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NORMA LINGÜÍSTICA:

Se refiere a lo que establece la comunidad como realizaciones del habla. La originalidad


expresiva del individuo que no conoce o no obedece la norma, puede ser tornada como
modelo por otro individuo, puede ser imitada y volverse por consiguiente norma. Dentro
de la misma comunidad lingüística nacional y dentro del mismo sistema funcional pueden
comprobarse varias normas: familiar, popular, culta, estudiantil, entre otras, que son
distintas, sobre todo, en lo concerniente al vocabulario, y a menudo, en las formas
gramaticales y en la pronunciación.

Al definir el concepto de norma lingüística no se trata de la norma en el sentido corriente,


establecida o impuesta según criterios de corrección; sino de la norma objetivamente
comprobable en una lengua, la norma que siguen los hablantes necesariamente por ser
miembros de una comunidad lingüística y no aquella según la cual se reconoce que
«hablan bien».

Lo que en realidad se impone al individuo, limitando su libertad expresiva y


comprimiendo las posibilidades ofrecidas por el sistema, dentro del marco fijado por las
realizaciones tradicionales, es la norma.

Hjelmslev define la norma como el conjunto de rasgos distintivos que, en la manifestación


concreta del sistema de la lengua, permiten reconocer los elementos entre sí. El uso
consiste en los fenómenos semántico-fonéticos mediante los cuales el sistema se
manifiesta realmente.

Para Coseriu la norma es el conjunto de las obligaciones impuestas, en una sociedad


determinada, por su realización efectiva, incluyendo en el conjunto los rasgos no
distintivos y las variantes contextuales.

CARACTERÍSTICAS:

 La norma lingüística contiene solo lo que en el hablar concreto es repetición de


modelos anteriores e implica la eliminación de todo lo que en el habla es aspecto
totalmente inédito, variante individual, ocasional o momentánea.
 Está sujeta a limitaciones de orden social (necesidad de comprensión y exactitud) y
de orden lingüístico (estabilidad de la lengua).
 Es a la vez, actividad lingüística, producto lingüístico y obligatoriedad.
 La norma es variable, según los límites y la índole de la comunidad.
 Puede coincidir aparentemente con el sistema —cuando el sistema ofrece una única
posibilidad—, así como el habla puede coincidir con la norma.
 Diversidad, la lingüística moderna reconoce entre la diversidad de normas, la
familiar, culta, la vulgar, la popular y otras.
 Es más limitada que el sistema, pues nace de la asignación de un valor social
determinado a ciertas realizaciones del sistema y no al sistema en su totalidad.
 Los conceptos que con respecto a la norma se dan son «normal» y «anormal» y no
«correcto» «incorrecto». Muchas veces la «norma normal» no coincide con la «norma
correcta».
 Se encuentran en la norma elementos constantes, pero no pertinentes desde el punto
de vista funcional porque no se clasifican en el sistema.
 Es un puente entre sistema y realización (habla), patrón lingüístico capaz de generar
una serie de realizaciones acordes con las exigencias del grupo social, y de este modo,
influye sobre la actividad lingüística de los hombres en sociedad.
 Es un agente de cambio no solo de unas realizaciones del sistema por otras (habla),
sino también de cambio dentro del sistema (incorporación de nuevos paradigmas
impuestos por la norma).
 Está dada por las preferencias de determinado grupo de la comunidad lingüística y no
constituye una barrera para la comunicación.
 Los hechos de la norma pueden producirse en cualquier plano: fónico,
morfosintáctico o léxico.

DIFERENCIAS DIASTRÁTICAS, DIATÓPICAS Y DIAFÁSICAS:


Desde los aportes de la sociolingüística ha quedado demostrado que no existe una norma
única, y que se manifiestan diferencias diatópicas (según el lugar), diastráticas (según los
estratos sociales) y diafásicas (según los contextos de comunicación), y que el hablante,
en este caso, elige el registro que ha de emplear, según su intención y finalidad y teniendo
en cuenta las características de sus interlocutores y del contexto. Pero las personas que no
dominan la norma culta y solo dominan la norma vulgar o la común, no pueden hacer
esas adecuaciones en situaciones comunicativas complejas, que exigen un lenguaje
especializado, con predominio del metalenguaje de la ciencia. En estos casos, lo que
sucede generalmente es que la persona se ve incapacitada para intervenir o dar a conocer
nuevas conceptuaciones.

