Está en la página 1de 19

Diplomado en Terapia Gestalt 1

Sesión 3

LOS ESTRATOS DE LA NEUROSIS

El neurótico es aquella persona que continuamente está interrumpiendo el proceso


de formación y de eliminación de gestalt. No percibe claramente cuáles y cómo
son sus necesidades y sus emociones, y si acaso se van clarificando y haciendo
más nítidas, trata de ignorarlas reprimiéndolas o negándolas. Esta forma de actuar
le hace perder la oportunidad de completar sus gestalt y, por tanto, de satisfacer
sus necesidades. Esto le crea un estado de insatisfacción continuo.

Nunca le parece bien lo que hace o realiza; siempre está descontento, y haga lo
que haga termina con la sensación de insatisfacción consigo mismo y con los
demás. De esta manera, sus intercambios con el ambiente siempre son pobres y
deficientes, no correspondiendo a lo que necesita o a lo que desea en cada
momento.

El neurótico ni toma del ambiente aquello que necesita para mantener su


equilibrio y una sana supervivencia, ni contribuye a dar al ambiente aquello que el
ambiente reclama de él y que serviría para conformarlo, al contribuir como uno
más del grupo al que pertenece. En este intercambio, tanto el individuo como el
ambiente y la sociedad se van configurando mutuamente en un continuo dar y
tomar. Ambos se van transformando por influencias mutuas, y sin esa
interrelación, uno u otro deja o interrumpe este proceso, ambos, ambiente e
individuo, se verán afectados.

La persona debe aprender a darse cuenta de cuáles son sus necesidades y


cuáles son las necesidades de la sociedad o comunidad a la que ertenece, para
que los intercambios se realicen de la mejor manera posible.

Es por el mecanismo homeostático o de autorregulación, anteriormente


mencionado, por el que la persona se da cuenta de sus necesidades dominantes,
2
Diplomado en Terapia Gestalt
Sesión 3

y de cuáles tiene que satisfacer si quiere conservar el equilibrio y la salud, tanto


física como psíquica.

Pero, ¿qué sucede cuando las necesidades dominantes de la persona entran en


conflicto con las de la sociedad? Aquí es el individuo el que tiene que distinguir si
puede diferir la satisfacción de su necesidad, si lo cree factible por considerar que
es mejor hacerlo de ese modo, o si su necesidad es tan imperiosa que tiene que
satisfacerla aunque tenga que enfrentarse con la sociedad en que vive y, en
consecuencia, con su rechazo y desaprobación. Esta elección no siempre es fácil.

El conflicto y el desequilibrio surgen cuando la persona y la sociedad


experimentan necesidades opuestas -cuando se habla de sociedad nos referimos
a todas las demandas que proceden del mundo exterior, tales como padres,
pareja, hijos o el trabajo- y la persona es incapaz de distinguir cuál es la necesidad
dominante, si la suya o la de la sociedad. Es aquí cuando la persona tiene que
tomar una decisión precisa si no quiere enfrentarse con la duda continua y,
finalmente, con la insatisfacción por la opción tomada.

Pero cuando no puede discriminar, ni tomar una decisión precisa, ni sentirse


satisfecho con la que ha tomado, ambos, individuo y ambiente, se ven afectados.

Este proceso de intercambio con el ambiente puede verse distorsionado, ya sea


porque los intercambios que se realizan son pobres o porque son malos o
insatisfactorios para uno y otro, afectando al buen funcionamiento. Cuando esto se
produce, aparecen dos clases de signos: unos subjetivos, que son todos los que el
paciente nos transmite (depresión, tristeza, apatía), y otros objetivos, que son los
que observa el terapeuta, como pueden ser sus movimientos, sus gestos, sus
conductas repetitivas, su lenguaje, su mirada o su aspecto físico en general.

En toda terapia subyace una idea de salud, y es hacia ese lugar donde el
terapeuta orienta, de uno u otro modo, su quehacer y a su paciente. De la misma
manera, subyace una idea de enfermedad que, además de utilidades
Diplomado en Terapia Gestalt 3

Sesión 3

diagnósticas, implica y determina toda la estructura del proceso terapéutico. Para


abordar el funcionamiento anormal del organismo desde la Gestalt se hace
necesario considerar dos puntos importantes.

