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Resumen
Abstract
♣
Artículo recibido el 10 de mayo de 2006 y aprobado el 15 de junio de 2006.
* Profesor de la Escuela de Historia de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín y Doctor en
Historia de las Ciencias de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales EHESS, París, Francia.
REVISTA HISTORIA Y SOCIEDAD NO. 12, MEDELLÍN, NOVIEMBRE 2006, PP. 61-106
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the tension historically produced between the local tropical and the global
biosphere to understand the functioning of the ecological speech in our
country. This interest matches the growing concern that during the last 20
years environment has been generating. This preoccupation runs trough
speeches as different as the scientific, economic, historic, philosophic,
anthropologic, political, technical and industrial. This is how the ecology as
an integrating knowledge, allows to approach general problems and specific
knowledge objectives that are related to the functioning of the discursive
practices within our society.
1
Ver: Régis Debray, Vida y muerte de la imagen.
2
Historia de la mirada en Occidente, Barcelona, Cfr. Michel Foucault, Las palabras y las cosas,
Paidós, 1994, pp. 161-169. México, Siglo XXI, 1998, pp. 26-52.
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renacentista ya no es más una fuerza Kant con su crítica destituye los aprioris
oculta sino que deviene accesible a la -tiempo-espacio-naturaleza-, en bene-
razón humana. Ella existe gracias a un ficio de la producción de condiciones
conjunto de leyes que Dios ha estable- de conocimiento específicas según
cido en el mundo físico. Pero la exis- cada momento histórico. La
tencia de Dios no cierra el mundo sino historización de las condiciones de sa-
que ahora garantiza la inteligibilidad de ber permite mostrar a la Modernidad y
la naturaleza. Dios es un relojero. Des- en particular a la Ilustración como una
cartes, en el Discurso del método época de madurez, abierta a la crítica
(1637), sustituye el cosmos finito de de lo que antes de ella se tenía por ver-
3
Aristóteles por el espacio infinito y ho- dades incuestionables. (Kant, 1985).
mogéneo de la geometría. En este nue- Esta nueva Modernidad ya no se opo-
vo universo los cuerpos se mueven se- ne al mundo cíclico del Medioevo sino
gún un impulso interno ya que todos los al universo plano de las totalizaciones
movimientos de la materia proceden de del saber de la Época Clásica. No se
un primer impulso y se ordenan luego trata ahora de hacer corresponder el
mecánicamente. Las explicaciones saber con la naturaleza y así con él or-
mecanicistas hacen visibles las leyes denar el mundo, darle un lugar al hom-
generales, es decir, universales que ri- bre y a las cosas, sino de reconocer y
gen el funcionamiento de la naturale- acentuar las diferencias. Filologías com-
za. Dios es relojero de una sola y única paradas, anatomías, morfologías, pato-
naturaleza. La ciencia de la Época Clá- logías basadas en la comparación de
sica toma la forma de un discurso uni- elementos distintos, y geografía de las
versal, que constituye sus objetos de plantas se constituirán como saberes de
saber dentro de una unidad extensa, la diferencia basada en la comparación.
horizontal y homogénea llamada natu-
raleza. Con Galileo, la matematización Ahora bien, en lo concerniente a
de los procedimientos de explicación esta visualización de las condiciones de
también estará sometida a la prueba de posibilidad del discurso ecológico, insis-
la universalidad. Y, aunque Newton en timos en que ellas tienen que ver en-
su Principia Matemática (1683) anun- tonces de una manera discontinua con
ciara que las leyes de la física son le- la invención de esa mirada hacia la na-
yes que pertenecen a un discurso, el turaleza como un afuera compuesto que
de la física, y no a la naturaleza, será se produce con la utilización de la pers-
sólo después de la Crítica de la razón pectiva en los cuadros de José García
pura de Kant (1781) que comenzare- Hidalgo, de Jean de Vries, de
mos a considerar los conocimientos y
sus logros, como construcciones huma-
nas y no como elementos develados y 3
Emmanuel Kant, “Qu’est-ce que les Lumières?”,
derivados de una naturaleza que les en: Oeuvres Philosophiques, t. II, traducción de
preexiste. El espacio de saber que abre Heinz Wisman, Paris, Gallimard, 1985.