RELACIÓN CON LA LENGUA Y EL HABLA:

En su relación con la lengua y el habla, la norma constituye un punto intermedio, pues


participa tanto del carácter abstracto de la primera como del carácter concreto de la
segunda, y la integran los usos establecidos socialmente y aceptados por la comunidad
lingüística.

El carácter intermedio de la norma entre lengua y habla puede apreciarse en lo siguiente:


el sistema de los sustantivos en el español ofrece la posibilidad de formar el femenino de
sustantivos, que en masculino terminan en tor, con la terminación tora o la
terminación triz. De manera que podría formarse de doctor: doctora y doctriz. En cambio,
la norma rechazaría doctriz. De igual forma la norma admite maestro/maestra,
presidente/presidenta; pero no admite estudiante/estudiante, ni amante/amanta. Es decir,
que realiza solo parcialmente el sistema.
La norma lingüística es un conjunto de normas que determinan el uso correcto de nuestra
lengua. Estas normas pueden variar según la utilización de la lengua de las propias
personas. Sin embargo, hay dos opiniones opuestas al respecto: por un lado, están los
puristas, que afirman que las normas no deberían cambiar y debería conservarse siempre
las mismas reglas, y por otro lado están los que creen que la lengua evoluciona, éstos
opinan que las normas deben cambiar siempre según la “moda” de los propios
ciudadanos.
¿Qué es una norma lingüística y quién controla el buen uso de la lengua?
La norma es el conjunto de preferencias lingüísticas vigentes es una comunidad de
hablantes, adoptadas por consenso implícito entre sus miembros y convertidas en modelos
de buen uso. Si no existiera ese conjunto de preferencias comunes, y cada hablante
emplease sistemáticamente opciones particulares, la comunicación se haría difícil y, en
último extremo, imposible. Es por esto que la norma del uso correcto de la lengua la
imponen los hablantes y no las Academias de la Lengua u otras instituciones, que sólo la
registran, a veces la estudian o la analizan.

VARIEDAD LINGÜÍSTICA:
Una variedad o modalidad lingüística es una forma específica de lengua natural,
caracterizada por un conjunto de rasgos lingüísticos usados por una determinada
comunidad de hablantes vinculados entre sí por relaciones sociales, geográficas o
culturales.
Las variedades lingüísticas son distintas formas que adquiere una misma lengua de
acuerdo al lugar en que vive el hablante (esta variedad se denomina dialecto), a su edad
(esta variedad se llama cronolecto) y a su grupo social donde también influye el nivel de
educación (sociolecto). Las diferencias pueden estar relacionadas con el vocabulario, la
entonación, la pronunciación o la confección de expresiones; y en general se manifiestan
más claramente en la oralidad que en la escritura. De esta forma, cuando escuchamos
hablar a alguien, podremos suponer en qué región reside (si en la zona Metropolitana o la
zona rural, por ejemplo), de qué grupo etario forma parte (es un niño, un adolescente, un
adulto, un anciano) y qué nivel educativo tiene.
El término variedad es una forma neutral de referirse a las diferencias lingüísticas entre
los hablantes de un mismo idioma. Con el uso del término variedad se pretende evitar la
ambigüedad y falta de univocidad de términos como lengua o dialecto, ya que no existen
criterios unívocos para decidir cuándo dos variedades deben ser consideradas como la
misma lengua o dialecto, o como lenguas o dialectos diferentes.
Variedades lingüísticas refiere a diferentes formas de hablar la misma lengua.
Técnicamente, es un término general y neutro con el cual la sociolingüística se refiere a
cualquier sistema de expresión lingüístico sin necesidad de especificar ninguna otra
particularidad, ningún tipo de catalogación.
La utilización de un tipo de variedad lingüística u otra por parte de los hablantes está
regulada por variables situacionales o de situación (tales como histórica, geográfica,
social, funcional) lo cual dará lugar a distintas variedades regionales, sociales y
funcionales.

TIPOLOGÍA DE VARIEDADES LINGÜÍSTICAS:


