Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Deporte y Los Juegos en La Edad Media PDF
El Deporte y Los Juegos en La Edad Media PDF
1
Publicado en la Revista Medieval. Barcelona: Toison. 2005.
Se tiende a buscar la base de la civilización occidental en Grecia. Pero en Egipto y en
las otras culturas del Próximo Oriente, ya se practican deportes que han llegado hasta
nuestros días.
Las celebraciones de eventos deportivos en Egipto, están muy relacionadas con el
Dios viviente: el faraón. El Estado organizaba eventos deportivos conjuntamente con
la repartición de carne o trigo entre los espectadores. Estos eventos deportivos se
celebraban en el día festivo de los trabajadores. La jornada laboral era de ocho horas
en una semana de diez días. Los deportes que practicaban los egipcios eran el tiro con
arco, la lucha con palos, el boxeo entre otros Todas estas manifestaciones servían de
entrenamiento para los soldados en tiempos de paz.
El inicio de la idea de deporte como competición hay que buscarla en la antigua
Grecia primero y posteriormente en el Imperio Romano. Las diferentes ciudades
helénicas tenían sus juegos deportivos. Los cuatro más importantes eran los juegos
ístmicos de Corinto, los juegos nemeos de la ciudad de Nemea, los juegos píticos en
la montaña sagrada de Delfos y los juegos olímpicos que se realizaban en la región de
Elida, en Olimpia. Estos últimos se establecen como el cómputo del tiempo en la
antigua Grecia. Estos juegos además de la competición tenían una significación
mítico-religiosa. Además muchas de las pruebas servían de entrenamiento para los
soldados que participaban. El tiro con arco, la lucha, las carreras, el lanzamiento de
jabalina eran pruebas y situaciones en las que los soldados se podrían encontrar.
En el Imperio Romano los deportes y los juegos se transformaron en espectáculo.
Todos tenemos en mente a los gladiadores romanos y los juegos y espectáculos en el
anfiteatro. Muchas ciudades de provincias tenían su estadio y su propio circo (dónde
se celebraban las carreras). El lema panem et circences (pan y circo) era habitual en la
época del Bajo Imperio, ya que el circo servía para distraer las masas de problemas
mayores del Imperio. En 393 d.C. se celebraron por última vez los Juegos Olímpicos.
Todo esto finalizó con la irrupción de los pueblos germánicos y la desmembración del
Imperio Romano de Occidente (año 476).
“Es imposible al hombre, una vez venido al mundo, evitar la muerte; pero huir
cuando se es emperador es intolerable. Si quieres huir, césar, bien está. Tienes
dinero, los barcos están dispuestos y la mar abierta... Pero reflexiona y teme, después
de la fuga, preferir la muerte a la salvación. Yo me atengo a la antigua máxima de
que la púrpura es una buena mortaja”2
2
Procopio, De bello persico, I, 24, 35—37.
asientos reservados en el hipódromo, en época de la dinastía de los Comnenos y de la
familia Ángel (finales del siglo IX y siglo X). Juan Comneno se reunía con los
genoveses en el hipódromo.
Tales episodios son característicos del influjo ejercido por el hipódromo y la
muchedumbre de la capital sobre el gobierno y el emperador.
EL ISLAM
El ajedrez se introduce en la Europa occidental a través de los árabes que ocupan la
Península Ibérica en el año 711. El ajedrez, actualmente considerado un deporte, se
practica sobre un tablero dividido en sesenta y cuatro cuadrados, treinta y dos blancos
y treinta y dos negros. El jugador dispone de diversas piezas (ocho peones, dos torres,
dos caballos, dos alfiles, una reina y un rey) y cada una de ellas tiene un movimiento
característico. El objetivo es capturar el rey del contrario. Éste deporte fue muy
popular a lo largo de la Edad Media, y ha perdurado hasta nuestros días sin variación
alguna, desde que los musulmanes lo adoptaran de Persia, el cual había llegado a
través de la India. (donde ya se jugaba en los siglos V y VI d. C.). El juego, tal y
como apunta el arabista Juan Vernet, fue introducido por el iraquí Ziryab en la ciudad
de Córdoba, hacia el año 857. Por estas fechas ya era conocido en la zona oriental del
Islam en el siglo VI. El juego también fue difundido a través de las cruzadas desde
Oriente hacia Europa.
Otro de los deportes que también introducen los árabes es el polo, deporte que mezcla
el arte de montar a caballo y el manejo del mazo con el que se le da a la pelota, para
llegar al objetivo final de puntuar marcando.
