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de forma unívoca, ya que toman parte diversas reali- Las prácticas y las representaciones sociales, inclui-
dades o interpretaciones distintas: la arquitectura y la das las prácticas y las representaciones espaciales, según
disciplina antropológica, representantes de la vertien- Bordieu, estarían generadas y organizadas por unas estruc-
te creativa y analítica del espacio respectivamente. Pero turas de carácter colectivo denominadas habitus. Sin
aún faltaría otro punto de vista para completar la apro- embargo, en ningún caso estas estructuras tienen un efec-
ximación al objeto arquitectónico: la sociedad, es decir to de carácter determinista, sino que actúan como ins-
el representante de la vertiente práctica del espacio. En trumentos delimitadores de las prácticas y las represen-
cada una de estas tres realidades, el espacio adquiere taciones, tanto individual como colectivamente. En realidad,
nombres y significaciones diferentes. En el ámbito de estarían a medio camino entre el determinismo y la liber-
la sociedad, la vertiente práctica, los espacios adquie- tad: estaríamos en el ámbito de una libertad controlada,
ren el sentido que le otorgan las actividades que tienen de una «libertad condicionada» y condicional, de un con-
lugar: el espacio habitado se convierte en lugar. Desde junto de «improvisaciones regladas» y reguladoras.» 4 El
otra perspectiva, la arquitectura, la vertiente creativa, habitus pasa a ser de este modo una capacidad infinita
es la que crea y da forma a estos lugares a través del de generar prácticas y formas sociales, prácticas y for-
proyecto: el espacio pasa a ser arquitectura. Este lugar, mas arquitectónicas, ,a irnedio camino entre los condi-
para la antropología, ha sido un objeto de estudio al cionamientos que forman parte de un determinado con-
que se ha accedido desde un criterio analítico, con el texto histórico-sociocultural y la creatividad.
objetivo de buscar el sentido que precisamente tiene Por tanto, el habitus no es algo estático, sino que
para la sociedad. Pero para el antropólogo, el espacio adquiere todo su sentido en la noción de cambio y de
de la sociedad en cuestión también forma parte de éste proceso de transformación. Las diferentes esferas de
y le confiere un sentido propio: se trata del campo la vida social se van reactivando y actualizando a tra-
antropológico. 1 vés de un proceso constante de revisión, selección y
transformación de los elementos existentes y, al mis-
mo tiempo, a través de un proceso ¡de incorporación
Habitar y habitus de elementos nuevos. El equilibrio entre permanencia
y cambio, entre imitación e invención, entre lo here-
La apropiación del espacio por parte del habitante for- dado y lo nuevo, ayuda a que las diversas esferas no
ma parte del proceso que hace que la sociedad con- pierdan su vigencia y su sentido, y a que no se dificul-
vierta los espacios en lugares. Nicole Haumont dice: te el proceso de apropiación y reapropiación de la rea-
«Habitar es ser alojado y poder apropiarse del espa- lidad. El habitus toma un «doble papel:,el de hilo con-
cio según ciertos modelos culturales», ya que es a par- ductor y el de motor de cambio ide ;la propia 'historia.
tir de los modelos culturales que se generan las prácti- «Producto de la historia, el habitus produce prác-
cas y las representaciones sociales 2 . Para dar una ticas individuales y colectivas, produce, así, historia
explicación a estos modelos culturales, Pierre Bourdieu conforme a los principios (schemes) engendrados por
utiliza el concepto de habitus. la historia; asegura la presencia activa de las expe-
«Los condicionamientos asociados a una clase par- riencias pasadas que, depositadas en cada organismo
ticular de condiciones de existencia producen habi- bajo la forma de principios de percepción, pensamiento
tus, sistemas de disposiciones duraderas y transferi- y acción, tienden, con más seguridad que todas las
bles, estructuras estructuradas predispuestas para reglas formales y normas explícitas, a garantizar la con-
funcionar corno estructuras estructurantes, es decir, formidad de las prácticas y su constancia a través del
como principios generadores y organizadores de prác- tiempo. Pasado que sobrevive en la actualidad y que
ticas y representaciones que pueden estar objetiva-
mente adaptadas a su fin sin suponer la búsqueda
consciente de fines y el dominio expreso de las ope- ' Referente a las relaciones interdisciplinarias que implican Arquitectura,
raciones necesarias para conseguirlos, objetivamente Antropología y Sociedad, consultar SALA (1997).
