LIBRE ALBEDRÍO EN LA INCERTIDUMBRE Y EL

APRENDIZAJE

Carmen Beatriz Torres Navas

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EN EL MARCO DEL CURSO “LAS TICS EN EL AULA” PARA

INDUCIR A LOS PROFESORES DEL IUTEPI A UTILIZAR EL
APOYO DE LOS ENTORNOS VIRTUALES.

ENSAYO
BASADO EN APRENDIZAJE AUTÓNOMO Y APLICACIÓN DE SUS
ESTRATEGIAS
 Junio, de 2010

LIBRE ALBEDRÍO EN LA INCERTIDUMBRE Y EL

APRENDIZAJE

Ensayo realizado por: Carmen Torres .

¡El aprendizaje y la incertidumbre

se fueron al campo un día, más pudo la
incertidumbre, que el aprendizaje que
tenía!

En un mundo tan cambiante, donde la única constante es el cambio, se

requiere de una disposición para estar actualizados en el campo laboral, personal,
emocional y social con el fin de poder interrelacionarnos fluidamente con nuestro
entorno, de no ser así, corremos el riesgo de fosilizarnos en vida, esta situación
me hace reflexionar acerca de si tenemos conciencia del significado que tiene
¿Ser autor de mi desarrollo en la incertidumbre?

Asimismo, nos hemos acostumbrado a oír, y algunos casos aconsejamos,

que debemos ser creadores de nuestro propio destino; a mi modo de ver, es una
frase que obtiene hoy vigencia, más que nunca, lo cual significa que debo
hacerme responsable del futuro que quiero para mí, para los míos y para los seres
que me rodean, aspirando un bienestar común; en este apartado, yo me pregunto:
¿Cómo ejercer mi libre albedrío para el perfeccionamiento? ¿Cómo elegir los
caminos de mi aprendizaje? ¿Cuales estrategias puedo utilizar?

Para responder a estas interrogantes, es necesario hablar de autonomía del

aprendizaje, pero antes, es preciso conceptualizar autonomía y aprendizaje
autónomo.

Autonomía

La acepción de autonomía de acuerdo con el Diccionario Espasa (2004) es

expresada como “Condición y estado del individuo, comunidad o pueblo con

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independencia y capacidad de autogobierno: la educación debe conseguir la
autonomía del individuo.”; y para el diccionario de Encarta (2006), la define como
“Condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie”; Mientras, que para
A. Chene “Autonomía significa que uno puede fijar, y en realidad fija, sus propias
normas y que puede elegir por sí mismo las normas que va a respetar”, lo cual, a
mi parecer, evidencia el libre albedrío para escoger lo que yo gustosamente deseo
hacer de acuerdo con mis normas, costumbres, principios y valores. Lo cual
implica, ejercer el libre albedrío para el progreso.

Aprendizaje autónomo

Para la Universidad Abierta en Venezuela (UNA) “El aprendizaje autónomo

es un proceso que permite a la persona ser autor de su propio desarrollo, eligiendo
los caminos, las estrategias, las herramientas y los momentos que considere
pertinentes para aprender y poner en práctica de manera independiente lo que ha
aprendido. Es una forma íntima y absolutamente personal de su experiencia
humana, que se evidencia (o debe evidenciarse) en la transformación y el cambio.”
En cambio, el diccionario Espasa (o.b. cit.) lo define como autoaprendizaje
“Aprendizaje o adquisición de conocimientos de un arte u oficio de forma
autónoma y sin mediación o intervención exterior”

En mismo orden de ideas, la doctora Kamil en su obra titulada “La

autonomía como finalidad de la educación: implicaciones de la Teoría de Piaget”,
cuyo título refleja la importancia y el valor educativo que en su momento Piaget
otorgó a la autonomía, que a mi parecer sigue vigente en nuestros tiempos. La
autora citada, destaca la idea del desarrollo de la autonomía tanto en el ámbito
moral como en el intelectual de la persona. Asimismo, señala que se alcanza la
autonomía cuando la persona llega a ser capaz de pensar por sí misma con
sentido crítico, teniendo en cuenta muchos puntos de vista, tanto en el ámbito
moral como en el intelectual. Mientras que la autonomía moral trata sobre lo
“bueno “o lo “malo”; lo intelectual trata con lo “falso” o lo “verdadero”.