 El primero es que los trastornos no son mentales sino del


organismo . La división mente y cuerpo en Gestalt no existe, trastorno es,
una interferencia con el proceso de formación y asimilación de la gestalt.
Interferencias que distorsionan y desequilibran la tendencia del organismo
a la integración y la autorrealización.
 El otro punto es que estos trastornos del funcionamiento no son
categorías fijas, solamente representan al paciente en referencia a los
procesos actuales. De esto, se deduce que en Gestalt la enfermedad la
trabajamos en función de la salud.

En cuanto al concepto de salud, la Gestalt la refiere de la forma siguiente: Una


conducta sana en los seres humanos debe ser una conducta integral. Cuando se
tiene salud el individuo está a tono con todas las capacidades y con el proceso
que hace ser lo que es. La persona se identifica con todas estas funciones vitales,
al funcionar holísticamente, todo nuestro ser es una parte de nuestra actividad en
movimiento.

Tres aspectos fundamentales en el proceso salud - enfermedad en la teoría


gestalt: un ritmo de contacto y retirada fluido, la capacidad de autorregulación
organísmica, y el tránsito del apoyo ambiental al auto-apoyo.
Perls nos habla de cinco capas o estratos, que hay que atravesar para eliminar las
barreras de evitación y desmontar la neurosis
4
Diplomado en Terapia Gestalt
Sesión 3

 La primera capa es la de las máscaras, los clichés; son señales sin


significado, propias de un encuentro casual. Es el ser superficial que
banaliza las relaciones humanas.
 La segunda es la capa donde jugamos y representamos roles, la capa de
roles y juegos psicológicos, el niño bueno, el importante, el matón, la niña
encantadora, cualquier rol que queramos representar. Son los estrato
superficiales, sociales, los estratos del “como sí”. Es lo que nos hacemos
que somos. Esta capa sintética es donde hacemos un show de lo que no
somos para manipular el entorno. En el trabajo terapéutico es el
encuadre inicial, hablar en primera persona y responsabilizarse.
 Si trabajamos y atravesamos este estrato de jugar roles, vivenciamos la
antiexistencia, la nada, la vaciedad , es el tercer estrato, el del
impasse , la sensación de estar atascado y perdido. Este impasse está
marcado por una actitud fóbica: la evitación. Evitamos el sufrimiento de la
frustración. Al no atravesar esta capa permanecemos inmaduros y con la
necesidad de manipular el mundo. La nada no existe para nosotros, está
basada en el darse cuenta de la nada, con lo que hay que darse cuenta
de algo, luego algo hay ahí. Encontramos que al aceptar y atravesar esta
nada, este vacío, el desierto empieza a florecer. Nada equivale a real,
verdadero.

La nada es nada mientras estamos bajo la compulsión de hacer de ella


un algo. Una vez que aceptamos la nada, todo se nos da por
añadidura. La nada entonces, se convierte en una pantalla sobre la que
podemos ver todas las cosas, “un fondo” ante el cual surgen libremente
todas las figuras.
Una vez que no tenemos que ser creativos, cualquier cosa que
hagamos es nuestra creación, una vez que no tenemos que estar
Diplomado en Terapia Gestalt 5

Sesión 3

iluminados, nuestra toma de conciencia del momento es iluminación, una


vez que dejamos de estar preocupados de esto o aquello y sentimos una
nada con respecto a tales estándares, nos percatamos de que somos lo
que somos. En el trabajo terapéutico hay que sostener el malestar.
 Detrás está el estrato de la muerte o fase implosiva , es la muerte o el
temor a la muerte, es el contacto con lo muerto de dentro de nosotros,
aparece como muerte por la parálisis catatónica: nos encogemos, nos
contraemos y comprimimos, en una palabra: implotamos. Una vez que
logramos un contacto verdadero con lo muerto de este estrato implosivo
 Se convierte en una explosión, la capa de la muerte retorna a la vida y
esta explosión es el nexo con lo auténtico de la persona, que es capaz de
vivenciar y expresar sus emociones auténticas. Es la resurrección
después de la muerte. Hay cuatro tipos fundamentales de explosiones
desdel estrato implosivo:
1. La explosión de la pena genuina , se trata del trabajo sobre una
pérdida importante o una muerte que no ha sido asimilada.
2. La explosión hacia el orgasmo , en el bloqueo sexual
3. La explosión hacia la ira
4. La explosión hacia la alegría

La mayor parte de nuestro representar roles está diseñado para controlar


justamente estas explosiones, la capa de la muerte. El temor a la muerte es que si
explotamos creemos que ya no podremos sobrevivir (no nos querrán mas, nos
castigarán, nos ignorarán, no nos valorarán), la persona completa es aquella que
es capaz de explotar en las cuatro emociones.