2
«regulados» y «regulares» sin ser el producto de obe- HAMOUNT (1968), p. 190. Nicole Haumont utiliza el concepto de
«modelo cultural» en el mismo sentido que Henry Raymond (RAYMOND,
diencia a reglas y, al mismo tiempo, colectivamente 1984).
orquestadas sin ser producto de la acción organiza- ' BORDIEU (1994), p. 165.
1
dora de un director de orquesta.»' ÍDEM p. 96-99.
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Antropología y arquitectura. La apropiación del espacio del habitat
tiende a perpetuarse en el porvenir actualizándose en «Poetizar es aquello que, antes que nada, deja al
las prácticas estructuradas según sus principios, [...] el hecho de habitar ser un habitar. Poetizar es propia-
sistema de las disposiciones está en el principio de la mente dejar habitar. Ahora bien, ¿por qué medio lle-
continuidad y la regularidad.» 5 gamos a tener un habitáculo? Por medio de la edifica-
El proceso de apropiación del espacio arquitectó- ción. Poetizar, como dejar habitar, es un construir.» 7
nico encuentra su sentido en este equilibrio entre per- El sentido de este «edificar» y de este «construir»
manencia y cambio, imitación y creación, herencia y incluye tanto la creación en el ámbito del conocimien-
novedad. La naturaleza y la dinámica del habitar está to como la creación en un sentido material, y hace refe-
íntimamente ligada a la dinámica del habitus ya que rencia también tanto a la creación del arquitecto como
es una de sus manifestaciones. El habitus es el modelo a la del habitante.
que genera, perpetúa y dinamiza las prácticas y las «Poetizar, en tanto que es el propio tomar medidas
representaciones arquitectónicas. Y tanto el arquitec- de la dimensión del hecho de habitar, es la construc-
to como el habitante están inmersos en sus propios ción inaugural. Poetizar es lo primero que deja entrar
modelos culturales. el hecho de habitar del hombre en su esencia. Poetizar
es el originario dejar habitar.» *
Esta concepción poética del hecho de habitar ha
Prácticas del espacio sido recogida por muchos estudiosos del espacio, tan-
to desde dentro como desde fuera de la disciplina antro-
Desde el terreno de la antropología del espacio, uno pológica. Michel de Certeau habla de los «artistas coti-
de los puntos de interés se ha dirigido a analizar la dianos» y de las «capacidades creativas de los
capacidad de engendrar prácticas de apropiación del habitantes-artistas» resultado de una práctica de mani-
espacio del habitat por parte del propio habitante, es pulación, personalización, reutilización y poetización
decir, el conjunto de actuaciones mediante las cuales del espacio habitado, y reivindican por tanto los dere-
el habitante se adapta a un espacio. Es lo que Henry chos de autoría de estos habitantes.»*
Raymond denomina competencia práctica del habi- Este proceso de apropiación del espacio habitado
tante." Por tanto, la apropiación pasa a ser un proce- por parte del habitante, según Amos Rapoport, se rea-
so de adaptación mutuo entre el espacio arquitectó- liza a través de un proceso de diseño:10 la toma de deci-
nico y el habitante: por un lado, el espacio que ha siones, la preferencia y la selección son algunos de los
diseñado el arquitecto influye de alguna manera en el mecanismos que considera más importantes. El habi-
habitante, condicionándolo en su práctica; por otro, tante pone en práctica una serie de selecciones siste-
para poder adaptarse a este espacio, el habitante inten- máticas entre diferentes alternativas posibles a partir
ta superar los condicionantes impuestos transfor- de unos determinados modelos culturales. Esta selec-
