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Los diuréticos son fármacos que estimulan la excreción renal de agua y electrólitos, como
consecuencia de su acción perturbadora sobre el transporte iónico a lo largo de la nefrona. Su
objetivo fundamental es conseguir un balance negativo de agua, pero los diuréticos no actúan
directamente sobre el agua, sino a través del sodio (diuréticos natriuréticos) o de la
osmolaridad (diuréticos osmóticos). De acuerdo con ello, la finalidad principal de los
diuréticos se dirige al tratamiento de los edemas. Ellos pueden modificar otros iones y alterar
otras funciones, de ahí que se utilicen también en otras enfermedades, como la hipertensión
arterial, las hipercalcemias, la diabetes insípida, el glaucoma, las intoxicaciones, etc.
ASA DE HENLE
El asa actúa como un sistema multiplicador contracorriente y los vasos recta que la
acompañan se comportan como un sistema de intercambio contracorriente. Ello determina la
producción de un ambiente hipertónico homogéneamente creciente en el espacio intersticial,
a medida que se avanza desde la corteza hacia la médula renal.
- Ahorradores de K+: actuán en el último segmento del túbulo distal por inhibición de la
aldosterona: espironolactona y canrenoato de potasio, o con independencia de la aldosterona:
amilorida y triamtereno.
DIURÉTICOS DE ASA
Son diuréticos que producen una diuresis copiosa y, en general, de corta duración. Su sitio
crítico de acción es el segmento diluyente medular y cortical, y concretamente el epitelio de la
porción o segmento grueso de la rama ascendente del asa de Henle, razón por la cual
frecuentemente son denominados diuréticos del asa.
MECANISMO DE ACCIÓN
La furosemida y demás diuréticos del asa se fijan a la proteína cotransportadora Na+-K+-2Cl–
situada en la membrana luminal del segmento grueso de la rama ascendente del asa de Henle
y la inhiben; en consecuencia impiden este importante transporte de iones.
Los diuréticos del asa inhiben también la reabsorción de Ca2+ y Mg2+ en la rama gruesa
ascendente, con lo que incrementan su eliminación.
FARMACOCINETICA
Se absorben bien por vía oral: la biodisponibilidad de la furosemida es del 50 % y la de la
bumetanida, del 90-95 %. Inician su acción, por vía oral, a los 10-30 min y alcanzan el efecto
máximo a los 20-40 min con una duración de 4-6 horas . Por vía IV, el comienzo de la acción se
aprecia en 2-5 min, pero esta ventaja es útil sólo en circunstancias muy urgentes, como el
edema agudo de pulmón.
Todos ellos se unen intensamente a las proteínas plasmásticas (> 95 %), por lo que son
filtrados en el glomérulo en escasa cantidad.
La eliminación de los diuréticos del asa es variable. Todos ellos son excretados parcialmente
por orina en forma activa.
REACCIONES ADVERSAS
La mayoría de las reacciones adversas derivan de la propia acción diurética y su incidencia y
gravedad dependen de la intensidad del tratamiento y de la propia enfermedad base del
paciente. Destacan la hipopotasemia y la alcalosis hipoclorémica, la hipovolemia y la
retracción del volumen extracelular.
DIURÉTICOS TIAZIDICOS
Las tiazidas y fármacos afines actúan desde la superficie luminal de la célula epitelial en la
porción inicial del túbulo contorneado distal, donde se fijan selectivamente. Allí inhiben el
cotransportador Na+-Cl– de la membrana luminal, interfiriendo de esta manera en la
corriente iónica de Na+ y de Cl–. Al poseer también cierta capacidad de inhibir la anhidrasa
carbónica, es posible que actúen adicionalmente en el túbulo proximal.
CARACTERÍSTICAS FARMACOCINÉTICAS
Todas las tiazidas se absorben bien por vía oral, con una biodisponibilidad que oscila entre el
60 y el 95 %. La unión a proteínas es variable: en general se unen en el 85-95 %, pero la
hidroclorotiazida lo hace en el 40 % y, en cambio, se acumula en los hematíes donde alcanza
una concentración 3,5 veces mayor que la del plasma. Todas son excretadas por transporte
activo de ácidos orgánicos en el túbulo proximal.
REACCIONES ADVERSAS
La mayoría de ellas derivan de su acción renal: hiponatremia, hipocloremia e hipopotasemia.
Las más frecuentes y peligrosas son la hipopotasemia y la alcalosis metabólica, que pueden
ser intensas y provocar descompensaciones.
UTILIDAD TERAPÉUTICA
INSUFICIENCIA CARDÍACA CONGESTIVA
En la insuficiencia cardíaca aguda, los diuréticos reducen la presión y el volumen diastólico
ventriculares (precarga), disminuyendo la congestión. Cuando la insuficiencia cardíaca es más
grave o resistente, es más adecuado utilizar diuréticos del asa que tiazidas. En los pacientes
renales se extremará la vigilancia de los ahorradores de potasio, por el riesgo de
hiperpotasemia y acidosis.
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Se utilizan tiazidas solas en hipertensiones leves o moderadas o se combinan con otros
antihipertensores en escalones sucesivos. En pacientes con alteraciones renales (GFR inferior
a 25 ml/min) es necesario utilizar furosemida, 20-80 mg/día por vía oral.
