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CANCIONES INFANTILES

1 Letra de la canción Cinco lobitos


Cinco lobitos
tiene la loba,
cinco lobitos,
detrás de la escoba.
Cinco lobitos,
cinco parió,
cinco críó,
y a los cinco,
a los cinco
tetita les dió.

Pulgar, pulgar,
se llama éste,
éste se llama índice
y sirve para señalar,
éste se llama corazón
y aquí se pone el dedal,
aquí se pone el anillo
y se llama anular
y este tan chiquitín
¡meñique, meñique!.

2 Los patitos
Todos los patitos
se fueron a nadar
y el más pequeñito
se quiso quedar

su mamá enfadada
le quiso regañar
y el pobre patito
se puso a llorar

Los patitos en el agua


meneaban la colita
y decían uno al otro
ay! que agua tan fresquita.

Los patitos en el agua


meneaban la colita
y decían uno al otro
ay! que agua tan fresquita.

3 Los ratoncitos
Cinco ratoncitos de colita gris,
mueven las orejas, mueven la nariz,
abren los ojitos, comen sin cesar,
por si viene el gato, que los comerá,
comen un quesito, y a su casa van,
cerrando la puerta, a dormir se van
CANCIONES GUATEMALTECAS

1 LUNA DE MIEL EN RIO DULCE


EN GUATEMALA TIERRA LINDA TIERRA HERMOSA
ME ENAMORÉ
DE UNA MUCHACHA SUGESTIVA Y CAPRICHOSA
QUE VI PASAR

CON SUS OJAZOS CUAL LUCEROS ENCENDIDOS


ME CAUTIVÓ
Y CON UN BESO DE SU BOCA PRIMOROSA
ME FASCINÓ
POR NUESTRO AMORPERDIMOS LA RAZÓN
Y LUEGO NOS CASAMOS CON SINCERA
DEVOCIÓN
Y AL DECIDIR NUESTRA LUNA DE MIEL
PENSAMOS QUE PASARLA EN RIO DULCE
ERA MEJOR

Y A RIO DULCE CON MI AMOR EN BARCA FUIMOS


SURCANDO EL MAR
Y EN ESE MÍSTICO RINCÓN SOLO TUVIMOS
FELICIDAD.

2.     COBÁN
EN COBÁN YO DISFRUTÉ
DEL ENCANTO DE SU SUELO
LAS BELLEZAS QUE ADMIRÉ
MOTIVARON ESTA CANCIÓN.

EN COBÁN ME QUEDARÉ
DISFRUTANDO DEL PAISAJE
Y DEL CLIMA ENCANTADOR
DE COBÁN CIUDAD IMPERIAL.

//ADMIRANDO SU VERDOR
SE DIVISA EL ENCANTO DE LA ORQUÍDEA
MONJA BLANCA PRIMOROSA
QUE EN SU SUELO FLORECIÓ
QUE ES LA FLOR NACIONAL//

DONDE EL QUETZAL Y LA MONJA BLANCA


TIENEN SU NIDO ES EN COBÁN
BELLA TIERRA DONDE LA PAZ
Y EL AMOR EN PAREJA SIEMPRE VA

DONDE EL QUETZAL Y LA MONJA BLANCA


TIENEN SU NIDO ES EN COBÁN
Y YO CANTO ESTÁ EMOCIONADO ESTA CANCIÓN
QUE DEDICO CON AMOR Y ADMIRACIÓN
PARA COBÁN.
3.   LUNA DE XELAJÚ

LUNA GARDENIA DE PLATA


QUE EN MI SERENATA TE VUELVES CANCIÓN
TÚ QUE VISTES CANTANDO
ME VES HOY LLORANDO MI DESILUSIÓN

CALLES BAÑADAS DE  LUNA QUE FUERON LA


CUNA
DE MI JUVENTUD
VENGO A CANTARLE A MI AMADA
A MI LUNA PLATEADA, LUNA DE MI XELAJÚ

LUNA DE XELAJÚ
QUE SUPISTE ALUMBRAR
EN MIS NOCHES DE PENA POR UNA MORENA
DE DULCE MIRAR

LUNA DE XELAJÚ
ME DISTE INSPIRACIÓN
LA CANCIÓN QUE TE CANTO
REGALA CON LLANTO DE MI CORAZÓN

EN MI VIDA NO HABRÁ
MAS CARIÑO QUE TU MI AMOR
PORQUE NO ERES INGRATA
MI LUNA DE PLATA
LUNA DE XELAJÚ
LUNA QUE ME ALUMBRÓ
EN MIS NOCHES DE AMOR
HOY CONSUELAS LA PENA
POR UNA MORENA QUE ME ABANDONÓ

LUNA QUE ME ALUMBRÓ EN MIS NOCHES DE


AMOR
HOY CONSUELAS LA PENA
POR UNA MORENA QUE ME ABANDONÓ.