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con nuestra tendencia a oponer las ver- gano que nos sirve para ver ni el filtro
dades de las ciencias a los artificios del a través del cual vemos. De la misma
arte; el original a la copia en serie; la manera que no nos podemos colocar
realidad a la ficción. Aquí optamos por por fuera del lenguaje para hablar de
descomponer el funcionamiento de él, ya no nos podemos colocar por fue-
esas oposiciones en beneficio del estu- ra de la perspectiva para percibir las
dio arqueológico de unas prácticas plantas. Es esta perspectiva, invención
discursivas, constitutivas de lo verosí- histórica fechada, la que hace posible
mil, con el fin de hacer ver la represen- la fundación, primero de la iconografía
tación de la naturaleza como un artifi- botánica (siglos XVII y XVIII) y luego
cio en relación con otros artificios y del paisaje (siglos XIX y XX) como
como un dispositivo del saber clásico. objetos de saber e instaura un orden
Buscamos el punto de articulación en cultural (sentido y norma), en el cual
el cual el artificio icono botánico se une se aloja imperativamente la percepción.
con la naturaleza que suplanta y toma
su lugar. Trabajo éste que analiza la De otra parte, todo un proceso de
producción histórica de imágenes-na- adaptación de lo percibido como planta
turaleza. y también como paisaje en perspectiva
ha sido posible gracias a un reajuste
De acuerdo a lo expuesto hasta aquí, permanente producido por medio de las
la operación que asegura el transporte prácticas discursivas y los saberes que
de una planta a su imagen es una ope- los han tenido como objetos de estudio.
ración discursiva. Así, en lo que con- Es decir, hemos ido transformando la
cierne a la vegetación, la botánica de apariencia y no la realidad. Hemos ido
los siglos XVII y XVIII ofrece su es- ajustando los hechos a la formación de
tructura de saber a la elaboración de ciertos saberes -botánica, taxonomía,
una articulación específica entre ima- biología vegetal, geografía de las plan-
gen y realidad, todo ello en relación con tas, ecología. Esa percepción implícita
otro acontecimiento fundador: la pers- funciona entonces en la producción de
pectiva. Esta funda y legítima la forma unas formas de visibilidad y de enun-
imagen-planta y asegura el transporte ciación que no nos permiten ser cons-
de lo artificial -la representación de los cientes cuando utilizamos esos artificios
objetos naturales en un plano- sobre lo para percibir, admirar o disfrutar de un
natural -la manera como vemos todo icono botánico o de un paisaje. Cree-
objeto en el espacio-naturaleza. La mos fundamentalmente hacer simple
perspectiva le da forma a la realidad y uso de nuestros sentidos: la planta tan
elabora una imagen que tomaremos por exactamente dibujada, el cielo tan puro,
real construyendo un hábito perceptual. la vegetación tan verde, el mar tan infi-
La perspectiva hace implícita la per- nito: simple conjugación de formas sim-
cepción en perspectiva y hace visible bólicas y de mínimas transposiciones de
el hecho de que no podemos ver el ór- sentido. El mar deviene una llanura y
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siglo XVIII y en gran parte del XIX Después de realizada esta corta
para referirse a los trópicos toma como explicación, podemos continuar con el
eje la línea ecuatorial. Se habla enton- estudio de la formación de una geogra-
ces de viajes del ecuador hacia tal lu- fía de las plantas, que en el caso que
gar o cerca de la zona ecuatorial. Tam- tratamos ahora utiliza las regiones ecua-
bién se utiliza el concepto de equinoc- toriales para darle sentido a la elucida-
cio. Si bien es escasa la aparición de la ción de los problemas que consideraba
palabra tropical, lo que se va atribuyen- claves en el conocimiento del viviente.