Todas las perturbaciones neuróticas surgen de la incapacidad del


individuo para encontrar y mantener el balance adecuado entre él mismo
y el resto del mundo.
6
Diplomado en Terapia Gestalt
Sesión 3

Tienen en común el hecho de que en la neurosis, el límite social y ambiental se


siente extendiéndose demasiado sobre el individuo. El neurótico es la persona
sobre quien la sociedad actúa con demasiada fuerza. Su neurosis es una
maniobra defensiva para protegerse a sí mismo de la amenaza de ser aplastado
por un mundo avasallador. La neurosis es su técnica más afectiva para mantener
su balance y su sentido de auto-regulación en una situación en la que siente que
la suerte no le favorece.

El problema del neurótico no es que no pueda manipular, sino que sus


manipulaciones son dirigidas hacia la preservación y el cultivo de su impedimento,
en lugar de estar dirigidas a deshacerse de él. Si logra aprender cómo dedicar
tanta inteligencia y energía al apoyarse en sí mismo como lo pone en hacer que su
ambiente le apoye, entonces tendrá que tener éxito. Su capacidad para manipular
es su mayor logro, su punto fuerte, y su incapacidad para enfrentar su crisis
existencial es su punto flaco.

Otra reformulación de nuestra tesis básica acerca de la génesis de la neurosis: la


neurosis surge si coexisten simultáneamente imperativos de índole social y
personal que no pueden ser enfrentados mediante la misma acción. Si tanto la
exigencia como la cosa exigida son aceptables, la gestalt se halla cerrada. Pero si
hay una resistencia y el imperativo se ejecuta de todas maneras, tendremos
resentimiento y neurosis, si por otro lado, el imperativo ha asumido la categoría de
ley natural, como en el caso de “honrarás a tu padre y a tu madre”, y a pesar de
todo es rechazado, tendremos criminalidad o tendremos el neurótico sentimiento
de culpa.

Un proceso neurótico que trabajamos en gestalt es la polaridad perro de arriba-


perro de abajo, la parte controladora y la parte controlada, cada una le da un
Diplomado en Terapia Gestalt 7

Sesión 3

sentido a la otra, obviamente el de arriba el superyó de Freud, y el de abajo es el


reprimido, es el mandón y mandado de Naranjo, o amo y esclavo, opresor y
oprimido, uno es autoritario, perfecto, virtuoso y ejemplar, es la norma
interiorizada, y el contexto en el que se mueve, social, es el “tú deberías”, el otro
se muestra defensivo y adulador, se justifica y no sume sus compromisos,
posponiéndolos, está relacionado mas con lo emocional, lo organísmico.

Ambos se necesitan y uno intenta controlar al otro, y así lo que hacen es no


encarar la realidad, se dejan controlar por la situación. Es una fractura de la
autorregulación con el entorno. El perro de arriba es una manera de protegernos,
como un padre que hemos creado dentro de nosotros, que quiere que mejoremos
inmediatamente con independencia de la situación de la persona, el de abajo
responde con autocomplacencia o sabotaje. Los dos representan dos roles inútiles
ante un yo ineficaz y tolerante.

La autorregulación organísmica es el antídoto de la neurosis, la restauración de


la sabiduría interna y la buena orientación externa, siempre Perls nos remite a la
autorregulación como solución de la neurosis, ya que entraña una fe en lo
organísmico frente a lo social o intrínseco.

El comportamiento humano estaría regulado por el proceso llamado


homeostasis. La homeostasis es el proceso por medio del cual el organismo
satisface sus necesidades y por el cual mantiene un equilibrio. En el actuar del
organismo a cada momento existe algún suceso que puede perturbar su equilibrio
y, de manera simultánea y regulada por el proceso homeostático, una tendencia
contraria surgiría para recuperar ese equilibrio. El metabolismo fisiológico es el
ejemplo más claro de la tendencia innata de cada organismo a lograr un equilibrio.
Si, por ejemplo, en el curso de sus actividades el organismo consume gran parte
del agua ingerida aparece la sed. De manera inmediata este organismo buscaría
8
Diplomado en Terapia Gestalt
Sesión 3

la forma de restablecer el nivel óptimo de agua en el sistema. En los organismos


vivos cuando hay deficiencias o excesos el sistema orgánico los remedia.