“Los caballeros miden sus fuerzas en viriles juegos ecuestres que imitan los combates
verdaderos, mientras las damas los contemplan desde lo alto de las murallas,
estimulándoles a combatir y apasionándose ellas mismas por el juego y los
protagonistas” 5
Con el transcurso del tiempo los torneos se desplazan del mundo rural a los centros
urbanos, dónde se acondicionan plazas y espacios capaces de contener cabalgadas y
combates. En Barcelona, en la Plaza del Born (al final de la actual calle Montcada) se
realizan obras de ampliación a finales del siglo XII y principios del XIII para
3
Citado por KEEN, Maurice: La caballería, Barcelona: Ariel. 1986. Pág. 121.
4
Ídem. Pág. 122.
5
Historia Regum Britanniae. Madrid: Ed. Siruela. 1984. Pág. 161.
conseguir unas medidas adecuadas para las carreras de los caballos y para instalar
tarimas de madera para los espectadores. Más adelante, a principios del siglo XV, se
decide una nueva remodelación y en el mes de julio de 1424 los consellers (miembros
del gobierno municipal) expropian la casa del mercader Joan Ballaró y proceden a su
derribo con objeto de “exemplar e embellir la dita plaça” (agrandar y embellecer la
dicha plaza).6 El motivo real es la voluntad de Alfonso el Magnánimo, quien el 6 de
agosto organiza un torneo espectacular en que él mismo rompe lanzas con los nobles
Bernat de Centelles y Ramon de Mur.7
Algunos torneos se celebran con motivo de la llegada a la ciudad de reyes o miembros
de familias reales, como pasa el 30 de mayo de 1366 a raíz de la visita de la reina
Juana, mujer de Enrique de Castilla.8
De esta forma los torneos pierden su componente básico militar y ganan publicidad y
asistencia de espectadores, posibilitando al pueblo llano el acceso a un ritual hasta el
momento reservado a las clases dirigentes. También se celebran con la llegada del
conde de Foix (el 13 de noviembre 1455) o el del duque de Calabria, hijo del rey de
Nápoles (el 5 de agosto de 1477).
6
Llibre de les solemnitats de Barcelona, I, Barcelona: 1930. Págs. 24-26.
7
Llibre de les solemnitats de Barcelona, I, Barcelona: 1930. Págs. 28.
8
Rúbriques de Bruniquer, I, Barcelona, 1912. Pág. 230.
la obtención de buenas piezas que surtirán la mesa de una aristocracia que hace de la
carne la base de su alimentación hasta límites insospechados.
La caza está monopolizada por el rey y hay monarcas adictos a este deporte. Los reyes
de la Corona de Aragón son un buen ejemplo: desde Jaime II hasta Alfonso el
magnánimo, pasando como su apodo indica por Juan el cazador –quien murió
mientras cazaba–, organizan cacerías y muchos abandonan los asuntos de estado para
disponer de unos días de montería. Existían medidas para proteger algunas especies
de animales sobre todo a lo largo de los siglos XIV y XV. Las variedades más
protegidas eran los ciervos y corzos, por un lado, y perdices, faisanes y francolines
por el otro.
Jaime II, rey de la Corona de Aragón, repobló su finca de Valldaura de ciervos, cabras
hispánicas y otros animales. La finca pasó en 1298 a manos de Romeu Marimon,
miembro de la aristocracia barcelonesa, con la condición que siempre tuviera en ella
ciervos y otros animales, pero que no críe jabalís. En muchos viajes Jaime II captura
animales vivos y los lleva a su finca de Valldaura.
Hay dos formas básicas de practicar la caza: a pie y a caballo. Se usan perros y aves
de presa así como diferentes tipos de armas. Éstas principalmente son arrojadizas
(venablos, flechas, lanzas) pero también las hay manuales (dagas, cuchillos, espadas),
que sirven para preparar las piezas in situ.
EL JUEGO DE LA BALLESTA
Con el desarrollo de las ciudades en la Baja Edad Media y la aparición de la
burguesía, se desarrollan nuevos juegos y deportes más populares.
Uno de los prácticas deportivas más populares en las ciudades de la Baja Edad Media
es el juego de la ballesta. Es una prueba difícil que combina la fuerza física con la
precisión y la destreza. La ballesta se introduce en Europa a partir del siglo XIII y la
celebración de concursos y juegos se convierte en un hecho cotidiano. En la
Barcelona medieval del siglo XIV se celebraba una competición anual llamada joc de
la ballesta, convocada por las autoridades municipales.
El premio para el ganador es la joya, premio consistente en una ballesta decorada al
estilo genovés, con el escudo de la ciudad en plata fina. En la Mallorca del siglo XV,
en la ciudad de Palma, los premios para los ganadores del juego de ballesta son
totalmente monetarios. El gobierno municipal de la ciudad desvía dinero de los
impuestos recaudados (sobre el aceite, el vino, las carnes...) para pagar al ganador del
torneo.