Las variedades pueden ser distinguidas, además de por su vocabulario, por diferencias en
su gramática, fonología y prosodia. Existen diversos factores de variación posible
asociados a la geografía, la evolución lingüística, los factores sociolingüísticos o el
registro lingüístico.
Variedades diatópicas o geográficas. Los cambios de este tipo pertenecen a la variación
diatópica y consisten en que existen variantes en la forma de hablar una misma lengua
debido a la distancia geográfica que separa a los hablantes.1 Así, por ejemplo, en España
le dicen cerillas al objeto que en América se denomina fósforos.
A estos cambios de tipo geográfico se les llama dialectos (o más propiamente geolectos)
y, a su estudio, dialectología. Es importante aclarar que este término no tiene ningún
sentido negativo, pues, ha sido común llamar dialecto a lenguas que supuestamente son
“simples” o “primitivas”. Hay que tener presente, ante todo, que todas las lenguas del
mundo, desde el punto de vista gramatical, se encuentran en igualdad de condiciones y
que ningún idioma es más evolucionado que otro. Por eso, es ilógico afirmar que una
lengua es mejor que otra.
Los dialectos son, entonces, la forma particular con la que una comunidad habla una
determinada lengua. Desde este punto de vista, se suele hablar del inglés británico, del
inglés australiano, etc. Sin embargo, hay que tener presente que los dialectos no presentan
límites geográficos precisos, sino que, al contrario, se ha visto que estos son borrosos y
graduales. De ahí que se considere que los dialectos que constituyen una lengua forman
un continuum sin límites precisos. Muchos suelen decir que una lengua es un conjunto de
dialectos cuyos hablantes pueden entenderse entre sí. Sin embargo, esto puede ser
aproximadamente válido para el español, no parece serlo para el alemán, ya que hay
dialectos de esta lengua que son ininteligibles entre sí. Por otro lado, estamos
acostumbrados a hablar de lenguas escandinavas, cuando, en realidad, un hablante sueco
y uno danés se pueden entender usando cada uno su propia lengua.
En lo que respecta al español, tradicionalmente se ha considerado que existen dos
variedades generales: el español de España y el español de América.
Variedades diacrónicas. Este tipo de variación está relacionado con el cambio
lingüístico, cuando se comparan textos en una misma lengua escritos en diferentes épocas
se aprecian diferencias sistemáticas en la gramática, el léxico y a veces en la ortografía
(frecuentemente como reflejo de cambios fonéticos). Estas diferencias son claramente
crecientes a medida que se comparan textos más separados en el tiempo. A cada uno de
los estadios, más o menos homogéneos circunscritos a una cierta época, se les denomina
variedad diacrónica. Por ejemplo, para el idioma español puede distinguirse el español
moderno (que a su vez presenta diversidad geográfica y social), el, español medio y el
español antiguo.
Variedades sociales o diastráticas. Este tipo de variaciones comprenden todos los
cambios del lenguaje producidos por el ambiente en que se desenvuelve el hablante.2
Dentro de este ámbito, interesa sobre todo el estudio de los sociolectos, los cuales se
deben a factores como la clase social, la educación, la profesión, la edad, la procedencia
étnica, etc. En ciertos países donde existe una jerarquía social muy clara, el sociolecto de
la persona es lo que define a qué clase social pertenece. Ello supone, por supuesto, una
barrera para la integración social.
Variedades situacionales. Conocidas también como variaciones diafásicas, este tipo de
variantes involucra cambios en el lenguaje a partir de la situación en que se encuentra el
hablante. Como se sabe, no hablamos igual en una fiesta de amigos que en una actividad
religiosa. Desde este punto de vista, lo que provoca el cambio es el grado de formalidad
de las circunstancias. El grado de formalidad se entiende como la estricta observancia de
las reglas, normas y costumbres en la comunicación lingüística.3
Tomando en consideración este factor, los especialistas hablan de la existencia de
diversos registros o estilos. De este modo, los enunciados “A los que estaban allí les entró
risa cuando oyeron lo que les dijo el que hablaba” y “Las palabras emitidas por el
conferenciante suscitaron la hilaridad del auditorio” difieren en su registro. Los hablantes,
al momento de expresarse, deben elegir un registro adecuado a la circunstancia en que se
encuentra.
No existe acuerdo en cuanto a cuántos y cuáles tipos de registros existen. Por lo general,
se distinguen los siguientes: solemne, culto o formal, estándar, profesional, coloquial,
vulgar y jergal. Un ejemplo es una conversación formal e informal que puede ser entre
un grupo de amigos que hablan no tan educadamente y un grupo de compañeros de trabajo
que hablan en una forma muy educada.
En muchas regiones de América, el uso de los pronombres vos y usted se encuentran
dentro de este tipo de variación, pues el primero se utiliza en contextos informales,
mientras que el segundo se usa en situaciones formales. Así, todos somos susceptibles de
ser interpelados con vos o con usted dependiendo del evento en que nos encontremos.
Los vulgarismos e idiotismos son a veces considerados como formas de estilo, al estar
limitados a variaciones de léxico, mientras que los argots pueden ser incluidos tanto en el
concepto de variedad como de estilo.

