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El arte conserva y es lo único en el mundo que se conserva, conserva y se conserva en sí, aunque
de hecho, no dure más que su soporte y sus materiales; piedra, lienzo, color, químico, etc. Del
mismo modo que también es independiente del espectador o el oyente actuales, que no hacen
más que sentirlas a posteriori, ¿y el creador entonces?, la cosa es independiente del creador,
por la auto-posición de lo creado que se conserva en sí, lo que se conserva, la cosa o la obra de
arte, es un bloque de sensaciones, es decir, un compuesto de perceptos y de afectos. Los
perceptos ya no son percepciones son independientes de un estado de quienes los
experimentan. Los afectos ya no son sentimientos o afecciones, desbordan la fuerza de aquellos
que pasan por ellos, las sensaciones, perceptos y afectos son seres que valen por si mismo y
exceden cualquier vivencia, están en la ausencia del hombre, cabe decir, porque el hombre tal
como ha sido acogido por la piedra sobre el lienzo, o a lo largo de palabras, es él mismo un
compuesto de perceptos y afectos, la obra de arte es un ser de sensación y nada más, existe en
sí, los acordes son afectos consonantes o disonantes, los acordes de tonos sobre colores, son los
afectos de música o de pintura. Como Rameau destacaba, la identidad del acorde y del afecto, el
artista crea bloques de perceptos y de afectos, pero la única ley de la creación, consiste en que
el compuesto se sostenga por sí mismo, que el artista consiga que se sostenga en pie por sí
mismo, es lo más difícil.
Hanna Segal “Sueño fantasma y arte” (Ediciones Nueva Visión buenos aires.)
Podría decirse que en el sueño todo es representado por su opuesto, por lo inverso, pero al
mismo tiempo, el modo de representarlo transforma una situación profundamente traumatica,
en otra de realización de deseos, las inversiones en el sueño, podrían considerarse como un
disfraz, un efecto del lenguaje lírico es disfrazar una experiencia angustiante, pero al mismo
tiempo, se oculta en él un deseo inconsciente de transformar la dolorosa realidad interna y
externa en una gloriosa rifa. Cada soñador, tiene un estilo favorito en su lenguaje del sueño y
además, el estilo mismo, revela su personalidad, ello se aplica tanto a los sueños como al arte, el
estilo mismo del sueño, como el de una personalidad, refleja la amplia combinación de
relaciones de objeto angustias y defensas que modifican y moldean la personalidad (buscar de
donde es esta cita)