mándolo formal y conductivamente. El espacio arqui- ción responde, por un lado, a unas preferencias de
tectónico no sólo sería el resultado de un proceso carácter personal e individual y, por otro, a unas pre-
creativo del arquitecto o diseñador, sino que al mis- ferencias de carácter colectivo que dependen de aspec-
mo tiempo, y a partir del preciso momento de ser habi- tos como el estadio en el ciclo de vida, el grupo de edad,
tado, sería el resultado de un proceso de creación y la composición familiar, el grupo socio-económico, la
recreación llevado a cabo por el habitante, de un pro- formación cultural, la religión, la ideología, etc. Para
ceso de adaptación y readaptación entre espacio y adaptar este conjunto de preferencias o necesidades, el
sociedad de acuerdo con unos modelos culturales o habitante aplica una estrategia creativa: selección, alte-
unos habitus. Estaríamos frente a una dinámica en la ración, personalización o diseño del espacio arquitec-
cual el espacio ha sido creado y recreado constante-
mente, una dinámica que define por sí misma el fenó- 1
ÍDEM p. 95.
meno de habitar. " RAYMOND (1984), p. 179-80.
7
La reflexión sobre la existencia del hombre es lo HEIDEGGER (1994), p. 165.
que lleva a Martin Heidegger hasta la idea de habitar, » ÍDEM p. 176.
* CERTEAU (1990), p. 200-201. Para una explicación más amplia
a través de las palabras de Hòlderlin: «poéticamente sobre las prácticas del hecho de habitar, ver CERTEAU; GlARD; MAYOL
habita el hombre». Se vuelve a establecer la relación (1994).
111
entre crear y habitar. RAPOPORT (1985).
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tónico que habita. Es decir, que en realidad lo que lle- masculino-femenino, adulto-infantil, puro-impuro,
va a cabo es diseñar o crear al mismo tiempo un esti- diurno-nocturno, ocio-trabajo, nuevo-viejo, etc.), la
lo de vida y un estilo arquitectónico. Por consiguien- adecuación a la composición y a la estructura familiar,
te, Rapoport considera el diseño como una selección la adecuación a un conjunto de modelos (funcionales,
entre alternativas: es lo que denomina modelo de selec- de comodidad, de conducta, de estilo de vida, de cali-
ción de diseño o diseño como selección." dad de vida, sociales, culturales, simbólicos, estéticos,
Encontramos la misma idea también la encontra- etc.) o la adaptación según si el asentamiento tiene
mos en muchos arquitectos, como Robert Venturi cuan- carácter provisional o definitivo. Es importante obser-
do habla de lo que el denomina «elementos conven- var la dinámica de adaptación mutua entre el espacio
cionales»,'2 es decir, todos aquellos productos anónimos, deJ habitat y sus habitantes. Por un lado, hay que obser-
corrientes por su fabricación, forma y uso, y vincula- var en qué aspectos y hasta qué punto son los habi-
dos o asociados con la arquitectura y la construcción. tantes los que han tenido que modificar su práctica y
La sociedad es la verdadera creadora de estos produc- sus concepciones con tal de adaptarse al espacio arqui-
tos o de esta serie de elementos con tal de satisfacer sus tectónico. Por otro lado, y desde la perspectiva inver-
necesidades y de adaptarse a su entorno. Según Venturi, sa, también es importante observar cuales, y en qué
ni el arquitecto tiene poder para eliminarlos, sustituir- grado han sido las transformaciones formales y que los
los o dejarlos al margen, ya que al tratarse de una habitantes han introducido en este espacio para ade-
creación de alcance colectivo, el cambio sólo puede cuarlo a su práctica, a sus hábitos o a sus modelos.