Las deficiencias del organismo humano no son exclusivamente de naturaleza


biológica. La cultura o civilización ha creado en el hombre un cierto número de
necesidades adicionales. Cuando este proceso falla parcialmente, y el organismo
mantiene en el tiempo un estado de desequilibrio, se produce la enfermedad.
Cuando el proceso homeostático falla completamente, lo que resulta es la muerte
del organismo. A pesar que el principio de autorregulación no asegura la
satisfacción de las necesidades del organismo, garantiza que los organismos
harán todo lo posible para regularse de acuerdo a sus necesidades y los recursos
del ambiente (tendencia a la actualización).
Diplomado en Terapia Gestalt 9

Sesión 3

TERAPIA DE GRUPO vs. TERAPIA INDIVIDUAL

Frederick S. Perls

Marshall Mc Luhan escribió un libro en el que expone la noción: el “medio” es el


mensaje.

¿Cuál es el mensaje que recibimos del “medio” de la terapia de grupo? La terapia


de grupo nos dice: “Yo soy más económica que la terapia individual”. La terapia
individual contesta: “Si, más tu eres menos eficiente”. Y la terapia de grupo
responde: “Y ¿quién dice que tú eres eficiente?”.

Notarán que en mi escenario privado estas dos terapias inmediatamente


comienzan a reñir, a meterse en un conflicto.

Durante un tiempo traté de solucionar este conflicto en la terapia guestáltica


pidiéndole a mis pacientes que tuvieran ambas: terapia de grupo e individual. Sin
embargo, posteriormente he eliminado por completo las sesiones individuales,
excepto en los casos de emergencia. En realidad, he llegado a considerar que
toda terapia individual está obsoleta y debería ser remplazada por talleres de
terapia guestáltica. Ahora, en mis talleres INTEGRO trabajo individual y de grupo.
Sin embargo, esta integración resulta efectiva sólo si se produce un real encuentro
entre el terapeuta y el paciente individual dentro del grupo.

Para todo un grupo es obvio que la persona angustiada no ve lo obvio. Frente a


esta convicción colectiva, el paciente no puede usar su habitual conducta fóbica,
consistente en renegar al terapeuta cuando no logra manipularlo. La confianza en
el grupo parece ser mayor que la confianza en el terapeuta.
10
Diplomado en Terapia Gestalt
Sesión 3

Lo actual es sagrado porque es una vida. Mientras la entrevistaba en un grupo,


una enfermera comenzó a llorar por su soledad. El grupo enmudeció. Ninguna
cháchara ociosa. Ninguna teoría inteligente acerca de lo que “realmente” pasaba.
Ningún cuestionamiento sobre la realidad que ocurría. Su realidad fluía por sus
mejillas y por las mías. Es santo, luminoso, imponente. Es una vida que yace
desnuda. Esta enfermera dio más realidad a cualquier soledad que hubiera en
cada uno de nosotros. En presencia de lo real, no tengo consejos. Uno no le dice
al león como ser león.

Para entender la efectividad de la terapia guestáltica en estos encuentros


prolongados, necesitamos primero considerar otro conflicto: la dicotomía existente
en la psicología actual entre el enfoque experiencial y el enfoque conductista.
Entonces podemos entender como la terapia guestáltica integra amabas ramas de
la psicología. Por lo general, el conductista es considerado principalmente como
un condicionador. Si el estuviera dispuesto a disociarse de la actividad de
condicionar –de su compulsión a cambiar la conducta de los demás a través de los
medios externos del ejercicio y la repetición- podría a llegar a ser un observador,
un descriptor de procesos en transcurso. Podría entonces aprender que el
aprendizaje es descubrimiento, que es cuestión de nuevas experiencias. Por otro
lado, tiene una ventaja sobre la mayoría de los psicólogos clínicos: trabaja en el
aquí y ahora: se centra en la realidad aunque de una manera más bien mecánica;
y está más orientado hacia la observación del clínico, que principalmente se guía
por abstracciones y computaciones. Pero el clínico tiene lo que el conductista
omite, un compromiso total con el fenómeno del darse cuenta. Y si lo denomina
consciencia, sensibilidad o darse cuenta, es un asunto que no importa en lo
absoluto. Freud asumió que la mera transposición de recuerdos inconscientes a
conscientes, sería suficiente para lograr una cura. La psiquiatría existencial tiene
un punto de vista existencial; tiene un punto de vista similar, aunque más amplio:
Diplomado en Terapia Gestalt 11

Sesión 3

asimilar y poner a disposición de paciente todas aquellas partes de la personalidad


que han sido alienadas.

