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CONVERSACIÓN
En esta imagen de un kílix
ático, los participantes de
un simposio beben vino
en un vaso llamado
esquifo (skyphos).
Siglo V a.C. Museos
Estatales, Berlín.
BPK / SCALA, FIRENZE
EL DIOS QUE
INVENTÓ EL VINO
Según el mito, Dioniso, el
dios del vino, enseñó a los
hombres a mezclarlo con
agua para evitar la locura.
En la página siguiente,
tetradracma con la efgie
del dios. Siglo V a.C.
BRIDGEMAN / ACI
BANQUETES A LA GRIEGA
En las ciudades de la antigua Grecia, más que comer, lo
que hacían los invitados a un simposio en casa de un rico
anftrión era beber, escuchar música, deleitarse con las
bailarinas y, sobre todo, hablar de todo lo divino y lo humano
LA SALA DE
BANQUETES
E
l andrón, la estancia de la casa donde
tenía lugar el simposio, estaba pintado
de vivos colores y tenía, por lo gene-
ral, suelos de mosaico. Los lechos y
las mesitas laterales estaban fabricados con
esmero. Los divanes (kliné), con sus corres-
pondientes cojines y cobertores, sobre los que
los invitados estarían recostados toda la noche,
se colocaban a lo largo de las paredes sobre
una plataforma ligeramente elevada, de casi
un metro de anchura. Estos lechos medían
cerca de 1,80 m de largo por 80 centímetros
de ancho cada uno. En las salas normales
había siete, once o quince; como en cada uno
podían recostarse dos invitados, el grupo
podía estar formado por entre catorce y treinta
varones. Se han encontrado andrones en al-
gunas casas cerca de la Acrópolis ateniense
y en otras poblaciones como Olinto. Aquí, en
una casa helenística, se descubrió el lujoso
andrón con magníficas decoraciones de
mosaico que recrea la imagen.
AKG / ALBUM
banquete estaba reservado a los hombres y ve- como no usaban cuchillos ni tenedores, todo LOS PREPARATIVOS
tado a las mujeres libres. Después, los invitados se cogía con las manos. Tampoco había ser- DEL EVENTO
se acomodaban sobre un lecho y un esclavo les villetas; se limpiaban los dedos con trozos de Un esclavo transporta
sobre sus hombros
lavaba las manos y les quitaba las sandalias an- pan que luego tiraban al suelo para que se los un diván que será
tes de que se reclinasen. La buena educación comieran los perros de la casa que dormitaban colocado en el andrón
exigía conceder un tiempo a la contemplación bajo los lechos. Los postres consistían por lo donde tendrá lugar
y alabar los techos, los adornos o las colgaduras general en frutas, como uvas e higos, o bien un simposio. Pelike
(recipiente para
de la estancia. La primera parte de la reunión dulces elaborados con miel. Durante la cena contener vino)
se dedicaba a la cena (deîpnon). La comida en también se servía vino a los invitados. ático de fguras
la Atenas clásica era sencilla y frugal. El queso, Al finalizar la cena, los esclavos retiraban las rojas. Siglo V a.C.
las cebollas, las aceitunas, los higos y el ajo eran mesas y limpiaban la sala. Entonces comen-
esenciales en la cocina. También se consumía zaba el symposion o simposio, la «bebida en
una especie de puré de judías y lentejas. La car- común». Era el momento de disfrutar des-
ne se trinchaba en trozos pequeños, porque, preocupadamente con el vino, de acuerdo
El simposio deja de ser una El rey Filipo II de Macedonia Alejandro Magno y sus
institución exclusiva de la es enterrado en una tumba de sucesores convierten
aristocracia y se generaliza la necrópolis de Vergina en la el informal simposio
entre las demás clases que se disponen numerosos en un banquete opulento
sociales, como demuestran elementos de simposio (vasos y concurrido en el cual
los andrones hallados en y cráteras), lo que demuestra la se hace ostentación
K
TOC
BRIDGEMAN / ACI
SIGNO DE CIVILIZACIÓN
EL VINO, MEJOR
MEZCLADO
E
n Grecia, la crianza del vino se realizaba
en recipientes de cuero y barro, lo que
le confería un sabor ácido y aumentaba
su graduación entre 16 y 20 grados. Al
mezclarlo con agua se atemperaba el amargor y
se rebajaba su fuerza; según el mito, fue el propio
Dioniso quien enseñó al rey Anfictión de Atenas
a mezclar el vino. Además, el vino era joven y de
poca calidad, por lo que se intentaba mejorar
su sabor añadiéndole sustancias aromáticas o
resina. Para los griegos, consumir vino sin mez-
clar era propio de bárbaros e incompatible con
la diversión civilizada: los griegos lo llamaban
VARIOS SILENOS,
«beber al estilo escita». También creían que el COMPAÑEROS DEL DIOS
consumo de vino puro llevaba a la locura. Muchos DIONISO, SE DEDICAN A
LA FABRICACIÓN DE VINO.
excesos cometidos por Alejandro Magno se SIGLO IV A.C. MUSEO
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al cótabo con la copa de cicuta mientras pro- El anfitrión podía traer bailarinas, acróbatas y
nunciaba las palabras «Por el bello Critias», artistas de mimo. En el Banquete de Jenofonte,
que era quien le había condenado. el rico anfitrión Calias contrató a un empre-
Para amenizar el simposio nunca podía fal- sario que ofrecía todo un equipo de anima-
tar una flautista (aulêtris). En las representa- dores: una flautista, una bailarina experta
ciones del simposio sobre cerámica la vemos en acrobacias y un hermoso muchacho que
BANQUETES RESPETABLES
NO MÁS DE
TRES COPAS
N
o todas las reuniones se desarrollaban
con desenfreno. Platón, que era parti-
dario de un tipo de simposios ordena-
dos y serios, escribe en el Protágoras:
«Cuando se reúnen para beber gentes cultivadas,
no verás ni flautistas, ni bailarinas ni citaristas.