producirse de forma paralela al cambio social. Por lo Es interesante observar la apropiación de los habi-
tanto, el cambio necesita tomarse su tiempo y no pue- táculos desde el punto de vista de las delimitaciones
de ser nunca el resultado únicamente de unos pocos espaciales. La delimitación del espacio responde a la
individuos. El arquitecto aprovecha los elementos con- necesidad del hombre de comprender su entorno, de
vencionales existentes en un determinado contexto proyectar los diversos aspectos sociales y sus signifi-
sociocultural, pero Venturi cree que es preciso también caciones en el espacio. Los límites pasan a ser los ins-
que pueda crear nuevos elementos con nuevos signifi- trumentos y estrategias para patentizar, para recordar,
cados, introduciendo de este modo elementos creativos para mantener, para reforzar y hasta para reivindicar
propios. Desde esta perspectiva, vemos que no difie- esos aspectos que muchas veces responden a las dua-
ren mucho el papel del arquitecto y el del habitante, lidades citadas anteriormente. La arquitectura, el mobi-
ya que ambos intervienen en un proceso de selección liario, los objetos, la decoración, así como la conduc-
y de creación de la realidad espacial y arquitectónica.11 ta, los rituales, el lenguaje, los significados culturales
La metodología antropológica del trabajo de cam- o las reglas sociales constituyen, articuladas conjunta-
po se fundamenta en el conocimiento directo del obje- mente, diversas formas de delimitación del espacio del
to de estudio. El antropólogo intenta alcanzar una visión habitat. Con frecuencia, la falta de adaptación entre el
Ernie, es decir una visión desde dentro de la cultura que habitante y su habitat responde a un desajuste entre la
estudia: como observador intenta situarse en la pers- diversidad de aspectos sociales y la diversidad espacial.
pectiva de lo observado14. El método de investigación Mientras los diferentes aspectos de la vida social se van
que utiliza para conseguirlo es la observación partici- diversificando y resultan más complejos, el espacio
pante. Cuando se trata de analizar el ámbito de la arqui- arquitectónico se va simplificando. Desde la arquitec-
tectura, como es el caso de la antropología del espacio, tura, se ha optado en gran parte por los espacios plu-
el propio espacio se constituye como objeto de estudio rifuncionales, para una reducción del número de espa-
y es el que nos delimita la investigación. Se da una coin- cios a favor de una mayor superficie de algunos de ellos.
cidencia entre los límites del objeto de estudio (el espa-
cio arquitectónico) y los límites del campo antropológi-
11
co (el espacio de investigación), entre espacio y antropología. Los conceptos que utiliza Amos Rapoport son «choice model of
Serán los mismos espacios de los hàbitats los que design» y «Aesign-as-choice". RAPOPORT (1985), p. 259.
12
VENTURI (1995), p. 66-67.
marcarán la pauta de investigación. Diferentes aspec-
" ÍDEM p. 68.
tos que tener en cuenta en la apropiación espacial pue- 14
Referente a las diferencias metodológicas entre la antropología y
den ser el establecimiento de diversas dualidades (inte- la arquitectura a partir de los conceptos de Emic y Epic, ver SALA
rior-exterior, delante-detrás, público-privado, (1995).