Lo que obstaculiza al terapeuta existencial es esto: si bien su foco es la


experiencia, se aleja fácilmente del aquí y ahora del conductista. O comienza a
preocuparse, como Freud, del pasado y de la casualidad, o bien comienza a
preocuparse, como Adler, de las intenciones. La conducta real de ambos,
terapeuta y paciente, es explicada y minimizada, denominándolas “transferencia” y
“contra transferencia”.

El interés de la conducta observable se desarrolló tempranamente en psicoterapia.


El hipnotizador no sólo quería aliviar al paciente de sus síntomas, sino también
cambiar hábitos indeseables por hábitos deseables. La escuela freudiana trazó un
paralelo entre patrones de conducta y las tres zonas erógenas conocidas: oral,
anal y genital. El Interés de Reich en la formación de carácter, estuvo centrado
principalmente en al conducta motora de la persona. Trató de tomar un atajo y,
como muchos terapeutas, descuidó observar los detalles de la voz y de la
conducta verbal.

La escuela guestáltica ha investigado muchos aspectos de nuestra conducta


sensorial. Ya que nuestro contacto con el mundo está basado en el darse cuenta
sensorial, especialmente ver, oír y tocar, estos medios de contactar con el objeto –
externo juegan una parte tan importante en la terapia guestáltica como lo hace el
sistema propioceptivo interno en el auto-darse cuenta. Ya que toda sensación
toma lugar en el aquí y ahora; la terapia guestáltica está orientada al tiempo
presente del mismo modo que la conductista.

Llamamos carácter a aquellas conductas manifiestas –motoras y verbales- que


son fácilmente observables y verificables. Llamamos mente al lugar donde se
12
Diplomado en Terapia Gestalt
Sesión 3

origina estas conductas. Incluso nuestra conducta verbal secreta, tiene un nombre:
denominada pensamiento o intelecto. Pero esto último es, en realidad, la fantasía
o, como lo vio muy bien Freud, el escenario imaginario en el que ensayamos los
roles que deseamos interpretar en la vida real. El intelecto –la totalidad de la
inteligencia- puede ser comparado a una computadora, sin embargo, es un pálido
sustituto de la vívida inmediatez del sentir y el vivenciar. El psicoanalista y el así
llamado terapeuta racional al jugar juegos de interpretación y explicación, sólo
refuerza este dominio ilusorio del intelecto e interfiere con las respuestas
emocionales que se hayan en el centro de nuestra personalidad. En el desierto
emocional de los pacientes neuróticos; rara vez encontramos otros sentimientos
que no sean aburrimiento, auto compasión y depresión.

En resumen, el psicoterapeuta clínico carece de un completo compromiso con la


realidad, con el aquí y ahora, así como el conductista niega la importancia de la
capacidad de darse cuenta. En la terapia guestáltica están integradas las dos
caras de la moneda, haciendo una especie de psiquiatría microscópica,
investigando el darse cuenta y la evitación del darse cuenta en cada uno de los
detalles de la conducta del paciente y del así llamado terapeuta. Esta es la
verdadera integración de las dos psicologías – no sólo eclecticismo, no sólo una
componenda – sin embargo, es más difícil lograr esta síntesis al combinar la
terapia de grupo y la individual.

Un neurótico puede ser definido como un individuo incapaz de asumir la completa


identidad y responsabilidad de la conducta madura. Hará cualquier cosa por
mantenerse en el estado de inmadurez, incluso actuar el rol de un adulto –esto es,
su concepto infantil de cómo es un adulto- . El neurótico no puede concebirse a si
mismo como una persona autosuficiente, capaz de movilizar su propio potencial al
enfrentarse al mundo. El neurótico, busca apoyo ambiental a través de la
Diplomado en Terapia Gestalt 13

Sesión 3

dirección, ayuda, explicaciones y respuestas. No moviliza sus propios recursos,


sino sus medios de manipulación del ambiente –desamparo, victimización,
adulación, estupidez y otros controles más o menos sutiles- para obtener apoyo.