Y aunque beban mucho, saben hablar y escuchar
ordenadamente». De hecho, en su Banquete los
asistentes se ponen de acuerdo en beber con
moderación y despiden a la flautista para poder
charlar con tranquilidad. Estaba reconocido que
la mezcla de tres cráteras era suficiente; más
allá se sufrirían los efectos perniciosos del vino,
como recordaba un poema famoso: «Yo sólo
mezclo tres cráteras para los sensatos. La primera
es de la salud, y es la primera que se beben.
La segunda, del amor y del placer, y la tercera
para el sueño. Cuando se han bebido ésta, los
que se consideran listos se van a casa. La cuarta
crátera ya no es nuestra sino de la soberbia, la
quinta del alboroto, la sexta de la procesión de
borrachos, la séptima del ojo morado».
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tocaba la lira y también bailaba. Al final de borrachos, llamada kómos. Bailaban, gritaban UN BANQUETE
la velada, los bailarines ejecutaron una es- e insultaban a cuantos encontraban a su paso, MIXTO
pecie de danza erótica, una pantomima que y también atacaban y dañaban las propiedades La crátera sobre
estas líneas muestra
representaba las bodas de Ariadna y Dioniso, ajenas. Su actitud era un desafío a las normas una animada escena
el dios del vino, y que excitó enormemente de la sociedad, pues no podemos olvidar que de simposio: una
a todos los invitados. el simposio era propio de la aristocracia. Por fautista deleita a uno
Otras mujeres que asistían con frecuencia eso, en algunas ciudades se crearon leyes para de los invitados, que
coloca su mano tras
al simposio eran las heteras. Eran cortesanas impedir estas conductas soberbias hacia otros la cabeza; al lado, una
de lujo que se convertían en acompañantes ciudadanos y destructivas hacia sus bienes. En hetera entretiene a
habituales de un hombre que podía pagar Mitilene, por ejemplo, había una pena doble otro de los asistentes.
sus servicios. Deslumbraban con su belleza para los delitos cometidos bajo los efectos Museo Arqueológico
y entretenían a los hombres con su ingenio y del alcohol. No obstante, la institución del Nacional, Nápoles.
su refinada conversación. El simposio les ofre- banquete nunca fue cuestionada y, a pesar de
cía la posibilidad de mostrar sus encantos y sus excesos y de su origen aristocrático, siguió
encontrar generosos protectores. Nadie se ocupando un puesto central en las relaciones
engañaba sobre su papel en la reunión; cuenta sociales hasta la época romana.
Ateneo que cuando unos jóvenes se pelearon
por los favores de una hetera llamada Gna- ENSAYO
Para
tena, ésta consoló al que había sido vencido saber
Así vivieron en la Grecia antigua:
un viaje a nuestro pasado
diciendo: «Ánimo, muchacho, que la pelea no más Raquel López Melero. Anaya, Madrid, 2009.
es por una corona, sino por tener que pagar». La vida cotidiana en Grecia y Roma
Ian Jenkins. Akal, Madrid, 1998.
Cuando el simposio terminaba, los asis- TEXTO
El banquete
tentes, adornados con sus guirnaldas, salían a Platón. Gredos, Madrid, 2014.
las calles y formaban una procesión festiva de
NOTA: Las ilustraciones respetan
de un modo aproximado el tamaño
relativo de las piezas. La altura
VAJILLA
oscila desde los 74 cm de la crátera Los griegos usaban varios
a los 12,5 cm del kílix.
CRÁTERA DE VOLUTAS
CON ESCENA DE ACTORES
Y MÚSICOS. SIGLO V A.C.
MUSEO ARQUEOLÓGICO
NACIONAL, NÁPOLES.
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2
1 Crátera 2 Hidria
Era un gran recipiente que Estas piezas cerámicas
servía para mezclar el agua servían para transportar y
y el vino. Había de cuatro almacenar agua. Tenían tres
1 tipos: de volutas, de cáliz, de asas, dos a los lados y una
campana y de columnas. central para poder verterla.
DE UN BANQUETE
tipos de recipientes para mezclar, servir y beber el vino
PSICTERA EN LA QUE SE
REPRESENTA UN GRUPO
DE SÁTIROS QUE BEBEN
VINO EN CÁNTAROS.
MUSEO BRITÁNICO.
BRITISH MUSEUM / SCALA, FIRENZE
3 Psictera 5 Kílix
Se reconoce por su cuerpo Era una de las tipologías de
bulboso y su base alta copas empleadas para beber
y estrecha. Servía para la mezcla de agua y vino. Es
enfriar el vino con agua ancho y poco profundo, con
fría e incluso con hielo. pie alto y dos grandes asas.
4 Olpe 6 Esquifo
Es muy parecido al enocoe, Es otro de los vasos utilizados
pero con la boca recta. Servía en los banquetes para beber. ESQUIFO CON UNA
para contener vino, aunque El esquifo es una copa JOVEN EN UN COLUMPIO
también se usaba para servir profunda, de gran capacidad, EMPUJADA POR UN SILENO.
SIGLO IV A.C. MUSEOS
el vino con agua en los vasos. con dos asas laterales. 6 ESTATALES, BERLÍN.
BPK / SCALA, FIRENZE