do en las investigaciones naturalistas a Es así como Humboldt hace de la mon-
las regiones ecuatoriales, participará en taña tropical un paradigma para el co-
la formación del sentido del concepto nocimiento fitogeográfico de la natura-
de trópico a finales del siglo XIX, cuan- leza, ya que lo que ella reproduce en
do sean publicados libros como el de altitud, en términos de variación
Jean Constantin, La nature tropicale paisajística, sucede en todas las latitu-
(1899), que definen ampliamente el des a diferente escala. Según la latitud,
concepto de trópico en relación con la las zonas climáticas van del ecuador a
especificidad del clima, de la vegeta- los polos: el bosque tropical o ecuato-
ción y de los parásitos. Es decir, todo rial, la sabana, el desierto, la estepa, el
un trabajo de elaboración comienza en bosque temperado de hojas caducas, el
estos viajes de Humboldt antes de que bosque de coníferas y la tundra. Según
se aclare el concepto. En historia de la altitud, la sucesión en altura conlleva
las ciencias es importante analizar los una sucesión de tipos de vegetación en
procesos de formación de los concep- forma de bandas que rodean las mon-
tos -teniendo en cuenta que no se trata tañas y que sufren variaciones a cada
de anticipar su funcionamiento eficaz nueva delimitación de altitud, reprodu-
dentro de una formación discursiva sino, ciendo por pisos todos los diferentes ti-
más bien, de tener en cuenta sus diver- pos de vegetación que se pueden en-
sas procedencias-, y no sólo prestar contrar bajo todas las latitudes. La alti-
atención a la circulación muda de las tud condiciona la distribución del calor
designaciones. Algunas veces puede en la superficie de la tierra, ya que el
aparecer la palabra sin que se forme relieve de su superficie se ha erigido
verdaderamente el concepto, este es en mesetas que se reparten en varios
justamente el caso de la historia de la pisos y se encuentra salpicada de mon-
ecología y, en otras, varias designacio- tañas que forman cadenas más o me-
nes logran concretarse paulatinamente nos largas dominando las cimas esca-
en un concepto que las acoge y aclara lonadas aún más elevadas. La tempe-
las ambigüedades que generaba la pro- ratura en las montañas disminuye a
cedencia y el uso de múltiples designa- medida que se asciende. Un volcán muy
ciones, y este es el caso del concepto alto situado sobre la línea ecuatorial está
de trópico. cubierto en su cima de nieve perpetua.
Así, el Chimborazo en la Cordillera de
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zonas descubiertas ocupadas por algu- en la que viven los diferentes animales
10
nos líquenes y algas terrícolas. de los trópicos.
Con el fin de abarcar toda esta di- Este corte de distribución geográfi-
versidad vegetal presente en una mon- ca es uno de los instrumentos
taña tropical, de establecer un modelo epistémicos más importantes para los
de sucesión de tipos fisonómicos y de análisis que hacen parte de la geogra-
comprender así la distribución de los fía de las plantas. Se convierte en la
vegetales sobre la superficie del globo herramienta más apropiada para la des-
según la repartición de estos tipos cripción espacial de la distribución de
fisonómicos que delimitan las regiones las plantas sobre el globo terrestre. En
naturales, Humboldt propone una dis- la Flora Laponia publicada en 1812,
tribución de las especies vegetales en Wahlenberg incluye un corte con ano-
un corte geográfico dibujado por taciones botánicas y geográficas -Re-
Shomberger. Fue impreso en colores en gio Subalpina Betulam albam tantum
gran formato y representa un corte que alens. En su De vegetatione et
pasa por la cima del Chimborazo y va climate in Helvetia Septentrionali, de
desde las riberas del mar del Sur hasta 1813, incluye igualmente un mapa de
las del Brasil. Sobre este mapa se en- distribución geográfica que representa
cuentra indicada la progresión de la el corte transversal de una montaña con
vegetación desde el interior de la tierra los nombres de las especies de plantas
en donde habitan las plantas que crecen en diversas latitudes.