El organismo evita dolores reales, el neurótico evita dolores imaginarios. La


persona quien tiende a la salud, se permite vivir. La madurez la alcanza el
individuo, mediante la disminución del apoyo ambiental, el aumento de su
tolerancia a la frustración y el desmoronamiento de su falso afán por representar
roles adultos.

El psicoanalista puede hacerle el juego al neurótico que recurre a tal conducta al


desatender la esencia de las relaciones humanas y transformar cualquier relación
en infantil, con rótulos tales como figura paterna, incesto, súper yo dominante. No
permite que el paciente se haga responsable, sino que es el inconsciente, el
complejo de Edipo, lo-que-quieras; quien recibe la purga de la causa y de la
responsabilidad.

La conducta básica de uno de mis estudiantes era lamentarse. Su padre era un


lamentador profesional: un cantante. El estudiante se daba cuenta de que en
muchos aspectos, él mismo, era como su padre y combatía esta actitud; más esta
comprensión no le prestaba utilidad, pues nunca aclaraba cual era la esencia de
su lamento. Mientras más se lamentaba, mayor era su frustración al no producirse
un resultado. No lograba percatarse que él y su padre estaban errando el punto.
No podría haber respuesta porque nadie, ni Dios, ni un mago, estaban ahí para
ayudarles. Imitar al padre no es el problema. Si lo es la conducta irracional de
ambos, padre e hijo.
14
Diplomado en Terapia Gestalt
Sesión 3

El Freudianismo también yerra el punto al centrarse en las causas e


interpretaciones; la Psicología en general; lo hace al mezclar mente y fantasía.
Cada paciente yerra el clavo al esperar que la maduración surja a través de
fuerzas externas –Al ser psicoanalizado, reacondicionado, hipnotizado o
maratonizado, o tomando drogas psicodélicas. La maduración no puede ser
lograda para el paciente, requiere de atravesar el doloroso proceso de crecer por
ser mismo. Un terapeuta sólo puede entregar la oportunidad –estando disponible
como catalizador- y como una pantalla sobre la cual el paciente pueda proyectar
su neurosis. La teoría básica de la terapia Guestáltica es que la maduración es un
proceso continuo, en el que el apoyo ambiental se transforma en auto-apoyo. En
un desarrollo sano, el niño moviliza y aprende a usar sus propios recursos. Un
equilibrio apropiado entre apoyo y frustración lo capacitan para ser independiente,
libre para utilizar su potencial innato.

En contraste, una neurosis se desarrolla en un ambiente que no facilita


adecuadamente este proceso de maduración. El desarrollo degenera en una
formación de carácter; en un conjunto de patrones de conducta, destinados a
controlar el ambiente mediante la manipulación. A menudo; imitando a un adulto;
el niño aprende a asegurarse el apoyo ambiental, jugando al estúpido o al
desamparado; amenazando, adulando, tratando de ser seductor y así
sucesivamente. Así, cualquier terapeuta solícito o demasiado apoyador o algún
miembro del grupo que resulte succionado o fascinado por las manipulaciones del
paciente, sólo arruinarán más a esa persona, al privarlo de la oportunidad de
descubrir su propia fuerza, potencial y recursos. Aquí, la verdadera labor del
terapeuta consiste en frustrar al paciente, hábilmente.
Diplomado en Terapia Gestalt 15

Sesión 3

Al centro de cada neurosis yace, lo que los rusos llaman, el punto enfermo.
Percatándose de que no pueden hacer algo para curarlo, se satisface con
reorganizarlo y subir más sus energías alrededor de este punto enfermo. En
terapia guestáltica; este punto enfermo, lo llamamos, el IMPASSE; y hasta este
momento no he visto otro método de la terapia guestáltica para superarlo. Aún
más, dudo que sea posible superar el impasse en terapia individual; en cambio, sé
que en la integración de terapia de grupo e individual es posible hacerlo. Cuando
se acerca el impasse existencial (esto no significa atascamientos menores); el
paciente entra en un remolino. Entra en pánico, sordo y mudo – no está dispuesto
a abandonar el carrusel de la repetición compulsiva. Siente realmente la
desesperación que Kierkegaard reconoció como “Enfermedad hacia la muerte”. El
impasse existencial es una situación en que no hay apoyo ambiental próximo y el
paciente es o cree serlo, incapaz de enfrentarse por sí solo con la vida. De modo
que hará cualquier cosa con tal de de agarrarse al “status quo” –en vez de crecer
y hacer su propios poderes-. Cambiará de pareja más no de expectativas;
cambiará de terapeuta más no de su neurosis, cambiará el contenido de sus
conflictos internos, más no abandonará sus juegos de auto-tortura; aumentará la
sutileza de sus manipulaciones y su manía de control para asegurarse el apoyo
ambiental, sin el cual no se imagina capaz de sobrevivir.

