

Cap. 3. VALIDEZ Y JUSTIFICACIÓN DE LAS NORMAS LINGÚÍSTICAS.

Condiciones para establecer y validar las normas lingüísticas.

Las normas del lenguaje existen para una comunidad, se justifican para ella, y son válidas para ella por el hecho
de que casi todos concuerdan con ellas y casi todos creen que casi todos concuerdan con ellas.

Son normas lingüística válidas para la comunidad si el comportamiento lingüístico que se adecua a ellas es
considerado como legítimo debido a ellas, y si el comportamiento lingüístico que se desvía en relación con ellas,
es criticado en referencia a ellas.

La explicitación de la norma es realizada por los lingüistas a través de la codificación normativa, y por los
maestros mediante la enseñanza de la lengua.

La explicitación de las normas lingüísticas se vuelve necesaria y ocurre


 a través de la alfabetización, y
 en los procesos de adquisición de lenguas segundas.
Un acto que para un grupo es un acto de explicitación, puede ser un acto de establecimiento normativo para otros
grupos de la población. Sólo si estos últimos aceptan la norma extranjera, se transformará ésta en una norma para
ellos, y al mismo tiempo, en una norma válida para ellos. Si no aceptan la norma, permanecerá como una
prescripción.

En lo que tiene que ver con la norma de lenguas estándares, a menudo ocurren conflictos con otras normas que
existen para los distintos grupos.

Como consecuencia de esto, para las lenguas estándares, a menudo no tenemos normas sino sólo prescripciones.
La reacción de un hablante de dialecto hacia el estándar, puede ser de conflicto entre norma y prescripción.

Una solución parcial al conflicto normativo en que se encuentra un alumno hablante de dialecto, es abandonar las
normas antiguas que están en conflicto con las normas nuevas. Pero esto es insatisfactorio mientras no pueda
ajustarse perfectamente a la nueva norma. Entonces uno tiene que vivir con la idea de que uno se comporta en
forma desviada, es decir, incorrectamente en relación con la medida que uno ha aceptado para uno mismo.

Es útil especificar las normas diferentes en relación con las situaciones de aplicación, de modo que los contextos
situacionales de validez de ambas normas se superpongan lo menos posible:
 las normas dialectales se aplican y cultivan en ciertas situaciones (básicamente informales), y
 las normas de la lengua estándar en situaciones formales.

En lingüística estas normas aplicadas condicionalmente se denominan estilos o registros: para diferentes
situaciones y propósitos, se usan distintos registros.

Si un estudiante entiende esta división, entonces la cuestión no es más si uno habla incorrectamente o no; se trata
de una situación en que quizás no domina un registro, aunque puede dominar otro perfectamente bien.

En caso de conflicto prescripción-norma, como en el caso del conflicto norma-norma, los miembros del grupo que
conforma la norma estándar, suponen que los grupos que no la conforman también son parte de la comunidad
lingüística, y que por lo tanto son parte de la población para la cual las normas estándares son válidas.

Justificación y cambio de las normas lingüísticas.

No es necesario que todos ajusten su modo de hablar a la nuevas normas. Pero un hablante que ha sido socializado
en las normas más viejas, no puede esperar que todos los demás no se ajusten a las innovaciones del lenguaje. En
estos casos, una actitud correcta es la de tolerancia.

Las formas viejas irán perdiendo terreno, y es natural que ocurran ajustes hacia la nueva norma.

En estas situaciones, surgen situaciones de conflicto. En los diarios, muchos ciudadanos preocupados por el
lenguaje escriben sobre el deterioro de “su lengua”, y los estragos que en ella causan los malos hábitos
lingüísticos. Incluso los políticos dan directivas sobre cómo usar la lengua.

También podría gustarte