criptógamas hasta la vegetación de las Joachim Schown publicó en 1824 otro
nieves perpetuas. El nombre de cada mapa de distribución geográfica en su
especie está inscrito a la altura donde Plantegeographisk Atlas que hace
dicha especie se encuentra general- parte del Grundtraek til en almindelig
mente en la naturaleza según las medi- Plantegeographie. Candolle dibujó en
das determinadas por Humboldt. Ca- 1855 dos mapas en los cuales están
torce escalas colocadas a lado y lado descritas 32 nuevas especies descubier-
del cuadro hacen referencia a la com- tas en Europa. En síntesis, podemos ver
posición química del aire, a su tempe- mediante el corte fitogeográfico una
ratura, al estado higroscópico y ilustración del despliegue de un tipo de
cianométrico, a los fenómenos eléctri- análisis botánico que va más allá de la
cos, a la refracción de la luz solar, a la nomenclatura y de la clasificación. Es
disminución de la gravitación terrestre, pertinente insistir en el hecho de que
al cultivo del suelo e incluso a la altura este corte botánico no constituye el lí-
mite donde se detiene la geografía de
las plantas. Él ofrece, al contrario, los
10
elementos denotativos de esta geogra-
Ver: Alberto Castrillón, Alejandro de fía como algunos de los puntos de an-
Humboldt. Del catálogo al paisaje, Medellín,
Universidad de Antioquia, 2000, 215 p. claje de una nueva teoría sobre los vi-
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vientes que estamos describiendo. Se Hasta aquí las diferencias que nos
hace visible entonces el juego de ha parecido pertinente resaltar entre las
complementariedad y no de oposición diferentes posiciones de sujeto que
entre taxonomías y geografías pero te- emergen de la historia natural y otras
niendo en cuenta la primacía de la ex- que surgen de la fitogeografía. Las pri-
plicación fitogeográfica. Se puede tam- meras se inscriben todas en el univer-
bién notar la diferencia en el uso de la so fijo e inmutable de la creación divi-
representación ya que ahora se privile- na y están en relación con el funciona-
gia la mirada de conjunto y no la planta miento de la teología natural; las segun-
aislada. El gesto que caracteriza al nue- das, si bien están inscritas aún en una
vo naturalista de comienzos del siglo explicación deísta y creacionista del
XIX, ya no es el de sacar la planta de universo, reconocen unas diferencias
la naturaleza para incluirla en el herba- tan problemáticas en las formaciones
rio sino -y aquí se hace visible de ma- terrestres -en lo que concierne a la ve-
nera condensada la discontinuidad-, más getación, a los climas e inclusive a las
bien, para volverla a la tierra, deposi- costumbres humanas-, que comienzan
tarla en el suelo junto a sus vecinas a a dudar no de la presencia de un crea-
fin de que constituyan paisajes. Así, dor pero si de la inmutabilidad de su
Agustin Pyramus de Candolle, en su creación.
Geographie botanique raisonnée
(1855), explica la historia del reino ve- De otra parte, si bien sabemos ya
getal como la aparición sucesiva de di- que en el siglo XVIII el concepto de
ferentes grupos. Entiende el estudio de evolución hacía referencia a los proce-
la distribución geográfica en función de sos de crecimiento del óvulo fecunda-
la comprensión de las formas de repar- do hasta el adulto y que por lo tanto se
tición en regiones botánicas de las inscribía en un contexto completamen-
especies vegetales. Coincidiendo con te fijista y creacionista de la especie, el
Humboldt en la utilización de informes sentido de la evolución como
de tipo climático para el estudio trasformación de las especies en el
fitogeográfico, hace también énfasis en transcurso de los tiempos geológicos,
explicaciones de tipo florístico. Es de- producto de las investigaciones de
cir, busca una cierta paridad entre ex- Charles Darwin, modificará de mane-
plicación florística y comprensión ge- ra radical la compresión que hasta en-
neral del funcionamiento de las asocia- tonces se tenía de los seres vivos. An-
ciones vegetales.