OTROS FACTORES DE VARIACIÓN:


Algunos estudiosos sostienen que aspectos físicos de los individuos, como la edad y el
sexo, pueden constituirse en factores de variación dentro de una lengua; sin embargo, no
existen datos definitivos sobre estos aspectos.

OTRAS VARIEDADES LINGÜÍSTICAS:


En sociolingüística se utilizan, además, y entre otros, los siguientes términos, para
diferenciar formas del habla que no son compartidas por el conjunto de los hablantes de
un idioma o dialecto:
Argot.
Cronolecto, variedad de un idioma o de un dialecto geográfico usada por un grupo etario,
los cronolectos (especialmente entre los adolescentes) suelen tener características
argotales. Los cronolectos más estudiados son el lenguaje infantil y el juvenil. En
situaciones de cambio lingüístico, los cronolectos de diferentes grupos de edad pueden
diferir bastante en rasgos que están en proceso de cambio.5
Ecolecto, variedad de un idioma o dialecto utilizada por un número muy reducido de
personas (por ejemplo, los miembros de una familia, de un grupo de amigos).
Etnolecto, variedad hablada por los miembros de una etnia, término muy poco utilizado,
ya que, por lo general, se trata de un dialecto geográfico.
Geolecto, variedad de una lengua o dialecto hablada en una zona geográfica muy
determinada, y sólo en esa zona. Por ejemplo el pixueto, dialecto del asturiano que sólo
se habla en la villa de Cudillero, o el monegasco dialecto de la lengua ligur, que sólo se
utiliza en el Principado de Mónaco.
Idiolecto, variedad de la lengua hablada por una persona, es decir, el término se refiere al
conjunto de peculiaridades que una persona usa sistemáticamente y en la que difiere del
uso de los miembros de su comunidad lingüística.
Sexolecto, conjunto de particularidades del habla, propias de los varones o de las
mujeres.6 Es la característica lingüística que diferencia a los varones y a las mujeres.7
Lengua sagrada, algunas etnias como los dogones, pueblo establecido en Malí y Burkina
Faso (África), tienen dos lenguas, una de uso cotidiano y otra, secreta, para las ceremonias
religiosas. El latín fue durante siglos la lengua litúrgica del catolicismo.
Sociolecto, conjunto de particularidades del habla típicas de una clase o de un estrato
social.5
Tecnolecto, conjunto de palabras y locuciones propias del lenguaje profesional.

PROCESO DE ESTANDARIZACIÓN:
El proceso de estandarización requiere seleccionar ciertos rasgos del diasistema que se
quiere estandarizar, según la aplicación de criterios restrictivos de criba. También se
requiere la formalización y consensuación de ciertas formas que puedan ser usadas como
convención que marca los límites de lo que se considera y lo que no se consideran formas
de la variedad estándar. Algunas características no excluyentes que suelen identificar a
una variedad estándar son:
 Un sistema de escritura que fije las convenciones ortográficas que se usarán para
escribir la lengua y fijar formas comunes y estables.
 Un diccionario o grupo de diccionarios estándar, que corporizan un vocabulario y
usará la ortografía estandarizada definida previamente.
 Una gramática prescriptiva reconocida que registra las formas, reglas y estructuras
del lenguaje y que recomienda ciertas formas y castiga otras.
 Un sistema de pronunciación estándar, que es considerado como «educado» o
«adecuado» por los hablantes y que se considera libre de marcadores regionales.
 Una institución o personas que promueven el uso de la lengua y que poseen cierta
autoridad, formal o informal, en la definición de sus normas de uso, como, en el
caso de la lengua española, la Real Academia Española.
 Un estatuto o constitución que le da un estado oficial en el sistema legal de un
país.
 El uso de la lengua en la vida pública, por ejemplo. en el poder judicial y el poder
legislativo.
 Un canon literario.
 La traducción a la lengua de textos sagrados, como la Biblia.
 La enseñanza escolar de la ortografía y gramática estandarizadas.
 La preferencia de esta variedad particular, por encima de otras variedades
mutuamente comprensibles con la anterior, para el aprendizaje del idioma como
una segunda lengua.
Cuando el estándar es lengua oficial de enseñanza, puede existir una reglamentación
política de tipo coercitivo, que obligue a aplicarlo en exclusiva en el terreno educativo.
Por ejemplo, la ley Moyano de Instrucción Pública, promulgada en 1857, en su artículo
88, establecía que «La Gramática y Ortografía de la Academia Española serán texto
obligatorio y único para estas materias en la enseñanza pública [en España]»

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