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Antropología y arquitectura. La apropiación del espacio del habitat
El habitante se ve obligado entonces a intervenir en ese ta de elegir lo que es anecdótico de aquello que es tras-
espacio introduciendo las delimitaciones que necesita cendente. Cuando alguien nos dice que le gustaría que
para desarrollar de forma natural su modo de vida: la fachada de su edificio fuese de color azul, lo impor-
estas estrategias de adaptación nos pueden ayudar a tante no es preguntarse por qué azul, sino que lo que
comprender la competencia práctica del habitante. nos tiene que hacer reflexionar es la significación cul-
En la metodología antropológica, la perspectiva tural de la estética de la fachada. Tiene que ver más
Emic se complementa con la visión Etic, es decir el aná- con el discurso sobre el hecho de habitar que con el
lisis desde fuera, en el que se produce un distancia- discurso del habitante. Es lo que Raymond llama tam-
miento respecto al objeto de estudio a partir del cuer- bién «palabra sobre el habitat» o «palabra social".15
po teórico y de los conocimientos de la disciplina En el estudio que elabora la antropología del espa-
antropológica, los cuales permiten llegar a conclusio- cio sobre la apropiación del espacio arquitectónico, un
nes de carácter general. Uno de los intereses de la antro- aspecto muy importante es el análisis del discurso del
pología del espacio estaría en detectar y analizar los habitante. Como se ha citado anteriormente, la meto-
ajustes y los desajustes entre arquitectura y sociedad, dología antropológica del trabajo de campo se funda-
y más concretamente entre el habitat y el habitante a menta en el conocimiento directo del objeto de estu-
partir del material extraído en la investigación. No se dio, un conocimiento que se alcanza a través de una
trata únicamente de un interés puramente analítico, perspectiva Emic en la que el antropólogo intenta situar-
sino que en última instancia lo que se intenta conse- se en el punto de mira de ese objeto. La entrevista es
guir es que los resultados de la investigación puedan el método que complementa la observación partici-
tener una aplicación práctica, que puedan ser tenidos pando en toda investigación.
en cuenta en el proceso del diseño o de proyección Cuando se trata de que el protagonismo se centre
arquitectónica: el arquitecto o el diseñador no sólo pro- en el discurso del entrevistado o informante, es decir
yecta formas espaciales, sino que al mismo tiempo está del objeto de estudio, es preciso que la entrevista con-
llevando a la práctica un proyecto social. dicione lo menos posible ese discurso. Tiene que ser
una entrevista de carácter abierto y flexible, con una
dinámica similar a la que podría tener una conversa-
Discursos del espacio ción informal. El antropólogo lo lleva a la práctica a
través de la entrevista no directiva. Cuando el sujeto
La apropiación del espacio por parte del habitante no por estudiar es el espacio arquitectónico, la entrevista
pasa sólo por la competencia práctica, sino que inter- se ve favorecida, ya que el mismo escenario en el que
viene también la noción que Henry Raymond deno- se lleva a cabo proporciona el hilo conductor y la pau-
mina competencia lingüística, es decir, la capacidad del ta discursiva. El discurso del habitante sobre su pro-
habitante para elaborar un discurso sobre su propio pio habitar se produce a partir de la propia presencia
habitat. El habitante pone en práctica su capacidad física del espacio habitado al cual hace referencia. La
analítica para adaptarse, o también para legitimar, el competencia lingüística y la competencia práctica que-
espacio en el que vive, el espacio que siente como pro- dan necesariamente unidas, haciendo patentes los vín-
pio. Su experiencia como miembro de un determina- culos que existen entre ambas, lo que comporta una
do contexto sociocultural y como individuo, así como visión completa del objeto de estudio.
su experiencia espacial y arquitectónica en términos El análisis antropológico no se fundamenta por tan-
conductivos, cognitivos o estéticos, lo llevan a mani- to en el discurso monológico del investigador, sino que
festarse a través de la práctica y de la palabra. La impor- la relación que se establece entre el antropólogo y el
tancia no reside en la literalidad del discurso del habi- informante se produce a través del diálogo. Todo diá-
tante, sino en saber leer entre líneas, en saber descubrir logo implica la participación de más de un interlocu-
cuáles son los condicionamientos que han intervenido tor, lo que significa que la información obtenida siem-
en la conformación de este discurso. Actualmente, por pre estará condicionada por este hecho. Lo que no quiere
ejemplo, el impacto social de los medios de comuni- decir necesariamente que se trate de un inconveniente,
cación y de la publicidad es importante. No es el dis-
curso individual el que toma protagonismo, sino que
15
se trata de ver el discurso social al que responde, se tra- RAYMOND (1984), p. 170-179.
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