11 tes de Darwin se buscaba sobre todo
entender la generación, es decir, la
similitud entre individuos de una misma
especie. Después de Darwin el proble-
ma pasó a ser el de la transmisión de
11 las variaciones individuales y el de
Ver: Drouin, Réinventer la Nature, Paris,
Desclée de Brouwer, 1991, 207 p. la explicación de la producción de esas
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turaleza y de equilibrio natural, pasan- Vernadsky en La Biosphère (1929),
do por el de armonía de la naturaleza, elemento fundamental de la ecología
para luego hacer visible esta relación contemporánea, que hace visible la ten-
entre algunos conceptos de la sión creada entre los objetivos prácti-
biogeografía y la reelaboración del con- cos y los interrogantes fundamentales
cepto de adaptación en relación con la de los cuales nació la ecología.
selección natural. Este privilegio del
tiempo, del espacio biogeográfico y del Veamos entonces los pormenores de
concepto de adaptación serán definiti- esta historia de la ecología, para así
vos para precisar las relaciones de los podernos relacionar con sus conceptos.
diferentes nichos ecológicos y de to- En 1842, Mayer enuncia el principio de
dos los funcionamientos de los vivien- convertibilidad de las diversas formas
tes que estudiará la ecología. de energía y lo aplica al proceso
vegetativo: “los principios de la termo-
2. Conceptos problemáticos dinámica del equilibrio, definitivamente
de la ecología establecidos a mitades del siglo XIX,
proporcionan ahora los medios para
En el siglo XIX, se producen enton- evaluar los flujos de energía de los se-
14
ces tres grandes discontinuidades en res vivos, vegetales y animales”.
relación con el conocimiento de los se-
res vivos: Ahora bien, el término ecología fue
inventado por Ernst Haeckel en 1866,
1. La aceleración en el control del a partir de dos palabras griegas oikos
espacio del planeta dada por los proce- (casa) y logos (discurso). Para
sos de colonización que hacen posible Haeckel, la ecología es la rama de la
expediciones científicas de viajeros biología que estudia las relaciones de
como Humboldt y Candolle, que reve- los seres vivos entre ellos y con el me-
lan el conocimiento de la distribución dio físico en el cual evolucionan. Des-
geográfica de las especies vivas. de su nacimiento la ecología estudia la
articulación de la relación medio exte-
2. El cambio en la concepción del rior-organismo-lucha por la existencia.
tiempo entendido ya como parámetro A finales del siglo XIX, el concepto de
decisivo y creador de la regulación de energía intervendrá en beneficio de la
las poblaciones y de la dinámica de su orientación de los estudios ecológicos
evolución. hacia la utilización, el gasto, la
3. La reorganización de las relacio- trasformación de la energía a partir de
nes entre la física y la química, con las
ciencias de los seres vivos. La “quími-
13
ca de lo vivo” de Lavoisier y de Wladimir Vernadsky, La Biosphère, Paris, Félix
Pasteur, hizo posible la aparición de los Alcan, 1929.
14
ciclos biogeoquímicos de Wladimir Ver: Jean-Paul Deléage, Historia de la Ecología,
Barcelona, Icaria, 1993, p. 61.
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15
Ibíd. Ibíd.
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nidad y otros. Es decir, el sentido del y que refuerzan o dan nacimiento a los
inventario no puede corresponder más ecologismos.
a la recopilación que con él se hace de 18
todo un orden natural, sino más bien al 3.1 En El contrato natural,
establecimiento de relaciones -que im- Michel Serres muestra que el hombre
plican consumos de energía, niveles de se ha inscrito en la cultura y posterior-
entropía, equilibrios parciales, actividad mente en la historia mediante un con-
humana, etc.-, entre organismos perte- trato social tácito en el cual reconoce a
necientes a procesos complejos y muy otros hombres como sujetos, es decir,
poco estables. No podemos pues su- como iguales, y a partir de allí crea la
poner que vamos a recuperar una na- cultura. Este contrato originario rige
turaleza armoniosa en la cual forzosa e entre iguales y, por lo tanto, establece
históricamente hemos introducido mo- relaciones de derecho igualitarias para
dificaciones técnicas hasta el punto de todos los miembros que participan en
que ahora se dice que no vivimos en él. Sin embargo, la relación con la na-
una biosfera sino en la tecnoesfera. turaleza no ha sido intervenida por nin-
Además, justamente el recorrido por la gún tipo de contrato similar que pueda
termodinámica y su relación con la mediar la relación hombre-naturaleza
ecología nos han mostrado cierto privi- de manera igualitaria en ambas direc-
legio del desorden y de la tendencia al ciones. Así, según Serres, la naturale-
desorden inherentes a los procesos bio- za como escenario de los conflictos
lógicos. De todas formas, es importan- humanos, de la cultura, ha estado au-
te señalar que esta discusión está atra- sente en los discursos de la filosofía,
vesando no sólo el discurso ecológico de la historia y de las ciencias huma-
sino que es el motor de muchos nas. A partir del contrato social origi-
ecologismos. nario, las culturas se alejan del mundo
para enraizarse en la historia. El dere-
Esta discusión hace posible hoy un cho natural se entiende como un con-
debate en el cual intervienen diferen- junto de reglas que existen al margen
tes tipos de discurso que es importante de toda formulación y que emanan de
tener en cuenta aquí para comenzar a la razón, tomada como universal. Ex-
pensar en esa relación ecología y clusivamente social, nuestro contrato
ecologismos, decisiva para entender los deviene mortífero, dice Michel Serres.