POEMAS INFANTILES:

1 La Tarara

La Tarara, sí;
la tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.

Lleva la Tarara
un vestido verde
lleno de volantes
y de cascabeles.

La Tarara, sí;
la tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.

Luce mi Tarara
su cola de seda
sobre las retamas
y la hierbabuena.

Ay, Tarara loca.
Mueve, la cintura
para los muchachos
de las aceitunas.

2 El congreso de los ratones



Juntáronse los ratones
para librarse del gato;
y después de largo rato
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.

Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
  ¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?

3 El renacuajo paseador

El hijo de Rana, Rinrín renacuajo,
salió esta mañana muy tieso y muy majo
con pantalón corto, corbata a la moda,
sombrero encintado y chupa de boda.
—¡Muchacho, no salgas! —le grita mamá
pero él hace un gesto y orondo se va.
 
Halló en el camino, a un ratón vecino
y le dijo: —¡Amigo!— venga usted conmigo.
Visitemos juntos a doña Ratona
y habrá francachela y habrá comilona.
A poco llegaron, y avanza Ratón,
Estírase el cuello, coge el aldabón,
da dos o tres golpes, preguntan ¿quién es?
—Yo doña ratona, beso a usted los pies.
 
¿Está usted en casa? —Sí señor, sí estoy,
y celebro mucho ver a ustedes hoy;
estaba en mi oficio, hilando algodón,
pero eso no importa; bienvenidos son.
 
Se hicieron la venia, se dieron la mano,
y dice Ratico, que es más veterano:
— Mi amigo el de verde rabia de calor,
démele cereza, hágame el favor.
 
Y en tanto que el pillo consume la jarra
mandó la señora traer la guitarra
y a renacuajo le pide que cante
versitos alegres, tonada elegante.
 
—¡Ay! de mil amores lo hiciera, señora,
pero es imposible darle gusto ahora,
que tengo el gaznate más seco que estopa
y me aprieta mucho esta nueva ropa.
 
—Lo siento infinito —responde tía Rata—,
aflójese un poco chaleco y corbata,
y yo mientras tanto les voy a cantar
una cancioncita muy particular.
 
Mas estando en esta brillante función
de baile, guitarra y canción,
la gata y sus gatos salvan el umbral,
y vuélvese aquello el juicio final
 
Doña gata vieja trinchó por la oreja
al niño Ratico maullándole: “¡Hola!”
Y los niños Gatos a la Rata vieja
uno por la pata y otro por la cola.
 
Don Renacuajito mirando este asalto
tomó su sombrero, dio un tremendo salto.
Y abriendo la puerta con mano y narices,
se fue dando a todos noches muy felices.
 
Y siguió saltando tan alto y aprisa
que perdió el sombrero, rasgó la camisa,
se coló en la boca de un pato tragón
y este se lo embucha de un solo estirón.
 
Y así concluyeron, uno, dos y tres
Ratón y Ratona, y el Rana después.
Los gatos comieron y el pato cenó,
¡y mamá Ranita solita quedó!

CUENTOS CON DIBUJOS


Hubo una vez en el mundo, un invierno crudo y
feroz, que hacía temblar de frío todas las
criaturas del bosque, en especial los pájaros
pequeños. La nieve cubría la tierra, y llenaba de
fría escarcha las ramas de los árboles. De esta
manera, era imposible para las avecillas buscar
comida con que alimentar a sus crías.
La hermosa y buena Caperucita, sintió
compasión de los pajaritos y comenzó a llenar
su ventana con granos de arroz. En pocos
segundos, la ventana se llenó de estas
criaturas, que además, buscaban el calor de la
casa. Entonces, Caperucita dejó pasar a todas
las aves del bosque, quienes se refugiaron a los
pies de la chimenea.
Con el tiempo, los alimentos comenzaron a
escasear también para los hombres, y la aldea
vecina decidió atacar el poblado donde vivía
Caperucita con el fin de arrebatarle todas sus
provisiones. “Nos superan en número.
Debemos pedir ayuda al Rey” gritó uno de los
habitantes, pero otro dijo “Es imposible. Los
caminos están cubiertos por la nieve”.
Entonces, la joven Caperucita pidió a la paloma
que enviara un mensaje al rey, y la blanca ave
pareció entender, pues salió a toda velocidad
por la ventana. Con el paso de los días,
Caperucita no recibía noticias de la paloma y
para colmo de males, los enemigos habían
entrado en el pueblo con la intención de
saquear cada una de las casas.
Fue en ese preciso instante, cuando asomó la
esperanza, y aparecieron milagrosamente los
guardias del Rey, propinando una severa
golpiza a los malhechores, quienes huyeron a
toda prisa del lugar. La paloma mensajera
llegaba detrás, volando con sus últimas fuerzas
hasta caer en las manitas tiernas de Caperucita.