Ahora bien, en la situación de grupo, ocurre algo que no resulta posible en la


entrevista privada. Para todo el grupo es obvio que la persona angustiada, no ve lo
obvio, no ve la forma de salir del impasse; no ve por ejemplo, que la mayor parte
de su sufrimiento es pura imaginación. Frente a esta convicción colectiva del
grupo, el paciente no puede utilizar su habitual conducta fóbica, consistente en
renegar al terapeuta cuando no logra manipularlo. De alguna manera, la confianza
16
Diplomado en Terapia Gestalt
Sesión 3

en el grupo, parece ser mayor que la confianza en el terapeuta; a pesar de la así


llamada confianza transferencial.

Detrás del impasse se oculta el monstruo amenazante que mantiene clavado al


paciente a la cruz de la neurosis. Este monstruo es la expectativa catastrófica que,
así lo imagina él, recita su problema y lo previene de tomar riesgos razonables y
tolerar los crecientes dolores de la maduración.

Es aquí donde el pensamiento racional halla su lugar: en la posibilidad de ver el


grado en el cual la expectativa catastrófica es pura imaginación o exageración de
un peligro real. En la resguardada emergencia de la situación terapéutica, el
neurótico descubre que el mundo no se cae en pedazos si él se enoja, si se excita
sexualmente, se alegra o se apena. Tampoco hay que subestimar el apoyo del
grupo para su auto-estima y para la apreciación de sus logros hacia la autenticidad
y hacia una mayor vitalidad.

En mi taller guestáltico, cualquiera que sienta el impulso, puede trabajar conmigo.


Estoy disponible, más no presionado. Temporalmente desarrollo una charla entre
el paciente y yo mismo; aunque el resto del grupo está comprometido totalmente,
rara vez están como participantes activos. Principalmente están como una
audiencia que es estimulada por el encuentro para hacerse un poco de auto-
terapia silenciosa.

Hay otras ventajas al trabajar con un grupo. Gran parte del desarrollo individual
puede ser facilitado haciendo experienciaciones colectivas, hablando jerigonza
juntos, o haciendo experimentos de retirada, o aprendiendo la importancia de la
atmósfera, o mostrando a la persona en el lugar mismo, el modo como aburre
colectivamente, hipnotiza (Hipnosis en Guestalt, es cualquier ocasión en que la
Diplomado en Terapia Gestalt 17

Sesión 3

persona acepta palabras como sustituto de la propia experiencia). o divierte el


ambiente. En la pena o en situaciones de similar carga emocional; ocurren
frecuentemente reacciones en cadena. El grupo entiende pronto la diferencia entre
ayudar independientemente de la buena intención que implique y el verdadero
apoyo. Al mismo tiempo, las observaciones que hace el grupo de los juegos
manipulativas del neurótico, de los roles que actúa con el objeto de mantenerse en
un estado infantil, facilitan su propio auto-reconocimiento.

En otras palabras, en contraste con el tipo usual de reuniones de grupo, yo llevo el


peso de la sesión ya sea haciendo terapia individual o conduciendo experimentos
grupales. A menudo intervengo si el grupo comienza a jugar a las opiniones,
consejos o interpretaciones, o si tiene enfrentamientos puramente verbales sin
ninguna sustancia experiencial. Más me mantengo al margen tan pronto como
comienza a ocurrir algo genuino.

Es una experiencia profundamente conmovedora para el grupo y para mi; el


terapeuta, ver como personas que hasta entonces han sido meros cadáveres
robotizados, comienzan a volver a la vida, logran mayor sustancialidad, comienzan
la danza del abandono y la autorrealización.

La gente de cartón se transforma en gente de verdad.


18
Diplomado en Terapia Gestalt
Sesión 3
Diplomado en Terapia Gestalt 19

Sesión 3

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

El Enfoque Guestáltico & Tesimonios de Terapia


Fritz Perls
Editorial Cuatro Vientos.
Santiago, Chile 1976.

Esto es Guestalt
Compilación de John O. Stevens
Editorial Cuatro Vientos
Santiago, Chile 1978

También podría gustarte