mundos contemporáneos: vamos enton-
ces a exponer varias consideraciones, La naturaleza se conduce como un
entre las más destacadas en la actuali- sujeto, en la medida en que condiciona
dad, con respecto a este problema de la denominada naturaleza humana y se
las relaciones del hombre con la natu- ve condicionada así mismo por ésta.
raleza, que tienen en cuenta la vigen-
cia del discurso ecológico, que provie- 18
Ver: Michel Serres, Le contrat natural, Paris,
nen de diversos universos de discurso François Bourin, 1990, 191 p.
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Hace falta que esa categoría de sujeto busca destruir la tradición humanista
sea tomada en cuenta en el derecho, del contrato social y de los derechos
incluida en el contrato, para así equili- del hombre en beneficio de un planeta
brar las relaciones y regularlas. Hacer que habiendo sido maltratado, estropea-
devenir a la naturaleza sujeto de dere- do y contaminado amenaza con domi-
cho, es añadir al contrato exclusiva- narnos. Según Ferry, el planteamiento
mente social el establecimiento de un de Serres puede ser considerado como
contrato natural de simbiosis que reem- una fábula metafórica y no como una
place la relación parasitaria actual. Se argumentación rigurosa, ya que la na-
trata aquí de proponer un tipo de subje- turaleza no puede dejar de ser objeto y
tividad que involucra consideraciones pasar a ser persona jurídica. Además,
globales, estéticas y éticas basadas en esta propuesta de la ecología profunda
un nuevo tipo de derecho que produci- promueve el miedo en relación con el
ría una nueva clase de contrato. Si la agotamiento de los recursos en el mo-
naturaleza se presenta ahora como glo- mento del declive de las utopías políti-
bal, su surgimiento tiene que ver con cas y de la desconfianza en el progre-
su posible desaparición ya que la tierra so, en beneficio de la diversidad de las
en su totalidad está en juego, así como formas de vida. El temor a la devasta-
los hombres mismos. La historia global ción generalizada sirve para desafiar y
entra en la naturaleza y la naturaleza tratar de deconstruir los valores de la
entra en la historia: el sujeto (hombre) y modernidad. El análisis de Serres en El
el objeto (naturaleza), pasan de ser lo- contrato natural, para Luc Ferry, co-
cales a ser globales. Ante la amenaza rresponde a una fascinación por los
de muerte colectiva, es decir, global, se modelos autoritarios; a una divinización
hace necesario inventar un derecho para de la naturaleza (en la cual participó de
la violencia objetiva, es decir, un contra- manera decidida el nacional socialis-
to natural. El proceso de globalización mo); a un rechazo a la cultura moder-
de la relación hombre-naturaleza se na, y finalmente, llevó a considerar po-
caracteriza por una recíproca depen- sitivamente el estatuto jurídico de las
dencia y no por relaciones parasitarias plantas, de las rocas y de la biosfera
que agotarían la naturaleza. cayendo en el animismo medieval. En
síntesis, Ferry considera a Michel
3.2 La réplica de Luc Ferry a esta Serres al mismo tiempo arcaico y
propuesta de Michel Serres, en El nue- posmoderno; arcaico, debido a su
19
vo orden ecológico, pretende que animismo antiguo, y posmoderno, en la
este discurso pertenece a la ecología medida en que su propuesta, que bus-
profunda, corriente de pensamiento que ca hacer devenir la naturaleza sujeto
de derecho, deconstruye los valores de
la modernidad occidental actual, basa-
19
Ver: Luc Ferry, El nuevo orden ecológico, do en principios jurídicos que tienen
Barcelona, Tusquets, 1994, 231 p. como objetivo garantizarle a los suje-
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21
Ver: Patrick Blandin y Donato Bergandi, “Al
20
Ver: Félix Guattari, Les trois écologies, Paris, alba de una nueva ecología”, en: Mundo Científico,
Galilée, 1989, 73 p. Barcelona, 2000, pp. 54-57.