2 QUE LE PASA AL LOBO


 

LEYENDA
1 LA RIQUEZA Y LA POBREZA
Existió, hará un largo tiempo, un humilde hombre que
vivía en la más absoluta pobreza. Este hombre tenía un
hijo muy egoísta, que cansado de no recibir de su pobre
padre cuanto le pedía, decidió que era hora de
marcharse a iniciar su propia vida, llena de más
caprichos y lujos.
Transcurridos unos cuantos años desde la partida de su
hijo, el padre habría logrado salir adelante con muy
buen pie, enriqueciéndose de tal forma gracias a sus
negocios en el mundo del comercio, que se había
trasladado de casa y de ciudad, rodeado de mil y una
comodidades. Su hijo, por el contrario, no había
conseguido salir de la pobreza, y caminaba mendigando
de pueblo en pueblo y viviendo gracias a la ayuda de
las gentes.
Aquel padre, a pesar de haber abandonado su vida
anterior y haberse convertido en un hombre con tanta
suerte, no conseguía olvidarse de su hijo, lamentándose
día a día de su marcha y soñando con su llegada:
¡Dónde estará mi hijo! Yo ya soy viejo, y ¡desearía
tanto que pudiese acompañarme en mis últimos días de
vida, y heredara con mi despedida toda mi riqueza!
Y, cosas del destino, ocurrió que su hijo buscando
limosna, llegara a la ciudad a la que se había traslado el
padre y que tocara a su misma puerta. Tan cansado de
caminar de allá para acá, el hijo ni siquiera reconoció a
su padre, que se encontraba reposando placenteramente
sobre un sillón de buena mimbre en el porche
ajardinado de su gran casa.
Pero el padre sí reconoció a su hijo, y muy emocionado
se levantó de su sillón para darle un gran abrazo, así
como la bienvenida a su nuevo hogar. Sin embargo,
aquello no tuvo nunca lugar, porque el hijo, asustado
ante tanta riqueza y temeroso de ser humillado, salió
corriendo de allí como alma que lleva el diablo.

2. La leyenda del maíz


También conocida como Quetzalcóatl y el maíz, esta
leyenda es de origen azteca y trata de explicar el surgimiento
de uno de los ingredientes primordiales de la comida
mexicana: el maíz. En esta historia se considera como
producto que surge como resultado de la acción divina.
Al mismo tiempo, esta leyenda es ideal para reflexionar con
los más pequeños sobre la importancia del esfuerzo y tesón
para conseguir cualquier objetivo que nos propongamos en
la vida.
Cuenta la leyenda que, antes de la llegada del Dios
Quetzalcóatl, los aztecas solo se alimentaba de raíces y
algún que otro animal que podían cazar.
El maíz era un alimento inaccesible porque estaba oculto en
un recóndito lugar situado más allá de las montañas.
Los antiguos dioses intentaron por todos los modos acceder
quitando las montañas del lugar, pero no pudieron
conseguirlo. Entonces, los aztecas recurrieron a
Quetzalcóatl, quien prometió traer maíz. A diferencia de los
dioses, este utilizó su poder para convertirse en una hormiga
negra y, acompañado de una hormiga roja, se marchó por las
montañas en busca del cereal.
El proceso no fue nada fácil y las hormigas tuvieron que
esquivar toda clase de obstáculos que lograron superar con
valentía. Cuando llegaron a la planta del maíz, tomaron un
grano y regresaron al pueblo. Pronto, los aztecas sembraron
el maíz y obtuvieron grandes cosechas y, con ellas,
aumentaron sus riquezas. Con todos los beneficios, se
cuenta, que construyeron grandes ciudades y palacios.
Desde aquel momento, el pueblo azteca adora al Dios
Quetzalcóatl, quien les trajo el maíz y, con ello, la dicha.

ADIVINANZAS
TRABALENGUAS

Dichos Con Dibujo

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