En este contexto de ideas, se puede afirmar que se es autónomo cuando la

persona es capaz de gobernarse a sí misma y es menos gobernado por los

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demás, por ende, la esencia de la autonomía es que las personas lleguen a ser
capaces de tomar sus propias decisiones, considerando la mejor acción a seguir
que concierna a todos, es decir, tengo la libertad de aprender libremente para
escribir las páginas de la historia de mi vida. Esta autonomía debe ser el fin último
de la educación, que se debe expresar en saber aprender a aprender, pero
primero debemos aprender a desaprender.

En concordancia con la conceptualización planteada, en el aprendizaje

autónomo se requiere ser autor de nuestro propio desarrollo mediante un método
de aprendizaje que se caracterice por ser flexible, sistemático y con alto nivel de
desarrollo de la creatividad e inventiva, con una visión integral, no sólo del mundo,
sino de la forma como se aborda el conocimiento y de la manera de analizar la
información a la cual se tiene acceso y desarrollar una metodología de
aprendizaje, en el que no es necesaria la presencia física de un profesor como es
lo tradicional, en el cual se abren nuevas posibilidades individuales e
institucionales, para una expansión sin fronteras ni precedentes, del aprendizaje
ya sea en casa o en la oficina, a tiempo parcial, puesto que proporciona la
oportunidad, para quien aprende, de elegir los caminos que quiere recorrer, de
progresar a su propio ritmo y horario, en función de sus expectativas.

De la misma forma, un elemento necesario para la eficacia del sistema, son

las estrategias que se deben utilizar entre ellas, aprender a aprender, que nos
conduce a la autonomía en el aprendizaje, es imperativo adoptar e incorporar
progresivamente estrategias de aprendizaje para ser más conscientes sobre la
forma cómo se aprende, lo cual significa estar conscientes de cómo aprendemos,
lo que implica el concepto de metacognición y así puedan enfrentar
satisfactoriamente diversas situaciones de aprendizaje.

En correspondencia, con las estrategias es importante reseñar las del tipo

afectivo-motivacionales: Estas estrategias se orientan a que el participante sea
consciente de su capacidad y estilos de aprender, que desarrolle auto confianza
en sus capacidades y habilidades a fin de lograr una motivación intrínseca hacia la
tarea o actividad de aprendizaje que debe realizar y sepa superar dificultades.

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Estas estrategias de acuerdo con Alonso y López (1999), fortalecen en el la
voluntad, el “querer aprender” y según Ontoria (2000), ayudan a consolidar un
modelo mental (ideas, creencias, convicciones) positivo sobre si mismo y su
capacidad para aprender; en mi opinión, si no se está familiarizado con esta nueva
forma de enseñanza y aprendizaje, estas estrategias son fundamentales para
fortalecer la actitud hacia el aprendizaje autónomo.

En opinión de Zamora Roselló, Mª Remedios, El profesor es el

encargado de seleccionar la metodología que considera más adecuada a la vista
de las circunstancias y condicionantes del grupo y de la asignatura, y en
consonancia con el modelo de aprendizaje que aspira a potenciar en el alumnado.
Las metodologías que favorecen la participación del alumno son las más indicadas
para el desarrollo del aprendizaje autónomo y de la capacidad crítica del
estudiante. En este contexto el profesor no es un mero espectador de la evolución
del alumno, sino que es su máximo responsable

En ese mismo órden de ideas, Carlos Valdez Godines, afirma que la

enseñanza implica una mediación formativa esencialmente, es decir, pedagógica y
posee una metodología (entendida como el conjunto de métodos, técnicas y
estrategias) para apoyar al sujeto que aprende en la construcción de
conocimientos, proceso que va desde el acercamiento y clasificación de las
fuentes de información hasta la reflexión de la misma y consolidación de
estructuras cognitivas superiores y complejas, para determinar cuáles son las
estrategias de aprendizaje del mismo, su nivel de información, el contexto de la
enseñanza, etc., y así diseñar la metodología de enseñanza más adecuada, vía un
proceso de mediación pedagógica.