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Ver: Cristophe Bonneuil, “El lugar donde se 29
Ver: Ernesto Guhl, Colombia: Bosquejo de su
inventan los trópicos”, en: Mundo Científico,
geografía tropical, Bogotá, Instituto Colombiano
Barcelona, 1997, pp. 832-836.
de Cultura, 1976, 452 p.
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Ver: Arturo Escobar, La invención del tercer
Ver: Thomas Van der Hammen, Historia, mundo. Construcción y deconstrucción del
ecología y vegetación, Bogotá, FEN, 1992, 411 p. desarrollo, Bogotá, Norma, 1998.
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lógico, como las sociales, actúan como biología está asociado, de un lado, con
factores que fragilizan o deterioran el la geografía de las plantas y, de otro
medio ambiente. Este acontecimiento lado, con la formación de la teoría de la
es uno de los factores más importantes evolución. El paso de una concepción
en todo este tipo de funcionamiento de fijista de la naturaleza hacia una expli-
los discursos de la ecología en Colom- cación histórico-discontinua de los pro-
bia. Tan aparentemente enraizados y cesos naturales implicó la observación
acomodados como hemos estado en las in situ de formas de organización del
fronteras de las disciplinas científicas mundo viviente distintas a las observa-
en las que cada quien trabaja, supues- das en Europa. Sin embargo, la mirada
tamente debido a las necesidades mis- no antecede a la elaboración de los
mas del funcionamiento de los discur- conceptos ni a la lenta y no progresiva
sos, hoy en día las tribus académicas formación de las teorías. La mirada se
comienzan a necesitar más de la inter- constituye con los conceptos que la van
ferencia y de la comunicación entre haciendo posible. Así, el encantamien-
saberes que del cuidado celoso del pres- to renacentista que antecede a la im-
tigio y del poder de ciertas disciplinas plantación de las formas de ver y de
sobre otras: ni el todo biológico decir de la botánica clásica, supone el
(biologicismo y naturalismo) ni el todo funcionamiento de la red semántica de
social, sino la mediación, la valoración, la semejanza. El mundo armonioso de
la comprensión biológica de los acon- la economía, del equilibrio natural y de
tecimientos sociales y la comprensión la armonía de la naturaleza permitió la
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social de nuestro ethos biológico. En operación de una mirada universal y
este terreno de la mediación creemos única de objetos claramente represen-
que es pertinente estudiar la formación tados en iconos botánicos que tenían
histórica de los ecologismos y su rela- validez global. La revaloración del con-
ción con la ecología. cepto de adaptación en el marco de la
geografía de las plantas hará posible
Ahora bien, teniendo en cuenta los una comprensión evolutiva de los pro-
elementos históricos aportados al aná- cesos de selección natural. La forma-
lisis de la formación de la tropicalidad ción de la teoría de la evolución impli-
y de la ecología en Colombia, podemos cará una reorganización de todo el cam-
ahora concluir que estas dos invencio- po de disciplinas que tenía al viviente
nes no se produjeron de manera simul- por objeto y permitirá pensar, primero,
tánea. El trópico como información la biología en su unidad y, segundo, la
geográfica precede históricamente al diversidad de formas de organización
trópico de la biología. El trópico de la de los vivientes en su especificidad te-
rritorial. Los conceptos de adaptación
y lucha por la existencia inventan una
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Ver: Régis Debray, Transmitir, Buenos Aires, nueva mirada que ya no reconoce la
Manantial, 1997, 190 p. universalidad de lo mismo en la natura-
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