En las urgencias hipertensivas se emplea la furosemida por vía parenteral como coadyuvante
de otra medicación.
INTOXICACIONES
La eliminación de sustancias tóxicas mediante una diuresis forzada sólo es útil cuando: a) la
sustancia tóxica se distribuye por el plasma; b) se une poco a proteínas plasmáticas, y c) se
excreta por la orina en forma activa
FUROSEMIDA
La furosemida es un diurético de asa utilizado en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca
congestiva, hipertensión y edemas.
MECANISMO DE ACCIÓN
Como los demás diuréticos de asa, la furosemida actúa interfiriendo en el mecanismo de
intercambio de iones de sodio, potasio y cloro en la rama ascendente gruesa del asa de Henle.
Normalmente este simporte utiliza el gradiente de Na+ generado por la Na+/K+ ATPasa
basolateral y permite la reabsorción de Na+ K+ y 2Cl-. Existen canales de K para el reciclado
apical de este catión y canales de Cl basolaterales para la salida de Cl . De esta forma el voltaje
de la membrana apical está determinado por el potencial de equilibrio para el potasio y es
hiperpolarizado y la conductancia para el Cl- de la membrana basolateral provoca un
potencial de equilibrio menor. Como resultado de la diferencia transepitelial (luz + positiva
que el espacio intersticial) se genera una FUERZA impulsora para el flujo paracelular de
cationes hacia el espacio intersticial. Al inhibirse el simporte no sólo se inhibe la reabsorción
de Na+, K+ y Cl-, sino también la de cationes como Ca++ y Mg++.
PRECAUCIONES GENERALES
Furosemida es un diurético potente que, si se administra en cantidades excesivas, puede
producir diuresis profunda con pérdida de agua y electrólitos. Por tanto, se requiere de una
supervisión médica cuidadosa y se deben realizar ajustes en las dosis y en los esquemas de
dosi-ficación para los pacientes individuales que lo requieran.
En pacientes con cirrosis hepática y ascitis, es mejor iniciar la terapia con furosemida en el
hospital. En casos de coma hepático y en estados de disminución de electrólitos, no se debe
instituir la terapia hasta que mejore la con-dición básica. Las alteraciones repentinas de
líquido y del balance electrolítico en pacientes con cirrosis pueden precipitar un coma
hepático; por tanto, se requiere una estricta observación durante el periodo de diuresis. La
administración de cloruro de potasio y, si se requiere, de un antagonista de la aldosterona, es
útil para prevenir hipopotasemia y alcalosis metabólica.
La diuresis excesiva puede provocar deshidratación, disminución del volumen sanguíneo con
colapso circulatorio y posiblemente trombosis vascular y embolia en particular en los
ancianos. Al igual que cualquier diurético efectivo, puede ocurrir disminución de electrólitos
durante la terapia confurosemida, en especial en los pacientes que reciben dosis mayores y
están sometidos a un consumo restringido de sal. Durante el tratamiento con furosemida
puede ocurrir hipopotasemia, especialmente con la diuresis intensiva, con un consumo oral
inadecuado de electrólitos, en presencia de cirrosis, o durante el uso concomitante de
corticosteroides o ACTH.
Tinnitus y pérdida auditiva, parestesias, vértigo, mareo, cefalea, visión borrosa, xantopsia.
Reacciones hematológicas
Reacciones dermatológicas
Reacciones cardiovasculares
Puede ocurrir hipotensión ortostática que se puede agravar por el alcohol, barbitúricos o
narcóticos.
Otras reacciones
INTERACCIONES FARMACOLÓGICAS
Puede aumentar la ototoxicidad potencial de los antibióticos aminoglucósidos, en especial en
presencia de insuficiencia renal.
En Edema: La dosis usual de furosemida es de 20 a 40 mg, administrada como una dosis única,
inyectada intramuscular o intravenosamente. La dosis intravenosa se debe administrar
lentamente (1 a 2 minutos). Ordinariamente ocurre una diuresis rápida. Si se requiere, se
puede administrar otra dosis de la misma manera dos horas después, o se puede aumentar la
dosis. La dosis se puede aumentar en 20 mg, y se debe dejar transcurrir por lo menos 2 horas
después de la última dosis, hasta que se obtenga el efecto diurético deseado. Posteriormente
esta dosis única determinada individualmente, se debe administrar una o dos veces al día.
Tabletas
La dosis de furosemida se puede aumentar con precaución hasta 600 mg/día en pacientes con
estados edematosos clínicamente severos.
INTOXICACIÓN
Los signos y síntomas principales de la sobredosificación con furosemida son deshidratación,
disminución en el volumen sanguíneo, hipotensión, desequilibrio electrolítico, hipopotasemia,
alcalosis hipoclorémica, y son raras las extensiones de su acción diurética. El tratamiento de la
sobredosificación es la terapia de soporte consistente en el reemplazo de las pérdidas
excesivas de líquido y electrólitos. Con frecuencia se deben determinar los niveles de
electrólitos y dióxido de carbono en suero, así como la presión sanguínea.