Con la finalidad de lograr un aprendizaje autónomo, el campo de la

enseñanza le corresponde diseñar de ambientes de aprendizaje que median la
relación entre el docente, el saber, el participante y entre los participante, que
puedan propiciar la dinámica enseñanza-aprendizaje, donde el mayor énfasis en la
responsabilidad del proceso de aprendizaje recae en el participante, y por otra
parte, la realimentación y los intercambios educativos con los compañeros de

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estudio y los facilitadores, a decir de Diaz-Barriga y Fernández (2002), con el fin
de aclarar dudas y poder construir entre todos los aprendizajes significativos que
se pueden enriquecer con la lectura de los materiales recomendados o asignados
para estudiarlos mediante los medios disponibles para el aprendizaje.

Al referirme a los medios, se aluden todos aquellos recursos que se pueden

disponer con el fin de proporcionar al participante los elementos de apoyo para
facilitar su proceso de aprendizaje, que se constituyan en verdaderas herramientas
de aprendizaje, ello implica combinar apropiadamente el uso de los contenidos
escritos y de los medios tecnológicos que pueden favorecer un tipo de relación con
el participante y con los contenidos mismos, con los cuales se intenta, a partir de
la combinación de varios medios, generar distintos niveles de interacción, algo que
las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han logrado muy bien,
quedando demostrado en la conformación de redes sociales.

Hablar de las TIC en el ámbito educativo y en particular en la educación a

virtual, conduce al concepto de mediaciones pedagógicas, que tiene que ver con el
aprovechamiento de éstas para promover y acompañar los aprendizajes, de
acuerdo a Prieto Castillo, Daniel, en su obra titulada Mediación pedagógica y
nuevas tecnologías, se llama “pedagógica a una mediación capaz de promover y
acompañar el aprendizaje, es decir, la tarea de cada educando de construirse y de
apropiarse del mundo y de sí mismo”

Otro aspecto muy importante, es el desarrollo de estrategias de

autoevaluación, autorregulación y autoplanificación, relacionadas con diversos
aspectos cuyo propósito último es lograr la formulación de un plan de estudio
realista y efectivo.

Este plan permite al participante conocer aspectos relacionados con la tarea

y las condiciones en que debe ser realizada, tal como correspondería, en el caso
de la primera actividad que deberían desarrollar los estudiantes en la primera
semana de inducción, para los nuevos ingresos a la Educación Superior; esta en
una herramienta, que además de servir para planificar el tiempo de quien lo

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realiza, también sirve para planificar el tiempo en función de los trabajos en los
equipos formados por los estudiantes.

A modo de conclusión, es importante señalar que el aprendizaje autónomo

se debe considerar uno de los fines más importante de la educación, debido al
constante cambio que sufren todos los sistemas, ya sea en medio laboral por las
nuevas tecnologías, a nivel informático por el gran cúmulo de información y
conocimientos que se genera diariamente los cuales no se pueden aludir en el
tiempo reducido de las aulas de clase.

Por tal motivo, independientemente que se estudie en un sistema

presencial, semipresencial abierto, o a distancia el aprendizaje autónomo es
imprescindible para toda la sociedad en general, ya que este le garantiza al
ciudadano o ciudadana estar actualizado en los acontecimientos que tengan que
ver directa o indirectamente con su área laboral, lo cual repercutirá positivamente
en el desarrollo y su bienestar socioeconómico, en caso de que haya la necesidad
de sustituir las labores por nuevos métodos de trabajos, por nuevos mecanismos o
por el hecho de automatizar la producción.

Por otra parte, sirve de para elevar el autoestima, motivado a que los
aspectos psico-afectivos-emocionales se ven involucrados en este concepto,
puesto que se requiere de un alto nivel de motivación para alcanzar los objetivos;
otro punto muy importante, a mi parecer, es el relacionado con los principios y
valores, en el hecho de que para desarrollar la autonomía del aprendizaje,
primero, hay que desarrollar la autonomía moral debido al alto grado de
responsabilidad, constancia, dedicación y compromiso que se adquiere cuando se
emprende una labor de aprendizaje por si mismo.

Referencias Bibliográficas

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docentes en función de las motivaciones de los alumnos”, en Pozo I,
Monereo C (Coords.) El aprendizaje estratégico. Enseñar a aprender desde
el currículo. España: Aula XXI Santillana

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CONTRERAS BUITRAGO MARCO ELÍAS Y OTROS. EDUCACIÓN ABIERTA Y A
DISTANCIA. Alternativa de Autoformación para el Nuevo Milenio.
Ediciones Hispanoamericanas. 1999

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