En un principio las dianas de los ballesteros son inmóviles pero pronto se dispara
contra aves, animales y frutas colgadas en los árboles. El gobierno municipal de
Barcelona se ve forzado en 1313 a prohibir cazar palomas en la ciudad y disparar
contra los frutos de los árboles frutales.
EL JUEGO DE PELOTA
Conjuntamente con los deportes-espectáculos –como los torneos– y los deportes de
aventura –como la caza mayor–, se practica en las ciudades un juego más sencillo y,
en cierto modo, más humilde. No precisa de grandes espacios ni de grandes medios,
sino de un plano vertical y de una pequeña pelota confeccionada con trapos envueltos
en una cubierta de cuero. Se trata del juego de pelota, que consiste en impulsar la
pelota con la mano (desnuda o protegida por un guante) o con la ayuda de una pala o
raqueta contra la pared o frontón.
El juego, por su simplicidad, se conoce desde tiempos antiguos en distintas latitudes.
Gozó de divulgación entre griegos, egipcios, romanos e incluso en ciertas culturas
precolombinas, como los mayas, seguramente como actividad lúdico-ritual.
En la Edad Media se practica desde el siglo XII, aunque alcanza verdadera difusión en
el XIV. En un primer momento se juega en plazas y calles, ya que la construcción de
locales cubiertos (tripudia) –al estilo de los frontones modernos– se inicia a finales de
la Baja Edad Media por iniciativa pública o privada.
A lo largo de los siglos XIV y XV es habitual la imagen de niños y adultos
practicando este juego en las calles de las ciudades, organizando competiciones o
apuestas y causando molestias a los vecinos con la algarabía de los participantes y el
continuo golpear de la pelota. También se juega frenéticamente en los patios de las
casas, en el interior de las tabernas, burdeles y garitos, donde su popularidad alcanza
cotas inauditas.
Hay testimonios literarios que hablan del juego de pelota, como Curial, personaje del
romance anónimo de Curial i Güelfa, que cuando se ve apartado de su amor, Güelfa,
recluida en la mansión del marqués de Monferrato, se pasa tot lo jorn jugant pilota
davant lo palau (se pasa todo el día jugando a pelota delante del palacio).
Los dados también son objeto de persecución por los gobiernos municipales en la
Baja Edad Media. La motivación de este juego es también económica y no lúdica.
Existen numerosos bandos en las ordenanzas municipales de las ciudades de esta
época, en donde se expulsan a los tahúres, ya que no aportan nada bueno a la ciudad.
Éstos una vez expulsados van a otra ciudad. Por esto los nombres que aparecen en los
bandos son de gente foránea de la ciudad, que seguramente ya han sido expulsados
anteriormente de otro núcleo urbano. Alfonso X ya legisló en 1276 las casas de juego
en el manuscrito titulado “Ordenamiento de la Tafurerías”.
La razón de la prohibición de estos juegos es debido a que éstos pierden su carácter
lúdico-deportivo, ya que los participantes no buscan la distracción sino el beneficio
económico. Los lugares en donde se desarrollan es en el sórdido mundo de las
tabernas y burdeles medievales.
A MODO DE CONCLUSIÓN
El deporte en la Edad Media no es igual en Oriente que en Occidente. En Oriente se
transmite la celebración de grandes espectáculos derivada del Imperio Romano y
cómo el hipódromo es la continuación del anfiteatro.
Tampoco es igual el deporte que practican los altos estamentos que las clases más
bajas de la sociedad. A lo largo de la historia vemos como el deporte va muy ligado al
entrenamiento militar. Muchos de los deportes y juegos que se practican sirven para
entrenar a los soldados en tiempo de paz. Éste fenómeno es visible desde el antiguo
Egipto hasta la Alta Edad Media.
Es en la Baja Edad Media donde hay un gran cambio ya que los deportes se
popularizan. Anteriormente el deporte (como la caza o el ajedrez) era casi exclusivo
de la aristocracia y la realeza. Frente al despliegue de medios de la aristocracia, a
partir del siglo XIV, con el apogeo de las ciudades medievales y la aparición de una
nueva clase social (la burguesía) es cuando el deporte ya no es exclusivo de las clases
altas. Se desarrollan en las ciudades juegos más populares en que todo el mundo
puede participar (el juego de pelota).
Con la aparición de los juegos populares aparecen también las regulaciones reales y
municipales de las ciudades. Se prohíben los juegos de azar en donde se puede apostar
dinero para primar a los deportes más físicos y de destreza.